UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA ORIENTAL
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
SECCION DE EDUCACIÓN
CURSO DE FORMACIÓN PEDAGÓGICA PARA PROFESIONALES
ASIGNATURA:
SEMINARIO DE EVALUACIÓN DE LOS APREDIZAJES
TEMA:
EVALUACIÓN INICIAL, PROCESAL Y FINAL
FACILITADOR:
LICDA. ANA VANESSA JUÁREZ GÓMEZ
ESTUDIANTES:
CABRERA BOLAÑOS, JORGE ARÍSTIDES
DÍAZ PORTILLO, JULIAN ANTONIO
GÓMEZ VILLATORO, MARITZA CONSUELO
MÁRQUEZ SALVADOR, WILLIAMS EDISON
NOLASCO DÍAZ, JOSE OVIDIO
RIVERA, SELENIA NATHALY
SARAVIA GONZÁLEZ, ELSY NOEMI
CIUDAD UNIVERSITARIA ORIENTAL, 12 DE MAYO DE 2010
INTRODUCCIÓN
El desarrollo teórico y tecnológico de la evaluación educativa ha permitido establecer
conceptos y principios para la comprensión de las actividades institucionales y la formación
de los individuos.
La evaluación como tal tiene sus inicios en los procedimientos y conceptos de la evaluación
del aprendizaje de principios del siglo XX, y a partir de los últimos 30 años se ha
desarrollado como una disciplina social. Desde entonces se han desarrollado modelos de
evaluación del aprendizaje, o aprovechamiento o rendimiento escolar, de programas y
proyectos, de materiales educativos, de instituciones, de personal docente y administrativo
de los centros escolares.
Algunos modelos tienen por objeto establecer procedimientos de certificación de
conocimientos, otros procedimientos de acreditación de calidad. Se acepta la medición de
indicadores como un procedimiento para identificar la calidad de una institución, o la
aplicación de un estándar como equivalente a una medida de buen desempeño educativo, o
bien se acepta que las políticas gubernamentales tengan un papel fundamental en la
selección y aplicación de procedimientos evaluativos.
Según la temporalización la evaluación puede ser, inicial, esta se realiza al inicio de un
proceso educativo, con la finalidad de verificar el aprendizaje previo de cada alumno/a; los
resultados se utilizan como punto de partida para el nuevo aprendizaje; mientras que la
evaluación procesal, consiste en la valoración, a través de la recogida continua y
sistemática de datos y sirve como estrategia de mejora para ajustar y regular sobre la
marcha de los procesos educativos y la evaluación Final, consiste en la recogida y
valoración de datos al finalizar un periodo de tiempo previsto para la realización de un
aprendizaje, un programa, un trabajo, un curso escolar, etc.
A continuación se presentan de manera amplia las características, fines, y fases de la
evaluación inicial, procesal y final.
OBJETIVOS
GENERAL:
Conocer los tipos de evaluación según su temporalización; Inicial, Procesal y Final
en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
ESPECIFICOS:
Identificar los fines o propósitos, características y fases de la evaluación inicial
Comprender la función de la evaluación procesal y final.
Determinar la importancia que tienen estos tipos de evaluación en el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
EVALUACIÓN INICIAL, PROCESAL Y FINAL
La evaluación es un proceso que tiene por objeto determinar en qué medida se han logrado
los objetivos previamente establecidos, que supone un juicio de valor sobre la
programación establecida, y que se emite al contrastar esa información con dichos
objetivos.
Se valorará el proceso global del desarrollo de cada una de las actividades, en las que el
niño/a es el constructor de su propio aprendizaje; por tanto se tendrá un seguimiento de
cada uno de los alumnos/as por medio de una ficha. Todas las actividades que se realicen
será puntuadas por el profesor, pero el examen que realice al final será el que más puntúe
para la nota.
Según su temporalización: De acuerdo con los momentos en que se aplique la evaluación,
ésta puede ser inicial, procesal y final.
EVALUACIÓN INICIAL
La evaluación inicial es la que se realiza antes de empezar el proceso de enseñanza
aprendizaje, con el propósito de verificar el nivel de preparación de los alumnos para
enfrentarse a los objetivos que se espera que logren. La verdadera evaluación exige el
conocimiento en detalle del alumno, protagonista principal del proceso, con el propósito de
adecuar la actividad del docente (métodos, técnicas, motivación), el diseño pedagógico
(objetivos, actividades, sistema de enseñanza), el nivel de exigencia e incluso el proyecto
educativo a cada persona como consecuencia de su individualidad.
