LINEAMIENTOS CURRICULARES DE LA FORMACIÓN HUMANISTICA EN LA USTA
PRESENTACIÓN
De acuerdo a la política curricular de la USTA y al Proyecto Educativo del
Departamento – PED - y con base en la tradición del humanismo tomista, el
proceso de formación humanística desarrolla su propuesta curricular
comprendiendo la educación en su sentido teleológico, intencional, como un
proceso de maduración perfectiva de las facultades del hombre, como una
actualización de sus potencias que desarrolla su naturaleza somática, psíquica y
espiritual. Esta filosofía educativa de la USTA concibe, fundamentalmente, la
persona humana como una entidad autónoma que recrea el mundo y la cultura
con nuevos significados y sentidos.
A la esencia de la identidad en cuanto Universidad de Estudio General en relación
con la impronta humanística, dominicana y tomista le corresponde, en primer
lugar, el carácter de universidad como espacio de la búsqueda metódica, crítica y
sistemática del saber en todos los campos; en segundo lugar, un espíritu católico,
que permea todo el hacer institucional. En tercer lugar, le corresponde una postura
dominicana en relación con el estilo de vida, caracterizado por su asidua
estudiosidad y el celo permanente por la investigación, el debate y la disputa
racional; y, finalmente, como cuarto elemento, su esencia es tomista, lo que
favorece la actitud dialógica entre razón y fe, ante la necesidad de producir
conocimientos colaborativos que devengan de las ciencias naturales y de las
ciencias humanas.
Por lo tanto, en concordancia con el modelo educativo-pedagógico de la USTA, la
educación es asumida como el proceso que permite el perfeccionamiento
intelectual y afectivo de la persona desde el aprendizaje problémico que conduce
a la formación de competencias que le permitan al estudiante la resolución de
problemas del entorno social a partir de proyectos de investigación, en virtud de la
consolidación de múltiples formas de pensamiento que le permiten comprender
mejor la realidad.
Bajo estos referentes institucionales los Departamentos y Áreas de Humanidades
ise preguntan constantemente sobre el tipo de ser humano que desea formar
desde lo académico en su propuesta curricular.
Es así, como el currículo, desde la perspectiva de la formación integral de la USTA
comporta una unidad orgánica y estructurada entre humanismo y ciencia, entre
ciencias exactas y ciencias humanas, entre ciencia, arte, experiencia interior y
cultura física (2004a, p. 70). El currículo es concebido, en este contexto
institucional, como el proceso mediante el cual es posible “seleccionar, organizar y
distribuir las experiencias de aprendizaje y formación, a la luz de los criterios
derivados de una clara concepción de la tarea educativa” (p. 71). Este proceso
cuenta con un conjunto de características que lo hacen flexible, pertinente y
adaptable a diversas condiciones y circunstancias; por su naturaleza compleja,
está abierto a nuevas situaciones y a todas las formas de conocimiento. Estas
notas características permiten
articular lo disciplinar con las exigencias interdisciplinarias y transdisciplinarias,
exigidas por la indispensable apertura de la vida institucional a la vida nacional y
mundial, [por cuanto], la vida del hombre y de los pueblos se desenvuelve en múltiples
coordenadas, es consubstancialmente pluridimensional e inestable. (2004a, p. 72)
En esta perspectiva, la reflexión sobre el currículo en la formación institucional
comporta por lo menos un conjunto de interrogantes que viabilizan la formación
integral desde lo académico en el Departamento de Humanidades y Formación
Integral (expresado en el PED), a saber:
1. La pregunta sobre el propósito fundamental de la Formación
Humanística que ofrecen las cátedras de humanidades y de las
prácticas educativo-pedagógicas que apoyan esta propuesta curricular
del Departamento, es decir, en el sentido del despliegue de su
intencionalidad formativa a lo largo y ancho de su propuesta curricular.
2. La cuestión sobre los núcleos problémicos y preguntas
problematizadoras consecuentes, en forma y contenido, a la orientación
pedagógica que enfatiza el modelo educativo-pedagógico de la USTA
como lo es la pedagogía Problémica.
