VIVIR UN ESPACIO PROPIO: 28 EXPERIENCIAS
Rosa Pardo i Marín y Mariola Fortuño i Bort
JORNADAS LA CONSTRUCCIÓN DE LA CIUDAD INCLUSIVA
BARCELONA. 12 de marzo de 2013
Vamos a presentar un pequeño trabajo de investigación que hicimos en el año 2000 sobre el
espacio que diferentes mujeres de Godella (un pueblo de la provincia de Valencia) sentía como
privado dentro de sus propias casas. Entrevistamos a 28 mujeres y fotografiamos los espacios
que ellas nos indicaron. Elegimos este municipio por diversas razones (lugar en el que
desarrollaba su trabajo la asociación feminista en la que participábamos –Gatosa‐, por
proximidad a nuestro lugar de residencia, por amistad…) pero también por fijar un marco en el
que, al margen de las posibilidades económicas, familiares o personales de cada mujer, se dieran
unas condiciones sociales relativamente similares.
Pero bueno, antes de pasar a explicar el análisis realizado y las imágenes obtenidas, queremos
hacer una introducción muy breve para ubicar el tema que nos interesaba, y que era las
relaciones entre género y espacio en general y, entre género y espacio doméstico en particular:
Nos parecía interesante tratar el tema de la vivienda ya que, socialmente, el espacio doméstico
se vincula con frecuencia a la mujer, mientras que el protagonismo del espacio público se
atribuye, por el contrario a los hombres. Tradicionalmente se ha extendido el discurso de que el
hombre disfrutaba de una movilidad hacia el exterior frente a la estaticidad en el interior de la
casa donde se situaba a la mujer. Hay mucha literatura, y muy antigua, sobre la construcción de
estos discursos sobre la disociación entre lo público y lo privado en función del sexo de los
sujetos…
Uno de ellos, que nos parece interesante, es el que se extrae del artículo de Mark Wigley incluido
en el libro Sexualitat i espai de Beatriz Colomina (UPC).
En este artículo Wigley cita varios argumentos de Leon Battista Alberti (reconocido teórico del
Renacimiento que describe toda la casuística relativa a la arquitectura moderna, subrayando la
importancia del proyecto, y los diversos tipos de edificios siguiendo las funciones que deben
desempeñar) sobre la utilidad de dejar a la mujer cerrada en la casa por su naturaleza tímida,
blanda y lenta, y no sólo eso sino que además indica cómo diseñar los espacios para ejercer la
autoridad patriarcal y recluir a la mujer en la profundidad de una secuencia de espacios a la
distancia más grande posible del mundo exterior, mientras que el hombre ha de ser expuesto a
este exterior, todo ello para que la casa se convierta en un mecanismo de domesticación de la
mujer.
Por su naturaleza, otros autores consideraban que la mujer tenía una sexualidad fluida, incapaz
de controlarse ella misma y que, por tanto, había que controlarla mediante la cautividad.
Otra orientación el discurso, más paternalista, era la de presentar la vivienda como un refugio
capaz de proteger a las mujeres de los peligros del espacio público.
Como veis, las excusas podían ser muy variadas, y a pesar de ello, llegar a la misma conclusión: la
mujer se quedaba dentro de la casa.
Entonces, en ese contexto, con la sensación de que se había privado a las mujeres de
protagonismo y presencia en la esfera pública, nos encontramos con la casa, el espacio
doméstico, y nos disponemos a estudiar las relaciones de las mujeres en este ámbito.
La casa, la vivienda, el espacio doméstico, representaba el espacio femenino por antonomasia,
donde cada una actuaba con total libertad, gracias a la privacidad que ésta vivienda le
proporciona.
Entonces descubrimos que, lejos de ese ideal teórico, y tal como desenmascara Soledad Murillo
en su ensayo “El mito de la vida privada. De la entrega al tiempo propio”, el espacio doméstico
garantiza e impide al mismo tiempo a las mujeres disponer de un tiempo y un espacio propios
para desplegar su individualidad.
A raíz de unas entrevistas, la autora se sorprendía de la definición de “vida privada” que daban
las mujeres, como un “conjunto de prácticas afectivas y materiales orientadas al cuidado y
atención de los otros”
Así, para ella, existían dos definiciones de privacidad:
A. Apropiación de sí mismo que marca la idea inefable de privacidad: la retirada voluntaria y
puntual de un espacio público para beneficiarse de un tiempo propio
B. Privación de sí. Este contenido limitativo se identifica con el ámbito doméstico, carece del
privilegio de la reserva, le está vedado sustraerse de las demandas ajenas, lo que se
traduce en una presencia continuada y atenta a los asuntos de los otros.
En estas entrevistas se pone de manifiesto, en la vida de diversas mujeres y por diversas razones,
las dificultades de disfrutar de un tiempo y un espacio propio. Los resultados de estas
entrevistas revelan que para algunas mujeres la experiencia de este espacio privado es
inexistente, para otras representa simplemente la ocupación o el uso de determinado
mobiliario, muchas otras sí disponen de algún recinto, pero son pocas las que realmente se
benefician de poder utilizarlo en clave singular y en el ejercicio de una privacidad en su sentido
más clásico.
Después de este trabajo, advertimos que libros como el de “Una habitación propia”, trasladados
a la sociedad que hoy vivimos, tratan temas que siguen siendo de actualidad. En ese texto,
publicado por primera vez en 1929, la autora, a quien le habían solicitado una conferencia sobre
las mujeres y la novela, lejos de limitarse a citar autoras y obras y hablar de ellas, aprovecha para
reivindicar la necesidad de disponer de dinero y de una habitación propia para escribir novelas,
exponiendo sus argumentos mediante una metáfora brillante y evocadora.
El resultado de estas entrevistas desvela que muchas de sus reivindicaciones continúan sin estar
resueltas… en otros términos y con otros matices pero el hecho de que, para poder desarrollar
una actividad intelectual o creativa, es necesario tener la posibilidad de aislarse es
incuestionable, y esta posibilidad de aislamiento depende en gran medida de la posibilidad de
disfrutar de un espacio propio, privado o como le queramos llamar.
No queremos decir, que nadie nos malinterprete, que este espacio deba estar en la vivienda,
podría estar vinculado al trabajo, al lugar de estudio o en cualquier otro lugar… pero, en
cualquier caso, la vivienda debería procurar el desarrollo de la singularidad de sus habitantes
también. No sabemos cómo, no podemos tipificar este “espacio privado necesario” pero, en la
búsqueda de estrategias integrales para el hábitat quizás podría considerarse básica esta
necesidad.
Para ello, quizás hay que pensar en fórmulas ingeniosas, pensar en la flexibilidad o versatilidad
del espacio… a veces, un solo gesto puede servir para cambiar la percepción del espacio. Para
ilustrar esto puede servir, como ejemplo, la experiencia de Marguerite Duras, que trabajaba en
su dormitorio, pero necesitaba diferenciar el tiempo de trabajo del tiempo de descanso, y la
simple situación de que la cama estuviera hecha o desecha determinaba este aspecto.
