LA HUIDA SUBTERRÁNEALA HUIDA SUBTERRÁNEAEn esta historia, que sucedió en Moravia en el año 1544,recordamos que los cristianos decidieron excavar una redde túneles para esconderse cuando llegaran los soldados...

II. Llegan los soldadosII. Llegan los soldadosTerminaron la excavación apenas a tiempo, pues

una mañana de octubre llegó a la aldea anabaptista elmensaje de que los soldados se acercaban.Las puertas se abrieron de golpe, los niños hicieron

a un lado sus tareas, y los hombres venían de prisadesde los campos. Una fila continua de personas sedirigía hacia el establo de los Wiedemann, que estabajunto a la casa. Con agilidad, la fila de personas desa-parecía por la puerta secreta en el piso del establo. Elúltimo hombre cerró la puerta y corrió el cerrojo. Elgrupo avanzó por un pasillo tras otro en su huidasubterránea. Por fin alcanzaron la cámara

(sigue en la página 9)

Tenemos. . . la palabra . . . a lacual hacéis bien en estar atentoscomo a una antorcha que alumbraen lugar oscuro . . .

2 Pedro 1:19

LLLL aaaa

AAAA NNNN TTTT OOOO RRRR CCCC HHHH AAAAdddd eeee llll aaaa

VVVV EEEE RRRR DDDD AAAA DDDD

setiembre - octubre 2002 Nº5Vol. 16

(Las respuestas se encuentran en la página 24.)

AA CC TT II VV II DD AA DD PP AA RR AA NN II ÑÑ OO SSAA CC TT II VV II DD AA DD PP AA RR AA NN II ÑÑ OO SS

¡¡GGRRAATTIISS!!

La Biblia se compara a muchas cosas. Llena las líneas en blanco.Verás que cada palabra que escribiste tiene su número. Usa estaspalabras para llenar el crucigrama.“Purificado en el lavamiento del (1)________ por la palabra” (Efesios 5:26).

“Y tomad ... la (2)____________ del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efesios 6:17).

“Porque si alguno es oidor de la palabra ... es semejante al hombre que considera en un(3)____________ su rostro” (Santiago 1:23).

“¿No es mi palabra como (4)__________, dice Jehová, y como (5)________________ quequebranta la piedra?” (Jeremías 23:29).

“(6)___________ es a mis pies tu palabra, ylumbrera a mi camino” (Salmo 119:105).

“Desead, como niños recién nacidos, la(7)_________ espiritual” (1 Pedro 2:2).

“¡Cuán dulces son a mi paladar tuspalabras! Más que la (8)________ a miboca” (Salmo 119:103).

“He amado tus mandamientos másque el (9)______” (Salmo 119:127).

“Las palabras de Jehová sonpalabras limpias, como(10)__________ refinada en horno detierra, purificada siete veces” (Salmo 12:6).

“La (11)______________ es la palabra de Dios”(Lucas 8:11).

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Estimado lector:Recientemente conversaba con unos hermanos sobre el tema del estilo de

vida. En el mundo moderno, hemos llegado a creer que lo que antes eran lujoshoy son necesidades. El fluido eléctrico, el agua de cañería, y los pisos queno sean de tierra son cosas que muchos creen ser necesidades. Y eso sintomar en cuenta los muchos aparatos eléctricos, las computadoras,electrodomésticos, y otros aparatos electrónicos que se consiguen hoy endía, que nos facilitan el trabajo. En verdad, hemos llegado a dependermuchísimo de “cosas” para nuestra vida. Un hermano comentaba que lo quemuchas veces consideramos necesidades, en realidad no lo son. Soncomodidades a las que nos hemos acostumbrado y la verdad es que nos cuestavivir tranquilos sin ellas. Existe el peligro de que estas “cosas” lleguen a serdemasiado importantes en nuestra vida. Comprendo que el hermano teníarazón en lo que decía y pienso que de verdad, nos hemos vuelto muydependientes de “cosas” y “aparatos”. También existe el peligro de dependerde estas “cosas” en lugar de confiar en Dios y depender de él. ¿Será quesomos demasiado dependientes de “cosas” y llevamos una vida muycomplicada? Quizá aun pudiéramos vivir más tranquilos con menos.

Lo interesante es que el día después de esta conversación, al regresar deltrabajo, encontré que el gas para la cocina se me había terminado. Aparente -mente había una fuga y se había vaciado el cilindro. Luego me di cuenta deque el agua de reserva se había terminado también y que el agua de la cañeríano había llegado. Estábamos sin agua y sin gas. Más tarde me enteré de quela computadora se había descompuesto también. Tres “cosas” descompuestasen una sola tarde. Yo estaba afligido. ¿Qué estaba pasando? Me sentíabastante mal. ¿Cómo íbamos a cocinar? Tendría que ir a la casa del vecino atraer agua. Y arreglar la computadora… ¿cuánto me va a costar?… y escasode dinero… me sentía bastante afligido.

De repente recordé la conversación del día anterior, y me sentíavergonzado por la reacción que tuve ante esas “cosas” que habían fallado.Ahora me sentía mal porque comprendí que dependía demasiado de esas“cosas” y no suficiente de Dios. Tuve que reconocer mi falta y, gracias a Dios,él me devolvió la paz.

Que Dios nos ayude a mantener nuestros ojos puestos en él y no dejar queestas “cosas” nos distraigan de nuestro propósito en esta vida: glorificar anuestro Creador y Salvador.

Duane Nisly

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EEddii ttoo rr iiaa ll

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EEssttaa rreevviissttaa nnoo eess ppaarraa llaa vveennttaa

CONTENIDOLa huida subterránea #2 . . . . . . . . . . . . . . . . . .portadaEditorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2La base bíblica de la no resistencia #2 . . . . . . . . . . . 4La solución del tío Jacob . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7Pactos, votos, y promesas:

Todo depende de... #3b . . . . . . . . . . . . . . . 13

Sección para padresLa vida familiar cristiana:

La crianza de los hijos #6a . . . . . . . . . . . . 17La modestia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .25Receta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .26

Sección para jóvenesLa búsqueda del contrabandista #6 . . . . . . . . . . . . . 27

Sección para niñosUna reprensión oportuna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31Actividad para niños . . . . . . . . . . . . . . . .contraportada

LA ANTORCHA DE LA VERDAD se publica bimestralmente por PublicadoraLa Merced en Santa Rita de Río Cuarto, Costa Rica.

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Un error común

El Antiguo Testamento, al igualque el Nuevo, constituye parteintegral de la Palabra inspirada. Sinembargo, el Antiguo Testa mento fuediseñado para cumplir un propósitotemporal y prepara torio para larevelación completa de Dios en lapersona de Jesucristo.Como ya hemos visto, Dios

reveló su voluntad de formaprogresiva. Por lo tanto, no es deextrañarse de que hallemos per -sonas en el Antiguo Testamentoque vivieron bajo una norma deética más baja de lo que Diosrequiere ahora en su iglesia. Porotro lado, el pueblo de Dios en elAntiguo Testamento desempeñabaun papel doble: el de ser un puebloreli gioso y a la vez un estado civil.Por esa razón, Dios les dioreglamentos para mantener elorden y refrenar la violencia en lasociedad. Aun la pena de muertese debía aplicar por algunoscrímenes (Éxodo 21). Diostambién usó a su pueblo en elAntiguo Testamento para castigara ciertas naciones impías. Un errorcomún de hoy en día es basarsesobre estos hechos dirigidos porDios en el Antiguo Testamentopara justificar la participación delcristiano en la guerra.

Apariciones antiguas dela no resistencia

Como ya notamos, en el tiempodel Antiguo Testamento y bajocircunstancias específicas, Diosautorizó el uso de la fuerza. Sinembar go, no debemos permitir queeste detalle nos distorsione el cuadrototal. Aun antes que Dios diera la leyal pueblo de Israel, la revelacióndivina fue lo suficiente mente clarapara entender que el propó sito deDios era las relaciones pacíficas.En vez de meterse en una

discusión con Lot, Abram se con -formó con recibir una tierra inferior(Génesis 13). En vez de pelear lospozos que sus siervos habíancavado, Isaac permitió que los pas -tores de Gerar se los quitaran(Génesis 26). José, cuando se lepresentó la oportunidad de ven garsede sus hermanos que le habíanmaltratado, decidió más bien per -donar (Génesis 45). Estos hombresde Dios del Antiguo Testamento, almenos en estas ocasiones, actuaronsegún la ley del Nuevo Testamentoy devolvieron el bien por el mal.Es notorio que en la ley del

Antiguo Testamento se encontra banenseñanzas entretejidas que presen -taban el camino de paz y de la noresistencia como la mejor manera deresponder ante las injusticias: Éxodo23:4-5 y Levítico 19:18. En este

LLLLAAAA BBBBAAAASSSSEEEE BBBBÍÍÍÍBBBBLLLLIIIICCCCAAAA DDDDEEEELLLLAAAA NNNNOOOO RRRREEEESSSSIIIISSSSTTTTEEEENNNNCCCCIIIIAAAA

Parte 2

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pasaje de Levítico, el amar a nuestropróji mo como a nosotros mismos sedio como un mandato. Después, enProverbios 25:21-22, el llama do alamor que devuelve el bien por elmal es tan claro que el apóstol Pabloen Ro manos 12:20 citó estaspalabras al hacer un llamado a lospiadosos del Nue vo Testamento a lano resistencia.¿Qué, pues, con clui mos? ¿La no

resistencia se enseñó y practi có enla era del Antiguo Testa mento?Dentro de ciertos límites, es claroque sí. Pero por razones que yahemos notado, la no resistencia nopodía ser una norma para ellos entodo caso.

