tuales para que diri jan sus energías abuscar heterodoxias de derecha o izquierda entre sus colegas y los dejenrobar a manos llenas. Convert idos enbufones del poder. los intelectu alesofrecen a los mandamases el espectáculo triste y algo obsceno de sus polémicas de castrados polít icos .• Como bien observa Paz. hoy SorJuana habría debido enfrentar el di lemade la ortodoxia democrática o marxista .Sus textos habrían sido escudriñado spara detectar herejías ideo lóg icas o eldisimulado soborno de la CIA o de laKGB. O (lo que es más común) se la habría condenado a la muerte civil. Diligentes esbirros de izquierda o derechaque controlan lo que se publica en periódicos y revistas litera rias de todo elcontinente y sin excepción. obl iteraríanpara siempre su nombre. La Respuestaa Sor Filotea se publicaría resumida. enuna página interior . desm igajada porlos avisos o los man if iestos y con el tí tulo de Monja sandinista desobedece alPapa, o (lo que es lo mismo) Agente dela CIA exhibe sus patrañas. ¿A qué seguir? Todos conocemos el tiempo infa me que nos ha tocado vivir y sabemosque hoy Sor Juana tendría tanta suertecon los periódicos de Am érica Latinaentera como tuvo con las auto ridadeseclesiásticas del México virreinal.• En su deslumbrante restitución. Pazdemuestra que hay más afinidades entre aquel México de Sor Juana y el dehoy. que entre este Mé xico y los misteriosos imperios precolombinos. Sin em·bargo. la historia oficial insiste en subrayar la herencia indígena contra laevidencia de la real idad. Por eso no esuna operación i legít ima restituir a SorJuana a nuestro tiempo. En esa operación Paz ha demostrado que más importante que el Edipo o el supuesto lesbianismo de Sor Juana es su condiciónde poeta intelectual en una época enque las mujeres no podían ejerce r el in-
. telecto. Hoy también los intelectualesmasculinos han sido castrados. Nadiepuede hoy ejercer libremente el intelecto . Es decir: la crít ica al poder. Hoy Sor
. Juana sería perseguida no por ser mujer o por ser monja sino por quere r escribir por cuenta propia . En cierto senti do . le pasaría lo que al autor de Lastrampas de la fe . obra que como todabiografía que se respete cont iene unatantalizadora autobiografía.
Emir Rodríguez Monegal
" YO, LA PEORDEL MUNDO ":
SOR ] UANA POR PAZ
Octavio Paz ha publ icado unos quincelibros de ensayos hasta ahora. varios deellos fundamenta les; Sor Juana Inés dela Cruz o las trampas de la fe es. sin discusión. el más importante que haya escrito desde Los hijos del limo (1974).Por su concentración en un tema o autor. recuerda trabajos anter iores comoClaude Lévi-Strauss o el nuevo festínde Esopo (1967). Apariencia desnuda(1973) sobre Duchamp. o Xavier Vil/aurrutie en persona y en obra (1978) ;pero por la amp litud de la vis ión. el rigorde la reflexión crít ica y la maciza hondura del enfoque. sólo resiste compara ción con libros todavía más antiguos ensu bibli ografía. como El laberinto de lasoledad (19 50 . 1963) y. sobre todo.con El arco y la lira (1956) . Incluso puede decir se que Sor Juana es una síntesis y una coronac ión de las líneas maestras tendidas en esos primeros libros.Los grandes tem as de su pensam ientoestán desde el comi enzo: la historiamexicana. su evolución cul tural. la tradición poét ica. la poesía moderna y lalucha del espíritu humano por sobrevi vir las tentaciones del " silencio y el bullicio ". Con la experiencia acumuladaen los libros que siguieron a esos. Pazasumió el desafío intelectual de escribirsobre la figura poéti ca más grande de laNueva España y una de las mayores desu tiem po. El resultado es impresionante: un volumen de más de 600 páginas.cargadas de erud ición . descubrim ientose intuiciones que le dan al libro un airede monumento verbal y que hace muydifícil agregar algo más al conoc im ientode sor Juana.
