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thenest el niditoel nidito
M Consecuencias de la sub
y sobrenutrición en la
infancia temprana
Sub y sobrenutrición en los primeros
mil días: la importancia del problema
y las intervenciones
Zulfiqar A. Bhutta, Toronto, Ont.
(Canadá)/Karachi (Pakistán) y
Zohra Lassi, Karachi (Pakistán)
La razón económica de la fortificación
de micronutrimentos
Patrick Detzel, Lausanne (Suiza)
Sub y sobrenutrición de hierro
en la infancia y la niñez temprana
Bo Lönnerdal, Davis, Calif (EU)
y Olle Hernell, Umeå (Suecia)
©2013, Nestlé Nutrition Institute
CH–1800 Vevey
Suiza
No. 35 / Noviembre 2013
INFORMACIÓN PARA LA PROFESIÓN MÉDICA ÚNICAMENTE
Este folleto está protegido por los derechos de autor. Sin embargo, puede ser reproducido sin la autorización escrita previa de Nestlé Nutrition Institute o S. Karger AG, pero está sujeto al recono-cimiento de la publicación original.
El material contenido en este folleto fue presentado previamente como material no publicado, excepto en los casos que se ha dado crédito a la fuente de la cual deriva parte del material ilustrativo.
Fuente de las ilustraciones:Nestlé Nutrition Collection
Se ha tenido mucho cuidado en mantener la exactitud de la información contenida en este folleto. Sin embargo, ni Nestlé Nutrition Institute ni S. Karger AG son responsables de errores o de cualquier consecuencia que derive del uso de la información aquí contenida.
Publicado por S. Karger AG, Suiza, para Nestlé Nutrition InstituteAvenue Reller 22CH-1800 VeveySuiza
©Copyright 2013 porNestlé Nutrition Institute, Suiza
ISSN 1270-9743
Publicado en español por: Intersistemas, S.A. de C.V. Tradudido por: Dr. Jorge Ramírez Peredo Cuidado de la edición: Patricia Arriaga Díaz
M Consecuencias de la sub y sobrenutrición en la infancia temprana
Sub y sobrenutrición en los primeros mil días: la importancia del problemay las intervencionesZulfiqar A. Bhutta, Toronto, Ont. (Canadá)/Karachi (Pakistán) y Zohra Lassi, Karachi (Pakistán)
La razón económica de la fortificaciónde micronutrimentosPatrick Detzel, Lausanne (Suiza)
Sub y sobrenutrición de hierro en la infancia y la niñez tempranaBo Lönnerdal, Davis, Calif (EU) y Olle Hernell, Umeå (Suecia)
©2013, Nestlé Nutrition InstituteCH–1800 Vevey
Suiza
No. 35 / Noviembre 2013
X X X X X X X X X
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
thenest
Mensajes clave
Tanto la desnutrición como la obesidad
son enormes problemas de salud pública
asociados con diversos resultados.
En países de ingresos bajos y medios,
se estima que cerca de 27% de todos los
nacimientos pueden ser pequeños para
la edad gestacional y estar asociados
con desnutrición materna.
La obesidad materna se relaciona
con un alto riesgo de resultados mater-
nos adversos y con un exceso de riesgo
de bebés con macrosomía, asfixia o trau-
matismos al nacer, así como mortalidad
del recién nacido.
Mejorar el peso al nacer y acelerar el
crecimiento lineal desde el nacimiento
hasta los 2 años de edad se relaciona con
grandes ganancias de capital humano,
sin exceso de riesgos cardiovasculares
en la vida adulta.
Aunque se han sugerido los límites
para intervenciones efectivas en los pri-
meros mil días de vida (es decir, el perio-
do del embarazo y los primeros 2 años
de edad), las intervenciones más allá de
estos límites pueden reportar beneficios
y mayores mejorías si se proporcionan
de manera preconcepcional y también
continúan en la salud y el desarrollo cog-
Z u l f i q a r A . B h u t t a a, b
Z o h r a L a s s i b
a Centro de Salud Infantil para Niños Enfermos Toronto, Ontario, Canadá [email protected] Centro de Excelencia en la Salud de las Mujeres y los Niños Universidad Aga Khan, Karachi, Pakistán [email protected]
2
elnidito
3
cognoscitivo todavía después. Este ha-
llazgo destaca la importancia de conside-
rar los primeros mil días como ilustrati-
vos y no como límites absolutos para la
acción (Figura 1).
