España en Europa

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Tema de Geografía para la preparación de las pruebas de acceso a los Ciclos Formativos de Grado Superior.

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1. Rasgos geográficos esenciales del continente europeo.

1.1 Situación.

Europa se encuentra en el hemisferio norte.

Europa está rodeada por el Océano Atlántico y el Océano Glacial Ártico.

Se le considera una península de Asia, separada de esta por Montes Urales, mar Caspio, cordillera del Cáucaso y mar Negro. De África le separa el mar Mediterráneo.

1.2 Tamaño.

Después de Oceanía, es el continente más pequeño de la Tierra. Tiene 10,5 millones de km2 (el 2 % de la superficie del planeta).

1.3 Relieve costero.

La costa europea es recortada, con numerosos entrantes (golfos, bahías,...) y salientes (penínsulas, cabos,...).

Destacan las penínsulas de Kola, Escandinava y de Jutlandia en la costa atlántica.

Las penínsulas ibérica, itálica y balcánica marcan la costa mediterránea.

Además, destacan las islas de Islandia, islas Británicas e islas Canarias en el Océano Atlántico.

Las principales islas del mar Mediterráneo son las islas Baleares, Córcega, Cerdeña, Sicilia, Creta y Chipre.

Las costas de Europa están bañadas por los mares litorales del Norte y Cantábrico (Océano Atlántico) y el mar continental Báltico, conectado al Océano Atlántico.

En el mar continental Mediterráneo se diferencian los mares litorales Tirreno, Jónico, Adriático y Egeo.

1.4 Características generales.

Europa es predominantemente llana, con una altitud media de 340 metros.

No obstante, presenta destacadas cordilleras en el sur.

En Europa dominan los climas templados, debido a las latitudes en las que se encuentra.

Europa es el cuarto continente más poblado (739 millones de habitantes), pero el segundo en densidad de población, lo que muestra que es un continente marcado por la actividad humana.

La mayor parte de los estados de Europa (28 en la actualidad) conforman una estructura política y económica común: la Unión Europea.

1.5 Diversidad regional.

La latitud genera variaciones climáticas y de seres vivos.

Europa continental se encuentra entre los 36º y 71º N por lo que predominan los climas templados.

La influencia del mar, especialmente del Océano Atlántico suaviza las temperaturas y aumenta las precipitaciones.

El relieve llano del norte y occidente de Europa favorece la entrada de aire marino. En cambio las cordilleras del sur aíslan a Europa de la influencia del mar Mediterráneo.

2. Los contrastes físicos: relieve, hidrografía,

clima y paisajes europeos.

2.1 Las formas morfoestructurales del relieve.

En Europa se diferencian cinco unidades morfoestructurales en función de su historia geológica.

El escudo báltico (Finlandia, Suecia, Escocia,...) corresponde a una antigua cordillera precámbrica erosionada.

Los zócalos y macizos antiguos y sus cuencas sedimentarias originados en la era primaria dominan en el norte y centro de Europa.

La Gran Llanura Europea modelada en la era secundaria se extiende de los Países Bajos a los países Bálticos.

Las cordilleras alpinas y depresiones subalpinas, desarrolladas en la era terciaria, dominan el sur de Europa.

Las islas volcánicas (Canarias, Madeira, Azores, Islandia) surgieron en la era terciaria.

2.2 La hidrografía europea.

Los ríos de Europa son en su mayoría caudalosos y discurren por relieves llanos, lo que facilita el trasporte por barco a través de ellos.

En función del mar al que desembocan se diferencian cinco vertientes. Los ríos de la vertiente ártica (Pechora, Dvina Septentrional,…) son caudalosos y se hielan en invierno.

Los ríos de la vertiente atlántica (Vístula, Oder, Elba, Rin, Sena, Támesis, Loira, Tajo,…) son los más numerosos y caudalosos de Europa, siendo muchos navegables.

Los ríos de la vertiente mediterránea (Ebro, Ródano, Po,…) suelen tener caudales pequeños e irregulares, al sufrir en verano estiaje.

Los ríos que vierten al mar Negro son ríos largos y caudalosos como el Dnieper y el Danubio, este último conectado con el Rin a través de un canal.

Entre los ríos que vierten al mar Caspio destacan el Volga, el río más largo de Europa, y el Ural, límite de Europa con Asia.

Lagos: Entre Europa y Asia está el mar Caspio, el mayor lago del mundo. El resto de lagos europeos son en general pequeños, salvo el Ladoga y el Onega (Rusia).