3. El cuestionamiento respecto a cómo la formación institucional dinamiza
los procesos de aprendizaje de la comunidad estudiantil, en tanto que,
esto implica aprender, desaprender y reaprender saberes pertinentes
en el contexto social, desde la perspectiva de la complejidad humana,
que ha de ser comprendida en una racionalidad dialogante, crítica e
incluyente. Esto es, una metodología problematizadora capaz de
aterrizar el concepto de universitas como apertura a la totalidad de lo
real, de la superación del acercamiento a la realidad por parcelas, más
bien como apertura a la totalidad de todo saber, es la expresión la
visión globalizadora de toda la realidad y no de sus regiones, parcelas o
segmentos.
4. El interrogante por la comprensión del tiempo o momento en el cual se
despliega la formación institucional, desde donde se determina, por un
lado, el recorrido académico entendido como ruta formativa que debe
realizar el estudiante desde que inicia su formación universitaria hasta
que la finaliza, y por otro, la permanencia estudiantil y promoción
oportuna, cuyo fin es la perfección de la persona desde diferentes
planes, programas, proyectos y actividades.
5. La pregunta por las mediaciones o uso de recursos (medios racionales
y razonables) que posibilitan la Formación Institucional, esto es, de la
racionalidad en la incorporación y uso de recursos educativos, actuando
éstos como instrumentos eficaces para la implementación y desarrollo
de los lineamientos pedagógicos y metodológicos. Ello con el fin de
favorecer los procesos cognitivos emergentes de los estudiantes en los
diferentes espacios formativos, o sea, mediaciones eficientes para la
configuración de personas capaces de abstracción y pensamiento
crítico, por encima de cualquier acción que los determine,
instrumentalice o que les obstaculice su proceso de formación.
6. Finalmente, la pregunta por la concepción de evaluación integral (y no
solo de aprendizaje o reducida a la evaluación de competencias-
desempeños), de su diseño, implementación, desarrollo y rediseño, que
establezca la mayor coherencia entre la pedagogía problémica,
metodología problematizadora y los procesos, estrategias, acciones e
instrumentos que permitan valorar el aporte de las actividades de la
enseñanza, del aprendizaje y de la investigación formativa para con la
formación integral desde lo académico.
DE LA ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN ACADÉMICA DE LA FORMACIÓN INSTITUCIONAL
1. Componentes de la Formación Institucional
El modo de proceder de la enseñanza – a la que le apunta la formación integral –
inspiradora de las actividades que desarrolla la USTA, se caracteriza por las notas
constitutivas de la personalidad científico-académica del Maestro de Aquino,
según señala el PEI: diálogo entre fe y razón, humanismo incluyente, humanismo
integral, realismo metódico, asimilación crítica del pasado, atención a la realidad
presente, cuestionamiento (problematización) permanente, apertura
interdisciplinaria y convergencia transdisciplinarias, apertura a nuevos horizontes
culturales, y relativización del saber propio (USTA, PEI, 2004, p. 35)
A estas connotaciones de la enseñanza se han de sumar las notas características
que el Aquinate señala para la indagación: problematización de los hechos y de
las soluciones recibidas; universalidad y objetividad de la información; capacidad
de explicitar la verdad mediante el análisis, la síntesis y la crítica; el juicio
ponderado para aceptar la verdad o parte de la verdad (Política Curricular, 2004a,
pp. 90-91).
La Universidad debe guiar y promover a los educandos hasta que logren la
plenitud humana, es decir, hasta cuando su razón práctica los haga capaces de
auto-gestionar su propio crecimiento humano y sean aptos para autogobernarse.
La referida articulación de saberes se concreta en la Política Curricular (2004b, pp.
31-38), como una manera de dar respuesta a los criterios de flexibilidad,
pertinencia, integralidad e interdisciplinariedad. Por lo que los componentes del
currículo de la USTA se estructuran según dos bloques:
1.1 Obligatorio (USTA, Política Curricular, 2004b, pp. 33-35)La formación básica proporciona los elementos de las ciencias sociales, humanas,
exactas y naturales que constituyen los fundamentos del ejercicio profesional
específico. La formación institucional, al contar con doce (12) créditos académicos
para el desarrollo de esta parte del plan de estudios contribuye a la formación
integral desde lo académico. La conjugación de esta ruta formativa de los
espacios académicos se inicia con la cátedra de Filosofía Institucional y continúa
con Antropología, Epistemología, Cultura Teológica, Filosofía Política y en todos
los casos finalizará con Ética y se complementan con la cátedra de Formación
Física Integral Henri Didon.
