SIGNIFICADO Y TRANSFORMACIÓN DEL SIMBOLISMO DE LA
PAGODA BUDISTA EN LOS SANTUARIOS NIPONES
La concepción de la Pagoda Budista japonesa se deriva de las
edificaciones llamadas “Stupa”, las cuales se encuentran por todo
el sureste asiático, pero principalmente en la India. Dicha
edificación es un montículo de tierra, cubierto por piedras y
estuco; en su parte más alta se encuentra un parasol seccionado
en tres partes, el cual simboliza los tres aspectos del Budismo:
Buda, la Ley Budista y la Orden Budista. (Fig.1 & 2)
Este túmulo que conforma una media esfera fue aceptado por el
Budismo para depositar en él algunos símbolos iconográficos o
reliquias en honor a Buda.
Una evolución posterior en la forma de construir la “Stupa”
adoptó otros criterios arquitectónicos como una planta cuadrada,
cinco o tres cuerpos superiores; en donde a menudo son cinco
planos simbólicos en representación de los cinco elementos:
tierra, cielo, aire, agua y fuego. Y en donde al menos uno tendrá
forma esférica. Teniendo así un alto valor simbólico, pues
representa la forma en que se compenetra e integra a la
naturaleza de Buda. (Fig.3)
Más tarde la “Stupa” será adoptada en países como China y
Corea, en donde transforma su nombre a Pagoda en
representación de la cosmogonía Budista Tántrica (esta forma de
budismo piensa que la Pagoda funciona como el medio con el que
se pueden desterrar todas las fuerzas malignas, y de esta manera
convertirse en el eje que unifica todo el universo). (Fig.4)
Posteriormente se traslada a Japón, en donde aparecerán de un
modo más claro y mucho más geométrico los cinco planos,
haciendo alusión a que cada vez que se mira la Pagoda se está
observando en realidad la imagen de Buda
La Pagoda, representa en sí misma a Buda, y su ubicación se
establecía en un inicio al centro del conjunto arquitectónico, más
tarde va cediendo esta posición a favor del Templo o Santuario
Central en donde se idolatran las imágenes de los Budas. A pesar
de esto, no significa que la pagoda perdiese su simbolismo como
tal. (Fig.5)
En un inicio, para la realización de las construcciones Budistas en
Japón, los modelos provenientes de regiones como China fueron
aceptados sin ninguna anomalía. Más tarde dichos modelos
pasarían a tener ligeras modificaciones con características
marcadas de los templos japoneses.
Es necesario comprender que la religión nativa de Japón es el
Shintoísmo, y que el Budismo llega a este país por primera vez en
el año 552. Por lo tanto, en los inicios de las construcciones
budistas en Japón es entendible que, siendo una religión
totalmente nueva entre los nipones, los artistas de la época
tuviesen que apoyarse en los modelos acogidos, ya que no se
existía nada dentro de sus tradiciones en que apoyarse para
levantar las edificaciones. Sin embargo el acervo cultural y la
idiosincrasia japonesa fueron más fuertes.
Al principio hubo una ligera reacción por parte de los monjes del
Shintoísmo en contraposición a la nueva religión, sin embargo,
ésta fue incorporada al Código de Estado del año 604, y
rápidamente se estableció con firmeza por el país entero.
La nueva disposición en el Código fue promulgada por una de las
figuras japonesas más célebres en toda su historia, el Príncipe
Shotoku Taishi (572-621) bajo el regente de la Emperatriz Suiko.
Esto propició a que en menos de cien años el Budismo se
esparciera por todo Japón, llegando a contar con un amplio
número Templos Budistas y de prosélitos. El enorme impacto
producido por esta doctrina, solamente puede ser comparable con
la influencia de la cultura de occidente emanada en el territorio
japonés desde mediados del siglo XIX. (Fig.6)
Dentro del estilo japonés se empieza a adaptar a un ritmo muy
rápido el nuevo arte Budista; propiciando a que en el año 607 se
elabore una de las obras arquitectónicas más importantes para
este país.
La Emperatriz Suiko y el Príncipe Shotoku Taishi fundan el
Templo de Horyu-ji, cerca de la ciudad de Nara, este es uno de los
templos Budistas japoneses más significativos,. Actualmente fue
nominado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y el
gobierno japonés lo ha destacado como un Tesoro Nacional del
siglo VII, ya que ha sido considerado como la construcción en
madera más antigua del mundo. (Fig.7)
Este es uno de esos primeros templos budistas en los que la
pagoda representa el edificio más simbólico dentro de todo el
conjunto, fue construida para albergar alguna reliquia y deriva
directamente del principio de la “Stupa” india. La pagoda
representa en su totalidad el símbolo de Buda, por lo que se le
concede el privilegio de ser el centro entre todas las edificaciones
(pasando más tarde a un segundo término y cediéndole ese puesto
al templo de las imágenes budistas).
