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documentos de don Miguel Cabrera, es un cercado rectangular de 35 metros, de largo por 65
metros de ancho, son muros hechos en tierra pisada, también dice, que cerca de la misma, se
halló a unos 30 metros, al este, dos montículos sin excavar separados entre sí 20 metros.
Realmente no son 2 sino 3 montículos, los cuales fueron medidos y registrados en la prospección
de este proyecto (1998) así: Montículo A, con un eje norte-sur, de 11.40 metros, este-oeste de 9
metros. con una altura de 9.95 metros.; a 16 m de distancia, en dirección noreste, se encuentra el
montículo B, con un eje norte-sur de 7.30 metros, este-oeste de 10.20 metros, y una altura de 0.90
metros y por último en dirección sureste del montículo B a 47 m, se encuentra el C, con un eje
norte-sur de 11 metros., este-oeste 9.66 metros y con una altura de 1.10 metros. Estos
amontonamientos necesitan una intervención arqueológica por cuanto puede tratarse de
montículos artificiales prehispánicos o de amontonamientos residuales de la construcción de los
muros de origen colonial.
La docena de estatuas mencionadas por Preuss, Hernández de Alba y Pérez de Barradas, que
existían en la región de Pradera (Tapias y Palomocho), quedó reducida a una, que en este tiempo
(1943), se encontraba en la finca del señor Gustavo Muñoz (Tapias) y en la actualidad se
encuentra en el bosque de las estatuas, se trata de un monolito antropomorfo con un tocado de
dos trenzas que cae sobre la espalda (Pérez de Barradas 1943; Lamina 188 A ), muy erosionada y
en mal estado de conservación, de 0.97 metros. de alto, 0.64 metros. de ancho y 0.21 metros. de
espesor.
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6.6 El Batán
6.6.1 El sitio arqueológico
Los sitios arqueológicos excavados se localizan actualmente en la región de El Batán, cruzada
por la carretera que del pueblo de San Agustín conduce al Parque arqueológico, en tres predios;
El Hotel Osoguaico, la finca La Floresta y en el alto de Las Moyas, situado en la margen derecha
de la quebrada Las Moyas, al este del Parque Arqueológico Nacional, al norte de la Vereda La
Estrella y al sur de las altas colinas del El Cabuyal (Figura 16).
El Batán está a 2 Km. del carreteable que del casco urbano de San Agustín conduce al Parque
Arqueológico, a unos 1.750 msnm, ubicado a 76 grados 20' de longitud norte del meridiano de
Greenwich y 1 grado de latitud Norte a partir del Ecuador.
La región de El Batán es un área de suaves pendientes ondulas, al occidente del pueblo después
de la margen derecha de la quebrada Las Moyas, muy aptas para el asentamiento de viviendas por
los diferentes corrientes de agua que la irrigan, como Las Moyas, El Batán, y dos cañadas que
descienden de las colinas del El Cabuyal, en la cual se dio lugar a asentamientos de vivienda,
evidenciados por la presencia de gran cantidad de metates o piedras de moler denominados
batanes, vocablo de origen Quechua, a la cual la región le debe el nombre, colocado por los
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inmigrantes Nariño-caucanos y conservado por los propietarios de la finca que dio origen al
nombre de el sitio que denominamos igualmente hoy con carácter arqueológico.
6.6.2 Batan I. Hotel Osoguaico
Se encuentra a 2 Kilómetros en la margen derecha del carreteable al Parque y a 1 antes de la casa
de administración del mismo. El sitio se ubica en el área de potreros de aproximadamente 3
hectáreas, al norte de las instalaciones del Hotel Osoguaico, de propiedad de la señora Heiquy
Koumerleng .
El yacimiento se ubicó en la estribación sur de una colina orientada de este a oeste, donde se tiene
un dominio visual del paisaje, hacia el sur se observa las terrazas de la vereda La Estrella, al oeste
las cimas de las casa de administración del Parque, y hacia el norte Los Cerros de la Pelota y El
Purutal.
Este sitio se detectó a partir de afloramiento por erosión de grandes tobas volcánicas por su
posición unas con otras, hacían pensar que se trataba de grandes lajas superpuestas
artificialmente, pero los resultados de la excavación comprobaron que se trataba de tobas o flujo
volcánico en una matriz de ceniza volcánica, obviamente de origen natural pero empleados por el
hombre prehispánico para el enterramiento primario y secundario debajo de estas piedras( Foto 4
y Foto 5).
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Figura 16. Sitios de “El Batán”.
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Foto 4. El Batán I. Excavaciones.
Foto 5. El Batán I. Excavaciones.
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Figura 17. Planta de El Batán I.
6.6.3 El Batán II. La Floresta
El sitio se ubica en la finca del mismo nombre, actualmente de propiedad de la señora Lucrecia
Muñoz Alvear, antiguamente hacía parte de la finca del El Batán; está situada a 1 km y medio a
la izquierda del carretable que conduce del casco urbano de San Agustín al Parque Arqueológico
y a unos 120 Metros de la margen derecha de la quebrada Las Moyas. Se trata de una terraza
aluvial de suave inclinación, situada como epicentro topográfico, circundada por las colinas en la
parte norte y oeste, del Alto Las Moyas y El Cabuyal y al este por la quebrada Las Moyas.
