I CIENCIAS

CONDICIONES PSICOPATOLOGICAS PROPIAS

DEL CONGLOMERADO COSTARRICENSE

Dr. Alfredo Alfara Sotelo, Ex Director Opto. de Salud Mentaldel Ministerio de Salud

En este trabajo comentaré peculiaridades psicopatológicas y psicosomá­ticas de la ciudadanía costarricense. He puesto énfasis en que es el medio cul­tural y no una condición biológica, racial, la responsable de nuestras virtudes yde nuestros defectos; al darle preponderancia a la influencia del núcleo social,comprendemos la importancia de los programas de Higiene Mental puesto queésta busca primordialmente a rodear al niño y al adolescente de un medio am­biental adecuado para que su personalidad vaya desarrollándose libre de pre­juicios, inseguridades, temores y fricciones interpersonales.

Ahora sabemos que, aún más de lo que sucede con la salud física, lasperturbaciones de la salud mental del ser humano están fuertemente influencia­das por el medio cultural en que él se ha desarrollado y vive. Recordemos quela personalidad se moldea desde tierna infancia, como respuesta intrínseca dela mente a las relaciones que, sobre todo el niño y también algo el adolescente,haya tenido con otros seres humanos. El efecto del hogar, de la escuela y de lacomunidad que opera durante los años iniciales de la vida, dejan en el individuohuellas intrapsíquicas que, o, bien conceden firmeza y solidez a la personalidaden formación, o la lesionan en mayor o menor grado. No nacemos con prejuicios,temores e inseguridades; la causa mayor del desajuste de la personalidad, contodas las inhibiciones resultantes, se debe a la ausencia o merma de los alimen­tos pesicológicos que el niño y el joven necesitan.

Hace tan sólo un siglo se ignoraba casi todo lo relativo a la mente huma­na, se consideraba que la conciencia, la capacidad cognitiva y el poder de lavoluntad eran los que determinaban el comportamiento del individuo. Estamosen profunda deuda con S. freud porque él inició el estudio profundo de [os es­tratos inconscientes de nuestra psiquisj importantísimos fueron sus hallazgos deque la inconsciencia, enorme compartimiento de la mente, capta y registra desdetierna infancia, mucho antes de que el niño tenga "uso de razón" y que ella de­termina el comportamiento del ser. Debido a que Freud no pudo estudiar lapsicología de otras culturas lejanas a la suya, debido a que él puso muchoénfa­sis en los instintos biológicamente heredados (casi todos sexuales, según su cri·terioL él no concedió a la influencia del medio .cultural la importancia que real­mente tiene en la formación de la personalidad.

Escuelas psicoanalíticas posteriores, sobre todo la de Adler, la de KarenHomey, Eric Fromm y la de H. S. Sullivan han puesto énfasis notorio en las rela­ciones humanas que el niño tenga con sus semejantes, como factor determinanteen la formación de su personalidad y carácter. Como dichas escuelas enfatizan elefecto de las relaciones humanas del niño, se expandieron las esperanzas de po-

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der evitar los desajustes de la personalidad; rodear al nJnO y al adolescente demedios humanos adecuados, significa darle todas las posibilidades para que élvaya adquiriendo confianza y seguridad en sí mismo y poseyendo todos losatributos que adornan una personalidad equilibrada.

