Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación...

60
Capítulo IV Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de propie- dad y permanencia de estructura.s y aprovechamientos

Transcript of Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación...

Page 1: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

Capítulo IV

Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

y aprovechamientos

Page 2: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s
Page 3: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

La fecha de 1910 marca la entrada en el siglo XX, y hay

una tendencia inevitable a asociarlo con desarrollo industrial,

expansión económica y, en términos generales, con progreso a

todos los niveles. Es cierto, sobre todo a partir de la Restaúra-

ción, que, como dice Tuñón de Lara, «EI desarrollo de las

fuerzas de producción, la industrialización y las inversiones...

seguían un proceso irreversible» (1). Pero este desarrollo indus-

trial no puede hacernos olvidar aquéllo que todavía era la baseeconómica de nŭestro país: la agricultura. España al atravesar elumbral del siglo XX continuaba siendo un país fundamental-mente campesino.

Así pues, a pesar de los verdadgros avances efectuados en la

actividad induscrial y mercantiP, a pesar del desarrollo de la

industria textil catalana, a pesar del fuerte impulso que recibió

la industria siderúrgica vasca, a pesar del tendido ferroviario, apesar de la expansión de las so ĉiedades de crédiio e implanta-ción de la banca, ..., a pesar, repetimos, de todos estos avai^ces

tan prolijamente descritos en los manuales de historia econó-

mica, y que pueden llegar a ofrecer una imagen equivocada del

país, debe quedaz bien claro que España continúa siendo unpaís agrario.

Algunos valores sobre su población activa agraria y sobre

población rural confirman esta idea. Según Tuñón de Lara, en

1887, de 6.764.406 activos que había en nuestro paí ŝ , «casicinco millones trabajaban en la agricultura, ganadería e indus-

trias derivadas, y sólo 243.867 (de entre ellos 45.754 mujeres)

trabajaban en la industria manufacrurera, minera y derivados,

(i) Tuñón de Lara, M.: La E.rpaña del.riglo XIX. Laia Barcelona, 1974, 43$págs., en pág. 262.

22y

Page 4: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

^e los cuales 100.000 en la textil» (2). De acuerdo con Martí-

nez Cuadrado, la importancia del sector primario, desde 1860 a

1910, se había anclado en torno a los dos tercios de la pobla-

ción activa total, sin que experimentase modificaciones sustan-

ciales en ese medio siglo (3). Asimismo, el predominio de la

población rural sobre la urbana, exponente del predominio de

la actividad agraria sobre la induscrial-comercial, sigue siendo

manifiesto. Según Nada1ŭ en 1900, el 50,8 por 100 de la

población española vivía en núcléos de población de menos de

5.000 habitantes, y sólo el 8,9 por 100 lo hacían en ciudades de

más de 100.000 habitantes (4). Podría seguirse aportando nue-

vas cifras, que evidencien el predominio del sector agrario al

doblar el sigló XX, pero consideramos que los valores citados

son suficiente para confirmar que España es todavía un país de

campesinos.Pero no se trata de una España campesina a secas, si no que

conlleva una serie de connotaciones negativas. Estas, connota-

ciones negativas, al menos por lo que a la Baja Andalu ĉía se

refiere, pueden ser resumidas en los siguientes términos, vincu-

lados entre sí: mantenimiento de anquilosadas estrucruras agra-

rias ŝeredadas del Antiguo Régimen y afianzadas a lo largó del

siglo XIX; pervivencias de formas de explotación extensivas y

tradicionales, que no han sabido responder al estímulo del

crecimíento demográfico, y hacen necesaria la importación de

cereales; producción totalmente aleatoria y muy dependiente de

las irregulares condiciones climáticas (5), con las subsiquientes

secuelas de hambre y crisis de subsistencia, y finalmente, la

respuesta del campesino, jornalero y bracero, a esta siruación•

(2) Ibidem, Pag. 265. •(3) Maztínez Cuadrado, M.: Lu burguetía contervadora (1874-1931). Alianza

EditoriaVAlfaguaza. Madrid, 1973, 583 páginas, en pág. 112.

(4).Nadal, J:; La población e.rpañola (tiglo.r XVI al XX). Ariel, Bazcelona.

1971, 239 páginas, en pág. 200.(5) Por ejemplo, los años de total sequía de 1904 y 1905, que hizo precisa la

importación de cerca de 900.000 toneladas de trigo, cuando lo que se veníaimportando anualmente era entre 100.000 y 200.000 toneladas. Mar[ínez Cua-

^irado, M., nh. cit., pág. 141

230

Page 5: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

la revuelta permanente, o, cuando menos, la permanente inten-

ción de la revuelta, que salta y se extiende por las causas más

diversas, pero muy especialmente asociadas al hambre y la

cazestía (6).Puede ser que a esta situación se haya llegado en pazte

-situación por la que el problema agrario se ha convertido en

el problema del Sur de España, en un problema de ordenpúblico, y en suma, en el «eterno problema agrario»- por lano consecución de una profunda reforma agraria, tras las

oportunidades más claras que se présentaron en el siglo XIX:

desamortización, disolución de los señoríos y Primera Repú-

blica. No qúeremos deŭir con esto que desamortización e ins-

tauración de la República en 1873, tuvieran como objetivo la

realización de una reforma agraria, pero sí fueron buenas opor-

tunidades paza que se hubiese llevado a efecto, especialmenteen la Baja Andalucía, donde, a partir de ahora, van a intensifi-

carse las revueltas campesinas. .

En el paso del siglo XIX al XX las posibles puertas de unareforma agraria burguesa parecen estar cerradas. Se ha llevado aefecto la desamortización de la mayor parte de los bieneseclesiás-ticos y concej iles, y se ha confirmado lapropiedad privada de la tie-rra, pero concentrada en pocas manos. Además, esta gran propiedad,

en especial la andaluza, pasó a constituir la base económica dela Restauración (7), ŭon lo cual no-cabía esperar cambios en laestructura de la propiedad agrazia a lo lazgo de este período.

En tal contexto hay que enmarcar el análisis que hacemos de

(6) Resulta obligadó hacer una menŭión a la obra de Díaz del Moral, Juan,Hi.rtoria de lat agitacione.r campe.rina.r andaluzat Alianza Editorial, Madrid, 1973;518 páginas. En esta obra se hace un análisis exhaustivo y motivado de los

movimientos de jornaleros de la provincia de Córdoba Las situaciones descritas

son perfectamente aplicables a toda la Andalucía latifundista. La obra de Díaz delMoral, apazce de su valor interno, ha tenido el de servir de pauta a posterioresinvesti^tciones sobre la reciente historia agraria andaluza. Entre las aportacionesmás recientes cabe destacar los trabajos de A. M. Bernal, en especial, La luchápor la tierra... op. cit., cap. XI.

(7) Citado por Lacombá, J. A., Introducción a!a Hi.rtoria Económica de laF.rpaña Cantemporánea. Guadiana. Madrid, 1969, 492 páginas, en pág. 123.

231.

Page 6: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

la situación de la propiedad de la tierra en Carmona, sobre la

base del Amillaramiento Refundido de 1910.

1. UTILIZACION Y PARCELACION DEL SUELO (8)

Insignif^cancia de los cambios en la distribución deaprovechamientos

El cuadro IV.1. nos da una visión global del uso del sueloa^rícola a comienzos de sigío. En él se ha recogido la extensiónsuperficial cubierta por cada uno de los aprovechamientos, asícomo su importancia proporcional y el valor representado porcáda una de las calidades del terreno (9).

Tras la observación de los v^lores que en el mismo secontienen,^dentro de una tónica general de ausencia de cambiosnotablés, consideramos quet los aspectos más dignos de destacarson los siguientes: En primer lugar, la conservación del balan ŭeentre tierras cultivadas y tierras no cultivadas. En segundo lu-gar, continúa el avance del qiivar, a costa de la reducción de lasuperficie dediŭada a los çereales; es ésté, sin duda alguna, elcambio más apreciable. Eñ tercei lugar no parece que se hayaproducido una intensificación de los cultivos, y permanece unregadío de subsistencia, heredado de atiteriores situaciones. Fi-nalmente, mereŭe tomar en, consideraçión la calificación atri-buida a las tierras, ya que más del 60 por 100 se consideran

(8) En los cuadros correspondientes a este capítulo y al siguiente, todos los

valores vienen dados en hectáreas, y no en fanegas, como hasta ahora se ha

venido haciendo. ĉon apterioridad advertimos que se había preferido conservaz

las medidas locales, a pesar de conocerse la éonversión fanegalazanzada al sistemamétrico decimal. En primer término porque tanto el Catastro del Marqués de

Ensenada como el Padrón de Riquezas de 1850, daban unas cifras totales muypor debajo de la extensión real del término. En segundo lugar, porque losestudios coetáneos suelen conservaz las medidas tradicionales. A comienzos del

siglo XX, la utilización del sistema decimal se ha impuesto de forma definitiva en

la contabilidad y eŝtadísticas oficiales, y parece más adecuado presentar aquí los

valores en hectáreas.

(9) Como puede apreciarse en el cuadro, la superficie catastrada, en 1910

--teniendo en cuenta que no ha sido censada la superficie no agaria- es

prácticamente la superficie real del término.

232

Page 7: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

^omo tierras de tercera calidad, y únicamente el 13 por 100son tierras censadas en la primera clase. Este aspecto no lodestacamos en cuanto que signifique una modificación intrín-seca, sino como exponente de posibles fraudes y ocultaciones.

Puede ocurrir que de una fecha a otra se modifiquen loscriterios de clasificación del terreno agrícola, e incluso que seadmitan distintas gradaciones -^omo ocurre en 1850 que sedistinguen hasta cinco calidades diferentes de tierra-. Tambiénpuede aceptarse que por agotamiento y degradación, a algunasparcelas les pueda ser rebajada su calificación, pero lo quedifícilmente púede ocurrir es que cambie sustancialmente lacalidad de las tierras cultivadas de todo un término municipalde 90.000 hectáreas de superficie.

No resulta fácil tomar como punto de comparación el Pa-drón de Contribuyentes de Riquezas de 1850, por cuanto queen él se distinguen cinco calidades de terreno. Pero aún así seobserva una prpgresiva degradación en la calificación de lastierras de 1755 a 1850, y de esta fecha a 1910.

Riera y Sanz, en 1881, cifra en 2.027 el número de hectáreas de terreno no

agrícola. Este autor da laz siguientes superficies:

Estadística oficial correspondiente al pasado año de 1881. He^tárear

Terreno no dedicado a la agricultura ................................ 2.027

Terreno de regadío ............................................:... 184

Terreno de pan Ilevar ..............:.............................. 49.697

Terreno de pastos ...' ................................,... ......... 8.026

Terreno pará cultivo de olivos ........... ............... .. 27.684

Terreno de viñedo ........................... ....... 80

Terreno poblado de pinos ... .............. . ._ 236

Terreno monte alto............ ....... . . . ........... . . 678

Terreno monce bai,^ ..................................... 3.836

92.448

Riera y Sanz, P, Diccionario geográft'co, eltadíJtico, hi.ctórico, biográfico, po.rtal, muni-

cipal, militar, marítimo y ecle.riáctico de Erpaña y tu.r pote.rronet de Ultramar. Imp. dei

Herd. de don Pedro Riera. Barcelona, 1882, 12 volúmenes; voz «Carmona», envolumen III, págs. 439-442, pág. 441.

La Reseña Geogáfica de 1888 repite las mismaz cifras que da el Diccionazio

de Riera: Instituto Geográfico y Estadístico, Rereña Geográfica y E.rtadí.rtica de

E.rpaña. Imp. de la Dirección General del I.G. y E. Madrid, 1888, 116 páginas,

en págs. 250 y 421.

233

Page 8: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

..roro ooc^r o0rNa0a0 O G^O .C^ v^rN V'^NOON Ort1MN r^• ONG^K1rG^ 0^+10N C\`R ^

^O^GOv1 I G^N NG^ I r ^pN V' efl r ^.. íC^ ef1 r OD

r0 NO v^ Vr

r Kl `S ^' ^ K1 NN ^'

en0 000 ^N^en`CO-•N K1NK11^

óóbCWVv^ -. r v^ 'nr V' ^ GO

V`

000000$00óóóóO O O O O O

O S O S O O O O O O O^

^d61

C^

E^ v N^--^ ^ V^ O

r O v^G^ V'N V^ O V•K1 G\ V^ .r

`P 7N rn

^J ^^

N v^V o000 I^a'O-rCT I G^O

^^C ŭ V' V^ N V' rf1 V^ V^ `Q `^ V• V`

C'.flQOOf100

^ íC^^O

^

ti`Q' V^hO

I ^^mr^ IMnr

ao •a r rN-^ r

Ñ'n^--^

^

.^_. MN ^

b^y

Ñ fi

3

r^Q' 00 r.rV'^ V^ N V^ rV' G^ r y^ .^-i

'

rN OD^--^I^ V',^ r r^1

^v1 ^ OD M

I^r

!^

V^ V'NN

Fai `^

N N V ^N M MNNN

V'^ G^OON00 v1Vr rr.r.r ^ M

`^v^ ^n^G^V' N r^Or^r V•C„^+ v^ C\ •-^ .C^ `O' O^ r ftl N N^p

r M V' V^ rf1 W V^ ^' ft1 N V' N Qri^ OrnNaO V' N`5... C\a0 `n •^pp ^-+r NNO^-' ^

r ry

^ ^ ^ .^^

0 ^1M

í^

'+1 .^1 O O--^ 00 M v^ 1^ G^ -^ v^ ^ ^^ v^..,0 G^...OOON r.--^op-. yr'n N O N v^ r G^ .--^ --^ M O^v1 QOD 00 V^ N 40 `V"S `T K1 lJ N V' N > tl

.-+ fV ^ ef1 0p r/1 r^ r V'^ N N`^v^ m v^ N K1 ^ ef1 O r O ^0 ^-• 00 ^1^

O^-+G^^ NOOV' -+^-•`O' •^ `

^ V 1 ^ N ^^ t^. ^7V #

^^

b

Ó ŭV

234

O j^ú ^

u é ^án ^ 7

^ ^ ^

^ o= ._ a oa, a o ^ ^v v q

L° ít0• -á > yi ^ W ^o ĉ c c^y

FFá00>^á.á^^0.

.--^ v^rap G\OONNN O r-•^f r wG^.^r OCO^T rv^0 v^G^ ^d^-^v.^o -rŝ ^^óv^rv

N N O^ r N N N O

O`S o000G^v^rrV' ^'G^^.nO EG^N ^+^--^ 00 N^ rrN ^^O y

ó V'^Ó Ñ ef1Ó ƒ ^^`70DƒÓO^ eU0

C

ŝ

v^

i:

O T

4 C

c-avc

^Y^i

O

;; i° Q °_' ^ .=a

^a v ° ^a v o

ó .^ ^ ^ a^ ^ L

^^ a oo Es,óu v ^ ^ ^ < ev ^v

Y L4 ^ í^^á i'á L y 0^ C C Ñái L^y;^;..!C 7•^-^ O O C

F^Í-»aG00>xaa,^^ci,

Page 9: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

A1 cotejar el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1%SSy el Amillaramiento Refundido de 1910, se observa que lascalificaciones que recibe las tierras en una y otra fecha son muydiferentes:

Primera Segunda Tercera No contta Total

17551910

43,7812,91

30,5126,75

18,0960,34

?,62-

100 %100 %r,

Así pues, se dieron fraudes en las declaraciones de lospropietarios, y éstas se orientaron más que hacia la ocultaciónde superficies, a la subvaloración de los terrenos, término esteno tan fácil de comprobar a simple vista.

A) EI balance tierras cultivadas/tierras no cultivadas

La proporción de tierras cultivadas e incultas, ateniéndonostan sólo a los datos porcentuales del cuadro IV.1., se mantieneinalterada. De hecho, lo que aparece es un ligero incrementode la superficie no cultivada, pues de significar el 14,55 por100 en 1850, ha pasado a representar el 15,01 por 100 en1910. Coino ya explicábamos en el capítulo anterior, no consi-deramos que haya habido un avance efectivo de la tierra incultay reducción de la superficie cultivada, sino que el mejoramientode las técnicas de medición, ha tenido mayor incidencia en losterrenos incultos.

EI monte alto apenas si tiene importáncia, pues de 12.983hectáreas que hay sin cultivar, 12.688 se dedican a pastos ymonte bajo, con aprovechamiento ganadero. Como dice Riera ^Sanz, «criase ganado de distintas clase^, merced a los excelentespastos con que se cuenta y abunda la casa menor» (10).

