Deporte y Educacion

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INTRODUCCIÓN El anÆlisis de las relaciones entre deporte y educación no resulta sencillo (Le Boulch, 1991). Uno de motivos es que, actualmente, se considera que el deporte es un fenóme- no complejo y diverso que agrupa multitud de actividades que responden a funciones individuales y sociales muy heterogØneas. Puig y Trilla (1986) establecen tres Æmbitos diferenciados en los que el deporte ad- quiere significados y formas distintas. El primer Æmbito es el deporte escolar. En este contexto, el deporte se considera 35 (*) Universidad de Vigo. DEPORTE Y EDUCACIÓN: PAUTAS PARA HACER COMPATIBLE EL RENDIMIENTO Y EL DESARROLLO INTEGRAL DE LOS JÓVENES DEPORTISTAS ALFONSO MANDADO Y PINO D˝AZ (*) RESUMEN. El deporte es, en la actualidad, un fenómeno complejo que tiene muchas facetas y agrupa actividades y prÆcticas muy heterogØneas en cuanto a sus objetivos y su desempeæo. Si bien existen, en la actualidad, abundantes evidencias empíricas que corroboran los beneficios de la actividad física y su influencia positiva en dife- rentes indicadores de la salud física y la psicológica, no es menos cierto que el que niæos y adolescentes tomen parte en prÆcticas deportivas de tipo competitivo puede suponer un importante perjuicio para su desarrollo físico y emocional. En este artícu- lo, analizamos, en primer lugar, los beneficios que el deporte puede aportar a los jóvenes, para, finalmente, reflexionar acerca de los criterios y objetivos que deben guiar el deporte competitivo infantil y juvenil con el fin de hacer compatible el rendi- miento deportivo con los principios psicopedagógicos y educativos. ABSTRACT. Sport is nowadays, a complex phenomenon, with lots of aspects and which includes very practices which are very heterogenouos in their objectives and the way they are carried out. It is true that numerous empiric evidences certify the benefits of physical education and its positive influence in different indicators of physical and psychological health, but it is also true that the fact that children and youngsters take part in competitive sports can be seen as an important disadvantage for their physical and emotional development. In this paper we analyse first of all, the benefits that young people can get from sports in order to, finally, reflect on the criteria and objective that should guide children competitive sport practices so that achievement in sports and educational and psycho-pedagogical principles are made compatible. Revista de Educación, nœm. 335 (2004), pp. 35-44. Fecha de entrada: 29-03-2004 Fecha de aceptación: 28-06-2004

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INTRODUCCIÓN

El análisis de las relaciones entre deporte yeducación no resulta sencillo (Le Boulch,1991). Uno de motivos es que, actualmente,se considera que el deporte es un fenóme-no complejo y diverso que agrupa multitud

de actividades que responden a funcionesindividuales y sociales muy heterogéneas.Puig y Trilla (1986) establecen tres ámbitosdiferenciados en los que el deporte ad-quiere significados y formas distintas.

El primer ámbito es el deporte escolar.En este contexto, el deporte se considera

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(*) Universidad de Vigo.

DEPORTE Y EDUCACIÓN: PAUTAS PARA HACER COMPATIBLE EL RENDIMIENTO

Y EL DESARROLLO INTEGRAL DE LOS JÓVENES DEPORTISTAS

ALFONSO MANDADO Y PINO DÍAZ (*)

RESUMEN. El deporte es, en la actualidad, un fenómeno complejo que tiene muchasfacetas y agrupa actividades y prácticas muy heterogéneas en cuanto a sus objetivosy su desempeño. Si bien existen, en la actualidad, abundantes evidencias empíricasque corroboran los beneficios de la actividad física y su influencia positiva en dife-rentes indicadores de la salud física y la psicológica, no es menos cierto que el queniños y adolescentes tomen parte en prácticas deportivas de tipo competitivo puedesuponer un importante perjuicio para su desarrollo físico y emocional. En este artícu-lo, analizamos, en primer lugar, los beneficios que el deporte puede aportar a losjóvenes, para, finalmente, reflexionar acerca de los criterios y objetivos que debenguiar el deporte competitivo infantil y juvenil con el fin de hacer compatible el rendi-miento deportivo con los principios psicopedagógicos y educativos.