Por último, nos preocupaba la relación del lugar propio escogido con el espacio público. Una
concepción del espacio doméstico que no quería entenderlo como un espacio hermético donde,
tras una puerta cerrada con llave, todo cuanto sucedía debía considerarse exclusivamente
privado y distanciado del espacio público… Por ello, nos fijábamos mucho en qué poros y qué
fisuras existían y cómo las experiencias del ámbito doméstico podían mezclarse en ciertos
puntos (ventanas, balcones, accesos…) con el espacio público…
Las imágenes que os mostramos son una serie de espacios (domésticos) que diferentes mujeres
sienten como sus espacios privados y pueden ser hoy una ventana hacia el interior de sus
casas… Los textos que se aportan entremezclan las frases textuales de las mujeres entrevistadas
y nuestras reflexiones a partir de sus respuestas a las preguntas de la entrevista, y que
enumeramos a continuación:
A. Datos personales:
Nombre
Edad
Estudios/trabajo/ocupación
Dirección
B. Datos generales de la vivienda:
Tipos de vivienda y superficie
Tipo de propiedad /alquiler
Cuantos años se habita la vivienda
C. Preguntas:
1. ¿Cuánta gente vive en casa? Cuantas mujeres? Cuantos hombres?
2. ¿Qué personas de la casa tienen un trabajo remunerado? Trabajas fuera de casa?
3. ¿Qué persona pasa más horas en casa? Cuál es el motivo?
4. ¿Cuántas horas pasas aproximadamente en casa cada día? ¿Y los demás habitantes
de la casa?
5. ¿Qué actividades realizas en la casa? ¿Cuánto tiempo le dedicas a cada una?
6. ¿En qué lugar de la casa pasas más tiempo?
7. ¿Quién ha tomado la decisión del diseño/distribución de la vivienda?
8. ¿Había muebles, los habéis incorporado después, quién ha tomado decisiones sobre
los muebles, decoración, etc.?
9. ¿Encuentras errores en el diseño de la vivienda? ¿Te encuentras a gusto?
10. ¿Se han hecho remodelaciones? ¿Cuáles? ¿las has decidido tú?
11. De todos los espacios de la casa, ¿hay alguna habitación, o un rincón, un espacio que
puedas considerar que te pertenece y que, en cierta medida, sea privado tuyo?
12. ¿Es una habitación (recinto), o un espacio residual que has adaptado a tus
necesidades, es un mueble…? ¿Qué separación tiene, qué limites tiene? ¿Qué límites
le pondrías tú?
13. ¿Cómo es ese lugar? ¿Lo puedes describir? (Posición en la vivienda, cercano o lejano
al acceso, expuesto, íntimo, abierto, cerrado…?
14. Describe los objetos que hay en ese espacio.
15. ¿Cuánto tiempo pasa en ese espacio? ¿En qué circunstancias?
16. ¿Para qué lo utilizas? (es un uso de trabajo personal, doméstico, intelectual,
descanso, ocio…)
17. ¿Qué dimensiones tiene? ¿Son adecuadas para el tipo de uso? ¿cómo son las
dimensiones en relación a otras estancias?.¿Cuál es tu percepción del espacio en
cuanto a confort, adaptación al uso, etc.?
18. ¿Qué vinculación tiene con el exterior?
19. Ese lugar privado, ¿Ha sido siempre el mismo? ¿Ha cambiado? ¿Por qué motivo?
20. ¿Tienen los otros habitantes de la casa un espacio propio?
21. Te gustaría tener un lugar propio donde tener tus cosas y realizar las actividades que
te gustan?
Hemos ordenado la exposición de las entrevistas mostrando en primer lugar los casos en que
detectamos la inexistencia o una mayor carencia de un espacio propio, y avanzando a través de
otros ejemplos que van adquiriendo una actitud cada vez más individualista y consciente de
apropiación del espacio de la vivienda. No obstante, este orden no es estricto y es fruto de
nuestra interpretación (en realidad, en muchos casos ha sido difícil ordenarlo de este modo) pero
otras miradas y otras reflexiones podrían cuestionar el orden establecido por nosotras y es por
ello que dejamos algunas frases textuales de las protagonistas, con la intención de animaros a
elaborar vuestra propia interpretación.
Orden 1 Nombre LOURDES Edad 24 Tipología de vivienda Piso Superficie 84 m2 Propiedad/alquiler ‐ Ocupación Cocinera. Trabaja en un restaurante Número de habitantes 5 (4 mujeres, 1 hombre)
En el piso donde vive han llegado a convivir 7 personas y un perro. La familia ha tenido siempre
unas normas estrictas a la hora de compartir el espacio, y estaba establecido que las actividades
durante el día se realizaban en espacios comunes (hacer los deberes, estudiar, jugar, etc.), y las
habitaciones estaban reservadas únicamente para dormir. Nos recibe en el salón de la casa y nos
lo explica: “Si vienen amigos o amigas a verme, venimos todos al comedor (que es también
salón). En las habitaciones no, a mi madre no le gusta que entre nadie a la habitación porque
unas veces está bien y otras mal… Si viene alguien estamos todos en el comedor”.
Lourdes trabaja muchas horas en un restaurante. Vive todavía en casa de sus padres,
compartiendo la habitación con su hermana, pero prácticamente no está nunca en casa, “sólo la
horas de dormir. Los días libres de trabajo me voy por ahí, aquí no aguanto encerrada”. Por ese
motivo no realiza allí ninguna actividad, excepto “levantarme de la cama y marcharme. Estoy sólo
a ratos, cuando llego me ducho y me voy”. Los demás miembros de la familia, generalmente,
pasan todo el día en casa.
Acostumbrada a esta manera de vivir, Lourdes afirma que, cuando está algún rato en casa,
prefiere “estar en el comedor porque allí está la tele, el vídeo y todo” y que, aunque en su
habitación también tienen una televisión, allí “es un rollo, ¿con quién vas a hablar?, con nadie…
Me siento en el comedor y ya está. Estar sola es un aburrimiento”. Su sitio favorito del salón,
“cuando está libre, es el sofá, aunque si no queda más remedio me siento en una silla” porque en
el sofá “hay un sitio que es de mi padre, y otro de la abuela, y si te sientas allí te hacen
levantarte”.
No reivindica ningún espacio más privado: “No, porque aunque lo tuviera, nunca elegiría estar
sola, lo compartiría”. “La casa, aunque es pequeña, me gusta y hemos vivido todos muy bien.
Que teníamos que compartir la habitación…¡pues mejor!, así charlabas con alguien y, si querías
discutir, discutías… Sola eso no puedes hacerlo. Cuando se marchó mi hermana de casa la eché
mucho de menos”.
Orden 2 Nombre BELÉN Edad 24 Tipología de vivienda Casa unifamiliar entre medianeras Superficie 200 m2 Propiedad/alquiler ‐ Ocupación Economista – Trabaja en una compañía de seguros. Número de habitantes 3 (2 mujeres, 1 hombre)
Belén pasa algunas horas en casa, aunque trabaja fuera.
El trabajo lo realiza en la oficina y no necesita llevarse nada del trabaja a su casa. Las actividades
que realiza son solo para ella: descansar, leer, etc. y mayormente las realiza en los espacios
comunes de la vivienda, espacios que comparte con el resto de la familia, como el salón, que es
donde recibe también cualquier visita.
Dispone, no obstante, de un espacio privado, sólo para ella, en la planta superior de la casa, que
es la zona más privada donde no suele acceder nadie… Este espacio lo utiliza simplemente para
dormir y para descansar, no tiene ningún otro uso excepto el de recoger sus objetos privados, sus
pertenencias, etc.
No exige ningún otro espacio para estar sola o tener más intimidad, disfruta más de la compañía
de la familia.
El resto de las personas que viven en casa sí tienen un espacio privado y exclusivo para sus
actividades que, en gran medida, están relacionadas con sus trabajos.