La no resistencia llega a ser lanorma sin excepción

Este cambio fue uno de losmuchos cambios asociados con laentrada del Nuevo Pacto. Muchasdispo siciones y convenios conside -rados por Dios como preparatorios ytemporales quedaron sin vigenciacuando el plan de Dios avanzó a supróxima etapa.Un pasaje que habla claramente

de esta transición es el siguiente:“Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo,y diente por diente. Pero yo osdigo: No resistáis al que es malo”(Mateo 5:38-39).Por el hecho de que Jesús no

solamente trajo la Palabra de Dios,sino que él mismo es la Palabra deDios personificada, podía hablarcon toda autoridad. Por los términosque usó, claramente se identificó así mismo como el dador de la ley delNuevo Pacto.

En realidad, lo que Jesús dijo esque de allí en adelante sería dife -rente para el pueblo de Dios. Nodeben participar más en el castigodel malo. Esto abarca una áreacomo, por ejemplo, el serviciomilitar, la fuerza pública, serviciospúblicos y privados de seguridad, ycualquier forma de defensa per -sonal. Estas funciones son incom -patibles con el papel que le ha sidoasignado al pueblo del Nuevo Pacto.También son incom patibles con lanueva y más alta norma demoralidad cristiana que Cristoimplantó.

El término: no resistenciaEn Mateo 5:39 encontramos la

fuente del término no resistencia.Esto, refleja con precisión elsignificado de las palabras de Jesúscuando dijo: “no resistáis al que esmalo”. De lo que sigue diciendopodemos ver que está hablando delque nos maltrata. Al igual que lamayoría de los pasajes que hablande la no resistencia, este pasaje nonecesita de interpre tación; el signi -ficado es claro. Bajo ninguna cir -cunstancia debe mos vengarnos odevolver el mal al malo.

¿Está, pues, prohibida todaforma de resistencia?

Como veremos en los próximosversículos, la resistencia que esprohibida es aquella a la que elmundo recurre naturalmente, la resis -tencia física. La resistencia espiritual,la que deben ejercitar los santos parasobrevivir espiri tualmente, en nin -guna parte está prohibida y por el

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contrario, expre samente nos habla deesta batalla (Santiago 4:7). “Notenemos lucha contra sangre ycarne, sino contra... huestesespirituales de maldad en lasregiones celestes” (Efesios 6:12).“Las armas de nuestra milicia noson carnales, sino poderosas enDios para la destrucción defortalezas” (2 Corintios 10:4). Estosversículos nos muestran un principioque muchas veces se pasa por altohoy en día. En la batalla espiritual, lamás impor tante de todas, loscristianos no resistentes libran unaguerra intensa mientras sus veci nosmundanos permanecen pasi vos. Losque alegan que el cris tiano noresistente es un parásito pasivo, noentienden esta contribu ción impor -tante que éste hace a la preservaciónde la sociedad.

Pero, ¡es que suena tan negativo!Vivimos en una época en la que

no les gusta lo negativo. Hoy en día,muchos creen que el pensa mientopositivo es igual al cristia nismo. Elcristiano que no ha sido instruidoadecuadamente e influido por estamentalidad, pudiera resistir unaenseñanza que lleve un nombre tannegativo. La no resistencia lleva esetipo de nombre.Pero no se deje intimidar por la

opinión pública. Dios mismo,cuando dio los diez manda mien tos,empleó una lista de negativos. Elcomportamiento cristiano no sepuede definir en su totalidad sinutilizar algunos negativos. Si ustedes cristiano, lo es no sólo por lo que

hace, sino también por lo que nohace. La no resistencia destaca unade esas cosas que el cristiano nohace. Cuando es agraviado, elcristiano no pelea (no ofreceresistencia) de ninguna manera.

La no resistencia ejemplificadaEl Señor Jesús nos dio cuatro

ejemplos después de haber hecho unllamado a la no resis tencia con elpropósito de aclarar cómo es elespíritu de la no resistencia. “Acualquiera que te hiera en lamejilla derecha, vuélvele tambiénla otra; y al que quiera ponerte apleito y quitarte la túnica, déjaletambién la capa; y a cualquieraque te obligue a llevar carga poruna milla, vé con él dos. Al que tepida, dale; y al que quiera tomar deti prestado, no se lo rehúses”(Mateo 5:39-42). Estas cuatromaneras de reaccionar reflejan unmismo espíritu. En vez de tomarrepre salias, la persona no resistentepacientemente soporta el insulto yel daño. Cuando se aprovechan deél, se mantiene amable y cortés. Sialgo le es impuesto, él va más alláde lo que le exigen. El espíritu depelea está totalmente ausente, y ensu lugar hay una generosidad amanos llenas. Con estos ejemplos,nuestro Señor ha marcado el perfilde la bella personalidad noresistente.

Tomado de:The Christian Contender

Merle Ruth

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l tío Jacob tenía unproblema. Alguien estabarobándole gallinas de su

gallinero.Por cierto, ahora que me acuerdo,

el cristiano debe mos -trar les a sus vecinoslo que Dios nosenseña en laBiblia sobrenuestra conducta.¿Debía el tío Jacobir a su vecino einformarle que laBiblia dice: “Nohurtarás”?¿Cómo

debíatratar esteasunto eltío Jacob?La Bibliadice enMateo5:40: “yal quequieraponerte apleito yquitarte la túnica, déjale tambiénla capa”. En el caso del tío Jacob,no es que alguien lo está metiendoen un pleito, pero sí está lleván -dose lo ajeno. ¿Debía el tío Jacobsolamente permitirle llevar se loque quisiera?El versículo de Hebreos 10:34

alaba de esta forma a los cristianosdel primer siglo: “…y el despojode vuestros bienes sufris teis congozo, sabiendo que tenéis envosotros una mejor y perdu rable

herencia en los cielos”. En vistade este versículo, al tío Jacob no lesería correcto ir a su vecino con:“No hurtarás”. Si el tío Jacobhiciera esto, quizá el vecinopensaría mal de su testimoniocristiano. Eso daría a entender queno puede sufrir la pérdida de sus

LLLL AAAA SSSS OOOO LLLL UUUU CCCC IIII ÓÓÓÓ NNNN DDDD EEEE LLLL TTTT ÍÍÍÍ OOOO JJJJ AAAA CCCC OOOO BBBB

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bienes con gozo como los cristianosen Hebreos. Además, su vecinopudiera pensar mal del caráctercristiano del tío Jacob. El que robay sabe que es malo, probablementesabrá tam bién que el cristiano nodebe estar demasiado apegado a susposesiones.¿Qué debía hacer el tío Jacob?

¿Sólo pasarlo por alto…? ¿Seríaeso correcto? Robar es un pecadoque pone al vecino en peligro deljuicio de Dios. La Biblia clara -mente nos dice en Proverbios 21:7:“La rapiña de los impíos losdestruirá…” El tío Jacob no deseaver a su vecino destruido. ¿Cómopodría el tío Jacob instruir a suvecino en una manera amable? LaBiblia también nos dice que el quesabe de la iniquidad de los injustospero no los advierte, tiene que darcuentas a Dios. El tío Jacob noquiere ser culpable de no advertir asu vecino. ¿Qué debiera hacer?“Así que, si tu enemigo tuviere

hambre, dale de comer; si tuvieresed, dale de beber…” ¿Es el ladrónun enemigo? Si un vecino robagallinas y él mismo no tienegallinero, ¿pudiera ser que padez cade hambre? Cuántos pensamientos pasaron

por la mente del tío Jacob. Pero lellegó una idea:—Le llevaré comida a mi vecino

—le dijo a su familia. Cuando llególa cosecha de patatas el tío Jacobempezó con su plan. Llevó unaspatatas a su vecino.—Amigo, estamos cosechando

más de lo que vamos a necesitar.Pensé que tal vez ustedes pudieranquerer algunas.Y así siguió haciendo el tío

Jacob con su vecino. Cuando sushortalizas producían bien, él lellevaba algo a su vecino.¡Imagínense lo que sucedió en el

gallinero del tío Jacob! Ya nodesaparecieron más gallinas.¿Pudo el tío Jacob advertir a su

vecino? El vecino tuvo quecontemplar la seriedad de supecado. Tuvo que pensar en laverdad de la Palabra de Dios.Después de 20 años, uno de los

hijos de ese vecino vino y leconfesó al tío Jacob que él habíaayudado a robar las gallinas. Estehijo quería estar limpio de la culpaque sentía delante de Dios. Al vereste resultado, podemos ver la gransabiduría en la solución del tíoJacob.

Nota de la redacción:En este relato podemos ver la enseñanza de cómo debemos reaccionar ante los males

que otros nos hacen. Queremos dejar claro, sin embargo, que el problema principal delvecino no era el robar, sino que era pecador de corazón y necesitaba nacer de nuevopara poder estar bien con Dios.

