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FACULTAD DE FARMACIA
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
TRABAJO FIN DE GRADO
TÍTULO: “Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-
3 y Trastornos Depresivos”
Autor: Elena Gómez Róspide
Tutor: Lourdes Pérez-Olleros Conde
Convocatoria: Julio 2017
ÍNDICE
1. Resumen ........................................................................................................................................... 1
2. Abstract ............................................................................................................................................ 1
3. Introducción y antecedentes ............................................................................................................. 2
3.1. Ácidos grasos poliinsaturados ................................................................................................... 2
3.2. Depresión .................................................................................................................................. 4
3.2.1. Fisiopatología de la depresión ......................................................................................... 5
4. Objetivo ............................................................................................................................................ 5
5. Método ............................................................................................................................................. 5
6. Resultados y discusión ..................................................................................................................... 6
6.1. Posible relación entre los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y la depresión .................... 6
6.1.1. Relación con las enfermedades cardiovasculares (ECV) ................................................ 7
6.2. Estudios y resultados sobre la eficacia de los suplementos de ácidos grasos omega-3 de
cadena larga en diferentes trastornos depresivos ....................................................................... 8
7. Conclusiones .................................................................................................................................. 13
8. Bibliografía .................................................................................................................................... 14
Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos 1
1. RESUMEN
Introducción. Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) omega-3 se han considerado de gran
interés para la salud humana debido a su potencial acción antiinflamatoria que puede proteger de
una serie de enfermedades crónicas degenerativas con una patogénesis inflamatoria.
Objetivo. Basándose en las funciones bioquímicas de los AGPI omega-3, este trabajo
señalará los posibles mecanismos a través de los cuales la deficiencia de ácidos grasos omega-3
podría guardar relación con la fisiopatología de la depresión. Finalmente, basándose en ensayos
clínicos, se analizará si la suplementación de AGPI omega-3 podría tener un efecto beneficioso en
el tratamiento de la depresión.
Método. Para la realización de esta revisión bibliográfica se han empleado, entre otras, las
bases de datos Pubmed, Google Académico, ScienceDirect y SciELO. La búsqueda bibliográfica se
limitó al periodo comprendido desde enero de 2007 hasta la fecha.
Resultados. Los doce ensayos clínicos consultados que analizaron el posible efecto positivo
de los ácidos grasos omega-3 en la depresión mostraron resultados contradictorios.
Conclusiones. Los resultados sugieren que el desarrollo de depresión dependen también de
otros factores, como la calidad general de la dieta y el entorno social. Se necesitarán, por lo tanto,
futuras investigaciones para esclarecer esta cuestión. En consecuencia, los suplementos con omega-
3 no pueden ser recomendados hoy en día, sino que deberá valorarse su uso individualmente.
Palabras clave. Ácidos grasos omega-3, ácido eicosapentaenoico (EPA), ácido
docosahexaenoico (DHA), depresión, suplementación.
2. ABSTRACT
Introduction. The omega-3 polyunsaturated fatty acids (PUFA) have always been of great
interest for humans´ health, as potent anti-inflammatory protection mechanism against a series of
chronic degenerative diseases with inflammatory pathogenesis.
Objective. Based on the biochemical functions of omega-3 PUFA, this paper aims at pointing
out as possible mechanisms through which a decreased levels of omega-3 can be involved in the
pathophysiology of depression. Finally, based on clinical trials, the potential positive effect on the
depression treatment of the supplementation with omega-3 PUFA will be, accordingly, analyzed.
Method. The following data bases have been consulted to develop this bibliographic review:
Pubmed, Google Scholar, ScienceDirect and SciELO. The bibliography researches have been
performed from the period January 2007 to present.
2 Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos
Results. The twelve clinical trials achieved that analyzed the relation between the omega-3
PUFAs and the depression showed contradictory results.
Conclusions. The results suggest that the expression of the depression disorder could be
conditioned by other factors, such as the overall quality of the diet and the social environment.
Further investigations will be therefore needed to clarify this point. Consequently, supplementation
with omega-3 fatty acids cannot be recommended at present, but its usage should be assessed
individually.