Como curiosidad, resulta que hay dos cuartos de baño, uno en cada planta de la casa: uno de
ellos es el de su padre, y el otro es suyo y de su madre, siendo esta distinción una norma que no
se puede transgredir.
Orden 3 Nombre AMPARO Edad 23 Tipología de vivienda Vivienda unifamiliar adosada Superficie 120 m2 Propiedad/alquiler ‐ Ocupación Licenciada en Bellas Artes. Beca diseño Número de habitantes 4 (2 mujeres, 2 hombres)
Amparo vive, desde hace 12 años, en una casa unifamiliar con sus padres y su hermano. Antes
vivían en un piso, y cuando adquirieron esta vivienda colocaron los mismos muebles que tenían
allí. La habitación de Amparo tiene los muebles que le compraron cuando tomó la comunión.
Ahora apenas pasa tiempo en casa, pero cuando está se dedica principalmente a limpiar, aunque
también dibuja un poco o restaura muebles que le ofrecen.
Nos recibe en el comedor (salón) y cuando le preguntamos que donde pasa más tiempo en la
casa nos dice que “en el comedor y en la cocina, porque hacemos la vida en la cocina”, pero el
espacio que considera privado es su habitación, donde no entra nadie si ella no lo desea. En la
habitación, dice, “tengo las fotos y la mayor parte de mis cosas; cosas hechas por mi y cosas que
me han regalado o que han hecho mis amigos, fotografías, escritos míos…”
Su habitación, en este caso, funciona como un almacén donde guarda sus pertenencias, aunque
no la utiliza para ninguna actividad en particular salvo cuando siente la necesidad de
“desconectar”. Cuando estudiaba, nos cuenta, “los trabajos de Bellas Artes los hacía abajo, y si
tenía que estudiar utilizaba la cocina porque, como yo estudio de noche, todo el mundo se
acuesta a dormir y yo estudiaba en la cocina que es donde hay más luz hay y donde puedo
ponerme la estufa (…) El salón que construyeron abajo es donde mi madre cose y yo dibujo, hago
carteles o cualquier cosa, y mi habitación es para leer, para pensar…”
Para pintar no reclama un espacio más reservado (“no, no me importa”) y, aunque su habitación
fuera más grande, más luminosa, en cualquier caso, continuaría utilizando el mismo espacio que
ahora. Siente la casa como un espacio común de la familia y, de hacer algún cambio, nos confiesa
que “si tuviera dinero haría una buhardilla, y abajo haría una bodega”.
En cuanto a la relación de su habitación con el exterior es particular; en su habitación hay una
ventana, y nos explica: “Me gusta que esté siempre abierta, y cuando duermo tengo también un
poco abierta la persiana. Me gusta oir a la gente”, pero no suele mirar hacia afuera porque “es
que la calle no es demasiado interesante (ríe)… Hay una cosa que me gusta mucho: a veces
vienen pajaritos y se posan en mis rejas y me despiertan… es muy idílico”.
Orden 4 Nombre BEA Edad 16 Tipología de vivienda Piso Superficie 100 m2 Propiedad/alquiler ‐ Ocupación Estudiante Número de habitantes 5 (3 mujeres, 2 hombres)
Bea vive, desde hace 11 años, en este piso con su familia. Antes vivían en otro piso un poco más
pequeño, también en Godella.
Suele estar es casa por las tardes y algunos ratos del fin de semana, siendo sus actividades
habituales ver la tele, leer y estudiar.
El espacio que podría considerar privado nos dice que es “mi habitación, pero está mi hermana”.
No estudia allí, no podría porque no hay ninguna mesa ni escritorio. “Estudio aquí (salón), o en el
despacho (de su padre) o en la habitación de mi hermano”
Le preguntamos si tiene algún lugar donde pueda estar sola y nos dice que “No, o estoy sola en
casa o… si estoy leyendo no me molestan, puedo estar en la habitación que sí la uso para leer, o
en la de mi hermano”.
No le importa compartir su habitación, además los demás la respetan y no entran nunca, aunque
en el fondo siente que estaría bien poder tener un espacio más adaptado a sus necesidades: “me
da igual compartirla pero como es muy pequeñita y no tiene mesa ni nada… sí, pienso que me
gustaría tener un escritorio para estudiar y hacer los deberes…”
Orden 5 Nombre MARI CARMEN Edad 45 Tipología de vivienda Piso Superficie 100 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Ama de casa Número de habitantes 5 (3 mujeres, 2 hombres)
Mari Carmen pasa muchas horas en casa, mientras el resto de la familia está trabajando o
estudiando en el colegio o en la universidad.
Además de las tareas domésticas, le gusta leer, pero no necesita ningún rincón exclusivo para
hacerlo “No, a mi me gusta compartirlo. Además yo tengo unas horas en las que estoy sola y,
aunque estén los demás, a mi no me molesta porque uno se va al despacho, otro a su
habitación… y siempre me han dejado este espacio del salón para mi sola”. El salón está alejado
del acceso a la vivienda así que “aunque entre alguien yo no me entero, aquí no me molestan”.
Lo cierto es que, aunque es un espacio común de la vivienda, se accede a él a través de un tramo
de pasillo que lo mantiene reservado, relativamente alejado de la entrada. No es un lugar de
paso. Las cosas que hay son compartidas.
Hay ventanas y un pequeño balcón que mantienen la conexión con el exterior, y que a ella le
gusta mucho porque le gusta que entre mucha luz.
La privacidad se obtiene cuando, temporalmente, Mari Carmen está sola en casa, dependiendo
de las horas y de las actividades que tengan los demás habitantes de la casa.
Orden 6 Nombre TONYA Edad 53 Tipología de vivienda Piso Superficie 94 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Cocinera. Número de habitantes 4 (2 mujeres, 2 hombres)
Tonya pasa pocas horas en casa porque, además de su trabajo, realiza una gran cantidad de
actividades que ella denomina “extra‐casa”: participación en diferentes asociaciones del pueblo,
clases en la Escuela de Adultos, taller de cerámica, aprendizaje de idiomas, etc.
El poco tiempo que está en casa, dice, “dedico casi todo el tiempo a las tareas domésticas y muy
poco a las personales”… “leer, hasta ahora no he tenido tiempo, estoy preparando muchas cosas
del Taller de Historia en el ordenador”.
Reconoce que le gustaría tener un sitio para ella, pero por ahora sólo puede decirnos “No, no lo
tengo” y reír, “Sí que me gustaría tenerlo pero no lo tengo, no tenemos sitio para tenerlo”. Por
ahora, sólo puede sentir la preferencia por algunos lugares de la casa, sin demasiada concreción:
“El comedor mismo… Sí, en el sofá mismamente. Algunos momentos, cuando ya no tengo nada
que hacer, o no tengo ganas de hacer nada más, me siento en el sofá, sí…” y “también me gusta
mucho salir al balcón y estar allí un ratito, eso me gusta mucho… echo de menos esto en verano,
que como está el aire acondicionado necesidad (porque es una casa muy calurosa) está todo
cerrado y no sales al balcón todo lo que te gustaría y está cerrado… y en invierno también está
cerrado porque hace frío”.
En su casa, las otras personas tienen un espacio privado:” Sí, cada uno tiene su habitación, claro.
Mi marido tiene el cuarto del ordenador, y los hijos tienen sus habitaciones… Soy la única que no
tengo espacio propio a menos que me vaya a mi dormitorio”.
