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Título: Mujeres y prostituciones: miradas y relaciones en la intervención socioeducativa Autor/es: Mónica Gijón Correo electrónico: mgijon@ub.edu Teléfono de contacto: 661 086 356 Entidad de referencia: Departamento de Teoria i Història de l’Educació. Facultat de Pedagogia. (Universitat de Barcelona) Índice de contenidos I. CONTEXTOS DE PROSTITUCIÓN: UNA REALIDAD POLIÉDRICA.
1.1. Justificación 1.1. Mujeres en situación de prostitución: realidad poliédrica 1.3. Prostitución: necesidad de un abordaje sistémico
II. MUJERES Y PROSTITUCIONES: ELEMENTOS PARA LA INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA.
2.1. Prostitución e intervención socioeducativa 2.2. Dinamismos de la intervención socioeducativa 2.3. Miradas y relaciones en la intervención socioeducativa
Resumen síntesis La comunicación “Mujeres y prostituciones: miradas y relaciones en la
intervención socioeducativa” presenta una primera aproximación al saber de los profesionales que trabajan con mujeres en situación de prostitución y trata. Nos centraremos en los dinamismos y las prácticas que se ponen en marcha en la intervención socioeducativa, concretamente en dos elementos que la atraviesan y que son altamente valorados por las personas atendidas: la mirada libre de prejuicios y la relación educativa. La comunicación se estructura en dos partes, en la primera nos acercamos a las formas de aproximación a la prostitución femenina, y en la segunda, analizaremos los elementos de la intervención socioeducativa.
Palabras clave Intervención socioeducativa, prostitución, relación educativa, mirada libre de prejuicios I. CONTEXTOS DE PROSTITUCIÓN: UNA REALIDAD POLIÉDRICA
La comunicación se estructura en dos apartados, en el primero,
Contextos de prostitución: una realidad poliédrica, nos acercamos, a las
diferentes formas a de aproximación a la prostitución femenina; y, en el
segundo, Mujeres y prostituciones: elementos para la intervención
socioeducativa, presentaremos algunas reflexiones sobre los dinamismos de la
intervención social más valorados por mujeres en contextos de prostitución.
1.1 Justificación
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La comunicación que presentamos es una primera reflexión sobre el
trabajo de sistematización de la intervención socioeducativa que se desarrolla
en el proyecto “Mujer, inmigración y prostitución: elementos de la intervención
socioeducativa” (EDU2008-04724-I), investigación financiada por el Ministerio
de Ciencia e Innovación que pretende sacar a la luz el conocimiento profesional
en el ámbito de la atención a mujeres en contextos de prostitución.
El trabajo se desarrolla por parte del grupo de investigación Mujer e
Inclusión-GREM1, especializado en educación para la ciudadanía y la
educación en valores del departamento Teoria i Història de l’Educació de la
Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona. El proyecto se
desarrolla en colaboración con otros grupos de investigación de las facultades
de Educación y Trabajo Social, de la Universidad de Gijón, de la Universidad
Complutense y de la Universidad de Gran Canarias2.
La investigación se enmarca en una metodología cuantitativa de carácter
etnográfico que se ha desarrollado a través de entrevistas a mujeres que
trabajan en prostitución, a profesionales y técnicos de proyectos, a expertas de
larga trayectoria en el tema y a responsables de políticas de atención a la
mujer. También se han llevado a cabo grupos de discusión con profesionales y
con mujeres migrantes en situación de prostitución, y relatos de vida en
profundidad con éstas últimas.
1 El equipo de trabajo Mujer e Inclusión forma parte del GREM Grup de recerca en Educació Moral que desde 1999 se han desarrollado las siguientes líneas de trabajo: a) estudio e investigación sobre la construcción de la personalidad moral, educación en valores y ciudadanía democrática; b) creación de materiales y propuestas para la educación en valores en la educación primaria, secundaria, bachillerato y para el aprendizaje ético en la universidad; c) análisis y sistematización de los procesos y prácticas educativas que contribuyen a la formación de la personalidad moral y la educación en valores en instituciones formales y no formales (asambleas, comunidades educativas, prácticas morales y aprendizaje servicio); y, d) formación de formadores y asesoramiento en dinámicas y prácticas de educación en valores. Desde hace unos años un grupo de mujeres del GREM se ha configurado como equipo de trabajo Mujer e Inclusión, orientado a la comprensión de los elementos de inclusión que desarrollan las mujeres y al análisis de los dinamismos que favorecen la construcción de una ciudadanía democrática y participativa. El equipo de trabajo está formado por Ana Ayuste, Mónica Gijón Ana Novella, Montse Payà y Laura Rubio del Departamento Teoria i Història de l’Educació de la Facultad de Pedagogía de la UB. 2 La investigación Mujer, inmigración y prostitución: elementos de la intervención socioeducativa financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación (EDU2008-04724-I) se desarrolla en colaboración con los grupos de las universidades e instituciones siguientes: Ana Isabel González Martínez, Ana Luisa Ordoñez Gutierrez, María Elena Sopeña Vallina de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Gijón; Verónica Teresi del Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación de Universidad Complutense de Madrid; Sofía Valdivielso de la Facultad de Educación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias; Rosa María Cendón Leris, Encarna Jordán Pastor del proyecto SICAR cat: Apoyo integral a mujeres víctimas de la trata y a mujeres en contextos de prostitución- Adoratrices, de Barcelona; y Diana Zapata Hincapié, de ABITS- Abordatge integral del treball sexual del Ayuntamiento de Barcelona.
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Presentaremos algunas especificidades de la intervención socioeducativa
en contextos de prostitución y algunos de los dinamismos y prácticas que
hemos encontrado hasta el momento. Nos detendremos en dos elementos de
la intervención, apenas imperceptibles, pero de gran valor para trabajo en el día
a día. Nos referimos al cultivo de una actitud respetuosa por parte de los
profesionales, algo que las mujeres y profesionales han denominado la “mirada
libre de prejuicios”, y a la relación socioeducativa, un dinamismo que atraviesa
todas las acciones y prácticas que desarrollan los técnicos y que da forma a la
intervención. En otros trabajos de sistematización de la práctica educativa,
hemos detectado y analizado en profundidad la influencia de la interrelación en
el desarrollo de la personalidad moral y de la identidad3. Creemos que en un
ámbito tan invisibilizado y etiquetado como es la prostitución, la relación cara a
cara que los profesionales establecen con las mujeres es una herramienta
pedagógica de gran valor, que influye en el desarrollo de la autoestima y
empoderamiento, y que es principalmente un vehículo concreto y cotidiano de
reconocimiento.
1.2. Mujeres en situación de prostitución: realidad poliédrica La prostitución es tema poliédrico que presenta muchas caras y ángulos
desde donde aproximarse. Entre ellos, la variedad de actores que participan, la
multiplicidad de agentes de la industria que la sostienen o la complejidad de los
dinamismos sociales que la atraviesan. Sin embargo, creemos que es
imprescindible abordar la prostitución desde el ángulo de las personas que
trabajan en ella, una óptica que nos acerca a la gran heterogeneidad de
“rostros” que se encuentran en contextos de prostitución4. Y creemos que ese
abordaje de lo personal debe hacerse desde una óptica de reconocimiento y
valoración de sus vivencias, experiencias y saberes, una estrategia que puede
3 GIJÓN, M. (2004) Encuentros cara a cara. Valores y relaciones interpersonales en la escuela. Barcelona, Graó; MARTÍN, X. (2008) Descarados. Pedagogía para adolescentes inadaptados. Octaedro; PUIG; J.M. (1999) Feina d’educar. Relats sobre el dia a dia d’’una escola. Barcelona, Edicions 62, PUIG; J.M. (2003) Prácticas morales. Una aproximación a la educación moral. Barcelona, Paidós. 4 Utilizamos aquí la noción de “rostro” en el sentido ético de Lévinas. El otro merece ser acogido independientemente de las sus cualidades, competencias o circunstancias. Es nuestra mirada instrumental o racionalista, cargada de prejuicios la que dificulta esa acogida incondicional. El rostro es pues la expresión de la singularidad pero es también la metáfora de la alteridad. Y ese rostro no puede ser objeto de conocimiento, sino que es más bien la huella de la alteridad. Por eso la relación que se establece con él debe ser de compromiso y respeto. LEVINAS, E. (1991) Ética e infinito. Madrid,Visor.