La vida y la obra de la poet isa mex icana son el foco del ensayo . pero porgrandes trechos el libro escapa a esaórbita y trata de otras cosas . de muchascosas. Puede decirse que si éste es elestudio más completo que exista sobresor Juana. es también un cuadro de lasociedad y la cultura mexicana del sigloXVII. un debate sobre el pensamientofi losófico y teológico que enfrentaba ala doctrina crist iana con otros aportescont radictorios. y un juicio sobre las
... Octavio Paz: S or Juan a /n ésde/a Cruzo/astrampas de /a fe. Fondo de Cultura Econó ca . México . 198 2 . 658 pp ,
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amb iguas relaciones entre moral. polít ica. ortodoxia religiosa y creación intelectual. El mismo Paz dice en su prólogo que el libro es a la vez " historia. biografía y crítica literaria " (p. 12) ; peroagrega una advertencia : "No pretendoexpl icar la literatura por la historia. Elvalor de las interpretaciones sociológ icas e históricas de las obras de arte esindudablemente limitada. Al mismotiempo. sería absurdo cerrar los ojosante esta verdad elemental : la poesíaes un producto social. histórico. Ignorarla relación entre sociedad y poesía seríaun error tan grave como ignorar la relación entre la vida del escritor y su obra"(p. 15). Queda así establec ida. desde elprinc ipio. la act itud ecléctica y abarcadora con la que Paz encara su tema :usa varios métodos o enfoques (el histórico. el psicológico. el estilístico . elsimbólico. etc .). pero no se limita alusarlos y trata más bien de integrarlosconforme va camb iando el paisaje y lafisonomía de su discurso. que no estanto la poesía de sor Juana . como elsentido que tiene frente a su propia viday al mundo en que vivió. Paz llama alsuyo un ensayo de restitución : texto insertado en un contexto. Pero a la vez esconciente de que esa restitución es. ellamisma. un producto histórico y por lotanto parcial : " Un mex icano del sigloXX lee la obra de una monja de la Nueva España del siglo XVII " (p. 18).
¿Qué es lo que expl ica esa fascinación. esa entrega total a una figura lite raria tan lejana en el tiempo y cuya estética no es ya la nuestra? Sin duda.nace de la admiración de Paz por laobra poét ica de la autora . por una razónde afinidad y gusto literarios. pero creo
que para él sor Juana es un caso especial de conciencia intelectual cuyo drama es perfectamente homologable alque sufren mu chos creadores y pensadores de nuestra época : ejemplif ica eldilema entre la libertad artística y la independencia respecto del poder. por unlado. y las exigencias ciegas de la orto doxia y el respeto a las reglas del esta
blishment. por otro. El caso de sor Juana no es muy distinto del de Brecht.Mandelstam o Bujarin. y el autor subraya en varias partes de su trabajo esetipo de semejanzas . Dos factores másque intensifican la atracc ión crítica dePaz por ella: se trata de una mujer. setrata además de una monja . Bajo esadoble presión a los preju icios de su so-
ciedad y a la celosa norma de la vidaconventual. sor Juana tuvo que sentirseaislada. y al final indefensa. en un mundo masculino. arrogante. hipócrita e intelectualmente mezquino.
Con un criterio básicamente cronológico y que va de lo genérico a lo másespecífico. Paz examina: la sociedad yla cultura de la Nueva España en eltiempo de sor Juana, su familia. su personalidad y la vocación religiosa . laobra literaria. y la intriga teológicopolítico-intelectual en la que se vio envuelta al final de su vida y que culminócon su discutida abjuración del ejerciciode las letras profanas. El autor no se hacontentado con escribir un ensayo sobre sor Juana . sino sobre ella y su siglo.sin omitir ninguno de los hilos que puedan contribu ir a esclarecer esa arduarelación . Ello explica que éste no sólosea el libro crítico más vasto que hayapublicado Paz.sino que su aparato erudito sea el de mayor rigor. Unos diezaños de intensa invest igación. dentro yfuera de México. se reúnen aquí; eso incluye. por cierto. la relectura de los cuatro volúmenes de las Obras completasde la autora . la consulta y discusión minuciosa de la obra crítica previa sobreella. y no menos la lectura de las ahoraremotas fuentes literarias, filosóficas yteológicas que la inspiraron . El esfuerzoresultará desmesurado o agobiadorpara algunos lectores cuyo interés porsor Juana no los hace sentirse obligadosa leer largos pasajes en que se debatentemas como la "eg iptología " . la patrística o la liturgia catól ica. Son los riesgos inevitables de escribir un ensayotan abarcador: a veces vemos a Pazdiscutiendo densas cuestiones que parecen periféricas a sor Juana. o de interés anecdótico ; no para él y para el diseño exhaustivo de su obra: cada elemento tiene una función y u_n lugar en
_el enorme rompecabezas. Porque antesor Juana no sólo estamos ante unapoetisa: estamos ante un enigma y loque quiere Paz es develarlo haciendoacopio de cualquier clave válida. por diminuta que parezca.
