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EL SABIO QUE MIDIÓ

EL TIEMPO

Carlos Ismael BeingoleaLiSSON

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Recordar a Lisson, es festejar lo mejor en la esencia de un educador, es rendir homenaje a los valores y principios que rigen la vida de un investigador. Más que develar a un genio (del cual se ha escrito mucho), esta semblanza celebra no solo la tesonera labor del profesor por el estudio y la enseñanza, sino su pujante deseo por propalar conocimiento entre sus amados discípulos.

Tal como lo expresara Basadre en un homenaje a Lisson: “Atesoró un alma límpida, una ejemplar honradez científica, una vida sencilla y modesta y una rara e infatigable continuidad en sus estudios e investigaciones los que prodigó entre sus queridos estudiantes”

En ocasión de sus exequias, un emocionado e insigne alumno del sabio, el Ing. Boit, dijo: “Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el único móvil de su infatigable actividad era la investigación de la verdad y de una manera en cierto modo impersonal; importándole mucho más el verdadero y sólido progreso de nuestra geología, que las pequeñas satisfacciones del amor propio.

De una profunda honradez científica, tan solo se permitía afirmaciones basadas en un examen a fondo de los documentos paleontológicos y litológicos, y de los hechos observados en el terreno. Y tal es su obra y tal ha sido el hombre, el sabio, que su mérito se acrecienta aún más si se considera que su formación científica se hizo sólo en nuestro país y debido únicamente a su esfuerzo y amor por el Perú.”

Por eso, de esta semblanza brota, no solo, el gran cariño y admiración de un nieto hacia su abuelo, sino el sincero deseo por preservar en la memoria de familiares y amigos, la vida y magnífica obra de tan insigne hombre, cuya “sencillez fue siempre expresión favorita de su espíritu” (palabras de su hijo el Ing. Carlos Lisson y Tirado) y abrigar la esperanza de que este documento pueda dar más luces sobre su noble existencia.

La recopilación de los datos, que hicieron posible esta semblanza provienen de diversas fuentes: Están como ejemplo, los relatos familiares, acompañados de fotos; así como la información emanada de diversos boletines, como el elaborado en 1973 por el Laboratorio de Geología y Geomorfología Aplicada del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de Ingeniería, con motivo de celebrarse un aniversario más de su nacimiento. O la Semblanza del Dr. Ing. Carlos Ismael Lisson preparada en 1975 por el Instituto de Geología y Minería. También están varios álbumes, donde su hijo, al igual que su nuera Ana Rosa Pulido de Lisson guardaban, con gran celo y cuidado, los discursos, al igual que los artículos de prensa y revistas que se referían al Dr. Lisson. Entre aquellos autores están personalidades como las de Don Alberto Benavides de la Quintana, Oscar y Alfonso Miro-Quesada, Víctor Benavides C., Eduardo Rada Jordán, Guillermo Morales Serrano, Darío Acevedo, Rosalvina Rivera, Felipe de Lucio Pezet, Edmundo de los Ríos, Alberto Manrique, Juan Proaño, H. Buse, entre otros. Vaya para todos ellos, de parte de la Familia Lisson, nuestro eterno y mas sincero agradecimiento.

Así mismo, deseo manifestar en esta breve introducción, nuestro reconocimiento a los miembros de la Sociedad Geológica del Perú, quienes bajo la presidencia del Ing. Cesar Vidal se ofrecieron generosamente a revisar los datos aquí expuestos, así como enriquecer con sus particulares afectos y apreciaciones esta Semblanza con el fin de que la misma fuese verdadera referencia de tan ilustre sabio. Así mismo quiero agradecer a la Junta Directiva del Colegio Carlos Lisson Beingolea así como a sus profesores, personal auxiliar y alumnos, por la receptividad y demostraciones de cariño de los que fui objeto durante mi breve, pero muy emotiva visita a sus instalaciones en La Molina para recabar datos. Ellos se constituyen en ejemplo vivido del espíritu educador del sabio Lisson al convertir esta institución en una de las de mejor rendimiento académico en el país y… crear para ello su filosofía lissoniana.

Carlos Lisson Pulido, 2008

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Carlos Ismael BeingoleaLiSSON

(1868 - 1947)

Don Carlos Ismael Lisson Beingolea, es uno de los más ilustres personaje de las Cien-cias Peruanas. Reci-bió el título de sabio nacional, siendo así mismo reconocido por sus pares como el Pa-dre de la Geología en el Perú.

Don Carlos Ismael Lisson Beingolea, nació en la ciudad de Lima el 17 de Septiembre de 1868, siendo su padre el distinguido aboga-do, sociologo, maestro y escritor: Don Carlos Lisson y Masa y su madre Doña Dolores Beingolea.

Carlos Ismael, fue el tercero de cuatro herma-nos, siendo sus nombres: Octavio, María Ester y María Dolores… tanto Octavio como María Do-lores fallecen a temprana edad.

Carlos Ismael Lisson Beingolea realiza sus estudios primarios en el colegio Whilar y la me-dia en el Colegio de Nuestra Señora de Guada-lupe.

Desde muy joven se interesa por todo aquello que tuviese que ver con ese terreno todavía nebu-loso de la geología o la paleontología. Lee cuanto cae en sus manos, aprende, incluso garabatea al-gunas ideas. Lisson va por las calles pensando, habla poco, ríe mucho. Mira con ojos de criatura curiosa. No entiende de política… talvez porque

internamente la abo-rrece, ya que ella ha sido causa de grandes tristezas en su hogar y motivo de la ausencia de su admirado y que-rido padre.

Realiza luego sus estudios superiores en la Escuela Nacional de Ingenieros, graduán-dose en 1894 como In-geniero de Minas.

Fue en estas aulas, tres años más tarde (1897), que se inclina por la docencia univer-sitaria, siendo profesor de Cálculo Infinitesi-mal, Micropetrografía,

Geología y Paleontología, cátedras que manten-dría hasta 1935.

En 1899 como veremos mas tarde, introdujo en Sud América la Petrología Microscópica, esta-bleciendo la Cátedra del mismo nombre en 1903.

Fue, poco tiempo después de egresado de la Escuela de Ingenieros del Perú, que decide pro-seguir sus estudios Geológicos y Paleontológicos en la Universidad Mayor de San Marcos, obte-niendo su doctorado en Ciencias Físicas en 1908. Entre los años 1918 y 1932 dicta en esta casa de estudios las Cátedras de Geología y Paleontolo-gía, ejerciendo paralelamente en la Escuela de Ingenieros el cargo de Jefe del Laboratorio de Micropetrología. Posteriormente fundaría en la Universidad Mayor de San Marcos, la Sección de Ciencias Físicas y Geológicas, lo que vendría

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a ser la primera Escuela de Geología del Perú (1936), donde dictó como catedrático titular los cursos de Geología y Paleontología.

Según Mario Samame Boggio, fue en 1903 y con el sabio alemán Gustav Steinmann -quien escribiera “Itinerario y observaciones geológicas de Lima a Chanchamayo”- que Lisson establece su verdadera vocación por las investigaciones geológicas. Esto sucede cuando, iniciando sus estudios geológicos regionales, tiene oportunidad de acompañar a este notable geólogo -Steinmann- en su viaje por nuestra cordillera, colaborando en la descripción de las formaciones geológicas y en el primer perfil de la Cordillera Occidental. Subían y bajaban cerros, cordilleras, atravesaban pampas; todo a lomo de mula, examinando y registrando todo aquello humanamente posible de abarcar. Su afinidad y compatibilidad con el sabio alemán, le permiten no solo colaborar en la realización de su monumental obra “Geología del Perú” sino entregarse de lleno a esta ciencia.

INVESTIGAR ES LA CONSIGNA

EI Dr. Carlos Lisson era un investigador cien-tífico muy entusiasta y un gran admirador del Sa-bio Antonio Raimondi, por cuyo museo hiciera campaña y en cuyo homenaje leyó el discurso con motivo de la inauguración de su monumento

en la Plaza Italia el 15 de Agosto de 1910. Se-gún el sabio Lisson, la geología peruana databa de la época de Raimondi …allá por 1850, cuando llegara al Perú de Italia, e iniciara, con una tena-cidad infatigable, la exploración sistemática del país; haciendo, fuera de los trabajos geográficos y de su mapa, abundantes observaciones Minera-lógicas y Geológicas.

Inspirado por estos sabios es que Lisson, para hacer sus investigaciones geológicas realiza nu-merosos viajes al interior del país, lo cual era particularmente difícil en aquel entonces si tene-mos en cuenta que en aquella época no existían las facilidades de hoy, ni los recursos disponibles, ya que no habían instituciones que contribuyeran económicamente a la realización de esas tareas… por consiguiente gran parte de los gastos eran cu-biertos con su propio peculio.

En sus investigaciones el Dr. Lisson hizo es-peciales contribuciones en los campos de la Pa-leontología, Estratigrafía y Petrografía; siendo autor de muchos trabajos, sobre todo paleontoló-gicos que han servido, y aun sirven, de base para trabajos actuales. Su obra fue múltiple y siempre basada en esforzados trabajos de campo.

Al observar su fecunda producción bibliográ-fica uno puede fácilmente deducir su autentica vocación de conocer -y sobretodo, de dar a cono-cer- los secretos de la naturaleza. Su amplia expe-riencia y fervorosa dedicación por las investiga-ciones de envergadura nacional, se ven plasma-das en su vasta producción de libros y boletines.

Muestra de este loable empeño son: “Contri-bución a la Geología de Lima y sus Alrededores” (1907) y “Edad de los Fósiles Peruanos y Distri-bución de sus Depósitos” (1913-1942). También podemos apreciar como su sólida documentación paleontológica le permitió efectuar importantes estudios estratigráficos, tal como su brillante con-cepción de “Como se generó el suelo peruano” (1925), donde nos presenta todas las vicisitudes y cambios que experimentó el territorio peruano a través de las diversas épocas Geológicas; tam-bién publica un libro de texto para estudiantes universitarios en dos fascículos, titulado “Curso de Geología” (1926). Por muchos años este libro sirvió de guía a los estudiantes de las ciencias de la tierra. Como se puede apreciar el legado biblio- *Dice Mario Samame Boggie

En la gráfica aparece el joven Lisson en una de las excursiones con el sabio alemán Gustav Steinmann, experiencia que le permite es-tablecer su verdadera vocación por las investigaciones geológicas.

gráfico del Dr. Lisson fue extenso y significó la verdadera introducción de esta ciencia al ámbito nacional.

Fue en este período, y hasta 1930, cuando de-dicado a la docencia y la investigación, escribe lo más importante de “su vasta producción, sen-tando las bases de la geología y la paleontolo-gía peruanas”*. Fue también en 1930 cuando, por ser el profesor mas antiguo, llega a ocupar la Rectoría de la Universidad Mayor de San Mar-cos, mientras para-lelamente dirigía la Escuela de Ingenie-ros de Minas.

Y en este año también fue cuan-do la Escuela de Ingenieros del Perú le declara Profesor Honorario, en re-conocimiento a su larga y meritoria labor como docente, distinción que sólo merecen aquellos catedráticos que han destacado en el difícil apostolado de la enseñaza.

Aparte de sus numerosos artículos y ensayos, dispersos en las principales revistas científicas del Perú y del extranjero, la obra de Lisson es especialmente destacable, así lo atestigua Jorge Basadre: “Resulta admirable la gran herencia dejada por Lisson a la posteridad; al haber lle-vado adelante sus trabajos científicos sin contar con los elementos adecuados, ni con los equipos, colecciones de comparación o bibliotecas espe-cializadas”… ya que para ese entonces no exis-tía en el Perú precedentes de estudios geológicos que integraran la paleontología, la estratigrafía o la petrografía… y eso lo logró Lisson! Basadre incluso afirma que Lisson introdujo en América Latina la Microlitología.