ABSTRACT. Sport is nowadays, a complex phenomenon, with lots of aspects andwhich includes very practices which are very heterogenouos in their objectives andthe way they are carried out. It is true that numerous empiric evidences certify thebenefits of physical education and its positive influence in different indicators ofphysical and psychological health, but it is also true that the fact that children andyoungsters take part in competitive sports can be seen as an important disadvantagefor their physical and emotional development. In this paper we analyse first of all,the benefits that young people can get from sports in order to, finally, reflect on thecriteria and objective that should guide children competitive sport practices so thatachievement in sports and educational and psycho-pedagogical principles are madecompatible.

Revista de Educación, núm. 335 (2004), pp. 35-44.

Fecha de entrada: 29-03-2004 Fecha de aceptación: 28-06-2004

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una herramienta educativa más, y formaparte de un conjunto de recursos (juegos,danza, expresión corporal, deporte...) en-caminados al logro de la educación inte-gral de la persona. En el contexto educati-vo, los criterios y objetivos que regulan lapráctica deportiva están claramente defini-dos en los diseños curriculares: la partici-pación no depende del nivel de habilidad,y debe tener como finalidad no sólo lamejora de las habilidades motrices, sinotambién el desarrollo de otras habilidadesy recursos personales de índole social,cognitiva y «actitudinal».

Un segundo ámbito es el «Deporte pa-ra Todos». Este marco deportivo está me-nos delimitado y sus objetivos incluyen lamejora de la salud, las relaciones sociales,la auto-superación o el placer inherente alpropio movimiento y a los juegos deporti-vos. En este caso, es difícil señalar unaúnica institución con competencias y res-ponsabilidades en este ámbito, ya que, enla actualidad, existe una compleja red deservicios públicos �universidades, ayunta-mientos, diputaciones...� y privados queinterviene en el deporte considerado des-de esta amplia perspectiva.

La tercera categoría se refiere al depor-te de competición o espectáculo, cuyo ob-jetivo fundamental es la obtención del má-ximo rendimiento deportivo y económico.En este caso, la participación está restringi-da a una minoría que debe superar una se-rie de etapas selectivas para pasar de laetapa de la iniciación deportiva a la de má-ximo rendimiento y madurez competitiva.

De acuerdo con la diferenciación ante-rior, el contexto en el que las relacionesentre deporte y educación han sido máscontrovertidas es el deporte competitivo,especialmente cuando esta actividad acon-tece durante períodos evolutivos �niñez oadolescencia� en los que el sujeto atravie-sa etapas críticas para su maduración bio-lógica y psicosocial.

En el presente artículo, tratamos dedebatir en torno a las siguientes cuestio-

nes: ¿Qué beneficios o perjuicios se deri-van para los niños y los jóvenes de lapráctica del deporte competitivo?, ¿es po-sible compatibilizar el aprendizaje depor-tivo orientado al rendimiento con el des-arrollo integral y equilibrado del futurodeportista? ¿cuáles son los criterios y pau-tas para conseguirlo?

BENEFICIOS DE LA PRÁCTICADEPORTIVA SOBRE DIFERENTESINDICADORES DE DESARROLLO

Si se consultan la literatura científica y lasopiniones de los expertos en torno a losbeneficios que la práctica deportiva aportaal desarrollo del niño/adolescente, resultainnegable que existen resultados y opinio-nes contradictorias.

En general, parece asumido que,cuando el entrenamiento deportivo en es-tas edades es planificado para compatibi-lizar los principios generales de la ense-ñanza y la educación, y los principios dela especialización deportiva (ver tabla I),su influencia sobre diferentes indicadoresfisiológicos resulta beneficiosa para eldesarrollo biológico del niño y adoles-cente.

La OMS se refiere de esta manera a lapráctica deportiva en la etapa de escolari-zación:

Existe una considerable evidencia de quelas actividades físico-deportivas son nece-sarias en la infancia y juventud con el finde promover un desarrollo saludable delcuerpo y retrasar el deterioro de ciertos as-pectos de la salud que pueden producirseen la vejez. Es también durante estos perí-odos de crecimiento cuando el cuerpo esmás vulnerable a las influencias ambienta-les perniciosas, como lo son una nutricióndefectuosa, un entorno psicosocial pobreo la falta de actividad física. Cuando estosfactores son adversos, se retrasan el creci-miento y el desarrollo y no se utilizan almáximo los potenciales genéticos (1978,p. 4).

