E LA MUSICA - Revista de la Universidad de México · M. Ponce. Otros pianistas dis ... sinfónicos...

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24 UNIVERSIDAD DE MEXICO

. . . lleven tmjes demasiado recargados ...

... escenog1'f.J.Jta realtzada ...

ca, a un noble pastor corintio.-Luis Lomen extraordinario ensu pequeño pero difícil parla­mento, tan importante en laobra, de cuya buena o mala ex­posición dependen los efectos.finales de la tragedia. El jovenDavid Hayat, a quien inventa­ron de lazarillo, pues que yo-sepa. no se le ocurrió a Sófo"eles, sa~e tan compungido y conun increíble traje azul rabioso,que distrae la espléndida esce­na final. Es mucho más dra~

mático y teatral la soledad delEdipo ciego en la escena, quien,~l final de su terrible monó­!ogo, es conducido por el pro­pio Creón.

Estas observaciones, que noson de un crítico "profesional"-y por ello más desinteresa­das, más auténticas y hasta talvez más válidas- pero sí deun historiador, son con el finúilico de mejorar el ya maduroy bien trazado Teatro Univer­sitario, que está cumpliendo suverdadero papel poniendo enescena obras de carácter uni­versal, sin ridículos nacionalis­mos., Hacer buen teatro, de todaslas épocas. Preseritar obras di­ferentes a las que se ponen entodos los teatros y teatritos deMéxico. Lograr todo el decoroposible. Entusiasmar a los jó­venes estudiantes ante un es­pectáculo que sea goce y ejem­plo. Destacar futuros actores.Conocer, en fin, el arte drami­tico, es la cima a la que debel1egar, si es que no está ya enella, el Teatro Universitario.

que Indiano y Yeyre Beirutemuy dignos en sus papeles deancianos. Así también Landa,a pesar de su corto papel, y Al­varo Matute, que sabe bienpasar de un convencido fascÍ­neroso o galán cinematográfi-

Petrone. El Creón es AngelMerino, lleno de compostura yserenidad. Hortensia Santove­ña, la Yocasta, trágica y aluci­nada, sin poder hacerlo mejor,tal vez por la funda de almoha­da con que la vístieron. Enri-

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no le corresponden. Los corosse mueven con mejor acierto,salvo algunos momentos, comoese en que ponen cabeza concabeza como en el momentoinicial del futb01 americano.

Tampoco es debida la fo:-made comenzar la tragedia conesos mendigos harapientos un­tactos en el suelo a la oriental.Esos, a quienes dice Edipo:"Oh hi jos, nueva raza del an­tiguo (admo" ¿ pueden estarrepresentados por una especiede apestados a la usanza de lapintura romántica "histórica"?"Prosternarse", verbo que em­plea Sófoeles, no es revolcarseen el suelo y luego salir de es­cena como caravana de para­líticos. Detalles hay también,si bien insignificantes, que hayque corregir, como el queCreón conserve toda la trage­dia la corona de laurel quesólo debe traer como mensaje­ro de~ oráculo de DeHos.

Mas fuera de esto, todos ycada uno de los actores mere­cen nuestro aplauso, además de

Por Salvador MORENO

LOS SEIS ULTIMOS MESES DE 1954

ya un balance de la primeramitad del año; ahora, pues, nosreferiremos a los seis últimosmeses de 1954.

• JULIO.' Coincidiendo coneste mes, llegaron a su elímaxlas actividades musicales de laciudad de México. Se distin­guió, en primer lugar, la pia­nista María Teresa Rodríguezen sus tres recitales de la SalaPonce. Michel Block en el su­yo, que fué el último de la se­rie de la Asociación ManuelM. Ponce. Otros pianistas dis­tinguidos fueron: SulamitaKoenigsberg, Rafael Borge~,

Silvia Ortega y la norteame­ricana Miriam Wagner. La so­prano Ernestina Perea, los vio­linistas Enrique Serratos, enla Sala Grande de Bel1as Ar­tes, acompañado por RamónSerratos, actual director de laEscuela Nacional ele Música yHermilo Novelo (acompañadopor .Tasé de .T esús Oropeza) . Elvioloncel1ista Guillermo He1­'guera. en la misma sala, acoiTI­pañado por Salvador Ochoa.La Orquesta Sinfónica de la

