ÍNDICE

1. Presentación………………………………….páginas 1-2-3

2. Desarrollo del trabajo……………………páginas 4-5-6-7-8.

3. Valoración…………………………………….páginas 9-10.

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PRESENTACIÓN

Las prácticas que realicé fueron durante el mes de Julio en la “Escola d’ Estiu”

del colegio Juan Vicente Mora de Carlet.

La “Escola d’estiu”, como su nombre indica, se trata de una escuela que se realiza en

verano a la que acuden muchos niños desde 3 hasta 12 años, para realizar actividades,

talleres, juegos, excursiones y pasárselo en grande.

El lugar donde se realizó fue en un colegio público situado en la avenida Blasco

Ibáñez, cerca de la estación de tren. Este colegio es muy antiguo y todos lo conocen por

el nombre de “El parque”. Tenía como singularidad el mapa de España con relieve en el

suelo, una jaula con pájaros, una tortuga gigante donde los niños podían entrar por unos

agujeros y jugar dentro de ella, etc. Casi todos nuestros padres asistieron a este colegio,

ya que fue el primero y el único en aquellos tiempos. Le asignaron el nombre de “El

parque” por su gran parecido, ya que estaba lleno de columpios donde los niños, al salir

del patio, era como si salieran del colegio y fueran a un parque.

Otra característica que encontramos en este colegio es el tipo de estructura que

tiene. Generalmente todos los colegios tienen un edificio para primaria con su

respectivo patio y están separados por otro edificio más pequeño para los de infantil con

su otro patio más pequeño.

La diferencia de este colegio es que tiene un edificio para la educación primaria

y alrededor se encuentran diversas casitas para las clases de infantil separadas entre

ellas por un patio enorme. Cada casita corresponde a una aula, por lo que si quieres ir a

la clase de al lado tienes que salir obligatoriamente al patio. Después hay un patio más

pequeño cerrado para los de infantil. Este tipo de estructura destaca la antigüedad del

colegio.

En cuanto a la zona, como ya hemos dicho, está situado en la avenida del

pueblo. Esto es muy positivo ya que no existe el peligro de que los niños puedan salir

corriendo hacia la carretera, sino que salen directamente a una especie de parque donde

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siempre aprovechan para quedarse jugando. Las madres pueden estar tranquilas porque

los niños no corren ningún peligro ya que las dos carreteras que hay quedan bastante

lejos.

Como ya hemos dicho antes, la “Escola d’ estiu” se realiza durante todo el mes

de julio, por lo tanto, los profesores y maestros están de vacaciones y no intervienen en

la escuela. Todo queda en manos del responsable del ayuntamiento, de los

coordinadores y de los monitores.

Por este motivo, no puedo hablar sobre cómo trabajan porque no hemos

coincidido con ellos. No obstante, alguna vez ha aparecido algún profesor mientras se

estaba dando la clase y ha ofrecido su ayuda facilitándonos todos los materiales de los

que disponía.

Cuando termina la “Escola d’ estiu” tiene que quedar todo como antes, las mesas

limpias, los materiales del colegio en perfecto estado, la sala de profesores y de

materiales ordenada…por ello al finalizar la escuela quedamos todos los monitores para

limpiar el colegio, incluyendo el patio. Cada monitor se encarga de limpiar su aula y su

trozo de patio y después entre todos se limpia las zonas comunes como la aula de

profesores o del material.

La “Escola d’ estiu” lleva realizándose en este colegio durante muchos años.

Alguna vez las madres de los niños han querido que se cambiara de colegio porque

quedaba demasiado lejos de donde vivían pero nunca se ha hecho debido a la cantidad

de clases de la que dispone el mismo. Ya que hay que desatacar que acuden cada año

más de 400 niños.