La riqueza ganadera de Carmona, según el Amirallamiento de1910, aparece recogida en el cuadro IV:2.

A pesar de la apreciación de Riera y Sanz acerca de laexcelencia de los pastos, la cabaña ganadera de Carmona hadisminuido sensiblemente, por comparación a la que el cérmino

•:!.0! Riera ^ ^anz, P., op. rit., volumen I11, pág. 441.

73^.

Page 10: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

CUADRO I V-2

Riqueza ganadera de Carmona, en 1910

Machot Hembra.r Tota! U.G.Lrq.

imp.(')

Vacuno 1.646 383 2.029 1.623 32.619Porcino 355 277 632 126 9.090Ianar - 8.566 8.566 857 14.990Caprino - 565 565 57 1.695Caballar 8 440 448 448 7.392Asnal 116 6 122 98 1.067Mular - - 916 916 24.045

Total 13.278 4.125 65.786

(') En Deseas.Fuente: Amillazamienro Refundido de 1910 (Cazmona, A.M.).

Datos: en heccáreas.Elabotación: propia.

poseía a mediados del siglo XVIII (11). En aquellos momentosla cabaña ganadera era de 52.400 cabezas o 14.168 unidadesganaderas, y ahora esos valores se han reducido a 13.278 cabe-zas ó 4.125 unidades ganaderas., Uno de los factores que pueden haber incidido en el des-censo del número de cabezas de ganado, es la especiliazacióncomarcal, agrícola o ganadera, que se produce en la provinciade Sevilla -y también en el resto del país- en la segundamitad del siglo XIX. Esta especialización está en relación con eldesarrollo de u.na agricultura capitalista y, por tanto, comer-cial (12), y se ha hecho posible una vez que se han mejoradolas vías de comunicación y los medios de transporte. Comoconsecuencia, la Sierra Norte se orienta fundamentalmente ha-cia la producción ganadera, y la Campiña se dedica básicamentea la producción agrícola.

Pero de haberse producido de forma completa una especia-lización comarcal, no subsistirían, como subsisten en Carmona,

; L 1) Véase cuadro I I-2.

!,12) Bernal, A. M. et Drain, M., op. crt. pág. 21.

23C^

Page 11: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

13.000 hectáreas de tierra incultas. En realidad, la implantaciónde una nueva agricultura no se ha efectuado aún, sino queúnicamente nos encontramos en el tránsito hacia ella. Y mien-tras la falta de mecanización haga necesazia la utilización deanimales en la explotación agraria, se hará preciso reservar partedel terrazgo a la alimentación de la ganadeiía.

B) Continúa el avance del olivar, a co.rta de la tierra de la8or

En cualquier caso, Carmona es eminentemente agrícola, y lasuperficie cultivada en este término cubre 73.500 hectáreas, loque en términos relativos supone el 85 por 100 del tetraigo.

Como ya nos es conocido por anteriores situacione ŭ -y en

una prueba más de la ausencia de cambios relevantes- apenas

existe diversificación cultural, pues prácticamente roda la super-

ficie se dedica a la producción de cereales, leguminosas y

aceite.

Las tierras de labor, incluyendo tánto las que se explotan alfercio como en rotación bienal, cubren una superficie de casi50.000 hectáreas (49.584 para ser exactos). Por su parte, elolivar se extiende por más de 23.500 hectáreas, aunque hayque tener en cuenta que de éstas, 2.600 son de olivar nuevo, ypor tanto, aún no producen fruto.

Ahora bien, dentro de esta constante, observamos la agudi-zación de una tendencia ya manifestada a mediados del XIX: elavance de la superficie olivarera. Como la proporción de terre-nos incultos permanece inalterada, y los ruedos, viñedo y huer-tas cubren una superficie insignificante, esta ampliación de lasuperficie olivarera tiene que haberse producido a costa de lareducción de la tierra de labor. Evaluado en términos porcen-tuales, mientras el olivar cubría el 22,5 por 100 del terrazgocarmonense en 1850, ahora en 1910, esta proporción se elevaĉasta el 27,25 por 100. Por el contrario, las tierras de laboreo,que suponían el 62,75 por 100, han visco reducir su importan-cia hasta un 57,2 por 100 (13).

(13) Como no existé equivalencia entre los daros absoluros de 1 S50 y 1910,no se puede suponer que todo el avance del olivaz se efectúa a co ŭta de la tierrade labor. También se roturaron tierras que hasta entonces permanecían incultas,y se plantazon con estacas nuevas de olivos.

237

Page 12: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

La reducción de la superficie triguera, compensada por el

avance del olivar en unas zonas y del viñedo en otras, es un

hecho incuescionable, no sólo aquí, sino en todo el país. Se

suele aducir que es la implantación, a comienzos del siglo XX,

de una agricultura de claro signo capitalista y orientada a la

exportación, lo que ha dado lugar a esta situación. En virtud de

ello, los cultivos menos remuneradores -sobre todo el trigo,

que no tiene ninguna posibilidad de entrar en competencia con

la producción de más bajo precio y de mejor calidad de otros

países, especialmente los americanos- son sustituidos por vi-

ñedo y olivar. Vinos y aceites, junto a las naranjás y otros

frutales, constituyen la base de la agriculrura española de expor-

tación. La Baja Andalucía se especializa en la producción oliva-

rera (14).

Sin embargo, no nos atreveríamos a afirmar que esta orienta-ción de la producción agrícola nacional fuese la acertada.

A1 disminuir la extensión dedicada a la producción de trigo,España se vio precisada a importarlo. Ciertamente, la reducciónde las tierras de labor estuvo acompañada de un aumento de losrendimientos, pero éste no compensó totalmente la pérdida desuperficie, y desde 1881 el país se vio obligado a importar trigo,producto básico en la alimentación de la población española (15).Por tanto, al no producirse simultáneamente una intensificaciónde los rendimientos de los cereales, la especialización vitícola yolivarera pudo significar un enriquecimiento para sus producto-res, pero un endeudamiento para el país.

Pero centrándonos en el Sur, tampoco aparece plenamentejustificada la sustitución del trigo por el olivar. En primer lugar,ni por condiciones climáticas ni edáficas, la campiña andaluzapuede compararse con las tierras cerealísticas castellanas, deforma que el rendimiento por unidad de superficie siempre hasido sensiblemente superior en Andalucía, y más concretamente

(14) Lacomba, J. A., op. cit., págs. 124-127.(15) «La producción de trigo había crecido constantemente desde 1820 hasta

1868, resuhando casi siempre aurosuficiente, y aún con excedentes para lasnecesidades de la población hasta 1881. A partir de esta fecha se invierte el signoy España tiene que imponar trigo todos los años, a veces en cantidades elevadas,entre 1882 y 1931, salvo 1923 y 1924». Martínez Cuadrado, M., op. cit., pág.t 39.

238

Page 13: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

en la provincia de Sevilla, que en el resto del país. SegúnDrain, los rendimientos medios del trigo, para el decenio1903-1912 fueron de 9,4 Qm/ha en la provincia de Sevilla (16),mientras que en ese momento la media del país era de6,92 Qm/ha (17). Así pues, no resulta tan evidente, a primeravista, que la producción triguera no fuese rentable en Andalu-cía, y más aún, pensando en la existencia de importantes nú-cleos urbanos e industriales a los que había que abastecer, y alos que se podía tener fácil acceso por vía marítima

Por otra parte, la producción olivarera, a juzgar por laopinión de algunos coetáneos, no se caracteriza ni por suselevados rendimientos, ni por su preciada calidad. Lacomba,citando a Marvaud, dice que el olivar ofrecía unos rendimientosmuy inferiores a sus posibilidades, debido a los procedimientostan atrasados que se utilizaban en el cultivo del árbol y en lastécnicas de producción del aceite (18). Pero mucho más expre-siva resulta la opinión de Rafael Caro quien en 1873 afirmabaque los aceites andaluces, dado su bajo.grado de refinamiento,sólo eran demandados en los mercados exteriores «para lajabonería, el unto de la maquinaria y el engrase de las la-nas» (19). A juzgar por estas opiniones, no parece que losaceites andaluces alcanzasen precios excesivamente remunera-dores en el mercado nacional e internacional.

A nuestro enrender, tanto los bajos rendimientos obtenidos

(16) Drain, M., Let rampagne.r de !a provinre de Sevi!!e. Erpace agrirole et .corietérurale. Arhelier Reproducrion de Theses. Lille, 1977, 2 vols., 749 páginas. Envolumen II, pág. 505.

(17) Vicens Vives, J., Hittoria de E.cpaña y Amérira, rorial y eronómira. VicensVives. Bazcelona, 1972, 5 volúmenes, en volumen 5, pág. 175. ^

(18) Lacomba, J. A., op. cit., pág. 127.

(19) «Como aceite de comer tienen aceptación en Mazsella los de ItaGa, y enCaraluña, los de su propio suelo; al paso que los aceites de Andalucía sólo seusan en Francia y Cataluña, sin clazificar ni otra mejora, paza la jabonería, el unrode la maquinaria y el engrase de las lanas. Bajo este triple concepto indusrrialsuele preferirse el aceire de Andalucía, por razón de su densidad y crasitud; peroestas mismas cualidades lo inhabiliran como comestible en todos los mercados de

consumo, donde por lo general se desea otra cosa y otro efecro que se consiguetambién con aceite de semillas». Cazo, R., Memoria pre.rentada a!a DiputariónProvinrra! de Sevi!!a por don -, romitionado por !a mitma para e! ettudro de !aagricultura en Erpaña y el extranjero. Imp. Española. Sevilla, 1873, 49 páginas, enp ág. 17.

239

Page 14: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

en la producción triguera éomo en la olivarera están en relacióncon el escaso desarrollo de la agricultura española en ŭeneral, y

la andaluza en parcicular. Ausencia de medios técnicos adecua-dos, nula mecanización y débil capitalización son factores de-terminances en esa situación. Así pues, en lós inicios de suexpánsión, la agricultura tomercial no se vió respaldáda por eldesarrollo tecnológico y'escrutrural. De ahí dériva búéna partede su fracaso. '

C) La no inten.rificación de cultivot y permanerr ĉia de^un

regadío de .rubtirtencia . ^ '

Es ésta una situación que se deducé én gran pane dé tuantohasta aqúí se ha dicho. Se manriene la misma própórciób detérrénos incultos qué loŝ que había en 1850, y l^s tiérrasculflvadas se dediĉan de.manera casi exclusiva a^la pr'ódu ĉciónde cereales, leguminásas y olivar. Los rendit^iénios de esteúltimo ĉáltivo, si hetrios de dar crédim a las paiábrás de,káfáelCaro, se sitúaii por debajo de los niveles deseablés. )Éñ.cúatlto ala producción triguera, si ^ién han aumentado sus r^ndimieñtosde for$á progresiva a^ lo largó de codo el siglo XTX, lá int^nsi-ficacióñ más imporcante én este campo; qué fiíe la sustitucióndel cultivo a dos hojas por el de rocación irienál, ŝe liabíarealizádo ya a mediados del siglo XIX (20).

Pero el hecho más significativo, y ti^ás objeti^aménie ciianti-ficable a partir de la infdimación qué nosotroŝ poŝéémos, es,sin duda, la escasa relevancia de las ƒerras regadas. Solamentese riegan 237 hectáreás, el 0,27 por 100 de la súpérficie agra-ria útil. - -

En principio, esa exígua supe^cie regada no iendria porqué llamar la atención, pƒes no hace más. qíie confirmar larepetitión de la distribución de aprove ĉhamientos de 1850.

(20) A decir verdad según el PCR de 1850, todas las tierras de pan llevar se

cultivaban al tercio. Es como si ahora se hubiese producido ún retrocesó, ya que

el Amillarazniento consta de 5.400 hectáreas cultivadas a dos hojas. „omo ya

señalamos en el capítulo ant^rior, en realidad debe existir un error de preéisión

en el PCR 1850, momento en el que el cultivo al tercio debía ser mayoritario, ypor extensión, se dice que en todas las tierras se practica este sistéma.

240

Page 15: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

Si nos sorprende la no ampliación de la superficie regada esporque desde el último tercio del XIX, hombres preocupadospor la agricultura proponen el régadío como una solución a losproblemas que ésta tiene planteados (21). Quizás el más clarodefensor del regadío como solución «social», o al menos el quemayor difusión ha tenido, ha sido Joaquín Costa (22). Sistemá-ticamente, a partir de él, la acometida de obras hidráulicas y lapuesta en regadío de zonas más o menos extensas aparece comouna de las soluciones propuestas por los agraristas reformado-res (23).

Ciertamente los vertisoles de la Vega de Carmona no sonsuelos aptos para ser puestos en regadío, pero en cambio sípodían haber sido emprendidas obras de infraestructura pararegar los suelos diluviales y aluviales en la zona norte deltérmino. Con la excepción de la perforación de algunos pozosen el Alcor, para el riego de naranjales nuevos (24), no pareceque las doctrinas «regadistas» encontraran eco en los propieta-rios de Carmona.

De todas formas, el regadío en Carmona ha tardado enextenderse, y la superficie catastrada como í•egada en elCatastro Topográfico Parcelario es asimismo exígua. Actual-mente se riegan cerca de 10.000 hectáreas.

(21) Véase, por ejemplo, Cazo, R., op. rit., pág. 46. También Rodrigáñez, C.,

Memoria que obtuz^o el premio ofrerido por S.M. el Rey en el concurro abierto por RealOrden de 6 de febrero de l903 ante el lnrtituto de Reformar Sariale.r. Tema del ronrurto:

el problenza agrario err el Mediodía de Etpaña, s/I, s/f, pág. 112.

(22) Especialmente en su obra, Polítira hidráulira (Mitión .rorial de lot rregor en

Erparial. Colegio de Cáminos, Canales y Puertos. Madríd, 1975, 358 páginas.(23) Se ha preocupado del tema y hace una recapitulación sobre los trabajos

básicos acerca del tema: Zoido Naranjo, F., «Regadíos en la Bája Andalucía.Nota de sínresis e irnerpretación», en Coloquio .robre pai.raje.r rurale.r eu E.rpaña.Fundación Mazch. Madrid, junio 1978 (en prensa), 10 páginas.

(24) «Citazemos el caso ocurrido en 1869. Tratábase de abrir un pozo en la

que hoy es Plaza del Príncipe de Vegara, con objeto de tener agua con que regarlos nazanjos recién plantados...» Fernández López, M.,op. rit., págs. 10-11. Estosson casos aislados y las superficies que se pondrían en riego no pasarían de lascuatro o seis fanegas en cada ocasión.

241

Page 16: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

Mantenimiento de una misma fragmentación parcelaria

En el transcurso de los 150/160 años que median entre laredacción del Catastro del Marqués de la Ensenada y la realiza-ción del Amillaramiento de 1910, el número total de parcela haexperimentado un ligero incremento. De 4.474 parcelas que secensaron en 1755, ahora, en 1910, hay 4.873. Un aumento entérminos absolutos de 400 parcelas, y en términos relativos del9 por 100.

I ncidencia de lo.r repartimiento.r

De todos los factores que pueden incidir en una mayordivisión del suelo -^unque consideramos que, paza el períodotranscurrido, el aumento es pequeño- el más claro es el de losrepartimientos a censo de pequeñas suertes o lotes entre brace-ros y yunteros. ,

Con relativa frecuencia se insisce en que los reparti-mientos resultaron un fracaso por cuanto que los pequeñoscampesinos, adeudados, se vieron obligados a ceder sus loces, yque los daban a medianos o grandes propietarios a cambio de lapromesa, tan sólo, de obtener trabajo de manera más o menospermanentes en sus tierras. Los repartimientos, se piensa, fraca-saron en su objetivo final, y los lotes repartidos acabaronsiendo absorbidos por otras parcelas.

La forma de comprobar la veracidad de esta afrmación seríaseguirle la pista a las tierras que aparecen repartidas en suertesa mediados del siglo XIX, y comprobar si continúan divididassesenta años después.

CUADRO I V-3

Número de parcelas con seis, ochoy catorce fanegas (1755-1910)

Seit Ocho Catorce

1755 126 79 20

1850 144 145 1031910 107 79 36

242

Page 17: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

Las cifras son_ elocuentes (25): existe un considerable nú-mero de parcelas con seis, ocho y catorce fanegas en el Padrónde Contribuyentes de Riqueza de 1850, pero en 1910, elnúmero de parcelas con esas dimensiones vuelve a descender alos niveles de 1755, e incluso se sinían por debajo de lafrecuencia registrada en Ensenada. Las suertes repartidas en1850 se han perdido en su totalidad al comenzar el siglo XX.