En su afán por reunir sus determinaciones pa-leontológicas con material recolectado por él mis-mo y muestras del territorio patrio suministradas por ingenieros peruanos, edita la obra “Edad de los Fósiles Peruanos y distribución de sus depó-

sitos en la República”, la cual viene acompañada de un Mapa Paleontológico del Perú. A esa obra siguió, años mas tarde, en 1942, la IV edición, en la que figura como colaborador su entrañable discípulo el Ing. Bernardo Boit. La versatilidad y dominio de la Paleontología conducen al pro-fesor Lisson a estudiar y describir los Tigillites (vermes fósiles) hallados por él mismo, en una de sus excursiones por el Morro Solar. Antes publica un estudio sobre los Amonites del Perú,

que en su oportuni-dad presentara ante el I Congreso Cien-tífico Panamerica-no en Santiago de Chile. Nuevas des-cripciones y publi-caciones en el ramo de la Paleontología se suceden una tras otra. Incansable es

la tarea investigadora del Prof. Lisson, que sin escatimar esfuerzo alguno, se entrega totalmente al descubrimiento de la verdad y el progreso de la ciencia Geológica. Larga sería la enumeración de su producción científica; en Paleontología bástenos citar entre muchas: “Un Amonite holo-tipo de Gabb” “Un nuevo cefalópodo Senónico del Perú”, “Genero Diploceras Hyatti, familia Douvilleceratidae Spath” y “La Prolongación por el norte y sur del Cretáceo de Lima y la de-terminación de su diferentes pisos” (ver Nota I)

Su renombre como paleontólogo, después de la infatigable y acuciosa investigación de los yacimientos fosilíferos de los alrededores de Lima, le cobra fama mundial, haciéndole mante-ner estrecha vinculación científica con notables especialistas de la época, tales como: Douvillé, Steinmann, Barrington Brown, Gabb, entre otros. La obra del Dr. Lisson fue bien conocida en el extranjero gracias a sus publicaciones y partici-pación en numerosos Congresos, por lo que en mérito a su excepcional calidad, fue incorpora-do como Miembro de las principales Sociedades Geológicas del mundo: la London Geological

Carlos Ismael Lisson Beingolea

Dr. Carlos I. Lisson Beingolea cuando se desempeñaba comoRector de la Universidad Mayor de San Marcos

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Society, la Societe Geologique de France, la Die Deutschen Geologischen Gesellschaft, la Seis-mological Society of America, entre otras.

Lisson, sin duda, se constituyó en el mas alto valor de las Ciencias Geológicas del siglo XX y su nombre como científico traspuso las fronteras del Perú.

En su oportunidad la Municipalidad de Lima, en reconoci-miento a su vasta obra y sobre todo a sus descubrimientos, le premia con un Perga-mino y dos medallas de oro en los años 1907, 1935 y 1944 respectivamente (ver Nota II). En 1935 también le fue otorgada la Medalla “Anto-nio Raimondi”. El geólogo Guillermo Morales Serrano, destaca el hecho de que Lisson, por una feliz coincidencia, pertenece a una excepcional generación, de la cual son ilustres pares suyos a saber: Scipión Llona, Julio C. Tello y Villareal

Ahora bien, como fu-turo sabio, a Lisson no le faltaba nada. No tiene otro vicio que el del estudio y no se le conoce mas “de-bilidad” que la de la terce-ra tanda de los teatros por hora. Ignora por completo las adulaciones, conser-vando siempre su carácter diáfano pero a la vez seve-ro; recogido siempre en la investigación y el estudio. Hombre ajeno a las ex-travagancias y derroches, prefiere estar entre sus es-tudiantes o en el ambiente de un laboratorio. Son los dotes personales del Dr. Lisson, que son los mis-mos de los grandes hom-bres: muy austero y a la vez muy generoso en el reconocimiento de las cualidades de sus colegas. Por eso es que su dis-curso “Mis Fracasos” (pieza de oratoria que pronunciase Don Carlos I. Lisson Beingo-lea con motivo del homenaje público que le hicieran sus alumnos y la Sociedad de In-genieros en el año 1913) y que dedicase a la juventud peruana, constituye, no solo un verda-dero acicate para los estudiantes en la disciplina geológica, sino que por su contenido, por sus re-comendaciones y profundo significado, es una ví-vida demostración del genio, nobleza, humildad y perseverancia de este sabio maestro, que con el devenir de los años los geólogos reconocerían como el Padre de la Geología Nacional:

MIS FRACASOS

“Señores: Me parece mentira que yo pueda ser objeto,

aun en parte, de una actuación pública: que tanta gente pudiera acudir y que una sala tan grande, como esta, se llenara para escuchar- me. Desde

LISSONUN HOMBRE SENCILLO

Congreso Internacional de Geología - Capítulo XIII - realizado en la ciudad de Bruselas, Bélgica, en el año 1922. Evento que reunió a los mas connotados geólogos del mundo para aquella época.

que con sus trabajos e investigaciones han dado gran lustre a la Ciencia en el Perú. El Dr. Lisson fue también Académico de Núme- ro (34) de la Academia de Ciencias Exactas Físicas y Natura-les del Perú.

NOTA I: Al final de esta semblanza hemos enumerado, de forma cronológica, su larga producción bibliográfica.NOTA II: Medallas en poder de la familia Lisson Pulido. La gráfica muestra un tamaño muy inferior al real

esta Tribuna, la asistencia me produce una im-pre-sión penosa, me acobar-da.

Me siento anonadado en presencia de personas tan circunspectas, porque ellas han venido movidas por la curiosidad natural de saber lo que yo pueda decir en mi descargo.

Profesionales, amigos,

funcionarios, colegas de cátedra, una gran parte de mis alumnos y hasta el Ministro de Fomen-to, todos tienen puestos sus ojos en mi. ¿Qué les puedo decir? El Director de la Sociedad que pro-

vocó esta situación, y yo que la acepté, de puro vanidoso (hay que confesarlo) somos los únicos causantes, los autores de esta escena deslucida y embarazosa para los dos a la vez. Solo el bello sexo que veo representado por ojos indulgentes y labios sonrientes, me alienta y me conforta. Pero repito ¿Que he hecho yo para merecer una ac-tuación semejante? Esperan que yo explique las razones de mi postergación? …El público va re-cibir una nueva contrariedad.

Parodiando a un célebre sabio inglés, mi ca-rrera científica se resume en una serie no inte-rrumpida de fracasos. Y yo soy un fracasado in-corregible. Aún más, necesito, quiero, amo el fra-caso. Creo en él. ¿A qué vienen, pues, las frases lisonjeras, las inequívocas muestras de simpatía, por parte de personas que huyen de él? No merez-co alabanzas, lo aclaro. Cometí muchos errores, y reincido en ellos. De otro lado, que extraña, que contradictoria la impresión que se produce en mi animo, cuando asocio los aplausos que oigo, a los recuerdos vigilantes que me mortifican.

No es cierto que sería curioso, que sería inte-resante, rememorar ante ustedes, que han venido

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preparados, aun mas con la con-signa de aplaudirme, rememorar

repito, los errores garrafales que cometí, uno a uno, en mis estudios? Y que honda desilusión van a experimentar mis queridos alumnos. Pero, en cambio que experiencia expontánea surgirá en ellos, para confortar sus espíritus tan propensos siempre a desalentarse ante el primer contra-tiempo. Tan necesario es habituar la piel a las inclemencias de la intemperie, como educar el alma a los fracasos propios y ajenos.

Fracasos, Fracasos, Fracasos: ¿Qué labor he realizado que no haya comenzado, cuando me-nos, por un traspiés? En la evolución de mis pu-blicaciones, en ese avatar casi carnavalesco de mi persona. ¿No fueron un fracaso mis versos, la impresión del texto de matemática, que ya no dic-to después de 15 años de enseñanza consecutiva, y la monografía trunca del Cerro San Cristóbal? Mis queridos alumnos no saben que detrás del profesor, cuyas obras y estudios comienzan a ser leídos, estuvo no hace mucho un muchacho rebel-de, iconoclasta, ante el ara santa de la Ciencia escrita, cuyo único mérito consistió en describir la verdad y razonar sin ligazones. No saben mis alumnos que el profesor de ayer ¡cuantos erro-res ha cometido, cuanta ignorancia ha tenido que vencer y que cúmulo de trabajo tiene delante, para seguir el progreso ajeno! ¿No tuve yo la ino-cencia de engolfarme en estudios determinativos de fósiles sin que nadie me hubiese guiado du-rante los primeros pasos del aprendizaje? ¿Cuál fue el resultado? Una clasificación falsa: ¿No amanecí una buena mañana convertido en inven-tor de una máquina destinada a fabricar láminas delgadas de roca: Máquina que duerme el sueño de los justos por inaparente?¿Han olvidado us-tedes aquella determinación de ciertas especies que consideré como Sonneratia, ignorando que realmente se trataba de formas desconocidas, es decir, de un material de investigación excelente, dejando pasar así la rara oportunidad de crear un género propio? Nuevo descalabro. ¿Puede este amable público escuchar sin sonreírse que yo confundí una pista de gusano con un coral?

¿Y que decir de aquella globigeri-na confundida con una textularia?

Por otra parte ¿Quién se acuer-da hoy de mis investigaciones sobre las cantida-des indefinidas? Es tanta la fuerza misteriosa de mis fracasos que has-ta fracasan con-migo los sabios de verdad. Allí esta el generoso académico de París que cayó en error de sinoni-mia, al proponer la creación de un género con mi apellido: Los Lissonites nacieron muertos! Pero, en fin, por ventura ¿Puede haber fracaso mayor que el mismísimo accesit que nosotros estamos celebrando?

¡Fracasos, Fracasos, Fracasos! Benditos fracasos que han tenido el don del cielo de no desanimarme! Benditos fracasos que me han pro-porcionado largas horas de placer inefable en el silencio del laboratorio: Sin aquellos fracasos ni yo habría introducido en mi patria los estudios de rocas y fósiles, ni ustedes me habrían ofrecido una velada confirmatoria de esta mi vieja teoría!

Fracasos, fracasos, fracasos. Accesit, accesit, renovada crisálida de mi cerebro ¿Cual sería la mariposa de luz que he de ver aletear ante mi vis-ta atónita, que he de cazar al vuelo con mi saco de gasa y he de describir y figurar en un próximo artículo mío.

Alumnos que me están escuchando, alum-nos donde yo mismo me reconozco, allí entre la apretada fila de esa promoción siempre jocosa, siempre sufrida, siempre idealista y amante de la ciencia pura; eterna juventud nunca temais al fracaso: Estudiad y publicad. Que el temor de

Carlos Ismael Lisson Beingolea

NOTA III. Aquí deseo hacer un especial agradecimiento a la directora de la Biblioteca Central de la U.N.I. Srta. Juana Pareja quien facilitara en su oportunidad la información bibliográfica y publicaciones, así como al Ingeniero Geólogo, Oscar Vásquez Huamani, quien localizó en la Biblioteca Nacional y nos proporcionó una copia del discurso “Mis Fracasos” del Dr. Carlos Lisson Beingolea.

errar no anule vuestro esfuerzo antes de reali-zarlo. Asimilando, labrará vuestra personalidad futura. Evocad y errad mil veces, y así lograreis abrir vuestro surco. Pero estudiad de verdad: buscad y elegid material nuevo para el trabajo. No confundáis la originalidad científica, con la erudición y la vulgarización. Los sabios verda-deros, los que publican los tratados fundamen-tales, los que civilizan al orbe entero, sólo toma-rán en consideración vuestra labor si es sincera, original y nueva. Tened presente alumnos míos, que traba-jáis para los científicos de Europa y Estados Unidos de Norte América, de allá viene el estímulo y de allá cae el veredicto inapelable. Advertid bien de que existe una diferencia esen-cial entre producir conceptos y teorías nuevas, descubrimientos basados en investigaciones y observaciones propias, personales, que es la ori-ginalidad a manejar la producción ajena, bajo la forma de estudios históricos, bibliográficos o de vulgarización con tendencias didácticas, o prác-ticas de utilidad. Buscad siempre la novedad: Si Humboldt comparó al Perú a un pobre sentado sobre un banco de oro, considerando solo sus ri-quezas minerales. ¿Que podremos decir nosotros del inagotable material que nos ofrecen todos los ramos de la historia natural?