Mexic<\no-Norteamericano deRelaciones Culturales. En otronúmero de esta revista, hicimos

M aria 13onilla

MUSICALA

Ramón y E}lrique Serratos

Concertistas' Mexicanos, las deCámara de México y San An­gel, la Daniel y el Instituto

EL año de 1954 fué pró­digo en conciertos, aun­que no siempre hayansido de la más alta cali­

dad. La presencia de algunosintérpretes eminentes no logra­ron darle a la te1'nporada musi­cal el nivel que desearíamospara nuestra ciudad, ya queunas cuantas individualidadesvaliosas no pueden fon11ar untodo orgánico, una vida musi­cal completa; faltó, por ejcm­plo, la espectacularidad de laópera que, par su caráctcr hí­brido, parece darle cucrpo vladrada a la atmósfera cxcesi­,lamente transparente de lamúsica. l.as instituciones ofi­ciales y las asociaciones civilesse esforzaron, como siempre,en ofrecer el mayor número deconciertos, única forma quizásde conseguir algún día que esetitánico esfuerzo no sea yanecesario, y el nivel a (Juc. seaspira fluya con naturalidad.Se distinguieron en esta laborademás del Instituto Naciona1de Bellas Artes y las escuelasoficiales de músi'ca, la Asocia­ción Manuel M. Ponce, lá de

ÚNIVERSIDAD DE MEXICO, 25

Quinteto de Alientos

ron en años anteriores. Loshermanos Kitain, a beneficiodel Comité contra la Tubercu­losis. ofreci~ron dos conciertosde abono y los violinistas Ur­quidi y Luis Guzmán Se ]1n'­sentaron en particular.

Sociedad de Música de Cáma­ra de San Angel inició un Ci­clo Beethoven, con el cuartetoLener, correspondiendo a estemes seis de los primeros cuar­tetos del gran músico. El Corode Madrigalistas, dirigido porLuis Sandi, ofreció los dos pri­meros conciertos de los cuatroanunciados y en los que se es­cucharon obras de! repertoriouniversal, y de todas las épo­cas de la historia de la música.El guitarrista Gustavo Lópezdió un tercer concierto en lasala I'once, y UIl segundo reci­tal la piani'sta Halda Zepeda.

La pianista francesa Fa­bienne Jacquinot se presentócon éxito de público y de crí­tica. La señorita Elizabeth La­rios cantó, por primera vez,un programa completo en lasala Chopin. El ConservatorioNaciana! organizó conciertoscon algunos alumnos distingui­dos como comprobación esco­lar. Lo mismo hizo la EscuelaN octurna de Música y la Es­cuela N acional de Música ter­minó los conmemorativos, ini­ciados meses antes, con el TríoClásico ele Alientos. En el mis­mo mes el Ballet Mexicano de!a Academia de la D:lI1za. co­menzó su temporada anual, conballets nuevos y reposicionesde los que mayor éxito tuvie-

Rosita. Rillloc!!

• N OVH:MBUI':. La OrquestaSinfónica de la Universidad,bajo los auspicios de DifusiónCultural, dió tres conciertos enla explanada ele la Escuela Na­cional de Medicina, en la Ciu­dad Universitaria. Estos con­ciertos de carácter popular, yaque la entrada a ellos fué ab­solutamente libre, tuvieron ungran éxito, y fueron, puede de­cirse, e! acontecimiento musicalde! mes. La Asociación Músicade Cámara de México ofreciólos tres primeros conciertos de

de la maestr<1' Fanny Anitúa;los del bajo Sergio Morales ye! tenor Paulina Sarrea. Que­remos mencionar, además, a lapianista Silvia Ortega y el vio­linista Patricio Castillo Urqui­di. Las Juventudes Musicalesde México realizaron brillan­temente sus planes musicales,presentando conjuntos corales,sinfónicos y de ballet, ademásde haber hecho oír a la gransoprano Irma González.