El Acuerdo N° 28 del 16 de octubre de 2013, determinó incluir esta cátedra, la cual
se encuentra adscrita al Departamento de Humanidades y es requisito de grado,
no hace parte de la contabilidad de créditos académicos del plan de estudios de
cada programa académico, es decir, con cero créditos.
En este mismo sentido de integralidad del currículo, la formación del profesional
de la USTA se complementa con el programa de nivelación en lecto-escritura para
neotomasinos, así como en comunicación oral y escrita para todos los programas
que no tienen este componente dentro de su formación obligatoria, con la
asignación de créditos que demanda la política curricular institucional para estos
casos, pero en todos ellos bajo la administración y gestión del DHFI; en la
Facultad de Derecho, por su especificidad, se agregan las Cátedras de Analítica,
Gramática y Retórica I y II, Antropología jurídica e Investigación; de esta manera
se pretende favorecer la formación integral del estudiante que se interrelaciona
con saberes desde una cosmovisión que asuma la realidad: mundo, sociedad,
historia, Dios, hombre, como totalidad integrada y como propuesta de vida.
1.2 Flexible (USTA, Política Curricular, 2004b, p. 35-37)El componente flexible atiende las necesidades, afinidades e inclinaciones de los
estudiantes y les permite profundizar en problemáticas de su interés, de acuerdo
con las líneas de profundización definidas por cada facultad. Estos cursos ofrecen
al estudiante alternativas de diversificación, contribuyen a enriquecer la formación
en aspectos relacionados con el ejercicio profesional, de acuerdo con sus
intereses y necesidades, y con la evolución de su campo de conocimiento y de
prácticas. Se identifican con el nombre de Cátedras Opcionales Institucionales
(COI). El Departamento de Humanidades ofrece, entonces, las siguientes COI:
1. Problemas de género: Catalina de Siena;
2. Sociedad, política y utopía: Tomás Campanella;
3. Visiones del Universo: Giordano Bruno;
4. Literatura y Retórica: Fray Luis de Granada;
5. Derechos Humanos y Relaciones Internacionales: Francisco Vitoria;
6. Identidades Culturales y Justicia Social: Bartolomé de Las Casas;
7. Libertades y Educación: Luis Enrique Lacordaire;
8. Economía y Humanismo: Louis Joseph Lebret;
9. Diálogo entre razón y fe: Tomás de Aquino;
10. Ciencia, Tecnología y Bioética: Alberto Magno;
11. Perspectivas de la Educación Superior: Cristóbal de Torres;
12. Legislación y Racionalidad Jurídica: Raimundo de Peñafort;
13. Arte y Humanismo: Fray Angélico;
14. Estudios sobre Dominicanismo: Domingo de Guzmán;
15. Migraciones: Domingo de Las Casas;
16. Nueva Evangelización y Pastoral: Luis Bertrán;
17. Etnicidad y diversidades culturales: Fray Martín de Porres;
18. Cátedra para la Paz y Ciudadanía: Dominique Piré;
19. Lenguas y Culturas: Fray José Pio Aza, O.P.;
20. Actividad física, lúdica y recreación: Rafael Sánchez-Guerra, O.P.;
21. Espacio, Memoria y Ciudad: Fray Francisco Coello de Portugal, O.P.;
22. Salud, vida y bienestar: Fray Bruno Cadoré.
Con el citado Acuerdo N° 28 se materializa el Modelo Educativo-Pedagógico
(2009), al referir a
(…) su concepción filosófica de la educación, y el modo de dar respuesta a
determinadas necesidades y contextos, en desarrollo de la misión propia de la
institución, de los principios y criterios que la orientan y de los objetivos y funciones que
se propone desarrollar en los campos específicos de su acción educativa (p. 4)
Según lo explicita la Misión institucional de la Universidad, si su acción se orienta
a la formación de profesionales de inteligencia clara y abierta, es indispensable
poner en la base de su proceso formativo una concepción de la vida humana
(Modelo Educativo Pedagógico, 2009). En este sentido, la apuesta de la
Universidad es omnicomprensiva y pluralista, toda vez que la ciencia por sí misma
no constituye la base exclusiva del proceso formativo, porque de ser así la
universidad formaría personas de mirada estrecha (reductiva), aptas para juzgarlo
todo desde el ángulo de su especialidad científica, ciegas para otros aspectos de
la realidad. La apuesta curricular de la Universidad Santo Tomás, no busca
generar oposición alguna entre humanismo y los diferentes saberes; sino
establecer una relación simétrica entre las distintas formas de conocimiento, para
la construcción de disciplinas y ciencias más incluyentes, colaborativas, e
integrales, desde una mirada interdisciplinaria:
(…) uno de los fundamentos de la formación profesional y exigencia de la renovación de
aquél. El humanismo forma la conciencia y da norte a la ciencia; pero ésta aporta nuevos
contenidos, humanizadores por sí mismos o neutros, y refuerza las razones del
humanismo. El círculo no puede romperse académicamente: conciencia y ciencia se
interfecundan en toda Universidad de Estudio General. Precisamente por esto, el
“Estudio General” lo conforman la Facultad de Filosofía y los Departamentos de
Humanidades, Idiomas y Ciencias Básicas (Modelo Educativo Pedagógico, 2009).
