Decalogo El Conversador Ideal

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DECÁLOGO. EL CONVERSADOR IDEAL La conversación es una actividad que normalmente realizamos a diario, es un tipo de interacción verbal donde se construyen relaciones y situaciones, pero no cualquier persona logra ser un buen conversador, porque este es un arte y como tal hay que tener habilidad e imaginación para alimentar el alma y la mente. Estas son algunas de las claves para llegar a ser un conversador ideal. Pensar antes de hablar. Ser prudente y no decir nada que pueda herir la susceptibilidad de los demás. Saber expresarse. Manejar un vocabulario adecuado para que la persona con la que estás hablando te entienda mejor, pues el lenguaje debe de ir de acuerdo a la capacidad física e intelectual del individuo, no es lo mismo hablar con un niño que con un adulto. Utilizar contacto visual. Mirar al otro a los ojos pues es una forma de darle a entender que lo que dices es cierto. Hablar claro y coherente. Evitar el uso de muletillas, no hablar rápido y utilizar una buena pronunciación. Saber escuchar. Escuchar es poner atención no solo a lo verbal, sino también a lo gestual. Respetar la opinión de los demás. Entender a las personas, pues todos somos diferentes y no pensamos igual. No interrumpir a los demás cuando hablan. Dar espacios a los demás para que compartan sus ideas, así se torna una conversación amena. Sé tú mismo. Mostrar tu propia personalidad, todos tenemos defectos pero cada uno de nosotros tenemos algo hermoso que compartir.

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DECÁLOGO. EL CONVERSADOR IDEAL

La conversación es una actividad que normalmente realizamos a diario, es un tipo de interacción verbal donde se construyen relaciones y situaciones, pero no cualquier persona logra ser un buen conversador, porque este es un arte y como tal hay que tener habilidad e imaginación para alimentar el alma y la mente.

Estas son algunas de las claves para llegar a ser un conversador ideal.

Pensar antes de hablar. Ser prudente y no decir nada que pueda herir la susceptibilidad de los demás.

Saber expresarse. Manejar un vocabulario adecuado para que la persona con la que estás hablando te entienda mejor, pues el lenguaje debe de ir de acuerdo a la capacidad física e intelectual del individuo, no es lo mismo hablar con un niño que con un adulto.

Utilizar contacto visual. Mirar al otro a los ojos pues es una forma de darle a entender que lo que dices es cierto.

Hablar claro y coherente. Evitar el uso de muletillas, no hablar rápido y utilizar una buena pronunciación.

Saber escuchar. Escuchar es poner atención no solo a lo verbal, sino también a lo gestual.

Respetar la opinión de los demás. Entender a las personas, pues todos somos diferentes y no pensamos igual.

No interrumpir a los demás cuando hablan. Dar espacios a los demás para que compartan sus ideas, así se torna una conversación amena.

Sé tú mismo. Mostrar tu propia personalidad, todos tenemos defectos pero cada uno de nosotros tenemos algo hermoso que compartir.

Instruirse. La lectura es un método que permite adquirir conocimientos, ideas y nuevos conceptos; cuando el conversador practica la lectura se refleja en su forma de comunicarse y las palabras empleadas, su expresión es más fluida y coherente.

“No hay espejo que mejor refleje la imagen del ser humano que sus palabras” Juan Luis Vives