ADOLFO RODRÍGUEZ ARRANZ LA CASA DE VILLA Y TIERRA …

ADOLFO RODRÍGUEZ ARRANZ

LA CASA DE VILLA Y TIERRA DE COCA (SEGOVIA): UN EJEMPLO DE ARQUITECTURA REGIONALISTA

Adolfo Rodríguez [email protected]

LA CASA DE VILLA Y TIERRA DE COCA (SEGOVIA): UN EJEMPLO DE ARQUITECTURA REGIONALISTA

Resumen: Este artículo expone las características de la Casa de Villa y Tierra de

Coca como ejemplo de arquitectura regionalista del primer tercio del siglo XX. Desde una visión general de los movimientos arquitectónicos de principios de siglo y de una breve biografía sobre su autor, D. Andrés Ceballos y Fernández de Córdoba, este trabajo analiza y describe cuáles son las peculiaridades funcionales y arquitectónicas de este edificio y exa-mina sus referentes estilísticos. Para finalizar extrae del Archivo Municipal los documentos administrativos y económicos referidos al mismo.

Palabras clave: Arquitectura regionalista, Andrés Ceballos y Fernández de Córdoba, Casa de Villa y Tierra, eclecticismo, Coca (Segovia).

THE CASA DE VILLA Y TIERRA OF COCA (SEGOVIA):AN EXAMPLE OF REGIONAL ARCHITECTURE

Abstract: This article exposes the characteristics of the Casa de Villa y Tierra of Coca as an example of regionalist architecture of the first third of the 20th century. From a general view of the architectural movements of the beginning of the century and a brief biography of its author, Andrés Ceballos and Fernández de Córdoba, this work analyzes and describes the functional and architectural peculiarities of this building and examines its stylistic referents. In order to finalize it extracts from the Municipal Archive the admi-nistrative and economic documents referred to it.

Keywords: Regionalist architecture, Andrés Ceballos y Fernández de Córdoba, Casa de Villa y Tierra, eclecticism, Coca (Segovia).

Fecha de recepción: 1/4/2019.Fecha de aceptación: 9/5/2019.

Sumario: 1. Introducción. 2. Arquitectura en España durante el primer tercio del siglo XX. 3 D. Andrés Ceballos, arquitecto. Apuntes biográficos y profesionales. 4. La Casa de Villa y Tierra de Coca. 4.1. Punto de partida. 4.2. Peculiaridades arquitectónicas y funcio-nales. 4.3. Análisis de la fachada. 4.4. Referentes arquitectónicos. 5. Conclusiones. 6. Anexo: documentación administrativa y económica. 7. Bibliografía.

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1. Introducción

El presente artículo completa la pareja de trabajos que hemos dedicado a la obra del arquitecto D. Andrés Ceballos y Fernández de Córdoba en la localidad de Coca1. En este caso se trata de la primera de sus obras en esta localidad, la Casa de Villa y Tierra, cuyo proyecto es de julio de 1927 y que se construyó a lo largo de los tres años siguientes. Se trata de un edificio singular situado en la Plaza Mayor, con fachada de ladrillo y concebido como edificio administrativo al servicio de la Comunidad de Villa y Tierra, institución de origen medieval que desde el siglo XII gestiona la explotación de diversos montes públicos, pinares, de los términos municipales de Coca, Navas de Oro y Nava de la Asunción y a la que actualmente pertenecen seis pueblos del entorno comarcal más sus entidades locales menores. A su vez contiene los espacios destinados a la administración del Ayuntamiento de la Villa de Coca y, en su momento, se completó con una vivienda aneja para su secretario.

En el centro del casco antiguo de la localidad, la Plaza Mayor se configura como un espacio abierto y amplio, compartiendo escenario con la iglesia parroquial de Sta. María la Mayor, atravesado lateralmente por la Calle Real que era el eje central de los tres que, confluyendo en la Plaza del Arco, enlazaban la puerta principal de la muralla con las principales iglesias del entramado urbano intramuros. No es una plaza castellana convencional, con la regularidad de las plazas barrocas porticadas, sino que responde más bien al trazado irregular del urbanismo medieval cuyo edificio principal, la iglesia de principios del XVI, se levantó sobre otra anterior de traza románica (Fig. 1).

1 El anterior, dedicado a la Escuela Unitaria de Niños (1931-1932), fue publicado en esta misma revista en el volumen correspondiente a 2018.

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Adolfo Rodríguez Arranz

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Si a principios del siglo XIX la Casa Consistorial se encontraba junto a la cabecera de la iglesia, posteriormente se elegirá para esta función un espacio situado a los pies de la misma. Son los dos únicos edificios públicos de la Plaza Mayor (uno religioso y otro civil) y, como veremos, tienen algunas relaciones estilísticas que más adelante comentaremos.

La Casa de Villa y Tierra se construiría frente al lugar donde se situaba un viejo quiosco de madera en el que tocaba la Banda Municipal. Este templete fue sustituido en abril del 1927 por otro de obra que, a su vez, perduró durante cinco décadas más. En la plaza también se localizaba la antigua olma centenaria que sucumbió a la grafiosis en los años 70 y que nunca fue sustituida.

Lugar de reunión, de actos sociales, religiosos, culturales y de esparcimiento, la Plaza Mayor gozó de un mayor protagonismo y afluencia en el pasado,

pero la presencia en ella, junto a la iglesia parroquial, de un edificio administrativo, de gestión, de representación municipal y comarcal, la Casa de Villa y Tierra, la dota de una personalidad y una prestancia únicas en la localidad.

2. Arquitectura en España durante el primer tercio del siglo XX

Para comenzar este trabajo, como hiciéramos en el artículo dedicado a la Escuela Unitaria de Coca, se impone una revisión de las corrientes arquitectónicas de inicio de siglo. No vamos a profundizar en esta, pero sí señalar las principales tendencias, sus características específicas y sus construcciones más significativas para intentar encuadrar el edificio en sí dentro de este panorama general y, por extensión, la obra de D. Andrés Ceballos dentro del mismo.

Figura 1. Posición de la Plaza Mayor dentro del plano urbano. El rectángulo señala el lugar de construcción de la Casa de Villa y Tierra. Escala 1:2.000. Valladolid 4 noviembre 1929. Cuerpo de Estado Mayor del Ejército. Depósito de la Guerra. Comisión Geográfica del Norte. Provincia de Segovia. Hoja 428. Carpeta 17 (fragmento).


La Casa De Villa y Tierra De Coca (Segovia):

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En el inicio de siglo, el modernismo sigue dando manifestaciones de interés2, pero sujeto a un progresivo rechazo como el protagonizado por Sainz de los Terreros que vierte sus opiniones en los medios especializados más influyentes:

“La arquitectura moderna no tiene esos rasgos distintivos que la diferen-cien de la de otras edades, sino, antes bien, es copia de las antiguas o es un conjunto de formas sin sentido, de adornos sin razón, que dan por resultado el mal llamado estilo modernista, sin valor artístico alguno y que rompiendo con todas las leyes de la simetría y estabilidad, y burlándose de la estética, parece tener como único objeto el contrariar precisamente aquéllas”3.

Otra de las corrientes de principios de siglo que dejará importantes edificios, sobre todo en Madrid, es la francesa y el estilo de los Luises a cuya moda se suma la aristocracia que se dotó de palacetes en las principales arterias de la ciudad4.

Paralelamente a este colonialismo arquitectónico se produce una respuesta nacionalista que hunde sus raíces en un acontecimiento histórico trascendental del final del XIX como es la guerra colonial y, con ella, la pérdida de las últimas colonias de ultramar, hecho que afectó de manera sustancial a todos los órdenes de la vida nacional. La generación del 98 fue la respuesta intelectual a este su-ceso mientras que en arquitectura se impuso una salida regresiva, una mirada al pasado más glorioso, a los estilos tradicionales del renacimiento y el barroco y al uso de todos los elementos arquitectónicos característicos de los mismos: al uso de torres en las fachadas, de cornisas en los tejados, miradores, soportales, gale-rías… Es el Monumentalismo que viene acompañado de un regreso a los estilos característicos de cada región y un rechazo a las innovaciones foráneas. Estilo conocido como Regionalismo que, paradójicamente, tiene también su reflejo en diversos edificios de la capital y del que Rucabado será uno de sus máximos pontífices.

