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® 30 de agosto de 2015 Cultural Enarbola la causa hispana como bandera. PÁGINAS 4 A 6 Jorge Ramos, un líder de audiencia

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Transcript of Domingo Cultural 20150830

®

30 de agosto de 2015

Cultural

enarbola la causa hispana como bandera. PÁGInaS 4 a 6

Jorge Ramos, un líder

de audiencia

Domingo es un magazine semanal. Impreso en los talleres de Editora DEMAR, S.A. de C.V., ubicados en la calle Matías Canales No. 504, Código Postal No. 88620, Col. Ribereña, Apartado Postal No. 14, Cd. Reynosa, Tam. [email protected]

DIRECTOR GENERAL oRLAnDo TomÁS DEÁnDAR mARTÍnEZ

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DISEÑO Mariela Olvera

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Cultural®

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2Domingo \ el mañana \ 30 de agosto de 2015 psicología

por patricia Ramírezel país

En inglés se llaman easy going per-sons. En castellano se podría traducir como personas flexibles, de trato fácil con las que puede relacionarse cómo-damente. Todos tenemos en mente a alguien así: dan los buenos días con una sonrisa sincera, se ofrecen y pres-tan ayuda, hablan con un tono y volu-men conversacionales, son discretos y apetece estar con ellos.Mostrarse relajadamente le llevará a disfrutar más. Las relaciones que establecemos pueden llegar a ser una fuente de satisfacción o todo lo contrario. Uno está a diario en con-tacto con otros, desde la pareja a los hijos, pasando por los compañeros de trabajo, el personal que le atiende en una ventanilla o el taxista que le lleva

a su destino. De ahí la impor-tancia de tener alrededor a gente de trato fácil y poder entrenarse para ser uno de ellos. Es difí-cil tener una vida de la que se sienta orgulloso

y feliz si no la disfruta. Y si las relaciones sociales son estresantes, su vida también estará llena de tensiones.

Los hombres y mujeres

Las puertas que abre ser alguien de trato fácil

Sonreír, mantener la discreción, o ayudar a los demás. Claves para ser alguien agradable

con quien todos desearán relacionarse

agradables son gente con la que ape-tece contar y compartir el tiempo de ocio, se les tiene en cuenta para planifi-car un viaje, una carnita asada o tomar un café relajado, y se convierten en un modelo al que le gustaría parecerse. ¿Por qué? Porque su presencia le hace sentir bien y relajado.Cambiar nuestra forma de ser es posi-ble. Huya del “yo soy así” y entrene los puntos que aparecen a continuación.

es imposible fallar en todos. Puede que necesite trabajar unos cuantos. No se agobie. Los cambios requieren el deseo de renovarse, planificarlos, pasar a la acción, entrenarlos a través de la repetición y tener paciencia con ellos. Interprete con benevolencia. Si tiene alguna duda de la intención de un comentario o de la acción de alguien, es mejor que le pregunte antes que decidir que lo ha hecho o dicho para fastidiarle. Si piensa que los demás tienen malas intenciones, no se dará cuenta de lo bueno que puedan hacer por usted.

expectativas positivas. El “piensa mal y acertarás” solo le lleva a antici-par que la gente le va a fallar. ¿Usted falla a los demás, es poco fiable, des-honesto, mentiroso? No, la mayoría de nosotros somos personas de bien. Nos equivocamos y cometemos

330 de agosto de 2015 / el mañana / Domingopsicología

para saber másw libRos‘Cómo ganar amigos e influir sobre las perso-nas’. Dale Carnegie (Elipse)

w películas‘El cartero y Pablo Neruda’. Michael Radford‘Forrest Gump’. Robert Zemeckis‘Gandhi’. Richard Attenborough

“Hablo a todos de la misma forma, ya sea el basurero o el pre-sidente de la univer-sidad”. Albert einstein.

errores, pero no suelen ser inten-cionados. Yo creo que ese refrán lo inventó el mismo que dice que “cree el ladrón que todos son de su condición”. Lo que esperamos de los demás condi-ciona el trato que tenemos con ellos. Si espera cosas buenas, será amable, sonreirá, dará tiempo, se sentirá tran-quilo, confiará. Pero también ocurrirá lo contrario. Si espera que le fallen se fijará más en detalles negativos. Está claro que alguien en algún momento de nuestra vida va a ser injusto con nosotros. Pero sacar conclusiones de que todo el mundo será igual es un sinvivir. No es fácil relacionarse con personas desconfiadas porque nos hacen sentir deshonestos.

busque relacionarse con personas con una escala de valores parecida. Esto le allana el camino y le facilita las relaciones. Las personas parecidas nos facilitan el trato. Las similitudes permiten anticiparnos y estar en una zona confortable. Relacionarse con clientes de otras culturas o con valo-res distintos genera un sobreesfuer-zo, porque lo que usted entiende que está bien, a otros les puede parecer un disparate. Hay culturas en las que los comerciantes no entienden que no se les regatee, y clientes que se sienten incómodos cuando tienen que pactar el precio. Por eso, ser parecidos nos convierte en personas de trato fácil con ese grupo de gente.

