CLYNTON ROBERTO LÓPEZ FLORES (Magna Cum Laude)
UNA CRITICA KANTIANA A LA ECONOMIA CONVENCIONAL Trabajo de Tesis para obtener el grado de licenciado en Economía
UNIVERSIDAD FRANCISCO MARROQUIN FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS
Guatemala, 2001
Indice
Prologo I
Introducción 1
1. Historia de la Ilustración 1.1 Immanuel Kant 4 1.2 Kant y la historia de la filosofía 7 1.3 Kant y la metafísica tradicional 7 1.4 Kant y el racionalismo 9 1.5 Kant y el empirismo 13 1.6 Kant, Leibniz y el idealismo alemán 16 1.6.1 Kant y Leibniz 16 1.6.2 Kant y el idealismo alemán 18 1.7 Consideraciones finales 20
2. Filosofía crítica de Kant 2.1 Filosofía de la causalidad 22 2.1.1 Espacio y el tiempo 25 2.1.2 El espacio 26 2.1.3 Exposición trascendental del espacio 27 2.1.4 Consecuencias de la investigación trascendental de espacio 28 2.1.5 El tiempo 29 2.1.6 Exposición trascendental del tiempo 29 2.1.7 Conclusiones acerca del tiempo 31 2.2 Conclusiones generales sobre la estética trascendental 33 2.3 Sobre los juicios 36 2.3.1 Consideraciones iniciales 36 2.3.2 Los juicios 38 2.3.2.1 Los juicios analíticos 38 2.3.2.2 Los juicios sintéticos 39 2.3.2.3 Los juicios sintéticos a priori 40 2.4 Las categorías a priori de la subjetividad 43 2.4.1 Consideraciones iniciales 43
2.4.2 Las categorías 43 2.5 De la deducción trascendental de las categorías 45 2.6 Crítica de la razón práctica o filosofía moral 47 2.6.1 La voluntad 49 2.6.2 El deber 50 2.6.3 El deber y la ley 50
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2.6.4 El imperativo categórico 52 2.6.5 Condición de posibilidad de los juicios sintéticos a priori en la moral 53 2.7 Conclusiones generales sobre la filosofía crítica de Kant 55
2.7.1 El objetivo de Kant 56 2.7.2 Kant y las ciencias empíricas 57
2.7.3 Kant y la moral 59 2.7.4 Kant y la política 62 2.7.5 La posibilidad de una paz perpetua 63 2.7.6 Artículos definitivos 64
3. Historia de las escuelas macroeconómicas
3.1 ¿Por qué la macroeconomía? 68 3.2 La escuela clásica 69 3.2.1 Enfoque hacia la riqueza física de las naciones 70 3.2.2 Visión macroeconómica 70 3.2.3 Salario de subsistencia a largo plazo 71 3.2.4 Teoría de precio determinada por los costos 71 3.3 La revolución keynesiana 73 3.4 El monetarismo 75 3.5 La nueva escuela clásica 77 3.6 Consideraciones finales sobre las escuelas macroeconómicas 80 4. La economía de Robert Barro 4.1 Robert J. Barro 82 4.2 El modelo macroeconómico 83 4.2.1 ¿Qué estudia la macroeconomía? 84 4.2.2 La microeconomía como fundamento de la macroeconomía 85 4.3 Los supuestos mecánicos del modelo 86 4.3.1 Market cleared conditions (Los mercados se vacían) 86 4.4 Supuestos de acción humana 87 4.4.1 La función de producción 87 4.4.2 La decisión cuánto trabajar 89 4.4.3 La tasa de sustitución entre consumo y ocio 91 4.4.4 Efecto sustitución 93 4.4.5 Efecto riqueza 95 4.4.6 Efecto sustitución intertemporal 97 4.4.7 Supuesto implícito 97 4.4.8 Las expectativas racionales 97 4.5 El crecimiento económico 100 4.5.1 Un breve repaso a las teorías de crecimiento económico 100
4.5.2 El modelo original neoclásico 101
4.5.3 Los modelos de crecimiento endógeno 102
4.5.4 Los hallazgos de Barro 104
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4.6 Conclusiones 108
5. Análisis Comparativo 5.1 Introducción 110 5.2 Elementos kantianos de la economía convencional 111 5.3 Diferentes tipos de ciencia: empíricas y del espíritu 114 5.4 La crítica a la utilización causal en economía 117 5.5 El lugar de la economía en la filosofía de la ciencia 121 5.6 Posibles soluciones: la filosofía pos moderna 123 5.7 Conclusiones 124 6. Conclusiones y recomendaciones 126 7. Bibliografía 131
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PROLOGO El final del siglo XX trajo consigo algunos cambios en el ámbito político que han puesto de relieve un proceso menos evidente, más lento, pero también más radical y profundo: la crisis de la civilización occidental. Esta expresión podrá sorprender a algunos (por ejemplo, a quienes ingenuamente se entusiasman con el supuesto valor intrínseco del progreso tecnológico); sin embargo, se trata de un fenómeno que ha sido debatido ya por algún tiempo y que, por esa razón, no es extraño en los ámbitos de la filosofía de la ciencia, del valor, e incluso de la política. Pero, ¿qué es la “civilización occidental”? Y ¿qué se entiende por “crisis”? A grandes rasgos podríamos decir que el Occidente es aquel conjunto de conglomerados humanos que a lo largo de su historia han sido afectados (en sus prácticas sociales, sus valores, sus estructuras de representación, sus prácticas discursivas, etc.) por esos cinco fenómenos culturales que son: la ciencia y la filosofía griegas, la religión hebrea, el derecho romano y la economía moderna. Sabemos que la historia que engloba a estas culturas ha tenido dos grandes etapas que reconocemos bajo los rubros: “Antigüedad” y “Modernidad”. Obviamente hay una fractura entre esos dos universos temporales. Fractura que, como dice Foucault, podemos ver en la sustitución del imperio de la Similitud por el de la Representación. Ahora bien, los cambios culturales debidos a la penetración de las ideas filosóficas, toman su tiempo. La historia particular de la Modernidad ya tiene en su haber algunos siglos dentro de los cuales es fácil distinguir a sus grandes personalidades. Estoy pensando en Descartes y Kant. Imposible pensar al hombre y a la ciencia modernas sin el aporte esencial de estos filósofos. Pero cuando me refiero a ellos no lo hago en el sentido simple de buscar su lugar en la historia del pensamiento. Más bien busco dilucidar la forma y la medida en que sus ideas nos afectan todavía. Hacia finales de los años ochenta tuve la oportunidad de entrevistarme repetidamente con Fredrick Lawrence, filósofo, teólogo y traductor de algunos de los filósofos alemanes contemporáneos. En una ocasión, hablando de la influencia de Kant en la filosofía contemporánea, me dijo algo que no he olvidado y cuya verdad he comprobado en los años subsiguientes. Sus palabras fueron: “... el aire que respiramos es Kant...”. Pienso que es cierto, pienso que un enorme porcentaje de los problemas que la filosofía contemporánea considera (en sus diferentes versiones: analítica, fenomenologia, pragmatismo y escuela de Frankfurt). En este sentido creo que el hecho que un estudiante actual se preocupe por el pensamiento de Kant es muy significativo, no solo de su habilidad académica, sino también de su conciencia temporal. Clynton Roberto López ha incursionado seriamente en el pensamiento de Kant. Pero no de una forma dogmática, sino critica. Ha expuesto clara y sintéticamente los puntos más importantes de su pensamiento y lo ha puesto delante de las teorías de crecimiento económico de una de las figuras más influyentes en la actualidad: el economista Robert Barro. El aporte fundamental de esta tesis consiste en una función desenmascaradora. Por lo general vemos trabajos en los que, con mucho, se alcanza el nivel de la comparación estéril. En el caso que nos ocupa, el trabajo en Kant ha sido utilizado para mostrar como la teoría del desarrollo de Barro todavía, sin saberlo, se apoya en presupuestos kantianos que ponen su discurso al margen de toda la discusión con respecto a la crisis de la modernidad y, sobre todo, de los presupuestos de las ciencias. Pienso que esta tesis será de mucha utilidad para aquellos que se detengan un momento delante de las ideas positivas del desarrollo económico de los pueblos, y piensen un momento si, con ello, no se esta haciendo mas profunda una crisis que ya agobia bastante al hombre moderno. Oswaldo Salazar De Leon, Ph.D. Catedrático Facultad de Ciencias Económicas Universidad Francisco Marroquín
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Introducción Los problemas epistemológicos en torno a la ciencia económica distan mucho de
estar solucionados. A pesar de esto muchos economistas parecen llegar a las
mismas conclusiones de diferente forma.
En junio del año 2000 tuve un acercamiento al libro Determinants of economic
growth: A Cross- Country Empirical Study, del Profesor Robert Barro. En este
trabajo parecía que finalmente se demostraba cuáles eran las soluciones al
problema de la pobreza. Una semana después tuve la suerte de asistir en la
University of Virginia a un Seminario de Verano del Institute for Humane Studies
(IHS), en el que se presentó una conferencia titulada Why some countries are
poor, why some countries are rich, del profesor de la escuela austriaca Peter
Boettke. Lo sorprendente de esta conferencia fue que en el transcurso de ella
cada vez más iba pensando en los resultados del estudio empírico realizado por
Barro. Al finalizar la conferencia sucedieron dos cosas importantes: la primera el
profesor Boettke recomendó el libro del profesor Barro; la segunda la proyección
en un acetato de lo siguiente: ”While there are many ways to live, there are very
few ways to live prosperous and peaceful”. De esto se podía presumir que tanto
Barro como Boettke debían de situarse sobre algunos presupuestos en común
para elaborar su teoría económica. La pregunta a responder: ¿cuál es ese
presupuesto o presupuestos que ambos tenían en común? De aquí la idea original
de esta tesis la cual se situaba en la cuestión de la diferencia o igualdad humana.
En el mismo seminario una conferencia posterior del profesor Boettke donde se
trataba el tema de las dificultades que tenían los países de Europa del este para
establecer una economía de mercado un estudiante rumano comentó: “Ustedes
(los americanos) prefieren la libertad porque les da la posibilidad de generar
riqueza, pero algunos quedan en el camino. Nosotros (el pueblo rumano)
preferimos el orden porque nos permite sobrevivir, no somos estúpidos, somos
sobrevivientes”. Este comentario en alusión a que en Estados Unidos no se
entendía cómo era posible que esos pueblos no podían hacer uso ”correcto” de la
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libertad para generar riquezas1. La respuesta contundente, no son tontos,
simplemente no son iguales. Su forma de explicar la realidad, su cultura, es
diferente. De esta sucesión de hechos no me quedaba más que tratar de
responderme ciertas preguntas: ¿es la forma occidental de organización en cuanto
a economía y política la forma adecuada para todos los pueblos? ¿Cómo es
posible que un economista ecléctico (bastante empírico) como Barro finalmente
coincida en las conclusiones con un economista que en cuestiones metodológicas
difiere tanto? Estas dos preguntas finalmente podían ser traducidas de la siguiente
forma: ¿qué debe buscar la economía?, y ¿cómo debe buscarlo? Las respuestas
– según la economía convencional – parecían estar muy claras. Primero, se debe
buscar ciertas regularidades que nos den explicaciones causales para solucionar
problemas, por ejemplo, la pobreza. Segundo, la forma de buscar estas soluciones
son estudios empíricos. Por último la implicación de esas conclusiones: validez
universal; aquí el ejemplo del profesor Boettke es contundente. El profesor Barro
lo hace de una manera menos evidente pero presupone lo mismo en el fondo. El
buscar relaciones causales que den ciertas regularidades que existen en el mundo
para poder hacer una teoría objetiva para los procesos económicos lo ejemplifica.
La pregunta subsiguiente como consecuencia de lo anterior sería: ¿existen
relaciones causales en un fenómeno que depende de la acción humana?
Para contestar a estas interrogantes se necesitaba de un estudio básicamente
epistemológico de los supuestos sobre los cuales se edificaba la economía
contemporánea. La epistemología económica parece encontrarse aún en una
dicotomía entre análisis deductivo o empírico. Algunos economistas estarán en la
línea de sacrificar certidumbre y utilizar un monismo metodológico propuesto por
Karl Popper y serán desde luego más empíricos. Otros estarán en la línea de
Mises que proponía un dualismo metodológico debido al objeto de estudio de la
economía y terminan haciendo ciencia económica a través de un método
apriorístico. Por último muchos otros no estarán conscientes de ninguno de estos
1 Ese era el sentido de la conferencia, debido a que esos pueblos no tienen la empresarialidad desarrollada. Esto parecía inentendible para una cultura americana acostumbrada a la competencia.
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filósofos de la ciencia económica y simplemente tratarán de hacer economía al
estilo de Occidente, es decir, de una forma objetiva sin preocuparse de la
epistemología propiamente.
Esta tesis no tiene como propósito la propuesta de un método, sino contestar a las
preguntas planteadas sobre qué debe buscar la economía y por lo tanto esclarecer
si la metodología utilizada es la adecuada. Por lo tanto habrá que esclarecer si la
economía presupone dentro de su formulación descriptiva los presupuestos de
razón universal, razón causal, imperativo categórico y política universal2 que son
los presupuestos clásicos objetivizantes de la ciencia occidental. La teoría de la
ciencia que propone estos fundamentos es la filosofía crítica kantiana. Por eso
esta investigación se realizó desde el aparato crítico kantiano. Además, Kant es un
filósofo ineludible sobre el tema de la libertad, la cual es un presupuesto bajo el
cual se sustenta toda la economía occidental.
La metodología utilizada para llevar a cabo el trabajo fue realizar primero una
referencia histórica de los sistemas kantiano y de la economía neoclásica
ejemplificada en Robert Barro3. Posteriormente se realizó una exposición detallada
de ambos sistemas. Sobre la parte económica la exposición se enfatizó en los
supuestos sobre los cuales se construye el modelo debido a que en ellos se
podían encontrar los presupuestos epistemológicos. Finalmente se realizó un
análisis comparativo entre los supuestos implícitos de la economía y los
fundamentos de la teoría de la ciencia de Kant. En las conclusiones se intenta dar
respuestas concretas a las preguntas planteadas durante el curso de la
investigación, al mismo tiempo se trató de plantear el punto de una nueva
investigación: una crítica a la economía austriaca para determinar si es una opción
valedera ante las interrogantes aquí planteadas.
2 Este punto es de suma importancia pues tanto Barro como Boettke ponen mucho énfasis en la importancia de las instituciones. 3 Se escogió la economía neoclásica por su fuerte influencia en los últimos tiempos en la forma en que se percibe la economía y se escogió a Robert Barro porque es un autor sistemático y ecléctico.
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1. Historia de la Ilustración 1.1 Immanuel Kant Kant es quizá el filosofo más influyente de la modernidad. Después de él, la
concepción que del mundo se tenía jamás volvió a ser la misma. Immanuel Kant
nació en Königsberg (Prusia) el 22 de abril de 1724 y murió en 1804. “He was
therefore a child of the age of enlightenment and a witness of the French and
American Revolutions”4. Hijo de una familia humilde, fue el cuarto hijo de un
matrimonio de tradición pietista (una variante del luteranismo). Sobre la niñez de
Kant se sabe muy poco, estudió en el Colegio Fridericiano donde imperaba la
antigua forma de escuela de latín y humanidades. El colegio era de una rigidez
religiosa de acuerdo a la época. Es importante entender el ambiente en el que
creció este niño porque en más de alguna manera influyó en su vida. El pietismo
que era la religión dominante en esa época en Prusia fue factor importante en su
formación. No parece extraño que una persona de gran espíritu – como lo fue
Kant– que crezca bajo una religión a la que “ninguna emoción, ningún movimiento
interior, por escondido que estuviera, podían escapar de su ojo vigilante, a su
meticulosa fiscalización”5 llegase luego a la determinación que en su vida su fin
antes que la dicha fuera “la independencia de pensamiento y la independencia de
voluntad”6. Al respecto dice Fisher: “Lo que tiene el pietismo de malsano y
contrario a la razón y a lo que los espíritus débiles suele comunicar no hallaban en
Kant simpatía alguna”7. Jamás se puede afirmar que fue ese riguroso ambiente el
que determinó el gran fin kantiano de autonomía, pero parecer ser que de alguna
manera efectivamente sí influyó. Pero no fue sólo en ese aspecto en el cual este
ambiente rígido influyó a este filósofo. Kant a lo largo de su vida mostró un
carácter determinante, de autodisciplina, de apego al deber y de moralidad. El
pietismo de alguna manera alimentó esa rigidez de su conciencia que es tan
4 Carl Friedrich, The Philosophy of Kant (New York: Random House, 1949), p. xi 5 Ernst Cassirer, Kant, vida y doctrina (México: Fondo de la Cultura Económica, 1948), p. 27 6 ibid., p. 27 7 Kuno Fisher, Vida de Kant (Argentina: Editorial Sopena, 1961), p. 12
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característico en Kant, y no sólo en su vida, sino como una persona que le
interesaba la consistencia (entre teoría y práctica) también en su obra.
Pero no fue el factor religioso lo único importante en el desarrollo de este filósofo.
La escuela a la que asistió le ayudó a adquirir la destreza necesaria para
expresarse a la perfección en latín y su pasión por los clásicos. Finalmente cuando
llegó Kant a la universidad se dio cuenta de que “los conocimientos que la escuela
le brindó habían sido, en última instancia, simple materia memorística, y lo que
ahora le preocupaba eran la “filosofía y la matesis”, engarzadas desde el primer
momento en la más íntima relación e interdependencia”8.
Al parecer no hay un acuerdo total sobre si Kant estudió o no teología en la
universidad. Según Fisher, Kant se inscribió primeramente en la facultad de
teología y a su criterio fueron tres los factores que alejaron a Kant de dicha
carrera. El primero fue su amor por las matemáticas y la filosofía, el segundo (el
que parece más determinante dado el carácter de Kant) “lo que hallara en esa
misma ciencia, y sobre todo en el sentido pietista que tenía, y que ahora en la
Universidad se revelaba mejor que en el colegio, y donde le parecía más
refractaria como dogmática que lo que le era como moral y disciplina (...)”9. Y por
último Kant esperaba obtener la plaza de sustituto, pero no lo consiguió. Así,
según Fisher, termina la aventura teológica (como carrera) para Kant. Según
Cassirer las cosas fueron diferentes para nuestro filósofo. Kant nunca fue
estudiante de teología. “El propio Kant tachó, al revisar el bosquejo biográfico, la
noticia que en este sentido recogía Borowski en su semblanza de nuestro
filósofo”10. Parece ser que “(...) si asistió a cursos de ésta materia fue,
simplemente, porque era de opinión, opinión que se esforzaba en hacer compartir
a sus compañeros de estudio, de que se debía conocer todas las ciencias, sin
excluir, ni siquiera a la teología (...)” 11. Finalmente llega la etapa en la que Kant
puede optar a los cargos académicos. Kant fue nombrado Doctor en 1755 con su
disertación sobre el fuego. Antes de esto había trabajado como preceptor12 de
8 Cassirer, op. Cit., p. 37 9 Fisher, op. Cit., p. 14 10 Cassirer, op. Cit., p. 33 11 ibid., p. 34 12 Encargado de las cuentas de una familia.
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unas tres familias. Había llegado el tiempo de dedicarse por completo a lo que
realmente deseaba, a la academia.
El logro de un puesto para Kant fue duro, fue hasta 1766 que fue nombrado
subbibliotecario, y fue este su primer empleo remunerado en la Universidad de
Königsberg. Fue hasta 1769 que Kant fue nombrado en la cátedra de matemática
y en 1770 de la cátedra de metafísica y lógica, en las que permaneció hasta su
muerte. Logró también ser miembro del senado de la universidad y posteriormente
rector de la misma. Los puestos académicos eran necesarios para poder vivir y
mantener su independencia de carácter, pero no era eso lo que Kant buscaba,
“(...) estuvo constantemente preocupado con la gran idea de una transformación
de la filosofía”13.
No nos ocuparemos aquí de toda la vida académica de Kant, basta con decir que
Kant efectivamente en el transcurso de su vida transformó la filosofía por
completo, esto lo logró a través de su nueva doctrina: la filosofía crítica. Fue en 20
años (1781 – 1790) que Kant logra culminar su proyecto con sus tres obras
maestras. En 1781 publica La crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft),
en 1788 La crítica de la razón práctica, y en 1790 La crítica del Juicio. Con estas
tres obras se completa el sistema kantiano de la nueva filosofía que él pretendía.
Kant escribió muchas obras importantes antes y después de las mencionadas,
pero son esas tres donde se culmina su sistema de pensamiento. Hoy en día otra
obra que se hace cada día más importante porque en ella se hace explícito sus
postulados políticos es la Carta a la paz perpetua (1795), y se hace cada vez más
importante porque pareciera ser que la tendencia –al menos en Occidente- es ir
hacia esos postulados muy probablemente de forma inconsciente14, pero concreta.
Kant muere en el año de 1804, después de haber llevado a cabo su obra
maestra: el nuevo sistema de pensamiento que dominaría y aún domina el mundo
occidental. En los ultimo años Kant fue privado de su más grande tesoro: la razón.
Una enfermedad degenerativa de la vejez no le permitió terminar sus años con la
13 Fisher, op cit., p. 16 14 Me refiero aquí de forma inconsciente en el sentido de que no se sigue una doctrina, pero si se avanza en esa dirección que Kant describía como ideal.
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lucidez que irónicamente sí transmitió para el resto de la humanidad desde
entonces hasta hoy.
Para esta investigación se hará énfasis en la filosofía de la ciencia de Kant, pero
sin olvidar que él fue siempre sistemático. Es decir, es imposible no ver en Kant
el sistema que inicia con el autoconocimiento de la razón, y culmina con la
primacía de la moral sobre cualquier ciencia, debido a la exactitud de unas y la
otra.
1.2 Kant y la historia de la filosofía Para lograr comprender la novedad que representó el pensamiento kantiano, hay
que conocer y entender a sus predecesores. Es decir, en el momento histórico que
vivió Kant existían unas ideas dominantes a las que un pensador como él tendría
que adaptarse o rechazar. O aún mejor, reconstruir la filosofía sin olvidar los
avances que se habían realizado (dentro de los límites de la razón) en dicho
campo. Es por eso que es tan importante saber a qué tipo de metafísica se
empeñó en desdeñar demostrando su invalidez dadas las limitaciones de nuestra
razón, y además es por eso que es fundamental en el análisis al sistema kantiano
entender al empirismo y al idealismo pues ambos tenían algo importante que
decir respecto al proceso cognoscitivo humano, pero ambos olvidaban algo
importante que decir sobre eso mismo, y ese algo que olvidaban era algo que se
encontraba en la otra escuela. En las siguientes líneas se expondrá el concepto
básico de cada tendencia y su relación con Kant.
1.3 Kant y la metafísica tradicional El gran intento de Kant de reformar la filosofía iniciaba con la metafísica, pues era
la encargada de “ (...) tratar de aquello que afecta a todos los entes, y no sólo a un
determinado género de la realidad. Ahora bien, si algún principio es usado por
todas las ciencias, afecta a todo tipo de entes. Y tal es el caso de los primeros
12
principios que, por lo tanto, deben ser considerado por la filosofía primera."15. Pero
la metafísica hasta el tiempo de Kant había sido incapaz de generar un criterio de
certeza. Se había pasado el tiempo construyendo castillos en el aire.
Cassirer expresa muy bien el problema que enfrentaba la metafísica: “La
contradicción interna por la que pasa la historia de la metafísica consiste en que
esta disciplina, que pretende ser la instancia suprema, inapelable, para el
problema del ser y de la verdad, no ha sido todavía capaz de crear dentro de sus
propios dominios una norma de certeza”16.
Lo que Kant pretendía hacer era habilitar la razón para posteriormente habilitar la
metafísica. A lo que esto se refiere es que no se puede intentar indagar sobre
cuestiones fundamentales para la vida de los hombres tales como Dios, la libertad
y el alma inmortal sin saber si el instrumento que se tiene para conocer dichos
problemas realmente es apropiado. En otras palabras, había que delimitar a la
razón misma. Había que reconocer hasta donde podía generarse ciencia y desde
donde era una creencia o especulación. Como se expondrá adelante, el
racionalismo había generado algo que se puede llamar euforia sobre los alcances
de la razón. Por esto era aún más importante llevar a cabo la habilitación. La
tarea inmediata después de haber señalado los límites a la razón era emitir un
veredicto para la metafísica. Para poder realizar esto había que contestar a dos
preguntas fundamentales sobre la metafísica: ¿es posible la metafísica como
disposición natural?, y ¿es posible la metafísica como ciencia?17. Esto era
indispensable pues la metafísica venía dando a través de su historia “(...)
conocimientos necesarios y de validez absoluta acerca de las cosas en
15 Alejandro Llano, Gnoseología (Navarra: Ediciones Universidad de Navarra, 1998), p.75 El primero en referirse al termino filosofía primera fue Aristóteles y se refería a ella en el sentido de la necesidad de fundamento la ciencia; posteriormente Kant dice que la falta de rigurosidad en el método metafísico sobre la indagación de sus propias posibilidades había hecho perder ese fundamento que era su ideal. Cuando Kant habla de filosofía primera habla de filosofía crítica que es aquella filosofía que pretende dilucidar la dimensión a priori (sensible y abstracta) de la experiencia para volver al ideal de fundamento de la ciencia. 16 Cassirer, op. cit., p.175 17 Frederick Copleston, A History of philosophy (New York: Image Books, 1994), vol. VI, p.304
13
general”18. Sin haber contestado primero a estas preguntas. Kant pretendía dar
respuestas a estas preguntas para comprender el real y válido uso de la
metafísica. De esta manera Kant logra concluir que si bien la metafísica como
ciencia es imposible, pues dada la investigación de nuestro propio entendimiento,
no es posible que dicha disciplina logre incrementar nuestro conocimiento
científico al no tener objetos con los que nuestra mente pueda trabajar. En este
sentido Kant deshabilita como ciencia a la metafísica. Al contestar la otra
pregunta concerniente al problema habilita de una nueva forma a la metafísica,
esta nueva forma pareciera ser indispensable e inevitable para el ser humano. Se
refiere a que la metafísica sí es posible y de hecho es una disposición natural y
proviene de la facultad especulativa de la razón. Esa actividad se da como una
producción de ideas trascendentales – como las llama él – que tienen una función
muy concreta: regular la vida de las personas. Kant pretendía dar el ultimo adiós a
los intentos de la metafísica de proveer conocimientos científicos de cosas que
sólo pueden ser pensados, y darle su verdadero lugar: generar ideas regulativas.
A continuación se expondrá el racionalismo y el empirismo pues fueron en su
momento alternativas para la solución del método de la metafísica. En forma de
introducción se expondrá como Cassirer interpreta la forma en que Kant ve a estos
movimientos con respecto al problema de la metafísica: “El dogmatismo que no
nos enseña nada, y el escepticismo que no nos promete tampoco nada,
muéstranse igualmente inaceptables como solución al problema de la
metafísica“19.
1.4 Kant y el racionalismo Esta forma de explicación del mundo es una de las dos escuelas de las que Kant
luego haría de ellas sólo una parte de un sistema mucho más completo que se
18 Copleston, A History of philosophy, p. 176 19 Cassirer, op. cit., p.175
14
iniciaría con un autoconocimiento de la razón, donde definiría sus elementos y en
ellos se encontraría algún residuo del racionalismo continental prekantiano.
Cuando se habla de racionalismo se da a entender muchas cosas: por ejemplo, se
dice que Platón fue de los primeros racionalistas, que Hobbes también lo fue, pero
generalmente de lo que se está hablando o pensando cuando se habla de
racionalismo es de aquella escuela que inicia formalmente con Descartes y que
continúa con Spinoza y con Leibniz. Habrá que aclarar que no se puede hacer
omisión de las diferencias entre las doctrinas de cada uno de estos autores y decir
simplemente que los tres compartían exactamente la misma forma de pensar y
que se llama racionalismo. Lo que si se puede hacer es dar en líneas generales lo
que puede llamarse un racionalismo puro en el cual de alguna manera sí están
contenidos estos tres autores que son los que dan vida a este movimiento.
Descartes inicia este nuevo movimiento con su característico escepticismo, que es
un despertar del escepticismo renacentista. Pero es mucho más concreto y tiene
una clara finalidad. Cuando uno lee la intención de Descartes y la compara con la
intención kantiana de reformar la filosofía encuentra grandes parecidos. Descartes
estaba preocupado por los problemas metafísicos, pues según él no había un
método en la metafísica que diera claridad y distinción, de este modo no existían
verdades certeras en el mundo de la metafísica.
Copleston menciona en su A History of Philosophy algo de mucha importancia
para poder entender de mejor manera los cambios y las tendencias en filosofía.
Lo que Copleston dice es que la filosofía se ve afectada por los factores extra
filosóficos tales como los avances de las ciencias particulares. El ejemplo que da
para apoyar su afirmación es que en la Edad Media la filosofía estuvo influenciada
por la Teología. Hay que recordar que Descartes fue un gran matemático, fue él el
fundador de la Geometría Analítica, así que él estaba asociado y acostumbrado a
lidiar con un método exacto que permitía deducir verdades certeras. El problema
en que se veía Descartes con la Metafísica es que no existía un método que
15
permitiera llegar a verdades certeras como en la matemática. No fue tan difícil
entonces con los avances de la matemática para esa época que los filósofos
trataran de tomar prestado el método matemático para solucionar el problema de
la metafísica.
Ahora sí que podemos hablar de la primera característica del racionalismo: una
preocupación por un método para la metafísica. Esta característica se deriva de un
deseo de obtener verdades certeras, ideas claras y distintas – como las llamaba
Descartes – acerca de los problemas metafísicos, y así lograr reconstruir todo el
conocimiento hasta entonces adquirido que para Descartes no resistía un examen
racional profundo sin derrumbarse.
Así, el punto básico de partida para el racionalismo es la búsqueda de un método
seguro que permita deducir verdades certeras de los problema metafísicos.
Para importar el método matemático a la metafísica había que hacer un asunción
importante: el mundo debía ser inteligible en su esencia, es decir, ser una gran
maquinaria racional. Un ejemplo claro de esta forma de entenderlo es “(...) for
Galileo God had written the book of Nature in mathematical characters (...)”20.
Entonces, si la filosofía utiliza un método deductivo y nos da hechos concretos
acerca del mundo lo que es indispensable asumir – para que sean verdades
certeras- es que las relaciones causales del mundo son relaciones de implicación
lógica. Así “Philosophy can then be represented as the unfolding of reason itself,
in such a way that the systematic development of philosophical knowledge
discloses to us the objective structure of reality”21. Pero ¿qué se entiende por “self
unfolding of reason”? “For the self-unfolding of reason will mean the development
of a philosophical system by the mind from its own resources”22. De esta manera el
racionalismo abre las puertas para las ideas innatas. Copleston lo explica de esta
forma “ (...) if the system of reality can be reconstructed by a deductive process
which represents the self-unfolding of reason, it is not unnatural to postulate a
20 Copleston, A History of philosophy vol. VI, p. 396 21 ibid., p. 397 22 ibid.
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theory of ideas which are at least virtually innate.”23 Entonces para explicar el
mundo en su funcionamiento mecánico – racional, es decir, que la filosofía pueda
deducir las verdades objetivas y certeras, es necesario una prueba de que se está
en el mundo de la realidad y no dentro del mundo de las posibilidades. Es
entonces cuando surge el argumento ontológico de la existencia de Dios del
racionalismo. Veámoslo así: en las matemáticas se parte de un axioma y del cual
deducen los teoremas. De este proceso se obtienen verdades certeras y exactas.
En la filosofía – si iba a tener un proceso deductivo lógico como la matemática –
se tenía entonces que partir de un equivalente al axioma para deducir la realidad
del mundo. De aquí surge la necesidad de “God or the absolutely perfect and
necessary being”24.
Hay que dejar claro que el racionalismo descrito aquí es lo que Copleston llama
“pure or ideal rationalism”25. Este puro e ideal racionalismo no encaja en cada uno
de los autores como se mencionó al principio, pero es el marco general donde de
todas las corrientes tendían.