2.3 El clima y los paisajes bioclimáticos de Europa.

El clima y paisaje atlántico se extiende por las islas

Británicas y la costa occidental europea.

Las precipitaciones son abundantes y regulares y las

temperaturas suaves, con escasa amplitud térmica.

La vegetación arbórea es el bosque caducifolio, la

arbustiva es la landa y la herbácea el prado.

El clima y paisaje mediterráneo se extiende por la costa

sur de Europa.

Las precipitaciones son escasas y hay sequía estival.

Las temperaturas son cálidas en verano.

La vegetación arbórea está dominada por el bosque perennifolio, la arbustiva por la maquia y la garriga, y la herbácea por la estepa.

El clima y paisaje continental se extiende por la costa

báltica y Europa central y oriental.

Las precipitaciones son limitadas, centradas en verano, y las temperaturas dan lugar a inviernos muy fríos y veranos frescos.

La vegetación dominante es la taiga (bosque de coníferas

y abedules) .

El clima y paisaje ártico se extiende por el norte de

Suecia y Finlandia.

Las precipitaciones son muy escasas y las

temperaturas frías todo el año.

La vegetación dominante es la tundra (musgos,

líquenes,...).

El clima y paisaje de monataña se extiende por grandes

cordilleras europeas.

Las precipitaciones son abundantes y las

temperaturas frías todo el año.

La vegetación de montaña varía conforme la altitud,

generando pisos de vegetación.

El clima y paisaje subtropical se extiende por las islas

atlánticas: Azores, Madeira, Canarias,...

Las precipitaciones son muy escasas y las

temperaturas cálidas todo el año.

La vegetación es muy diversa, pero suele ser muy

original. Destaca el bosque de laurisilva.

3. El camino hacia la integración europea: la construcción de la

Unión Europea.

3.1 El proceso de integración europea.

Tras la Segunda Guerra Mundial Europa estaba destruida y controlada políticamente por dos superpotencias: EEUU y la URSS.

Esta situación impulsó a promover una progresiva integración económica y política. Se inició en 1951 (Tratado de París) con la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero.

En 1957, por el Tratado de Roma se creó la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM).

En 1973 se incorporaron a las Comunidades Europeas Dinamarca, Irlanda y Reino Unido. En 1981 lo hizo Grecia y en 1986 Portugal y España.

En 1986 se firmó el Acta Única Europea que buscaba culminar el mercado único europeo. En 1992 el Tratado de Maastricht creó la Unión Europea, fijándose como meta la completa unión económica y monetaria.

En 1995 se incorporaron a la Unión Europea Suecia, Finlandia y Austria.

En 1997 el Tratado de Amsterdam admitió la cooperación reforzada (“Europa a distintas velocidades”).

En 2001 se aprobó el Tratado de Niza que reformó la estructura de funcionamiento de la Unión Europea, ante la entrada en circulación del euro (2002) y una gran ampliación (2004).

En 2004 se produjo una gran ampliación hacia el este de la Unión Europea. En 2007 se incorporaron Rumanía y Bulgaria. En 2013 se ha incorporado Croacia.

Tras el fracaso del Tratado Constitucional (2004), en 2007 se aprobó el Tratado de Lisboa, que buscaba incrementar el poder político de la Unión Europea sobre sus estados miembros.

3.2 El funcionamiento de la Unión Europea.

Destacan cinco instituciones políticas: cuatro que detentan los poderes ejecutivo y legislativo (el Consejo Europeo, el Consejo de la Unión Europea, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea) y una que detenta el poder judicial (Tribunal de Justicia).

El Consejo Europeo está formado por los jefes de estado o de gobierno de los países miembros. Se reúne trimestralmente en “cumbres europeas”. Se encarga de fijar los objetivos y prioridades políticas.

El Consejo de la Unión Europea está formado por los ministros de los estados miembros. Aprueba las leyes y el presupuesto europeo, junto al Parlamento Europeo. Además supervisa la política exterior.

El Parlamento Europeo es elegido cada cinco años por sufragio universal por los ciudadanos. Aprueba las leyes y el presupuesto europeo, junto al Consejo de la Unión Europea.

El Parlamento Europeo además controla al Consejo de la Unión Europea y a la Comisión Europea, nombrando a su presidente.

La Comisión Europea está formada por un comisario elegido por el Parlamento Europeo, que a su vez elige a un conjunto de comisarios. La Comisión Europea tiene la iniciativa legislativa y ejerce el poder ejecutivo.