Key words. Omega-3 polyunsaturated fatty acids, eicosapentaenoic acid (EPA),
docosahexaenoic acid (DHA), depression, supplementation.
3. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES
3.1. Ácidos grasos poliinsaturados
Los ácidos grasos (AG) omega-3 y omega-6 son ácidos grasos poliinsaturados esenciales, los
cuales no pueden ser sintetizados por el cuerpo humano debido a que carece del sistema enzimático
necesario para sintetizarlos y, por lo tanto, deben ser aportados por la dieta1, 2
.
La diferencia entre los AGPI omega-3 y omega-6 está en la localización del primer doble
enlace a partir del grupo metilo terminal (ω) de la molécula1. El primer representante de los AG ω-3
es el ácido α-linolénico o ALA (C18:3), que por acción de las enzimas desaturasas y elongasas se
transforma en ácido eicosapentaenoico o EPA (C20:5) y éste, a su vez, en ácido docosahexaenoico
o DHA (C18:3). En cuanto a la familia ω-6, su principal representante es el ácido linoleico o LA
(C18:2), junto con uno de sus derivados más importantes, el ácido araquidónico o AA (C20:4)2.
Cabe señalar la competencia existente entre la conversión del ácido α-linolénico en EPA y la
conversión del ácido linoleico en ácido araquidónico ya que ambos emplean las mismas enzimas3
Figura 2. Ácido α-linolénico
Figura 1. Ácido linoleico
Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos 3
(Ver Figura 3). A este respecto, tanto la desaturasa ∆-5 como la ∆-6 tienen mayor afinidad por los
derivados omega-3 que por los derivados omega-6, es decir, el sustrato preferido por estas enzimas
es el ácido α-linolénico1, 3
. Sin embargo, se ha comprobado que el ácido linoleico es mucho más
frecuente en la mayoría de las dietas, por lo que el metabolismo de los ácidos grasos ω-6 es
cuantitativamente más importante3.
Los AGPI omega-3 son componentes esenciales de los fosfolípidos de las membranas de
tejidos como el cerebro, la retina y las membranas sinápticas, y están implicados en su estructura
dinámica, cambiando su permeabilidad y fluidez4. Por ejemplo, el DHA colabora en la función
sináptica, por lo que un bajo contenido en las membranas neuronales contribuye a un descenso de la
transmisión de impulsos nerviosos5.
Además, a partir de AA, EPA y DHA se obtienen compuestos como prostaglandinas (PGs),
leucotrienos (LTs), tromboxanos (TXs), lipoxinas (LXS), resolvinas (RVs), neuroprotectinas (NPD)
o maresinas (Mar), entre otros6. Estos compuestos ejercen importantes acciones en el metabolismo
celular y presentan distintas acciones fisiológicas
2, 6. Los derivados de AA son proinflamatorios
(PG2, LT4), mientras que los derivados de EPA y DHA generalmente presentan efectos
Figura 3. Metabolización de los ácidos grasos poliinsaturados ω-6 y ω-3 (Modificada de Valenzuela et al., 20112).
22:
4
24:
4
24:
5
Ácido docosapentaenoico 22:5
Elongasa
22:
5
24:
5
24:
6
Ácido docosahexaenoico 22:6
Elongasa
Δ6 Desaturasa
β-Oxidación
Ácidos grasos ω-6
Ácido linoleico 18:2
18:
3
20:
3
Ácido araquidónico 20:4
Δ6 Desaturasa
Ácidos grasos ω-3
Ácido α-linolénico 18:3
18:
4
20:
4
Ácido eicosapentaenoico 20:5
Elongasa
Δ5 Desaturasa
4 Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos
antiinflamatorios (resolvinas, protectinas, lipoxinas), los cuales permiten la resolución de la
inflamación o son protectores del tejido neural3, 6
.
En cuanto a la obtención de los AGPI, las principales fuentes dietéticas de ALA son los
aceites de soja, linaza o canola, así como las semillas de lino, la soja, las nueces y las hortalizas de
hoja verde, mientras que el ácido linoleico se obtiene principalmente de los aceites de girasol,
cártamo, soja y maíz. Asimismo, los ácidos grasos omega-3 de cadena larga ya preformados, es
decir EPA y DHA, se pueden obtener a partir de pescado graso como el salmón, la sardina, la
caballa, la trucha o el atún, así como por medio de suplementos de aceite de pescado o de derivados
de algas7.
