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DOCUMENTOS DE TRABAJO
El pasivo laboral del Instituto Mexicano el Seguro Social
256
Francisco R. Calderón
Septiembre de 2006
El pasivo laboral del
Instituto Mexicano del Seguro Social
Francisco R. Calderón1
Mayo 2006
Fundación Rafael Preciado Hernández A.C.
Documento de Trabajo No. 256
Clasificación temática: Seguridad Social
RESUMEN
Síntesis. El IMSS está en una situación de quiebra técnica por varios factores de entre los cuales el más
importante es el Régimen de Jubilaciones y Pensiones consignado en el Contrato Colectivo de Trabajo
celebrado por el Instituto con su sindicato; en él se establece que el trabajador puede jubilarse a los 27 ó 28
años de prestar servicios sin especificar edad mínima, con el 129% de su último sueldo e indexado a los
aumentos de salario que año con año se otorguen. Esta carga se ve agravada por el envejecimiento de la
población cuya consecuencia es la prolongación de la duración de las pensiones. Se han puesto en práctica
algunas medidas para aliviar a las finanzas del IMSS como que el gobierno asuma los pasivos anteriores a
1995 correspondientes al Apartado A del artículo 123 o que no se pueden contratar nuevos trabajadores sin
previamente constituir la reserva correspondiente; pero han sido insuficientes. Se recomienda como solución
adicional la subrogación de algunas actividades del Instituto.
1 El autor pone a su disposición el siguiente correo electrónico: [email protected]. Las opiniones contenidas en este
documento corresponden exclusivamente al autor y no representan necesariamente el punto de vista de la Fundación Rafael Preciado
Hernández A.C.
Contenido**
I. Objetivo 1
II. Hipótesis 2
III. Marco Teórico 3
IV. Introducción 5
V. La situación financiera del IMSS 8
VI. El factor demográfico 10
VII. Ingresos 15
VIII. Pasivo laboral del IMSS en su calidad de patrón 17
IX. Financiamiento del IMSS como patrón 21
X. Previsiones a corto, mediano y largo plazo 24
XI. Conclusiones y recomendaciones 27
XII. Bibliografía 29
** La estructura del presente documento de trabajo se ajusta a los requerimientos establecidos en el punto 2.3 del Reglamento para el
Financiamiento Público de las Actividades Específicas que realicen los Partidos Políticos Nacionales como entidades de Interés Público
del Instituto Federal Electoral vigente a partir de octubre de 2005.
1
I. Objetivo
Este ensayo se propone averiguar las causas de la crítica situación del Instituto Mexicano del
Seguro Social y determinar cuáles podrían ser sus posibles soluciones
2
II. Hipótesis
La causa fundamental de la quiebra técnica del Instituto Mexicano del Seguro Social
se encuentra en el Régimen de Jubilaciones y Pensiones para sus trabajadores contenido
en el Contrato Colectivo de Trabajo pactado por el Instituto con el Sindicato Nacional de
Trabajadores del Seguro Social.
3
III. . Marco Teórico
Sistemas de pensiones.
Aunque existen criterios diferentes para clasificar los tipos de sistemas de pensiones, la mayoría
se basa en el tipo de patrocinador y el tipo de beneficio. El primer criterio hace la división entre el
patrocinador público o privado, si los recursos son públicos, estos provienen de instituciones de
seguridad social en los niveles federal y local, mientras que los privados son otorgados por
empresas a sus trabajadores de acuerdo a planes de ocupación y son voluntarios, adquiridos por
medio de un intermediario financiero.
Por otra parte, si se clasifican los sistemas según el beneficio, se resumirán en sistemas de
beneficio definido, los cuales se refieren a aquellos sistemas en donde se establece: la fecha del
retiro, el derecho a una pensión y el monto de la misma en función del salario y el tiempo en que
se haya trabajado. En este tipo de sistemas el que patrocina se compromete a dar el importe de la
pensión hasta la muerte del trabajador, así que se debe de contar con los recursos suficientes de
manera intergeneracional. Para saber si es o no sostenible la deuda contraída, se debe de hacer una
estimación del valor presente del monto de dicha deuda, tomando en cuenta los pagos a realizar
según la probabilidad de tiempo de vida del trabajador y los beneficiarios, además, del factor de
descuento. También debe de contemplar el valor presente de los recursos con los que se cuenta en
ese momento más el valor presente de las contribuciones esperadas. Si la división de los activos
entre los pasivos es igual a uno se dice que se tienen los recursos suficientes, si es menor a uno,
se dice que son insuficientes, por lo que este sistema no será sostenible. En este último caso se
tendrán que buscar otras formas de financiamiento ya sea aumentando la contribución o
reduciendo los beneficios.
En cambio los beneficios de los sistemas de contribución definida sólo dependen de las
aportaciones individuales, por lo que los pasivos son iguales a los activos y lo recibido por el
trabajador es igual a lo que ahorró. La renta vitalicia que recibirá depende de la rentabilidad de la
aseguradora, del saldo acumulado y de la probabilidad de vida. Asimismo, también puede optar
por un retiro programado y en este caso el trabajador asume el riesgo de vivir más de lo esperado.
4
La literatura sobre los efectos de los sistemas de pensiones sobre la economía es muy amplia; a
continuación se presenta una síntesis de dichos efectos a partir de las conclusiones de varios
estudios2:
Sobre el Ahorro: Cuando existen mercados que son competitivos, sin incertidumbre y con
rendimientos constantes en su tecnología, y si existe un sistema de pensiones con los
recursos suficientes para fondearse, no existirán efectos en el ahorro e inversión, pero si la
tasa de ahorro obligatoria registrada a nivel nacional es mayor a la voluntaria, entonces,
la existencia de un sistema de pensiones, aumentaría el nivel de ahorro.