La concha de nuestro territorio es abundante; no hay sino que apearse de la bestia para encon-trarla sobre el camino. Al trabajo: Fracasan sólo y para siempre los que no han fracasado de he-cho: en la realidad:

Gastad vuestra actividad, vuestro entusiasmo, noveles compañeros míos de labor, en asuntos dignos de vuestra heredad. El legado de Raimon-di se conserva intacto todavía.

Alejaos de la atmósfera efectista de la polí-tica. Los éxitos de la elocuencia parlamentaria son glorias vanas: duran lo que las hojas del periódico que los consignan. Aspirad a honra mayor, a grabar unas pocas palabras de verdad en el libro eterno de la Ciencia.

Fracasad, fracasad, pero fracasad buscando lo nuevo, lo desconocido, lo hermoso, fracasad trabajando por descubrir lo que nadie sabe, fra-casad en la empresa magna de aumentar el co-

nocimiento de los hombres! En medio de toda investigación fracasada, pero llevada a cabo con sinceridad, quedan de pie algunas ideas, como las columnas solitarias de ciertas ruinas anti-guas. De los mismos fracasos sufridos por mí, aón subsisten juicios y descripciones respetadas por el tiempo...

Y las véo, y me consuelan, y me alientan…

Fracasos, fracasos y fracasos míos… Que las canas que blanquean mi cabeza os cobijen maña-na con el purísimo amor de ayer y de hoy, para repetir una vez mas: Juventud trabajad, trabajad: no temáis al fracaso. El fracaso es mero acciden-te: es la promesa del éxito vivido.

He dicho.”

Siguiendo su ideario, y continuando con su afán por estar a la vanguardia del conocimiento, Lisson prosigue sus estudios paralelamente a su tarea de educador de Ciencias en la Universidad Mayor de San Marcos, graduándose, como di-jimos, en 1908 con el título de Doctor en Ciencias Físicas. Años después obtuvo el nombramiento de Catedrático Titu-lar de Paleontología y Geología, cátedras que regentaría hasta 1932… Pero este nombramiento no llegó sin cierto humor, por lo que vale aquí hacer mención de esta anécdota, pu-blicada en 1918 en el diario El Comercio de Lima en la sección Ecos, sobre lo acontecido aquel día del nombramiento del Sabio Lisson como Cate-drático Titular de Paleontología y Geología:

“Sabio y todo, el Sr. Lisson no era para ese entonces sino un catedrático adjunto de geolo-gía y paleontología en la Escuela de Ingeniería. Para serlo en propiedad le faltaba la ocasión de la ‘vacante de hecho’. Sin embargo él venía dic-tando dicha materia desde hacía muchos años y la dictaba por derecho propio, puesto que nadie había en el Perú que supiera lo que él en materia tan imponderablemente interesante como la de los terrenos cuaternarios y la de los mastodontes bíblicos… pero en fin, no era aún catedrático en propiedad, porque su antecesor en las lecciones, aunque ya retirado de la clase, aun vivía.

De pronto se produjo la vacante… por lo que el Sr. Lisson se sometió a la normativa vigente

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para llegar a ser un catedrático ti-tular, por lo que fue examinado por

un jurado de fórmula… de pura fórmula! Ya que de Paleontología y Geología, dicho sea con todos los respetos, no sabía nadie en el Perú.

Aquí sabemos mucho de política, de lite-ratura, de filosofía, de oratoria, de finanzas y de mujeres: de allí que somos felices. Pero de aquello de geología y paleontología ni pizca. Por lo tanto el jurado universitario que exa-minara al Sr. Lisson tenía que ser apenas un “rendevous” social: algo así como un público que va al teatro con los ojos cerrados, resuelto a que le guste la música de Wagner.

Así fue que se realizó el examen… Pero el Sr. Lisson, que es sabio, y que como sabio te-nía la seguridad de que el jurado no sabía una palabra de paleontología y geología, no ha-bló de estas materias… en otras palabra no hizo Wagner. Habría sido tosco de su parte. Como en todo sabio hay un hombre de ciencia y un hombre ingenuo, el Sr. Lisson optó en su examen por en-tregarse de entero a la ingenuidad. Y dijo en este carril cosas estupendas, cosas que descubrían al desnudo la rosada inocencia de su corazón: ‘Que si la vieja Universidad, que si los viejos métodos universitarios, que si la rémora de las pragmáticas, que si la falta de iniciativa, que si el estancamiento de la ciencia, que si los maestros perezosos, que si la desidia, que si la orientación equivocada…’ en fin una verdadera ducha de agua fría! Y para no apartarse de su ciencia dijo, repitió y sostuvo en que la Universidad se ‘fosi-lizaba’ a pasos agigantados… fósiles, fósiles…

El jurado no entendía nada… claro está de paleontología y geología… pero de esto sí.

La ducha sin duda la sintieron, la entendie-ron de un cabo al otro y la sufrieron sin poder echarse a correr. La quisieron rechazar a gritos, teniéndola que combatir con grandes friegas de toalla. Pero con todo, quedó maltrecho. Y de mal-trecho, paso de pronto a indignado y de indigna-do paso repentinamente a vengativo…

¡El jurado, allí no más, desaprobó al Sr. Lis-son por 7 votos contra 5!

¡Puuuúm! Eso fue una bomba. La Universidad en masa se estremeció. Sorpresa. Gritos. Carre-

Lisson introduce por primera vez, en el Perú y en Suramérica, el curso de Micropetrografía dictado en la Escuela Nacional de Ingenieros de Lima

ras. Los miembros del jurado salieron disparados por los claustros. Los alumnos se dispararon a su vez por las calles y a los pocos instantes nadie se entendía. Solo el Sr. Lisson, sabio al fin, sentado aun en su banco con los ojos cerrados para rete-ner la perspec-tiva de sus fósiles, reía completa-mente seguro de que no había hecho nada. Pero nada.

Salió el rector de la Universidad: ¿Cómo?¿Que el jurado ha desaprobado a Lis-son? ¿A Lisson?¿Pero el jurado sabe quien es Lisson? - ¡No! ¡Eso nunca!¡Ahora mismo se reú-ne ese jurado para rectificar! ¡Ahora, ahora! ¡El Sr. Lisson es el único sabio del Perú en materia de paleontología y geología! Hay que saberlo bien: paleontología y geología!

Hubo un momento de estupor… Pero ensegui-da las gentes volvieron a correr desesperadas. Corrían ahora en sentido contrario. Los alumnos saltaban. Los miembros del jurado se disparaban de nuevo por los claustros y entraban otra vez en el salón de actuaciones donde continuaba senta-do, sonriente, ingenuo, el único sabio geólogo y paleontólogo peruano.

¡Reunión inmediata! …y en cuestión de minu-tos…

…el Sr. Lisson era aprobado por unanimidad!!”

SUS AMADOS ESTUDIANTES

nes, esclarecidos especialistas de entonces, como Vielmetter decían: “Los datos petrográficos de Lisson, se han podido confirmar en general en las muestras correspondientes”, o como el Pro-fesor J.A. Douglas: “El profesor Lisson ha dado una descripción detallada de las granodioritas y dioritas del distrito de Lima y solo es necesario añadir que parecen ser esencialmente semejantes a las que describí del sur del Perú”.

Fue en esta misma época y ya siendo Catedrá-tico Titular, cuando Lisson introduce por primera vez en el Perú y en Suramérica el curso de Micro-petrografía en la Escuela Nacional de Ingenieros de Lima, siendo así el creador de la clasificación de las rocas ígneas peruanas, en base a los carac-teres microscópicos de la textura y composición de los minerales.

Era tal la rigurosidad del método empleado por Lisson, que refiriéndose a sus determinacio-

Carlos Ismael Lisson Beingolea

El Dr. Lisson junto a un grupo de estu-diantes en una de sus tantas excursio-nes que tenían como objeto “enseñar a sus discípulos en forma práctica y objetiva, la geología nacional.”

“Que las canas que blanquean mi cabeza os cobijen mañana con el purísimo amor de ayer y de hoy, para repetir una vez mas: Juventud traba-jad, trabajad: no temáis al fracaso. El fracaso es mero accidente: es la promesa del éxito vivido.” (Discurso “Mis Fracasos” de Carlos I. Lisson B.)

Se comenta que como maestro universitario Lisson era muy exigente, además de ordenado. Acostumbraba escribir sus lecciones, las perfec-cionaba constantemente y las ilustraba con abun-dantes ejemplos tornados de la realidad nacional. Era justo pero severo en su forma y solía estimu-lar la imaginación de sus discípulos con historias sobre como debió ser aquel lejano mundo pa-leontológico.

Desde un inicio incluye en sus itinerarios geo-lógicos e investigaciones a sus estudiantes, como aquel de la costa entre Mollendo y Pescadores de Ocaña, en el que merece destacarse el hallazgo de rocas cristalinas, las más antiguas encontradas en el Perú, lo cual destaca su importancia regional, al correlacionarlas con rocas similares de la costa meridional de Chile. Para él, la investigación y el descubrimiento no tenían sentido si como con-secuencia estos conocimientos no eran transmi-tidos, enseñados a las nuevas ge-neraciones. Por eso Lisson fue

ante todo Profesor... Y fue un excelente profesor, uno al que los estudiantes respetaban, admiraban y sobre todo querían.

Cabe aquí hacer mención de la simpática anéc-dota narrada por Oscar Alfonso Miro-Quesada en su columna RACSO, aparecida muchos años más tarde en el diario El Comercio de Lima, con mo-tivo de un homenaje a Lisson, –lamentablemente no tengo la fecha-.

Cuenta Miro-Quesada que siendo estudiante del cuarto año de media en el colegio Whilar (del cual Lisson era ex-alumno) y rindiendo el exa-men final de trigonometría, se encontró conque el presidente del jurado no era otro que el Ing. Don Carlos Lisson Beingolea, cuya fama de severo examinador causaba escalofríos entre el alumna-do.

Escribe Miro-Quesada: “Mi primer contacto con el Sabio Lisson fue de hostilidad. Tomé asien-to en la silleta ante la mesa del jurado, como reo en el banco de los acusados. Lisson me obser-vaba y con una sonrisa me dijo ‘¿Con que usted sabe mucho Miro-Quesada? Veremos… vere-mos’. Me había pillado poco antes soplando al

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LA SOCIEDAD GEOLÓGICA DEL PERÚ

alumno que examinaban, manifestación de com-pañerismo considerado tremendo delito por los cancerberos del jurado examinador. De repente se escucha anunciar al bedel del colegio: ‘tele-fonema para el Dr. Lisson’. Lo llamaban con ur-gencia de la Escuela de Ingenieros, por lo que el Presidente del Jurado tuvo que abandonar la sala, dejándome en manos de los dos restantes examinadores… respondí mal que bien a las pre-guntas y me aprobaron. Así fue como puede pa-sar trigonometría.

Continua la vida, y con el tiempo se equiparan las edades, disminuyen las diferencias ocasiona-das por los años, yo 30 él 46. Pero atraído por la fama del sabio Lisson, busqué entonces, y obtuve, su amistad. Preparaba yo en ese momento un li-bro de Geografía del Perú. Me acerqué a Lisson para consultarle sobre geología del suelo patrio, sin duda complemento de la verdadera geografía del país. El Dr. Lisson, para mi sorpresa, me re-cibió con gran entusiasmo y sobre todo despren-dimiento, dándome la información fundamental que necesitaba, incluso ofreció llevarme como ‘alumno invitado’ a las excursiones que hacía a distintos lugares de Lima y las provincias con sus alumnos, con el objeto de enseñar a sus dis-cípulos en forma práctica y objetiva, la geología nacional.