Referencias 1. Black RE, Victora CG, Walker SP, Bhutta ZA,
Christian P, de Onis M, Ezzati M, Grantham-McGregor S, Katz J, Martorell R, Uauy R; Maternal and Child Nutrition Study Group: Maternal and child undernutrition and overweight in low-income and middle-income countries. Lancet 2013;382:427–451.
2. Bhutta ZA, Ahmed T, Black RE, Cousens S, Dewey K, Giugliani E, Haider BA, Kirkwood B, Morris SS, Sachdev HP, Shekar M; Maternal and Child Undernutrition Study Group: What works? Interventions for maternal and child undernutri-tion and survival. Lancet 2008;371:417–440.
3. Katz J, Lee AC, Kozuki N, Lawn JE, Cousens S, Blencowe H, Ezzati M, Bhutta ZA, Marchant T, Willey BA, Adair L, Barros F, Baqui AH, Christian P, Fawzi W, Gonzalez R, Humphrey J, Huybregts L, Kolsteren P, Mongkolchati A, Mullany LC, Ndyomugyenyi R, Nien JK, Osrin D, Roberfroid D, Sania A, Schmiegelow C, Silveira MF, Tielsch J, Vaidya A, Velaphi SC, Victora CG, Watson-Jones
D, Black RE; CHERG Small-for-Gestational-Age-Preterm Birth Working Group: Mortality risk in preterm and small-for-gestational-age infants in low-income and middle-income countries: a pooled country analysis. Lancet 2013;382:417–425.
4. Victora CG, Adair L, Fall C, Hallal PC, Martorell R, Richter L, Sachdev HS; Maternal and Child Undernutrition Study Group: Maternal and child undernutrition: consequences for adult health and human capital. Lancet 2008;371:340–357.
5. Adair LS, Fall CH, Osmond C, Stein AD, Martorell R, Ramirez-Zea M, Sachdev HS, Dahly DL, Bas I, Norris SA, Micklesfield L, Hallal P, Victora CG; COHORTS group: Associations of linear growth and relative weight gain during early life with adult health and human capital in countries of low and middle income: findings from five birth cohort studies. Lancet 2013;382:525–534.
6. Dean SH, Imam AM, Lassi ZS, Bhutta ZA: Importance of intervening in the preconception period to impact pregnancy outcomes; in Bhatia J, Bhutta ZA, Kalhan SC (eds): Maternal and Child Nutrition: The First 1,000 Days. Nestlé Nutr Inst Workshop Ser. Basel, Karger, 2013, vol 174, pp 65–75.
7. Bhutta ZA, Das JK, Rizvi A, Gaffey MF, Walker N, Horton S, Webb P, Lartey A, Black RE; Lancet Nutrition Interventions Review Group; Maternal and Child Nutrition Study Group: Evidence-based interventions for improvement of maternal and child nutrition: what can be done and at what cost? Lancet 2013;382:452–477.
Sub y sobrenutrición en los primeros mil días: la importancia del problema y las intervenciones
noscitivo incluso después de los 24 me-
ses de edad.
La reciente serie de The Lancet sobre la
madre y la nutrición infantil1,2 destaca la
importancia de la desnutrición, la obesi-
dad para la salud a corto y largo plazo, así
como los resultados de una adecuada
nutrición. También existen claras asocia-
ciones de la desnutrición materna con el
retraso en el crecimiento fetal.3 Se esti-
ma que en 2010 nacieron 32.4 millones
de bebés pequeños para la edad gesta-
cional o que éstos ocuparon cerca de
27% de todos los nacimientos en los
países de ingresos bajos y medios. Esto
puede ser una subestimación.