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ayudar a situar a las personas que ejercen prostitución como interlocutoras
válidas en los dinamismos sociales5.
A continuación nos centraremos en algunas características de esa
realidad poliédrica que supone la prostitución: en el ejercicio de la misma, en
las diferentes realidades que se intercalan, y en la diversidad de espacios de
trabajo.
En primer lugar, la prostitución se caracteriza por una gran diversidad en
el ejercicio de la actividad: hombres, mujeres y transgéneros ofrecen servicios
sexuales en la actualidad, y aunque hay muchas mujeres que la ejercen, cada
vez hay más mujeres demandan y consumen servicios de prostitución
masculinos (Agustín L, 2001). Sin embargo, la prostitución ejercida por mujeres
es la más visible y, la de carácter marginal, es la que con mayor frecuencia
aparece en el epicentro de las controversias sociales. Igualmente, las mujeres
que se encuentran en situación de prostitución tampoco constituyen un grupo
homogéneo, trabajan en los servicios sexuales mujeres jóvenes y mayores, con
cargas familiares o sin hijos, con relaciones estables o sin pareja, mujeres
autóctonas y migrantes. Sin embargo, algunos estudios indican que en los
últimos años ha aumentado el número de migrantes en situación prostitución
(Agustín, L. 2004; Solana, J.L. 2007; Holgado, I. 2008). Parece conveniente
analizar dinamismos macrosociales como los movimientos migratorios o la
feminización de la pobreza para comprender las razones de esa movilidad. Sin
embargo, tras esa dinámica global poco se conoce de los deseos, expectativas
y sueños que hay en los trayectos migratorios de cada mujer. En ese sentido,
sería más conveniente hablar de prostituciones para reconocer así la
diversidad de vivencias de sus protagonistas.
En segundo lugar, las prostituciones ejercidas por mujeres migrantes
son también objeto de confusiones –a nuestro parecer no gratuitas-. Es
frecuente que se utilicen como sinónimos tráfico ilícito de mujeres, trata de
mujeres con fines de explotación y prostitución, cuando no se trata de la misma
realidad. El tráfico ilícito implica la facilitación de la entrada al país a una
persona migrante a cambio del establecimiento de una deuda, pero no obliga a
5 Pueden encontrarse argumentaciones en la Teoría de la Acción Comunicativa sobre la necesidad de considerar a todos los participantes de una realidad como interlocutores válidos en HABERMAS, j. Teoria de la acción comunicativa. HABERMAS, J.: Teoría de la acción comunicativa, (2 vols). Madrid, Taurus, 1981.; HABERMAS, J.: Conciencia moral y ación comunicativa. Barcelona, Península, 1998.
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trabajar en un sector determinado ni implica la explotación laboral por parte de
las personas que han facilitado la entrada6. Conviene aclarar que no todas
estructuras facilitadoras son delictivas, sino que pueden ser familiares y
amistosas. La trata implica la captación, el engaño, el traslado, la explotación y
el lucro por parte de terceros en países de destino7, es decir, situaciones en
que después de entrar por medio de una red o entramado de extorsión,
continúa la explotación por medio de amenazas y coacciones. En los últimos
años se han desarrollado instrumentos jurídicos internacionales para
diferenciar esas realidades8. La prostitución supone la negociación y el
intercambio sexual a cambio de dinero que se establece entre una persona
adulta, que de forma autónoma ofrece sus servicios a clientes, también adultos
y autónomos, que los demandan9. Como hemos explicado anteriormente la
realidad de las mujeres migrantes en la prostitución es heterogénea y variada,
por ello ni todas las personas migrantes trabajan en prostitución, ni todas las
prostituciones son fruto de un delito de trata. Esta tarea de diferenciación y
claridad, que vienen realizando desde hace tiempo las entidades y agentes
sociales que trabajan en la intervención directa, debería permitir un abordaje
más eficaz de las situaciones en las que pueden verse las mujeres que ejercen
prostitución.
En tercer lugar, la prostitución presenta una gran diversidad en cuanto a
espacios de trabajo. Laura Mª Agustín realiza una interesante diferenciación
entre el ejercicio de la prostitución en espacios abiertos: parques, plazas,
carreteras, extrarradios y otros; y prostitución en espacios cerrados: clubes y
6 El concepto utilizado a nivel internacional para referirse al tráfico ilícito es smuggling of migrants. 7 La trata no tiene como fin exclusivamente la explotación sexual. Se dan situaciones de trata en trabajos y servicios forzados en el sector agrícola, en la construcción en el servicio doméstico, en la mendicidad y en el tráfico ilegal de órganos. 8 Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente, mujeres y niños, (Palermo 2000) firmado en Palermo el 13 de diciembre 2000 en el marc de la Convención de las N.U. contra la Delincuencia Organizada Transnacional. Viena 2000, ratificado a nivel nacional en el B.O.E. Nº 296 de 11 de diciembre 2003; Convenio nº197 del Consejo de Europa sobre la lucha de contra la Trata de seres humanos, Varsovia 16 de mayo de 2005, ratificado por España el 10 de septiembre de 2009. 9 Se puede encontrar un análisis y conceptualización detallado de la prostitución como sector de la industria del sexo en AGUSTÍN, L. (2001) “Mujeres migrantes ocupadas en servicios sexuales” en Colectivo IOE Mujer, inmigración y trabajo. Madrid: IMSERSO, p.647-716, AGUSTÍN, L. (2004) Trabajar en la industria del sexo y otros tópicos migratorios. San Sebastián, Gakpa liburuak. En una dirección diferente, encontramos otro análisis conceptual de la prostitución en OLIVER, B. (2007) “La prostitución, a debate en España” en en Documentación Social Revista de estudios sociales y de sociología aplicada. Número monográfico: La prostitución, una realidad compleja Enero-marzo 2007, Madrid, Cáritas Española.
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bares de alterne, barras americanas, sistema de pisos y casas de citas,
sistema de plazas en los hoteles de carretera. La investigadora señala,
además, otros espacios de la industria del sexo como los servicios de
acompañantes, el turismo sexual y el consumo de servicios sexuales por
internet10. No parece pues lo mismo trabajar en la calle que un club o en un
piso.
Después de haber señalado la heterogeneidad de las prostituciones, nos
gustaría destacar dos elementos comunes: el estigma y el silencio. Si hay un
fenómeno que caracteriza el ejercicio de la prostitución femenina es el profundo
estigma social que soportan las mujeres que la ejercen, especialmente en la
prostitución calle. El estigma tiene un efecto desvalorizador sobre las mujeres,
ya que las juzga por una estrategia laboral sin conocer el resto de facetas de su
vida, y las silencia, restándoles legitimidad e invisibilizándolas como
interlocutoras y sujetos activos de la ciudadanía. Pero además, el estigma tiene
un efecto aleccionador en todas las mujeres al establecer una línea divisoria,
que se aprende por medio de la socialización, entre las “buenas” y las “malas”.
El estigma entonces cumple una doble función, silencia a las mujeres
prostitutas y sirve de antimodelo para el resto de mujeres (Pheterson, G. 1989;
Juliano, D. 2002 y 2004; Osborne, R. 2004).
Finalmente, nos gustaría destacar que la invisibilización de la voz de las
mujeres coincide con otro fenómeno: el desconocimiento del trabajo
socioeducativo que realizan los profesionales de la intervención social. Son
muchas de las entidades y programas que se dirigen a personas que ejercen
prostitución -hombres, mujeres y transgéneros-, y/o mujeres víctimas de la
trata, y son también muchos los servicios que ofrecen y las prácticas que
diseñan. Por ello, nos parece interesante sacar a la luz la práctica y el
conocimiento de educadores sociales, trabajadores sociales, pedagogos y
otros agentes de la intervención (juristas, psicólogos, enfermeros o talleristas)
que trabajan de manera interdisciplinar y que lo hacen con una gran riqueza y
diversidad de prácticas.