Posteriormente a estos movimientos, Kant logra ver que en realidad el
racionalismo no había resuelto el problema de la metafísica que se describió con
anterioridad. La metafísica racionalista seguía sin dar verdades certeras, porque
había olvidado varias cosas. Entre ellas había olvidado la guía y la corrección de
la experiencia y había puesto excesiva confianza en la capacidad especulativa de
la razón. Para Kant, no se podía realizar un método, una filosofía de la ciencia
olvidando la experiencia. Kant logra clarificar – en su autoconocimiento de la
razón – que todos aquellos lugares donde no hay experiencia lo único que se
puede realizar es pura especulación. En otras palabras, el auto despliegue de la
razón que iba a ser la filosofía para el racionalismo era basar el conocimiento
metafísico en la capacidad especulativa de la razón misma, olvidando que el
23 Copleston, A History of philosophy vol. VI, p. 397 24 ibid. 25 ibid., p. 398
17
conocimiento realmente se inicia con la experiencia. Como veremos adelante el
problema del racionalismo – para Kant – es que se enfocaba sólo en una de las
condiciones necesarias para que el conocimiento humano se concrete. Así, el
error de fondo del racionalismo es que se embarca en una empresa sin futuro:
tratar de conocer al mundo objetiva y certeramente sin conocer primero el
instrumento del conocimiento: la razón misma. Para Kant los problemas que están
fuera del alcance de la experiencia son “(...) God, Freedom (of will) and
immortality”26. Y se refiere al problema que enfrenta la ciencia que trata estos
problemas “The science which, with its preliminaries, has for its especial object the
solution of these problems is named metaphysics – a science which is at the very
outset dogmatical, that is, it confidently takes upon itself the execution of this task
without any previous investigation of the ability or inability of reason for such an
understanding”27. De esta forma vemos que la metafísica racionalista nada había
solucionado del problema original. Había que reiniciar el tratamiento del problema
por el principio: la habilitación o inhabilitación de la razón para tratar estos temas.
1.5 Kant y el empirismo
Bajo el nombre de empirismo se puede colocar a muchos autores, y también ellos
al igual que pasaba con los llamados racionalistas, no pueden ser agrupados en
un grupo homogéneo y exacto. En las siguientes líneas llamaremos empirismo a la
corriente desarrollada por David Hume por ser la de mayor influencia en Kant y el
pensamiento moderno. Además porque como dice Copleston, “Hume is a living
thinker in a sense in which Spinoza is not”28.
El empirismo puede ser tratado como una doctrina psicológica que abarca los
temas de la formación de las ideas, o también como una doctrina espistemológica
que estudie la naturaleza, rango y límites del conocimiento humano. Existe otra
forma de ver el empirismo: como una doctrina lógica de las proposiciones, es
26 Immanuel Kant, Critique of pure reason, (New York: Prometheus Books, 1990), p.5 27 ibid. 28 Copleston, A History of philosophy vol. VI , p. 404
18
decir, hacer el análisis de conceptos tales como la mente, los cuerpos, causas y
demás. Es aquí donde radica la importancia de Hume, pues todos estos aspectos
son unificados por él en su idea de ciencia humana, esto es el estudio del hombre
en su actividad cognoscitiva, racional, en su vida moral y en su vida social. Hume
lo que trata de generar es una extensión de la filosofía experimental29 que él llamó
asunto moral. No fue Hume el primero en estudiar al hombre pero fue el primero
quien aplicó a este asunto el método de la filosofía experimental, reduciendo al
hombre a la evidencia ofrecida por la observación. Hume se proponía encontrar
las simples causas que explicaban el fenómeno, y no debíamos ir más allá en el
sentido de apelar a las cosas ocultas, o a sustancias inobservables. Hume lo
entendía de esta manera, como explica Copleston: “There may be occult causes;
but even if there are, we cannot have anything to do with them in the experimental
science of man. We must try to find general laws (the principle of the association of
ideas, for example) which will correlate phenomena and permit verifiable
prediction”30. Si se ve un poco más a fondo lo que pretendía Hume, resulta
evidente que lo que él realmente estaba haciendo era extender a la filosofía el
método general de la física newtoniana. En otras palabras Hume estaba
reduciendo todo el conocimiento humano sistematizado a la experiencia sensible.
En su An inquiry concerning human understanding, Hume deja muy claro que todo
lo que existe en la mente del hombre es producto de la experiencia. Así lo dice:
“(...) all our ideas or more feeble perceptions are copies of our impressions (...)”31
Pero, ¿qué respuesta da Hume para aquellas ideas que no tienen un objeto
concreto de correspondencia? Por ejemplo la idea de Dios. A esta interrogante
contesta Hume: “(...) when we analyze our thoughts or ideas, however
compounded or sublime, we always find that they resolve themselves into such
simple ideas as were copied form a precedent feeling or sentiment”32. En otras
palabras, al descomponer las ideas se encuentra que ellas no son más
29 Lo que hoy se conoce simplemente como ciencia física. 30 Copleston, A History of philosophy vol. VI , p. 406 31 David Hume, “An enquiry concerning human understanding,” en Saxe Commins y Robert Linscott, ed., Man and Spirit: The speculative philosophers (New York: Random House, 1947), p. 353. 32 ibid.
19
composiciones de ideas más simples y que han sido unificadas. Si pensamos en
una montaña de oro, no existe un objeto referente a esta idea, sin embargo se
puede generar esa idea. ¿Cómo? Sencillo: “When we think of a golden mountain ,
we only join two consistent ideas, gold and mountain, with which formerly
acquainted”33.
Así para Hume la mente humana no era algo más que una pizarra en blanco, y lo
que las impresiones a través de la experiencia le iban dejando. Otro aspecto
importante en Hume es su explicación sobre la relación causa - efecto, esto
porque Kant lo maneja de forma diferente. Para Hume, dicha relación no es más
que una costumbre de la mente, es decir, se hace uso de la memoria. Por
ejemplo, cuando el cielo se nubla inmediatamente pensamos en la posibilidad de
lluvia. Pero esto no es un conocimiento a priori; si alguien que nunca ha visto
llover lo enfrentamos con esta situación, nunca intuirá sin experiencia previa que
puede llover. Así después de la experiencia las personas intuirán que
efectivamente cuando se nubla existe la posibilidad de lluvia. Entonces para Hume
la relación causa y efecto es algo que se descubre a posteriori, es decir, una
costumbre de nuestra mente.
Kant – al igual que lo hizo con el racionalismo – toma al empirismo y descubre que
tiene razón en parte, pero en parte se equivoca. Tiene razón en cuanto dice que
todo nuestro conocimiento inicia con la experiencia pero que se equivoca en
cuanto dice que todo el conocimiento proviene de ella. Es decir, el empirismo se
equivoca al pensar que no existe ningún tipo de conocimiento a priori. Kant
reconoce que el empirismo no olvida la guía y corrección de la experiencia, pero
olvida la actividad racional realizada para que sea posible dicha experiencia. Así
como el racionalismo había olvidado la importancia de la experiencia, el
empirismo había olvidado las condiciones de nuestra mente que hacen posible
dicha experiencia, es decir, lo que permite que sistematicemos las impresiones
recibidas de la experiencia en nuestra mente. Kant ve una gran tarea en frente:
33 David Hume, “An enquiry concerning human understanding”, p.353
20
habilitar los limites del conocimiento tomando en cuenta los hechos que se nos
presentan (fenómeno) como bien lo explicaba el empirismo, pero no sin antes
conocer las condiciones que permiten que se de ese conocimiento proveniente de
la experiencia.
1.6 Kant, Leibniz y el idealismo alemán
Para culminar con los grandes predecesores de Kant es indispensable mencionar
a Leibniz, que aunque es considerado dentro de la rama racionalista es de suma
importancia para nuestros propósitos, dada la importancia que tuvo su
pensamiento en el kantiano. No podía faltar el idealismo alemán representado por
Wolff que fue quien primero influyó en la creación de la primera escuela de
pensamiento alemana que era la dominante en las universidades en la época de
Kant. En las siguientes líneas se expondrá las características de pensamiento de
dichos autores y su relación con Kant.
1.6.1 Kant y Leibniz
Gottfried Wilhelm Leibniz (1646 - 1716), es quizá el autor con mayor conocimiento
del escolasticismo y aristotelismo de la época pre-kantiana. Los escritos de
Leibniz demuestran que fue fuertemente influido por dichas escuelas de
pensamiento. Por ejemplo podemos ver su Tesis de bachillerato On the principle
of individuation, que fue escrita baja la influencia del escolasticismo. Si se busca
una característica principal al pensamiento de Leibniz seguramente lo
encontraremos en su idea de la armonía. La idea de la armonía de Leibniz no
difiere de la idea de que la naturaleza se puede leer a través del método
deductivo. En otras palabras la idea de un cosmos como una armonía universal
estaba presente desde los filósofos renacentistas. En su De arte combinatoria
Leibniz propone un método propuesto por Raymond Lull, un franciscano medieval,
y por los filósofos y matemáticos modernos. En una frase, habría que analizar los
conceptos complejos en sus partes más simples. Como el mismo lo escribía en su
De arte combinatoría: “Let any given term be resolved into its formal parts, that is,
21
let it be defined. Then let these parts be resolved into their own parts, or let
definitions be given of the terms of the (first) definition until (one reaches) simple
parts or indefinite terms.”34 Estos términos indefinibles serían de suma importancia
para el método, pues ellos pasarían a formar parte de un alfabeto de
pensamientos humanos. Así todas las palabras o frases están formadas con las
letras del alfabeto mencionado. Si seguimos la misma línea nos daremos cuenta
que las proposiciones pueden ser vistas como una combinación de los términos
simples o indefinibles. El paso siguiente sería entonces dar una representación
simbólica matemática, y por último, si se logra encontrar una correcta
combinación, se habrá encontrado una forma deductiva lógica de descubrimiento
que serviría para demostrar las verdades conocidas y para encontrar otras
nuevas. Leibniz no consideraba que sólo se podían descubrir verdades a priori,
estaba consciente de que existían verdades contingentes que no podían ser
deducidas de esta manera. Así la observación y la deducción son importantes en
las ciencias particulares, por ejemplo en la historia. De esta manera podemos ya
relacionarlo con Kant.
Leibniz es considerado por muchos como el predecesor de Kant, y al igual que
Wolff, considera que existen verdades que son deducibles a priori y existen
verdades contingentes o verdades de hecho. Es decir, estos dos pensadores, si
bien es cierto ponen énfasis en la actividad racional, ninguno olvida por completo
la experiencia, ambos consideran de importancia la inducción. Obviamente de esto
a lo que finalmente logró Kant con el método crítico existe una gran diferencia. Es
más, cuando Kant ataca la metafísica muchas veces está pensando en Wolff, y
como se ha expuesto muchas veces se considera la filosofía de Leibniz y Wolff
como una sola.
Existe todavía algo importante que mencionar de Leibniz: es su idea de una
ciencia de ciencias donde la lógica y la matemática sólo sean una parte de ella.
Lo que se puede apreciar en Leibniz es una influencia mucho más amplia del
34 Frederick Copleston, A History of philosophy (New York: Image Books, 1994), vol. IV, p.267
22
método deductivo que en otros racionalistas de la época. Leibniz creía que el
método deductivo podía ser aplicado a otros campos de conocimiento diferentes a
la lógica y la matemática, el anticipo de alguna manera de lo que posteriormente
se llamaría lógica simbólica35. Así el método deductivo podría ser utilizado para
deducir las verdades esenciales de la metafísica, física, jurisprudencia, y teología.
Se puede observar aquí que Leibniz aspiraba a una ciencia universal, y se puede
ver también que el intento de extender el método deductivo hacía todos los
campos porque si el mundo es un sistema armónico, entonces puede ser leído a
través de la deducción.
1.6.2 Kant y el idealismo alemán
El idealismo alemán no puede ser reducido a un solo autor, ni a una sola época.
Suele tomarse como iniciador y máximo representante de la primera época a
Christian Thomasius (1655-1728), pero es Christian Wolff (1679 - 1754) el máximo
representante de la segunda época quien más influjo tuvo en Alemania, al iniciar
una escuela formal de filosofía e inducir el sistema universitario a dicha escuela.
Lo primero que hay que distinguir en Wolff es que en su pensamiento la hostilidad
contra la metafísica que existía en la primera fase del idealismo alemán no existe
más. En su lugar se puede encontrar una renovación de la academia filosófica y
de la escuela metafísica. Wolff desarrolló un sistema racionalista completo en el
cual se incluía la metafísica y la teología natural. A este autor le gustaba enfatizar
el objetivo práctico de la filosofía que según él era que se promoviera la difusión
del entendimiento y virtud entre los hombres36. Si se busca una característica
principal al pensamiento de Wolff habrá que decir que es su confianza en la
capacidad de la razón de alcanzar la certeza en el campo de la metafísica, y en
esa certeza metafísica incluía el conocimiento metafísico de Dios. De aquí
35 Copleston, A History of philosophy Vol. IV, p. 268 36 ibid., p. 106
23
podemos sacar algunos puntos en relación con el racionalismo francés. Es decir,
compartían al menos el mismo optimismo sobre la razón, ambos consideraban
que por medio de la razón se podían generar certezas en el campo metafísico con
lo que Kant posteriormente diría que sólo se puede especular. Otra característica
similar al racionalismo – mucho más visible – es que para Wolff el método
deductivo era el ideal para incrementar el conocimiento. Consideraba que la
lógica formal y matemática era funcional en todo campo, pues el principio de
no-contradicción es aplicable a toda realidad. A partir de este punto se puede
empezar a construir su método. Pues según Wolff del primer principio se puede
deducir el de razón suficiente, que no es únicamente lógico sino también de
carácter ontológico. Esto tiene una implicación fundamental para el mundo de la
filosofía, y sobre todo para el intento de aplicar el método deductivo a la
metafísica, pues esto implicaba que el mundo, por ejemplo, tiene su razón
suficiente de ser, y se encontraba en un ser trascendental, el cual no puede ser
otro que Dios. Aquí podemos ver otro punto en convergencia con el racionalismo
francés. Pero Wolff no termina ahí. Wolff se daba cuenta que el método deductivo
por sí solo no era suficiente para construir un sistema filosófico, y aún menos
capaz de desarrollar las ciencias particulares empíricas. Copleston lo manifiesta
de manera muy clara: “We cannot get along in the latter without experience and
induction, and even in philosophy we require empirical elements.”37. Aquí se
puede apreciar sino una contradicción una división en el pensamiento de este
autor38,.pues en el campo de la metafísica –según él– se pueden alcanzar
certezas por medio de la razón, pero para el desarrollo de las ciencias
particulares se necesita de la experiencia, y es más aún en la filosofía se requiere
ciertas veces de dicha asistencia. De esta manera fácilmente se puede pasar a
una postura donde se considere que en algunas situaciones hay que conformarse
con probabilidades. Pues si existen algunas proposiciones que son absolutamente
ciertas porque no podemos generar un contrario sin violar el principio de no-
37 Copleston, A History of philosophy vol. IV, p. 107 38 Se puede apreciar también aquí que la función de la metafísica en esos momentos ya no era el ideal de ser un fundamento para las ciencias particulares como expresaba Aristóteles al hablar de filosofía primera, ideal que luego retomaría Kant.
24
contradicción. Siguiendo este mismo hilo lógico: si hay sólo ciertas proposiciones
que son absolutamente ciertas, habrá otras que no tienen necesidad de ser, así
hay proposiciones que no pueden ser reducidas al principio de no-contradicción y
que aceptan varios grados de probabilidad39. Lo que vemos aquí en Wolff, es una
convergencia con las ideas de Leibniz sobre la distinción entre verdades de razón
y verdades de hecho. Las primeras son aquellas en las cuales el contrario no
puede ser presentado sin violar el principio de no-contradicción. Las segundas son
simplemente aquellas donde no se pueden reducir al principio lógico y que son
entonces realidades que son así, pero que no tienen necesidad de ser así, por lo
tanto son verdades contingentes. De esta manera Wolff llevó la filosofía a ser
también una ciencia de posibilidades, todo aquello que no implica contradicción.
Wolff no tiene un lugar en la historia de la filosofía en general, pero en la historia
de la filosofía alemana es muy diferente. Si bien es cierto que su filosofía no tiene
en la historia algún alcance importante, sí tiene el logro de haber generado una
escuela filosófica para las universidades alemanas. Además fue él quien
desarrolló las bases en las universidades alemanas para el desafío kantiano de
renovar la filosofía. Wolff al igual que Leibniz representan algún avance para la
misma metafísica, pues si bien continúan con la metafísica dogmática, reconocen
de alguna manera que en su distinción entre verdades realizan un avance en
cuanto al entendimiento humano, que quizá Kant sí vio. Por último Wolff es
importante porque cuando Kant habla en contra de la metafísica dogmática tienen
en mente la metafísica de Wolff.
1.7 Consideraciones Finales
Después de hacer un repaso – no se pretende que sea más que eso – sobre las
escuelas de pensamiento existentes antes del periodo kantiano, se puede
39 No llego a apreciar una contradicción, pero si algo que no encaja del todo. En la primera parte se expone que Wolff considera que a toda realidad es aplicable el principio de no-contradicción, pero luego considera que a ciertas proposiciones no es posible aplicarlo por lo que tenemos que jugar con probabilidades. Copleston ve algo parecido al decir que su visión de las hipótesis sobre el funcionamiento del mundo no encaja con su idea de las esencias.
25
establecer claramente cuál era la finalidad de Kant en torno al problema
metafísico. Como se pudo observar, todas las corrientes pretendían conocer y
hacer ciencia a través de nuestro entendimiento sin antes conocer nuestro propio
entendimiento. El tiempo de la filosofía crítica había llegado. El racionalismo
consideraba la importancia de las funciones racionales pero olvidaba
completamente (en algunos casos) la validez de la experiencia. El empirismo por
el contrario ponía todo el énfasis en la experiencia y olvidaba lo que hace posible
dicha experiencia, es decir, olvida la capacidad racional de elaborar los juicios.
Leibniz y Wolff, por otra parte, representan una influencia marcada en Kant en la
primera parte de su vida académica. Wolff había sido el creador de la primera
escuela filosófica de Alemania, y sus ideas eran de alguna manera dominante
cuando Kant creció. Algo muy importante en Leibniz es que su deseo de una
ciencia universal de alguna puede ser entrelazado con la idea de Kant de una
filosofía primera. Al tratar de extender el método deductivo a tanta extensión como
posibilidad de conocimiento o especulación racional existiera, lo que se puede
observar es que en el fondo lo que se buscaba era una fundamentación para
poder hacer ciencia. Este deseo de Kant de realizar una filosofía primera viene
desde Aristóteles, en el sentido de fundamentación de las ciencias. En el siguiente
capítulo se expondrá cómo Kant logra fundamentar las ciencias a través de una
filosofía primera que es la filosofía crítica que está contenida en su Crítica de la
razón pura. Kant lo que realiza es generar un sistema de pensamiento donde se
delimita y habilita el uso de nuestra razón. De esta manera se podrá ver si la
ciencia económica actual parte de ese sistema de pensamiento, que es uno de los
propósitos de este trabajo.
26
2. Filosofía crítica de Kant 2.1 Filosofía de la Causalidad
Se expuso en el capítulo anterior que el objetivo de Kant era realizar una filosofía
primera, es decir una filosofía de la ciencia que diera validez a los conocimientos
generados por la ciencia. En una frase “un método completo y autosuficiente – la
reflexión trascendental – que sustituya el antiguo proceder de la metafísica”40.
Para poder llevar a cabo esto había que realizar primero una investigación sobre
las posibilidades y límites del conocimiento. Para poder conocer nuestra propia
capacidad de entendimiento Kant parte de qué tipo de juicios de hecho
elaboramos y de dónde viene ese conocimiento con el cual elaboramos dichos
juicios. Es importante conocer de donde viene ese conocimiento (la experiencia)
para luego trascender a lo que hace posible ese conocimiento. Habrá que hacer
un recordatorio de que Kant parte de una crisis de la filosofía occidental, pues la
filosofía no había sido capaz de dar una respuesta gnoseológica a los juicios
elaborados por la física newtoniana, ya sea representada en el empirismo inglés, o
en el racionalismo continental. Para lograr ver cómo Kant logra realizar esta
limitación y habilitación de la razón hay que iniciar desde lo que hace posible que
elaboremos juicios. Lo primero que hace Kant es hacer una reflexión sobre el
origen del conocimiento con que se elaboran los juicios. “That all our knowledge
begins with experience there can be no doubt”41. Al ver esta afirmación podría
parecer que Kant inicia afirmando el empirismo inglés. Se puede observar de
diferente manera después de entender el objetivo kantiano, que en vez de afirmar
el empirismo lo que hace es afirmar en lo que el empirismo tiene razón. Continua
Kant: “But, though all our knowledge begins with experience, it by no means
follows that all arise with out of experience42”. Se deja ver claramente donde –
según Kant – el empirismo se equivoca. Que el inicio de todo conocimiento se la
experiencia no implica que no pueda existir conocimiento que se produzca sin la
40 Llano, op. cit,. p.101 41 Kant, Critique of pure reason, p.1. 42 ibid.
27
experiencia, que es lo que no permite que las impresiones del mundo se vuelvan
conocimiento. Aquí es donde surge la pregunta: ¿cuáles son las condiciones de
posibilidad en nuestra mente para que las impresiones no sean sólo eso, sino
conocimiento? Kant no estaba de acuerdo con la idea de que todo el conocimiento
se derivaba de la experiencia (empirismo), pero tampoco aceptaba la teoría de las
ideas innatas del racionalismo. Pero “(...) at the same time he believed that there
are concepts and principles which reason derives from within itself on the
occasion of experience”43. Así vemos que hay ciertos conceptos que no son
innatos, pero que se derivan a partir de la experiencia, pero no de ella sino de la
razón misma. Aquí se abre la puerta a la resolución del problema, la solución se
encuentra en esos principios a priori, ellos son los que hacen posible elaborar
conocimiento de las impresiones que del mundo se reciben. En otras palabras
Kant estaba preocupado por los principios puros del entendimiento humano, por
conocerlos y entenderlos. Según Cassirer, Kant ejemplifica muy bien lo que
pretende dilucidar en una carta escrita a un amigo: “(...) el problema de saber en
qué se basa la relación de lo que llamamos idea dentro de nosotros con objeto
sobre que recae constituye la clave de todo el misterio, hasta ahora, oculto de la
metafísica”44.
Inicia Kant su reflexión – como se mencionó – con la forma en la cual se relaciona
el conocimiento con el objeto. Según él esto se hace a través de la intuición. En
este punto conviene destacar algo sumamente importante en Kant: los conceptos
de noúmeno y fenómeno. El noúmeno es utilizado para designar los objetos en sí
mismos, es decir al objeto mismo de conocimiento. Por ejemplo, un árbol existe en
sí mismo, y esto es lo que se llama noúmeno. Ahora bien, existe el fenómeno que
es lo que nosotros conocemos gracias a la intuición trascendental, por la condición
a priori del espacio, y el tiempo En otras palabras, el fenómeno es la
representación de las cosas que captamos los seres humanos a través de las
43 Copleston, A History of philosophy Vol VI, p.212 44 Cassirer op. cit., p. 177
28
formas a priori de la sensibilidad (espacio y tiempo) que subjetivizan45 al objeto de
conocimiento.
Ahora se retomará el concepto de intuición que es de suma importancia. Se
mencionó que la forma en que ser relaciona el objeto con el conocimiento es la
intuición; ¿qué quiere decir esto?. La intuición para Kant es la referencia
inmediata del conocimiento al objeto del mismo. Ahora bien, dicha intuición
aparecerá únicamente si el objeto es percibido por el ser humano. Y es aquí
donde aparece lo que es la intuición trascendental que hace posible esa
referencia. El objeto que afecta al sujeto, de ahí una impresión. De aquí se
derivar una capacidad intelectiva: la sensibilidad46. Dice Kant, por medio de ésta
los objetos de conocimiento nos son dados a los seres humanos y así mismo
nos provee con intuiciones. Ahora bien, hay que hacer legible cuál es el efecto que
produce un objeto en particular. “The effect of an object upon the faculty of
representation, so far as we are affected by the object is sensation.”47 Habrá que
recordar que las representaciones eran el origen del sentido de la intuición, pero la
intuición no puede ser simplemente el efecto a posteriori de nuestros sentidos por
los objetos. Se llega entonces a lo que se llama apariencia, lo cual es el contenido
de una intuición sensorial. En las apariencias se puede distinguir claramente dos
elementos: primero, la materia, que es todo aquellos de lo que los objetos físicos
están compuestos. Segundo, la forma de la apariencia. Este segundo elemento no
puede ser dejado sin explicación, a lo que aquí se refiere es a aquello que hace
posible que la variedad de las apariencias sea arreglado en ciertas relaciones.
Ahora la pregunta que surge es ¿a qué capacidad cognoscitiva corresponde cada
uno de estos elementos? El primer elemento era la materia, este no puede
45 Lo que significa la subjetivización de los objetos es que no se perciben en sí (noúmeno), sino para mí, es decir los capto a través de mis condiciones de posibilidad, es decir representados en el espacio, y relacionados en el tiempo, es por ello que se dice que son fenómenos, representaciones y nunca noúmenos los que percibe el ser humano. No se puede interpretar la palabra en el sentido de que cada persona los percibirá de manera distinta o subjetiva. Todas las personas las perciben a través de las mismas condiciones. 46 La sensibilidad la define Kant como la capacidad de recibir representaciones de los objetos. 47 Ibid., p.,235. Copleston hace una aclaración de terminología importante en este punto. “(...) the term representation is used in very wide sense to cover a variety of cognositive states. Hence the term faculty of representation is pretty well equivalent to mind (...) the term object is not used consistently in one sense. (...) But, object generally means object of knowledge”.
29
corresponder a otra capacidad cognoscitiva que a la sensación, de esta manera es
dada a posteriori. El segundo elemento que es la forma a través de las cuales se
pueden formar relaciones debe entonces recaer del lado del sujeto, y de esta
forma ser condición de posibilidad y necesidad de conocimiento, debe de ser por
lo tanto una forma a priori de la sensibilidad. Es aquí donde Kant llega a describir
las dos formas puras de la sensibilidad – que según él – existen y son condición
de necesidad para toda intuición sensible. Estas dos forma son el espacio y el
tiempo. Kant realiza una exposición trascendental de estas dos formas a priori de
la sensibilidad. Lo que significa que el espacio y el tiempo sean formas a priori de
la sensibilidad es que no se puede hacer referencia de las sensaciones sin
relacionarlas en el espacio y el tiempo, en otras palabras son las condiciones de
posibilidad de la experiencia. Lo que quiere decir Kant es que para hacer
referencia a una sensación hay que estar consciente de ella y para esto es
inevitable relacionarla una con la otra, y en una sucesión de tiempo, es decir,
antes, después, o al unísono. “Space and Time constitute the framework, as it
were, in which the manifold of sensation is ordered or arranged”48. Se contesta así
a la interrogante antes planteada, el conocimiento sensible es posible gracias a las
categorías a priori de la sensibilidad representadas en el espacio y el tiempo. Para
poder estar conscientes de una sensación se necesita – como condición de
necesidad – dichas formas sensibles que ordenen el material empírico. 2.1.1 El espacio y el tiempo Arriba se expuso como Kant hace el descubrimiento – en la reflexión
trascendental – de las condiciones a priori que hacen posible el conocimiento
sensible. Después de esto Kant hace una exposición trascendental de dichos
conceptos. Kant para exponer dichas categorías divide la exposición en dos
partes, primero una exposición metafísica donde él mismo aclara que entiende
por exposición metafísica: “By exposition, I mean the clear, though not detailed,
representation of that which belongs to a conception; and exposition is
48 Copleston, A History of philosophy Vol. VI, p. 238
30
metaphysical, when it contains that which represents the conception as given a
priori”49. Así la exposición de estas concepciones aclara toda representación
perteneciente a la dichas concepción de tiempo y espacio, además metafísica
porque es un concepto a priori. En otras palabras pretende contestar a las
preguntas ¿qué es?, ¿cómo se deriva su concepto?, ¿tienen existencia real, o
simplemente son relaciones y determinaciones de las cosas? La segunda parte
de la discusión de estas dos categorías es la exposición trascendental, aquí es
donde Kant contesta a la pregunta: ¿cómo es este principio condición de
posibilidad de otros conocimientos sintéticos a priori? Kant lo dice de esta manera
”By a transcendental exposition, I mean the explanation of a conception, as a
principle, whence can be discerned the possibility of other synthetical a priori
cognitions”50. Esta exposición seguirá el mismo orden.
2.1.2 El espacio En la exposición metafísica del concepto de espacio se aclaran las preguntas ¿de
dónde viene su concepción?, ¿cuál es su función?, y ¿es un concepto o una
intuición? Kant es muy claro e inicia la exposición diciendo que el espacio no es
una concepción derivada de cualquier experiencia externa. Continúa diciendo para
que ciertas sensaciones puedan ser relacionadas a ciertas cosas fuera del sujeto
(esto es en un espacio diferente al que ocupa dicho sujeto), es necesario ya la
representación espacial. Esto quiere decir que para que el sujeto de conocimiento
sea capaz de representarse los objetos fuera de él y relacionados uno con otros
(diferentes objetos y en diferentes lugares) existe la necesidad del principio del
espacio. Prácticamente se ha dado contestación a todas las preguntas, pero
básicamente se ha contestado la interrogante sobre el origen de esta
representación, pues si es necesaria para que pueda realizarse las
representaciones de los objetos fuera del sujeto (como de hecho se hacen) es
49 Kant, Critique of pure reason, p. 23 50 ibid., p.25
31
imposible que sea derivado de la experiencia y se constituye así como un principio
a priori. De aquí mismo se da respuesta a la interrogante de la función de este
principio a priori, es condición de posibilidad de la experiencia sensible y por lo
tanto es una categoría a priori de la sensibilidad. Falta aún dar respuesta a la
pregunta sobre su naturaleza ¿es un concepto o una intuición? Kant afirma que es
una intuición pura. Esto viene de que el espacio tiene una multitud infinita de
representaciones distintas (de las cuales es expresión común, todas sus partes
coexisten en el infinito), pero ningún concepto tiene una multitud infinita de
representaciones, entonces la primitiva (original) representación de espacio es una
intuición a priori y no un concepto. Clarificada estas cuestiones sobre el espacio
es necesario pasar a la exposición trascendental para contestar a la pregunta
planteada: ¿cómo sirve de condición de posibilidad para otros conocimientos
sintéticos a priori?
2.1.3 Exposición trascendental del espacio La exposición trascendental pretende dar respuesta a la pregunta arriba citada.
Para poder llevar a cabo esta empresa Kant reconoce dos condiciones. Una es
que el conocimiento efectivamente provenga de la concepción dada y otra es que
dicho conocimiento sea explicado únicamente a partir de este concepto. ¿Qué
quiere decir estas dos condiciones? La primera no habrá necesidad de explicarla.
La segunda puede requerir alguna guía. Lo que implica es que el conocimiento no
tenga una explicación alternativa a la condición del espacio en este caso. Kant
utiliza la geometría para llevar a cabo su propósito. Sobre dicha ciencia Kant dice
que ella determina las propiedades del espacio sintéticamente pero, aún a priori.
La pregunta que se realiza es la siguiente: ¿cuál debe ser nuestra representación
del espacio para que los conocimientos que de él tenemos sean posibles? Kant
contesta de la siguiente manera: el espacio debe ser primero una intuición. Esto
debido a que de un concepto no puede resultar proposiciones que sobrepasen los
límites del mismo concepto, que sin embargo si sucede con la geometría. Ahora la
pregunta que hay que contestar es ¿qué tipo de intuición es esa de la que se
habla? Esta percepción debe descansar en la mente del hombre como una
32
intuición a priori, es decir, independiente de toda experiencia. De tal suerte se
deduce que debe ser una intuición pura. Pero, ¿en qué ayuda la geometría a ver
esto?, pues en que todas las proposiciones de la geometría son apodícticas, es
decir, implican la conciencia de su necesidad y de ahí una proposición como el
espacio no tiene más que tres dimensiones. Y conclusiones de este tipo no puede
ser determinados empíricamente ni tampoco ser derivado de ese tipo de
conocimientos. Para finalizar la exposición trascendental del espacio, Kant se
pregunta ¿Cómo una intuición externa anterior a los objetos mismos y en la cual
nuestras concepciones de los objetos puede ser determinada a priori, existe en la
mente humana? La forma de que esto sea posible es que la intuición externa se
encuentre en el sujeto como propiedad formal para ser afectado (sensiblemente)
por los objetos y de esta forma recibir la representación de ellos, es decir, la
intuición. Según Kant, no hay otra forma de explicar como es posible la geometría
como un conocimiento sintético a priori. Así termina la exposición trascendental
del espacio, e inmediatamente hay que investigar cuáles son las consecuencias
de la investigación previa.
