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    Actividad poltergeist y el caso “Andrés Venier”:Algunas consideraciones neuropsicológicas,fenomenológicas y psicodinámicas

    En este artículo el autor plantea la fenomenología, neuropsicología y psicodinámica en torno a la actividad poltergeist , con particular énfasis en el casodel joven Andrés Venier, de Río Tercero, en la provincia de Córdoba, Argentina. El

    fenómeno parece estar ocasionado por psicokinesis (influencia de la mente sobrela materia) a nivel inconsciente. Estos eventos se vienen reportando desde la

    Antigüedad. Su fenomenología es descrita en términos de lanzamientos ydesplazamientos de objetos, ruidos, luces, apariciones y olores fétidos. Además,los poltergeist son capaces de interferir equipos electrónicos mientras que otrosreportes incluyen lesiones somáticas.

    Actividad poltergeist - neuropsicología

    Poltergeist activity and Andrés Venier's case: some phenomenological,neuropsychological, and psychodynamical issuess

    In this article the author discusses the phenomenology, neuropsychological and psychodynamical issues about poltergeist activity, with main emphasis on AndrésVenier’s case, of Río Tercero, province of Córdoba, Argentina. The phenomenon

    seems to be caused by unconscious psychokinesis (mind over matter). These eventshave been reported since antiquity. Its phenomenology is described in terms of throwings and displacements of objects, noises, lights, apparitions and foul

    smellings. Besides, poltergeists are capable of interference with electronicequipment while other reports include somatic lesions.

    Poltergeist activity - neuropsychology

    Alejandro Parra

    Persona 8, 2005, 107-126

    Correo electrónico: [email protected]

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    INTRODUCCIÓNTradicionalmente, el así llamado fenó-meno poltergeist ha estado asociado aespíritus inquietos o traviesos, pero quea veces también se comportan agresi-vamente. La palabra poltergeist provie-ne del alemán polter, “golpear”, y geist,“espíritu”. Algunos casos de polter-

    geist no han sido cabalmente explica-dos y podrían implicar la presencia deinteligencias desencarnadas. En otroscasos, el fenómeno parece ser ocasio-nado por la psicokinesis (PK) incons-ciente de una persona (Cassirer, 2001;Houran & Lange, 2001; Spencer &Spencer, 1997; Stander & Schmolling,1996).

    La actividad poltergeist tiene una fe-nomenología típica descrita por variosautores de diversas maneras. Los másfrecuentes son lluvias de piedras, de polvo y de otros objetos pequeños; lan-zamientos y desplazamientos de objetos(incluyendo muebles pesados); ruidosintensos, luces, apariciones y olores fé-tidos. Los poltergeist son capaces de in-terferir los teléfonos y otros equiposelectrónicos, y de encender y apagar lasluces y cualquier aparato eléctrico. Al-gunos sujetos victimizados por la activi-dad poltergeist reportan lesiones somá-ticas, como pellizcos, mordidas, golpesy hasta agresiones sexuales a las perso-nas que los experimentan (Auerbach,1986; Carrington & Fodor, 1951).

    Asimismo, la actividad poltergeist , por lo general, comienza y termina de

    manera abrupta. Un episodio típico pue-de durar desde algunas horas hasta va-rios meses, e incluso se ha informado dealgunos que se prolongaron duranteaños. La actividad casi siempre ocurrecuando alguien está presente, general-mente en torno a un “agente”, aquel que parece servir como foco o imán de la ac-tividad. El agente es un factor en la ma-yoría de los casos, tanto de los que pare-cen de etiología espírita como de los que

    pueden ser provocados por psicokinesishumana (Rogo, 1979, 1986; Roll,1972). En el transcurso de los siglos, lasdescripciones de incidentes inexplica- bles en el mundo físico presentan unauniformidad notable. Por los trabajos deG. N. M. Owen (1964), Thurston(1953), entre otros, se han observado si-militudes asombrosas a través de lossiglos y en todos los países.

    Desde la Antigüedad se viene infor-mando en todo el mundo de la existen-cia de disturbios provocados por la ac-tividad poltergeist (Bozzano, 1925;Flammarion, 1952; Thurston, 1953).Sin embargo, a fines del siglo XIX, lainvestigación de los fenómenos psíqui-cos permitió estudiar más críticamenteeste tema. Entre los primeros investiga-dores se contaban los fundadores de laSociety for Psychical Research (SPR),sir William Barrett y Frederic W. H.Myers (Auerbach, 1986; Myers, 1903).

    En los años treinta del siglo XX, el psicólogo e investigador psíquico Nan-dor Fodor elaboró la teoría de que algu-nos disturbios de poltergeist no eran

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    causados por espíritus, sino por agenteshumanos que sufrían de una intensa irareprimida, hostilidad y tensión sexual.Fodor tuvo éxito en demostrar su teoríaen varios casos, incluyendo el famosocaso Thornton Heath, ocurrido en In-glaterra, que Fodor investigó en 1938.Se trataba de una mujer cuyas represio-nes provocaban un brote de fenómenos

    poltergeist y, al parecer, el ataque de unvampiro. Fodor fue duramente critica-

    do por los espiritistas, a los cuales ganóun pleito por calumnias difundidas enuno de sus periódicos.

    Las investigaciones llevadas a cabo por W. G. Roll y sus colegas (Roll,1964, 1968, 1970, 1972, 1993; Roll,Burdick & Joines, 1973; Roll, Burdick & Joines, 1974; Roll & Gearhart, 1974;

    Roll, Maher & Brown, 1992; Roll &Montagno, 1983; Roll & Pratt, 1971;Roll, Sheehan, Persinger & Glass,1996; Roll & Stump, 1969; Roll &Tringale, 1983) han intentado probar –al menos en parte– una relación entrela disfunción psicológica y la actividad

    poltergeist . En los años sesenta Rollcomenzó a estudiar 116 casos ocurri-dos a lo largo de cuatro siglos en másde cien países, y pudo identificar la re- petición de lo que el investigador acu-ñó como “psicokinesis espontánea re-currente” (PKER), que son efectos ma-teriales espontáneos y explicables.También descubrió que el agente másfrecuente era un niño o adolescente cu-ya PK involuntaria constituía una ma-nera de expresar su hostilidad sin temor

    a ser castigado. La persona general-mente ignoraba que era la causa de losdisturbios, pero secreta o abiertamentese alegraba de ellos. Su hipótesis estáhoy en día tan divulgada que apareceincluso mencionada en varios libros detexto de psicología y psicoanálisis, asícomo en numerosos documentales detelevisión. En algunos casos, la psico-terapia hace desaparecer los fenóme-nos poltergeist .

