353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

download 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

of 21

Transcript of 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    1/21

    El encomendero Polo de Ondegardoy los mitimaes del valle de Cochabamba:los interrogatorios contra los indiosde Paria y Tapacar

    Juan J. R. Villaras RoblesEscuela de Estudios Hispano-Americanos, CSIC. Sevilla

    tala de MamnArchivo Histrico Municipal de Cochabamba. Bolivia

    Los autores ofrecen una nueva transcripcin de dos interrogatorios judiciales rela-cionados con Polo de Ondegardo (ca. 1520-1575) y la situacin en el valle de Cochabamba(Bolivia) en el siglo XVI. Los dos documentos ayudan a entender el concepto que tena Polode Ondegardo sobre los mitimaes en el imperio inca. Tambin ilustran sobre el importante

    papel econmico que poda llegar a tener esta categora social en el orden incaico. Losmitimaes no perdan por ello necesariamente la vinculacin con sus grupos tnicos de ori-gen, contrariamente a la idea ms extendida sobre los llamados mitimaes del Inca quese encuentra en la bibliografa.

    Introduccin

    Desde hace unos veinte aos, el estudio de la documentacin exis-tente en el Archivo Histrico de Cochabamba (Bolivia) est permitiendoconocer detalles de la economa poltica inca en el valle del mismo nom-bre que son de una importancia comparable a los que se tienen de otraszonas no nucleares del imperio inca, como la provincia de Chucuito, en lacuenca del lago Titicaca,1 la cuenca de Hunuco2 o el valle de Chincha.3Presentamos aqu una nueva transcripcin de dos interrogatorios judicia-les relacionados con el jurista y funcionario colonial espaol Polo de On-

    1 Dez de San Miguel, Garci:Visita hecha a la provincia de Chucuito [...] [1567]. Edicin deWaldemar Espinoza Soriano. Lima, 1964.

    2 Ortiz de Ziga, Iigo:Visita de la provincia de Len de Hunuco en 1562 [1549, 1562].Edicin de John V. Murra. Hunuco, Per, 1967-1972.

    3 Castro, Cristbal de y Ortega Morejn, Diego: Relacin y declaracin del modo que estevalle de Chincha y sus comarcanos se governavan antes que hobiese Ingas y despus que los hobo has-ta que los cristianos entraron en esta tierra [1558].Coleccin de Documentos Inditos para la Historiade Espaa , vol. 50, pgs. 206-220. Madrid, 1867. Rostworowski de Dez Canseco, Mara: Mercaderesdel valle de Chincha en la poca prehispnica: un documento y unos comentarios. Revista espaolade antropologa americana , vol. 5, Madrid, 1970, pgs. 135-178.

    Tomo LV, 2, 1998 631

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    2/21

    degardo (ca . 1520-1575), quien fue encomendero en el valle. Los dos sonrelevantes para la comprensin de la categora social de los mitimaes en

    el orden incaico, as como informativos del pensamiento de Polo de Onde-gardo acerca de ella.4 La transcripcin deriva de un nuevo estudio de lostextos originales, as como del contexto documental e histrico al que per-tenecen. Nuestro trabajo viene a sumarse a otros recientes sobre las con-diciones en el valle de Cochabamba en el periodo inca y las primeras dca-das del rgimen colonial.5

    Las fuentes espaolas sobre este imperio (v. g., Pedro de Cieza deLen,6 fray Domingo de Santo Toms,7 Diego Fernndez,8 el propio Polo deOndegardo9) llamaban con este nombre, mitimaes, o mitimas del

    4 Esta nueva versin de los dos interrogatorios forma parte de la compilacin crtica de lasobras completas de Polo de Ondegardo y los documentos sobre su vida que coordina Fermn del PinoDaz. Agradecemos el que nos haya permitido publicar aqu nuestro trabajo antes que en esa compila-cin. Agradecemos tambin sus comentarios a la valoracin que hacemos de los dos documentos; valo-racin enriquecida asimismo por las sugerencias de Catherine Julien, Berta Ares Queija y AlfredoMoreno Cebrin. Uno de nosotros, Juan J. R. Villaras Robles, pudo llevar a cabo su parte de la inves-tigacin gracias a una beca de viaje de la Universidad de Chicago y a fondos asignados al proyectoPB89-0051 patrocinado por el Ministerio de Educacin y Ciencia de Espaa, titulado Discursosetnogrficos y contextos histrico-sociales, dirigido por Pino Daz, del que este trabajo es uno de susresultados.

    5 Universidad Mayor de San Simn (U.M.S.S.), Cochabamba, Departamento de Arqueologa: Repartimiento de tierras por el Inca Huayna Cpac . Edicin de Adolfo de Morales y Geraldine Byrnede Caballero. Cochabamba, 1977. Wachtel, Nathan: The Mitimas of the Cochabamba Valley.The

    Inca and Aztec States, 1400-1800: Anthropology and History . Edicin de G. A. Collier, R. I. Rosaldoy J. D. Wirth. Nueva York, 1982, pgs. 199-235. Gordillo, Jos Mara y Mercedes del Ro (eds.): Lavisita de Tiquipaya . Cochabamba, 1993. Villaras Robles, Juan J. R.: La importancia de la categorasocial de los mitimaesen la configuracin econmico-poltica del imperio inca; nuevos datos proce-dentes del Archivo Histrico de Cochabamba (Bolivia). Actas del IV Encuentro de Americanistas

    Espaoles (Salamanca, 1994) . Salamanca, 1995, pgs. 1601-1633. Villaras Robles, Juan J. R. y PereiraHerrera, David: El emplazamiento de Canata y la fundacin colonial de la villa de Oropesa: una con-tribucin a la geografa histrica del valle de Cochabamba (Bolivia) en los siglos XV y XVI. Revista

    Andina , ao 13, n. 1, Cusco, 1995, pgs. 199-236.6 La crnica del Per: parte primera [1553]. Edicin de Carmelo Senz de Santa Mara.

    Madrid, 1984. Vanse los captulos 53, 57, 74, 87, 92, 93 y 99.7 Lexicon o vocabulario de la lengua general del Per [1560]. Edicin facsimilar de R. Porras

    Barrenechea. Lima, 1951.8 Primera y segunda parte de la historia del Per [1571]. Edicin de Juan Prez de TudelaBueso. Madrid, 1963. Vase la parte II, libro 3, captulo 11.

    9 Informe [...] al licenciado Briviesca de Muatones sobre la perpetuidad de las encomien-das en el Per [1561]. Edicin de Carlos A. Romero. Revista Histrica, rgano del Instituto Histricodel Per , vol. 13, Lima, 1940, pgs. 125-196. Relacin de los fundamentos acerca del notable daoque resulta de no guardar a los indios sus fueros y de la orden que los indios tenan en dividir los tri-butos entre s [1571]. [Tambin conocida como Relacin acerca del linaje de los incas y cmo con-quistaron, y acerca del notable dao que resulta de no guardar a los indios sus fueros].Coleccin de

    Documentos Inditos del Archivo de Indias , vol. 17, pgs. 5-177. Madrid, 1872.