Cabe mencionar aquí que en ningún momento Lisson demostró hostilidad o reconcomio hacia mi… a pesar de que bien se acordaba de aquel ‘acto de compañerismo’.

Participé encantado en varias excursiones, siendo la primera al Morro Solar, donde estaban cortando parte de la falda del cerro para hacer un camino a la playa de la Herradura. Y así fue como aquel temeroso estudiante del colegio Whi-lar llegó a convertirse en admirador, alumno y amigo de aquel ‘hostil’ examinador…”.

Esta simpática anécdota, revela el carácter probo y recto del sabio, entremezclado con esa profunda sensibilidad y respeto que sentía hacia quienes se inclina por el saber y buscaban el co-nocimiento, por eso el amaba a sus estudiantes, a quienes, sin recelos, transmitía encantado sus enseñanzas.

Otra anécdota que pude rescatar y que muestra nuevamente la perspicacia que como docente tenía el Dr. Lisson es la que me contara la Dra. Rosalvina Rivera –notable profesional, una de las primeras mujeres en incursionar en el mundo de la geología y quien también fuese la primera mujer Presidente de la Sociedad Geológica del Perú (1971– 1972)-

Ella contaba que estando en su último año de estudios (1940) en la Universidad Mayor de San Marcos, tenía que presentar sus exámenes finales de Paleontología bajo el sistema de balotas. Al tocarle su turno, el Dr. Lisson la miró fijamente: “Srta. Rivera por lo que puedo apreciar en la lista de asistencias usted no ha estado presente en la mayoría de las clases de Paleontología. Esta no es la forma ni de prepararse, ni de estudiar la materia.” A lo que la Srta. Rivera contestó: “Dr. Lisson las razones de mi inasistencia se han debido a causas de fuerza mayores, sin embargo he estudiado la materia y tendré el gusto de contestar cualquier pregunta que tenga a bien hacerme”

Lisson preguntó, preguntó y repreguntó, y Rosalvina sin inmutarse contestó cada una de las preguntas. Al finalizar el Dr. Lisson le dijo, con una sonrisa de satisfacción, que en toda su historia como docente solo dos personas habían faltado a clase y logrado salir airosos en sus exámenes, gracias a su inteligencia, constancia en el estudio, interés y esfuerzo, y usted es una de ellas. Para luego concluir con estas palabras: “…mis mas sinceras felicitaciones Colega”.

Bello gesto, al reconocer –y honrar– en aquella estudiante su afán por aprender la materia, y sobrellevar con entereza todos los obstáculos con tal de alcanzar sus metas.

Años mas tarde, en 1976, la Dra. Rivera escribiría un artículo sobre la fundación y el primer presidente de la Sociedad Geológica del Perú, donde en bellas líneas -registradas en el tomo 52, pags. 91-94 del Boletín de la Sociedad Geológica del Perú- describe al Sabio Carlos Lisson Beingolea como: “…un auténtico maestro, investigador y entusiasta divulgador de los conocimientos geológicos…”

Carlos Ismael Lisson Beingolea

De ella son también las palabras “Como maestro universitario era exigente y muy ordenado, sus lecciones las escribía, las perfeccionaba constantemente y las ilustraba can ejemplos tomados de la realidad nacional, así lo demuestran sus cuadernos, que claramente manuscritos se conservan en la Universidad de Ingeniería”

Otro testimonio que avala lo dicho por la Dra. Rivera y muestra la vigencia y sólida herencia docente, dejada por el Dr. Lisson es la que expresara la Dra. Vera Alleman H. de la Universidad Ricardo Palma, Facultad de Ciencias Biológicas, sección Paleontología del Museo de Historia Natural, quien a pesar de no

haber conocido personalmente al Sabio Lisson, manifiesta que “…nunca había hallado un profesor que tuviese tanta dedicación y llevase con tanta meticulosidad sus investigaciones, las cuales plasmaba en sus libros convirtiéndolos, además de obras de gran singularidad y precisión científica, en maravillosos tratados que son el deleite de cualquier científico, por ello, yo le quiero mucho y admiro… aun sin conocerle”… un sentimiento que muchos geólogos comparten hoy en día.

Lamentablemente muchas anécdotas más se han perdido en el tiempo, ya que la mayoría de –por no decir todos–, sus alumnos ya no se encuentran entre nosotros.

En 1924, un 3 de Julio, llevado por su devoción hacia la investigación geológica y por el pro-greso de dicha cien-cia en el Perú, el Dr. Lisson reunió a un grupo de entusiastas profesionales dedica-dos a esta disciplina para fundar la Sociedad Geológica del Perú.

Fue el 30 de Junio de ese año, cuando bajo sus auspicios, se conforma un comité para redactar los estatutos de la nueva Sociedad. Proyecto que tomaría forma tres días mas tarde, cuando reunidos en asamblea, en el antiguo local de la Sociedad Geográfica de Lima, los connotados profesionales: Francisco Alayza Paz Soldan, Artidoro Alvarado Garrido, José Balta, Ernesto Baertl, Jorge A. Broggi; Alberto, Carlos, Hector y Guillermo Boza; Bernardo Boit, José Bravo, Fortunato Carranza, Augusto Cabrera La Rosa, Eduardo de Habich, Ricardo Deustua, Enrique

Duenas, Eulogio Fernandini, Michel Fort, Federico Fu-

chs, Alberto Giesecke, Roberto Letts, Carlos Lisson, Manuel Llosa, Juan Loredo, Aurelio Masias, Tomás y Au-relio Miro-Quesada, Alberto Noriega, Car-los Portella, Edgardo

Portaro, Oscar Quiroga, Mariano Tarnawiecki,

Hebert Tweddle, Augusto Umlauff, Roberto Valverde y

Germán Cevallos, fundan la So-ciedad Geológica del Perú.

Ella venía a dar respuesta a una necesidad his-tórica por contar con una institución dedicada al estudio y difusión de una disciplina tan importan-te, como esencial, en el conocimiento y aprove-chamiento de las riquezas del subsuelo peruano.

Ella es -hoy en día- punto de encuentro de la profesión por sus conferencias y congresos, así como por albergar la más importante biblioteca geológica del país.

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Cuando en 1924, se reunían en Lima 36 inge-nieros de minas para fundar la Sociedad Geoló-gica del Perú, en una época en que la geología no solo era desconocida para el gran público, sino que como profesión no existía en el país, recayó la designación de presidirla en quien era un autentico maestro, investigador y entusiasta divulgador de los conocimientos geológicos, el Dr. Carlos I. Lisson BeingoIea; quien ya había publicado numerosos estudios, frutos de sus so-litarias y poco comprendidas investigaciones de la naturaleza y estructura del suelo peruano; así nacía la Sociedad Geológica del Perú como la unión de personas persuadidas por la erudi-ción y especiales dotes de tres de sus principales gestores: Lisson, Broggi y Masias, ofreciendo la cohesión humana necesaria para representar un ideal, su prestigio personal para convencer a los poderes públicos y a los particulares, su tiempo para concurrir asiduamente a las sesiones admi-nistrativas y científicas y no pocas veces su apor-te económico para sostenerla.

La Sociedad Geológica del Perú creada con los nobles fines señalados en su carta de consti-tución: “a) el progreso de la geología en general, tanto en el aspecto especulativo como económi-co; b) la mejor aplicación de la geología al co-nocimiento del territorio nacional; c) la difusión de los conocimientos geológicos; d) el estrecha-miento de los vínculos profesionales y de amistad entre sus asociados, así como entre ellos y los de otras organizaciones similares” tuvo un des-pegue feliz gracias a la actividad de su primer presidente, quien consiguió que fuera reconocida oficialmente, que su inauguración fuera un acon-tecimiento científico y político de gran relieve, que los científicos que visitaban el país fueran re-cibidos en sesiones culturales de trascendencia, que mensualmente se celebraran reuniones con importantes disertaciones, que se publicara los dos primeros tomos del Boletín con varios tra-bajos suyos y que casi todos sus colegas se inte-resaran por los estudios geológicos y se hicieran socios.

Carlos I. Lisson Beingolea había nacido en Lima el 17 de Septiembre de 1868; estudió en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe y en la Escuela Nacional de Ingenieros, donde se gra-duó de ingeniero de minas en 1894, ingresando a formar parte de su docencia en las cátedras de Cálculo Infinitesimal, Petrografía. Geología y Paleontología. En la Universidad de San Marcos siguió estudios de Ciencias, graduándose de doc-tor en Ciencias Físicas en 1908. También en esta Universidad ejerció la docencia y fundó en ella la sección de Ciencias Físicas y Geológicas… o sea la primera Escuela de Geología en el Perú, donde dictó como catedrático titular los cursos de Geología y Paleontología. Como maestro uni-versitario era exigente y muy ordenado, sus lec-ciones las escribía, las perfeccionaba constante-mente y las ilustraba con ejemplos tomados de la realidad nacional, así lo demuestran sus cuader-nos que claramente manuscritos se conservan en la Universidad de Ingeniería.

Lisson como investigador fue infatigable, hombre austero y sin ambiciones de autoridad o de dinero, solo buscó conocer y hacer conocer los secretos que buscaba en los minerales, las rocas, los fósiles, las formas terrestres, para lo cual, además de sus incontables excursiones al campo, formó museos, laboratorios y bibliotecas. Aunque visitó muchas partes del país y escribió sobre cada lugar a donde llegó, Lima fue el prin-cipal escenario de sus estudios que recorrió a pie o a caballo, solo o acompañado, en jornadas de un día o de varios, todos los cerros cercanos a Lima, incluyendo las islas, donde afloran rocas sedimentarias para ubicar fósiles y descifrar su estratigrafía. De todos sus estudios, los que le dieron mayor fama fueron los dedicados a la pa-leontología.

La fecunda bibliografía de Lisson, sigue siendo consultada, aunque ya agotada en varios de sus renglones, es la siguiente…”

CARLOS I. LlSSONFUNDADOR Y PRIMER PRESIDENTE

DE LA SOCIEDAD GEOLÓGICA DEL PERÚDra. Rosalvina Rivera

w

La Sociedad es igualmente cono-cida por sus pu-blicaciones, que constituyen una fuente obligada de consulta para todos los intere-sados no solo en en la prospección y explotación de los recursos minerales y ener-géticos del país, sino en el cuidado del medio ambiente y en el entendimiento de la geología peruana.

En su sesión inaugural, el 11 de Noviembre de 1924, en el auditorio del Colegio Guadalupe (donde él había estudiado su educación media y su padre ocupado el rectorado), el presidente de la nueva sociedad científica, el Dr. Carlos Lisson, afirmó como necesario que “los peruanos nos convenzamos de que nuestra heredad está levan-tada por el espinazo de los Andes y de que éste contiene una de las concentraciones de minera-les mas grandes del mundo, y que por lo tanto, nosotros tenemos que ser mineros o geólogos”.

A su vez, el Presidente de la República, Au-gusto B. Leguía, en la misma sesión, (ver foto en esta página) remarcó que somos un país minero y por consiguiente tenemos que ser geólogos por excelencia, augurando al mismo tiempo, un brillante porvenir a la naciente socie-dad. Asentando, que el Perú para alcanzar su grandeza, necesita-ba menos declamadores y mas hombres de ciencia y acción.

En su primera asamblea se designó la primera Junta Di-rectiva, que fue presidida por el sabio Lisson, siendo nom-brado Vicepresidente, Francisco

Alayza Paz Sol-dan; Secretario, Jorge Broggi; Tesorero, Eulo-gio Fernandini y Bibliotecario, Bernardo Boit. Suscribiendo el acta, los asisten-tes al acto, ante-

riormente nombrados. Fue así como nació la Sociedad Geológica

del Perú. Producto del empeño y esfuerzo, eru-dición y dotes especiales de los pioneros que la constituyeron.

