Berrios, 2007

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Notas sobre el trabajo del Dr. BerriosSección Psiquiatría

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Psicopatologa: pasado, presente y futuroGermn E. BerriosJefe de Servicio de Neuropsiquiatra. Catedrtico de Epistemologa de la Psiquiatra. Universidad de Cambridge.Recepcin: 13-07-07/Aceptacin: 14-09-07*Transcripcin de la conferencia inaugural de las Jornadas Actualizacin en Psicopatologa, 22 de Marzo de 2007Mi tarea hoy es el deciros algo acerca de la psicopatologa descriptiva. El vocablo psicopatologa es polismico: tiene una variedad de significados, y estos varan de acuerdo a los pases o de acuerdo al periodo histrico en el cual se analiza. Esto crea tremendas confusiones: por ejemplo, en el contexto europeo el concepto de Psicopatologa tiende a ser mucho ms angosto y descriptivo; en el contexto de los EE.UU es mucho ms amplio y difuso e incluye incluso la etiologa de los cuadros de las enfermedades mentales y por lo tanto es casi sinnimo de Psiquiatra.Mi definicin de la psicopatologa es angosta y bsicamente se encuadra en el concepto de Psicopatologa Descriptiva, y es sobre esto de lo que estar hablando hoy.Por lo tanto la primera pregunta es: Qu cosa es la psicopatologa descriptiva? Lo primero que se debe decir es que es la lengua y es el lenguaje de la psiquiatra. Es la lengua de la psiquiatra porque es el sistema de comunicacin entre psiquiatras, es la forma en que se registra el perfil del enfermo, tanto formalmente en las notas clnicas como informalmente en los intercambios diarios. Es el lenguaje de la psiquiatra porque es tambin un sistema tcnico de captura de la conducta enferma, y aqu es donde vienen los problemas serios, y es en este aspecto del lenguaje de la psicopatologa al cual he dedicado muchos aos de mi trabajo acadmico.Con respecto a esta funcin de captura de las formas enfermas, de las formas del enfermar humano, es donde uno puede decir que la psicopatologa descriptiva existe como una institucin conceptual ms o menos estable en el tiempo. Ha tenido un comienzo que se puede especificar muy claramente, y est evolucionando hasta cierto punto, y podr terminar en el futuro. Pero tambin es una institucin social. Este lenguaje no aparece en abstracto sino que est creado por seres humano, est creado en un momento histrico especfico y como resultado de esta creacin conlleva en el seno mismo de este lenguaje premisas, prejuicios, ideologa, emociones, cuidados. Es por lo tanto una institucin social aparte de ser la conceptual, y ciertamente es un artificio, es una institucin hecha por seres humanos.Como todo lenguaje incluye un vocabulario, y el vocabulario de la psicopatologa se cre hace mucho tiempo y persiste; tiene una sintaxis, hay una forma de poner estos trminos o vocablos juntos, existe una gramtica y ciertamente reglas de aplicacin; el lenguaje psicopatolgico tiene ciertas reglas de aplicacin, como un juego de ajedrez tiene ciertos movimientos legtimos, ciertos movimientos no legtimos y as sucesivamente.Pero este lenguaje tiene otras cosas ms importantes y ms profundas. Tiene una funcin mimtica, es decir, pareciera ser una especie de retrato o imitacin de la realidad, una especie de intento de capturar la realidad representndola en cierta forma. Esta funcin mimtica es absolutamente fundamental, tan importante que si ha sido exitosa, incluso parcialmente, tenemos que reasegurarnos como clnicos que lo que estamos haciendo y que toda la parafernalia neurobiolgica que ha seguido a la captura de estos sntomas es ms o menos estable y verdadera. Pero si por una de esas malas suertes del destino la funcin mimtica del lenguaje psicopatolgico no ha sido adecuada, ha habido distorsiones fundamentales en la captura del lenguaje psiquitrico, si es as, mucho de lo que ahora pensamos que sabemos acerca de la enfermedad mental y sus relaciones con el cerebro probablemente haya que abandonarlo. As es de importante. Nosotros como clnicos no podemos comunicarnos directamente con el cerebro, tenemos un lenguaje muy denso, que es el lenguaje de la psicopatologa que nos permite conceptualizar la conducta del enfermo mental y es en un segundo estadio en que esa conducta la correlacionamos con funcin cerebral. De tal modo que as es de importante: o las viejas tcnicas de investigacin como el electroencefalograma y la microscopia de luz, y todo lo dems, o las muy nuevas como la neuroimagen y la neurogentica dependen igualmente del xito mimtico de la psicopatologa descriptiva.Pero la psicopatologa descriptiva tambin tiene una funcin epistmica, es decir, tiene anhelos de saber. Cuando describimos la conducta de un enfermo mental y tratamos de capturar y estabilizar este conocimiento tenemos anhelos de saber, creemos que estamos construyendo un saber duradero. Esta funcin epistmica del lenguaje psiquitrico depende del xito de la funcin mimtica, y estas dos funciones estn muy entrelazadas, son las funciones que dan el nombre a la ctedra que tengo en Cambridge, es decir, cun legtimos son los saberes psiquitricos y si son legtimos sobre que depende su legitimidad.Pero la psicopatologa descriptiva tambin tiene una funcin retrica. No hay duda de que los clnicos vendemos este lenguaje. Se han invertido muchas emociones, dinero y reputaciones en la apuesta de que ese lenguaje es acertado, con alto valor epistemolgico. As como el lenguaje de la ciencia en general, de la fsica o qumica, tiene una funcin retrica oculta muy fuerte, el lenguaje de la psiquiatra conlleva esta misma funcin retrica. Es una funcin de venta, es un lenguaje que no solamente da hechos, sino que est diciendo en una forma oculta pero clara que estos hechos son verdaderos.Una cosa muy interesante que en los ltimos aos ha comenzado a llamarme la atencin y un rea en la que estoy trabajando seriamente es que pareciera ser que el lenguaje psicopatolgico no est solo, no apareci en el mundo occidental como una especie de rara avis. Aparece en el contexto de la familia de lenguajes descriptivos: los lenguajes descriptivos de la esttica (sobre el que dar ejemplos ms tarde) y los lenguajes descriptivos de la virtud (los lenguajes morales), en los cuales pasa exactamente lo mismo: en los lenguajes de la virtud hay un ser humano que se comporta de una manera especifica, hay aspectos que creemos positivos en su conducta, aparece un lenguaje descriptivo muy poderoso, el lenguaje de la virtud