    JUAN J. R. VILLARAS ROBLES E TALA DE MAMN

    Anuario de Estudios Americanos632

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    3/21

    vocablo quechuamitmaq , a todos los grupos de familias que residan enun territorio alejado de su lugar de origen, al que haban sido desplazados

    por razones de tipo poltico, militar o econmico; o por varias de estas cau-sas a la vez.Su papel en la vertebracin del poder incaico ha sido objeto de dis-

    crepancias entre los estudiosos, como lo fue entre los autores de esas fuen-tes. La documentacin publicada en las ltimas dcadas sobre otras zonas,como la mencionada provincia de Chucuito, sugiere que las colonias demitimaes al menos en estas regiones eran anteriores a la formacin delimperio inca y existan en funcin del aprovechamiento local de la peculiarecologa andina, con sus mltiples recursos complementarios dispuestosverticalmente y a grandes distancias del hbitat del grupo tnico que deci-diera explotarlos.10 Polo de Ondegardo trat de estas colonias y de losproblemas que le ocasionaron a la divisin administrativa espaola ensus informes citados de 1561 y 1571, especialmente en el primero. Contel caso de su intercesin ante el virrey Marqus de Caete (1556-1560)para que los mitimaes que tenan en la costa los carangas, en el altiplanoboliviano, y los de Chucuito fueran devueltos administrativamente a susnaciones de origen y, por tanto, a la dependencia de sus caciques. Esosmitimaes haban sido encomendados a vecinos de la ciudad de Arequipa alfundarse sta en 1540, lo que haba roto su vinculacin con esas naciones.

    Nuestro autor razonaba que las colonias de mitimaes haban contribuidosignificativamente desde tiempo inmemorial al sostenimiento material desus pueblos, y que sta era una de las peculiaridades de un orden econmi-co-poltico que convena salvaguardar en todo lo posible en aras del enrai-zamiento del rgimen colonial. Polo aadi que haba logrado su propsi-to: los mitimaes fueron devueltos a los carangas o a Chucuito, y los vecinosde Arequipa afectados fueron compensados con encomiendas de otrosindios que no planteaban el mismo problema.

    Los incas haban adaptado estos archipilagos ecolgicos a sudominio, como haban hecho con la organizacin econmica de otraszonas; sin embargo, crearon tambin nuevas colonias de mitimaes. No hayduda de que esta poltica persegua la proteccin de las fronteras del impe-rio y la consolidacin del poder incaico en territorios que haban sido incor-porados a l con dificultad. Dado que el nmero de estas colonias parece

    10 Murra, John V: Un reino aymara en 1567 [1968].Formaciones econmicas y polticas delmundo andino . Lima, 1975, pgs. 193-223. El control vertical de un mximo de pisos ecolgicos enla economa de las sociedades andinas [1972]. Ibdem , pgs. 59-115.

    POLO DE ONDEGARDO Y LOS MITIMAES DEL VALLE DE COCHABAMBA

    Tomo LV, 2, 1998 633

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    4/21

    que fue considerable, cabe pensar, con J. Rowe,11 que esta poltica de losincas debi atenuar mucho el poder disgregador que tena para el imperio

    la diversidad tnica y organizativa de su poblacin. Pero muchas de estascolonias, vistas de otro modo, en la medida en que fueron creadas a la fuer-za no podan ser sino indicadores de inestabilidad del dominio incaico,como ya apuntaba en el siglo XVI Diego Fernndez y ha argumentado,entre los investigadores contemporneos, W. Espinoza Soriano.12

    La documentacin conservada en el Archivo Histrico de Cochabam-ba (en adelante, AHMCo) sugiere una realidad aparte, que complica anms el panorama social, poltico y econmico de este imperio: la creacinde colonias de mitimaes poda perseguir tambin, al menos en ciertaszonas, los objetivos de la economa poltica inca esto es, los volmenesde produccin suficientes para sostener material e ideolgicamente elpoder incaico, lo que exiga contraprestaciones a las poblaciones quedeban ser movilizadas para cumplir con esos objetivos. Estas contrapres-taciones podan redundar en la afirmacin identitaria de tales poblacionesfrente al poder central, aunque sin llegar necesariamente a cuestionarlo.

    La alteracin de los componentes en esta ecuacin tendra el mismoefecto. En aras de la legitimidad de su hegemona, los incas podran ofre-cer tierras a muchas de las naciones incorporadas al imperio en lugaresecolgicamente diferentes cuyo aprovechamiento necesitaban y, a

    cambio, estas naciones tendran que trabajar en otras tierras, en los mismosnichos ecolgicos, para el sostenimiento del dominio incaico; lo que refor-zaba su identidad tnica.

    El primer interrogatorio que presentamos, de 1563, contra los indiosde Paria, fue publicado por Nathan Wachtel en un apndice a su estudiosobre los mitimaes del valle de Cochabamba, junto con las respuestas aalgunas de las preguntas del primero de los 13 testigos. El segundo inte-rrogatorio, de 1568, contra los indios de Tapacar, es mucho menos cono-cido, pero est estrechamente relacionado con el primero; lo public en1949 el erudito boliviano Jos M. Urquidi, en un libro que escribi sobrela historia temprana de la ciudad de Cochabamba, fundada en 1571.13

    11 Inca Culture at the Time of the Spanish Conquest. Handbook of South American Indians ,vol. 2, pgs. 183-330. Edicin de Julian B. Steward. Nueva York, 1946, p. 270. Inca Policies andInstitutions Relating to the Cultural Unification of the Empire.The Inca and Aztec States,1400-1800 ..., pgs. 96-107.

    12 Por ejemplo, en Los mitmas huayacuntus en Cajabamba y Antamarca, siglos XV y XVI. Historia y Cultura , vol. 4, Lima, 1970, pgs. 77-96.

    13 El origen de la noble villa de Oropesa: la fundacin de Cochabamba en 1571 por Gernimo Osorio [1949]. Segunda edicin. Cochabamba, 1971.

    JUAN J. R. VILLARAS ROBLES E TALA DE MAMN

    Anuario de Estudios Americanos634

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    5/21

    Los dos interrogatorios forman parte de los expedientes judiciales desendos pleitos conservados en el AHMCo; pleitos que, a su vez, son una

    pequea muestra de una serie de litigios que tuvieron lugar entre 1555 y1590 por las frtiles tierras del valle, en los que participaron diversos agen-tes movidos por los dos tipos de demanda que generaba entonces la explo-tacin minera de Potos: (1) la de productos agrcolas y ganaderos necesa-rios para alimentar y vestir a la creciente poblacin del centro minero, y (2)la de trabajo en las minas y otras formas de tributo indgena, que deba pro-venir de los grupos tnicos ms prximos al lugar. Estos grupos, como for-ma de contraprestacin ante esa imposicin tributaria, pidieron a las auto-ridades espaolas la devolucin de las tierras en el valle de Cochabambaque, segn ellos, el Inca Huayna Cpac les haba asignado all a cambio detrabajar en otras, tambin en el valle, para el Estado incaico: bien peridi-camente, como mitayos, o bien permanentemente, como mitimaes.

    Su reclamacin chocaba con los intereses de quienes cultivaban esastierras desde la destruccin del dominio inca: los hacendados espaoles, losresidentes indgenas y los encomenderos de stos. Paradjicamente, mu-chos de esos residentes indgenas eran descendientes de mitayos y miti-maes del Inca, quienes haban llegado al valle procedentes de los mismosgrupos tnicos de la alta Bolivia que ahora demandaban esas tierras. Losmismos indgenas deban hacer frente, por otro lado, a las demandas de los

    hacendados espaoles, cada vez ms numerosos notablemente tras lafundacin de Cochabamba en 1571 y que deseaban tierras con el fin deorientar su produccin al mercado de Potos.