Flexibilidad. ¡Qué difícil es mantener una relación tranquila con alguien terco e inflexible! La capacidad de adaptación es una conducta inteli-gente y requiere flexibilidad. Transigir no es una debilidad. Ceder es tener empatía y reconocer que la opción del otro también es una buena opción. Si consiente, los demás también lo harán. Pero si no es capaz de adaptarse a los planes de los demás y se ofusca cuando no se sale con la suya, nadie querrá contar con usted porque supondrá una barrera para las prioridades del equipo o de otra persona. La flexibi-lidad mejora mucho la comunicación y facilita el entendimiento.

Dulzura. La dulzura se encuentra en el volumen, el tono, en la expresión facial, en las palabras que elige o en su mirada. Las personas dulces proyec-

tan una calidez sincera. Su expresión facial invita a devolverles una mirada o sonrisa iguales. Su manera relajada de pedirle algo hace que se sienta valo-rado y querido. La dulzura es la mejor rival de la agresividad y del trato seco.

Transparencia. Guarde un as en la manga para los trucos de magia, pero no para relacionarse con los demás. Hable, exprese cómo se siente, qué le ocurre o lo que le preocupa. Hágalo con naturalidad. Las personas que hablan de sí mismas con naturalidad nos parecen cercanas. Por el contrario, hay personas que parecen misteriosas y que esperan que los demás adivinen lo que les pasa. Es gente que no nos hace sentir cómodos.

Deje la seriedad para las emergen-cias. No es sinónimo de responsabi-lidad. Sea divertido y desenfadado. Relacionarse con personas serias a veces es incómodo. No provoca un ambiente relajado y distendido en el que los demás se sientan con confian-za para ser ellos mismos.

Trabaje su expresión facial y sus gestos. La sonrisa invita al otro a sonreír, y los demás le interpretan como una persona asequible, relaja-da y abierta a relacionarse. Sonreír es gratis y le abrirá muchas puertas. No mire por encima del hombro, ni levante el dedo acusador. La natu-ralidad a la hora de expresarse de forma agradable requiere un entre-namiento. Si ha decidido sonreír más, lo normal es que al principio su gesto risueño no le salga con toda la naturalidad del mundo. Pero con-cédase un tiempo.

sea un tipo divertido y páselo bien. Cuanto más disfrute de la vida y más desarrolle su sentido del humor, mayor satisfacción y bienestar tendrá. No es atractivo ni grato relacionarse con personas rencorosas, envidiosas y victimistas. Lo mismo que hace ahora puede realizarlo con más diversión: ponga música, sea creativo, caricatu-rice la situación y recuerde emocio-nes positivas que le hagan sentir vivo durante un momento de estrés. Hay muchas maneras de cambiar su estado emocional. No permita que las situa-ciones ni otras personas le superen

y le sumerjan en la apatía y la rabia. Modifique su mundo y se transfor-mará usted.

escuche y preste atención. Nos gusta relacionarnos con las personas que se interesan por nosotros y nos escu-chan. Haga sentir bien a los demás prestándoles atención, reforzando las pasiones del otro, valorando sus progresos, elogiando detalles, desde la ropa que llevan a su último logro laboral. Deje la crítica y los consejos no pedidos. Se trata de pasar un buen rato, no de dar lecciones a otros.

pregunte e interésese por los otros. A las personas les gusta hablar de ellas mismas y se sienten a gusto cuando se les da la oportunidad de contar sus cambios, su vida en pareja, el futuro de sus hijos, intereses, el trabajo… No sea el protagonista de las conversaciones. No necesita tener una relación íntima con la persona para interesarse.

sea servicial, que no servil. Haga favores gratuitos, de esos que salen de uno con la única finalidad de ayu-dar y contribuir al bienestar de otra persona. No mida, actúe en función de su corazón, valores y sentimientos. Las personas serviciales se ofrecen: “¿Puedo ayudarte en algo?”. No se trata de estar al servicio de los demás y perder espacio para nosotros. Pero también hay que olvidarse de vez en cuando de uno mismo para pensar en qué y cómo puedo contribuir y prestar ayuda. Busque el término medio para tener tiempo para todo.