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6.6.4 El Montículo Sector A Y B
En la cabecera del lote de unas 2 hectáreas aproximadamente en el sector oeste, se ubicó un
amontonamiento artificial de tierra, orientado de sur a norte, con una depresión en la mitad de
1.50 metros de alto por 3 de ancho y 1.50 de largo, metodológicamente se describió este sitio en
dos sectores, A y B
El sector A es un amontonamiento artificial de planta circular de 7 metros de diámetro por 0.90
de alto. Aquí se detectaron cinco alteraciones por guaquearía, con diámetros entre 1.40 por 1.70
metros.; hechos en círculos en la cima del montículo. Por información del señor Baudelino
Grijalba, que era inspector de monumentos del parque, se supo que a principios de los años 80, se
extrajeron por guaquearía las estatuas No. 199, 200 y 201 (Sotomayor y Uribe 1987: 123 y 124).
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Figura 18. El Batán II. Montículo la Floresta
En el sector B, después de la depresión hay otro amontonamiento de tierra de planta circular de
19 metros de diámetro x 1.70 de alto. A partir de 14 pozos de sondeo de 0.40 x 0.40 metros, no
se detectó material cultural, pero si el amontonamiento artificial de tierra, evidenciando que el
área no tenia muestras de alteración por guaquearía; se registró la estratigrafía, consistente en una
capa vegetal de 40 cm de espesor seguidos de una capa de 1.20 metros de tierra color café oscuro
revuelta, que indica la artificialidad del montículo y bajo esta, la capa amarilla estéril
culturalmente a 1.70 m de profundidad (Figura 18)
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6.6.4.1 Corte I. Tumba I
Se hizo a 2 metros de la cima del montículo (sector B), sobre el desnivel. Este consistió en una
excavación rectangular de 2.10 de largo x 1.20 metros de ancho con una profundidad de 1.12
metros, donde se halló una estructura lítica, tumba de semicancel, la cual denominamos T- 1, que
consistió, en un tendido de 10 lajas de color amarillo acuñadas por pequeñas pizarras que tapaban
un lecho funerario en la matriz de arcilla amarilla de 2.50 de largo x 0.65 metros de ancho. En la
base de la pared norte de la tumba se abrió una cavidad o nicho de 50 cm de diámetro x 32 cm de
alto; aquí, a 1.13 metros de profundidad de la tumba se ubicó una muestra de carbón que fue
fechado en el siglo III a. C. ( 2250 + - 90 AP, Siglo III a. C, Beta No 148342), aquí se ubicó la
cabecera de la tumba, en la cual fueron colocados como ofrenda una pequeña cazuela de color
rojo pulido, de cuerpo semiglobular y borde evertido, de 5 cm de alto por 13 de diámetro a la
derecha de esta, cerca a la pared oeste del nicho, se encontró también una copa con los bordes
intencionalmente destruidos de soporte anular de 8 de diámetro por 2 cm de alto, con un engobe
rojo oscuro pulido donde intencionalmente había sido colocado la ofrenda de carbón fechada, al
igual como se registra en sitios descritos por otros investigadores (Duque y Cubillos: 1988). Al
lado de este par de vasijas se detectaron restos óseos, que consistían en parte de un cráneo, pero
al ser excavados se destruyeron por su bajo grado de consistencia, procediéndose a excavar
posteriormente el resto del cuerpo del individuo, hasta evacuar los restos a los pies de la tumba;
demostrándonos que se trata de una tumba de semicancel para enterramiento primario (Foto 1,
Figura 19).
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Figura 19. El Batán II. Corte I, Tumba 1. Montículo La Floresta
Foto 6. El Batán II. Corte I.
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6.6.5 Batán III. Alto de las Moyas
Este sitio se encuentra en la parte alta de la margen derecha de la quebrada Las Moyas, en el
cruce entre lado izquierdo del carretable que conduce a la vereda Nueva Zelanda (sitio
arqueológico La Estación, Parque Arqueológico Duque y Cubillos 1981) y el camino de
herradura que conduce a la vereda La Cuchilla.
El sitio arqueológico se ubicó al norte del Batán II y al este del Batán I, en la parte alta de las
colinas que rodean los anteriores sitios excavados, a unos 500 metros de la margen derecha de la
quebrada Las Moyas y La Piscina Municipal, en predios de la finca de propiedad del señor Arturo
Velasco Alarcón, en un área de cultivo de aproximadamente unas 2 hectáreas, desde donde se
domina visualmente, al sur la terraza aluvial de la finca La Floresta (Batán II), al oeste Mesitas
del Parque Arqueológico y al este el casco urbano de San Agustín.
Aquí se excavaron 7 cortes que finalmente concluyeron en dos tumbas ( T-1 y T- 2), los 5
restantes evidentemente se trataban de unidades funerarias con estructuras líticas que fueron
imposible excavarlas por el afloramiento de agua en gran cantidad iniciándose a menos de 0.50
cm de profundidad.
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6.6.5.1 Corte I. Tumba I
Se ubicó en el centro del lote, a partir de una estructuras líticas localizadas a 40 cm de
profundidad y se inició con un corte de 1.10 por 1.15 metros orientado de este a oeste, ampliado
posteriormente a 2.05 de largo por 1.10 metros de ancho. Consiste en una tumba de semicancel
tapada por una sola laja de 92 cm de larga por 85 cm de ancha, de color amarillo, con un tallado
de un semicírculo en un su superficie interior, está sostenida por otra laja colocada de canto sobre
la pared oeste o cabecera de la tumba en la pared norte, 2 en la pared sur y 1 a los pies de la
tumba. La segunda laja, fue colocada de sostén de la pared norte y la de los pies o pared este, o
sea, el ángulo noreste de la tumba no fue tapado intencionalmente, para que se observasen los
petroglifos elaborados sobre ella. El petroglifo consiste en un diseño en bajo relieve de una cara
antropomorfa esquemática en posición invertida, enmarcada en un rectángulo de 0.20 por 0.19
cm, ubicada en la parte superior de la piedra; y en la segunda laja, la de los pies, se hicieron dos
diseños triangulares, uno en la parte superior y otro en la parte inferior, con una incisión en
ambas figuras la base triangular esta invertida y al lado derecho de los dos triángulos, acompaña
un diseño de un círculo con abrasiones concéntricas, cada una de 1 cm de diámetro en forma de
roseta; concluyendo, que esta se trata de una tumba de semicancel para enterramiento primario,
posiblemente femenino por los diseños geométricos triangulares con una incisión lineal parcial
como insinuando un órgano sexual femenino.