En realidad, se han perido los lotes que fueron repartidoscon anterioridad a 1850, pues actualmente también figuran unconsiderable número de parcelas procedentes del repartimientode dehesa y fincas, unas ya conocidas por nosotros, y otrascompletamente nuevas. La mayor novedad en este campo resideen el hecho de que las personas que disfrutan de estas tierrasno pagan ningún tipo de canon a Propios, y por tanto, ha decolegirse que poseen estas tierras en plena propiedad.

Las dehesas que se registran ahora como repartidas son lassiguientes:

Dehesa de Yeguas ....................... 233 suertesDehesa de la Vega . . . . . . . . . . . . . . : . . . . . . . . 74 suertesDehesa del Concejo .. ..... ... . ...... .. ... 66 suerteŭDehesa de las Albinas (26) .... ........... 45 suertesDehesilla del Monte . . . . .^ . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 suertes

447 suertés (271

(25) Naturalmente, hemos tomados estos rres valores, porque eran los másfrecuentes en los repartos de mediados del XIX.

(26) Todas las suerres están dadas a vecinos de Mairena del Alcor. EI cortijose encuenrra dentro del término de Carmona, pero lindando con el de Mairena.Según Drain, al ser ésre u q municipio pequeño con 6.947 ^hectáreas y densa-mente poblado, la presión ejercida por los jornaleros y campesinos pobrestraspasó los límires municipales y consiguieron que se les repartiesen tierras en lavecina Carmona. Drain sirúa este reparrimiento, de forma imprecisa, «antes de laguetra» ( Drain, M., op. rit., volumen II, pág. 475). Cuando menos, hay queadelanrar este reparto al primer decenio del siglo XX.

En 1850 era propietario del Corrijo de las Albinas, el Duque de Osuna, perolo renía cedido en arrendamiento a Eduardo Repiso, vecino de Sevilla. En esemomento se le reconoce al cortijo, ínregramenre dedicado al cultivo de loscereales, 562 fanegas de tabida.

(27) Como ocurría en 1850, éstas no tienen por qué ser todas las suertes enlaz que están divididas laz dehesas nombradas: Además en el Amillaramientoaparecen lotes sueltos de otras dehesaz, que por su corto número no hemos

?4^

Page 18: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

Desde luego se ha producido una degradación o corrupcióndel sistema de repartimientos. Es decir, se ha perdido la primi-tiva equidad que exisría en los repartimientos, se advierte unamayor diversificación de aprovechamientos y, lo que es másimportante, se están produciendo acaparamientos de varias par-celas por parte de algunos propietarios.

Así, por ejemplo, la dehesa de Yeguas se encuentra divididaen 233 suertes, pero no se pŭede decir que haya dos lotes con lamisma cabida. Hay una cierta reminiscencia de los antiguosrepartimientos, pues se conservan catorce suertes que poseenuna extensión de 7,9814 hectáreas (es decir, 14 fanegas, lacabida del repartimiento inicial). Las restantes parcelas poseenlos tamaños más dispares, que oscilan entre 0,1425 hectáreas, lamás pequeña, hasta 153,3569 ha, la mayor. Entre estos doslímites, todas las dimensiones posibles.

También se ha producido una diversificación de aprovecha-mientos. En 1850 los lotes de la dehesa de Yeguas estaban enparte roturados y dedicados a la produccióri de cereales yleguminosas, y en parte, permanecían incultos. Hoy, los espa-cios montuosos son los menos, y el cultivo de los cereales, enrotación bienal y trienal, alterna con el del olivar y con parcelasplantadas con estacas nuevas de olivo.

Pero el hecho que mejor evidencia la corrupción del sis-tema de repartos es, junto a la existencia de suertes de despro-porcionada extensión, la acaparación de ocho o diez suertes porun sólo individuo. Ya hemos citado el caso de una finca de 153hectáreas dentro de la dehesa de Yeguas, propiedad de JoséPonce de León, también hay una «suerte» de 104 fanegas, otrade 75,.:. Junto a estos casos, que son tierras reunidas bajo unsólo perímetro, encontramos dos individuos que tiene seis suer-tes en la dehesa de Yeguas, otros dos con ocho suertes, dospersonas con nueve lotes, un propietario que tiene 10 súertes,y finalmente Andrés Parladé con 12 parcelas, que suman 216

incluidó eti la relación anterior: siere suerces en la dehesa de Potros y en el Pino;cinco lotes en la Higuera, dos en Torrepalma, etcétera. No podemos decir si esque las demás de suertes han sido ya reabsorbidas por otras, o simplemen ĉe queen el Amillaramienco no han puesto cuidado en hacer constar la calificación de

«suerte» en codas las parcelas que lo son.

244

Page 19: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

hectáreas. Aunque todavía escas suertes aparezcan como dife-renciadas, la tendencia que se observa es la de su unificación enuna sola explotación primero, y en unos mismos lindes, des-pués, tanto más cuanto que, en muchos casos, son parcelascolindantes entre sí (28).

Situaciones similares se observan en los repartimientos deotras dehesas. EI único caso en el que el repartimiento semantiene más puro, podríamos decir, es el del cortijo de lasAlbinas, posiblemente porque su parcelación debe estar muyreciente. Pero de todas maneras, no ofrece, ni mucho menos, launiformidad de los repartimientos de 1850. De las 45 suertesen las que se ha repartido, hay 16 que tienen 2,2804 hectáreas(es decir, 4 fanegas), y las restantes oscilan entre 1,1402 y12,9442 hectáreas, pero también hay un individuo que posee11 lotes, y suman 36,4887 hectáreas.

Finalmente, hay casos claros del fracaso del sistema de losrepartimientos. La dehesa de la Harinera era propiedad comu-nal en 1755, la encontramos repartida en 31 lotes en 1850, conuna extensión total de 430 fanegas. Ahora, en 1910 se dice quetiene 446 fanegas (254 ha) y es propiedad de Joaquín ViñánAlonso. Asimismo, el caso del palmar del Cerro Gordo, dehesacomunal en 1755, repartida, en 1850, y en 1910, con 318hectáreas, es propiedad de Ricardo Rojas Solís. También ladehesa del Canto, que pertenece ahora a José Vega Peláez, yque posee 250 hectáreas.

A1 conocer la suerte sufrida :por gran parte de las tierrasrepartidas con anterioridad a 1850, no nos resta sino confirmarque, efectivamente, las tierras repartidas a censo entre jornale-ros y braceros, a lo largo del XIX, no lograron mantenerse etimanos de sus primeros propietarios, sino que por la convergen-cia de distintos factores pensamos sobre todo en las reducidasdimensiones de las parcelas, falta de medios de producción yŭapital, malas cosechas y endeudamiento y, finalmente, presiónde propietarios mayores- se vieron obligados a venderlas o,cuando no, simplemente a cederlas. A1 comprobar el resultado

(28) Por ejemplo, Fernando Parladé Heredia tiene nueve suertes en laDehesa de Yeguas. Hay siete de las que consta su localización: en el tramoníunero 2, pazcelas níuns. 43, 47, 69, 70, 72, 73 y 74.

245

Page 20: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

de los repartimientos, recordamos las palabras de Olavidecuando ya en 1767 pedía que los repar[imientos no se hiciesenen suertes inferiores a 50 fanegas, «porque en menos extensiónno puede formarse un labrador útil» (29). .

Retomando el tema de la incidencia de los repartimientosen la parcelación, es claro que contribuyeron a una mayordivisión de espacio cultivado. Ahora bien, vista la dinámicaseguida por las tierras repartidas, también es evidente que mu-chas de ellas retornaron a unidades mayores de explotación. Ensuma, pues, los repartimientos contribuyeron a una mayor par-celación del territorio agrícola, aunque de forma moderada.

Junto a los repartos, existen otros fenómenos que han inci-dido en la fragmentación del suelo. En primer lugar, no hayque olvidar que ya en 1910 se ha producido el trasvase defini-ŭvo de todas las tierras de propiedad eclesiástica, y dado elconsiderable tamaño de algunas de las fincas, se podría haberproducido una intensificación de la parcelación.

Asimismo, los cambios sucesorios, y en el período quemedia entre 1755 y 1910 se han tenido que suceder tresgeneraciones al menos, tienden hacia una mayor fragmentaciónparcelaria, más aún cuando la costumbre señala que, con objetode no favorecer o perjudicar a ninguno de los herederos, encaso de que un testador deje al morir varias parcelas, éstas sedividen en tanto lotes como herederos haya. E incluso, si unafinca posee parte labrada y pazte de bosques o pastos, separcela la zona cultivada, y también la montuosa, y cada here-dero recibe dos parcelas de terreno.

Análi.ri.c de la parcelación

Por las causas enumeradas, así como otras transaccioneshabituales, la parcelación resulta ser uno de los elementos mássensible a los cambios que puedan producirse en la morfologíaagraria.

Sin embarĉo, apenas se aprecian cambios sustanciales en la .parcelación del terrazgo carmonense a comienzos del siglo XX,una vez que se ha cerrado el largo proceso de transformacionesque han venido sucediéndose a lo largo del XIX.

(29) Olavide, P. de, Op. cit., pág. 89.

246

Page 21: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

Si se analizan los datos contenidos en el cuadto IV.4.a. y secomparan con los del cuadro II.3., que recoge la misma situa-ción a finales del Antiguo Régimen, vemos que apenas se distin-guen cambios dignos de consideración.

Ciertamente se han producido algunas modificaciones deinterés. Por una parte, se ha reducido el número de parcelascomprendidas en las primeras clases (hasta cuatro fanegas, o sise prefiere, 2,2804 ha), lo que parece estar en consonancia conuna más racional explotación del territorio. Y si bien ha crecidola importancia proporcional de las parcelas de mediana exten-sión, es mucho más significativo el crecimiento experimentadopor las parcelas de mayores dimensiones, tanto en su número,como en la superficie que ocupan. En 1755 había 18 parcelasque superaban las 1.000 fanegas de extensión. Y su existenciaestaba justificada, o se podía comprender en parte, por lapertenencia al Común, o a estamentos que habían recibidograndes donaciones reales o particulares.

De esas 18 parcelas, seis eran propiedad del Común deCarmona, dos del cabildo Catedralicio de Sevilla, y el monaste-rib de San Jerónimo, el convento de la Trinidad, y el Hospitalde la Caridad, los tres de Sevilla, poseían una cada uno de ellos.Las restantes pertenecían a la nobleza. De las dehesas comuna-les, sabemos con seguridad que cuatro fueron repartidas: Potros,Concejo, Yeguas y Canto (30); las otras dos y las eclesiásticashan tenido que ser vendidas.

A1 final del proceso desamortizador no sólo se conservaníntegras las fincas mencionadas, sino que se ha producido, nece-sariamente, un proceso de acumulación por cuanto que háy 23parcelas que superan las 570 hectáreas de extensión (31).

(30) Aunque ya hemos hecho referencia a la posterior reunificación de ladehesa de El Canto en manos de José Vega Peláez, o por lo menos, gran pazce dee Ila.

(31) Entre ellas, hemos podido identificaz, la Dehesa de la Gualbazdilla, delCtimún en 1755, ahora propiedad de Leoncio Turmo.Fernández, con 665 hectá-reas, de las que se cultivan 273 hectáreas de tierra calma y 100 de olivaz.También el cortijo de la Cascajosa, del Cabildo, y hoy en manos de María RubioChacón, con 585 hectáreas de pastos. También el Cortijo EI Cazacol, del Con-vento de Santa Clara, en 1755, y en manos de Miguel Zayas Triguero, en 1910,con una supe^cie de 923 hectáreas. ... etc.

247

Page 22: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

G^aLL^ó .^

..^ o

^

^ O._

w IIv ^

^y úa. ^c a,^o ^

`^ ^U ^yl^ aa,

^ 4 ^

^ ^ b

Q ^ O

Ú ^^ ^^ h

I^r ŭC

^ •G

^ w, ^ i^f

wo ^

Q 4b

C ^

`0 ^

'c^ V

^

^^ 00 I^ M rl1 1^ `7 N N^J Vr '^ ^^ O v^ O r^1 I^ .--^ 00 r^ `7 O N i^W

o^ O O N^^ v^ V' 00 `C' ^ CT CTy, .. r.

R]a^h

Z0^w ^

O M N N^T O^ O.ni O N Vrr1O G^k ó 'v^ r^ ^ in ^T 1^ V^ GO

ñ^^ -a v^ ^ M^ Ó 00 Ó^^7 00 0h^

Vr G^ O `O' N ^ G^ M O v^ ^ r^T 00 t^ ^T 00 ^n v^ .. Vr O

s --^ H; ^7 ^r v: ^^ ni V^^ ,^ '.

^ ^^

.-. a0 V--^ Kl O^T a0 N 1^ 00 r^ N V' 00 I^ N V' O^T N 0p `C'Ú

^ m^ ^ ñ^ rc^ N^ O Oa N N

ĉ^OOaW^ o

^ ^

z ^ °^^ó ^^Ñ^^ ^^Ñy N v--^ ^! ^, m N ^^ ^^

>

W^ W^ W^ W^ W^ W^ W^ W^ W^ W^ W^ W^

^-+ N^ 00 V' N^ 00 Vf N^ 00^--^ M Vr ^ V^ ^--^ N `O'

N v^ O O^ N

c^ ^ cd c0 ^d cE ca ca cE c0 cd ca

r.O O O O O O O O O O O OO'-' N^ 00 V' N^ 00 Vr N^

^ tr1 ^ N V'^ -^ N^ N v^ O

^--^ N^Y1 ^7' V'^ ^ I^ 00 íC^ O ^--^ N^--i ^--i

0U

^°' ^á

^O ^ oe ^ á^

^ ^.^. CG. c :^

uL y

ŝ ó °y g áW Q W

248

Page 23: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

,.^ r^N c^oooo ^-•v,c^MOO^o ^' ^ o^n ao o v^ c,^ m v^ ao M N M N

'O O^^`C' ^? ^Y' Vr 00 ^^ O O^UN N

^fY.^7^^^

Óŭz 8 ^ 00 ^^ n ^ I^ ^ ^ N N G^ G^

^ ^?'rr

ŭó

"^

^J M 1^ .íCVI^ M Ci ^^T `C' V

G^ ^--' N^--' 1^ ^ G^ O 00 V1 N M I^M N O N V'^ I^Mk V^ V^ M V^ ^ 00

^Y' V' N M V'^ V^ O' `J ^ ^^ Ó^

^Y G N

^-+ M M^ V^ 1^ O M 1^ ^^-",-. ... .-^

^

^ 1^ 00 ^--^ V^ ^T ^ 00 G^ 00 N .r N'.^ N Vr ^ 00 M I^ 00 M N Vr O^ O

^I^ ^Y' M N,-r ^--i O O

^^V ^ N N^-•CQa

ÓO

á ó^^

^tl

_ _^ ~^ G^ --^ G^ n ^^ r^ NO

2 ^ N^ O^^ M N.-^ ^--^

,

A cE cd cd tE cd td cC cd cE ta cd tvL L L L L S S L L.G L L L

O^

O^ N^ 00 ^ N^ 00 ^ N^T 00^-' M V' ^ v^" 'r N `C

N v'^ O O

, ^--^ N

(u cd (a (d tti (d cd td ^ lC (ti Rl td

^-^1 .--I '-1 .--1

^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^

O O O O O o O O O O O O Oo^ o o O O o 0 0 0 o O o

Ó O^ N^ 00 ^ M^ Ñ v1 'N-+ N^ N ^n O

^ N m^ v^ ^ ^^ G^ O^ N M.-. ,-. r. ...

^.^

éOE^

U_

0

^

vv

0^^oe

ú^i

Oĉ.^ ^ ^

S^ ^ o^ ^ a^

E s ,ó

< ° 'úv ^L .. Y

é pó^

wAw

249

Page 24: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

Así pues, el juicio que nos merece la división parcelaria decomienzos del siglo XX, es similar al que emitimos al analizareste mismo fenómeno en el Catastro de Ensenada. Desequili-brada parcelación de la tierra, ya que el 46 por 100 de lasparcelas (2.226) poseen menos de cuatro fanegas de extensión,al tiempo que las 23 parcelas mayores -todas ellas de dimen-siones superiores a las 1.000 fanegas- significan el 20 por 100de la superficie agraria.

Substancialmente, la estructura parcelaria ha quedado in-tacta, después del profundo trasíego de tierras de las que elsiglo XIX ha sido testigo.

Una morfología inalterada: la correlación entre el grado deparcelación y los aprovechamientos dominantes

La distribución de aprovechamientos en el conjunto delterrazgo -con la excepción de la expansión del olivar- no hasufrido modificaciones apreciables. Igualmente se conserva unafragmentación parcelaria similar a la que fue analizada al' finali-zar el Antiguo Régimen, o, al menos, con la misma estructurade base.