2 José Grases Riera: Palacio Longoria (1902-1904) hoy sede de la SGAE; Eduardo Reynals: Casa Pérez Villaamil (1906-1908), ambos en Madrid.

3 Sainz de los Terreros 1906, 45-46.4 Como ejemplos característicos de esta corriente podemos citar La Unión y el Fénix, hoy Edificio

Metrópolis, (1907-1910) de Jules y Raymond Fevrier; el Hotel Ritz (1908-1910) de Charles Frédéric Mewes; la restauración del Palacio de Justicia, actual Tribunal Supremo (1918-1924) de Joaquín Rojí, así como el palacio de los marqueses de Amboage (1912-1917), hoy Embajada de Italia. También, el desaparecido palacio de Montellano (1904), proyectado por el francés Samson o el de la condesa de Adanero (1911-1913), de Joaquín Saldaña.


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Uno de los soportes teóricos más compactos del movimiento arquitectónico na-cionalista lo proporcionó Vicente Lampérez a través de unas conferencias imparti-das en el Ateneo de Madrid en 19115:

“el único camino es el nacionalismo, la adaptación de los estilos tradi-cionales; porque la tradición significa depuración durante siglos y siglos de ciertos principios que no cambian: el país, el clima, la idiosincrasia de la raza. Seamos nacionalistas, aunque solo sea por imitar con ello a los extranjeros, ya que por desgracia en arquitectura, como en otros órdenes de la vida, tan aficionados somos a extranjerizarnos”.

Para completar esta panorámica hemos de referirnos a la rica tradición de la arquitectura en ladrillo con evocaciones neomudéjares.

Finalmente, la renovación de estos modelos vendrá de la mano de la conocida como la “Generación del 25”, que se rebela contra esta arquitectura de inspiración histórica, contactan en el extranjero con las corrientes más innovadoras y con el ra-cionalismo que pretende la depuración de la excesiva saturación barroca para desnu-dar los edificios dejando solo lo esencial, lo práctico y funcional para cada situación prefiriendo las formas geométricas simples, con principios ortogonales. Fernando García Mercadal fue el arquitecto más destacado del grupo y el gran renovador de la arquitectura moderna.

Será el Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arqui-tectura Contemporánea, (GATEPAC), quien posteriormente dará el impulso defini-tivo al racionalismo a partir de su creación en Zaragoza en 1930.

En la arquitectura del primer tercio del siglo se da, por lo tanto, una situación compleja en la que coexisten estilos y concepciones artísticas muy diferenciadas como el neobarroco de fachadas sobresaturadas, el eclecticismo como mezcla de géneros, el estilo francés muy del gusto aristocrático, la tradicional arquitectura de ladrillo o el racionalismo con predomino de las líneas rectas y fachadas limpias.

La tabla siguiente presenta algunas de las manifestaciones arquitectónicas más reconocibles de estas corrientes:

5 Navascués 1978, 91.



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ESTILO OBRA FECHAS ARQUITECTOS

REGIONAL (estilo montañés)

(estilo sevillano)

Casa de Allende (Madrid)Palacio de la Magdalena (Santander)Plaza de España (Sevilla)

1916-19201909-1911

1914-1929

L. RucabadoGonzález Riancho-Gonzalo BringasAníbal González

MONUMENTA-LISMO

Palacio de Comunicacio-nes o de Correos (Madrid)Hospital de JornalerosCírculo de Bellas Artes

1904-1917

1908-19161919-1926

Antonio Palacios ” ”

EN LADRILLO

Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid)Grupos Escolares: Con-cepción Arenal, Menéndez Pelayo… Residencia de Estudiantes.

1919-1930Espeliú-Monasterio

Antonio Flórez

RACIONALISMO

GENERACIÓN DEL 25

Monumental Cinema (Teatro Monumental)Rincón de Goya Colonia El Viso

1923

19271933

Teodoro AnasagastiF. García MercadalRafael Bergamín

RACIONALISMO(GATEPAC)

Club Náutico de San Sebastián 1929 Aizpurúa y Labayen

3. D. Andrés Ceballos, arquitecto. Apuntes biográficos y profesionales

No disponemos de más noticias sobre Andrés Ceballos que las ya expuestas en el anterior artículo, el ya mencionado sobre la Escuela Unitaria de Coca. A él nos remitimos para ampliar la información que aquí exponemos. No obstante, vamos a anotar aquellos datos que nos permiten esbozar su perfil personal y profesional y los hitos de una breve carrera truncada accidentalmente por un fallecimiento prematuro.

Algunos de los pormenores que nos permiten un acercamiento a su biografía son: - Hijo de Luis Ceballos Medrano, que fue Ingeniero de Montes y profesor de

Topografía y Geodesia de la Escuela de San Lorenzo de El Escorial, donde posible-mente naciera.

- Formación básica en el R.C. Alfonso XII de esta localidad (sin confirmar).- Estudios en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Promoción de 1923. (fig. 2)- Hermano de Luis Ceballos, Ingeniero de Montes de la Unión Resinera Es-

pañola, con sede en Coca, entre los años 1924 y 1928 de donde puede provenir su relación con el Ayuntamiento y con la Comunidad de Villa y Tierra.



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- Matrimonio en 1928 con Mª del Rosario Moscoso del Prado e Iza con quien tuvo dos hijos, Agustín y Paloma.

- Fallecimiento el 20 de mayo del 1937 en el aeródromo de Agoncillo (Logroño) junto a Fermín Álamo Ferrer, arquitecto provincial de Logroño y municipal de Mi-randa de Ebro, al realizar una visita facultativa para determinar los daños causados por un incendio provocado por una negligencia.

- Enterrado en el cementerio de Briones (Logroño).En la siguiente tabla reproducimos las actuaciones profesionales de D. Andrés

Ceballos de las que hasta la fecha tenemos noticia:

Figura 2. D. Andrés Ceballos junto a otros miembros de la promoción de 1923 de la Escuela de Arquitectura de Madrid. Baldellou - Capitel 2001, 38.



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INTERVENCIONES PROFESIONALES DE D. ANDRÉS CEBALLOS

FECHA ACTUACIÓN LUGAR

1923 Finalización de la carrera en la Escuela de Arquitec-tura de Madrid

Madrid

1926 Informe técnico sobre las causas del hundimiento de varias casas

Madrid

1927-1930 Proyecto y dirección de obra de la Casa de Villa y Tierra

Coca (Segovia)

1929 Miembro del grupo redactor de los primeros estatu-tos de los Colegios profesionales

Madrid

1930-1931 Proyecto y dirección inicial de la Casa Consistorial y Juzgados

Hellín

(Albacete)

1931-1932 Proyecto y dirección de obra de la Escuela Unitaria doble y dos casas de maestros

Coca (Segovia)

1931 Nombramiento como arquitecto municipal Logroño

1933 Reforma de la Plaza del Mercado y Plaza de S. Ber-nabé

Logroño

1934-1936 Proyecto y dirección de obra del Ayuntamiento y vi-vienda incorporada

Fresneda de Cuéllar (Segovia)

1934 Proyecto de la sede de la Universidad de la Laguna Tenerife

1936 Reforma del antiguo Ayuntamiento Logroño

Estos datos nos hablan de una formación académica ligada a los planteamientos clásicos y regionalistas imperantes entonces en la Escuela de Arquitectura de Ma-drid que estuvo dirigida por Vicente Lampérez entre 1919 y 1923, año de su falleci-miento. También, de una prometedora carrera que se vio tempranamente cercenada por un lamentable episodio por lo que sus intervenciones facultativas, aunque de gran interés, son muy limitadas.