Por otra parte, hay ganancias nota-
bles en nuestros conocimientos acerca
de las consecuencias de la obesidad ma-
terna sobre los riesgos de complicacio-
nes y resultados adversos. Las mujeres
embarazadas con obesidad (IMC preem-
barazo ≥ 30 kg m2) tienen un riesgo cua-
tro veces mayor de desarrollar diabetes
mellitus gestacional y el doble de riesgo
de preeclampsia, en comparación con
las mujeres de peso normal. Durante el
trabajo de parto y el parto la obesidad
materna se asocia con muerte materna,
crecimiento lineal más rápido del naci-
miento a los 2 años lleva a ganancias
grandes en el capital humano, pero tiene
poca relación con los factores de riesgo
cardiovascular en la edad adulta.5
Mientras que el enfoque en los pri-
meros mil días tiene un sentido operacio-
nal, es importante reconocer que el con-
cepto asume que los límites de las inter-
venciones efectivas siguen siendo el
periodo del embarazo y los primeros 2
años de edad. Esto puede no ser cierto
operacional o fisiológicamente, ya que
algunas de las intervenciones más efec-
tivas pueden tener lugar en el periodo
preconcepcional,6 en tanto que las inter-
venciones que impactan sobre la deten-
ción del crecimiento pueden ser efecti-
vas al máximo en los primeros 24 meses
después del nacimiento,2,7 pueden haber
avances significativos en el desarrollo
hemorragia, parto por cesárea o infec-
ción. Hay un claro exceso de riesgo de
bebés macrosómicos, asfixia al nacer o
traumatismos y mortalidad del recién na-
cido. Además, puede haber un exceso
de riesgo de obesidad en la infancia y la
adolescencia, ligado al sobrepeso mater-
no y la obesidad durante el embarazo.
El ambiente intrauterino temprano
desempeña un papel importante en la
“programación” del fenotipo que afecta la
salud posterior en la vida. El sobrepeso
materno y la obesidad durante el emba-
razo aumentan el riesgo de obesidad en
la infancia, que continúa en la adolescen-
cia y en la vida adulta temprana, poten-
ciando la transmisión transgeneracional
de la obesidad. Un análisis reciente de los
datos del consorcio COHORTS, una cola-
boración de científicos que valoraron cin-
co cohortes de nacimientos en países de
ingresos bajos y medios (India, Filipinas,
Sudáfrica, Guatemala y Brasil), permite
una mejor comprensión de las relaciones
a largo plazo entre las determinantes
tempranas y los resultados a largo plazo.
Los hallazgos previos de metaanálisis de
estas cinco cohortes sugirieron que el
tamaño pequeño al nacer y a los 2 años
de edad (en particular la talla) se asocia-
ron con disminución del capital humano:
talla menor en la edad adulta, menor es-
colaridad y –en las mujeres– menor peso
al nacer de los hijos.4 Por otro lado, el
tamaño más grande a los 24 meses de
edad y la ganancia rápida de peso des-
pués de la infancia fueron factores de
riesgo para concentraciones altas de glu-
cosa, presión arterial y niveles perjudicia-
les de lípidos. Un análisis más reciente
sugiere que el mayor peso al nacer y el
–9meses
–6 meses
Otras intervenciones indirectas: agricultura, protección social, saneamiento del agua e higiene
–3 meses 6 meses 12 meses 18 meses0
Madres (de “-9” meses a 0–nacimiento)• Dieta y reposo adecuados • Inmunización con el toxoide tetánico• Examen y asesoramiento antenatal• Suplementación (ácido fólico, ácido fólico-hierro, calcio, yodo, micronutrimentos)• Alimentos• Dejar de fumar• Desparasitación• Prevención y tratamiento preventivo intermitente de la malaria• Prevención de la obesidad
Madres (periodo entre 0 y 6 meses)• Dieta y reposo adecuados• Hierro• Vitamina A• Apoyo de la lactancia materna en la casa y en el trabajo
Bebés (de 0 a 6 meses)• Inicio temprano de la lactancia materna• Lactancia materna exclusiva• Cuidados indispensables del recién nacido• Inmunizaciones• Vigilancia del crecimiento• Prevención de la malaria• Búsqueda de cuidados para la fiebre
Bebés (de 6 a 24 meses)• Lactancia materna• Alimentación complementaria• Suplementación/fortificación (vitamina A, zinc, hierro, yodo)• Inmunización completa• Vigilancia del crecimiento• Desparasitación• Manejo de la diarrea, alimentación, suplementos de zinc• Limpieza del ambiente, saneamiento del agua, sanidad e higiene• Prevención y tratamiento de la malaria• Prevención de la obesidad
24meses
thenest
P a t r i c k D e t z e l
Departamento de Salud Pública y Nutrición, Centro de Investigación Nestlé, Lausana, Suiza [email protected]
Mensajes clave
Las deficiencias de micronutrimentos
siguen siendo un reto significativo de la
salud global. No sólo pueden causar
efectos adversos sobre la calidad de vida
de los individuos, sino que también pue-
de originar consecuencias significativas
tanto sociales como en el desarrollo.
Disminuir las deficiencias de micro-
nutrimentos mediante políticas efecti-
vas y estrategias de nutrición dirigidas
puede reportar beneficios relevantes
para los individuos, impactando positi-
vamente en su economía local.