Por último, también se mantiene como una constante lavinculación entre el grado de parcelación y los distintos aprove-chamientos. Cada uno de los cultivos tiende a asociarse demanera evidente y clara con determinadas categorías de parce-las. Numéricamente puede apreciarse esta vinculación en loscuadros IV.S.

Lógicamente, las columnas determinantes, a la hora de cali-brar la importancia de la correlación, son las que representanlos valores de la tierra de labor, el olivar y los pastos. Estos tresaprovechamientos representan el 99,37 por 100 de toda lasuperficie agraria útil de Carmona. De todas formas el compor-tamiento de los restantes aprovechamientos, a pesar de su in=significancia superficial, confirman las tesis mantenidas.

Olivar, viñedo y huerta presentan un comportamiento simi-lar: a medida que aumenta el tamaño de la parcela, disminuye laimponancia de estos cultivos en ellas. El caso rnás puro es eldel viñedo, pues no es que se asocie de forma preferente en las

250

Page 25: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

ŭ

ĉa

cóV^ y ó

^ .

^ 4 Ó

O ^

A ,a^ •^ V ñ

Ú C nin

^

G o^ ti

6^

^

Q C/.d ŝ

^ ŭ.ŭ

OU

^nxv^^• xv^c c^nx c^

r^^1e^l^Ñ ÑxÑ ^^W ^Ó^1_^v^^ÓÓry I G^^^ I

rn

OC.^^ ^.^. G^v nx^N .f^0 GC^^-O xv'^ N'+OG^C xOC ^ OV'V' ^ 1N OG^oOV^n^r^Orn^p

^ x^:`P G^^rñ00^^ r^nN C - N M N

ñrov^n .nx NG^^- x

-^^^r^^^ °^^ .^-N^oÑn.^ ^..^^.:c^ I^a

M Ñ ^.^. ^: ^nrry

G^ ^

C

3^n^ ^ ó ^n N x ^ ó

óvNnx ^^ ÑM`V rn v^ N^n ^ ^ ^ ^ I ^ Ñ^.^_ x^ c

co - -vv--- ^^M^.x orxv-^^ Cv^N-V'n N

.^.^.Vñ.n^?xvnv: -.ri^in.^ó.riN ^ c'

- x^.,c^a--

M_NNrv^rv^^Nx N

r'^Nn_ -nen ^.^G^G^^-xv^^ .r.O^n TM^cT ĉ Oo.•_ x : ^c^-^.nxmNwv•^. nc^,.,c^c^^.on_...zz.^ti^i^^rí^.ri^.^Óv.c'_o^^ ^^n^^.r.^^.NM

^nM^v»n CV'- N x_ ^-G^

^x,n.nv-xv.C^^v,.^.NNn-xnnc^x

^^`n.nnncnc^c--xxo^av,-<r^v^^^nnc^v.n

^_^í...n^c^Óxv;Ñ.ri^,.,v^^p xMNON^nnx

^ V ^: ,rv^CN.nv^v^C V- ^+'1 C Hi ú h: -

_ x

`xxN-^nx v"-G^G^^n-^^

N^^.C= V' MÑ ^ _nct'N ^px

^ Ñ

°^ó^^ó^óó^^óó?^00000 000000^.ooooqqococcq.,,,...NC9^r^l^Ñ^:1y`Q'x

N v^NV^00yÑ

-nié ŝ

x<««««««^^

_ p_ t/^ Ñ

C ĉ Ó O H C ĉ H ĉ Ó Ó Ó H^y0 0 o ç ç o ç O O o o^

óó.r^i^á.;.^.^Y^N^^v.^v"Oo?

ŭ

^.

C

y ó

ĉ ^

.^

^

v ^

Q ^aN^

N

GJ^

v^ FV

.^

I.^I

^rÑNn^n.^ ^nvO^Sr^^ NNV^O

OÓ^M^v^0 I a0v^x00 I0000000 ON^Prv0Ó00000 ÓÓrvN

x^Ñ^v' O p^ ^T nxrv0

p^v^N^^pO^^`^OxÓ000^C^NV' ^^nv^.nOOÓOO..NVr^^=...

ry°^°^^.^^ ^^^N I rn0^ I

óoo ono ŝŝo o_.-•O Ó O O Ó Ó O O O Ó O

G^n_C n0-

N N ^ -ooooóq^^^^^i^ÓÓOÓÓo

nx-G^CNNOG^rnnG^N v V' o G^ m n v-.n Nv^G^v^NO v^^-O xG^^C I--vo-^G^o-`CxN-CO-N ^V' OHÑO^ñ

O V G^^PnNCG^^.1^cT0c^v^c^xxc^x-xvv-cx nx V' v NO^rnNG^^+1xo-^rnoxNn^noo-Óóc ŝ -^.rióÑ^x^ó^

O Ñ ^ NO

^

<

R^.v^nNxvc^c^c^ ^v+c e

ov^.-xv,^na c^a pry G^^V'v^V'.n.vNÓV.xn^c . ^NOO_^c^-w EyO C-^NY^^N1^nhjGpn ^p

'.+N V x NOn^+ .r. C

z•zn-c^i^z^.,-^a^nO-G^^G^n.nV' •-• vN-

^O N^JMN ^^

v_O

p

^O

^v

°88ó^^óS^^^^^ a8oocgococ8S°o°o °coocoqoc ^

OÓNC^p^.Nn^V' Ñ^-0Oñ ^ ^[y ^

-rv Ctl y O

^ l^0 á

««««««< É L C

^ C •^

ógóóóóó8óó8óó ^i ^ L°óó.^rív'x^^.Ni^%

vrv°vx,=rvá ó^0 .

'-N^O w ^ W

251

Page 26: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

ŭ

3^^CV' ^1`P ^V^ON ^nx^NCO IO-nrn

^ŭ ^- CC` Ó ÓC^ÓÓ ^ ŭv

ĉ

^ °ñne^n^íCn N ^ ^QnñV'x - -

i. - -_.ricr^6c:_-===^^c

O ^- /`

O

^

tl

^^

CÑ^^^ NI+1N n'nx^ç _ looc IN .i

^3.

v^Nr+í- ^CO C ^p0 OV ^

^

^a^ ^

u_

^a^b

u ^Ñn_oN_- r

u 3^

éa

^ n,^„"`^^ I i I I i I I^^Ó ^

ó ^w 0v v,x^..nN_ nG^con Ñ

- -xr n^.nNN I n.ri oó ^ ^ r ^ .n x .riŝ

N

^

v e.^ J

_+'.N-._ NN \^..V' < i C ^

^.^

dH

^

C

^

^O

•CG^N-^:`.n. C CC

^

^ ^^^\..

á ŝccxaxn Nr

ev+1Ñ ŭ -NÑC ^^+v^n^v^

^^ ^

^

u^ ^

FF6Jv

`

ía ^

a^

^1 ^

C O C C C O°" O C C C^ CC O C O C C C_ C C C C ŭ Cŭ C Óŭ C ^ Ó.^. ^ŭ Ó Óc8ooooó ŝ oo ŝ goo ^ .^

xxN-^i ^M.^^,-+^G^V^ñ

Ñ- ŝ ƒ .^..nN - r`^ x

88^88^ó_^8888ooco ..o°o 0000^..oooóooco8oco_..-NC x^:^

^:.Ñr^Ñ^ ŝN^coV

-N^

7

«««< «««^

ó ŝ ó.8ó ŝŝ óó` ŭ ÓÓor;oçooçc^qc88

dc-N^cx.-,,^.'..pi_^i ^^^_ N^0

.^

C

ú =N Ó

á z

Nv^oxxn cn-^ o-- rron or^n o_,-^_^ir^ ^ •,--^ I^

C - O

- V' ..^V G^OMOV' ONn00C C C- N<^- - x C G^ - V O^dó-^i^n^^ ƒ ^rvÑÓd

0

ñ.^nrvrrv^ŝ .xnŝ .n^?x ó

CÑNNG^.n_.I-N^ IÓ

v^ox_^ c

xÑr^vrvá^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^o^

^.,^^ ŝN-- c^x^ oL^C NÑinV' Nr C

c-^`O_^°^=°_c^n ^ ŝ

C N V^CO xv^^ÑOV n0°"1 ^`Ñ-'°_. . . _oC.. .. °

^ x_ ^ N N N C

x.<^

_nNG^Nx-Ny^e^ryxv:OrC C_v^xCV»fnv^x^nNrnNC o

CC-^<fŭ <tV' ^ŭ ^^nCp _CC G`

- vo_ni

nx-v+^ccx.nxN-- c yN.^cx.nnx^Ñ^cv^óo .a

- i^.^n.n.•^ -CC^O^^

v^ 8 8 8 ĉ 8° ŭ 8 8 8 8 8 aoccco^8cocc c ocooooóococo8o^..^rv<rx^^r^^_^z é

-NV.óÑ •^ ^'[tiu í^. O^ á

««««««< É L ^

88ó888^8°88°ó < c;ouo^.+ ŝoooçç ŝ ço8o vŝó-NCr^ŝ .^,^^áx^_^ŝ ^ .d. „^

^..N N V^ N ^^ il

C /l^0 ^

u i^1 1y iIi

252

Page 27: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

pequeñas parcelas, sino que se cultiva única y exclusivamenteen las parcelas de menores dimensiones. EI 83 por 100 de todoel viñedo que hay en el municipio se encuentra en parcelas demenos de 4 hectáreas, y falta por completo en las parcelasmayores dé 16 hectáreas.

En términos absolutos, la superficie cubierta por la vid esmuy exigua, inferior, incluso, a la de los terrenos de huerta. Yaen 1755 consideramos a este cultivo como cultivo en decaden-cia, y a partir de 1850 lo hemos calificado como cultivo en víasde desaparición. Teniendo en cuenta esta situación, la vincula-ción del viñedo a las pequeñas parcelas, cobra aún mayor signi-ficado, y a nuestro entender, lo que está indicando es el anqui-losamiento de un cultivo relicto en las parcelas menos viables.

De igual modo, los cultivos de huerta se asocian a lasparcelas de menores dimensiones, ya que el 75 por 100 de lastierras dedicadas a este aprovechamiento se encuentran concen-tradas en las que poseen entre 1 y 8 hectáreas de extensión. Sinembargo, desciende considerablemente su importancia en lasdos primeras clases. Esto podría considerarse como una ano-malía en el comportamiento de los terrenos no regados, pero noes así. Las que son anormales en su comportamiento son lasparcelas que poseen menos de 1 hectárea. De ello nos ocupa-remos más adelante.

Finalmente, el olivar, el único cultivo que realmente poseepeso específico de cuantos hasta ahora hemos analizado, mues-tra la misma tendencia. Ya se conoce que el olivar representa el27,24 por 100 de la superficie agraria útil del municipio.Sin embargo, las parcelas que poseen menos de 64 hectáreas decabida le dedican, proporcionalmente, más extensión al cultivodel olivar. A la inversa ocurre con las parcelas que superan las64 hectáreas de extensión. La importancia del olivar va aumen-tando desde la octava clase (parcelas comprendidas entre 32 y64 hectáreas) hasta la tercera, aunque en las clases segunda yprimera vuelve a cambiar la tendencia. De nuevo, se apreciaun cambio de orienración en las dos primeras clases ŭon res-pecto a la tendencia general.

Por el contrario, la tendencia mostrada por la tierra de labory los terrenos de pastos -no olvidemos que son aprovecha-miencos que se encuentran asociados en las explotaciones de la

253

Page 28: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

campiña andaluza, de rotación trienal- es justamente la in-versa. En la única parcela que^ supera las 1.024 hecráreas, latierra de labor supone el 95 por 100. A partir de aquí, laimportancia de los terrenos de laboreo va decreciendo gradualy ordenamente hasta la clase tercera, donde sólo supone el 19,4por 100 de la superficie cultivada, cuando la media para todo elrérmino es de 57,4 por 100. De nuevo, la tendencia cambia designo en los dos primeros grupos.

Igual comportamiento se observa en los terrenos de pastos,aunque la tendencia no se manifieste de una forma ran nítidacomo en las tierras cerealísticas.

Practicamente en rodos los casos analizados se observa quelas clases primera y segunda suponen un cambio de signo res-pecto a las restantes categorías. Tal anomalía se explica por eltamaño mismo de las parcelas. AI ser de tan reducidas dimen-siones, económicamente resultan inviables, ya se dediquen alcultivo de.los cereales, de la vid o del olivar. Así pues, el quesus propietarios posean o no otras tierras, las dimensiones deesas otras parcelas, y sus aprovechamientos, influirán en elaprovechamiento que se dé a aquéllas. Igualmente, la proximi-dad o lejanía al núcleo de población u otros factores, algunos,incluso, ajenos a la producción agraria misma, no fácilmenteponderables, pueden incidir en el aprovechamienro que recibenestas minúsculas parcelas.

Cuando se aplica el análisis de correspondencias a una ma-triz con tendencias tan claras, él resultado no puede ser máselocuente (32). (Fig. 17).

Las parcelas de dimensiones más pequeñas tienden a disper-sarse como consecuencia de la influencia que sobre ellas ejer-cen los terrenos de regadío, y sobre todo, el viñedo, pues nisiquiera ha sido posible incluirlos a la escala adecuada dentro de

(32) Los porcentajes de inercia son los siguientes:

eje I: 75,01

eje II: 15,14

eje III: 8,39eje IV: 1,98

eje V: 0,25Así pues, los ejes I y II absorben más del 90 por 100 de la información

254

Page 29: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

FIGURA 17

Correspondencia entre tamaño de las pazcelasy aprovechamientos. 1910

Rh:GADIU

G

13 LAH()11

R ULI\'AR g

t2 Il10 9

PA ST< )5

\f. ALTU

3,

2

4

5

la representación gráfica. Por su parte, las grandes parcelas sevinculan claramente a la tierra de labor y los pastos. EI montealto, cuya adscripción no era posible realizar a partir de lainformación numérica inicial, en el análisis de correspondenciaqueda claramente posicionado como un aprovechamiento aso-ciado preferentemenre a las paicelas de mayores dimensiones.

A modo de conclusión. Después de siglo y medio habitual-mente calificado como «período de profundos cambios en laagricultura», Carmona presenta, en 1910, una morfología agra-ria muy similar a, la que poseía en 1755. Ciertamente se haproducido una extensión considerable de las tierras de olivar,pues de significar el 15 por 100 de la superficie agraria, hapasado el 27 por 100. Pero salvo este cambio, el paisaje agrarioapenas si se ha modificado: se conserva el mismo grado deparcelación; las pequeñas parcelas son olivareras, y las mayores..erealísticas. De modo que el paisaje ofrece al viajero del siglo

^55

Page 30: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

XX casi la misma fisonomía que ofrecía a quienes lo recorrie-ron en el siglo XVIII.En el siglo XIX se han registrado profundos cambios jurídicosen la titularidad de las tierras y en las relaciones de producciónde la agricultura, pero la morfología permanece inalterada. Asípues, cabría, finalmente, preguntarse: ^realmente los cambiosjurídicos han afectado a la estrurura misma de la propiedad?

2. CONFIRMACION DE UNA ESTRUCTURA DE LAPROPIEDAD CLASICA

Consecución de formas de propiedad burguesas

Los cambios acaecidos en la propiedad de la tierra a lo largodel siglo XIX podían haber afectado o no a la estrucrurainterna de la misma, pero tales cambios suponían una buenaoportunidad para modificarla. De ahí el desencanto cuando secomprueba que, básicamente, la estrucrura de la propiedadpermaneció inalterada.

Los cambios en sí fueron cambios económicos y jurídicos,porque afectaron simultáneamente a la titularidad de la propie-dad y a las relaciones de producción entre propietario y traba-jador de la tierra, y tuvieron como fin la transformación dé unapropiedad estamental y feudal, en una propiedad privada yburguesa. Este objetivo sí fue plenamente conseguido.

Que los beneficios obtenidos como consecuencia dela desamortización se invirtieran en sufragar las guerrascarlistas y aligerar la agobiante deuda pública, y que se uti-lizasen estos argumentos como causa inmediata de la desa-mortización, no quiere decir que fuese las causa última. Pro-blemas de erario y de gastos de guerras tuvieron los reyesCarlos I y Felipe II, y sin embargo, nunca se les ocurrió acudira la desamonización para solucionarlos. Pero entonces vivíaEspaña, y también Europa, en el siglo XVI.