Muchos años mas tarde, ya fallecido el Sabio y consolidada la Sociedad, se recordaba en una de sus sesiones la abnegación y desprendimiento de Lisson. Se comentaba que en los inicios de la Sociedad, debido a la falta de fondos y apoyo, las primeras sesiones de la Junta Directiva -de las que fuera su primer Presidente entre los años 1924 y 1926- las realizaba en su casa, ubicada en el centro de Lima, en el Jirón Ica # 188.

En estas primeras reuniones informales (entre los que se encontraban Aurelio Masias, Alayza y Paz Soldan, J. A. Broggi, B. Boit, J.J. Bravo, A. Miro Quesada…) se congregaban los pioneros de la Geología del Perú... que, como Lisson, muchas

veces tuvieron que sostener la naciente So-ciedad con su propio peculio.

A continuación transcribo dife-rentes discursos, dados por emi-

nentes geólogos –durante di-ferentes homenajes a lo largo de los años–, que versan sobre la figura de don Carlos Ismael Lisson Beingolea y la Sociedad

Geológica del Perú.

Ver páginas 32 y 33

Foto tomada durante la ceremonia inaugural de la Sociedad Geológica del Perú, cuando el Presidente Augusto Leguía pronunciaba su discurso. En la gráfica, entre los distinguidos asistentes al evento, aparece, del lado izquierdo, el Arzobispo de Lima, Emilio Lisson y Chávez, primo del Dr. Carlos I. Lisson Beingolea. - Foto publi-cada en la revista “Mundial” 1924.

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grafía geológica. Su labor como maestro ha sido también ampliamente difundida por profesiona-les y científicos que se han ocupado de Lisson en artículos periodísticos y discursos pronunciados con mucho mayor elocuencia de la que podría yo demostrar en este acto.

Es por esta razón que yo no me atrevo a in-cursionar en ese aspecto brillante de la vida de Lisson. Prefiero restringirme a otro aspecto de su vida y que quizás esta tanto o mas íntimamente ligado a nuestra Institución. Me refiero a la par-ticipación de Lisson en la sociedad peruana.

Su conferencia titulada “Mis Fracasos” muestra nítidamente al hombre preocupado por una sociedad temerosa de fracasos y por ello Lisson les habla con franqueza de sus fracasos. Con una altura de espíritu sumamente rara en el ser humano, habla abiertamente de sus fraca-sos y evita referirse a sus éxitos. Lo hizo, creo yo, porque consideró necesario trasmitir a sus contemporáneos y a las generaciones que le seguirían, un mensaje lleno de trascendencia y de profunda sensibilidad humana. Nos dijo muy claramente que no tengamos temor al fracaso, que nos expongamos sin temor a él; que no hay porque avergonzarse de haberse equivocado. Estas frases no las puede decir sino un hombre de reconocida solvencia moral y reflejan la preo-cupación por una sociedad tímida que no busca sino triunfos.

“Cumplo, muy honrado, al decir unas pala-bras en este sencillo, pero hermoso, homenaje que la Sociedad Geológica del Perú rinde hoy a la figura más ilustre de nuestra Geología, a quien merecidamente ha recibido el título de Padre de la Geología, y mas concretamente a nuestro fun-dador y Primer Presidente, Don Carlos I. Lisson.

En verdad, la Sociedad debió iniciar sus ac-tividades en este nuevo local rindiendo su reco-nocido homenaje no solo a su Primer Presidente, sino a todos sus socios fundadores y a sus ex-Presidentes quienes con su tesón y entusiasmo crearon nuestra Institución.

Creo, sin embargo, que esta omisión puede perdonársenos ya que hace solo seis meses que hemos venido a ocupar este local y que han sido seis meses de ardua labor. Creo también, que esa ardua labor que ha incluido el traslado de nues-tra Biblioteca y la organización y realización del III Congreso Peruano de Geología, es el mejor homenaje que podíamos rendir a nuestros pre-decesores.

Creemos, pues, que estamos a tiempo de ren-dir este homenaje y lo hacemos llenos de entu-siasmo y de fervor por quien tanto hizo por el desarrollo de la Geología en el Perú.

La obra de Lisson es ampliamente conocida por ustedes. Los artículos y libros de Lisson son considerados como clásicos en nuestra biblio-

LA SOCIEDAD Y LISSON

Esta preocupación fue sin duda en gran medida, la que lo movió junto con

otros ilustres consocios, a fundar la Sociedad Geológica del Perú. Quiso que los salones de la Institución fueran testigos de discusiones donde pudieran exponer ideas y teorías que luego pu-dieran resultar equivocadas. Lisson sabía que para encontrar la verdad era necesario el cam-bio de ideas y por ello participó activamente en la formación de la Sociedad. Trabajó luego ar-duamente para que se publicara nuestro boletín, que por la calidad de los trabajos que contiene, ha logrado renombre y respeto internacionales.

Lisson se adelantó a su tiempo al pensar que era necesario atraer al estudio al profesional. Hoy se habla de la necesidad de la educación continuada. Eso es lo que quiso hacer Lisson en la Sociedad Geológica del Perú: atraer a profe-sionales, que debido a las múltiples ocupaciones de la vida cotidiana, olvidan el estudio. Quiso de-cirles que no solo existen valores en el campo de la política y del dinero; que existen otros valores tan o mas importantes en el campo de la Ciencia.

En este sencillo homenaje en que ha quedado colocado en el lugar prominente que le corres-pondía, la fotografía de Don Carlos I. Lisson, quiero decirles que la Sociedad Geológica del Perú, con cuya Presidencia me han honrado mis consocios y colegas, tiene muy presente el men-saje que nos dejara nuestro primer presidente y

que como homenaje a su figura nos proponemos trabajar por fomentar el cariño por las ciencias geológicas. En esta labor trataremos de no equi-vocarnos, pero siguiendo su sabio consejo, sabre-mos exponernos al fracaso, pues de lo contrario, no llegaremos a esclarecer muchas de las incóg-nitas que aun quedan por resolver sobre la Geo-logía de nuestro territorio.

Como un homenaje especial a la ilustre figura de Don Carlos Lisson, la Dra. Rosalvina Rivera ha sido nombrada por la Sociedad para que nos exponga un tema de interés para nuestros aso-ciados, y que pertenece al campo de la Paleon-tología, que con tanto ahínco cultivo Don Carlos Lisson.

A ustedes, Sra. Ana Rosa Pulido de Lisson y Sr. Carlos Lisson Pulido, herederos de este ilus-tre apellido, quiero decirles que para mi es un gran honor haber hecho uso de la palabra en mi condición de Presidente de la Sociedad Geoló-gica del Perú, pero además, por razón de haber conocido personalmente a Don Carlos I. Lisson, y el haber tenido el privilegio de la amistad de su hijo, vuestro esposo y padre, y haber podido apreciar sus dotes de caballerosidad y hombre de bien… este encargo de la Sociedad es para mi es-pecialmente grato”.

Discurso dado por el Ing. don Alberto Benavides de la Quintana, Presidente de la Sociedad Geológica del Perú,

durante la celebración del 50 aniversario e inauguración del nuevo local en la que funcionaría (1974)

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SEÑOR MINISTRO DE ENERGIA Y MINAS, INGENIERO DANIEL HOKAMA

SEÑOR VICE MINISTRO DE ENERGÍA, ING. JORGE ROMÁN

SEÑOR VICE MINISTRO DE MINAS, ING. JUAN MENDOZA

SEÑOR GERENTE GENERAL DEL BANCO CENTRAL DE RESERVA DEL PERU, DR. JA-

VIER DE LA ROCHA SEÑOR PRESIDENTE DEL GRUPO BUE-

NAVENTURA, DR. ALBERTO BENAVIDES DE LA QUINTANA.

SEÑOR PRESIDENTE DEL DIRECTORIO DE SERPOST, DR. LEONCIO ANOIA

SEÑOR PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD GEOLOGICA DEL PERÚ, lNG. JUAN PROA-

ÑO Distinguidos miembros de la Sociedad Geo-

lógica del Perú.

Señoras y señores

Es para mi un verdadero privilegio, y sobre todo un gran honor el poder dirigirme a uste-des en nombre de los descendientes de aquellos ilustres hombres que hace 75 años, movidos por el afán de conocimiento y progreso; plenamen-te conscientes de lo que las ciencias geológicas podían aportar al mejor aprovechamiento de la riqueza minera del Perú, dieron inicio a un sueño de futuro, hoy convertido en un presente de éxitos y contribuciones para el país.

DISCURSO DADO POR EL SR. CARLOS M. LISSON PULIDONIETO DEL ING. CARLOS I. LISSON BEINGOLEA

EN LA CELEBRACIÓN DEL 75 ANIVERSARIO DE LA SOCIEDAD GEOLÓGICA DEL PERÚ

Yo en este magno evento no abrigo otro mé-rito que el de ser nieto de don Carlos Ismael Lisson Beingolea, Primer presidente de la Socie-dad Geológica del Perú y Padre de la Geología Peruana, por lo que poco puedo añadir a lo que otros ilustres oradores puedan decir sobre esta ciencia, a la que tanto amaron y dieron los fun-dadores de esta Institución, o sobre los progresos alcanzados… y por alcanzarse en esta área.

Mi referencia es más bien de carácter senti-mental, es sobre el recuerdo de un hombre sen-cillo, noble y soñador al que aprendí, desde muy pequeño, no solo amar sino admirar; es la figura de un abuelo accesible, querendoso y amable, más que la de un sabio nacional. Es la de un cien-tífico, siempre preocupado por aprender más, su-mergido en su mundo de fósiles, pero sobre todo, preocupado por compartir sus conocimientos y mejorar, con sus colegas, la es ese entonces aún nueva ciencia de la Geología y Paleontología. Es el recuerdo de historias y anécdotas narradas en la casa del Jirón Ica 188, donde nací y don-de valga añadir, se llevaron no pocas reuniones informales entre los ingenieros Jorge Broggie, Aurelio Masias y Lisson, entre otros, trazando los primeros pasos de la hoy ya madura Sociedad Geológica del Perú.

Fue el 30 de Junio de 1924, bajo los auspicios de don Carlos Lisson, cuando se conforma un co-mité entre los connotados profesionales que asis-tieron a esa reunión, para redactar los estatutos de la nueva Sociedad.

Proyecto que tomaría forma tres días después, cuando el 3 de Julio de 1924, reunidos en asam-blea, en el antiguo local de la Sociedad Geográ-fica de Lima, los señores: Francisco Alayza Paz Soldan, Artidoro Alvarado Garrido, José Balta, Ernesto Baertl, Jorge A. Broggi; Alberto, Carlos, Hector y Guillermo Boza; Bernardo Boit, José Bravo, Fortunato Carranza, Augusto Cabrera La Rosa, Eduardo de Habich, Ricardo Deustua, En-rique Duenas, Eulogio Fernandini, Michel Fort, Federico Fuchs, Alberto Giesecke, Roberto Letts, Carlos Lisson, Manuel Llosa, Juan Loredo, Au-relio Masias, Tomás y Aurelio Miro-Quesada, Al-berto Noriega, Carlos Portella, Edgardo Porta-ro, Oscar Quiroga, Mariano Tarnawiecki, Hebert Tweddle, Augusto Umlauff, Roberto Valverde y Germán Cevallos, fundan la Sociedad Geológica del Perú.

Ella era y es respuesta a una necesidad histó-rica por contar con una institución dedicada al estudio y difusión de una disciplina tan impor-tante como esencial en el aprovechamiento de las riquezas del subsuelo peruano.

Ahora veamos como la semilla sembrada por los fundadores, tal como lo demuestra este acto, ha caído en suelo fértil. Hoy la Geología es parte fundamental del desarrollo de nuestro país y las nuevas generaciones siguen comprometidas, con

visión de futuro, a continuar arrancándole a la naturaleza sus prometedores secretos y riquezas.