3.2. Depresión
La depresión es un trastorno mental complejo y multifactorial que incluye síntomas como
tristeza, pérdida de interés en las actividades, disminución de la energía, irritabilidad o culpabilidad,
entre otras manifestaciones6. Se estima que la depresión afecta a 350 millones de personas,
presentando una alta morbilidad y mortalidad, además de estar asociada con una reducción
sustancial en la calidad de vida, por lo que constituye una de las principales causas de discapacidad
en todo el mundo1, 8
.
En las últimas décadas, ha habido un aumento importante en la prevalencia de la depresión en
los países occidentales que ha ido acompañado de cambios fundamentales en los hábitos
alimentarios8. Durante los últimos 150 años, las sociedades industrializadas han modificado
drásticamente la alimentación, lo que ha supuesto que la dieta actual se caracterice por un
incremento del aporte de energía y un descenso del gasto energético, a la par que por un aumento de
grasas saturadas, ácidos grasos omega-6 y ácidos grasos trans, acompañado de un descenso del
aporte de ácidos grasos omega-38,9
. Como resultado de estos cambios, los seres humanos hoy en día
viven en un ambiente nutricional no adecuado para su constitución genética10
.
Se ha estimado que la dieta occidental moderna presenta una proporción ω-6:ω-3 de 15-20:1,
en contraste con la dieta de nuestros antepasados que se estima que tenía una relación de 1:1, por lo
que se piensa que este aumento en la proporción de AGPI ω-6/ω-3 es el causante de la patogénesis
de muchas enfermedades inflamatorias, incluyendo los trastornos depresivos8, 11
.
Las estrategias terapéuticas actuales para la depresión generalmente están enfocadas a las vías
fisiológicas y psicológicas de la enfermedad, descuidando el importante papel del estilo de vida.
Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos 5
Hoy en día es bien sabido que la dieta y nutrición del paciente tienen un importante papel en el
riesgo y patogénesis de la depresión12
.
3.2.1. Fisiopatología de la depresión
A pesar de la alta prevalencia de la depresión, los mecanismos fisiopatológicos exactos
involucrados en esta enfermedad no han sido aclarados todavía, aunque existen varias hipótesis que
explican su patogénesis. Una de ellas es la llamada hipótesis monoaminérgica, la cual subraya que
la depresión es causada por una alteración en las aminas neurotransmisoras tales como la
serotonina, noradrenalina y dopamina en el cerebro1. Esta hipótesis ha sentado las bases del
tratamiento de la depresión, aunque tiene sus debilidades, ya que no puede proporcionar una
explicación exhaustiva de los mecanismos fisiopatológicos: desconoce la razón por la que el efecto
de los antidepresivos es gradual y se observa por primera vez después de meses de tratamiento, a
pesar de un aumento casi instantáneo de la cantidad de neurotransmisor. Asimismo, también se
desconoce por qué un efecto terapéutico completo está ausente en hasta el 50% de los pacientes
tratados1, 8
.
Por otra parte, la depresión se ha asociado con la producción excesiva de citoquinas
proinflamatorias, como la interleucina-1β (IL-1β) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), que
pueden disminuir la disponibilidad de precursores de neurotransmisores como el triptófano4.
4. OBJETIVO
El objetivo de este trabajo es realizar una revisión bibliográfica con la cual se pueda conocer
la posible relación de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3, fundamentalmente EPA y DHA,
sobre la etiología y fisiopatología de la depresión, así como conocer las evidencias científicas
actuales sobre el uso de suplementos de ácidos grasos omega-3 en patologías que cursan con
síntomas depresivos.