Además no hay que olvidar que el proceso global de des-vinculación del XIX --considerando conjuntamente desamorti-zación eclesiástica y civil, y abolición de señoríos- no va asuponer únicamente la integración de la tierra en el mercadolibre de transacciones comerciales, sino asimismo la liberación

256

Page 31: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

de los campesinos y aldeanos de una serie de prestacionespersonales, así como la abolición de los derechos exclusivos,privativos y prohibitivos señoriales. De esta forma, desaparecenlos lazos de dependencia señor-cultivador de la tierra, y ésteíiltimo se convierte en bracero que contrata libremente sufuerza de trabajo en el mercado, sin ninguna vinculación jurí-dica con el propietario de la tierra. •

La de.caparición de la propiedad ecle.riástica e.rtamental

La segunda fase desamortizádora, iniciada con Madoz en1855, supuso la pérdida de toda la riqueza nística que la Iglesiaposeía en el término de Carmona. En 1844, la Iglesia rescató14.000 fanegas de tierra. En 1855, todas estas tierras vuelven aser incautadas, subastadas y rematadas. Cuando en 1910 volve-mos a estudiar la situación de la propiedad en Carmona, laIglesia ha desaparecido de la lista de propietarios de esta villa.

A este respecto, cobra valor anecdótico la existenciá, en elAmillaramiento de 1910, de tres parcelas de terreno de propie-dad eclesiástica. Una pertenece al hospital de San Lázaro deSevilla, y posee 39,3369 hectáreas de tierra calma. Otra, alhospital de San Pedro de la misma ciudad de Carmona, con4,5608 hectáreas. de pasto. Y, finalmente, una minúscula par-cela de 0,1425 hectáreas (0,25 fanega), un cortinal, pertene-cienre a las Hermanitas de la Cruz y exenta perpetuamente depagar contribución.

Así pues, a tres parcelas de carácter residual y pequeñasdimensiones, se reduce todo el patrimonio de iñstifucioneseclesiásticas en el término de Carmona, y que deben a sucondición de instiruciones benéficas la conservación de estastierras.

Evolución de la propiedad ,reñorial, tra.r .ru converrión en propiedad

^ privada

La pérdida de los derechos exclusivos, privativos y prohibi-

tivos, así como la abolición de los señoríos no supuso para lanobleza una pérdida de su poderío económico a mediados delXIX, sino que, por el contrario, la nobleza hizo, en Carmona,importantes adquisiciones de tierra, aprovechando la puesta en

257

Page 32: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

venta de las tierras eclesiásticas. En el período 1755-1850 lanobleza tirulada incrementó su patrimonio territorial en cercadel 75 por 100.

Sin embargo, no se mantuvo esta misma tónica en la se-gunda mitad del XIX, por cuanto que en 1910, la propiedadrústica de la nobleza titulada no sólo no aumenta, sino queincluso experimenta un considerable descenso en términos ab-solutos. En 1850 existían 30 casas nobiliarias con tierras en eltérmino de Carmona; entre todas ellas reunían 35.800 fanegasde tierras, es decir, el 26 por 100 de la superficie agrariacensada por el Padrón de Contribuyentes de Riqueza. En 1910,se reduce el número de títulos, también la extensión total detierras, aunque conservan una importánte propiedad media cadauno de ellos. En resumen: son 24 los tírulos de nobleza contierras en Carmona (ver cuadro IV.6.). El mayor terratenientees el conde de Casagalindo (33), que posee 2.436 hectáreas deterreno, situándose así por delanre de Miguel Lasso de la Vega,

(33) En 1755 y 1850 figura un Diego Madariaga, Mazqués de Torres, propie-

tazio primero de 98 fanegas, y de 90 fanegas, .después (ver cuadro III-10).

Veamos ahora lo que dice A. y A. García Carrafa acerca de los Conde deCasa-Galindo: «Josefa Fernández Galindo, tercera Condesa de Casa-Galindo,que casó con András Madaziaga, sexto mazqués de las Torres de la Presa,

naciendo de esta unión Juan Bautista Madariaga y Fernández Galindo, que en

1771 heredó el título y fue cuarto conde de Casa-Galindo y marqués de lasTorres de la Présa. ^

De esca forma quedó incorporado el título de conde de Casa-Galindo a lacasa de Mazadiaga, marqués de las Torres de la Presa, y después a la de Lasso dela Vega.

En el año 1875, le fue concedida la Grandeza de España al octavo conde deCasa-Galindo, Andrés Lasso de la Vega Quintanilla de Madaziaga y Melgarejo,marqués consorte de Cubas, Maestrante de Sevilla y Gentilhombre de Cámara»,García Cazraffa, A. y A., Enciclopedra Heráldira y Genealágira Hrtpano-Americana,

LXXXVI volíunenes. Imprenta de Anronio Marzo, Madrid, 1927; tomo XXXIV,

_ ágs. t90-19t.Así pues, las vinculaciones familiares entre los grandes propietarios no pueden

^er más complejas.La Genealogía es una rama que ha sido menospreciada por los historiadores,

de forma que hemos echado en falta estudios que nos ayudasen a rastrear lasvinculaciones familiazes de la nobleza En ocasiones como la que nos ocupa, séadvierre la importancia que posee abordar en profundidad estudios, de ŭaráctergenealógico.

258

Page 33: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

CUADRO I V-6

Relación de las propiedades tituladas en 1910

^i 1 2 Fanegat Hertáreat

i Conde de Casa-Galindo A 29 4.264,40 2.436,8022Marqués de las Torres R 23 4.051,56 2.315,1786

; Duque de Berwick A 7 3.381,55 1.932,3172Marqués del Nervión A 4 2.523,74 1.442,1400Marqués de Santa Cruz A 2 2.274,70 1.299,8280Marqués de Torres A 6 1.544,40 882,5148Marqués de Castilleja A 6 1.295,00 739>9996Duque de Sevillano A 1 1.262,06 721,1765Condesa de Ibarra A 18 1.227,74 701,5673Marqués de la Granja A 18 1.199,44 685,3964Marqués de Vallehermoso A 1 1.157,30 661,3160Conde del Aguila A 2 ^I . l i l 646,5114

i Barón de Horrs A 1 7<3,22 436,1236^ Marqués de Montesión A l 57i,66 327,8075i Conde de Atalayas A 7 548,22 313,2694j Marqués de Villapanés A 5 379,12 216,6380I Conde de Rodezno R 22 356,40 203,6569i Marqués de Alboloduy A 4 351,45 200,8269I Marqués de Vega A 1 239,44 136,8240^ Conde de Ossilo A 3 222,48 127,1323

Duque de Osuna A 1 111,95 63,9328Marqués de Belgida A 3 62,10 35,4886Marqués de Medina A 1 14,47 8,2664Marqués del Moscoso A 1 1,25 0,7103TOTAL 24 167 28.936,50 16.535,4647

L% del municipio 1,58 3,42 19,12 19,12

(1) R: residenre. A: no residen[e.(2) Níunero de parcelas.

Fuente: Amillaramien[o Refundido de 1910 (Carmona,' A.M.).Datos: en hec[áreas.Elaboración: propia.

?59

Page 34: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

marqués de las Torres í34). En el extremo inferior figura elmarqués del Moscoso, propietario de 248 fanegas en 1755, 452en 1850, pero que sólo posee 1,25 aranzadas de olivar aliniciarse el siglo XX.

En cuanto al volumen total de tierras poseido por estascasas nobiliarias, se cifra en 16.535 hectáreas (equivalentes a28.936 fanegas). Pero no ha de pensarse que la pérdida deriqueza rústica por parte de la nobleza es únicamente de 7.000fanegas, según se desprende de la comparación de los valoresabsolutos del Padrón de Contribuyentes de Riqueza de 1850 ydel Amillaramiento de comienzos de siglo. Debido al desfaseentre la superficie total censada en 1860 (137.480 fanegas) y en1910 (151.348 fanegas), la disminución real tuvo que superarampliamente esa cifra. De ahí que resulte más elocuente lacomparación de los valores proporcionales: la nobleza tituladaposeía el 26 por 100 del terrazgo en 1850, y en 1910 tan«sólo» es propietaria del 19 por 100 de las tierras de Carmona.

Así pues, de la situación que presenta el patrimonio territo-rial de la nobleza a comienzos del XX, puede extraerse lassiguientes conclusiones:

En primer lugar, la nobleza tradicional ño ha sido la com-pradora, de forma generalizada, de las tierras incautadas y su-bastadas tras las leyes desamortizadoras de 1855-1856 (35).

(34) Según García Cazraffa, el conde de Casa-Galindo era a su vez marqués

de las Torres de la Presa Lo que no podemos precisar es que el título demarqués de las Torres vinculado a los de Lasso de'la Vega cuando menos desde1850, sea el mismo dtulo o no. Desde luego, en 1850 figuran tanro DiegoMadariaga como Miguel Lasso de la Vega como marqués de las Torres.

En cualquier caso, Miguel Lasso de la Vega, mazqués de las Torres, era

propietazio de IL145 fanegas de tierra en 1850 y ahora sólo posee 2.315hectáreas (es decir 4.051 fanegas). Por una parte, se han producido partiáoneshereditarias, que han fragmentado la gan propiedad acumulada en 1850. Así, la

condesa de Ibarra es Josefa Lasso de la Vega, y posee 700 hectáreas; y el condede Ossilo es otro Miguel Lasso, con 127 hectáreas. Pero, por otra pazce, se hanproducido entronques matrimoniales con algunas de las gandes famiGas terraze-nientes de 1850. Así, en la relaáón de propietarios de 1910 figuran, aparte delconde de Casa-Galindo, dos hermanas, Carmen y Gracia Lasso de la Vega yQuintanilla, quienes poseen 1.178 y 116 hectáreas, respettivamente. También hayun José Lasso de la Vega y Zayas, propietazio de 442 hectáreas.

(35) Con seguridad sabemos, por ejemplo, que el conde de Rodezno es en1910 propietario del Cortijo Falchena, que con anterioridad perteneció al Cabildode la Cazedral de Sevilla.

260

Page 35: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

La gran nobleza terrateniente asentada en Carmona, cuandomenos desde mediados del siglo XVIII (duque de Alba, Ber-wick, marqués de Santa Cruz, marqués de Vallerhermoso, o losLasso de la Vega) continúa figurando como gran propietaria aliniciarse el siglo XX. Lógicamente, la abolición de los señoríosafectó en menor medida a quienes tenían fortunas más solida-mente constituidas.

Finalmente figura un. grupo de títulos de nueva concesión.Dentro de ellos hay que distinguir, por una parte, los títulosconcedidos a miembros de familias tradicionalmente asociadas ala tierra en Carmona; es el caso de la condesa de Ibarra o elconde de Ossilo, y por otra, los títulos otorgados a una burgue-sía enriquecida en actividades mercantiles e industriales, o pres-tigiados por la política, que han buscado en la obtención de untítulo nobiliario su consagración social: son él marqués de Ner-vión, duque de Sevillano, marqués de Montesión, o el deAlboloduy (36). Estos hombres sí han sido compradores debienes desamortizados, pero en ningún caso son tepresentantesde la nobleza del Antiguo Régimen.

Así pues, si bien es cierto que la nobleza posee todavía ŭngran peso como propietaria de tierras en Carmona a comienzosdel siglo XX, ya que es propietaria del 20 por 100 de suterrazgo, dentro de ella hay que diferenciar: a) aquellá qŭe seformó en el Antiguo Régimen, pero que en la actualidad se hallaintegrada con la burguesía agraria (37), sobre todo una vez que

(36) Juan Sevillano era un financiero que formó paz ĉe de la Junta de Salva-

ción que asumió el poder en 1854. Fue después ministro de Hacienda hasta elnombramiento de Madoz, y posteriormenre sería nombrado duque de Sevillano

(Bleiberg, G., director. Di<<ionario de Hi.ttoria de Erpaña. Revista de Occidente,

Madrid, 1968, e volúmenes, en volumen III, pág. 657.También el marqués de Alboloduy fue título creado por Isabel II en 1863, a

favor de doña Elvira del Cazmen Fernández de Córdoba y Alvarez de lasAsturias-Bohórquez. Fernández de Bethancourt, F., Anuario de la Nobleza deE.cpaña, 1913 y 1914. Establ. Tipogr. J. Ratés, Madrid, 1914, 557 páginas, enpág. 134.

El título de mazqués de Nervión fue concedido en 1864. En estos momen-cos es disfrutado por Francisco Armero Castrillo, descendiente directo de losArmero que aparecían como compradores de 6ncas desamonizadas en 1850.

(37) Recuérdese en ejemplo de los entronques matrimoniales dé los Lasso^ie la Vega con los Quintanilla y los Zayas.

261

Page 36: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

ha perdido sus privilegios estamentales, y bj la citulada en eisiglo X1X, que ha recorrido el camino en el sentido inverso, ypor lo tanto, ya en sus comienzos era burguesa.

Análisis de la estructura de la propiedad

Superficie total censada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86.485,3359 ha

Número total de parcelas ........................ 4.873

Número total de propietarios ..................... 1.514Parcelas por propietarios ......................... 3,22Propiedad media ................................ 57,1237 haPropiedad mediana .............................. 4,5608 ha

Estas seis cifras ofrecen la visión más simples que puedadarse, por lo que respectá a la estructura de la propiedad en1910.

En primer lugar, existe una débil dispersión parcelaria, puesse registra una media de 3,22 parcelas por propietario. Laconcentración espacial de la propiedad ha sido una de las carac-terísticas que ha definido a la estructura agraria de Carmona yadesde mediados del siglo XVIII. Pero aún, por relación a estafecha, la situación ha mejorado sensiblemente, por cuanto que,según el Catastro de Ensenada, la media era de 4,03 parcelaspor propiedad en 1755, y en 1910 ese valor se ha reducidohasta 3,22.

CUADRO I V-7

Número de parcelas por propiedad

Ab.ro-luto

^%

Propietarios con una parcela 798 52,71 iPropietarios con dós parcelas 254 16,78 ÍPropietarios con 3 a 5 parcelas 257 16,97 ^Propietarios con 6 a 10 parcelas 115 7,60 ^Propietarios con 11 a 20 pazcelas 58 3,83 ;Propietarios con 21 a 30 parcelas 24 1,58 ^Propietarios con más de 30 parcelas 8 0,53 ,

Fuente: Amillazamiento Refundido de 1910 (Cazmona, A.M.).Datos: en hectáreas.Elaboración: propia.

262

Page 37: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

La comparación ^de los valores recogidos en el cuadro IV-.7.con los que se contienen en el cuadro II.S. indica, asimismo;que en 1910 existe una dispersión pazcelaria menor. El cambiomás significativo se ha producido precisamente en el número depropietarios que poseen una sola pazcela de terreno. Estos, en1755, suponían el 46 por 100 del censo; ahora en 1910, eseporcentaje se ha elevado hasta cerca de un 53 por 100. Asípues, en los 150 años que median entre la confección delCatastro del Marqués de la Ensenada y el Amillazamiento de1910, se expérimenta una cierta tendencia hacia la concentra-ción parcelaria.

De hecho, no es totalmente correcto decir que se ha produ-cido una concentración parcelaria, puesto que lo que en verdadha sucedido es que proporcionalmente ha aumentado más elnúmero de propietazios que el de parcelas.

Los cambios produ ŭidos en la relación parcela/propietario sevinculan a dos fenómenos propios del XIX: reparcimientos desuertes y desamortización eclesiástica.

En vinud del primero, grandes dehesas comunales y conce-jiles fuéron repanidas en lotes a yunteros y braceros. Estehecho incidió directamente en el aumento del número de par-celas, pero como, en principio, sólo se adjudicaba una suerte acada individuo, el número de propietarios con una sola parcelaexperimentó uñ crecimiento proporcional mayor.

Por otra parte, hay que récordar que gran pazte de lapropiedad eclesiástica estaba constiruida por múltiples parcelas,ya que su patrimonio se formó por sucesivas donaciones pazti-culazes y reales. Cuando estas tierras se desamortizazon, lasgrandes fincas no se parcelaron, pero tampoco todas las tierrasdel Cabildo, del convento de Santa Clara o de la Universidadde Beneficiados pasaron como un bloque a constituir una nuevapropiedad. Así pues, al aumentaz el número de propietarios, yno fragmentarse las grandes fincas, la relación parcela-propietario ha experimentado una reducción.

En otro orden de cosas, la propiedad media de los 1.514 in-dividuos, que se censan como propietarios de tierra en Car-mona en 1910, se cifra en algo más de 57 hectáreas. En princi-p.io es un valor medio elevado y que considerazíamos comopositivo si realmente fuese fiel reflejo de la distribución de la

263

Page 38: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

tierra entre los propietarios del pueblo. Pero esa impresióninicial queda rota al comprobar que el 50 por 100 de lospropietarios poseen menos de 4,5608 hectáreas (ocho fanegasexactamente), y también que el 85 por 100 de los propietariosse sitúan por debajo del valor medio. Así pues, sólo por laconsideración de esas cifras, hay que reconocer, como punto departida, que la tierra está desigualmente distribuida entre susposeedores.