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6.6.5.2 Corte 2. Tumba 2
Se excavó a 8 metros al oeste del corte I, se trata de una tumba de muro lateral con enlozado en
un pozo de planta cuadrada de 70 por 65 cm; sobre la pared sur hay clavadas una piedra de 30 de
alta por 40 cm de ancho y está sobre un enlozado de 3 lajas de color gris una de 30 cm por 30 de
ancha, otra de 18 por 20 cm y una última de 30 por 32 cm. En el ángulo noroeste de la tumba se
colocó como ofrenda una pequeña vasija de cuerpo ovalado, borde evertido, de color café oscuro
muy erosionada y fragmentada, de 12 de alta, 9 cm de ancha en el cuerpo y 6 cm de diámetro de
la boca. Esta tumba muy posiblemente se usó para entierro primario infantil dado su tamaño y la
disposición del enlozado, no se encuentran ningunas muestran ni evidencias de restos óseos, no
fue tapada intencionalmente.
6.6.5.3 Antecedentes Arqueológicos
Cuando referimos al sitio de El Batán, hacemos alusión a la antigua finca del mismo nombre, de
propiedad del señor Sixto Ortiz, ubicada al este de la margen derecha de la quebrada Las Moyas
y posterior a la actual sede del Hotel Yalconia denominado anteriormente Hotel de Turismo
(Duque 1966), al norte de la vereda La Estrella, al este del Parque Arqueológico de las Mesitas y
al sur el alto de Las Moyas, anteriormente Vereda El Cabuyal.
Cuando en 1913 Konrad Theodor Preuss, visita la región de San Agustín, registra que sobre el
lecho de la quebrada se encuentra una serie de concavidades redondeadas o "Moyas" de origen
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natural, refiriéndose a la quebrada Las Moyas a unos 2.5 Kilómetros al noroeste del pueblo de
San Agustín. Posteriormente en 1937 José Pérez de Barradas, refiriéndose al mismo sitio
describe que esas "moyas" son labradas por el hombre dándole una connotación arqueológica al
sitio.
Codazzi, Lunardi y Gregorio Hernández de Alba también visitaron este sitio, pero los únicos que
reseñan la estatuaria que allí se encontraba fueron Preuss y Pérez de Barradas; desde la no 192
hasta la 196 (Sotomayor y Uribe: 1987,120). Preuss hace alusión del parecido entre la estatua No
192 y la 194 en cuanto a su cara específicamente a los pómulos, y de estas dos estatuas con la 225
(Sotomayor y Uribe 1987: 137) del Ullumbe, al extremo sur de San Agustín. De la estatua 197 se
dice que es originaría de El Batán (Duque Gómez 1963: 43) y que se encontró asociada a
cerámica de Mesitas Superior, figura que por su diseño antropozoomorfo (murciélago con manos
humanas), actualmente ubicada en el bosque de las estatuas la hace relevante en la iconografía
del Alto Magdalena.
El Batán inicialmente este fue visitado en 1937 por Pérez de Barradas y Hernández de Alba, el
primero encontró la estatua No 198 (Sotomayor y Uribe 1987 : 122) muy cerca de la quebrada
Las Moyas, actualmente está en el Bosque de las Estatuas, tratándose de un águila o búho con
sendos cetros en la mano; el segundo al comentar sobre la misma estatua , dice que se parece a
una pieza cerámica encontrada por él, al este de La Mesita B del Parque Arqueológico
(Sotomayor y Uribe 1987 : 122). También se plantea que difiere por el tamaño de otros búhos,
100
como el de La Mesita B del Parque Arqueológico de San Agustín y al de La Pelota, y recuerdan
guardadas proporciones al aguilucho (No 280) del Alto de los Ídolos.
Anoto que, según informaciones actuales esta estatua del búho, proviene de una cañada en la
margen derecha de la quebrada El Batán y no de Las Moyas, a unos 200 metros. al suroeste de la
casa de administración de la antigua finca de El Batán actualmente en el mismo sitio de
propiedad de la señora Mary Wide; al igual que la No 132 (Sotomayor y Uribe, 1987: 86) una
laja con dos diseños zoomorfo (Saurios) en alto relieve y con un hueco en el centro, también es
de la finca El Batán (Casa de Administración), la cual estuvo en exhibición en la sede de la Casa
Municipal del pueblo, y en la actualidad se encuentra en el museo de la Casa de la Cultura.
En 1944 en el mes de junio, el Licenciado Alberto Ceballos Arango colaborador de Luis Duque
Gómez, en la época, dirigió las excavaciones de un montículo cerca a la casa de la finca El Batán
de propiedad de Don Sixto Ortiz, en un lote de nombre Las Brisas, de propiedad de Juan Fride
donde construía una sede Hotelera (en la actualidad, finca de Parménides Hoyos), donde excavó
14 estructuras funerarias, bajo el montículo, tratándose de tumbas de pozo con cámara lateral con
entierro en urna funeraria parecidas a las encontradas en las tumbas de La Mesita B y Quinchana.