2.1.4 Consecuencias de la investigación trascendental de espacio Las consecuencias a las que llega la investigación previa son básicamente dos.
Se expondrá la conclusión y a continuación su discusión.
1. El espacio no representa ninguna propiedad de los objetos como cosas en sí
mismas ni representa a los objetos en sus relaciones unos con otros. Esto
quiere decir que el espacio nada tiene que ver con los objetos en sí (con el
noúmeno) sino más bien es una forma de subjetivización humana del
fenómeno.
2. El espacio no es más que de todo fenómeno del sentido externo. Esto es la
condición subjetiva de la sensibilidad, bajo la cual las intuiciones externas son
posibles. En otras palabras es la propiedad del sujeto para poder ser afectado
por los objetos, de ahí también que sea lógicamente a priori. Vale hacer notar
33
que se concluye que – como se mencionó- es la base de las condiciones de
posibilidad de la sensibilidad y no de posibilidad de las cosas en sí mismas, por
lo tanto se concluye que las cosas en sí mismas nos son siempre
desconocidas, pues sólo podemos conocer el fenómeno que no es más que
una representación de nuestra sensibilidad.
Ahora procederemos con el otro elemento trascendental: el tiempo.
2.1.5 El tiempo
El espacio es el primer descubrimiento trascendental de Kant y el tiempo es el otro
elemento –como se mencionó– necesario para la posibilidad de la experiencia
humana. En la primera parte de la exposición metafísica Kant hace las
aclaraciones – como hizo con el espacio – sobre la naturaleza de dicho
descubrimiento, aclara si es una intuición o un concepto, del mismo modo expone
la función del tiempo en la receptividad humana. Sin el tiempo no seríamos
capaces de percibir los sucesos como sucesivos o simultáneos. En otras palabras
el tiempo es una condición necesaria para poder hacer relaciones de los objetos
(de conocimiento) de antes, después, al mismo tiempo o un suceso después de
otro. Los demás puntos se aclaran en las siguientes líneas siguiendo la forma de
exposición de Kant.
2.1.6 Exposición trascendental del tiempo 1. El tiempo no es una concepción empírica: si el tiempo no existiera como una
condición a priori no sería posible para los seres humanos recibir impresiones
en la coexistencia (simultaneidad) ni en la sucesión.
2. El tiempo es una representación necesaria que subyace como fundamento de
todas nuestras intuiciones. Si se habla del fenómeno en general no es posible
eliminar al tiempo de él, aunque sea posible separar uno de otro. Sólo en el
tiempo es posible la percepción de los fenómenos. El tiempo no puede ser
34
suprimido pues es condición de posibilidad de los fenómenos y por lo tanto a
priori.
3. En la necesidad del tiempo a priori esta basada la posibilidad de los principios
lógicos de las relaciones del tiempo. Los axiomas del tiempo son por ejemplo
el tiempo tiene una sola dimensión, diferentes tiempos no son simultáneos pero
sí sucesivos. Estos principios son de estricta universalidad, por lo tanto no
pueden ser deducidos de la experiencia. Si fuera así no se podría decir más
que la experiencia enseña esto, pero no podríamos decir, esto tiene que ser
así.
4. El tiempo no es discursivo. Tampoco es un concepto general, pero sí es una
forma pura del sentido de la intuición externa. Tiempos diferentes son sólo
partes de un mismo tiempo. La representación que sólo puede darse por un
objeto único es intuición. De esta forma una proposición tal como “tiempos
diferentes no pueden ser simultáneos”, no se deriva de un concepto general.
Esta ya es pues una proposición sintética que no pude derivarse únicamente
de conceptos. Así esta proposición por ser sintética está contenida
inmediatamente en la intuición y en la representación del tiempo.
5. El tiempo es infinito. Esto significa que determinado tiempo es posible
únicamente a través de la limitación de un solo tiempo yaciendo en el
fundamento. Kant quiere decir que la representación original del tiempo debe
(tiene que) ser ilimitada.
En la exposición anterior como el mismo Kant aclara, se encuentra la parte
metafísica y la trascendental y luego de esto el conviene en agregar sobre el
concepto de movimiento y cambio51. En esta parte de la exposición trascendental
se hace mención del tiempo como condición necesaria para la representación
sensible del cambio de lugar, es decir el movimiento. Esto implica que no habría
posibilidad de concepciones de este tipo (movimiento) si el tiempo no fuera una
condición a priori. Para ejemplificar esto Kant utiliza un ejemplo de predicados
contrarios. La hace de esta manera “(...) for example the presence of a thing in a
51 Kant, Critique of pure reason, p. 29
35
place and the non-presence of the same thing and the same place. It is only in
time, that it is possible to meet with two contradictorily opposed determinations in
one thing, that is, after each other”52. Esta es la forma en la que Kant demuestra
que el tiempo es una de las condiciones para poder establecer conocimiento
sintético a priori.
2.1.7 Conclusiones acerca del tiempo
Para concluir la exposición sobre el tiempo, Kant realiza unas conclusiones
generales sobre lo dicho de este elemento trascendental, en ellas pretende aclarar
cualquier confusión sobre la naturaleza de este elemento, la cuestión de si es algo
objetivo y real por sí mismo, si es o no una condición de las cosas mismas y qué
es el tiempo.
1. El tiempo - dice Kant - no es algo que subsista por sí mismo, o algo que
pertenezca a las cosas como una determinación objetiva de ellas y que por lo
tanto permanece cuando se hace una abstracción de las condiciones
subjetivas de la intuición de las cosas. En el primer caso aún sería algo real,
aún sin presentar ningún poder de percepción de algún objeto real. (Esto
porque el tiempo es la forma de todas las intuiciones internas, así aún
existiría). En el segundo caso, si efectivamente fuera una determinación a las
cosas en sí mismas, no antecedería a las cosas, no sería una condición a
priori, y por lo tanto no sería una fuente para realizar juicios sintéticos a priori.
Aquí deja claro que el tiempo para poder ser una fuente de conocimiento
sintético a priori, es necesario que sea una condición de posibilidad bajo la cual
todas nuestras intuiciones toman lugar, esto porque así si puede ser
representada a priori por anteceder a los objetos y por lo tanto a cualquier
percepción53.
52 Kant, Critique of pure reason, p.29 53 Kant hace la demostración de que el tiempo y el espacio son condiciones de necesidad para elaborar juicios universales a partir de la experiencia a través de la geometría. El tiempo y el espacio dan la condición a priori, es decir, la universalidad y necesidad que la experiencia no tiene.
36
2. El tiempo no es más que la forma del sentido interior, esto es, de la intuición
del ser y de nuestro estado interno. El tiempo no puede ser determinación
alguna del fenómeno externo, no tiene que ver ni con la forma, ni con la
posición, por el contrario, determina la relación de las representaciones (del
fenómeno) en el estado interno de las personas. La intuición interna no nos
presenta formas, es entonces cuando se realiza un esfuerzo por proveer a este
por analogías una forma, y se hace representando el curso del tiempo por una
línea progresiva al infinito. El contenido de esta representación es de una sola
dimensión, y obtenemos (los seres humanos) de las características de esta
representación las características del tiempo. Únicamente existe una excepción
y es que las partes de la línea son coexistentes y las del tiempo son sucesivas.
Aquí se hace la aclaración – en ultima instancia – de qué es el tiempo, y
termina diciendo que ahora sí queda claro que la representación del tiempo es
una intuición, porque todas su relaciones pueden ser expresados en una
intuición interna. De esta conclusión se derivan la diferencia entre el espacio y
el tiempo.
3. El tiempo es la condición formal a priori de todos los fenómenos en general. El
espacio como forma pura de la intuición externa está limitado como condición
a priori de los fenómenos externos solamente. Aunque las representaciones no
tengan un objeto externo, pertenecen a un estado interno, y el tiempo es el
encargado de relacionarlas y darles forma. En otras palabras, el tiempo es la
condición a priori de todos los fenómenos en general; es la condición inmediata
de nuestros fenómenos interiores y la condición mediata de los fenómenos
externos. Kant dice al respecto: “If I can say a priori all outward phenomena
are in space, and determined a priori according to the relations of space I can
also from the principle of the internal sense, affirm universally all phenomena in
general, that is, all objects of sense, are in time and stand necessarily in
relation of time”54.
De esto ya podemos obtener alguna conclusión acerca de las similitudes y
diferencias del espacio y el tiempo. Ambos son condiciones de posibilidad de la
54 Kant, Critique of pure reason, p.30
37
experiencia sensible, pero el espacio está limitado al campo de los fenómenos
externos y el tiempo maneja toda la intuición interna en general. Así el tiempo
es una condición más general por decirlo de alguna manera.
2.2 Conclusiones generales sobre la estética trascendental
Estas conclusiones, como el mismo Kant lo dice, son para evitar cualquier mal
entendido sobre la investigación y conclusión a la que llega sobre la naturaleza de
nuestra capacidad sensorial cognoscitiva. Inicia haciendo la aclaración sobre lo
que conocemos. Todas nuestras intuiciones no son más que la representación del
fenómeno y por lo tanto las cosas que intuimos no son los objetos en sí mismos, ni
están ellos relacionados en sí mismos tal y como se nos muestran. Continúa
haciendo referencia al tiempo y el espacio en torno a su existencia propiamente en
el sujeto y no como una realidad absoluta o como parte de los objetos. El tiempo y
el espacio – dice – tienen su existencia en el sujeto, es decir, si se elimina el
sujeto o únicamente la constitución subjetiva de nuestros sentidos en general,
entonces no únicamente desaparecerán la naturaleza y las relaciones de los
objetos en el espacio y el tiempo, sino el espacio y el tiempo mismos
desaparecerían. Esto implica que lo que nosotros conocemos –el fenómeno–
existe sólo como realidad en el sujeto y no en sí mismo, y se refuerza la
conclusión anterior que explicaba que las cosas en sí nos son desconocidas y que
estamos destinados a no conocer la posibilidad de llegar a las cosas en sí, es
decir, al noúmeno.
La siguiente conclusión a la que llega Kant, es de vital importancia para esta
investigación, pues de allí se puede empezar a entender, las implicaciones que
tiene esta filosofía de la ciencia, esta teoría del conocimiento, en la construcción
de las ciencias particulares que es el propósito de la investigación.
Como se mostró, para Kant nosotros sólo conocemos nuestra forma propia de
representar el mundo y el cual percibe cada ser perteneciente a la raza humana, lo
38
expresa de la siguiente forma: “We know nothing more than our own mode of
perceiving them, which is peculiar to us, and which, though not of necessity
pertaining to every animated being, is so to the whole human race”55.
Quizá lo más importante para el entendimiento de la ciencia moderna empieza a
poder dilucidares con la cita anterior. Kant ya hace mención de una raza humana y
ya ha dicho que todos percibimos de la misma manera la realidad a través del
fenómeno. A continuación menciona algo que es de igual magnitud para el
entendimiento de cualquier ciencia construida consciente o inconscientemente
bajo los postulados de la filosofía de la ciencia de la modernidad.
El espacio y el tiempo son formas puras, la sensación por el contrario es la materia
del conocimiento. Las formas puras por sí solas las podemos reconocer como a
priori, es decir que anteceden y son independientes de cualquier percepción, por
esto son llamadas intuiciones puras. La materia (sensación) es la cognición a
posteriori y es empírica. Las formas puras son absolutas y necesarias para
nuestra sensibilidad sin importar de que tipo sea ésta. Las sensaciones (la
materia) pueden ser de diversas formas.
Ahora sí podemos ver o intuir las posibles implicaciones que de aquí se derivan.
Primero, el mundo en sí mismo es desconocido, sólo conocemos una
representación de él: el fenómeno. Segundo, el mundo esta subjetivizado
objetivamente, con esto me refiero a que existe una raza humana, o al menos
hace la suposición de que existe, y que por lo tanto todos percibimos la realidad
fenomenizada de la misma manera. En otras palabras, hay un mundo desconocido
pero es desconocido para todo ser humano, y lo que es conocido (el fenómeno) es
conocido por todos por igual. Así todo ser humano tiene una subjetivización del
mundo en sí, pero es objetiva en el sentido de que existe sólo una subjetivización,
pues todo ser humano los subjetiviza de la misma manera. Además de todo lo
anterior, Kant delimita el uso de la razón (el cual era uno de sus propósitos) en la
55 Kant, Critique of pure reason, p. 36
39
última línea de la conclusión general de la estética. El tiempo y el espacio son
condiciones necesarias del conocimiento y sirven como base para la necesidad
de los juicios sintéticos a priori. Kant delimita el uso de la razón de la siguiente
manera: “But the judgments which these pure intuitions enable us to make, never
reach farther than to objects of the sense, and are valid only for objects of possible
experience”56. Así la capacidad del conocimiento se limita únicamente a la
experiencia sensible. Esta conclusión tiene implicaciones importantes en la ciencia
porque la limita a la evidencia empírica y tiene otras consecuencias en otros
campos de la vida como la moral, que Kant tratará en su Critica de la razón
práctica.
Ahora, luego de dilucidadas las condiciones de posibilidad del conocimiento,
pasemos al objetivo original: fundamentar gnoseológicamente la ciencia. Para
lograr hacer esto – como se mencionó – había que revisar de que estaba formada
la ciencia, y la ciencia estaba formada por juicios. Para lograr entender como es
posible hacer ciencia había que descubrir la posibilidad de realizar juicios, de allí la
investigación de las condiciones de posibilidad de la sensibilidad. Por efectos de
simplicidad y claridad en la exposición se exponen hasta ahora los tipos de juicios
que elaboramos los seres humano y los que la ciencia utiliza, pues primero había
que dejar en claro que considera Kant como condición necesaria del conocimiento
del mundo. Ahora pasaremos a indagar en los juicios y los tipos de juicios que la
ciencia utiliza. Esto porque es el problema de las ciencias empíricas el que Kant
está tratando de aclarar y además pretende recuperar la dimensión trascendental
de la verdad. ¿A qué me refiero con esto? En la historia de la filosofía, había
iniciado con Descartes una preocupación quizá desmedida por los criterios de
certeza, es decir, se renunciaba a la verdad en como adecuación (sobre todo
verificación en el mundo exterior) y se reducía a una cuestión de consciencia
porque para el idealismo el mundo exterior se nos negaba, el estatus ontológico
por lo tanto se encontraba en las ideas. Como se mostró en el capítulo anterior,
Kant veía que tanto el idealismo como el empirismo tenían elementos importantes
56 Kant, Critique of pure reason, p.43
40
sobre la capacidad cognoscitiva del ser humano, y retorna a la verdad como una
cuestión más metafísica, es decir, no olvidar que las verdad es algo más que una
cuestión de consciencia como es la certeza, al reconocer que el mundo sensible
no se nos niega y por lo tanto obtenemos guía de él.
Ahora volvamos a los juicios, como se mencionó son los que forman la ciencia, y
en la indagación que Kant realiza es de suma importancia entender y conocer los
juicios existentes. Para poder realizar la fundamentación de la ciencia debe
entenderse qué tipo de juicios existen y lo que hace posible elaborar los juicios (de
allí la investigación de los elementos trascendentales y las formas puras del
entendimiento que se expondrán más adelante).
2.3 Sobre los juicios 2.3.1 Consideraciones iniciales
Para entender la ciencia hay que entender los juicios, y para entender los juicios
hay que entender dos cosas. Primero, la condición de posibilidad del
conocimiento, dilucidado ya en la investigación de los elementos trascendentales.
Segundo, los tipos de conocimiento existentes; así iniciaremos la exposición
referente a los juicios.
Para empezar se puede hacer una distinción entre conocimiento puro y empírico.
El conocimiento puro es el llamado a priori, el cual no depende de ninguna
experiencia57 y de toda impresión sensorial. El conocimiento empírico por el
contrario tiene su fuente a posteriori, esto es en la experiencia. El conocimiento a
priori puede ser puro o impuro, el a priori puro es que no tiene ninguna mezcla con
conocimiento empírico, y el impuro es aquel que si tiene una mezcla con el
57 No hay que confundir el conocimiento a priori del que habla Kant con la ideas innatas del racionalismo continental. El conocimiento a priori en Kant significa algo diferente, al respecto dice Copleston “(...) it means knowledge which is underived form experience, even if it makes its appearance as what would ordinally call knowledge only on the occasion of experience.” Ver Frederick Copleston, A history of philosioiphy Vol VI, p. 217
41
conocimiento empírico. Kant lo explica de la siguiente manera: “Knowledge a priori
is either pure or impure. Pure knowledge a priori is that with which no empirical
element is mixed up. For example, the proposition “Every change has a cause is a
proposition a priori, but impure, because change is a conception which can only be
derived form experience”58.
Ahora lo importante sería tener un criterio para diferenciar los tipos de
conocimiento, porque si no hay forma de diferenciarlos no se puede decir que
existen diferentes tipos de conocimiento. Para realizar esto se inicia investigando
qué nos proporciona la experiencia sensible. La experiencia nos enseña como las
cosas se nos muestran (como parecen ser), pero no nos dicen que esas mismas
cosas podrían existir de otra manera. De esta característica propia del
conocimiento empírico obtenemos la primera prueba para distinguir el
conocimiento a priori del empírico: la condición de necesidad, es decir, que no
puede ser de otra manera. Cuando algún conocimiento acepta esta condición no
puede ser empírico y por lo tanto es a priori. El segundo criterio surge de otra
característica propia del conocimiento empírico: la universalidad por inducción,
que por su naturaleza lo más que es capaz de afirmar es “so far as we have
hitherto observed, there is no exemption to this or to that rule”59. Así si un juicio
implica universalidad (no admitir excepciones) implica que no es un conocimiento
empírico sino a priori. De esta manera las dos pruebas que se tienen para
distinguir el conocimiento empírico del a priori son la estricta necesidad y la
estricta universalidad, pues ninguna de las dos puede ser obtenida de la
experiencia. Cuando estos criterios se presenten en algún juicio siempre estarán
juntos, así que si es más fácil descubrir alguno de los dos con eso basta, porque
inevitablemente se presentarán juntos. Ejemplos de este tipo se encuentran
fácilmente en cualquier proposición matemática y en el entendimiento en general.
Sobre el mismo tema continua Kant: “besides, without seeking for such examples
of principles existing a priori in cognition, we might easily show that such
58 Kant, Critique of pure reason, p.2 59 ibid.
42
principles are the indispensable basis of the possibility of experience itself, and
consequently prove their existence a priori.”60 Kant menciona esto pensando en los
elementos trascendentales y las categorías a priori de la sensibilidad, pues
inmediatamente aclara que no sólo los juicios pueden ser de origen a priori sino
también las concepciones, en este caso, refiriéndose al tiempo y al espacio y a las
categorías a priori de la sensibilidad.
A partir de esto ya se puede intuir conclusiones sobre la investigación que se ha
emprendido; de la experiencia por sí misma no se puede obtener necesidad ni
universalidad y esto es algo que reclama la ciencia, así debe haber algo más que
otorgue esa categoría: el a priori. Y esto hay que indagarlo en el conocimiento y
– como se mencionó – en los ladrillos de la ciencia: los juicios. Habrá que analizar
ahora los tipos de juicios.
2.3.2 Los juicios 2.3.2.1 Los juicios analíticos Los juicios analíticos son aquellos los cuales el predicado está contenido en el
sujeto. Esto es de forma implícita generalmente, aunque puede estar de forma
explícita. El predicado de un juicio de este tipo no agrega nada nuevo que no se
supiera por mero análisis en concepto del sujeto. La validez de este juicio depende
únicamente del principio de no-contradicción. No se pude negar la afirmación del
juicio sin caer en una contradicción lógica. Para explicarlo en las palabras del
propio Kant, los juicios analíticos son aquellos donde un predicado B está
conectado con un sujeto A, y dicha conexión entre ellos es por el principio de
identidad. Lo explica de la siguiente forma “For example, when I say all bodies are
extended, this is an analytical judgment. For I need not to go beyond the
conception of body in order to find extension connected with it, but merely analyze
the conception, that is, become conscious of the manifold properties which I think
60Kant, Critique of pure reason, p. 3
43
in that conception, in order to discover this predicate in it: it is therefore an
analytical judgment”61. Estos juicios son llamados explicativos. Ahora hay que
contestar a la pregunta, ¿de dónde vienen estos juicios, cuál es su origen? Para
formar dichos juicios no es necesario que se busque más allá de una concepción,
y por lo tanto ir a la experiencia a buscarlo es completamente innecesario.
Entonces este tipo de juicios son a priori. Kant lo explica de la siguiente manera:
“That bodies are extended is not an empirical judgment, but a proposition which
stands firm a priori. For before addressing myself to experience, I already have in
my conception all the requisite conditions for the judgment, and I have only to
extract the predicate from the conception, according to the principle of
contradiction, and thereby at the same time become conscious of the necessity of
the judgment, a necessity which I could never learn from experience”62. De esta
manera Kant concluye que los juicios analíticos son siempre a priori.
2.3.2.2 Juicios sintéticos
Los juicios sintéticos, a diferencia de los juicios analíticos, son aquellos en los
cuales el predicado no está contenido, ni siquiera de manera implícita, en la
concepción del sujeto. Es decir, por mero análisis de la concepción no es posible
llegar a obtener el predicado de este juicio. Para explicarlo en las palabras de
Kant, a un sujeto A le pertenece un predicado B, pero en este tipo de juicio
¿dónde descansa la conexión entre ellos? En este tipo de juicios no es el principio
de identidad. Estos juicios añaden algo al sujeto. Por lo tanto estos juicios a
deferencia de los anteriores estos no son explicativos, son argumentativos. Ahora
la pregunta es: ¿dónde se encuentra el origen de estos juicios? Según Kant
existen dos tipos: los sintéticos a posteriori y los sintéticos a priori. Por la
importancia y relevancia para la presente investigación los juicios sintéticos a priori
tendrán un apartado posterior. Los juicios sintéticos a posteriori son aquellos en
61 Kant, Critique of pure reason, p. 7 62 ibid.
44
que el predicado no esta contenido en el sujeto y que para obtener esa
información sobre el sujeto se tiene que ir a la fuente de la experiencia.
2.3.2.3 Los juicios sintéticos a priori Al llegar a este punto se encuentra el problema medular de la reflexión kantiana
sobre la capacidad cognoscitiva del ser humano. Denominado como el problema
universal de la razón pura, este puede expresarse de la siguiente manera: “How
are the synthetical judgment a priori possible?”63. Esta pregunta implica indagar
en la posibilidad de elaboración de estos juicios. Este problema se soluciona en el
descubrimiento trascendental de las categorías que hacen posible el
entendimiento. Pero posteriormente vemos que lo que inicialmente se presenta
como un problema nos revela algo de suma importancia: el límite del
conocimiento. Me refiero a límite en esta ocasión como la delimitación entre lo
que se percibe y lo que son las cosas, en las palabras de Kant a la delimitación
entre fenómeno y el noúmeno.
Las cosas en sí (noúmeno) queda en un campo inaccesible para el ser humano
pues siempre el mundo externo tiene que pasar por las condiciones de posibilidad
del conocimiento que subjetivizan al mundo sensible, es decir, lo convierten en un
fenómeno. Para Kant este tipo de juicio es el más importante para las ciencias,
pues ellos amplían en conocimiento del mundo que tenemos y además es
inherente a ellos la universalidad y necesidad. En otras palabras, estos juicios son
argumentativos, pero muestran universalidad y a la vez necesidad, por lo tanto no
pueden ser a posteriori pues la experiencia no puede jamás dar estas
características a nada. Así vemos que en la matemática los juicios son sintéticos
pero siempre a priori. Por ejemplo dice Kant, la proposición de 5 + 7 = 12 puede
parecer fácilmente como una proposición analítica y que se basa en el principio de
no-contradicción. Pero si se analiza más cuidadosamente veremos que el
63 Kant, Critique of pure reason, p. 12
45
concepto de 12 nunca se encontrará de la simple unión de 5 y 7, por lo tanto
necesitamos de la intuición para encontrar el concepto de 12. Por lo tanto las
juicios de la matemática son sintéticos pero a priori, pues muestran universalidad y
necesidad. Aquí habrá que hacer una nota importante sobre la importancia de
estos juicios para la filosofía de la ciencia que pretende hacer Kant. Recordemos
que la Critica de la razón pura es una respuesta gnoseológica al avance de las
ciencias empíricas y sobre todo a la física newtoniana. Lo que muestra esta
ciencia es que está constituida bajo este tipo de juicio, los juicios sintéticos a priori.
Responder positivamente a la pregunta ¿son posibles los juicios sintéticos a
priori? Es de vital importancia para la existencia de las ciencias empíricas. Pues
son estos juicios de los que están construidas dichas ciencias. Vemos como aquí
Kant esta cumpliendo el objetivo de elaborar una filosofía primera, que es una
filosofía que fundamente a la ciencia.
Ahora pasemos a explicar cómo los juicios sintéticos a priori son posibles. Para
empezar, al ser sintéticos tienen inevitablemente que ver con la experiencia, es
decir, amplían nuestro conocimiento del mundo al poner unidad (como se
explicará adelante) en una multiplicidad de intuiciones, pero la pregunta que surge
es cómo este tipo de juicios puede mostrar estricta necesidad y universalidad, si
aún el mismo Kant está de acuerdo con Hume de que la experiencia no puede dar
ninguna de esas dos condiciones. Estas condiciones (universalidad y necesidad)
las tiene que obtener de una condición a priori, y estas condiciones para Kant son
las formas puras del entendimiento. Es decir, la segunda parte de la mente
humana que permite obtener conocimiento del mundo. El ejemplo clásico para
mostrar esto es el que cita Kant:
“Every that happens has a cause. In the conception of something that happens, I
indeed think of an existence which a certain time antecedes, and from this I can
derive analytical judgments But the conception of a cause lies quite out of the
above conception, and indicates something entirely different from that which
happens, and is consequently not contained in that conception. How then am I able
46
to assert concerning the general conception ‘that which happens’ something
entirely different from that conception, and to recognize the conception of cause
although not contained in it, yet as belonging to it, and even necessarily? What is
here the unknown = X upon which the understanding rest when it belives it has
found, our of the conception A a foreign predicate B which it nevertheless
considers to be connected with it? It cannot be experience, because the principle
adduced annexes the two representations, cause and effect, to the representation
existence, not only with universality, which experience cannot give, (...) Upon such
synthetical, that is argumentative propositions depends the whole aim of our
speculative knowledge a priori”64.
Esta cita es un poco larga, pero me parece de suma importancia para entender
cómo el mismo Kant discute este tipo de juicios. Es decir, un juicio sintético, donde
el predicado no está contenido dentro de la concepción del sujeto, así es
argumentativo, y aún así tiene carácter de necesidad y estricta universalidad.
Vemos aquí que Kant ya se separa de los empiristas, especialmente de Hume,
pues Hume consideraba que la relación causa y efecto descansaba en la relación
psicológica de la costumbre de ver que cuando pasaba un acto A sucedía un algo
B. Para Kant es diferente. Esta relación para él es de estricta necesidad y
universalidad, y señala que es condición de posibilidad de la experiencia. Es una
forma pura del entendimiento que hace posible a los objetos ser pensados. Es así
como debemos pasar a analizar las formas puras del entendimiento, las
categorías a priori de la sensibilidad que son las que hacen posibles los juicios
sintéticos a priori, que son a su vez los que hacen posible las ciencias empíricas.
64Kant, Critique of pure reason, p.9 Aquí habrá que hacer una aclaración importante: este conocimiento a priori –que son las categorías– no existen como ideas innatas como ya se explicó. Somos capaces de reconocer que existen estas estructuras al momento que realizamos juicios, y estos son posibles porque hemos tenido primero impresiones a través de la capacidad de la sensibilidad y luego hemos sido capaces de pensar los objetos a través de estas categorías. Sin la ayuda de la experiencia nada sabríamos, y sin las condiciones de posibilidad de la experiencia nada sabríamos tampoco. Vemos así como el esfuerzo de Kant de unir las dos tradiciones la empirista y la idealista rinde sus frutos.
47
2.4 Las categorías a priori de la subjetividad 2.4.1 Consideraciones iniciales El conocimiento humano proviene principalmente de dos fuentes. La primera
fuente es aquella por la cual tenemos la facultad de recibir impresiones, por medio
de ésta los objetos se nos son dados cuando ellos afectan nuestros sentidos. Esta
intuición sensorial nos provee con la materia prima del conocimiento. La segunda
fuente es la capacidad de poder pensar las cosas. Al respecto dice Kant: “Neither
of these faculties has a preference over the other”65.
La receptividad de la mente provocada por las impresiones es llamada
sensibilidad. Y la facultad de producir representaciones es llamada entendimiento.
El conocimiento humano es imposible sin la cooperación de estas dos
capacidades humanas. Al respecto dice Kant : “Without the sensuous faculty no
object would be given to us, and without the understanding no object would be
thought”66.
2.4.2 Las categorías
Las condiciones de posibilidad de la sensibilidad son – como se expuso – los
elementos trascendentales tiempo y espacio y ellas tienen sus propias leyes.
Ahora lo que falta por exponer es la otra parte que hace posible el conocimiento: el
entendimiento y sus leyes, las cuales da Kant el nombre de lógica. Pero esta
lógica a la que se refiere Kant, no es la convencional, no es la lógica formal, es
una nueva ciencia es la lógica trascendental. Esta nueva ciencia estaría
encargada de los conceptos y principios a priori del entendimiento (es de las leyes
que permiten a los objetos ser pensados).
65 Kant, Critique of pure reason, p. 45 66 ibid., p. 45
48
Para Kant – como hemos visto – existen ciertas formas puras del entendimiento,
categorías a priori que permiten a los objetos ser pensados, por lo tanto existe la
posibilidad de un estudio sistemático de estos principios y en que están
sustentados.
Ahora la pregunta que hay que contestar es ¿Cómo hacer para descubrir estas
formas puras del entendimiento? Hay que ver primero a donde se aplican, pues a
la facultad de entendimiento, y la capacidad de hacer juicios es la misma que la
capacidad de pensar. Kant lo expresa de la siguiente manera: “(...) we can reduce
all acts of the understanding to judgments, so that understanding may be
represented as the faculty of judging”67.
¿Qué es un juicio? Es en una frase lo mismo que pensar, es unificar diferentes
representaciones para formar un sólo conocimiento por medio de los conceptos.
Para poder investigar sistemáticamente las formas puras del entendimiento Kant
revisa los diferentes tipos de juicios que existen, labor que según él ya había sido
llevada a cabo por lo lógica tradicional.
Ahora el siguiente paso es investigar por qué existen estos juicios y sólo estos. De
esta investigación es de donde se pueden obtener las categorías, pues cada
forma o categoría es lo que hace posible cada tipo de juicio, así que al investigar
que hace posible cada juicio se obtienen las categorías. Recapitulando, los juicios
son las manifestaciones del entendimiento, y al investigar los tipos de juicios que
existen encontraremos por qué son sólo ellos los que existen. En otras palabras
hacer un acto de juzgar implica sintetizar, y para poder sintetizar existen
únicamente algunas formas de hacerlo, esas formas son posibles por una
categoría, por lo tanto de cada tipo de juicio obtendremos una categoría.