1.2. Prostitución: necesidad de un abordaje sistémico
10 AGUSTÍN, L. (2004) Trabajar en la industria del sexo y otros tópicos migratorios. San Sebastián, Gakpa liburuak.
7
Nos hemos acercado a las prostituciones desde un solo ángulo, la
diversidad y heterogeneidad del ejercicio. Sin embargo, no podemos olvidar
que la prostitución tiene implicaciones de carácter social, jurídico, laboral,
sanitario, policial, de extranjería o en las políticas impulsadas por las diferentes
administraciones. Uno de los problemas del abordaje de la prostitución, es que
frecuentemente se visibiliza una sola óptica, olvidando otros elementos
fundamentales para comprender la complejidad y diversidad de la realidad.
Creemos conveniente integrar todos esos ángulos para superar los
planteamientos parciales y diseñar así herramientas holísticas de intervención,
empoderamiento y reconocimiento. La perspectiva sistémica puede ayudarnos
a comprender la prostitución no como un fenómeno aislado y cerrado, sino
como una realidad dinámica y en continua transformación11. Presentamos a
continuación algunas de esas ópticas que creemos conveniente integrar de
manera sistémica.
Perspectiva comunitaria
Uno de los ángulos más frecuentes en el análisis de la prostitución es el
ámbito local o comunitario, donde la prostitución aparece como un problema de
convivencia que perjudica a vecinos, comerciantes y viandantes. Es frecuente
reducir la prostitución a un problema de visibilidad, de delincuencia o de
seguridad que exige mayores cotas de control y/o vigilancia policial. A menudo
la búsqueda de soluciones se paraliza al solaparse con otros intereses
urbanísticos, comerciales o turísticos de las ciudades o se limita al
establecimiento de zonas de trabajo consensuadas. En ese sentido, no
preocupan tanto las necesidades de las mujeres o la falta de acceso a
derechos, sino que se identifica la prostitución como algo que molesta y que
hace falta -como mínimo- mover de lugar. En la intervención local es
imprescindible hacer partícipes a todos los actores comunitarios: vecinos,
comerciantes, mujeres trabajadoras sexuales, clientes, asociaciones y otros
para analizar los conflictos, buscar acuerdos e intentar acercar posturas desde
la tolerancia y el respeto.
Perspectiva social o sociológica
11 La perspectiva sistémica ofrece elementos para analizar la complejidad de la realidad, la diversidad de elementos que la configuran y las relaciones entre sus elementos. PUIG, J.Mª Teoría de la educación. Una aproximación sistémico cibernética. Barcelona, Horsori, 1984.
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Son frecuentes las aproximaciones a la prostitución desde el ángulo de
las ciencias sociales. En los últimos años se han realizado numerosos trabajos
de acercamiento a la prostitución. El resultado es un conjunto de estudios
descriptivos y de diagnóstico –fragmentados por las diferentes zonas de
recogida de datos- pero que en conjunto ofrecen una interesante radiografía del
ejercicio de la prostitución y de las necesidades y demandas de las mujeres
migrantes que la ejercen: conocimiento del idioma y el entorno, regularización,
acceso a la salud, orientación y acceso a recursos, acceso a derechos, acceso
a la vivienda, reagrupación familiar, entre otros (Alonso, F.J., 2001; Antón, R.;
Ballester, Ll. y Orte, C., 2003 y 2006; Diego, R. 1999; Barahona, M.J. 2001,
2003 y 2006; Carmona, S 1996 y 2000; Entrena, M.S. 2000; Fernández, M.J.,
2004; Gulló, C., 2006; Heim, D., 2006; Medeiros, R. 2000; Meneses, C.,
Navarro, V., 2001; Ortí, M.J., 2003; Pons, I. , 1994 y 2002; Rodríguez Martínez,
P.; Lahbabi, F., 2004; Solana, J., 2003).
Además de describir, las ciencias sociales y la antropología han
realizado importantes aproximaciones comprensivas a la realidad del trabajo
sexual, al estigma que lo acompaña y a los dinamismos microsociales que lo
traviesan. En ese sentido conviene destacar los trabajos de Osborne (2001 y
2004) y Juliano (2002 y 2004)12. La óptica de las ciencias sociales resulta
imprescindible en el abordaje de la prostitución, nos permite comprender
dinamismos macrosociales y los microsociales –encuentros cara a cara,
contexto, etc.- que quizá pueden explicar el aumento de mujeres migrantes en
el ejercicio de la prostitución, la mayor de la demanda de servicios sexuales o
la diversificación de servicios de intervención social en este ámbito.
Perspectiva feminista
Los movimientos de mujeres se han situado frente a la prostitución en
dos posturas enfrentadas: el feminismo abolicionista y el pro-derechos13. El
12 Conviene destacar los trabajos pioneros que ambas expertas han desarrollado desde el activismo. Raquel Osborne participando con Gail Peterson en las actividades del Comité Internacional a favor de los derechos de las prostitutas, y Dolores Juliano participando con LICIT, la Línea de Investigación Acción con Trabajadoras Sexuales. En ambos espacios, en los que participan tanto mujeres trabajadoras sexuales como otras profesionales, se plantea la necesidad de organización y autorepresentación de las mujeres trabajadoras sexuales como sujetos políticos, la creación de alianzas y entre mujeres y el fomento de la solidaridad de género. 13 Puede encontrarse un análisis extenso y detallado de las posturas feministas sobre la prostitución en ORDÓÑEZ, A.L. (2006) Feminismo y prostitución. Fundamentos del debate actual en España. Oviedo: Trabe.
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abolicionismo entiende la prostitución como una manifestación del sistema
patriarcal y de la desigualdad de género que tiene su máxima expresión en el
consumo de sexo; una forma de violencia de género que no puede
considerarse en absoluto como trabajo, ya que ninguna mujer podría elegir
“libremente” la prostitución, sino es por las condiciones socioeconómicas que le
empujan a esta actividad marginal. Según Ordóñez (2006) entre sus medidas
destacan la penalización de los clientes y proxenetas; la prohibición de los
anuncios de contactos en la prensa; el cierre de pisos y clubes y la persecución
de sus responsables; la prohibición de la pornografía y el establecimiento de
medidas de reinserción para las mujeres que ejercen prostitución.
El feminismo pro-derechos –surgido en buena parte como réplica al
anterior- entiende que la prostitución no es en absoluto una forma de violencia
de género, sino una estrategia laboral que permite a las mujeres trabajar de
forma autónoma y rentable. La prostitución -libremente elegida- requiere
regulación y normalización, no solo como una vía laboral marginal sino como
cualquier otro sector laboral que demanda mejores condiciones laborales y más
derechos. Ordóñez (2006) destaca entre sus propuestas priorizar el
reconocimiento laboral del trabajo sexual; el consenso de zonas de trabajo por
medio de espacios negociados y la eliminación de la represión de las
ordenanzas y multas; la persecución de los responsables de la prostitución
forzada y la explotación; la reducción de daños asociados al trabajo sexual,
favoreciendo el cambio de actividad laboral para aquellas personas que lo
deseen; y finalmente, la sensibilización con los clientes en la lucha contra el
estigma social de la prostitución.
Perspectiva legal
En nuestro país la prostitución es una actividad que no está regulada ni
penalizada. Si que está penalizado el proxenetismo y, recientemente, la trata
con fines de explotación sexual14. Ante ese vacío legal, existen modelos
normativos diferentes frente a un posible abordaje legal de la prostitución.
14 La trata se recoge en los artículos 313 i 318 bis 2 del Código Penal, bajo la rúbrica “Delitos contra los derechos de los trabajadores” y “Delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, aunque no se ajusta a las directrices del Protocolo de Palermo. Se prevé una modificación legislativa Proyecto de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre del Código penal (27 de noviembre de 2009). Se prevee la creación del Título VII bis, bajo la rúbrica “De la trata de seres humanos” donde se regularía la trata en el artículo 177.bis en consonancia con los textos internacionales.