Orden 7 Nombre Mª LUISA Edad 55 Tipología de vivienda Piso Superficie 130 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Ama de casa Número de habitantes 5 (3 mujeres, 2 hombres)
Mª Luisa pasa casi todo el día en casa. Allí, nos dice, hace “Todo, tareas domésticas. Pues hacer
ganchillo o ver la tele, es el rato que a lo mejor dejo la casa… Y mis plantas… pero de lo demás la
mañana es entera para la casa. Después de comer es cuando me siento a hacer ganchillo, que es
lo que más me gusta, o punto. Y leer el periódico o la tele”
Distingue el lugar en el que pasa más tiempo de la casa y el espacio que ella prefiere (“Yo creo
que la cocina y arreglando la ropa… pero para estar cómoda yo, en el comedor, relajada, aquí, en
este rincón”.
No es un espacio privado y no le importa, le gusta estar con su familia y compartirlo todo con
ellos. Nos cuenta que “De los rinconcitos se apropian los hijos. Cada uno tiene su rinconcito
privado, menos yo, que no me quejo. Soy la que no tengo. Mi hijo, claro, tiene la mejor
habitación para sus pinturas y sus dibujos. Mercedes su habitación con todo también. Cada uno
tienen su espacio”. Su sitio preferido está en el salón, y “el comedor es el espacio de todos, nos
gusta estar como una piña. Me gusta estar con todos. Si ellos se van a su habitación pues ya me
quedo aquí. No me gusta un sitio más cerrado para estar con todos. Estoy tan harta de casa que
lo que me hace falta es salir, más que estar sola aquí. Cada vez que voy a Granada me pongo con
las plantas, a plantar en la tierra… Me tendrían que poner un invernadero… Allí no me acuerdo de
los demás. Un invernadero pequeño, y allí me olvidaré del mundo. Bueno… el mundo no, pero
que me gustan las plantas, me hace falta”.
Su rincón favorito del balcón tiene una cristalera grande, con dos puertas que dan a un balcón.
Nos dice que le gusta (“ Sí, me gusta la luz. Estar encerrada me deprime un montón… Ver lo que
hay fuera, echar las cortinas y dejar cerradito a poquita luz, no me gusta. Yo quiero luz”).
Orden 8 Nombre HEIDI Edad 45 Tipología de vivienda Vivienda unifamiliar aislada Superficie 160 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Profesora de enfermería – actualmente ama de casa Número de habitantes 5 (4 mujeres, 1 hombre)
Heidi pasa horas sola en casa, y es entonces cuando aprovecha para estudiar, leer o hacer las
actividades que le gustan.
Cuando le preguntamos si disponía de un espacio propio, nos dijo que “No, en absoluto”, y es
que no reivindica un espacio exclusivo, pues dice que toda la casa es de todos.
El espacio que utiliza para sus cosas es pues un espacio compartido con el resto de la familia, y
muy expuesto, suele ser la mesa de la cocina y en ocasiones un rincón en el salón. Ambos lugares
con una vinculación visual directa con el jardín de la casa.
En el lugar más habitual, la mesa de la cocina, se entremezclan las tareas domésticas con las
intelectuales.
Pero su espacio propio va, casi siempre, unido a ese tiempo propio, y así, el espacio va variando
según necesidades: “Hay muchos espacios donde me siento a gusto… en invierno junto al fuego,
en verano fuera en el jardín, donde de el sol…”
“… pero conforme avanza el tiempo vas renunciando un poco a tus cosas… y vas hacia la
comodidad.. y a la comodidad de todos…” , “ A veces sí que te gustaría que no te embargaran
todo, ¿no?.. pero no, esta casa es de todos”.
Orden 9 Nombre ANA Edad 37 Tipología de vivienda Piso Superficie 140 m2 Propiedad/alquiler Situación temporal Ocupación Auxiliar administrativa Número de habitantes 8 (5 mujeres, 3 hombres)
La casa no es de Ana, aunque temporalmente ella, su pareja y sus hijos pasan una temporada en
casa de su madre. Ana se siente a gusto si encuentra un espacio donde leer. Este espacio puede
ser el salón o el balcón, aunque también sale de casa y busca un parque donde pueda encontrar
tranquilidad. El salón es un lugar que utiliza para actividades propias por la noche, cuando no
están los demás.
Su espacio deseado, para una casa futura, y el que en parte disfruta en esta casa temporal, es un
balcón donde pueda tomar el sol mientras lee.
Orden 10 Nombre CARMEN Edad 55 Tipología de vivienda Piso en entresuelo Superficie 100 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Ama de casa Número de habitantes 6 (3 mujeres, 3 hombres)
Carmen pasa muchas horas en casa: “… A mí me parece que hay días que paso 24 horas, y que
sólo he salido a por el pan”. Dice que la mayor parte del tiempo lo pasa en la cocina, y haciendo
tareas de casa, pero siempre busca tiempo para coser, que es lo que le gusta.
Su tiempo, cuando está sola, le gusta pasarlo cosiendo en un rincón del salón, junto a una
ventana que da al exterior.
Cuando le preguntamos por su espacio propio, admite que antes utilizaba una pequeña
habitación, pero le agobiaba, pues necesitaba la relación con el exterior, ver el cielo y la gente
que pasa por la calle. Así que trasladó su lugar propio a un rincón en un espacio común, el salón,
sin ningún tipo de separación física, un espacio de todos y visible a toda persona que entra en
casa, donde, según ella: “… si duermes te ven, si toses, te oye todo el mundo…no tienes intimidad
ninguna”.
Necesitaba solamente una mesa con dos sillas, pero junto a la ventana, junto a la luz y a la vida y
actividad del exterior.
Orden 11 Nombre Mª ÀNGELS Edad 42 Tipología de vivienda Vivienda unifamiliar adosada Superficie 200 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Enfermera, ATS Número de habitantes 4 (1 mujer, 3 hombres)
Mª Àngels trabaja de enfermera con una distribución horaria en turnos, por lo que dispone de
intervalos de diversos días que le permiten estar en casa. En general pasa horas sola, dispone de
la casa para ella, y como su trabajo se queda fuera de casa, no requiere ningún espacio específico
para ello en el hogar, no reivindica un lugar privado de uso exclusivo para ella. Tiene otra persona
que realiza las tareas de la casa, por lo que su tiempo libre lo dedica a ella, o a alguna gestión del
hogar.
Manifiesta: “… Pero en realidad, yo quiero tener tiempo, no para estar en casa, lo que yo quiero
es tiempo para irme por ahí, en el sentido de hacer las cosas que me gustan”.
El lugar donde le gusta estar, donde acude a descansar, reflexionar y solucionar problemas es su
cama. Allí se siente reconfortada.
La habitación la comparte con su pareja, pero ella siempre habla de un tiempo propio en el que
se encuentra sola en la habitación. Allí no guarda más objetos personales que los estrictamente
necesarios, los recuerdos, libros, etc., se encuentran en otros espacios de la casa.
La cama es su lugar intimo, aunque cuando esta sola, tenga disponibilidad de toda la casa.
Orden 12 Nombre AMPARO Edad 65 Tipología de vivienda Piso Superficie 140 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Ama de casa. Jubilada Número de habitantes 8 (5 mujeres, 3 hombres)
Amparo comparte la casa con su hermana, aunque actualmente pasa por una temporada en que
acoge a su hija y su familia en casa, y por tanto conviven 8 personas en la misma casa. Aunque
ella es la propietaria, y le gustaba estar en el salón y en el balcón, ahora, para conseguir intimidad
recurre a su habitación, que es el único lugar que le respetan como privado.