A continuación desplegaré cada forma de juicio y a su lado la categoría que de él
se puede obtener:
67 Kant, Critique of pure reason, p. 55
49
Tabla de Categorías68
Tipos de Juicios Categorías I Cantidad I Cantidad Generales Unidad
Particulares Pluralidad
Singulares Totalidad
II Cualidad II Cualidad Afirmativos Realidad
Negativos Negación
Indefinidos Limitación
III Relación III Relación Categóricos Sustancia y Accidente
Hipotéticos Causalidad y dependencia
Disyuntivos Comunidad
IV Modalidad IV Modalidad Problemáticos Posibilidad – Imposibilidad
Asetóricos Existencia – No-existencia
Apodícticos Necesidad – Contingencia
Estas categorías son las que nos permiten pensar y a los objetos ser pensados,
la otra parte de nuestra mente que permite a los seres humanos tener
conocimiento del mundo.
2.5 De la deducción trascendental de las categorías Quizá lo más importante sobre las categorías sea la justificación de su aplicación
a la sintetización del fenómeno. Para poder explicar esto habrá primero que
68 Kant, Critique of pure reason, p. 62
50
aclarar a qué se refiere Kant con la deducción trascendental de las formas puras
del entendimiento; lo que se debe entender por esto es: mostrar que las
categorías son condición a priori de toda experiencia. Con otras palabras así,
como el tiempo y el espacio son condiciones de posibilidad de la sensibilidad,
mostrar que las categorías son condición de posibilidad del pensamiento (juicios,
sintetizar), es decir, condición de posibilidad para que los objetos sean pensados.
Un objeto de conocimiento es, – para Kant– aquello que en un concepto unifica la
variedad o multiplicidad de la intuición. De esta manera sin síntesis no habría
objetos de conocimiento. Vemos que la sensibilidad sería capaz de proveernos de
una serie desconectada de representaciones pero que esto no sería conocimiento.
La labor de conectar, de unificar la multiplicidad de la intuición es una labor del
entendimiento, pues la sensibilidad nunca puede darlo. Es la unificación un acto
espontáneo del poder de representación, que es muy diferente de la sensibilidad,
es un acto del entendimiento la capacidad de conectar la multiplicidad de la
sensibilidad, o de varios conceptos. A este acto del entendimiento Kant lo llama
síntesis.
Ahora pasemos al otro elemento importante tratado en estas líneas: la unidad.
Esta no es más que la representación sintética de la multiplicidad. ¿De qué habla
Kant aquí con respecto a la unidad? De la unidad que da el que exista un alguien
percibiendo y pensando algo, porque aunque los objetos sean pensados por
medio de las categorías sin esta unidad no podrían ser pensados, de esta forma
sin la unidad de la consciencia el proceso del entendimiento no sería posible. Esto
significa que la multiplicidad de la intuición o percepción es incapaz de ser
pensada y convertirse en un objeto de conocimiento si no es percibida y pensada
y por lo tanto unificada en un sujeto.
Vemos que la unidad en un sujeto de la percepción y el pensamiento es condición
de posibilidad de la experiencia. Aunque esto puede parecer obvio no lo es tanto,
pues para entonces muchos habían concentrado todo el tema del conocimiento y
51
de la experiencia empírica disolviendo al sujeto en una serie de eventos físicos o
describiéndolo como una serie de simples construcciones lógicas. Por lo tanto el
punto de Kant –en ese momento– fue de suma importancia.
Ahora queda por mostrar cómo esto se relaciona con la justificación de la
aplicación de las categorías. Esto es de la siguiente manera: no hay conocimiento
de los objetos ni del mundo sensible si la multiplicidad proveída por la intuición no
está conectada y/o unificada en un ser autoconsciente. Toda síntesis es producto
del entendimiento y es éste quien permite unificar la multiplicidad de las
representaciones. Así el entendimiento unifica (sintetiza) a través de las
categorías, por lo tanto no habría conocimiento si las categorías no fueran una
forma a priori, pues si no fueran una forma a priori no podría haber conocimiento.
Después de dilucidadas estas cuestiones en torno al entendimiento humano,
vemos que Kant pasa al problema del hombre y del actuar, es decir, pasa al
problema del actuar humano y éste esta guiado por la razón práctica encargada
de dictar las guías de todas las acciones. Para poder ver el sistema kantiano
como un todo debemos trasladarnos ahora a su reflexión en la Crítica de la razón
práctica. Podría parecer inútil para entender el fundamento científico de la ciencia,
pero como se mostrará adelante es de suma importancia conocer esta reflexión,
sobre todo ver el descubrimiento que hace Kant del fundamento para la
posibilidad de los juicios morales y veremos que dicho descubrimiento tiene
especial importancia para la ciencia económica actual.
2.6 Crítica de la razón práctica (filosofía moral) La reflexión kantiana en la Crítica de la razón práctica se centra en la cuestión
moral del hombre, que como vimos es la unidad sintetizadora que permite el
conocimiento. El hombre está sujeto a leyes diferentes de la física y del mundo
sensible en general, aunque es parte de ese mundo el hombre está sujeto a un
tipo de ley muy especial: la ley moral, que sólo tiene que ver con el hombre
52
mismo. Es sencillo mostrarlo: por ejemplo, sería ridículo que le dijéramos a un
perro debes decir siempre la verdad. Esta capacidad de generar este tipo de
juicios (y de seguirlos) es lo que Kant indaga ahora, quiere ir como siempre al
fundamento de este tipo de proposiciones, quiere indagar en la condición de
posibilidad de la elaboración de los juicios morales. Así vemos que la reflexión
kantiana en la Crítica de la razón práctica se centrará en la fuente y determinación
de las reglas de acción que seguimos los seres humanos en nuestro diario vivir.
La situación no es tan diferente a la que enfrentaba en la crítica anterior, es sólo
en diferente campo. Ahora se pregunta ¿cómo son posibles los juicios sintéticos a
priori en la moral? Como vemos es el mismo problema, sólo que en diferente
campo. Parece pertinente aclarar ahora cuál es la razón práctica y cuál su función.
La respuesta de la primera cuestión nos lleva a la segunda pregunta, donde
finalmente se dará respuesta. Sobre la primera podemos decir lo siguiente:
“Ultimately (there is) only one reason which has to be distinguish simply in its
application”69. Para definir cuál es la función de la razón práctica entonces
recordemos cuál es la función de la razón pura; en palabras de Kant : “el uso
teórico de la razón se ocupa de objetos de la mera facultad de conocer”70. La
función de la razón práctica (su aplicación) es entonces: “(...) ocúpase con
fundamentos de la determinación de la voluntad que es una facultad, o por lo
menos de determinarse a sí misma a la realización de esos objetos (sea o no
suficiente para ello la facultad física), es decir, de determinar su causalidad”71.
Lo que se busca en primera instancia es “si la razón pura por sí sola basta para la
determinación de la voluntad o si, sólo como empíricamente condicionada, puede
ser ella un fundamento de determinación de la voluntad”72. La cuestión está fijada,
la voluntad es el motor de toda acción, lo que está bajo indagación en esta
segunda crítica es si la razón por si sola (en su capacidad especulativa) o
69 Copleston, A history of philosophy Vol VI, p. 309 70 Immanuel Kant, Crítica de la razón práctica (México: Editorial Porrúa, S.A.. 1983), p. 101 71 Kant, Crítica de la razón práctica, p. 101 72 ibid.
53
empíricamente condicionada fundamenta la voluntad, es decir, dicta o no leyes
(juicios sintéticos a priori) para la acción humana.
Para iniciar esta exposición debemos empezar no por otra parte más que por la
voluntad, para ir mostrando paso a paso como Kant llega a su conclusión que nos
interesa en este trabajo.
2.6.1 La voluntad “Ni en el mundo, ni, en general tampoco fuera del mundo, es posible pensar nada
que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo una buena
voluntad”73. Así inicia Kant La fundamentación de la metafísica de las costumbres.
Pero, ¿qué significa esto? Nada nuevo, sólo hacer explícito una tautología ya
conocida. Pero empieza aquí a dejar ver algo que es importante en el sistema
kantiano, la independencia moral de los actos sobre las consecuencias. Kant lo
expresa de las siguiente manera: “La buena voluntad no es buena por lo que
efectúe o realice, no es buena por su adecuación para alcanzar algún fin que nos
hayamos propuesto; es buena sólo por el querer, es decir, es buena en sí
misma”74. Vemos así que la buena voluntad es buena en sí misma y no por las
buenas acciones que pueda producir. Ya sea felicidad, entendimiento, caridad o
lo que sea. Kant insiste en que es su simple condición, su virtud intrínseca de
querer el bien es lo que la hace buena. Pero para poder pasar de la tautología que
implica una buena voluntad debe dársele contenido al término buena, es decir,
que la hace buena, qué determina que la voluntad sea buena. Es aquí donde ya
debe entrar otro concepto sumamente importante en la filosofía moral de Kant, el
concepto del deber. Este concepto es el que determina la validez moral de las
acciones. De este mismo modo también determina la bondad de la voluntad. Así
una buena voluntad para Kant es aquella que desea de acuerdo al deber. Una
73 Immanuel Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres (México: Editorial Porrúa, S.A., 1983), p. 21 74 ibid.
54
voluntad que no desea de acuerdo al deber no será buena. Habrá que aclarar más
con respecto al deber.
2.6.2 El deber El deber es aquello que debemos cumplir de acuerdo a nuestra conciencia. El
deber generalmente no es atractivo, pero debemos llevarlo a cabo. Kant reconoce
dos tipos de acciones: las primeras, aquellas que son llevadas a cabo de acuerdo
al deber por alguna inclinación personal. Las segundas son aquellas que se llevan
a cabo por amor al deber, o por el deber mismo, aun a pesar de que nos
desagraden o que estén en contra de la inclinación espontánea. Estos actos
últimos son los que para Kant tienen valor moral, porque es propiamente humano
reconocer el deber y cumplirlo, esto es algo que no lo tiene ningún otro ser en la
existencia más que el ser humano75. Además dejarse llevar por un impulso, o
cometer un acto espontáneo no puede tener valor o mérito moral, aunque pueda
producir cosas buenas. Podríamos decir que no es un hombre virtuoso aquel que
simplemente se deja llevar por sus inclinaciones. De esta manera aquel acto que
está hecho por el deber mismo sí tiene valor moral para Kant. Pero el deber no
puede ser arbitrario, debe ser algo que efectivamente tenga necesidad de ser y no
algo que cualquiera quiera imponer por sus intereses como deber para los demás.
Veamos como lo define Kant: “El deber es la necesidad de una acción por respeto
a la ley”76. Vemos aquí que Kant introduce un nuevo concepto, la ley. Habrá que
determinar entonces qué es la ley, de dónde viene y por qué debemos acatarla.
2.6.3 El deber y la ley Recapitulando: para que una acción tenga valor moral debemos actuar por amor al
deber, y actuar por amor al deber implica acatar la ley. Entonces ¿a qué se refiere
75 Esto podría decirse que es una conciencia a priori del deber que los humanos poseemos, más adelante se verá su relación con la razón, pues la razón es la que tiene que determinar la voluntad, y ésta es la que tiene que ir de acuerdo con el deber para ser buena, pero hay una implicación más profunda: el deber va de acuerdo a la ley, y la ley la dicta la razón. 76 Kant, Fundamentación a la metafísica de las costumbres, p. 25
55
Kant con ley? Kant entiende por ley lo mismo que se entiende por una ley en la
física. Características esenciales de las leyes son la universalidad estricta, es
decir, que no admite excepción. Pero el ser humano no es una simple cuestión
física que está sujeto inevitablemente a leyes de esta naturaleza. El ser humano
es capaz, solamente él, de actuar bajo la idea de la ley, es, digámoslo de esta
manera, lo que lo hace verdaderamente humano. Así ya hemos dado respuesta a
dos de las interrogantes planteadas. Pero falta una primordial y esencial: ¿de
dónde viene la ley? Para responder esto debemos trabajar un poco más en las
consecuencias y por menores del deber y la acción del hombre.
Vemos entonces que la buena voluntad, el único bien sin restricción, se manifiesta
cuando actuamos por amor al deber o por el deber mismo, y el deber implica que
actuamos de acuerdo a la ley, que es universal. Esto deja a las personas sin una
guía concreta de acción. La pregunta es ¿cómo se concretiza actuar por el amor al
deber en la vida moral? Para contestar esta pregunta debemos primero hacer una
distinción entre lo que Kant llama máxima y lo que llama principio.
Un principio es la ley moral objetiva que se fundamenta en la razón práctica y es
la forma en que los seres humanos actuaríamos si fuéramos puros agentes
racionales. Una máxima es “cuando la condición (de acción) es considerada por el
sujeto valedera sólo para su voluntad”77. El principio es una condición para todas
las voluntades. Las máximas son las guías de acción bajo las cuales de hecho se
comporta un individuo. Vemos entonces que hay que hacer una distinción entre
máximas pues existen dos tipos. Las primeras son máximas empíricas o
materiales, las cuales son referidas para alcanzar un fin78; las segundas son
llamadas a priori o formales, éstas no tienen ningún objeto de deseo más que
obedecer la ley en sí misma, es decir un principio. Desde luego que la acción que
tendría valor moral es aquella que esta guiada por una máxima del segundo tipo.
77Kant, Critica de la razón práctica, p. 103 78 Estas no pueden ser universales, son solo hipotéticas.
56
La respuesta a la pregunta de la concretización del actuar por el amor al deber se
contesta de la siguiente forma: todos actuamos de acuerdo a máximas empíricas o
subjetivas, pero debemos constatar si estas puede obtener el carácter de
universalidad, es decir, de ser una ley. La regla para descubrir si esta máxima es
ver si la máxima al universalizares no se autodestruye. Así debemos actuar de
acuerdo a una máxima que pueda convertirse en una máxima universal, es decir
en una ley. Esto lleva a Kant a lo que él llama la ley fundamental de la razón pura
práctica: el imperativo categórico.
2.6.4 Imperativo categórico Antes de entrar a discutir el punto fundamental de la indagación kantiana sobre la
moral, parece oportuno aclarar qué significa en el lenguaje técnico kantiano la
palabra imperativo. El imperativo es para Kant lo siguiente: “una regla que es
designada por un deber ser que expresa la compulsión objetiva de la acción y
significa que si la acción determinase la voluntad totalmente, la acción ocurriría
indefectiblemente según esa regla”79. Podemos ver aquí ya la relación que existe
entre la razón y el deber, la razón es la que dicta la ley (a través de un imperativo)
el ser humano debe apegarse a dicha ley por el deber mismo. Kant expresa la
relación razón–deber de la siguiente manera: “ (...) el destino verdadero de la
razón tiene que ser el de producir una voluntad buena, no en tal o cual respecto,
como medio, sino buena en sí misma (...)”80. La voluntad es buena cuando desea
de acuerdo al deber y el deber es determinado por la ley. Así vemos que la razón
a través de mostrar el deber es la encargada de generar una buena voluntad, el
único bien sin restricción. Habrá que destacar que la voluntad tiene la posibilidad
de ser buena o mala, lo cual indica ausencia de condicionamiento, y abre las
puertas a la libertad. El tema de la libertad será discutido en el próximo apartado.
Aclaradas estas cuestiones importantes pasemos al imperativo categórico el cual
dice así: “Obra de tal modo, que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre, al
79 Kant, Critica de la razón práctica, p. 103 El énfasis es mío. 80 Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, p. 23
57
mismo tiempo, como principio de una legislación universal.”81 La consecuencia
inmediata es la siguiente: “La razón pura es por sí sola práctica y da (al hombre)
una ley universal que nosotros denominamos ley moral”82. Este es el corazón de la
teoría moral de Kant. De aquí nacen todas las implicaciones importantes sobre su
teoría moral. Primero, la razón pura también es práctica y por lo tanto es
legisladora en cuanto las acciones morales. Segundo, la autonomía de la voluntad
deriva de la capacidad autolegisladora de la razón, es decir de la primera
implicación. Tercero, dado que el juicio implica estricta universalidad (ley) no
puede provenir de ningún elemento empírico, por lo tanto implica una concepción
a priori en algún momento de su formación, por lo tanto hay que descubrir ese
elemento, es decir, la condición de posibilidad de la elaboración de este tipo de
juicios en el mundo de la moral. Esta última cuestión abarca quizá toda la
cuestión, pues el determinar la condición de posibilidad del imperativo categórico
abarca la posibilidad de la existencia de sus consecuencias. Por último, antes de
pasar a la cuestión del fundamento, es que con este juicio , esta regla de acción, si
se logra entender bien y aplicar, es por sí sola – según Kant– suficiente como guía
práctica de acción en la cualquier particularidad que se puede enfrentar en la vida
práctica, y es de esta forma que la razón pura se convierte en práctica, pues guía
las acciones particulares del ser humano a través de la ley moral.
2.6.5 Condición de posibilidad de los juicios sintéticos a priori en la moral Para Kant el imperativo categórico aplica a todo ser racional, dicta cómo estos
seres racionales deben comportarse. Todo ser racional debe actuar de acuerdo a
una máxima (una cuestión subjetiva) que pueda convertirse en una máxima
universal, por lo tanto en una ley moral, al no encontrar contradicción. La pregunta
surge inevitablemente: ¿qué tipo de juicio es entonces un imperativo categórico?,
Para Kant es un juicio sintético a priori. Lo explica de esta manera: el concepto de
la obligación (del deber) no puede ser obtenido no puede ser deducido
81 Kant, Critica de la razón práctica, p.112 82 ibid., p.113
58
simplemente del concepto de una voluntad racional, por lo tanto sintético: por
otra parte el predicado debe estar conectado necesariamente con el sujeto, por lo
tanto es a priori. Se trata de una proposición práctica sintética a priori, porque
obliga al sujeto a actuar de cierta manera. ¿Por qué práctica? Porque no es,
como se vio en la primera crítica, algo que incremente nuestro conocimiento
teorético del mundo, sino que éste está dirigido directamente hacia la acción,
hacia el desempeño de una acción que es buena en sí misma. Finalmente,
¿cómo es posible una proposición de este tipo? Kant se está preguntando aquí
específicamente –según Copleston– cuál es el tercer término de la proposición
que la hace posible. Ese elemento que conecta necesariamente al sujeto con el
predicado es lo qué Kant está buscando. Este tercer elemento debe darle carácter
de necesidad a la proposición para obligar el acto, por lo tanto este elemento no
puede estar contenido en el mundo sensible. Si así fuera la autonomía de la
voluntad no sería posible, tendríamos una moral heterónoma, la cual vendría de
ese mundo exterior, y como se mostró la razón pura es autolegisladora y en ese
momento práctica por lo tanto la moral es autónoma. ¿Dónde entonces se
encuentra ese tercer elemento? Kant lo encuentra en la idea83 de la libertad. La
libertad no puede ser probada, pues es parte del mundo del noúmeno, el mundo
sensible a diferencia del primero aporta condicionamiento a las leyes de la física.
Y el imperativo categórico presupone libertad: “Así, pues, la ley moral, de la que
nosotros tenemos conciencia inmediatamente (tan pronto como formulamos
máximas de voluntad), es la que se nos ofrece primeramente, y ya que la razón
la representa como un fundamento de determinación que ninguna condición
sensible puede sobrepujar, más aún, enteramente independiente de esas
condiciones, conduce precisamente al concepto de libertad”84.
Expliquemos un poco más esto. ¿Cómo la libertad se convierte en ese elemento
que hace posible pensar los imperativos? No se puede actuar moralmente, por el
deber mismo, excepto bajo la idea de la libertad. Una obligación (no
83 Es importante resaltar la palabra idea, pues esto indica ya que es parte del mundo del noúmeno. 84 Kant, Crítica de la razón práctica, p. 111
59
condicionada) es decir, un deber implica obedecer o desobedecer, y esto sólo
puede ser pensado bajo la idea de la libertad. Vemos así que la libertad es
condición necesaria de la moralidad, es una idea regulativa para ponerlo en
lenguaje kantiano de la vida práctica; sin ella no podemos tener ley moral.
Vemos entonces que la idea de la libertad tiene una necesidad práctica para la
vida de los seres humanos. La Crítica de la razón pura ya ha mostrado que esta
idea no implica contradicción. Además vemos que el hombre puede considerarse
sujeto así mismo de dos mundos. Él puede (y de hecho así es) considerarse
perteneciente al mundo sensible, es sujeto de las leyes naturales (físicas) y aquí
si hay heteronomía. Y debe considerarse así mismo sujeto de las leyes, en las
cuales la razón es la fuente total por si sola. Para ilustrarlo una cita de Copleston:
“And thus categorical imperatives are possible because the idea of freedom makes
me a member of an intelligible world, in consequence of which, supposing that I
were nothing else, all my actions would always conform to the autonomy of the will;
but as I at the same time intuit myself as a member of the world of sense, my
actions ought so to conform. And this categorical ought implies a synthetic a priori
proposition”85.
Vemos entonces cómo el mundo moral tiene su fundamente en el mundo
inteligible, o en el noúmeno, y por lo tanto es un conocimiento de algo en sí
mismo, y no para sí como lo es el mundo sensible. La ley moral por lo tanto tiene
un fundamente trascendental, inteligible a diferencia del mundo sensible, y es por
lo tanto este conocimiento trascendental el que debe prevalecer sobre el primero
en las cuestiones que impliquen una actuar humano. Vemos entonces que la
moral por estar fundada en la libertad (noúmeno) es de conocimiento
trascendental que obliga entonces a que esta tenga supremacía sobre la política,
la economía o cualquier dimensión que implique un actuar humano.
85 Copleston, A history of philosophy Vol VI, p. 335
60
2.7 Conclusiones generales sobre la filosofía crítica de Kant
Es el momento de recapitular y hacer unas observaciones importantes sobre el
sistema kantiano en general y así empezar a deducir sus implicaciones en el
mundo de la ciencia, en la moral y en la política.
2.7.1 El objetivo de Kant
El objetivo inicial de Kant no era otro que el de indagar si la metafísica era posible
como ciencia, o únicamente como una disposición natural, es decir, investigar en
la propia capacidad de conocer del hombre para habilitar o deshabilitar a la
metafísica de una vez por todas. Esto era de suma importancia pues, como se
expuso en el capítulo anterior, ésta era la encargada de tratar los problemas del
ser y la verdad sin haber logrado generar certeza dentro de su campo. Al no haber
logrado resolver los problemas que se había adjudicado, entre ellos la verdad
sobre el conocimiento, estaba fallando con un papel de suma importancia que ya
se reconocia desde Aristóteles: el cual era el de ser una filosofía primera que
fundamentará a la ciencia. Para esa época urgían respuestas gnoseológicas para
el avance de la física, pues se había establecido como ciencia y estaba generando
un tipo de conocimiento nuevo que no tenía fundamento gnoseológico. Pero la
metafísica no había logrado ni establecerse como ciencia ni dar respuestas a ese
avance de la ciencia. ¿Sería posible lograrlo? Esta es la indagación con la que
inicia Kant. El otro gran problema de la metafísica era el tono dogmático, o el tono
escéptico que venía utilizando, pues impedía dar las respuestas que se estaban
buscando a sucesos nuevos que se estaban generando en las ciencias empíricas
como la física. Recordemos rápidamente el contenido de la metafísica: este
contenido estaba conformado por unos presuntos saberes de todo objeto en
cuanto es, es decir pretendía ser una ontología. En el lado racionalista (idealista)
se había convertido en una cuestión demostrativa a partir de esos principios.
(Recordemos en el primer capítulo la exposición de Leibniz y Wolff). Pero Kant
veía esto con desconfianza, pues como vimos, Kant ve una separación entre el
61
mundo sensible y el mundo inteligible. La metafísica (Dios, alma inmortal, libertad)
en todo caso pertenece al mundo inteligible, por lo tanto la metafísica no podía
ser sólo una deducción lógica. Esto porque era una deducción lógica apartir de
unos principios especulados, por lo tanto no podía tener carácter de ciencia pues
no tenía ni la corrección ni la guía de la experiencia. En conclusión por ese lado la
metafísica se había convertido en un especulación total del ser de las cosas86.
El empirismo daba una explicación diferente. Para los empiristas no existía ese
primer juicio evidente, sino que buscaban aquello de lo que los juicios estaba
formado, es decir sus partes fundamentales. Así la filosofía no es demostración
sino búsqueda del origen. Sustituyen la búsqueda del principio racionalista con la
búsqueda de los orígenes de las ideas, que ellos reducen a las sensaciones.
Vemos entonces que el racionalismo daba un carácter dogmático a las cuestiones
metafísicas y el empirismo un carácter escéptico. Ninguno de los dos enseñaba
nada. De esta manera Kant llega a ver la necesidad de reformar la filosofía como
primera necesidad. Habrá que buscar por lo tanto ese primer principio, pero ese
primer principio no significa origen como en el empirismo, ni evidencia lógica para
el racionalismo, debe ser por lo tanto la búsqueda de un fundamento, pero no un
fundamento lógico evidente, pues éste queda en crisis después de la crítica
empirista, sino un fundamento del conocimiento teorético y del especulativo. Por lo
tanto habrá que empezar con una crítica, una crítica a la razón pura.
2.7.2 Kant y las ciencias empíricas
Para lograr cumplir con esto que se proponía, Kant necesitaba empezar por saber
si nuestra propia razón era capaz de abarcar lo que se le pedía. Es decir, hay que
iniciar – lo que Kant llama el método crítico – desde un conocimiento desde
nuestra propia capacidad cognoscitiva. Lo inicia preguntándose de dónde
proviene nuestro conocimiento: la repuesta, de la experiencia. Aquí me parece
86 La indagación en el campo racionalista continental (idealista) era sobre los primeros principios del ser y del entendimiento, para ellos ese principio significa: un primer juicio evidente por sí mismo.
62
necesario aclarar que entiende Kant por conocimiento: “conocer es subsumir un
objeto dado, bajo un concepto del entendimiento”87. Esto es, de la multiplicidad de
lo sensible unificarlo bajo un concepto, hacer entendible esa multiplicidad, unificar
bajo un concepto la multiplicidad de la sensibilidad.
Volvamos ahora al origen del conocimiento. Había dicho Kant que todo el
conocimiento proviene de la experiencia, pero reconoce que no todo el
conocimiento - que a pesar de ser revelado al momento de la experiencia - se
deriva a partir de ella. Es decir, existe cierto conocimiento que es por lo tanto a
priori. La pregunta ¿qué función cumple ese conocimiento a priori? Inicia diciendo
que para que podamos intuir algo es necesario que tengamos estas formas. Así
nos sirven para que la experiencia sea posible. En otras palabras, Kant realiza un
descubrimiento trascendental, las condiciones de posibilidad de la experiencia.
Los elementos trascendentales que permiten que intuyamos los objetos son el
tiempo y el espacio. A estos los llama Kant las formas puras de la sensibilidad,
que nos permiten ser afectados por los objetos, sin estos elementos que nos
hacen posible intuir las cosas estaríamos aislados del mundo que llamamos
sensible. Pero esta investigación no termina allí, veía Kant que las ciencias
estaban formadas de juicios, y que los seres humanos de hecho elaborábamos
juicios analíticos, sintéticos y (las ciencias empíricas) sintéticos a priori. Lo que
había que indagar era la posibilidad de elaboración de juicios sintéticos a priori,
pues si realmente son posibles habrá ciencia empírica, y si no, no habrá ciencia
empírica y todo lo dicho por la física sería una cuestión propiamente empírica sin
condición de ley y por lo tanto sin condición de ciencia. La primera respuesta es
que estos juicios sí son posibles pues de hecho la ciencia los veía realizando,
ahora la pregunta era cómo son posibles. Y es aquí el segundo descubrimiento
trascendental de Kant, las categorías puras del entendimiento. Si las formas
puras de la sensibilidad nos permitían intuir los objetos, éstas permiten a los
objetos ser pensados. El ejemplo más ilustrativo es la categoría de la causalidad
que permite percibir los sucesos como causa y efecto. Se perciben dos hechos
87 Xavier Zubiri, Cinco lecciones de filosofía (Madrid: Alianza Editorial, 1980), p. 86
63
sucesivos y diferentes (gracias al espacio y el tiempo), luego gracias a la categoría
de la causalidad pensamos a un hecho como causa del otro. En otras palabras,
sin estas categorías tendríamos una cantidad de impresiones sensibles
desconectadas pero sin juicios, que es igual que el pensar. De esta manera Kant
llega a tres conclusiones importantes. La primera, los juicios sintéticos a priori son
posibles, son explicativos gracias a la experiencia, y son necesarios y universales
gracias a las categorías que son a priori. Segunda, (está quizá no buscada) es
que el mundo exterior en sí no lo conocemos ni lo conoceremos nunca,
únicamente conocemos una representación de él atraves de las formas puras que
poseemos los seres humanos. Kant divide al mundo en dos, el fenómeno, las
cosas para sí, las representaciones que conocemos, y el noúmeno, las cosas en sí
mismas, que no conocemos y que sólo pueden ser pensadas. La tercera, pero no
por eso menos importante, es que el ser humano es la unidad sintetizadora de
todas las impresiones y sin un sujeto ningún conocimiento podría ser elaborado.
Es decir, el yo pienso debe acompañar cualquier conocimiento. Por lo tanto la
investigación debe trasladarse a ese sujeto que elabora en su consciencia estos
juicios. Esta resuelta la primera parte del problema en cuanto al conocimiento
científico, pero el problema del conocimiento especulativo, (las creencias) aún no
está resuelto. Kant ve entonces que “la consciencia del hombre no es sólo
consciencia cognoscitiva, es también consciencia moral”88. Aquí Kant hace otro
descubrimiento: esta conciencia del sujeto es capaz de elaborar mandatos
prácticos que seguimos y lo que hay que indagar ahora es sobre sus funciones y
es aquí donde se entra al campo de la razón práctica.
2.7.3 Kant y la moral
Ahora es el turno de la razón práctica de estar en el banquillo de los acusados.
Kant observa que sólo existe una razón pero que podemos diferenciar sus
funciones. La primera, la pura, está destinada al conocimiento teorético, el de los
objetos, el mundo sensible. La función de la razón práctica es diferente, está
88 Xavier, op. cit., p. 95
64
encargada del mundo de las acciones, es decir, de las decisiones morales y por lo
tanto la indagación debe empezar por lo que mueve el actuar: la voluntad. La
pregunta que se realiza en esta indagación es si la razón puede ser por sí sola
determinar la voluntad, o si por el contrario está condicionada por la experiencia.
La respuesta, la voluntad humana se mueve por muchos motivos, pero la razón es
capaz de determinar el debe ser a través de un imperativo categórico. Este
imperativo categórico es el encargado de dictar la ley moral que “debemos
obedecer”. Este imperativo categórico no tiene condicionamiento en la
experiencia, para mostrar esto utilicemos por ejemplo el juicio moral “debes decir
siempre la verdad”. La validez de este juicio es independiente de si en el actuar de
hecho decimos o no la verdad, en otras palabras es independiente de la
experiencia, por lo tanto su condición debe tener algún elemento a priori que le dé
esa independencia de la experiencia. Para ponerlo en la misma terminología que
la crítica anterior, lo que se está buscando es el elemento trascendental que hace
posible los juicios sintéticos prácticos a priori en la moral. Sintéticos porque nos
dice como actuar en el mundo, y vemos que en el sujeto mismo, en el concepto de
hombre no encontramos por pura deducción la conexión necesaria que obligue al
hombre a realizar dicha acción que se describe en el predicado, por lo tanto
debemos buscar ese elemento que une necesaria y universalmente al sujeto (el
hombre) con el predicado (el imperativo). La búsqueda no tarda mucho en efectuar
el más grande descubrimiento en cualquier cuestión que al hombre se refiera, el
descubrimiento es: la libertad. Ese es el elemento que permite al hombre elaborar
los juicios sintéticos a priori en la moral. La capacidad de obedecer o no obedecer
es lo que permite al hombre elaborar imperativos universales (pues los deriva de
la razón) que indican lo que debe ser. A estos conceptos no les corresponde
ninguna intuición ni objeto del mundo sensible, por lo que no es propio del
fenómeno, sino de la capacidad de la razón pura de utilizar sus condiciones para
determinar la voluntad con independencia de la experiencia. Por lo tanto el mundo
de la moral es parte del mundo de la libertad, y la libertad pertenece al mundo del
noúmeno, y ese mundo es libre precisamente porque esta al margen de la
necesidad de que las cosas sean de una sola forma, esa forma que dictan las
65
leyes físicas. En otras palabras la libertad se encuentra como ausencia de
necesidad de que las cosas sean de una forma. La acción de los individuos no se
encuentra determinada de esa manera, se tiene la posibilidad de hacer o no hacer
las cosas aunque sepamos inteligiblemente lo que debemos hacer. Es aquí
precisamente donde se encuentra la diferencia: el mundo de los objetos, el mundo
sensible está determinado por ciertas leyes que rigen su comportamiento. A
diferencia de esto, el ser humano es capaz de decir lo que debe hacer
precisamente porque no tiene que ser así. Es así como la libertad es la condición
de posibilidad de la elaboración de los juicios sintéticos a priori en el mundo moral.