10
Según Nicolás (2007) y López y Mestre (2006) entre los modelos legales
clásicos cabe destacar el reglamentarismo clásico o decimonónico, el
prohibicionismo y el abolicionismo. El primero intenta regular el ejercicio con
medidas de control de las mujeres, el segundo, la prohíbe, y el tercero, intenta
abolirla y perseguir al cliente como medida preventiva. En la actualidad se
podrían distinguir tres modelos: el abolicionismo, el reglamentarismo moderno y
el modelo legalización ó laboral15. El abolicionismo mantiene sus presupuestos,
abolir la prostitución y penalizar a los consumidores, el modelo jurídico sueco
sería un ejemplo de abolicionismo moderno. El reglamentarismo actual sí cree
conveniente eliminar la prostitución, pero hasta que eso suceda, la alternativa
es una regulación que proteja a las prostitutas -aunque algunas asociaciones
critican que esa regulación persigue un cierto control encubierto de la actividad
de las mujeres-. Conviene destacar lo que algunos grupos y asociaciones de
mujeres llaman el modelo de legalización ó laboral, que concibe la legalización
para reconocer a las personas que la ejercen como sujetos de derechos.
Perspectiva económica
Para algunas personas la prostitución es un sector más de la industria
del sexo, siguiendo a Laura Mª Agustín (2004) participan en ella diferentes
agentes: los que realizan la demanda -clientes-, los que ofrecen el servicio –
personas en ejercicio de prostitución-, y los mediadores que canalizan esa
demanda. Entre estos últimos hay que destacar aquellos que apoyan
directamente el sector de la prostitución: propietarios de clubs, porteros,
personal seguridad, etc.; aquellos que ofrecen servicios a los negocios de
prostitución: servicios jurídicos, contabilidad, servicios médicos, etc.; la
industria auxiliar que se ha desarrollado: ropa, maquillaje, pelucas, material de
prevención como preservativos, etc.; y, otras actividades que se benefician
15 Ruth Mestre y Magdalena López Precioso, han realizado una clara e interesante aproximación al modelo Pro-Derechos en LÓPEZ, M., MESTRE, R. (2006) Trabajo sexual. Reconocer Derechos. Valencia, Ediciones La Burbuja, donde presentan los diferentes modelos de abordaje legal. En LÓPEZ, M., MESTRE, R. (2007) Derechos de Ciudadanía para las Trabajadoras y Trabajadores del Sexo. Valencia, Tirant lo Blanch, se recogen las aportaciones de las primeras jornadas de CC.OO sobre derechos para los y las trabajadoras sexuales. Pueden encontrarse otras aportaciones de análisis sociológico y jurídico que abordan el modelo de derechos en el trabajo sexual en OSBORNE, R. (2004) Trabajador@s del sexo. Derechos, migraciones y tráfico en el siglo XXI. Barcelona, Edicions Bellaterra. ARELLA, C.; FERNÁNDEZ, C.; NICOLÁS, G.; VARTABEDIAN, J. (2007). Los pasos (in)visibles de la prostitución. Estigma, persecución y vulneración de derechos de las trabajadoras sexuales en Barcelona. Barcelona: Virus. BRIZ, M., GARAIZÁBAL, C. (2007) La prostitución a debate. Por los derechos de las prostitutas.Madrid, Talasa
11
directamente de la prostitución: hostelería, turismo, transporte internacional,
etc., (Agustín, 2004, y Mestre y López, 2006). Sin embargo, al no estar
regulada es un sector de la economía sumergida, y, como otros sectores -
servicio doméstico, cuidado de ancianos, canguro-, se han visto incrementado
en los últimos años por una gran cantidad de personas migrantes. Un
dinamismo socioeconómico clave en el abordaje de la prostitución: la demanda
de un tipo de trabajos destinados a mujeres que ha provocado un efecto
llamada en los países de origen (Martínez, P., 2006; Holgado, I., 2008).
Siguiendo a Holgado, podríamos introducir en el análisis de la prostitución
cómo la mercantilización del afecto y del cuidado en nuestras sociedades ha
contribuido a una mayor demanda de servicios sexuales.
Perspectiva de las Políticas Sociales
La característica principal desde esta óptica es la falta de un abordaje
integral en materia de prostitución desde la Administración Central. La posible
controversia que implicaría un debate social o la actual situación jurídica de la
prostitución hacen muy difícil el desarrollo de un diálogo social sobre el tema.
De momento, el único acuerdo posible se ha conseguido en materia de trata
con la puesta en marcha del Plan integral de lucha contra la trata de seres
humanos con fines de explotación sexual (2009-2011). Sin embargo, trata y
prostitución no son la misma cosa. Tampoco existe un abordaje integral desde
las administraciones autonómicas, en parte por la dejadez que ya se arrastra
desde la administración central, en parte porque no tienen competencias en
ámbitos como por ejemplo extranjería16.
Que la prostitución no se considere un tema no prioritario en la
administración central ni en las autonómicas, tiene efectos en las
administraciones locales. Como ya explicamos, los ayuntamientos se
encuentran con la prostitución en las calles o en carreteras como un conflicto
vecinal sobre el que tienen que intervenir. Las acciones que han desarrollado
son, por lo general, pobres, represivas y poco eficaces, se limitan a ordenanzas
16 Una de las consecuencias es que las únicas acciones que se desarrollan, se limitan exclusivamenta a medidas de persución de la trata, que de nuevo, consideramos importantes, pero insuficientes para un abordaje integral de la prostitución. Nos gustaría destacar la Llei 5/2008, de 24 d’abril del Dret e les Dones a eradicar la Violència Masclista de la Generalitat de Catalunya, que incorpora la trata con fines de explotación sexual de mujeres y niñas como una manifestación de la violencia machista en el ámbito social y comunitario (art.5g) y por tanto que conviene perseguir y desarrollar medidas para atender a las víctimas
12
que prohíben el ofrecimiento de servicios sexuales en la vía pública y que se
materializan en multas a mujeres y/o clientes17. De nuevo una estrategia que
no resuelve las demandas y necesidades de las mujeres ni aborda la
complejidad de la prostitución en su conjunto. Lo único que consigue es mover
la prostitución de espacio, invisibilizarla más y dejar así en una situación de
mayor vulnerabilidad y riesgo a las personas que la ejercen.
Perspectiva ética
Nos parece imprescindible introducir en este análisis poliédrico de la
prostitución una perspectiva ética. Una comunidad necesita buscar aquellos
acuerdos mínimos para garantizar la convivencia, sin renunciar a aquellos
aspectos en materia de dignidad y respeto que la sociedad ha conseguido
como logro universal. Ya hemos visto que la prostitución no puede abordarse
exclusivamente desde el ámbito jurídico, aunque urge facilitar el acceso a
derechos a las personas que la ejercen. Tampoco podemos abordar la
prostitución desde las costumbres o morales particulares sobre la sexualidad,
ya que pueden entrar en conflicto en la discusión. Es necesario buscar un
equilibrio entre los mínimos exigibles para garantizar la convivencia social y la
capacidad individual de cada sujeto para decidir cómo vivir. La prostitución no
puede reducirse a una cuestión de tolerancia y respeto social, sino que es
imprescindible abordar la cuestión de la dignidad e integridad que todo ser
humano merece, independientemente de la estrategia laboral que desempeñe.
Desde la óptica ética nos parece interesante las aportaciones de Lévinas
(1991) y su perspectiva de compromiso con la alteridad, y las de Honneth
(1997) con su ética del reconocimiento, como ejes que nos permitan considerar
a las mujeres en contextos en prostitución desde la dignidad y el respeto.