y el lenguaje de la moral que captura esto.Estos objetos (la virtud, los sntomas mentales, la obra de arte), y todos estos lenguajes estn asociados, viven en una especie de espacio semntico En algunos casos como el de la psiquiatra nos vamos ms all del espacio semntico para meternos en el cerebro humano, pero en el caso de la virtud, los seres virtuosos se comportan virtuosamente, me imagino, por que tienen representaciones cerebrales de la virtud, tan as, como lo es, los sntomas mentales. Sin embargo, aparte de Damasio, muy pocas personas se estn atreviendo a decir que a lo mejor hay un rea cerebral que se encarga de la virtud o un rea cerebral (en el caso de la teologa) que se encarga de Dios. Estas cosas suenan ms bien sin sentido, pero en el caso de la psiquiatra no tenemos problema en decir que s, que en realidad, los sntomas no interesan mucho, que lo que interesan son los cambios cerebrales que generan a estos sntomas, pero me imagino que tambin hay cambios cerebrales que generan la virtud. Entonces estas desigualdades en esta familia de lenguajes descriptivos son fascinantes. Aqul que quiere investigar seriamente la funcin de captura, la narrativa del lenguaje psicopatolgico, tambin tiene que entender como es que los otros lenguajes descriptivos, el de la virtud, el de la religin, el del objeto de arte, capturan, forman su objeto, como lo estabilizan. Porqu es que no avanzan ms y se quieren meter en el cerebro. Porqu hay esa especie de pudor semntico. Esto es lo que hay que hacer. Sin entender estas cosas, el resto no se entiende mucho.Pero hay problemas con la psicopatologa descriptiva. Es un lenguaje histrico; por lo tanto el problema es que est encerrado en un periodo histrico especfico. Este lenguaje aparece en el siglo XIX y est encerrado all. No ha avanzado mucho, no lo hemos actualizado. Hay buenas razones de tipo histrico para explicar por qu no se ha actualizado este lenguaje, aunque hay que hacerlo. Esta falta de actualizacin hace que el emparejamiento que exista ab initio entre el nuevo lenguaje creado en el siglo XIX y las nuevas tcnicas de investigacin de dicho siglo, a medida que estas tcnicas de investigacin avanzan y el lenguaje se queda esttico, se produce una prdida de emparejamiento entre estos dos lenguajes y el lenguaje deviene opaco y borroso. Por eso es que creo que la investigacin psicopatolgica es fundamental, no por que sea una especie de actividad filosfica interesante o estticamente llamativa, sino por que la investigacin clnica emprica, dura, depende de la calidad del lenguaje psicopatolgico, y el lenguaje psicopatolgico hay que mejorarlo, actualizarlo, ponerlo al da y recalibrarlo a medida de que haya mutaciones genticas y biolgicas y la conducta humana cambie, y a medida que las expectativas sociales de lo que es la locura van cambiando. Es decir, a medida que los montantes de validez del lenguaje psicopatolgico (lo biolgico y lo social) van cambiando, los psicopatlogos tenemos que ir poniendo al da al lenguaje psicopatolgico.Hay herramientas para este trabajo? S las hay. La fundamental es la que he llamado la auditoria epistemolgica. En este mundo de hoy vivimos en el reino de la evidencia: se nos dice que hay que hacer meta-anlisis y se nos dice que tenemos que tener evidencias para el manejo de los enfermos y para ciencia en general. Sin embargo, hasta donde s, no pedimos igual calidad de evidencia con respecto al aparataje conceptual, a travs del cual hacemos la investigacin cientfica. Nadie se preocupa de esto y por lo tanto esa rea de la realidad investigativa est llena de prejuicios, de tonteras, de simplezas conceptuales. Yo dira que es tiempo de que balanceemos este anhelo de evidencia, y que si vamos a pedir evidencia en el aspecto emprico de la investigacin tambin debemos pedirla en los aspectos conceptuales de la investigacin.La epistemologa, tal como la entiendo yo, es una combinacin del anlisis diacrnico (es anlisis histrico) y del anlisis transversal (del anlisis de lo que est pasando en este momento). En realidad, el aparato de anlisis es similar. Si se aplica este aparato analtico a los lenguajes del pasado se est haciendo historia de la psicopatologa. Si se aplica este mismo aparato analtico a la psicopatologa del presente, se est haciendo filosofa de la psicopatologa. Hay muy poca distincin entre las dos. Tan es as, que estoy seriamente pensando en cambiarle el nombre a una revista que dirijo, Historia de la Psiquiatra, a Epistemologa de la Psiquiatra. Existen otros ejemplos, como una Revista de Filosofa de la Psiquiatra, pero es de mala calidad, cuando es importante que estas cosas se hagan bien. No hay duda de que el componente filosfico es importante, pero lo que est pasando en este momento es que la psicopatologa tiene problemas internos muy serios y complejos y hay que analizarla filosficamente. Sin embargo, lo que se est haciendo es ir a los estantes de las tiendas y comprar paquetes analticos (antes era la Fenomenologa y ahora es la Filosofa Analtica de Oxford), aplicarlos externamente y aplicrselos mecnicamente a la psiquiatra, y los resultados no son buenos.Bsicamente, lo que tenemos que hacer es preguntarnos: Primero, qu problemas tiene la psicopatologa desde el punto de vista conceptual? Segundo, Cmo se pueden frasear estos problemas?, Cules son las preguntas adecuadas frente a esta realidad? Y tercero, desarrollar la filosofa de la psiquiatra, que nazca del corazn mismo de la psiquiatra. Es decir, lo que queremos es una filosofa centrfuga, que saliendo del corazn de la psiquiatra, resuelva los problemas, aunque, a lo mejor, no le sirve a nadie ms. Pero lo que no queremos son anhelos centrpetos en la importacin de filosofas externas, por que estn de moda, para tratar de resolverle el problema a la psicopatologa.Hablar a continuacin un poquito sobre el pasado, y luego hablar de lo que estamos haciendo en este momento en Cambridge. La historia de la psicopatologa descriptiva la he descrito antes y muchas veces, no os quiero aburrir pues est publicada muchas veces. Bsicamente, la psicopatologa como lenguaje se construye totalmente durante el siglo XIX, pues antes no exista. Las razones para la construccin de este lenguaje son mltiples y no voy a desarrollarlas hoy sino simplemente. Primero, apareci un modelo nuevo de enfermedad clnico-patolgico en la medicina general y que se import a la psiquiatra. Segundo, dentro de la lingstica del siglo