Pero recordemos lo que Kant entendía por conocimiento. El conocimiento era la
unificación de la multiplicidad de la sensación bajo un concepto, así que de la
libertad no hay propiamente conocimiento, ni tampoco del imperativo categórico:
son como él mismo lo llama creencias o ideas regulativas. Pero estas creencias no
son puro sentimentalismo como lo creían los empiristas presididos por Hume, más
bien son ideas regulativas de la vida. Es cierto que no podemos demostrar cómo
se hace con las ciencias empíricas la causalidad del imperativo categórico pero la
existencia misma del imperativo demuestra de manera distinta la existencia de la
libertad. Sobre la libertad se dice “no es una ampliación del conocimiento teorético
en el sentido de ciencia; nunca comprenderemos el cómo, el mecanismo de la
causalidad libre; pero sabemos, inteligimos demostrativamente que soy libre”89.
Vemos aquí ya muy claramente que las ciencias que integran de alguna manera la
dimensión humana en su contenido no pueden jamás ser tratadas como las
ciencias de la naturaleza pues pertenecen a un dominio diferente. Pertenecen al
mundo de la libertad, a ese conocimiento trascendente del noúmeno que no
podemos explicar pero que hacemos inteligible. Así Kant desde ese entonces
reconoce que los estudios que involucran la experiencia humana en cuanto tal no
pueden ser tratados como los fenómenos de las ciencias naturales, por el simple
hecho de que la acción humana puede o no puede ser, es libre. Vemos entonces
que las creencias no son simplemente eso, sino son algo más. Pues que no sean
demostradas con evidencia como lo creían tanto empiristas y racionalistas no
89 Xavier, op. cit., p.99
66
quiere decir que no exista. La mejor prueba de esto es que esa disposición natural
de la razón pura de hacer metafísica termina elaborando postulados prácticos que
tienen realidad y vigencia porque guían la acción del hombre. Estos son parte del
noúmeno (porque no corresponde intuición al concepto) por eso no se pueden
demostrar, pero si se pueden hacer inteligible y toman vigencia y realidad práctica.
Vemos entonces que Kant ha terminado su labor con respecto a la metafísica aquí
mismo. La metafísica como ciencia del ser no es posible. De ser una pretenciosa
ontología debe pasar a ser, para ser ciencia, “una ciencia de los principio
supremos de la razón considerada como principio de la inteligibilidad de las cosas
para mí”90. Estos principio son necesarios para los dos usos de la razón: el
teorético y el práctico. El primero está determinado por la intuición y el segundo
por el imperativo categórico. El primero determina la posibilidad de la experiencia
sensible, el segundo permite el entendimiento de lo trascendente dentro del
noúmeno. El primero nos da conocimiento verdadero demostrado del mundo
sensible, del mundo para mí. El segundo no nos da conocimiento demostrado pero
intelectivamente verdadero, trascendente, que es supremo porque es en sí, y no
para mí por ser parte del noúmeno, por lo tanto éste tiene primacía sobre el otro,
pues permitirá al hombre vivir. Así Kant deja el camino hecho sobre la diferencia
entre las ciencias empíricas propias de la naturaleza y los estudios humanos:
deben ser distintos porque su fundamento es distintos. Las ciencias empíricas
propias del mundo sensible pueden ser explicativas y causales, las ciencias
donde se involucra la dimensión de la vivencia de la experiencia humana como tal
deben ser entendibles, por decirlo como Kant, inteligibles.
2.7.4 Kant y la política Así como Kant pasa de la Critica a la razón pura a la Critica de la razón práctica
con el problema irresuelto de la libertad, pasa de la moral a la política con el tema
90 Xavier, op. cit., p.110
67
irresuelto de la razón como fundamento de determinación de la voluntad y del
convivir político.
Es importante hacer mención ahora a la política porque es aquí donde el mismo
Kant permite ver la aplicación de su propio postulado. La ley moral es primera y
debe guiar el actuar del hombre en todos los campos, la política no puede ser la
excepción. La moral guía las normas de acción de las personas, y recordemos que
las ciencias que implican dimensión humana pertenecen al campo del noúmeno y
por lo tanto deben ser tratadas de manera distinta que las de la naturaleza, por lo
tanto la política es o debe ser la adecuación del imperativo categórico a esta
disciplina. En otras palabras no puede ser tomado como fundamento de la política
otra cosa que la ley moral, pues está basada en un conocimiento trascendente,
en el noúmeno, por lo tanto la política no puede basarse en encontrar un
mecanismo de causalidades. Así la política se convierte en una hija de la ley
moral y se convierte en una ciencia del debe ser.
En ninguna de las críticas Kant dedica un espacio especial dedicado a la política
sólo en la Crítica del juicio se encuentra algo sobre la política, pero ese algo no
pasa de un par de párrafos. Kant escribe la Carta a la paz perpetua, donde hace
referencia a la política de manera explícita. Aquí el problema a tratar pasa por si
es posible una paz perpetua y, si es posible, cómo se pude llegar a dicha paz. La
época en la que Kant vivió lo hizo ser testigo de las dos quizá más importantes
revoluciones de la historia, la Revolución Americana y la Revolución Francesa.
Ambas en el sentido de lo que él entendía necesario para llegar a una paz
perpetua como veremos más adelante.
2.7.5 La posibilidad de una paz perpetua Se iniciará esta exposición haciendo referencia a lo que Kant considera el estado
natural en el cual los hombres se encuentran. Para él este estado natural no
68
corresponde a la paz; más bien el estado natural de los hombres es la guerra.
“Por lo tanto la paz es algo que debe ser instaurado”91. El simple hecho –dice
Kant- de abstenerce de entrar en hostilidades no es garantía suficiente para la
paz. La única forma de dar seguridad de no iniciar hostilidades es en el estado
civil, bajo la forma de un gobierno. Recordemos que los mandatos de la razón son
universales, por lo tanto estos mandatos pueden ser y de hecho son imperativos
que indican lo que deben ser. El realizar un imperativo implica la posibilidad de
cumplirlo. Aún cuando los imperativos de la política sean hipotéticos, es decir
condicionales y no categóricos, implican la posibilidad de ser realizados, por lo
tanto es posible una paz perpetua. Si la conciencia moral del hombre es
escuchada y es llevada acabo la paz perpetua puede llegar. Ahora la pregunta es
¿cómo lograr una paz perpetua? En la sección primera de la paz perpetua se citan
seis artículos preliminares como condiciones para establecer una paz perpetua.
Los seis incluyen la palabra deben que hacen ver que la cuestión política es
derivada de la ley moral. Estos artículos preliminares son dedicados a acciones
concretas que los estados deben seguir si desean no crear condiciones futuras
para una guerra. Para los propósitos de esta investigación únicamente se
presentaran los puntos relevantes hacia la organización política que puedan tener
alguna consecuencia para la organización económica. Estos son los tres artículos
definitivos sobre la paz perpetua que son la parte central de la obra.
2.7.6 Artículos definitivos
El primer artículo definitivo sobre la paz perpetua se refiere a la forma de gobierno
que debe de adoptares para poder instaurar la paz. Este tipo de gobierno según
Kant es la republicana. Lo dice de la siguiente manera: “La constitución política
debe ser en todo Estado, republicana”92. Kant define muy bien qué entiende por
constitución republicana: “La constitución cuyo fundamento sean los tres
siguientes: 1. Principio de la libertad de los miembros de una sociedad –como
91 Immanuel Kant, Carta a la paz perpetua (México: Editorial Porrúa, S.A., 1983), p. 221 92 Kant, Carta a la paz perpetua, p. 221
69
hombres–; 2. Principio de la dependencia en que todos se hallan de una única
legislación común –como súbditos– 3. Principio de la igualdad de todos –como
ciudadanos–, es la única constitución que nace de la idea del contrato originario,
sobre el cual ha de fundarse toda la legislación de un pueblo. Semejante
constitución es republicana”93.
Según Kant ésta es la constitución que debe usarse para llegar al anhelado fin de
la paz perpetua. Esto por varias razones, primero porque para declarar la guerra
debe haber consentimiento de ciudadanos y ya que ellos mismos son los que
harán la guerra y no el gobernante, se asegurarán que no sea un mero antojo del
gobernante. Segundo, es la única forma de gobierno que asegura la ausencia del
despotismo, por ser representativo, es la forma republicana, pues el poder está
dividido entre ejecutivo y legislativo, son unos los que legislan y otros los que
ejecutan. Es, además, la única forma de gobierno representativo que no es
despótica, pues no es el mismo ejecutor de las leyes quien legisla.
El segundo artículo definitivo dice: “El derecho de gentes debe fundarse en una
federación de Estados libres”94. Este artículo es de suma importancia pues
permite ver cómo Kant consideraba que los estados al estar sin una ley externa
son como individuos en estado de naturaleza, por lo tanto es necesario que se
genere una sociedad de naciones para asegurar los derechos de los estados entre
los estados. Kant lo expresa así: ”Todo Estado puede y debe afirmar su propia
seguridad, requiriendo a los demás para que entren a formar con él una especie
de constitución, semejante a la constitución política, que garantice el derecho de
cada uno”95. Kant ve aquí la necesidad de una federación de naciones que vele
por los derechos de cada país y deberá ser una sociedad y no un estado porque
93 Kant, Carta a la paz perpetua, p. 221 94 ibid., p. 224 95 ibid.
70
los estados no pueden ser subordinados de otros96. En todo caso es una
asociación que les permite declarar y vigilar por los derechos de cada país.
Parece ser que de cierta manera el mundo camina hacia algo parecido. Desde la
idea de la Liga de las naciones del presidente norteamericano Willson, hasta hoy
en día con las Naciones Unidas podemos ver que los países han tratado de
organizarse para vigilar los derechos de cada país y evitar agresiones como las de
los nazis y poder salvaguardar el ideal de la paz. Recordemos de lo que se habló
en el primer capítulo sobre el camino político que el mundo seguía. Como vemos,
el mundo sigue al menos en esta faceta lo que Kant entendía como ideal, de una
manera inconsciente porque no se sigue la doctrina, pero de alguna manera estas
ideas han permanecido hasta hoy y siguen teniendo influencia.
El tercer artículo definitivo sobre la paz perpetua es de suma importancia para la
ciencia económica. Dice así: “El derecho de ciudadanía mundial debe limitarse a
las condiciones de una universal hospitalidad”97. El artículo parece muy simple y
sin consecuencias muy grandes, pero hay que analizar lo que Kant esta diciendo
en el fondo. Primero se refiere al derecho de ciudadanía mundial. Kant se refiere
aquí al derecho que tenemos de vivir en cualquier parte del mundo porque somos
una raza humana que compartimos la faz de la tierra y que vivamos en algún lugar
del mundo no pasa de ser una casualidad. En otras palabras lo que está diciendo
aquí Kant es que debemos vivir bajo mandatos racionales y estos nos dictan que
no debemos hostilizar a los extranjeros, eso si, siempre y cuando no nos traigan la
desgracia. Pero entiende Kant desgracia aquí como algo que vienen a realizar
deliberadamente en contra de las personas propias del lugar. Recordemos que los
imperativos en este caso son hipotéticos, es decir para lograr un fin. El fin de éste
artículo definitivo puede ser considerado como un fin para promover el comercio
entre las naciones y los individuos con el fin de ir eliminando las diferencias y crear
una raza humana cosmopolita, pues somos seres que vivimos bajo los mandatos
96 Kant hace referencia a la importancia de no interferencia de un estado en la política interna de otro, pues recordemos que si un estado está basado en una constitución republicana éste está basado en la voluntad general a través de una constitución. La voluntad recordemos no puede estar determinada heteronomamente, sino de manera autónoma, lo mismo pasa en el caso de la política. 97 Kant Carta a la paz perpetua, p. 226
71
de una misma razón. Kant lo dice así: “Pero el derecho de hospitalidad, es decir, la
facultad del recién llegado, se aplica sólo a las condiciones necesarias para
intentar un trafico con los habitantes. De esa manera pueden muy bien comarcas
lejanas entrar en pacíficas relaciones, las cuales, si se convierte al fin públicas y
legales, llevarían quizá a la raza humana a instaurar una constitución
cosmopolita.”98 Un economista contemporáneo podría interpretar a Kant como el
filósofo de la globalización, de la ausencia de diferencia, y de hecho puede tener
razón, es una forma de acercarnos a ese ideal de ser un solo pueblo bajo una
constitución republicana que eliminaría las guerras entre los pueblos.
98 Kant, Carta a la paz perpetua, p 228
72
Capítulo 3
3. Historia de las escuelas macroeconómicas
3.1 ¿Por qué la macroeconomía?
Lo primero a realizar en este capítulo es explicar por qué se utilizará la
macroeconomía como punto de partida para explicar la economía convencional.
La primera razón es debido a que hoy en día los gobiernos utilizan la
macroeconomía como principal instrumento de fundamento económico para llevar
acabo la política económica de un país99. Segundo, la economía que está bajo
estudio es la economía convencional contemporánea, en especial la escuela
neoclásica, quienes son los herederos directos de la escuela clásica que siempre
tuvo una visión macroeconómica de los fenómenos económicos100, así como el
fenómeno del crecimiento económico de un país que es un tema por excelencia
macroeconómico y también heredero directo de la tradición clásica. En tercer
lugar, es el punto que se refiere a que la macroeconomía neoclásica actual toma
como fundamento la microeconomía, es decir, todo el estudio macroeconómico se
construye bajo el bagaje teórico realizado por la microeconomía101 para la
explicación de la toma de decisiones de los agentes económicos. De otra manera
para los neoclásicos el modelo no tendría consistencia lógica. Así la
macroeconomía neoclásica incluye la microeconomía y con ella todos los
supuestos que ella realiza sobre como los agentes económicos realizan las
decisiones de esta índole. Además al incluir el análisis microeconómico dentro del
análisis macro vemos que la macroeconomía ha tomado como parte de su
99 Distingo claramente entre lo que es economía positiva y la economía normativa. La economía positiva en este caso la macroeconomía es utilizada generalmente para hacer economía normativa o economía política. 100 Basta con observar el nombre del libro más famoso de toda la historia de economía An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of nations. Esta opinión sobre el enfoque macro de la escuela clásica no es contraría a la emitida por Israel Kirzner en el seminario del Foundation for Economic Education (FEE) en la Universidad Francisco Marroquín en el año 2001. 101 Para más detalle ver Robert Barro Macroeconomics (United States:John Wiley & Sons, Inc.,1984)
73
metodología la inducción, porque a partir de casos concretos se hacen
proyecciones generales en un país.
El punto número cuatro deriva del tercero, y es la conexión con la primera parte
de esta tesis.102 Este punto consiste en que la macroeconomía contemporánea
contiene en sí los postulados clásicos tanto como los avances de la ciencia
económica y por lo tanto debe incluir los fundamentos epistemológicos de dicha
ciencia.
De esta manera se puede observar que lo más incluyente sería en todo caso la
macroeconomía y no otra disciplina de la economía. Para poder situar tanto el
tema como el autor que nos interesa será necesario realiza una breve descripción
histórica de estas escuelas económicas.
3.2 La escuela clásica
La escuela económica que hoy conocemos como clásica tiene a su fundador
Adam Smith como principal exponente, economistas como David Ricardo, R.
Malthus, J. B. Say, y John Stuart Mill fueron los continuadores de esta gran
tradición.
Metodológicamente esta escuela era deductivista103, es decir, de una premisa
parten hacia una deducción lógica. Aunque no se pude decir que todos fueran así,
pues el mismo A. Smith es considerado un ecléctico en cuanto a metodología.
Pero en general se puede decir que la escuela clásica utilizaba el método
deductivo para realizar su teoría económica. Aquí se empiezan a ver los cambios
que la nueva escuela clásica ha realizado en metodología. El análisis ha pasado
de ser puramente abstracto y deductivo a un análisis donde las teorías o hipótesis
102 La conexión consiste en encontrar los supuestos epistemológicos implícitos de la economía y ubicarlos dentro de la modernidad ilustrada ejemplificada en Kant. 103 Ver Julio Cole La metodología del análisis económico, Revista de la Universidad G. R. Moreno [Santa Cruz, Bolivia], No. 39-40 (1985): 30-45.
74
se contrastan con la realidad. Podemos ver por ejemplo que en la portada del libro
de Robert Barro Macroeconomic Policy una descripción así: “Combining powerful
insights from theory with close observation of data, Robert Barro’s new book goes
a long way toward the establishment of an empirically based macroeconomic
theory.”104
Veremos primero cuáles eran las bases del pensamiento clásico para luego poder
entender las bases de la nueva escuela clásica y las diferencias con la primera.
Expondremos en puntos concretos sus postulados y luego señalaré su
implicación práctica.
Las características generales del pensamiento clásico se pueden resumir así:
3.2.1 Enfoque hacia la riqueza física de las naciones.
El libro de Smith lo demuestra fácilmente, su Riqueza de las naciones está dando
una idea de riqueza que consiste en qué tantos bienes y servicios tiene un país.
Esto también es una reacción en contra del mercantilismo pues para esa corriente
la riqueza de un país se medía por la cantidad de dinero metálico.
Los clásicos reaccionan introduciendo una concepción de riqueza basada en la
cantidad de bienes y servicios que produce y consume un país. De aquí que sea
un tema clásico por excelencia el crecimiento económico, es decir, qué hace rico a
un país, cómo crece un país y cómo es sostenible ese crecimiento.
3.2.2 Visión macroeconómica
Los economistas clásicos se preocupaban por los problemas económicos de una
manera general, es decir, de la sociedad como un todo, de los países en general.
104 Esto aparece en la portada del libro Robert Barro, Macroeconomics Policy. (United States: Hardvard University, 1990)
75
Por supuesto que les interesaban ciertos sectores importantes para la época, tal
es el caso de la agricultura, pero en general tenían una preocupación por la
riqueza de las naciones, del nivel de producción general, del nivel del empleo, de
la renta etc.
3.2.3 Salario de subsistencia al largo plazo
Los clásicos pueden estar divididos en dos grupos con respecto del tema del
crecimiento: los pesimistas, dentro de los cuales se incluiría a Ricardo y a Malthus,
y los optimistas donde se encontraría Smith, Mill y Say. Los primeros son lo que
propugnan que el crecimiento demográfico es dañino para el crecimiento
económico pues la producción no crece tan rápidamente. El celebre trabajo de
Malthus Essay on the Principle of Population es el ejemplo más claro pues
propugna que los medios de producción (de subsistencia) crecen en una
proyección aritmética mientras que la población crece en proyección geométrica.
De esta manera la cantidad de la población se ajustaría por medio del salario a la
cantidad que la producción puede mantener. De esta manera el salario al largo
plazo tenderá a ser el salario de subsistencia. Vemos como desde los clásicos el
problema del crecimiento económico de las naciones era ya uno de los temas de
mayor importancia.
3.2.4 Teoría de precios determinada por los costos
Para los economistas clásicos los costos son los que determina los precios
naturales. Estos precios naturales consistían en el costo de la tierra, de la mano
de obra, y una ganancia ordinaria. El precio de mercado era determinado por la ley
de la oferta y la demanda, pero el precio a largo plazo tendía a ser el precio
natural, pues cuando había un desajuste y se producía una ganancia
extraordinaria, así ingresaban más competidores al mismo negocio y esto
provocaba que la ganancia se reduciera otra vez al rendimiento ordinario. Lo
contrario pasaba si el precio bajaba y el rendimiento de mercado se reducía, pues
76
en ese caso salían competidores hasta que la ganancia volvía a ser la misma105.
Este punto es de vital importancia para el desarrollo de esta tesis, pues es un
ejemplo de cómo se habla en economía
Una breve explicación sobre las consecuencias prácticas de los puntos básicos de
la escuela clásica. Los economistas clásicos hacían un supuesto importante para
el funcionamiento de los mercados: los precios y los salarios son flexibles. Esto
permite entonces que en los mercados se manifiesten fuerzas autoccorrectoras
que los equilibran. Otro supuesto importante de la economía clásica es el
equilibrio. Así vemos entonces que asumen una flexibilidad total de precios y
salarios que permiten que los mercados se vacíen y por lo tanto funcionen a su
capacidad potencial. Por lo tanto las variaciones de la demanda agregada
afectarán el nivel de precios y salarios pero no producían cambios significativos
en el nivel de empleo y producción.
La escuela clásica es la gran iniciadora de la economía como una disciplina de la
manera que la conocemos hoy en día. Pero la escuela clásica utilizaba una teoría
del valor que no permitía resolver ciertos dilemas tales como la paradoja del valor
entre los diamantes y el agua106. Fue hasta alrededor de 1870 cuando se produce
la famosa revolución marginalista que es de donde provienen las escuelas
contemporáneas de economía.
Esta famosa revolución marginalista fue llevada a cabo por tres diferentes
personajes en diferentes lugares más o menos al mismo tiempo. Fue realizada por
105 Lo mismo es aplicable a lo que hoy conocemos como la teoría microeconómica de los mercados competitivos. Cuando hay un mercado con ganancia extraordinaria o supra económica entran competidores hasta que la ganancia se reduce a la compensación de los costos de oportunidad o lo que es lo mismo cero ganancia económica. Si en una industria se da el caso contrario, es decir donde no se llegan a compensar los costos de oportunidad o lo que es lo mismo tener pérdida económica, entonces saldrán competidores hasta que la ganancia se eleve hasta la compensación de los costos de oportunidad o a cero ganancia económica que indica un rendimiento de mercado. Vemos que este tipo de teorías son comunes para explicar como los mercados ajustan. Es una explicación mecánica que es común en la ciencia económica. 106 La paradoja del valor se le llamo a que los diamantes tenían más altos precios que el agua. La paradoja consistía en que no se explicaban cómo los diamantes, que no eran necesarios para la vida tenían un precio mayor que el agua que es necesaria para vivir.
77
William Jevons, Leon Walras y Carl Menger, en Inglaterra, Suiza, y Austria
respectivamente. Los seguidores de William Jevons, en especial Alfred Marshall,
serían los que engendrarían las escuelas de economía más influyentes de la
actualidad. Por su lado Leon Walras tuvo en Vilfredo Pareto su más grande
seguidor y esto se convirtió en el inicio de la economía matemática. Por último
Carl Menger fue el iniciador de lo que se conocería después como la escuela
austriaca.
Para los propósitos de esta investigación se pondrá atención a las ramificaciones
que tuvo principalmente las escuelas de pensamiento económico generadas a
partir de Jevons y Marshall que son considerados como los seguidores de los
clásicos y los iniciadores de la escuela neoclásica. Esta escuela neoclásica
seguiría con los mismos postulados básicos pero con la incursión en la teoría
subjetiva del valor.
Después de la revolución marginalista todas las escuelas incluyen dentro de ellas
la teoría de la utilidad marginal como teoría generalmente aceptada para la
determinación del valor.
3.3 La revolución keynesiana El economista más influyente del siglo XX y sin duda alguna uno de los más
brillantes, John Maynard Keynes, fue el iniciador de lo que se considera como una
gran revolución. Este brillante inglés fue seguidor y discípulo de Alfred Marshall en
Cambridge. La época que le tocó vivir a Keynes era propicia para que se realizara
una revolución contra los postulados clásicos que decían que los efectos en la
demanda agregada no producen resultados directos y sostenibles en la
producción y el empleo. La época de la crisis de los 30’s se encontró con la
imposibilidad de la economía de explicar el desempleo y el estancamiento de la
producción de manera durable. Es en este momento donde aparece un nuevo
enfoque en el libro de Keynes Teoría General de la Ocupación, el Interés y el
78
Dinero que presenta varios puntos revolucionarios con respecto a la teoría clásica.
Estos elementos podemos ponerlos bajo varios puntos básicos.
1. El primero sería el concepto de demanda agregada compuesta de consumo,
inversión y gasto público. Anteriormente los clásicos habían hecho los análisis
de los mercados basados en la Ley de Say, es decir, analizar a partir de los
mercados particulares para luego entender por qué no puede estar el mercado
global desequilibrado.
2. El segundo punto, que viene igualmente a negar la Ley de Say, se pone en
duda el enfoque clásico donde se consideraban los precios flexibles y permitía
que los mercados se ajustaran. “La oferta no crea desde luego su propia
demanda”107. De esta manera es posible incluir en el análisis la posibilidad de
que la producción puede alejarse de su potencial durante periodos
prolongados. Por lo tanto, según Keynes, una economía convencional de
mercado puede encontrarse en un punto de sub-producción de acuerdo a su
potencial. Por lo tanto existía en una situación así gran cantidad de desempleo
involuntario. “Keynes y sus seguidores insistieron en que como los salarios y
los precios son rígidos, no existe ningún mecanismo económico que
restablezca el pleno empleo y garantice que la economía producirá a pleno
empleo.”108 Vemos que las fuerzas autocorrectoras que los clásicos tomaban
como dadas en una economía no son reales para Keynes por lo que se
necesita crear un mecanismo para sacar a las economías del subempleo.
3. El mecanismo necesario para sacar a las economías de su punto de
subempleo es la intervención gubernamental. El punto en que esto se basa es
que un aumento en la demanda agregada provocará un aumento en la
producción, por lo tanto el gobierno debe incrementar el gasto público para que
el aumento en la demanda agregada genera un aumento en la producción. La
conclusión práctica de la teoría Keynesiana era que el gobierno tenía la
posibilidad de intervenir activamente por el bien del desarrollo económico de
107 Paul Samuelson y William Nordhaus Economia 15va. ed. (Madrid: McGraw-Hill, 1996), p. 616 108 ibid.
79
los países a través de la influencia que pueda tener en la demanda agregada,
ya sea con política fiscal o con política monetaria.
El enfoque keynesiano vino a poner en duda el enfoque clásico, y a ser por
primera vez la opción de análisis económico. Cambió por completo la forma en
que se ven los ciclos económicos pues es un enfoque contrario al clásico y
parecía tener puntos válidos de discusión al modelo tradicional. Además Keynes
marca el inicio de una serie de discusiones contra el enfoque clásico que darían
por resultado nuevas escuelas, tal es el caso del monetarismo.
3.4 Monetarismo109 El Monetarismo, aunque puede tener relación tanto con el modelo clásico como
con el enfoque keynesiano110, tiene identidad y origen propio. Sus raíces pueden
remontarse al enfoque cuantitativista. Irving Fisher es el precursor en Estados
Unidos de la primera formulación precisa de lo que se conoce como ecuación de
cambio, aunque ya los clásicos habían utilizado ésta para explicar las variaciones
en el nivel de precios. El monetarismo moderno fue desarrollado principalmente
por Milton Friedman y sus seguidores en la universidad de Chicago. Esta escuela
se dividió en dos hace poco más de dos décadas, una continuó con la tradición
monetarista, y la otra rama se convirtió en la nueva escuela clásica.
El enfoque monetarista esencial postula que el crecimiento de la cantidad de
dinero es capaz de determinar el PIB nominal a corto plazo y sobre todo es el
determinante del nivel de precios a largo plazo. La ecuación monetarista puede
ser expresada de la siguiente manera: PQ=MV Donde P representa el nivel
general de precios, Q representa la cantidad de bienes y servicios producidos en
109 Para una explicación breve pero concreta del monetarismo ver Julio Cole Dinero y Banca 3ra ed. (Guatemala: Universidad Francisco Marroquín, 1997). 110 Ver Samuelson, op. cit., p.618
80
una economía, M representa la masa monetaria y V representa la velocidad de
cambio del dinero.
Podemos resumir los puntos principales del monetarismo en los siguientes:
1. La oferta monetaria es el principal determinante sistemático del crecimiento del
PIB nominal. El enfoque monetarista se basa en cuál es la determinación de la
demanda agregada. El punto del monetarismo es que la demanda agregada
depende de las variaciones en la oferta monetaria. Para los monetaristas las
principales variables de una economía tales como la producción agregada, el
empleo y los precios dependen del dinero. Existen dos premisas básicas en las
cuales se basa el monetarismo para afirmar que lo más importante es el
dinero. La primera “como la ha afirmado Friedman, existe una extraordinaria
estabilidad y regularidad empíricas en magnitudes como la velocidad-renta que
no puede sino impresionar a todo el que estudie extensamente los datos
monetarios”111. La segunda premisa es que la demanda de dinero es inflexible
frente a la tasa de interés. Esta segunda premisa ha quedado prácticamente
descartada en los últimos tiempos; la nueva economía clásica hace referencia
a este asunto mostrando que sí es sensible a la tasa de interés.
2. Los precios y salarios son relativamente flexibles. Los keynesianos sostenían
que los precios eran inflexibles. Los monetaristas por el contrario consideran
que los precios son relativamente flexibles, no como en el enfoque clásico pero
sí son capaces de ajustarse. Dado entonces que el dinero es el principal
determinante del PIB nominal, y que tanto salarios como precios son
relativamente flexibles alrededor de la producción potencial, vemos que el
dinero sólo determina en poca medida la producción real y un punto muy
importante es que sólo en periodos cortos de tiempo. El dinero entonces sólo
afecta la producción en el corto plazo, pero a largo plazo, como la economía
trabaja cerca del punto de pleno empleo, el dinero tiende a afectar sólo a P, es
decir los precios. Por las mismas razones la política fiscal no es de gran
111 Samuelson op. cit., p.621
81
importancia, es decir, producen efecto en la producción y los precios de una
manera despreciable tanto a largo como a corto plazo.
3. Los sectores privados de la economía se manejan de manera estable. El
monetarismo cree que los agentes económicos privados son bastante estables
y que los desequilibrios temporales en el PIB nominal y los precios se deben
principalmente a desequilibrios causados por la manipulación de la oferta
monetaria.
Un punto de suma importancia en el monetarismo es la defensa que hacen de las
reglas monetarias fijas frente a políticas monetarias y fiscales de discreción. La regla monetaria es lo que finalmente proponen para mantener la estabilidad
económica; ésta consiste en establecer una tasa fija de crecimiento de la masa
monetaria y permanecer así en cualquier situación en que la economía se
encuentre. De esta manera se evitaría la inestabilidad generada por las decisiones
discrecionales realizadas por los bancos centrales, y si el PIB crece a un ritmo
parecido entonces la estabilidad de precios se alcanzaría. El monetarismo pierde
validez cuando la velocidad de circulación se torna inestable. En las últimas
décadas ese fue el caso en Estados Unidos, por lo que el enfoque monetarista ha
perdido fuerza. Pero podemos ver que en economías donde la velocidad sea
altamente predecible el enfoque todavía parece ser funcional.
Como se mencionó, esta escuela sufrió un sismo dell cual surgió la nueva escuela
clásica de que trataremos a continuación.
3.5 La nueva escuela clásica
La nueva macroeconomía clásica fue desarrollada por Roberto Lucas (Chicago)
Thomas Sargent (Stanford) y Robert Barro (Harvard). Como su mismo nombre lo
dice retoma puntos fundamentales de la vieja escuela clásica. El más importante
es la flexibilidad de los salarios y los precios que incluye la implicación directa de
que la política monetaria no afecta ni en el corto plazo la producción y el empleo.
82
Esta nueva escuela no se queda con eso, introduce además la hipótesis de las expectativas racionales. Como se ha realizado con las anteriores escuelas se
resumirá los puntos básicos y claves de esta nueva escuela.
Los precios y los salarios son flexibles: retoman el supuesto clásico de que los
salarios y precios son flexibles y que eso permite que los mercados se vacíen, por
lo que el desempleo permanente no es posible. De igual forma la economía estará
produciendo cerca del punto de pleno empleo. Por estas razones tanto el
desempleo y las recesiones en producción deben de ser explicadas de otra forma.
Sobre el desempleo hablaremos en el nuevo punto que introduce esta escuela
porque lo introducen precisamente para dar explicación al desempleo. Sobre los
ciclos de producción esta escuela apunta la explicación hacia los choques
tecnológicos y de los factores por el lado de la oferta, tales como shocks.