Es por todo esto que voy a atribuirme un pri-vilegio que no me corresponde, al pretender ha-blar en nombre de los fundadores, pero es que creo que ninguno de ellos sentiría de veras estas palabras de reconocimiento y admiración, si yo no concluyese diciéndoles a todos ustedes, en nombre del ellos, gracias!

Gracias por continuar ese sueño nacido en 1924; gracias por la labro y dedicación inverti-dos en ella; gracias por continuar con los ideales que hicieron posible esta sociedad; gracias por haber cumplido a cabalidad con los fines para la que fue creada; por el amor y tesón puestos en la investigación, preparación, estudio y prepa-ración; gracias por velar por seas nuevas gene-raciones de geólogos y transmitir conocimiento; gracias por haber colocado a la Sociedad en un sitial privilegiado entre las instituciones cientí-ficas del país; gracias por haber contribuido a crear un mejor futuro para el Perú.

Somos nosotros, los fundadores, quienes a través de nuestros descendientes, los verdadera-mente agradecidos y los que vemos con gran or-gullo a nuestra… Sociedad Geológica del Perú!

Gracias… muchas gracias!!

Discurso dado, en nombre de los fundadores, por el nieto de Don Carlos I. Lisson Beingolea, el Sr. Carlos Lisson Pulido, durante el 75 aniversario de la fundación de la Sociedad Geologica del Perú. Grafica de la Revista Mundo Minero Nº 190, que registra la celebración del 75 aniversario de la S.G.P. De izquierda a derecha Rosa Frías directora de SERPOST; Ing. Juan Mendoza M., Vice Ministro de Minas; Ing. Alberto Benavides de la Quintana, Presidente del Grupo Buenaventura; Ing. Daniel Hokama, Ministro de Energía y Minas; Ing. Juan Proaño, Presidente de la Sociedad Geológica del Perú; Ing. Jorge San Román, Vice Ministro de Energía; Dr. Carlos Lisson, nieto de Don Carlos I. Lisson Beingolea, Primer Presidente y cofundador de la Sociedad Geológica del Perú; Ing. Juan Assereto, Presidente de Petroperú, Ing. Augusto Baerti, Presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía.

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Carlos Ismael Lisson Beingolea

La Sociedad Geológica del Perú rinde homenaje a Carlos Lisson Beingolea, considerado y recon-ocido como el padre de la geología del Perú por sus rigurosos estudios petrográficos, paleon-tológicos y estratigráficos.

Nació en Lima el 17 de septiembre de 1868 y sus estudios escolares los realizó en los colegios Whilar y Nuestra Señora de Guadalupe, donde desde temprana edad mostró una especial pre-dilección por las ciencias. Esta curiosidad in-telectual lo llevó a ingresar a la antigua Escuela Nacional de Ingenieros, hoy Universidad Nacio-nal de Ingeniería (UNI). Tres años después, en su alma mater, inició el dictado de los cursos: Micropetrografía y Geología, Cálculo Infinitesi-mal y Paleontología. En 1899, en este centro de estudios superiores, estableció el primer gabi-nete de Petrología Microscópica en Sudamérica. De esta forma, introdujo en el país y América Latina los estudios microlitológicos, lo que fue un gran avance para la clasificación de los mi-nerales según los caracteres microscópicos de su textura.

Del mismo modo, fue catedrático de la Universi-dad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), donde fundó la sección de Ciencias Físicas y Geológicas, que viene a ser la primera Escuela de Geología del Perú. En su clase inaugural de Geología y Paleontología en la UNMSM, cuen-tan sus estudiantes que se refirió a don Sebas-tián Barranca y Lovera como “el fundador de la enseñanza de las ciencias geológicas en el Perú”.

En 1908 optó el grado de doctor en Ciencias y profundizó sus trabajos de investigación experi-mental en nuestro país, en los que combinó de manera armónica los aspectos petrográficos pa-leontológicos y estratigráficos, realizando una contribución sin precedentes en el conocimiento de la geología nacional. En 1920, junto al Dr. Julio C. Tello y en compañía del geólogo José Bravo Bresani, participó en la creación de la Asociación Peruana para el Progreso de la Ciencia. Cuatro años más tarde fundó y fue el primer presidente de la Sociedad Geológica del Perú (SGP).

En la vasta obra de don Carlos Lisson, muchos de sus libros continúan siendo fuente de consulta para los geólogos. Así, destacan Contribución a la geología de Lima y sus alrededores, escrito en 1907; Contribución al conocimiento sobre algunos Ammonites del Perú (1908) y Edad de los fósiles peruanos y distribución de sus depósitos en la República, que incluía un mapa paleontológico del Perú y que se editó en cuatro oportunidades (1913, 1917, 1924 y 1942). Igual-mente, Mapa cronológico del levantamiento de los Andes Peruanos (1924), Geología estruc-tural (1927), Mapa geológico de la Cordillera del Perú según las observaciones de los Srs. G. Steinmann, C. Lisson, R. Stappenbeck y otros bosquejado por G. Steinmann y C. Lisson (1929) y Contribución al conocimiento de algunas tri-gonias neocómicas del Perú (1930). Asimismo, como un aporte al mejor entendimiento de la ge-ología de la capital de la República, publicó La prolongación por el norte y sur del cretáceo de

SEMBLANZA DEL DR. CARLOS I. LISSON BEINGOLEA POR EL ING. CESAR CHACALTANA BUDIEL

PRESIDENTE DEL COMITÉ DE ACTIVIDADES CIENTIFICAS Y ACADÉMICASCON MOTIVO DEL ANIVERSARIO 93

DE LA SOCIEDAD GEOLÓGICA DEL PERÚ (2017)

Lima y la determinación de sus diferentes pi-sos. También es de resaltar el ensayo Cómo se Generó el Suelo Peruano.

A la edad de 86 años, un 18 de marzo de 1947, falleció este eminente maestro y hombre de ciencia que sentó las bases científicas de la labor geológica en el Perú, piedra angular del desarrollo ac-tual de la minería en el país, motor in-dispensable de la economía nacional, que como Basadre dijera “Atesoró un alma límpida, una ejemplar honradez científica, una vida sencilla y modesta y una rara e infatigable continuidad en sus estudios e investigaciones los que prodigó entre sus queridos estudiantes”. Y para los jóvenes presentes, tienen el mensaje de su discurso MIS FRACASOS de 1913, dedicado a sus alumnos en la actuación pública organizada en su honor por la Sociedad de Ingenieros que en sus párrafos menciona lo siguiente:

“Mi carrera científica se resume en una serie no interrumpida de fracasos, y yo soy un fracasado incorregible. Aún más, necesito, quiero, amo el fracaso. Creo en él ¿A que vienen, pues, las fra-ses lisonjeras, las inequívocas muestras de sim-patía, por parte de personas que huyen de él? No merezco alabanzas, lo aclaro. Cometí muchos errores y reincido en ellos. De otro lado, que extraña, que contradictoria la impresión que se produce en mi ánimo, cuando asocio los aplau-sos que oigo, a los recuerdos vigilantes que me mortifican”.

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Carlos Ismael Lisson Beingolea

Lisson investiga en los linderos del tiempo, allá donde ya no cabe memoria, donde los rastros deben ser registrados por la imaginación, por la intuición. Por ello era normal ver al sabio Lisson caminando por las calles de Lima con mirada ab-sorta, mientras su indagadora mente vagaba por los albores mas lejanos del globo terráqueo; de ahí que una de sus mas espectaculares conclusio-nes fuera la: “del mar interior suramericano”, un mundo cubierto por océanos, que se origina en el Agnostozoico, hace más de 800 millones de años, que al desaparecer -entre las edades terciaria y cuaternaria- se originan “una serie de cinturones, mas o menos paralelos, ubicados en el espacio comprendido entre los escudos primitivos del ma-cizo de la costa del Pacífico y el escudo brasile-ro”.

En otra ocasión, Lisson hablaba de un conti-nente llamado “Pacífico”, que como la Atlántida, desapareció, …y quien sabe (dejando volar la imaginación) pudiesen estar sumergidas, frente a las costas peruanas las ciudades de una ances-tral civilización… y como posible prueba de ello, Lisson menciona la flora terrestre descubierta por otro notable geólogo peruano, F.C. Fuchs, en “…las areniscas del carbónico continental de Pa-racas y el hundimiento de una banda costanera entre Paracas y la región de Paita, durante el plioceno”.

Es durante esta época cuando ocurre la anéc-dota sobre los “Lissonites” (mencionada en el discurso “Mis Fracasos”); ocurre después de des-cubrir y estudiar, en el Salto del Fraile en Cho-rrillos, un género nuevo de anélidos fósiles, que el científico describe como: “Fósil en U mayús-cula concentrados en nutridas colonias empila-das una sobre otra, formando bancos de arenis-ca”… y anota incluso su posible utilización: “…para la composición de adoquines de Lima”. Fue entonces cuando el geólogo francés, Henri Dou-ville, enterado del hallazgo, bautizo rápidamente los fósiles en honor del peruano: “Lissonites Sa-portai Dew”… pero lamentablemente el geólogo galo había incurrido en un error de sinonimia, al proponer la creación de un género que ya exis-tía… por lo que en consecuencia, y como decía

Lisson en su discurso: ¡Los Lissonites nacieron muertos!

Sin embargo el Lisson vivo perduraría en la memoria de sus amigos, de sus colegas y es-tudiantes como aquel insigne sabio, que provisto de un excepcional talento escrutador, legaría a las generaciones presentes y futuras su valiosa con-tribución al desarrollo de esta ciencia en el Perú, así como se convertiría en magnífica referencia de lo que es el trabajo tesonero, la investigación detallada, la humildad del genio y la rectitud ejemplar del sabio.

Al hurgar en la vida del Dr. Lisson uno no puede dejar de asombrarse ante mente tan privile-giada. Desde muy joven se dedicó a estudiar una Ciencia materialmente inexistente en el país, pu-diendo apreciar en la Geología la piedra angular del futuro minero del país. Hoy el estudio cientí-fico de la tierra y sus recursos, así como la profe-sión de geólogo se perciben como algo intrínseco del saber peruano… cosa muy lejana de la rea-lidad, ya que para Lisson y los otros fundadores de esta Ciencia en el país, ésta fue el producto de grandes y denodados esfuerzos, mucho antes de que pudiese materializarse esta visión.

Dentro de las innumerables anécdotas que so-bre este particular hablan de Lisson, está la na-rrada por Alfonso Miro-Quesada y Eduardo Rada Jordán, en su artículo Los Fosfatos en el Perú, aparecido en el Suplemento Dominical de El Co-mercio el 11 de Noviembre de 1962.

“…Sucede que ya para 1960 era materia de seria preocupación el agotamiento de este recur-so como fertilizante. El que obteníamos princi-palmente del guano de las islas. Se ameritaba por lo tanto dictar medidas urgentes para suplir este vital recurso al mercado local. Era impor-tante crear políticas referente a los fosfatos, ya fuesen de naturaleza orgánica o mineral. De lo contrario se ahondaría aún más en el problema de desabastecimiento (arrastrado desde el siglo XIX por políticas equivocadas) con sus nefastas consecuencias para los agricultores peruanos y sus cosechas.

Para colmo de males, el rendimiento (para 1960) del fosfato obtenido de nuestras aves gua-neras no alcazaba a cubrir mas allá del 10% de las necesidades de nuestra agricultura, generan-do por lo tanto desembolsos cuantiosos por parte del Estado para importar este recurso. Por eso los conocedores de la materia urgían al gobierno la creación de una Corporación para la elabora-ción de súper-fosfatos, estableciendo para ello la Reserva del Fosfato y del Azufre.