Así pues, responde que el lugar donde le gusta pasar su tiempo es en el sofá en el salón, rodeada
de sus fotos, su radio… y junto al balcón donde tiene vistas hacia el exterior que le gustan, y
dice: “mi rincón es ese, es cosa mía y normalmente están mis cosas, pero mis nietos me dicen
‘abuela ¿quieres que ponga esto?’… y entonces me da igual, que pongan lo que quieran…”
Amparo dice que ahora “busca otros rinconcitos” tratando de encontrar tranquilidad. En el salón
sólo puede estar si está sola o hay poca gente en casa, de lo contrario, si quiere intimidad, tienen
que recurrir casi de manera obligada a la habitación, una habitación que le supone un encierro
entre cuatro paredes, mientras que su deseo es estar en el salón con vistas al exterior.
Orden 13 Nombre MERCEDES Edad 85 Tipología de vivienda Piso en entresuelo Superficie 100 m2 Propiedad/alquiler Pasa temporadas en casa de la hija Ocupación Jubilada. Ha tenido estudios primarios y ha sido ama de casa Número de habitantes 5 (2 mujeres, 3 hombres)
Mercedes pasa la mayor parte del tiempo en casa, normalmente en el comedor. Pero no es su
casa habitual, sino la casa en la que vive una temporada con su hija, así que su refugio, su parte
de la casa que puede considerar intima durante esta estancia es su habitación. Es el lugar privado
donde acude a pensar, a rezar, a descansar… Allí consigue la intimidad que desea y allí guarda sus
objetos personales. No suele entrar nadie, si ha de recibir alguna visita, lo hace en la sala común
y nunca en su habitación.
Orden 14 Nombre BEGONYA Edad 23 Tipología de vivienda Piso Superficie 94 m2 Propiedad/alquiler ‐ Ocupación Estudiante Número de habitantes 4 (2 mujeres, 2 hombres)
Begonya es una estudiante universitaria que vive en casa de sus padres. Aunque no son muchas
las horas que pasa en casa, las dedica a estudiar, ver la televisión, prácticamente son todas
actividades dedicadas a ella. Casi todo el tiempo lo pasa en su habitación. Ésta tiene las
dimensiones justas que necesita, no le hacen falta más. Aunque los muebles son de cuando era
pequeña, ella toma las decisiones sobre la distribución para sacar mayor provecho, y personaliza
el espacio con sus posters, fotos, etc.
Es el lugar donde pasa más tiempo y donde se siente más a gusto, y aunque la habitación se
encuentra cercana al acceso a la vivienda, no entran las visitas, pero sí los familiares. El recinto es
un lugar íntimo porque nadie lo invade sin permiso.
Orden 15 Nombre OLGA Edad 22 Tipología de vivienda Casa unifamiliar en pueblo Superficie 240 m2 Propiedad/alquiler ‐ Ocupación Estudiante Número de habitantes 4 (3 mujeres, 1 hombre)
Olga es una estudiante universitaria que vive en casa de sus padres. Aunque dispone de una
habitación para ella sola, pasa pocas horas en casa, aproximadamente 4 horas. El tiempo que
pasa en su casa es casi siempre en esa habitación y lo dedica a estudiar, escuchar música, etc. Ella
ha decidido la disposición de los muebles y escoge los objetos que la rodean.
Normalmente no entra nadie a su habitación, sólo algunos amigos, prefiere recibir a la gente en
otros espacios de la casa, y no le gusta que nadie entre sin su permiso.
En su habitación hay una ventana que suele tener el estor bajado. No establece ninguna relación
con el exterior a través de esta ventana, prefiere salir al patio, (al que se accede desde un espacio
común de la casa).
Orden 16 Nombre NADIA Edad 15 Tipología de vivienda piso Superficie 140 m2 Propiedad/alquiler ‐ Ocupación Estudiante Número de habitantes 8 (5 mujeres, 3 hombres)
Nadia es estudiante de enseñanza secundaria que se ha apropiado de un pequeño estudio en un
piso que comparte con otros siete familiares. Este estudio no es su habitación, pero ella es la que
más uso hace de este espacio, normalmente lo dedica a hacer tareas de clase y a estudiar.
“Paso la mayor parte del tiempo en el estudio, porque yo, en mi habitación sólo hago cuatro
cosas: hablar por teléfono, dormir, escuchar música y vestirme”
Se siente privilegiada porque piensa que es la única persona de la casa que dispone de un espacio
para ella. Le molesta que le toquen sus cosas y le gustaría cerrar el recinto bajo llave. Allí recibe a
sus amigos, aunque estén apretados porque el espacio es pequeño, pero es donde tiene más
intimidad.
No mira por la ventana, da a un patio interior.
Orden 17 Nombre MERCEDES Edad 25 Tipología de vivienda Piso en entresuelo Superficie 100 m2 Propiedad/alquiler ‐ Ocupación Economista, trabaja en banca Número de habitantes 6 (2 mujeres, 4 hombres)
Mercedes comparte casa con sus padres y hermanos varones. Por ser la única hija tiene
habitación propia. A esta habitación transporta cualquier tarea que tenga que realizar, ya sea
tarea doméstica (planchar, coser) o intelectual (leer, escribir).
Aun así siente que tiene poca intimidad, los otros habitantes de la casa entran en su habitación
para coger cosas. Ocupa una posición de la casa cercana al acceso, con lo cual puede recibir
visitas, aunque el espacio es pequeño.
La ventana da a un patio interior y no le interesa la relación con ese exterior.
Orden 18 Nombre MERCEDES Edad 31 Tipología de vivienda Piso Superficie 130 m2 Propiedad/alquiler ‐ Ocupación Diplomada en educación infantil. Parada Número de habitantes 5 ( 2 mujeres, 3 hombres)
Mercedes comparte casa con sus padres y hermanos. Dispone de habitación propia que acoge
todas sus necesidades y afecciones. Son muchas horas las que pasa en este recinto, aunque el
salón‐comedor es un espacio que también aprecia porque disfruta de conversar durante horas
con su madre. Le gusta compartir su tiempo con la familia.
Su habitación es su lugar privado y un poco autosuficiente, con su música, televisor y ordenador
(tecnología que le permite extender sus límites más allá de sus posibilidades físicas, pues tiene
reducida su movilidad). Le rodean sus útiles de trabajo y aficiones que llenan su tiempo.
Sus familiares pueden entrar, pero se siente invadida cuando su hermano entra y utiliza sus
cosas.
Ventana que da al patio, sólo cumple su misión de entrada de luz.
Orden 19 Nombre NEUS Edad 47 Tipología de vivienda Casa unifamiliar de pueblo Superficie 300 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Enfermera. Matrona Número de habitantes 4 (1 mujer, 3 hombres)
Neus es la que pasa más horas en casa porque su trabajo le permite horas libres. Trabaja fuera de
casa, pero las horas que pasa en el hogar las dedica tanto a tareas domésticas como a estudiar y
leer.
Algunas de sus actividades de ocio las realiza en espacios comunes de la vivienda, pero también
las introduce en su habitación, donde permite el acceso a amigas, familiares, etc. Su habitación la
comparte con su marido, sin embargo ella la utiliza con libertad y privacidad para ella sola
durante las horas del día. El dormitorio recoge todas sus pertenencias, sus libros, sus muebles…
los objetos que le rodean tienen un valor significativo.
Neus puede disfrutar de un espacio para ella la mayor parte del tiempo, el cual no cierra ni aísla.
Las ventanas permanecen normalmente abiertas y en contacto con el exterior.