Esta apreciación se reafirma cuando se analiza la distribuciónde tierras entre las distintas categorías de propiedades (cúa-dro I V.8).

De nuevo se repite una situación hano conocida por noso-tros y pecaríamos de reiterativos si nos detuviéramos a comen-tarla con detalle. En las primeras clases, las que recogen laspropiedades más pequeñas, se asiste a una elevada concentra-ción de propietarios, campesinos de hecho desposeidos de tie-rra. En las últimas clases, concretamente a partir de la claseonceava, donde se registran los propietarios de más de 256 hec-táreas, un corto número de individuos disfrutan de la mayorparte de las tierras de Carmona. En suma, la distribución de latierra no puede ser más desproporcionada.

Lo distorsionado de la distribución resulta aún más mani-fiesta en el cuadro IV.9, se ofrece el mismo esquema del cua-dro anterior de forma sintetizada. La propiedad que calificamosde minifundista supone el 30 por 100 de los propietarios, 441individuos, y a cada uno de ellos les corresponde algo más deuna hectárea, de media. En el extremo opuesto hay 109 indivi-duos que poseen más de 200 hectáreas y su propiedad media secifra en 573 hectáreas (1.000 fanegas).

Así pues, se están repitiendo los esquemas ya conocidos conanterioridad. Tras el enorme trasvase de tierras que se haproducido a lo lazgo del siglo XIX, sólo puede concluirse queéste no afectó a la distribución de los rangos de propiedad.

Si existe un valor que, a efectos comparativos, sintetice bientoda la complejidad de una distribución de la propiedad territo-rial, es el índice de Gini, aplicado a la representación gráfica deporcentajes acumulados.

Nos son ya conocidos los valores que toma el índice cuandose aplica a la distribución de la tierra en 1755 (índice = 0,88), }-

264

Page 39: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

,^j N N t^ M Vr C ^0 ^ Vr V'^ 'r 3^ G^ N

^

O,-. ^T' O v^ N G^ ^ V^T ^`! v^ a0

'^ ` O O O^.^ N N^ŭ

t^ ^ pp Ñ^ NU^^wa^h

z0z ^ v^ ^Y' G\ -.. O^t ^t r 00 ^1' N^^-' O^ v^^ ó v^ G^ v, oo ^ m o0C v^ r^ ^^n^, " v^ GÓ ^ ^ñ ĉ

M M ^^^^k, ĉ . ,- ír^O O G\ ^T C 00 .- -i O O^^ V'^^ ^ ^T 00 M.. M I^ 00 G^ 1^ M^T

S '-+ - N V^ Vr ^' V^ N CC N; .-. .-.i N --^

^1^ G^ M^Y' N CT 1^

!*^^^Y \

.í^ 00G^ 1^ í 00 N a0 V' G1 ^n O

e

F+

^7 G^ ^ oÓ ^^^:. ^^T m ni --^ Ó ó

w4^OCC^

^

^

^i

^

^

^ ^` ^ ^ ~' ^ '^

^^

v^ 00 O ... O ^V ^? N^Y-^ N N N - - ^--^

z v°

j

w°A^.. ^., ^W^^^w^

^ t..,^ w^ w^ ^^ 00 ^` N Ñ Ñ G^ ^^ ^4 ^ v. ... .. ^ N ^. ^ ^ ,..., O O O -N N^T ^ K1 Vl N^'-+ N^T OG

cd tlS f^3 cq «1 cd tC ^y RS cd (d cC (E ^y

O O O O O C C O O O O O O CO^' N^1' 00 `^. N^ 00 ^ N^T OO ^:

- •r; V' ^ v^ ^ N ^?' ,,^,N ^n C O C

--+ N ^Y'

.-+ N M^T V'^ ^: 1^- 0p n, O'--^ N M^

O

ĉv ^ ^.^ ^ ^

^ ^^ á

^^ ŝ ^^ c 'Ov ^ƒti .. ^^ ^ Ly ^_wOw

265

Page 40: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

c^s0v,ŭ

II

a N^ N V'^ Vr Vf M o M M V^ o c^7= ^ O `7 G^ M N 00 M`CT ^ V' O G1V O O O O-r N N v'^ t^ ^ 00 O^ ^,^ NLL.^V.74.^^

z^0ĉZ

-^ ^r v r^ r^ ^ V o o v v, r^v^ ^^ G^ N O 00 ^ G^ ^ O M a0 a0 ^n

"E.,, w cv ^ v, .^ .^ ^ Ó_ r^ ^ Ó^^M Vr^ O Vr ^ ^/'^ ^^^ M

^tl ^^--

M pp ^ G^ ^?' ^7 M V' 00 ^F 00^

v ^ N ^Y' Vr ^' ^ ^ V- Vr^;

I

..-r

h^

fy M 00 N V' 00 G^ O^7 V' V' ^--^ N Vr O^ ^

^

o M 1^ M N N o m I^ ^--^ íC^ I^ 00 N

^Er t^ Vr ^7 ^t N--^ O O^T CT ^n 00 McU^

.^ ... ,--^ ...

COC4^

q c

^O ^

^ (`J 00 00 --^ '-+ `.rJ ^: N M ^ ^ M MW tl ^^ M t^ O ^ C CT ^^- V' ^t N^^ t ^--^ N N N .-^ ^--'

^ ^

2 >

ce ca ;d cC cE cC :e ca ca ce nl ce cd caL L L L L L L L L L L L L L

^

,... - N ^: ^0 ^: N ^Y' OL ^: N ^ OG \:- rr. ^: N v^ ^ N ^?' ..

- N v'^ C C C- N ^

cd cC (E cC cV ^ cd cd cC tE cC ce c0 cE

.--i .^C O o o O ^ o 0 o C O C C C0 0 o O o o O o O c o o C co^n o 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

^Ó O--^ N^T ap^ V'M^Y' ^ v^ ^ Ñ C,^

V^ --^ N ^n O O^ ry

'r N M. ^T v'^ ^ 1^ 00 G^ O^ .-. .-Ni ^-Mr .^r

^

<

^

óE^U_

0

^

v^

O^^Ó

W

áO

ŝv ^ ^

ám ^ o^ ^ á

^ ƒ ^< e ^^

v ^L .. Yŭ 8^°

^W Ci {^

266

Page 41: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

,J N r^ 00 ^Y' G^= ^ Vr t^00^T

V ^o^ ^ ^,v^fY.^7a.^^

Ó_^ ^

j 00 00 O G^ a0^

(r

Q

.p

M^ f^ 1^ G^

N N ^ V^ -^c^ m G^ N oo v,

^ ^ v^ G^ ao m r^^°. ^Y' C 1/1 ^7; n^ ^r

Q .-^ v1 1^ ^?' M^ ^ r^ O ^ m ^^^

O v^ ^ V' Om ^t

^

^^4.

Q

^ ^C ^^^

^ V'^N G^V' N^y

^ W ^ ^^?' Vr N2 ^

v

^

,^°° ^,°°00^00 ^-40 ó ó`" ^70 p0

^ ^ ^ O

^ ^ c^ ^ ^_ a

0o Có-°

o ^ ^ ó ^^

^-^ N m ^T v^

v ^ ^^^

v-^ m o mo

v

`^_

ó^n^^ ^.„ N `,L2.

^i^t.la^^

20ŭ2 ^ ^ v 00 M I^

ó N V'^ v^ I^

E`+ ^ ó^.^^^x tt 00 ^ N `.^ ^ ^ ^ ^ ^ ^

^ 00 ^:,; ^

yp M^T M C C_^--^ N ^T C N

^Y'^

^ „^` ^n 00 1^ CiN ^T .--•

ti IG.^^C.

LLl

0 ^

O o

LCJ tl ,^ ^^ JG ^: M:j ` ^ oo^^c

ĉ ^

^ ro ^ ^.L L L ^ L

N c c ŝ ^N c ^N ŝ `-!

N N N

ca ca co ca ^

C C C C ^c o c cŝ ŝ ŝ ŝ ^C N C C

N CN

-r N M ^ ^

.^.

ti

U

ƒ

C.)

G\

-°100'v

^

oéOƒv ^^^ v 'an ^ o^ ^ a_ v^E r ^^ C ^^

v ^L .. 4

é ó ^°^

wGw

2<%

Page 42: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

FIGURA 18

Curva de Lorenz representando la acumulación de laprop ied ad . 1910

en 1850 (= 0,84). En el tratamiento de los datos del Amillara-miento refundido de 1910, se obtiene un valor idéntico al de1850, es decir, 0,84 (fig. 18).

La simple comparación de los tres índices resulta ya muyelocuente en sí. Su elocuencia re ŭide, precisamente, en la au-sencia de cambios. En el período de tiempo de poco más desiglo y medio en el que se ha producido, nada más y nadamenos, la transformación de la propiedad rústica feudal enpropiedad burguesa, este cambio se ha efectuado sin apenastocar, sin apenas alterar la composición de las categorías depropiedad. Y esto es tanto más importante, cuanto que el

268

Page 43: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

punto de partida es una desproporcionada distribución de latierra.

Si se analiza la curva contenida en el gráfico 18, pocasdiferencias pueden apreciarse respecto a las situaciones ya co-mentadas anteriormente. La gráfica, cuya representación teóricaideal sería la diagonal, se dibuja prácticamente como una linearecta hasta el punto que representa la situación del 75 por 100de los propietarios. Entre todos estos, que son 1.135 indivi-duos, únicamente poseen el 5 por 100 de la tierra. El 75 por100 de los propietarios de Carmona a comienzos del siglo XX,poseen como término medio 3,8099 hectáreas. Una superficieridícula, más aún cuando entra en comparación con las exten-siones que disfrutan los grandes propietarios.

En la parte inferior de la gráfica se produce el mismofenómeno, pero a la inversa. A partir del punto que representala situación del 97 por 100 de los propietarios, la linea vuelve atomar una dirección mazcadamente horizontal, ya que el 3 por100 de los propietarios poseen el 50 por 100 de la tierra.

La simple comparación del índice de Gini, aplicado a losdatos 1755, 1850 y 1910 confirma que, efectivamente, lastransformaciones económicas y jurídicas registradas en la agri-cultura, no han producido modificaciones en la forma como sedistribuye la tierra entre los diferentes rangos de propiedad.Pero si en vez de limitarnos a un sólo índice, ampliamos lacomparación a una serie mayor de datos, la impresión que seobtiene es que entre 1855 y 1910 se han producido ciertasmodificaciones en la estructura de la propiedad, modificacionesque ocasionan un mayor desequilibrio en la distribución delsuelo.

Efectivamente, al ser comparados los datos contenidos enlos cuadros III.6 y IV.8.a., se observan algunas diferenciasapreciables. En primer lugar, ha experimentadó un considerableaumento el número de propietarios que poseen menos de unafanega: 15 individuos en 1850, ahora en 1910 son 63. Noqueremos insistir más en la inviabilidad de estas 63 explotacio-nes, de secano además, que poseen 0,2865 hectáreas de media.La propiedad que definimos como minifundista, con todas susconnotaciones peyorativas, es, con mucha diferencia, el grupoque más ha crecido. En el Amillaramiento de 1910 se censan

269

Page 44: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

465 individuos (aproximadamente el 31 por 100 de los propie-tarios) con menos de cuatro fanegas de tierra, mientras que enel Padrón de 1850, la propiedad minifundista estaba constiruidapor 366 personas.

Y este crecimiento de la propiedad minifundista, ^por quéha sido compensado? Por una parce, por una reducción.de lascategorías que representan a los pequeños propietarios. Así enlas clases 5.a y 6.a (propiedades comprendidas entre 8 y 32fanegas) se clasifican en 1910, 356 individuos, cuando en 1850lo hacían 525 personas. Por otra parte, por el aumento de lafrecuencia de algunas de las categorías que corresponden a laspropiedades de mayores dimensiones: las clases onceava y duo-décima. Concretamente la clase duodécima (propiedades com-prendidas entre 1.024 y 2.048 fanegas) no sólo ha experimen-tado un considerable aumento en el número de propietarios,sino que en ella se concentra el 26 por 100 de toda la tierraútil de Carmona, cuando en 1850 la concentración registrada enesta clase se situaba en el 15 por 100 del terrazgo.

CUADRO I V-10

Distribución de los propietarios1755-1910

1755 18^^ 1910

Ab.r. t^ Abr. ^^ Abl. %

1 menos de 4 fg 272 24,44 316 20,95 465 30,712 4,01 a 40 fg 595 53,65 843 55,90 682 45>053 40,01 a 400 fg 180 16,23 274 18,17 269 17,774 Más de 400 fg 63 5,68 75 4,98 98 6,47

Fuente: Amillazamiento Refundido de 1910 (Cazmona, A.M.).Datos: en hectáreas.Elaboración: propia.

A1 comentar las categorías de propietarios en 1850 decía-mos que se había experimentado un ligero ajuste de signopositivo por cuanco crecía la clase intermedia, propietarios en-tre 40 y 400 fanegas, a costa tanto de la propiedad minifun-dista, como de la gran propiedad. Sin embargo, en 1910, nosolamente se ha vuelto a la posición de partida, sino que se han

»0

Page 45: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

agudizado ios valores extremos: crece el número de propieta-rios minifundistas y crece el número de los grandes propieta-rios. Y ello a costa siempre de la pequeña propiedad. Conside-ramos que esta situación tiene mucho que ver con el fracaso delos repartimientos. ,

A1 iniciarse, pues el siglo XX, tras un largo período deprofundas transformaciones en la agricultura, no sólo se hadesaprovechado úna buena oportunidad para encauzar una re-forma de las estrucruras de la propiedad agraria, sino que l^desigual distribución de la propiedad que se había heredado delAnciguo Régimen. ^ha salido reforzada.

Agudización de algunos problemas de estructura depropiedad

La siruación de la propiedad de la tierra a principios delsiglo XX en Carmona presenta, en nuestra opinión, algunosproblemas que merecen ser objeto de un rratamiento detallado.Nos referimos concretamente a la elevación del número depropietarios de extensas superficies de tierra y también a lageneralización de la práctica del absentismo.

Concentración de !as tierra.r

Ya ha sido reiteradamente puesto de manifiésto en las pági-nas anteriores que el número de grandes propietarios ha expe-rimentado un cierto crecimiento desde mediados del XIX hastaahora. De una forma más concreta podremos conocer cuál es lasituación de la gran propiedad en Cazmona en 1910 a partir dela información contenida en el cuadro IV.11.

Los terratenientes que disfrutan de más de 1.000 fanegas deextensión son 40, y entre todos acaparan cerca de 40.000 hec-táreas (68.941 fanegas), es decir, el 45,5 por 100 de la superfi-cie agraria útil de Carmona para aquellas fechas.

En realidad no es tanco el que se haya producido una fuerteconcentración de tierras en pocas manos, como la generaliza-ción de la gran propiedad. Ya en 1850 la concentración eramuy elevada, pues entre 30 individuos acaparaban el 42 por

?^l

Page 46: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

^^ ^^ Irv I^ I^ I I I I 1 I I I I- I I I I I I I^' I- I^ I I I I I I I I I I

x•^ ^c-Ñ ^^^^ ^ Ñv^rv^.n ^xrvaC ^

^^1= ^I^ - I^^--IIII = ^xl^Cryrv^lÍlÍ^rv^n ŭ -í`^ntv c -

-^il-Illili-i1111^^ilil^^I-u^lii!Ililllil

^`^Ililil!III

^

i.n- I •ŭ ,'+^i=.^ ^nx^^x - - __ -ŭ I- ŭv^^ I I Í^ Irvrvr, I I^_ I^rv__ i I i,^„

xrvr°=Ñ^ñ^ó^=-.^. ^`k-^_- - -x-,•'•n^ ^`E rv`^zçoo^^^.c .--_.^nx'_`. =^n, zzx^ 1^^-.n^v^,.-^rv..,v^,^r^v. I

C^ ^

^-.