    FENOMENOLOGÍA DE LA ACTIVIDADPOLTERGEIST

    De toda la casuística anómala, quizá laactividad poltergeist haya cautivado anumerosas editoriales y emisoras de te-levisión, las cuales han producido lite-ratura y documentales de variada cali-dad que, a nivel popular, ha impresio-nado por estos relatos. El tema se ha prestado a menudo para interpretacio-nes sensacionalistas a causa del testi-monio de las personas victimizadas, suvinculación con leyendas folclóricaslocales y las terapias y/o intervencio-nes para su tratamiento e investigación.El fenómeno está tan ampliamente di-vulgado y reportado en todas las épo-cas y culturas que se ha bautizado a es-tos sitios así afectados como “casasembrujadas”, “casas endemoniadas”,“hechizadas”, “moradasmal-assom-bradas ” (en portugués) o “infestadas”(haunting, en inglés) (Aguilar, 1995;Friderichs, 1980; Guimaraes Andrade,1988; Jordán Peña, 1982; Machado &

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    Zangari, 1995; Percia de Carvalho,1992; Tinoco, 1978).

    A fines de los años setenta, AlanGauld y A. D. Cornell (1979) llevarona cabo un análisis de 500 casos ocurri-dos en todas partes del mundo desde1800. Estos investigadores identifica-ron 63 características generales; el 64 por ciento de los casos había consistidoen movimientos de objetos pequeños;el 58 por ciento fueron más intensos

    por la noche; en el 48 por ciento huboobjetos golpeados; el 36 por cientoconsistía de movimiento de objetos degran tamaño; el 24 por ciento duró másde un año; en el 16 por ciento hubo co-municación entre el poltergeist y elagente; en el 12 por ciento hubo abrir ycerrar de puertas y ventanas. Antes del

    siglo XIX, las manifestaciones de los poltergeist eran atribuidas al diablo yotros demonios, así como en brujas yespíritus de los muertos. El análisis deGauld y Comell mostró que solo un 9 por ciento de los casos eran atribuidosal diablo, el 7 por ciento a brujas y el 2 por ciento a espíritus. La mayoría delos casos atribuidos a demonios ocu-rrieron en países no occidentales.

    El caso ha sido estudiado desde una perspectiva fenomenológica por el ofi-cial de la policía francesa Émile Tizané(1977), cuyo análisis se basa en cente-nares de casos ocurridos entre 1925 y1950. Entre las características observa-das por Tizané se advierten caídas de piedras que a menudo rompen los cris-tales de las ventanas o penetran por las

    aberturas; ruidos en las puertas, las pare-des o los muebles; puertas, ventanas eincluso armarios bien cerrados que seabren por sí solos; objetos que son insó-litamente cambiados de sitio o arrojadoslejos (los objetos más frágiles no serompen, aun cuando sufran una caída de bastantes metros, mientras que otros,más sólidos, se destrozan por comple-to), en ocasiones los objetos desplaza-dos no presentan una trayectoria regular,

    se comportan como si alguien los trans- portara y a veces siguen los contornosde los muebles. Algunos ejemplos de-muestran la existencia de objetos que penetran en un espacio cerrado, tienencambios de temperatura (más calientes)u objetos que parecen adoptar una formaen el aire.

    Un examen más detallado de la psi-cología de los individuos que ocuparonlugares centrales en algunos casos deactividad poltergeist la hace aparecer como más rica que sus estudios físicos.Roll (1972) sostiene que en los casosreportados antes de 1900, cerca del 80 por ciento de las personas epicentroeran mujeres, pero en este siglo la dis-tribución por sexos ha cambiado nota- blemente, y ambos sexos están igual-mente afectados por la actividad pol-tergeist . Roll estableció también que laedad promedio de esas personas era de16 años.

    En un reciente estudio llevado a ca- bo por nosotros (Gómez Montanelli &Parra, 2002) acerca de 13 experiencias psi y relacionadas con psi, encontra-

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    mos que el 50,6 por ciento (N1= 432)de creyentes en lo paranormal respectoa 23,2 por ciento de estudiantes de psi-cología (N2= 392) respondieron afir-mativamente a la pregunta (P1):¿Haobservado usted anormalidades en el

    funcionamiento de aparatos eléctricos,computadoras u otro equipo que le ha-

    yan parecido muy extrañas, y que, has-ta donde usted ha podido determinar,no fueron debido a causas normales o

    naturales? Otra pregunta (P2):¿Le ha sucedido a usted escuchar golpes y/oencontrar vidrios rotos o astillados y/uobjetos quemados, sin que hubiera unacausa física aparente?, fue respondidaen el 40 por ciento-22,7 por ciento, res- pectivamente. Tomando como ejemplola muestra de estudiantes (N2), encon-

    tramos que al menos una vez en su vidael 54,9 por ciento (P1 N2= 91) y el 32,5 por ciento (P2 N2= 89) respondió ha- ber tenido la experiencia PKER, entanto que el 32,5 por ciento y el 67,4 por ciento varias veces. Esto indicaríaque las experiencias PKER son másfrecuentes de lo que se cree, aunque probablemente menos reportadas o me-nos identificadas como disfuncionesdel entorno causada por “psi”.