Neus dispone de un rincón en el patio que utiliza normalmente ella, donde pasa algún rato
cuidando de las plantas.
Orden 20 Nombre PAQUITA Edad 52 Tipología de vivienda Piso Superficie 140 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Diplomada. Matrona Número de habitantes 3 ( 2 mujeres, 1 hombre)
Paquita no es la que más horas pasa en casa, sino su marido. Cuando le preguntamos si disponía
de un espacio propio, su respuesta fue:
“Sí, la habitación de aquí al lado es mía, aunque la cama es de mi marido y mía, pero la habitación
es mía. Ahí es donde tengo todos mis papeles, la librería es mía, mis libros, mis papeles, lo que yo
uso…”
Paquita nos recibe en otra habitación, que curiosamente se trata del espacio privado de su
marido.
Paquita dispone de un espacio donde acude a trabajar, leer, reflexionar o relajarse. En su
habitación no entra nadie sin permiso, preservando su intimidad.
Desde la ventana de su habitación, ella establece una relación especial con el exterior, con los
espacios conocidos de su pueblo:
“Me gusta porque se ve el mar. La silla está de espaldas, pero de cuando en cuando me giro y veo
el pueblo de Godella… ¿ves el campanario?, la Torre de Misisldo… Desde aquí se ve Carpesa…”
Orden 21 Nombre ROSA Edad 50 Tipología de vivienda Vivienda unifamiliar adosada Superficie 240 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Licenciada en Psicología – Ama de casa Número de habitantes 4 ( 3 mujeres, 1 hombre)
Con Rosa tenemos un caso de una mujer que sí ha decidido, con cierta libertad, el diseño de su
casa, distribución de los espacios, mobiliario, etc. En principio no reservó un espacio exclusivo
para ella, pero con el tiempo, lo ha ido buscando y finalmente dispone de un estudio donde
puede estudiar. Es un recinto accesible a los miembros de la familia pero respetado. Allí
encuentra la intimidad y concentración que a veces requiere. Aun así, el espacio que más utiliza
y que prefiere, está en un espacio común, en la mesa de la cocina, donde tiene más luz y acceso
al patio particular de la casa. Este vínculo con el exterior es importante para ella y es el motivo
por el cual le resulta más agradable permanecer en la mesa de la cocina, aunque paralelamente,
admite que también es porque le permite flexibilidad para desarrollar varias tareas al mismo
tiempo, bien sean domésticas, de ocio o intelectuales. Sobre la mesa pueden coincidir y
mezclarse sus objetos personales con los de uso común, y aun así seguir considerándolo,
también, su espacio propio.
Este es un caso donde las tres mujeres, madre y dos hijas, disponen de espacio propio, y es el
hombre de la casa el que no tiene adjudicado un espacio propio, como mucho un rincón del sofá.
Orden 22 Nombre ENCARNA Edad 44 Tipología de vivienda Vivienda unifamiliar en pueblo Superficie 140 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Maestra de música. Funcionaria, maestra en una escuela pública Número de habitantes 2 ( 2 mujeres)
Encarna trabaja fuera de casa, pero las horas que pasa en casa, entre 7 ó 8, las divide entre tareas
de la casa, cuidado de sí misma, lectura y preparación de su trabajo.
Cuando le preguntamos por un espacio propio en la casa, su respuesta fue:
“Espacio físico de la casa, lo considero absolutamente todo, no me considero fuera de lugar en
ningún espacio. Cosa distinta serían los objetos… Como mi almohada (se ríe), sería una de las
pocas cosas que podría considera íntima.”
Aunque utiliza muchos espacios de la casa para leer, estudiar y preparar su trabajo, hay un banco
en la cocina colonizado por sus papeles y sus cosas, que ella utiliza mucho, casi de manera
exclusiva.
“La vinculación con el exterior la encuentro en la terraza más bien, pero más bien porque hay un
horizonte lejano, pero además reconocido, conozco los lugares de la Sierra Calderona que veo,
conozco el Garbí que he ‘pateado’ en mi adolescencia… además veo la casa en la que yo vivía
antes de vivir aquí, y veo la casa donde en estos momentos está mi madre… Pero lo que es la
calle… la verdad es que no porque además es muy ruidosa…”
Orden 23 Nombre EULÀLIA Edad 47 Tipología de vivienda Vivienda unifamiliar adosada Superficie 100 m2 Propiedad/alquiler Alquiler Ocupación Enfermera. Parada Número de habitantes 3 ( 1 mujer, 2 hombres)
Eulalia está en paro en el momento de la entrevista, aun así, el tiempo que pasa en casa lo dedica
en gran parte para sus estudios.
“Procuro que las tareas de casa ocupen el menor tiempo posible, pero aun así son muchas
horas… principalmente dedico tiempo a estudiar. A las tareas de la casa le dedico el tiempo que
sea necesario, pero no es prioritario para mí.”
Cuando en la casa vivía más gente no disponía de un espacio exclusivo para ella, pero con el
tiempo, los hijos mayores se han ido, y ella ha ocupado una habitación en la buhardilla para sus
actividades, descansar, estudiar, coser… “todo”, sobre todo sube cuando quiere concentrarse o
realizar algún trabajo más creativo.
Esa habitación ha sido ocupada por ella y por sus cosas: “Yo necesito hacerlo mío. Todos los
objetos dicen alguna cosa. Para mí son importantes. Me gusta darle al lugar mi ‘toque’ con los
objetos, y todos cuentan algo y tienen su historia”.
Orden 24 Nombre ENCARNA Edad 41 Tipología de vivienda Vivienda unifamiliar. Casa de principios siglo XX. Superficie 130 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Doctora en Bellas Artes, Escultora, ProfesoraNúmero de habitantes 4 ( 1 mujer, 3 hombres)
Encarna pasa la mayor parte de su tiempo en su taller en el semisótano de la casa, aunque éste
también tiene un acceso independiente. “En mi horario de taller, cuando estoy aquí, la casa
puede estar como esté. Mi taller está dentro de la casa, físicamente, pero está a años luz”.
Confiesa que es muy nerviosa y que mientras piensa y está creando, pasea a veces por la casa
mientras hace tareas domésticas, todo a la vez. Sin embargo, considera su lugar propio el taller:
“Yo soy aquí. Es donde yo me muevo a gusto. Aquí es el sitio donde viene quien quiere ver a
Encarna, a verme a mí, charlar un ratito y fumarse un cigarro”.
Todo cuanto encierra ese recinto es Encarna. Le rodean sus objetos de trabajo los que construyen
la imagen del espacio, los que le dan color, utilidad… los que le otorgan sentido.
“Mi cuarto, mi espacio de trabajo, es un caos completamente organizado. O sea, yo sé donde
tengo mis papeles…, sé donde tengo todas las tintas, las acuarelas, los óleos, y sé donde está
absolutamente todo. Donde guardo mis tesoros, porque yo nunca en la vida me desharé de ellos,
porque quiero que sean mis hijos los que los tiren … pues eso! Un sitio caótico! … la gente entra
aquí y dice: “pfff!”, pero para mí es importante…, es tan importante como tener la paleta
preparada por si en algún momento me da la … necesito trabajar con óleo”.
“Lo que estáis viendo ahora es el momento puntual de ahora. Si estoy trabajando, que es este
momento, pues vaya… además que si estoy trabajando hasta las 2 ó las 3 de la mañana… pues
no voy a ponerlo mono… hasta que no termine la exposición no. Y luego vendré, lo limpiaré, lo
recogeré todo y empiezo una historia nueva”.