Honestamente. un libro así hace difícil. si no imposible. su crítica en los términos normales de una nota : no hayforma de cubr ir. o siquiera sugerir. su riqueza; no pueden discutirse . ni ligeramente. todos los puntos capitales quetrata . En realidad. este libro sólo podríaser comentado con otro libro (que espe-
RESEÑAS
ro alguien publique algún día) en el quesor Juana sea ya sólo el pretexto paradialogar con Paz y sus hallazgos. Eltema de sor Juana no ha sido un temaignorado en la cultura mexicana ; alcontrario. cabe afirmar que ha habidocierta abundancia de biografías, estudios y trabajos sobre ella. No ha faltadointerés ; lo que frecuentemente ha faltado es voluntad de esclarecimiento y ladecisión de ver la persona y la obra dela autora sin velos pudorosos o restr icciones doctrinales. La bibl iografía y lacrítica sobre sor Juana ha oscilado entre la hagiografía y el psicoanálisis clínico; la biografía de Diego Calleja y el libro de Ludwig Pfandl ilustran esos extremos. La santa y la neurótica han sidolas imágenes predom inantes que hanentorpecido la recta comprensión deesta mujer excepcional. Hay un triple
factor de extrañeza en la figura de sorJuana que ha estimulado los equívocos: la de ser mujer. monja y poeta. Demasiadas rarezas juntas como para noser confundida con espejismos . ¿Cómopudo alguien así exist ir en esa época.cómo una mente tan apasionada por elsaber (y por la libertad del saber) pudosobrevivir entre tanto oscurantismo e
intolerancia? Todos los seres humanosson complejos y contradictorios. peroen éste el combate de fuerzas polaresdentro de sí m isma. y el de éstas conlos poderes exter iores, es de un ardorsingular, que terminará por desgarrarla .
Puede decirse que. desde la cuna.sor Juana tuvo que luchar para serquien quería llegar a ser: su vida es unacreación constante -y no la menos intensa- de su espíritu . en la que ella esa la vez el artífice y la obra. Su origenbastardo fue una desventaja y una marca deshonrosa que debió acompañarladurante largos años. Aunque el personaje central de Paz es. por cierto. sorJuana y sus dilemas convertidos enpoemas. no faltan otros personajes secundarios que animan este libro de forma extraordinaria. El primero de elloses Isabel Ramírez. la madre de la autora. La breve biografía que Paz traza deella (no abundan los datos sobre estepersonaje) es cautivante y nos deja unaimagen provocativa y casi escandalosade esta mujer que es la perfecta contra figura de su hija: Isabel Ramírez no sólovivió amancebada con Pedro Manuelde Asbaje el t iempo suficiente comopara tener tres hijos con él. sino que
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luego cortó esa relación y establecióotra con Diego Ruiz Lozano. con quientuvo otros tres hijos. Mu jer de carácter.sin duda. y de fuertes pasiones también. La ausencia de una figura paternaes la om isión central en los primerosaños de la niña ; Paz la subraya convincentemente como la raíz de su rechazoal arquetípico mundo " femenino" quese le ofrecía: un matrimonio y una familia. Quizá el primer gran punto polémicoplanteado por el autor es el de la conquista del mundo " masculino" por sorJuana (contra la cruda teoría freudianade Pfandl) para realizar su suprema sedde conocimiento: inspirada seguramente por la presencia del abuelo materno . quien tenía una buena bibl iotecadonde ella aprendió a leer y escribir. sorJuana subconcientemen te trata de cubrir el vacío del padre ausente (y de alejarse del ejemplo sensual y pasional dela madre). consagrándose a un dominiopor entonces vedado a la mayoría delas mujeres : el saber.