Al referirnos al Batán (finca La Floresta) actualmente a unos 50 metros al sur de la finca Las
Brisas, al otro lado de la carretera que de San Agustín conduce al Parque, existe un montículo
funerario que desde los años 80, por guaquearía se encontraron las estatuas No. 199 ,200 y 201,
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actualmente exhibidas en el Bosque de Las Estatuas (Sotomayor y Uribe 1987 : 122, 123 y 124);
tratándose de las 199, 200 y 201 de lajas o tapas de tumbas posiblemente de cancel, propias de
los montículos, con diseños antropozoomorfos y diseños geométricos en bajo relieve, y la 197
con una representación de un murciélago (Duque 1964) relacionada con la No 270 (Sotomayor y
Uribe 1987 : 160) de La Mesita A, montículo, del Alto de los Ídolos.
Otro sitio que debemos registrar en estos antecedentes es El Cabuyal o Alto de las Moyas,
ubicado al norte, en las cimas circundantes de las terrazas aluviales de El Batán; donde Codazzi y
Cuervo Márquez registraron la estatua No 205 (Sotomayor y Uribe 1987: 126) que identifican
una imagen antropomorfa según ellos con un instrumento musical parecida a una flauta,
compartida esta interpretación posteriormente por Hernández de Alba y en desacuerdo por Pérez
de Barradas, quien dice que es una figura con nariz larga parecida a la de un elefante y Duque
Gómez dice que se trata de una danta o un tapir, basándose en la mitología Amazónica en la que
aparece este animal con poderes especiales.
Aquí, cerca a la anterior estatua dice Pérez de Barradas que se encontró la estatua no 202
(Sotomayor y Uribe 1987: 125), una laja con un diseño antropomorfo femenino con un niño en
los brazos, actualmente igual que las anteriores en el Bosques de las Estatuas; en estos momentos
la finca origen de esta estatua se denomina El Paraíso, de propiedad del señor Ever Zúñiga.
102
Posteriormente, Pérez de Barradas dice que muy cerca de la estatua 205 se encontró una laja
grabada con diseños de cara antropomorfa y diseños geométricos que es la No 204 (Sotomayor y
Uribe 1987: 126), actualmente almacenada en la bodega del Parque Arqueológico, consistente en
un petroglifo de cara antropomorfa en la parte superior y un cruciforme en un rectángulo
inconcluso en la parte inferior. Por último, tenemos la estatua No 203 (Sotomayor y Uribe 1987:
125), también de El Cabuyal, no tenemos el sitio exacto del origen, solamente registrada por
Gamboa Hinestrosa (1971), tratándose de una laja o tapa de tumba con diseños antropomorfos, de
pie, en bajo relieve parecida a los diseños antropomorfos de la Chaquira.
6.7 La Estrella
6.7.1 El Sitio Arqueológico
El sitio está ubicado en la finca Buenavista, vereda La Estrella, a 1.5 Kilómetros al occidente del
casco urbano del municipio de San Agustín, sobre la margen derecha de la quebrada Las Moyas y
a la izquierda de la vía carreteadle que de San Agustín conduce a la vereda Sevilla.
6.7.2 Antecedentes Arqueológicos
En este sitio solamente se han registrado hallazgos arqueológicos fortuitos con estatuaria
(Sotomayor y Uribe, 1987:127). Perimetrales a este sitio, también se han registrado las siguientes
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áreas que también presentan estatuaria: El Batán: Brisas, Montículo, La Floresta); El Cabuyal y el
Alto de Las Moyas. Así mismo, Ordóñez (2000) realizó excavaciones de unidades funerarias en
el sitio El Batán, Montículo La Floresta, en donde encontró un individuo asociado a materiales
del periodo Clásico Regional (S. III a. C.).
6.8 Ullumbe
6.8.1 Antecedentes arqueológicos
La zona de Ullumbe aparece referenciada por Codazzi (1857). Posteriormente en 1893, el
General Cuervo Márquez describió y dibujo cuatro de las estatuas descritas previamente por
Codazzi. Las esculturas de Ullumbe también aparecen descritas en la obra Preuss de 1913, entre
los numerales 221 a 228 (Sotomayor y Uribe, 1987:134-137), estas esculturas actualmente están
en el Parque Arqueológico de San Agustín.
Los datos obtenidos por Julio Cesar Cubillos en el montículo de Ullumbe (Cubillos, 1991)
permitieron reformar la cronología para el período Formativo. En 1993 Duque y Cubillos
presentaron una nueva secuencia cronológica (Duque - Cubillos, 1993: 86):
Esta nueva cronología redujo el periodo Formativo Inferior a 300 años, (antes tenía 800 años, del
1000 al 200 a. C), así mismo vinculó la aparición de montículos funerarios al período Formativo,
104
cuando la concepción tradicional señalaba que estas construcciones eran propias del Periodo
Clásico Regional (Duque - Cubillos, 1993: 87). Planteando así discusiones posteriores sobre el
patrón funerario.
Tabla 21. Cronología para el alto Magdalena (Duque y Cubillos 1993)
Período Cronología
Arcaico 3.300 a. C a 1000 a. C
Formativo Inferior 1100 a. C a 900 a. C
Formativo Superior 900 a. C a 200 a. C
Clásico Regional 200 a. C a 800 d. C
Reciente 800 d. C a 1550 d. C
Foto 7. Ullumbe. Panorámica.