En ese sentido, la sola formación científica produce el cientificismo, o “la barbarie
de la especialización” y la mentalidad tecnocrática; la sola formación filosófica está
tentada de escepticismo o dogmatismo de escuela y la sola teología conduce
fácilmente a la intolerancia y al integrismo. El humanismo cristiano tomista emerge
así como un ejercicio poderoso de articulación, de síntesis y armonía dialéctica
entre razón y fe, y orienta sus esfuerzos a un ideal educativo centrado en todas las
dimensiones de la persona como ser psicosomático, histórico, social, cultural,
político y trascendente: el humanismo integral es así la base y la razón de ser de
la educación integral (desarrollo de todas las personas y de toda la persona).
Esta concepción de educación integral en el Modelo Educativo Pedagógico de la
USTA se reafirma en los principios curriculares de la pedagogía problémica
cuando se señala que “la opción problémica es vista como una opción institucional
que abarca todos los niveles del modelo pedagógico inclusive en el campo de la
investigación”. Bajo esta concepción, el profesional tomasino deberá ser experto
en definir problemáticas y generar soluciones que respondan a las necesidades
detectadas (Modelo Educativo Pedagógico, 2009, p. 27).
2. LINEAMIENTOS DE LA FORMACIÓN HUMANISTICA Con base en los referentes explicitados en el ítem inmediatamente anterior, en
relación especial con lo establecido en el Acuerdo N° 28 del 16 de octubre de
2013 del Consejo Superior y conforme a la Mesa Nacional de Humanidades
USTA-Colombia (2014), se establecen los siguientes criterios administrativos para
la implementación y desarrollo de los espacios académicos de la Formación
Institucional en los componentes obligatorio y flexible:
a. Se exige desde el Acuerdo N° 28, para cada crédito, cuatro horas de
presencialidad y dos de trabajo independiente, así: en las asignaturas
correspondientes al campo obligatorio, 2 créditos, 4 horas presenciales y 2 de
tiempo independiente; en las cátedras opcionales, 1 crédito, dos horas
presenciales y una de tiempo independiente; y en posgrados, 2 créditos con
una intensidad de acuerdo a la modalidad y a la oferta del programa
b. La cantidad de créditos obligatorios del componente institucional para todos
los programas es de doce (12) créditos académicos pertenecientes al campo
humanístico obligatorio y tres (3) para las COI.
c. Los criterios y procedimientos para las homologaciones son exclusividad de
DHFI, sin embargo se reconocen sin necesidad de homologación los espacios
académicos cursados y aprobados en cualquier Sede, Seccional y VUAD.
d. Las cátedras de humanidades se deberán ajustar a su modalidad, presencial o
a distancia, y corresponde al DHFI administrar, gestionar, ofertar y desarrollar
dichas cátedras en todos los programas académicos de la Universidad.
e. La dirección de las cátedras es en todos los casos responsabilidad del DHFI.
f. No podrán cursarse dos o más espacios académicos del componente
obligatorio de humanidades en el mismo período.
g. Se permite matricular por período académico máximo una COI, una Cátedra
del componente obligatorio, la cátedra de Formación Física Integral Henri
Didón y comunicación oral y escrita.
h. La cátedra de Filosofía Institucional se cursará al comienzo del plan de
estudios de todos los programas académicos en el nivel de pregrado.
i. La cátedra de Formación Física Integral Henri Didon será cursada -según
cada sede y seccional- en los primeros períodos lectivos del plan de estudios
de todos los programas académicos a nivel de pregrado, buscando que se
cumpla el Acuerdo N°. 28. Dicha cátedra, será de carácter obligatorio, estará
cubierta por la matrícula semestral y se constituirá en requisito de grado.