Eso ayuda a expli car su decisión deentrar al convento . Paz discute la vocación relig iosa de sor Juan a y niega quehaya en su obra autént ico mistic ismo:la suya no es una deci sión religiosa.sino intelec tual. Muy deliberadamente.ella resuelve que no hay .mejor lugarque el convento -de paso. otra negación " superior" de la feminidad - pararealizar su ambición. En el conventohay libros y una febri l activi dad cultural.no hay niños que cuidar ni maridos queatender. y las reglas de disciplina y obediencia son a veces for malidades quese violan sin mayores consecuencias.(El vívido retrat o que Paz hace de lavida conventual en la Nueva España-un nudo de devociones auténticas.intereses creados y típicos celos femeninos- es de los más reveladores delensayo.) Pero el hecho de que antes deentrar al convento. sor Juana haya pasado por la experiencia de varios añosde vida cortesana. com o protegida delos marqueses de Mancera. virreyes deMéxico. no es indifer ente para juzgar suconducta . a veces sinuosa. y su obra.donde la huella de las frívolas normasque rigen la vida de la corte se dejannotar . La virgen. la solitaria sor Juana.era también procl ive al halago y a jugarhábilmente los ritos de los favores palaciegos. como lo demuestran sus reiterados homenajes poét icos a la condesade Paredes, a quien la unió un tipo de
am istad parec ida al amor plató nico .Una dimensión menuda de la act ividadpública y política no estuvo ausente ensus afanes, y al final será la causa de sumayor crisis vital. En eso, sor Ju anaprueba que, aun aislada en su celda yprotegida por los gruesos muros delconvento, no estuvo ajena a las tensiones y las pasiones predominantes entonces. Entre ellas , la visión del amorocupa un lugar muy importante. Eltema no puede ser más tentador paraPaz. que le ha ded icado reflex iones capitales en varios de sus ensayos. Al leera una poetisa que escribió tan to rtu rados y deliciosos textos sobre las t ribulaciones amorosas, uno se pregunta :¿qué experiencia personal del amo rpudo tener ella misma ? Otro enigma,sobre el que no cabe sino hacer conjeturas. Algo del amor vio o aprendió enlos g"lanteos de palacio que eran fre cuentes en la corte virreinal; sus lecturas la hicieron conocer inte lectualmente el tema del amor di vino y el profano,
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Octavio Paz
en todas sus suti les variedades. desdeel místi co hasta la pasión amorosa frenética (y a veces cínica) de Lope, pasando por cierto por los alambicadosconceptos del neoplatonismo; en suencierro conve ntua l. no pudo sino sertestigo de los diversos efectos que laregla del celi bato imponía sobre susmás jóvenes com pañeras (sor Juana sequejaba de que la música y las risas delas monjas le impedía concentrarse ensus estudios), y ta l vez liberar sus propios impu lsos en veladas formas de autoerotismo. En todo caso, Pazsospechaque tuvo una exper iencia lim itada delamor : " No conoció, como Lope. el saber de los senti dos - tocar y ser tocado,descubrir la ti bieza de otra piel y. enplena noche, ver cóm o nos cubre el pecho la cascada de la risa de nuestra pareja- un saber que sabe lo que no saben toda s las fi losofias" (p. 624); loasombroso. agrega el autor. es que aunasí. perc ibió " la natura leza dual. paradójica del placer : basta tocar un cuerpo
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para que se desvanezca ; basta que sedesvanezca, para que recobre toda surealidad. El conceptismo de las décimasde los retratos expresa esta intuición"(p. 625).
Asociado a este asunto. está el temadel llamado " feminismo" de sor Juana .Paz recomienda usar el término concuidado: el concepto es ajeno al sigloXVII y. fuera de contexto. puede resultar abusivo ; de cualqu ier modo, el fem inismo de sor Juana significa algo distinto de lo que hoy señala esa palabra :es el fruto de una situación específica.que no puede extenderse fácilmente aotros casos. aunque. sin duda. " la con cienc ia de su condición de mujer es indisoluble de su vida y de su obra" (p.628). Hay en ella una defensa de lo femen ino, pero no de lo sexual. porque suverdadera pasión eran las letras y elsaber, vedados ambos a la mujer. Enalgu na parte. ella escribió estos versos inquietantes:
pues no soy mujer que a algunode mujer pueda servirle ;y sólo sé que mi cuerpo .sin que a uno u otro se incline.es neutro. o abstracto. cuantosólo el alma depos ite.