Tomado de: CompanionsMark Rudolf

Usado con permiso

La huida subterránea (viene de la portada)grande. Allí estaban los catres y lasprovisiones que habían almacena-do para una emergencia como ésta.—¿Cuánto tiempo tendremos

que quedarnos aquí? —le preguntóHans a su madre.—Tal vez tres días, tal vez más

—le contestó—. Pero ¡ssst!, elhermano Jacob está hablando.Hans se volvió hacia el obispo

anciano que decía: —Tengamos una pequeña lec -

tura de la Biblia y arrodillé monospara orar. No debemos olvidar queDios está muy cerca de nosotros eneste momento. —Luego se volvióhacia Abram, el diácono—.¿Tienes ahí la Biblia? —dijo almomento que extendía la mano.Una mirada de desconcierto se

dibujó en el rostro del hermanoAbram. —Yo... yo... —empezó a decir—,

en mi apuro por escapar se meolvidó traerla.Un murmullo de lamentos co -

rrió por entre el grupo. La únicaBiblia en la aldea había sido olvi-dada. Todavía estaba en la casa deAbram Shoope, el diácono. ¿Quétal si los soldados la hallaran y ladestruyesen?El joven Hans se sentía tan mal

como los demás. No quería ni pen-sar en que no podría escuchar máshistorias de la Biblia, historias deDavid, Jonás, Noé, y sobretodo, deJesús.

—Bueno —dijo el hermanoJacob Walter una vez que el grupohubo superado su desconcierto—,no hay nada que podamos hacersino orar. Si Dios puede prote -gernos aquí, también puede encar -garse de proteger la Biblia.El anciano y los demás se

arrodillaron. Mientras el obispooraba, pensamientos repentinoscruzaron por la mente de Hans.“¿Por qué no podría yo escabu -llirme hasta la casa de Abram ytraer la Biblia? Los soldadosnunca me agarrarán,” se dijoHans a sí mismo. “Yo soy ágilpara correr. Además, cuando juga -mos al escondite, siempre soy elúltimo en ser hallado.”Silenciosamente, mientras todos

oraban con sus rostros inclinados,Hans salió de la cámara. Apenas sehabía alejado una corta distanciacuando echó a correr por los túne-les. Hans cono cía bien el caminohacia la salida. Había cami nado esaruta muchas veces cuando estabanexcavando los túneles. Respirandoagitadamente, Hans subió por laescalera que conducía a la puertade salida. Con cautela, deslizó elcerrojo y levantó la puerta apenaslo suficiente para echar un vistazoafuera.No se veía a nadie por ningún

lado, entonces Hans salió atrevida-mente. Silenciosamente cruzó elestablo caminando de puntillas.

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Luego se subió encima de un ba rrily miró por un agujero en la pared.Su corazón se aceleró. ¡Efectiva -mente, allí estaban los soldados!Estaban frente a la casa de SimonGross. Un poco más allá vio queotro pequeño grupo se acercabapor la calle.Bajándose del barril, Hans

cami nó hasta el otro lado delestablo y se fijó por la calle en laotra dirección. No veía ningún sol-dado. —Ah —susurró—, los soldados

están saqueando primero las casasal lado este. La casa de Abram estáal oeste de nuestro establo. Puedoir y venir y los soldados todavía noestarán ni siquiera cerca de aquí.Rápidamente se escurrió por la

puerta del establo y corrió hacia eloeste, agachándose y escondién-dose detrás de los árboles por sihubiera algún soldado vigilando.Pero no vio a nadie.Una vez dentro de la casa de

Abram, Hans suspiró aliviado. Sedirigió al estante junto a la chime-nea, pero la Biblia no estaba allí.“¿Dónde podría estar? ¿Habránllegado ya los soldados y se lahabrán llevado?” Hans seestremeció al pensar en esto.—¡Ah, ahí está! —exclamó el

muchacho casi en voz alta. El librogrande estaba sobre una silla juntoa un par de lentes.

“Parece que el hermano Abramla estaba leyendo cuando llegó elaviso,” pensó Hans. Tomó la

Biblia en sus manos y la observócon admiración. “¿No estaránfelices los demás cuando tengan laBiblia con ellos de nuevo?”Hans ya estaba por salir cuando

de repente oyó un ruido. Parecíacomo voces. Sí, eran voces. Elmuchacho temblaba de miedo.“¿Dónde podría esconderse?”Sin esperar un minuto más,

Hans saltó dentro de un cajónmedio lleno de leña que estabajunto a la chimenea. Rápidamentese abrió espacio entre la lena, seacomodó de cuclillas, y cerró latapa del cajón.Apenas se había acomodado

cuando una bota pesada golpeó lapuerta del frente. Hans no podíaver a nadie pero podía oír los pasospesados sobre el piso de madera.También se oían voces bruscas.Los sonidos se estaban acercando.“¿Me encontrarían?” Hans trata-ba de no temblar para que la leñano se moviera.

“Ojalá,” pensó Hans. “Sí, ojaláque los soldados no oigan los lati-dos de mi corazón”.Por diez minutos, los que a

Hans le parecieron como todo unmedio día, los soldados registra-ban la casa. De vez en cuandoHans oía que algo caía al piso y sequebraba. Pero al fin los ruidoscesaron. Los soldados salieron, yno hallaron a Hans. Sin embargo,transcurrió bastante tiempo hastaque Hans logró reunir suficientevalor para salir de su escondite.

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Una vez fuera de la casa, ya nocorría libremente. Apretando bienla Biblia contra su cuerpo,avanzó como una serpiente porentre la hierba alta. Con cautelaavanzó de regreso al establo,temiendo todo el tiempo que lossoldados hubie ran descubierto lapuerta abierta en el piso. Se armóde valor y echó un vistazo alestablo. No había nadie. Como unratón escabulléndose hacia suescondite, Hans corrió por elpiso, entró por la puerta, y desa-pareció.—¡Vaya! —exclamó al tiempo

que corría el cerrojo—. Casi,

casi.Los Wiedemann y las otras

familias se regocijaron enorme -mente cuando Hans entró en lacámara.—¿Dónde estabas? —preguntó

su madre entre sollozos y almismo tiempo que lo abrazaba—.Te hemos buscado por todos lostúneles.Ahora Hans se sintió mal. No

había pensado en cómo se senti -rían sus padres cuando no loencontraran después de laoración.—Me devolví a traer la Biblia

—dijo humildemente levantando

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el libro para que todos lo vieran.—Oh, Hans —repuso el

hermano Abram—, no debistearriesgar tu vida ni las nuestras.¿Qué tal si los soldados te hubierancapturado y obli gado a dirigirloshasta nuestro escondite?Pero el obispo puso su mano

sobre el hombro del muchachopara alentarlo. —Tu intención fue buena, Hans,

y el Señor estuvo contigo. Todosnosotros estamos agrade cidos porla Biblia.El grupo permaneció bajo tierra

durante dos días más. En lamañana del tercer día, el hermanoAmon Wiedemann sugirió: —¿Por qué no enviamos a un

hombre para ver si ya se han idotodos los soldados. Ya deben dehaberse marchado.—¿Quién irá? —preguntó el

hermano Jacob Walter.Varios alzaron la mano. Simon

Gross, el herrero, fue escogido.Sólo estuvo afuera por una horacuando regresó a contar lo quehabía visto. Sólo uno de los esta -blos había sido quemado, pero lamayoría de las vacas habían sidorobadas. Y unas pocas casas habíansido gravemente saqueadas.—¡Buscaban oro! —exclamó

una mujer—. Los soldados creenque tenemos montones de oro yplata, solamente porque trabajamosarduamente y no gastamos eldinero en vinos y sedas.

Agradecidos, los anabaptistasregresaron a sus hogares. Aquellanoche se reunieron en la casa delhermano Jacob Walter para cantarhimnos de alabanza. Estaban llenosde gratitud en su corazón porque suescondite había resultado exitoso.Durante los siguientes años,

ocasionalmente las familias tuvie -ron que refugiarse en los túneles, o“lochies”, como les decían en supropia lengua. Cada vez, los solda-dos destruyeron más y más de sushogares y establos. Final mente loshermanos decidieron salir deMoravia. Muchos de ellos semudaron a Hungría, un país veci-no, y más tarde a otros países.Hoy, los descendientes de los

anabaptistas de Moravia viven enlas planicies del Canadá y de losEstados Unidos, donde son conoci-dos como huteranos. Los túnelesen los que sus antepasados seescondieron toda vía se pueden veren lo que era el estado deChecoslovaquia. Los lochies per-manecen como un monu mento alos sufrimientos de los anabaptistasy como un cum plimiento de laspalabras de Hebreos 11:38 sobrelos cristianos perseguidos:“...errando por los desiertos, porlos montes, por las cuevas y porlas cavernas de la tierra”.

De: Step by StepPor: David Luthy

Usado con permiso de:Pathway Publishers

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Los votos son parasostenernos firmes

Dios le ordenó al pueblo deIsrael que cumpliera sus votos.“Esto es lo que Jehová ha manda-do. Cuando alguno hiciere voto aJehová, o hiciere juramento ligan-do su alma con obligación, noquebrantará su palabra; haráconforme a todo lo que salió de suboca” (Números 30:1-2).Dios espera que cumplas los

votos o compromisos que haces, taly como prometiste. Esto quieredecir que harás conforme a todo loque salió de tu boca. Esto, por lotanto, te ayudará a hacer lo correc-to sin importar si sientes el deseode hacerlo o no. Tal obediencia atus votos y compromisos te man-tendrá en el camino.El salmista nos amonesta a que

paguemos nuestros votos alAltísimo (Salmo 50:14). En reali-dad un voto o compromiso hecho

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PPPPAAAACCCCTTTTOOOOSSSS

PPPPRRRROOOOMMMMEEEESSSSAAAASSSS

VVVVOOOOTTTTOOOOSSSS

Por: Simon Schrock

TTTTOOOODDDDOOOO DDDDEEEEPPPPEEEENNNNDDDDEEEE DDDDEEEE.... .... ....(CAPÍTULO 3b)

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con otra persona, es un voto conDios. Nuestros hechos, actitudes, yla manera en que tratamos a otrosen verdad es la manera en que trata-mos a Dios. Si somos des leales ennuestros compromisos con otros,somos desleales a Dios. Silogramos establecer en nuestrocorazón que de la manera en quecumplimos nuestros compromisoscon otros es la misma manera enque cumpli mos nuestros votos alAltísimo, nos ayudará a cultivar lalealtad y el respeto en nuestroscompromisos. Jesús dijo: “... Encuanto lo hicisteis a uno de estosmis hermanos más pequeños, a mílo hicisteis” (Mateo 25:40).