    La publicacin, por la Universidad de San Simn, de parte del ex-pediente de uno de los litigios resultantes de esos conflictos, en 1575-1578entre los indgenas encomendados a Polo de Ondegardo y Rodrigo deOrellana, de una parte, y los carangas y otras naciones del Altiplano, deotra,14 permiti ilustrar lo que haba sido la accin de los incas en la mitadoccidental del valle de Cochabamba: aquella en la que Huayna Cpac habaasignado tierras a esas naciones del Altiplano. El expediente contiene unacopia notarial de un texto conocido como Repartimiento de tierras por elInca Huayna Cpac, que es un fragmento de una visita hecha al valle porJuan Gonzlez entre 1556 y 1560 a instancia de los caciques de Paria.

    14 El expediente est en el legajo EC-17 1570-1704, antes llamado AR 1570, ff. 404-462vy lleva el engaoso ttulo Proceso de los indios carangas sobre las tierras de Colcapirhua en el ndi-ce parcial de R. Schramm de los fondos del AHMCo: Archivo Histrico de Cochabamba: ndice dedocumentos sobre indios y tierras (siglos XVI, XVII y XVIII). Revista Andina , ao VIII, n. 1, Cusco,1990, pgs. 187-236.

    POLO DE ONDEGARDO Y LOS MITIMAES DEL VALLE DE COCHABAMBA

    Tomo LV, 2, 1998 635

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    6/21

    Los dos interrogatorios que aqu presentamos el primero de los cua-les corresponde a ese litigio iniciado por los caciques de Paria hacen ms

    clara an la naturaleza del conflicto que separaba a los dos bandos indgenas.

    Interrogatorio contra los indios de Paria

    El 2 de abril de 1563, en la localidad de Canata, en el valle de Cocha-bamba, dos caciques principales del valle, Hernando Cuyo y DiegoTanquire el primero encomendado a Rodrigo de Orellana y el segundo aPolo de Ondegardo, se presentaron ante el justicia del partido de Cocha-bamba de entonces, Martn de la Rocha, y le hicieron entrega de una cartareceptoria de la Audiencia de Charcas y un interrogatorio de 19 preguntas.La carta receptoria tena fecha de 23 de enero de ese ao y en ella laAudiencia explicaba que intervena en un pleito entre los indios de Paria, enla sierra boliviana, y los del valle de Cochabamba sobre ciertas tierras quehaba en ste, y que estos ltimos haban solicitado la carta tras plantear elproblema de que las personas que podan testificar en su favor no podandesplazarse hasta La Plata (hoy Sucre), sede de la Audiencia, para compare-cer ante ella. El tribunal haba accedido a esta peticin y por la carta ordena-ba a las autoridades ante quienes se presentase que, en el plazo de seis

    meses, practicaran una probanza mediante testigos que hiciera valer laargumentacin de los caciques de Cochabamba. Las declaraciones de esostestigos haban de hacerse contestando cada uno a las preguntas del interro-gatorio que los caciques presentaran, aunque el documento deba ir firmadopor el secretario de la Audiencia, Tristn Snchez.

    El interrogatorio que presentaron Cuyo y Tanquire ante Martn de laRocha puede ser consultado en el AHMCo junto con la carta de laAudiencia, las respuestas de los 13 testigos presentados y otros autos de laprobanza que Martn de la Rocha hizo en Canata. El conjunto forma unexpediente que R. Schramm ha titulado Probanzas en el pleito entre losindios de Cochabamba y Paria sobre las tierras del valle.15

    15 El expediente comprende las fojas 349 a 396v del volumen EC-16, antes llamado AR1540. El interrogatorio comprende las fojas 351 a 354. Como para el segundo que presentamos, hemosseguido las reglas de transcripcin recomendadas por Rivera Serna, Ral: Principios sobre archivo-loga y paleografa. Estudios UMSS, Publicacin semestral del Centro de Formacin e Investigacin

    Interdisciplinaria de la Universidad Mayor de San Simn de Cochabamba , ao II, n. 3, Cochabamba,1989, pgs. 86-107. Estas reglas de transcripcin son las aprobadas por la Primera ReuninInteramericana de Archivos, celebrada en Washington en octubre de 1961.

    JUAN J. R. VILLARAS ROBLES E TALA DE MAMN

    Anuario de Estudios Americanos636

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    7/21

    El interrogatorio no tiene fecha, pero sta cabe situarla entre la de lacarta de la Audiencia, 23 de enero de 1563, y la del da en que Cuyo y

    Tanquire se lo entregaron a Martn de la Rocha, el 2 de abril del mismo ao.Como haba ordenado la Audiencia, el texto lleva la firma de TristnSnchez. No hay ms firmas en l, pero al final, antes de la firma deSnchez, se leen los nombres de El lieniado Polo, El lieniado Pedrode Herrera y Franisco Muoz, que deben ser los de los autores pororden de protagonismo del texto original, que Snchez debi copiar y fir-mar para que Cuyo y Tanquire lo llevaran, junto con la carta, al valle deCochabamba.

    Como ya sabemos, Polo tena entonces una de las encomiendas delvalle, de las tres constituidas tras la derrota de la sublevacin de GonzaloPizarro, en 1548. El tercer autor, Francisco Muoz, era el procurador deCuyo y Tanquire ante la Audiencia, segn dice la carta. En cuanto a Pedrode Herrera, su papel en el caso se desconoce, pues su nombre aparece sloen el interrogatorio. En 1561, un Pedro de Herrera haba sido teniente decorregidor y justicia mayor en el asiento de minas de Berenguela y losvalles de Cochabamba y Cliza, segn consta en dos expedientes de eseao que tambin se guardan en el AHMCo.16 Otro expediente, ste guarda-do en el Archivo General de Indias, en Sevilla,17 menciona a un Pedro deHerrera como apoderado en 1562-1565 de Hernando de Silva ante la

    Audiencia de Lima y los oficiales de la Hacienda Real de Potos. Silvahaba tenido hasta entonces otra de las encomiendas del valle de Cocha-bamba la de los indios de Sipe Sipe y estaba a punto de perderla enbeneficio de la Corona por haber regresado a Espaa de manera presunta-mente irregular. Es muy posible que el Pedro de Herrera mencionado en lostres expedientes sea la misma persona, aunque esto no nos dice mucho desu papel en el pleito entre los indios encomendados a Polo y Rodrigo deOrellana, de una parte, y los indios de Paria, de otra. Tal vez fue el apode-rado de Rodrigo de Orellana. El texto firmado por l, Muoz y Polo, juntocon el resto de los autos del proceso seguido en la Audiencia de Charcas,debieron quedar en poder de Tristn Snchez en La Plata. El expedientegenerado por estas actuaciones an no se ha encontrado.

    16 EC-2, ff. 52-61v [1561], Ttulos de las tierras de Francisco Vzquez en Guayruro yCondepampa. EC-16, ff. 244-252v [1561], Averiguacin sobre las tierras de Guayruro y Condepampaque pide Francisco Carrillo.

    17 Justicia 656, n.1, ramo 3, El fiscal con Hernando de Silva [...] sobre el pago de los tribu-tos del pueblo de Zipe Zipe que tena en encomienda [1564], ff. 2-8v.