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Si consideramos específicamente elcrecimiento somático, no existe evidenciaalguna que permita afirmar que un aumen-to de la actividad física-deportiva comporteun mayor crecimiento (Shephard, 1985),aunque algunos autores sostienen que hanobservado que los escolares que practicanun deporte con regularidad experimentanuna aceleración del desarrollo «estaturo-ponderal». No obstante, las conclusiones alrespecto parecen inclinarse a considerarque las dimensiones corporales finales noresultan modificadas por el deporte.

Lo mismo sucede con la maduraciónbiológica, evaluada mediante la determi-nación de la edad ósea (Ferrán Rodríguez,

1987). Sin embargo, el grado de actividadfísica sí parece mostrar correlaciones signi-ficativas con el peso y, en especial, con lacomposición corporal. Diferentes estudioshan observado que el porcentaje de tejidomuscular aumenta y el de tejido adiposodisminuye de forma significativa cuandose da un nivel creciente de actividad físi-co-deportiva.

En cuanto al aparato cardiovascular,las modificaciones fisiológicas inducidaspor el ejercicio son muy evidentes: se in-crementan tanto el volumen cardíaco, co-mo el grosor de la pared miocárdica y, enconsecuencia, también aumenta el volu-men de sangre por minuto (Bar-Or, 1983).

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TABLA IPrincipios biológicos y pedagógicos del entrenamiento deportivo

FUENTE: ZINTL, 1991, p. 15.

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Además, las mejoras del aparato respirato-rio �el incremento de la ventilación máxi-ma durante el esfuerzo y del contenidohemático en hemoglobina� se traducen enuna mayor eficacia del conjunto del siste-ma que transporta el oxígeno, esencial enlos proceso metabólicos implicados en laproducción de la energética necesaria parael movimiento, básicos, en última instan-cia, para el rendimiento en cualquier mo-dalidad deportiva. Así, en relación con elpeso corporal, la potencia aeróbica de losjóvenes deportistas es muy superior a lade aquellos que no practican ningún de-porte (Ferrán Rodríguez, 1987).

Según Buceta (2004), junto a los posi-bles beneficios que la práctica deportivapuede suponer para el desarrollo físico,hay que considerar el hecho de que éstetambién puede contribuir a que los chicosdesarrollen el saludable hábito de hacerejercicio físico y otras conductas positivasrelacionadas, fundamentalmente, con laalimentación, la higiene y el cuidado per-sonal.

En contraposición con los datos ante-riores, existe una corriente de opinión quealerta sobre los posibles perjuicios queuna práctica deportiva mal planificada�una especialización deportiva precoz�puede acarrear a la salud y el desarrollode los deportistas que se encuentran toda-vía en etapas de maduración. Numerososautores (v. Mendizábal, 2001) señalan quepuede tener repercusiones negativas sobrela estructura músculo-esquelética (cartíla-gos de crecimiento, tejido óseo, articula-ciones...) cuando la intensidad y la fre-cuencia de las acciones mecánicas a lasque es sometido el niño-deportista no sonadecuadas a su edad, ya que pueden pro-ducirse lesiones agudas y crónicas deriva-das de la sobrecarga o la utilización exce-siva de una estructura corporal todavíainmadura. Por ejemplo, un programa deentrenamiento de fuerza con pesas podríaperjudicar a los jóvenes cuyo organismono esté todavía preparado para este tipo

de trabajo. Además, según Buceta (2004),si la actividad es muy estresante o frustran-te, lo más probable es que los deportistasabandonen el deporte y pierdan de estemodo la posibilidad de obtener los benefi-cios asociados a éste, con lo que, además,será más improbable que, en su etapaadulta, consoliden el hábito de hacer ejer-cicio físico.