    No menos interesante es el grado de perturbación psicológica (conflicti-vidad) para tales experiencias. Siguien-do el mismo ejemplo, bajo la pregunta:¿Han resultado estas experiencias dealgún modo traumáticas o conflicti-vas?, encontramos que el 60,4 por ciento (P1 N2= 91) y el 65,1 por cien-

    to (P2 N2= 89) había resultado per-turbadora. Poco más de la mitad, paraambas preguntas, respondió que laPKER había resultado, en términos deintensidad, menos perturbadora respec-to de un número mucho menor de casos(aproximadamente cuatro), quienes lahabían considerado intensamente per-turbadora.

    Sin embargo, cuando comparamosambas muestras (N1 y N2), encontra-mos una diferencia significativa paralas dos preguntas respecto de la pertur- bación emocional de la experiencia dePKER y su intensidad (p

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    A CTIVIDAD POLTERGEIST : UNA INTERPRETACIÓN PSICODINÁMICA

    No obstante la noción tradicional deque la tensión sexual y las frustracionesson las causas principales que dan lu-gar a las manifestaciones poltergeist ,esta idea ha sido plenamente explotada por la cinematografía en filmes como El exorcista, El Ente y Carrie. En cier-to modo, era natural que los primerosinvestigadores consideren que la pu- bertad, la tensión sexual y el fenómeno poltergeist estén de algún modo rela-cionados. Muchos casos de poltergeist se centran en torno a jóvenes púberes y,en ocasiones, losefectos incluyen ata-ques de claro significado sexual. Dehecho, posteriormente, los casos de

    poltergeist han venido extendiéndosehasta afectar casi en igual número aambos sexos, circunstancia que dismi-nuye la posibilidad de que guarden re-lación con la sexualidad femenina frus-trada.

    En algunos casos, los niños y las ni-ñas afectados por el fenómeno que de-clararon que sufrían de algún mal (ovarios) de naturaleza psíquica: histeria,depresión, agresividad (en exceso o por defecto, en último caso conducente a larepresión) o neurosis fueron examina-dos por psiquiatras o psicoanalistas. Un problema importante en relación conesos diagnósticos es que el psiquiatraque reconoce al niño está predispuestoal hallazgo de anormalidades funciona-les. Por el contrario, si el psiquiatra ig-

    nora la razón por la que se lleva al niñoa la consulta, es posible que diagnosti-que neurosis, si bien es posible que elniño se haya vuelto neurótico a causade la persecución del poltergeist . Elúnico modo posible de diagnosticar se-ría disponer de un perfil de la persona-lidad del niño, trazado antes del co-mienzo de la actividad poltergeist .Existe una prueba más firme que sugie-re que la actividad poltergeist no está

    relacionada con la frustración sexual ola enfermedad mental, sino con el de-seo de llamar la atención. En un estu-dio de jóvenes de ambos sexos, meno-res de 18 años, entre los cuales algunoshabían sido foco de actividad polter-

    geist , Roll encontró que no menos del62 por ciento estaba viviendo fuera de

    su hogar cuando comenzó. De los de-más, un 17 por ciento, solo vivía en elhogar o se hallaba presente en él uno desus padres. Aunque estas cifras no sonelevadas, no podemos establecer lacomparación con los niños normales.Caben pocas dudas de que la carenciade ambiente familiar o un hogar inesta- ble tiende a reforzar la idea de que los poltergeist puedan ser “instrumentos”utilizados por el sujeto para llamar laatención.

    Sigmund Freud fue el primero entomar contacto con la actividad polter-

    geist por influencia de su colega CarlG. Jung. Eva Brabant (1994) sostieneque Freud y Ferenczi, un neurólogohúngaro que contribuyó a la construc-ción de la teoría psicoanalítica, mantu-

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    vieron correspondencia respecto deeventos de tipo poltergeist (en esta co-lección son 483 de un total de 1.236cartas escritas durante 25 años). En unacarta fechada en 1909, Ferenczi escri- bía sobre la visita a una médium, “FrauSeidler”, que, él creía, le había leídolos pensamientos a Freud. El psiquiatrale respondió: “Sólo ahora me recuperédel shock y no puedo dejar de confron-tar con el asunto como cualquier otro

    (...) Entretanto, mantengamos silenciosobre todo esto”.El psicoanalista Nandor Fodor, en

    su obra Freud, Jung and occultism (Fo-dor, 1971) menciona el interés de Jung por los aspectos psicológicos de los fe-nómenos ocultos. En esta fase prelimi-nar de su trabajo, Jung concluyó que

    “... el desarrollo mediúmnico represen-ta un intento de desarrollar el carácter através de una nueva forma...”. Fodor reveló que en una de sus conferencias,“Los fundamentos psicológicos de lacreencia en espíritus”, el 4 de julio de1919, Jung aplicó específicamente suteoría al fenómeno poltergeist desenca-denado en el transcurso de la sesión es- pírita por los médium. Sostenía, en esaocasión, que “los espíritus eran com- plejos inconscientes y autónomos queaparecen como proyección”. A la pre-gunta sobre quién o qué proyecta esaenergía a fin de producir la actividad

    poltergeist , Jung respondió que el ori-gen estaba en un médium vivo, el cualsería la “exteriorización de complejosinconscientes”. Sin embargo, después

    de una sesión espírita de 1925, en la ca-sa del doctor Rudolph Bemouilly, deZurich, el investigador dudó de que elfenómeno pudiese ser explicado como producto de la energía PK de un ser vi-vo. Jung fue testigo de una variedad defenómenos de tipo PK, así como la ma-terialización de miembros humanos.Después de la sesión ya no se mostrabatan seguro de sus primeras conclusio-nes y de que “una aproximación exclu-sivamente psicológica no podía hacer justicia al fenómeno en cuestión”. Jungextendió sus opiniones acerca del fenó-meno poltergeist , sosteniendo la creen-cia de que todos poseen potencial paralograr efectos PK a partir de su propiaenergía.

    Es preciso realizar más investiga-ciones y profundizar los estudios en es-te campo antes de extraer conclusionesdefinitivas. Si se busca una explicación psicológica de la razón de los efectos poltergeist , posiblemente deberíamosacercarnos al problema empezando por observar a qué conduce la necesidad deatención en un medio carente de afec-tos. En el caso de los adolescentes, lanecesidad de atención puede estar re-forzada por ser una etapa de crisis e in-certidumbres.