XVIII apareci un nuevo concepto de signo, que desarroll una nueva relacin entre el lenguaje y el pensamiento. Tercero, aparecieron necesidades estatutorias de tipo legal y forense en los hospitales, particularmente britnicos, donde comenz, al parecer, este lenguaje. Pero luego, en el siglo XIX, ciertamente Francia y Alemania desarrollaron el lenguaje real de la psicopatologa. A los mdicos se les forz a que inventaran un lenguaje que no exista debido a la necesidad de escribir notas clnicas. Esta idea de que la construccin de asilos mentales en el siglo XIX cre por primera vez en la historia de la locura receptculos donde se podan ver grandes series de enfermos con locuras, ms o menos, parecidas, es muy importante, por que permiti la observacin longitudinal, mas bien, que la observacin transversal. Y, por supuesto, la medicalizacin de la locura durante ese periodo. La locura se medicaliz en el siglo XIX y esto ha sido un movimiento muy importante que ha trado una alianza entre la medicina y la locura que sigue durando, aunque no sabemos por cuanto tiempo. Histricamente, estas cosas no dependen de la ciencia ni de la buena voluntad de los hombres, sino de los vaivenes polticos y sobre todo de los vaivenes econmicos de los pases.Obviamente, un lenguaje como ste, tan complicado, y que aparentemente est dedicado a una cosa muy puntual y especfica, como es la locura, en realidad es un lenguaje que abarca mucho ms. Es un lenguaje en el cual la ideologa y la sociologa son extremadamente importantes, y por lo tanto, cambios tericos dentro de Francia y Alemania en el siglo XIX llevaron a cambios importantes dentro de la psicopatologa, que dieron origen al concepto de sntoma mental. Muchos de ustedes se sorprendern si les digo que el concepto de sntoma mental es nuevo, es inventado, es creado, es construido, y slo aparece en el siglo XIX. El concepto de sntoma mental no exista en el siglo XVIII, antes de la Revolucin Francesa. Para existir, necesit la influencia de una psicologa particular, la Psicologa Asociacionista. La idea que la enfermedad mental es un conjunto de sntomas y signos, que ahora nos parece tan natural, es un concepto muy nuevo dentro de la psiquiatra y es Griesinger, bsicamente, el que en su libro de 1845, claramente lo especific, muy influenciado por la psicologa asociacionstica. l nos dice que, para analizar la locura, hay que partirla en fragmentos que son atmicos, no fragmentables, aislables, y una vez hecho as, se pueden rejuntar estos sntomas, y por fin, entender a las enfermedades.Por tanto, los sntomas como unidades elementales de anlisis aparecen slo desde 1845, pero ste no es el nico cambio ideolgico. Jackson, en Inglaterra, y Meynert, en Austria, en la segunda mitad del siglo XIX, hablan de que los sntomas, en realidad, no son nuevos. Segn dijeron ellos y algunos ms, influidos por el Darwinismo, los sntomas no se generan por la irritacin de una regin cerebral (que es el modelo que tenemos en este momento), sino que existen formas atvicas de conducta humana que estn encerradas, controladas e inhibidas en el cerebro por los aspectos ms humanos del ser humano, pero que, cuando el cerebro se destruye o daa, estas conductas se liberan y producen los sntomas mentales. Es decir, hay una diferencia marcada entre el concepto de sntoma mental como resultado directo de la irritacin de una regin cerebral y el sntoma mental como la liberacin de una conducta ya existente a travs de la evolucin animal y humana. Este modelo de Jackson, que lo desarrolla en el contexto de la neurologa, llega a la psiquiatra tardamente, y mucho ms a Francia que a Inglaterra. Es un modelo interesante que Ajuriaguerra, la figura seera de la neuropsiquiatra espaola, desarroll adicionalmente en los aos 40 y 50.Hay otro modelo, si uno quiere situar a Freud histricamente, ms que entrar en la polmica de si deca la verdad o no. Freud aparece en un momento histrico fundamental, cuando la primera neuropsiquiatra (a la que llamaba as) de Meynert y otros de la segunda mitad del siglo XIX, comienza ya a crear inestabilidades en relacin a la enfermedad mental, pues se comienza ya a abandonar los espacios semnticos donde habitaba la locura tratando de reducirlos completamente al cerebro. La revuelta de Freud se la puede resumir fcilmente como la primera insurreccin semntica. Freud dice que el cerebro es importante pero no es todo lo que existe con respecto a la locura. La locura puede ocurrir por que hay causas, como un tumor cerebral, pero hay razones para ponerse loco, es decir, la semntica de la enfermedad mental es importante. La cuestin es que debemos agradecer a Freud la primera revuelta hermenutica dentro de la historia de la psiquiatra contempornea, y ese hecho es aparte de la discusin sobre si el modelo Freudiano funciona o se puede mejorar.La llamada Fenomenologa es una filosofa europea extremadamente importante en reas como la ontologa, la epistemologa y la esttica. (Roman Ingarden, el gran fenomenlogo polaco, es una de las figuras ms brillantes de la filosofa del arte que existen). La fenomenologa recurrentemente reaparece en la psiquiatra occidental y valga de ejemplo el uso reciente del trmino fenomenologa en la psiquiatra americana, en una especie de visin ms bien superficial. Ahora, el hecho de que una escuela de filosofa haya tenido xito en algunas reas de la realidad del pensamiento, no quiere decir que la fenomenologa tiene algo que hacer con la psiquiatra o con la psicopatologa. El hecho es que Jaspers, como he demostrado muchas veces, tiene poco que ver con la introduccin de la fenomenologa. Por lo que sabemos de esto, se tiene que usar una definicin extremadamente diluida, y creo que equivocada, de la fenomenologa para que pueda funcionar en la psicopatologa.Aunque con poco tiempo, podemos valorar otras escuelas. La escuela Gestltica, formada primero por Goldstein (que trabaj en Frankfurt durante la Primera Guerra Mundial) y posteriormente por Conrad, (el gran psiquiatra alemn de los aos 50, acusado de ser nazi, y que escribi La esquizofrenia incipiente, traducido antes al espaol que al ingls). Conrad toma la idea de Goldstein de las Gstalten o estructuras en las que el todo es ms que las partes, por lo que no se puede entender la locura, digamos, simplemente como un conjunto de fragmentos que estn juntos con una densidad probabilstica alta.Por otra parte, el profesor Hamilton, mi maestro en Leeds, que introduce la