La hipótesis de las expectativas racionales. Esta teoría indica que los individuos
hacen predicciones insesgadas basándose en toda la información que se dispone.
Esta teoría hace un supuesto controversial, el cual es que los individuos utilizan
toda la información existente y toda la teoría económica para realizar sus
decisiones. Implicación directa de esto es que las personas entienden cómo
funciona el mercado y qué está haciendo el gobierno. Por lo tanto si en años de
elecciones el gobierno aumenta el gasto público las personas no caerán
sistemáticamente en el error de ser engañados. Samuelson lo explica de la
siguiente manera: “El nuevo supuesto clave en la nueva macroeconomía clásica
es que los gobiernos no pueden engañar a los ciudadanos con medidas
económicas sistemáticas a causa de les expectativas racionales”112. Al no poder
explicar el desempleo por políticas gubernamentales señalan que éste se debe
básicamente a errores de percepción temporales. Pero esto no explica las paros
laborales que no son puramente temporales. La otra explicación a esto es la teoría de los salarios de eficiencia, esta teoría explica el desempleo involuntario
como consecuencia de que las empresas paguen un salario más alto al que
112 Samuelson, op. cit., p. 625
83
vacían los mercados. Esta decisión es llevada a cabo por las empresas para
aumentar la productividad de los trabajadores y para evitar que emigren a buscar
otros trabajos. Al pagarse un salario más alto que el que vaciará el mercado,
vemos que existiría un desempleo involuntario, porque habría más gente que
estaría buscando trabajo y menos demanda de trabajadores. De esta manera el
desempleo involuntario se convierte en un rasgo de equilibrio por lo que no
desaparece con el tiempo. Esta teoría explicaría el porqué de los desempleos
involuntarios no temporales.
El teorema de la ineficacia política. Esta es una consecuencia directa de los
puntos uno y dos. Pues “con expectativas racionales y precios y salarios flexibles,
la política gubernamental prevista no puede afectar a la producción real o al
desempleo”113. La única forma de que las políticas gubernamentales afecten la
producción y el empleo es engañando a los ciudadanos, pero si los ciudadanos
no pueden ser engañados sistemáticamente el empleo ni la producción se ven
afectados.
Reglas fijas contra discrecionalidad114: Según estos economistas el sector público
no puede predecir mejor que el sector privado lo que va a suceder en la economía.
Así, cuando las autoridades se enteran de algún desequilibrio ya los mercados
muy probablemente se habrán equilibrado de nuevo, por lo tanto el que el sector
estatal intervenga puede generar disturbios. De acuerdo a las expectativas
racionales lo que es predecible es la regla; el ejemplo sobre las elecciones es más
que claro: cada elección pasa lo mismo, los podrán engañar una vez, pero no los
pueden engañar sistemáticamente, es decir, cada elección. En cambio con una
base discrecional de toma de decisiones los individuos estarán de alguna manera
desprotegidos porque en cualquier momento puede pasar algo inesperado.
113 Samuelson op.cit., p.625 114 Para mayor detalle sobre este tema ver Barro, Macroconomic Policy.
84
3.6 Consideraciones finales sobre las escuelas macroeconómicas
Las escuelas macroeconómicas en pocas ocasiones han estado de acuerdo en los
orígenes y causas de los problemas que atañen este campo de la economía.
Menos aún han estado de acuerdo en las posibles soluciones a los problemas que
se han dedicado a estudiar. El porqué del desempleo, los efectos de la política
monetaria y fiscal, los ciclos en la producción, etc., son temas que aún no tienen
un punto de convergencia total como puede tenerlo la microeconomía
convencional en temas como teoría de la firma o el análisis de indiferencia para
explicar las decisiones del consumidores. Esto es notable y no hace falta hacer un
gran estudio para darse cuenta de ello. Las diferencias son marcadas y de hecho
son sanas porque promueven la discusión y de esta manera un avance para la
ciencia económica. Lo importante en todo caso sería descubrir el porqué de esas
diferencias. Una posible explicación es que la ciencia económica se ha pasado
buscando las causas a estos problemas, pero que estas causas no parecen estar
muy claras; es más, cuando alguien parece encontrar una respuesta y es
generalmente aceptada, no pasa mucho tiempo para que surja una explicación
alterna que parece más cercana a la realidad y deja inválida, al menos
parcialmente, a la anterior. Una posible razón de las diferencias es que las causas
de los problemas no parecen estar tan claras como en las ciencias físicas, por
ejemplo cuando se agrega temperatura al agua inevitablemente hervirá en un
punto dado. Cuando hablamos de personas no podemos utilizar un sólo hecho
para explicar la conducta de las personas, es decir, la conducta de las personas
parece estar influenciada por más de un sólo aspecto. La segunda posibilidad es
que la ciencia económica se pase el tiempo buscando soluciones fijas - por
llamarlas de algún modo – donde no las hay. Es decir, que busque leyes donde no
las hay. Hoy sabemos que un objeto cae a 9.8 m/s2 con independencia del lugar
donde esté, con independencia de qué objeto sea. Existe un condicionamiento
físico que no permite que una piedra, inclusive el cuerpo humano, caiga a otra
velocidad. La pregunta que surge aquí entonces es: ¿podemos descubrir este tipo
de leyes en economía? ¿Se puede trasladar la relación causal de las ciencias
85
empíricas hacía una disciplina donde está involucrada la acción humana? El tercer
punto sobre el asunto de las divergencias en la macroeconomía, y en general en
toda la disciplina económica es que el debate entre escuelas se ha llevado casi
siempre a un nivel descriptivo. Los debates, por ejemplo, entre keynesianos y no
keynesianos son sobre si las economías de mercado pueden o no estar atrapadas
en un punto de equilibrio y estar distanciadas o no del potencial económico. Esto
es en cuanto a macroeconomía específicamente. Con respecto a la economía en
general podemos decir que el debate pasó al plano de fundamento de la ciencia
el debate metodológico entre Carl Menger (escuela austríaca) y Gustav Schmoller
(escuela de historiadores alemanes). El debate giró entre si la economía debe ser
una ciencia deductiva o inductiva. Para ponerlo en términos de filosofía de la
ciencia podríamos pudo haber sido algo así como poner a Descartes y a Hume a
discutir sobre cuál debe ser el fundamente gnoseológico de la economía. El
problema es que muchos economistas continúan en estas dos tradiciones sin
volver a ver que la discusión filosófica en cuanto a fundamento de la ciencia se
trata ha continuado y a hecho avances significativos. De allí la importancia de una
economista como Robert Barro que es un ecléctico – como Smith – pero que lo
hace dos siglos después, cuando ya la filosofía ha terminado con esa dicotomía
entre empiristas e idealistas. Aquí radica la importancia de Kant, pues es él quien
da fin a esa falsa dicotomía.115 Así la propuesta no es escepticismo, ni
dogmatismo sino más bien remontarse a los fundamentos en los cuales está
construida la ciencia económica para poder emprender un nuevo camino más
adecuado para lo que se está tratando.
115 No me refiero aquí al fin de esta dicotomía en el sentido que lo hace Julio Cole en su Metodología del análisis económico, es decir, que ni la inducción ni la deducción pueden ser por sí sólo fundamento científico y que por lo tanto la respuesta más acertada en cuanto a este tema es el sacrificio de certeza que realiza Popper. Me refiero al fin de esta dicotomía en el sentido de ya no ver como dos elementos separados y contrarios de nuestra razón, sino como complementos gracias al descubrimiento trascendental de Kant: el a priori. Vale la pena aclarar que a priori aquí se entiende en el sentido kantiano, no debe ser entendido ni siquiera en el sentido que Mises pudiera utilizarlo.
86
4. La economía de Robert Barro
4.1 Robert Barro Robert Barro es un típico economista de mainstream originario de New York que
se doctoró en economía en 1969 en Harvard University. Desde entonces el
profesor Barro se ha dedicado a la vida académica manteniendo puestos en las
universidades de Brown, Rochester, Chicago y actualmente en Harvard. El
profesor Barro ha sido profesor visitante de la Universidad Francisco Marroquín.
Es un profesor muy activo y dinámico que ha escrito más de 60 artículos
profesionales en el campo de la macroeconomía. El profesor Barro es contributing
editor en el Wall Street Journal, es editor asociado del Journal of Monetary
Economics, como del Journal of economics growth. Además de estos cargos esta
actualmente nominado a la vice presidencia del American Economic Association
donde ya fue miembro del comité ejecutivo. Es miembro de la American Academy
of Arts and Science, y The Econometric Society; también es miembro de la Mont
Pelerin Society.
El libro Macroeconomics se ha convertido en un de los libro más influyentes con
respecto al tema macreoeconómico en la última década. Al menos en América
Latina, es utilizado como libro de texto en maestría de economía en
universidades de Chile. En Argentina es utilizado también en el ESEADE de
Buenos Aires116, y en Guatemala fue utilizado por varios años en la Universidad
Francisco Marroquín. En años más recientes ha dedicado investigación al tema
del crecimiento económico. Su libro Economic Growth se ha convertido en un libro
de referencia obligado en cuanto al crecimiento económico y sobre la evidencia
que el supone en cuanto al libre mercado, debido al énfasis que realiza en el rol
que deben jugar las instituciones políticas. En este último libro, que será de vital
importancia para la discusión de esta tésis, se ve como claramente Barro retoma
116 Dr. J.C. Cachanosky da a leer ese libro a sus alumnos para que vean qué caminos recorre actualmente el mainstream.
87
una de las preocupaciones clásicas de la economía pero incluyendo los avances
de la economía actual y lo que se puede considerar un avance metodológico.
¿Por qué Robert Barro? Por varias razones fundamentales. Porque en el trabajo
de Barro se puede observar que del desacuerdo entre las escuelas
macroeconómicas nacen avances metodológicos de la ciencia económica que dan
origen a una teoría más consistente. Barro aclara este punto: “Unfortunately, as is
obvious from reading the newspaper, the theory of macroeconomics is not a
settled scientific field. In fact, there is much controversy among economist about
what is a useful basic approach (...) However, there has been a great deal of
progress in recent years in designing a more satisfactory macroeconomic theory.
The main objective of this book is to convert that progress to students in an
accessible form”117. Segundo, porque es un profesor joven con gran trayectoria y
con gran futuro, es decir, parece ser uno de los economistas que pueden influir en
el curso de la economía en el futuro cercano. Por último, ha regresado a las
preocupaciones clásicas de la economía: ¿qué hace rico a un país? Trata de dar
respuesta a esta pregunta integrando la teoría económica existente con el avance
metodológico que esto supone. Es decir, haciendo de la macroeconomía y
microeconomía una sola cuestión integrada. Por último, porque es un ecléctico
metodológicamente.
4.2 El modelo macroeconómico
Para iniciar la exposición de la economía neoclásica debemos hacer unos
señalamientos importantes. Primero esclarecer el objeto de estudio de la
macroeconomía; segundo aclarar que no pretende realizarse una exposición
detallada de todo el modelo, es decir, se expondrán las bases en las cuales se
sustenta el modelo, debido que es allí donde se encuentran los supuestos
epistemológicos y porque a partir de esto el modelo trabaja de manera bastante
mecánica.
117 Barro, Macroeconomics., p.1
88
De esta forma se expondrán las bases, y luego una descripción muy general de
los escenarios sin entrar a detalles de funcionamiento. Esto porque lo que está en
discusión aquí son los supuestos epistemológicos y no la consistencia del modelo.
Aunque cabe aclarar que el modelo es consistente en todos sus puntos.
4.2.1 ¿Qué estudia la macroeconomía?
En macroeconomía se estudian los agregados del desempeño total de la
economía. De ahí la importancia de la medida más famosa en economía: el
Producto Interno Bruto (PIB) que mide la totalidad de bienes y servicios
producidos en un país a precios finales de mercado. De manera análoga se
encarga de estudiar los agregados en empleo, desempleo, y ver el detalle del PIB
entre consumo, inversión, y gasto de gobierno. Entre los temas macroeconómicos
no podía faltar el nivel general de precios, el nivel general de salarios y el estudio
de los efectos de las tasas de interés. Pues estos componentes tienen efectos
importantes en la toma de decisiones de los agentes económicos.
En resumen podemos decir que la macroeconomía se dedica al estudio de: “(...)
la conducta de la economía en su conjunto: de las expansiones y las recesiones,
de la producción total de bienes y servicios de la economía y de su crecimiento, de
las tasas de inflación y de desempleo, de la balanza de pagos y de los tipos de
cambio. Se ocupa tanto del crecimiento económico a largo plazo como de las
fluctuaciones a corto plazo (...)118.
Será necesario mostrar ahora el enfoque microeconómico y la necesidad de que
esta disciplina esté integrada con la macroeconomía para tratar de tener un mejor
entendimiento del funcionamiento de los mercados. Con esto iniciamos la
exposición del modelo neoclásico.
118 Rudiger Dornbush y Stanley Fisher Macroeconomía, 6ta ed (España: Mc-GrawHill, 1994), p. 3
89
4.2.2 La microeconomía como fundamento de la macroeconomía
“La microeconomía es la parte del análisis económico que estudia el proceso de
decisión tomada por individuos (o familias) y empresas. Es como ver a través de
un microscopio”119. Aunque en este mismo libro se acepta que lo mejor sería hacer
una combinación de macro y microeconomía para el análisis inicia diciendo
“Típicamente la economía se divide en dos tipos de análisis: microeconomía y
macroeconomía”120. La primera palabra de esta cita es la clave: típicamente se ha
visto la economía como dividida en dos campos, el análisis micro que analiza las
decisiones de individuos, hogares, empresas, y el análisis macro que estudia los
agregados. El problema surge cuando no hay consistencia, o el análisis macro se
realiza sin un bagaje teórico de la toma de decisiones de los individuos. En otras
palabras, el enfoque macroeconómico parecía estar excesivamente mecanizado.
Trataba con variables cuantitativas pero olvidaba un poco la base del análisis
económico que en este caso es la microeconomía, que estudia cómo los
individuos toman decisiones. De aquí que los macroeconomistas clásicos inicien
con la unificación de estos dos campos que no debieron estar nunca apartados
más que por convencionalismo. Barro lo expresa de la siguiente manera: “(...)
students could easily reach the conclusion that macroeconomics and
microeconomics were two entirely distinct fields. A central theme of this book is
that more satisfactory macroeconomics emerges when it is linked to the underlying
microeconomics. By more satisfactory, we mean first that the macroeconomics
theory avoids internal inconsistencies, and second, that we obtain a better
understanding of the real world”121.
Vemos que el modelo de economía neoclásico pretende introducir una unidad en
la economía que parecía perdida. Este es un gran punto a favor que tiene la nueva
119 Roger Leroy Miller Microeconomía Moderna (México: Editorial Harla, 1995), p. 5 120 ibid. 121 Barro, Macroeconomics, p. 9
90
escuela clásica: construir teorías agregadas a partir de los agentes económicos
quienes son en última instancia quienes toman las decisiones en los mercados y
quienes construyen la economía en última instancia.
Antes de pasar a los postulados de acción de los agentes económicos se realizará
una breve explicación de los supuestos mecánicos del modelo macroeconómico
neoclásico.
4.3 Supuestos mecánicos
Ahora se analizarán los supuestos mecánicos del modelo, aunque la verdad
parece ser que existe sólo uno y que en el fondo está basado en un supuesto que
he decidido llamar de acción humana. El gran supuesto que parece ser mecánico
es el de la flexibilidad de los precios y que como consecuencia los mercados se
vacían y por lo tanto se equilibran.
4.3.1 Market cleared conditions (Los mercados se vacían)
En un modelo macroeconómico hay ciertos principios lógicos que deben de ser
mantenidos. El total de bonos vendidos por los prestamistas debe ser igual al
monto de bonos comprados por los prestatarios, por ejemplo. Este tipo de
condiciones se llaman condiciones de consistencia agregada. La forma utilizada
por el modelo neoclásico es utilizar el supuesto de que los mercados se vacían, o
se equilibran. Esto significa que tanto el nivel de precios como la tasa de interés se
ajustan para que la oferta agregada y la demanda agregada se igualen. Este
supuesto esta relacionado de manera cercana con el supuesto de que los
mercados privados funcionan y funcionan eficientemente. Barro lo expresa de la
siguiente manera: “Specifically, when markets clear, it is impossible to improve on
any outcome by matching potential borrowers and lenders or by bringing together
potential buyers of goods”122. Lo que esta en el fondo de esto es un “supuesto
sobre el comportamiento optimizador de los individuos. Se asume que los
122 Barro, Macroeconomics, p. 11
91
individuos que participan en los mercados no desperdicia recursos y siempre
escogen lo más rentable.
4.4 Supuestos de acción humana
He decidido llamar estos supuestos de esta manera debido a que son postulados
que pretenden describir la conducta de las personas bajo lo que podríamos llamar
postulados de acción. Estos postulados de acción pretenden interpretar cómo se
comporta de hecho el ser humano para poder predecir que pasará en el mercado
dada una circunstancia especifica. Estos postulados generalmente se han
realizado en la microeconomía convencional para explicar como los individuos
toman decisiones con respecto a recursos escasos123 para lograr optimizarlos.
Pero es hasta en la nueva escuela clásica donde se realiza un esfuerzo
sistemático para introducirlos en un modelo agregado de economía. Sobre estos
postulados de acción es donde se construye un modelo entero que pretende dar
entendimiento a lo que sucede en el mundo real.
4.4.1 La función de producción
Aunque este término parece ser más un término mecánico no es del todo así. La
función de producción depende de dos variables importantes: en primer lugar, del
esfuerzo laboral de las personas, y en segundo lugar de las condiciones
tecnológicas para la producción. Este segundo término se explica fácilmente al
pensar en una persona que tiene que realizar el cálculo de una regresión
econométrica. Antes del invento de las calculadoras se tendría que haber utilizado
álgebra de matrices y realizarlas a mano. Asumiendo que la personas estaría bien
entrenada lograría realizar unas diez regresiones en una jornada de trabajo. Luego
con el invento de las calculadoras podrían, digamos, duplicar su producción de
123 Esto generalmente se toma como un hecho evidente, aunque en los últimos tiempos se ha puesto en duda por la filosofía pos moderna que propone que lo que realmente es escaso es la vida y no los recursos.
92
regresiones econométricas por día. Con el invento de las hojas de cálculo en la
computadora y los programas econométricos la productividad de este mismo
individuo se multiplicaría quizá por cien. Este ejemplo no es más que para mostrar
cuán importante es la consideración tecnológica en una función de producción.
Éste es el supuesto mecánico por llamarlo de alguna manera, pues el hombre
tiene que interactuar con los condicionamientos de la naturaleza para producir.
Las herramientas son las respuestas de las personas para interactuar con el
mundo.
El esfuerzo laboral es lo que el hombre decide por voluntad propia. Es decir
cuánto tiempo y esfuerzo está dispuesto a dedicar al trabajo. Es aquí donde se
introduce la libertad del hombre en el proceso económico. En otras palabras, las
personas están sujetas a las condiciones de producción pero depende de ellas
cuánto esfuerzo laboral están dispuestas a entregar. Puede existir una gran
cantidad de condiciones tecnológicas de producción pero si los individuos no
trabajan la producción será cero. Por eso la función de producción neoclásica
parte de que a cero esfuerzo laboral la producción será cero. La función de
producción que asume el modelo neoclásico es una función de producción de
productividad marginal decreciente. Barro lo expresa así: “(...) we assume
diminishing marginal productivity, which means that each successive unit of work
effort generates progressively smaller, but still positive, responses of output”124. En
la siguiente gráfica se puede observar una función de producción neoclásica. La
pendiente marca la productividad marginal de la mano de obra.
124 Barro, Macroeconomics, p. 29
93
Función de Producción
0
2
4
6
8
10
12
14
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Mano de Obra
Prod
ucto
YY
De aquí que los cambios tecnológicos sean tan importantes para explicar el
crecimiento económico. Un cambio tecnológico puede incrementar la productividad
del trabajo de una manera hasta un momento impensable. Pensemos un poco en
el ejemplo de la calculadora, y posteriormente en el de la computadora. Lo que
antes tenía que hacerse con muchas horas de trabajo y esfuerzo hoy lo puede
hacer casi cualquier persona presionando un par de botones. De aquí podemos
sacar la conexión con el siguiente supuesto: los inventos tecnológicos modifican
de alguna manera la forma en que tratamos con el mundo por lo que puede
provocar que las personas cambien de conductas al poder manejar de mejor
manera el mundo externo. En otras palabras a lo que se tiene que dar respuesta
es: ¿cómo se decide cuánto trabajar?, porque en última instancia de eso depende
la producción de un individuo y, subsecuentemente, de un país.
4.4.2 La decisión cuánto trabajar125
Como se mostró en la exposición de la función de producción neoclásica la
cantidad de esfuerzo laboral es la que en última instancia determina la cantidad de
producto dadas unas condiciones tecnológicas. Por lo tanto la decisión de cuánto
125 Esta decisión se explica generalmente con un analisis de curvas de indiferencia. Para los propósitos de esta investigación no hace falta realizar el análisis, basta con mencionar que está basado en el supuesto de comportamieto optimizador de las personas.
94
trabajar determinará en última instancia la cantidad de producto que se realice en
una economía en un determinado tiempo. El aumento o disminución en la
producción de un país – cuando la capacidad tecnológica no se altera – puede ser
explicada por la decisión de cuánto trabajar.
Para dar respuesta a esta importante decisión la pregunta de cuánto trabajar es
trasladada al plano de consumo (ya sea presente o futuro). Es decir se reformula
la pregunta hacia ¿cuánto se desea consumir? El trabajo lo que representa es
producción, y la producción –según la economía convencional– es destinada al
consumo ya sea presente o futuro.
Una persona tendrá que decidir sobre el tiempo que dispone por día cuánto
dedicará al trabajo y cuánto dedicará a otras actividades. El modelo realiza una
simplificación y llama ocio a todo aquello que la persona realiza sin el objetivo de
generar un bien o servicio.
Aunque existan diferentes tipos de trabajo el análisis es el mismo. Para descubrir
un supuesto oculto podríamos ver un ejemplo de un atleta profesional: este
individuo decidiría cuanto tiempo y esfuerzo dedica al entrenamiento con el fin de
destacar para obtener un mejor contrato. En otras palabras las otras motivaciones
del ser humano quedan en un segundo plano, es decir, el objetivo principal –y de
alguna manera único del trabajo– es la producción que representa consumo
inmediato o diferido.
En el modelo se asume que lo que se llama ocio es mucho más divertido que el
trabajo126. De esta manera a la hora de escoger entre trabajo y ocio vemos que el
ocio tiene categoría de bien superior.
126 Vemos que esto puede ser comparado al postulado de acción humana de la economía austriaca donde se asume que el trabajo no proporciona utilidad por sí mismo. Es decir, se hace porque se tiene que hacer pero las personas preferirían no hacerlo o que alguien lo hiciera por ellas.
95
Vemos entonces que la decisión de cuánto trabajar es contestada de la siguiente
manera: En primera instancia la respuesta se convierte en la pregunta ¿cuánto
desea consumir? Y en segundo lugar ¿cuánto ocio desea sacrificar? Lo expresan
en una función de utilidad que representa satisfacción.
U = (c, l) + -
Esta función indica que la satisfacción de un individuo está en función de
consumo y que más consumo siempre es mejor; además que el trabajo tiene un
efecto contrario a la satisfacción: más trabajo implica reducción de satisfacción.
Esto a primera vista puede parecer contradictorio porque no existe consumo sin
trabajo. Pero se debe recordar que lo que se está buscando es una maximización.
En otras palabras esto no es contradictorio sino más bien es consistente con el
postulado básico del costo de oportunidad y –dado que el tiempo es limitado– hay
que escoger e incurrir en un costo para obtener satisfacción. Vemos que lo que
subyace en el fondo es una sustitución entre consumo y ocio que pasa por el
sacrificio del trabajo. De esta manera el individuo tendrá que sopesar costos y
utilidad para escoger lo que más le conviene. Aquí vemos que esto en el fondo se
sostiene en otro supuesto. Barro lo expresa así: “We analyze households
decisions on working and consuming by exploting the central economic postulate
of optimizing behavior”127. Lo que subyace a este supuesto es otro más grande
que es el de racionalidad. De esta manera podemos pasar ahora al análisis de
cómo deciden las personas entre consumo y ocio para maximizar su satisfacción.
4.4.3 La tasa de sustitución entre consumo y ocio
La escogencia fundamental es cuánto ocio se está dispuesto a sacrificar por
consumo. La clave aquí es cuánto consumo se desea, de eso dependerá cuánto
esfuerzo laboral estarán dispuestos a entregar las personas. Se parte de la
127 Barro, Macroeconomics, p. 34
96
necesidad fisiológica de cierto nivel de consumo para mantener la vida. Es decir,
para mantener la vida es necesario cierto sacrificio de ocio por trabajo. Así
después de ese nivel necesario para poder mantener la vida se inicia la verdadera
escogencia. El postulado básico es el siguiente: a bajos niveles de consumo se
está dispuesto a sacrificar relativamente más ocio que el consumo que se recibirá
a cambio. A niveles más altos de consumo se está dispuesto en menor medida a
sacrificar ocio por un poco de consumo. En otras palabras, a niveles bajos de
consumo se está dispuesto a pagar un precio alto por un incremento no tan
grande en consumo. A niveles altos de consumo se está dispuesto a pagar muy
poco por un incremento en consumo.
La siguiente gráfica lo muestra claramente:
Tasa de sustitución Consum o vrs Ocio
-
0.50
1.00
1.50
2.00
2.50
3.00
3.50
4.00
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Unidades laborales
Niv
eles
de
Con
sum
o
El eje Y muestra la cantidad de consumo, y el eje X es la cantidad de ocio que la
gente está sacrificando. Como vemos, el nivel de consumo no puede ser cero
porque se necesita cierto nivel de consumo para poder mantener la vida. Después
de ese momento empieza el verdadero sacrificio de ocio por consumo. A niveles
bajos de consumo se asume que las personas estarán dispuestas a sacrificar ocio
por un poco de consumo. Es decir, el cambio en el consumo es menor que el
cambio en trabajo (o sacrificio de ocio). A niveles más altos de consumo la
97
pendiente (o la tasa de sustitución) cambia y ahora el cambio en consumo tiene
que ser mayor al cambio en cantidad de esfuerzo laboral entregado. Este suceso,
según los economistas, se refiere a que en última instancia las personas trabajan
para poder disfrutar luego del fruto de su trabajo y cuando se ha alcanzado cierto
nivel de consumo entonces se prefiere tiempo para disfrutar de lo que ya se tiene.
De la misma manera se explica que a niveles bajos de consumo se esté dispuesto
a sacrificar mucho ocio por un poco más de consumo, pues no tiene mucho de
que disfrutar.
Todo esto que se ha expuesto es dada una función de producción que establece a
la vez una productividad marginal de la mano de obra. Es decir, establece una
producción adicional dada por el incremento en el esfuerzo laboral. Como vimos
existe un trade off entre ocio y consumo por lo que dada una función de
producción se establece un precio relativo entre consumo y ocio. Es decir, dada
una función de producción, renunciar a una unidad de ocio significa renunciar a
cierta cantidad dada de consumo. Cuando existe un cambio en la función de
producción y la productividad marginal del trabajo aumenta existe un cambio en
precios relativos, es decir, ahora la misma unidad de ocio cuesta más consumo.
En otras palabras el ocio se encarece frente al consumo, y es aquí donde
encontramos la conexión con el efecto sustitución y, posteriormente, el efecto
riqueza.
4.4.4 Efecto sustitución
La mejor forma de exponer el efecto sustitución es iniciar con una definición
generalmente aceptada: “Tendencia de la gente a sustituir productos más caros
por productos más baratos”128. Esta definición está tomada directamente de la
microeconomía convencional. Se ve aquí cómo la microeconomía fundamenta la
macroeconomía neoclásica. Lo importante es entender este efecto para los
agregados macroeconómicos de la producción. El primer punto es que los precios
128 Roger Leroy Miller Microeconomía Moderna 7ma ed, (México: Editorial Harla, 1997), p.631
98
relativos (un bien expresado en los términos de los otros) son la referencia para
que las personas tomen decisiones. Aquí lo que tenemos son dos bienes: el ocio y
el consumo. Estos dos bienes son considerados como superiores o normales.
Barro le expresa así: “We say that consumption and leisure are superior goods
because the quantities of both rise in response to an increase in wealth”129.
La posibilidad de un efecto sustitución se da cuando la función de producción
cambia su pendiente, es decir, cambia la productividad marginal del trabajo. Lo
que antes incrementaba la producción por una unidad más de esfuerzo laboral que
se agregará al proceso productivo es historia. En otras palabras el precio que
tenía el ocio en términos de consumo se ha modificado. Esto se aprecia muy bien
en la siguiente gráfica130.
Ilustración de un efecto sustitución porcambios en la productividad marginal
del trabajo.
02468
10121416
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Mano de Obra
Prod
ucci
ón
YY 1
Vemos que en la curva Y la pendiente es menor, esto indica que a un determinado
nivel de esfuerzo laboral l* la cantidad de producto conseguida por una unidad
más de trabajo será inferior a la conseguida en una función de producción como 129 Barro, Macroeconomics, p. 43 130 ibid., p. 45
99
Y1. Es decir, el precio relativo entre el ocio y el consumo ha cambiado: si antes
una unidad de ocio costaba, por ejemplo, el sacrificio de X cantidad de consumo-
producto, ahora costará X+1. En otras palabras el ocio se ha vuelto más caro, y
dado que se asume que las personas tienden a sustituir productos caros por los
más baratos, existe una sustitución de ocio por trabajo. Las personas se ven
incentivadas a trabajar más. Esto es en el caso de que el cambio en la función de
producción incremente positivamente la productividad marginal; si el cambio es
negativo, será lo contrario: las personas se verán incentivadas a trabajar menos,
porque obtienen menos producto por unidad de esfuerzo laboral entregado. Los
cambios en la función de producción con resultado en un incremento en la
productividad marginal que generalmente se explican por un desarrollo
tecnológico. Un cambio en la función de producción que resulte de un decremento
en la productividad marginal de la mano de obra puede ser explicado por
destrucción de capital, es decir, factor tecnológico. Según estos supuestos las
personas decidirán cambiar la cantidad de esfuerzo laboral tomando en cuenta
cuánta cantidad de consumo sacrifican por unidad de ocio.
4.4.5 Efecto riqueza
El efecto riqueza es mucho más fácil de explicar. Imaginemos un cambio paralelo
hacia arriba en la función de producción. Esto indica que a cualquier nivel de
esfuerzo laboral se tendrá una cantidad mayor de consumo. La diferencia con el
efecto sustitución es que aquí hay más producción, pero la productividad no ha
cambiado. De esta forma los precios relativos entre consumo y trabajo no se ven
afectados. Es decir, el incremento en una unidad de esfuerzo laboral tendrá el
mismo cambio marginal que en la función original. En la siguiente gráfica se
muestra:
100
Ilustración de un efecto riqueza por un cambio paralelo
02468
10121416
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Mano de Obra
Prod
ucci
ónYY 1
La curva Y describe la cantidad de producto a un nivel dado de mano de obra que
se tenía antes de un cambio en la función de producción. La curva Y1 describe la
nueva relación producto - trabajo. Vemos que si el cambio es permanente las
personas podrán dedicar menor tiempo al trabajo y aun así consumir más. Esta
situación generará lo que se conoce como un efecto riqueza. Este efecto lo que
hace es consumir más de los bienes superiores o normales como son
considerados el ocio y el consumo. Ahora, si el cambio es temporal, no se da el
efecto riqueza. Más bien las personas se ven incentivadas a aprovechar el cambio
temporal y a trabajar más. El consumo no varía significativamente si el efecto es
temporal, esto porque las personas son lo suficientemente racionales para
entender que este efecto no afectará significativamente su ingreso permanente.
Ahora si el cambio es negativo y temporal sucede que tampoco reducen su
consumo de manera significativa dado que el ingreso vitalicio no se ve afectado.