5. MÉTODO
Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica de los artículos y estudios publicados
principalmente en la base de datos PubMed (NCBI), utilizando los siguientes términos: “omega-3
fatty acids”, ‘‘polyunsaturated fatty acids’’, “EPA”, “DHA”, “supplement”, “fish oil” y
combinándolos con los términos “depression” o “depressive disorder”, para identificar los artículos
6 Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos
de mayor interés, limitándose a aquellas referencias publicadas entre 2007 y 2017. También se han
consultado otras bases de datos como ScienceDirect, SciELO y Google Académico. La búsqueda
se realizó en castellano y en inglés, siendo mucho más relevante la información obtenida en este
segundo idioma.
6. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
6.1. Posible relación entre los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y la depresión
Algunos estudios, pero no todos, han observado una relación inversa entre los niveles
sanguíneos de EPA y DHA o una relación positiva entre la proporción AA/EPA y la gravedad de
los síntomas de la depresión.
Por un lado, existe evidencia de que pacientes deprimidos presentan una disminución de
ácidos grasos omega-3 y, de forma concordante, se observa un aumento de los ácidos grasos
omega-6 tanto en las membranas celulares como libres en el plasma1,2
. Esta asociación se ha
investigado en las membranas plasmáticas de los eritrocitos y se ha encontrado que los pacientes
con síntomas depresivos muestran una disminución significativa de omega-3 y una relación
AA/EPA mayor, lo cual está asociado con la severidad de la enfermedad2.
De esta forma, se identificó la deficiencia de ácidos grasos omega-3 de cadena larga (EPA y
DHA) como un factor que contribuye a la aparición de trastornos depresivos, en parte debido al
aumento de la respuesta proinflamatoria, representando un factor de riesgo modificable para esta
patología. Es decir, que estos omega-3 estarían implicados en la fisiopatología y etiología de la
depresión, lo que ofrecería un enfoque terapéutico potencial7, 12
.
Se piensa que los efectos positivos de los omega-3 en la depresión podrían depender de su
contenido fisiológico abundante en el sistema nervioso y de su participación en la neurogénesis y
neuroplasticidad. Además, su propiedad antiinflamatoria contrarrestaría el proceso inflamatorio que
ocurre en la depresión13
.
En los pacientes depresivos se observó una mayor producción de citoquinas proinflamatorias
derivadas del ácido araquidónico tales como IL-1β, IL-6, IL-12, TNF-α. La administración de AG
omega-3 causó una disminución de la producción de TNF-α, IL-1β e IL-6, pero no en todos los
estudios14, 15
.
Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos 7
En cambio, otros estudios no han encontrado evidencia sobre una relación positiva
significativa entre una proporción baja de omega-3 y alta de omega-6 y la depresión16, 17
.
Para conocer esta relación, estudios clínicos han analizado los efectos de los suplementos de
AGPI ω-3 en pacientes con diferentes trastornos psiquiátricos (Ver apartado 6.2.)18-29
.
En pacientes sanos la suplementación durante 12 semanas con una dosis de hasta 3,6
gramos/día de aceite de linaza, una fuente rica en ALA, produjo un aumento moderado de EPA en
los eritrocitos aunque no produjo un incremento significativo en los niveles de DHA30
. Esta
limitación se debe en parte a los altos niveles de ácido linoleico en la dieta que compiten con los del
ácido α-linolénico y a que, en adultos sanos, la biosíntesis de EPA a partir de ALA está muy
limitada y la biosíntesis de DHA a partir de EPA es prácticamente despreciable7,31
. Pero, a
diferencia del aceite de linaza, la suplementación con aceite de pescado sí aumentó de forma
significativa los niveles de EPA y DHA en los eritrocitos32
. Por ello, la mayor parte de los estudios
diseñados para analizar la eficacia de los omega-3 en los trastornos depresivos utilizan suplementos
de aceite de pescado ricos en EPA y DHA.
Varios meta-análisis de ensayos clínicos encontraron que los suplementos que contenían
mayores proporciones de EPA eran más efectivos que aquellos que contenían mayores cantidades
de DHA17, 33, 34
.