Sobre las finanzas: La creación de un sistema completamente fondeado tendrá como
consecuencia el aumento en el ahorro de la economía, pero el efecto que se tendrá sobre el
ahorro nacional dependerá de los compromisos que haya adquirido el gobierno y de la
manera de financiarse, lo cual puede ser por medio de impuestos futuros (deuda) o
corrientes.
Sobre el mercado laboral: El optar por financiarse con impuestos corrientes impacta al
sector al que se los cobre. Es decir, si se gravan los salarios, se afectará al mercado laboral
y en la medida que disminuya la oferta laboral, el PIB será menor también.
Sobre la economía informal: Si las contribuciones son vistas como impuestos y no como
ahorro, lo que sucederá es que se propiciarán la evasión y elusión fiscal, por lo que la
economía informal crecerá y gran parte de los trabajadores no contarán con protección
social.
Sobre el mercado de capitales: Los sistemas de pensiones fondeados proporcionan recursos
para invertir en el mercado de capitales, por lo que si se invierten de manera adecuada,
podrá haber un mayor crecimiento.
El efecto que el sistema de pensiones con beneficio definido trae sobre la economía, y lo
insostenible que puede llegar a ser, es el punto principal de este documento, sin embargo, las
consecuencias de la inviabilidad afectan a toda la economía y es por ello que fue indispensable
incluir este marco teórico.
2 Solís, Fernando. Los sistemas de pensiones en México: la agenda pendiente. Una agenda para las finanzas
públicas de México Gaceta de Economía (número especial) primavera 2001.
5
IV. Introducción
Las finanzas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se encuentran en una
situación delicada y sus perspectivas a corto y mediano plazo son alarmantes al grado que
de no remediarse urgentemente sus problemas se pone en riesgo su viabilidad. Los ingresos
por aportaciones que realizan patrones, obreros y gobierno son ya insuficientes para que el
Instituto pueda cubrir plenamente sus obligaciones con la población asegurada lo que ha
dado por resultado que se haya constituido un pasivo que crecerá alarmantemente si
prosiguen sin modificación los factores existentes.
Este pasivo se deriva fundamentalmente del compromiso del IMSS de otorgar
pensiones y jubilaciones por invalidez, vejez, cesantía en edad avanzada y muerte tanto en
su calidad de asegurador a los trabajadores afiliados a él como en su calidad de patrón a
sus propios trabajadores. En su papel de asegurador el problema se deriva de tres causas
fundamentales: la primera, que desde el inicio de sus operaciones en 1944 los recursos que
debieron destinarse a constituir reservas para las pensiones se desviaron a otros usos que
se consideraron más urgentes como fue la construcción de hospitales, centros de salud,
oficinas y otras obras de infraestructura que constituyeron el patrimonio inmobiliario del
Instituto; todavía peor, se realizaron erogaciones en obras cuyo objetivo directo era ajeno
a los del IMSS como teatros, campos deportivos o centros vacacionales. Sin reservas, el
ramo de pensiones operó como fondo de reparto donde las obligaciones fueron cubiertas
principalmente con las aportaciones de los empleadores y de los trabajadores en activo.
La segunda causa fue la indispensable y justiciera indexación del monto de las
pensiones efectuada en 1989 y 1995; en efecto, como consecuencia de la inflación desatada
entre 1975 y 1995 los pensionados sufrieron una desastrosa caída de su poder adquisitivo
que redujo sus ingresos reales a alrededor de la mitad. Con las reformas de 89 y 95 las
pensiones se ligaron al salario mínimo para actualizarse automáticamente; así la cuantía
mínima de la pensión pasó a ser en el Distrito Federal del 35% de un salario mínimo antes
de 1989 al 100% a partir del primero de enero de 1995. En el caso de la pensión de viudez
de incrementó del 20% al 90% del salario mínimo en las mismas fechas. Como puede
6
observarse estas pensiones son notoriamente insuficientes pero a pesar de ello eran
superiores a las aportaciones hechas hasta 1995 por los pensionados; como es natural, no
obstante lo justiciero de los aumentos éstos contribuyeron también a incrementar los
egresos y los pasivos previsibles del IMSS.
Una tercera causa ha sido la rápida transición demográfica experimentada por el país
y su efecto sobre las pensiones y sobre a qué tipo de enfermedades tiene progresivamente
que enfrentarse el Instituto. En los próximos 25 años la transición demográfica se
caracterizará por a) el envejecimiento paulatino de la población b) una proporción mayor
de adultos jóvenes c) un aumento se la esperanza de vida de la población y d) un
decrecimiento del porcentaje de niños sobre el total de la población.
Estos fenómenos ya se han empezado ya a producir como consecuencia en buena parte
del éxito médico obtenido por el IMSS desde su fundación, pero ha dado como resultado
que con una población de mayor edad se presentarán con mayor frecuencia padecimientos
degenerativos como la diabetes y el cáncer cuyo tratamiento es más caro que los
infecciosos más propios de niños y jóvenes. Por último, el pasivo derivado de las
obligaciones del Instituto en su calidad de patrón con sus propios trabajadores tiene como
causa las desproporcionadas prestaciones que le impone su contrato colectivo con el
sindicato.
Los pasivos contraídos por el IMSS en su calidad de patrón equivalieron en 2001 a
aproximadamente el 5% del Producto Interno Bruto y los que contrajo como asegurador
con sus afiliados pueden haber estado entre el 8 y el 15% del PIB lo que significa que en
el caso más desfavorable, sumados ambos, importan el 20% del PIB, cifra ya muy
preocupante porque se convertirá indefectiblemente en deuda pública por la incapacidad
del Instituto de pagar las pensiones a que se ha obligado si no se adoptan de inmediato
medidas correctoras.