mejor tener paz que tener razón. ¡Qué tranquilidad da poder permi-tirse no justificar todo, no tener que argumentar las ideas para sentirse comprendido y qué relax para cual-quier intercambio, sobremesa o con-versación! Las personas que siempre quieren llevar razón son agotadoras. Muestran con orgullo sus conoci-mientos, argumentos y se creen en posición de la verdad. No es agradable conversar con ellos.

sea discreto, sobre todo con la infor-mación de otros. En este mundo de cotilleo en el que muchos viven la vida de los demás por no vivir la suya

propia, se ha terminado por conver-tir el hablar de otros en algo normal. La indiscreción y la imprudencia le alejan de las relaciones de confianza. No hable de la vida privada, chismes o intimidades de nadie, y menos sin haber pedido permiso. No espere que le digan: “Esto no lo cuentes”. Tome la costumbre de no hacerlo.Dice un proverbio del libro Cómo ganar amigos e influir sobre las per-sonas, de Dale Carnegie: Si quiere tomar miel, no pegue puntapiés a la colmena. Esperamos ser bientratados porque forma parte del respeto que merecemos y porque nos hace sen-tir especiales. Pero este deseo debe acompañarse de comportamientos recíprocos y bidireccionales.

4Domingo \ el mañana \ 30 de agosto de 2015 inTeRnacional

por cristina F. peredael país

El diario The New York Times atribuye al perio-dista de Univision Jorge Ramos el poder para pro-

vocar “escalofríos” en las filas del Partido Republicano. La periodista de CNN Christiane Amanpour ha

escrito que “si alguien puede girar la llave en estas elecciones”, ése es Ramos, y además “debe hacerlo”. A más de 450 días para que los esta-dounidenses elijan a su próximo presidente, es pronto para saber si el presentador, expulsado este martes de una rueda de prensa con el can-didato republicano Donald Trump, ha condicionado la campaña. Pero

su gesto sí es un paso más en una larga carrera periodística con una causa definitiva: que ningún políti-co estadounidense se olvide de que uno de cada seis ciudadanos a los que sirven es hispano.A sus 57 años, Ramos está consoli-dado como el rostro de la comuni-dad hispana en la televisión esta-dounidense. Es el presentador en

el que millones de latinos confían cada noche para informarse. Su compromiso va más allá del estu-dio de grabación, donde es capaz de exigirle al presidente Obama que rinda cuentas por no apro-bar una reforma migratoria, como prometió, en su primer mandato. El verano pasado cruzó a nado el Río Grande para demostrar los

Jorge Ramos, un líder de audiencia

El propósito dEl prEsEntador dE Univisión dE origEn mExicano, Es qUE los políticos dE EU rindan cUEntas a los hispanos

El pEriodiSta dE UniviSion, Jorge Ramos, durante la rueda de prensa de Trump.

530 de agosto de 2015 / el mañana / DomingoinTeRnacional

Su compromiso va más allá del estudio de grabación, donde es capaz de exigirle al presidente Obama que rinda cuentas por no aprobar una reforma migratoria,

como prometió, en su primer mandato.

peligros que atraviesan los inmi-grantes hasta llegar a Estados Unidos. Como en la rueda de pren-sa de Trump, el presentador suele acudir donde haga falta para pre-guntar directamente a los políticos que no quieren ir a su plató.Este periodista mexicano que dejó el DF por Los Ángeles a los 25 años se sentaría, justo un cuarto de siglo después, delante del primer presi-dente afroamericano de la historia de Estados Unidos. Logró arrancar a Obama una promesa: que refor-maría el sistema de inmigración para regularizar a 11 millones de indocumentados. En ese instante las carreras de ambos quedaron entrelazadas. El presidente tenía una deuda con los hispanos, apro-bar la reforma, y Ramos una res-ponsabilidad más, asegurarse de que la cumplía.El poder del periodista no incluye forzar la firma del presidente, pero Ramos sí ha hecho de su insistencia una marca. Durante años preguntó a Obama en entrevistas y foros con votantes por qué no cumplió con su palabra. El presidente tuvo que rendir cuentas en varias ocasiones. Incluso des-pués de anunciar un decreto que permitiría la regularización de casi la mitad de los indocumentados, Ramos volvió al ataque y le acusó de “destruir muchas familias” por haber esperado tanto tiempo para actuar.“Hace todas las preguntas como si fueran la última”, escribió sobre él Christiane Amanpour, periodista de CNN, en la columna dedicada a Ramos como una de las perso-nas más influyentes de 2014 para la revista TIME. “Está decidido a conseguir la respuesta. Sabe que tiene voz y no le da miedo usarla”. Ni siquiera para pedir la renuncia del presidente de México, Enrique Peña Nieto, como hizo al recoger el galardón de TIME este año.Ramos ha pavimentado su carrera a base de intercambios como el de este martes con Trump. Al pre-sidente del Partido Republicano, Reince Priebus, le acusó de defen-der una política migratoria que consiste en “deportaciones, depor-taciones, deportaciones”. A Mitt