La casa es antigua y de gran calidad arquitectónica, ella reconoce el valor del edificio y el
privilegio de vivir en él, aunque según ella “se da de patadas” con su manera de ser. Ella
preferiría un espacio diáfano con paredes blancas. También querría una nave industrial diáfana
para trabajar. Pero admite que el espacio que tiene, aunque de dimensiones justas, es flexible
para permitirle los cambios que requiere en cada momento.
Respecto a la relación con el exterior, aunque el taller tiene acceso al jardín de la casa, ella
prefiere una pequeña ventana que da a un callejón a ras de suelo, por el cual sólo se ven las
piernas y los pies de los transeúntes.
“Cero, para nada … yo no… Hay quien dice: ‘Teniendo el patio podrías trabajar allí’. Pero no, yo
soy de rinconcitos.”
“Estoy a gusto, pero yo no miro al patio , me gusta la luz, aprovechar la luz natural, pero no estoy
mirando si pasan los pajaritos ni…
O sea, para mi es más sugerente trabajar aquí, en esta planta baja… yo tengo aquí esta ventana
que da al callejón. En esta ventana no sé ve nada. Yo lo único que veo … de los adultos sólo veo
las piernas, o sea… está a nivel del suelo, yo veo a los adultos por aquí (a mitad pierna). Entonces
yo me vengo aquí a trabajar… me gusta esta ventana porque no se ve nada, pero hay personas,
allí (al patio) no hay más que pajaritos, y me importa un pimiento. Entonces por aquí la gente
pasa y oye la música, y a lo mejor, hay quien se agacha un poquito y mira … y yo estoy trabajando
y es muy curioso. Los niños siempre me ven, porque viene a su altura. Entonces. Los niños pasan,
y se giran, se giran, se giran…También es muy interesante ver … analizar eso … el ver que los
niños sí que tienen interés.
Para mí, ésta es mi ventana, es un poco… es particular… es especial… a ver!, y no quiero que sea
más grande, me gusta así”.
Se trata, por lo tanto, de una relación indirecta, en la que no busca un contacto directo con la
realidad, sino la sugerencia de lo que ocurre, obtiene una imagen parcial del exterior a través de
una pequeña abertura, el resto pertenece a su imaginación.
Orden 25 Nombre JUANA Edad 62 Tipología de vivienda Vivienda unifamiliar Superficie 240 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Cocinera, costurera y ama de casaNúmero de habitantes 2 ( 1 mujer, 1 hombre)
Juana dedica la mayor parte de su tiempo a coser. Coser no es una tarea doméstica, es su
“hobby” y, a la vez, su dedicación para encargaos fuera de la casa.
La casa es grande, y ella siempre ha destinado un espacio para la costura, aunque lo ha ido
moviendo de sitio según sus necesidades, y buscando más comodidad. Y así, poco a poco ha ido
encontrando la posición más adecuada en la casa: “Antes lo tuve arriba, ha cambiado tres veces.
Arriba estaba demasiado alto y demasiado incómodo, porque si venía alguien, tenía que estar
subiendo y bajando. Me lo bajé al primer piso, al lado de la cocina, pero aquí es como más
independiente, me lo bajé aquí”, (a la planta baja, junto al acceso).
“Es más independiente porque está al lado de la entrada… y si se cierran las puertas yo no oigo
nada. Yo cierro las puertas y esto está totalmente independiente del resto de la casa. La gente, si
cierro la puerta, no sabe ni que existe esta habitación”.
Juana tiene un espacio exclusivo para ella, y que los demás respetan. Aquí, Juana se dedica a lo
que más le gusta: coser, y las cosas que le rodean están todas relacionadas con esta actividad.
El recinto tiene una ventana que da a la calle, aunque lo que ocurre en el exterior carece de
interés para Juana: “Sí, pero yo no miro a la calle. Yo me olvido de que está… yo quiero luz y a mi
me da igual que pase alguien, que mire, que no mire, me da igual.”
Orden 26 Nombre CARME Edad 50 Tipología de vivienda piso Superficie 130 m2 Propiedad/alquiler Alquiler Ocupación Trabajo social. Auxiliar de Enfermería.Número de habitantes 2 ( 1 mujer, 1 hombre)
Carme vive sola, su hijo viene algunas temporadas y pasa la mayor parte del tiempo en su
habitación. Por lo tanto toda la casa es su espacio privado, aunque escoge como su lugar más
utilizados el salón, por a luz, la entrada del sol y la posibilidad de escuchar música en un lugar
espacioso y agradable.
Los muebles y objetos que la rodean los ha ido adaptando para su comodidad.
Nos habla del balcón, y lo reconoce como otro lugar donde le gusta estar. En el salón tiene las
mismas vistas, pero en el balcón le da el aire y el sol directamente, y es la sensación de estar en el
exterior lo que le atrae y reconforta: “Esto (el salón)es estar dentro y aquello (el balcón) estar
fuera… Y es que allí da el sol todo el día. Pienso en la situación en que me encuentro, porque por
mi salud no puedo caminar bien y estoy muy enclaustrada. Esa es mi salida, mi manera de estar
en el exterior. Me da el sol en la cara y la tengo morena… y la gente me dice ¡qué morena
estás!... y digo… pues en el balcón de mi casa!
Orden 27 Nombre ELVIRA Edad 51 Tipología de vivienda Piso en planta baja con terraza (usufructo) Superficie 70 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Banca. JubiladaNúmero de habitantes 1 ( 1 mujer)
Elvira vive sola, pero le gusta hacer muchas actividades lúdicas y relacionadas con el arte y la
creación fuera de casa. Muchas no las puede hacer en casa por falta de útiles y de espacio, pero
la pintura si la introduce en el hogar. Así pues, el tiempo que pasa en casa es para descansar, ver
la televisión y pintar.
El lugar donde más tiempo dedicada a lo que más le gusta es un espacio de pintura, tan íntimo
que no enseña a nadie, y el salón. Los dos son utilizados para pintar y los escoge según sus
necesidades y deseos: “Pues en un sitio que está infotografiable, que es allí donde suelo pintar. Y
pinto allí algunas veces, o aquí en el salón, que me pongo también un caballete. Suelo tener dos
caballetes y entonces voy de un lado a otro según tenga ganas de estar en un espacio o en otro, o
estoy pintando una cosa u otra”
Como dispone de toda la casa, escoge cada lugar según la actividad, el sillón para descansar, su
habitación para leer, el salón para escribir y pintar… “es todo mío, toda la casa es el espacio
porque lo mismo es íntimo el cuarto de baño que la cocina, que la gasto muy poco, pero que
cualquier espacio de la casa es íntimo”. Y aun así requiere más espacio para pintar, es la actividad
con la que más coloniza los espacios de la casa. Ha cambiado su habitación habitual de dormir
por la de pintar, necesitaba un espacio mayor para esta actividad.
Todo cuanto le rodea ha sido escogido o incluso diseñado por ella. Los objetos cobran
importancia, cuentan su vida: “Son todos importantes para mí. Los cuadros, por ejemplo, porque
los he pintado yo. Y luego los objetos… Yo viajo mucho y hay muchos objetos en la estantería de
viajes míos por todo el mundo”.
El salón tiene una gran ventana que da hacia una terraza compartida con los vecinos. Para Elvira,
esta relación con el exterior es más que las vistas o la entrada de luz. “Como vivo sola, es muy
importante la relación con mis vecinos. Esto está hecho con terrazas, que todas dan a una terraza
común, y al final está la piscina, y entonces yo tengo muy buena relación con mis vecinos, y eso
también te acompaña mucho”.