psicometra en los aos 50, contribucin britnica del siglo XX a la psicopatologa, aparte por supuesto de lo que he llamado Hecatombe de la Psicopatologa, es decir, el sacrificio de la psicopatologa que se produce en el DSM, especialmente en las definiciones de sntomas que parecen en el glosario, y que nos parecen decir que la psicopatologa est completa y de que de lo que hay que ocuparse es de la ciencia psiquitrica dura.Respecto a otros modelos que vale la pena mencionar, especialmente respecto a la creacin de modelos de sntoma mental. La obra de Saussure, especialmente su libro publicado en 1916 tras su muerte, conlleva un modelo estructural de la lingstica en cuanto al signo y su relacin con el concepto. Esta obra ha sido influyente en la psiquiatra, sobre todo para aquellos que piensan que la historia del sntoma es menos importante que su anlisis transversal, es decir, la estabilidad del sntoma en un momento determinado. Blondel, catedrtico de Estrasburgo, tras leerlo desarrolla la idea de que nuestra subjetividad, que parece tan privada e ntima, en realidad se configura de acuerdo a patrones configurativos sociales que conforman nuestra conciencia en la misma manera dentro de la familia o de grupos sociales. La tragedia de la muerte temprana de Blondel hizo que este modelo externalista, pensamiento heredero de la tradicin de Estrasburgo y de Durkheim, no continuara, aunque la tesis doctoral de Blondel, la conciencia mrbida, es un libro que todos lo psiquiatras deberan leer.En1928, Von Monakow (brillante neuropatlogo ruso que viva en Suiza) y Mourgue (francs que viva en Ginebra), escriben un libro fundamental, donde por primera vez introducen el concepto de tiempo en la definicin del sntoma mental. Hasta ese momento, el sntoma aparece y es capturable en el corte transversal. En este libro, ambos autores dicen que los sntomas aparecen por partes en el tiempo, por lo que hay que mapear al sntoma en el plano longitudinal, lo que introduce un concepto totalmente revolucionario que todava la psiquiatra contempornea no ha podido absorber. La idea es que para poder hacer un diagnstico cabal es necesario el tiempo, no en el sentido de Kalhbaum y Kraepelin por la evolucin pronstica de la enfermedad, sino porque el sntoma mismo no es definible sino en la diacronicidad. Esta contribucin ha sido difcil de manejar conceptualmente. Por ejemplo, es muy difcil de manejarlo estadsticamente, pues todas las estadsticas desde el siglo XIX, desde cosas tan humildes como el Chi cuadrado hasta el anlisis de clusters y el anlisis factorial, estn basadas sobre una visin sincrnica, no diacrnica, del objeto de anlisis. El problema por tanto, con las estadsticas cuando se aplican a la psiquiatra, es que no pueden manejar la evolucin de un sntoma en el tiempo, por ms correcciones matemticas que se hagan.Max Hamilton, de nuevo mi maestro, introduce la idea de que al sntoma se le puede convertir en tem, y que esto es cuantificable y dimensionable. Esta es una contribucin importante y la primera escala real sobre esto fue la Escala de Depresin de Hamilton que se publica por primera vez 1959. Y por ltimo tambin est nuestra contribucin desde Cambridge, la idea de que la diacronicidad del sntoma y la formacin del sntoma son cruciales a la inteleccin del sntoma.Bsicamente, hay tres grandes psicopatologas clsicas. Hay cuatro en realidad, la ms antigua no est ac (no aparece en las diapositivas) y es la de Morselli, que se publica en 1892 y es increblemente difcil de analizar. Para aquellos que la conozcan, los dos volmenes de la psicopatologa de Morselli muestran una psicopatologa basada sobre una teora lingstica complicada. Hay un nfasis sobre lo lingstico, tal vez exagerado, y por lo tanto no es lo que todos estudiamos y no quiero complicar mucho las cosas. Bsicamente, como deca, tenemos la psicopatologa de Chaslin de 1912, la de Jaspers de 1913, (que todo el mundo cita), y la de Schneider. Bsicamente esas son las tres, y lo interesante es ver como se enlazan.La primera psicopatologa, la de Chaslin, es muy simple: proviene de John Locke, (la filosofa Loqueana), pasa por Condillac y llega a Chaslin. Chaslin dice que la psicopatologa, que la ciencia en general, es simplemente un lenguaje bien hecho. (Filiberto Fuentenebro y yo tradujimos este artculo hace muchos aos, mostrando la lnea de Chaslin). Por otra parte, y esto es ms complicado, Jaspers, realmente, toma cosas de Chaslin, pero nunca lo menciona en su libro, aunque son identificables. Bsicamente, la gran influencia en Jaspers es Kant. (Un estudiante mo doctoral, ahora con mucha reputacin en Inglaterra, Chris Walker, escribe su tesis doctoral especficamente analizando los temas de Kant, la influencia kantiana sobre el libro de Jaspers). Jaspers, que en esa poca era muy joven, escribe su libro sobre la base de la Crtica de la Razn Pura, aunque tambin hay un poco de influencia de Dilthey, y ciertamente tambin de los conceptos de Herder, el gran pensador alemn del romanticismo de fines del siglo XVIII y principio del XIX. Esas son las influencias reales, ahora veamos las otras. La influencia de Husserl, que es el gran padre de la fenomenologa, sobre Jaspers, es extremadamente limitada. Cuando Jaspers le manda algunos trabajos a Husserl, ste opina, off-the-record que no cree que lo que est haciendo Jaspers sea fenomenologa. Por otro lado, hay dos influencias ms interesantes: Max Scheller es una figura oculta, brillante, de la filosofa alemana, que es el maestro de Schneider. De hecho, Schneider no quera ser psiquiatra, sino filsofo ya que l se habilit como filsofo con su primera tesis doctoral en filosofa antes de habilitarse en medicina y psiquiatra. Su director de tesis es Max Scheller, que fue un discpulo de Dilthey y ciertamente tambin recibe influencia de Husserl. Schneider escribe su propio libro de psicopatologa pero la contribucin de Schneider al libro de Jaspers es bien importante. Brevemente, de la 5.a edicin para adelante todas las correcciones de la obra de Jaspers (la llamada Allgemeinen Psychopathologie) estn hechas por Schneider. En esta poca Jaspers haca 30 aos que no vea enfermos, ni tena ningn inters en la psiquiatra ni en la psicopatologa. Lo que tiene, en cambio, es a un joven brillante que lo admira y que le ayuda a renovar el libro. Esa es la verdad y el resto son mitos.Ahora me detendr un poquito sobre lo que estamos haciendo en Cambridge. En nuestro programa de