De esta manera es necesario que ciertas personas financien el consumo de otras,
por lo que la tasa de interés debe subir para ajustar los niveles de ahorro y de
demanda de ahorro a los niveles de posibilidad de la sociedad. Lo que sucede es
que se produce un efecto sustitución intertemporal. Ahora que hemos introducido
las consideraciones temporales veremos como la tasa de interés produce estos
efectos intertemporales.
101
4.4.6 Efecto sustitución intertemporal
El efecto sustitución intertemporal acontece por los mismos motivos que el efecto
sustitución en un periodo después de un cambio en la productividad marginal. Es
decir, cambia un precio relativo. Si antes se sustituía ocio por trabajo, ahora la
decisión es entre consumo presente y consumo futuro. Cuando la tasa de interés
aumenta, el precio relativo entre estos dos bienes se distorsiona y acontece un
efecto sustitución. Imaginemos por un momento que la tasa de interés aumenta
debido a un shock de oferta debido a un huracán. Dado este cambio en la tasa de
interés las personas observarán que si antes el consumo presente significaba
sacrificar una unidad y un quinto ahora puede significar sacrificar una unidad y un
medio. De esta manera vemos que el consumo presente se hace más caro por lo
tanto hay una sustitución hacia consumo futuro. Es decir, se disminuye el
consumo presente y se sustituye por ahorro o consumo futuro.
4.4.7 Supuesto implícito
El supuesto implícito que sustenta todo esta elaboración de la nueva economía
clásica es el de racionalidad. Es decir, las personas siempre decidirán lo que
mejor les convenga. Este supuesto está sustentado en otro supuesto que
incorpora el tema de la información: las expectativas racionales, que se
desarrollará a continuación. Esto es de suma importancia porque para tomar una
decisión se necesita información y es en este punto donde reclama la nueva
economía clásica que la política de gobierno no afecta las variables reales en
economía.
4.4.8 Las expectativas racionales
Este supuesto de las expectativas racionales ha venido a revolucionar la
economía en más de una manera. En una frase lo que dice es que las personas
102
actúan de manera racional y hacen pronósticos de la economía incorporando toda
la información existente, incluyendo la teoría económica. De esta manera las
acciones del gobierno en cuanto a política monetaria y fiscal serían irrelevantes.
Es decir, si el gobierno hace uso de ellas sistemáticamente para manipular la
economía, porque las personas podrían ser engañadas una o dos veces, pero no
siempre. Veamos como funciona esta teoría en los modelos macroeconómicos
neoclásicos: “En los modelos macroeconómicos basados en las expectativas
racionales se asume que los agentes económicos poseen la información
relevante, saben cómo funciona la economía y hacen sus pronósticos en base a la
evolución esperada de las principales variables macroeconómicas. Estos
supuestos implican que los agentes económicos no se deberían equivocar y, por
lo tanto, los mercados se deben ajustar instantáneamente”131.
Esto de alguna manera viene a ser una reacción al modelo keynesiano pues para
Keynes la solución para el problema del ciclo económico era mantener la
economía en un semi auge continuo, es decir, mantener engañada a las personas
de forma continua132.
Para los economistas neoclásicos la negación a la discrecionalidad en las
acciones del gobierno va más allá del hecho de que los gobernantes no tienen
información completa. Para ellos esto no es suficiente porque un gobernante
benévolo no tendría incentivos para atarse las manos para no actuar en algún
determinado acontecimiento debido a la misma información incompleta. Esta
visión ha sido cambiada por Kydland y Prescott (1977) que proponen que las
reglas sean una especia de compromiso. Es decir, una definición de qué acciones
puede y cuáles no puede tomar un gobernante para que las personas puedan
tomar decisiones sin ser afectadas luego por las acciones de un gobernante. En
un sistema de decisiones discrecionales el gobernante únicamente promete que
131 Sergio López, “Una breve nota acerca de la relación entre las expectativas racionales y la turbulencia financiera”, Notas monetarias del banco de Guatemala, Vol. 4, mayo 1999, p.2 132 Las expectativas estáticas y adaptativas eran las postuladas antes del desarrollo de las expectativas racionales. En el modelo keynesiano podemos ver este supuesto.
103
tomará las decisiones que mejor resulten para el alcance futuro de sus objetivos.
De esta manera las personas pueden prever la regla, es decir, lo que ya conocen
pero no pueden predecir lo nuevo, lo que no ha sucedido, por lo tanto la
discrecionalidad puede ser ocasión de desequilibrio en la economía. Lo que
podemos ver en este caso es que se asume de manera implícita que la
información existente hasta un momento determinado en el tiempo las personas la
obtendrán y sabrán como utilizarla133. Este supuesto se discutirá más adelante
como todos los demás. Bajo un esquema de reglas donde las personas puedan
prever qué decisiones tomarán los gobernantes dado un esquema de contrato
(similar a lo que los privados realizan cuando hacen un contrato) las políticas de
los gobiernos no pueden afectar las variables reales en economía, porque los
privados tomarán las medidas necesarias para evitar que estas decisiones les
afecten134. Estos son los postulados básicos de la nueva escuela clásica de
economía. Sobre estos supuestos se construye toda la nueva teoría clásica. El
modelo que se construye después de estos supuestos de la acción humana no es
más que un modelo mecánico que responde a los postulados mencionados.
Ahora pasaremos a tratar el tema del crecimiento económico. No es propósito de
esta investigación hacer un análisis del tema del crecimiento propiamente dicho,
sino mas bien entender la metodología utilizada por Barro en Economic Growth y
entender qué es lo que se está buscando, pues de allí se pueden desprender los
postulados epistemológicos de la ciencia económica convencional.
133 La economía austriaca es la principal opositora de este tipo de supuesto de información. Para ellos la información está dispersa y es asimétrica. Para más detalle ver Friedrich Hayek, Los fundamentos de la libertad, (Madrid: Union Editorial, 1998), Capítulo 2. 134 Aquí podemos ver una gran diferencia con la economía austriaca, mientras los austriacos sostienen que la falsificación de la tasa de interes por emisión monetaria va a dar como resultado un boom y luego una recesión, los economistas neoclasicos sostienen que quizá suceda una vez, pero no se puede engañar a las personas todo el tiempo, es decir, si se convierte en una regla tácita las personas aprenderan a lidiar con ella. Detrás de este supuesto podemos ver que lo que en el fondo difieren es en la calidad de la información, para los austriacos la información es dispersa, incompleta y asimétrica; mientras que para los neoclasicos la información es mucho más completa y algún error responderá únicamente a un error temporal de percepción. (es lo que casi se podría llamar información perfecta).
104
4.5 El crecimiento económico
Habrá que explicar como primer incisi de este apartado la razón de tomar este
tema como punto último de la exposición de la economía neoclásica. Es decir,
sobre la nueva escuela clásica hay mucho más que decir, pero para los propósitos
de esta investigación basta con describir los postulados básicos que se asumen
frente a la acción humana. El tema del crecimiento y el libro de Barro se
escogieron por varias razones. La primera, es un tema donde se puede encontrar
exactamente lo que se está buscando en esta investigación, es decir, las
relaciones causales que la economía trata de encontrar135. Segundo, es el tema
quizá más viejo de los tratados por los economistas en forma sistemática. Tercero,
porque es un tema que Robert Barro ha tratado en los últimos tiempos y es lo más
nuevo en cuanto a este tema hoy en día. Cuarta, es uno de los estudios de mayor
difusión e importancia realizados, y es muy probable que en él se incluyan los
adelantos metodológicos en cuanto a ciencia económica.
4.5.1 Un breve repaso a las teorías clásicas de crecimiento
La pregunta “What causes economic growth and thus prosperity for the people of
the world?”136 ha tenido a lo largo de la historia del pensamiento económico
diferentes acercamientos. El mercantilismo, por ejemplo, era una teoría completa
que incluía hasta una política económica sistematizada para dar una respuesta a
cómo hacer rica a una nación. Adam Smith en su obra trata de dar respuesta a la
misma pregunta. El libro de Smith puede ser considerado de alguna forma una
respuesta al mercantilismo. Pero estos son únicamente ejemplos de que este
problema – en el sentido de que no queda claro qué hacer para desarrollar una
nación – viene siendo tratado por la economía desde sus mismos inicios. Las
135 Al menos es donde más claro se aprecia. 136 Robert Barro, Determinants of Economic Growth: A Cross Country Empirical Study, (United State: Massachusets Institute of Technology, 1997), p. vii.
105
causas de las riquezas de las naciones parecen encontrarse en las condiciones
que han hecho ricos a los países que lo han logrado.
4.5.2 El modelo neoclásico original
Los modelos sistemáticos sobre el tema fueron desarrollados en el siglo XX,
Ramsey (1928), Solow (1956), Swan (1956), Cass (1965). Estos modelos son
conocidos como el modelo neoclásico de crecimiento económico. Este modelo se
basa – como se explicó – en una función de producción de rendimientos
decrecientes, lo cual tiene varias implicaciones. Primero, el steady-sate position, o
el estado estacionario, donde los países dada la función de producción que tienen
llegarán a un estado donde el crecimiento tienda a cero. Segundo, derivado de la
los rendimientos decreciente en la función de producción surge el concepto de
convergencia. Este concepto indica que los países que se encuentran en un nivel
de producción más lejano a su estado estacionario crecerán más rápidamente que
los que se encuentran más cerca de ese punto estacionario. De aquí que exista un
proceso de cierre (catching up process) entre los niveles de riqueza de países.
Aunque, por supuesto, esta convergencia es condicional pues depende de varias
variables. Barro lo explica así: “Convergence is conditional because the steady-
state levels of capital and output per worker depend in the neoclassical model on
the propensity to save, the growth rate of population and the position of the
production function –characteristics that may vary across economies”137.
Se pueden ir observado varios conceptos claves en este modelo. Primero, el
capital; el nivel de capital existente que determine la función de producción y el
nivel en el que se encuentra es muy importante. En este modelo el concepto de
capital puede extenderse fácilmente de capital físico a capital humano que incluiría
variables tales como educación, experiencia y salud. Este modelo tiene una
deficiencia: no explica el crecimiento económico a largo plazo, es decir, en algún
momento dada la función de producción el crecimiento tenderá a cero o se
detendrá. La forma de corregirlo fue asumir cambios tecnológicos que vienen a
137 Barro, Economic Growth, p. 1
106
cambiar la forma de la función de producción (como se vio en el capítulo anterior
cuando se da un efecto sustitución por un cambio de la productividad marginal del
trabajo). El problema es que se recurre a un recurso exógeno que no tiene una
explicación. Igualmente se recurre al crecimiento de la poblacional para explicar el
crecimiento a largo plazo, variable que al igual que la anterior es exógena.
4.5.3 Los modelos de crecimiento endógeno Los modelos predecesores no podían explicar satisfactoriamente el crecimiento a
largo plazo de los países, por lo tanto se buscó una explicación endógena a dicho
cuestionamiento. La forma de endogenizar la explicación del crecimiento a largo
plazo fue considerar el avance tecnológico como una nueva creación de ideas.
Las ideas (aún en un lugar donde se defiendan las patentes no puede ser evitado
que las personas se enteren) tienen entonces condición de bienes públicos. Es
decir, factores como la tierra, la mano de obra y el capital tienen condición de
factores rivales en una economía, en cambio las ideas no. Si las ideas son
consideradas factores de producción entonces el crecimiento a largo plazo es
posible.
Un nuevo episodio en la historia del estudio del crecimiento económico se inicia
con Romer (1986), continua con Lucas (1988) y Rebelo (1991). Estos autores
generan una explicación alterna al crecimiento económico a largo plazo. Ellos lo
explican en inversiones diversas de bienes que incluyen capital humano que no
necesariamente tiene rendimientos decrecientes. La expansión del conocimiento
es únicamente importante porque ayuda a evitar el rendimiento decreciente.
En esta línea las teorías endógenas incluyen, por ejemplo, la importancia de la
política de gobierno en protección de derechos de propiedad y en niveles de
impuestos. Por ejemplo. El problema de estos modelos es que solucionan un
problema, el del crecimiento a largo plazo, y caen en otro: no predicen más la
convergencia. Barro lo expresa así: “Since the behavior is a strong empirical
107
regularity in the data for countries and regions, it was important to extend the new
theories to restore the convergence property”138.
Vemos entonces que al final existe un problema: se necesita un modelo que
explique tanto la convergencia (porque de hecho se está viendo) como el
crecimiento a largo plazo de los países.
¿Qué es lo que trata de generar Barro? Un modelo que sea capaz de explicar
tanto el crecimiento a largo plazo como la propiedad de convergencia. La pregunta
es ¿cómo? La respuesta, terminar de una vez por todas con los modelos que no
han sido capaces de explicar los hechos de la realidad. Es decir un modelo que
determina las variables endógenamente y que explique tanto el crecimiento a largo
plazo como la propiedad de convergencia. De esta manera Barro parte en su
trabajo de una idea clara (una teoría) para comprobarla a la realidad. Él explica el
origen de su modelo: “Yet the recent cross-country empirical work on growth has
received more inspiration from the older neoclassical model, as extended to
include government policies, human capital, and the diffusion of technology.”139
Pero aunque el modelo propuesto sea más cercano al antiguo que a los
endogenistas, Barro está tratando de conciliar el modelo antiguo con un nuevo
modelo inspirado en el donde se dé respuesta a cómo endogenizar las variables
de crecimiento a largo plazo.
Esto que hace Barro me parece sinceramente un avance. Se llevan décadas
discutiendo los mismos asuntos y es hasta ahora que alguien viene y toma lo que
pareciera ser lo más importante del grupo de explicaciones y va directamente a
compararlo con la realidad. Metodológicamente no podríamos decir que es un
deductivo, pues irá a comprobar una teoría en un estudio empírico; tampoco
podríamos decir que es un inductivo puro porque está generando teorías, posibles
138 Barro, Economic Growth, p.7 139 Ibid.
108
explicaciones a partir de ciertos hechos que consideran como hechos en sí140.
Barro sabe lo que está buscando, ciertas regularidades141 que puedan explicar el
problema planteado sobre el crecimiento.
4.5.4 Los hallazgos de Barro
La extensión del modelo neoclásico puede ser representado en la siguiente
ecuación:
Dy = f(y,y*),
Dy es la tasa de crecimiento per capita, y es el actual nivel de producción per
capita, y* es el nivel de crecimiento de largo plazo, o el nivel producción
estacionario. El y* puede ser entendido como el objetivo de producción per capita
también. Según Barro la tasa de crecimiento Dy esta en función de y , y*. Para un
nivel dado de y* el cambio en y es decreciente, y para un nivel dado de y los
cambios en y* son crecientes.
Lo importante aquí es ver que y* depende de la canasta de escogencias que
realice una sociedad. Estas decisiones se pueden dividir en dos grandes grupos:
las decisiones que realice el sector privado, y las decisiones que realice el sector
público, es decir, el gobierno. Entre las decisiones que toma la economía privada
están las tasas de ahorro, oferta de esfuerzo laboral y tasas de fertilidad. Pero
estas variables, si no estuvieran explicadas dentro de un modelo, terminarían
140 Pareciera ser que toman como un hecho evidente la convergencia y el crecimiento a largo plazo, y esto metodologicamente hablando toma el lugar del axioma, o la premisa mayor de un análisis deductivo. 141 Estas son palabras del mismo Robert Barro, cuando me concedió una entrevista personal con ocasión de un Liberty Fund celebrado en Guatemala en octubre del 2000.
109
siendo una explicación exógena. Barro dice sobre lo que determina la decisiones
sobre estas
variables: “each of which depends on preferences and costs”142. De aquí ya
obtenemos la forma en que los factores son determinados en el modelo de
crecimiento económico. Si recordamos la exposición de los supuestos de acción
humana obtendremos la respuesta. Las personas toman decisiones de cuánto
ahorrar por las preferencias intertemporales que regula la tasa de interés (esto es
un trade-off entre consumo presente y futuro), el esfuerzo laboral se decide entre
el ocio y el consumo, y la tasa de fertilidad se decidiría de acuerdo a la
maximización de las personas en cuanto a costo y satisfacción. El modelo sigue
siendo consistente. Las decisiones que realiza el sector público son, por ejemplo,
tasas de impuestos, el mantenimiento del estado de derecho y derechos de
propiedad, la intervención en los mercados y decisiones empresariales, y el grado
de libertad política. Barro dice que para los países que tienen una economía
abierta es importante considerar los términos de intercambio con otros países. De
aquí se puede desprender la importancia de la forma en que se toman decisiones
colectivas (aquí podría hacerse alguna conexión con la escuela de Opción
Pública), y por lo tanto el tema de la democracia se convierte en algo importante.
Los hallazgos de la investigación fue encontrar correlación143, es decir, evidencia,
de las variables que el modelo proponía son factores importantes para el
crecimiento económico. Por ejemplo el modelo neoclásico pronostica la
convergencia, y Barro encuentra que a niveles iniciales de PIB per capita el
crecimiento es menor. Es decir hay una correlación negativa entre niveles altos de
PIB per capita y niveles de crecimiento144. Los niveles iniciales de capital humano
que los modelos pronostican parecen tener una importancia significativa en el
crecimiento económico. Barro encuentra que la educación secundaría masculina
tiene una correlación positiva y significativa para la tasa de crecimiento. No así la
142 Barro, Economic Growth p. 8 143 La correlación no necesariamente implica causalidad, pero en los promedios la investigación presupone que existe alguna causalidad. 144 Barro, Economic Growth, p. 17
110
educación primaria. Por otro lado la educación femenina no parece tener una
correlación significativa para el crecimiento, aunque parece ser que la educación
femenina tiene otra forma de influir en el crecimiento. Barro lo explica así: “Some
additional result indicate that female schooling is important for other indicator of
the economic development, such as fertility, infant mortality, and political
freedom”145. Una alta tasa de crecimiento poblacional reduce el crecimiento
porque el capital en vez de ser invertido en los mismos trabajadores debe ser
invertido en más trabajadores por lo que el capital per capita se reduce. Lo que
viene a reducir es y*, esto también se explica porque se debe de poner recursos
para que el niño los consuma en vez de que se usen para producir bienes. El
hallazgo parece confirmar la teoría, una correlación negativa y es significativa. El
hallazgo más importante es quizá la relación del crecimiento con el consumo de
gobierno. La correlación que es significativa resultó ser negativa. Lo limitante de
este hallazgo es que se utilizó únicamente el gasto en defensa y en educación.
Pareciera ser un hallazgo contradictorio porque si la educación resulta tener
correlación positiva y el gasto de gobierno en educación no lo tiene, una posible
explicación es que la educación estatal sea poco eficiente. La explicación que da
Barro al respecto es que grandes cantidades de gasto de gobierno no productivo
tienen una asociación con los impuestos y de aquí que se explique la correlación.
Es decir Barro concluye que un gran gobierno es malo para el crecimiento
económico, ¿por qué? Por los niveles de impuesto, o por lo poco productivo del
gasto de gobierno.
El mantenimiento del estado de derecho parece ser una de las variables más
importantes. Puntos como el clima de negocios, la fuerza de la ley para hacerse
cumplir, el cumplimiento de los contratos y el resguardo de los derechos de
propiedad parecen tener un efecto importante en el crecimiento económico. Por
último, los términos de intercambio favorables parecen tener un efecto positivo en
la producción doméstica. Barro pasa después a tratar el tema de los derechos
145 Barro, Economic Growth, p.21
111
políticos y civiles. Teóricamente la democracia puede ser buena o mala para el
crecimiento. Es decir, un dictador (que sería un extremo) no asegura nada, la
historia según Barro lo muestra: unos están preocupados por sus propios
intereses y otros por el crecimiento del país. Un dictador es peligroso. Por otro
lado una gran cantidad de democracia puede llevar a la demagogia y no respetar
derechos de propiedad, por ejemplo. Pareciera ser entonces que la idea de
Friedman de que tanto la libertad económica como la política se refuerzan
mutuamente, según este estudio puede ser cierta. Un país donde existe una
buena cantidad de libertad económica y prosperidad parece ser el lugar ideal para
que prospere la democracia. El hallazgo econométrico fue que la regresión resultó
ser una semi elipse. Esto indicaba que pocos niveles de democracia son malos
para el crecimiento, pero que mucha democracia es mala para el crecimiento
también. En otras palabras, quizá lo que esté apuntando este hallazgo es quizá a
una república, donde se respeten ciertos principios importantes contenidos en
alguna constitución.
112
4.6 Conclusiones La primera conclusión que podemos obtener del trabajo de Robert Barro es que es
un autor sistemático. Inicia su modelo macroeconómico desde la base de la
microeconomía y puede llegar hasta un problema específico de la macroeconomía
como es las causas del crecimiento económico, y uno observa que se fue
colocando en ese sistema ladrillo por ladrillo sin que estuviera ninguno colocado
fuera de lugar. Me parece que el gran trabajo de Barro es haber sistematizado el
pensamiento de los clásicos, es decir realizar una summa del pensamiento clásico
y además introducir en él, sin contradicciones, avances metodológicos tales como
la combinación de la deducción y la inducción. Además me parece que lo hace de
una forma inteligente, se aleja de cualquier postura absoluta sobre alguno de los
dos. La mejor forma de hacerlo es ni siquiera mencionar el tema y ver en su
trabajo la mezcla de las dos formas hasta hoy en disputa todavía por algunos
economistas146.
Me parece pues que el trabajo de Barro ha consistido en hacer uno ese
pensamiento clásico sin contradicciones y volverlo a poner a la vanguardia. Barro
pone en armonía la microeconomía y la macroeconomía como una sola disciplina.
Los clásicos no hacían la separación que se hace a partir de Keynes entre estas
dos modalidades de la economía. Si vemos los tratados de los clásicos
encontraremos que entre los temas se encuentran algunos que son tratados
desde el punto de vista que hoy conocemos como macroeconomía, y otros son
tratados desde el punto de vista que hoy conocemos como microeconomía. Pero
146 En la entrevista que tuve con Robert Barro me pareció captar eso, es decir, él dice que ponerse a pensar en metodología no es la forma en la que realiza una investigación, pero no creo que nunca lo pensara. Me parece más que se siente muy cómodo en la tradición clásica, no en el sentido ricardiano, sino más bien en el de Smith donde no existía primacía ni de lo abstracto, ni lo concreto. En el trabajo de Barro podemos ver que existe pensamiento abstracto, pero a la vez el famoso test con la realidad, y lo hace con el fin de conciliarlos. Cuando tiene una teoría la prueba, cuando observa algo en la experiencia trata de explicarlo con una teoría.
113
en ningún momento hacen distinción tajante, sólo cambia el enfoque con que lo
están viendo. Estas dos disciplinas no pueden estar separadas; una teoría
macroeconómica no puede ser algo aparte de la teoría microeconómica, sino no
existiría fundamento.
Otro punto importante a recalcar es que la economía nunca ha tenido una
verdadera revolución. Me refiero con esto a que los debates de la ciencia
económica se han dado únicamente a nivel descriptivo. Se ha debatido sobre si
los precios son flexibles o no, se ha debatido sobre si los costos tienen o no que
ver con la determinación de los precios. Es más parece ser que la discusión nunca
ha salido de los clásicos, la famosa revolución keynesiana no parece haber sido
tan revolucionaria. La inflexibilidad de los precios ya se había discutido en el
mundo clásico. El monetarismo en su postulado sobre el dinero afectando la
producción sólo a corto plazo no parece estar realmente distante del supuesto de
neutralidad del dinero de la economía clásica. La discusión ha quedado en la
estructura, pero nunca se ha pasado a los cimientos de la ciencia económica. El
debate del método parece algo olvidado, lo cual me parece correcto porque
ninguno de los dos métodos propuestos en ese debate parece tener la solución. A
todo esto ¿por qué estoy hablando de que la economía nunca ha tenido una
revolución autentica?147 Porque aunque pareciera ser que la ciencia económica
esta en su mejor momento con la caída de los sistemas centralmente planificados,
pareciera no ser suficiente. Porque no puede dar todas las respuestas que se le
piden. Problemas tan antiguos como el crecimiento económico continúan
inconclusos, quizá porque no se han tratado correctamente o porque no existe una
solución universal. El verdadero y real avance fue colocar el estudio de la
economía como el estudio de la acción humana. Pero a pesar de eso se sigue
buscando condiciones homogéneas para un mundo heterogéneo, se siguen
buscando condiciones en el mundo de la acción humana que está determinado
por la libertad.
147 La revolución marginalista que empezó como una verdadera revolución terminó siendo una “ley” de la economía, es por eso que en el sentido que estoy utilizando la palabra no ha existido ninguna revolución auténtica.
114
Capítulo 5 5.1 Introducción Actualmente la disciplina economía148 es una de las que más lucha por
convertirse en una ciencia verdaderamente objetiva. Para lograr esto se han
venido realizando a lo largo de la historia de la economía importaciones propias de
las ciencias físicas. El ejemplo clásico y punto central de esta investigación es la
relación causal. Todavía se enseña en las clases de economía que esta es una
ciencia porque es capaz de emitir leyes causa y efecto. Otro ejemplo de esta
invasión es la importación del método matemático. Se trata de utilizar un método
objetivo como criterio de certeza en un ámbito donde las cosas no tienen porque
suceder de una sola manera. Es decir, si asumimos que la acción humana es libre
no podemos pensar que en ella encontraremos leyes de tipo causal. Esto porque
las leyes de tipo causal indican una relación necesaria y de una sola manera. Así
la pregunta que surge en este momento es: ¿es aplicable la ley causal al ámbito
de las disciplina económica? Para tratar de dar respuesta a esta interrogante será
necesario contestar a otras preguntas sobre los fundamentos en los que se
construye la economía convencional. Por lo tanto la primera pregunta debe ser:
¿en qué pilares se fundamenta? Aquí se debe indagar sobre los supuestos más
generales de la economía. Detallados estos supuestos de la economía se puede
entonces pensar en qué tipo de ciencia es la economía o si es qué es una ciencia.
Por último se tiene que analizar qué método corresponde a la disciplina
económica. Es decir, si los métodos actuales de investigación son acordes al
objeto de estudio (por decirlo de alguna manera) de la disciplina económica.
Para responder a estas ultimas preguntas de esta investigación se tomará como
ejemplo de la economía convencional a Robert Barro149. El aparato crítico que se
148 No la llamo ciencia económica a propósito. La explicación se infiere a lo largo del capitulo. 149 Considero a Robert Barro un autor sistemático y contemporáneo perteneciente quizá a la escuela más influyente del momento que representa muy bien en su obra lo que la economía convencionalmente es hoy en día debido a que su obra es una gran summa del pensamiento clásico y de los avances contemporáneos.
115
utilizará para contestar a estas interrogantes es la filosofía crítica de Kant. Esto
porque la única forma de realizar una verdadera crítica es llevar a cabo una crítica
inmanente. De lo contrario lo único que estaría diciendo es que desde un punto de
vista diferente no hay comprensión. La ciencia occidental actualmente se
encuentra bajo el influjo poderoso de la filosofía kantiana. La economía
simplemente no es la excepción y de allí la inmanencia de la crítica.
5.2 Elementos kantianos de la economía convencional Aquí se encuentra de manera explícita la razón de la inmanencia de la crítica
kantiana a la economía convencional. En este apartado se indaga sobre los
fundamentos más generales sobre los cuales se construye la disciplina
económica. Los presupuestos más generales sobre los que descansa una ciencia
– desde la filosofía primera de Kant– son los presupuestos de razón causal,
imperativo categórico y política universal. La pregunta que se debe contestar en
este momento es: ¿la economía convencional asume estos presupuestos –incluso
de manera inconsciente – en la formulación descriptiva de su teoría? Si la
economía se construye sobre alguno de estos presupuestos la crítica es
inmanente. Los matices de los resultados de la investigación señalan que sí lo es.
El primer presupuesto a indagar es el de razón causal. Como se mostró en el
capítulo de la filosofía kantiana las categorías a priori de la subjetividad son las
que nos permiten pensar los objetos, es decir, son las que nos permiten percibir y
entender las relaciones de necesidad del mundo del fenómeno. Si somos capaces
(los seres humanos) de percibir, entender y formular la ley de la gravedad es
gracias a esas categorías150. Ahora veamos si en la economía se asume este
modelo para el entendimiento del fenómeno151 económico.
150 En realidad gracias a la conjunción de las dos categorías. Es decir, las categorías a priori de la sensibilidad y las categorías a priori de la subjetividad. La mediación entre estas dos es la que nos permite tener conocimiento del mundo del fenómeno. En otras palabras esa es la razón para Kant. La mediación entre estas dos dimensiones. 151 Aquí la palabra fenómeno no tiene otro sentido diferente al de suceso.
116
Para esclarecer esta cuestión veamos primero los objetivos de la investigaciones
económicas. En la disciplina económica actual se pude detectar claramente que
está en busca de postulados que puedan servir como guía de acción en cualquier
parte del mundo. El estudio de Barro sobre crecimiento económico es revelador, y
aún más revelador son sus palabras sobre la cultura de los países. En ocasión de
la entrevista que Barro me concediera, me comentaba que él no veía ni14ngún
problema con la cultura porque esta puede cambiar. Lo que se puede inferir de
esta afirmación es que si se obtiene una regularidad a través de un estudio
empírico puede y de alguna manera debe seguirse para alcanzar los objetivos
económicos, pues no sería lógico que no se siguiera si ya se ha descubierto. En la
misma ocasión Barro me decía que lo que él buscaba eran ciertas regularidades
nada más152. Estas regularidades que se buscan a través de estudios empíricos
son relaciones causales. Es decir, las condiciones bajo las cuales los seres
humanos reunidos en naciones reaccionan positivamente para la creación de la
riqueza. El caso de la política es otro ejemplo revelador. El mismo trabajo de
Barro pone énfasis al estudio del efecto de las instituciones políticas en el proceso
de creación de riqueza153. El surgimiento de la escuela de Opción Pública es otro
claro ejemplo. Buscar las condiciones bajo las cuales las personas reaccionan
positivamente al proceso de creación de riqueza. La relación causal descansa en
los presupuestos de la economía contemporánea.
Ahora la pregunta a contestar es ¿el imperativo categórico subyace como un
fundamento de la economía actual? Los matices de esta investigación indican que
no. Barro deja muy claro que lo que él está realizando es un trabajo descriptivo. Es
decir, economía positiva. Está describiendo la realidad y no está tratando de
elaborar economía normativa. En otras palabras, en toda la economía
contemporánea existe una escisión entre economía y moral. Esto derivado de que
152 Esto se puede inferir de su trabajo aún cuando él no lo haga explícito. Lo que se busca en los análisis estadísticos son relaciones causales probabilísticas. Para efectos de esta investigación es propio de una etapa precrítica, relacionado directamente con Hume. Se explica con mayor detalle posteriormente. 153 Un comentario propio de un economista situado en una posición más ingenua sería en relación a los incentivos. Es decir, algo así: “Hay que colocar los incentivos en el lugar correcto”. Con una postura así en el fondo se niega la libertad, pues se asume que el ser humano reacciona y no actúa.
117
se considera a la economía una ciencia descriptiva y por lo tanto objetiva. De esta
manera cualquier implicación de deber es considerado despectivamente como un
simple juicio de valor154. Así vemos que este presupuesto kantiano no subyace en
la economía. Para la filosofía kantiana es impensable algo que conlleve actuar
humano desligado de la moral. El ejemplo de la política (ver capítulo 2 de esta
tesis) que está sustentada en la moral es el ejemplo más claro.
El tercer presupuesto a investigar es ¿la economía presume dentro de formulación
descriptiva una política universal? Los matices de esta investigación sugieren que
sí. La investigación sobre crecimiento económico de Barro antes mencionada nos
proveerá con la respuesta. Su “descubrimiento” sobre las niveles de
democracia155 y su comentario sobre la cultura nos dejan ver claramente que lo
que presupone la economía convencional actual es la necesidad de una forma de
gobierno universal que permita a los agentes económicos producir e intercambiar
libremente a lo largo del globo terráqueo. Es decir, el establecimiento de una
república constitucional donde se resguarden ciertos valores que han funcionado
de alguna manera para ciertos países y culturas. La idea de buenos términos de
intercambio y de condiciones políticas que los permitan y los promuevan es
ejemplo de esta postura. La relación con Kant se puede ver en su Carta a la paz
perpetua. De aquí podemos obtener el último gran postulado kantiano –no
discutido aún– que subyace en toda la economía. Es decir, ¿qué subyace detrás
de los postulados de razón causal y de política universal? La respuesta es
sencilla. Kant asume una razón universal. Esta razón universal es la que permite
la igualdad en los seres humanos y por lo tanto la política universal. Es así como
finalmente podemos decir que la economía contemporánea descansa en el
postulado kantiano de razón universal que a su vez sustenta los postulados de
razón causal y política universal. La economía convencional a su vez deja de lado
154 Adelante en donde se habla del lugar de la economía en la filosofía de la ciencia se podrá ver porque es ingenua esta actitud. 155 Para ver con más detalle lo relacionado con la democracia y el efecto económico ver el capítulo 4 de esta tesis.