    POLO DE ONDEGARDO Y LOS MITIMAES DEL VALLE DE COCHABAMBA

    Tomo LV, 2, 1998 637

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    8/21

    Por las preguntas del interrogatorio descubrimos que las tierras en liti-gio se llamaban Poto Poto, Illaurco, Colchacollo, Anocaraire y Villaoma,

    dndonos a entender que los indios de Paria que las reclamaban eran delas etnias sora y uru. Las tierras son las mismas que aparecen mencionadasen el litigio de los carangas y sus aliados, doce aos posterior; eran gran-des parcelas (chcaras) que estaban ubicadas en la mitad occidental delvalle y haban sido subdivididas en lotes llamados suyos, urcos osuertes. Los carangas y sus aliados pediran ocho de estos lotes. Supo-nemos que los de Paria pidieron otros, en las mismas chcaras. Segn eltexto del repartimiento de tierras de Huayna Cpac, fue en ellas donde elInca les asign el cultivo de cinco lotes: dos en Illaurco, dos en Colchacolloy uno en Villaoma.18

    Tambin descubrimos por el interrogatorio que la posicin en el plei-to de los indios encomendados a Polo y Rodrigo de Orellana era esencial-mente la misma que la que opondran ms tarde a los carangas, a saber: quelos indios de fuera del valle no tenan ningn derecho a tierras en l, por-que estas tierras haban pertenecido al Inca y, antes, a los naturales delvalle. A muchos de estos naturales el Inca los haba enviado a otros luga-res; por ejemplo, a Totora, que est junto a los Andes. Quienes lasposean ahora eran los mitimaes que el Inca haba trado de fuera del vallepara trabajar en ellas, en beneficio del Estado incaico. Se trataba de fami-

    lias que no tenan ya nada que ver con sus etnias de origen, aunque entrestas estuvieran los soras y los urus de Paria.19 Muchos de los indios enco-mendados a Polo y Rodrigo de Orellana, si no todos segn sabemos porel expediente del pleito de los carangas, eran, en efecto, mitimaes pues-tos por el Inca, o descendientes de ellos. Haba tambin descendientes demitayos, como sabemos por el mismo expediente; pero este interrogatoriono los menciona, como tampoco har el interrogatorio contra Tapacar.

    Los autores alegaron asimismo, en favor de los habitantes del valle, unsegundo argumento: que no es bueno que los mitimaes y las tierras que cul-tivan sean devueltos a sus naciones de origen, ya que la poltica generalespaola en todo el Virreinato es que no lo sean.20 Este segundo argumen-to sorprende, por dos motivos. En primer lugar, porque parece contradecirel argumento anterior: se da a entender ahora que hay mitimaes en el valleque continan sintindose vinculados a sus etnias de origen, y que estas

    18 AHMCo, EC-17 1570-1704,Proceso de los indios carangas ..., ff. 419-427.19 Vase el contenido de las preguntas III, IIII, V, XV.20 Vase las preguntas XIIII y XV.

    JUAN J. R. VILLARAS ROBLES E TALA DE MAMN

    Anuario de Estudios Americanos638

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    9/21

    poblaciones de fuera del valle pueden tener algn derecho a tales miti-maes o a sus tierras, a pesar de la distancia que pueda haber entre unos y

    otros. En las preguntas V y VI llega a afirmarse que la causa de la desvin-culacin de los mitimaes con sus etnias de origen haba sido la intervencinespaola, no la poltica inca de establecer colonias con tales mitimaes.

    En segundo lugar, el argumento contrasta notablemente con lo razo-nado por Polo de Ondegardo sobre los mitimaes carangas y de Chucuitoque cayeron bajo la jurisdiccin de Arequipa. El interrogatorio alude aesos mitimaes en la pregunta XIV, pero, sorprendentemente, omite la inter-cesin de Polo en el caso, que permiti resolverlo de manera favorable tan-to para el orden indgena como para el rgimen colonial: omisin que obli-ga a tomar con reservas el alegato de que era poltica general espaola enel Virreinato el mero criterio de la proximidad territorial a ciudadesespaolas para repartir mitimaes entre encomenderos. Si a ello se aadie-ra la diferencia de razonamientos presentados en uno y otro texto, sepodra pensar, como ha hecho Wachtel,21 que Polo simplemente estaradefendiendo sus propios intereses como encomendero en el caso de losmitimaes de Cochabamba, sin importarle mucho si esto se contradeca consus ideas sobre el orden incaico expuestas en trabajos como el de 1561.En coherencia con esas ideas, Polo deba estar a favor, no en contra, dedevolverles a los indios de Paria sus mitimaes y las tierras reclamadas en

    el valle, como se haba hecho con los mitimaes de los carangas y deChucuito en la costa.Sin embargo, conviene tener presente que en esos trabajos Polo dis-

    tingue con claridad al menos dos clases de mitimaes: aquellos que, si bienpuestos por el Inca, estaban a las rdenes de los caciques de sus nacio-nes, y los que, constituidos tambin por el Inca, estaban sin embargo a susrdenes o a las de sus gobernadores. Cieza de Len haba percibido la mis-ma diferencia unos diez aos antes.22 La primera clase tena el sentido quemanifiesta el siguiente pasaje:

    El Inca tuvo tan buena orden que [a] cada provincia dio medios para que tuvieselo necesario y cogiese sustentacin para pasar la vida, y as, cuando estn poblados[los indios] en tierra fra, [les] reparti tierra en la caliente, aunque fuese lejos, e hizoponer en ella [en la tierra caliente] indios de cada provincia para que se enviasen

    21 The Mitimas..., pgs. 200-201.22 La crnica del Per ... Comprese la descripcin que hace este autor de las colonias de miti-

    maes en lugares como Tumbes (cap. 53), Guancabamba, en la sierra norte peruana (cap. 57), o el vallede Chincha (cap. 74), con la que hace de las del Collao (cap. 99).

    POLO DE ONDEGARDO Y LOS MITIMAES DEL VALLE DE COCHABAMBA

    Tomo LV, 2, 1998 639

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    10/21

    y beneficiasen las semillas que se dan y cogen [en ella], y orden que la comunidadenviase por ello en sus ganados; sin la cual orden no se pueden cmodamentesustentar.23

    Los mitimaes de los carangas y de Chucuito en la costa eran de estaprimera clase, y de hecho Polo los seala como ejemplo unas lneas des-pus del pasaje citado.

    Por el contrario, la segunda clase de mitimaes era de los que salan dela sujecin de los caciques y de su naturaleza24 y eran un instrumento depoltica imperial, como los que el Inca puso de unas partes en otras [...]para seguridad de la gente y que, como recin conquistada, no se alterase.25Los mitimaes de Cochabamba seran de esta segunda clase, a juicio de Polo,pues el Inca los haba puesto all para que del producto de su trabajo en lastierras en litigio comiese l y su gente de guerra, llevndoselo a la ciudaddel Cuzco en sus ganados, segn se alega en la pregunta III. Los mitimaesde Totora, mencionados en la pregunta XV, seran del mismo tipo. Comotambin lo seran los huayacuntus estudiados por W. Espinoza Soriano.

    Al servir a los intereses ms directos del Estado incaico, esta segundaclase de mitimaes le planteaban al rgimen colonial un problema distintoque los de la primera clase. Los espaoles haban derrocado a los incas ypodan disponer libremente de sus recursos, tanto materiales (por ejemplo,tierras) como humanos (por ejemplo, mitimaes); pero en la medida en que

    el nuevo rgimen dependa de la integridad del orden econmico-polticode los cacicazgos que le servan de base, la proteccin de esa integridad erauna cuestin vital para ese rgimen. Este es el razonamiento que cabe infe-rir de lo alegado en las preguntas V, VI y XV. Paradjicamente, el interro-gatorio sugiere, como hemos visto, que ni siquiera los mitimaes de lasegunda clase salan de la sujecin de los caciques y de su naturaleza,contradiciendo as a Polo y a lo que es un lugar comn en la bibliografamoderna sobre el imperio inca.

