Post on 09-Jan-2016
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Flneur
La figura del caminante sin rumbo, del viajero sin destino, haba atrado bastante a los romnticos, sin embargo es un tema que acompaa de forma subterrnea a toda la historia de la humanidad.
Baudelaire introdujo a este caminante romntico y eterno en la metrpolis, le confi la misin de
espiar a la multitud y le exigi esa pasin por los viajes, ese odio hacia todo domicilio estable y ese
gusto por el disfraz y la mscara que le convertan en el pintor de la vida moderna, en el
merodeadorsolitario,enelflneur,paseanteociosoyobservadorperspicaz.
La accin de vagar admite dos significados: el de vacare, de estar vaco, de quedar abierto al otro, dispuesto a recibir la fisonoma y el alma de cualquier transente, y el de vagari, de andar errante,
fueradetodaplanificacinymerceddelrumboquemarquedeimprovisoelazar.
Baudelaire configura tambin al flneur segn el modelo del detective moderno que haba descrito Poe en El hombre de la multitud, el observador casi invisible que aplica una mente ordenada y
matemtica y matemtica a lo casual y catico con vistas a encontrarle sentido. Lo que en Poe se
reduca a una trama argumental, a una teora compositiva, en Baudelaire se transforma en un mtodo
potico. La estrategia del detective al que le basta una huella para resolver el caso sirve de modelo al
artista moderno que construye un personaje o una historia a partir de la observacin de unos pocos
datos.
El flneur disfruta en extremo de la facultad de interesarse vivamente por las cosas, ve todo como una novedad, incluso las cosas en apariencia ms triviales. Este personaje no observa la masa, sino que
centra su atencin en un individuo extrado de ella y difumina a todos los dems. Naturalmente, la
afinidadconunalmaquesepresumegemelaconstituyeelprincipalcriteriodeseleccin.
Su deambular eterno le hace romper las divisiones sociales y urbansticas y atravesar los diferentes barrios. Aunque la multitud es su dominio, el flneur se instala en esos mbitos de la metrpolis
donde la distincin entre lo pblico y lo privado es menos acusada (las galeras comerciales, los
parques, las terrazas de los cafs, las calles peatonales), espacios donde el torrente humano se
remansa, donde se deambula y no suele pasarse de largo, permitiendo al observador mirar y remirar a
los personajes que emanan de la multitud porque stos abandonan por un tiempo su condicin
viandante, transente. Sus pasos no responden a un plan racional, sino que sus caminatas son siempre
atpicas: el caos de la metrpolis le zarandea, le arrastra contra su voluntad segn el capricho de
lamareahumana.
Su constante descentramiento ir transformando al artista que deambula en luntico, marginado o delincuente, en mero superviviente en una sociedad que acaba no tolerndolo o incluso rechazndolo
conviolencia.Suociosidadsetransformaenmiseria.
La fascinacin de este personaje por las aglomeraciones humanas que producen los conciertos y los bailes al aire libre, las ferias de los barrios, la salida de los teatros en los boulevares, equivale a la
atraccin por el anonimato que difumina las identidades individuales y provoca en el sujeto el
vrtigoante la prdida de la identidad, aconmpaado de un sentimiento de poder irresistible y de
absoluta irresponsabilidad. Desde esta perspectiva, el bao de multitudes constituye una flor del
mal perteneciente a la misma familia que las drogas que les permiten alcanzar parasos artificiales.
El solo hecho de formar parte de ina multitud modifica al individuo, que deja de ser dueo de s
mismo y se convierte en un grano de arena en medio de otros granos de arena que el viento levantar
asuvoluntad.
En los Cuadros parisienses, integrados en Las flores del mal, el corazn multiplicado de Baudelaire experimenta los dramas de vidas que considera diferentes a la suya, sintiendo el placer de
convertirse en un receptculo vaco, capaz de albergar cualquier alma, y el horror que produce la
visindeunaseriedeexistenciasdestruidasporlaspasiones.
La labor de reconstruccin de vidas ajenas emprendida por el flneur responde a una exigencia narcisista, realiza esta tarea para s mismo, como si slo pudiese alcanzar su integridad elaborando
una totalidad fuera de su propia persona. Es un esfuerzo por encontrar en el mundo rplicas o
alegoras de s mismo. Segn el psicoanlisis de Lacan, en todo proceso de identificacin narcisista
conelmundo,sedaunesfuerzopordominarlemediantelaimaginacin.
Material extrado del libro: Simbolismo y bohemia: la Francia de Baudelaire. Captulo: Flneur de Enrique
LpezCastelln.Ed.Akal.1999.