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7 TIPOLOGÍA FUNERARIA DE LA PERIFERIA
7.1 Cronología
En esta investigación solo te tuvieron en cuenta las fechas obtenidas in situ, dentro de las tumbas
y no hicieran parte del relleno. Las fechas escogidas se presentan en la siguiente tabla.
Tabla 22. Fechas escogidas para el análisis
Sitio Período Fecha Siglo Batan II C-1 T-1 Clásico Regional Beta No 143843 : 2250 +/-90 BP III a. C Llanadas Z-A T-18 Clásico Regional Beta No 81528 : 1380+/-60 BC VI d. C El Batan 1 C- 3 T-1 Clásico Regional Beta No 148342 : 1390 +/- 70 BP VI d. C.
Tabla 23. Forma de las tumbas por periodo
Periodo
Totales por período y forma de tumba
Pozo Pozo con
Cámara lateralPozo con doble Cámara lateral
Cancel (fosa) Total
Clásico Regional 0 0,0% 21 24,4% 0 0,0% 65 75,6% 86 100,0%Formativo 3 3,3% 84 92,3% 4 4,4% 0 0,0% 91 100,0%
La mayoría de las 33 tumbas de cancel y semicancel pertenecen al periodo Clásico Regional, el
resto de las 33 tumbas (50%) tienen solamente pozo o pozo con cámara; tan solo una tumba tiene
doble cámara y materiales del período Formativo (Tabla 23). A continuación tenemos una
descripción estadística de la estructura de las tumbas por periodo (Anexo 1).
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Tabla 24. Estructura de las tumbas por periodo
Periodo Estructura de las tumbas por periodo
Circular Ovalado Rectangular Semicircular Total Clásico Regional 2 6,10% 23 69,70% 8 24,20% 0 0,00% 33 100,00% Formativo 1 3,00% 6 18,20% 23 69,70% 3 9,10% 33 100,00%
p = 0.00, χ² = 20,56, Grados de libertad = 3. Probabilidad = 99.99. Inferencia: Existe un 99.99% de probabilidades de que las formas de las pozos de las tumbas en el Formativo fueran rectangulares y en el Clásico ovaladas.
Para complementar la descripción de la estructura, tengamos en cuenta las profundidades de la
tumbas; en el Formativo es mayor, llega hasta los 2.40 m (48.5%) mientras que en el Clásico tan
solo llegan a los 1.45 m (84.8%) de profundidad, comparando el trabajo empleado en mano de
obra, este factor nos muestra que en ambos periodos hay gran gasto de energía en el Formativo se
excavó pozos profundos y en el Clásico se excavaron fosas, para construir el cancel de igual
forma demandando el mismo gasto de energía.
La mayoría de los sitios de entierro de esta región en este periodo Formativo están ubicados en
las cimas de las altas colinas, hecho que nos pareció importante, por lo que decidimos medir
estadísticamente la ubicación de la mayoría de las tumbas respecto al eje geográfico y
encontramos que no hay un patrón frente a su ubicación intencional dentro del sitio de
enterramiento respecto a una posición solar. Debido a la acides y humedad de los suelos, no hay
evidencias de restos óseos, lo cual impide registrar las características biológicas de los enterrados,
en consecuencia, optamos por inferir edades por el tamaño de las tumbas, siendo las de mayor
uso en estos cementerios las de adultos, aunque fue usado, por lo menos, en el Clásico para
ambas edades .
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Tabla 25. Ubicación de la tumba por periodo en la periferia
Cronología Sitio Orientación de la
tumba en el cementerio
Total
Formativo
Alto de lavaderos 5 Sur 2Total alto de lavaderos 5 2Alto de Lavaderos1 Norte 1Total alto de Lavaderos1 1
Alto de Lavaderos 2
Centro 1Este 2Norte 3Oeste 1
Total alto de Lavaderos 2 7
Alto naranjos Centro 1Este 8Oeste 8
Total alto naranjos 17Barrio centenario - Ullumbe - Manzana- o Centro 1Total barrio centenario - Ullumbe - Manzana- o 1Barrio centenario - Ullumbe -Manzana - r Centro 1Total centenario - Ullumbe -Manzana - r 1
El Carmen 1 Este 3Oeste 1
Total el Carmen 1 4Total formativo 33
Clásico regional
Alto de lavaderos 5 Sur 3Total alto de lavaderos 5 3El batan 1 Este 1Total el batan 1 1El batan 2 Centro 1Total el batan 2 1El batan 3 Centro 1Total el batan 3 1El batan 3 Centro 1Total el batan 3 1
El Carmen 2 Centro 1Este 2Oeste 3
Total el Carmen 2 6La candela 1 Centro 2Total la candela 1 2La candela 1 Centro 1Total la candela 1 1La estrella Norte 1Total la estrella 1
Llanadas de naranjos Centro 2Este 7Oeste 7
Total llanadas de naranjos 16Total Clásico Regional 33
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7.2 Material cerámico asociado
La cerámica fue usada como recipiente de restos de la persona inhumada, como urna para
entierro secundario y también como ofrenda. Durante el periodo Formativo, no se enterró de otra
forma, el entierro fue secundario en urna funeraria 13 (40.6.7%) y secundario sin urna 7 (21.9%)
(Tabla 26), todos los entierros tenían ofrendas. En el Clásico Regional no se usaron las urnas
funerarias.