El proceso de Enseñanza Aprendizaje requiere de la evaluación diagnóstica para la
realización de pronósticos que permitan una actuación preventiva y que faciliten los juicios
de valor de referencia personalizada. La actuación preventiva está ligada a los
Pronósticos sobre la actuación futura de los alumnos.
FINES O PROPÓSITOS DE LA EVALUACIÓN INICIAL
Establecer el nivel real del alumno antes de iniciar una etapa del proceso de
enseñanza-aprendizaje dependiendo de su historia académica
Identificar aprendizajes previos que marcan el punto de partida para el nuevo
aprendizaje.
Detectar carencias, lagunas o errores que puedan dificultar el logro de los objetivos
planteados.
Diseñar actividades remediales orientadas a la nivelación de los aprendizajes
Detectar objetivos que ya han sido dominados, a fin de evitar su repetición
Otorgar elementos que permitan plantear objetivamente ajustes o modificaciones en
el programa.
Establecer metas razonables a fin de emitir juicios de valor sobre los logros
escolares y con todo ello adecuar el tratamiento pedagógico a las características y
peculiaridades de los alumnos.
La evaluación educacional bajo esta mirada es entendida como una instancia dentro y
confundida con el proceso curricular, que permite obtener información sobre los
aprendizajes logrados y tomar decisiones para continuar. La finalidad de la evaluación es,
por lo tanto, el mejoramiento de los resultados educativos.
CARACTERÍSTICAS DE LA EVALUACIÓN INICIAL
No debe llevar nota: porque se pierde la función diagnóstica de la evaluación. La
nota tenderá a penalizar a los estudiantes, cuando lo que en realidad se busca es que
den cuenta de lo que manejan al inicio de una unidad de aprendizaje. Solo es posible
calificar un estado de avance cuando ya se ha llevado a cabo un proceso de
enseñanza-aprendizaje
No tiene por qué ser una prueba: puede ser una actividad programada. Lo
importante es que se tenga muy clara la pauta de evaluación porque sin ella no se
podrá sistematizar la información obtenida.
Puede ser individual o grupal: dependiendo de si quieres tener una visión global o
particular de tus alumnos
No es sólo información para el profesor: Como toda evaluación debe ser devuelta
a los alumnos y alumnas con observaciones para que puedan darse cuenta de su
estado inicial ante los nuevos conocimientos y así participen activamente en el
proceso.
FASES EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN INICIAL
Las diferentes fases del proceso de evaluación que aquí se detallan deben cumplirse
siempre y de manera secuencial:
1.- Identificar objetivos del programa de estudio a evaluar: Para cualquier instancia de
evaluación es indispensable que el docente tenga claro el aprendizaje deseado, es decir los
objetivos y metas que se espera lograr al finalizar la unidad.
2.- Selección del instrumento: El paso siguiente será decidir qué instrumento se empleará
para la recolección de información (pruebas escritas, interrogaciones orales, pautas de
observación, cuestionarios, preguntas, etc.).
3.- Obtención de la información: Supone la aplicación de los instrumentos seleccionados
en ambientes regulados.
4.- Registro y análisis de la información: Una vez aplicado el instrumento a los
estudiantes se realizará el análisis de los resultados que mostrará los logros alcanzados, así
como también las deficiencias y errores que el desempeño de los alumnos presenta en
función de los objetivos de la unidad. El registro de la información debe aclarar los logros
en cada uno de los objetivos evaluados para decidir sobre los aprendizajes que ameritan ser
reforzados, así como la detección de posibles causas de errores esto tanto por grupo como
por alumno
5.- Toma de decisiones: Consiste en formular juicios, tomar decisiones, resumir y dar a
conocer la evaluación. También se debe hacer un establecimiento de estrategias para la
superación de fallas y errores y su correspondiente refuerzo.
EVALUACIÓN PROCESAL
Es aquélla que consiste en la evaluación continua del proceso o desarrollo del aprendizaje
del alumno, así como de la enseñanza del profesor, la cual se realiza a través de la
recolección sistemática de datos, análisis y toma de decisiones oportunas mientras tiene
lugar el proceso, con el fin de resolver las dificultades de los alumnos.
En esta evaluación, la aparición de un error o manifestación de una dificultad no será
empleada para sancionar o calificar negativamente al alumno, sino que resultará útil para
detectar el problema de aprendizaje que se haya puesto de manifiesto, permitiendo la
adecuación de las actividades programadas o la transmisión de explicaciones oportunas
para que el proceso de aprendizaje siga su curso de manera efectiva. Esta evaluación tiene
carácter netamente formativo.