El Tribunal de Justicia está compuesto por un juez de cada estado miembro. Su función es garantizar la interpretación de las leyes europeas, así como resolver las disputas en torno a las leyes comunitarias.

Otras instituciones europeas abordan aspectos económicos, como el Banco Central Europeo que está formado por un presidente y los gobernadores de los bancos centrales de los estados miembros. Su función es mantener la estabilidad de los precios.

Otras institución económica es el Tribunal de Cuentas que comprueba la aplicación correcta de las inversiones recogidas en los presupuestos.

También existe un Banco Europeo de Inversiones (BEI), que facilita préstamos a los países más desfavorecidos.

Otras instituciones tienen un carácter consultivo, como el Comité Económico y Social o el Comité de las Regiones.

Por último cabe destacar la existencia de un Defensor del Pueblo Europeo, que recoge denuncias sobre la mala administración de las instituciones europeas.

Las instituciones europeas impulsan políticas comunes, entre las que destacan las políticas económicas. Entre estas se ha desarrollado un mercado único, se ha adoptado la unión monetaria en 18 países, y se realizan políticas sectoriales, como la Política Agraria Común.

En el ámbito de la cooperación entre los estados europeos se encuentra la política de Justicia y Asuntos de Interior (JAI). Dentro de la misma destaca la supresión de los controles fronterizos para los ciudadanos europeos (Acuerdo Schengen).

También se desarrollan programas de control de la Frontera Exterior de la Unión Europea (FRONTEX).

Para combatir la delincuencia transfronteriza dentro de la Unión Europea se creó la Oficina Europea de Policía (EUROPOL).

Otro ámbito de cooperación política entre los países de la Unión es la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), encabezada por el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.

En la política exterior se han desarrollado reuniones de la Unión Europea con países de distintas zonas del mundo (Mediterráneo, África, América Latina, Norteamérica,...) buscando acuerdos comerciales.

La Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD) queda supeditada a los compromisos con la organización militar del Atlántico Norte (OTAN), aunque se ha creado un Eurocuerpo, como germen de un ejército europeo.

La Unión Europea carece de una política social común, aunque ha adoptado una Carta de Derechos Fundamentales y reconoce la ciudadanía europea.

En política educativa destaca el programa de intercambio Erasmus, en política científica el Espacio Europeo de Investigación y en política cultural la iniciativa de la capitalidad anual de la cultura europea.

3.3 Los desequilibrios y políticas territoriales de la Unión Europea.La Unión Europea presenta fuerte diferencias territoriales socio-económicas entre unos y otros países y regiones.

Existen causas históricas de estos desequilibrios. Así, desde la Edad Media, se desarrolló más la Europa costera sobre la base del comercio marítimo.

Otra causa histórica fue el diverso inicio y desarrollo de la revolución industrial desde el siglo XIX.

Por último en el siglo XX, la Europa central y oriental, que quedó bajo el control de la URSS, tuvo un menor desarrollo.

También existen causas actuales de los desequilibrios, como el diverso grado de adopción de las innovaciones tecnológicas o los diversos efectos de las crisis de 1973 y 2008.

Se pueden diferenciar tres áreas dentro de la Unión Europea. La primera sería un área dinámica muy urbanizada englobada por la gran dorsal europea y el arco tecnológico mediterráneo.

En torno a la anterior se desarrollaría un área periférica con más desigualdades territoriales, combinando áreas rurales y ciudades dinámicas.

Por último existe un área ultraperiférica formada por las regiones insulares ibéricas y los departamentos franceses de ultramar.

Para hacer frente a estos desequilibrios territoriales la Unión Europea ha adoptado una política regional, basada en la búsqueda de la convergencia, la competitividad y la cooperación mediante el desarrollo de tres tipos de fondos de ayuda.

También se ha buscado acabar con los desequilibrios territoriales mediante la propuesta de una política europea de ordenación del territorio, buscando un desarrollo policéntrico, equilibrado y sostenible.

4. Economía y sociedad de la Unión Europea.

4.1 Una economía en búsqueda de competitividad.

La estrategia de Lisboa (2000) y Europa 2020 (2010) buscan convertir a la Unión Europea en la economía más competitiva del mundo.

La actividad agrícola de la Unión Europea es limitada (2,5 % del PIB y 5 % de población activa), existiendo diferencias importantes entre unos países y otros.