Tabla 26. Presencia de Urna funeraria por periodo
Cronología Clase de entierro Total %
Clásico Regional
Sin uso 1 2,9%
Primario 31 91,2%
Secundario 2 5,9%
Total Clásico Regional 33 48,5%
Formativo
Primario 12 37,5%
Secundario 8 21,9%
13 40,6%
Total Formativo 33 48,5%
Total General 66 100,0%
El mayor uso de ofrenda funeraria se dio durante el Formativo (Tabla 27), con 63 piezas de
cerámica (69%), la mayoría colocadas en el centro (34.9%) y en la parte lateral derecho de la
cámara (27 %). Durante el Clásico, las ofrendas se colocaron en la cabecera, en la parte interna
del cancel (51.9%).
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Tabla 27. Ubicación de las ofrendas por período
Cronología Ubicación de la ofrenda Total %
Formativo
Centro - cámara 22 34,9%
Lateral derecho - cámara 17 27,0%
Cabecera - cámara 6 9,5%
Lateral izquierdo cámara 5 7,9%
Lateral izquierdo - pozo 4 6,3%
Centro - pozo 3 4,8%
Frente cámara 2 3,2%
Cabecera - interna 1 1,6%
A los pies 1 1,6%
Lateral derecho - pozo 1 1,6%
Lateral derecho 1 1,6%
Total Formativo 63 70,0%
Clásico Regional
Lateral izquierdo cancel 3 11,1%
Cabecera - interna 14 51,9%
A los pies 2 7,4%
Cabecera- externa 3 11,1%
Externa - derecha 2 7,4%
Pies - externa 2 7,4%
Centro 1 3,7%
Total Clásico regional 27 30,0%
Total general 90 100,0%
La cerámica involucrada en el enterramiento, ya fuese urna u ofrenda, siempre cumplió una
función debidamente estipulada con carácter cultural. Veremos enseguida como en el Formativo
el uso de 14 urnas con o sin tapa ( 22.2%), para 33 tumbas, fue generalmente alto, factor que
representa casi para la mitad de los individuos enterrados; en consecuencia no se restringió a un
rango de poder político sino de poder familiar.
La ofrenda de 27 (42.9%) piezas en cerámica durante este periodo, que acompaña al entierro
secundario en urna, nos demuestra la necesidad que tuvo el difunto de ser acompañado por su
110
utilería culinaria, convertida en ofrendatarios o de pequeñas vasijas que contenían algún elemento
interno lítico u otro material, incluyendo comida, que debía ser herméticamente tapado para su
mantenimiento.
Ya en el periodo Clásico Regional la ofrenda perdió importancia, se usaron vasijas muy pequeñas
y diminutas en su mayoría, pero aumentó la magnitud de la estructura del el entierro, por su
construcción lítica (Tabla 28).
Tabla 28. Función de las ofrendas por período
Periodo Función de las ofrendas por período
Ofrenda Ofrendatario Tapa Tapa de
ofrendatarioTapa de
urna Urna Total
Formativo 27 42,90% 5 7,90% 2 3,20% 5 7,90% 10 15,90% 14 22,20% 63 100,00%Clásico
Regional 27 100,00% 0 0,00% 0 0,00% 0 0,00% 0 0,00% 0 0,00% 27 100,00%
p = 0.00, χ² = 25.71, Grados de libertad = 5. Probabilidad = 99.99. Inferencia: Existe un 99.99% de probabilidades de que en el Formativo fuera mas frecuente la ofrenda que en el Clásico
Estas ofrendas en el periodo Formativo estuvieron representadas por 73 vasijas (81.1%): de borde
evertido, cuello mediano y cuerpo globular (20.5%), subglobular, 17 (23.3%) y cuencos 14
(19.2%). Se identificaron tres tipos de vasijas, dos de carácter domestico y uno ritual,
correspondiendo los más elaborados los pequeños recipientes de borde evertido cuello angosto y
cuerpo aquillado, denominadas aquí de silueta compuesta. La presencia de otras formas es
mínima, para la magnitud de la muestra, como es el caso de las copas de pedestal.
111
En el periodo Clásico Regional la ofrenda estuvo representada en su mayoría en formas de vasijas
de borde evertido11 (64.7%), cuello mediano y cuerpos globulares, subglobular, 3 platos (17.6%)
de carácter domestico y la mínima presencia de copas y vasija trípode que son mas de carácter
ritual cotidiano (Tabla 29), (Anexo 2).
Tabla 29. Formas por periodo
Cronología Forma Total %
Clásico Regional
Plato 3 17,6%
Vasija de silueta compuesta 2 11,8%
Vasija globular 5 29,4%
Vasija subglobular 6 35,3%
Vasija trípode 1 5,9%
Total Clásico regional 17 18,9%
Formativo
Copa 1 1,4%
Cuenco 14 19,2%
Fragmentos 3 4,1%
Plato 2 2,7%
Vasija 2 2,7%
Vasija de silueta compuesta 8 11,0%
Vasija globular 15 20,5%
Vasija semiglobular 1 1,4%
Vasija subglobular 17 23,3%
Total Formativo 73 81,1%
Total 90 100,0%
La elaboración más refinada de la cerámica ocurrió durante el periodo Formativo; las formas
pequeñas fueron usadas como ofrenda u ofrendatarios, las grandes urnas con tapas para entierro
secundario, procurando que la cerámica fuera tratada con mayor cuidando en su elaboración en
cuanto a pasta, de paredes delgadas y formas de gran tamaño, como urnas entre 40 y 64 cm de
alto (Anexo 2). Su superficie tenía que ser de un terminado finamente bruñido, los colores
112
preferidos eran el negro, el café oscuro y el rojo intenso. La decoración encontrada en 14 piezas
de un total de 63 tenían cuidadosos diseños lineales incisos y excisos, preferiblemente en el
cuello en la mitad del cuerpo de las urnas y en el borde, hombro y cuerpo de las pequeñas vasijas
usadas como ofrenda y ofrendatarios (Tabla 30 y Anexo 2)
Tabla 30. Decoración en el período Formativo
Función Total decoradas %
Ofrenda 4 29%
Ofrendatario 3 21%
Tapa de ofrendatario 1 7%
Tapa de urna 3 21%
Urna 3 21%
Total 14 100%
A diferencia del periodo Formativo, durante el Clásico, la cerámica fue tratada de una forma muy
simple, además de pequeñas, las formas tenían mala cocción, su superficie generalmente era
friable y severamente erosionable, en consecuencia se trató de un elemento sin mucha
importancia como ajuar, porque nunca se usó visiblemente en este periodo en la periferia, Lo que
si se podemos plantear, es que las tumbas de pozo con cámara lateral, con ofrenda cerámica fue
frecuente desde fin del periodo Formativo con su respectiva ajuar, ya que se encuentran
mezcladas en un mismo sitio en cuanto a estructura lítica para entierro primario en semicancel,
como se comprobó en Alto Naranjos en T-7,10 y 11.
