Post on 16-Aug-2015
EL TRABAJO CIENTÍFICO ESTUDIANTIL: VÍA PARA LA EDUCACIÓN DE VALORES
EN LAS UNIVERSIDADES.
Violeta Rodríguez Padrón
Emai: violetarp1959@gmail.com
ESCUELA INTERNACIONAL DE EDUCACIÓN FÍSICA Y DEPORTE
La Habana. Cuba
RESUMEN:
La educación de valores es parte inseparable del proceso de formación del profesional, de
ahí que aprovechar todos los espacios que el proceso docente educativo ofrece es una
necesidad. En el presente trabajo se ofrecen algunas ideas sobre cómo estimular la
formación y desarrollo de valores relacionados con el trabajo científico estudiantil, que
configuran la estructuración de una ética relacionada con el quehacer profesional de los
futuros egresados en Educación Física y el Deporte que se forman en la Escuela
Internacional, esta experiencia es válida no solo para este contexto sino para otros en el
que se desempeñe un profesional que emplee las herramientas de la ciencia para su
quehacer.
PALABRAS CLAVES: valores, educación científica, ciencia y valor, educación de valores,
valores en el deporte.
“… me parece que la neutralidad de la ciencia no existe. La imparcialidad de los científicos tampoco”
P. FreireINTRODUCCIÓN:
La formación de los profesionales se desenvuelve en un contexto social, interactuando con
el resto de las actividades sociales, al mencionar algunas habría que señalar los nexos
con la política, la ideología, la producción y en general con la sociedad.
El hombre en el mundo de hoy, convive con extremos como la proclamada sociedad del
conocimiento y la existencia de miles de hombres y mujeres totalmente analfabetos, la
existencia de las más altas tecnologías que permiten prolongar artificialmente la vida de un
ser humano y la muerte de millones de personas por hambre, desnutrición y
enfermedades curables, la existencia “oficialmente admitida” de dos mundos: uno
poderoso dominante y otro dominado y empobrecido, donde unos pocos tienen lo que
resolvería el problema de todos.
En esta caótica situación no es posible dejar fuera de la actividad humana que tiene que
ver con la ciencia, la responsabilidad ética y social del investigador, la ética de la ciencia,
el deber ser de la ciencia, de ahí que junto a la educación científica ha de ir la educación
axiológica.
La actividad científica como parte de la formación de los profesionales, posee objetivos
que se gradúan en dependencia del año académico y las pretensiones del Modelo del
Profesional.
Este trabajo se propone reflexionar acerca de la educación de los valores a través del
trabajo científico del profesional de Educación Física y Deporte.
DESARROLLO
El término valor, proveniente del latín, se reconoce por la Real Academia de la Lengua
Española como importancia, precio elevado. Por su parte el Diccionario Filosófico de M.
Rosental y P Iudin lo define como propiedades de los objetos materiales y de los
fenómenos de la conciencia social; caracterizan el significado de los unos y los otros para
la sociedad, para la clase y para el hombre.
Un autor de corte psicológico, como Fernando González Rey se refiere al valor como
acción o acontecimiento que es significativo para el progreso de la sociedad.
Analizando las ideas acerca de los valores en la ciencia en sí, ella misma es considerada
un valor, Bacon plantea que “quien conoce las leyes de la naturaleza tiene también el
poder de dominarla”, este es un valor práctico y utilitario, pues gracias al conocimiento que
el hombre tiene hoy de la naturaleza no tiembla aterrorizado ante ella, sino que por el
contrario, puede prever sus fuerzas, sus hechos y mitigar o evitar el sufrimiento que puede
causar logrando así una vida mejor. Gracias al progreso científico el universo es hoy el
mundo de los hombres.
Existen además, valores teóricos de la ciencia, como decía Einstein “la ciencia no vale
solamente por sus aplicaciones prácticas sino también por las ideas que aporta para la
comprensión del mundo”; es decir la ciencia permite unificar conocimientos y ensanchar
los conocimientos y horizontes en el pensamiento de los hombres.
Pocos dudan del valor metodológico de la ciencia pues ella ofrece junto con los
conocimientos una metodología para su alcance, así V.I Lenin señaló que el conocimiento
en su camino dialéctico va de la contemplación viva al pensamiento abstracto y de éste a
la práctica y en ese sentido ofrece una metodología que permite valorar la dialéctica del
contacto repetido con la realidad.
La ciencia también posee valores éticos, sociales, culturales y políticos que se
desencadenan no tanto en el desarrollo de las teorías científicas, sino en la aplicación de
estas.