^_ a_hir^ñ `^._^.^-_Cx^i^^^ -^^:rvrvG-^^^n-^^i^^C^:'.:rr.^ ^ - ^

Q1 d ^ _-_-^.Xir.r.: xñinl^x^..•^

r`x^^.^in^n^^rn_-.^.^ ]C ĉCI^

f^ I^Iri _-_____-____^ xxxS^r^.^.^.^.^. ^.^.^.^. u^V.^n ^

^

. . . . . . . . . . . . . . . . ^_ C

^ ^^y U

TJ _ - ^ rvv.n.n^:`.^^,r^^.,-^-x-x--<r^^^i-rvr^ ^ ' -y _ rv ,.^ ,.^ ^ - - - - ^ - - - o

^ ^4 ` xx««x«^<^<x<a«««a«x«<aa«xa««a ^

L1^ o'o

e^ ^^ ^

°J á

p 6^ A .._ ^ ^ ^ ^r ^.. ^ ^_ 5^ ^ _^ ŭ „ ŭ " ^^ ' -`°. ^çç a ^,^°

^O ŭ > ^ ^^,`^^ro2 `^^ ŭ ^ `m S^ámÉ7^`'` - ,^V^ c- ..^ ^ ^ ÓV ó ^ ^lj ^^ N.y É ^^ J . ^b ^^y^ ^ ^ ^ ñ ŝ ' . ? c ° ^v'^ ^ < ^ ^^`,d^ (^-'^^.'.i^^ ^ Q,^j ŭoÓ°C^Lú ó ^H $U `°- ^^^v`^iu:v;,,^_.o^ ^^ ŭ <,iyV . a = ^ cw

^,/ ^ ƒ ^, ' . .s_• ° c^ ^^ ^ ' >" ^ ° ^ó^ `^`-a V N c-v ^ r ^^+1 ,^ c^m^É=N^^'$^=^^VV^.Ñ'^ ^ . vi^^-.^`^^^<^Y^_E ĉ >._^ .â ` < c;0

^ ^ ^. ^i ^. „ =^E,..jZi p<(7L°'C^^ c.„ é^^ . ^p^^<^ c^ Ñ^y . c+ ^' F ^^ p ^^.aÑ^ ^^^ , , ^ .. c= ^_ ,. .,á ^ ^ •^ ĉ .^^.^ o..,^,..,^,,c .3^^n N. _oG- .. E .w+

ó, .-. - . ^» C90.^ , ._ .^ o ° ŭ ^^ ñ.-p o ' o o • V .. ^ cú ' ;!

''^Q PúÉ^^^ ^.,^o. C^Eo^7.:°.^vP „ 'OF '^^.m ^:+ ^.9^ rkZ y ^g^ŭ ^o.^o^ ñ^^ ŭ n c`^`^a ^ ^ ŭ -i ñ^•ñ ^:^ ^ ñ ^p ^ ia í^ c ñ°^`^ 18.^t ^^^ m ñ m

-rv W L7 Wv^^ép^.,<^<vx.3«<=v^_,«lv^p-,.^^^<^^v^mp<.^^^^ _

2^2

Page 47: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

100 del terrazgo. Y más aún en 1755, momento en el que,según el Catastro de Ensenada, había 29 propiedades que reu-nían el 61 por 100 de toda la superficie. Así pues, repetimos,no se trata de una mayor concentración de la tierra, sino queaparece extendida la gran propiedad como forma de aprove-chamiento del suelo agrícola. ,

Porque, hasta cierto punto, la existencia de una gran pro-piedad en el Antiguo Régimen, y en el tránsito hacia formas depropiedad burguesas, puede estar justificadas, bien por el carác-ter estamental de muchas de las grandes propiedades, bien poruna coyuntura qúe haya favorecido la concentración de la tierra.

El elevado índice de concentración de la .propiedad en 175 5se explica por la presencia de unas tierras de naturaleza comu-nal o realenga. También por la existencia de unas instirucioneseclesiásticas o nobiliarias, que habían recibido a lo largo devarios siglos importantes donaciones de tierra, precisamenteporque la tierra era la fuente de poder económico, social ypolítico. Iglesia y nobleza eran las dos instituciones sobre la quese apoyaba el sistema feudal.

A mediados del siglo XIX, la concentración de tierras hadescendido de forma considerable, al menos por relación a lasituación anterior. Pero incluso la concentración existente, tam-bién puede explicarse, hasta cierto punto. En términos genera-les se puede aducir que, en estos momentos, se está atrave-sando un período de profundos cambios y trasvases de tierra, yesa coyuntura pudo muy bien ser aprovechada por algunosindividuos pata constituir inmensos patrimonios territoriales. Entérminos particulares, en Carmona en 1850 existe una inmensapropiedad de más de 11.000 fanegas, que concentra por sí solael 8 por 100 del terrazgo.

En cambio, al iniciarse el siglo XX, esos casos excepciona-les, más o menos justificados, del Común, del Cabildo Catedra-licio, o de los Iasso de la ^Vega, ya no se dan. Ya no existe ungran escalón entre las tierras del primero o de los dos primerospropietarios, y todos los demás, sino que el fenómeno quepreside la situación es la generalización y afirmación de la granpropiedad como forma de tenencia, y una gran propiedad, nohay que olvidarlo, que ya no es estamental, sino individual yprivada. Así pues, podríamos definir esta siruación como una

273

Page 48: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

«más equilibrada y proporcional» distribución de la tierra entrelos grandes propietazios.

Una caraccerística define a esta gran propiedad carmonense,y es la existencia de estrechos vínculos de parentesco entregran parte de los individuos que la componen (38). Existencuatro Lasso de la Vega en la relación; otros tantos miembrosde la familia Zayas. Dos hermanos}Pacheco Montalvo; dos de lafamilia Carn, y asímismo hay dos individuos llamados LorenzoDomínguez (39).

En su mayor pane, los apellidos que componen la relaciónde grandes propietarios, resultan suficientemente conocidos. Enparte, reconocemos a la nobleza vinculada a Carmona desde elsiglo XVIII (duque de Berwick, marqués de Santa Cruz, mar-qués de Vallehermoso), en parte, a las grandes familias dearrendatarios y burguesía agraria consolidadas como propieta-rios a lo largo del proceso desamortizador (Caro, Domínguez,Zayas). Y junto a éstos, nuevos títulos y nuevos apellidos, quehan accedido a la propiedad, o incrementando su patrirrionio,sobre la base de las tierras desamortizadas a partir de 1855. Porotra parte, no hay que olvidar que, al haber quedado desvincu-lada toda la tierra, las transacciones comerciales se hicieron másfrecuentes, y también los cambios registrados en la titularidadde la tierra. •

En cualquier caso, la impresión más positiva que se obtiene

al repaŭar esta relación de grandes propietarios es la consolida-ción total de la propiedad individual, privada y burguesa.

EI ab.renti.rmo

Tal como se deduce de la información contenida en elcuadroIV.12, el absentismo es.una realidad incuestionable en-tre los propietarios de la tierra de Carmona en 1910.

(38) Naturalmente, el límite de las 1.000 fanegas es un límite puramente

convencional paza efectuaz el análisis de la gan propiedad, y a poco que se

alazgara la lista, por ejemplo, hasta los propietarios de más de 400 hectáreas, se

reiterarían los mismos apellidos.(39) En 1850, entre los nuevos gandes propietarios surgidos con la desa-

mortización se encontraba un Lorenzo Domínguez, pero dado lo frecuente de

este apel6do en Andalucía, no nos atrevimos a seguirle su genealogía. Ahora en

1910, en la relaáón de grandes propietatios, hay dos Lorenm Domínguez, lo quenos hace suponer que estos dos individuos son descendientes del primero.

274

Page 49: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

CUADRO I V-12

Propiedad residente y ausente

N.° Pr. N.° Part-. Pari.

Pr. r Tirrrat ^ Alyd. Parr, r elled. Prop.

Resídente L005 66.36 32.91^ 38.06 32.'S36 3.3^6 69.28 9.^504 3.4

Ausente 509 33.62 53.568 61,94 I05,2á06 Lá9^ 30,'2 35.^832 2,9

Total L514 t00 86.485 100 5',1234 4.8^3 100 I7.3400 3.2

Fueate: Amillazamienro Refundido de 1910 (Carmona, A.M.).Datos: en hectáreas.Elaboración: propia.

EI absentismo ha sido un problema constante a lo largo detoda la historia reciente del térrŭiino de Carmona, debido fun-damentalmente a la importancia que en ella tenían las propie-dades de la nobleza, y de las instituciones eclesiásticas. En 1755(cuadro II.22) la propiedad residente comprendía el 82,46 por100 de los individuos, pero sólo disponía del 39,38 por 100 delas tierras. Por el contrario, la propiedad absentista, constituidapor 194 individuos (17,54 por 100) acaparaban el 60,62 por100 del suelo. En 1850 se mantiene una proporción similar deprópietarios residentes (1.213 personas = 80,60 por 100) y au-sentes (292 personaĉ = 19,40 por 100), pero en cambio des-ciende considerablemente la cantidad total de tierras disfrutadaspor estos últimos (48,34 por 100). Parecía como si la desamor-tización, y la compra de las tierras por parte de los vecinos deCarmona, fuese a suponer un cambio sustancial en esta relációnde la propiedad residente/ausente.

Sin embargo, una vez consumado el proceso desamortiza-dor, esa tendencia inicial no se ha confirmado, y las tierras enmanos de la propiedad absentista proporcionalmente superanaún a las que disfrutaban al finalizar el Antiguo Régimen. A lavez, se mantiene como una constante la preferencia de la pro-piedad absentista por la tierra de labór y pastos, mientras que lapropiedad residenre es más «olivarera» (cuadros IV.13y I V.14).

275

Page 50: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

naoMnoo v.MNO ^^aMM +n00M n^-+^`d' NM Ó O Ó ó ó Ó ó ó Ó Ó Ó ó`7 00 M V^ `C íC^ a0 C' 00 G^ V^O O`7 ^ N ^ Op G^ V^ 00 N O O Ó O O O O O O O Oŭ 0ó0000000000MMÓG^M ^ V^V'v1V1 I rllV^v oo M^.C^ a0 ^ O ao .-. v^^op ^C' V' ^ O nE.Gp .. f^ ..r N

N

^

rrC

G

^

00..10^'^ 7^^NV' n_^

^

^

^^ N`RO.--^ G^G^Óñ^

^^y^M^ ^y'V^nM V^`C'V

ó ^^ M^^^ I.^Mn^ I ^^

o^^

ó

a^

rr "^

^ `C V^ n`V' `d'N ^M N n

^.^y•+ ^

ĉ^i

.r^

V

>k^

^ Q

M ŝNII^ -. v^V,.^ ,C^O VM ,(^ONn y

^^...^ cE ^7^NM--^^7na0MV^MOny

^ ^ ^

`

^

G^^C'o^MM naDno^^ ^+^n^,roa^?^v^an.»..^

ai..O..^V• O.rNV' OOñ.•v^

^

^ ~^

>^Ñ

a

-+ .C^MMMV^.+Vr ON^ 00 C^. .r ^ M ^--^ ^ Op M G^

m ^

V

Q^

CJ V Q

^ GIQ

v

v^

^M

^

á yv..QQ

^^

^CTOODOp ,C^M^nn.J00`C'

MOOOOMa00MnON0 QN v^ .r 00 00 O ^^ G^ ^-+ ^^! v^ `C' ^

n^^ n ^^

_

^ ^

py^O ^.o_p C00_N

^^~.yy7O^-^.r^^^.+`C'OC~NG^

Ó y^ N O^ ^`1 M N ƒ

M

1,

TO'^ Op

^ ^N O

v^tC "O V

4 V 7O O p

R^ q 00u v ov ^ . a ^° ^

^°^-á^^v^óé::E^„v.v °^^'_'-.'5 ^ ^^ ó ó.^F•"+[-^^00>xaa^^a

^^NnV^ ODnNO MVr'nONV'G^ V' ^O`7 oD0aóó^ri..n ^ c^v^vCŝ I vC^Vr nNn^4' rM^V' r^

C^i ^V^00^ NnñG^ NNV' G^OG\n Nn, v^ I v^^

`pOMM00 I N^Ñ^ G^MNNV'^NN MN MN

O.rNV^00n+v^NOO^G^OOnMMO^-+NNOO^N

^L^eri^r^0o0v^Ó^tl'0 CÓN N O M N N O

v^MONC.^v^^O--^Cn^nOv^ `C"Q' V^ M .r `C' ^p .-^^{ O O O

^V' O Ó^ Ó Ó^ J' Ó O o OO

H

TO

V ^ŝ^ m O

7! 'ÓR^ ;

O^ L ^

== ° °o^_uv o .n^a^ -p e

^í °v^^vvó^^^..uv y:-.:.7.c 7^^ OO ŝFÉ-Fr^400>xan.^^a

276^

Page 51: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

^MCOMV' N^NOD NV'M O o0 00 n O v^ aD ^tf o0 ^NODG^M^^ O`COV^ N^Q' ^

O O O O O p O O O O O O

ÓÓÓÓÓ0Ó0^ÓÓÓ^

E.

v ^OG^rv I Mn^M I ^aG^NM^+MN V"Q^N V' NOO.V^ OM M^^ V'

M r n •r Ór M

^

O O O O O O O O O O O O

`

M^ O V' O N N M n V'^OO^^aO V OOV^ ^ Oó

C,^O Oa0 n M^^^ ^ a ^

V ,Ca,CCr

^

L

^^h

V G^ G^ •-• ^n J' O v^ N oo ..^MMnO OODMOp. ^Opo^^.^n I^M^^ ^N^V' `Q`Q'V' N 7V' NM n V^

H 'v' G^ O.• I^ 7 v. y^ I op ^^ ^

M^ .N+^ M..^Ñ ^e^fl rr

Cvŭ

^r ,

^^ M ^ =^

va.0

ca.rV

>

CLyoC

^fi^

^.,

.-^ G^ `O' V' O M^C' C^ M O V'V^^Mf,TM ^p^lJn NV'

nr^^^, I.^oN^. ^.,^,NM`CNM MNMN NN

0

~

^

•4!

`^ 1+ .. v^ ^p G^^a' G^ v^ O v^ 0 .• ^e'^

C.

~ C tl^a00v^G^V' Nnv^G\a0 r

OV^OOON`C'G^nNNn0000MO -r

^^

^ ^ ^ .^a0oD00- O NV^^ ^^nNÓNG^.ni NV^ Mv^`TV^V^V^

6'

^ ^ HQ G^ V' V' V^ `C~~^O^OÑ^ n ^O

M '+ n 4 M N n M r O O V' V' V^ O N N

^ ^^

^

.^

00`C^^^Ov^NG^`O'OOOV^.-^op^^npnv^o000^^

QQ °^ u ^ 4

-r M O^^ ^-^ M M O

CL y

Ú á ^°ó^ ^

á,.M

<^ ^

oono..^aoonn-.v.ooc^oo^-^ n^-^ v^^ao^av.

^^ ^

OpMNNOpN^Mn NODV^^a M V^a n ao M v^ ... G^ .^. O^a

(^ ŭ^

^ 3

MrMaÓNryN1`^nny^dpnM.^-•Nn íC^^.G^^V^rV` OOV'O M op .^ v^ O^--^ ^

^^

M^y'^--iMNnNV^ V^^--^V' OG^^-+OMNO.+OaOnM.+O ^

C^ĉÓV ^^ĉ^

Ó+

y.--^ M O'+ N^ MM ... v^

N61 . ĉ

OO^ ^Ó U_

~ŭd ^ o

^ ^ ^ G^O ^

^4 `' ^0

^ v^+ 'v

^N C

4! w> a.^ > ^T

0T

^

Y. c^ ie O

0

ái íCd O Cv.. ^ ^v ^á

ie ^7 u

_u

^a v ^a °18.0'

^ ^ V

^

^ y

NO ^ ^

^

^V 4

^^ 4 0.^ ov v ŭ ^ ^a

^ E s c._ .-y d ^ ^

6 e :ou v ^o, ^ ^ ^ u^ -O ^ N

^0

^ Óéé`'^^^`a^`a^^v8`uu^:^:a._ o^^oo ŭ

FFaG00>^aa^^'w

ŭ óa`i ú y^^^!E ^^^ ó ó, ŭ y^^F^FoC00>xaa^^w w C] w

ŝ 77

Page 52: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

• Dualidad de la propiedad no residente

Se ha recurrido a distincos factores para explicar el elevadonivel de absentismo de los propietarios de sus tierras. Ya ante-riormente hemos hecho mención que una nobleza que poséíatierras dispersas por todo el país, difícilmente podía dejar deser absentista. A imitación de esta nobleza y considerandocomo un signo de prestigio social e incluso de ennoblecimiento,la gran burguesía abandona sus tierras y se va a vivir a lascapitales del sur -Córdoba y Sevilla, especialmente- o in-cluso, a Madrid.