El medio cultural influye, pues, definitivamente para determinar los ras­gos de la personalidad, sean éstos normales o desequilibrados; debido a dichainfluencia ambiental, se van formando los patrones psicológicos regionalistas,que diferencian a los individuos de uno u otro país o región. Las discrepanciasentre los seres humanos en ese sentido son enormes, mucho más agudas de loque sucede con su estructura. Los estudios de Margaret Mead nos han ve­nido a mostrar cuán diferentemente sienten, piensan, se enferman y actúan seresde otras latitúdes lejanas de la nuestra. Karen Horney en su libro: "La Personali­dad Neurótica de Nuestro Tiempo", se refiere a los sentimientos y al comporta­miento de los iridividuos de ciertas culturas, como algunos indios de México,ciertos lugares del Sur de Italia ya la Antigua Grecia, en las cuales el pugnar porobtener más de lo indispensable es considerado como acto difamante; ello haceque el espíritu competitivo no exista en dichos medios y por ende, no exista tantarivalidad o que ésta, tan sólo incipiente, no produzca tanta inseguridad emocio­nal como sucede en nuestra cultura, en la cual el anhelo competitivo de superara los demás buscando prestigio, poder o apoyo humano, genera tanta angustiae inseguridad. No precisa que nos traslademos a las lejanas culturas como lasanalizadas por estas dos insignes investigadoras, para que constatemos la in­fluencia determinante del medio social en la forma como actuamos. La simpleobservación del comportamiento y los sentimientos de los ciudadanos que pue­blan el bloque occidental del globo terrestre nos permite conocer característicasespecíficas de los germanos, escandinavos, anglosajones y latinos, que los ha­cen diferir profundamente unos de los otros. Así por ejemplo, mientras que noso­tros tendemos a agruparnos alrededor de la persona enferma y de la familia do­liente, caso' de muerte, los pueblos sajones buscan exclusivamente la asistenciamédica del enfermo, menospreciando el apoyo afectivo y evitan remover recuer­dos del difunto, para no ahondar más la herida emocional. Podemos ver, inclu­sive, diferencias notorias en los ciudadanos que pueblan distintas zonas de unmismo país. En Costa Rica, por ejemplo, ha sido legendario que nuestros campe­sinos celebren la "Vela del angelito", con desplante de música, jolgorio y ahogo"de sufrrmiento, lo que contrasta visiblemente con la actitud aflictiva de los deu­dos del niño muerto, que sucede en los medios urbanos. Todas esas peculiarida­des constituyen la idiosincrasia de cada raza y de cada región.

En el estudio de esas características se interesan los sociólogos, los antro­pólogos y los que nos dedicamos al estudio de la mente¡ psicólogos y psiquia­tras. En cuanto al aspecto psicológico propiamente dicho, las diferencias regio­nalistas saltan más a la vista cuando hay desajustes de la personalidad, sobretodo si el desequilibrio es de tinte neurótico, puesto que es en estas perturbacio­nes que el medio ambiental negativo, influyó más para provocar la anomalía.Así vemos que el tipo neurótico clásico costarricense es temeroso e inseguro, tien­de a la blandura, a ia hipersensibilidad, incapacidad para hacerse valer y nece­

'sita de abundante apoyo humano, lo que lo incita inconscientemente a una mar-cada dósis "de irresponsabilidad y parasitismo; mientras que los neuróticos delresto·'de Centtoamérica son básicamente agresivos, sanguinarios y abiertamentevengativos. El neurótico norteamericano suele ser francamente hostil y discrimí­'noati.'l:o¡ :sin inhibiciones de blandura o sentimentalismo que lo frenen para ser.ap'la~tqnte y despectivo hacia seres que considere inferiores; sin embargo, aúnposeído· de UflO neurosis tan inhumana, conserva siempre un estricto sentido dere~.pc:msabilidad y. no tiende al parasitismo. En el tipo neurótico español vemosun marcado: afán de dominio sobre los demás, de conquista y de aventura; suele

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tener un superlativo deseo de autocontrol y de estar siempre en lo cierto (el típicocarácter baturro no es más que la consecuencia de rigideces neuróticas de estanaturaleza).

Entremos ahora a comentar más en detalle aspectos psicológicos y socio­lógicos de la ciudadanía costarricense. Debido a que nos hemos formado en nues­tro medio cultural, actuamos en forma específica, muy propia de nosotros mismos.Tenemos rasgos que nos hacen sentirnos orgullosos; de algunos de ellos debe­mos vanagloriarnos efectivamente, como son: el sentido de cooperación y el sen­timiento humano. De algunos otros nos ufanamos también, pero no significanfortaleza de espíritu, sino debilidad de la personalidad.