• SEPTIEMBRE. Este mes fué,quizás, el más luminoso en lavida de conciertos de nuestraciudad, ya que en él se realiza-

ron los tres recitales del ma­ravilloso pianista Walter Gie­seking, quien dedicó un pro­grama íntegramente a obras deDebussy y otro a las de Bee­thoven. La Orquesta SinfónicaNacional tuvo como único di­rector de su corta temporadade otoño, a Georg Solti. Enuno de estos conciertos parti­cipó el propio Gieseking y enotro el joven violoncellista Gui­llermo ·Helguera. El Trío Clá­sico de Alientos interpretó unmagnífico programa en el Au­ditorio de Ingeniería de la Ciu­dad Universitaria, en el segun­do concierto organizado porDifusión Cultural. El guita­rrista Gustavo López ofrecióun segundo recital, con igualéxito que el del mes anterior,y las pianistas Halda Zepedaen en la sala Chopin, y NinfaCalvario, en la Ponce, demos­traron sus dotes para el con­certismo, y la Escue!a Supe­rior Nocturna de Música dióun modesto concierto a benefi­cio de la revista musical Par­titura.

• OCTUBRE. En los primerosdías del mes, el INBA presentóen un concierto extraordinarioa Walter Gieseking y la Aso­ciación Musical Daniel a lacantante española Victoria delos Angeles, que entusiasmó alauditorio del Palacio de BellasArtes en sus dos conciertos. La

xico. En los conciertos de Be­llas Artes, de la serie iniciadael mes anterior, participaronalgunos de los más destacadosintérpretes mexicanos y los ex­tranjeros que residen en elpaís; pudimos aplaudir alCuarteto Bredo, a las pianistasNadia Stankovich y María Te­resa Dauplat, al comista LeoKreuz, al violinista Icilio Bre­do y al fagotista Louis Salo­mas. De los mexicanos a Ma­ría Bonilla, al cuarteto Gonzá­lez, al tenor Carlos Puig y a lospianistas José Ordóñez y Salva­dor Ochoa. El Centro de Com­positores Mexicanos del Ins-

tituto Mexicano-N orteame­ricano inició su primera tem­porada con un concierto en elque participaron el Coro deMadrigalistas, de Luis Sandi,y e! Cuarteto Bredo. El pro­grama tuvo el interés de in­cluir el Cuarteto No. 1 de Re­vueitas, tan injustamente olvi­dado, y el Cuarteto Atonal deJ ul ián Carrillo, que sorprendióa los músicos, principalmente,por sus muchos aciertos y ha­llazgos. Dos guitarristas ofre­cieron recitales en la sala Pon­ce: Gustavo López y AlbertoSalas. La Dirección de Difu­sión Cultural de la Universi­dad organizó, con fines expe­rimentales, el primer conciertoformal en la Ciudad Univer­sitaria, concierto que estuvo acargo de la pianista LeticiaFlores y la soprano ThelmaFerrigno. La cantante norte­americana Leslie Frick se des­pidió del público mexicano conun concierto formado conobras de compositores ingleses,alemanes, franceses, españoles,mexicanos y norteamericanos.La Sociedad de Graduados dela Escuela Nacional de Músi­ca, ofreció tres conciertos enel Auditorio del Seguro Social,participando en ellos algunosde los más distinguidos estu­diantes de esa escuela. Las aca­demias particulares tambiénpresentaron a sus alumnos, me­reciendo especial mención los

• AGOSTO. La Orquesta Sin­fónica de la Universidad con­tinuó su temporada de otoño,bajo la dirección ele los titula­res : José Rocabruna y José F.Vásquez, así como ele los di­rectores huéspedes: Angel Mu­ñiz Toca, Carl Garaguly y Jor­ge Mester. Los solistas quemás se distinguieron fueron lacantante Josefina Aguilar y e!violinista Toshiya Eto. El pro­grama más interesante, el de­dicado a la música española,en el que se incluyó la Sinfo­nieta de Ernesto Halffter, muypocas veces escuchada en Mé-