4. La Casa de Villa y Tierra de Coca

4.1. Punto de partida Podemos señalar diversos condicionantes que pesarían a la hora de realizar lo que,

a falta de más datos, suponemos fue la primera obra diseñada por un joven arquitecto. La demanda de los promotores de la Casa de Villa y Tierra exigía un edificio de “construcción sólida y aspecto severo” sin más indicaciones. Como referencias inme-diatas, la proximidad de la Iglesia parroquial sirvió, como veremos, de inspiración para



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algunos de los elementos ornamentales y estructurales del nuevo edificio en conso-nancia con la máxima de la arquitectura regionalista que demandaba inspirarse en los monumentos locales para dar continuidad a los estilos históricos; además, la ineludible presencia del imponente castillo, obra cumbre de la arquitectura militar mudéjar del XV, que acabarán otorgando el carácter general a la nueva obra.

Por otro lado están los parámetros de la arquitectura del momento, las diversas tendencias y los modelos que se están implementando de la mano de los arquitectos de prestigio y que se vierten través de las ponencias presentadas en los congresos nacionales de arquitectura, de los numerosos concursos para obras públicas y que demandaban fachadas en consonancia con los estilos típicos de cada localidad; las opiniones vertidas por unos y otros en publicaciones como las revistas Arquitectura, Arte Español o Arquitectura y Construcción, todos ellos elementos con los que su-ponemos familiarizado al joven proyectista; también debió ejercer su peso específico la formación inicial recibida como alumno de la pujante Escuela de Arquitectura de Madrid con una clara tendencia regionalista marcada, como dijimos, por el que fue su director al tiempo que Ceballos cursaba sus estudios, Vicente Lampérez, quien otorgó el soporte intelectual a este enfoque.

Además de esto, y sin pretexto ninguno, todo edificio debe responder necesaria-mente a las exigencias de la utilidad que se le supone, en este caso, a los requerimien-tos de un edificio con función administrativa, de representación pública y acorde con la importancia de la institución que albergaba. Todas estas son algunas de las circunstancias que, en mayor o menor medida, estarían presentes en el momento de la confección del proyecto del nuevo edificio. E impregnando todas ellas, la creativi-dad del arquitecto, su libertad para interpretar, para realizar un diseño personal y la determinación de enfrentarse a un reto poniendo en juego toda su formación previa y todas las capacidades propias.

Así como en el Ayuntamiento se encuentran los dos proyectos que D. Luis Ceballos presentó para la Escuela Unitaria no sucede así con los que elaboró para la construcción del Ayuntamiento. Sólo hemos podido encontrar los dibujos del pro-yecto finalmente aprobado, el que contemplaba la ocupación del hueco formado por una de las calles que confluyen en la plaza, la calle Dª Joaquina Ruiz, y aquel que se liberaba por la demolición de una vivienda contigua a este vano (fig. 3).

La singularidad de este proyecto es que se ejecutó a ambos lados de esta calle embutiendo su acceso desde la plaza bajo el mismo edificio lo que demandaba la bús-queda de soluciones originales y puede que constituyera un desafío importante para un joven arquitecto que posiblemente se enfrentaba, como suponemos, a su primer contrato de construcción presumiendo, además, que este le podía dar acceso a otros encargos como realmente así sucedió.



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4.2. Peculiaridades arquitectónicas y funcionales

Ceballos proyecta un edificio de dos plantas tomando como eje central la entrada a la plaza de la calle Joaquina Ruiz y distribuyendo los distintos volúmenes a partir de este eje. La parte medular del mismo lo ocupa el salón de sesiones que, situado en la planta principal, deja libre debajo de sí el pasaje de entrada a la Plaza Mayor desde la mencionada calle (fig. 4). A su vez el salón se apoya sobre los soportales que recorren la totalidad de la parte frontal del edificio y dan acceso a las diferentes dependencias internas. En torno a este espacio nuclear se distribuyen, de manera simétrica, el resto: las dos plantas de la derecha se asignan a la vivienda del secretario mientras que las de la izquierda, a los distintas dependencias administrativas y des-pachos (fig. 5). Finalmente, el edificio se remata con una torre central, coronada con pararrayos, que proporciona cierta iluminación cenital a la zona media del salón de sesiones, aunque suponemos que se dispone más por motivos estéticos y de estilo que por este último ya que aquella queda garantizada por la amplitud de los ventanales de la fachada.

Dado el desnivel de la plaza, más baja hacia el norte, para equilibrar toda la construcción fue necesario realizar una nivelación previa del terreno, altura sal-vada con una escalinata de sillares de caliza que en su máxima altura alcanza los 1,10 m.

Figura 3. Alzado principal. Proyecto para la fachada de la Casa de Villa y Tierra. Ayuntamiento de Coca. Despacho del arquitecto municipal. Sin inventariar.



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Desde el punto de vista de la funcionalidad los espacios del edificio responden a la exigencia para la que fue creado y se disponen en torno a sus tres conceptos principales:

Figura 5. Diseño de la primera planta: el pasadizo en el eje central y los soportales en el frente.

Figura 4. Proyecto de la planta principal con el salón de sesiones como eje de toda la edificación. Ayuntamiento de Coca. Despacho del arquitecto municipal. Sin inventariar.



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1. Representación y asamblea 2. Administración y gestión3. Vivienda

El espacio destinado a la representación ciudadana y a la reunión de vecinos es, básicamente, el salón de plenos que constituye, como dijimos, la parte cardinal de la edificación. Se encuentra en la planta principal, tiene unos 100 m² y es, como queda dicho, el recinto en torno al que se distribuyen los demás espacios. En él, a su vez, y en diferentes alturas, se sitúan las zonas para la presencia, deliberación y toma de acuerdos de los concejales e interventores, en la cabecera del mismo, y la de asistencia del público en el resto. La iluminación natural es lateral por la izquierda con cinco grandes ventanales cubiertos por vidrieras; como suele ser frecuente en los ayuntamientos, el salón tiene continuidad hacia el exterior, hacia la plaza, merced a una balconada desde la que los representantes pueden dirigirse a los ciudadanos.

Las dependencias administrativas y de gestión se sitúan en el ala izquierda del edificio y se distribuyen entre las dos plantas. En la planta baja, los distintos servicios municipales y de la Comunidad: dos celdas, un depósito municipal, una sala común, un W.C., un laboratorio, una sala para la inspección higiénica y un zaguán. En la planta principal, las dependencias fundamentales: los despachos del secretario y del alcalde-presidente, comunicados entre sí, con vistas a la plaza y con acceso al salón desde este último; la oficina, con una cabina de teléfonos y una sala de espera que da acceso al despacho del alcalde; un amplio archivo y los servicios higiénicos con lavabos y W.C. La vivienda del secretario ocupa, como dijimos, el ala derecha. En su planta baja, la cocina, el comedor una sala de estar, un recibidor y un servicio. En la principal, tres dormitorios, un despacho, un W.C. y una nueva cocina.

Finalmente hubo que hacer una rectificación del proyecto inicial en la zona del laboratorio, en la planta baja, para dar entrada en ángulo a la calle Joaquina Ruiz por lo que se construyó un arco esviado o sesgado de magnífica factura que en fechas posteriores se completó con otro más en la salida de la calle (fig. 6).

El protagonismo indudable tanto desde el punto de vista funcional, como estructural y estético corresponde al salón de sesiones. Descrito ya su interés funcional vamos a detenernos en los dos siguientes.

El cuerpo central, de mayor anchura, se corresponde con el ocupado en altura por la torre y es el que se complementa en superficie con la zona de bancos. Dos arcos de medio punto en fábrica de ladrillo visto lo separan de los otros dos: la cabecera corresponde a la zona de representación en la que se sitúan los sillones de las autoridades municipales y comuneras y se aísla del resto no solo por la mayor altura del piso sino también por paneles separadores de madera decorada con



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cuarterones, mientras que el de los pies queda libre para la presencia en pie del público. El paramento oriental, el que mira a la plaza, está recorrido por cinco grandes ventanales abocinados, enmarcados en ladrillo decorativo y vidrieras con calles y rombos en tonalidad azul; las tres ventanas centrales, con dos óculos intermedios, corresponden con el balcón exterior y los laterales con los dos espacios descritos anteriormente. Otros tres arcos de ladrillo, esta vez, ciegos, recorren el espacio central del muro occidental del salón. El techo de los espacios que hemos denominado cabecera y pie cierran con bóveda encamonada, o fingida, con camones de crucería desde cuya clave cuelgan sendas lámparas de madera de menor tamaño que la principal (fig. 7).