Los votos deben tomarsecon seriedad

El sabio Salomón escribió:“Lazo es al hombre hacer apresu -radamente voto de consagración, ydespués de hacerlo, reflexionar”(Proverbios 20:25).“No te des prisa con tu boca, ni

tu corazón se apresure a proferirpalabra delante de Dios; porqueDios está en el cielo, y tú sobre latierra; por tanto, sean pocas tuspalabras. Cuando a Dios hacespromesa, no tardes en cumplirla;porque él no se complace en losinsensatos. Cumple lo que prome -tes. Mejor es que no prometas, yno que prometas y no cumplas”(Eclesiastés 5:2, 4-5).Seguir a Jesús es un compromiso

serio, y nos debemos comprometer

con toda sinceridad. Las enseñan-zas de Jesús dan importancia a estaverdad. Jesús le dijo a las multi-tudes que le seguían: “Y el que nolleva su cruz y viene en pos de mí,no puede ser mi discípulo”.Después dio un ejemplo: “Porque¿quién de vosotros, queriendo edi-ficar una torre, no se sientaprimero y calcula los gastos, a versi tiene lo que necesita paraacabarla? No sea que después quehaya puesto el cimiento, y nopueda acabarla, todos los que lovean comiencen a hacer burla deél, diciendo: Este hombre comen-zó a edificar, y no pudo acabar.Así, pues, cualquiera de vosotrosque no renuncia a todo lo queposee, no puede ser mi discípulo”(Lucas 14:27-30, 33).Un compromiso serio en el que

uno se resuelve de corazón pagar elprecio del discipulado, mantiene ala persona firme en su fe. Tal com-promiso nos ayudará a mantener lamirada en la meta. Será de muchaayuda como sostén durante las vio-lentas tormentas del diablo. Lafidelidad a nuestro compromisocon Jesucristo nos sostendrá encualquier situación.A principios de la década de

1970, el movimiento carismáticodio un fuerte impacto en muchosgrupos cristianos. Esto dividió a loscreyentes en bandos con distintasmaneras de pensar aun dentro deuna misma congregación. Con eltiempo, esto produjo divisiones

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entre familias y entre hermanos enCristo. Esto resultó en heridas ydesilusiones para pastores y padresde familia. Sin embargo, algunasfamilias sobrevivieron sin sufrirdivisiones. Eran las que se mantu-vieron leales a su compromiso consu iglesia, y que no se rebelaroncontra sus líderes espirituales ni losridiculizaron. Esas familias y sushijos fueron los que pasaron la tem-pestad con su fe fortalecida.Por lo contrario, los que flaque-

aron en sus compromisos de lealtady desafiaron de maneras no bíblicasa los líderes escogidos de Dios,fueron los que naufragaron con susfamilias, dispersándose en muchasdiferentes creencias. Los resultadosfatales se ven hoy en muchoslugares.El autor Edward Dayton escribió

así: “El compromiso es el funda-mento de toda relación humana ...Ser humano es anhelar compro-misos con otros.” 1Los compromisos y las prome-

sas significan seguridad. Signi ficanque puedo contar con el otro y queél puede contar conmigo. Signi -fican que podemos contar con laayuda de otros para levantarnoscuando nuestra vida se desarma.Cuando sentimos dolor o cuandotenemos necesidades, el compro-miso significa que alguien acudiráa ayudarnos y darnos apoyo.El compromiso significa que

pode mos llamar a un amigo a las2:00 de la mañana y que éste no nos

va a cerrar la puerta. Significa tenerla confianza de que el pastor nosescuchará o vendrá cuando se lopidamos. La policía y la Cruz Rojaresponderán a una llamada deemergencia en la noche. El com -pro miso significa que los billetesvalen lo que sus cifras dicen; todoesto con tal de que cumplamos connues tros compromisos. Nuestrogobierno tiene el compromiso derespaldar nuestros billetes según suvalor. Si mañana a las 10:00 a.m. elgobierno se retirara de su compro-miso de respaldar nuestro dinero,nos veríamos en serios problemas.Supongamos que tus billetes sólofueran respaldados según como túcumplas con tus compromisos ypromesas. ¿Qué valor tendría tudinero? ¿Valdría la cuarta parte otal vez la mitad?“Las relaciones humanas se

tratan precisamente de compro-misos, porque somos hechos pararelacionarnos con otros. La personaque no quiere ningún compromisocon otros deja de ser humana.”2 Ypor cierto, también deja de serespiritual. Los compromisos sonpara nuestro bien. Cuando lostomamos seriamente, nos guiarán através de las tormentas y luchas dela vida.

Mantener un compromisotiene un alto costo

El compromiso lleva consigo unprecio. No se trata de una diversióno algo fácil y suave. Sin embargo,

1 Edward Dayton, Whatever Happened to Commitment, Zondervan.2 Ibid

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el compromiso nos brinda gozo ysatisfacción. En el compromiso serequiere que demos de nosotrosmismos, de nuestro tiempo yenergía, nuestros recursos e ideas, y“aun nuestra misma alma. Y porcausa del costo que esto conlleva,lo admiramos en otros y lo teme -mos para nosotros mismos.”3El compromiso conlleva riesgos

que hacen aun más alto su costo.Me refiero a que damos de nosotrosmismos a otros, y aun con la posi-bilidad de que nos rechacen. Elrecha zo y las heridas que sufrimosal darnos cuenta de que su compro-miso con nosotros no es comonues tro compromiso con él, noscausa dolor. Éste sí puede ser unprecio muy alto.Así fue para una señora, llama-

da Sara. Sara estaba comprometidaa ser leal a su esposo hasta que lamuerte rompiera su lazo matri -monial. El compromiso de suesposo no era como el de ella. Suesposo fue infiel a su voto alprestarle atención a otras mujeres.Sara pasó largos días y nochesesperando y orando para que suesposo regresara a su compromisocon ella. Por su dedicación tuvoque pagar un alto precio de dolor ydesilusión. Sin embargo, su lealtady fidelidad fueron recompensadascuando su esposo regresó y ambosfueron unidos por medio de lareconcilia ción y el perdón. Hasta eldía de hoy, esta pareja disfruta de

una hermosa relación, gracias aque la esposa estuvo dispuesta apagar el alto precio del compro-miso. Ahora ambos son másfuertes en su fe cristiana que antes.Cuando nos comprometemos

con otros y a la causa de otros, yano somos dueños de nosotros mis-mos. Nos estamos poniendo en lalista de disponibles para ser llama-dos a prestarle servicio a otros.Quizá aun sea un servicio para elcual no estamos preparados o niaun capacitados.El compromiso más alto y cos-

toso de toda la historia fue el deDios con la humanidad. Él pro metióenviarnos a su Hijo a redi mirnos dela maldición y la condenación delpecado. El precio de este compro-miso lo podemos ver en la vida ymuerte de Jesucristo, el único Hijode Dios. La Biblia dice: “Al que noconoció pecado, por nosotros lohizo pecado, para que nosotrosfuésemos hechos justicia de Diosen él” (2 Corintios 5:21). Por causade su compromiso con nosotrosDios envió a su Hijo Jesús a cumplirla promesa que había hecho desde elprincipio (véase Génesis 3:15). Elprecio de cumplir esa promesa seríala muerte de Jesús como ofrenda pornuestro pecado, a pesar de quenosotros no merecíamos semejanteacto de mise ricordia.

—Continuará

3 Edward Dayton, Whatever Happened to Commitment, Zondervan.

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LLLLAAAA VVVVIIIIDDDDAAAAFFFFAAAAMMMMIIIILLLLIIIIAAAARRRR

CCCCRRRRIIIISSSSTTTTIIIIAAAANNNNAAAA

SS EE CC CC II ÓÓ NN PP AA RR AA PP AA DD RR EE SS

LLLLAAAA CCCCRRRRIIIIAAAANNNNZZZZAAAA DDDDEEEE LLLLOOOOSSSS HHHHIIIIJJJJOOOOSSSS(CAPÍTULO 6a)

INTRODUCCIÓNSe cuenta la historia de un soltero que en una ocasión le habló a un grupo de sus

amigos casados. Él les habló sobre lo que dice la Biblia en cuanto a la crianza de loshijos. Sus amigos le respondieron: “Espera a que tengas tus propios hijos. Verás comocambian las cosas.” Después de unos años, cuando ya estaba casado y tenía unosniños pequeños, nuevamente les habló a su grupo de amigos. En esa ocasión lerespondieron: “Espera a que tus hijos crezcan. Te hace falta aprender algunas cosastodavía.” Años después, cuando sus hijos habían crecido, otra vez les habló del mismotema. Esta vez la respuesta fue: “Bueno, es que los tiempos han cambiado”. El humorde esta pequeña anécdota encierra dos aspectos importantes acerca de la crianza de loshijos. Primero, es más fácil saber cómo hacer las cosas que llevarlas a cabo. Segundo,el padre al igual que cualquier otro, al enfrentar una tarea difícil tiende a evadir suresponsabilidad con excusas.