Su obra poética y su prosa exhiben losvastos alcances de ese drama a travésde formas y temas de enorme variedad.Paz los examina en detalle y a fondo.con la penetración y autoridad críticaque es habitual en él. cubriendo desdelos aspectos métricos hasta los máscomplejos de representación simbólicay de probables fuentes. Entre éstas últi mas, la contribución que hace el libro alconoc imiento de sor Juana . y por extens ión al periodo barroco. es trascen dental : sus reflex iones sobre el influjoque el hermetismo y la tradición neoplatónica. especialmente la del jesuitaKircher, ejerc ieron sobre la visión de laautora, son una contribución defin it iva.Al valorar los poemas amorosos de sorJuana (romances. décimas . sonetos),Paz desestima lite rariamente una porción de ellos : "Buena parte de la poesíaamorosa ... es mero ejercicio. alarde yexhib ición de maestría " (p. 379); cont iene un saber erótico. pero un saber" codificado y conceptual izado por laespeculación filosófica y por los art if icios de la retórica . . .: no una vis ión sinouna fórmula rimada" (p. 371) ; " sonapenas una curiosidad " (p. 374), etc.
Creo que el dictamen de Pazes un pocoinjusto para sor Juana ; persona lmente.encuentro. en algunos de esos textos. adespecho de su logicismo. un notableesfuerzo por elucidar eso que es imposible de entender sino con los sentidos:el amor. Y es precisamente esa lucidezuna de las mayores cualidades que . alfinal. Paz destaca en sor Juana parapresentarla como la gran poetisa quees. El lengua je codificado y los artilugios retóricos no son tanto defectos deella como de su época literaria ; apare cen en todos los poetas del periodo queadmiramos: Lope. G ónqora. Quevedo.Verbalmente. no son menos deudoresde esa etapa que el Primero sueño. suobra máxima. En camb io. Paz justificasu aprecio sin reservas por los otrospoemas amorosos de la autora : aquellos en los que confluyen dos vertienteserót icas: " la razonadora y la sentimental " (p. 378) ; en esos textos encuentra"s impl icidad y refinamiento. lucidez ycoquetería . reflex i ón interior y mús ica'íntima" lib id.).
El examen que hace de la porc ión relig iosa. doctrinal . mora l y satírica de suobra . es muy iluminador. Por un lado .señala que en su poesía de amor divinohay curiosos ecos de la concepciónaristotélica de Dios y del misticismo dePlotino. lo que. sobre todo en una monja. rozaba la herejía ; en sus textos satíricos destaca una veta poco advertidapor la crítica : el desenfado y hasta eltono licencioso de que podía ser capazla autora. Comparables hallazgos hacePazal estudiar losvillancicos. que esti mamucho más. sobre todo por su graciamusical y el arte de ser espontáneos sindejar de ser eruditos. que su obra teatral.de la que salva una de sus obras másenigmáticas y complejas : el auto El divino Narciso, que da nueva ocasión paraque el autor se explaye sobre el tema delsincretismo relig ioso .
Pero el capítulo eje de la porción deanálisis crít ico del l ibro. es el dedicadoal Primero sueño. Aunque cúspide de lapoesía barroca americana. Paz lo ligamás que a los inmediatos ejemplos delperiodo. al tema del viaje del alma heredado de la más remota antigüedad- reinterpretado por Kircher y otros. Setrata de un poema de éxtasis : ocurre enese trance en el cual " el alma se liberadel cuerpo y vuela" (p. 473). Es. también. un poema de la soledad abismaldel alma . ofuscada por la enormidad de
RESEÑAS
la vis ión a la que accede ; culmina con lacaída del espír itu que se elevó : el cuer po despierta y el viaje queda inconcluso. Pero la novedad está en que sorJuana no hace de 1poema un ejemplo delmisticismo relig ioso. o una alegoría dela revelación : su tema es otra revelación. " la de que estamos solos y de queel mundo sobrenatural se ha desvanecido" (p. 482). Esto lo convierte en unpoema único y en un texto moderno; separece. dice Paz. a Le Cimetiére Marin,a Muerte sin fin, a Altazor. Un solo reparo a este capítulo: aunque. en ciertomomento (p. 485). Paz parece comenzar su interpretación del texto con refe rencias detalladas a los veinticuatro primeros versos . su esfuerzo luego se desvía hacia otro nivel: más que un análisisdel poema. es una reflex ión (admirabley a veces insuperable) sobre él. No esque pretenda que el autor se ocupe decada uno de los 975 versos del poema(eso ocuparía un libro entero) . pero mehabría gustado saber más sobre la organización interna del texto y la significación de ciertos pasajes claves .