La situación no es, sin embargo, desesperada como lo muestran los casos de otros
países con economías dinámicas cuyas deudas derivadas de sus sistemas de pensiones
7
significaban en la década pasada una proporción mayor de su Producto Interno Bruto que
la deuda pública del gobierno como en el caso de Italia que fue de 242% y de 129%
respectivamente, o en el de Japón con 162% y 83%, o en el de Francia con 216 y 48%, o
en el del Reino Unido con 156 y 46%.
También constituye un factor favorable el que por la Ley del Seguro Social de 1995
los pasivos del IMSS correspondientes al Apartado A del artículo 123 constitucional
fueron transferidos al Gobierno Federal. Igualmente es positivo el que el país esté gozando
de un período de “bono demográfico” donde el número de personas en edad escolar y
preescolar ha dejado de crecer y el crecimiento del número de ancianos no es suficiente
para provocar un aumento del índice de dependencia, en otras palabras, un período en que
aumenta la proporción de personas en edad de trabajar en relación a la población total. De
todas formas el incremento del número de personas de la tercera edad constituye una
bomba de tiempo para el Instituto.
V. La situación financiera del IMSS
8
Como lo mostró el Balance General del Instituto al 31 de diciembre de 2004 sus solas
obligaciones laborales fueron mayores que su activo y su patrimonio arrojaba cifras
negativas lo que en buen romance para cualquier empresa privada hubiera significado
haber caído en quiebra. El mencionado balance se presenta a continuación:
Balance General al 31 de diciembre de 2004
(millones de pesos)
ACTIVO PATRIMONIO
INVERSIONES Déficit acumulado -31,807
Afectación a resultados
Físicas –inmuebles, equipo, etc 114,273 de ejercicios anteriores
Menos depreciación -46,677 por pasivo laboral -128,509
67,596 Superávit por revaluación 68,107
Fondos de reservas en valores 60,642 Total Patrimonio -92,208
Préstamos al personal 7,035
Total inversiones 135,274
PASIVO
ACTIVO CIRCULANTE PASIVO CIRDULANTE
Efectivo, depósitos en bancos 9,943 Cuentas por pagar 6,273
Cuotas obrero patronales y Retenciones por pagar 11,486
contribución federal por cobrar 25,368 Total pasivo circulante 17,759
Documentos por cobrar 10,476
Inventarios 4,282 Obligaciones laborales 484,623
Total activo circulante 50,069
RESERVAS 26,099
OTROS ACTIVOS 289
Total Pasivo 484,481
Diferido por obligaciones
Laborales 206,641
Total Activo 392,273 Patrimonio y Pasivo 392,273
Como puede observarse, el patrimonio del Instituto está en cifras negativas o lo que es
lo mismo se encuentra totalmente descapitalizado; las obligaciones laborales son superiores
a su activo y parte de su activo consiste en obligaciones laborales diferidas de lento cobro.
Una vez más, de ser el IMSS una empresa privada habría caído en irremisible bancarrota
cuya causa fundamental sería la de sus obligaciones laborales.
9
Las circunstancias no han evolucionado favorablemente de 2004 a 2006. El Centro de
Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados en este último año declaró que
a partir de 2007 se agudizará la crisis financiera por la que atraviesa el Instituto Mexicano
del Seguro Social ya que sus recursos serán insuficientes para cumplir con las obligaciones
contraídas en materia de pensiones y seguros en virtud de que estima que su ingreso en 2007
tendrá un incremento del 2.8% mientras que sus gastos se elevarán un 4.8%.
También opina el Centro que las reformas que se han hecho al marco legal del Instituto
son insuficientes para mejorar en el largo plazo la situación crítica que vive el IMSS cuyo
Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) continuará siendo un factor de presión financiera
que lo hace insostenible: los pasivos correspondientes al RJP crecieron 5.43% entre 2004 y
2005 para alcanzar los 775,975 millones de pesos o sea el 9.3% del PIB y una deuda de 2.1
millones de pesos por trabajador en activo; por ello los gastos por este concepto se
incrementarán 29.12% en 2006 y 31.85% en 2007 lo cual representará una presión para las
finanzas del Instituto por 6,704 millones de pesos causada principalmente por el pasivo
laboral.
VI. El factor demográfico
10
Uno de los factores más importantes que han influido en la situación delicada del
Instituto Mexicano del Seguro Social ha sido la transformación experimentada por la
población del país. Al igual que los demás países en las primeras décadas de su proceso de
desarrollo económico se presenta una disminución rápida de su tasa de mortalidad como
consecuencia de la aplicación de políticas de higiene y salubridad pública y de combate a
las enfermedades infecciosas cuyo costo es relativamente moderado mientras que su tasa
de natalidad disminuye de manera muy lenta debido a la resistencia que presentan los
hábitos y los factores culturales, dando lugar así a un crecimiento acelerado de la
población, una “explosión demográfica”.
En una segunda etapa el descenso de la tasa de mortalidad es más moderado al mismo
tiempo que la mayor industrialización, urbanización y trabajo femenino presionan a un
descenso de la tasa de natalidad; finalmente se llega a un equilibrio con tasas bajas de
natalidad y mortalidad. A esto se le conoce como un período de transición demográfica
cuyas fases se están presentando en México como puede observarse a continuación:
Natalidad Mortalidad
(por mil habitantes)
1930 48.7 26.7
1940 40.8 23.3
1950 42.7 16.2
1960 45.0 11.5
1970 41.7 10.1
1980 34.9 6.5
1990 29.1 5.2
2000 21.1 4.5
2005 18.4 4.5
De este cuadro se desprende que hasta 1940 había un equilibrio de la población con
altas tasas de natalidad y mortalidad; a partir de este último año comienza la declinación
de la de mortalidad principalmente por la fundación del IMSS en 1943; a esta etapa
corresponde la explosión demográfica; desde 1990 a la fecha se registra ya una mayor
caída de la tasa de natalidad y una menor de la de mortalidad, todo lo cual se refleja en la
magnitud y crecimiento de la población como lo muestra el cuadro siguiente:
Año Población Aumento absoluto Tasa de crecimiento
(miles) (miles) (% anual)
11
1921 14,334.1 - -
1940 19,653.6 5,319.5 1.75
1960 34,926.1 15,272.5 2.84
1980 66,846.8 31,920.7 3.19
1990 81,249.6 14,409.8 2.50
1995 91,158.3 9,908.7 2.03
2000 97,483.4 6,325.1 1,54
2005 103,263.4 5,780.0 1.04
Como puede advertirse la población creció aceleradamente entre 1940 y 1980 para a
partir de este último año iniciar un proceso de descenso constante no sólo en términos
porcentuales sino también en cifras absolutas ya que en entre 1960 y 1980 tuvo un
incremento de 31.9 millones de habitantes mientras que en las dos décadas siguientes el
aumento fue de 30.6 millones.