6.1.1. Relación con las enfermedades cardiovasculares (ECV)
Además, diferentes estudios han sugerido una asociación entre la depresión y las
enfermedades cardiovasculares35, 36, 37
. Ambas enfermedades son actualmente las dos causas más
comunes de discapacidad en los países de ingresos altos y, aunque la manifestación de éstas es
diferente, su relación es bidireccional. Es decir, se ha observado que la depresión es un factor de
riesgo significativo para la aparición de eventos cardiacos y puede aumentar su gravedad en
pacientes con enfermedad cardiovascular establecida. Asimismo, las ECV pueden inducir
depresión. En este sentido, varios estudios han encontrado un aumento de la incidencia de depresión
después de un evento de accidente cerebrovascular38
.
Esto parece ser debido a que algunos trastornos psiquiátricos, como es el caso de la depresión,
podrían compartir ciertos mecanismos fisiopatológicos con las ECV: aumento de la producción de
citoquinas proinflamatorias, disfunción endotelial y elevación de los niveles plasmáticos de
homocisteína13
.
8 Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos
Se ha demostrado que tanto el EPA como el DHA son efectivos en la prevención de ECV
debido a sus efectos antiinflamatorio y cardioprotector. Por ello, se han propuesto nuevas
indicaciones terapéuticas de estos AGPI omega-3, por ejemplo para el tratamiento de ciertas formas
de enfermedad mental, incluyendo los trastornos depresivos13
.
6.2. Estudios y resultados sobre la eficacia de los suplementos de ácidos grasos omega-3
de cadena larga en diferentes trastornos depresivos
Jazayeri and col. (2008)18
compararon la administración de 1g/día de EPA con fluoxetina (20
mg/día) en 60 pacientes con trastornos depresivo mayor (TDM), de entre 20 y 59 años, durante 8
semanas. Los resultados mostraron que una baja dosis de EPA puede tener efectos terapéuticos
similares a la fluoxetina18
.
Su et al. (2008)19
, realizaron un estudio sobre 36 mujeres embarazadas, de entre 18 y 40 años,
con trastorno de depresión mayor. Compararon el uso en monoterapia de los AGPI omega-3 (Etil-
EPA a una dosis de 2,2 g/día + DHA a una dosis de 1,2 g/día) frente al placebo, que fueron
administrados durante 8 semanas. Veinticuatro pacientes que terminaron el ensayo mostraron
puntuaciones significativamente más bajas de los síntomas depresivos en HDRS (Hamilton
Depression Rating Scale), EPDS (Edinburgh Postnatal Depression Scale) y BDI (Beck Depression
Inventory)19
.
Sin embargo, Rees et al. (2008)20
, realizaron un ensayo en el que encontraron que los ácidos
grasos omega-3 no fueron superiores al placebo en el tratamiento de los síntomas de la depresión
perinatal. Se administraron 0,4 g/día de EPA + 1,6 g/día de DHA como monoterapia a 26 mujeres
embarazadas durante 6 semanas20
. También se observaron resultados similares en un estudio
realizado por Freeman et al. (2008)21
, quienes no detectaron diferencias significativas entre los
AGPI omega-3 y el placebo en los síntomas de depresión perinatal medidos con HDRS y EPDS. En
este estudio se administraron dosis de 1,1 g/día de EPA + 0,8 g/día de DHA o placebo a 59 mujeres
durante ocho semanas21
.
Otros autores llevaron a cabo un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego, controlado con
placebo en 120 mujeres de mediana edad (40-55 años) que manifestaban ansiedad, de moderada a
grave, y un episodio de depresión mayor (EDM) de leve a moderada. Se usó una suplementación,
durante 8 semanas, con 1,05 g/día de etil-EPA junto con 0,15 g/día de etil-DHA en 59 de ellas y las
restantes recibieron placebo. Se observó que tanto la ansiedad como los síntomas depresivos
mejoraron significativamente más con E-EPA que con placebo, al observar cambios en las
Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos 9
puntuaciones para la ansiedad medidas con PGWB (Psychological General Well-Being Schedule) y
en la escalas de depresión HSCL-D-20 (20-item Hopkins Symptom Checklist Depression Scale) y
HAM-D-21 (21-item Hamilton Depression Rating Scale)22
.