Ahora bien. ¿Que tiene que ver todo esto con Lisson? Pues mucho: “…el tema de las reservas de fosfatos, azufre, guano y en ge-neral, NO era nuevo en el país. En efecto, mien-tras que los políticos de fines del siglo pasado buscaban la mejor aplicación de las rentas y los empréstitos derivados del guano de las islas para ejecutar sus planes de obras públicas; un desta-cado ingeniero señalaba, allá por el año 1896 ‘…que la búsqueda de los fosfatos era indispensable para el Esta-do, por cuanto actualmente el guano natural de las islas era la única fuente y su agotamien-to debería ser enfrentado por el Estado con políticas previso-ras’. Esta premonitoria decla-ración, expresada medio siglo antes para la fecha, resultaba de total actualidad, y la expre-saba nada más y nada menos que Don Carlos I. Lisson, In-geniero y Doctor de Ciencias Físicas en 1896!

Que este hombre –de cuño antiguo, entregado a la ense-ñanza universitaria y a la inves-tigación, y que publicara muchos e importantes libros y folletos– hablase de fosfatos a fines del siglo pasado, mostrando su inquietud sobre la falta de previsión del Estado, constituyó motivo de principal preocupación entre los ambientes políticos y técnicos de su época. Sus declaracio-nes urgían rápida acción por parte del gobierno y presentaban posibles soluciones a la futura cri-sis… Los Boletines de Minas, publicados por la Escuela Especial de Ingenieros, en el año 1898,

alertaban sobre esta preocupación y señalaban a los fosfatos de Ocucaje -estudiados detenidamen-te por el Ing. Lisson- como sitio con una gran re-serva potencial…” Cabe mencionarse que todos los Boletines de Minas de fines del siglo XIX y principios del XX “…dedicaban capítulos espe-ciales a los fosfatos como la solución a la posible crisis del guano por agotamiento.”

Esta anécdota viene a ser otra muestra del carácter visionario de Lisson, que sin perseguir beneficio personal alguno, alertaba sobre proble-mas futuros, aportando soluciones concretas que sin duda contribuirían al provecho y grandeza del Perú.

Lisson viviría aún hasta la edad de 79 años, tiempo al que, además de sus estudios e inves-tigaciones, dedicó a la formación de una honra-dísima familia, depositaria de los más nobles y tiernos afectos.

De su enlace con la distin-guida y bella dama arequipeña, Doña Elvira Tirado y Cáce-res, nacerían dos hijos: María Elvira y Carlos Nicolás Lis-son y Tirado, ambos ejempla-res ciudadanos, portadores de los nobles valores y principios que distinguieron a sus padres.

El Dr. Carlos Lisson fa-llece el 18 de Marzo de 1947. Su memoria es honrada desde entonces; tanto así que uno de los primeros actos del Primer Congreso Nacional de Geolo-gía, celebrado en Lima el 22 de Noviembre de 1955, fue rendir

homenaje a su memoria. La Fa-cultad de Ciencias de la Universidad Mayor de San Marcos erigió, el 11 de Septiembre de 1957, un busto recordatorio a sus méritos como científi-co (ver gráfica en pag. siguiente).

Hoy en día el rol de la Geología en el Perú es cada vez mas creciente, se puede afirmar que no hay actividad extractiva minera o energética, así como obras de infraestructura en la que no tenga intervención.

EL SABIO QUE MIDIÓ EL TIEMPO

Doña Elvira Tirado y Cáceres de Lisson

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Los planes de desarrollo integral la toman en cuenta y sus profesionales reciben el reconocimiento en las actividades esta-tales y privadas. Pero todo esto hubiese sido difícil de alcanzar sino fuese por las enseñan- zas y consejos profesio-nales de sus forjadores en el Perú y sino se hubiese creado una es-cuela geológica eminentemente peruana, fruto de ese empecina-do científico y visionario que fue Don Carlos Ismael Lisson Beingolea.

“Atesoró –dice Basadre en homenaje a Lisson- un alma límpida, una ejemplar honra-dez científica, una vida sencilla y modesta y una rara e infatigable continuidad en sus estudios e in-vestigaciones”. Y así fue la vida de Carlos Lisson, uno de esos colosos que momentáneamente son olvidados pero cuya obra y ejemplo persisten como derrotero del futuro. El Perú es un país rico en metales y para que el peruano no siga siendo el mendigo sentado sobre el banco de oro que decía Humboldt, Lisson dio las bases para la moderna explotación minera y metalurgia. Fue sin duda un visionario del futuro peruano y para lograrlo retrocedió, lupa en mano, hasta los albores de la Tierra.

El Ing. Boit, discípulo del sabio, en ocasión de sus exequias, expresó: “Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el único móvil de su infati-gable actividad era la investigación de la verdad

y de una manera en cierto modo im-personal; importándole mucho mas el verdadero y sólido progreso de nues-tra geología, que las pequeñas satis-facciones del amor propio. De una

profunda honradez científica, tan solo se permitía afirmaciones basa-das en un examen a fondo de los do-cumentos paleontológicos y litológi-cos y de los hechos observados en el terreno. Y tal es su obra y tal ha sido el hombre, el sabio, que su mérito se acrecienta aún más si se considera que su formación científica se hizo sólo en nuestro país y debido única-mente a su esfuerzo.”

Hoy en día, en un país mine-ro como el Perú “no se concibe la minería sin la geología; ni proba-blemente ninguna otra actividad, en mayor o menor grado, que no tenga que ver con el conocimiento geológico. La geología jamás se in-clina ante la adversidad; mas bien se opone a ella, explorando e inda-gando con rigurosa visión histórica

científica el por qué de las cosas y de los fenóme-nos propios de las formaciones de las estructuras del planeta”. (Mundo Minero Nº 190)

Como claramente lo testimonia esta semblan-za, la vida y obra de Lisson han tenido honda re-percusión en la enseñanza e investigación Geo-lógica, algo que ha sido altamente apreciado, no solo por sus contemporáneos, sino por las gene-raciones que le siguieron

Carlos Ismael Lisson Beingolea

Tres generaciones. Foto to-mada el día en que se develó el busto de Don Carlos I. Lisson Beingolea en la Universidad Mayor de San Marcos, (1957), junto a él aparece su hijo Carlos N. Lisson Tirado y su nieto José F. Lisson Pulido.

HOMENAJES…

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Durante su fructífera vida, Lisson cosechó el aprecio, respeto, reconocimiento y sobre todo el cariño de su pares. Fueron muchos los homenajes que le rin-dieron en vida… a pesar ello, su modestia le hacía sentir incómodo ante estas muestras públicas de ad-miración y afecto.

v

w

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HOMENAJES

Foto aparecida en el diario El Comercio de Lima que capta los momentos en que el doctor Carlos Lisson hijo, descubre la Placa Conmemoratoria del centenario del nacimiento de su padre, el Dr. Carlos I. Lisson B. que se ha colocado en la Facultad de Ciencias de la Universidad Mayor de San Marcos. 17/09/68

Después de su fallecimiento han sido también muchos los homenajes rendidos a su memoria, uno de ellos fue el descubrimiento del busto y placa, develados ambos en la Facultad de Cien-cias de la Universidad Mayor de San Marcos. Donde su decano, el Dr. Rafael Dávila Cuevas, destacó los méritos del ilus-tre científico. En dicho acto el Dr. Alejandro Alberca Ce-vallos, director de la Escuela de Geología, manifestó que el Dr. Carlos I. Lisson Bein-golea fue una figura de gran-des proporciones en el campo de la investigación científica y que era un destacado profe-sor por antonomasia. Señaló que fue un maestro que hizo escuela y que contribuyó a la formación de profesionales y catedráticos que en la actua-lidad gozan de especial pres-tigio. Vale mencionar que a dicho evento asistió el Dr. Honorio Delgado, Rector de la Universidad de Medicina “Cayetano Heredia”, así como miembros de otras Institucio-nes de carácter cultural y científico, tales como la

Ammonite fósil, descrito y clasificado en honor al Dr. Carlos Lisson por el Ing. César Chacaltana del INGEMMET y obsequiado al Sr. Carlos Lisson Pu-lido, nieto del Sabio, en emotiva reu-

nión efectuada en la Sociedad Geológica del Perú el 25 de Fe-brero del 2008. En la gráfica, bajo la fotografía del sabio Lisson podemos apre-ciar a su nieto -acompañado por

la secretaria de la Sociedad- con distinguidos miembros

de la misma, de izquier-da derecha Ing. Ri-

cardo Petersen, ex Presidente de la S.G.P., Ing. Alber-

to Manrique, Dra. Vera Allemán y el Ing.

Cesar Vidal actual Pre-sidente de la S.G.P.

Sociedad de Ingenieros del Perú, la Universidad Nacional de Ingeniería, el Colegio de Ingenie-ros del Perú, el Instituto Nacional de Cultura y la Sociedad Geológica del Perú. Los constantes homenajes hechos al don Carlos Lisson Beingo-lea en publicaciones especiales y eventos espe-

ciales dedicados a su memoria, denotan la admiración y afecto que hoy se tienen por su figu-ra. Homenaje como el realizado en el año 1999, en un lucido y multitudinario evento (llevado a cabo en el auditorio de Petrope-rú), donde se celebraron los 75 años de la Sociedad Geológica del Perú. En dicho evento se recordó a los fundadores de esa institución, aquellas personas, que persuadidas por su erudi-ción y dotes especiales sentaron las bases de esta institución, que con el devenir de los años, se convertiría en la más grande e

importante Sociedad de su ramo, promotora del conocimiento científico y técnico de la geología en nuestro país.

Estas fotos de archivo muestran varios de los homenajes rendidos al Dr. Lisson durante el primer quinquenio de los años ‘40. Lamentablemente no poseo la identidad de los numerosos asistentes, solo puede distinguir en la foto u (revista Caretas 30/06/1987) al Dr. Julio C. Tello (sentado, segundo a la izquierda) y al Dr. Jorge A. Broggi (sexto en la segunda fila).

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Que mejor homenaje pue-de dársele a la memoria de un docente, como el sabio Lisson, que bautizar una institución educativa con su nombre. Él, que dedicó su vida a la ense-ñanza y que profesaba un gran amor hacia sus estudiantes, no puede “ver” este acto sino con gran emoción y cariño, pero so-bre todo con gran humildad… ya que conociendo su gran sen-cillez, hubiese dicho: “…que habían otras mentes mas dignas de tal distinción.”

Hoy el Colegio Carlos Lis-son Beingolea, ubicado en La Molina, es obra del esfuerzo y colaboración de un grupo de padres, muchos de ellos geólo-gos de profesión, que quisieron ponerle al plantel el nombre del Padre de esa ciencia en el país.

COLEGIO ING. CARLOS LISSON

BEINGOLEA

Bello plato de plata obsequiado por las autoridades del Colegio al nieto de Don Carlos Lisson Beingolea, el Sr. Carlos Lisson Pulido, así como al Ing. don Alberto Benavides de la Quintana, como recuerdo de su visita.

…al maestro

con cariño

Foto tomada en 1975, durante la develación de la fotografía del Sabio Lisson en las instalaciones del Colegio. De izquerda a derecha, acompañados por las autoridades del Colegio están el Dr. Alberto Benavides de la Quintana, su esposa Sra. Elsa Ganoza de Benavides y la Sra. Ana Rosa Pulido de Lisson, nuera de Don Carlos I. Lisson Beingolea,

Estas gráficas captan diferentes aspectos de las magníficas y muy completas instalaciones del Colegio Carlos Lisson Beingolea, ubicado en La Molina, Lima; así como la visita que realizara en el 2008 el nieto del Sabio, el Sr. Carlos Lisson Pulido, acompañado aquí por las autoridades

del Colegio.Actualmente el Colegio es uno de los planteles con más alto rendimiento académico en el Perú, constituyéndose, como dije en mi introducción, en ejemplo vivido del espíritu edu-cador del sabio Lisson… crean-do incluso su propia filosofía “lissoniana”.