El descenso de la tasa de mortalidad debe atribuirse principalmente a la caída de la
mortalidad infantil que pasó de 139 por mil nacidos vivos en 1940 a 25 en 2000 lo cual se
debió tanto a la acción de la seguridad social como al mejor nivel de educación de las
mujeres; la tasa de natalidad, por su parte, ha venido a bajar gradualmente por la evolución
de los factores culturales, de nuevo por la mayor escolaridad de las mujer, por la
industrialización del país, por la mayor participación de las mujeres en los puestos de
trabajo y por el proceso de urbanización, ya que entre 1940 y nuestros días México ha
pasado de ser un país predominantemente campesino a uno predominantemente urbano.
La conjugación de estos factores ha modificado la distribución por edades de la
población. Representada ésta gráficamente, en 1950 tenía la figura de un triángulo
isósceles angosto con una base muy reducida lo que significa que la distribución por edades
estaba relativamente equilibrada entre el número de menores de quince años, el de adultos
y el de ancianos.
En 1970 después de un período de rápido desarrollo económico cuyos motores fueron
la guerra mundial, la de Corea y, sobre todo, el llamado desarrollo estabilizador se produjo
un período de explosión demográfica que modificó la figura del triángulo isósceles para
darle una base considerablemente más ancha para representar que el número de personas
12
menores de quince años constituía ya el 46.2% de la población total, lo cual constituyó en
su tiempo todo un desafío para el gobierno obligado a proporcionar educación y servicios
de salud a la enorme y creciente población infantil y juvenil.
Con la disminución de las tasas de natalidad de 1970 a nuestros días ya en 2000 la
representación gráfica de la distribución por edades de la población ha dejado ya de
parecerse a un triángulo para ir adoptando la forma de una cúpula de iglesia ortodoxa en
que todavía el número de los menores de edad y de ancianos se ve rebasado ampliamente
por el de personas en edad de trabajar según se puede observar en el siguiente cuadro:
Miles de personas
Año 1930 1940 1950 1960 1970 1990 2000
De 0 a 14 años 6,493 8,096 10,754 15,542 22,287 31,147 33,050
% del total 39.2 41.2 41.7 44.2 46.2 38.3 35.4
65 años o más 489 586 866 1,195 1,791 3,377 4,845
% del total 3.0 3.0 3.4 3.4 3.7 4.2 5.0
Edad de trabajar 9,571 10,971 14,171 18,276 24,147 46,726 59,120
% del total 57.8 55.8 54.9 52.4 50.1 57.5 60.9
% de dependencia 72.9 79.2 82.3 91.7 99.7 74.7 64.4
El punto máximo del índice de dependencia se alcanzó en 1970 en que prácticamente
por cada persona en edad de trabajar dependía una persona que no trabajaba por ser
demasiado joven o demasiado vieja; a partir de ese año el índice empezó a disminuir
porque el enorme número de nacidos durante la explosión demográfica empezó a entrar en
la edad de trabajar y sólo hasta mediados del siglo XXI el índice de dependencia regresará
a los niveles actuales, según se ve a continuación:
Millones de personas
1 2 3 4 5 6
Año Población De 0 a 14 De 65 ó Suma De 14 a 65
total más 4/5
2000 97 33 5 38 59 64.4
13
2010 112 30 7 37 75 49.3
2030 129 24 17 41 88 46.6
2050 131 19 32 51 80 63.8
El descenso del índice de dependencia iniciado desde principios de la década de los
setenta que continuará hasta 2030 conocido, como el “bono demográfico”, podría parecer
como un período de alivio para el IMSS pues en él aumentará en mayor proporción el
número de sus afiliados cotizantes y por tanto de sus ingresos que el de sus pasivos por
concepto de pensiones; sin embargo esta percepción sólo será acertada en la medida en
que se acelere el desarrollo económico, se creen más empleos en el sector formal de la
economía y por ende crezca el número de afiliados al Instituto.
De lograrse lo anterior CONAPO prevé que México podrá aprovechar mejor sus
recursos humanos en términos de generación de ingreso, ahorro e inversión productiva
acelerándose así su crecimiento económico; por el contrario si no se logra un desarrollo
suficiente el país seguirá despilfarrando su capital humano a través de la emigración de
sus trabajadores. Mientras tanto suceda lo uno o lo otro la población seguirá envejeciendo
con la consiguiente repercusión en los gastos y los pasivos del Instituto.
Mientras en 1930 la esperanza de vida al nacer era de 35 años para los varones y de 38
para las mujeres, en 2005 prácticamente se había duplicado: 73 y 78 años respectivamente.