investigacin, las preguntas que se han ido haciendo a travs de los aos son las siguientes:La primera fue: ha habido cambios en la prevalencia histrica de los sntomas mentales? Si uno ve la alucinacin, el delirio, o la obsesin y lo mapea a travs del tiempo, ha habido cierta estabilidad en la prevalencia, o estos sntomas han ido cambiando? Y si hubiera habido cambios, por qu? Han sido modas o reconceptualizaciones?Otra pregunta que seguimos haciendo es si todos los sntomas mentales han sido escritos ya, o sea, hemos completado la descripcin de los sntomas mentales, o existen sntomas mentales que an no se han descrito? Esto a su vez puede ser por dos razones: bien porque el sistema ideolgico no permite que se describan, o bien porque no existan antes y estn apareciendo. Es decir, por que hay mutaciones genticas y sociales que llevan a que tanto el genotipo como el fenotipo de la enfermedad mental vaya a cambiar, y por lo tanto, los sntomas nuevos podrn aparecer. Si es as, los psiquiatras tendremos trabajo para muchos aos.Son los sntomas mentales episodios o son procesos? Es decir, son la manifestacin tnica de un proceso como la memoria, o son ms bien, representaciones puntuales que aparecen y desaparecen. En otras palabras, si estoy con alucinaciones en este momento por qu tengo una enfermedad que me hace alucinar, cada episodio de alucinacin que tengo es el mismo o es distinto? Es decir, estos episodios alucinatorios tienen comienzo, tienen final, tienen una estructura individual? Es decir, hasta qu punto uno puede decir que todas las alucinaciones que un enfermo presenta en un perodo de dos o tres semanas son el mismo fenmeno, o si en realidad, son fenmenos distintos? S, digamos, algunas son el resultado de irritacin cerebral, pero otras son problemas disociativos, cuando el enfermo aprende a alucinar, disocia y la segunda alucinacin ya no es relacionada con el cerebro sino es una alucinacin disociativa. Es decir, no tenemos garanta de que un enfermo que ha alucinado doce veces en un mes, todas son exactamente las manifestaciones del mismo centro cerebral.En fin, por un lado tenemos la heterogeneidad en la presentacin del sntoma que gobierna la descripcin y la formacin del sntoma mental, por otro lado, tenemos el problema de la mimesis, de la representacin del sntoma mental, y la similaridad que existen entre la psicopatologa descriptiva y los otros lenguajes. Para terminar voy a hablar de esto ltimo, pues no hay tiempo para ms.El lenguaje de los sntomas mentales y la realidad se pueden relacionar en formas distintas. Bsicamente, uno podra preguntarse, cmo se relaciona el concepto de sntoma mental con la naturaleza, con la realidad? Ustedes dirn, con el cerebro. Pero qu pasa con el estmago y el hgado? En el siglo XIX ha habido muy buenas hiptesis acerca de que los sntomas mentales eran generados en el abdomen, ms bien que en el cerebro y hasta donde s, no hay ningn estudio serio que haya mostrado que no lo son. La ideologa ha cambiado, y ahora, por ex hiptesis, por definicin, decimos que la enfermedad mental tiene que ser cerebral, pero no habido trabajo serio que demuestre, como deca Borrous, el estmago no puede generar sntomas mentales. No existe este tipo de trabajo, sino, ms bien, un cambio ideolgico. Luego, cmo se relacionan los sntomas mentales con las personas? es decir, est bien que el sntoma mental se lo quiera relacionar con la naturaleza, pero, qu pasa con el ser humano? Qu representa para el ser humano el tener un sntoma mental? Y finalmente, qu funciones cumple el sntoma mental, la psicopatologa? psicolgicas, sociales...Bsicamente, y con respecto a lo primero, no hay tiempo de desarrollar esto, pero simplemente hay tres opciones: una es que el sntoma sea totalmente dependiente del cerebro. Esa es la posicin que los neuropsiquiatras del presente quisieran tener, que idealmente se puede recudir totalmente el sntoma al cerebro y que para que preocuparse del sntoma cuando una vez que encontremos el cambio cerebral de ahora en adelante haremos el diagnstico a travs de la neuroimagen, y nos olvidamos de hablar con el enfermo por ejemplo. La otra posibilidad es que sean totalmente independientes. La ltima, que hay un condicionamiento de algn tipo, que es la posicin que yo tengo. Bsicamente, en nuestro modelo de formacin de sntomas hay una seal biolgica, muy primitiva, que es rpidamente configurada por formatos de varios tipos.Con respecto a lo segundo, lo interesante es lo siguiente: qu cosa representa el sntoma a la persona misma? Representa conocimiento o no? El ser humano que est estudiando y que est ganando conocimiento, ganando saberes, est haciendo algo positivo; el ser humano que enferma mentalmente, que tiene una variedad de sntomas mentales, son estos sntomas mentales conocimiento o no? Cul es el estatus gnoseolgico de los sntomas, son pedazos de conocimiento? Porque, a lo mejor, el problema es que los sntomas tienen una funcin, conllevan un mensaje, y, en cambio, en este momento, tal es la medicalizacin de la infelicidad humana que los seres humanos, no quieren tener, o no los dejamos, estas sensaciones. El ser humano no quiere sufrir. Hace dos das he visto una entrevista con Robert Spitzer, el perpetrador intelectual del DSM-III. En esta entrevista dice (un mea culpa extremadamente tardo, ahora que est jubilado) que, lo cito, con el DSM-III, hemos medicalizado mucho a la infelicidad humana y a lo mejor hay que dar un paso atrs y desmedicalizar un poco. Demasiado tarde, cuando se ha creado una industria enorme de tratamiento de la infelicidad humana, y la inversin econmica es tal, que ya no se va a dar un paso atrs. Tal vez hay mensajes, conocimientos en el sntoma mental y en este momento no lo aceptamos en absoluto, sino que lo vemos simplemente como sufrimiento absoluto. Es el sntoma mental una induccin a la accin? Es simplemente una experiencia, lo que yo llamo la sopa primordial, nada mas? Qu cosa es el sntoma mental en relacin a la persona, en relacin al mbito interno, semntico del individuo? Finalmente, tenemos las funciones del sntoma mental hay una funcin educativa? En su forma ms bien potica, Laing, el gran psiquiatra y pensador escocs, hace muchos aos habl de que la locura era un viaje interior, que haba ciertas experiencias importantes, una especie de aprendizaje o educacin en la locura y que, bien que haba que tratar al enfermo pero que sobre todo haba que guiarlo lentamente, no parar