Lespérance et al. (2011)23
condujeron un ensayo aleatorio, controlado, doble ciego sobre 432
pacientes con episodios de depresión mayor. Administraron EPA (1.050 g/día) y DHA (150 mg/día)
durante 8 semanas. La suplementación de omega-3 resultó ser superior al placebo solo en los
pacientes sin trastornos de ansiedad23
.
También se obtuvieron resultados interesantes de un estudio que investigaba la asociación
entre los ácidos grasos omega 3 y los antidepresivos en el tratamiento de la depresión en 42
pacientes, con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años, con un estado inicial de depresión
mayor. Se buscaba conocer la eficacia de la terapia combinada de citalopram + omega-3 (1, 8 g/día
de EPA + 0,4 g/día de DHA + 0,2 g/día de otros omega-3) frente a citalopram + placebo (2 g/día de
aceite de oliva). La terapia combinada mostró grandes mejoras en los síntomas depresivos
evaluados con HDRS, aunque no aumentó la velocidad de la respuesta antidepresiva24
.
Recientemente un ensayo controlado aleatorizado (RCT por sus siglas en inglés, “Randomized
Controlled Trial”) de 8 semanas, realizado en 196 pacientes que cumplían criterios para un
trastorno de depresión mayor (DSM-IV) y con edades comprendidas entre los 18 y los 80 años,
comparó los efectos terapéuticos potenciales de tres dosis distintas: 1 g/día de EPA, 1 g/día de
DHA o 4 cápsulas/día de placebo (cada cápsula contiene 980 mg de aceite de soja). Los autores
informaron de una mejora significativa en los síntomas depresivos en los tres grupos. Ni EPA ni
DHA en monoterapia fueron superiores al placebo, por lo que estos resultados sugieren que los
omega-3 no son efectivos en monoterapia para el tratamiento del TDM25
.
Chhetry et al. (2016)26
, pensaban que la suplementación de AGPI podría aliviar la depresión
mediante la mejora de la integridad de la sustancia blanca cerebral. Para ello realizaron un estudio
en el que incluyeron 16 adultos deprimidos, de entre 20 y 50 años de edad, y utilizaron 12 adultos
sanos del mismo rango de edad como grupo control. El grupo problema cumplían los criterios
DSM-IV para un episodio de depresión mayor actual, medidos con la escala HDRS. Todos los
participantes recibieron una suplementación nutricional diaria de 4 cápsulas con una mezcla de
ácidos grasos purificados de aceite de pescado derivados de anchoas, sardinas y caballa, durante
seis semanas aproximadamente. Las cápsulas incluían 1,6 g de EPA, 0,8 g de DHA, 0,8 g de AG
saturados, ingredientes inactivos como gelatina y glicerina, 20 UI de α-tocoferol y aceite de naranja
para aumentar la palatabilidad. Como resultado observaron un aumento de los niveles de DHA en
los fosfolípidos en los pacientes deprimidos pero no en los participantes sanos y también se observó
10 Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos
una disminución de la gravedad de la depresión que podía estar relacionada con mejoras en la
integridad de la sustancia blanca del cerebro26
.
Los efectos de la suplementación de aceite de pescado también se investigaron en pacientes
con depresión mayor asociada con enfermedad cardiaca coronaria27,28
. Carney et al. (2009)27
,
obtuvieron resultados negativos al probar los omega-3 en pacientes cardiopáticos. Realizaron un
RCT de 10 semanas para evaluar los efectos de etil-EPA (0,93 g/día) + DHA (0,75 g/día) junto con
sertralina (50 mg/día) sobre los síntomas de depresión en 122 pacientes con depresión mayor y
enfermedad coronaria, que tenían una media de 58 años de edad. Los autores no encontraron
ninguna superioridad del tratamiento frente al placebo (cápsulas de aceite de maíz) en las
puntuaciones de BDI-II27
. Zimmer et al. (2013)28
condujeron un estudio transversal dentro del
estudio OMEGA, realizado en 2.081 pacientes, con una media de edad de 64 años, que presentaban
depresión después de un infarto de miocardio, los cuales fueron seguidos durante 12 meses. Se les
administraron 460 mg de EPA + 380 mg de DHA diarios. Al final del estudio, no se pudieron
demostrar efectos positivos de la suplemetación con EPA y DHA sobre los síntomas depresivos de
acuerdo con BDI-II28
.