Si en numerosas partes de este ensayo brillan la inteligencia y el saber dePaz. creo que en la última. la que da título a la obra . lo hacen con una intensidad deslumbrante: es el momento másalto . más animado. más hermoso delconjunto. Primero tenemos nuevos retratos de personajes memorables porsu sombría influencia en la cris is intelectual de sor Juana : el obispo de Puebla. Manuel Fernández de Santa Cruz.amigo de sor Juana pero déb il e inca
paz de protegerla después de haberlausado en su provecho ; el archienem igode éste. el arzob ispo Francisco Agu iary Seijas, misógino, colé rico , ascético yal mismo tiempo devorado por el demonio de la carne; y el sinuoso AntonioNúñez de Miranda, confesor de sor Jua na. pero en verdad su implacable verdugo mora l. que usó con ella un heladométodo de intim idación hasta lograr sutristemente célebre abjuración de lasletras . Los tres son personajes dignos
de una novela gótica, que representandistintas formas y grados de la intolerancia eclesiástica . bajo cuya presiónsor Juana finalmente se derrumbó.Luego, como al comienzo del libro. Pazvuelve a echar una mirada al contextopolítico en el que se desenvolvía la acti vidad literaria de sor Juana. y relacionaestos dolorosos trances de sus últimos
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años, con cierta atmósfera de desordensocial. descontento económico. desgracias naturales,y supersti ciosos temoresde que fuesenconsecuencia de la ira divina. En ese clima de oscurantismo yexhortación al martirio corporal. se jugóel dest ino de sor Ju ana: tales circunstancia s debil itaron su posición dentrode la jerarquía eclesi ást ica y política yaceleraron su caída. Sor Juana es juzgada por un puñad o de hombres. peroen realidad la condenaba la opinión detoda una sociedad cerrada yabsolutista. Y por último. este capítulo hace unanecesar ia rect ificación : la abjuración desor Juana no es ningú n ejemplo edifi cante de " conversión" o de penitenciade un alma descarriada: es un trágicocaso de autocondenación arrancadapor el miedo. algo muy parecido a las" autoconfes iones" de los intelectualesde nuest ra época. Como en éstos. laconfes ión de sor Juana incluye una astuc ia. un intento de no decir lo que seestá escribiendo : Pazseñala que no hayuna renuncia expresa al cultivo de lasletras. aunque las autoridades se danpor sat isfechas: la monj a es ahora unfantasma de sí misma . En ese sentido.que " haya sido capaz de resistir tantotiempo y que sólo al f inal del asediohaya abd icado y haya seguido a suscensores en sus morti f icaciones inhumanas. es una herm osa prueba de fortaleza espiritual" (p. 60 6). Hasta la mismafrase autodenigrato riaque sorJuana usópara rubr icar su suerte (" yo. la peor delmundo") es nada más que una fórmularetór ica. aunque suene ferozmente negativa .
La gran virtud de este libro. como seve. es que no habla de una figura instalada en un pasado distante e inacces ible. sino de un personaje actualisirno,atravesado por angustias y preocupa ciones que. siendo en origen diferentes.son en su repercusión moral semejan tes a las nuestra s. En una breve digresión sobre los inevitables límites detoda biografía. Paz escribe : "El objetode la biogra fía es convertir al personajelejano en un amigo más o menos íntimo" (p. 261). Antes de este libro. sorJuana era como una sombra . aunqueiluminada por los fulgurantes rayos desu poesía : ahora es un ser de carne yhueso, alguien real. No se puede pedirmás de un ensayo .
José Miguel OviedoLos Angeles,. mayo 1983
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