En cuanto al tipo de alumnos que asisten a la escuela no hay ningún problema ya

que está abierta a niños de diferentes etnias, países e incluso niños con alguna

deficiencia como pueden ser los niños con Síndrome de Down o con necesidades

educativas especiales. Los niños autistas tienen una monitora asignada para ellos solos

ya que necesitan especial atención.

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Este año hemos tenido una alumna del segundo ciclo de primaria con autismo y ha sido

para mí una gran experiencia trabajar junto a ella.

En cuanto a la programación de las actividades a realizar, son los coordinadores

de cada ciclo los encargados de hacerlas. Después se raparte un dossier a cada monitor

donde se especifica cada semana el tema a tratar y los talleres que tocan realizar cada

día. No es preciso seguir el dossier al pie de la letra, pero sí es conveniente tener al final

todos los talleres realizados. Lo más importante es que los niños se lo pasen bien a la

misma vez que aprenden.

Por otro lado, los objetivos son la diversión de los niños y el enseñarles a

compartir, a realizar tareas grupales y saber relacionarse con los demás ya que la

mayoría de los niños vienen de colegios diferentes y no se conocen.

Este tipo de escuela busca apartarse de la metodología y salir de la enseñanza reglada ya

que lo importante es hacer que los niños disfruten del verano y que al mismo tiempo

aprendan de una manera diferente, que es jugando.

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DESARROLLO DEL TRABAJO

El trabajo que realicé fue en la etapa del tercer ciclo de primaria, es decir, con

niños de 11-.12 años. Es una edad un poco difícil pero se pueden conseguir los objetivos

sin ningún problema ya que a la hora de aprender con juegos todos están dispuestos.

Todos los días entrabamos media hora antes de recibir a los niños para comentar

las actividades a realizar durante el día. Esto también se hacía antes de irnos a casa así

comentar a los coordinadores si había ocurrido alguna incidencia o por el contrario si

había ido todo bien, que era lo más común.

El tema a tratar en primaria eran diversos talleres, el deporte y también la

educación en valores. Las coordinadoras dividieron el mes en cuatro semanas para

realizar en cada una talleres referidos a temas distintos.

Nos repartieron un dossier donde explicaba en que iba a consistir cada semana y

que talleres teníamos que realizar. También explicaba cómo se hacían las actividades,

los materiales que teníamos que usar y las excursiones o juegos que haríamos.

La preparación de las actividades era muy divertida ya que los alumnos iban a

disfrutar mucho haciendo lo que les gustaba. El primer taller que hicieron los niños/as

fue el llamado “sal de colores”, donde a partir de sal y polvo de tiza de colores

mezclado tenían que hacer un dibujo hecho expresamente con la sal.

Un día a la semana les tocaba natación en el polideportivo municipal del pueblo.

Ese día todos los niños/as llegaban a la escuela preparados para realizar la actividad.

Como son niños/as con una cierta autonomía personal nosotros los monitores estábamos

allí para controlar ciertas incidencias que pudieran ocurrir. El objetivo de esta actividad

es el fomento del deporte de una forma divertida junto con todos los compañeros.

He de decir que me lo pasé muy bien en la piscina junto a los niños, porque yo

como monitor también jugaba con ellos y me interesaba en la iniciación de juegos de

agua.

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Otro día les tocaba hacer un taller sobre los peces y a partir de una caja de

zapatos, papel de charol, purpurina y arcilla para moldear, realizaban una preciosa

pecera que una vez terminada se las llevaban a casa para enseñárselas a la familia.

También realizaron un taller dedicado especialmente a los sombreros, donde

cada niño tenía que hacerse el suyo propio con cartulinas, purpurina, rotuladores…

Como bien he dicho antes cada semana trataba de un tema a seguir como por ejemplo

la semana mariachi, donde cada alumno/a diseñaba su sombrero.

Para realizar todos los talleres teníamos que forrar entre todos las mesas con

periódicos ya que tenían que permanecer limpias para el próximo curso. El orden y la

limpieza eran dos factores muy importantes que los monitores debíamos enseñar a

nuestros alumnos.