Dentro de la Unión Europea se diferencian cuatro áreas agrícolas: una mediterránea (con cultivos de secano y regadío), otra atlántica (con ganadería intensiva), otra central - oriental (mixta con agricultura cerealista y ganadería) y otra ártica (con ganadería nómada).

En el ámbito agrícola la Unión Europea ha promovido la Política Agrícola Común (PAC), que protegió la agricultura europea impulsando su modernización. Tras una reforma de la PAC en 2003 se busca impulsar una agricultura más competitiva y sostenible.

Por otra parte, la Unión Europea es la tercera potencia pesquera mundial, gracias a sus amplias costas y a la difusión de grandes buques factoría. La Política Pesquera Común (PPC) concedió ayudas al sector que provocaron la sobreexplotación pesquera, por lo que se decidió establecer cuotas de pesca y reducir la flota.

Respecto a la energía, la Unión Europea depende en un 53 % de fuentes de energía exteriores a pesar de los recursos que tiene. Por ello se intentó promover la energía nuclear. Hasta el año 2006 no ha existido ninguna política energética común, creándose ese año la Comunidad de la Energía.

En el sector industrial, la Unión Europea es la primera potencia mundial debido a su temprana revolución industrial. A pesar de ello la población activa del sector industrial está en descenso por la competitividad exterior y los avances tecnológicos.

Dentro de la industria se pueden diferenciar entre sectores maduros en declive (como la siderurgia), sectores dinámicos (como el químico) y sectores de alta tecnología (como el informático).

También podemos señalar la existencia de distintas áreas industriales: la más industrializada iría de Londres a la llanura del Po, después existirían áreas de base extractiva, áreas portuarias, áreas urbanas diversificadas y áreas de industrias dispersas.

Las políticas industriales de la Unión Europea han buscado impulsar la competitividad de las empresas impulsando las TICs y la inversión en I+D. También se ha procurado evitar el deterioro ambiental promoviendo energías limpias y medidas preventivas y sancionadoras.

Los servicios constituyen la principal actividad económica de Unión Europea.

El transporte y las comunicaciones son esenciales en la vertebración del mercado común. El transporte por mercancías se desarrolla por carretera en un 44 % y el 41 % por rutas marítimas. El transporte de pasajeros está aún más dominado por la carretera (79 %).

Ante esta situación, que genera congestión y contaminación, la Unión Europea promueve: el ferrocarril, el transporte intermodal y la integración de las regiones periféricas desarrollando las Redes Transeuropeas de Transporte (RTE).

El turismo ha incrementado su importancia económica gracias al elevado nivel de vida europeo. Junto con el turismo de playa mediterráneo y el de montaña alpino, se impulsa el turismo rural, cultural y de negocios. La Unión Europea busca limitar la estacionalidad turística.

El comercio es una actividad básica en la Unión Europea, destacando el comercio intracomunitario en cuanto importaciones y exportaciones. Este comercio fue impulsado mediante el mercado único.

El comercio internacional sitúa a la Unión Europea en primer lugar en cuanto a importaciones (alimentos, energía, materias primas,...) y exportaciones (productos químicos, maquinaria,...). En este ámbito la Unión Europea tiene un arancel común para los productos de terceros países, además de acuerdos comerciales con algunos espacios.

4.2 Desigualdades sociales dentro de la Unión Europea.

La Unión Europea cuenta con unos 500 millones de habitantes y tiene una elevada densidad de población (114 hab./km2).

La distribución de la población es muy desigual: desde zonas muy densamente pobladas (más de 200 hab. /km2) como la dorsal europea a zonas casi despobladas (menos de 10 hab./km2) como las zonas árticas.

El crecimiento natural de población es escaso debido a la baja natalidad y mortalidad. No obstante en algunos países (Francia, Irlanda,...) la población crece más gracias a la natalidad mayor, mientras otros países tienen crecimiento negativo (Alemania, países bálticos,...).

En los movimientos migratorios los países orientales y zonas en declive son áreas de emigrantes, mientras los países mediterráneos concentran la inmigración procedente del este de Europa, el norte de África y las antiguas colonias europeas. Esto repercute en el crecimiento real.

Respecto a la distribución por edades destaca el envejecimiento de la población, especialmente en países como Alemania.

En la estructura económica de la población hay una terciarización de la población (cerca del 70 % de la población europea trabaja en el sector servicios), mientras el desempleo ha aumentado hasta el 10 % de media, aunque hay grandes contrastes entre países con elevado desempleo (más del 20 % en Grecia y España) y reducido desempleo (menos del 5 % en Austria y Alemania).