Universidad inició, el día 4, sueo;VII temporada de conciertos.11.n el primero José Rocabruna,en los dos siguientes el norte­americano James Sample y enel cuarto José F. Vásquez. Co­mo solista escuchamos al granpianista Giorgy Sandor. LaGrquesta Sinfónica Nacionaldió fin a su temporada, tenien­do en el podium a Sergiu Ce­libidache, y como solistas alviolinista italiano Franco Fe­¡'rari. Los solos de la NovenaSinfonía de Beethoven estuvie­ron a cargo de Rosita Rimoch,13elén Amparán, Carlos Puig yLuis María Rosas. Con el ca­rácter de extraordinario, Celi­J:¡idache dirigió un concierto abeneficio de la propia orquesta.En este mismo mes dieronprincipio los Conciertos de Be­llas Artes, en la sala Ponce,con la Orquesta de Cámara, di­rigida por Luis Herrera de laFuente. En los dos primerosparticiparon las cantantes Be­lén Amparán y Cristina- Trevi,así como la pianista Gloria Zá­

'pari y el Quinteto de Alientos.'Con diferentes actos el Depar­'tamento de Música festejó elochenta y ocho aniversario dela fundación de! ConservatorioN aciana!. La Unión de Profe­sores de la Escuela Nacional

. de Música de la UniversiClad

Julio Jaramillo

hizo otro tanto, para conmemo­rar su veinticincoavo aniver­sario, conciertos y conferenciasque continuaron hasta el mesoc agosto.

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sonajes de las difíciles situa­ciones en que los ha metido sucompañero "sin talento". Asíes que, la pelícu~a transcurrecomo si fuera un río en el quecorrieran dos corrientes deaguas de diferente color, de

. las que a ratos predomina unay luego la otra. En resumen,esta es una comedia fina y muyfrancesa, y la que, como pideel comediógrafo Jardiel Ponce­la, tiene· como fin la búsquedade la poesía. Se distingue porsu buena actuación Michel Au­c1air, el galán joven de LasDos Verdades, que ya es unfirme valor del cine francés.• Si me contara Versalles. SiVersaiÜes M'etaít Conté. Apesar del imponente núm~ro deartistas de varias nacionalida­des que toman parte en el des­arrollo de esta película, los ac­tore~ no pasan de ser una me-

ra excusa para decorar los apo­sentos del magnífico palacioque es Versalles. El verdaderoactor de esta película es e! Pa­lacio de Versalles, cuyos inte­riores y exteriores, son foto­gtafiádos con gran amor yprofundo sentido "histórico.Por exigencia de "taquilla",seguramente, Sacha Guitry noes del todo fiel a la historia dela monarquía francesa, peropor lo menos demuestra tenerun gran "sentido histórico".Guitry es consciente ele la im­portancia que tuvo la mona1'­

quía francesa para la historiade su país, y no menos de laobra de arte que legaron losLuises a la humanidad, Ver­salles. Sacha Guitry, como ac­tor, goza representando su pa­pel de Luis XIV "viejo". L:¡primera parte de la película esla más detal'ada. En la segun­da parte los sucesos se dan másaislados dentro del tiempo,aquí la mayoría del públicopierde el hilo de la historia.Muchos son los artistas que ensus breves papeles se esfuer­zan en sobresalir, pero el pú­blico apenas los reconoce.

... el ~'erdadero actor: V crsalles

... el despertar . ..

misma situación del amor entreun joven y una mujer vieja, yla diferencia de calidad artís­tica está en favor de esta últi­ma cinta a pesar de los añostranscurridos desde su filma­ción, y esto que muy pocas sonlas películas que resisten altiempo.

• El santo de Enriqueta. LaFete a Henríette. En esta di­vertida comedia demuestra suya proverbial ingenio J u1ienDuvivier. Esta vez, Duvivierencuentra un argumento bas­tante original. Las dos mane­ras que existen de hacer unapelícula: con talento, y sintalento. Dos productores cine­matográficos discuten la m('­jór manera de realizar la pe­lícula que les urge llevar a ca­bo por poderosas razones eco­nómicas. Ambos sugieren lasideas que les vienen a la cabe­za. Uno de e~Jos, el que no tie­ne talento. pero que se creeposeedor de! secreto del "gus­to de! público", sugiere situa­ciones truculentas y absurdas,mientras que el productor "contalento" trata de corregir y desacar con felicidad a los per-

... con. talento y sin. él ...