A estos factores habría que añadir otro de matiz muy dife-rente: la inseguridad de la vida en el campo paza los grandespropietarios. La propagación de las ideas anazquistas, la consti-rución de sociedades y centros obreros, la declaración cada vezmás frecuente de huelgas entre los jornaleros (40), algunasocupaciones de tierra y, finalmente, el estallido de la violencia-si bien a este recurso se llegó en contadas ocasiones-, pu-dieron impulsar a los grandes propietarios a buscar una residen-cia más segura en los núcleos urbanos, donde su calidad depropietarios de la tierra era desconocida.

Estos factores pueden ser utilizados de forma genérica páraexplicar el absentismo de la gran propiedad en la mayoría delos municipios andaluces.

Pero junto a este absentismo de los grandes propietarios, enCarmona se registra un absencismo de pequeños y medianospropietarios. Ello constitnye una novedad con respecto a lassituaciones anteriores.

Efectivamente, se ha visto que la proporción de propietariosresidentes y no residentes mantiene unos niveles estables en1755 y 1850: en torno al 80 por 100 de la propiedad esvecinal, y en torno al 20 por 100 es absentista. Sin embargo, al

(40) Díaz del Moral cita, de pásada, el estallido de una formidable huelga en

1902 en Cazmona, así como en otros pueblos de la provincia de Sevilla y Cádiz.

Díaz del Moral, J., op. cit., pág. 189. No disponemos de una obra de las

cazacterísticas y del rigor de detalles como la que Díaz del Moral redacró para laprovincia de Córdoba. Pero el ambiente, la propagación de las ideas y la dinámicade las agitaciones campesinas en la campiña de Sevilla, bien poco se diferencia-

rían de las de Córdoba:

278

Page 53: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

iniŭiarse el siglo XX, el número de propietarios no residentesen Carmona se eleva hasta un tercio del censo (509 individuos)y la desproporción entre el tamaño medio de la propiedad vecinaly nó vecinal se reduce considerablemente. Así mientras la pro-piedad media de un vecino de Carmona en 1755 era de 48fanegas, y la de un forastero de 352, es decir,. esta última erasiete veces superior a la primera; ahora en 1910, la propiedadmedia absentista «sólo» es tres veces superior (105 hectáreasfrente a 33) a la disfrutada por los vecinos del pueblo.

El aumento del número de propietarios absentistas y ladisminución de la propiedad media de estos individuos, ha deser explicada necesariamente por la presencia entre los propie-tarios ausentes, de un considerable número que poseen propie-dades de medianas y pequéñas proporciones.

Cabría preguntarse: ^Es que el deseo de encumbramientosocial ha llevado también a los medianos propietarios a trasla-darse a las ciudades? Ciertamente, no. El motivo es muy dife-rente y presumiblemente, sólo se produce en los municipiosque disfrutan de términos de grandes dimensioñes.

Los vecinos de municipios cercanos, con términos pequeñosy presionados por el crecimiento demográfico, han aprovechadola coyuntura favorable de las nuevas subastas y ventas de tierrasdesamortizadas en Carmona para acceder a la propiedad rústica,ya que esa posibilidad no se les ofrecía en su propio pueblo.

Nos gustaría comprobar si esta situación se ha dado tambiéñen los términos municipales de Ecija, Osuna, o Marchena. Aquíen Cazmona, la compra de tierra por pazte^ de residentes enmunicipios.límítrofes, quizá se haya agravado por la presiónejercida por el Viso de Alcor y Mairena del Alcor, pequeñosmunicipios por relación al tamaño de los términos de la Cam-piña, y que en su día formaron pazte del alfoz de Carmona.También lindando con Cazmona al norte, se encuentran.algunosmunicipios pequeños, cuyos vecinos han podido acudir a Car-mona a comprar tierras.

A1 hablar de los repartimientos, se citó el caso del. conijode las Albinas, dentro del término de Carmona, pero lindantecon el de Mairena del Alcor, que fue repartido entre.vecinos

279

Page 54: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

de esta última villa, dada la falta de tierras en el propio tér-mino.

Podríamos decir que esta cesión revistió el carácter de re-conocimiento oficial de la falta de tierras en los pequeñosmunicipios y la ayuda prestada por Carmona para remediarlo.Pro el reparto de las Albinas no es el hecho definidor de lasituación. Lo característico y sintomático es la presencia demúltiples pequeños propietarios con su residencía fijada en EIViso, Mairena o Paradas, que han accedido a la propiedadmediante la compra de tierras, desamortizadas o libres, ya queno encontraban parcelas en oferta en sus propios pueblos.

Por su procedencia, los propietarios no residentes en Car-mona, se distribuyen de la siguiente manera:

El Viso del Alcor .. . .. . . .. . . .. . . .. . . .. . 177 propietariosSevilla, capiral ......................... 126 propietaziosMairena del Alcor ...................... 62 propietariosParadas ................................ 33 propietariosMadrid ... .... ........ .... .... .... .... . 20 propietariosBrenes ................................ 16 propietariosLa Campana ........................... 9 propietariosMarchena .............................. 9 propietariosFuentes de Andalucía . . . . . . . . . . . . . . . .. . . 8 propietariosAlcalá de Guadaira . . . . . . .. . . .. . . .. . . .. . 7 propierariosLora del Río ........................... 6 propietarios(41)

Todos ellos, con la excepción obvia de Madrid, son térmi-nos que lindan con el de Carmona. Pero lo más signifi ŭativo esel elevado número de propietarios procedentes de El Viso yMairena del Alcor. De estos dos pueblos procede cerca del 50por 100 de los propietarios forasteros (42).

(41) Sigue una lista de quince o diecíocho municipios más, representados poruno, dos o tres propietarios, pero ya no los consideramos como significativos.

(42) Además es curioso observar que son varios miembros de la misma

familia los que han comprado tierras dentro del término de Cazmona Porejemplo, todos los Bonilla que figuran en la relaáón de propietarios residen en EIViso del Alcor. Igualmente los nuevos propietarios apellidados Morilla son veci-nos de EI Viso. Los Jiménes, León y Jiménez León son, asimismo, residentes deEl Viso o Mairena En la relación de propietazios hay 61 individuos çue se llamanJiménez de primer apellido, de ellos 47 viven en EI Viso o en Mairena

280

Page 55: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

A estos pequeños propietarios, con su residencia fijada enmunicipios cercanos al de Carmona, nó se les puede definircomo propiedad absentista en la acepción negativa del término.

Absentismo es un término que siempre se vincula a propie-tarios, desinteresados del culcivo de sus tierras, y que, en lamayoría de los casos, han accedido a esta gran propiedad porherencia de sus mayores. Disfrutan de considerables extensio-nes de tierra, y acostumbran a darlas en arriendo o las dejan alcuidado de unos administradores locales. Pero sobre todo, sonunos propietarios despreocupados de la mayor o menor produc-tividad de sus tierras, puesto que las dimensiones de. sus fincas,obvian los bajos rendimientos por unid.ad de superfi ŭie.

Pero esta pequeña propiedad, de la que venimos hablando,no reune ninguna de las características antes enunciadas, bási-camente porque no son grandes propietarios. Viven en Mairenao EI Viso, pero desde estos pueblos vigilan los cultivos con elmismo rigor que podrían hacerlo viviendo en Carmona, y al serpequeños propietarios, están interesados en obtener los máxi-mos rendimientos por hectárea.

Así pues, de ellos puede decirse que son propietarios noresidentes en Carmona, pero no hacer esta expresión equiva-lente a la de propietarios absentistas. ,

Tampoco ha de pensarse que todos los propietarios vecinosde Mairena, de EI Viso u otros pueblos limítrofes, se encuadrandentro de la categoría de pequeños propietarios, sino que tam-bién se ha constituido un grupo de propietarios con tierras deconsiderables dimensiones y con vínculos de parentesco entreellos. Quizá la familia que Ilama más la atención sea de losJiménez de El Viso del Alcor: ^

Dentro de la relación de grandes propietarios figuran dosJiménez avecindados en El Viso: Agueda Jiménez Cárdena queposee 826 hectáreas de tierra y Gil Jiménez León con 801hectáreas. Es sin duda alguná, la familia de los Jiméciez Leónquienes han conseguido reunir una propiedad territorial demayores dimensiones, ya que entre siete hermanos poseen den-tro del término municipal de Carmona 2.629 hectáreas. ^

EI patrimonio de la familia Jiménez de E1 Viso en Carmona,se había empezado ya a constituir a raíz de la primera desamor-rización eclesiástica. A pesar de lo frecuente que es el apellido

281

Page 56: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

Jiménez en Andalucía, en el Padrón de Contribuyentes deRiqueza de 1850, no figura gran número de personas con esteapellido (18 en total). Todos ellos, a excepción de cuatro,poseen propiedades de pequeñas dimensiones: dos a seis fane-gas por ŭérmino medio, y son residentes en Carmona. Lascuatro excepciones ,son vecinos de E1 Viso. Figura un MiguelGiménez con 186 fanegas; dos hermanos Giménez León con164 y 165 fanegas cada uno de ellos; y los herederos deJiménez Rico con 806 fanegas. Por lo tanto, en 1850 se en-cuentra ya la base de la formación del patrimonio, pero real-mente la riqueza territorial de los Jiménez y más concretamente

de los Jiménez León, ha tenido necesariamente que constiruirsemediante compra de tierras en estos últimos cincuenta años,tierras procedentes en su mayor parte de la segunda desamorti-zaŭ ión, pero también de simples transacciones comerciales decompraventa entre particulares.

A modo de resumen, pues: la segunda fase desamonizadoray el aumento de las transacciones de tierras en la segunda mitaddel siglo XIX supusieron la pobilidad de acceso a la propiedadde la tierra de Carmona de vecinos de otros pueblos.

En estos pueblos, de reducidos términos municipales, elvolumen de tierras desamortizadas y vendidas tuvó que serrealmente escaso, y los vecinos adinerados de los mismos acu-dieron a subastas en lugares cercanos para efectuar compras detierras, que, por falta de ofena, no pudieron realizar en suspropios pueblos. Cada unó de ellos adquirieron tierras en fun-ción de sus posibilidades monetarias, de forma que se consti-tuyó una pequeña, una mediana y una gran propiedad. Pero aninguna de estas modalidades puede considerársele como pro=piedad absentista en el sentido negativo del término, sino úni-camente, propiedad no residente en la villa de Carmona.

• La falta de relación entre propiedad absentistay tierras arrendadas ' '

La extensión de fincas arrendadas es baja, tanto si se lecompara con la cantidad de tierras que se encontraban en dichasituación en 1850, según el Padrón de Riqueza, como si se larelaciona con la cifra total de tierras en manos de propietariosno residentes en Carmona en 1910. .

282

Page 57: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

Según el Amillaramiento, se encuentran dadas en arriendo,a comienzos del siglo XX, 12.000 hectáreas, lo que significa el14 por 100 de toda la superficie agraria del término de Car-mon a.

En la distribución de aprovechamientos, destaca la preferen-cia por el arriendo de tierras cerealisticas, ya que si _ bien sededica el 57 por 100 del terrazgo al cultivo de los cereales enel conjunto del municipio, en las tierras dadas en arriendo elporcentaje se eleva hasta el 84 por 100. Le sigue en importan-cia las cierras incultas de palmar y monte bajo, que suponen el10,5 por 100 de las tierras arrendadas. De esta manera, seconfigura como úpica, la explotación en arrendamiento de laborY pa.rto.

En cambio apenas tienen importancia los arrendamientos deolivares (500 hectáreas en todo el término). La ausencia decontratos de arrendamientos sobre fincas de olivar se ha agudi-zado ahora aún más que en épocas precedentes (43). De hecho,sólo hay arrendadas dos haciendas.de olivar, una con 377 hectá-reas, y otra con 113 ha, y cinco parcelas más de reducidasdimensiones. Las restantes tierras arrendadas son. hazas o corti-jos de tierra calma.

En realidad estas preferencias de los arrendatarios no hacensino confirmar las tendencias que venían observándose en lossiglos anteriores, y no vamos a insistir ahora sobre unas motiva-ciones ya explicitadas. ,

Sobre la situación de las tierras cedidas en arrendamientoen 1910 nos interesa destacar aquí dos aspectos: En pri-mer lugar, la fuerte disminución que ha experimentado elvolumen total de tierras arrendadas entre 1850 y 1910. Y ensegundo lugar, la falta de correspondencia entre tierras de pro-piedad no residente y tierras arrendadas, ya que inicialmente setiende a pensar que el propietario absentista arrienda sus tie-rras. Y de hecho esa era la situación dominante a medidas delsiglo XIX. En nuestra opinión ambas características se encuen-tran relacionadas entre sí, y con un tercer elemento que ya

(43) En 1850 se arrendaban 4.981 aranzadaz de olivar (1.840 hectáreas), que

significaba el 6 por 100 de rodas las [ierras arrendadas. En 1910, la proporcióndel olivar en las tierras en arriendo se sitúa en el 4 por 100 .

283

Page 58: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

hemos descrito con anterioridad: la presencia entre los propie-tarios de Carmona de un fuerte grupo de vecinos de puebloslimítrofes con el término de dicha villa, cultivadores directos desus parcelas.

No existe correspondencia entre la superficie arrendada en1850 y la que ahora se cede en arriendo. Según el Padrón deRiqueza, más del 60 por 100 de la superficie agraría útil estádada en arriendo. Sesenta años después, el porcentaje de tierrasarrendadas ha descendido hasta situarse en el 14 por 100.

Tampoco hay correspondencia entre las tierras que son dis-frutadas por la propiedad no residente en 1910, que se eleva al62 por 100 de la superficie total, y la que se arrienda, 14 por100. Además las diferencias no estriban únicamente en el vo-lumen total de cierras, sino también en el significado propor-cional que cada cultivo adquiere en la distribución de aprove-chamientos. Ya vimos que en el conjunto de las tierras arren-dadas el olivar sólo supone el 4 por 100, mientras que laproporción de tierra de labor se eleva hasta el 84 por 100.Entre los propietarios ausentes, aunque si bien es cierto que seaprecia una preferencia por el cultivo de los cereales (64 por100), sorprende el alto porcentaje de los terrenos de olivar(22,5 por 100), signo evidente de que hay un gran número defincas que son llevadas directamente por sus propietarios.

Así pues, esta situación confirma la dualidad de propietariosno residentes que existen a comienzos de siglo. Por una parte,una gran propiedad absentista tradicional, vecina de Sevilla yMadrid, que arrienda sus cortijos de tierra calma Por otra, untipo de propiedad surgida recientemente, formada tanto porpequeños, como por medianos y grandes propietarios, que lle-van directamente sus tierras, y probablemente a ellos deba seratribuida la extensión que la superficie olivarera ha experimen-tado en el pueblo.

^ Cuáles pueden ser las causas de esta nueva orientación dela propiedad, que ha decidido convertirse en cultivadora di-recta?

En primer lugar hay un hecho claro y es la venta de lasrestantes tierras eclesiásticas. La Iglesia arreñdaba la casi totali-dad de sus fincas y entre 1850 y 1910 se han subastado yrematado 14.000 fanegas de patrimonio eclesiástico:

284

Page 59: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s

También en este período la nobleza ha experimentado unareducción de su patrimonio territorial, y sus miembros acos-tumbraban, asimismo, a ceder en arrendamiento sus fincas.

Si ponemos estos hechos en relación con el importantegrupo de nuevos propietarios avencidados en Paradas, EI Viso 0Mairena del Alcor, e interesado en el cultivo directo de sustierras, podrá comprenderse en parte el mayot peso queactualmente posee el propietario-cultivador del suelo. Ademásesto no quiere decir, que este tipo de propietarios surgiese sóloentre personas no residentes en Cazmona. También tuvo quedarse -y más aún, tuvo que darse antes- entre individuosresidentes en Carmona. Más tarde, al superar la oferta detierras la demanda local, fue posible que acudiesen a comprarlaindividuos procedentes de otros pueblos.

De todas formas, la desamonización de bienes eclesiásticosy las posibles ventas de ,las tierras de la nobleza, aún en elsupuesto de que todas ellas hubiesen sido adquiridas por cam-pesinos cultivadores directos, no constituye «cuantitativamente»un argumento suficiente para explicar el brusco descenso quese ha producido en el volumen de las tierras arrendadas. Asípues, junto a las argumentaciones expuestas, hay que pensar enuna cierta «vuelta a la tierra», impulsada por una coyunturaalcista de los productos agrícolas y por un proceso general deinflacción monetaria.

!Ji

Page 60: Culminación del proce.so desamor- tizador: Nuevas formas de … · 2008. 4. 14. · Culminación del proce.so desamor-tizador: Nuevas formas de propie-dad y permanencia de estructura.s