El deporte es muy importante en la vida de los niños así que realizaban muchas

actividades al aire libre relacionadas con el ejercicio físico. Como en todas las semanas

se les pedía a los niños que por medio de votaciones eligieran un juego que desempeñar.

Muchos días jugaban al básquet, al fútbol, al balón-tiro, al pilla-pilla… siempre con la

supervisión de nosotros los monitores, estableciendo unas normas para una buena

convivencia.

Pero lo más divertido de la escuela de verano eran los juegos de agua, donde

nosotros los monitores preparábamos bufas llenas de agua, mangueras, bolsas

empapadas… Cuando avisábamos a los niños podían empezar la guerra de agua, donde

todos terminábamos empapados y con más ganas de jugar, era muy divertido.

Otros juegos realizados durante mi instancia eran muy motivadores para los

niños /as, como la yincana gorrina, que se trataba de iniciar una guerra de pintura,

chocolate, azúcar… Lo más divertido al terminar era vernos las caras sucias, en cambio

las madres no hacían tan buena cara pero bueno… no hay nada mejor que ver a los

niños/as sonreír.

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Otro día se trataba de hacer un pasacalle por la escuela donde los niños iban

disfrazados con trajes hechos por ellos mismos en los talleres, normalmente con bolsas

de basura, pintura, retales de tela… Nosotros los monitores éramos los encargados de

diseñar los trajes hechos con mucho estilo.

Un juego muy educativo pero a la vez divertido consistía en realizar pruebas por

el patio. Cada monitor supervisaba una prueba, la cual si la superaban se les daba una

pegatina que tenían que poner en un cuadernillo facilitado por los coordinadores. Las

pruebas eran muy variadas, como adivinar a partir de la mímica nombres de canciones,

pasar un huevo con una cuchara en la boca sin que se rompiera, adivinar con los ojos

vendados de que alimento se trataba y solo con el olfato…

En la escuela de verano también se realizan excursiones y yo como monitor tenía

la misión de supervisar a los niños/as como también motivarles en la actividad. Un día

nos tocó ir a la planta de reciclaje situada en la localidad de Alzira, dónde los niños

aprendieron que era muy importante reciclar y que todo lo que tiramos va a parar a un

sitio donde se le da un tratamiento. Se hicieron juegos de adivinar en qué contenedor

debía ir cada residuo, una ficha con diferentes preguntas sobre el reciclaje…

Luego al terminar les regalaron a los niños un juego de mesa dedicado especialmente al

reciclaje.

También les enseñamos a reciclar en la misma escuela ya que continuamente

teníamos que echar a la basura diferentes materiales. Había tres cajas de cartón para la

basura. Cada una de ellas estaba forrada con un papel de un color diferente. La caja

amarilla era para el plástico, la verde para el papel y la azul para el cartón. Después

había otra basura para los residuos orgánicos.

Otra de las actividades extraescolares que realizó la “Escola d’ Estiu” fue un

viernes por la tarde en el que celebramos “el día del farolet”. Este día consistía en hacer

farolillos con melones. Las monitoras voluntariamente asistimos para ayudar a los niños

a hacer su farolillo. Para ello teníamos que vaciar todo el melón por dentro y después

dibujarle ojos, boca o lo que quisiéramos. El mismo día por la noche hicieron un

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pasacalle por todo el pueblo con los farolillos encendidos y luego todos reunidos en la

plaza del pueblo hacer un baile con el farolillo encendido en la mano.

En los últimos días de la escuela, todo consistía en acabar talleres, jugar en el

patio, más juegos de agua, pero sobretodo en ensayar el baile para el vídeo que

habíamos preparado los monitores junto a los niños.

El 31 de julio se grabaría el video donde estarían los niños y después los

monitores. Cada ciclo se había juntado para realizar un baile. En infantil se bailarían

canciones de Disney y en primaria canciones del verano.