La carga de la desnutrición y las deficien-
cias de micronutrimentos sigue siendo
un reto importante de la salud global en
las sociedades de bajos ingresos, así
como en las naciones desarrolladas.1 La
Organización Mundial de la Salud (OMS)
estima que más de 2 000 millones de
personas tienen deficiencias de vitami-
nas y minerales indispensables, en es-
pecial de vitamina A, yodo, hierro y zinc.2
Las mujeres embarazadas, en lactancia
y los niños pequeños son los más vulne-
rables a estas deficiencias.3
La de hierro es la deficiencia nutricia
más frecuente,4 ya que la OMS estima
que alrededor de 1 620 millones de per-
sonas tienen anemia en todo el orbe. Los
niños en edad preescolar (47%) y las mu-
elnidito
jeres embarazadas (42%) muestran la
prevalencia de anemia más alta.5
En tanto, la prevalencia más alta de
deficiencias de micronutrimentos de
hierro, vitamina A y zinc se observa en
los estratos socioeconómicos más ba-
jos, como los niños filipinos de 6 a 23
meses de edad (Figura 1). Debido al sin-
número de funciones biológicas del hie-
rro, incluso una deficiencia leve de éste
puede causar efectos deletéreos tras-
cendentes, como un mal desenlace del
embarazo, un deficiente desempeño
motor y mental en los niños, además de
disminución de la productividad en el
trabajo en los adultos.4 Es posible que
esto afecte de forma adversa la calidad
de vida en general de las personas y pro-
voque un impacto sobre su economía.
4
En 2003 Horton y Ross4 estimaron
las pérdidas económicas producidas por
la deficiencia de hierro en 10 países en
desarrollo. La mediana de las pérdidas
para el total de pérdidas físicas y cog-
noscitivas fue de USD 1.78 per cápita
(4.05% del PIB). Esta cantidad equivale
al gasto de atención de salud en la India
durante 2011.6
La fortificación de los alimentos es
una estrategia segura y con un costo-
beneficio positivo que ayuda a prevenir
las deficiencias de micronutrimentos en
una población más amplia.5 Una revisión
sistemática confirmó que la fortificación
resultó en un aumento considerable en
las concentraciones séricas de micronu-
trimentos en niños.7 Otra, subsecuente,
acerca de los efectos de la fortificación
La razón económica de la fortificación de micronutrimentos
5
cos sustanciales (Figura 2), los cuales
ascienden a USD 39 millones; asimismo,
las pérdidas de producción alcanzan los
USD 618 millones y los costos intangi-
bles son de 4 000 periodos de vida com-
pletos (en DALY: años de vida ajustados
a la discapacidad).10
Estos costos estimados apoyan la
importancia de las estrategias tempra-
nas de la nutrición y fortificación, espe-
cialmente en las mujeres y en los niños.
Disminuir las deficiencias de micronutri-
mentos a través de políticas e interven-
ciones efectivas puede aportar benefi-
cios significativos para la salud a los in-
dividuos, impactando positivamente en
su economía.
Referencias 1. Hoeft B, Weber P, Eggersdorfer M: Micronutri-
ents – a global perspective on intake, health
de micronutrimentos en leche y cereales
mostró que la fortificación de hierro dis-
minuyó el riesgo de anemia 57% en lac-
tantes y en niños, en comparación con
alimentos no fortificados.8
Aunque los beneficios de la fortifica-
ción para la salud se han documentado
de manera adecuada, la investigación
reciente ha empezado a valorarlos desde
la perspectiva de la salud pública y de la
economía. Puede utilizarse un modelo
económico de salud para evaluar la efec-
tividad económica de las estrategias de
fortificación de micronutrimentos, inclu-
yendo estudios del costo y carga de la
enfermedad. Este enfoque se aplica hoy
en día en Filipinas, donde la prevalencia
de deficiencias de micronutrimentos
(hierro, vitamina A, zinc)9 en niños de 24
a 59 meses en los estratos socioeconó-
micos más bajos ocasiona costos médi-
Figura 1. Prevalencia de las deficiencias de micronutrimentos por estratos socioeco-nómicos en niños filipinos de 6 a 23 meses de edad.