Sobre los valores éticos de la ciencia las ideas son diversas; por ejemplo los empiristas
(Locke, Hume, Kant) redujeron la racionalidad de la ciencia a una racionalidad pura,
separando la ciencia de la axiología, esta concepción ha sido seguida por sociólogos de la
ciencia como Max Weber, para quien la finalidad de la ciencia, es decir la verdad, tratar de
explicar y describir los fenómenos de la naturaleza y la sociedad.
Hoy cuando la ciencia ha tocado en lo más íntimo al ser humano, cuando con ella se
puede determinar el futuro de la esencia del propio hombre como lo muestran las
investigaciones de la Ingeniería Genética o el reciente concluido estudio del Genoma
Humano, es poco probable que pueda dejarse fuera de la actividad científica los valores
éticos, de hecho muchas comunidades científicas han confeccionado sus propios códigos
éticos en el intento de preservar lo más sagrado del hombre que es su integridad física y
moral. En el caso del deporte los códigos éticos se expresan en los reglamentos.
El sistema de normas y valores que se organiza alrededor de la ciencia como institución,
también reciben críticas y a veces hasta son negados, o sea que se han creado las
llamadas “contranormas” 1, que a su vez también tienen su valor, en tanto son ideas que
cuestionan y abordan el código de comportamiento de la ciencia.
Estas contradicciones dejan claro un rasgo del valor como bien social y es su cualidad de
ser contextualizado, construido y reconstruido, su carácter variable y su importancia.
Tomas Kuhn en dos de sus obras “Estructura de las Revoluciones Científicas (1962) y en
la conferencia “Objetividad, juicio de valor y elección de teorías” (1973) distingue entre
1 Bunge, Mario (1972). Etica y Ciencia. Buenos Aires, Siglo XXI. P. 183
reglas y valores y afirma que los criterios de elección de teorías (precisión, coherencia,
amplitud, simplicidad y fecundidad) funcionan como valores incompletos y no como reglas
de decisión, puesto que a la hora de enjuiciar las teorías, científicos adscritos a los
mismos programas de investigación pueden expresar valoraciones distintas.
De la filosofía de la ciencia Kuhniana se desprende algo que ha sido expresado en
“ciencia y valor” por Larry Lauden y es que el Ethos de la ciencia necesita de la
realización de un estudio profundo de los valores que subyacen dentro del quehacer
histórico de los hombres de ciencia, claro cuando este mismo autor se ocupa de los
valores renuncia al cuestionamiento de la praxis científica en toda su complejidad.
En el siglos XX con el impresionante desarrollo de la tecnología, algunos hablaron de
hacer real las ideas de Bacon y Descartes que consideraban que la tecnología nos
ayudaría a vivir mejor, a ser más felices, así se cita a Mario Bunge quien entiende la “ética
científica” como la ciencia de la conducta deseable, empleando el método científico y los
conocimientos de la ciencia acerca del individuo y la sociedad. Esta ética requeriría tres
niveles: el descriptivo, el normativo y el metaético.
Entonces la comprensión de los comportamientos humanos en el mundo actual, donde
existen múltiples concepciones de vida buena, exige algo más que investigación científica:
exige la aceptación del imperativo de la dignidad humana, dignidad que se fundamenta en
el hecho de que el hombre es un ser racional y social, como tal un ser libre y autónomo,
cuya ontología rechaza todo intento de instrumentación al ser un fin, jamás un medio. No
se puede hacer hoy una ética de espaldas a la ciencia, pero tampoco olvidar que todo
discurso ético es ya un discurso filosófico sin que esto suene como partidismo hegemónico
a favor de la filosofía, sino en el sentido de que todo discurso ético esta orientado hacia el
deber ser.
Nicholas Rescher en su libro “Razón y valores en la era científico-tecnológica”, señala
algunos valores en la ciencia que pueden esquematizarse como en la siguiente tabla:
Valores de la Ciencia en cuanto a
Valores que se muestran
Objetivos de la ciencia
Veracidad, precisión, objetividad.descripción efectiva, predicción, control y dominio de la naturaleza y aplicación de la tecnología
Teoría Coherencia, consistencia, generalidad, comprensibilidad, simplicidad, exactitud, precisión y otros. Aquí se encuentran también los valores incluidos en la gestión del riesgo cognitivo, en especial los standars de prueba y rigor en las consideraciones que sirven para determinar, cuántas pruebas empíricas se requieren para justificare la aceptabilidad de ciertas afirmaciones científicas.
