13antigua 223 / marzo 2013

El intermezzo operístico, se recuerda, era la partecómica que en la representación de una barrocaopera seria permitía relajar a los espectadores delas vicisitudes dramáticas de la obra principal enla que se colocaba como agradable añadido. Elmodelo, se vuelve a recordar, es La serva padronade Pergolesi, aunque Paisiello tenga una similar encontenido y valores. Paisiello y tantos otros com-positores de la época, como Johann Adolf Hassede quien Glossa, acertadamente, reedita en sucolección Schola Cantorum Basiliensis La conta-dina (Nápoles, 1735), años atrás dentro del catálo-go de Harmonia Mundi. Acertadamente, porquees una auténtica delicia de melodías y finura orques-tal. Este tipo de obras, que puede encontrar una cul-minación en El secreto de Susana de Wolf-Ferrari,contiene en esencia un enorme componente femi-nista antes de tiempo, ya que en ellas triunfa elencanto y la inteligencia mujeriles sobre un varóna menudo de muy mal carácter, quien, finalmentees domado, conquistar por la astucia de aquéllas.Más o menos es lo que ocurre con esta Scintilla yeste Tabarano de Hasse, donde aparece un tercerpersonaje, Corbo, actor, como en el caso del mode-lo pergolesiano. Agradecible recuperación, ya quese trata de una lectura impecable de AttilioCremonesi y el Ensemble Arcadia que cuenta condos solistas con las voces justas para sus persona-jes, dominando el estilo y añadiendo la gracia opicardía correspondiente: Graciela Oddone yLorenzo Regazzo. No es la única versión discográ-fíca de la obra de Hasse, pero sin duda es la mejoren transparencia y elegancia ejecutivas. Como laoperita dura algo menos de una hora, se incremen-ta el contenido con un soberbio concierto deMichele Mascitti, compositor justamente napoli-tano que encaja a la perfección como complemen-to a la obra principal que presenta el CD.

El regresode la campesina

Fernando Fraga

Glossa recupera La Contadina deHasse en su colección basiliense

JOHANN ADOLPH HASSE (1699-1783): La Contadina;MICHELE MASCITTI (1664-1760): Concerto op. 7

Graciela Oddone, soprano. Lorenzo Regazzo, bajo-barítono.Ensemble Arcadia. Attilio Cremonesi, director / GLOSSA /Ref.: GCD 922511 (1 CD) D2

Sigue el barroco español desvelándonos sus secre-tos, tantos años ocultos. Ahora, el grupo Harmoniadel Parnás, fundado hace diez años por MarianRosa Montagut, lanza un nuevo cedé con obrasde dos compositores relacionados con Valencia,el posiblemente valenciano Francisco HernándezIllana (c.1700-1780) y el napolitano FranciscoCoradini (c.1700-1769).

En el disco figuran seis cantadas de Illana ydos de Coradini. Las dos del napolitano y cinco deIllana proceden de un manuscrito que se conser-va en la catedral de Astorga (León), compiladopor el propio Illana, que fue maestro de capilla enaquel templo en su juventud.

Desde la villa leonesa se traslada a Valencia,donde ejerce, por poco tiempo, el magisterio en elhistórico Colegio del Patriarca. Pero en 1729 setraslada a Burgos para ocupar el puesto, siemprehonroso en aquella gran catedral, de maestro decapilla, por fallecimiento de Manuel de Egüés. EnBurgos permanecerá en ejercicio durante el más demedio siglo que le quedaba de vida. Tuvo que apren-der mucho con el profuso y variadísimo legado deEgüés, de sus multiples piezas sacras e innumera-bles villancicos, de la importancia que concedia alo instrumental y al contenido de los textos. Se hadicho que Illana introdujo el estilo italiano en el muytradicional Colegio del Patriarca, donde la lenguavernácula estaba prohibida. Pero debemos recor-dar que Valencia tuvo en el siglo XVIII a maestroscomo Pradas, Fuentes, Robassa y Morera, es decir,buenos modelos para realizar lo que luego, con lostrabajos de Egüés, compuso Illana en Burgos. Enla década anterior a su muerte realizó algunas can-tadas que ya están inmersas en el estilo “Sturmund Drang” del clasicismo. Por ejemplo el aria queabre y da título al disco, “Bárbaro”, pertenecientea la cantada de Navidad “Allende el orbe”; o el aria“Etna, de amor violento” en la cantada “Fenómenoasombroso”, de un virtuosismo que pone a prue-ba a la cantante y al estupendo conjunto “Harmoníadel Parnás”. Tras este alarde se incluye un “verso

de segundillo” interpretado por flauta dulce y órga-netto que es un buen regalo y un recuerdo de losministriles.

Tras “Fenomeno asombroso”, las dos canta-das de Coradini, sin dejar de ser elegantes, empa-lidecen, aunque el aria de “Desde la carcel deCupido” tiene fuerza y empaque. El disco finali-za con dos cantadas de Hernández Illana. La pri-mera, de su etapa juvenil y la segunda, a dúo, yatardía y verdaderamente hermosa.

Hay que felicitar al sello Tempus por este dis-co que nos devuelve a un ignoto y espléndido maes-tro del barroco español y a un grupo excelente condos solistas – Mariví Blasco y Beatriz Lafont –más que bien preparadas para responder a las exi-gencias de una música injustamente olvidada. SiCecilia Bartoli hubiese visto algunas de las arias deIllana…

Hernández Illana, un injusto olvido

Andrés Ruiz Tarazona

Bárbaro, el barroco musical valenciano del XVIII,por Harmonia del Parnàs

BÁRBARO: Barroco musical valenciano del siglo XVIII (obrasde Hernández Illana y Corradini) [Primeras GrabacionesMundiales]

Mariví Blasco y Beatriz Lafont, sopranos. Harmonia delParnàs. Marian Rosa Montagut, directora / TEMPUS / Ref.:TMP 1002 (1 CD) D2