Orden 28 Nombre PEPA Edad 43 Tipología de vivienda Vivienda Unifamiliar en el pueblo Superficie 140 m2 Propiedad/alquiler Propiedad Ocupación Llicenciada en Medicina. Funcionaria de la Generalitat Número de habitantes 2 ( 2 mujeres)
Pepa comparte casa con otra persona, sin embargo su sensación de apropiación del espacio en su
casa es extensa.
“Toda la casa, según cómo esté, cómo me encuentre o qué quiero hacer, me siento en mi rincón,
igualmente al sofá que en el despacho o tumbada en la terraza…
Habla del despacho como un lugar donde pasa tiempo y donde tiene sus cosas, sus libros, pero le
gusta realizar actividades también en el salón, en la terraza…
“Sí, siempre es un lugar íntimo para mí, pero no por cuestiones de trabajo el despacho, porque es
allí donde hago cosas, por cuestiones de disfrutarlo, porque me encanta, también la terraza…
pero me gusta toda la casa. Estar aquí (salón) y ver el patio me gusta. El patio me gusta y estar
cuidando las plantas, las macetas… No hay ningún lugar de la casa que no sea mío”.
El despacho no es de uso exclusivo, pero admite que ella “hace más ocupación” de este lugar.
Como el despacho de antaño, aquí, la privacidad se aproxima a la definición más clásica: aquella
que asegura la intimidad en un lugar tranquilo y reservado. Sí se produce una retirada voluntaria
y puntual para beneficiarse de un tiempo propio. Se impone la individualidad, un distanciamiento
del afuera. La privacidad adquiere connotaciones significativas de creación, soledad, lectura o
secreto.
Cabe remarcar que los muebles han sido diseñados por la mujer que los utiliza. En ellos guarda
sus efectos personales, objetos que le gustan, útiles de papelería, sus preciados libros, etc.
En el despacho hay una ventana, pero no mira a través de ella, le gusta ver que hay una ventana,
que entra luz y saber que de detrás dela ventana está el exterior, pero éste no le interesa.
Prefiere la relación con el exterior a través de un patio.
La casa gira alrededor de un pequeño patio central, y es el que da vida a los espacios. Las
ventanas que dan a la calle sirven de entrada de luz, pero no de relación con el exterior. El balcón
funciona como un filtro, con doble cierre para asilarse del ruido de la calle.
“ …en verano todas las ventanas que dan al patio están abiertas y atravesamos el patio para
pasar de una estancia a otra, incluso se puede leer en el patio. No nos cuesta nada sacar un sillón
y ponernos a leer o a charlar”.
Con todo, Pepa hace un uso personal de toda la casa, y la siente como íntima. Su privacidad se
extiende a toda la casa.
REFLEXIONES A RAÍZ DE LAS ENTREVISTAS
DISPONIBILIDAD DEL ESPACIO PRIVADO EN FUNCIÓN DE LA EDAD
Por una parte, observamos que muchas de las mujeres jóvenes que todavía conviven con su
madre y su padre, algunas de ellas estudiantes o recién tituladas, disponen de un espacio privado
que, por lo general, es una habitación propia (recinto), que suele ser el dormitorio o alcoba.
Algunas de ellas utilizan este dormitorio exclusivamente para dormir y para almacenar sus cosas,
y utilizan los espacios comunes para cualquier actividad. Esto sucede, con mayor incidencia, en
habitaciones que se comparten con otras hermanas, por lo que no se puede decir que la joven
tenga en realidad un recinto privado, sino una parte de éste, por lo que el ejercicio de la soledad
es más difícil.
Otras mujeres, en cambio, desarrollan en los dormitorios otras actividades (intelectuales,
sociales, …). Muchas jóvenes estudian o leen en su habitación, suele ser un espacio de estudio y
se da la circunstancia que en estas habitaciones‐estudio las jóvenes no suelen mirar por la
ventana (quizás porque algunas dan a patios interiores o porque en su concentración la ventana
pasa a un segundo plano…).
También hemos encontrado casos de mujeres adultas que mantienen como lugar propio la
alcoba (que comparten con su pareja pero solo en la noche), durante el día se convierte en su
espacio intimo, y donde realizar sus actividades más personales, de lectura, estudio o ocio. Para
ello han introducido el mobiliario que necesitan, mesa, sillas cómodas…etc. Son mujeres que han
habilitado un lugar en su habitación para procurarse un espacio propio durante el día, limitando
su condición de dormitorio a la noche.
TÓPICOS: LA COCINA
Muchas mujeres, sobre todo amas de casa confiesan pasar mucho tiempo en la cocina, aunque
casi nunca es su lugar propio.
Sin embargo, en las mujeres que tienen una formación académica universitaria, trabajen o no en
ese momento fuera de casa, comparten, en el espacio de su hogar, las tareas domésticas con las
intelectuales, y encontramos varios casos en los que es una mesa en la cocina donde realizan
simultáneamente esas actividades. También ocurre que estas cocinas son lugares que les resultan
agradables, donde hay una ventana o puerta vinculada con algún patio o jardín, con entrada de
abundante luz y con una relación directa con un exterior controlado.
“HACEMOS LA VIDA EN LA COCINA”
Nos fijamos en el lenguaje, el hecho de hablar en plural, cuando las preguntas van dirigidas a ella
como sujeto protagonista del estudio, y sin embargo hablan en nombre del conjunto de
habitantes.
Ocurre en diversas ocasiones, que la cocina es un espacio de relación que acoge
simultáneamente tareas domésticas con actividades personales de algunos habitantes de la casa.
ESPACIO‐TIEMPO
En muchas ocasiones, encontramos casos, sobre todo en mujeres que no trabajan fuera del
hogar, en que su espacio y tiempo propios vienen condicionados a estar solas, es decir a que los
otros habitantes de la casa se encuentren fuera. Es entonces cuando ocupan algún rincón y
desarrollan alguna actividad que les interese o con la que se sientan a gusto.
En el peor de los casos, cuando llega otra persona que vive en la casa, la mujer deja de hacer su
tarea para dedicar el tiempo a los demás, o deja de ocupar ese espacio para que quede libre para
los demás.
En otros casos, existe un rincón que se suele respetar, aunque en presencia de otros miembros
de la familia o habitantes de la casa, la mujer no puede seguir desarrollando la actividad o
interrumpe su descanso.
Cuando el espacio propio, va unido a la disponibilidad de la casa cuando la mujer está sola,
ocurre que a veces, el espacio escogido puede variar según sus necesidades, de manera que
aparecen dos o tres rincones en los que ella se siente a gusto, aunque no sean de su uso
exclusivo.
Sí hemos visto casos en los que la mujer es la única habitante de la casa, y por tanto, toda la casa
es suya. La apropiación se produce inmediatamente sin condicionantes. No obstante, no se trata
del mayor grado de apropiación considerado. El último caso, situado en el mayor grado de
apropiación, se produce en una mujer que no vive sola, comparte la casa con otra persona, y sin
embargo, siente absoluta libertad para escoger su lugar y tiempo propio.
OBJETOS
Objetos que se encuentran en el espacio considerado como propio, suelen personalizar el lugar,
adjetivarlo. Sirven en ocasiones para identificarlo como propio. A veces, aunque el recinto no sea
el deseado, los objetos personales cumplen la misión de adaptarlo mejor a un gusto particular.
Vivir un espacio propio: 28 experiencias
Rosa Pardo i Marín, Mariola Fortuño i Bort
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