Cada monitor tenía que ensayar con su grupo de niños la canción elegida.

Nosotros elegimos la canción de la “danza kuduro” y les hicimos gorros, les pintamos la

cara... Después les pintamos la cara. Una vez en el escenario, situamos a los niños para

que se vieran todos y los monitores bajamos a realizar el baile mientras ellos lo hacían,

ya que muchos de ellos se olvidaban.

Durante mi instancia en la escuela de verano pude observar muchos progresos en

los niños al realizar las actividades así como también muchos cambios de actitud. Creo

que cumplimos todos los objetivos ya que los niños se divirtieron mucho, venían muy

contentos a la escuela y nos cogieron mucho cariño. Al principio algunos niños lloraban

por la separación de las madres pero después su actitud cambió y sólo querían que

volver.

Todos los monitores teníamos el objetivo de divertir a los niños /as de la escuela de

verano pero de una forma educativa. Nuestro objetivo se cumplió y eso es lo más

gratificante.

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VALORACIÓN

Durante toda mi instancia he disfrutado muchísimo y me he sentido maestro.

Todos los días me levantaba con ganas de ir al colegio para hacer juegos con ellos,

animarles y ser un tipo de maestro diferente, con el que solo se iban a reír y a pasárselo

bien.

Esta experiencia es totalmente diferente a las prácticas que realicé cuando estuve

estudiando el primer curso de infantil en la universidad. En las prácticas no estás

ejerciendo como maestro sino que estas observando al profesor/a para poder realizarlo

en un futuro. También estás colaborando para ayudar al maestro/a pero sabiendo que

siempre tiene ella las ideas y la última palabra. Por el contario, en esta escuela hemos

tenido que hacerlo todo nosotras. Si un niño se portaba mal solo estabas tú para reñirle y

no tenías a nadie detrás con mayor autoridad para respaldarte.

Sin duda me ha parecido una experiencia fantástica e inolvidable. Me he dado

cuenta que realmente es mi vocación donde disfruto cada día trabajando. De esta

experiencia me llevo muchos amigos, como son los monitores, muchos niños, como son

los alumnos, muchos recuerdos que me servirán para aprender y muchas ganas que me

impulsan a volver al año que viene.

Creo que los niños se lo han pasado muy bien, porque yo lo he vivido al máximo

pero al mismo tiempo trabajando para que todos los talleres estuvieran terminados,

haciendo disfraces, inventando nuevos juegos y controlando que no pasara nada.

Es evidente que todo lo que he realizado durante este período no será igual a lo que

realizaré en un futuro durante un año. En una escuela de verano no tienes prisa por

terminar, si no terminas un taller no pasa nada porque nadie va a suspender, es decir, no

existe la enseñanza reglada. Por el contrario, durante todo un curso tiene que haber

reglas para que se puedan cumplir todos los objetivos y contenidos programados, hay

que evaluar, seguir una metodología y hay una gran tensión por acabar todo lo

programado. Los demás profesores te pueden juzgar, los padres también pueden influir

y todo esto no existe en una escuela de verano.

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Esta experiencia al estar compartido con otros monitores, me ha hecho perder un

poco la vergüenza que tienes el primer día de cara a los niños y me ha enseñado a

confiar conmigo mismo. El ver a otros monitores cómo se comportan con su grupo

también te ayuda a cómo te puedes comportar tú con los tuyos.

Me siento muy satisfecho de haber participado en esta escuela ya que aprendido a

observar cómo se comportan los niños, a cómo tratarlos, los diferentes caracteres y

reacciones que tienen y por supuesto he aprendido a como entretenerlos con nuevos

juegos, canciones, talleres, bailes...

Para concluir diré que espero volver el año que viene para aprender más, ya que con

los niños siempre estás aprendiendo, y poder ayudar y ofrecer todo lo que pueda para

que pasen y pasar un verano divertido.