El envejecimiento de la población proseguirá según indican las proyecciones que en
materia demográfica son suficientemente acertadas; para las próximas décadas las edades
calculadas son las siguientes:
Esperanza de vida al nacer
Años
Hombres Mujeres Total
2006 73.2 78.1 75.7
14
2010 74.2 79.1 76.6
2020 76.1 80.9 78.5
2030 77.5 82.1 79.8
2040 78.4 83.0 80.7
Tomando en cuenta que un asegurado tiene derecho a jubilarse a la edad de 65 años
(cumplido el mínimo de cotizaciones anuales) en 2006 recibirá en promedio su pensión
durante ocho años en el caso de los hombres y de trece años en el de las mujeres ya sean
viudas del asegurado o aseguradas directamente; para dentro de 24 años, en 2030 la
duración de la pensión será de 12 y 17 años respectivamente y diez años después la
obligación del IMSS de otorgar pensión a sus asegurados se habrá prolongado a 13 y 18
años lo que significará una carga financiera progresivamente más alta.
El envejecimiento de la población no sólo ha significado el otorgar pensiones por un
período más largo sino que ha cambiado el tipo de enfermedades predominantes entre los
asegurados; mientras eran más comunes las enfermedades infecciosas ahora lo son las
degenerativas. CONAPO declara al respecto: “De hecho, dentro de las diez causas
principales de defunción en el país sólo aparece la neumonía e influenza como la única
patología infecciosa; los padecimientos del corazón, junto con las neoplasias malignas, la
diabetes mellitus y las enfermedades cerebrovasculares son las causas de mortalidad más
importantes en México”. Como estos padecimientos son los de tratamiento más largo y
caro los gastos del Instituto se han ido multiplicando con la consiguiente agravación de su
situación financiera.
VII. Ingresos
15
Para atender los servicios que requieren sus afiliados y sus dependientes el Instituto
Mexicano del Seguro Social contaba hasta 1995 como recursos las aportaciones que recibía
de los empresarios, de los trabajadores y del gobierno distribuidas de la siguiente manera:
Contribuciones al IMSS
Ramo Prima % Aportación
Enfermedad y maternidad 12.5 Tripartita
IVCM* 8.5 Tripartita
Riesgos de trabajo (promedio) 2.5 Patronal
Guarderías 1.0 Patronal
Sistema de Ahorro para el Retiro 2.0 Patronal
TOTAL 26.5 Invalidez, Vejez, Cesantía en edad avanzada y Muerte.
Debe tomarse en cuenta que las aportaciones tripartitas se repartían de la siguiente
forma: 70% el empleador, 25% el trabajador y 5% el gobierno; ahora bien, a estas cuotas
cuyo total sumaba 26.5% sobre el salario cotizable de los trabajadores habría que agregar
5% correspondiente al Fondo Nacional de la Vivienda de los Trabajadores (INFONAVIT)
por lo que era evidente que la situación financiera del IMSS no podía (ni puede) resolverse
por la vía de incrementar las aportaciones, las de los trabajadores por razones políticas
evidentes, las de los empresarios porque el aumento restaría competitividad a las empresas
y las del gobierno, porque estando empeñado éste en mantener el equilibrio presupuestal
la mayor aportación obligaría a afectar otros ramos prioritarios.
La única forma que queda al Instituto de incrementar sus ingresos es aumentando el
número de sus afiliados pero esto depende del ritmo de desarrollo económico que a su vez
es el causante principal de la creación de empleos en el sector formal de la economía;
desgraciadamente el país sufrió una fuerte recesión a principios de la actual década lo que
se tradujo en una escasa creación de empleos y por ende en una lenta afiliación al IMSS
como lo muestra el cuadro siguiente:
Asegurados permanentes y eventuales. IMSS
Tasa de crecimiento
16
Año % anual % quinquenio
1995 -5.4
1996 8.8
1997 6.9
1998 7.0
1999 7.0 4.9
2000 4.7
2001 -0.7
2002 2.6
2003 1.5
2004 3.4 2.3
2005 3.7
2006e 6.3
El comportamiento de la afiliación al IMSS en el período 2004-2006 hace concebir la
esperanza de que habrá una recuperación en el quinquenio 2005-2010 sin embargo dado
que el resultado ligeramente favorable en tres años no es suficiente para definir una
tendencia no es prudente esperar un incremento importante de los ingresos del Instituto
que resolviera en parte su situación financiera aún cuando se ajustaran las cotizaciones a
los salarios reales de los trabajadores cuyo nivel en muchos casos se declara
fraudulentamente.
VIII. Pasivo laboral del IMSS en su calidad de patrón
Este pasivo está constituido por las obligaciones que tiene el Instituto como patrón (no
como asegurador) con sus propios trabajadores el cual se deriva del Régimen de
Jubilaciones y Pensiones (RJP) del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT). El problema es
17
sumamente grave porque el IMSS contaba en 2001 con 371 mil trabajadores en activo y
102 mil ex trabajadores pensionados lo que sumaba 473 mil beneficiarios directos, cifras
que desde entonces no se han modificado sustancialmente. Debe advertirse que en este
número se comprenden las 107,757 plazas creadas entre 1977 y 1982 en tiempos del
gobierno de López Portillo cuyos trabajadores han empezado a jubilarse a partir de 2004.
Para ejemplificar el ritmo de aceleración del número de pensionados baste decir que
desde la fundación del IMSS hasta 2005 se pensionaron 133,983 personas y que está
calculado que esta cifra casi se duplicará en 2012, esto es en apenas siete años, para
alcanzar 236,048, o también que mientras en 2002 había 3.4 trabajadores en activo por
cada jubilado en 2010 habrá dos y en 2020 sólo 1.3, es decir, prácticamente un trabajador
en activo por cada jubilado.