Otro estudio evaluó la eficacia del omega-3 E-EPA como coadyuvante del tratamiento
antidepresivo en adultos con diabetes mellitus (DM) y trastorno depresivo mayor. Se seleccionaron
25 pacientes de entre 18 y 75 años, a 13 de los cuales se les suplementó, durante 12 semanas, con
1g/día de E-EPA y el resto recibieron placebo. Las membranas de los eritrocitos de los pacientes
que recibieron E-EPA triplicaron los niveles de EPA, mientras que éstos se mantuvieron estables en
los participantes que recibían placebo. Los autores no encontraron evidencia sobre la eficacia de la
adición de E-EPA a los antidepresivos en la reducción de los síntomas depresivos en pacientes
diabéticos con depresión medidos con la escala MADRS (Montgomery Asberg Depression Rating
Scale)29
.
En la siguiente tabla se recoge un resumen de las principales características de los anteriores
estudios que han evaluado la eficacia de los suplementos de omega-3 en la mejora de los síntomas
depresivos.
Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos 11
Tabla 1. Resumen de las principales características de los estudios examinados sobre la eficacia de los suplementos de ácidos grasos omega-3 en la
depresión.
ESTUDIO TRATAMIENTO Y
DOSIS MUESTRA
DURACIÓN
TRATAMIENTO RESULTADOS
Jazayeri et al., 200818
EPA 1g/día vs. Fluoxetina
20 mg/día
60 pacientes con TDM de
entre 20-59 años 8 semanas
Disminución de los síntomas depresivos
en ambos grupos
Su et al., 200819
E-EPA 2,2g/día + DHA 1,2
g/día vs. Placebo
36 mujeres embarazadas
con TDM de entre 18 y 40
años
8 semanas Disminución de los síntomas depresivos
medidos con HDRS, EPDA y BDI
Rees et al., 200820
E-EPA 0,4 g/día + DHA
1,6 g/día vs. Placebo
26 mujeres embarazadas
con depresión perinatal 6 semanas
No hubo beneficios sobre los síntomas
depresivos
Freeman et al., 200821
EPA 1,1 g/día + DHA 0,8
g/día vs. Placebo
59 mujeres embarazadas
con TDM perinatal 8 semanas
No hubo beneficios sobre los síntomas de
depresión perinatal
Lucas et al., 200922
E-EPA 1,05 g/día + E-
DHA 0,15 g/día vs.
Placebo
120 mujeres con ansiedad,
de moderada a grave, EDM
leve o moderado, con 40-
55 años
8 semanas Disminución de la ansiedad y de los
síntomas depresivos.
Lespérance et al., 201123
EPA 1.050 g/día + DHA
0,15 g/día vs. Placebo
432 pacientes
con EDM con o sin
ansiedad
8 semanas Disminución de los síntomas solo en los
pacientes sin trastornos de ansiedad
12 Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos
Tabla 1. Continuación.
ESTUDIO TRATAMIENTO Y
DOSIS MUESTRA
DURACIÓN
TRATAMIENTO RESULTADOS
Gertsik et al., 201224
EPA 1,8 g/día + DHA 0,4
g/día + Otros omega-3 0,2
g/día + Citalopram vs.
Placebo + Citalopram
42 pacientes con TDM con
edades de entre 18 y 65
años
9 semanas Disminución de los síntomas depresivos
medidos con HDRS
Mischoulon et al., 201525
EPA 1 g/día o DHA 1 g/día
vs. Placebo
196 pacientes con TDM
con 18-80 años 8 semanas
EPA y DHA no fueron superiores al
placebo
Chhetry et al. 201626
EPA 1,6 g/día + DHA 0,8
g/día + AGS 0,8 g/día
16 adultos con EDM vs. 12
adultos sanos de entre 20 y
50 años
6 semanas
Los pacientes deprimidos obtuvieron un
aumento de DHA superior a los pacientes
sanos, así como una disminución de la
gravedad de la depresión.