la locura inmediatamente por que esta funcin educativa de la locura desapareca. Por ltimo, hay funciones comunicativas y, por supuesto, funciones catrticas.Bien, terminar hablando de la familia de lenguajes descriptivos de que he hablado antes. En primer lugar, el lenguaje potico es un lenguaje muy temprano ya muy desarrollado en el siglo V ADC y que Aristteles y Platn desarrollan muy bien. El lenguaje teolgico, por otro lado, tambin aparece muy temprano y es un lenguaje extremadamente poderoso. El lenguaje teolgico est lidiando, est tratando de capturar aspectos profundos en la psique humana. Los resultados son importantes y antes de decir que esto es un lenguaje antan y sin importancia, como algunos cientficos se atreven a decirlo, habra que tomar las cosas mucho ms seriamente. El lenguaje teolgico es un lenguaje, como el lenguaje del arte o el lenguaje de la virtud, que maneja formas de conducta y de sentimiento en el mbito interno del ser humano que estn all para siempre. Por lo tanto, la forma en que estos lenguajes han aprendido a manejar, capturar, redondear, y estabilizar estos elementos internos, es un ejemplo para nosotros. La psicopatologa en comparacin con estos lenguajes es extremadamente joven como lenguaje, puesto que la psicopatologa ha aparecido muchos siglos despus, por lo que tenemos mucho que aprender del lenguaje teolgico y del lenguaje esttico por ejemplo. El lenguaje esttico se forma hacia el ao 1000. Como comparacin, la psicologa, como lenguaje de la conducta humana, slo aparece a finales del siglo XVIII y durante el XIX. Por tanto, la psicopatologa es el lenguaje ms tardo, es un lenguaje casi advenedizo con respecto a estos lenguajes. Todos ellos capturan formas fugaces pero, no obstante, reales de la psique humana. Todos estos lenguajes, sobre todo la esttica, la poytica y la teologa, han manejado sus objetos en un espacio semntico. Es decir, a nadie se le ha ocurrido examinar el cerebro del ser humano pues, en general, han tenido la capacidad de mantenerse dentro del espacio semntico, que es donde pertenecen.Pero hay otros lenguajes, como el de la psicologa y la psicopatologa, que ignoran este espacio semntico, y se meten directamente al cerebro, lo que, por otro lado, puede ser preocupante. Creo que, previamente, existen elementos de anlisis, que son fundamentales para dar este paso final. Un ejemplo de esto es un objeto de arte, Cmo el lenguaje del arte maneja su objeto? Un objeto de arte puede ser lo constituido por sus materiales y el objeto de arte en s. Estos objetos existen en el tiempo y en el espacio, tienen fsica, pigmentos, material, pero finalmente el objeto de arte se sita en un nivel semntico. Todas las teoras estticas (excepto, tal vez, la neuroesttica, que en los ltimos aos piensa que el objeto de arte se puede definir totalmente a travs de la neuroimagen, por la iluminacin de reas cerebrales que indicaran la belleza, y que felizmente, no es muy empleada) coinciden en que el anlisis qumico del mrmol de una escultura o el anlisis de pigmentos de un cuadro medieval, no nos dan absolutamente ninguna explicacin de la belleza que ellos conllevan. Es decir, hay algo ms y esto se discute en un espacio semntico. Es decir, la naturalizacin del objeto de arte en una materia organizada sera mas bien absurda, pero sin embargo, es lo que est pasando con la psicopatologa. Si volvemos al modelo de representacin de los sntomas mentales y lo ponemos en paralelo con el objeto de arte, tendremos, por un lado, el objeto de arte, y por el otro, los signos de los sntomas. Este espacio semntico conllev en el pasado a varias representaciones y estas representaciones se las est atribuyendo al cerebro. Finalmente, lo que nos queda de la psicopatologa descriptiva, la localizacin absoluta de los cambios que existen en el ser humano, no pasara en el arte. La idea de que algn da alguien quiera definir la la belleza en trminos de organizacin de materia o del tipo de pigmentos de un cuadro, es ms bien absurdo. En ambos casos existe una base fsica muy clara pero encima de la base fsica hay una superviniencia, una emergencia de elementos semnticos, que hacen al sntoma mental como una obra de arte. Eso es exactamente lo que est pasando en la psiquiatra, no hay duda de que el sntoma mental tiene representacin cerebral, pero el problema es que inmediatamente despus hay una emergencia de elementos semnticos que hacen al sntoma mental como el objeto de arte, independiente. Por tanto, el psiquiatra tiene que manejar al sntoma a los dos niveles, por lo que reducir uno u otro es, ms bien, absurdo.Resumiendo, el punto de vista convencional que compara el objeto del arte y el de la psicopatologa, implica que son diferentes en mltiples aspectos. En primer lugar, el objeto es construido en el arte y es descrito en la psiquiatra, lo que implicara que en la psiquiatra no hay nada de construccin. Segundo, que el contexto es importante en el arte, pero no en la psiquiatra. (lo que llevara a pensar que una alucinacin es igual en la India o en frica o en sur Amrica o en Europa, lo que es ms bien absurdo como lo muestra la psicopatologa transcultural). En tercer lugar, la historia de cmo se hace este objeto es importante para el arte, pero no es importante para la psicopatologa. En cuarto lugar, el autor no es importante para la psicopatologa, sino el clnico, con respecto a la captura de los sntomas. Finalmente, respecto a si es reducible a un sustrato, la idea es que el objeto de arte s, mientras que la psicopatologa no.Sin embargo, en relacin a esto, nosotros pensamos (frente al punto de vista convencional), que: primero: en relacin al objeto, los dos objetos son construidos y tienen propiedades emergentes (y es esencial el que sea as para poder entender lo que el enfermo est diciendo); segundo, que el contexto es importante para los dos; tercero, que la historicidad es importante para los dos; por ltimo, con respecto al autor, se necesitara avanzar ms, pero se me ocurren algunas preguntas: cun relevante es el clnico pese a todas las escalas psicomtricas? Cul relevante es el clnico o el psiclogo o el psiquiatra cuando estn entrevistando al enfermo? Cun relevante es la negociacin que ocurre entre enfermo y clnico para la configuracin del sntoma final? en esa negociacin, qu ocurre entre enfermo y clnico? Es el clnico un ser neutro, un aparato que captura informacin, o es un ser humano hablndole a otro ser humano? No lo