Entre las características principales que destacan en la pagoda de
Horyu-ji, sobresale que es una construcción en madera de cinco
pisos, los cuales, como ya se ha mencionado antes, representan
los cinco elementos: tierra, cielo, aire, agua y fuego. Ésta
edificación no cumple con una función práctica (a diferencia de
cómo ocurre en las torres de los templos cristianos; las cuales son
utilizadas para los campanarios), sino que más bien recae todo su
simbolismo en la representación del cosmos; con una base
cuadrangular que representa la tierra, y un pilar central que
atraviesa toda la estructura (este sólido pilar recorre la
edificación de abajo hacia arriba y se le conoce como shinbashira,
se cree que es una característica única de las pagodas nipones y
que surgió como respuesta a la alta sismicidad de la zona);
simbolizando el eje del mundo y el cual une a los tres niveles
cósmicos: Cielo, Tierra y Región Infernal, el cual queda al
manifiesto en la mayoría de las grandes religiones. (Fig.8)
Estos tres niveles se encuentran en constante comunicación
gracias a esa columna universal que los mantiene unidos, a la vez
sostiene un equilibrio entre el Cielo y la Tierra, empotrada desde
los cimientos que representan esa Región Infernal.
Es precisamente este elemento el que le da significado a la
Pagoda Budista japonesa, puesto que el pilar central da
equilibrado a todo, además de ser un elemento exclusivo de su
arquitectura. La Pagoda en su totalidad es la hegemonía de Buda,
la realidad detrás de lo tangible, la enseñanza para aquellos que
se acercan a un templo budista japonés y que incluso pueden
observarlo desde la lejanía. Esta fue la interpretación dada a los
artistas japoneses y primeros edificadores de estos templos, por lo
que se vuelve importante detallar la posición en que se colocaban
estas primitivas obras.
Otra de las obras importantes para el budismo japonés, es el
Templo de Asuka-dera, en el cual las excavaciones indican que la
Pagoda estaba determinada en el centro de lo que se conoce como
“kairo” (claustro principal del templo, al que se accedía por la
puerta central), en su parte posterior se encontraba el “kondo”
(santuario de las imágenes), mientras que a los laterales se
erguían otros dos templos, el del este y el del oeste. (Fig.9 & 10)
De modo similar ocurre en Osaka con el Templo de Shitenno-ji, en
donde la Pagoda se encontraba al centro del “kairo” y frente al
acceso principal, posterior a ella se encontraba el “kondo”; estos
templos construidos en el siglo VI muestran como la Pagoda
ocupaba una posición de privilegio. (Fig.11 & 12)
Mientras Japón abría sus puertas hacia un intercambio cultural, se
incorporaban al país, artistas coreanos que junto a los escultores
japoneses tallaban obras de alto valor estético y artístico, con un
significado sumamente profundo, y las cuales atraían a cientos de
fieles. No existe la menor duda de que una imagen encierra una
interpretación mucho más “sencilla” que la que podía tener el
simbolismo de la Pagoda. Posiblemente sea esta la razón más
lógica que pueda explicar el hecho por el cual las imágenes fueron
teniendo una acelerada importancia dentro del culto budista, y
por el cual la Pagoda tuvo que ir dando paso poco a poco al
santuario en el cual se veneraban.
En el año 685 se construye el Templo de Hokki-ji, aquí la Pagoda y
el otro templo se encontraban a la misma altura, solamente que la
Pagoda fue ubicada a la derecha de dicho templo, según la
entrada principal; mientras que en Horyu-ji la Pagoda se
encontraba de lado izquierdo. Esto supone un indicio de cambio
en el simbolismo de la edificación. (Fig.13)
En el transcurso de desplazamiento que enfrentará la Pagoda y
con esto, su importancia; brindará que el significado de las
imágenes se vuelva más destacado en cierto sentido, con lo que se
consagrará poco a poco el Templo de las Imágenes como signo
indicador del lugar de los Budas.