Junto a los indicadores de tipo biológi-co, diferentes estudios han evaluado el im-pacto de la práctica deportiva sobre dife-rentes cuestiones relacionadas con losámbitos psicosocial y afectivo de los jóve-nes deportistas. Buceta (2004) revisa unaserie de cuestiones formativas fundamen-tales que pueden desarrollarse mediante eldeporte de competición, así como una se-rie de características psicológicas que pue-den aprovecharse y potenciarse a travésuna práctica deportiva adecuada. Segúneste autor, la experiencia deportiva puede,bien manejada por el entrenador, ayudar adesarrollar un adecuado auto-concepto�opinión que uno tiene sobre sí mismo� yuna buena auto-estima �aprecio que unotiene por sí mismo� y, de este modo, el jo-ven logra ser más fuerte psicológicamente.En los adolescentes, el auto-concepto y laauto-estima son valores están en vías deconstrucción y que van desarrollando co-mo consecuencia de sus experiencias deéxito o fracaso en las parcelas que consi-deran relevantes �por ejemplo, el deporte.Además, el entrenamiento y la competiciónplantean múltiples experiencias en las queel joven deportista puede mejorar sus habi-lidades de auto-control y manejo de situa-ciones estresantes, siempre y cuando lostécnicos planifiquen las experiencias de-portivas en la dirección adecuada (en el si-guiente punto nos referiremos a las pautasgenerales a considerar). Asimismo, el buenfuncionamiento de la atención, el desarro-llo de diversas capacidades cognitivas �larelación, la síntesis, la comparación, el re-cuerdo, la creatividad��, así como la con-solidación de valores personales y sociales

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�el compromiso, el respeto a las normas,el trabajo en equipo, la perseverancia, lasolidaridad�� constituyen aspectos for-mativos fundamentales tanto para el «buendeportista de competición», como para lapersona considerada desde una perspecti-va más amplia.

Sin embargo, frente a los beneficiosdescritos, diferentes investigadores (Legi-do, 1986; Nattiv y Mandelbaum, 1993; Lé-glise, 1997) han alertado sobre el impactonegativo que la práctica competitiva pue-de tener sobre el equilibrio emocional deljoven deportista. La elevada carga psicoló-gica �consecuencia del entrenamiento pre-coz intenso, la excesiva responsabilidad,el abandono del núcleo familiar, las expe-riencias frustrantes...� puede derivar en di-ferentes desordenes afectivos �ansiedad,depresión, desordenes alimenticios�� yconductuales �problemas académicos, in-adaptación social�� y producir un agota-miento psicológico que, en última instan-cia, traiga consigo el abandono prematurode la práctica deportiva.

Nadori aporta datos que ponen de ma-nifiesto que la búsqueda impaciente delresultado lleva a muchos entrenadores aforzar el ritmo. En un estudio realizadocon una muestra de 117 campeones de na-tación de edades comprendidas entre los14-15 años, comprobó que únicamente 13de ellos habían continuado compitiendohasta los 18-19 años. Un estudio realizadopor Martínez y Díaz (1993) sobre unamuestra de gimnastas españolas refleja

que un elevado porcentaje (63,2%) se ini-cia en la competición sistemática entre los9 y los 11 años, y la abandona, en la ma-yoría de los casos, entre los 15 y los 18(ver tabla II).

A la luz de los datos anteriores, pareceposible afirmar que el simple hecho depracticar deporte no garantiza que se ob-tengan beneficios. Tal y como afirma Bu-ceta (2004), cualquier herramienta debeutilizarse adecuadamente si se quiere quesea eficaz y no dañina. En el siguientepunto, tratamos de resumir algunos crite-rios fundamentales para conseguir que lapráctica del deporte de competición seaverdaderamente beneficiosa para los niñosy los jóvenes, favorezca el fortalecimientode la salud y el desarrollo de recursos psi-cológicos y valores psicosociales, y, en úl-tima instancia, garantice la necesaria com-patibilidad entre la formación deportiva yla humana.

CRITERIOS PARA HACER COMPATIBLEEL APRENDIZAJE DEPORTIVOY EL DESARROLLO EDUCATIVODEL FUTURO DEPORTISTA

Las elevadas cotas de rendimiento que enla actualidad demanda la competición de-portiva infantil y juvenil han motivado quese debata hasta que punto es posible hacercompatible una educación integral y equi-librada con la especialización a edadestempranas que demanda el entrenamiento

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TABLA IIEdad de comienzo y de abandono de la práctica deportiva en gimnastas de rítmica

FUENTE: DÍAZ y MARTÍNEZ, 1993.