Nuestras fallas psicosociales más notorias son producto de una marcadadependencia que tenemos en el afecto, opinión y ayuda ajenas; están tan gene­ralizadas esas necesidades entre nosotros, que algunas podrían considerarsecomo inherentes al género humano; eso no es así, puesto que no existe en otrospaíses en forma tan marcada como en el nuestro. Un sencillo ejemplo, de entremiles confirma este aserto: para un estudiante anglosajón sería afrentoso so­licitar o dar ayuda a un compañero en un examen; un estudiante tico, por elcontrario, se sentiría profundamente lastimado y resentido si no es ayudado enesa clase de fraude. Esas diferencias de comportamiento no son producto de unconcepto biológico racial; se debe a que los medios culturales anglosajones y elnuestro, nos han forjado psicológicamente de manera distinta. Si el estudiantesajón del ejemplo dado fuera neurótico, su desajuste le produciría posiblementeactitudes abiertamente hostiles y despectivas; en tanto que en la desviación psi­cológica del tico del ejemplo, vemos una marcada necesidad de apoyarse y de­pender en los demás. Es nuestro medio cultural el que generó tales dependen­cias; entre más equilibrada y normal se haya desarrollado la personalidad de untico, más autosuficiente se sentirá y menos necesitará de los otros; pero entremás neurótico sea, tendrá más posibilidades de depender (no confundir la auto­suficiencia, como condición normal, con la búsqueda marcada al aislamiento eindependencia compulsiva, que es una condición neurótica).

Como consecuencia de las dependencias de tinte neurótico a que me estoyrefiriendo, en Costa Rica tenemos comportamientos sociales, que si bien es ciertoexisten también en otros países, no son ahí en grado tan marcado como en elnuestro. A continuación comento algunas de esas actitudes:

l.-La mayoría de nuestra ciudadanía tiene una marcada tendencia a lapublicidad social. Los ticos involucrados en este problema emocional ansían fer·vorosamente el elogio, la admiración y buscan a impresionar por una u otracualidad o condición, existente o inexistente. El deseo nuestro de "no queremosquedar atrás" es producto de esta debilidad psicológica, mediante la cual ac­tuamos como niños o adolescentes, muy interesados en "llamar la atención" .Claro que este rasgo hace que el tico sea una persona de trato agradable y sim­pático; pero produce muchos sufrimientos emocionales, por la envidia hacia loscompetidores que genera un desenfreno de esta naturale·za. Además de esa clasede dolor intrapsíquico, hay muchas otras calamidades que se derivan de ello:los afectados por este "furor socia 1", que se mantiene insaciable mientras seaneurótico, adquieren usualmente compromisos económicos más allá de su capa­cidad, se dedican casi exclusivamente a adquirir cosas y ejecutar actos que lesden renombre social y siempre se descuidan del fortalecimiento de su persona­lidad.

2.-,Es muy notorio en la ciudadanía costarricense la necesidad de reci­bir abundantes demostraciones afectivas. Buscando ese afecto, el tico suele sercariñoso y hasta adivina las necesidades del prójimo, generalmente acude a ellas,en espera de la retribución afectiva. Este simple hecho no iría en mengua de

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nuestra ciudadanía, si no provocara los resentimientos frecuentes que se gene­ran y el empleo ilógico de dinero, tiempo y comodidades que se gastan con talfin; con esas actitudes no fortalecemos nuestra personalidad, sino que la man­tenemos débil y muy dependiente.

-Las rimbombantes "fiestas de los 15 años" y otras parecidas, en lascuales no hay base de mérito alguno para hacer tanto desplante de dinero ydesperdicio de energías, tienen su origen en esta debilidad psicológica nuestra,en la cual participa también el anhelo de publicidad social.

-Triste es confesar que nuestra costumbre de duelos que se extienden enforma cole'ctiva, tiene su origen en estas mismas fallas emocionales. No es siem­pre un sentimiento humano normal, lo que nos incita a involucrarnos en estosactos dolorosos, sino que frecuentemente estamos movidos a ello por esas depen­dencias afectivas en las cuales hay egoísmo y deseo absorbente de la familia enduelo; prueba de ello es la satisfacción que experimentan los deudos al ver aotras personas sufrir, o aparentar sufrimiento por su causa; prueba de ello sontambién los resentimientos que se suscitan hacia las personas que no han cum­plido.

-La desesperación y tristeza exageradas que sienten nuestras mucha­chas al no tener novio y el pavor a que "las deje el tren", tienen su origen enesta misma clase de endebles de la personalidad; ahí vemos claramente que elsufrimiento de ellas se debe a: sentirse muy desgraciadas de que nadie las haquerido, la pena ante la opinión ajena por tal supuesto delito y la incapacidademocional que sienten ellas mismas para hacerle frente a la vida por sí solas.