En los inicios del siglo VIII se edificó el Templo Yakushi-ji, y es
aquí donde se puede denotar que el centro del claustro se
encuentra ocupado por un templo, y a ambos lados se edificaron
dos pagodas, el del este y el del oeste. No se puede refutar el
hecho de que las Pagodas han perdido mucho de su valor y han
pasado a un segundo plano, siendo solamente signos indicadores
del lugar de los Budas. (Fig.14, 15 & 16)
En Nara se encuentra el Templo Kofuku-ji, edificado a partir de la
segunda mitad del siglo VIII y en donde se puede observar como
la Pagoda incluso queda fuera del “kairo”, apartada del conjunto
de los demás templos sagrados. (Fig.18 & 19) En este mismo
período y de igual forma las Pagoda en el Templo Todai-ji hacen
alusión al sitio en el que se encuentran las imágenes del Gran
Buda. (Fig.17 & 18)
La marcha que emprende la Pagoda Budista japonesa a un
segundo plano de referencia no significa un abandono del
simbolismo del arte Budista, simplemente que la iconografía
budista se encuentra muy cargada de simbolismo también. Por lo
tanto, se puede deducir que estas han llegado para sustituir el
gesto abstracto de la Pagoda, dejando todo el peso de la
deducción simbólica en el Budismo en sí.
A pesar de todo, en los siglos posteriores no dejaron de edificarse
Pagodas en los principales templos japoneses; mientras que
paralelamente el Budismo iba tomando ciertos rasgos
característicos de este país. Algunas Pagodas constan de una
belleza arquitectónica exuberante y siguen siendo un signo
manifiesto de Buda, pero la preferencia siempre recae al Templo
de la Imágenes.
Otro ejemplo manifiesto es el Santuario de Toshodai-ji, el cual no
conserva la Pagoda original, pero en este sitio se puede reconocer
por medio de los planos, que se encontraba lejos del conjunto
central; aún así consta de una importancia arquitectónica
importante. (Fig.19)
Con la aparición del Budismo Esotérico, la importancia secundaria
de las Pagodas se mantuvo en sus edificaciones; así por ejemplo
se pueden encontrar los santuarios de To-ji en la ciudad de Kyoto,
donde se encuentra una de las Pagodas más altas de todo Japón y
la cual se ubica fuera del conjunto principal de edificios. (Fig.20 &
21)
Otro ejemplo interesante es la Pagoda del Templo Muro-ji la cual
se encuentra entre los árboles de la ladera de un monte y es un
símbolo manifiesto más de la profunda naturaleza de buda. (Fig
22 & 23)
Finalmente uno de los recintos arquitectónicos japoneses más
impresionantes es el Toshogu en la ciudad de Nikko. Este
conjunto de edificios fue edificado bajo el estilo de “gongen-
zukuri”, que significa arquitectura de mausoleos. Se trata de un
mausoleo elaborado para un “shogun” (comandante del ejército),
de uno de los clanes más poderosos de Japón; el clan Tokugawa.
Destinado directamente para Tokugawa Ieyasu (fundador y primer
shogun), y así inmortalizar su memoria. (Fig.24 & 25)
Lo magnificente de este mausoleo, es que representa toda una
combinación de estilos, entre los cuales están los templos
budistas, edificaciones shintoístas, y la “Stupa” de India. En este
conjunto de edificaciones se encuentra una Pagoda, separado del
resto de construcciones, el cual simboliza como este Tokugawa
había llegado a Buda posterior a su muerte. (Fig.26)
Es así como se observa el recorrido trazado por la Pagoda
japonesa en los templos budistas; donde desde una posición
centralizada en el conjunto arquitectónico, como un gesto
simbólico de la omnipotencia de Buda; se ve reemplazado y
desfasado por las imágenes, aunque cabe destacar que nunca
pierde el gran simbolismo que en ella se revelaba.
Universidad de Costa Rica
Facultad de Ingeniería
Escuela de Arquitectura
Historia de la Arquitectura I
Ensayo Ilustrado
Luis Alberto Fuentes Condega
A92489
ANEXO
Diagrama y montículo de una “Stupa”.
Fig.1 Fig.2
Fig.3 Fig. 4
Fig.5
Príncipe Shotoku Taishi
Fig.6 Fig.7
Fig.8
Fig.9 Fig.10
Fig.11 Fig.12
Fig.13
Fig.14 Fig.15
Fig.16
Fig.17
Fig.18
Fig.19
Fig.20 Fig.21
Fig.22 Fig.23
Fig.24 Fig.25
Fig.26
BIBLIOGRAFÍA
Gausa, M. & Gaullart, V. (2001). Diccionario Metápolis de
Arquitectura Avanzada. Barcelona: Editorial Actar.
Sakaiya, T. (1995). ¿Qué es Japón? Chile: Editorial Andrés Bello.
Suzuki, D. (1985). Budismo Zen. Barcelona: Editorial Kairós.
INFOGRAFÍA
http://web-japan.org/nipponia/nipponia33/es/topic/index02.html
http://www.absolutjapon.com/el-templo-horyu-ji/
http://religionbudista.idoneos.com/index.php/370960
http://www.mnsu.edu/emuseum/prehistory/japan/asuka/p-shotoku.html
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