De esta forma, será más fácil que la mayoría de los alumnos lleguen a alcanzar las
competencias propuestas. Si el profesor no posee los datos del seguimiento de los alumnos
a lo largo del proceso, cuando llegue a la etapa final del curso, tendrá pocas oportunidades
para subsanar las dificultades presentadas; y cuando quiera implementar posibles
soluciones será tarde: el alumno habrá perdido el interés o no podrá combinar varios
aprendizajes simultáneos para continuar al mismo ritmo del grupo.
La evaluación en un nuevo paradigma está integrada al proceso educativo y de hecho toma
también carácter de proceso. La dinámica del proceso educativo se produce no sólo en la
conjunción de innumerables variables que en él intervienen, sino porque ellas mismas en su
dialéctica cambian, razón que da a la evaluación de proceso gran complejidad.
Desde este punto de vista esta característica le da más valor a los logros educativos que con
gran sentido de flexibilidad, no pueden dejar de orientar con tino la direccionalidad del
proyecto educativo, y expresar tendencias y aspiraciones que posean las mejores
potencialidades para no perder la dirección durante el proceso.
En este contexto de cambios opera la evaluación comprobando la marcha del proceso,
reorientando logros y estrategias, tomando decisiones sobre las propias vías de evaluación.
La evaluación de proceso se entiende continua, sin rupturas en el proceso temporal, lo que
no niega la existencia de evaluación inicial, continua y final. Este tipo de evaluación se
desarrolla en la actividad de enseñanza y del aprendizaje, siguiendo las secuencias de estos
procesos; identificada también como formativa tiene la finalidad del ajuste permanente del
proceso.
Como mecanismo de obtener información y retroalimentación del proceso va directamente
en la búsqueda de la calidad de lo que se está produciendo: el aprendizaje del alumno, la
enseñanza del maestro.
Los resultados de esta evaluación se traducen inmediatamente en criterios valorativos del
proceso, distinguiendo la marcha individual de cada alumno. Su finalidad no concluye con
el ajuste de lo previsto, sino que tiene su próxima fase de observación e interpretación
contextualizada. De los resultados observados se incorporan los datos a la evaluación
inicial ya los momentos evaluativos anteriores y se realiza el siguiente ajuste. De ahí que en
la evaluación estén presentes los conceptos de proceso y de resultado.
Los plazos de la evaluación procesal variarán de manera específica según el tipo de
aprendizaje (por ejemplo, si se evalúan actitudes se hará en plazos más o menos largos,
mientras que si se evalúan aprendizajes muy específicos se requerirá de una evaluación a
corto plazo: Una semana, quince días, etc.).
La evaluación procesal permite mejorar el proceso, por cuanto sirve para detectar fallas en
el aprendizaje o en la enseñanza y, si es posible, corregir o subsanar.
Esta evaluación NO sirve para calificar (para calificar está la evaluación final). La
evaluación procesal sirve como insumo de la evaluación final, pues una revisión exhaustiva
de lo encontrado en la evaluación procesal permitirá hacer una interpretación de lo ocurrido
al término de un proceso con el alumno.
EVALUACIÓN FINAL
La evaluación final se identifica con la tradicional, aquella que se realiza cuando el proceso
ha terminado: final de periodo, de semestre. La evaluación final se justifica ya que las
generalizaciones de contenidos: teorías, regularidades, conceptos generales, así como
habilidades generales, capacidades, sólo se alcanzan con los últimos aportes del contenido o
con las últimas ejercitaciones de actividades que interrelacionan habilidades más
específicas.
Por otra parte, estos saberes generales, sistematizados, aplicados, son los contenidos de los
logros, aquellos que precisamente van a denotar los cambios cualitativos de la formación
del alumno y, por lo tanto, los idóneos para ser evaluados.
La evaluación final es la llamada sumativa cuando es referida a la suma de resultados hitos
que no toman en cuenta el seguimiento del proceso de aprendizaje del alumno, y sólo va
dirigida a los logros terminales.
En nuestra concepción evaluativa, la evaluación final no está reñida con la de proceso. Es
decir, cabe seguir el proceso de aprendizaje con un sentido evaluativo - reorientativo y unir
a ello los resultados de hitos: parciales y finales, entre todos los cuales se configuran los
criterios totalizadores de la evaluación del alumno y del proceso. Esta Evaluación sirve
para constatación de los objetivos esperados. Es la evaluación final la que determina la
consecución de los objetivos planteados al término de un proceso o de un periodo
instructivo y los resultados que aporta pueden ser el punto de arranque de la evaluación
inicial del siguiente periodo escolar.
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