3.-Es legendario que el tico es una persona sentimental, emotiva; ellohace que tengamos actitudes de adolescente, en las cuales sentimos en formamuy subjetiva y no ecuánime tanto las tragedias como las alegrías. Si el senti­mentalismo es equilibrado, hay que interpretarlo como una rasgo humano, pro­ducto de la fortaleza emocional; pero si el sentimentalismo es superlativo, indicauna debílidad neurótica de la persona.

-"¿Por qué nos elevamos más de la cuenta en un momento de alegría?Porque nos sentimos débiles intrapsíquicamente y lo que nos produce la euforiatiene gran significativo para nosotros, porque está compensando nuestra propiainferioridad; lo vemos, por ejemplo en la muchacha adolescente, todavía inse­gura, que se emociona demasiado al llegar su novio.

¿Por qué sufrimos más de la cuenta ante el dolor ajeno y dicho sufri­miento superlativo nos "ataranta" y hasta nos inhibe para prestar ayuda? Seráporque somos muy humanos? Lamentablemente no es por eso, sino porque, de­bido a fallas que hubo en nuestra niñez, formamos nuestra personalidad comocogidos de una "telaraña", con esas dependencias en los demás. Ello hace quefácilmente nos identifiquemos con el sufrimiento ajeno, lo hagamos casi propioy como nosotros mismos somos débiles, no podemos soportar el dolor.

El sentimentalismo patológico nuestro produce muchas calamidades, den­tro de las cuales las más importantes son:

al Una tendencia sobreprotectora dañina que presentan muchas de nues­tras madres, quienes no conceden a sus hijos la independencia que ellosnecesitan para ir formando adecuadamente su personalidad; debido adicha falla yola necesidad que tiene el hijo de seguir siendo protegidomás allá de la cuenta, es que vemos con tanta frecuencia en nuestro me­dio a personas adultas incapaces de separarse de su hogar; y que sicontraen matrimonio continúan en convivencia o proximidad de los pa­dres, de manera que el "cordón umbilical emocional", nunca se"rompe.

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bl El sentimentalismo es la falla psicológica que con mayor frecuencia man­tiene 10 convivencia, siempre nefasta, de parientes políticos dentro de loshogares.

el Esta misma debilidad emocional es la que incapacita a muchos ticos parasentir y defender sus derechos, para saber decir no, para aplicar sancio­nes, tomar decisiones, aprovechar buenas oportunidades, etc. etc.

4.-0tro rasgo social producto de las dependencias que estoy comentan-do, es la frecuente incapacidad del costarricense, para valerse por sí solo. Ello estan notorio en nuestro medio, que es necesidad cultural en Costa Rica el apadri­narse con alguien, ampararse a una buena sombra, tener parientes o amigos deimportancia. Está tan generalizado ese vicio social, que creemos que si no nosapoyamos en alguien, no logramos nada. La experiencia demuestra sin embargoque eso no es siempre así (y nunca lo debería ser); algunos pocos ticos han po­dido surgir casi sin ayuda y muy en demérito nuestro, tenemos que confesarque casi todos los extranjeros que se enraizan en nuestro país y que, lógicamen­te, tienen menos padrinos que nosotros, salen avante (al menos en dinero) sinnecesidad de muchos compadrazgos.

5.-A pesar de que los ticos aparentemente vivimos en un ambiente depaz y de armonía en el cual guardamos muchas composturas, triste es confesarque esa fraternidad es, en muchos casos, tan sólo ficticia. Lógico es pensar queen un conglomerado social en el cual dependemos tanto los unos de los otros,nos cuidemos de las apariencias y ocultemos los resentimientos, malquerenciasy envidias; la misma dependencia en los demás, nos inhibe frecuentemente paraexpresar nuestro descontento; eflo hace que esas debilidades nuestras nos haganser hipócritas. lSobemos que el tico es hipersensible al desprecio, a .Ia indiferen­cia, a la crítica y que tiende frecuentemente a sentirse desplazado; todas esasfragilidades emocionales son producto de las debilidades psicológicas que estaycomentado. Además del dolor emocional que producen estas fallas de. persona­lidad, ellas lesionan grandemente el rendimiento laboral de nuestra ciudadanía;es muy frecuente ver, por ejemplo, entre nosotros, em pleados eficientes, que norinden en su trabajo, ya veces lo abandonan, simplemente por temor a la "caraamarga" del jefe. Como corolario de lo que he comentado en este punto de­bemos manifestar que las relaciones humanas nuestras no son profundamentearmoniosas.