113
7.2 La piedra y artefactos líticos en el patrón funerario
Este elemento representado en tobas, gronodioritas y rocas de cantera en la tradición funeraria,
trasciende desde el periodo Formativo hasta el Clásico Regional. Lo vemos en la estructura, en
forma de grandes lajas y amontonamientos de pequeñas piedras o cantos de río, para sellamientos
de las cámaras (19%) y la mayoría de este elemento fue usado como ofrenda como estalactitas,
granodioritas (81%) (Tabla 31) y (Anexo 3).
En el Clásico se presenta en la mayor parte de las estructuras funerarias de cancel, semicancel y
como ofrenda, en la tumba principal de varios montículos. La piedra fue la materia prima de la
actividad funeraria en ambos periodos pero con una marcada diferencia en el uso estructural de
sus tumbas (100%)( Tabla 32).
Tabla 31. Función del material lítico por periodos
Periodo Función del material lítico por periodos
En la estructura de la tumba Como ofrenda Total Clásico Regional 9 100,00% 0 0,00% 9 100,00%
Formativo 4 19,00% 17 81,00% 21 100,00%
p =0.00, -5. χ² = 16,81, Grados de libertad = 1. Probabilidad = 100.00. Inferencia: Durante el clásico regional es muy poco probable encontrar materiales líticos como parte del ajuar funerario.
114
Tabla 32. Material lítico por periodos
Periodo Material lítico por periodos
Basalto Estalactita GranodioritaPiedra de Cantera
Piedra pómez
Toba TOTAL
Clásico Regional
0 0,00% 0 0,00% 5 62,50% 0 0,00% 0 0,00% 3 37,50% 8 100,00%
Formativo 1 5,30% 8 42,10% 6 31,60% 2 10,50% 2 10,50% 0 0,00% 19 100,00% p = 0.11, χ² = 7,46, Grados de libertad = 4.Probabilidad = 88.67. Inferencia: con una probabilidad planteamos que durante el Clásico Regional se restringieron los materiales para la construcción de las tumbas.
Además del uso estructural, la roca adquirió una categoría ritual funeraria, al ser empleada como
ofrenda, es el caso de las esquirlas de obsidianas, manos de moler en granodiorita, herramientas
como hachas trapezoidales en basaltos y liditas, piedra pómez y, especialmente, el uso de las
estalactitas como estructura de sellamientos de cámaras en el Formativo en Alto Naranjos en T-3,
y como estructura en el lecho lítico de la primera cámara y ofrenda en la segunda en T- 7
(Ordóñez, 1995). La ofrenda lítica siempre está ligada a la cerámica dentro del contexto de la
tumba, ya que los ofrendatarios son los que contienen los instrumentos o artefactos que fueron
colocados como ofrenda ritual funeraria, como se presenta en el Formativo exclusivamente, como
se evidencia en las ofrendas de obsidianas y el hacha trapezoidal en Alto Naranjos T-3 y T-
17(Ordóñez, 1995). En el Clásico no se uso la ofrenda lítica en la periferia como sí sucedió para
el Clásico con enterramiento de estatuas medianas en la Mesita B.
115
Tipología de Tumbas del Formativo Estructura
Tumbas de pozo con cámara lateral
1 2
3
Figura 20. Tumbas del Formativo. Periferia. Pozo con Cámara Lateral
116
Foto 8. Estructura lítica en Estalactitas
Foto 9. Tumba de pozo con cámara lateral
117
Tipología de Tumbas del Formativo Estructura
Tumbas de pozo con entierro en semicancel
1 2
3
Figura 21. Tumbas del Formativo. Periferia. Pozo con Cámara y entierro en semicancel
118
Foto 10. Tumbas del Formativo. Pozo con Cámara y entierro en semicancel
Foto 11. Tumbas del Formativo. Pozo con Cámara y entierro semicancel
119
Foto 12. Tumbas del Formativo. Con estructura lítica a la entrada
Foto 13. Secuencia de excavación de una tumba con estructura lítica a la entrada y ofrenda cerámica y
entierro secundario sobre tierra
120
Tipología de Tumbas del Formativo Ajuar funerario
Cerámica/ Urnas
1 2
3 4
5
Urnas
Tapas de Urnas
6
Figura 22. Urnas del Formativo. Periferia.