Constará de dos niveles.
j. Posteriormente es necesario cursar, conforme a la ruta formativa de
Humanidades, en diferentes períodos lectivos dentro del plan de estudios de
los programas académicos de pregrado, las cátedras de Antropología,
Epistemología, Cultura Teológica, Filosofía Política y finalmente, Ética.
k. La cátedra de Ética será el último espacio académico del componente
obligatorio institucional, para así continuar con la propuesta de Formación
Institucional.
l. La cátedra para la paz se asumirá dentro de la cátedra de Filosofía política.
m. No son homologables las Cátedras de Filosofía Institucional ni Cultura
Teológica.
n. Los demás espacios académicos pueden cursarse de acuerdo a las
necesidades de cada Sede y Seccional, según lo ordena el Acuerdo N°. 28.
o. Los núcleos problémicos serán construidos consensuadamente por la Mesa
Nacional.
p. La vigencia de los núcleos problémicos será anual, se revisarán y aprobarán
en Mesa Nacional una vez al año.
q. Cada Sede, Seccional y VUAD, será considerada como un voto en los
procesos de decisión curricular de la Mesa Nacional y todas las Sedes,
Seccionales y VUAD se comprometen a la implementación de las decisiones
nacionales de acuerdo a sus particularidades y posibilidades administrativas.
r. Se da por aprobada una decisión curricular cuando se obtenga la mayoría de
los votos de cada Sedes o Seccionales participantes en la Mesa Nacional.
2.1 Lineamientos curriculares para Cátedras Opcionales Institucionales (Componente Flexible de la Formación Institucional)
2.1.1 De los créditos académicos de las cátedras opcionales y otras
disposiciones:
Teniendo en cuenta la Política Curricular Vigente (2004) y el Acuerdo N° 28,
Artículo Primero que reza: “La formación estará a cargo del Departamento de
Humanidades, y le corresponde a cada Departamento gestionar lo pertinente a las
cátedras opcionales del componente flexible, que sean de su competencia”, las
COI tendrán tres (3) créditos para todos los programas académicos de la
Universidad en el nivel de pregrado y se disponen dichos créditos de la siguiente
manera:
a. El Departamento de Humanidades y Formación Integral ofertará un amplio
portafolio de COI y cada uno de estos espacios académicos tendrá un (1)
crédito académico. Los Departamentos de Humanidades y Formación Integral
de cada Seccional y Sede de USTA-Colombia son autónomos para la gestión
académica, curricular y administrativa, dependiendo de sus particularidades en
conformidad con el Acuerdo N° 28.
b. El Departamento de Humanidades y Formación Integral oferta los tres (3)
créditos del componente flexible de la formación institucional para cada uno de
los programas académicos de la Universidad en nivel pregrado.
c. El Departamento de Humanidades y Formación Integral es la unidad
académica que administra curricular y académicamente los créditos
académicos del componente flexible de la formación institucional, sin embargo
las facultades o programas académicos podrán diseñar y regentar una cátedra
opcional de la formación institucional de un (1) crédito, siguiendo los
lineamientos institucionales y las directrices, disposiciones y avales respectivos
de la Dirección del Departamento.
d. De acuerdo al ítem anterior, las facultades o programas académicos, al diseñar
una Cátedra Opcional del componente flexible de la formación institucional, no
deberán confundir esta cátedra con los espacios académicos del componente
flexible propio de cada programa (profundización profesional o énfasis,
electivas profesionales); es decir, si los programas académicos en sus planes
de estudio incluyen una Cátedra Opcional Institucional creada por este
programa, debe tener el espíritu de la formación institucional (PEI y Política
Curricular), si bien puede incluir aspectos vinculados con lo propio disciplinar
de la facultad/programa. Así mismo, se debe presentar el diseño de esta
cátedra a la Dirección del DHFI para su estudio y demás procesos
administrativo-académicos para su oferta desde esta Unidad Académica
(Acuerdo N° 28, artículo primero, segundo párrafo).
e. El crédito de esta cátedra opcional lo puede utilizar la facultad, previo acuerdo
y aval de la Dirección del Departamento de Humanidades.
f. El aval para la creación de nuevas COI será emitido por la Dirección del
Departamento de Humanidades y Formación Integral.