Figura 7. Salón de sesiones. Vista frontal. Fotografía del autor.

Figura 6. Arco esviado de acceso a la calle Joaquina Ruiz. Fotografía del autor.



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Importante es señalar que tanto los arcos sustentantes como los ciegos, las ventanas y los óculos están construidos con ladrillos moldeados, o aplantillados, hechos para la ocasión, una variante del “pecho paloma”, de perfil semicircular convexo con dos ángulos rectos a cada lado que serán utilizados profusamente en todo el edificio y que aparejados a sardinel componen una impresión de moldura de madera, creando un efecto de luz y sombra que recorre todo el edificio6 (fig. 8).

Todas las paredes, al igual que las puertas de acceso, están recorridas por un zócalo alto de madera con tableros que se enmarcan con molduras metálicas doradas. El piso es de tarima con tablazón aparejada en espiga y presenta una clara diferenciación entre los tres espacios mencionados: en el central se rodea de un marco de baldosa de barro y azulejo con la simbología de los reinos cristianos (leones, castillos, barras…); bajo el suelo de las dos zonas laterales es donde se sitúan los radiadores de calefacción que emiten aire caliente a través de rejillas de dibujo geométrico (fig. 9).

Mención aparte merece el cierre de la torre que, como queda dicho, ocupa el espacio central del salón, el destinado a la presencia de los ciudadanos. Sobre las cuatro ménsulas de las esquinas, con diseño de puntas de diamante, un friso decorativo con leones de diseño geométrico flanqueando escudos dorados sobre fondo azul (fig. 10). Por encima del friso, un soporte de madera sostiene cuatro tirantes que se cruzan en

6 Comprobamos las dimensiones de los ladrillos empleados y su relación con los utilizados en el castillo. Pues bien, si en el castillo se utilizan ladrillos de 32 x 16 x 4, aquí las medidas son 27 x 12,5 x 4, es decir, un poco menores.

Figura 8. Ladrillo aplantillado colocado a sardinel. Fotografía del autor.



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el centro de la sala y aguantan, colgada de cuatro cordones rojos, una gran lámpara de madera para sesenta bombillas y rematada con cuatro borlones. El artesonado es plano en la parte central, con cuatro aguas en los laterales y con un solo tragaluz central en cada una de ellos. Está formado por casetones rectangulares, triangulares en las pechinas, rellenos de paneles de madera con dibujo de arcos conopiales de colores blanco, azul y dorado enmarcados y unidos por su luz. En el centro de cada panel, un dibujo de circunferencias concéntricas añade el rojo a estos colores (fig. 11).

La carpintería es otro de los elementos que contribuye a la conformación de una personalidad propia al salón. Tanto la sillería, como los bancos, el zócalo, los paneles separadores y la tarima están tratados con la misma tonalidad que le confieren uniformidad y un atractivo especial. El respaldo de los sillones luce el escudo de la Comunidad tallado sobre su parte superior. En realidad, como vamos diciendo, la decoración heráldica es abundante en todo el edificio (fig. 12).

Otra de las soluciones características del edificio es cómo se resuelve la escalera de acceso desde la planta baja a la principal. Desde los soportales se accede al edificio y, tras un pequeño vestíbulo aparece una escalera de madera de diseño imperial con

Figura 9. En el suelo del salón de sesiones, rejilla para la salida del calor. Fotografía del autor.

Figura 10. Ménsulas de apoyo del friso de escudos y leones. Fotografía del autor.



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Figura 11. Artesonado de cierre de la torre, en la parte central del salón de sesiones. Fotografía del autor.

Figura 12. Escudo de la Comunidad tallado sobre el respaldo de los sillones del salón. Fotografía del autor.



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columnas, frisos, pasamanos y balaustrada delicadamente labradas con acanaladuras y cuarterones. Sobre las columnas, una peana sirve de base a un pomo ornamental con una evidente alusión localista, unas llamativas piñas de eficaz efecto decorativo (fig. 13). Tras el descansillo, dos tramos laterales dan acceso a la planta principal. La excelente iluminación natural, en este caso, procede de la pared del descansillo en la que se abren tres ventanas con vidrieras de diseño semejante al de las ventanas frontales del edificio; en la central, un elegante dibujo enmarca el escudo de la Comunidad de Villa y Tierra (fig. 14).

4.3. Análisis de la fachada

La fachada de todo edificio es la parte más visible del mismo, su proyec-ción exterior, responsable de la primera impresión que obtiene el observador, pero también lo es de la relación del edifico con el cometido al que está desti-nado. Cumple, por ello, una doble función, la de incorporar un valor estético a la construcción y, a su vez, añadir los elementos de índole práctico que exige la funcionalidad del propio inmueble. Veamos cómo interpretó Ceballos el encargo de una “construcción sólida y aspecto severo” como primera intención de los responsables de la Comunidad. Ante de comenzar la descripción, tenemos que recordar aquella máxima de la arquitectura regionalista que demandaba inspirase en los monumentos locales de mayor solemnidad con el fin de continuar con la tradición de los estilos históricos.

Empezaremos por la descripción de los soportales. Ceballos planifica unos

Figura 13. Primer tramo de la escalera. Labrada en madera con piñas decorativas. Fotografía del autor.



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soportales como corredor de ingreso a la planta baja y en su parte anterior sitúa los elementos sustentantes que dan soporte a todo el edificio. A la vez, es el único espacio a cubierto que hay en toda la plaza por lo que también cumplen una función de protección ante la intemperie. El interior, con suelo de sillares de caliza (al igual que las escaleras frontales) bordeados en las esquinas con pequeños cuadros de canto rodado, presenta una disposición tal que desde los pilares y las pilastras arrancan arcos fajones peraltados con alternancia de tramos de bóvedas planas y encamonadas de crucería, siguiendo el mismo esquema que en el salón de plenos que queda encina de estos (fig. 15).

Los arcos formeros, en este caso, serían los que dan a la plaza y soportan longitudinalmente el edificio. El central, el mayor de todos, es un gran arco carpanel situado bajo la zona central del salón de plenos, que tiene su réplica en otros dos arcos posteriores que dejan acceso a la calle Joaquina Ruiz; bajo la cabecera y los pies del salón otros dos arcos, en este caso peraltados y bajo los dos módulos laterales ─el izquierdo, que contiene los despachos y el derecho, la vivienda─ otros dos arcos más de este mismo tipo.

Otros elementos distintivos son los pilares y columnas que conforman la parte anterior de los soportales. Los pilares son de mampostería de piedra caliza y sopor-tan tanto los contrafuertes que recorren la fachada como los arcos fajones, mientras que las columnas hacen lo mismo con los arcos antes descritos. Las columnas son

Figura 14. Doble acceso de la escalera al piso principal. Fotografía del autor.



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Figura 15. Soportales. Entre arcos fajones, bóvedas de camones. Fotografía del autor.

Figura 16. Vista general de la fachada. Fotografía del autor.



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de caliza, de orden toscano con un fuste liso muy grueso, con una éntasis7 muy pro-nunciada, lo que les da un aspecto rechoncho, casi grotesco. Tanto unos como otras comienzan y terminan en una moldura caliza que se apoya sobre un zócalo (fig. 16).

Las puertas de acceso al interior son de medio punto, pero no así en la celda que se manifiesta al exterior de los soportales mediante un óculo y la sala de la vivienda, mediante una ventana enrejada también de medio punto.