A continuación comentaré algunos casos psicosomáticos muy propiosde nuestro cong lomerado.

Recordemos que los quebrantos de la salud mental no se circunscribensól.o a anomalías psíquicas, sino que suelen afectar también la fisiología V, aveces la anatomía de nuestros sistemas orgánicos. Los avances de la medicinapsicosomátka nos han hecho ver la incidencia enorme de esas perturbacionesfísicas de orden psíquico; ahora comprendemos cómo la angustia que generauna persona cuando está en conflicto emocional, puede afectar el funcionamientoy aún el te¡ido de los órganos; sabemos que no hay misterio en esas alteracio­nes psicofisiológicas; la ciencia nos ha enseñado con precisión las vías ana­tómicas por las cuales corre el influjo ansioso y la forma cómo éste produce eldesequilibrio en el organismo. Lo mismo que sucede con rasgos psíquicos pecu­liares a la personalidad promedio del tico, tenemos también condiciones psico­somáticas muy propias nuestras. Debido también a la influencia del medio cul­tural, encontramos diferencias en ese sentido entre nuestro campesinado y nues­tra población urbana. En los ciudadanos de ambos medios sociales existencuadros dínicos, aparentemente médicos, que no son más que la proyección enel organismo de la angustia generada por conflictos psíquicos, los cuales tienenraíces en los prejuicios específicos de los ciudadanos de ambas culturas. Es índu-

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dable que una persona, sea de' un medio urbano o rural¡' que goce de buenasalud mental, no tenga prejuicios, ni conflictos psíquicos generadores de angus­tia¡ ni presente cuadro psicosomático alguno. Equilibrio emocional significa nosolamente tener confianza y seguridad en sí mismo, en sus capacidades, sinoque significa también tener confianza en su salud, con las limitaciones que lasenfermedades y la edad avanzada le imponen. Cuando el equilibrio emocionalfalla¡ por el contrario, la persona se siente insegura, no sólo en su desenvolvi­miento psicosocial y laboral, sino también en su salud. En las zonas ruralesnuestras tenemos cuadros psicosomáticos como el siguiente:

l. "Pasmo" llaman en el campo a ciertas manifestaciones digestivas(vómitos, diarreas, dolores abdominales) que son 'producidas, según nuestroscampesinos, por el enfriamiento del cuerpo y sobre todo de los pies. Según laleyenda campe'sina, el enfriamiento mencionado da origen al cuadro clínico,e/ cual se mantiene a veces por largo tiempo, tanto como el individuo no lograrecobrar "su calor". El tratamiento básico que ellos emplean es el caJentamientointerno y externo por medio de la manzanilla ingerible, aplicada en el abdomeny envolturas calientes en los pies. El temor al "pasmo" hace que nuestros cam­pesinos eviten el agua en sinnúmero de circunstancias, lo que contribuye a laausencia de hábitos higiénicos. Nuestros campesinos suelen ser muy valientesy decididos para enfrentarse a peligros físicos, como trabajos duros y crueles ymanejo de animales peligrosos; pero algunos de ellos, son cobardes y temerosospara el agua debido, en parte, a la creencia que ese líquido les perjudica, sobretedo si está frío. El miedo al agua helada hace que eJlosla tomen" templada"y que ingieran sólo líquidos que ellos creen que no les enfrían el cuerpo comola linaza y otras aguas de cereales. Si recordamos cómo en otros medioscul­tura les las gentes disfrutan a I ingerir bebidas "bien frías", nos damos cuentade que, si al campesino nuestro le perjudica tomar líquidos fríos¡ el mojarse lospies o el cuerpo es exclusivamente por acción psicológica; en otras palabras,el que ellos ejecuten algo que consideren lesivo para su salud fes da conflictoemocional, como consecuencia del cual producen angustia que, en este caso 'Secanaliza hacia el tubo digestivo, dando lugar a la sintomatología clínica del"pasmo". .