121
Tipología de Tumbas del Formativo Ajuar funerario
Cerámica/ Ofrendatarios
1 2
3
6 7
4 5
Figura 23. Ofrendatarios del Formativo. Periferia.
122
Tipología de Tumbas del Formativo Ajuar funerario
Cerámica/ Vasijas Ofrendas
1 2
3 4
Figura 24. Decoraciones del Formativo. Periferia.
123
Figura 25. Formas de ofrendas del Formativo. Periferia.
Tipología de Tumbas del Formativo
Ajuar funerario
1 2 3
Vasijas Globulares y Semiglobulares
4 6
7 8
Vasijas de Silueta Compuesta
5
9
124
Tipología de Tumbas del Formativo Ajuar funerario
Cerámica/ vasijas ofrenda
1 2
8 10
Platos
1
9
Cuencos
3 4
5 6 7
Figura 26. Formas de ofrendas del Formativo. Periferia. Cuencos y Platos
125
Tipología de Tumbas del Formativo Ajuar funerario
Cerámica/ Decoración Incisa
1
2 1
3 4
5 6
7
Figura 27. Decoración Incisa del Formativo. Periferia
126
Tipología de Tumbas del Formativo Ajuar funerario
Cerámica/ Decoración Aplicada
1 2
Figura 28. Decoración Aplicada del Formativo. Periferia.
127
Foto 14. Ofrenda lítica. Estalactita
Foto 15. Ofrenda lítica. Estalactita
128
7.3 El metal
Para el caso de la periferia en este periodo se registró su presencia en tan solo dos ofrendas.Una
del Formativo y otra correspondientes al periodo el Clásico Regional. La primera consiste en un
pequeño pendiente o aplique de oro, de forma circular laminar martillado, perforado de 0.09 cm
de diámetro por 0.001mm de espesor en T-1 de Llanadas (Ordóñez, 1993:33) (Figura 33). La
otra pieza de manufactura a la cera perdida, consiste de una pequeña nariguera infantil a juzgar
por su tamaño de 1.08 cm de ancho por 0.87 de alto, con 0.27 de peso (Llanos y Ordóñez,
1998:73).
Al parecer, este material no fue incluido como en elemento de carácter ritual indispensable, ya
fuera porque su tenencia era exclusiva de ciertos personajes de la comunidad regional o porque
simplemente lo metálico estaban destinado para ofrenda funeraria solamente para sitios centrales
de poder la región del Alto Magdalena, dada los resultados de las dos regiones comparadas.
7.5 La Estructura monticular en lo funerario
Para analizar este fenómeno funerario característico de la región, relacionamos los sitios de
entierro que tienen estructura monticular.
129
Tabla 31. Tumbas asociadas a montículos por periodo
Periodo Tumbas asociadas a montículos por periodo
Con montículo Sin montículo Total Formativo 1 3,00% 32 97,00% 33 100,00%
Clásico Regional 5 15,20% 28 84,80% 33 100,00% p = 0.09, χ² = 2,93, Grados de libertad = 1. Probabilidad = 91.32. Inferencia: Existe un 91.32% de probabilidades de que mayoritariamente las tumbas no estaban asociadas a montículos.
Se encontraron tumbas alteradas, asociadas a los montículos funerarios A y B de Alto Lavaderos
1, de donde proceden dos esculturas y un sarcófago monolítico con un remate tallado de una
figura ornitomorfa (Llanos y Ordóñez, 1998:29). La tumba de pozo asociada a material cerámico
del periodo Formativo en el montículo Corte 1 del Corte 3 de Lavaderos 2.
El otro registro de tumba asociada a montículos fue la encontrada en El Batan II Corte I, T-1 del
sitio La Floresta, Montículo sector B (Ordóñez, 2000: 56). En el flanco este, se encontró una
tumba de cancel con entierro primario y ofrenda de carbón in situ colocado sobre una copa
fragmentada el cual nos dio una fecha para el sitio de C14 del: 2250 +-90BP Siglo III a. C,
colocándolo cronológicamente en el periodo Formativo 3, pero asociada a material cerámico
(Guacas) o sea del periodo Clásico. Y por último, la tumba de pozo con cámara lateral con patrón
funerario del periodo Formativo asociada a montículo, con dos tumbas de cancel en el corte 2 en
La Candela.
130
Tipología de Tumbas del Clásico Regional Estructura
1 2
3
Tumbas de Cancel
Tumbas de Semicancel
4
Figura 29. Tumbas del Clásico Regional. Periferia. Cancel y Semicancel
131
Foto 16. Clásico Regional. Tumbas de Cancel
Foto 17. Clásico Regional. Tumbas de Semicancel
Foto 18. Clásico Regional. Tumbas de Cancel
Foto 19. Clásico Regional. Tumbas de semicancel de muro lateral y piso enlozado
132
Tipología de Tumbas del Clásico RegionalEstructura
Tumbas de semicancel con petroglifos
Figura 30. Tumbas del Clásico Regional. Periferia. Semicancel con petroglifos
Foto 20. Petroglifo en laja tapa de tumba
133
Tipología de Tumbas del Clásico RegionalEstructura
1 2
3
Tumbas de Cancel con petroglifos
Petroglifos
Figura 31. Tumbas del Clásico Regional. Periferia. Cancel con petroglifos
134
Foto 21. Montículo de la Candela. Tumba de Cancel
Foto 22. Montículo del Batán - La Floresta. Tumba de Semicancel
135
Tipología de Tumbas del Clásico Regional Estructura
1
Montículo
Figura 32. Tumbas del Clásico Regional. Periferia. Montículo