Proceso de producción
Perseverancia y persistencia, veracidad, honradez intelectual, cuidado del detalle, pasión por la búsqueda de la verdad, modestia intelectual.
Aplicación Bienestar, la salud, la longevidad, la comodidad.
Valores o competencias éticas: necesidad o requerimiento indispensable
Algunos estudiosos del desarrollo y formación de competencias laborales y profesionales
se refieren a las competencias éticas como uno de los tipos de competencias que han de
exigirse en los profesionales.
Héctor Gordillo, reconocido investigador en este campo señala que “las competencias son
aquellos conocimientos, habilidades prácticas y actitudes que se requieren para ejercer en
propiedad un oficio o una actividad laboral”2; partiendo de esta idea podría definirse como
competencias éticas al sistema de ideas, concepciones, valores, actitudes y conductas
que se requieren para ejercer una actividad profesional o laboral; esto supone valores,
conductas, actitudes y por tanto son componentes imprescindible para el éxito de la
actividad.
Entre las Competencias Éticas para el ejercicio de la Ciencia puede señalarse las referidas
a:
Manejo de la información: honradez, fidelidad, discreción…
Ejecución de la actividad científica: perseverancia, compromiso, veracidad …
Aplicación de los resultados: responsabilidad, bien común, protección del medio
ambiente…
La ética o los valores de la ciencia deben ser construidos en su propio desarrollo y ha de
desarrollarse la Filosofía, la Sociología y la Ética de la ciencia; pero la ciencia es hecha
por los hombres y aquí cabría preguntarnos: cuándo, dónde y cómo se forman los valores
de los hombres que hacen o utilizan la ciencia o su producto, una de las vías es el trabajo
científico estudiantil, aunque no es posible ignorar la formación permanente o del cuarto
nivel que estructura un sistema para el desarrollo de competencias científicas a las que
deben estar ligadas las axiológicas.
2 Bunge, Mario. Ética y Ciencia. Buenos Aires, Siglo XXI, 1972.
Formación y desarrollo de los valores en los hombres que hacen o utilizan la ciencia
Los valores se desarrollan de manera personal, se construyen por el sujeto concreto,
entonces no basta con la existencia de un código ético de la ciencia, sino que cada
hombre de ciencia deberá construir para si ese valor social e históricamente elaborado,
en ese sentido debe hablarse entonces de educación de valores y educación en valores
que es inherente a todo profesional.
Los valores se forman socialmente, en el devenir histórico y se desarrollan en cada
hombre de manera personal, se reconstruyen por el sujeto concreto, “no existen valores
expresados en lenguaje de otros”3.
Según J. R. Fabelo (1996)4 para el análisis de los valores éticos hay que tener en cuenta
que existen diferentes planos; el objetivo que está determinado por la significación de toda
acción, acontecimiento o fenómeno en el desarrollo social; el subjetivo, que depende de la
valoración de la acción, el acontecimiento o fenómeno en la conciencia individual y el
plano oficial que es la institucionalización de la relación de los dos planos anteriores y se
expresa en leyes, reglamentos, normas, indicaciones, códigos o cualquier otra forma de
legalización que la comunidad, la institución o la organización considere. El equilibrio
consiste en que entre estos planos no existan contradicciones antagónicas de lo contrario
hay que modificar algunas de esas expresiones o se generan crisis que solo se solucionan
con cambios.
Existen presupuestos que fundamentan desde el punto de vista psicológico y pedagógico
la formación y desarrollo de los valores, la escuela histórico-cultural señala entre otras
cosas:
o La psiquis humana se forma, se desarrolla por la influencia de los otros.
o La sociedad construye y reconstruye sus valores en dependencia de las
condiciones económicas sociales e ideológicas.
o Los hombres personalizan, asumen, reconstruyen esos valores socialmente
construidos de manera individual y personal. Lo que L. S. Vigotsky llamó Ley de la
3 González Fernando. Los valores y su significación en el desarrollo de la persona. Revista Tema no.15. La Habana. Julio-septiembre de 19984 Fabelo J. R. La crisis de valores: conocimiento, causas y estrategias de superación. En FABELO J R, C Vitier, F González Rey y otros. La formación de valores en las nuevas generaciones. Edit. Ciencias Sociales. La Habana. 1996.
doble formación, es decir el valor se forma en el plano social y después en el plano
personal.