La Unión Europea está muy urbanizada, predominando las ciudades pequeñas y medianas. Las ciudades se centran en torno a la gran dorsal europea.

Según su tamaño y función hay una jerarquía urbana con metrópolis globales (Londres y París), locomotoras europeas (como Madrid o Berlín), metrópolis potenciales; metrópolis débiles; ciudades con funciones trasnacionales, y ciudades con funciones regionales y locales.

5. Naturaleza y medio ambiente en la Unión Europea.

La Unión Europea presenta graves problemas ambientales debido a la fuerte presión humana, como refleja su huella ecológica (espacio necesario para generar los productos y procesar los residuos de un país).

Entre los problemas ambientales destaca la contaminación atmosférica generada especialmente por las industrias y el transporte.

Otro problema grave es la sobreexplotación y contaminación de los ríos y en general, de los recursos hídricos.

La contaminación del agua marina, especialmente por mares negras, también es importante.

También destaca la deforestación, contaminación y erosión del suelo, provocando la desertificación del mismo.

El aumento de los residuos sólidos urbanos, también genera graves problemas de gestión y contaminación.

También se está produciendo una pérdida de biodiversidad, ante la destrucción de hábitats por su urbanización o parcelación.

Frente a estos problemas la Unión Europea ha adoptado una política medioambiental a través de la Agencia Europea de Medio Ambiente, que busca un desarrollo sostenible.

La Unión Europea fomenta el uso eficiente de los recursos, a través por ejemplo del reciclaje.

También la Unión Europea restringe el uso de sustancias químicas y limita el cultivo de productos transgénicos, creando un etiquetado ecológico.

En el ámbito ambiental destaca especialmente la creación de la red Natura 2000 con la protección de los Lugares de Interés Comunitario (LICs).

La política ambiental de la Unión Europea cuenta con unos fondos de financiación específicos, los fondos LIFE.

6. España en la Unión Europea.

6.1 Los factores de la integración.

España ingresó en la Comunidad Económica Europea en 1986, unos treinta años después de su creación.

El retraso en el ingreso de España en el proyecto europeo se debe a motivos políticos (persistencia de un sistema dictatorial) y económico-sociales (desarrollo retrasado).

No obstante, en 1970, España había conseguido un Acuerdo Económico Preferencial con la Comunidad Económica Europea, tras unas negociaciones encabezadas en España por Alberto Ullastres.

La integración definitiva en 1986 se debe a factores políticos y económicos. Así, la democratización iniciada tras la muerte del general Franco en 1975 manifestada en las elecciones de 1977 y en la aprobación de la constitución de 1978 permitió la adhesión.

Por su parte, los países europeos buscaban incorporar nuevos estados europeos a su proyecto y afianzar la democracia española.

En cuanto a los factores económicos, España buscaba internacionalizar su economía para hacer frente a la crisis de 1973 y la Comunidad Económica Europea buscaba diversificar e incrementar su producción y mercado de consumo con nuevos miembros.

6.2 Las consecuencias de su integración.

La integración de España en la Unión Europea en política reforzó el sistema democrático, incorporó a los españoles a la ciudadanía europea y España cedió ámbitos de su soberanía.

En economía, las consecuencias del ingreso de España en la Unión Europea, supusieron el fin de décadas de aislamiento (fomentando las importaciones y exportaciones con los países europeos), impulsando la modernización técnica de numerosos sectores.

Además, se impulsó la modernización técnica de numerosos sectores, recibiendo para ello España fondos europeos que no siempre fueron empleados eficazmente.

También habría que destacar que, ante la falta de competitividad de algunos sectores españoles (como la ganadería o la pesca), el ingreso en la Unión Europea les afectó negativamente.

6.3 La posición actual de España en la Unión Europea.

La localización geográfica de España en la Unión Europea es periférica, al situarse en el extremo suroeste del continente.

España tiene una importante situación geoestratégica, al encontrarse en una encrucijada de marees y continentes.

La superficie de España es amplia (es el segundo estado más extenso de la Unión Europea) y tiene una población considerable (es el quinto estado más poblado de la Unión Europea). Todo ello repercute en su peso en las instituciones europeas.

La economía de España es intermedia respecto al resto de países de la Unión Europea. Su PIB llegó a estar ligeramente por encima de la media europea gracias a su crecimiento y a la incorporación de los países del este de Europa (con unas economías más débiles que la española). No obstante, la productividad y competitividad están por debajo de la media.