    De todos modos, resulta obvio queesta especulación no puede brindar unaexplicación completa. Muchos niños buscan llamar la atención, pero pocosde ellos generan a su alrededor acti-vidad poltergeist .

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    MODERNAS INTERPRETACIONES DE LA ACTIVIDAD POLTERGEIST

    En años recientes se vienen haciendoestudios muy rigurosos de la actividad poltergeist , sobre todo considerando elreporte de los testimonios de estoseventos. Johan Gerding y Rens We-zelman, del Parapsychology Institutede Amsterdam, junto con Dick Bier-man, de la Universidad de Utrecht(Gerding, Wezelman & Bierman,1997), reportaron un caso de perturba-ción poltergeist en una familia turca deDruten, en Holanda, en la primavera de1995. Vuelo de piedras y otros objetosacabaron por convertir al hijo de la fa-milia, de 15 años, en el epicentro de ac-tividad poltergeist . Mediante el análisisde los testimonios de sus vecinos, ami-gos y oficiales de policía, quienes testi-ficaron la autenticidad de los fenóme-nos, los investigadores efectuaron al-gunos estudios experimentales con un juego similar al RNG (Generador deEventos Aleatorios) para probar in-fluencias PK y se instaló un equipo deRNG para observar fluctuaciones en lacoherencia del ordenamiento de la se-cuencia aleatoria. El estudio determinóuna breve pero intensa relación entrelas fluctuaciones anómalas del RNGdurante los periodos en que se relata- ban las perturbaciones.

    Andrew Nichols y William Roll(1999) estudiaron los aspectos electro-magnéticos y neuropsicológicos del ca-so del llamado “ poltergeist de agua” de

    Jacksonville, que ocurrió en una resi-dencia en la Florida entre noviembre de1996 y enero de 1997, y su caracterís-tica más destacable, además de los mo-vimientos anómalos de objetos, es lainexplicable aparición de grandes can-tidades de agua. Fort, Thurston (1953),Gauld & Cornell (1979), Bender, Bay-less y Rogo (1979, 1986) citan nume-rosos casos donde apariciones de aguaacompañan los efectos espontáneos de

    PK típicos de los poltergeist . Los test psicológicos proyectivos revelaron queuno de los testimonios se adecuaba al perfil de la “personalidad poltergeist ”:típicamente un adolescente, con bajatolerancia a la frustración, reprimiendosentimientos de agresión y hostilidad.El cuestionario neuropsicológico sugi-

    rió que dos testimonios, entre ellos elaparente agente, podrían tener labilidaden el lóbulo temporal. En relación conlas mediciones físicas, Nichols y Rollverificaron que la fuerza de los camposmagnéticos de los locales donde los fe-nómenos habían ocurrido era significa-tivamente diferente de otros sitios.

    De acuerdo con el procedimiento deevaluación cuantitativa, el físico Wi-lliam Everist llevó a cabo dos estudiosde sensibilidad aparicional con la coo- peración de participantes sensitivos yno-sensitivos, estos últimos estudiantesde un curso de parapsicología, quienesdebían tratar de determinar qué lugaresde la casa eran los “encantados”. El es-tudio se desarrolló en una antigua casaen Bisbee, Arizona, en la que su dueño

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    señaló en un mapa los lugares donde sehabían observado las apariciones fan-tasmales. Doce estudiantes fueron pa-reados en seis grupos, compuesto uno por un sensitivo y otro un no-sensitivo,y se les entregó un mapa de la casa acada par de participantes. En forma in-dependiente, debían determinar los lu-gares o habitaciones de la casa dondeintuían o pensaban que estaba “encan-tado”, en comparación con otros sitios

    de control (no-encantados). Tanto lossensitivos como los estudiantes desco-nocían en qué sitios habían ocurrido loseventos poltergeist (en este caso expe-riencias aparicionales o “sitios visita-dos por fantasmas”). Los sujetos visita- ban cada lugar de la casa señalizado por el investigador, de acuerdo con las

    declaraciones del dueño, pero esta mar-ca no indicaba si el lugar había sidovisitado o no por el fantasma. Se lleva-ron a cabo 20 visitas a la casa, diezseñaladas como “encantadas” y otrasdiez de control. Cuando se recogieronlos datos, los participantes obtuvieronun promedio significativamente másalto de aciertos, señalando los lugares“encantados” en comparación con loslugares de control, y de este grupo, lossensitivos obtuvieron un promedio másalto de aciertos con respecto al grupode no-sensitivos (estudiantes) en deter-minar qué sitios habían sido “visita-dos.” Los aciertos se determinabanindicando sensaciones emocionales,físicas, cenestésicas o cualesquieraotras, toda vez que el participante, sea

    sensitivo o no, visitaba cada habitacióncompletando un cuestionario, apoyan-do la creencia que parece confirmar loque muchas personas reportan comoexperiencias de contacto espiritual.

    William Roll y Andrew Nichols ad-virtieron un aumento en el campo geo-magnético y un elevado número deanomalías fotográficas, como la apari-ción de burbujas traslúcidas del tamañode globos esféricos que aparecían en

    fotografias digitales, que coincidía sig-nificativamente con un aumento en laactividad geomagnética y una alta con-centración de iones en la atmósfera. Nichols y Roll (2000) reportaron loseventos en la casa McRaven en Vicks- burg, Mississippi, y la casa Aponawicz,en Pennsylvania, y logró filmar estas

    apariciones esféricas, que aparecen es- pontáneamente, moviéndose en trayec-toria curva. Roll sostiene que los testi-gos de eventos poltergeist en antiguoscastillos (por ejemplo en Dragsholm yen Engso), incluían manifestaciones dePK y apariciones, principalmente de personajes legendarios, el sonido decadenas y pasos, o apariciones lumino-sas, captadas mediante sensibles cáma-ras infrarrojas y detectores Geiger. Es-tos estudios consisten en introducir ar-tefactos de medición sensibles para de-tectar cambios anómalos del campoelectromagnético e impresiones de su- jetos, quienes decían “percibir” dichasanomalías. Los investigadores compa-raron los relatos de los psíquicos y co-rrelacionaron tales descripciones con

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    Actividad poltergeist y el caso “Andrés Venier”

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    los registros de anomalías geofísicas yhallaron resultados interesantes, princi- palmente en relación con la descrip-ción de los psíquicos, quienes fueronlocalizados al azar en diferentes sitiosde ambos castillos, desconociendo ellugar donde los testigos afirmaban“sentir” la presencia de apariciones.Algunos de los sitios mencionados por los psíquicos coincidieron con la des-cripción de los testigos y esta informa-

    ción se correlacionó con las deteccio-nes de los equipos electrónicos (Roll &Persinger, 1998).