Carney et al., 200927
E-EPA 0,93 g/día + DHA
0,75 g/día + Sertralina 50
mg/día vs. Placebo +
Sertralina 50 mg/día
122 pacientes con TDM y
enfermedad coronaria de
58 años de edad media
10 semanas El tratamiento con E-EPA y DHA no fue
superior al placebo
Zimmer et al., 201328
EPA 0,46 g/día + DHA
0,28 g/día vs. Placebo
2.081 pacientes con
depresión tras un infarto de
miocardio
12 meses No hubo beneficios sobre los síntomas
depresivos medidos con BDI-II
Bot et al., 201029
E-EPA 1g/día vs. Placebo 25 pacientes con TDM y
DM de entre 18-75 años 12 semanas
No hubo mejora en los síntomas
depresivos medidos con MADRS
Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos 13
Los hallazgos de estos estudios son menos consistentes de lo que se esperaba. Seis de los doce
ensayos clínicos diseñados para valorar la efectividad de los suplementos con AGPI ω-3 han
obtenido resultados favorables destacables, pero el resto de estudios han encontrado resultados
contradictorios.
La validez de estos hallazgos está limitada por la heterogeneidad de métodos entre los
diferentes estudios, incluyendo el uso de instrumentos de evaluación no estandarizados de los
síntomas de depresión, así como diferencias considerables en las dosis y proporciones de ácidos
grasos omega-3, la duración de los ensayos y las características demográficas y clínicas de las
muestras. Se necesitan más estudios para comprender mejor los mecanismos de los efectos
antidepresivos de los AGPIs y explicar la razón de los resultados discordantes publicados hasta
ahora.
A pesar de la ambigüedad, la tendencia apunta hacia un efecto positivo del tratamiento con
AGPI omega-3 y, sobre todo, todos los estudios informaron de una buena tolerancia de los omega-
3.
Es importante señalar que, a pesar de que la Food and Drug Administration (FDA) de Estados
Unidos sí ha aprobado el uso de suplementos formulados con EPA y DHA para el tratamiento de la
hipertrigliceridemia, no lo ha hecho para el tratamiento de cualquier trastorno psiquiátrico13
.
7. CONCLUSIONES
Los ácidos grasos poliinsaturados ω-3 parecen ser buenas opciones terapéuticas en la
prevención y/ el tratamiento de patologías donde la inflamación juega un importante papel.
La depresión es un trastorno mutifactorial y una dieta insuficiente en ácidos grasos omega-3
puede ser uno de estos factores. Aquellos pacientes que puedan tener depresión que curse con
déficit de omega-3 podrían responder bien a una dieta que contenga altos niveles de éstos. Sin
embargo, no parece razonable que los pacientes que manifiesten depresión debida a otros factores
sean tratados con suplementos de EPA y/o DHA. Esta podría ser la razón por la que la literatura
contiene resultados contradictorios sobre la eficacia de los omega-3.
La alta heterogeneidad de los resultados debilita las conclusiones finales y, en consecuencia, a
día de hoy no se puede recomendar el uso de suplementos de AGPI ω-3 como monoterapia ni como
tratamiento coadyuvante de la depresión, sino que su posible beneficio debe evaluarse para cada
14 Ácidos Grasos Poliinsaturados omega-3 y Trastornos Depresivos
caso individual, siempre teniendo en cuenta que el EPA parece ser más eficaz que el DHA en el
tratamiento de la depresión.
Es, por tanto, necesario realizar más investigaciones con el objetivo de aclarar la importancia
etiológica de un estado deficitario de ácidos grasos poliinsaturados ω-3 en la fisiopatología de la
depresión. Y, en este sentido, podrían establecerse las dosis necesarias de estos ácidos grasos para
lograr unos efectos deseables.
Las futuras estrategias nutricionales deberán orientarse a aumentar el consumo de omega-3 en
la población, para lo cual se deberá fomentar el consumo de alimentos ricos en EPA y DHA, es
decir, pescado graso, además de considerar el consumo complementario de suplementos con AGPI
ω-3 de cadena larga. Conviene recordar que la dieta mediterránea se caracteriza por un equilibrio
saludable de omega-6 y omega-3.
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