Ya hemos hablado de la simetría del conjunto. Vamos a referirnos en principio a los dos módulos laterales, pues se diferencian estéticamente del módulo central tanto en altura como en el acabado de su fachada. Lo que proyecta Ceballos para estos es una fachada enfoscada y lisa con dos ventanas a cada lado. Entre las ventanas y los ar-cos de los soportales, un adorno de ladrillo visto en forma de “condecoración” siendo la medalla un óculo que se corresponde con otro en la fachada interior de los mismos (véase la fig. 3). Las fotografías antiguas demuestran que así fue construido, pero de esto nada queda en el presente (fig. 17). Lo que ahora tenemos es, sobre un estrecho friso, un balcón corrido que comprende las dos puertas en que se han convertido las ventanas y se ha eliminado el adorno central. Desde este nivel la decoración de la fachada se resuelve mediante un esgrafiado de diseño floral. Apoyada sobre una línea

7 Parte más abultada del fuste de algunas columnas.

Figura 17. Aspecto inicial del módulo izquierdo. Colección particular. https://www.descubrecoca.com/2014/02/plaza-mayor-finales-de-los-anos-50.html



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de ladrillos, una amplia cornisa decorativa, que no vierte las aguas del tejado, con un alero de madera moldurada sobre canecillos simples. El tejado inicial se proyectó y se realizó de doble hilera, o tejado árabe, mientras que en la actualidad lo que tenemos es un tejado a canal o a la segoviana, más propio de la localidad.

De más interés nos parece el módulo central. Es aquí donde se presentan las propuestas más originales, el que proporciona personalidad a todo el conjunto y en donde la labor del arquitecto se muestra más inspirada no por lo novedoso sino por la conjugación de ingredientes de diversa índole ya que introduce en él una serie de elementos dispares sabiamente combinados que le dotan de una enorme originalidad.

Vamos a efectuar la descripción de este módulo como si de un retablo barroco se tratara. Esa es la primera impresión que nos produce, la de una estructura ordenada para dar cabida a diferentes motivos arquitectónicos y escultóricos relacionados en-tre sí para conseguir un resultado artístico. Si seguimos este símil, el retablo estaría compuesto por tres calles y dos cuerpos, con cuatro entrecalles y rematado por un ático que, en este caso, corresponde con la torre. Torre abierta por tres ventanas de medio punto en cada lado y rematada por idéntica cornisa que la descrita anterior-mente. Es más, podemos imaginar que en la base un banco y un sotabanco, forma-dos por los pilares y columnas de caliza, dan paso al primer cuerpo ya de ladrillo visto (fig. 18).

El primer cuerpo finaliza con el friso de arquillos realizados con ladrillo aplan-tillado8 y es el espacio donde se sitúan los arcos frontales de los soportales; en el segundo se sitúan las ventanas de medio punto molduradas con jambas realizadas con el ladrillo moldeado y finalizaría con una cornisa sujeta por canecillos de ladrillo moldeado con balaustrada de anillos, también de ladrillo, en la terraza superior. En el supuesto espacio del ático, el lugar que en un retablo contiene la imagen más re-presentativa, es donde se sitúa la escultura de dos donceles portando el escudo de la Comunidad de Villa y Tierra entre dos esferas decorativas adorno este que seguirá utilizando habitualmente en sus obras futuras (fig. 19).

De las tres calles la central es la de mayor anchura, la rematada por el ático; las entrecalles están formadas por cuatro contrafuertes que recorren toda la fachada y terminan en sendos pináculos de base cuadrada, pero de alzado con sección octogo-nal. Los contrafuertes laterales son dobles, es decir, ejecutados en escuadra. Todos tienen un ancho decreciente en altura, marcado por un plano inclinado de pizarra,

8 Ya vimos el uso que se le da a este ladrillo en el salón de plenos. También se utilizan tanto en la fachada como en los muros exteriores del salón. Están en las jambas de las ventanas, en el friso de arquillos, en la cornisa de cierre del segundo cuerpo de la fachada imitando canecillos, formando los óculos y cerrando cada tramo de los contrafuertes. Colocados a sardinel, asentados de canto, consti-tuyen un poderoso recurso ornamental con efecto de moldura corrida.



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Figura 19. Dibujo del segundo cuerpo del módulo central de la fachada. Ayuntamiento de Coca. Despacho del arquitecto municipal. Sin inventariar.

Figura 18. Proyecto del módulo central de la fachada. Ayuntamiento de Coca. Despacho del arquitecto municipal. Sin inventariar.



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y están cajeados en su parte anterior, esto es, recorridos por una amplia acanaladura frontal (fig. 20). Cada uno de los contrafuertes se corresponde con uno de los arcos fajones de los soportales y también, en la planta principal, con otro en el interior del salón de plenos.

Todo el conjunto se cierra con un pararrayos de hierro forjado que fue fabricado en una fragua local y rematado con un adorno de referencias solares9. Contiene la leyenda “AÑO 1929 AVE MARÍA”, que no se encontraba en los dibujos iniciales del arquitecto y que no parece armonizar con el carácter de una obra civil.

4.4. Referentes arquitectónicos

Una vez analizados los fundamentos constructivos y ornamentales del edificio vamos a hacer unas consideraciones sobre las posibles referencias que sirvieron a Ce-ballos para su diseño sabiendo que cualquier apreciación de esta naturaleza puede ser meramente especulativa y no ajustarse a la realidad o ser solo una parte de la misma.

9 Por cierto, con mucho parecido al simbolismo solar en la masonería aunque no hemos encon-trado más referencias de este tipo.

Figura 20. Detalle de contrafuerte con disminución en anchura y cajeado. Fotografía del autor.



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Si para los ideólogos del regionalismo los nuevos edificios debían presentar alu-siones al entorno arquitectónico inmediato parece que, en este caso, las relaciones tenían que ser necesariamente con la iglesia parroquial de Sta. María la Mayor y con el castillo mudéjar de los Fonseca. Y en ambos casos estas analogías aparecen con claridad.

Los muros de ladrillo de la contigua iglesia se levantan también sobre un basa-mento de caliza y, siguiendo la solución estructural de la arquitectura gótica, reco-rriendo estos se elevan una serie de contrafuertes en disminución de anchura que rematan en pináculos por encima de la cornisa (fig. 21). A su vez estos contrafuertes se corresponden en el interior del templo con unas semicolumnas adosadas al muro de las que parten los nervios que recorren y configuran la bóveda. El paralelismo parece evidente. Las ventanas de la iglesia, con arcos levemente apuntados, aparecen también molduradas y con vidrieras figurativas, hoy en estado casi ruinoso. A la entrada del templo, el arco que sostiene la bóveda del coro es un gran arco carpanel de hermosa factura.

También abundantes parecen ser las similitudes con algunas manifestaciones arquitectónicas u ornamentales del castillo tal y como lo pudo observar Ceballos antes de la restauración (1954-1958). También aquí se emplea el arco carpanel: en la

Figura 21. Contrafuertes en el muro meridional de Sta. María la Mayor. Fotografía del autor.



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puerta de entrada al segundo recinto, en las troneras de buzón y en algunos vanos. También son de este tipo los arcos que encadenan las columnas de la galería superior del patio de armas 10. El empleo de los ladrillos aplantillados para conseguir efectos decorativos es algo común a ambas construcciones, tanto al castillo como a la Casa de Villa y Tierra, y en ambas se utilizan con asiduidad. Dadas sus similitudes, es muy probable que el origen del friso de arquillos con el que finaliza el primer cuerpo de la fachada de la Casa de Villa y Tierra tuviera su origen en la cornisa de ar-quillos que precede al fajado vertical de columnillas semicilíndricas o en ángulo que recorre la parte superior de los muros del castillo (fig. 22). Es el mismo motivo que se traslada posteriormente, en 1948, a la cornisa del convento de Nuestra Sra. de la Merced (en la fig. 22, de arriba abajo: castillo, Casa de Villa y Tierra, convento). Este adopta también de la Casa los remates a modo de pináculos y con forma de estípite que lo adornan (fig. 23).

Hay otra posible coincidencia: Ceballos proyectó en el exterior de la base de la torre un friso con motivos heráldicos en cuyo centro se ubicaba el escudo de la Comunidad11; pues bien, sobre el arco apuntado de la puerta de entrada al segundo recinto del castillo de los Fonseca se encuentra un friso semejante cuyo centro pudie-ra exhibir el escudo de esta familia de la alta nobleza castellana (fig. 24).