    Queda an por explicar la omisin en la pregunta XIV de la resolucindel problema planteado por los mitimaes carangas y de Chucuito en la costa.Tal vez no fuera necesario mencionar el caso, al dejar constancia Polo, en suinforme de 1561, de la diferencia entre las dos clases de mitimaes. No olvi-demos, por otra parte, que el interrogatorio llevaba tambin originalmentelas firmas de Pedro de Herrera y Francisco Muoz y que por ello debe ser

    23 Polo de Ondegardo: Informe [...] al licenciado Briviesca de Muatones..., pg. 177.24 Relacin de los fundamentos acerca del notable dao que resulta..., pgs. 43-44.25 Informe [...] al licenciado Briviesca de Muatones..., pg. 134.

    JUAN J. R. VILLARAS ROBLES E TALA DE MAMN

    Anuario de Estudios Americanos640

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    11/21

    entendido, antes que nada, como un documento que recoge el pensamientode los tres acerca de las condiciones econmicas, sociales y polticas en el

    valle de Cochabamba y territorios aledaos antes y despus de la cada delimperio inca: pensamiento que naturalmente algo tendra que ver con elhecho de que al menos Polo y Francisco Muoz eran parte interesada en lainterpretacin que aceptara la Audiencia de esas condiciones.

    Wachtel atribuy el interrogatorio exclusivamente a Polo, sin aportarotros documentos que lo demostraran, y lo fech por error en 1560. Tam-bin lo consider parte del expediente del pleito de los carangas; pero,como ya hemos sealado, se trata de dos litigios distintos, aunque revelanun mismo tipo de conflicto. Al transcribir el documento, Wachtel decidino poner ningn acento en ninguna palabra, ni ningn signo de puntuacinen el texto, salvo puntos para separar las preguntas. Explicables tal vez des-de un estrecho punto de vista histrico, estas decisiones dificultan innece-sariamente la comprensin del documento. Wachtel, en cualquier caso, nohizo referencia a ninguna regla de transcripcin que las justificara. Mslamentable an es que su versin adolece de algunos errores de lectura,como leer mitimaes chilques y chiles y collas de Asngaro por mitimaeschilques y chiles y collas y de Asngaro en la pregunta VII; o leer indioscaracotas chichas y charcas y amparayes por indios caracaras y chichasy charcas yamparayes en la pregunta IX. Estos errores son importantes en

    la medida en que el investigador francs recurri precisamente al interro-gatorio para intentar discernir el origen tnico de los mitimaes del valle.26Con nuestra versin creemos haber subsanado estas deficiencias, que nohacen justicia al valor del documento.

    Interrogatorio contra los indios de Tapacar

    Wachtel no mencion el segundo interrogatorio que presentamos aqu,a pesar de citar la obra de J. M. Urquidi en la que va inserto.27 Esta transcrip-cin del erudito boliviano, como la de Wachtel del interrogatorio contraParia, tiene errores. La pregunta 4, por ejemplo, aparece transcrita as:

    Item. Si saven, etc. Que con todo lo que de dichas tierras se coga acudan al Inca ya sus mayordomos y le llevaban y ponan en los depsitos de Paria y Tapacar, ques-tavan fechos para el dicho efeto, de donde los ganados del Inca lo ponan en los dep-sitos del (ilegible) y de ah llevavan otros hasta el Cuzco ....

    26 The mitimas..., pg. 202.27 El origen de la noble villa de Oropesa ..., pgs. 124-126.

    POLO DE ONDEGARDO Y LOS MITIMAES DEL VALLE DE COCHABAMBA

    Tomo LV, 2, 1998 641

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    12/21

    En el original, sin embargo, se lee sin dificultad lo siguiente (hecha lasalvedad de las diferencias por uso de distintas normas de transcripcin):

    ... acudan al Inga y a sus mayordomos y lo llevaban y ponan en los depsitos deParia y Tapacar, questavan fechos para el dicho efeto, de donde los ganados del Ingalo ponan en los depsitos de Luricachi, y de all lo llevaban otros hasta el Cuzco ...

    En la pregunta 5, por poner otro ejemplo, Urquidi transcribi:

    Item. Si saben, etc. Que para efeto que no huviese descuidado en lo suso dicho y losembrasen y cogiesen apto (?) y para que en lo que se coga (hu)oviese recaudo y nose tomase ni notase cosa alguna de ello, tena el Inca ...

    De nuevo el contenido real de la pregunta es otro:

    ... que para efeto que no huviese descuido en lo susodicho y lo senbrasen y cogiesena tiempo, y para que en lo que se coga oviese recaudo y no se tomase ni hurtase cosaalguna dello, tena el Inga ...

    Las circunstancias histricas de este segundo interrogatorio son casilas mismas que las del primero, aunque es cinco aos posterior a l. Sonahora los indios de Tapacar, asentados en la cordillera que cierra el vallede Cochabamba por el oeste, quienes reclaman tierras en el valle a losindios que residen en l encomendados a Polo y Rodrigo de Orellana. Lastierras en litigio son otra vez las de Colchacollo, Poto Poto e Illaurco, perono las de Anocaraire y Villaoma del pleito anterior.

    El 25 de mayo de 1568, de nuevo en Canata, Gernimo Cuyo, DiegoTanquire y un cuarto cacique que aparece ahora por primera vez,Hernando Quilo, presumiblemente encomendado a Rodrigo de Orellana,hicieron entrega del interrogatorio a Andrs de Ribera, teniente de corre-gidor y justicia mayor entonces en el partido de Cochabamba. Al interro-gatorio adjuntaron la carta receptoria correspondiente de la Audiencia deCharcas ordenando una nueva probanza mediante testigos que apoyara suargumentacin contra los indios de Tapacar. La carta llevaba fecha de 10de abril de 1568, daba 50 das de plazo para la probanza y, como la ante-rior, mandaba que las preguntas se hicieran con arreglo a un interrogato-rio que firmara Tristn Snchez. A diferencia de la de 1563, esta segundacarta mencionaba a Polo como parte litigante junto a los caciques princi-pales del valle.

    JUAN J. R. VILLARAS ROBLES E TALA DE MAMN

    Anuario de Estudios Americanos642

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    13/21

    La carta, el interrogatorio presentado y las respuestas de los 7 testigosllamados a declarar forman parte de otro expediente que se conserva en el

    AHMCo.28

    Firmado en efecto por Tristn Snchez, el interrogatorio abunda en losargumentos del primero, rechazndose ahora enfticamente que los miti-maes mantuvieran ningn tipo de vinculacin con caiques ni otra perso-na donde heran naturales (pregunta 7). El propio documento nos informade que esto no era verdad en el caso de los de Tapacar, quienes hasta tenansu propio cacique en el valle; pero se afirma que era la nica excepcin,porque la comunidad de Tapacar estaba a tan slo a siete leguas de distan-cia del valle (pregunta 11).

    Tambin ofrece este segundo interrogatorio detalles adicionales sobrela composicin tnica de los mitimaes y la organizacin econmica en elvalle antes y despus de la conquista espaola, si bien algunos testigosmatizaron o corrigieron lo afirmado en algunas preguntas. El texto originalllevaba las firmas de Polo, don Hernando (presumiblemente HernandoQuilo) y don Gernimo (Gernimo Cuyo), por este orden.

    Lamentablemente, la argumentacin de los indios de Tapacar tampo-co la conocemos en detalle. El expediente de este segundo proceso abiertopor la Audiencia de Charcas tampoco se ha encontrado.