Este ingente número de trabajadores goza de pensiones desproporcionadamente altas;
en efecto, desde el CCT de 1975-1977 no se establece una edad mínima de retiro, como es
el caso del 95% de los planes de pensiones en México, sino que basta haber trabajado en
el Instituto 27 años en el caso de los hombres y 28 en el de las mujeres para poder jubilarse,
de esta manera un muchacho que hubiera entrado a prestar sus servicios a los 20 años de
edad podría pensionarse a los 47 años; de hecho, en la actualidad los trabajadores del IMSS
se jubilan a la edad promedio de 53 años y cerca del 28% de ellos alcanza el retiro antes
de cumplir 50, todo lo cual contrasta con la edad mínima de 65 años establecida por la Ley
del Seguro Social para el resto de los trabajadores mexicanos. Como se ha incrementado
la esperanza de vida al nacer la duración promedio de una pensión actualmente es de 28
años siendo que en 1966 era de 14.
A lo anterior debe agregarse que el CCT de 1987-1989 estipuló que la jubilación debe
calcularse conforme al 100% del último sueldo pensionable, más un 25% de la pensión por
encima de lo que marca la Ley, más un aguinaldo adicional del 15%, más el pago de un
fondo de ahorro, todo ello indexado a los aumentos salariales que vayan logrando los
trabajadores activos del IMSS. Debe entenderse por sueldo pensionable el normal más una
serie de prestaciones como la ayuda para renta, una prima por antigüedad, la ayuda para
18
despensa, prima por alto costo de la vida, ayuda para libros y prima por riesgo vehicular,
además de otros estipendios para casos concretos como sobresueldos médicos, primas a
los trabajadores en zonas aisladas o primas por horarios discontinuos,
Las prestaciones estipuladas en el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) en el Régimen
de Jubilaciones y Pensiones (RJP) dieron lugar a que el gasto en este ramo creciera un 64%
entre 2002 y 2006; aunque en los próximos años diminuyera un tanto la velocidad del
crecimiento se ve casi imposible que el incremento de los ingresos del Instituto pudiera
igualar al de estos gastos. Entre estos dos mismos años los recursos asignados por
derechohabiente para medicinas, mantenimiento, equipamiento y ampliación de las
instalaciones pasaron de 312 pesos a 220 pesos, o sea un 29.5%.
Al finalizar 2001 el pasivo laboral del Instituto equivalía al 5.2% del Producto Interno
Bruto y para respaldarlo el IMSS solamente disponía entonces de 20,011 millones de pesos
los cuales representaban solamente el 6.7% del pasivo, o puesto de otra manera cada
trabajador del Instituto había generado un pasivo casi siete veces mayor al causado por el
promedio de los trabajadores asegurados.
El RJP contiene varias características que hacen inviable su financiamiento:
a) no requiere edad mínima para la jubilación en contraste con lo requerido a los
afiliados al IMSS
b) el salario pensionable se integra con trece prestaciones adicionales al sueldo tabular
c) la cuantía de la pensión se determina con base en el número de años trabajados para
el Instituto y con el último salario disfrutado al momento de la jubilación
d) la pensión es mucho mayor que el salario percibido por un trabajador activo porque
incluye dos aguinaldos y porque se sigue recibiendo el fondo de ahorro cuyo monto es
equivalente a 45 días de salario
e) el Instituto cubre las aportaciones al Seguro de Retiro, Cesantía y Vejez que
correspondería cubrir a sus trabajadores en su calidad de afiliados al IMSS y
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f) las pensiones están indexadas a los incrementos salariales obtenidos por los
trabajadores en activo y no al Índice Nacional de Precios al Consumidor como es el caso
de los afiliados al IMSS.
En resumen el trabajador del Instituto obtiene una pensión del 129 por ciento de su
último sueldo mientras que la del afiliado es equivalente al 42% de su sueldo. El
cumplimiento impuesto al Instituto de sus obligaciones como patrón ha afectado
negativamente a los servicios que por ley debe prestar como asegurador a sus pensionados:
en 2004 por primera vez en su historia el IMSS gastó más en las pensiones de sus 130,000
trabajadores jubilados que en las medicinas y materiales curativos para sus más de 43
millones de derecho habientes, como puede observarse a continuación:
Gastos del IMSS
en
RJP y en Medicamentos y Material curativo
(millones de pesos)
Años RJP* M y MC**
2000 9,981 14,608
2001 13,040 15,745
2002 15,737 16,124
2003 18,272 20,136
2004 21,178 19,728
2005 20,306 23,234 * Para 131,381 ex trabajadores del IMSS jubilados
** Para 43 millones de derecho habientes
Igualmente, en los últimos once años el índice de consultorios por cada mil
derechohabientes (DHU) disminuyó de 0.55 a 0.42 y el índice de camas por mil DHU
descendió de 1.18 a 0.88 con el consiguiente deterioro de los servicios médicos. Todavía
más grave es que el gasto del IMSS-Patrón representó el 44.7% de los gastos totales de
operación, esto es, los realizados en medicamentos, materiales de curación, guarderías,
inversión y conservación y servicios generales. Los 20,306 millones de pesos destinados
al RJP hubieran permitido incorporar a 186,237 niños más a las guarderías, incrementar en
50% la inversión en instalaciones y equipo medico, contratar a 2,645 médicos y 5,213
enfermeras, poner en operación 1,827 camas y 475 consultorios, aumentar en 50% los
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recursos destinados a mantenimiento y servicios y todavía sobrarían 2,200 millones para
agregarlos a las reservas financieras y actuariales.
IX. Financiamiento del IMSS como patrón
Para financiar las obligaciones que le impone el Régimen de Jubilaciones y Pensiones
para sus trabajadores el IMSS tiene como fuentes de ingresos las aportaciones de los
empresarios, de los obreros y del gobierno federal; en el presupuesto de 2005 los más de
12 millones de trabajadores afiliados y las 800,000 empresas empleadoras contribuían con
21
algo más de las tres cuartas partes de sus recursos mientras que el gobierno federal lo hacía
con el 23 por ciento restante, según se puede ver en el cuadro siguiente:
Aportaciones a los Recursos del IMSS-Patrón 2005
Millones de pesos %
Gobierno federal 4,670 23
Empresas empleadoras 13,583 67
Trabajadores afiliados 2,053 10
Como ya se dijo en un apartado anterior no es probable que aumenten los ingresos del
IMSS de manera significativa porque las cargas que soportan las empresas son ya altas y
un incremento las dejaría fuera de competencia internacional, no se puede esperar una
mayor aportación del sector obrero porque seguramente los sindicatos se opondrían a ello
y tampoco que aumente la aportación gubernamental por los múltiples retos a los que se
enfrenta para solucionar los ingentes y urgentes problemas nacionales.