Perspectiva intervención socioeducativa
17 Conviene destacar que en el marco de una de una administración local, se ha desarrollado en Barcelona un programa pionero de abordaje del trabajo sexual, nos referimos al Pla per l’Abordatge del Treball Sexual. Una de las ventajas de este plan es que ha puesto en marcha el servicio ABITS específico para mujeres que trabajan en prostitución. Aunque existe una ordenanza cívica que prohíbe la prostitución, el Plan es la primera medida de una administración local que ofrece asistencia. Se trata del primer equipamiento público municipal creado para atender de manera específica a las trabajadoras sexuales, atender las demandas sociales, coordinas las actuaciones institucionales y comunitarias dirigidas a trabajadoras sexuales, evitar que el ofrecimiento de servicios sexuales en la vía pública afecte la convivencia ciudadana y trabajar para garantizar la seguridad de las trabajadoras sexuales. Más información en www.bcn.es/XMLServeis
13
Conviene analizar las estrategias de intervención socioeducativa y
determinar en qué grado son flexibles a esa complejidad y diversidad de las
prostituciones, cómo se manejan en esos ángulos que acabamos de describir
y, especialmente, qué prácticas pedagógicas han diseñado para generar una
relación de proximidad con las personas en ejercicio de prostitución y para un
acompañarlas de manera integral en su trayecto personal. Hemos empezado
esta comunicación describiendo la prostitución como una realidad poliédrica y
queremos concluir en este apartado con otra imagen, el trabajo socioeducativo
en prostitución es más parecido a una intervención polifónica, que intenta
abordar de forma armónica las diferentes necesidades, expectativas y sueños
de sus protagonistas y que, además, lo hace con un complejo y variado
sistema de dinamismos y prácticas.
* * *
Hemos presentado diferentes ópticas desde los que podemos
acercarnos a la realidad de la prostitución, cada una imprescindible para
comprender la complejidad del fenómeno, pero insuficiente si se aborda de
manera aislada. Sin embargo, no podemos olvidar que la complejidad de las
prostituciones y de todos esos dinamismos descritos, convergen siempre en
sujetos individuales. Es por ello que, nos parece imprescindible el respeto a
cada singularidad y el reconocimiento de capacidades y fortalezas. Aspectos
que se concretan en la intervención socioeducativa y que pueden observarse
en el día a día de las entidades que trabajan con mujeres en contextos de
prostitución.
II. MUJERES Y PROSTITUCIONES: ELEMENTOS PARA LA INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA
En el segundo bloque de la comunicación nos centraremos en la práctica
de la intervención socioeducativa con mujeres en contextos de prostitución. En
el apartado, Prostitución e intervención socioeducativa, destacaremos algunas
aportaciones sobre la intervención; en el apartado, Dinamismos de la
intervención socioeducativa, presentaremos algunos procedimientos y prácticas
encontradas en la investigación, y, finalmente en, Miradas y relaciones en la
intervención socioeducativa, presentaremos algunas reflexiones en torno a dos
aspectos: la mirada libre de prejuicios y la relación cara a cara.
14
2.1. Prostitución e intervención socioeducativa La intervención socioeducativa en contextos de prostitución se
caracteriza por ser rica y diversa, pero también por ser bastante desconocida.
Mucho se ha escrito desde el ángulo de las ciencias sociales, el feminismo o
las ciencias jurídicas, menos se ha hecho sobre las propuestas de intervención
social. Sin embargo, pueden encontrarse algunos trabajos que hablan de la
práctica socioeducativa en dos tipos de fuentes.
Por un lado, aquellos trabajos que son fruto de jornadas, congresos o
investigaciones de aproximación a la prostitución, en los que se introducen
aspectos de la práctica gracias a la participación de profesionales18. En los
últimos diez años se han multiplicado este tipo de jornadas en las diferentes
comunidades autónomas. Por otro lado, pueden encontrarse trabajos de
investigadores en el ámbito de la sociología, trabajo social o la pedagogía, que
se han materializado en aproximaciones teóricas al trabajo socioeducativo, en
reflexiones sobre el la intervención directa a partir de la experiencia de las
mujeres que ejercen prostitución o en miradas críticas sobre ella19.
18 Entre algunos de esos trabajos de compilación recientes, destacamos: Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo “Reapropiándonos de la ciudad nocturna. Una investigación-acción participativa realizada en Murcia con personas que ejercen la prostitución y con otros actores sociales”.pp.151-164; PERRAMÓN L. “El Lloc de la Dona Hermanas-Oblatas: Experiencias y filosofía de trabajo en contextos de prostitución”, pp.165-172, MAJUELOS, F. “Acción social e investigación etnográfica: una elección metodológica desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía”,pp.173-176, Grupo de encuentro en la Noche “Prostitución en espacios abiertos: experiencia de trabajo” todos ellos en ACIÉN, E., SOLANA, J.L. (2008) Los retos de la prostitución. Estigmatización, derechos y respeto. Granada, Comares; Destacamos también las aportaciones de las siguientes programas y asociaciones: GONZÁLEZ, M., HERRANZ, A., “Proyecto Esperanza. Atención integral a mujeres víctimas de la trata con fines de explotación” pp.111-122, GENARO, A. “Hetaira: una experiencia de lucha por los derechos de las prostitutas” pp.123-134, NIETO, R. “APRAMP: una alternativa real al ejercicio de la prostitución” pp.135-146, PORTELA, R. “Historia de un programa” pp. 147-160, todos ellos en MENESES, C. (2007) La prostitución, una realidad compleja en Documentación Social. Revista de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada, núm. 144, enero-marzo 2007, Madrid, Cáritas; Finalmente, destacamos también TORRENS, M., “L’atenció a la prostitució immigrant des d’una perspectiva sociosanitària: el repte de la intervenció integral”,pp.45-60. SOLER, M., ESPINOSA, A., “Exercici de la prostitució: línies d’actuació”, pp.61-72, SALLERES, M., PICORNELL, B., “Acollida a la dona prostituta a través de diferents programes/projectes” pp.73-80, ARREBA, M., “Prostitució al carrer: relats des de l’experiència”, pp.81-98 todos ellos en AA.VV (2003) La prostitució femenina a les Balears: aproximació sociológica, enfocament i perspectives. Palma: Lleonard Muntaner; EMAKUNDE (2002) “Líneas de intervención” en EMAKUNDE, La prostitución ejercida por mujeres en la CAPV.Vitoria, Emakunde-Instituo Vasco de la Mujer.Gobierno Vasco, pp.103-138. 19 AGUSTÍN, L. (2009) “De la caridad a la solidaridad en el terreno de los cooperantes” en AGUSTÍN, L. Sexo y Marginalidad. Madrid, Editorial Popular; BARAHONA, M.J., GARCÍA, L.M. (2004). Manual de intervención social con mujeres prostituidas. Madrid: Dirección General de atención de la Mujer. Consejería de Empleo y Mujer. Comunidad de Madrid; BALLESTER, Ll., ORTE, C., PERELLÓ, J. (2004) “Programa de apoyo socioeducativo para mujeres jóvenes dedicadas a prostitución” en Educació i Cultura, Universitat de les Illes Balears, n.16, p.105-112.; BALLESTER, Ll., ORTE, C MARTÍ, M., y
15
En ambos tipos de fuentes, encontramos aproximaciones a la
intervención de carácter abolicionista y pro-derechos, o proyectos que no se
posicionan en ninguna de las dos posturas. Aunque el posicionamiento en el
debate enmarca la finalidad de la intervención, lo primero que sorprende es que
todos los proyectos utilicen procedimientos y dinamismos parecidos -prácticas
de aproximación al medio, prácticas de prevención en materia de salud,
prácticas formativas, itinerarios personalizados, etc. Una conclusión que cabría
considerar es que el debate teórico suele ser de gran utilidad en la
fundamentación de los programas, pero los profesionales utilizan dinamismos
comunes en la práctica.
No es objeto de este trabajo realizar un trabajo de comparación entre las
diferentes aportaciones de la práctica ni tampoco entre los trabajos teóricos, no
obstante expondremos algunas consideraciones al respecto. Las primeras
reflexiones sobre la práctica socioeducativa la encontramos en los trabajos que
realizan Rodríguez P. y Lahbabi, F. (2002 y 2004) fruto de una investigación
etnográfica con mujeres marroquíes en Almería, y en las orientaciones y
criterios sobre la práctica de la acción social de Solana (2003) fruto también de
sus trabajos etnográficos.