    28 Schramm lo titul Probanzas en el pleito entre los indios de Cochabamba (y el licenciadoPolo) y de Tapacar; comprende las fojas 397 a 421 del citado volumen EC-16. El interrogatorio com-prende las fojas 400 a 401v.

    POLO DE ONDEGARDO Y LOS MITIMAES DEL VALLE DE COCHABAMBA

    Tomo LV, 2, 1998 643

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    14/21

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    15/21

    Apndice

    INTERROGATORIO CONTRA LOS INDIOS DE PARIA

    [351] +Por las preguntas siguientes sean preguntados los testigos que fuerenpresentados por parte de don Hernando Cuyo e don Diego Tanquire e donGernimo Cuyo, caiques del valle de Cochabamba, y de el lieniado Polo eRodrigo de Orellana, sus encomenderos, en el pleito que tratan con los caiques deParia sobre las tierras:

    I. Primeramente sean preguntados si conoen a los dichoz [sic ] [tachado:nos; tachadura no reconocida al pie ni al final] don Hernando Cuyo ydon Diego Tanquire e Don Gernimo Cuyo, caiques del valle de Cocha-bamba, y a el lieniado Polo y a Rodrigo de Orellana, sus encomende-ros, y si tienen notiia de las tierras del asiento de Poto Poto y de la ch-cara llamada Illaurco y la chcara de Colchacollo y la chcara que llamanAnocaraire y la chcara que llaman Villaoma y las dems.

    II. Iten, si saven, ettera, que del dicho valle de Cochabamba son caiquesprinipales dl don Gernimo Cuyo y don Diego Tanquire y don Her-

    nando Cuyo, caiques de la encomienda de[l] lieniado Polo y deRodrigo de Orellana, y que todas las dichas chcarras [sic ] de Poto Potoe Illaurco y de Colchacollo y de Anocaraire y de Villaoma y todas lasdems, que coxen y siembran los indios mitimaes puestos por el Inga enel dicho valle de Cochabamba, son del dicho valle y estn en los trmi-nos y distrito e tierra de los dichos caiques. [351v]

    III. Iten, si saven, ettera, que al tiempo que el Inga seal las dichas ch-carras, las tom y adjudic para s propio y para que, lo que dellas secoxiese, comiese l y su gente de guerra, llevndoselo a la iudad delCuzco en sus ganados, sin que las personas que venefiiavan el dichomaz se pudiesen aprovechar dello en ninguna manera, lo qual se hazaans en todas las chcaras que el Inga tena propias suyas para el dichoefeto [sic ].

    IIII. Iten, si saven, ettera, que, en las dichas chcarras que el Inga sealpara s e tom a los dichos indios de Cochabamba, puso en ellas miti-maes, para que las sembrasen, benefiiasen y coxiesen, de la provinia deParia, ans soras como uros, y de la provinia de los quillacas y de la pro-vinia de los chichas y de la provinia de los carangas y de la proviniade Chile y de la provinia de los chilques, que es junto al Cuzco, y de

    Tomo LV, 2, 1998 645

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    16/21

    otras munchas [sic ], para que entendiesen en el dicho benefiio y coxie-sen la comida para el dicho Inga. Digan lo que saven.

    V. Iten, si saven, ettera, que al tiempo que los espaoles entraron en estosreinos y los pusieron debaxo del amparo y dominio de Su Magestad, losdichos indios mitimaes, que estavan en el dicho valle de Cochabambapara benefiiar las dichas tierras y sementeras del Inga, fueron encomen-dados con sus chcarras [352] e tierras en Rodrigo de Orellana y en Juande Caravajal [sic ], a quien suedi Camargo y ltimamente el lieniadoPolo. Digan lo que saven.

    VI. Iten, si saven, ettera, que, por virtud de la dicha encomienda, todos losdichos mitimaes quedaron devajo de la subjein de los caiques deCochabamba, y antes de la tasa y despus de la tassa [sic ] contribuyen epagan su tassa con los dichos caiques y sienbran para su tributo las tie-rras que antes estavan sealadas por el Inga. Digan lo que saven.

    VII. Iten, si saven, ettera, que, devaxo de la encomienda del dicho Rodrigode Orellana, estn los indios mitimaes quillacas y los mitimaes carangasy los mitimaes chilques y chiles y collas y de Asngaro, los quales tie-nen pueblos en el dicho valle de Cochabamba y estn en las mismas tie-rras que se venefiiavan para el Inga y acuden con sus tributos al dichodon Hernando Cuyo e a Rodrigo de Orellana, su encomendero.

    VIII. Iten, si saven, ettera, que los indios uros y soras mitimaes del reparti-miento de Paria questavan en Hayata y al presente estn, fuera de algu-nos que [352v] se an juntado, y los que estavan en Cota y en otros poble-

    zuelos soras y uros, todos son y an sido29

    sujetos al caique donGernimo Cuyo y don Diego Tanquire despus de la dicha encomienday siempre an tributado con ellos e ayuddoles a pagar su tassa a Juan deCaravajal y a Camargo y al lieniado Polo, sus encomenderos. Diganlo que saven.

    IX. Iten, si saven, ettera, que los indios caracaras y chichas y charcas yam-parayes questavan mitimaes en Cochabamba para el benefiio de las di-chas chcarras del Inga, todos ansimismo fueron encomendados al dichoJuan de Caravajal y sirvieron al dicho Alonso de Camargo y sirven y anservido al lieniado Polo devaxo de la sujein del dicho don GernimoCuyo e don Diego Tanquire, caiques del dicho valle de Cochabamba, sinaver cosa en contrario.

    X. Iten, si saven, ettera, que, despus de las dichas encomiendas, nuncalos indios carangas carangas [redundancia en el original] ni quillacas nichichas ni yamparayes, soras ni uros an enbiado a sembrar al dicho valle

    29 Entendemos este pasaje como: ... que los indios uros y soras mitimaes del repartimiento deParia questavan en Hayata (y al presente estn, fuera de algunos que [352v] se an juntado [con ellos])y los que estavan en Cota y en otros poblezuelos soras y uros, todos son y an sido ....

    JUAN J. R. VILLARAS ROBLES E TALA DE MAMN

    Anuario de Estudios Americanos646

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    17/21

    de Cochabamba ni tomado ni aprovechdose de las tierras quel dichoInga seal para s, sino tan solamente los mitimaes questavan en el

    dicho valle, dndoles tributos [353] a los dichos caiques y contribuyen-do con ellos con su tassa.30XI. Iten, si saven, ettera, que dende tres o quatro aos a esta parte, despus

    que Juan Gonales fue a visitar por comisin de Antonio de Hoznayo,estando el lieniado Polo ausente en serviio de Su Magestad por corre-gidor en la iudad del Cuzco, algunos indios uros del repartimiento deParia se a[n] entrado y hecho sus casas en el dicho pueblo de Hayatay enpeado a sembrar algunas tierras. Digan lo que saben.

    XII. Iten, si saven, ettera, que, si algn indio uro de Paria, antes de la dichavisita, queran [sic ] sembrar y sembravan en el dicho valle, pagava a losdichos indios de Cochabamba tributo y les ayudava con sus personas[sic ]. Digan lo que saven.

    XIII. Iten, si saven, ettera, que el dicho lieniado Polo tiene su chcarray sementera en el asiento y chcarra de Poto Poto y la siembra y coxe dedoze aos a esta parte sin contradiin de persona alguna; y un pedaode la dicha chcarra siembran los caiques de la dicha su encomienday otros indios della para pagar su tasa. Digan lo que saven.