Hasta ahora la solución a los problemas financieros del Instituto ha consistido en que
el Gobierno Federal ha asumido parte de sus compromisos. En efecto, a partir del 1° de
julio de 1997 el gobierno se hizo cargo de las pensiones que le correspondería pagar al
IMSS como asegurador para aquellos trabajadores o ex trabajadores afiliados a él antes de
esa fecha. El artículo duodécimo transitorio de la Ley del Seguro Social cuya vigencia se
inició en ese primero de julio textualmente dice:
“Estarán a cargo del Gobierno Federal las pensiones que se encuentren en
curso de pago, así como las prestaciones o pensiones de aquellos sujetos
que se encuentren en período de conservación de derechos y las pensiones
que se otorguen a los asegurados que opten por el esquema establecido
por la Ley que se deroga”
Como es natural una medida como la adoptada en 1997 ha aliviado parcialmente la
situación financiera del IMSS pero si se toma al país en su conjunto se trata de una política
de suma cero, es decir, lo que ahorra el Instituto lo desembolsa el gobierno con lo que el
despilfarro a nivel nacional continúa siendo el mismo. La solución debería consistir en
equiparar los salarios y prestaciones que se otorgan a los trabajadores del IMSS con las
percibidas en general por los empleados en las empresas privadas pero eso no sería posible
22
porque el sindicato no aceptaría modificación alguna a lo que consideran legítimas
conquistas de los trabajadores.
Debido a estas consideraciones la Ley del Seguro Social estableció en diciembre de
2001 que no se podrían crear plazas sin tener considerados los recursos necesarios para
cubrir el costo anual de del cumplimiento futuro de las obligaciones laborales. Esta
indispensable medida fue completada por la Ley del Seguro Social publicada en el Diario
Oficial el 11 de agosto de 2004 la cual en su artículo 277 D hizo extensiva la disposición
anterior a la sustitución y contratación de plazas y no sólo a la creación de ellas; se
especifica en este artículo
…”que para crear sustituir o contratar plazas se deberán depositar en el
Fondo para el Cumplimiento de Obligaciones Laborales de Carácter
Legal o Contractual los recursos necesarios para cubrir los costos futuros
derivados del RJP a fin de que en todo momento se encuentre plenamente
financiado”.
De la misma manera se estipula conforme a lo dispuesto en el artículo 286 K que
“Dicho Fondo deberá registrarse en forma separada de la contabilidad del
Instituto (y que)…el Instituto en su calidad de patrón no podrá destinar a
ese Fondo para el financiamiento de la cuenta especial del Régimen de
Jubilaciones y Pensiones recursos provenientes de las cuotas a cargo de los
patrones y trabajadores establecidos en la Ley del Seguro Social. Tampoco
podrán destinar recursos para dicho fin de las contribuciones, cuotas y
aportaciones que conforme a la Ley del Seguro Social son a cargo del
Gobierno Federal ni de las Reservas…o de los productos financieros que
de ellas se obtengan”.
Al mismo tiempo se establece en el segundo artículo transitorio de esta Ley que los
trabajadores jubilados y pensionados del IMSS hasta antes de la entrada en vigor del
ordenamiento citado seguirán gozando de los beneficios otorgados por el RJP y seguirán
contribuyendo a dicho régimen en los términos y condiciones en que lo habían venido
haciendo hasta antes de la entrada en vigor del decreto de modificaciones a la Ley del
Seguro Social, es decir antes del 11 de agosto de 2004.
23
X. Previsiones a corto, mediano y largo plazo
Las reformas a la Ley del Seguro Social de 1997 y 2004 han constituido un apreciable
alivio a la situación financiera del Instituto Mexicano del Seguro Social, pero no han sido
suficientes ya que será preciso ir sustituyendo a los 17,304 trabajadores hoy activos que en
24
promedio se irán jubilando anualmente en los próximos 28 años cuyo número total llegará
en 2032 a 403,767 jubilados para después ir declinando.
Ya para 2004 se calculaba el pasivo laboral del Instituto en 715,000 millones de pesos
o lo que es igual a prácticamente las cuotas pagadas por las 800,000 empresas y los doce
millones de trabajadores afiliados durante seis años. Esta situación ha obligado a un
ahorro anual de 5,560 millones de pesos en perjuicio del servicio debido a los
derechohabientes, pero además dicho ahorro representa apenas la décima parte de los
55,600 millones de pesos en que se incrementan en promedio cada año las obligaciones
del IMSS por concepto de jubilaciones y pensiones.
Cálculos conservadores estiman que el pasivo laboral del Instituto seguirá creciendo
hasta 2017 para llegar a unos 900,000 millones de pesos de 2004; después de esta fecha
el pasivo empezará a decrecer hasta alcanzar en 2030 un nivel similar al de 2004 y
únicamente hasta 2050 será de unos 250,000 millones cifra ya perfectamente manejable.
Gracias a los cambios realizados a la Ley del Seguro Social en 2004 el Instituto se ve
liberado de aportar recursos que sin dichos cambios se tendrían que destinar a financiar el
RJP y que ahora podrán dedicarse a dar servicio a los derechohabientes para cumplir el
propósito fundamentas del IMSS; aún así tendrá que crear un fondo de 20,992 millones de
pesos para financiar las nuevas contrataciones necesarias para sustituir a los 87,552
trabajadores que se calcula se jubilarán entre 2006 y 2012 porque hay que recordar que de
acuerdo con el nuevo artículo 277D de la LSS las nuevas contrataciones no deben generar
un pasivo laboral sin respaldo financiero.