    En base a estos trabajos, y en unainvestigación reciente, Roll y Persinger (1998) sugieren que la RSPK funcio-naría mediante la energía electromag-nética (EM) del ambiente, la cual sería

    modulada por la EM del agente y direc-cionada sobre objetos significantes pa-ra el sujeto, incluyendo también estu-dios neurológicos y psicodinámicosllevados a cabo con los agentes PKER,los cuales mostraron tensiones psicoso-ciales y epilepsia. De este contexto sur-giría un “perfil EM” capaz de modular y direccionar la EM del ambiente. LaPKER podría actuar como un fenóme-no físico con un aspecto humano, deacuerdo con la teoría del “campo psi”de Roll.

    Más recientemente, Richard Wise-man, Caroline Watt y Emma Greening,Paul Stevens y Ciaran O’Keefe (1997)unieron esfuerzos para investigar lasvariables psicológicas y los camposmagnéticos del palacio de Hampston,

    alrededor del cual muchas personasvienen reportando fenómenos inusua-les en muchos sitios de este. Estos in-vestigadores encuestaron a 600 perso-nas acerca de su creencia en fantasmasy otros fenómenos inusuales. Quienescreían en fantasmas reportaron máseventos anómalos que los que nocreían, o eran significativamente más propensos a atribuir los fenómenos aentidades desencarnadas. Antes de visi-

    tar los sitios, a la mitad de los partici- pantes se les dijo que el área estabaasociada con un aumento de fenóme-nos inusuales, mientras que a los otrosse les dijo lo opuesto. En línea con es-tudios sobre la psicología de la creen-cia en lo paranormal, hubo un mayor número de experiencias inusuales re-

    portadas por aquellos que creían enfantasmas que quienes no creían.William T. Joines y William Roll

    propusieron dos teorías físicas para la psicokinesis espontánea recurrente(PKER). La primera está basada en unode los principales problemas para el in-vestigador de PKER: identificar la ener-gía que causa los movimientos de obje-tos. Tal energía afecta los objetos queestán asociados con los individuos conquienes el agente tiene relación. Paracomprender la PKER, proponen que elagente enlaza las fluctuaciones aleato-rias de la energía de punto-cero (EPC),un plenum de energía electromagnéticaque abarca el espacio e interactúa con lagravitación y la inercia. El agente no ge-neraría la energía para la PKER, sino

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    que manipularía las fluctuaciones alea-torias del vacío de modo de reducir lainercia y la gravedad que normalmentemantiene un objeto en su lugar. Si laPKER utiliza la EPC esto demuestraque el vacío tiene un componente cons-ciente. Joines ya había sugerido que el proceso PKER tiene relación con ondas psi del agente, que resultan en efectosfocales y atenuación de los incidentes dePKER con la distancia del agente. Si las

    ondas psi producen una señal coherentedirigida al objeto físico, este procesoquedaría atenuado por las fluctuacionesaleatorias de la EPC que rodean tanto alagente como al objeto. La EPC al mis-mo tiempo proporcionaría la energía pa-ra la PKER que resulta en la reducciónde los movimientos de los objetos con la

    distancia. Joines analizó los efectos dedeclinación en los casos de Miami, Oli-ver Hills y Tina Resch desde la teoríadel EPC. Los resultados sugieren que elEPC podría ser la conexión entre las on-das psi y las ondas electromagnéticas.Según estos investigadores, el compo-nente energético-emocional de los obje-

    tos puede mostrar cuándo los objetoscargados emocionalmente quedan afec-tados por la PKER (Joines & RolI,2001).

    EL CASO DE A NDRÉS V ENIER La familia está compuesta por el matri-monio de Óscar, de 50 años, y Mónica,de 44. Ninguno de ellos manifiesta ha- ber tenido experiencias paranormales

    previas, tienen buen nivel cultural(Óscar es industrial y Mónica es profe-sora de música en el conservatorio dearte) y no están involucrados en temasesotéricos, creencias o supersticiones.Conviven con sus cuatro hijos, quienesconcurren a la escuela secundaria.

    Es una familia absolutamente nor-mal, excepto por una sola cosa. La casade la calle Guillermo Marconi 1821 ca-si no tiene un solo vidrio sano, y algu-

    nos testimonios sorprenden. Toda la fa-milia, incluso el comisario –que se hizo presente en la casa–, familiares y veci-nos, lo atribuyen a cierto “poder” deAndrés, de 18 años. Un total de 16 po-licías, apostados en torno a la casa, a plena luz, no pudieron identificar quiénarrojaba las piedras, algunas de las cua-

    les efectuaban trayectorias imposibles.Impactan en los vidrios con una pun-tería asombrosa. Si la causa del fenó-meno tuviera lugar por motivos frau-dulentos (Andrés u otro en complici-dad arroja las piedras con la fuerza desu mano), esto respondería al efecto detirador asombrosamente hábil para en-gañar, durante los últimos cuatro me-ses, a los cinco miembros de su familiay vecinos en donde cualquier manipu-lación sería fácil de detectar.