Prevalencia de deficiencias por ESE en niños de 6 a 23 meses de edad
35
30
25
20
15
10
5
0
1Bajo Alto
Deficiencia de zinc Deficiencia de vitamina A Anemia ferropénica
2 3 4 5 6 7 8 9 10
Prev
alen
cia
(%)
benefits and economics. Int J Vitam Nutr Res 2012;82:316–320.
2. WHO: World Health Report. Geneva, World Health Organization, 2000.
3. Black RE, Allen LH, Bhutta ZA, Caulfield LE, De Onis M, Ezzati M, Mathers C, Rivera J: Maternal and child undernutrition: global and regional exposures and health consequences. Lancet 2008;371:243–260.
4. Horton S, Ross J: The economics of iron deficiency. Food Policy 2003;28:51–75.
5. Das JK, Salam RA, Kumar R, Bhutta ZA: Micronutrient fortification of food and its impact on woman and child health: a systematic review. Syst Rev 2013;2:67.
6. The World Bank: Health expenditure per capita. http://data.worldbank.org/country/india.
7. Bhutta ZA, Das JK, Rizvi, et al: Evidence-based interventions for improvement of maternal and child nutrition: what can be done and at what cost? Lancet 2013;382:452–477.
8. Eichler K, Wieser S, Rüthermann I, Brügger U: Effects of micronutrient fortified milk and cereal food for infants and children: a systematic review. BMC Public Health 2012;12:506.
9. Food and Nutrition Research Institute, Department of Science and Technology (FNRI-DOST): Philippine Nutrition Facts and Figures 2008. Taguig City, FNRI-DOST, 2010.
10. Wieser S, Plessow R, Eichler K, et al: Burden of micronutrient deficiencies by socio-economic strata in children aged 6 months to 5 years in the Philippines. BMC Public Health, submitted.
Costos médicos y pérdidas de producción por ESE en niños de 6 a 59 meses de edad
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
AF = Anemia ferropénica
DVA = Deficiencia de vitamina A
DZn = Deficiencia de Zinc
Mill
ones
de
US
D
Estratos socioeconómicos
Figura 2. Costos médicos y pérdidas de producción por estratos socioeconómicos en niños filipinos de 6 a 59 meses de edad. Los costos de las deficiencias de micronutrimentos se concentran en grupos específicos de edad e ingresos, siendo los costos más altos en los estratos más bajos.
thenestelnidito
6
B o L ö n n e r d a l a O l l e H e r n e l l b
a Departamento de Nutrición, Universidad de California, Davis, Calif. EU [email protected]
b Pediatría, Departamento de Ciencias Clínicas, Universidad de Umeå, Suecia [email protected]
Mensajes clave
La suplementación/fortificación de hie-
rro previene la deficiencia y la anemia
provocada por este micronutrimento en
muchos niños que necesitan el hierro,
pero los lactantes con un nivel adecua-
do de hierro suministrado pueden tam-
bién estar en riesgo con resultados
adversos.
La desnutrición de hierro, o lo que por lo
general llamamos deficiencia de hierro
(DH), es la carencia más frecuente de
micronutrimentos en lactantes mayores
y niños que empiezan a caminar, tanto en
países subdesarrollados como en los de-
sarrollados.1 La cual es causada por una
alta demanda de hierro debida al rápido
crecimiento, a la falta de éste en la dieta
y/o a una deficiente biodisponibilidad de
él en la alimentación. La DH en su forma
pronunciada causa anemia ferropénica
(AF) y es un factor de riesgo de mala sa-
lud.2 La AF puede, a su vez, causar retra-
so en el desarrollo cognoscitivo y motor,3
estas alteraciones al parecer son irrever-
sibles, es decir, incluso con tratamiento
con hierro los déficits se manifiestan en
una edad posterior. Para prevenir estos
efectos a largo plazo sobre el desarrollo,
se recomienda la provisión de suplemen-
tos de hierro4 o la fortificación5 de los
alimentos que se utilizan a menudo, en
combinación con asesoramiento dieté-
tico respecto a cómo seleccionar los ali-
mentos ricos en hierro.