Rodríguez y Lahbabi detectan cinco malestares de las mujeres
marroquíes que ejercen prostitución: ley de extranjería; acceso a sanidad;
carencia de redes sociales debido a condiciones de trabajo –horario, lugar,
etc.-; dificultad de acceso a otros mercados de trabajo; problemas en sus
relaciones con hijos, novios, maridos o clientes; y, estigma (Rodríguez P. y
Lahbabi, F. 2002, p.220-226; y 2004, 180-194). Una de las recomendaciones
OLIVER, J. (2006) “La prostitució femenina a Mallorca. Un programa d’actuació provisional” en AA.VV. Sexe en venda a Mallorca. La prostitució femenina a Mallorca. Palma: Lleonard Muntané amb el suport de Institut Balear de la Dona i Ajuntament de Palma; ENTRENA M.S. (2000) Perfil de las prostitutas callejeras en Granada: intervención socioeducativa con este colectivo, Granada, Edictores C.S.V.; MENESES, C (2000) “Trabajo social con prostitutas” en MARTÍNEZ, M.J. Para el trabajo social: aportaciones teóricas y prácticas. Granada, Maristain, p.449.470; MENESES, C (2006) “Actuación en el ámbito de la prostitución” en VIDAL FERNÁNDEZ, F. (coord.) (2006) Exclusión social y estado del bienestar en España. Barcelona, Icaria, p.553-560; ORTE, C., MARCH, M. “Vers un model d’intervenció socioeducativa sobre la prostitució” en Educació Social.Revista d’Intervenció Socioeducativa, num.9, maig-agost 1998, p.85-101; RODRÍGUEZ MARTÍNEZ P., LAHBABI, F. (2002) “Intervención social con mujeres migrantes: el caso de mujeres marroquíes que trabajan en la industria del sexo en Almería”, en Portularia, 2, pp. 213-230; RODRÍGUEZ, P., LAHABABI, F. (2004) “Intervención social con mujeres migrantes” en RODRÍGUEZ, P., LAHABABI, F. Migrantes y trabajadoras del sexo. León: Ediciones del Blanco, P.169-195; SOLANA, J.L. (2003) “Propuestas de acción social” en SOLANA, J. Prostitución, tráfico e inmigración de mujeres. Córdoba: Ayuntamiento de Córdoba; Área de Mujer, Juventud y Empleo, p.203-232.
16
para la práctica es lo que las autoras denominan la “regla de oro de las ONGs”:
la estrategia de los profesionales para vencer los estereotipos previos sobre la
prostitución y las miradas clásicas en intervención social que considera a las
mujeres como personas con necesidad de ser rescatadas20.
José Luis Solana (2003) destaca en entre sus propuestas directrices
generales de intervención como pueden ser políticas de igualdad, acciones de
empoderamiento y autonomía; medidas de prevención en países de origen a
través de la cooperación internacional y acciones de información y
sensibilización; medidas de mejora de las condiciones de vida del ejercicio de
la prostitución como el establecimiento de centros en zonas de alta
concentración de prostitución, mejora de las condiciones sanitarias y de
seguridad en los espacios de trabajo; fomento del asociacionismo de las
mujeres, y, si éste no es posible por el estigma asociado a la prostitución,
facilitar su vinculación en ONGs; realización de campañas de sensibilización en
los medios de comunicación; acciones facilitadoras para aquellas mujeres que
quieran salir de la prostitución y medidas específicas para víctimas de la trata;
así como medidas de concienciación a los clientes21.
Una de las primeras aportaciones teóricas sobre intervención
socioeducativa, la encontramos en los trabajos de Barahona y García (2004).
Se trata de un programa de intervención orientado al cambio laboral y
conductual de las mujeres que ejercen prostitución22. El modelo de inscribe en
una concepción abolicionista que entiende la prostitución como violencia de
género y esclavitud sexual, y quizá por ello toda la intervención se plantea
sobre un modelo de etapas: precontemplación, contemplación, preparación,
acción, mantenimiento y recaída, orientado al abandono de la prostitución
(Barahona y García, 2004, p.59-65). El tratamiento educativo es más parecido
a los programas de desintoxicación de sustancias, dirigido al refuerzo y cambio
conductual. La propuesta de modelo, fundamentada teorías psicológicas de
20 RODRÍGUEZ MARTÍNEZ P., LAHBABI, F. (2002) “Intervención social con mujeres migrantes: el caso de mujeres marroquíes que trabajan en la industria del sexo en Almería”, en Portularia, 2, pp. 213-230; RODRÍGUEZ, P., LAHABABI, F. (2004) “Intervención social con mujeres migrantes” en RODRÍGUEZ, P., LAHABABI, F. Migrantes y trabajadoras del sexo. León: Ediciones del Blanco, P.169-195; 21 SOLANA, J.L. (2003) “Propuestas de acción social” en SOLANA, J. Prostitución, tráfico e inmigración de mujeres. Córdoba: Ayuntamiento de Córdoba; Área de Mujer, Juventud y Empleo, p.203-232. 22 BARAHONA, M.J., GARCÍA, L.M. (2004). Manual de intervención social con mujeres prostituidas.
17
cambio o transteórica (Rochaska, J. y DiClemente, C., 1984) nos parece poco
acertada como modelo de intervención socioeducativa, ya que se dirige a una
sola opción: el abandono del trabajo sexual, dibujando una imagen de la mujer
como dependiente y no como agente autónomo de sus propia historia. Sin
embargo, nos parecen destacables las orientaciones y principios dirigidos a los
profesionales como la individualización, la aceptación o la actitud exenta de
prejuicios para el trabajo con las mujeres.
Carmen Meneses (2000 y 2006) realiza una aproximación a la
intervención socioeducativa desde el área del trabajo social. Después realizar
un trabajo de análisis de la prostitución, la autora realiza una aproximación a la
práctica desde el programa específico de Cáritas-Madrid23, en la que destaca
tres niveles de intervención: el encuentro personal en el medio, donde destaca
la importancia de la empatía y respeto para establecer un vínculo con las
mujeres y el profesional; la atención y seguimiento personalizado, donde se
realiza la recogida de la historia social y el análisis de las demandas fuera del
medio de trabajo de la mujer, para favorecer así una mayor calidad y privacidad
en el servicio; y, la derivación y utilización de los recursos existentes, donde,
dependiendo de cada caso, se orienta a recursos de acogida, talleres
ocupacionales, de producción, etc.
Después de una primera aproximación a criterios y principios sobre la
intervención socioeducativa (Orte y March, 1998), cabe destacar el programa
de intervención desarrollado por Ballester, Orte y Perelló (2004) y basado en
técnicas de afrontamiento, reducción del daño y preparación para situaciones
de cambio (Weinstein, 1988)24. El programa apunta mejorar las condiciones de
vida de las mujeres en ejercicio de prostitución: reducir riesgos, fomentar
hábitos de autocuidado y disminuir el estrés. Estructurado en tres fases:
introductoria, consolidación inicial del grupo y consolidación final del grupo, el
23 MENESES, C (2000) “Trabajo social con prostitutas” en MARTÍNEZ, M.J. Para el trabajo social: aportaciones teóricas y prácticas. Granada, Maristain, p.449.470; MENESES, C (2006) “Actuación en el ámbito de la prostitución” en VIDAL FERNÁNDEZ, F. (coord.) (2006) Exclusión social y estado del bienestar en España. Barcelona, Icaria, p.553-560 24 BALLESTER, Ll., ORTE, C., PERELLÓ, J. (2004) “Programa de apoyo socioeducativo para mujeres jóvenes dedicadas a prostitución” en Educació i Cultura, Universitat de les Illes Balears, n.16, p.105-112.; BALLESTER, Ll., ORTE, C MARTÍ, M., y OLIVER, J. (2006) “La prostitució femenina a Mallorca. Un programa d’actuació provisional” en AA.VV. Sexe en venda a Mallorca. La prostitució femenina a Mallorca. Palma: Lleonard Muntané amb el suport de Institut Balear de la Dona i Ajuntament de Palma; ORTE, C., MARCH, M. “Vers un model d’intervenció socioeducativa sobre la prostitució” en Educació Social.Revista d’Intervenció Socioeducativa, num.9, maig-agost 1998, p.85-101;
18
programa plantea talleres y sesiones grupales donde trabajar temas como la
vivencia de la actividad sexual, enfermedades de transmisión sexual, las
interrelaciones entre las participantes, las necesidades y recursos sociales de
la zona, relaciones familiares y otras demandas de las mujeres. Creemos que
una de las ventajas del programa es que plantea acciones grupales que
permiten crear espacios de encuentro y relación interpersonal entre mujeres.
