Carpe diem

1
“Carpe Diem” Cierta vez me desperté en un lugar distinto a todos los demás. Su aura era la vida, pero algo me decía que el tiempo la había marchitado, al igual que la escarcha deja sin fuerzas a una flor. Estaba en lo cierto, pero al principio no creía que algo tan grande y al mismo tiempo tan pequeño pudiese ser dominado por todos vosotros...los seres humanos. DÍA 1 Al caer la 1ª hoja: Es mi primer día en este lugar tan misterioso. Veo multitud de seres, todos creados a partir del mismo molde. Parecen simpáticos. Al aullar del lobo: No sé por qué, pero de repente no hay luz, bueno, sí. Es un minúsculo puntito, parece el último aliento del astro rey. Camino por caminos oscuros, en busca de nuevos secretos, os preguntaréis por qué tanta curiosidad. Pues os contestaré que es el sentimiento que me recorre desde que contemplé su rostro. Puede parecer absurdo, pero el planeta rebosa de vida, al menos eso creo... DÍA 2 Al morir la 1ª flor...: Mis instintos me empiezan a fallar. Creía que la vida lo cubría todo, pero veo que los seres simpáticos ya no lo son, a partir de ahora los llamaré “Raros”. Parece no gustarles su mundo, lo rechazan como si fuera otro el que pisaran... Al arrastrar el viento humo negro: Cada vez me sorprendo más. Me encontré con un “Raro” que practicaba una rara danza alrededor de otro ser de cuatro patas. Sostenía una especie de rama afilada...luego el suelo se tiñó de rojo. Me acerqué al ser malherido al irse el autor de la “danza roja”. Su sonido me alteró los sensores auditivos. Emitía un chillido y su cuerpo temblaba. Al mirarme sus ojos, me di cuenta de que estaba sufriendo. “Lo siento”, pensé. Me fui, el chillido se extinguió. Y yo deseaba marcharme de este mundo, permanecer aquí sólo me transmitía dolor. ACTUALIDAD Al llorar de un niño hambriento: No sé que pensar, no sé nada. Si mi llegada aquí fue de agrado, mi ida es de lástima. Los “Raros” están consiguiendo terminar con lo que desde fuera parece inagotable y ellos creen interminable. ¿No se darán de cuenta de que están sobre un minúsculo punto, pero aún así único? ¿Qué cada hoja que cae es proporcional a las vidas que destruyen? Seguro que estas preguntas las resolverán cuando en verdad caiga la última hoja o cuando ese punto sea como otro cualquiera de ahí fuera. Yo sólo digo una cosa, si tengo que opinar sobre lo que vi en 2 días, sólo digo que “el ser humano es como un pájaro sin alas”, no avanzan, sólo ven su final, en lugar de ver el fin del suelo que pisan, del aire que respiran. Mis últimas palabras son: CARPE DIEM (porque ahora sí que llegó el final, lo dictasteis vosotros, tuvisteis tiempo de rehacerlo, pero no lo hicisteis. Buena suerte).

description

relato de kira

Transcript of Carpe diem

“Carpe Diem”

Cierta vez me desperté en un lugar distinto a todos los demás. Su aura era la vida, pero algo me decía que el tiempo la había marchitado, al igual que la escarcha deja sin fuerzas a una flor. Estaba en lo cierto, pero al principio no creía que algo tan grande y al mismo tiempo tan pequeño pudiese ser dominado por todos vosotros...los seres humanos.

DÍA 1

Al caer la 1ª hoja: Es mi primer día en este lugar tan misterioso. Veo multitud de seres, todos creados a partir del mismo molde. Parecen simpáticos.

Al aullar del lobo: No sé por qué, pero de repente no hay luz, bueno, sí. Es un minúsculo puntito, parece el último aliento del astro rey. Camino por caminos oscuros, en busca de nuevos secretos, os preguntaréis por qué tanta curiosidad. Pues os contestaré que es el sentimiento que me recorre desde que contemplé su rostro. Puede parecer absurdo, pero el planeta rebosa de vida, al menos eso creo...

DÍA 2

Al morir la 1ª flor...: Mis instintos me empiezan a fallar. Creía que la vida lo cubría todo, pero veo que los seres simpáticos ya no lo son, a partir de ahora los llamaré “Raros”. Parece no gustarles su mundo, lo rechazan como si fuera otro el que pisaran... Al arrastrar el viento humo negro: Cada vez me sorprendo más. Me encontré con un “Raro” que practicaba una rara danza alrededor de otro ser de cuatro patas. Sostenía una especie de rama afilada...luego el suelo se tiñó de rojo. Me acerqué al ser malherido al irse el autor de la “danza roja”. Su sonido me alteró los sensores auditivos. Emitía un chillido y su cuerpo temblaba. Al mirarme sus ojos, me di cuenta de que estaba sufriendo. “Lo siento”, pensé. Me fui, el chillido se extinguió. Y yo deseaba marcharme de este mundo, permanecer aquí sólo me transmitía dolor.

ACTUALIDAD

Al llorar de un niño hambriento: No sé que pensar, no sé nada. Si mi llegada aquí fue de agrado, mi ida es de lástima. Los “Raros” están consiguiendo terminar con lo que desde fuera parece inagotable y ellos creen interminable. ¿No se darán de cuenta de que están sobre un minúsculo punto, pero aún así único? ¿Qué cada hoja que cae es proporcional a las vidas que destruyen? Seguro que estas preguntas las resolverán cuando en verdad caiga la última hoja o cuando ese punto sea como otro cualquiera de ahí fuera. Yo sólo digo una cosa, si tengo que opinar sobre lo que vi en 2 días, sólo digo que “el ser humano es como un pájaro sin alas”, no avanzan, sólo ven su final, en lugar de ver el fin del suelo que pisan, del aire que respiran. Mis últimas palabras son: CARPE DIEM (porque ahora sí que llegó el final, lo dictasteis vosotros, tuvisteis tiempo de rehacerlo, pero no lo hicisteis. Buena suerte).