En este capítulo quiero tratar las dificultades en la crianza de los hijos con el fin

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METAS DE LOS PADRESCRISTIANOS

Dios ha dado a los padres laresponsabilidad de transmitir la fea sus hijos. “Él estableció testi -monio en Jacob, y puso ley enIsrael, la cual mandó a nuestrospadres que la notificasen a sushijos; para que lo sepa lageneración venidera, y los hijosque nacerán; y los que selevantarán lo cuenten a sus hijos”(Salmo 78:5 -6). Con el peso de talresponsabilidad, es necesario quelos padres fijen metas de másalcance que la vida presente y lascosas materiales. La crianza de loshijos es un trabajo muy serio. Lospadres deben entregarse porcompleto a las cosas del reino delos cielos si quieren llevar sushijos consigo a la eternidad.Lo siguiente consta de cinco

metas que los padres deben fijar ensus hogares si quieren llevar sushijos al cielo.

1. Queremos que nuestro hogarsea una casa de oración. Lospadres deben planear tiempos fijosde oración con sus hijos. Tambiéndeben orar en tiempos noprogramados. Todo hogar enfrentatiempos de crisis, necesidades,problemas, y conflictos. Cuandose presentan tales necesidades,deben ser llevadas a Dios enoración. Son oportunidades para

enseñarles a los hijos a dependerde Dios. Que aprendan a permitirque él supla las necesidades, y quedé la solución y la ayuda quenecesitamos.

2. Queremos que nuestro hogarsea una casa de alabanza. Des -pués de las oraciones llegan lasoportunidades de alabar. CuandoDios contesta sus oraciones, lospadres deben ayudar a sus hijos aver lo que él ha hecho. No todospasaremos por el Mar Rojo, peroDios va a “establecer untestimonio” en cada hogar si lospadres se acercan a él en fe. Ycomo dice el salmista: “Ha hechomemorables sus maravillas”(Salmo 111:4). Una manera muy buena de

desarrollar la alabanza es cantar enfamilia. Algunos padres creen queno pueden cantar bien. A los niñosno les impresiona tanto si puedencantar bien o no. Les impresionamás el mensaje del canto en sí. Siel canto familiar del todo noresulta, entonces se pudiera cantarcon un cassette grabado. Perotengan cuidado; para muchoscristianos las grabaciones nosiempre han sido una bendición.Hay casos en que esto ha llevado afamilias a escuchar música supues -tamente cristiana pero que enrealidad no es buena. Ademásmuchos por escu char cassettes han

de ofrecer un entendimiento práctico que pueda ser de ayuda. El que sabe lo que estáhaciendo, no necesita tantas excusas.

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dejado de cantar como familia. Nocaigan en la trampa de permitirque otros canten por ustedes. Diosquiere escuchar la alabanza de suspropios labios. ¡Canten!

3. Queremos que nuestro hogarsea una escuela de la verdad.Pablo, al expresarse sobre el hogarde Timoteo, habló de “la fe nofingida que hay en ti, la cualhabitó primero en tu abuelaLoida, y en tu madre Eunice … yque desde la niñez has sabido lasSagradas Escrituras, las cuales tepueden hacer sabio para lasalvación por la fe que es enCristo Jesús” (2 Timoteo 1:5,3:15). Los niños no vienen almundo como productos ya termi -nados. Necesitan enseñanza, disci -plina, y entrenamiento. Lamenta -ble mente el pensamiento modernoes enviar a los niños a los“expertos” para que ellos losentrenen. Los niños son enviados ala guardería para su cuidado, a laescuela para su educación, a laiglesia para su salvación, y alconsejero para la solución de suspro blemas. La preparación fueradel hogar juega un papel, pero esprimero la responsabilidad de lospadres. Además, el lugar principalpara la preparación de los hijos esel hogar. Ya veremos más acercade esto.

4. Queremos que nuestro hogarsea un refugio que protege anuestros hijos del mal. El pecado ylos conflictos abundan en nuestro

mundo y es imposible proteger deltodo a los hijos. Tarde o tempranolos hijos ven, escuchan, y experi -mentan cosas que tendrán unimpacto sobre la conciencia ymancharán la mente con el mal.Sin embargo, el hogar cristianopuede ser un refugio, una forta -leza, y una protección. Pero lo seráúnicamente si los padres así loprocuran. Los padres deben estaralerta ante las influencias pecami -nosas. Los padres destru yen la feque quieren transmitir si permitenen su hogar las diversiones munda -nas a través de la televisión, laradio, los videocintas, las revistas,o la música. La diversión delmundo corrompe. No estáorientada para producir hombres ymujeres para Dios. Los padrescristianos no deben permitir ladiversión mun dana en sus hogaresy en su lugar deben proveerliteratura y activi dades sanas.

5. Queremos que nuestro hogarsea un lugar de servicio. Leemosen 1 Corintios que la familia deEstéfanas se había “dedicado alservicio de los santos” (1 Corin -tios 16:15). Por naturaleza losniños tienden a ser egocén tricos.Quieren las cosas para sí mismos,y las quieren ya. Los padres sabiosejercitan a sus hijos en lo que esdar, servir, visitar, y ayudar a otros.Los hijos deben aprender el gozoque viene del sacrificio. Esto serealiza por medio del ejemplo y lapráctica. Para que reciban esa

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práctica es necesario servir a otros.Se pudiera hacer trabajos paraotros como recoger la leña, botarla basura, sembrar, arrancar lamaleza, y cosechar cultivos. Seríabueno decidir juntos como familiadónde hay alguna necesidad paracontribuir con dinero. Pero noolvidemos que todo esto es unapreparación de los hijos paracuando salgan del hogar. Laenseñanza sobre el servicio dadaen el hogar será la plataformadesde la cual los hijos pasen a lavida. Con dicho fundamento loshijos saldrán como siervos.Saldrán a desempeñar la vocaciónpara la cual han sido preparadosen el hogar. No saldrán como a laderiva sino con visión y propósito.“Como saetas en mano delvaliente” (Salmo 127:4).

¿CUÁNTOS NIÑOSDEBEMOS TENER?

Los padres generalmente resuel -ven esta pregunta según lascircunstancias y muchas veces vanal médico para que éste lesaconseje sobre algún método deplanificación familiar. ¿Es correctoplanificar? Antes de considerarestas preguntas vamos a identificaralgunos de los conceptos moder nosen cuanto a los hijos. Como vimosen el capítulo uno, las familias ennuestra sociedad cada vez son máspequeñas. ¿Por qué? Si exami -namos los motivos honra damente,resultarán evidentes las siguientes

razones:• El costo de tener hijos es alto.• El costo de vestir, alimentar, yeducar a los hijos va enaumento.

• Los hijos exigen mucho tiempo.• Los hijos exigen mucho cui -dado, en el día y en la noche.

• Los niños ponen a prueba lapaciencia de los padres, sobretodo cuando éstos tienen otrasobligaciones que exigen suatención.

• Al tener más niños el medio detransporte se les complica.

• Una familia más grande nece -sita una casa más grande.

Al ver la lista anterior tenemosque reconocer que tener unafamilia grande va en contra delestilo de vida que nuestra sociedadbusca. También debemos recono cerque el pensamiento modernoparece decir que los hijos son unamolestia, una inconveniencia lacual apenas soportamos. Pero esinteresante notar que tener menoshijos no ha resultado en familiasmás felices. Tampoco ha logradoun ambiente más tranquilo en elhogar. Al analizar la actitud paracon los hijos hoy en día, no sería deextrañarse si las madres de hoy legritaran más a sus dos “mocosos”que las madres de antaño a susocho o diez hijos. Con esto noestamos diciendo que los padres dehoy deben tener otros seis hijospara lograr un hogar más feliz. Lo

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que queremos hacer comprender esque el verdadero culpable del estrésde hoy día no son los hijos, sino elmaterialismo. Como vimos en elcapítulo uno, el pensamiento demuchos hoy es que la vida esdemasiado costosa y los horariosmuy apretados como para incluir amuchos hijos.El concepto moderno en cuanto

a los hijos es alarmante si nosdamos cuenta hasta qué extremo hallegado. Ha llegado al colmo delaborto provocado. Detrás de lasexpresiones como “remoción deltejido fetal” se esconden los padresy cirujanos culpables del homicidiomasivo. Hasta el año 1990, más de23 millones de abortos habían sidoprovocados sólo en los EstadosUnidos. Las cámaras de gas deHitler realmente eran agradablescomparadas con los métodos deaborto que hoy se usan. Los bebésgeneralmente son cortados contijeras y después removidos enpedazos. Otro método es introduciruna solución salina que causa quese retuerzan de dolor hasta morir yser removidos.Los cristianos debemos aborre -

cer el aborto. El hecho de que esosbebés no estén completamentedesarrollados, y que nunca hayansido vistos o cargados en brazos,no hace más tolerable la crudarealidad de su muerte. Tal vez seanmuy pequeñines, pero están vivos.Y como seres vivos y humanos sonasesinados.