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deportivo orientado al rendimiento. Sinembargo, Díaz (2001) considera que pre-servar y promover un equilibrado desarro-llo �tanto físico, como psicológico� del jo-ven deportista es la única manera deconseguir que éste continúe en el deportemuchos años y, por lo tanto, pueda alcan-zar a largo plazo la etapa de máximo ren-dimiento deportivo. Por lo tanto, en el de-porte competitivo, ambos aspectos deben,necesariamente, compatibilizarse.

En este sentido, existe en la actualidaduna corriente de opinión (Fernández Ruiz,1997; Martín, Cart y Lehnertz, 1991; Muller,1988) que defiende la posibilidad de com-patibilizar una especialización relativa quepreserve el desarrollo global/general delniño/joven y permita armonizar multilate-ralidad y especialización temprana.

Muller (1988), citado por FernándezRuiz (1997), plantea, ante este dilema, el

principio de la especialización en el mo-mento justo y creciente como una fórmulamixta. El objetivo de este planteamientono es tanto la adquisición de una compe-tencia específica en un deporte, sino elaprovechamiento de las capacidades onto-génicas de adaptación del niño, particular-mente favorables en ciertos momentos deldesarrollo �fases sensibles, críticas u ópti-mas según diferentes autores. Desde estapropuesta se plantea variar progresiva-mente la proporción entre generalidad yespecificidad a favor de esta última, no deforma lineal, sino según las etapas sensi-bles de cada capacidad a nivel individual.

Martín, Cart y Lehnertz (1991) reinter-pretan este modelo, tal y como puede ob-servarse en la figura I. Esta fórmula permi-te respetar la estructura cronológica delentrenamiento juvenil y su clásica divisiónen preparación general y especial, aunque

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FIGURA IProceso de especialización progresiva en tiempo justo

FUENTE: MARTÍN, CART y LEHNERTZ, 1991.

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se conceda, en función del deporte encuestión, una ligera prioridad a una solici-tación específica. En la figura II pueden ob-servarse bloques verticales ubicados antesy después del inicio de la pubertad. Comopuede apreciarse, antes de este período,los contenidos del entrenamiento debencaracterizarse por una elevada solicitacióndel sistema bioinformativo (capacidadesperceptivo-motrices), especialmente sensi-ble en este período. En el segundo bloque�que es posterior al período de la puber-tad�, se observa un aumento de la solicita-ción de los sistemas energéticos del orga-nismo (capacidades físicas, resistencia,fuerza, velocidad�). Según los autores es-ta propuesta permite mejorar la calidad yeficacia del entrenamiento en detrimentode la cantidad, con el consiguiente ahorrode tiempo.

Keydel (citado por Fernández Ruiz,1997), ante la dicotomía «multilateralidad»o especialización precoz, ofrece pautaspara poder optar por una fórmula mixtaque atienda con racionalidad a ambas ten-dencias. Plantea una serie de principiosque deben guiar la práctica deportiva du-rante la infancia y la juventud:

� Tanto desde una perspectiva peda-gógica, como desde las teorías delentrenamiento deportivo de altorendimiento, la iniciación deportivadebe respetar un entrenamientobásico multilateral específico para lamodalidad en cuestión. Este entre-namiento básico puede realizarsemediante los recursos técnicos espe-cíficos que ofrece un único deporte,lo que nos permitirá hacer compati-ble el desarrollo multilateral con elaprendizaje de la técnica base de undeporte.

� Cuando el área técnico-motriz eslimitada en cuanto a su variedad téc-nica, la preparación física debe pre-servar el principio de generalidad.

� Se ha de evitar la preparación unilate-ral de un solo factor de rendimiento,

el tratamiento exclusivo de movi-mientos específicos, o reducción delos métodos de entrenamiento.

� Es mejor un entrenamiento reducidoque uno malo. El primero, sólo difi-cultará el acceso al alto rendimiento,mientras que el segundo puede serpeligroso para la salud.

� El entrenamiento excesivo y erróneoaumenta considerablemente la vul-nerabilidad de los deportistas a laslesiones.

� La correcta ejecución de los movi-mientos es tan importante como laselección de los contenidos tantopara el progreso técnico, como parala evitación de lesiones.