E L

Por Carlos VALDES

EL trigo joven. El guiónde esta película está to­mado de la novela LeEle en H erbe de la des-

. aparecida Colette. El argum~n­to trata el despertar de las 111­

quietudes sexuales de! adoles­cente, de una manera sutil ypenetrante. El "espíritu" fran­cés se muestra capacitado paratratar temas di fíciles, una vezmás, sin caer en la grosería.Dos jóvenes se aman con unamor tranquilo y puro, quepasa casi sin transiciones dela amistad de dos niños alamor de dos jóvenes, hasta que

una mujer entrada en años lle­ga a la playa donde verane.anlos enamorados. Esta mUjermadura, rica en dinero y ha­bilidades amorosas, es la man­zana de la discordia que des­lumbra al joven, y sume en laoscuridad de los celos a la mll­chacha. Pero todo terminabien, cuando la mujer se mar­cha, y los jóvenes se reconci­lian. Las vacaciones han ter­minado; ellos tienen que volvera la realidad cotidiana. Nico1eBerger y Pien'e Michel Becka pesar de su juvé'ntud cum­plen con su papel en formamuy decorosa, tienen por de­lante un gran porvenir artís­tico. Edwige Feuillere, tan se­gura de sí, tan elegante y ple­na en su belleza madura, comosiempre, desempeiia su papelde "mujer fatal" haciendo pali- .decer a los personajes qu~ larodean. Esta es una buena pe­lícula; pero no es de las "inol­vidables", aunque abunde enmomentos afortunados, y seadi fícil precisar cuáles son susdefectos. Recuerdo una pelícu­la también basada en una nove­la de Co!ette, que se titula Ché­rí, en la que casi se repite la

SU XIII temporada, estando alcuidado del vio!inista AurelioFuentes la dirección artísticade los mismos. El cuarteto Le­ner, por su parte, continuó du­rante e! mes el Ciclo Beethoveniniciado semanas antes y e!Centro de Compositores Mexi­canos con obras poco tocadasde a~tores mexicanos, conti­nuó la serie de su primera tem­porada. Las cantantes CeliaVictoria y Marta 1van fueronpresentadas en concier~os. detipo profesional. ~l plaUJ.staFrancisco Gyves fue aplaudIdoen dos recitales y las pianistasNadia Stankovich, Nadya Vla­chitch y María Ste!la Lechuga,no lo fueron menos en sus res­pectivos recitales. ~a A~a?e­mia de Vilma ErenYl se dlstm­guió en el concierto de niñosen la ya vieja sala Schiefer.El premio Elvira González Pe­ña para cantantes, fué otorga­do a María Teresa Orgaz, enceremonia organizada en elConservatorio N aciana!.

• DICIEMBRE. Este mes, elmás pobre en la vida de con­ciertos capitalinos, sólo tuvo elinterés de! concierto en home­naje al maestro Manuel M.Ponce, por el pianista CarlosVázquez, en el Club España yque fué el segundo de los dosorganizados por esa institucióncomo primeros intentos paradarle a la misma un interéscultural. T am b i é n de bemo smencionar los conciertos delCoro del Conservatorio bajola dirección de Jesús Durón,como ú'timo acto de los cele­brados para conmemorar lafundación de esa escuela.. N ofaltaron algunos conciertos deacademias o de maestros par­ticulares, pero sólo señalare­mos aquí el de un grupo dealumnos de María Bonilla, enel An fiteatro Bolívar, con unprograma de gran calidad.

• Los conferencistas que másse distinguieron durante elaño, al tratar el tema de la mú­sica, fueron: Carlos Chávez.con sus conferencias-conciertoen el Colegio Nacional y en laAsociación Mexicana de Pe­riodistas; BIas Galindo, direc­tor del Conservatorio en la su­ya de la misma Asociación, ladel profesor J ean Tarneauddel Conservatorio de París, or­ganizada por el Departamentode música elel INBA; las delprofesor colombiano ErnestoMartín. en la Escuela Nacionalde Música y en el InstitutoMexicano-Norteamericano; lade los maestros Ramón Serra­tos y Jesús Haro y Tamarizen la Escuela Nacional de Mú­sica, y la de la Sociedad Mexi­cana' de Musicología, con eldoctor Jesús C. Romero a lacabeza.