11/6/2015 (9) PENA DE MUERTE. Como ciudadano Jurado, usted decide.

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PENA DE MUERTE. Como ciudadano Jurado, usteddecide.27 de enero de 2014 a las 10:08

Por: Ivn G. Fernndez Paz (*)

Desde tiempos inmemoriales, la pena capital siempre ha sido un tema de

amplio debate e interminable discusin; hoy, en su renovado ciclo, la polmica se vuelve incontenible para

dilucidar su eventual aceptacin o total rechazo. El presente opsculo, cumple con el propsito de apelar

al sentido comn del lector, incrementando conceptos con el propsito de ampliar su visin; total, al final

de todo, es usted quien podra decidir.

Resulta cierto que la pena capital es difcil de ser aceptada, a su vez, es irnico conocer que en varias de

las grandes Naciones sta es una opcin viable, en especial si nos referimos a Estados Unidos, se puede

mencionar que, de 50 Estados integrantes casi 40 aplican la pena de muerte, Estados como Texas y

California en donde fue abolida en cierta poca, actualmente ha sido reinstaurada por considerarla un

medio efectivo de disuasin -recordemos que el lejano y salvaje Oeste dejo de ser salvaje gracias a la

horca-, argumentando serios motivos de ser un mal necesario la ciudadana la acepta, tal y como se

refleja en la paradjica frase mencionada por cierto celebre gobernador Tejano el cual, ante tal dilema

mencion:Apoyo la pena de muerte porque creo que es una medida que ayuda a salvar vidas, o alpoder

incluir argumentos ms cientficos como los realizados por el Premio Nobel de Economa, Dr. Isaac Ehrlich

eminente catedrtico de la Universidad de Bfalo (1975), cuyos resultados empricos lo orientaron a

sealar:por cada pena de muerte ejecutada se evit la muerte de ocho inocentes, (hay quienes elevan

esa cifra a 50 vidas) .

La pena de muerte ante todo, debe ser discutida luego de comparar las abismales diferencias entre los

sistemas de justicia como el nuestro, (romanstico continental) en donde la justicia es propiedad de los

jueces, ante el sistema Anglosajn donde la Justicia emana del pueblo siendo sta ms justa (valga el

pleonasmo), en donde los ciudadanos comunes emiten dictmenes de justicia conformando Tribunales de

Jurados, institucin que hoy en da cada vez mas pases lo acogen (Brasil, Bolivia 2006, Argentina 2004,

Panam 2005, Korea del Sur 2006, Japn 2008), como la alternativa mas eficiente de administrar justicia.

Ergo, resulta ser ms razonable el conceptuar, que la pena capital sigue siendo un tema que

institucionalmente, trastoca, conmueve, altera, conmociona, y a su vez es de profunda conciencia y

conviccin humana, no puede, ni debe descansar en el veredicto del Juez unipersonal propio de nuestro

sistema de justicia, es ms, resulta ser una onerosa y pesada carga asentada sobre el espritu y

conciencia de una sola persona. Muy por el contrario, visto desde un Tribunal de Jurados -pueblo

administrando justicia-, la sentencia se diluye bajo la responsabilidad de un grupo de ciudadanos quienes

con fundamentos y ante pruebas reales y fehacientes determinan y aprueban su inexorable ejecucin.

Es propicio mencionar que, la pena de muerte (establecida por ley) es propuesta por un fiscal ante los

integrantes del jurado y sta es nicamente aceptada cuando en mayora absoluta, - me refiero,

aceptada unnimemente por los doce jurados, en caso de existir una sola oposicin se reorienta a cadena

perpetua la aceptan luego de un arduo debate, en forma motivada y contundente, ante la suprema

imposibilidad de rehabilitar al delincuente, otorgando un fallo de culpabilidad, obviamente derivado de un

veredicto de culpable que refleja una sentencia condenatoria.

Como es lgico y desde nuestra concepcin latina, tal sentencia, siempre podra derivar en una lgida

respuesta de los entendidos en Derechos Humanos, ante los cuales, me atrevo a exponer un concepto,

enmarcado en elementales cantidades, resumindose en: La pena de muerte, es consecuencia de la

11/6/2015 (9) PENA DE MUERTE. Como ciudadano Jurado, usted decide.

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profunda evaluacin y consciente conviccin de un grupo de humanos -plural tribunal- que hace prevalecer

sus derechos, por encima de un solo ser humano -singular delincuente- que atenta contra su entorno

social y por lo tanto consideran que no tiene derecho a vivir.

En tal sentido, se nos menciona y puede ser que, al aceptar ste tipo de penalidad extrema, se entre en

conflicto diplomtico por el hecho de apartarse de la jurisdiccin de la Corte Interamericana de Derechos

Humanos y al tratado de San Jos de Costa Rica; ahora ser de su entender, que tales instancias fueron

creadas a exigencia de influyentes personajes que nunca encontraron la justicia en sus pases

latinoamericanos por considerar a sus jueces poco honorables, e inventaron y crearon instancias

supranacionales. Por el contrario, la justicia Anglosajona (que no avala, ni acoge tales rimbombantes

instituciones forneas) considera que su justicia dictaminada por sus Tribunales de Jurados es impartida

realmente por los ciudadanos comunes, y el pueblo casi nunca se equivoca, y s se llegase a equivocar

est en su derecho, pues resulta como atenuante el ser seres humanos y no hay sistema de justicia

infalible salvo el divino que es otro terreno.

Ante lo expuesto, ningn pas osara imponer medidas o sanciones contra un nacin que cuenta con

sentencias del Tribunal de Jurados siendo esta una decisin soberana propia de los pueblos, obteniendo

como resultado palpable que en esos Estados del Norte verdaderamente se hace efectivo el latinismo

"VOX POPULI VOX DEI" (la voz del pueblo es la voz de dios).

En ese sentido, resulta cuestionable (en nuestro pas) el debatir la pena de muerte, tema sumamente

complicado en la medida que las instancias judiciales dejan mucho que desear, al ser constantemente

criticadas por el trabajo poco confiable de algunos jueces incapaces de resolver problemas sencillos como

los que a diario nos exponen los medios de prensa y en donde muchas sentencias son errneas al

entender de la gran masa popular, disculpndose -los jueces- por el hecho de estar enmarcados en el

derecho aunque se deje de lado la justicia; y el pretender dejar la aplicacin de la pena capital a esos

mismos magistrados simplemente no resultara, con lo cual estaramos fundamentando la necesidad de

instaurar el Juicio por Jurados, pues slo el Jurado que es el pueblo en s podr aplicar la pena de

muerte; al final, si usted llegase a integrar un tribunal de jurados tendr en sus manos el poder apotesico

de la vida y de la muerte, en consecuencia: slo usted y nadie ms que usted podr decidir.

(*) ANALISTA

Asociacin Civil Promoviendo Desarrollo / Director del PROYECTOJURADOS (PRO-JURADOS)

E-mail: projurados@hotmail.com Vistenosen Web como: http://projurados.blogspot.com.