    Por lo general, los fenómenos tie-nen lugar en la casa, nunca fuera deella. Quizá el dato característico de estecaso es la rotura de vidrios de ventanas,de tres a cinco agujeros de hasta 12centímetros de diámetro en las persia-nas de plástico, otros en cortinas de

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    tela, y, más recientemente, un espejo.Todo comenzó la noche del 25 de fe- brero con una piedra que rompió un vi-drio. La noche del 26, su madre, Móni-ca Hermandorena, una de las principa-les testigos, indicó que el suceso de piedras “fue una especie de bombar-deo” que se extendió por seis horas, alotro día el suceso duró aproximada-mente diez horas, y luego continuaron por intervalos irregulares, pero con

    más intensidad. El tamaño de las pie-dras –típicas de la zona de las sierrascordobesas, que se encuentran en el ca-mino hacia la casa Venier– era másgrande con el transcurrir de los días,algunas de ellas del tamaño de un hue-vo de gallina. Su peso alcanzaba los 1,3kilogramos. La actividad paranormal

    –caracterizada específicamente por eldesplazamiento de piedras a gran velo-cidad y con gran violencia– tuvo dos periodos: uno entre el 26 y el 29 de fe- brero, y el segundo entre el 1 y el 3 demarzo. Los eventos luego continuarondurante varios periodos, entre el 16-18y 25-28 de abril, 2 y 3, 12-18 de mayoy continuaron por periodos más cortos(un día o dos), incluso al momento deescribir el presente artículo. Uno de los“desplazamientos”, quizá el más singu-lar, ocurrió en el baño de la casa, unode los lugares donde –en el momentode mi visita– fui sorprendido por laaparición de una de las piedras. Aler-tados por esto, la familia y yo corrimoshacia allí y descubrimos que la piedra

    había aparecido inexplicablemente enese lugar.

    En su intento de buscar una explica-ción racional a estos fenómenos, Móni-ca sostiene que al principio ella y su fa-milia pensaron que alguien lanzaba las piedras, hasta que la policía y el comi-sario local, después de tres días de ob-servación, análisis e hipótesis, descar-taron esta hipótesis a causa de sus raros“trayectos” con que se desplazaban.

    Además de la falta de un “autor” de es-tos eventos –cualquier persona deberíaser razonablemente visible– el comisa-rio inspector zonal, que intervino másde una vez alertado por las denunciasde los “ataques” a la familia, fue inca- paz de explicar el trayecto de una de las piedras, la cual, con inusitada violen-cia, destrozó el vidrio de una de lasventanas de la casa ante el oficial de policía. A causa de ello, algunos veci-nos alertaron al cura local temiendo por la presencia de ‘espíritus’. Pero tres sa-cerdotes católicos que visitaron la casadijeron que no había absolutamente na-da. Así lo manifestaron dos psíquicos,de manera independiente, que tambiénla visitaron, Daniel Enrici y MarceloBerdini, quienes indicaron haber senti-do una “poderosa fuerza energética”. Ni Mónica ni su familia atribuyen estefenómeno a espíritus de los muertos,duendes ni otra entidad sobrenatural.

    Sorprendentemente, ninguna piedragolpeó jamás a ningún miembro de lafamilia. Mónica relata el comporta-miento anómalo de una de las piedras:

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    Estaba con mi hijo Ezequiel, preparán-dole para un examen, sentados frente ala ventana del frente de la casa, cuandouna piedra pasó entre los dos sin gol- pearnos y se detuvo sobre la mesa, fren-te a nosotros, cuando debería haber res- balado en la superficie de la mesa o ha- ber ido más lejos, teniendo en cuenta lavelocidad con que la piedra ingresó(Parra, 2004).

    La actividad poltergeist , por lo ge-neral, comienza y termina de manera

    abrupta. Un episodio típico puede du-rar horas o varios meses, e incluso al-gunos se han prolongado durante va-rios años. En este caso, los fenómenosse tornan más frecuentes e intensoscuando su hijo Andrés está despierto.En ocasiones, cuando él está en la casa,han entrado piedras, casi siempre en su presencia. De lo contrario no ocurrenada. Esto sugiere que Andrés sería elagente o “epicentro” de actividad psi-cokinética (PK); aquel que parece ser-vir como foco o imán. En general, las piedras se desplazan violentamente ha-cia ventanas y destruyen vidrios. Demanera sorprendente, de un número de20 ataques con piedras a vidrios y alaparato de televisión en solo dos oca-siones las piedras “equivocaron” surumbo e impactaron sobre un mueble ola pared.

    En este sentido, el brote de activi-dad PK (presumiblemente a causa deAndrés) ocurrió durante periodos demayor intensidad. El primero de estos brotes ocurrió durante seis días con-tinuos, luego cuatro, y más tarde solo

    dos roturas por semana. Durante un lar-go periodo (17 días) no hubo rotura al-guna ni se observó otro fenómeno, sinembargo coincidió con el periodo en elque Andrés recibió una importante do-sis de medicamentos e incluso interna-ción por descompensación medica-mentosa. Es notable observar los agu- jeros producidos por el ingreso de las piedras (desde el patio hacia dentro dela casa). En un periodo no mayor de un

    mes, una literal “lluvia de piedras” des-truyeron persianas, vidrios de puertas yventanas, el vidrio del auto de la fami-lia, el vidrio del garaje y la ventana delliving- comedor.

    Mónica manifiesta preocupación ydesconcierto. El martes 1 de junio, An-drés había comenzado una nueva medi-

    cación, a causa de la cual permaneciódormido durante la tarde. Mónica relata:Durmió hasta las 15:30 horas, se levan-tó y almorzó en la cocina. Yo, por su- puesto, ya había tomado la precauciónde cerrar todos los postigones y puertas. No había lugar posible por donde ingre-sara piedra alguna. Sin embargo, estan-do Andrés parado al lado del refrigera-dor, junto a mi esposo, sentimos un rui-do muy fuerte. Cuando fuimos a ver, la pantalla del televisor estaba rota por una piedra, que quedó incrustada en el apa-rato de televisión.