Orientado al conocimiento del entorno, permite el acceso a recursos sociales y
dota de herramientas para que las mujeres lideren esos procesos. Cabe
destacar algunas de sus orientaciones para el trabajo con las mujeres:
favorecer la autonomía, evitar el paternalismo y el clientelismo, respetar la
diversidad de realidades: prostitución voluntaria, prostitución marginal, trata,
etc.
2.2. Dinamismos de la intervención socioeducativa
A continuación presentaremos algunas reflexiones en torno las
procedimientos y prácticas de la intervención socioeducativa que han surgido
de la investigación “Mujer, inmigración y prostitución: claves para la
intervención socioeducativa”.
El trabajo tiene tres grandes objetivos, a) descubrir las necesidades y
expectativas sociales y educativas de las mujeres inmigrantes que se dedican a
la prostitución, y qué entornos y dispositivos socioeducativos son los más
adecuados para atender a dichas necesidades; b) analizar los diferentes
modelos de intervención social y educativa que los profesionales ponen en
práctica y gestionar el conocimiento existente; c) examinar los factores que
propician la inclusión en las redes sociales de la comunidad de las mujeres
migrantes que ejercen la prostitución; y para desarrollarlos nos centramos en
una metodología cualitativa de carácter etnográfico.
La reflexión que aquí presentamos es una primera aproximación a los
dinamismos y prácticas de la intervención que tanto profesionales como
mujeres atendidas han valorado como herramientas de éxito. Para realizarla
nos hemos centrado en parte del material recogido en la investigación,
19
concretamente en cinco entrevistas realizadas a profesionales y cuatro grupos
de discusión –dos de ellos con mujeres y dos de ellos con profesionales25.
Adelantamos al inicio de la comunicación que una de las características
de la intervención socioeducativa en contextos de prostitución es la diversidad
y la complejidad. En primer lugar, existe una gran diversidad de entidades que
trabajan en contextos de prostitución, con una amplia heterogeneidad de
finalidades: prevención en el ámbito sanitario, la atención social, la formación o
el acompañamiento. Lo que supone una interesante red de entidades que -en
conjunto- cubren un amplio abanico de necesidades de las mujeres. Uno de los
posibles problemas de un número elevado de servicios en un territorio puede
ser la falta de coordinación, pero debido a la complejidad del fenómeno y la
necesidad de las entidades de adaptarse a ella, hemos podido comprobar que
cada vez se desarrollan mayores grados de trabajo en red.
En segundo lugar, encontramos una amplia diversidad en los ámbitos y
niveles de trabajo profesional. En principio, se dibujan dos amplios terrenos
profesionales, por un lado, el trabajo político o institucional, que supone tanto la
relación y coordinación con otras entidades y administraciones como el trabajo
de incidencia social y política. Por otro lado, el trabajo de intervención directa
con las mujeres, que se produce en tres niveles diferentes26:
- Intervención de proximidad en medio abierto. Nos referimos al trabajo
socioeducativo que se realiza tanto en calles y plazas de las
ciudades, como en las carreteras comarcales y secundarias. Se trata
de la intervención en el propio medio de trabajo, en el que la entidad
opta por ofrecer sus servicios fuera de la institución. Entre otras
25 Hemos realizado nueve entrevistas en total, pero para presentar esta reflexión nos hemos centrado en las entrevistas realizadas a diferentes profesionales de las siguientes entidades: Projecte Carretera de Calella, orientado al trabajo socio sanitario en carreteras y clubs de la zona del Maresme y Girona; ABITS-Ajuntament de Barcelona, orientado al trabajo orientación a las mujeres que trabajan en calle en zonas urbanas; Genera, asociación por los derechos de las mujeres, con especial incidencia de las trabajadoras sexuales; Surt, Fundación orientada a la formación y a la inserción socio laboral; El Lloc de la dona-Oblatas, orientado a la atención y orientación de mujeres en ejercicio de prostitución. Realizamos un primer encuentro de profesionales en noviembre de 2009 y un segundo en julio de 2010. Realizamos un primer grupo de discusión con mujeres en ejercicio en prostitución vinculadas a la entidad Surt en diciembre 2009 y un segundo grupo con mujeres vinculadas a la entidad Sicar car, en abril de 2010. 26 Si bien todas las entidades destacan esos dos terrenos: político-institucional y intervención directa, no todas las entidades trabajan en los tres niveles descritos: intervención de proximidad en medio abierto, intervención de proximidad en medio cerrado, e intervención integral en las instituciones. Se dan casos en que un número de entidades cubren la intervención en proximidad y derivan u orientan a las personas a otras entidades para el acompañamiento integral.
20
cosas requiere un trabajo de acercamiento, proximidad y constancia
en las salidas.
- Intervención de proximidad en medio cerrado: Se trata del trabajo de
que las entidades realizan en zonas de trabajo cerradas, como los
clubes y los pisos de trabajo, que además de estrategias similares a
las anteriores, requieren otras como la demanda y gestión del acceso
a los espacios, la negociación con otros agentes –dueños, mamis,
etc- y el diseño de acciones que se consideran útiles en estos
espacios: talleres, grupos, etc.
- Intervención integral en las instituciones. Nos referimos a la
intervención socioeducativa que se realiza en el seno de las
entidades y que supone un amplio abanico de actividades como
planes de trabajo individual; asesoría, seguimiento y
acompañamiento; itinerarios de inserción sociolaboral; talleres y
cursos específicos; grupos de encuentro entre mujeres, etc.
Finalmente, encontramos diversidad en el tipo de procedimientos y
prácticas que los profesionales ponen en marcha en su práctica cotidiana.
Algunas de ellas se dan los tres niveles de intervención que acabamos de
describir, otras son más específicas de un solo nivel. En ese sentido,
podríamos destacar algunos de ellos:
Intervención de proximidad
Medio abierto o cerrado Intervención integral
Entidad Observación y trabajo de campo: (recogida información) Contacto y establecimiento de la relación Prevención: reparto material preventivo y salud sexual Primer diagnóstico y recogida de demandas Acompañamiento y seguimiento Orientación Otras prácticas
Entrevistas iniciales o de acogida: recogida de datos, de la historia y de las demandas-necesidades Plan de trabajo individualizado o itinerario personal: objetivos, proceso y evaluación conjunta con la mujer. Gestión de caso Acciones concretas: empadronamiento, tarjeta, consulta, etc.; búsqueda de recursos, derivación a otros servicios, etc.; entrevistas; etc. Acompañamiento y seguimiento Valoración (individual y en equipo) Otras prácticas
Aunque el trabajo socioeducativo se concreta en procedimientos y
prácticas a menudo ejecutadas por un solo profesional y centradas en la
atención y seguimiento individual, también se dibujan otro tipo de actividades
de carácter grupal. Las realizadas por el equipo de profesionales, y las que se
21
dirigen a la gestión de grupos de mujeres. En ese sentido destacamos algunas
de ellas:
Trabajo en equipo Gestión de actividades grupales
Coordinación de líneas y áreas de trabajo Valoración-reflexión de la intervención individual Diseño de estrategias colectivas e individuales de la institución Supervisión de equipo Tematización, reflexión y análisis de temas de interés: prejuicios, movimientos migratorios, género, etc. Coordinación con otras entidades Denuncia social de la situación de las mujeres Otras
Cursos de larga duración elaborados por programas Clases o sesiones informativas especiales Talleres breves o puntuales elaborados por programas Espacios informales: fiestas, excursiones y actividades de ocio Otras
2.3. Miradas y relaciones en la intervención socioeducativa
Finalmente, nos acercaremos a dos dinamismos que atraviesan todas
las prácticas socioeducativas, la mirada libre de prejuicios y la relación
interpersonal. Dos elementos a veces imperceptibles pero muy presentes en el
trabajo socioeducativo, que mucho tienen que ver con la actitud del profesional
de la intervención y que son altamente valorados por las personas atendidas.