� Los aspectos psicológicos �la moti-vación, la adherencia al entrena-miento, la concentración, la calidadde trabajo...� serán trascendentalespara la progresión y la mejora.

� En resumen, alcanzar el alto rendi-miento requiere una adecuada espe-cialización. Sin embargo, si quere-mos asegurar una larga vida deporti-va no debemos realizar una inicia-ción especializada unilateral.

� Las habilidades del propio deportepueden permitir una iniciación querespete el principio de multilaterali-dad.

En la línea expuesta por los anterioresautores, Martínez (2003) señala que las es-pecialidades deportivas presentan diferen-tes posibilidades de «multilateralidad» inter-na. Tal es el caso de las modalidades cuyaestructura interna presenta una importanteriqueza técnico-motriz, aunque el reperto-rio técnico específico de otras modalidadesimplica �como ocurre en el caso del remo�serias limitaciones a la hora de garantizarun desarrollo integral y equilibrado duran-te los primeros años. De acuerdo con esteplanteamiento, Martínez pone como ejem-plo una planificación para el ámbito de lagimnasia rítmica �deporte especialmente

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criticado por su especialización precoz�que permite compatibilizar especializacióntemprana y multilateralidad, preservar undesarrollo armónico de la joven deportista,y que, al mismo tiempo, constituye unabase para afianzar aprendizajes posterioresorientados hacia el máximo rendimientocompetitivo.

Además de los objetivos orientados ala preparación física y técnica de los de-portistas, lo psicopedagógico es fundamen-tal en la formación deportiva y humana delos jóvenes competidores. Una planifica-ción adecuada resulta decisiva para que eldeporte cumpla sus objetivos formativos, ynos permitirá construir una base psicológi-ca sólida que favorecerá los futuros objeti-vos de rendimiento. Los límites espacialesde este artículo no nos permiten abordaren profundidad todos los elementos di-dácticos a considerar �objetivos, planifica-ción, recursos materiales y espaciales, en-trenadores...� por lo que hemos optadopor centrarnos en el papel de los entrena-dores y la influencia de su conducta en eldesarrollo psicológico de sus deportistas.El entrenador ejerce una enorme influen-cia psicológica en sus deportistas jóvenesy debe aprovecharla para promover pro-cesos de funcionamiento mental que con-tribuyan favorablemente a su formacióndeportiva y humana.

Reconocidos investigadores (Smith ySmoll, 1996; Riera y Cruz, 1991; Buceta,2004) han observado en diferentes estu-dios que los entrenadores de jóvenes de-portistas que se caracterizan por un estilode funcionamiento concreto �adecuadaplanificación de objetivos, uso frecuentede refuerzos positivos, habilidades de co-municación, empatía...� consiguen quesus deportistas se sientan más satisfechoscon la actividad deportiva, tengan máscontinuidad en el deporte y, en últimainstancia, entrenen mejor y alcancen me-tas más elevadas. Pero, en concreto, ¿quéestrategias pueden ser útiles para orientarel trabajo de un entrenador?

En general, tendemos a repetir aque-llas actividades que nos producen placery nos hacen sentir bien, satisfechos y, porel contrario, evitamos de aquellas situa-ciones en las que nos encontramos mal ode las que recibimos experiencias o sen-saciones desagradables. La conducta delos deportistas no es ajena a estos princi-pios generales que regulan y explican laconducta humana. ¿Qué hace que los de-portistas se encuentren a gusto practican-do deporte? ¿Cuál es la causa de que losdeportistas no falten a ningún entrena-miento, y entrenen al máximo de sus po-sibilidades? ¿Qué factores hacen que losdeportistas se sientan atraídos hacia el de-porte, lo practiquen muchos años y conti-núen la actividad física durante su etapaadulta? Numerosos estudios han profundi-zado en la motivación de los deportistascon el objetivo de orientar a los entrena-dores sobre cómo diseñar situaciones deentrenamiento «placenteras». Entre otrascausas, algunas de las más relevantes pa-recen ser las siguientes:

� Percibe que son eficaces y sientenmejorar sus habilidades.

� Encuentran un clima de trabajo agra-dable y que supone un refuerzo.

� Se sienten integrados en un gruposocial en el que se comparten expe-riencias, afectos, valores...