    Mónica, de inmediato, revisó todaslas ventanas y puertas por donde la pie-dra pudo haber ingresado. “Sin embar-go, me topé con que nada podía expli-carme cómo aquella piedra pudo haber ingresado a la cocina”, manifiesta sor-

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    prendida. “Salimos de la casa, acompa-ñadas por Andrés. Cuando regresamos,misteriosamente, otra piedra, que no po-demos explicar por dónde ingresó, rom- pió la cortina y un ventanal”. Mónicaconservó la pieza de cortina dañada.Aparece con un pequeño agujero, unahuella del daño producido por el impac-to de la piedra.

    Óscar, por su parte, recuerda un casoaún más alarmante: “Andrés y su perra

    estaban jugando en la cocina, cuando re- pentinamente sentimos otro impacto so- bre el televisor. La pantalla del aparatohabía quedado enteramente destroza-da”. Denise, la hija menor del matrimo-nio Venier, manifestó haber sentido unarara sensación, como una brisa y una ví-vida sensación de ‘presión’ sobre sus

    oídos, justo antes de oír el impacto (ellaestaba frente a Andrés), y luego otra pie-dra impactó fuertemente rompiendo lacortina, el vidrio y el postigón de ma-dera. La noche anterior, Verónica, suhermana mayor, fue testigo de un inci-dente. Una piedra provino por detrás deella (Andrés estaba visible), dejó un pe-queño raspón en el mueble y el televi-sor, antes de impactar violentamente enuna ventana: “Como si la piedra hubieragirado en una trayectoria inexplicable, para impactar directamente en el vi-drio”, sostiene Verónica. Y concluye:“No lo puedo explicar”.

    Al día siguiente, su padre llevó aAndrés en su auto a Villa del Dique,una bonita zona al oeste de la ciudad, para intentar disminuir la tensión fami-

    liar que les produjo. Mónica nos dijoque aunque Andrés continuó ansiosolos fenómenos en la casa habían dejadode ocurrir y, al menos por un periodo,todo volvió a la normalidad. A su re-greso, 20 minutos después, otra piedrales dio la bienvenida.

    En una ocasión, en presencia del pa-rapsicólogo de la zona, ocurrió un epi-sodio: una piedra ingresó con violenciadesde fuera de la casa hasta impactar en

    un vidrio. Andrés estaba al lado de Mi-guel. En otra oportunidad, en presenciade Marcelo, ocurrió un episodio en el baño. Una piedra produjo el despren-dimiento del protector de policarbonatodel cuarto de baño. “Una noche –relataMónica– Andrés decía que ‘alguien’golpeaba la persiana de su cuarto. No-

    sotros escuchamos los golpes. Aunquela persiana estaba cubierta y bien pre-sionada por un colchón, era imposibleque Andrés fuera quien golpeara. Mó-nica y su hija Verónica escucharon unimpacto. “Mi esposo revisó la casa y el patio –continúa diciendo su madre– pe-ro no encontramos nada extraño. Curio-samente, en otras oportunidades escu-chamos impactos, hemos visto marcas, pero no encontramos piedra alguna”.

    Mónica y Óscar han acudido en bus-ca de ayuda a sacerdotes y videntes, hanefectuado consultas psiquiátricas y psi-cológicas. Hubo quienes se ofrecieron a‘exorcizar’ la casa, incluso asesorados por el padre Pugnata, de Reducción dela ciudad de Río Cuarto, pero no encon-traron solución alguna hasta el presente.

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    Mónica tuvo que poner a resguardo elordenador por temor a que este tambiéntermine bajo el impacto de alguna pie-dra. Ella teme que la computadora sufradaños similares a los ocurridos en losventanales. “Lo más increíble –sostieneMónica– es que no dejo de pensar dedónde salen o entran las piedras, ya queno logramos verlas. La casa estaba todacerrada y dentro de la casa no hay pie-dras”. De hecho, hasta el momento de

    escribir este artículo, Mónica y Óscar –quienes agradecieron mi presencia ensu casa y por “hacer posible que otras personas nos escuchen... que nos sin-tiéramos más tranquilos y contenidos...y que esta situación tan estresante ter-mine o mejore”– mantienen un perma-nente registro de los eventos que aún

    no han cesado. Ambos continúan re- portando a mi correo electrónico todaanomalía de la que son testigos. El pa-sado domingo 20 de junio, Mónica es-cribió que una piedra rompió el espejodel baño, otra rompió un vidrio de la puerta de la cocina (las puertas de lacasa estaban cerradas). Óscar agregaque pocos días después de mi visita,Andrés comenzó nuevamente a com- portarse inapropiadamente, se mostra- ba muy alterado.

    Aunque trataron de seguir mis con-sejos y los del psiquiatra, Andrés conti-nuaba molestando e insultándolos conactitudes hostiles y agresivas. Esta si-tuación produjo un gran estrés. LuegoAndrés se calmó y encontró algunasactividades para distraerse.

    El informe psicológico de Andrésindica que el joven manifiesta agresio-nes verbales hacia familiares y extra-ños, conductas impulsivas y antisocia-les, lo que dificulta su convivencia fa-miliar y social. Andrés fue sometidotambién a una serie de exámenes neu-ropsicológicos, incluidos el test WSC,Trail-Making Test, y la prueba delefecto Stroop. En mi propia visita, yomismo administré los test proyectivos

    de dibujos HTP y Familia kinética, queindicaron una incipiente inestabilidademocional, irritabilidad, impulsividad,sentimientos de inadecuación a su en-torno e inmadurez emocional. Su padrerefiere que no consigue respetar lími-tes, no respeta a personas mayores y noacepta que lo atiendan, contengan u

    orienten. Desde niño Andrés era hiper-kinético y presentaba algunas dificulta-des escolares, al punto que fue diag-nosticado con trastorno de déficit aten-cional. El examen neuropsicológicoconcluye que Andrés tiene todos losindicadores de un trastorno neurológi-co, posiblemente un severo déficit delfuncionamiento del lóbulo frontal. Enefecto, un diagnóstico neurológico in-dica que Andrés padece una epilepsiarefractaria fotosensible y tiene convul-siones desde los 12 años, los principa-les síntomas de Andrés son lapsus o au-sencias irregulares desde los nueveaños, en los que pierde levemente laconsciencia, pero actualmente se en-cuentra medicado con antiepilépticos yanticonvulsivantes. A causa de ello,

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    Andrés ha venido recibiendo trata-mientos psicomotrices, psicopedagógi-cos, psicológicos, neurológicos y psi-quiátricos. Una de las psicopedagogasque evaluó su caso consideró que An-drés podía asistir normalmente a la es-cuela (con ciertos ajustes curriculares).Su madre también agrega que el jovensufrió muchas restricciones respecto atareas de recreación, como andar en bi-cicleta, salir de noche, nadar, manejar

    una moto o el auto y otras actividades,que ahora debe hacerlo acompañado.