g. Los criterios administrativos y académicos para la oferta de las COI durante el
período lectivo e intersemestral serán desarrollados e implementados por el
Departamento de Humanidades y Formación Integral (Acuerdo N° 28, Artículo
primero).
h. El procedimiento para la creación de COI se tramitará en primera instancia en
el Comité curricular del Departamento; posteriormente, en cuanto tenga el aval
de la Mesa Nacional de Humanidades, se remitirá al comité curricular de la
Sede o Seccional según corresponda para el aval definitivo. Cada Sede y
Seccional es autónoma para implementarla de acuerdo a las particularidades
administrativas, académicas y curriculares.
i. Las COI se cursarán en distintos períodos académicos y cada sede o seccional
es autónoma para su oferta.
j. Los estudiantes no pueden cursar dos veces la misma opcional.
k. No se permite matricular más de una opcional por período lectivo.
l. Las COI pueden ofertarse en periodo intersemestral.
m. Las COI pueden ofertarse en diferentes momentos dentro del período lectivo.
n. El DHFI diseñará estrategias académico-administrativas flexibles para la oferta
de las COI, atendiendo a las necesidades de los estudiantes y en diferentes
momentos a lo largo de los periodos lectivos o académicos.
o. Las COI se pueden homologar con el Congreso de Humanidades USTA-
Colombia. Los Departamentos de Humanidades y Formación Integral de cada
Seccional y Sede diseñarán lo propio para esta estrategia de flexibilidad
curricular.
p. La Cátedra de Formación Física Integral-Henry Didón, según Acuerdo N° 28,
posee cero (0) créditos académicos. La denominación de esta cátedra para
USTA-Colombia es: Cátedra de Formación Física Integral-Henry Didón. Es
obligatoria cursarla, pues es requisito de grado.
q. La Cátedra para la paz Dominique Pire se implementará en USTA-Colombia de
acuerdo a las particularidades de cada Sede y Seccional. La sede USTA-
Medellín, por su experiencia y conocimiento, guiará este espacio académico.
r. Ninguna COI no podrá ser virtual
s. La VUAD cuenta con autonomía para el manejo de la Cátedra Opcional.
2.2 De la cátedra de humanidades en posgrado: Humanismo, Sociedad y Ética
2.2.1 Descripción
Con el espacio académico de Humanismo, Sociedad y Ética se ingresa al amplio y
variopinto campo de las problemáticas de un humanismo nutrido de reflexiones
filosóficas, sociales, políticas, culturales, económicas, teológicas, éticas, entre
otras, con el fin de fortalecer la profesión y la especificidad que se estudia en el
posgrado con el componente humanístico. Se propende, entonces, por una
profesión/disciplina/especialidad que logre comprender, bajo las líneas del
pensamiento crítico humanista-tomasino, la sociedad actual, reflexionándola
éticamente y sugerir actuaciones sobre ella – la sociedad actual - de tal manera
que logre transformaciones éticas contundentes. Así, el fin último de la formación
integral – que se pretende con este espacio – es concentrar toda actividad
humana en aras de prácticas éticas que propendan por el mejoramiento tanto de
la calidad de vida de las personas como de su dignificación permanente.
El espacio académico de Humanismo, sociedad y ética, contribuye a la formación
de un profesional en su proceso de generación, transferencia, apropiación y
aplicación del conocimiento, así como a mantener vigentes el conocimiento
ocupacional, disciplinar y profesional impartido en los programas de pregrado,
como también generar conciencia de las necesidades del desarrollo integral y el
bienestar social que requiere el país, tal como lo señala la legislación colombiana.
2.2.2 Objetivos
General:
Comprender desde los referentes del pensamiento humanista, cristiano y tomista
el estado actual de la sociedad, la política y la ideología y sugerir actuaciones y
prácticas profesionales que logren generar transformaciones éticas contundentes
en aras del mejoramiento de la calidad de vida de las personas y/o de sus
derechos fundamentales y por ende, de la promoción de la dignidad humana como
estado de perfección del ser humano.
Objetivos Específicos:
1. Identificar las problemáticas centrales de la reflexión humanística cristiana
y tomista.
2. Problematizar a la luz del pensamiento humanista cristiano y tomista, la
construcción de la sociedad basada en mecanismos políticos e
ideológicos.
3. Inferir prácticas humanístico-tomistas en procura de la promoción de los
DDHH, sobre todo de la dignidad humana desde el perfil profesional del
postgraduado.
Competencias,
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