Su fundación data de 1974 cuando el Centro Educativo se establece “para satisfacer las necesidades de la Comunidad, sin discriminación ni finalidad de lucro alguno…” Fue en 1975 cuando se realiza la construc-ción de la Educación Inicial,

a este acto asistió la Sra. Ana Rosa Pulido de Lisson, nuera del Sabio, a quien le tocó el ho-nor develar la fotografía del Dr. Lisson (ver recorte de prensa)

Años mas tarde, en el 2008, Carlos Lisson Pulido, nieto de Don Carlos Lisson B., dispenso una visita a las instalaciones del Colegio, transformándose esta en emotivo y significativo acto, producto del cariño, admiración y respeto que en el se guarda por la figura del Sabio Lisson (ver fotos a la izquierda).

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1896 La Cresta de Cabo Blanco y la Molibdenita de Cascas.

Bol. Ind. Min. Contr. Año XIII, NOVIII, pp. 61-62 Lima. Bib. Central U.N.I. -1467

1896 Los fosfatos de Ocucaje. Bol Min. Nº14 – Lima. Bob. Central U.N.I. - 1468

1986 La especie en las cantidades indefinidas.

1899 Minerales y rocas de Santo Domingo (Carabaya) Bol. Min. Nº3.- Lima. Bid. Central

U.N.I. 1469.

1900 Geología Tectónica. Rev. Cienc. Tom. IV, pag. 289 Lima. Bib. Central

U.N.I. – 1470.

1900 Las rocas del Perú, Raimondi Inf. Men. Bol. Soc. Ings. Perú, Vol. II, Nº19, pp.34,

Bid Central U.N.I. – 1471

1900 Conferencia sobre Microlitología, Estudios Geológicos Nacionales.

Lima, 31 pags., 17 láms. Collec Foll. Peruanos. Univ. San Marcos. 16 folletos. Bib. Central U.N.I. – 1471.

1900 Rápido itinerario Geológico de la Costa com-prendida entre Mollendo Y Pescadores de Ocoña.

Bol. Direc. Min. Nº. 16.- Lima, Bod. Central I.N.I. -1473

1903 Museo Paleontológico. Inf. Men. Bol. Ings. Perú, Vol. V., Nº11, pp 4142.-

Lima. Bod.Central U.N.I. – 1474.

1903 Curso de Cálculo Infinitesimal.

1904 Los Tigillites del Salto del Fraile y algunas sonneratias del Morro Solar.

B.C.I.M.P. Nº17, 64 págs, 38 fings.- Lima, Bib.Central U.N.I.- 1475

1905 Contribución a la geología de la Isla de San Lorenzo en la Bahía del Callao.

Bol. Direc. Min. Copia separata: pp/ 1-19, 1 fot., 3 fings., Lima Bid. Central U.N.I. 1476

1906 Notas Geológicas sobre la región de Jauja. Bol. NMin. Ind. Constr. Tom. XIX, Año XIX Ser. II

NºIII, pp. 30-32.- Lima Bid. Central U.N.I. 1477.

1907 Contribución a la Geología de Lima y sus Alrededores.

Imp. Gil, pp 1-125, 27 fots, 2 Maps. Lima. Bib. Central U.N.I. – 1479.

1907 Fósiles del Museo Raimondi. Imp. Southwell, 43 págs. – Lima, Bid. Central

U.N.I. -1479

1908 Contribución al conocimiento sobre algunos fósiles del Perú (amonites).

Lima, am. Lo Pan-Americano, celebr. En Santiago de Chile. Lima, 66 pags. 23 T. 20 Text. 40 Cong. Cient. Bib. Central U.N.I. -1480

1908 Los metales raros y su existencia en los minerales del Perú.

Inf. Men. Bol. Ings. Perú, Vol. X, Nº8, pp., 339-349. Lima, Bib. Central U.N.I. – 1481.

1909 Edad del Morro de Arica. Bol. Min. Ser. II, Nº2, pp. 32-33 Bib. Central U,N,I,

- 1482

1911 Terrenos recorridos hasta hoy en el Perú y sinopsis de su fauna y flora fósiles.

Bol. Min. Ser. II, Nº3, pp. 141-192.- Lima. Bib. Central U.N.I. – 1483.

1911 Contribución a la Paleontología Peruana. Determinación de algunos fósiles del Museo de la Escuela de Ingenieros.

Bol. Min. Serv. II, 3,9, p. 2 tab. Bib. Central U.N.I. - 1484

1912 Un esqueleto antediluviano en la sierra de Viuda en la provincia de Yauli. “El Meghaterium de Yantac”

Bo. Soc. Geog.. Lima. Año XXII. Tom. XXVIII, tril 1º y 2º pp. 126 – 129. – Lima. - Bib. Central U.N.I. – 1486.

1913 Edad de los fósiles peruanos y su distribución de sus

1914 depósitos en la República I.- Ubicación de afloramientos sincrónicos y

sinopsis de su fauna y flora fósiles. II.- Fauna y flora pertenecientes a cada uno de los pisos Geol.gicos.- 1 Mapa Paleontológico.- Bib. Central U.N.I. – 1487.

1913 Ensayo Teórico sobre el Levantamiento de los Andes Peruanos.

Lima. Bib. Central U.N.I. – 1488.

1913 Mis Fracasos Discurso dedicado a la juventud peruana que

representa, por su contenido, recomendación y profundo significado de nobleza y humildad, de maestro, al verdadero sabio y hoy guía de la geología Peruana.

Esquema Geológico de los alrededores de

Lima. Lima en el primer centenario de la Independencia del Perú.

Bib. Central U.N.I. – 1490.

PUBLICACIONES DEL ING. CARLOS LISSON BEINGOLEA“Al observar su fecunda producción bibliográfica uno puede fácilmente deducir su autentica vocación de cono-cer, y sobretodo de hacer conocer, los secretos de la na-turaleza. Su amplia experiencia y fervorosa dedicación por las investigaciones de envergadura nacional, se ven

plasmadas en su vasta producción de libros y boletines. El legado bibliográfico del Dr. Lisson fue extenso y significó la verdadera introducción de esta ciencia al ámbito na-cional”.

1922 Memoria sobre el Mapa Cronológico del Levantamiento de los Andes Peruanos.

Bo. Direc. Min. Marzo, 31.- Lima Bib. Central U.N.I. – 1490.

1921 Contribución al Estudio de algunos Foraminí-1922 feros Terciarios, Provenientes de la Región de

Norte del Perú. Arch. Asoc. Per. Progre. Cienc. Tom. I pp. – 2

tab..- Bib. Central U.N.I. – 1491.

1922 Cronología de los Andes Peruanos. Edad de las Cordillera.

Bol. Soc. Geog.. Lima. Tom. XXXIX, tri. 3º y 4º pp. 235 – 260, 2 amp. – Lima. Bib. Central U.N.I. – 1492.

1924 Como se generó el suelo peruano; Geología Paleontología y Oceanográfica.

Sint. Min. Per. Tom. I, pp, 75-110.- Lima. Bib. Central U.N.I. – 1493.

1924 Edad de los Fósiles Peruanos y Distribución de sus Depósitos.

IIIA. Ed. Lima Imp. Americana, pp. 1-226 Lima. Bib. Central U.N.I. – 1495.

1925 Memoria sobre el mapa cronológico del levantamiento de los Andes Peruanos.

1 vol. Pp, 5-53.- Imp. Americana,- Lima. Bib. Central U.N.I. – 1494.

1925 Algunos Fósiles del Perú. Bol. Soc. Geol.. Perú., Tom. 1 pp. 1-30, 3 lam. 2

figs.- Lima. 1924

1925 Edad de los Fósiles Peruanos y Distribución de sus Depósitos.

IIIA. Ed. Lima Imp. Americana, pp. 1-226 Lima. Bib. Central U.N.I. – 1496.

1925 Como se Generó el Suelo del Perú. Contribución a la Paleontología del Perú y las Causas del Relieve Actual

Bol. Soc. Geol.. Perú Tom. I., pp. 97-126, Tom. XXV-XXXII. . Bib. Central U.N.I. – 1497.

1925 Estudio de las Rocas de Castrovirreyna. Bol. Soc. Geol.. Perú. Tom. III. Págs. 109. Bib.

Central U.N.I. – 1498.

1926 Apéndice a la obra “Edad de los Fósiles Peruanos y distribución de sus depósitos en toda la República”.

Bol. Soc. Geol.. Perú, Tom. II, pp. 41-46. . Bib. Central U.N.I. – 1499,

1926 Curso de Geología1927 1er. fasc., 1-176, 155 figs., 2d0. Fasc., pp. 1-167,

fig. pp. 156-363.- Lima. . Bib. Central U.N.I. – 1500.

1929 Contribución al conocimiento de algunas trigonias Neocénicas del Perú.

Bol. Min. Ind. Constr., Ser., II, Tom. XX, Nol, 12 pp. 3-26, 3 figs. Y 10 lams. de fotograbados. . Bib. Central U.N.I. – 1501

Nuestro mas sincero agradecimiento al Ing. Alberto Mar-tínez Vargas por su esfuerzo e investigación en recopilar las publicaciones hechas por el Dr. Carlos Ismael Lisson Beingolea.

1932 Geografía de los Andes Peruanos. Cronología.

Bol. Sec. Geog. Lima, Tom. XXXIX, tri. 40, pp. 235-260.- Lima. . Bib. Central U.N.I. – 1502.

1933 Lecciones de Introducción al Curso de Geología: Coberturas Geocéntricas.

Bol. Min. Ind. Constr., Tom. V., Ser. III, pp. 123-137.- Lima. . Bib. Central U.N.I. – 1503.

1934 Informe Geológico sobre las Pampas de la Joya.

Bol. Aguas Irrig. Vol. II, Nº 1, pp. 99-139, croqs. Y fots., Set.- Lima. . Bib. Central U.N.I. – 1504.

1934 Lecciones de Geología Histórica.1935 Bol. Min. Ind. Constr. Serv. III. Tom. Vi, pp. 199-

225. Lima. . Bib. Central U.N.I. – 1505.

1937 Dos Amonites del Perú Bol. Min. Lima S.T. 8-9, 4 figs. Pls. 3. Lima. . Bib.

Central U.N.I. – 1506

1937 Género Sphaerocera Bayle, Sphaerocers Broggianas

Nov. Spl. Rev. Cienc. Lima. Año 39, Nº 422, pp. 136-153, 2 digs.- D 37, Perú. . Bib. Central U.N.I. – 1507.

1937 Un Amonites Holotipo de Gabb cuyo género se ignoraba.

Bol. Rev. Cienc. Lima, Año XXXVIII, Nº 419, pp. 23-32. Cont. Fotografías.- Lima. . Bib. Central U.N.I. – 1508.

1938 Un Nuevo Cefalópodo Senónico del Perú. Bol. Min. Lima, s. 2 t. 11, pp. 3-5, pls. 2. . Bib.

Central U.N.I. – 1509

1938 Prolongación por el Norte y por el Sur del Cretáceo de Lima y la determinación de sus diferentes pisos.

Rev. Cienc. Lima, Año 40, Nº 424 pp. 149-164, 12 figs. Je. 39, Lima. . Bib. Central U.N.I. – 1510

Género Diploceras Hyatti Diploceras ciatatu, Deluc.

Rev. Cienc. Lima. Año 41, Nº428, pp. 161-162 pl. 1. Je. . Bib. Central U.N.I. – 1511.

1939 Esquema Geológico de los Alrededores de Limas.

Mus. Hist. Nat.” Javier Prado”. Año III, Nº 10, pp.3-17, 2 fig., 2 maps.- Lima. . Bib. Central U.N.I. – 1512

1940 Familia Douvilliceratidae Spath. Bol. Min. Ind. Constr. Esc. Nac. Ings. Ser. . Bib.

Central U.N.I. – 1513

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Semblanza elaborada por Carlos Lisson Pulido para el libro Semblanzas de una Estirpe Limeña, la familia de Don Carlos Lisson Beingolea - Caracas Venezuela - 2008

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