La posibilidad de sobrenutrición de
hierro (su provisión excesiva) ha recibi-
do atención limitada. Aunque éste pue-
de causar intoxicación accidental debi-
do a su toxicidad, por lo general se ha
creído que las dosis de hierro proporcio-
nadas en los suplementos y en alimen-
tos fortificados con él son modestas y
que cualquier exceso es excretado. Sin
embargo, algunos estudios sugieren
que suministrarlo a los lactantes con
depósitos adecuados de hierro puede
tener efectos adversos. Las gotas de
hierro administradas a lactantes hondu-
reños y suecos de 4 a 9 meses de edad
con reservas normales de hierro resultó
en una disminución significativa de la
ganancia de la longitud.6 Este efecto
adverso no se observó en aquellos con
un estado de hierro bajo inicial. Otros
estudios en países en desarrollo7-9 han
mostrado una disminución del aumento
de peso en los lactantes con reservas
normales de hierro al inicio de la suple-
mentación. En estas poblaciones, el
estado nutricio era malo en general y su
crecimiento vacilante, lo que puede ex-
plicar porque se encontró un efecto so-
bre el peso, pero no en la talla. El me-
canismo limitante de este efecto del
hierro sobre el crecimiento no se cono-
ce todavía. Es posible que la microflora
intestinal en los lactantes con reservas
normales de hierro que reciben este
elemento sea diferente que la de aque-
llos con deficiencia de hierro y que tam-
bién lo reciben. Además, la microflora
intestinal ha mostrado en fechas recien-
tes que afecta la utilización de energía
en el intestino.10
Las observaciones anteriores se lle-
varon a cabo en lactantes que recibie-
7
Sub y sobrenutrición de hierro en la infancia y en la niñez temprana
cionar hierro en exceso a los lactantes
con un estado adecuado de éste.
Referencias1. Black RE, Allen LH, Bhutta ZA, Caulfield LE,
DeOnis M, Ezzati M, Mathers C, Rivera J: Maternal and child undernutrition: global and regional exposures and health consequences. Lancet 2008;371:243–260.
2. World Health Organization: Reducing risks, promoting healthy life. The World Health Report 2002. Geneva, World Health Organization, 2002.
3. Lozoff B: Iron deficiency and child development. Food Nutr Bull 2007;28(suppl 4): S560–S571.
4. Iannotti L, Tielsch, Black MM, Black RE: Iron supplementation in early childhood: health benefits and risks. Am J Clin Nutr 2006;84:1261–1276.
5. Hurrell RF: Iron fortification: its efficacy and safety in relation to infections. Food Nutr Bull 2007;28(suppl 4):S585–S594.
6. Dewey KG, Domellöf M, Cohen RJ, Landa Rivera L, Hernell O, Lönnerdal B: Iron supplementation affects growth and morbidity of breast-fed infants: results of a randomized
ron gotas de hierro (hierro medicinal).
Se ha pensado que proporcionarlo en la
fórmula del lactante tiene menor proba-
bilidad de efectos adversos, ya que se
absorbe un porcentaje relativamente
pequeño de hierro. Sin embargo, últi-
mamente se demostró que los lactan-
tes de 6 a 12 meses de edad, alimen-
tados con fórmula fortificada con hierro
a un nivel de 12.7 mg/L, en compara-
ción con 12.3 mg/L resultó en un mejor
desarrollo cognoscitivo a los 10 años de
edad, cuando sus niveles de hemoglo-
bina eran menores a 105 g/L al inicio de
la intervención, pero con malos resulta-
dos cuando eran mayores de 128 g/L.11
En conjunto, es aparente que se justifi-
ca la precaución con respecto a propor-
trial in Sweden and Honduras. J Nutr 2002;132:3249–3255.
7. Idjradinata P, Watkins WE, Pollitt E: Adverse effect of iron supplementation on weight gain of iron-replete young children. Lancet 1994;343:1252–1254.
8. Majumdar I, Paul P, Talib VH, Ranga S: The effect of iron therapy on the growth of iron-replete and iron-deplete children. J Trop Pediatr 2003;49:84–88.
9. Lind T, Seswandhana R, Persson LA, Lönnerdal B: Iron supplementation of iron-replete Indonesian infants is associated with reduced weight-for-age. Acta Paediatr 2008;97:770–775.
10. Ley RE, Turnbaugh PJ, Klein S, Gordon JI: Microbial ecology: human gut microbes associated with obesity. Nature 2006;444:1022–1023.
11. Lozoff B, Castillo M, Clark KM, Smith JB: Iron-fortified vs low-iron infant formula: developmental outcome at 10 years. Arch Pediatr Adolesc Med 2012;166:208–215.
Provisión de hierro
Beneficios En los bebés con deficiencia
de hierroEn lactantes con resevas
normales de hierro
Riesgos
Anemia
Crecimiento
Crecimiento
Función cognoscitiva Resultados del desarrollo (?)
Infecciones