El proceso de ser arrastradohacia la mentalidad abortiva esengañoso. Aun los cristianospudiéramos hallarnos en dichacorriente. El embarazo no deseadoes lo que causa la tensión emocio -nal y mental que muchas vecestermina en un aborto. La mujerconcibe un hijo al tener relacionessexuales con un hombre; a lamisma vez, la mentalidad abortivadice: “Queremos el privilegio delsexo pero no la responsabilidad.Queremos actuar como esposospero no terminar como padres.”Tal pensamiento es lo que

pervierte la industria de losanticonceptivos. La publicidadhabla del “sexo seguro” refirién -dose a un control seguro en que nohay que temer los embarazos nodeseados. Se refiere al privilegiosin la responsabilidad, y a tenermenos hijos. Los padres de hoy díasin duda sienten la presión de tenerfamilias más pequeñas y un mejornivel de vida. Así es que volvemosnuevamente a la pre gunta: ¿Escorrecta la planifica ción familiar?Quizá no haya enseñanzas

directas en la Biblia en respuesta aesta pregunta. Pero sí hay puntosde vista del pueblo de Dios en laBiblia sobre estos asuntos; ademáshay principios bíblicos que nospueden guiar y que son apropiadosy duraderos.Consideremos lo siguiente:1. A través de las Escrituras

siempre encontramos un alto

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concepto en cuanto a los hijos.Cuando Dios bendijo tanto a Adáncomo a Noé les dijo: “fructificad”(Génesis 1:28; 9:1). Sara, Raquel,Ana, y Elisabet consideraban unadeshonra el no poder tener hijos.(Génesis 21:6; 30:1; 1 Samuel 1:1-11; y Lucas 1:25). El salmistahabla de los hijos como la“herencia de Jehová”, “comoplantas de olivo alrededor de tumesa”, “como saetas en mano delvaliente”, y dice: “Bienaven -turado el hombre que llenó sualjaba de ellos” (Salmo 127 y128). Y Jesús le reprochó a losdiscípulos porque rechazaron a losniños. “Dejad a los niños venir amí, y no se lo impidáis; porque delos tales es el reino de los cielos”(Mateo 19:14).2. La Escritura nunca habla de

métodos anticonceptivos. En elcaso de Onán (Génesis 38), Diostrajo juicio repentino sobre él porno querer procrear. Sin duda,había también otros factores; élpecó contra su padre, contra suhermano, y contra Tamar. Pero elhecho en sí que él cometió tambiénse presenta como algo negativo. Enotro caso leemos que Lea “dejó dedar a luz” después de haber tenidocuatro hijos (Génesis 29:35).Después tuvo dos hijos más y unahija (Génesis 30:16, 21). El tiempoque Lea no podía tener hijos sedebió a su rivalidad con Raquel.Sin embargo las palabras de Lea:“¿Es poco que hayas tomado mi

marido?” (v. 15) indican que noera su deseo haber cesado de tenerhijos.3. La mentalidad que consi dera

a los hijos una molestia y quequiere el privilegio del sexo perono la responsabilidad comopadres, es una mentalidad dañinaen el matrimonio. Un escritoralemán refiriéndose a la menta -lidad anti conceptiva y abortiva dehoy día habló de una “Kinderfe -indschaft”, una actitud hostil paracon los hijos. Las parejas queespe ran para tener hijos para poderlograr algunas metas temporales,inconsciente mente (a veces cons -cientemente) están desarro llandouna actitud negativa y de resis -tencia para con los hijos y lapaternidad. Las actitudes de estetipo no sólo son puntos de vistadañinos sino también le hacendaño a la relación matri monial.4. Todo matrimonio debe

informarse de los ciclos defertilidad. En el Antiguo Testa -mento Dios le dio a su puebloinstrucciones específicas encuanto a estos ciclos (por ejemploLevítico 15:19-33 y 18:19). Esteconocimiento le ayudó a losisraelitas a ser tanto productivoscomo saludables. El mismo cono -cimiento se usa hoy por los quequieren distanciar más el tiempoentre cada nacimiento o dejar detener hijos, pero que usan de méto -dos naturales de planifi cación.5. La Biblia considera la vida

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humana como sagrada, aun en elvientre. “No matarás” (Éxodo20:13). “Te alabaré, porqueformidables, maravillosas son tusobras…. Mi embrión vieron tusojos, y en tu libro estaban escritastodas aquellas cosas que fueronluego formadas, sin faltar una deellas” (Salmo 139:14, 16). “Antesque te formase en el vientre teconocí, y antes que nacieses tesantifiqué, te di por profeta a lasnaciones” (Jeremías 1:5). “Tumujer Elisabet te dará a luz unhijo, y llamarás su nombre Juan… y será lleno del Espíritu Santo,aun desde el vientre de su madre”(Lucas 1:13,15). Así es que, inter -ferir con la vida humana es unasunto moral. Terminar con la vidahumana de manera intencional esasesinato, sea una vida antes denacer o después. Basados en esteprincipio podemos concluir quetodos los métodos de planificaciónque permiten la concepción perono permiten el desarrollo así comoel DIU (Dispositivo Intrauterino),son moralmente malos. Muchas delas píldoras también caen en estacategoría ya que la mayoríapermiten la “implanta ción” encaso de que falle el mecanismo desupresión de la ovulación.6. La abstinencia moderada

embellece y preserva el amormatrimonial. El verdadero amoren el matrimonio no es un impulsoincontrolable. El amor verdaderoes considerado, y como tal, está

dispuesto a esperar para tenerrelaciones sexuales por amor alcónyuge. La generación de hoy noes moderada, sino que quiere todoy lo quiere ya. Pero esa men ta li dadha atascado a muchos matri -monios. En 1 Corin tios 7:5 encon -tramos el consejo que nos ayuda aequilibrar este asunto de laabstinencia. Ahí se nos advierte ano defraudar el uno al otro por unaabstinencia total, a no ser pormutuo consentimiento y por unperíodo corto, en el cual puedanocuparse de algo edifi cante. Estonos muestra que el amor conyugalno debe ser restringido por muchotiempo.7. Las parejas no deben tomar

decisiones permanentes basadasen las circunstancias del momento.Con las facilidades de la medicinamoderna muchas parejas hantomado decisiones de intervenciónquirúrgica para no tener hijos elresto de su vida. Pueden haberalgunas razones válidas por tomartal decisión; por ejemplo, cuandoun embarazo pone en riesgo lavida de la madre. Pero algunasparejas han tomado decisiones deeste tipo basadas en sentimientosegoístas o materiales. Después sehan visto en situa ciones quecambian total mente su manera depensar. Como por ejemplo, lapérdida de un hijo, o tal vez sólollegan a tener un aprecio másgrande por los hijos y después deun tiempo quisieran tener más. En

esos casos resulta muy cierto elproverbio: “El que es impacientede espíritu enaltece la necedad”(Proverbios 14:29).Muchos cristianos están en

desacuerdo sobre la planificaciónfamiliar. Algunos creen que no sedebe planificar. Otros creen que nose debe usar ningún métodoartificial. Otros creen que se puedetener un alto concepto de la familiay de los hijos y siempre usarmétodos naturales o artifi cialespara distanciar los embara zos oaun para limitar la cantidad dehijos en caso de algún problema uotra razón especial. Lamentable -mente, muchos llamados cristianosno se han detenido a pensarloseriamente y han terminado acep -tando las prácticas anticonceptivasy la mentalidad moderna.

Algunos casos deben ser deja -dos a la conciencia de la pareja.Pero en todo caso el cristiano debetomar en cuenta que el conceptomoderno va en contra del énfasisbíblico en cuanto a la familia, encuanto a los hijos, y en cuanto a laprocreación. No debemos tomardecisiones haciendo a un lado losprincipios y las enseñanzas bíbli -cas por temor de parecer raros oanticuados ante el mundo. Esollevaría a la familia y a la iglesiahacia el mundo, y la conformidadcon el mundo tarde o temprano traecon se cuencias amargas.

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—continuaráTomado de:

Christian Family LivingPor: John Coblentz

Usado con permiso deChristian Light Publications, Inc.

Harrisonburg, VA, EE.UU.

Respuestas a Actividad paraniños... (viene de la contraportada)

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LA MODESTIALA MODESTIA

LLLLa modestia en la vida de la mujer cristiana es una virtud que semuestra en las acciones externas. El que estudia la Palabra deDios con corazón sincero encontrará que ella enseña

claramente la modestia. Sin embargo, hay muchos hoy día que seinclinan a proveer para los deseos de la carne y anulan la aplicación ypráctica de esta enseñanza.

“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos,de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, eldel corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afabley apacible, que es de grande estima delante de Dios. Porqueasí también se ataviaban en otro tiempo aquellas santasmujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a susmaridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor;de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis elbien, sin temer ninguna amenaza” (1 Pedro 3:3-6).

“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, conpudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas,ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como correspondea mujeres que profesan piedad” (1 Timoteo 2:9-10).

Aquí la Escritura nos está mandando que vistamos ropa sencillaque no llame la atención al cuerpo o a uno mismo. Por fuera, se debeusar ropa decorosa y por dentro se debe adornar el corazón de talmanera que manifieste sencillez y humildad de espíritu. La mujer cris-tiana no debe adornarse con peinados ostentosos que significa ondular oarreglar el cabello. El uso de joyería es contrario a la enseñanza de los ver-sículos anteriores. La mujer piadosa procura ataviarse modestamente yadornar el atavío interno; el del corazón con un espíritu afable y apaci-ble. La mujer piadosa necesita reflejar en su vida lo que la Palabra de Diosenseña aunque muchos se opongan.