    CONCLUSIONESSegún el psicólogo australiano HarveyIrwin (2004), cerca del 70 por ciento delos casos de “epicentro” de actividad

    poltergeist son jóvenes menores de 20años. En los años treinta, el psicoana-lista Nandor Fodor elaboró la teoría deque algunos disturbios de tipo polter-

    geist no eran causados por espíritus,sino por agentes humanos que pade-cían intensa ira reprimida, hostilidad orepresión sexual. Fodor presentó el fa-moso caso, ocurrido en Inglaterra en1938, de una mujer cuyas represiones provocaban un brote de actividad PK,en Thornton Heath.

    Roll, autor del libroUnleashed: Of poltergeist and murder. The curious story of Tina Resch (Paraview Publi-shers, 2004), basado en el famoso casode la actividad PK de la adolescenteTina Resch, en 1984, ha propuesto quela PKER es generada por la energía

    electromagnética del agente que con-vierte la energía kinética de los objetos.También ha especulado que estos pro-cesos pueden involucrar la suspensióndel campo gravitacional en torno alagente. “Recién ahora estamos com- prendiendo el medio electromagnéticoque llena el espacio e interactúa con lagravedad y la inercia”, expresa Roll enun artículo publicado en un recientenúmero monográfico de la Revista Ar-

    gentina de Psicología Paranormal, de-dicado al fenómeno poltergeist . Roll basa su especulación teórica en torno ala PK espontánea en el modelo del físi-co Harold Puthoff, quien sostiene queel espacio vacío no está en realidad“vacío” sino que se llena con energíade punto cero (EPC) que permanece

    activa en cero absoluto cuando todoslos efectos térmicos se congelan. Se-gún Roll, Puthoff está desarrollandouna tecnología que permita usar la EPCcomo una fuente de energía renovabley no contaminante para los viajes espa-ciales. “Para nuestro propósito –sostie-ne Roll, quien ha mantenido una co-rrespondencia privada con Puthoff– su propuesta más interesante es que laEPC podría ser un mecanismo para laPK espontánea a través de la interac-ción de la EPC con la gravitación y lainercia”.

    Para Roll la inercia, esto es, la resis-tencia de un objeto a la aceleración, esun fenómeno conocido pero que carecede explicación científica. Puthoff con-sidera que la inercia es producto de la

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    EPC, y nos proporciona un ejemplo deinercia: “Suponga que usted está para-do dentro de un tren. Si el tren deja la plataforma de un tirón, usted puedecaerse al piso. ¿Cuál es la fuerza que no parece venir de ninguna parte, que logolpea para hacerlo caer?”.

    Puthoff explica que el fenómeno re-sulta de la aceleración relativa de lasestrellas fijas. En el ejemplo del tren, el puñetazo fue dado por la presión de la

    EPC que llena el espacio entre nosotrosy las estrellas. La masa de inercia de unobjeto en la tierra resultaría de la masay la posición de toda la materia en elUniverso. Se lo conoce como “El prin-cipio de Mach”, propuesto por el filó-sofo austríaco Ernest Mach.

    Esta teoría surge de la física quánti-

    ca, que sostiene que el vacío es un lu-gar activo. “Si las intenciones cons-cientes o inconscientes de una persona,como las de un agente poltergeist , pue-den interactuar con la EPC, esto signi-fica que el vacío tiene un componenteinconsciente”, confiesa Puthoff. Nos preguntamos: ¿cuál puede ser la rela-ción entre la EPC y los efectos PKER presumiblemente producidos por Andrés?

    Primero, el principal problema paralos investigadores de la psicokinesisespontánea ha sido identificar la ener-gía que provoca el movimiento de losobjetos. Esta energía afecta a los obje-tos que están asociados con aquellosindividuos con quienes el agente tieneuna tensa relación interpersonal. Se-

    gundo, quizá Andrés quiere comunicar un mensaje o llamar la atención, comoun alerta frente a un entorno al cual noconsigue adaptarse. Esta desadaptaciónse proyecta de manera similar al meca-nismo psicológico de “desplazamientode la agresión”, pero no a nivel psico-lógico, sino parapsicológico. Esta rup-tura de la hostilidad reprimida toma en-tonces la forma de energía psicokinéti-ca, que obra sobre las frustraciones deAndrés sin que él se dé cuenta de ello,en forma no consciente.

    El brote de psicokinesis alivia lasintensas frustraciones y tensiones que,indudablemente, podrían causar daño alas personas involucradas, a menos queestas tensiones se puedan elaborar psi-

    cológicamente de algún otro modo.Los fenómenos poltergeist bien po-drían ser, en parte, “terapéuticos”, locual explica por qué tales brotes tienencorta vida.

    Como ha ocurrido en otros casos,los brotes de poltergeist se comprendenmejor en analogía con los mecanismos

    de proyección en psicología.Entonces, los sentimientos de hosti-

    lidad reprimidos hacia los padres, figu-ras vinculadas emocionalmente, tam- bién representan el caldo de cultivo pa-ra una psicopatología. En el caso deAndrés es evidente que la actividad

    poltergeist constituye tanto un proble-ma psicopatológico e interpersonal co-mo parapsicológico.

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