Como explicamos al inicio, uno de los problemas de la prostitución
ejercida por mujeres es el estigma social que la acompaña. Una de las
estrategias posibles que creemos puede hacerle frente es una mirada de
respeto y reconocimiento a la persona. Es por ello que creemos que tanto la
actitud de los profesionales de la intervención como las relaciones que
establecen -en el medio de trabajo de las mujeres y en el seno de las
entidades- son herramientas pedagógicas que permiten valorar las
capacidades y fortalezas de cada mujer. Estamos pues ante instrumentos de
reconocimiento que se concretan en la relación y que se producen por medio
de los innumerables contactos cara a cara que se dan entre profesional y
persona atendida.
Con el término mirada libre de prejuicios nos referimos a la actitud de
respeto y al esfuerzo de los profesionales por trabajar sus propios prejuicios
tanto en relación a la prostitución como a la situación de las mujeres que la
ejercen. El contacto cara a cara entre mujeres y profesionales, y la relación de
proximidad que se establece en el trabajo de intervención directa permite
acercar posturas, conocerse y reconocerse, vencer miedos y estereotipos, y
22
establecer las bases para un trabajo socioeducativo posterior. Sin embargo,
esta tarea de análisis y reflexión de la propia práctica no as algo que sucede al
azar, sino que es una estrategia común e intencional en muchos de los
proyectos y en la práctica profesional de las entrevistadas. Siguiendo a Rogers
(2002) la empatía, la confianza y la autenticidad del educador al establecer
relaciones con las personas con las que trabaja son condiciones
indispensables en trabajo educativo. Parece pues que en contextos de
prostitución éstas premisas suelen están presentes bien en el trabajo individual,
bien en los espacios de supervisión de equipo, donde se tematiza sobre los
prejuicios y cómo éstos afectan en la intervención. No es casualidad que
algunos proyectos hayan incorporado esta actitud como finalidad o valor que
define su intervención.
Esta actitud que hemos denominado mirada libre de prejuicios es un
dinamismo difícil de explicar por parte de los profesionales y complejo de
sistematizar en la práctica, sin embargo, estamos ante un elemento envolvente
que se respira en el clima de los equipos de trabajo. Las mujeres en situación
de prostitución reconocen esa actitud cuando se refieren a los profesionales en
términos como “nos ofrecen calor humano”, “respetan las decisiones de cada
mujer”, “no nos juzgan”, “nos ven como personas normales”27.
Creemos quizá una posible respuesta a esta actitud compartida por los
técnicos de la intervención directa tiene que ver con el activismo y la
implicación de los profesionales. En la investigación hemos encontrado
numerosos profesionales en contextos de prostitución –algunos del ámbito
social y otros con otras carreras profesionales- que trabajan desde el
compromiso activo con la persona, con la perspectiva de género o con los
derechos humanos. Una mirada al trabajo y la pedagogía social que se aleja
del paternalismo, la victimización y la indiferencia.
Con el término relación interpersonal nos referimos a un dinamismo
pedagógico de relevancia, el encuentro cara a cara entre el profesional y la
persona en contextos de prostitución. Un elemento omnipresente en el trabajo
27 Algunas de estas expresiones se han extraído de los grupos de discusión con mujeres que se han realizado en Surt y en Sicar cat. Todos ellos se presentaron en el segundo encuentro de profesionales realizado en julio de 2010.
23
socioeducativo, una partícula de la intervención que atraviesa y dota de
contenido a cualquiera de las prácticas y procedimientos arriba citados.
En otros trabajos de análisis de la relación interpersonal en contextos
educativos hemos abordado los encuentros cara a cara entre el profesional
educativo y la persona atendida, como una experiencia que implica
globalmente ambos participantes en una acción conjunta y que permite
establecer un vínculo de afecto y reconocimiento28. En definitiva, creemos que
la relación interpersonal, también en contextos de prostitución, es una
herramienta transversal que tiene efectos en el desarrollo de la identidad y la
imagen personal. El encuentro cara a cara no deja indiferentes a ninguno de
sus participantes –profesionales o mujeres en ejercicio de prostitución-, es
más, creemos que se trata de una acción dialógica y emocional que transforma
a ambos. El vínculo y la confianza necesarios para la intervención se gestan en
la relación cara a cara.
La relación interpersonal es también el espacio del conflicto y de la
exigencia, donde se produce la negociación y salen a la luz conductas de
riesgo que pueden suponer una dificultad a largo plazo. Este es sin duda uno
de los aspectos más difíciles de la intervención. Y de nuevo, es por medio del
encuentro cara a cara entre el profesional y la persona donde se analizan y
valoran estrategias, se ponen en cuestión algunas de ellas o se refuerzan
conductas positivas, siempre respetando las decisiones de cada mujer.
Creemos que es por esta razón que muchos profesionales se refieren al
cara a cara como relación de acompañamiento. Una relación de ayuda que
requiere tiempo para generar un vínculo, que produce momentos de bienestar y
reconocimiento entre mujeres, y donde también se gestiona el conflicto y se
generan interrogantes que son un estímulo para el progreso personal. La
finalidad del profesional en la relación cara a cara no es advertir, ni aleccionar,
ni convencer a las personas en situación de prostitución, sino acoger y
acompañar cada proceso desde la singularidad.
La relación interpersonal es pues un espacio de escucha y compromiso,
y también de respeto y reconocimiento. Entre algunas de las tareas y funciones
que los educadores y trabajadores sociales entrevistados realizan en la
28 GIJÓN, M. (2004) Encuentros cara a cara. Valores y relaciones interpersonales en la escuela. Barcelona, Graó, pp.41-53.
24
relación cara a cara destacan aspectos como: escucha activa; informar,
orientar o asesorar; rescatar recursos personales de las mujeres; ayudar a la
toma de conciencia de la mujer; reconocer y valorar a cada mujer. Las mujeres
en situación de prostitución valoran la relación y los procesos realizados en las
diferentes entidades en términos como “están cerca”, “me ayudan a aprender
cosas nuevas”, “no tengo tanto miedo”, “soy capaz de hacer cosas por mi
misma”, “nos tratan como personas”, “tengo una fuerza que antes no tenía”29.
Podríamos definir el encuentro cara a cara en la intervención
socioeducativa en contextos de prostitución como un dinamismo educativo que
permite a los participantes: construir lazos y sentimientos de afecto orientados
al bienestar personal; abrir y gestionar interrogantes vitales orientados a
procesos de reflexividad y autoconocimiento. Pero no solo es una dinamismo
educativo, creemos que la relación cara a cara es un dinamismo micro ético
que contribuye, en contextos altamente etiquetados como es la prostitución, a
experimentar una primera forma de reconocimiento y valoración singular en la
vida cotidiana.
BIBLIOGRAFÍA AA.VV. (2003) La prostitució femenina a les Balears: aproximació sociológica, enfocament i perspectives. Palma: Lleonard Muntaner; AA.VV. (2006) Sexe en venda a Mallorca. La prostitució femenina a Mallorca. Palma: Lleonard Muntané amb el suport de Institut Balear de la Dona i Ajuntament de Palma ACIÉN, E., SOLANA, J.L. (2008) Los retos de la prostitución. Estigmatización, derechos y respeto. Granada, Comares; AGUSTÍN, L. (2004) Trabajar en la industria del sexo y otros tópicos migratorios. San Sebastián, Gakpa liburuak. AGUSTÍN, L. (2009) Sexo y Marginalidad. Madrid, Editorial Popular; ARELLA, C.; FERNÁNDEZ, C.; NICOLÁS, G.; VARTABEDIAN, J. (2007). Los pasos (in)visibles de la prostitución. Estigma, persecución y vulneración de derechos de las trabajadoras sexuales en Barcelona. Barcelona: Virus. BALLESTER, Ll., ORTE, C., PERELLÓ, J. (2004) “Programa de apoyo socioeducativo para mujeres jóvenes dedicadas a prostitución” en Educació i Cultura, Universitat de les Illes Balears, n.16, p.105-112.
29 Algunas de estas expresiones se han extraído de los grupos de discusión con mujeres que se han realizado en Surt y en Sicar cat. Todos ellos se presentaron en el segundo encuentro de profesionales realizado en julio de 2010.
25
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