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Las alucinaciones en la psicosis. Estructura y operacin

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Dictado por

Andrea Perdoni

Clase 6EL PROBLEMA DE LA ENUNCIACIN EN LA ALUCINACIN VERBAL*.

En este encuentro trabajaremos brevemente el caso Marrana en la axiomtica del escrito "De una cuestin preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis", para cerrar algunas ideas que se desprenden de estas coordenadas tericas y concluir nuestros encuentros en la prxima clase..

El punto de partida de Lacan en este texto es el cuestionamiento de la teora clsica de la alucinacin. Para poder arribar a su cuestionamiento definiremos las teoras trabajadas hasta aqu situando sus trminos y las relaciones constantes entre los mismos, siempre que se abord la alucinacin a partir del sujeto cartesiano. El esquema que podra hacerse de la teora que define a la alucinacin como "percepcin sin objeto", es el siguiente: REALIDAD PERCEPTUM PERCIPIENS SUJETO

(OBJETIVA) (UNVOCO) (UNIFICADO)

Pidiendo razn al percipiens de ese perceptum sin objeto, se salta un tiempo: "el de interrogarse si el perceptum deja un sentido unvoco al percipiens aqu conminado a explicarlo".

Lacan entonces interrogar al perceptum, que en la alucinacin que nos ocupa es la voz, si es que puede llamarse objeto de la alucinacin. Dando este paso diferenciar: or el sonido, de or el sentido, que conlleva la estructura de la cadena significante en sus dos ejes: la sobredeterminacin y la suspensin en juego a cada instante en el acto de or.

Desprende entonces la estructura en la que el percipiens tiene lugar: el perceptum tiene estructura de lenguaje. En este sentido en la medida en que "el sensorium es indiferente en la produccin de una cadena significante":- no se trata de alucinacin auditiva, sino de alucinacin verbal, y respecto de toda cadena significante:

ella se impone al sujeto en su dimensin de voz, toma como tal una realidad proporcional al tiempo que implica su atribucin subjetiva, su estructura propia en tanto significante es determinante en esta atribucin, que por regla, es distributiva, es decir a muchas voces; lo que plantea como tal al percipiens, pretendidamente unificante como equvoco.Lacan dir que estos tres enunciados son ilustrados por el ejemplo de su presentacin de enfermos del ao 1955-56, "Marrana".Retomemos el caso entonces en estas nuevas coordenadas que dejan de lado, la proyeccin - Marrana como la retorsin de un cochino - y el sentido relativo a su fragmentacin corporal, que trabajamos en la lectura del Seminario 3.Como hemos dicho la paciente escucha "Marrana", que es palabra y voz, habiendo dicho instantes antes "yo vengo de la fiambrera". Interrogaremos el caso en funcin del problema que plantea la atribucin, en los ejes de un segundo problema: el de la relacin del sujeto del enunciado con la enunciacin.

Lacan ordena el caso en tiempos lgicos: 1 Tiempo: "yo vengo del fiambrero" frase en la que est ausente el sujeto de la enunciacin (no as el del enunciado), lo que implica la vacilacin del Yo (Je), es decir, la perplejidad en cuanto a quin habla, quin es el Yo que enuncia la frase, que lleva esa marca discursiva en su enunciado. Una pausa, 2 Tiempo: "Marrana". Rechazado de la cadena que lo precede, "se hace or en el lugar del objeto indecible": la injuria dice lo indecible, estabilizando el Yo (Je) de la frase, es decir, localizando al sujeto de la enunciacin ausente. "Yo vengo del fiambrero", la paciente no sabe a quin atriburselo, Marrana", es en nombre de quien ella habl. La distribucin se opera, pero en una frase interrumpida subjetivamente(no gramaticalmente como en el caso del Presidente Schreber).

1 Pregunta: por qu Marrana es el trmino rechazado, y no vengo del fiambrero? como sera en las frases de Schreber.

2 Pregunta: cmo se enlaza el Yo (Je) al sujeto que habla? ya que, en un primer tiempo el embrague est suspendido. Desde estas dos preguntas podemos establecer algunas conclusiones: El shifter no la posiciona en la cadena. Diciendo "yo vengo del fiambrero", no puede decir a quin de los copresentes o del ausente apuntaba la frase. Entonces, desde el significante no se puede decidir la atribucin, por regla distributiva, a muchas voces. Siendo toda cadena polifnica, lo que quiere decir que implica distintas subjetividades en juego, queda el percipiens como equvoco y no como unvoco.

La polifona es clara en el ejemplo de la cita: -digo, Juana deca "yo voy al cine".

Hay dos subjetividades en juego en primera persona en el enunciado, y sin embargo no hay vacilacin respecto de la distribucin; aunque haya dos shifters como marcas de la primera persona del singular, no hay dudas respecto de quien enuncia la cita y quien dijo la frase enunciada - cul es el sujeto del enunciado y cul el de la enunciacin -. Llamativamente el shifter es el trmino inequvoco por excelencia en lingstica. Pero aqu, en el caso s hay vacilacin y respecto del propio enunciado del sujeto.

Qu enlaza al Yo (Je) con el sujeto hablante?

Por qu Marrana, el trmino que aqu opera el enlace, es el trmino rechazado?.

El sujeto carga con el enunciado como Yo (Je) desde Marrana: Quin dice "Yo vengo del fiambrero? : "Yo, la Marrana", es el punto de enunciacin, desde donde es dicha la cadena. Marrana, escuchado, voz, cargado de invectiva; nombra lo que no tiene nombre y opera una fijacin. Puede atribuirse la frase a partir del punto de enunciacin y este punto de enunciacin es el trmino rechazado de la frase que restituye la cadena al sujeto. Es un significante que, aislado, desde afuera, captura en tanto nombre en el lugar del objeto indecible. La posicin en la enunciacin est ligada a lo indecible y al significante. Lacan dice: "no puede seguir la intencin del sujeto sin desprenderse de ella". Marrana es la referencia de la cadena "Yo vengo del fiambrero". Nombra lo indecible; pero es escuchado, voz en el Otro. Lo indecible es lo que hace este trmino inintegrable: el ser de goce - lo que hay de objeto en el sujeto -.

En la psicosis, en el lugar del vaco, se escucha, habla, y apunta al sujeto una enunciacin inasumible como tal, pero sin la cual lo dicho no puede ser asumido. Lic. Andrea.D.Perdoni

Clase dada en el Post-grado "El problema de la Enunciacin en Psicoanlisis". 1994.

Tomando como referencia la clase en que se trabajaron los callejones sin salida del problema de la alucinacin.

Percipiens y perceptum, son trminos tomados de la escolstica -filosofa que procede del vocablo scholasticus, el que ensea en la escuela. Suele situarse como continuacin de la patrstica no slo desde el punto de vista religioso sino an por la tradicin filosfica heredada de los griegos, razn a la que se une la verdad religiosa, particularmente la catlica. Escolstica, connota as particularmente nuestra herencia cultural. En este marco percipiens equivale a quien percibe, y perceptum al objeto a percibir

cosa tan curiosa como decir que la psicosis es la normalidad.

Cabe sealar que este prejuicio lingstico ser claramente puesto en tela de juicio y refutado por Ducrot, a quien debemos en lingstica la teora de la polifona de toda cadena discursiva. El decir y lo dicho.