Los valores, cualquiera que sean, se forman en las comunidad, en la sociedad y después
en las personas, se señala que los valores en un primer momento se encuentran externos
al sujeto que debe asumirlos y que el individuo los acepta acríticamente, que
posteriormente comienza la identificación y búsqueda de los valores que tienen
significados, es en ese momento donde aparecen los dilemas y contradicciones, hasta que
el sujeto forma sus propias concepciones, convicciones y es entonces que se asumen los
valores que estuvieron externos al individuo, se forman los preceptos éticos de su código
de comportamiento; en este sentido debe moverse la formación de los valores en los
niños, adolescentes y jóvenes, pero los adultos que han de asumir normas diferentes en el
transcurso de su vida y actividad profesional, con otra dinámica y posiciones más críticas,
se mueven en estas fases no tan delimitadas; es decir primero se aceptan las normas o
valores y después se asumen posiciones más activas con relación a su aceptación.
Esquematizando estas ideas pueden enfocarse de la siguiente forma:
Elaborado por: Autora.
Existen diferentes enfoques para la educación de valores, ellos también pudieran
emplearse en las comunidades académicas y científicas, así se puede señalar entre los
que podrían ser más utilizados:
Moral autónomaMoral autónoma
Transición en el desarrollo moralTransición en el desarrollo moral
Moral heterónomaMoral heterónoma
Identificaciónde valores
Búsqueda devalores
DilemasDecisiónCriterios valorativos
Convicción en los valores
Satisfacciónpersonal
Realización del valor
Aceptación de valores
Valores aportados porpersonas significativas
Riesgo de contradiccionesfamilia-escuela-sociedad
La imposición: en este enfoque se obliga, dirige, sanciona y se establecen códigos
rígidos; las personas deberán asumir lo establecido como norma acríticamente,
cumplirlas y someterse a lo que ya está construido. Este enfoque no es nada
democrático pero permite que los nuevos investigadores o profesionales se
responsabilicen en asumir lo establecido por esa comunidad y deba cumplirlo ,
garantizando de ese modo la no violación de los códigos.
Ofrecer los valores, compartir las experiencias, escuchar, respetar al otro y ofrecer
MODELOS. Este enfoque asume una concepción más democrática y libre donde
los sujetos que son objetos de la educación tienen la posibilidad de aprender de los
otros y de expresar sus opiniones, dialogar sobre lo establecido y reciben el
ejemplo de aquellas personas significativas que pueden ser modelos a imitar. Este
enfoque es muy apropiado para la educación de los jóvenes que se insertan en los
centros de investigación y contactan allí con científicos profesionales, también en
las Instituciones Universitarias cuando los estudiantes realizan actividades
investigativas guiados por tutores.
Esclarecimiento de los valores: en este enfoque los valores se definen,
ejemplifican, analizan, se esclarecen, se les da la posibilidad a los sujetos a que
reflexionan y estudien los valores que son normativos en la ética de la comunidad;
este enfoque es muy flexible y presenta fisuras en tanto los individuos necesitan
tiempo para elaborar sus “propios” valores, lo que hace que una vez que la persona
los personalice los considere propios y los cumpla de una forma muy
comprometida.
La educación de valores en la educación científica. Los valores en la formación
del profesional de la Educación Física y el Deporte.
En el mundo de hoy la formación de los valores que se relacionan con la ciencia no es
necesario solo para aquellas personas que asumen como profesión la investigación,
sino para todo ciudadano que posea una cultura media, en tanto el empleo de los
resultados de la tecnociencia está al alcance de la gran mayoría, entonces es hora de
que la Educación Científica forme parte de la Educación General
La Educación Científica debe convertirse en una praxis reflexiva, cuestionadora y de
toma de conciencia de que junto al aprendizaje de los contenidos de la ciencia, de sus
principios y teorías, de sus métodos es necesario debatir las implicaciones éticas de
los contenidos y del empleo de los métodos en la investigación. Esto no ha de ser
exigencia de una sola materia, ni una ciencia sino de la educación en general.
La formación y desarrollo de las competencias éticas han de acompañar la formación y
desarrollo del resto de las competencias profesionales declaradas en los modelos del
profesional.
En el caso de la Educación Física y el Deporte, fenómenos como el doping, la
comercialización indiscriminada, el profesionalismo y la proliferación de los consorcios
deportivos atentan contra la calidad y los principios éticos del desarrollo del Deporte y
de las Ciencias que a él le tributan; entonces preparar al profesional de esta rama para
enfrentar estos fenómenos supone educarlo en valores, pues la actividad deportiva
realizada con la intención de favorecer lo mejor del ser humano puede convertirse en
todo lo contrario si las personas no poseen los códigos éticos para hacer de ella una
actividad que enriquezca la esencia misma del hombre.