La propia torre, como elemento constructivo, se encuentra en otro de los edifi-cios históricos de la localidad, en la ermita de Sta. Rosalía construida enteramente en ladrillo y hoy en un estado muy avanzado de deterioro (fig. 25)12. En este caso es una torre de escasa altura ─no sobresale del conjunto arquitectónico que incluye la vivienda familiar─ adosada a la capilla en posición lateral, con función de campana-rio, de tres plantas la última de las cuales se abre con dos grandes vanos de medio punto en cada muro donde irían situadas las campanas y con cerramiento a cuatro aguas. Recorriendo cada pared del primer piso, para fortalecerlo, unos sólidos con-trafuertes de ladrillo ya que quedan abiertas al exterior por dos grandes arcos de medio punto. En el edificio principal de la ermita, la parte superior del lienzo sur, la que da al “sobrado”, queda horadado por medio de tres óculos que le proporcionan luz natural.

10 No podemos estar seguros de que esta columnata estuviera, como en la actualidad, original-mente unida por este tipo de arcos tan utilizados en el renacimiento y puede que solo fueran una licencia de la restauración del castillo (1956-1958). Ni siquiera si eran de piedra o de ladrillo y yeso (Vasallo Toranzo 2014, 80). Pero una cosa sí es segura: tanto la entrada de la iglesia como del castillo están presididas por un arco carpanel, es decir, del mismo tipo que el arco principal de la Casa de Villa y Tierra.

11 El esbozo quedó materializado, tal y como aparece en la actualidad, regularizando con ladrillo el diseño de los escudos iniciales.

12 Fundada en 1728 por D. Gaspar de Sarabia, uno de los residentes más destacados de la villa.



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Figura 22. Arquillos decorativos. De arriba abajo: castillo, Casa de Villa y Tierra, convento. Fotografía del autor.

Figura 23. Cornisa de Nuestra Sra. de la Merced y pináculo en estípite. Fotografía del autor.



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Visto de esta manera, la Casa de Villa y Tierra contiene referencias constructi-vas de los tres edificios históricos de la localidad que fueron fabricados en ladrillo: el castillo de los Fonseca, la iglesia de Sta. María la Mayor y la ermita de Sta. Rosalía; el resto, la muralla medieval y la torre mudéjar de S. Nicolás, fueron construidas fundamentalmente con cuarcitas y pizarras del horst herciniano de Sta. María la Real de Nieva y Benardos, zona de aprovisionamiento de piedra en Coca al menos desde la Segunda Edad del Hierro (muralla vaccea del siglo III-IV a. C.).

Figura 24. Friso con motivos heráldicos. De arriba abajo: castillo, proyecto para la fachada de la Casa de Villa y Tierra. Fotografía del autor.

Figura 25. Perspectiva sur de la ermita de Sta. Rosalía con la torre-campanario en primer término. Fotografía del autor.



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Si nos atenemos a las dos grandes corrientes regionalistas del momento, la monta-ñesa y la sevillana, podemos asegurar que, por su propuesta constructiva, esta obra se encuentra más cercana a la última merced al uso generalizado del ladrillo, aunque no excluye la piedra. Ladrillo que es utilizado cuidadosamente en paramentos con aparejo a tizón, o “a la española”, y cuyo resultado final se encuentra entre el neomudéjar (salón de plenos, friso de arquillos…) y los cultismos del renacimiento y del barroco (escalera imperial, arcos carpaneles, columnas toscanas, torre central…), sin excluir el gótico de las bóvedas de crucería o de los contrafuertes y pináculos. Eclecticismo que es una de las características del estilo o, mejor, del enfoque nacional-regionalista que pretendía la identificación de la sociedad con este tipo de arquitectura. Todo ello utilizado tan sabiamente que el conjunto resulta a la vista netamente equilibrado.

Hay un componente clave en el resultado final de toda obra arquitectónica y es el equipo de albañiles y artesanos que participan en la misma: carpinteros, pintores, herreros, fontaneros, vidrieros, canteros… En este caso es de justicia destacar la excelente labor de los albañiles que se enfrentaban a un cometido nada fácil de ejecutar y que estaban dirigidos por un joven constructor local, D. Teófilo López Garzón. En la obra participó una amplia cuadrilla de obreros y oficiales algunos de cuyos descendientes cumplen actualmente al menos seis generaciones de maestros albañiles.

No podríamos finalizar este trabajo sin hacer referencia a la influencia que este proyecto tuvo sobre otras obras del mismo arquitecto, ante todo sobre el Ayuntamien-to de Fresneda de Cuéllar y la vivienda incluida, ejecutado entre el 1934 y 1936, ya que se encuentra en el mismo contexto geográfico y arquitectónico que el de Coca13.

En esos años, Fresneda era una población de menor tamaño e importancia eco-nómica que Coca14 y tampoco Ceballos tenía en la localidad los modelos construc-tivos que sí encontró allí. Para esta obra utiliza algunas de las propuestas manejadas anteriormente teniendo el resultado final cierta semejanza con la Casa de Villa y Tierra, pero a una escala menor.

Vuelve a repetir los soportales de ingreso con piso de caliza y la torre, en este caso en un lateral y, como entonces, sobre el salón de plenos. Aquí es la torre la que se encuentra flanqueada por contrafuertes de la suficiente extensión como para per-mitir un avance de la estructura entre ellos. Dos cuerpos, el superior con ventanas en dintel y el inferior en medio punto. Tres magníficos arcos de ingreso a los soportales y dentro de estos, otros tres arcos más: el primero de entrada al edificio, el segundo contiene una ventana y el tercero da paso a un pasadizo que comunica con el otro

13 Su coste total fue de 38 012,95 pts. según certificado del arquitecto de 4 de abril de 1936 (AMF: caja del año 1936, sin inventariar).

14 En el año 1940 contaba con 389 habitantes: Álvarez 2017, 485.



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lado de la plaza y que nos parece más gratuito que el de Coca pero que da pie a ese juego de arcos tan del gusto de Ceballos. Todo termina en una cornisa de prolongada corona y canes de madera que ahora sí es funcional (figs. 26 y 27).

Figura 26. Vista general del Ayuntamiento de Fresneda de Cuéllar. Fotografía del autor.

Figura 27. Juego de arcos en el pasadizo del Ayuntamiento de Fresneda. Fotografía del autor.



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En los paramentos reitera el aparejo a tizón alternando con revoco liso y, aunque no utiliza ladrillos aplantillados, se repite el juego de disposiciones, avances y juegos de luz que tan efectistas resultados proporcionan a las fachadas de este material.

En un contexto arquitectónico distinto, el Ayuntamiento de Hellín15 conserva algunos de los planteamientos que ha manejado en Coca: los triples ventanales abo-cinados con arcos de medio punto y vidrieras que señalan la posición del salón de plenos, los óculos por encima de los arcos o alternando entre ellos, el mismo enre-jado de las ventanas, la escalera imperial… Desde luego, nada de ladrillo visto en la fachada (fig. 28).

15 El proyecto era de octubre de 1930, unos meses después de la inauguración de la Casa de Coca y partía de un proyecto anterior. Su costo fue de 255 614 pts. Ceballos renunció a la dirección de esta obra el 27 de junio del 1931 y fue dirigida por otro arquitecto hasta noviembre de 1932 en que se dio por concluida. La información proviene de la web https://bibliotecahellin.blogspot.com/2012/11/breve-historia-de-la-nueva-casa.html

Figura 28. Proyecto para el Ayuntamiento de Hellín.https://bibliotecahellin.blogspot.com/2012/11/breve-historia-de-la-nueva-casa.html.



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5. Conclusiones

Que nosotros sepamos la Casa de Villa y Tierra de Coca es la primera obra proyectada por D. Andrés Ceballos. Surge en un momento de clara ebullición de la arquitectura con tendencias renovadoras que miran al futuro y tendencias que vuelven la vista al pasado de nuestra tradición histórica. A partir de 1925 empieza a rechazarse esta tradición clásica y regionalista y comienzan a penetrar en España las influencias internacionales de claros planteamientos racionalistas. En 1930 un grupo de arquitectos comprometidos con el nuevo lenguaje fundan el GATEPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles para la Arquitectura Contemporánea) que revolucionará y modernizará el panorama de nuestra arquitectura adaptándolo a los designios que vienen del exterior. Creo que tras lo expuesto en este estudio sabemos situar claramente esta obra dentro del contexto de la arquitectura de su época.