s bien, aunque sera absurdo que fueran reducibles ninguno de los dos.Finalmente, vamos a concluir, con un resumen a vuelo de pjaro de las cosas que hemos dicho y las que se podran hacer. La primera sera que la psicopatologa descriptiva, ese lenguaje de descripcin de los sntomas mentales, es una construccin histrica y conceptual que se origin durante el sigo XIX. La segunda, que toda la investigacin biolgica depende de la calidad de la captura de los sntomas mentales, o sea, de la calidad de la psicopatologa, y que parece ser que ha ocurrido una falta de emparejamiento entre las necesidades de poder de resolucin de las nuevas tcnicas de investigacin y lo que la psicopatologa le puede ofrecer (y aqu hay un rea de trabajo muy importante para el psiquiatra). Tercero, que a lo mejor la psicopatologa descriptiva est en el continuo de una familia de lenguajes descriptivos (muchos de ellos antaones y muy importantes, como el lenguaje de la teologa, el lenguaje de la esttica, el lenguaje de la virtud) y que estos lenguajes por siglos han desarrollado formas muy comprensivas y sofisticadas de manejar su objeto. Que la psicopatologa descriptiva, aunque nueva, tambin tiene un objeto semntico, por lo que deberamos prestar ms atencin a la comparacin con estos lenguajes descriptivos. Que el lenguaje del arte y el lenguaje de la psicopatologa parecieran construir su objeto de una forma muy similar, que tienen problemas similares, y que esta comparacin le es importante a la psicopatologa. Y que finalmente, mucho ms trabajo epistemolgico se necesita hacer para aclarar las cosas y ciertamente, una vez que ese trabajo clarifique las cosas, mucho mas trabajo emprico para determinar el contenido de la psicopatologa descriptiva. Por que es esencial que hagamos esto, es esencial para la investigacin y como se ha enfatizado tanto desde la mesa, es esencial para el cuidado de nuestros enfermos. GRACIAS.turno de preguntasPregunta 1 (Dr. Martn)Quera felicitar al profesor Berrios por esta magnfica conferencia. Yo creo que aparte de estimulante desde el punto de vista intelectual, creo que ha hecho un revisin muy acertada de la evolucin del pensamiento en la psiquiatra, y sobre todo, creo, que ha denunciado uno de los aspectos que ms entorpecen el desarrollo de la psiquiatra en este momento. A m me han interesado muchas cosas de la conferencia, pero quera preguntarle en concreto por un problema que me parece muy importante, que es este de la medicalizacin de la psiquiatra y en general de la medicalizacin de la infelicidad, en la medida en la que ha generado, desde mi punto de vista, gran parte de los problemas que tenemos desde el punto de vista asistencial, porque hasta dnde llegaremos tratando el problema de la infelicidad? Por otra parte ha hecho que el lenguaje psicopatolgico y que la tcnica psiquitrica se diluya en un intento, yo creo, imposible de abarcar todos los lmites de la infelicidad humana. Esto tiene muchas ramificaciones, por ejemplo, desde el punto de vista legal, forense, los psiquiatras somos constantemente interpelados, todo delito parece ser debido a una enfermedad; podemos citar muchsimos ejemplos, desde el padre que acude a la consulta por que su hijo ha consumido un cigarrillo de marihuana y no sabe que hacer, o sea, hay ejemplos infinitos, pero me gustara saber, sobre todo, qu opina l, sobre cmo podemos salir de esta situacin. Gracias.

Respuesta 1 (Prof. Berrios)Es un problema serio, por dos razones: la primera es la envoltura poltico, social y econmica en la que vivimos. Uno no quiere (estamos hablando de una cosa tcnica como la psicopatologa) tratar de reposicionar la psicopatologa en el mbito ms amplio de la poltica y de la economa, pero hay que hacerlo, pues esto es un ejemplo tpico en el cual esto est pasando. Est bien claro que de esta actividad de medicalizar la infelicidad humana se est beneficiando todo el mundo y muchos colegas se estn beneficiando tambin, no hay duda de que es as. Alguno de nosotros tendremos resquemores y preocupaciones al respecto por que creemos que hay aspectos del sufrimiento humano que son privados e importantes y que tiene funciones distintas de la mdica, tienen funciones religiosas importantes y por lo tanto, hay que dejarlos tranquilos, hay otras formas de manejar estos sufrimientos, que no es la forma mdica.Pero nuestra profesin, la psiquiatra, si uno la ve creciendo desde el siglo XIX, ha sido desde el principio una profesin que tena que sobrevivir. A los psiquiatras nos trataron muy mal, nos siguen tratando mal, el resto de la medicina.En el siglo XIX era peor: la idea que los psiquiatras tenan una funcin mdica o no, se discute muchas veces en el siglo XIX. Tambin la posibilidad de que si nosotros necesitamos o no formacin mdica se discute en el siglo XIX y partes del XX. Entonces, esto ha hecho que los psiquiatras constantemente estemos tratando de ampliar los mrgenes de actividad que tenemos. Comenzamos nosotros en el siglo XIX cuidando del enfermo con psicosis, con locura, y del enfermo orgnico, tal vez un poco ms de este ltimo. A finales del XIX, o principios del XX, las cosas comienzan a cambiar y gradualmente incorporamos las neurosis (lo que en aquella poca se llam las neurosis). Ya la incorporacin de las neurosis es problemtica, por que hubo mucho debate. Por ejemplo, enfermos con enfermedades de pnico, con agorafobias fueron muy debatidos. A finales del XIX, haba unas luchas tremendas entre los otorrinos que queran cuidar de estos enfermos y los mdicos psiquiatras que los queran tener bajo su ala, por que generaban dinero, por que estamos hablando de un periodo privado de la profesin psiquitrica. Estos enfermos, bsicamente, son los enfermos de la consulta externa, no estaban en el manicomio.Para entender esto, hay que detenerse en el concepto de manicomio en el siglo XIX y hasta la primera guerra mundial. Mucha gente no entiende lo que era el manicomio. Se piensa que el manicomio era para enfermos con enfermedad mental, ya sea orgnica o no. Sin embargo, haba hospitales en Europa hasta fines del siglo XIX en que el 60% de los que vivan en el hospital no tenan enfermedad mental: eran madres solteras, pobres o cosas as.Por ejemplo, recientemente he atendido al centenario de la conmemoracin del hospital mental de lava. Este es un hospital que se crea en 1907, inaugurado por el Rey. El profesor Rivera, un brillante historiador, describi la inauguracin del hospital y