La Educación Física y el Deporte aplican a su quehacer un grupo de ciencias que le
son necesarias para su desarrollo, ese conjunto de conocimientos, diverso y en
ocasiones con ideas entrecruzadas hace necesario que el profesional de esta área
tenga una extrema claridad de los propósitos de la actividad que realiza, pues el
olimpismo y la búsqueda de resultados pueden ser limitantes de su desempeño.
El conocimiento científico es un bien humano, un bien valiosísimo, pero al fin y al cabo
un bien entre otros, puesto que el hombre además de bienes específicamente
cognitivos, estima también otros bienes relacionados dialécticamente con éste; entre
ellos la calidad de vida personal y comunitaria: bienestar físico, compañerismo,
atractivo del medio ambiente, armonía social y el desarrollo cultural, entre otros.
Puesto que la enseñanza de la ciencia es condición necesaria para la reproducción y el
mejor desarrollo del conocimiento científico, sería un error ignorar los valores que rigen
esta fase de la educación científica: orden, claridad, capacidad argumentativa,
potenciación del espíritu crítico, modestia intelectual, respeto por la dignidad humana,
interés por ayudar a solucionar los problemas más graves de su propia sociedad y
respeto por el medio ambiente, son entre otros, valores que deben empezar a
desarrollarse desde los bancos de la escuela y enfatizarse sobre todo en la
universidad.
En una Universidad dedicada a la formación de profesionales de cuyo desempeño
dependerá el bienestar físico y como consecuencia psicológico de los seres humanos
con los cuales interactúe, valores como la responsabilidad y el amor al prójimo tienen
que ser cultivados, es decir puesto como intención en el proceso; ellos contribuirán
mañana a que la vida de los hombres sea más plena, ellos harán una aplicación
integrada científicamente de los conocimientos de diferentes áreas y disciplinas, ellos
contribuirán con su quehacer a la economía y a la sociedad de la nación en la que se
desempeñen.
Además de la responsabilidad y el amor a los otros, el profesional de la Educación
Física y el Deporte debe poseer los valores a los que tributa la actividad que dirige; es
decir: la disciplina, el autocontrol, la seguridad y la cooperación, confiar en los
compañeros, alegrarse con la victoria y aceptar con dignidad la derrota, el respeto a la
autoridad, el amor a “su camiseta” y la subordinación a los intereses del equipo, la
lucha por la victoria hasta el final y la vergüenza deportiva; también el amor a la vida y
la consideración de la salud como el bien más preciado y la confianza en si mismo y en
los otros; todos estos valores personales combinados con la objetividad, la aplicación
de la tecnología, la exactitud y precisión en el desempeño, la perseverancia y
persistencia, la veracidad, la honradez intelectual, el cuidado de los detalles, la pasión
por la búsqueda de la verdad y la modestia.
CONCLUSIONES:
I. El conocimiento científico es un bien humano, un valor que ha de cuidarse desde
todas las dimensiones de la actividad social.
II. El progreso científico-tecnológico, como pensaba Francisco Bacon, puede hacer
más fácil la vida humana, pero no la simplifica ni elimina su complejidad y con
frecuencia, mal empleada, aumenta los problemas o plantea nuevos problemas.
III. En la actualidad no es posible separar la ciencia de las cuestiones evaluativas, ni de
la ética, por el contrario se impone la necesidad de incluir dentro del ámbito de la
filosofía de la ciencia no sólo una axiología enfocada hacia los valores epistémicos y
metodológicos, sino también hacia los valores sociales, éticos, estéticos y ecológicos
en la ciencia.
IV. La enseñanza de la ciencia es condición necesaria para la reproducción y el mejor
desarrollo del conocimiento científico, sería un error ignorar los valores que rigen esta
fase de la educación científica: orden, claridad, capacidad argumentativa,
potenciación del espíritu crítico, modestia intelectual, respeto por la dignidad humana,
interés por ayudar a solucionar los problemas más graves de su propia sociedad y
respeto por el medio ambiente, son entre otros, valores que deben empezar a
desarrollarse desde los bancos de la escuela y enfatizarse sobre todo en la
universidad.
V. En la formación de los profesionales de la Educación Física y el Deporte es
imprescindible tener en cuenta la educación axiológica, estas son actividades
particularmente agredidas hoy por un despiadado comercialismo que la convierten en
puntos vulnerables a la manipulación y a la devaluación de lo más puro y auténtico de
sus valores universales.
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