2. "Estar mal del hígado". El hígado es un órgano importante paranuestra fisiología digestiva, metabólica y otras. Pero las funciones del hígadoy sus enfeTmedades son muy diferentes a lo que piensa y cree nuestra gente.Erróneamente a dicho órgano se le atribuye la estabilidad o la a.lteración delcarácter, y el sentimiento de. bienestar o infelicidad de la persona; no sólo elvulgo emplea frases como "punzarse el hígado", sino que algunas casas ¡pro­ductoras de medicamentos hacen propaganda sobre esa falsedad. La verdades que casi todos esos cuadros clínicos que se manifiestan en forma de dispepsias,dolores 'epigástricos, vómitos, son manifestaciones psicosomáticas debido a lascuales puede haber únicamente trastornos digestivos funcionales, o producirsepatología orgánica como las úlceras pépticas y 'las colitis. Es indudable que lapersona que sufra de esos disturbios, sufre de conflictos emocionales, a conse­cuencia de fos cuales presenta anomalías en el carácter.

3. El llamado "dolor de cerebro" es otra dolencia muy corriente en nues­tras gentes y es producto, en la gran mayoría de los casos, por perturbacionespsicológicas. Dicho dolor se localiza en la región de la nuca, a veces conirra­diación hacia la frente y hacia la espalda. Cuando un examen neurológico hu­biese descartado la posibilidad de que existiera una tumoración intracraneana(circunstancia afortunadamente poco frecuente) debemos pensar que se trata deuna manifestación psicosomáticaen la cual lbs conflictos emocionales de la persona producen tensión dolorosa en los músculos occipitales y otros teiidos blan­dos del cráneo.

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4. Temores a comer frutas en horas de la tarde y noche. Estas son inhi­biciones impuestas por el medio cultural costarricense, las cuales están tan in­crustradas en la mente de a'lgunas personas quienes, si se atrevieran a hacerese "desarreglo", la fruta les caería mal. No es la fruta en sí, indudablementela que produce el daño, sino que es la idea de haber hecho algo perjudicial parala salud. Si dichas personas, que generalmente son demasiado preocupadas porsu salud, comen la fruta en la tarde o en la noche, el temor de que les ocurraalgo los hace entrar en conflicto emocional y la angustia resultante les producelas molestias digestivas, lo que viene a demostrarles que efectivamente dichosalimentos deberían ser ingeridos únicamente en horas de la mañana.

5. El supuesto efecto de los "chiflones", a los que temen bastante algu­nas de nuestras gentes es parecido a lo que nuestros campesinos llaman "vientoencajado"; son dolores musculares que aparecen bruscamente poco después deque la persona ha sido expuesta a una fuerte corriente de aire. Con excepción dealgunos pocos casos en que un verdadero resfrío puede producirse debido a talexposi'Ción, en la gran mayoría de las veces dichos dolores son de origen psico­somático y se deben a que 'la angustia producida inconscientemente en la mentede la persona da lugar a una contracción dolorosa.

He querido comentar en este trabajo dos hechos llamativos:

1) La inseguridad emocional de nuestra ciudadanía es notoriamente másfrecuente de 'lo que se cree.

2) Infinidad de condiciones aparentemente de la incubencia de la medicinageneral y propias de nuestro medio, no son más que una alteración fí­sica, como consecuencia de perturbaciones psicológicas del individuo.

Como corolario se desprende que la intensificación de los Programas deHigiene Mental vendrían a disminuir, no solamente el desarrollo de neurosis, psi­cosis y sociopatías abiertas, sino que contribuirían grandemente a dar mayorestabilidad emocional a nuestra ciudadanía y por ende, mayor seguridad eco­nómica; ello produciría también un mayor aprovechamiento del tiempo, con loque lograríamos mejorar nuestro desarrollo integral. Lograríamos también unamayor auto afirmación en nuestras personalidades, una menor sensibilidad enellas y un mejoramiento visible en las relaciones humanas.

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