El fondo para financiar las nuevas contrataciones seguirá creciendo casi en forma
geométrica. Un estudio actuarial calculó el Valor Presente de las Obligaciones Totales
(VPOT) en pesos de 2004 para el período 2005-2079 en 719,524 millones de pesos de los
cuales 561,230 millones corresponderán a pagos de pensiones de sus ex trabajadores y
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158,294 millones son los recursos que habrá que cubrir el IMSS en su calidad de
asegurador. La evolución de estas obligaciones es como sigue:
VPOT de las Nuevas contrataciones
(millones de pesos de 2004)
Años IMSS-Asegurador Fondo IMSS-Patrón Total
2005 0.0 0.1 0.2
2006 0.1 0.5 0.7
2007 0.3 1.1 1.4
2008 0.6 2.2 2.8
2009 1.2 4.1 5.3
2010 2.1 6.6 8.6
2015 41.2 98.3 139.5
2020 171.0 295.4 466.5
2025 431.2 731.8 1,163.1
2030 961.7 1,631.0 2,592.7
2035 2,293.3 3,889.3 6,182.6
2040 6,692.7 11,350.3 18,043.0
2045 12,890.9 21,900.0 34,790.8
2050 18,007.2 30,464.9 48,472.2
2055 21,000.8 36,157.7 57,158.5
2060 19,220.8 40,540.0 59,760.8
2065 14,966.2 44,177.1 59,143.3
2070 10,039.0 46,395.1 56,434.1
2075 12,297.4 41,196.8 53,494.1
2079 39,275,8 282,388.0 321,663.8 Fuente: Modelo de Valuación de Obligaciones Laborales. Alexander Forbes
Consultores Actuariales.
Como puede observarse en el cuadro anterior las obligaciones totales por las nuevas
contrataciones serán relativamente manejables hasta 2010, pero a partir de esa fecha se
elevan en vertical para luego entrar en un moderado descenso en el período 2060-2075 y
finalmente experimentar un enorme e inexplicable repunte en los siguientes cuatro años.
Se podría pensar que los plazos estudiados por este modelo están muy distantes en el
tiempo como para ser preocupantes, pero su verdadera utilidad consiste en que con las
reformas parciales emprendidas se ha logrado un respiro a corto plazo para al poco tiempo
volver a enfrentar el IMSS y el país a un renovado problema financiero.
26
XI. Conclusiones y recomendaciones
1. El Instituto Mexicano del Seguro Sociales encuentra en una grave crisis
financiera cuyos orígenes son históricos, demográficos y políticos.
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2. Entre los históricos debe mencionarse que desde los principios del IMSS hasta
la década de los noventa no se constituyeron reservas para afrontar en el futuro
sus obligaciones como asegurador y como patrón; dichas reservas son ahora
muy insuficientes y poco se puede hacer en la actualidad para remediarlo.
3. El factor demográfico juega un papel importante en el deterioro financiero del
Instituto. En el lapso 1945-1980 se produjo un aumento explosivo de la
población seguido, a partir de este último año, de un descenso constante de la
tasa de crecimiento cuyos resultados están siendo los siguientes:
a) Un aumento de la esperanza de vida al nacer.
b) El envejecimiento paulatino de la población.
c) Un incremento más acelerado del número de los pensionados.
d) Una mayor duración de las pensiones.
e) El tránsito de las enfermedades infecciosas a las degenerativas, más largas,
difíciles y costosas de curar.
f) Un mayor índice de dependencia, esto es un mayor número de personas
inactivas dependientes de los trabajadores activos.
4. Entre los factores políticos debe listarse la inversión en obras cuyo
propósito es ajeno a los objetivos directos del IMSS como teatros, campos
. deportivos, centros vacacionales, etc
5. La más importante causa de la precaria situación financiera del Instituto
ha sido el Contrato Colectivo de Trabajo con el Sindicato Nacional de
Trabajadores del Seguro Social cuyo Régimen de Jubilaciones y
Pensiones contiene cláusulas desproporcionadas como las siguientes:
a) No existe edad límite para jubilarse, sino que un trabajador puede
hacerlo después de trabajar 27 ó 28 años según su sexo
b) Su pensión equivale al 129% de su último sueldo.
c) La pensión está indexada a los aumentos de sueldo que se sigan otorgando
al puesto de trabajo que desempeñaba.
6. Se descarta como solución que el gobierno absorba de nuevo la totalidad
o parte de las obligaciones del IMSS porque nada más transfiere la deuda
de una dependencia a otra.
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7. No es factible que el Sindicato esté dispuesto a renunciar a ninguna de
sus “conquistas” en materia de pensiones de medidas graduales como la
de ir fijando progresivamente la edad de retiro
8. La solución tendrá que encontrarse en la subrogación a favor de personas
y empresas particulares de las actividades que no cumplen los propósitos
prioritarios del Instituto, como por ejemplo:
a) El lavado de la ropa y sábanas de los hospitales
b) El mantenimiento de los vehículos del IMSS
c) La compra, almacenaje y distribución de las medicinas que podría
realizarse a través de farmacias privadas
d) La administración de guarderías, etc.
e) Cualquier otra medida que reduzca la necesidad de contratar personal.
XII. Bibliografía
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riesgos del Instituto Mexicano del Seguro Social. 2002.
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y los riesgos del Instituto Mexicano del Seguro Social. Resumen Ejecutivo. México. 2002.
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Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión sobre la situación financiera y los
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SOLIS, Fernando. Los sistemas de pensiones en México: la agenda pendiente.
Una agenda para las finanzas públicas de México Gaceta de Economía (número
especial) primavera 2001.
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