    XIIII. Iten si saven, ettera, que, despus que Su Magestad hizo el reparti-miento en este reino, reparti ansimismo [353v] todos los mitimaes, tie-rras y chcarras en el mismo lugar donde los hall, y que las tierras quevenefiiavan se quedaron para los dichos indios y sus encomenderos, lo

    qual fue universal en todo este reino, y ans los indios carangas se que-daron sin las tierras y mitimaes en la costa, y lo mismo los de Chucuitoy todos los dems, los quales fueron repartidos a la iudad de Arequipa,y despus, si traen comida de los dichos valles de mitimaes, es comprn-dola por sus dineros y rescate.31 Digan lo que saven.

    XV. Iten, si saven, ettera, quel pueblo de Totora, que est junto a los Andes,est poblado de mitimaes charcas del valle de Cochabamba, questavanall puestos para benefiio de chcarras del Inga, que ava tomado paras, e por virtud de la encomienda que se hizo por Su Magestad se enco-mendaron, con sus tierras y chcarras, a don Gmez de Lima y a LuisPerdomo, y agora los posee Antonio Alvarez y Su Magestad, sin que losindios de Cochabamba gozan [sic ] dellos ni de las dichas chcarras,y ans se haze en todos los dems deste reino donde acaei lo susodicho.Digan lo que saven.

    30 Creemos que se debe leer: ... dndoles [estos mitimaes] tributos [353] a los dichos cai-ques [don Gernimo Cuyo y don Diego Tanquire] y contribuyendo con ellos con su tassa.

    31 Creemos que se debe leer: ... y despus, si traen comida [los carangas o los de Chucuito]de los dichos valles de mitimaes, es comprndola por sus dineros y rescate ....

    POLO DE ONDEGARDO Y LOS MITIMAES DEL VALLE DE COCHABAMBA

    Tomo LV, 2, 1998 647

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    18/21

    XVI. Iten, si saven, ettera, que los indios soras de Paria tienen y poseen ensu tierra munchas chcarras de maz y todas las que el Inga tena seala-

    das en ella, de donde an pagado y pagan sus tributos, en los valles deicaya, Capinota y Charamoco y Cuchira y otros munchos valles, dondecmodamente siembran y coxen para sus comidas y tributos. [354]

    XVII. Iten, si saven, ettera, quen todos estos reinos donde quiera que ayindios uros, nunca el Inga les reparti ni dio tierras de maz para ellosmismos. Digan lo que saben.

    XVIII. Iten, si saven, ettera, que al tiempo que el dicho Juan Gonales visitel dicho valle, tubo atado y mandado pringar32 al caique prinipal delrepartimiento del lieniado Polo, que se llama don Gernimo Cuyo, y aotros. Digan lo que saven.

    XIX. Iten, si saven, ettera, que todo lo susodicho es pblico y notorio.

    El lieniado Polo. El lieniado Pedro de Herrera. Franisco Muoz.Tristn Snchez [firmado y rubricado]

    INTERROGATORIO CONTRA LOS INDIOS DE TAPACAR

    [400] + Por las preguntas siguientes sean preguntados los testigos que fuerenpresentados por parte de don Franisco y don Gernimo Cuyo y don DiegoTanquiri [sic ], caiques principales del dicho valle de Cochabanba [sic ], y de susencomenderos en el pleito que tratan con los caiques e indios de Tapacar sobrelas tierras y suyos de Colchacollo, Poto Poto e Illaurco, que son en el dicho vallede Cochabanba:

    1. Primeramente sean preguntados si conoen a las partes y si saben lasdichas tierras, suertes y suyos de Colchacollo, Poto Poto e Illaurco, y sitienen notiia del dicho pleito.

    2. Iten, si saven, etstera, que [en] todo el dicho valle de Cochabanba no aynaturales, sino todos mitimaes de diferentes partes, las [sic ] quales pusoall el Inga y parti y dividi las tierras del dicho valle por suios [sic ]

    32 Les mand torturar de la siguiente manera, que describira el espaol Pedro Snchez, unode los testigos: mand [...] Joan Gonales atar al dicho don Gernimo Cuyo con otros tres o quatroindios a unas estacas que mand hincar en el suelo, y ans tendidos en el suelo los pring el dicho JoanGonales a todos con toino ardiendo puesto en un asador, y en el toino astillas de ganchos ardiendo;y ans los pring l propio y indios a quien lo mandava (f. 392 en el mismo volumen, EC-16).

    JUAN J. R. VILLARAS ROBLES E TALA DE MAMN

    Anuario de Estudios Americanos648

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    19/21

    y suertes, repartindolos a los dichos mitimaes segn la cantidad de gen-te que cada uno [sic ]33 tena.

    3. Iten, si saven, etstera, que [entre renglones: de] cada una de las pro-vinias de quel Inga puso mitimaes en el dicho valle de Cochabanba, aquien reparti los dichos suios y suertes, residan en el dicho valle pormitimaes cantidad de indios, as como de Paria, Tapacar, aullagas y qui-llacas, charcas y caracaras y [de] Chile,34 los quales estavan y residan all por mitimaes para efeto de senbrar y coger [en] las dichas tierras, suertesy suios que les estavan sealados.

    4. Iten, si saven, etstera, que con todo lo que de las dichas tierras se cogaacudan al Inga y a sus mayordomos y lo llevaban y ponan en los dep-sitos de Paria y Tapacar, questavan fechos para el dicho efeto, de dondelos ganados del Inga lo ponan en los depsitos de Luricachi, y de all lollevavan otros hasta el Cuzco, de manera que todo el maz e comida quese coga en los dichos suyos y suertes del valle de Cochabanba se ponaen el Cuzco por la horden susodicha, sin aprovecharse dello personasalgunas en el camino [400v] ni gastarlo ni consumirlo hasta que llegavaa la dicha iudad. Digan lo que saven.

    5. Iten, si saven, etstera, que para efeto que no huviese descuido en lo suso-dicho y lo senbrasen y cogiesen a tiempo, y para que en lo que se cogaoviese recaudo y no se tomase ni hurtase cosa alguna dello, tena el Ingapuestos mayordomos ingas en el dicho valle, los quales tenan cuidado delo susodicho y de castigar a quien haza lo contrario, digan lo que saven,

    por tener como tena aquel valle de Cochabanba por cosa propia suya.6. Iten, si saven, etstera, que para poner los dichos mitimaes en el dichovalle ech dl los naturales que le ponan [sic ]35 y hera suyo, que heranlos indios cotas y chuis y de otras naiones, de los quales no dex nin-guno en el dicho valle de Cochabanba.36

    33 Entendemos que este uno puede referirse a cada uno de los caciques de los mitimaes,y ms en concreto a cada uno de los tres caciques del pleito: don Francisco, don Gernimo Cuyo ydon Diego Tanquiri. Una interpretacin alternativa, apoyada por el contenido de la pregunta 3, es la deentender que uno se refiere a cada uno de los pueblos de donde el Inca mand sacar los mitimaes. Enel interrogatorio, sin embargo, aparecen dos vocablos femeninos para referirse a estos pueblos de ori-gen: partes y provinias. En las declaraciones de los testigos aparecen dos trminos femeninos ms:naiones y generaiones.

    34 Sic en el original, que nosotros entendemos como: ... cantidad de indios, as de Paria comode Tapacar, aullagas y quillacas, charcas y caracaras y [de] Chile ....

    35 Entendemos que el verbo poner tiene aqu su acepcin n. 28 de la 19. edicin delDiccionario de la Lengua Espaola de la Real Academia, que es la que manejamos: oponerse a uno;hacerle frente o reir con l.

