TORTUGUITA NOS DEJÓ
Había una vez una tortuga que vivía con sus padres y su abuela en una cala deshabitada
en el Océano Pacífico.
La tortuguita por las mañanas, mientras sus padres estaban pescando en el mar, se
quedaba con su abuela, que era uno de los animales más importantes de su vida. La
abuela tortuga iba con su nieta todos los días al arrecife, para ver los preciosos corales
de todos los colores. ¡Los anaranjados eran sus preferidos!
De repente una mañana, su abuelita no se encontraba con fuerzas de ir hasta los
arrecifes, puesto que le dolían mucho las patas. La pequeña tortuga se sentía triste y
aburrida en su casa, ya que eran las dos únicas tortugas que se encontraban allí.
Mientras venían sus padres con la comida, la tortuguita se encargó de coger varias
hierbas curativas de la cala para ponérselas a su abuelita en la pata y comprobar si de
esta manera conseguía mejorar.
Su abuela se sentía muy agradecida por verse tan atendida, y le dijo a su nieta:
- Muchas gracias tortuguita, no sabes lo que me encanta que estés tan pendiente
de mí. Como soy mayor a veces enfermo.
- No pasa nada abuelita, yo te cuidaré siempre que pueda. Ahora tienes que
descansar.
La abuelita se tumbó en la arena durante un buen rato para poder descansar.
Al cabo de unas horas, los padres fueron a despertarla pero con tan mala suerte, que
vieron que la abuela tortuga no respiraba.
- ¡Despierta, despierta! Gritaba mamá tortuga. Pero la abuelita, no se despertaba.
La niña tortuga descubrió que algo pasaba y gritó:
- ¡Abuelaa despiertaaa! ¿Qué te pasa? ¡Por favor, despiertaaa!
La abuelita no se despertaba. Sus padres le explicaron lo que había pasado:
- Hija mía, la abuelita no se va a despertar. Es una tortuga muy mayor y ya no
puede estar con nosotros porque se le ha acabado la energía. A las personas
mayores se les acaba la energía cuando ya no pueden aguantar más. Forma parte
del ciclo de la vida hija. Al igual que el abuelo, la abuela irá al cielo y te seguirá
cuidando desde allí, mandándote fuerzas. Cuando estés haciendo cualquier cosa,
la abuela estará contigo y te guiará en los momentos malos para que tomes
buenas decisiones.
- ¿Pero mamá, cómo va a hacer todo eso si no está conmigo?
- Porque nuestros seres queridos nos cuidan desde donde estén, aunque no los
vemos. Al principio nos duele mucho que se vayan de nuestro lado, pero la
abuela no quiere que lloremos por ella, sino que sigamos con nuestra vida.
Al día siguiente, la pequeña tortuguita fue a nadar sola mientras sus padres fueron a
pescar, y tuvo un pequeño presentimiento. Algo le decía que tenía que ir a la barrera de
coral porque iba a pasar algo maravilloso.
Cuando llegó allí, se encontró con un bloque de arena con la forma de su abuelita y una
voz que le decía:
- Querida nieta, te quiero mucho. Espero que seas muy feliz.
La tortuguita se fue muy contenta y comprendió que su abuela le seguiría vigilando
siempre, estuviera donde estuviera.
Top Related