Aun así, Ceballos nos sorprende en esta obra por la utilización de elementos mu-déjares, barrocos, renacentistas o góticos, tomados en ocasiones del propio contexto arquitectónico de la localidad, para conseguir un conjunto de mucho interés dentro de la tendencia que representa a pesar de estar en un lugar donde seguramente su obra no iba a trascender en exceso. No sabemos cómo se hubiera desarrollado en el futuro su carrera si esta hubiera sido más dilatada, si una prematura muerte no la hubiera truncado en plena juventud, nada más iniciarse. Tal vez hubiera evolu-cionado hacia el racionalismo como tantos otros arquitectos de su generación, pero podemos asegurar que los escasos proyectos que logró materializar nos hablan de un arquitecto muy capacitado y que maneja los parámetros del enfoque regionalista con una gran originalidad.

Como también dijimos en el caso de las Escuelas Unitarias y casas de maestros proyectadas por Ceballos unos años después, reclamamos para este edificio el respe-to que merece por su interés arquitectónico y por la importancia de las instituciones que alberga. Cuidado, respeto y consideración a sus peculiares características de los que no siempre ha gozado. En todo caso, las necesarias y sucesivas restauraciones y ampliaciones efectuadas en aras a conseguir un mayor espacio, funcionalidad, mo-dernidad y para mejorar, con ello, el servicio a los ciudadanos, no deberían estar reñidas con este miramiento. Los zócalos de cuarcita roja de Bernardos, tanto en el exterior como en el interior, la eliminación de algunos elementos en la parte pos-terior, la sustitución de revocos lisos por esgrafiado o el uso del revoco para tapar paneles enteros de ladrillo, las tuberías de desagüe a la vista en los laterales de la torre, el clavado de cientos de puntas en la fachada para sujetar cadenas de lucecitas navideñas o los daños causados dentro del túnel por el tráfico rodado ilustran aquello a lo que nos referimos.



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Sirva este trabajo, al menos, para conseguir llamar la atención sobre este edificio y sobre la admiración, atención y consideración que, junto a su autor, merece.

6. Anexo: Documentación administrativa y económica

Hemos localizado en el Archivo Municipal la documentación donde figuran los acuerdos adoptados y las diligencias seguidas para la construcción de esta obra. La precisión que corresponde hacer en estos momentos es que fue la Comunidad de Villa y Tierra, o “Ayuntamiento General de Villa y Tierra”, la que se encargó tanto de la decisión de su edificación como de la financiación de la misma, no sin las reti-cencias de parte de los Ayuntamientos que la conformaban, como se hace constar en la documentación al efecto16.

A continuación, aportamos un extracto de estos expedientes por los Libros de Actas del Ayuntamiento General.

a) De enero de 1927 a abril de 192917: FECHA ACUERDOS PÁG.

4/3/1927 Según se alude en acuerdos anteriores, construir un nuevo edificio Casa Consistorial de Villa y Tierra por las condiciones deficita-rias del actual. Debería ser una “construcción sólida y de aspecto severo, en armonía con la importancia que hoy tiene esta Comuni-dad”. Adquirir la casa contigua propiedad de Dª María Ruiz “para dar mayor amplitud a la nueva construcción”.

4v-5

22/4/1927 Presentación de los dos croquis y proyectos para la construcción de la nueva Casa Ayuntamiento del arquitecto Sr. Ceballos. Aceptar el proyecto que prevé ocupar el hueco de la calle y la casa contigua de Dª María Ruiz “como más adecuado, espacioso y mejor orienta-do”. El coste de la vivienda contigua es de 13 000 pts.

7-7v

24/8/1927 Presentación y aceptación del proyecto, planos, presupuesto y plie-go de condiciones pues “reune todas las condiciones de solidez y belleza”. Iniciar el trámite legal para la contrata de las obras me-diante subasta pública.

9v-10

16 La Comunidad es una entidad jurídica independiente de los respectivos Ayuntamientos. Sur-ge a finales del siglo XI y tiene su propia organización, estatutos u Ordenanzas, presupuesto y me-canismo de toma de decisiones. En el XIII llegó a reunir 17 aldeas y cerca de 300 km² siendo Coca la capital del Concejo y depositaria del poder real. Desde su última refundación en 1900, el órgano de dirección de la Comunidad está formado por un presidente que, desde sus inicios, es el alcalde de Coca y como “interventores” figuran todos sus concejales más otros tres seleccionados de entre el resto de los pueblos de manera rotatoria.

17 AMC: leg. 218/2, libro 5, 26/1/1927 al 29/4/1929.



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1/10/1927 Adjudicación definitiva de la subasta de derribo de las viviendas donde se ha de construir la nueva Casa Ayuntamiento celebrada el 14 de septiembre y adjudicada provisionalmente a D. Jerónimo Pedraza por 2008 pts. Adquisición de estanterías para traslado del Archivo del Ayuntamiento.

Desestimar, de manera razonada, el recurso interpuesto por los Ayuntamientos de Santiuste, Navas de Oro, Nava, Bernuy, Mora-leja y Villeguillo contra la financiación de la Casa Ayuntamiento por parte de la Comunidad de Villa y Tierra.

11v-14

12/12/1927 Aceptar el contrato del edificio propuesto por D. José González para instalación provisional de las oficinas y dependencias del Ayuntamiento General y habitación del secretario a cambio de una renta de 1 200 pts. anuales abonadas a trimestre vencido desde el pasado mes de octubre.

Demandar a D. Marcelino Lobo la cantidad de 160 pts. como in-quilino de la casa adquirida para construir la nueva Casa Ayunta-miento por el alquiler desde su adquisición por la Comunidad hasta la entrega al rematante del derribo.

18v-19

13/1/1928 Dar cuenta del resultado de la subasta de las obras para la construc-ción de la Casa de Villa y Tierra celebrada el 5 de enero y adjudi-cada provisionalmente a D. Teófilo López Garzón en la cantidad de 99 715 pts. y adjudicarla definitivamente a falta de reclamaciones en el plazo previsto. Notificárselo para que constituya en el plazo de 10 días la fianza definitiva.

22-22v

9/2/1928 Aprobación de la fianza de 25 000 pts. constituida por D. Teófilo López a favor de la construcción de la Casa de Villa y Tierra.

24-24v

b) De mayo del 1929 a octubre del 193118:

FECHA ACUERDOS PÁG.

11/7/1929 Aprobar el presupuesto para la instalación de calefacción en el edi-ficio de Villa y Tierra y considerar su importe como incremento de obra.

4

23/10/1929 Concesión de una prórroga de cuatro meses a D. Teófilo López para la finalización de la obra de la Casa de Villa y Tierra.

7v

14/12/1929 Dadas las dificultades que existen para la instalación de un pozo en el patio de la Casa de Villa y Tierra para la provisión de agua y que los manantiales se encuentran a 18 m. se acepta la propuesta de tomar esta del pozo de D. Agustín Ruiz a cambio de instalar una bomba eléctrica y demás accesorios durante un plazo de tres años que quedarán en su beneficio.

10v-11

18 AMC: leg. 218/2, libro 6, 22/5/1929 al 31/10/1931.



321

28/12/1929 Descubierto el pozo del Sr. Ruiz se estima que no contiene agua suficiente para el fin propuesto y se realiza la misma propuesta a D. José González secretario de este Ayuntamiento. Se expone el presupuesto presentado por el fontanero Sr. Santamaría para la instalación del depósito, tuberías y accesorios. Se aprueban ambas propuestas.

Se acuerda financiar con el fondo de reserva de 30 000 pts. diver-sos gastos no consignados en el proyecto como calefacción, escudo de armas, pararrayos, dotación de agua indirecta y otros efectos y complementos de obra,

Se da cuenta y se aprueban cuatro certificaciones de obra expedidas por el Sr. Ceballos por obra ejecutada hasta el día 17 del mes en curso y por valor de 42 000 pts.