En resumen, la mujer cristiana debe evitar poner pretextos a losmandatos bíblicos. Debe recordar que el verdadero adorno o cos-mético de la mujer piadosa será sus buenas obras.

Marina Argelia López de UrizarGuatemala

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Ingredientes:

QUEQUE DE CHOCOLATE

RECETA

Preparación:

13/4 taza harina 1 cucharadita sal1 cucharadita bicarbonato 1½ taza azúcar corriente1/3 taza margarina 1 taza leche agria3 claras de huevo sin batir ½ taza cocoa y 3 chdas de

margarina

Ingredientes y preparación del lustre:6 chdas cocoa y 2 chdas de margarina3 yemas de huevo 2½ taza azúcar refinada½ barrita margarina ¼ taza agua hirviendo

Mezclar los ingredientes secos. Agregar la margarinaderretida y la leche agria, y batir hasta que se mezcle bien.Añadir las claras sin batir, el chocolate con la margarninaderretida y continuar batiendo.

Forrar dos moldes con papel engrasado y enharinado.Vertir la mezcla en ellos y ponerlos en el hornoprecalentado a 350º F de 40 a 50 minutos.

Se derrite la margarina con el chocolate a fuego lento. Seañade el azúcar cernido y el agua hirviendo. Mezclar bien paradiluir el azúcar, poner la mezcla en la batidora y añadir lasyemas una a una. Se agrega la margarina en trocitos atemperatura ambiente y continúa batiendo hasta que tomeconsistencia y color de moca. Para armar se unen los dosqueques con un poco de crema. Se cubre, y se decora con elresto del lustre.

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—Noel, esta semana es la última que acarreo para ti —Hugoconfrontó a su hermano—. ¿Me oíste, tramposo y mentiroso? ¡Ya notrabajaré contigo! —decía escupiendo las palabras.—Mi hermanito se está poniendo listo —le contestó Noel en son de

burla.—¡Cállate! —le gritó Hugo—. ¡Anda, búscate otro negocio! Víctor,

Conway, Marcelino, y Juan ahora son mis clientes! —gritó retándole aNoel a interferir con sus proyectos ya bien planeados—. Cómprate uncarro. Lárgate a la ciudad. Quiero que te mantengas fuera de miterritorio. ¡Nunca jamás volveré a confiar en ti! —Hugo escupía cadapalabra cargada de odio.—Yo me voy —dijo Noel en son de burla—. Tú te puedes quedar

contrabandeando porquerías. ¡Yo tengo maneras más fáciles para hacerdinero! ¡Ah! Y que te diviertas con Mamá —agregó para insultarlo.Noel salió al día siguiente sin despedirse, ni de su madrastra ni de

LLLL AAAA BBBB ÚÚÚÚ SSSS QQQQ UUUU EEEE DDDD AAAA DDDD EEEE LLLLCCCC OOOO NNNN TTTT RRRR AAAA BBBB AAAA NNNN DDDD IIII SSSS TTTT AAAA

(CAPÍTULO 6)

SSSS EEEE CCCC CCCC IIII ÓÓÓÓ NNNN PPPP AAAA RRRR AAAAJJJJ ÓÓÓÓ VVVV EEEE NNNN EEEE SSSS

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Hugo. Ese día Hugo caminó solo por el sendero. Hizo el viaje dos veces,acarreando dos quintales en cada viaje. Empezó a llover antes que Hugoterminara, convirtiendo el sendero en un lodazal.

“¿Qué haré cuando empiecen las lluvias? ¿No habrá una maneramás fácil de conseguir mis productos? Barco es el lugar más seguro,pero ¿por qué no puedo cruzar el río donde no hay tanta jungla? Heescuchado de que así hacen algunos. Voy a tener que averiguarlo, peroprimero tendré que convencer a Mamá de que ya tengo edad paraencargarme de la tienda.”Hugo entró en la pequeña tienda que estaba separada de la cocina por

una pared. —Mamá, necesitamos más clientes —dijo echando un vistazo a su

alrededor—. Y necesitamos más espacio.Hugo caminaba por la cocina como si estuviera muy pensativo. Pero

en realidad sólo estaba dando tiempo a que su madrastra pensara la idea.—Yo creo —dijo Hugo escogiendo bien cada palabra y tratando de no

apurar mucho a su madrastra—, que podemos llegar a tener la tienda másgrande de San Marcos.De reojo miró a su madrastra para ver su reacción. Sus ojos brillaban,

y Hugo supo que le había gustado la idea.—¿Usted sabía que Noel ya no piensa regresar? —La pregunta

sobresaltó a su madrastra, y sus ojos chispearon—. Desapareció estamañana —continuó Hugo—. Se llevó toda la ropa y piensa comprarse uncarro y vivir en la ciudad —Hugo se encogió de hombros—. Hoy heestado pensando, Mamá. Una tienda más grande sería mucho trabajopara usted. Yo le pagaré alquiler por lo que ahora es la cocina. Pasaremosla cocina para afuera. Construiré paredes y le pagaré más de lo que ustedestá ganando ahora. Siempre tendrá su dinero cada semana. Imagínese,Mamá, ¡qué lindo sería! Y voy a comprar un rótulo, ¡un rótulo de verdadde tienda! —Hugo se sintió satisfecho cuando la cara de su madrastradibujó una sonrisa de oreja a oreja. ¡Lo había logrado!Al día siguiente, Hugo le pagó a un vecino para que cerrara el

corredor con bambú mientras él se alejaba río abajo en su bote en buscade un lugar más adecuado para cruzar con su mercancía.A poco más de dos kilómetros después de Barco, Hugo notó una

entrada de agua que se apartaba del río. Al levantar algunas ramas quecubrían la entrada, vio que después de varios metros la entrada doblabaun poco y terminaba.“¡Ajá! ¡Alguien ha estado usando esta entrada al agua!” Al final de la

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entrada salía unsendero bien marcadoque despertó lacuriosidad de Hugo.Amarró su bote y,arañando, logró trepara la orilla. Un senderolimpio y claro habíasido abierto por entre lajungla. ¡Este senderono era como el caucetraicionero que usabanen Barco! En cuestiónde minutos Hugo seencontraba en un cañalsiguiendo un par dehuellas de llantas bienmarcadas que se alejaban. Hugo se felicitó a sí mismo por correr con tanbuena suerte. Sin duda, su padre estaba complacido con él. Tal vezdebiera ir a la iglesia y prenderle unas velas, ya que por un tiempo lehabía rogado su madrastra que lo hiciera. Su madrastra decía que elhumo de la vela se elevaba al paraíso donde estaba su padre. Entonces élles enviaría buena suerte al sentirse complacido de que ellos seacordaran de él.Pero, ¿quién estará usando este paso secreto? ¿Dónde guardan los

botes? ¿Tendré problemas con alguien si yo también lo uso? ¿Vendríadon Víctor hasta aquí? Estas preguntas necesitaban respuestas. Hugoestaba resuelto a averiguarlas.Antes de salir del refugio de ramas que ocultaban la entrada, Hugo se

detuvo y paró la oreja por si se escuchaba algo del otro lado. No queríaperder aquel atracadero perfecto. Al no escuchar nada, apartó las ramasy remó río adentro… ¡a la pura vista de un muchacho que pescaba en laotra orilla del río!Al instante Hugo se detuvo, sin quitarle la vista. El muchacho también

lo miró fijamente y después le hizo señas que cruzara el río para llegardonde él estaba.

“¿Por qué no averiguar qué es lo que quiere?”, dijo para sí Hugomientras remaba cruzando el río.—¿Andas buscando negociar? —preguntó el muchacho—. ¿Eres

nuevo por aquí?

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—¿Y qué negocio me ofreces? ¡Pudiera ser que esté interesado!—Ven —le ordenó el muchacho—. Mete el bote por aquí —dijo al

mismo tiempo que levantaba unas ramas que colgaban sobre el río.Hugo vio otra pequeña entrada de agua, esta vez de tamaño apenassuficiente para su bote.

“Quién sabe cuántas entradas de éstas hay sobre este río. ¡Sonideales!” Hugo contempló alrededor de aquella entrada oculta. “Tal vezsea así como esconden los botes al otro lado”.—Ven —dijo el muchacho otra vez—. Te llevaré a mi papá.Hugo logró un buen negocio. Tal vez era pequeño para su edad, ¡pero

nadie lo iba a intimidar! Su nuevo proveedor cambió su opinión de Hugocompletamente al llegar a un acuerdo sobre precios. “Yo creí que seríafácil,” dijo, meneando la cabeza después que Hugo había salido de sucasa. “¡Ésta es la primera vez que me encuentro con un joven que conoceel negocio tan bien como yo!”Un porte de auto satisfacción parecía marcarse de forma permanente

en la cara de Hugo. Ahora estaba negociando con el señor Pedro, uno delos proveedores más grandes de contrabando. Él, Hugo Donado, conmenos de dieciséis años, ¡era su propio jefe! El señor Pedro se encargaríade tener la mercancía en el lugar recién descubierto. Ahora, lo único quele hacía falta eran muchachos de Barco para acarrear los productos. Seríagrandioso dejar que otros corrieran los riesgos en Barco, el lugar dondellegaba la mercancía ilegal a través de los militares.Una semana más tarde, Hugo ya tenía trabajadores y estaba listo para

empezar de lleno su nuevo negocio.—Un mensaje para don Víctor —le decía a la operadora después de

marcar el número de la central en Ameco—. Dígale que esté en laintersección de Ameco mañana como a las 10:00 a.m. Gracias.