118
el imperativo categórico dentro de su formulación descriptiva permitiendo –según
ellos– eliminar los juicios de valor al eliminar cualquier cuestión del deber ser.
Ahora que se ha visto los postulados kantianos que si tiene la economía
(ejemplificada en Barro, pero también la economía en general), es necesario
hablar de las diferencias. La gran diferencia se puede situar en la cuestión de la
escisión entre moral y “ciencia económica” al pretender ser una ciencia del ser y
no del deber ser. Esta diferencia –al igual que las igualdades– se sustenta en una
cuestión más profunda: el origen de la razón. Para Kant dicho origen está en los
elementos trascendentales: el a priori. Para los economistas eclécticos como
Barro el origen de la razón está en la experiencia. De allí la necesidad de estudios
empíricos para hacer descubrimientos que hagan progresar la economía. Se ha
expuesto hasta aquí los elementos kantianos y no kantianos de la economía de
Robert Barro y de la economía en general. Ahora se hace evidente porqué la
crítica es inmanente. Es el momento de pasar a la crítica en sí. Esto se iniciará
indagando en las condiciones de posibilidad como ciencia de la economía. Es
decir, indagar qué tipo de ciencia es la economía.
5.3 Diferentes tipos de ciencias: empíricas y del espíritu
El método de las ciencias empíricas se inicia en la Revolución Científica con
Kepler y Galileo. Antes de esto las explicaciones acerca del mundo habían sido
dadas por las religiones a través de la revelación y la razón únicamente. Son ellos
los que empiezan a tratar de explicar el mundo con algo más que la revelación:
con el propio entendimiento y con la observación. Es decir empiezan a proponer
posibles explicaciones y a verificarlas a través de la observación. Esta revolución
culmina con Newton y la física clásica. En cuestión de 200 años las ciencias
empíricas desarrollaron un método y se convirtieron en una ciencia descriptiva por
excelencia. A través de dichas ciencias se logra descubrir ciertas relaciones de
causa y efecto que son necesarias en la naturaleza. La observación proporciona
119
los datos y luego la matemática proporciona el criterio de certeza que las ciencias
necesitan para poder declarar universalidad y necesidad.
Con la historia de las llamadas ciencias sociales pasa algo diferente. La
separación de este tipo de disciplinas podemos encontrarlas desde los tiempos
griegos desde que Sócrates inicia con la reflexión antropológica y deja por un lado
la filosofía de la naturaleza propia de sus antecesores. Luego la tradición continúa
con Platón y Aristóteles y sus tratados sobre ética y política. Ambos, a pesar de
sus diferencias, sitúan a la política, por ejemplo, en el ámbito del debe ser156. Este
punto es muy importanto dado que actualmente se considera a la economía como
una ciencia descriptiva. El método que utilizaon estos filósofos puede ser
discutido, pero es claro que ninguno trató de emitir leyes de una manera
descriptiva. Aristóteles, por ejemplo, ponía a la economía como una disciplina
comparable con la ética y la política. El ejemplo de Aristóteles es de suma
importancia para hacer énfasis en este punto pues Aristóteles, a diferencia de
Platón, era un filósofo y científico a la vez, y a pesar de eso tenía muy claro que
la economía, la política y la ética no podían ser ciencias sujetas de
demostración. Es decir, no permitían, por ejemplo, que las matemáticas invadieran
esos terrenos correspondientes al actuar del hombre.
Después de la época clásica llegamos hasta la modernidad donde la filosofía entra
en crisis. La crisis la representa muy bien Descartes. El espíritu de este filósofo
ejemplifica lo que pasaba por esa época: no había un método que permitiera a la
metafísica convertirse en lo que había aspirado siempre: la ciencia del ser y la
verdad. El método que había resultado exacto y preciso era el método
matemático. De ahí que estos filósofos como Descartes y Leibniz no tardaran
demasiado en realizar un traslado del método matemático a la metafísica y de ahí
poco quedaba para que se realizara un traslado a todas las otras ciencias. Un
156 El primero que hace ciencia política es Nicolás Maquiavelo. Este sitúa la reflexión en cómo son las cosas. Dice que él no hablará de cómo deben ser las cosas sino de cómo son. Ver: Nicolás Maquiavelo, El príncipe, (Madrid: M.E Editores, S.L., 1995), p.109
120
ejemplo claro de esto es el libro La Ética de Spinoza, que está escrito de acuerdo
al método geométrico y pretende dar respuestas certeras a todo.
Como se mostró en el primer capítulo de esta tesis el idealismo alemán hacía
exactamente lo mismo con Wolff como maxima figura. Es hasta que aparece
Hume que hace despertar al idealismo –incluido Kant – de su sueño dogmático y
reconocer que el conocimiento necesita de la corrección y guía de la experiencia.
Hume realiza una ruptura más profunda, porque la filosofía entra en un estado de
escepticismo. En esta etapa la filosofía es incapaz de darle respuesta gseológica a
Newton y su física.
Es hasta que se inicia la filosofía trascendental llevada a cabo por Kant y su
reforma crítica que la filosofía logra dar la respuesta gnoseológica que las ciencias
empíricas demandaban. El mismo Kant regresa – de forma independiente y por
medios diferentes – a la división que hacía Aristóteles en cuanto a tipo de ciencias.
El descubrimiento trascendental de Kant: la libertad dentro del mundo del
noúmeno inicia formalmente con la separación que debe ser hecha en cuanto a
las ciencias empíricas y las ciencias del espíritu157. Este descubrimiento culmina
con la Ilustración y da paso a otra etapa donde el positivismo francés –
principalmente – viene a retomar los métodos de las ciencias empíricas como
propios de las ciencias sociales. Este positivismo ha venido a invadir a casi todas
las ciencias sociales y la economía no ha quedado al margen de esta invasión de
las ciencias empíricas a las ciencias humanas. De aquí mismo la importancia de la
cita de Barro donde explica que su objetivo de un modelo más satisfactorio sea la
idea de entender mejor la realidad, es decir, explicar las cosas “como son”. En
este trabajo hago la aclaración de que distingo claramente entre la economía
positiva y la normativa. La idea de la ciencia económica actual es la de describir y
entender los procesos. Ejemplificarlo es muy simple, y este ejemplo es otra de las
157 El primero en hablar de ciencias del espíritu es Hegel, aunque Kant hace desde la Crítica de la Razón Práctica la diferencia de objetos de conocimiento y por lo tanto de método. Posteriormente Diltey retoma este tema.
121
razones por las cuales se escogió a Robert Barro para el análisis: él toma como
base de un modelo macroeconómico la microeconomía convencional. En la
microeconomía convencional no hay grandes desacuerdos como los puede haber
en macroeconomía por eso es tan importante ver a que se refieren los
microeconomistas cuando están diciendo que su estudio de la economía es
positivo: “Un análisis que está estrictamente limitado a hacer afirmaciones
descriptivas o predicciones científicas, por ejemplo: Si A, entonces B. Una
afirmación de lo que es”158. Vemos aquí un claro ejemplo de la influencia que tiene
la economía proveniente de las ciencias empíricas. Este ejemplo es tomado de un
libro convencional de texto de economía. Esto es lo que actualmentre se enseña
a las nuevas generaciones de economistas. El indagar en cuestiones de
epistemología y filosofía de la ciencia permite hacer cuestionamientos tales como
¿es la economía una ciencia descriptiva?, ¿es acaso una ciencia propia del
mundo del fenomeno? Por lo tanto, es el momento de determinar el ámbito de
acción de la economía, es decir, indagar en las condiciones de posibilidad del
objeto de estudio de la economía para determinar su carácter.
5.4 La crítica a la utilización de la relación causal en economía
Para contestar a la pregunta anterior es necesario aclarar algunos aspectos con
respecto a la causalidad. La idea de la causalidad como medio de explicación
científica es propia de las ciencias empíricas. La causalidad se ha utilizado para
describir la forma en que el mundo se comporta. Este estilo de hacer ciencia se ha
importado hacia las ciencias no físicas sin indagar primero en las condiciones de
posibilidad de dicho objeto de estudio. Es decir, sin detenerse a pensar si ofrece
las mismas condiciones que el mundo físico, el fenómeno.
Para hablar de causalidad en las ciencias es necesario revisar la filosofía de la
modernidad. En ella podemos encontrar el pensamiento desarrollado por David
Hume que aunque construye un pensamiento causal, es escéptico a la vez. Para
158 Miller, op. cit., p.14
122
Hume la causalidad no es más que una costumbre de nuestra mente. Podemos
tener una costumbre de ver un efecto B siempre que anteceda un suceso A, pero
eso no quiere decir que necesariamente sea así. De esta manera no se puede
emitir leyes porque no se sabe si seguirá siendo así. El fundamento de esto recae
en el empirismo absoluto que Hume genera. En su teoría reduce todo lo
cognoscible a la percepción la cual no da jamás la condición de necesidad propias
de las ciencias. De esta manera todo lo que Newton había descubierto en la física
no era más que una costumbre que arrogantemente ser creía con el carácter de
ciencia. Posteriormente, el descubrimiento de las categorías de Kant viene a
solucionar este problema porque ellas sí dan las condiciones de posibilidad de que
estas relaciones tengan un sentido necesario y universal. Es decir, las relaciones
de condicionamiento de la naturaleza se descubren a través de las condiciones de
posibilidad de la experiencia en nuestra mente. En otras palabras el problema de
la causalidad en el mundo físico se soluciona a través de la filosofía trascendental.
La física sería un invento, una ficción desde la perspectiva gnoseológica si el
descubrimiento trascendental del a priori no se hubiera llevado a cabo.
Finalmente lo que se puede deducir de este dilema es que hay ciertas leyes que
condicionan la forma de ser del mundo. Un ejemplo: La ley de la gravedad. Como
sujetos físicos no escogemos si cumplirla o no, simplemente la tenemos que
cumplir. Es una ley necesaria. La pregunta ahora es: ¿es posible que en
economía se hagan estas afirmaciones, universales y necesarias? Para traducirlo
a lenguje kantiano: ¿son posibles los juicios sintéticos a priori en la economía?159
Antes de contestar esta pregunta recordemos que actualmente se considera a la
economía una ciencia positiva y empírica160. Ahora sí procedamos a indagar en
las condiciones de posibilidad de la economía.
159 Juicios sintéticos a priori en el sentido que son posibles en el mundo del fenómeno. 160 Para establecer esto no falta más que ver los trabajos de investigación de Barro. Aunque él es un autor que también teoriza.
123
Primero que nada hay que establecer claramente el objeto – por llamarlo de
alguna manera – de estudio de esta disciplina. Para establecer esto utilizaré el
siguiente ejemplo que utiliza Kant en la Crítica del juicio: " la casa es, desde luego,
la causa de los dineros que se cobran por el alquiler, pero también, al revés fue la
representación de ese cobro posible la causa de la edificación de esa casa"161.
Ahora situémoslo de una manera análoga con un ejemplo de la física. Iniciaré
con el ejemplo de la física y con el ejemplo más clásico: la caída de la manzana.
Newton queda asombrado porque la manzana cae de un árbol. La pregunta:
¿qué la hace caer? Ahora pasemos al ejemplo de la casa. Al inicio no existe
ninguna casa, la pregunta equivalente al primer problema sería: ¿Por qué se
construye la casa? La respuesta a la pregunta de la manzana es muy sencilla: la
ley de gravedad que Newton descubre y verifica con la experimentación y el
criterio de certeza de la matemática. La respuesta en el porqué de la construcción
de la casa es más complicada. Esa construcción no corresponde a ninguna ley
mecánica de la naturaleza. La manzana cae cuando la rama no soporta más el
peso. Pero la casa no se edifica por una ley similar. La casa se edifica por un
motivo, es decir, el hombre la construye por voluntad. La voluntad de un individuo
es libre, y la acción del hombre es libre por lo tanto debe de estar buscando un fin
al actuar. En otras palabras, recordemos la cita del alquiler de la casa. Si una
persona desea recibir un alquiler por una casa primero debe de construir la casa.
Entonces el origen de la construcción de la casa se encuentra en un fin que dicta
la razón práctica en forma de imperativo hipotético. Si deseo recibir un alquiler por
una casa, debo construir una casa, o bien comprar una casa. De esta manera
vemos ya una diferencia entre el proceso de la caída de una manzana y el hecho
de un proceso económico. En la caída de la manzana las cosas suceden porque
tienen que suceder y no puede ser de otra manera. En el ámbito de la acción del
hombre las cosas suceden porque el hombre mismo quiso que pasaran. Si
queremos verlo en el esquema de las ciencias empíricas podemos situar como
efecto la construcción de una casa, pero como causa tenemos que situar el deseo
de alquilar, vender, vivir en ella, o regalarla, y esa causa pasa por la voluntad del
161 Kant, Crítica del Juicio, p. 344
124
hombre que es determinada por la razón práctica que tiene su fundamento en la
libertad. Es decir, el hecho que el hombre pueda elaborar un imperativo hipotético
indica que su condición de posibilidad se encuentra en el reino de la libertad, que
como se ha insistido tanto es parte del noúmeno162. Aquí la razón del sin sentido
de buscar correlaciones promedio como medio de explicación en la economía. Es
decir, una regresión estadística se fija en el promedio cuantitativo jamás en
relaciones cualitativas que necesariamente son diferentes. Volviendo al ejemplo
de la casa, si se construye no es por una razón promedio, cada caso tiene sus
motivos y condiciones particulares que son propias de la experiencia de vida de
cada uno de los individuos. En otras palabras, la descripción general y promedio
del proceso económico positivamente carece de sentido dado que es cada
individuo el que le da un sentido particular.
Así la única manera de hablar en términos generales en economía podría ser
hablar del deber ser y no del ser. Volviendo al ejemplo de la casa: la economía
dado que está fundamentada en la acción humana debe ser hipotético porque
persigue un fin. Es decir. Si quiero X debo realizar Y. Esta es la única forma que la
causalidad puede ser integrada al mundo del noúmeno: la finalidad.
Vemos entonces que el problema de la causalidad como tal, es decir, si es posible
la emisión de leyes de causa y efecto fue solucionado con la filosofía crítica de
Kant. Vemos que en el mundo de la libertad la causalidad es sustituida por la
finalidad como condición de posibilidad del entendimiento. Por lo tanto el método
utilizado por las ciencias empíricas no es propio para el mundo de la libertad. Kant
fue el primero en decirlo porque la naturaleza de uno y otro objeto son diferentes.
La condición de posibilidad de diferenciación de estos dos objetos de estudio y
por lo tanto de método es la existencia de la libertad, que se encuentra en ese
mundo inaccesible teoréticamente: el noúmeno.
162 Para aclarar la cuestión de posibilidad de los imperativos ver la parte titulada La “filosofía del hombre” en la primera parte de esta tesis.
125
Vemos entonces que los juicios sintéticos a priori que son posibles en la física y
que indican relaciones de causa y efecto no son posibles en la economía. La
razón de esto es que la relación entre un suceso y otro está determinado por la
voluntad del hombre, y la voluntad del hombre descansa en las guías que dicta la
razón práctica, que obtiene su capacidad de dictarlas del reino de la libertad. Así la
economía no es capaz de dictar leyes del ser, porque la acción del hombre no es,
sino más bien puede ser, o no ser. La posibilidad de juicios sintéticos a priori
descriptivos en la economía pasa por otro lado diferente al de la causalidad. Habrá
que indagar en su verdadero ámbito para esclarecer su posibilidad. La otra
conclusión a la que se puede llegar es que el método empírico estadístico carece
de valor de inteligibilidad porque muestra resultados cuantitativos y jamás
cualitativos, que son los propios de una ciencia del espíritu como lo es la
economía.
5.5 El lugar de la economía en la filosofía de la ciencia
La economía actualmente es considerada de dos formas fundamentales: la
primera liderada por el mainstream que considera la economía como una ciencia
descriptiva y empírica. La segunda la economía austriaca que considera la
economía una ciencia no empírica, es decir a priori pero igualmente descriptiva.
Vemos entonces que ambas tradiciones tienen algo en común. Ambas consideran
que lo que debe de buscarse son ciertas regularidades comparadas con las de la
naturaleza163. El ejemplo de Barro es contundente.
Desde esta investigación en las condiciones de posibilidad de la economía en
tanto a disciplina del conocimiento se puede decir que la economía no puede ser
descriptiva si no se quiere negar la libertad. Es decir, se mostró anteriormente que
dado que la economía depende del actuar humano que depende enteramente de
163 Opinión emitida por profesor Israel Kirzner en el seminario del FEE antes mencionado. Kirzner decía que la escuela austríaca estaba de acuerdo con este tipo de búsqueda. Opino que es cierto que aún la economía austriaca busca relaciones causales. Al respecto el Dr. Juan Carlos Cachanosky me contestaba a la pregunta ¿Puede la ciencia económica emitir leyes? “si por leyes entiendes relaciones causas – efecto: sí".
126
la determinación de la voluntad es imposible pensar que el actuar del hombre
pueda ser encerrado en ciertas leyes que sustituyan la mecánica del mundo físico
en el mundo del noúmeno para hacerlo inteligible.
En otras palabras, la economía convencional y austriaca con el fin de objtivizar la
economía como ciencia han olvidado que para lograr hacer esto en el mundo de la
acción humana es posible únicamente a través de una ética racional. Pero a la
vez, ambas tradiciones tratan de desligarse de cualquier enunciado que llaman
jucio de valor. Esta escisión entre economía y mundo moral ha llevado a creer
que las acciones humanas que están involucradas en el proceso económico tales
como fijar un precio están exentas de una imputación moral. De igual manera ha
llevado a un economisismo por no indagar en los límites de la acción humana,
debido a que la moral es la limitante de la acción humana.
De la misma manera en que han descartado la idea de moralidad en la economía
con el fin de volverlo ciencia aun cuando dicho proceso depende enteramente de
la acción humana –como Kant bien lo situaba– , sí han tomado la idea kantiana
de razón universal, transformados en la política y razonamiento económico
universal que inevitablemente subyace detrás de la economía actual. De aquí la
incomprensión de pueblos con diferentes formas de pensar y de organización
políticamente. De aquí mismo la insuficiencia de Kant que aunque reconoció
perfectamente la diferencia entre el noúmeno y el fenómeno no reconoce en su
sistema la diferencia, es decir, la ausencia de una razón universal que sí reconoce
la filosofía pos moderna.
Así la economía debe estar situada en el gran descubrimiento y avance kantiano:
el mundo del noúmeno. Pero no puede dejar de lado el avance pos moderno de la
diferencia.
La economía tanto convencional como austriaca en la medida que sigan situadas
en la modernidad (tanto en Hume como únicamente en partes de la filosofía
127
trascendental) no podrán solucionar el problema de la diferencia y seguirán
tratando de emitir leyes universales cuando únicamente pueden emitir imperativos
hipotéticos temporales y espaciales para poder reconocer tanto la libertad como la
diferencia humana que es algo evidente.
5.6 Posibles soluciones: La filosofía pos moderna La visión positiva es una herencia directa de la modernidad. Ni el mismo Kant con
su obra pudo evitar esta intromisión de la intención de las ciencias empíricas en
las ciencias del espíritu. La filosofía posmoderna tiene un desarrollo sobre estos
temas que no debe dejarse de lado. La fenomenología hermenéutica, o en el
pragmatismo son posibles caminos para superar esta inconveniencia. Es decir,
para no perder el contacto con la vida y sustituirlos enteramente por los elementos
racionales propios de la modernidad.
Para elaborar una proposición sobre cuál de las teorías posmodernas podrían ser
la clave, o la que mejor responde a estas interrogantes planteadas se requeriría
una investigación exhaustiva en la posmodernidad. En este trabajo no se pretende
más que plantear preguntas y llevar a la economía a una etapa crítica. Una época
crítica representada muy bien en la posmodernidad por medio de la crisis de los
paradigmas. En esta nueva época no se puede ir por el mundo afirmando
cuestiones sobre la dimensión humana sin preguntarnos si no es más que una
forma de ver el mundo generada a partir de ciertas interpretaciones de la realidad.
De ahí la importancia del estudio de la hermenéutica en general. Esto ha abierto el
camino hacía el entendimiento de que la objetividad en el mundo humano se
reduce a entender que todo es interpretación. Además de esto la posmodernidad
debe en algún campo superar la idea de razón universal que es en última instancia
la que genera muchos de estos problemas pues permite una búsqueda de
soluciones universales y no particulares como si podría ser un verdadero orden
espontaneo.
128
5.7 Conclusiones Finalmente se puede observar que la economía se fundamenta en un presupuesto
kantiano principal: la razón universal que toma la forma de una política universal
identificada en la economía como las repúblicas democráticas y un razonamiento
económico universal que pretende identificar a cualquier persona del mundo con el
mismo razonamiento económico que se ha definido por la economía occidental
ejemplificada en el homos economicus.
Así mismo vemos que la economía difiere de los fundamentos kantianos en el
origen de la razón y es allí donde al encontrar su origen en la experiencia se abre
el campo para la importación de modelos matemáticos y estadísticos para la
explicación del fenómeno humano. De allí mismo la utilización de la causalidad
como medio de explicación general en la ciencia económica. La experiencia y el
mundo sensible no pueden explicar nada si no es por medio de la causalidad, de
la necesidad, que pretenden encontrar a través de elementos cuantitativos:
promedios de correlación estadística. Si se hace un alto en el camino para indagar
en las condiciones de posibilidad de la economía estudiando su objeto de estudio:
la acción humana, nos percatamos que volver la economía una ciencia objetiva y
descriptiva por medio de relaciones causales de nada sirve. La acción del hombre
es libre, y por lo tanto la única explicación que permite es la de imperativos ya sea
categóricos o hipotéticos. Si es en el mundo de la moral categóricos, si es en el
mundo económico (por la búsqueda de un fin) son hipotéticos. De esta manera
llegamos a dos conclusiones: la economía no es capaz de emitir leyes
descriptivas, únicamente consejos temporales y espaciales dadas las condiciones
y los fines que se buscan en determinados tiempos y lugares. Segundo al ir unida
inevitablemente a la acción humana no puede ir separada de la moral. Es decir,
los imperativos hipotéticos deben (categóricamente) ir subordinados a un
categórico que será los límites de la economía. Esto evitaría propuestas
económicas tales como la venta de bebes por eficiencia, o teorías como la escuela
129
de Opción Pública que pretenden explicar absolutamente todo a partir de la esfera
económica.
De esta manera podemos afirmar que lo que la economía necesita no son
métodos objetivizantes que comprueben. Lo que necesita es un aparato
hermeneútico que ayude a comprender e interpretar cada situación ante los ojos
de esa situación concreta y específica. Por esto mismo el sistema desarrollado por
Kant no es suficiente para sostener una disciplina como la economía. En el
modelo de Kant no es posible pensar la diferencia, aunque exista cabida para los
imperativos hipotéticos.
Vemos entonces que la economía convencional al no indagar en sus condiciones
de posibilidad y límites se encuentra en una etapa pre - crítica, es decir una etapa
de ingenuidad.
130
6. Conclusiones y Recomendaciones
1. La ciencia económica se construye en algunos presupuestos kantianos. La
economía convencional descansa en el presupuesto de razón universal y
por lo tanto de imperativo categórico y política universal. Se separa de los
presupuestos kantianos en el origen de la razón. Mientras Kant lo encuentra
en la trascendencia, el a priori, Barro lo sitúa en la experiencia. De ahí el
método empírico y estadístico utilizado por Barro que en el fondo
presupone los presupuestos de causalidad propios de la etapa precrítica de
la filosofía.
2. La ciencia económica se encuentra aún en una etapa precrítica. La ciencia
económica como tal se puede decir que se encuentra en una etapa que se
conoce como precrítica. La mejor forma de explicar este punto es una
analogía con la filosofía. En la primera etapa de la ilustración y en su
historia en general. La metafísica pretendía ser la disciplina del ser y la
verdad sin una indagación previa en las condiciones de posibilidad de
serlo. Lo mismo pasa con la economía en esta etapa; pretende ser la
ciencia de la descripción del ser del proceso económico basando su análisis
en la libertad sin indagar primero en las condiciones de posibilidad del
análisis sobre la libertad. De aquí su ingenuidad.
3. Derivado de su condición de ciencia precrítica, la economía labora en el
campo del fenómeno cuando la naturaleza de su “objeto” es el noúmeno.
Esta conclusión se deriva inmediatamente de la anterior. Dado que la
economía no ha estudiado sus condiciones de posibilidad sobre el análisis
de su objeto se ha pasado el tiempo elaborando leyes o tratando de
encontrar regularidades donde no las hay. Es decir, la economía pretende
ser positiva para poder ser ciencia y desprenderse de las valoraciones
subjetivas. Por su objeto, es decir, la acción humana, la economía no puede
simplemente describir el ser, porque la acción del hombre depende de la
131
voluntad guiada por una finalidad que es dictada por la razón práctica, y de
por medio está la libertad, la autoconciencia que libera la acción del
condicionamiento: por lo tanto la economía pertenece al ámbito del debe
ser.
4. Dado el fundamento del objeto de estudio de la economía: la libertad, la
economía tendría que estar en la búsqueda de imperativos hipotéticos
temporales y espaciales y no en la búsqueda de relaciones de causa y
efecto. Dado que el noúmeno es impenetrable teóricamente es inútil buscar
relaciones de causalidad que construyan un modelo porque el noúmeno no
puede ser teórico. Los modelos y las teorías pueden explicar el fenómeno
porque éste está necesariamente condicionado a ciertas leyes que existen
y se nos revelan a través de la observación y la comprobación matemática.
En el ámbito de la acción del hombre los sucesos no tienen que ser, por lo
tanto, tendrá que encontrar medios enfocados a finalidades que por su
condición son temporales (la misma vida es finita), y espaciales, pues lo
que se desea hoy, no tiene que ser lo que se desea mañana, y lo que se
desee aquí no tiene que ser deseado allá.
5. La búsqueda de causalidades en la economía viene a negar el fundamento
de la economía: la libertad. La búsqueda de causalidades es propio de ese
mundo finito y condicionado. La versión extrema de este traslado de la
causalidad es el conductivismo que no hace más que buscar los estímulos
necesarios (las causas) para provocar los resultados deseados (los
efectos). Si la economía está buscando relaciones de causa y efecto o está
buscando descripciones del mundo de la naturaleza, o simplemente está
negando la libertad. El hombre no está condicionado a esa animalidad del
mundo físico.
6. En economía, por lo tanto, no hay leyes. Las leyes de tipo descriptivo en
economía no existen. Por ejemplo, decir que los precios son flexibles no es
132
una ley, porque dependerá de sí los individuos los hacen flexibles. Es decir,
la nueva economía clásica propone que los precios son flexibles y que por
eso los mercados se equilibran y no permanecen por tiempos prolongados
en desequilibrio. La forma de elaborarlo, dada la libertad de voluntad que
está de por medio, sería si queremos que los mercados no se desequilibren
por tiempos prolongados se debe hacer flexibles los precios. Esto no por
medio de una legislación si no como un enunciado de la economía que
propondría la solución a periodos largos de desajuste, por ejemplo el del
desempleo. Así llegamos a otra conclusión importante: el estado no tiene
que intervenir en los procesos de desajuste, pero no por los motivos que los
economistas han venido dando, sino por la autonomía de la voluntad. El
gobierno puede emitir una ley, pero si las personas no lo hacen, no pasará
nada. El gobierno a través de la ley no puede generar el condicionamiento
que produce la naturaleza, por lo tanto no puede hacer más que un trabajo
a posteriori como es el de la justicia.
7. En la economía no ha habido revoluciones reales. La revolución
keynesiana no lo fue tanto. Ya mucho de los debates existentes entre
Keynes y la escuela clásica se habían dado en la escuela clásica entre
Malthus, Ricardo y Mill164. Además – y este es el punto central – la
economía ha venido teniendo discusiones de tipo descriptivo. (Por ejemplo
si los precios son flexibles o no lo son). Pero nadie se ha puesto a ver el
porqué de esta discrepancia; ambos creen decir que su postura describe
mejor la realidad. Pero la solución podría estar en que no sabemos como
van a ser los precios. Si los individuos por algún motivo deciden que no
bajarán los precios aunque las ventas bajen, estos no bajarán.
(Generalmente una conducta así se describe como un proceso irracional
pero de acuerdo a un modelo preconcebido de acción. Aquí la importancia
de los supuestos de acción humana explicado en la parte económica de
164 Opinión que comparte el Dr, Juan Carlos Cachanosky. Ver ensayo de John Stuart Mill, Sobre la influencia del consumo en la producción, en http://www.eseade.edu.ar/libertas.html
133
esta tesis). Si introducimos la libertad y la finalidad que es impredecible e
inexplicable entonces veremos que la posibilidad existe, y creo yo, es el
origen de los problemas de las teorías descriptivas, que han pretendido
hacer descripción, decir lo que es, donde la condición es un constante
devenir. De aquí los posibles problemas entre teoría y práctica.
8. Ausencia de responsabilidad moral en los procesos económicos derivada
de la visión positivista. Al hacer la escisión entre el ser y el deber ser en la
economía, se introduce la posibilidad de ausencia de responsabilidad
moral en los procesos económicos. Porque si la excusa es: así son las
cosas, nada tiene que ver la responsabilidad en ese ámbito. En cambio, si
las situaciones dependen del actuar humano, entonces existe la
responsabilidad moral.
9. Indagación en las nuevas escuelas filosóficas las posibles soluciones a los
problemas planteados en cuanto a epistemología de la ciencia económica.
Las nuevas escuelas posmodernas son las que más han dedicado tiempo a
tratar esta división entre las ciencias del espíritu y las ciencias empíricas. La
fenomenología y el pragmatismo pueden ser campos de estudio para tratar
de salvar los problemas a solucionar. Monismos metodológicos
contemporáneos –según esta investigación– no son apropiados, por lo
tanto el sacrificio de certeza que realiza Popper es de cierta manera inútil,
al menos en el campo de la libertad humana porque nunca ha existido en
ella la certeza.
10. Una unidad de ciencia como ideal. Una disciplina que estudie el fenómeno
humano como un todo para que no se cometan los errores que se han
cometido hasta hoy. Errores tales como la búsqueda de causalidades en la
esfera de la conducta humana y la escisión entre moral y economía. Otra
posible consecuencia de no tener una unidad de estudio en cuanto al
comportamiento humano podría ser el economisismo que propone la
134
explicación y solución de todos los problemas a través de una visión
económica.
11. Los juicios sintéticos a priori no son posibles en la economía. No son
posibles si trata de explicar como hechos o regularidades comparadas con
las de la naturaleza. Los juicios sintéticos a priori son posibles en el campo
de la acción humana dentro del mundo de la moral. Como la acción en el
proceso económico involucra la consecución de un fin, entonces
únicamente pueden ser imperativos hipotéticos. Sólo cuando una acción
económica involucre un deber moral serán posibles juicios sintéticos a
priori, pero en el campo del deber ser.
12. La matemática no es un instrumento propio para tratar el objeto de estudio
de la economía. La matemática es el criterio de certeza del mundo sensible.
Aunque se piense que la finalidad puede sustituir la secuencia lógica de la
causalidad, la lógica misma de estas dos esferas es diferentes. Por lo tanto
no es aplicable.
13. La alternativa inmediata no es necesariamente la economía austriaca.
Pareciera ser que la respuesta inmediata a esta negación del mainstream
es la economía austríaca, pero esta investigación no es suficiente para
afirmar tal cosa. Lo que sí se puede afirmar es la necesidad de realizar una
crítica previamente de considerarla como la opción natural después de esta
crítica.
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