el perfil de ingreso en los primeros 30 aos (estamos hablando hasta 1930, hasta casi la Guerra Civil). El nmero mayor de enfermos que estaban en este hospital eran madres solteras, que los padres encerraban por vergenza. Tambin rese el comentario del Alcalde de lava, que cuando recibe el hospital dice por fin ya no vamos a tener pordioseros en las calles.Entonces, segn esto, los psiquiatras atendan en el manicomio, tanto personas que no tenan enfermedad mental, como enfermos duros, por lo que los neurticos de la consulta externa fueron prontamente absorbidos. En este momento si repetimos la historia, 100 aos despus se nos da otra vez la misma oportunidad. En aquellos pases como los EEUU donde la consulta privada es muy fuerte, se aceptan ms fcilmente nuevos diagnsticos. Probablemente, el DSM-V va a tener muchos de estos nuevos sndromes, como el sndrome de rabia en las carreteras y otras cosas raras. Por un lado, esto me parece muy bien, dado que los americanos estn absolutamente dentro de su derecho de incluir todos estos sndromes nuevos, dado que tienen mdicos y psiclogos clnicos que atienden esto en la consulta privada. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con lo que pasa en Bolivia, el Tibet o Per, donde son tonteras. Sin embargo, y esto es lo grave, lo que estamos haciendo es copiarlos. Existe un imperialismo psiquitrico muy fuerte, actualmente con el DSM-IV, y crecer con el DSM-V. Esto har que medicalicemos la infelicidad humana como reflejo de lo que est viniendo de otra partes. No parece que esto pueda parar, pues presuntos expertos ticos y legales que aparecen en esta situacin hacen que el psiquiatra no pueda detenerlo.Algo parecido pasa con la neuroimagen, por ejemplo, por lo menos en Inglaterra.A pesar de que sabemos que la neuroimagen en muchas ocasiones no tiene validez clnica, no vale para el diagnstico, se realizan muchas pruebas de neuroimagen que son intiles (un buen examen clnico puede diagnosticar un tumor cerebral), simplemente por razones legales, lo que provoca un gasto inmenso.Pregunta 2 (Prof. Gmez Restrepo).Dr. Berrios, gracias por su exposicin. En cuanto al futuro de la investigacin. Qu lugar ocupan los estudios de culturas y representaciones en culturas diferentes?Respuesta 2 (Prof. Berrios)Precisamente, de esto estar hablando prximamente en la Reunin Internacional de Psicopatologa Transcultural en Barcelona, en Junio. En la investigacin psicopatolgica la Psicopatologa Transcultural es fundamental, porque da la posibilidad de demostrar que hay variaciones que van mas all de las descripciones culturales y superficiales. En general, nadie niega que la psiquiatra y la psico-patologa transcultural sean importantes, pero el asunto es cunto de importantes son? A qu nivel de la formacin del sntoma se mete la cultura? Ah viene la pregunta, y ah se separan todos. Todos aquellos que simplemente dan una oferta gratis a la psiquiatra transcultural coinciden en lo mismo: que la enfermedad mental es universal por que es un problema cerebral, aunque existen pequeas diferencias, cuando casi se expresa el sntoma, entre un hotentote, un espaol o un boliviano, lo que hace til la psiquiatra transcultural. Esta es la forma bsicamente vaca en que se maneja ste concepto, pero sin embargo, el asunto no es se. El asunto es que es muy posible que los formateos culturales intervengan mucho ms cerca en la formacin del sntoma, y que esto hace que la psiquiatra transcultural tiene una funcin extremadamente importante si se la toma en serio. Mi impresin es que la tragedia con la psiquiatra transcultural es que todo el mundo la acepta, pero nadie realmente la toma en serio. Si se tomara en serio, habra que poner en tela de juicio la premisa de que la enfermedad mental es universal y absoluta.Pregunta 3Se habla ahora de que ahora no dejamos de desarrollar determinados procesos que se suponen naturales, como el duelo. Sin embargo, ciertas depresiones producen mucho dolor. Un paciente ayer mismo me deca usted no sabe lo que es sufrir con una depresin, instndome a erradicar rpidamente ese dolor. Qu es lo que deberamos de hacer?, intentar diagnosticar mejor una depresin endgena, o ms bien, sera un tema de cantidad de dolor, que por ejemplo, podra corresponder a un duelo intenso?Respuesta 3 (Prof. Berrios)Eso es un rea complicada. La respuesta convencional es que hay diferencias clnicas, pero los duelos se pueden convertir en depresin. Yo creo que los duelos hay que dejarlos tranquilos. La cuestin de que si los duelos pueden guiarse o no est relacionada con la intervencin en crisis. Por ejemplo, ahora, por ley, en muchos pases, cuando hay un accidente terrible y mueran muchas personas, un grupo de psiclogos interviene para dar apoyo psicolgico a los parientes de aquellos que han muerto. Sin embargo, hasta hace muy poco no haban evidencias de que con esta intervencin se les ayudara. En los ltimos aos, a partir de un trabajo en Oxford, existen evidencias de que reciben el tratamiento prematuro, a los 5 aos, estn peor que aquellos otros que hablan con la familia, el vecino, el cura. Es decir, este tipo de ayudas son probablemente ms importantes, aunque son totalmente no estructuradas y a lo mejor forman el nivel que debe ser, que es un compartir del sufrimiento bsicamente, y que es el abrir un espacio en el cual dos seres humanos se pueden reunir en el nombre de una entidad o significado superior.El duelo en realidad es ms complicado. Si uno toma una posicin Darviniana, el duelo tiene una funcin importante: separarlo a uno de la sociedad hasta que uno cicatrice. Por otro lado, la cuestin de hasta que punto los duelos se convierten en depresiones, plantea dos hiptesis. Por un lado, la idea de que el duelo se convierte en depresin cuando est mal llevado, es decir, cuando la relacin entre la persona y el muerto no era tan buena. La otra hiptesis es que, ms que conversiones, los duelos sean desde el principio depresiones. Sin embargo, los criterios psicopatolgicos de que disponemos son muy limitados. Durante un tiempo se especul con la idea de test de dexametasona como test biolgico. De hecho, hace muchos aos hicimos un trabajo temerario, aunque est publicado en el Acta Psiquitrica Scandinvica. Hicimos el test de dexametasona a padres de nios que haban sufrido accidentes, pero el test no se positiviz en el seguimiento. De tal forma que, aunque ahora no tenemos marcadores biolgicos, podremos tenerlos en el futuro.