“Tres trabajadores de Barco para que acareen; Víctor para querecogiera la mercancía en el nuevo punto de carga; entregas a Conway,Marcelino, y Juan; y ya dejé el mensaje en cuatro tiendas de que SanMarcos es el mejor lugar para conseguir buenos precios al por mayor.¡Y el rótulo de la tienda ya está colocado! ¡Supongo que todo estélisto!” Hugo repasó en la mente todos los cambios ocurridos en la últimasemana. Se sentía bien, muy bien. Había invertido todos sus ahorros paraempezar, pero ahora él era su propio jefe. —Continuará

Tomado de:The Smuggler’s Quest

Christian Light Publication (1999)Usado con permiso.

lfredo Wilson se estremeció. ¿Acaso no sabía Daríoque es malo tomar el nombre de Dios en vano? Sí,ahora se le estaba presentando la oportunidad de

testificarle del Señor, y no debía desperdiciarla como habíahecho en otras ocasiones. Dios contaba con él. Con unaoración a Dios pidiendo su ayuda, se volvió a Darío y le dijo:—No debes hablar así; me estremecen tus palabras. ¿Te

atreverías a hablar con tanto desprecio del presidente o de un

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SSSS EEEE CCCC CCCC IIII ÓÓÓÓ NNNN PPPP AAAA RRRR AAAANNNN IIII ÑÑÑÑ OOOO SSSS

UUNNAA RREEPPRREENNSSIIÓÓNN OOPPOORRTTUUNNAA

Queridos niños:En ocasiones se requiere de mucho valor para ser un

buen soldado del Señor Jesucristo. Para Alfredo yBenjamín fue difícil hablarles a sus compañeros de laenseñanza bíblica en Éxodo 20:7: “No tomarás el nombrede Jehová tu Dios en vano; porque no dará porinocente Jehová al que tomare su nombre en vano”.

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rey si estuvieras en su presencia? Aunque no podemos ver aDios, siempre estamos en su presencia. Para él es ofensivocuando hablas así.—No nos prediques —respondió Darío Martin en son de

burla mientras se reían los demás muchachos—. No eresmejor que nosotros. Si no te gusta nuestra compañía, vete a lacasa.En ese momento Benjamín Davis, un amigo de Alfredo que

también estaba dispuesto a defender el nombre de Dios, sintióadmiración por el valor de su amigo e intervino:—Una cosa es cierta, esa clase de lenguaje profano es

totalmente innecesario.El grupo se separó y Alfredo y Benjamín se dirigieron a sus

hogares.—Alfredo —dijo Benjamín seriamente—, Darío cree que ser

hombre es decir malas palabras y maldiciones.—¡Qué feo! Tenemos que hacerle ver que eso no es de

hombres. Nosotros solos no podremos, pero Dios nos ayudará—repuso Alfredo.—Tienes razón, Alfredo. Mañana los chicos se burlarán de

nosotros, pero eso no importa si uno sabe que ha hecho locorrecto. Mi mamá me ha enseñado que uno debe estardispuesto a mantenerse firme aunque sea el único.—Eso es precisamente lo que me ha dicho mi padre y creo

que sabe lo que está diciendo. Oremos por Darío esta noche.Tal vez él pueda ver su error. Lo peor de todo es que los chicosmás pequeños están siguiendo su ejemplo —continuó Alfredo.Después de esta conversación los dos amigos se

separaron. Cada uno se fue a su hogar. La mamá de Alfredonotó que éste había llegado más temprano que loacostumbrado. Alfredo se dirigió directamente a su dormitorioy la mamá creyó que tal vez Alfredo prefería estudiar que jugara la pelota. Pero Alfredo no se fue a su habitación a estudiarsino a pensar.Esa tarde, Alfredo le preguntó a su padre:—¿Pudiéramos salir a caminar un rato?

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—Claro que sí —respondió su papá. A él le encantaba salira caminar con Alfredo. Cuando Alfredo hablaba de salir acaminar, su padre sabía que Alfredo tenía algún problema quenecesitaba solucionar.La tarde era hermosa; el sol apenas empezaba a ponerse;

los manzanos estaban en plena flor; la fragancia era muyagradable.—Sentémonos aquí, Papá. Quiero contarle algo.En poco tiempo Alfredo le había contado a su padre los

sucesos de la tarde. Luego le preguntó:—¿Hice lo correcto, Papá? ¿O no debía haber dicho nada?—Hace solamente un año, Alfredo, en una tarde como ésta,

nosotros dos caminamos hasta este mismo lugar y tú le dijistealgo a Dios que nunca olvidaré.—Sí, Papá, yo recuerdo muy bien que después de que le

entregué mi corazón a Dios, le prometí que mi vida sería untestimonio para él.—Ahora, si no le hubieras dicho nada a Darío, los otros

chicos creerían que tú estabas de acuerdo con las palabras deDarío. Así que, era bueno que dijeras lo que dijiste. Ahora,déjame hacerte una pregunta. Si Darío hubiera hablado condesprecio de mí, ¿me habrías defendido?—Claro que sí, Papá. Yo le hubiera defendido en cualquier

momento y en cualquier lugar.—Pues, ésa debe ser tu actitud para con Jesús en todo

tiempo. Eso es lo que él espera.—Sí, Papá, ya comprendo. Cuando llegué a la casa,

deseaba no haber dicho ni una sola palabra. Tal vez losmuchachos se alejarán de mí, pero eso no importa. Benjamínes un verdadero amigo y él estará conmigo.—Mientras estábamos sentados aquí en esta tarde —siguió

el señor Wilson—, me llegó a la mente una experiencia quetuve una vez mientras estaba trabajando en el campo.Sucedió que tuve que trabajar con un hombre al queprácticamente no conocía. Realmente sus modales no eranásperos ni descorteses, pero cuando algo lo irritaba, usabapalabras muy profanas. En ese día, este hombre sentía que su

patrón se había aprovechadode él, entonces empezó ades honrar el nombre deDios así como hizoDarío. Yo hice una pausa,lo miré directa mente a lacara, y le dije: “Señor,usted ha insul tado a mimejor amigo”. El hombrese sonrojó y se movióincó modo. Luego respon -dió: “Yo no conozco aninguno de ustedes. ¿Aquién se refiere?”Así se presentó mi opor -

tunidad para decirle que lehablaba de Jesús. Lo que másme sorprendió, Alfredo, fue queeste hombre nunca habíaescuchado del Señor Jesúsexcepto cuando él mismousaba su nombre en vano. Micompañero quedó desconcertado y maravillado; inclinó lacabeza; los ojos se le llenaron de lágrimas y la voz le temblabamientras me dijo: “Y lo he hecho tantas veces”.—Mientras trabajábamos juntos el resto del día, él me hizo

muchas preguntas acerca de Dios. Aquella tarde, mientras loshombres descansaban y conversaban, nosotros dimos unpaseo hacia un lugar aparte para conversar. Yo le di mi NuevoTestamento para que él mismo pudiera leer de lo que Cristohabía hecho por él.—Unos días después, salimos a caminar nuevamente y mi

amigo le entregó su corazón a Dios y ha sido fiel desdeentonces. ¡Qué tal si yo no hubiera dicho nada!—Papá, estoy muy contento de que me hayas contado esa

historia; me ha dado nuevo valor, y nunca la olvidaré._________________________________________________

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Los años pasaron. Los días de la secundaria pasaron, yAlfredo llegó a ser socio de negocios con su padre. DaríoMartin se había ido del pueblo hacía varios años y Alfredo lehabía perdido la pista completamente. Sin embargo, Alfredosiempre lo recordaba, pues él y Benjamín a menudo hablabande Darío y oraban por él.Un día, varios años después, un vehículo se detuvo frente a

la oficina del señor Wilson, el papá de Alfredo. La puerta delauto se abrió y una figura alta y conocida salió del auto.

“¿Podría ser?” pensó Alfredo. “Sí, es Darío Martin.” No hubonecesidad de presentaciones.De repente, mientras hablaban poniéndose al día con los

detalles de sus vidas, Darío tomó una expresión seria ypreguntó:—Alfredo, ¿recuerdas el día cuando estábamos alistán -

donos para jugar a la pelota y mi lengua empezó a proferirpalabras profanas? —Alfredo asintió con la cabeza, y Daríocontinuó—: Nunca olvidé la expresión de compasión en la caratuya mientras tratabas de hacerme entender lo malo de mispalabras. Me alegro de que Dios no me dejara olvidar esaexperiencia porque fue por ella que finalmente vi el error de micamino. Luego busqué la clase de vida que tú llevas y Dios haquitado de mí el deseo de usar palabras malas. Ahora, lasaborrezco así como tú. ¿Qué tal si ese día tú te hubierasavergonzado de testificar por el Señor? ¡Tal vez yo todavíaestuviera en el pecado! Hay un versículo en la Biblia que dice:“Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dichacomo conviene”. Y eso es lo que tus palabras fueron para mí,porque fueron dichas como conviene.

Querido Señor, ayúdanos a serte fieles en todotiempo y en todo lugar.En el nombre de Cristo, Amén.

Tomado de:Forbid Them Not