    36 El expediente del pleito de los carangas contradice esta informacin, al sealar que el Incadej en el valle a una parte de los naturales. Despus de la llegada de los espaoles, se constituy conellos la encomienda de Sipe Sipe (Proceso de los indios carangas..., f. 406).

    POLO DE ONDEGARDO Y LOS MITIMAES DEL VALLE DE COCHABAMBA

    Tomo LV, 2, 1998 649

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    20/21

    7. Iten, si saven, etstera, que los dichos indios que [entre renglones: de]cada provinia estava[n] all puestos por mitimaes, y residan en el dicho

    valle de hordinario,37

    stos tan solamente senbra [tachado: un]van en llo que se les reparta para su comida, limitadamente, sin llevar cosa algu-na de lo dems, ni contribuir con ello a caiques ni otra persona dondeheran naturales, porque si otra cosa fuera, por ser horden universal, fue-ra muy notorio y los testigos lo supieran.

    8. Iten, si saven, etstera, que de la provinia de Tapacar residan en lasdichas tierras de Colchacollo, Poto Poto e Illaurco treinta o quarentaindios mitimaes de hordimario [sic ], que entendan en el benefiio de losdichos suyos y suertes de tierra y senbraban all para sus comidas tansolamente, de los quales hera caique y mitima en el dicho valle deCochabanba Pomacollo, natural de Tapacar, el qual dej un hijo que sellama don Luis Mamani, que [401] que [redundancia en el original] ago-ra reside en Tapacar. Digan lo que saven.

    9. Iten, si saven, etstera, que al tiempo que los espaoles entraron en estosreinos, y en nonbre de Su Magestad los conquista[entre renglones: ron][tachado: doras], poblaron y repartieron, todos los repartimientos don-de heran los dichos mitimaes se encomendaron a diferentes personas, yfizieron encomienda aparte de cada una de las dichas provinias, comode Paria, Tapacar, Sipi Sipi [sic ], chichas, carangas, aullagas y quillacasy los indios de Chile, de las quales partes y de otras muchas son los miti-maes. Digan lo que saven.

    10. Iten, si saven, etstera, que todos los mitimaes que residen en el dichovalle de Cochabanba por s y aparte se encomendaron en Rodrigo deOrellana y Juan de Caravajal, en cuya parte suedi Alonso de Camargo,y e [redundancia en el original] en esta misma el lieniado PoloOndegardo, vezino desta iudad,38 con sus tierras e chcaras, como todaslas dems encomiendas. Digan lo que saven.

    11. Iten, si saven, etstera, que los indios de Tapacar [entre renglones: yParia; no reconocido al pie ni al final], por estar erca del dicho valle,alaron y llevaron los dichos mitimaes a las dichas sus tierras y pro-vinias, por estar tan solamente siete leguas [tachado: tan solamente;haba originalmente una redundancia] de Cochabanba, despus de loqual, y al tiempo que se hizo la visita por el presidente Gasca, los indiosde Cochabanba fueron visitados y tasados con las tierras del dicho valle,y al respeto [sic ] dellas les mandaron dar el tribu[entre renglones: to]dellas a sus encomenderos.

    37 Por contraposicin a los que estaban en el valle slo temporalmente, que eran los mitayos.38 La Plata (hoy Sucre), lugar donde el secretario de la Audiencia de Charcas, Tristn Snchez,

    copi y firm el interrogatorio.

    JUAN J. R. VILLARAS ROBLES E TALA DE MAMN

    Anuario de Estudios Americanos650

    (c) Consejo Superior de Investigaciones CientficasLicencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://estudiosamericanos.revistas.csic.es

  • 8/6/2019 353-359-1-pb - el encomendero polo de ondegardo

    21/21

    12. Iten, si saben [sic ], etstera, que por la dicha razn, con ser los indios deTapacar tantos y ms que los de Cochabanba, los indios de Cochabanba

    fueron tasados en ms de mil y seisientas hanegas de maz y ms yallende que diesen tierras para sus encomenderos, de las quales, al res-peto de la tasa, cogen y an cogido en cada un ao ms de dos mil anegas[sic ] de trigo y maz, y los indios de Tapacar an no fueron tasados en lamitad. Digan lo que saven.

    13. Iten, si saven, etstera, que despus de la dicha visita y tasa, los [401v]dichos indios de Cochabanba an senbrado de hordinario las dichas chcarasde Poto Poto, Colchacollo e Illaurco, y dellas mismas an dado tierra al dicholieniado Polo e Rodrigo de Orellana, sus encomenderos, conforme a latasa, en las quales an senbrado e cogido mucha cantidad de maz y trigo encada un ao, y agora ansimismo las tienen senbradas. Digan lo que saven.

    14. Iten, si saven, etstera, que los dichos indios de Tapacar tienen en su tie-rra dicha Itapaya y otros muchos valles donde cogen maz para sus comi-das, porque la mayor parte de su tierra es tenplada [sic ] y donde se cogeel dicho maz en gran abundania [sic ].39 Digan lo que saven.

    15. Iten, si saven, etstera, que, si los dichos indios de Tapacar cogen e sien-bran en el dicho valle de Cochabanba, son tierras algunas que arriendany pagan dellas lo que se coniertan para algunos caiques particulares[sic ],40 diferentes de las dichas chcaras y suertes de Poto Poto, Illaurcoy Colchacollo, sobre ques este pleito.

    16. Iten, si saven, etstera, que todo lo susodicho es pblico e notorio e pbli-

    ca boz [sic ] e fama.El lieniado Polo. Don Hernando. Don Gernimo.

    Tristn Snchez [firmado y rubricado].

    39 Itapaya est al suroeste del valle de Cochabamba y por tanto fuera de las chcaras de PotoPoto, Colchacollo e Illaurco. La pregunta del interrogatorio es poco clara. Entendemos que se alega quelos indios de Tapacar tienen ya suficientes tierras de maz fuera del valle de Cochabamba como parapedir ms en l. El testigo Juan Antn Charme, indio sora prinipal de Sipe Sipe, contest a la pre-gunta confirmando su contenido general, pero aadiendo una crtica precisin: que las tierras deItapaya, que son de los indios de Tapacar, y otros valles que tienen, son tierras tenpladas y en ellascogen maz, aunque son tierras delgadas (f. 405).

    40 De nuevo el texto del interrogatorio es poco claro. Lamentablemente, Juan Antn Charme nosupo contestar a esta pregunta. De hecho, solamente dos testigos de un total de siete supieron hacerlo.Felipe Aquise, prinipal de Sipe Sipe, respondi tan slo que lo en la pregunta contenido oy desir[...] a indios de Tapacar y a los de Cochabanba: que les arrendavan tierras para senbrar (f. 408). AlonsoTiamire, indio sora de Sipe Sipe, contest que los indios de Tapacar alquilan o arriendan tierras a losde Cochabanba en este [...] valle para senbrar (f. 410v). Nadie dice quines eran los caiques particula-res ni a qu comunidad pertenecan. Eran caciques de Tapacar o de Cochabamba? Nosotros entende-mos que la pregunta alega que los indios de Tapacar haban llegado a un acuerdo (un concierto con losde Cochabamba para que, a cambio de una renta de arrendamiento, pudieran cultivar algunas tierras en elvalle, cuyo producto era para algunos caiques particulares de Tapacar.

    POLO DE ONDEGARDO Y LOS MITIMAES DEL VALLE DE COCHABAMBA

    Tomo LV, 2, 1998 651