¿COÓMO HACER DEL DEPORTE UNA FUENTE

DE AUTOESTIMA Y DE SUPERACIÓN PERSONAL?

Crear una historia personal de experien-cias exitosas es la base de nuestra autoes-tima. Para ello, los entrenadores debenplanificar cuidadosamente los objetivos yactividades a los que serán expuestos losdeportistas durante los entrenamientos.Sin ánimo de profundizar en la técnica deestablecimiento de objetivos, las siguientespautas generales resultarán interesantespara los entrenadores:

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� Planifica objetivos de dificultad pro-gresiva, de modo que tu deportistapueda ir superando cada uno de losretos que le planteas. Lo mejor esque estas metas sean planteadasconjuntamente.

� Anticipa las posibles dificultadesque puedan aparecer. Para conse-guir objetivos a largo plazo, hay quesuperar, a corto plazo, situacionesadversas.

� Planifica objetivos cuya consecu-ción dependa exclusivamente delpropio deportista y su trabajo (obje-tivos de realización).

� Nunca olvides que, para que el de-portista perciba que va superandolos objetivos planteados, debestambién aportarle sistemas e instru-mentos que permitan evaluar suprogreso. Si estos pueden ser apli-cados por el propio sujeto, muchomejor.

¿CÓMO CREAR

UN CLIMA DE TRABAJO AGRADABLE ?

La conducta de los entrenadores influyepoderosamente, no sólo en el progresotécnico de los deportistas, sino también encómo perciben el ambiente deportivo. Enlíneas generales, un buen entrenador dedeportistas jóvenes debe utilizar los elo-gios y el reconocimiento con mucha asi-duidad. En gran parte, su trabajo debeconsistir en buscar y encontrar oportuni-dades que le permitan reforzar positiva-mente las acciones de sus chicos. El usodel reforzamiento positivo es más eficazque el uso del castigo, y permite conseguirun ambiente de trabajo agradable y pla-centero. Los deportistas que trabajan enestos ambientes tienden a continuar practi-cando deporte más años. A continuación,se detallan algunas directrices conductua-les generales que pueden orientar el com-portamiento del entrenador.

¿CÓMO DEBE REACCIONAR UN ENTRENADOR

ANTE EL ACIERTO DE SUS DEPORTISTAS?

� Utiliza generosamente el refuerzo.� Establece objetivos realistas y refuer-

za consistentemente los logros.� Recompensa las conductas correctas

en el mismo momento en que se dan.� Refuerza los esfuerzos tanto como

el éxito �el esfuerzo te llevará haciael éxito. El refuerzo debe tener lassiguientes características:

� Para que sea eficaz, debes cono-cer lo que le gusta a cada uno detus deportistas. Ninguno es igual.

� Debe ser preciso. No refuerces encualquier situación, solamente an-te las conductas específicas que in-tentas alcanzar.

� Debe ser inmediato a la conductadeseada.

� Refuerza también los pequeñosprogresos en la dirección deseada.

� Una vez aprendida la conducta,no dejes de reforzarla, hazlo in-termitentemente.

¿CÓMO DEBE REACCIONAR

UN ENTRENADOR ANTE LOS ERRORES?

� Da ánimos inmediatamente despuésdel error si el deportista sabe comocorregirlo.

� Cuando sea apropiado, dará unainstrucción técnica o táctica correc-tiva después del error. Hazlo de for-ma positiva.

� No castigues cuando las cosas van mal.� No des instrucciones de forma hos-

til o punitiva.

¿CÓMO HACER DEL GRUPO DEPORTIVO

UN CONTEXTO SOCIAL

GRATIFICANTE PARA EL DEPORTISTA?

Por último, no olvides que el deporte vamás allá de la actividad física propiamente

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dicha. Los deportistas, sobre todo los jóve-nes, encuentran en el grupo deportivo uncontexto de socialización en el que ad-quieren valores y comparten experiencias.La planificación de objetivos y la aplica-ción de refuerzos deben tener en cuenta,no sólo la actividad individual del depor-tista, sino también el funcionamiento co-lectivo del grupo. Plantea objetivos colec-tivos cuya consecución dependa deltrabajo cooperativo del grupo. No refuer-ces la individualidad, sino la produccióngrupal, de ese modo conseguirás crear ungrupo cohesionado y que atraiga a susmiembros.

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