13-15

11/1/1930 A petición del contratista, y por las dificultades surgidas ajenas a su voluntad, se acuerda conceder un nuevo plazo de finalización de la obra hasta el día 30 de abril como máximo.

16

24/1/1930 Presentación y aprobación de la cuenta general de gastos extraor-dinarios (calefacción, pararrayos, servicio de agua…) que asciende a 21 356,64 pts.

16v-17

7/2/1930 Realizar las gestiones oportunas para que, junto al arquitecto, ins-ten a diversos profesionales a que presenten presupuestos para la ad-quisición del mobiliario necesario para la Casa de Villa y Tierra.

22v-23

18/6/1930 Finalizadas las obras se acuerda la inauguración del edificio el 29 del corriente a las 16 horas con invitación de las autoridades pro-vinciales y locales y las comisiones de los pueblos comuneros, fun-cionarios y otras personas que presenta el alcalde y se organice un lunch después del acto oficial con presencia de la Banda Municipal y que los gastos se asignen al capítulo de imprevistos de la Comu-nidad1.

25v-26

14/8/1930 Aprobación del presupuesto presentado por D. Vicente S. Pedro por la construcción de muebles para el salón de plenos por importe de 4660 pts.

Aprobación de la cuenta de gastos originada por la inauguración de la Casa de Villa y Tierra por un importe de 942,45 pts. Lo mismo por adquisición de muebles de oficina por valor de 2547 pts. y por adquisición y colocación de aparatos para el alumbrado eléctrico por valor de 8643,56 pts.

28-28v

24/10/30 Aprobación de la liquidación de las obras de construcción de la Casa de Villa y Tierra practicada por el arquitecto y cuyo importe asciende a 128 441,36 pts. así como entregar al contratista la canti-dad que resulte a su favor descontadas las certificaciones abonadas y al arquitecto las cantidades correspondientes a los viajes pendientes de liquidación.

32

22/12/1930 Aprobado la póliza de “La Unión” por el seguro contra incendios por valor de 150 000 pts. sobre el edificio y de 15 000 por el mobiliario del salón y oficinas con una prima anual de 237,25 pts.

35-35v



322

31/12/30 Adquisición de bancos para el salón de sesiones y dos percheros de estilo.

37

28/2/1931 Obras para el encauzamiento de las aguas sucias hacia las fosas sépticas del patio del edificio da la Casa de Villa y Tierra y cons-trucción de un pozo de poca profundidad.

40-40v

c) De septiembre de 1931 a diciembre de 193319:

FECHA ACUERDOS PÁG.

18/2/1932 Aceptación de presupuesto firmado por D. Vicente San Pedro de Madrid para la adquisición de 16 bancos de madera de pino melis y 2 percheros en estilo español antiguo teniendo en cuenta que había construido el resto de muebles del salón de sesiones. Barnizados a tono con los demás muebles, desarmables y por 158 pts. cada uno. Medidas: 2 m de largo, 28 cm de ancho, 40 cm de ancho de respaldo.

9

18/2/1932 Instalación de tres radiadores en la planta baja del edificio Casa de Villa y Tierra y prestar sus servicios de vigilancia los serenos por hallarse situada en esta dependencia la Caja de fondos.

9v-10

29/4/1932 Aprobación de cuentas: 1148,05 pts. por la calefacción de varias de-pendencias de la Casa de Villa y Tierra; adquisición de muebles, 3728 pts.

16

De los Libros de Registro de Salidas:d) De noviembre del 1929 a diciembre del 193220

FECHA COMUNICADO PÁG.

13/1/1931 Devolución de la fianza a D. Marcos de la Calle Manso una vez ter-minada la obra y ejecutada según el proyecto y realizada la recepción por el arquitecto importando 25 000 pts. como garantía y fianza del contratista.

148

La documentación económica está contenida en los respectivos Libros de Cuen-tas de la Comunidad21. Son los siguientes:

19 AMC: leg. 218/2, libro 7, 7/9/1931 al 21/12/1933.20 AMC: leg. 66/13 Registro de Salidas del Ayuntamiento, noviembre de 1929 a diciembre de

1932.21 No nos ha sido posible encontrar los libros de Cuentas de la Comunidad de los años 1928 y

1930 pero creemos que su información puede ser sustituida por los Libros de Actas de esos mismos años.



323

e) Libro de Cuentas del año 192722

CARGAREME LIBRAMIENTO CONCEPTO FECHA

2 008 pts. De D. Jerónimo Pedraza, importe de la subasta de derribo de los edi-ficios donde ha de instalarse la nue-va Casa de Villa y Tierra (por el mayor valor de los materiales apro-vechables).

?/11/1927

13 803,40 pts. A Dª. María Ruiz y D. Luis Rin-cón. Importe de adquisición de la casa para la construcción del nuevo edificio de Villa y Tierra y gastos de escritura, derechos reales y tim-bre.

31/8/1927

3 225 pts. A D. Andrés Ceballos. Honorarios correspondientes al proyecto de la Casa de Villa y Tierra.

4/9/1927

300 pts. A D. José González. Importe del alquiler por el edificio habilitado para Casa de Villa y Tierra. 4º trimestre.

31/12/1927

f) Libro de Cuentas del año 192923

LIBRAMIENTO CONCEPTO FECHA

42 000 pts. A D. Teófilo López, contratista, por importe de obra ejecu-tada en la construcción de la nueva Casa de Villa y Tierra desde el 1 de enero de 1929 hasta el día de la fecha según certificaciones anexas.

31/12/1929

g) Libro de Cuentas del año 193124

LIBRAMIENTO CONCEPTO FECHA

331,80 pts. A varios, por gastos originados en la construcción de un de-pósito de basuras y encauzamiento de aguas en el patio de la Casa de Villa y Tierra.

31/3/1931

108 pts. A D. Teófilo López, por reposición de varios cristales de la fachada posterior y de las puestas principales y reparación de las tuberías de desagüe de la casa del secretario.

8/12/1931

22 AMC: leg. 46/2 Cuentas de Comunidad de 1927 rendidas por el Cajero D. Nemesio Díez Garrido.

23 AMC: leg. 89/1 Cuentas de Comunidad correspondientes al año 1929.24 AMC: leg. 46/1 Cuentas de Comunidad correspondientes al año 1931.



324 Estudios Segovianos 118, Tomo LXI (2019), pp. 285-325

De los Presupuestos de Gastos de la Comunidad entre los años 1927 a 193225:Los presupuestos del año 1924 contemplaban dentro del Capítulo 3º, en el

apartado de Obras una asignación anual de 3 000 pts. “Para reparación y conserva-ción de la Casa Consistorial y demás edificios propios de esta Comunidad de Villa y Tierra”, Los de los dos años siguientes presupuestan 3 500 pts. para este mismo fin al que se añaden la reparación de la Casa de Los Comunes y el Lavadero del Batán.

A partir de 1927 los presupuestos comienzan a contemplar los gastos previstos para la construcción de este edificio:

1927: 60 000 pts. /// 1928: 75 000 pts.1929: 55 000 pts. /// 1930: 35 000 pts.

A partir del año 1931 se vuelve a presupuestar en concepto de reparación y conservación de este y otros edificios de la Comunidad, aunque aumentando la asignación anterior.

1931: 5 500 pts. // 1932: 5 500 pts.

Reiteramos que la construcción de este edificio fue financiada por la Comunidad de Villa y Tierra siguiendo los argumentos esgrimidos en su momento ante algu-nos de los pueblos comuneros que se oponían a esta financiación. El reparto de los beneficios anuales de esta entidad no se vio comprometido por este desembolso ya que en los años de construcción y también en los inmediatamente posteriores esta asignación no descendió, fueron 320 000 pts. anuales, y solo sufrió un descenso importante a partir del año 1933 (con una distribución de 200 000 pts.) en que la Comunidad comenzó una crisis que se prolongaría durante bastantes años.

7. Bibliografía

Abreviaturas

ACM Archivo Municipal de CocaAMF Archivo Municipal de Fresneda de Cuéllar

Bibliografía

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