Romney, candidato republicano en 2012, le pidió que explicara su política migratoria, basada en las “autodeportaciones” de los indo-cumentados. Al aspirante republicano Ted Cruz le preguntó por qué negaba a los hispanos “la misma oportunidad” que tuvo su padre, de origen cuba-no y ciudadano estadounidense desde 2005. Y para John Boehner se reservó una sorpresa. El portavoz

de la Cámara de Representantes había bloqueado la reforma migra-toria de Obama y a Ramos le negó varias entrevistas. Él se plantó en una rueda de prensa para pregun-tarle, simplemente, “¿Por qué?”.Gestos como éstos, poco habi-tuales en entrevistadores que se ajustan a la definición estricta de su labor, han empujado a Ramos más cerca de la figura de un acti-vista, especialmente en materia

de inmigración. Pero él, presen-tador de televisión desde los 28 años, siempre ha defendido que este asunto es “personal”. Emigró desde México a Los Ángeles acom-pañado por su guitarra y la misma maleta cargada de sueños que ha empujado a millones de personas en dirección al norte. Tan suya es la historia del emigran-te que esperó hasta 2008, cuan-do cumplió 50 años, para tomar

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pidió la rEnUncia dEl prESidEntE dE México, Enrique Peña Nieto, al recoger el galardón de TIME este año.

la nacionalidad estadouniden-se. “Cuando eres un inmigrante, nunca lo olvidas”, le dijo entonces a Los Angeles Times. Se decidió cuando ya había pasado media vida a cada lado de la frontera.Y tanto le pertenece la historia del migrante como a los dos millones de espectadores que cada noche sintonizan con su noticiero en Univision. Su sueño era ejercer el periodis-mo con plena libertad. Este martes lo hizo. Con él conectan quienes, preocupados por medidas como la frustrada reforma migratoria de Obama, tienen en esta cadena un aliado que les habla en el mismo idioma, ese donde el vocabulario está sellado por la experiencia compartida.Su influencia le ha convertido en “el Walter Cronkite de los hispa-nos”, como reconoció el diario The New York Times a comienzos de este año. Cronkite fue el presen-tador cuyo rechazo a la guerra de Vietnam en antena llevó al presi-dente Lyndon B. Johnson a decir “si hemos perdido a Cronkite, hemos perdido la guerra”. El Times ha hecho referencia a esta anécdota que, si bien es disputada por los historiadores, su efecto permane-ce ya en el imaginario colectivo de los estadounidenses sobre el giro que puede provocar un pre-sentador en el que los espectado-res depositan su confianza cada noche.Nunca se sabrá si Johnson se lamentó exactamente en térmi-nos tan drásticos. Pero Ramos sí ha demostrado su influencia, tan importante como los más de 50 millones de hispanos que duran-te las últimas décadas han dado un vuelco demográfico a Estados Unidos. Y tan significativa como será el voto latino en las próximas elec-ciones. El Partido Republicano tiene 15 meses para aprender que si no logran convencer a cuatro de cada diez votantes hispanos, ninguna llave maestra les abrirá la puerta de la Casa Blanca. Ramos ya se lo recordó a Obama. Ahora quiere que escuchen los republi-canos.

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Turkmenistán, el telón de mármol

-ashgabat, la capital dE tUrkmEnistán, intEnta Escapar dE sU rEciEntE pasado soviético-rEcorrEmos Un EscEnario inqUiEtantE qUE rEbosa iconos dE mEgalomanía

por Thierry maliniakel país

Ponga en una coctelera una chispa de Las Vegas, un pelín de Dubái y una pizca de Pyongyang. Remueva y le saldrá… Ashgabat. La surrealista capital de Turkmenistán logra sumar lo más insólito de estas tres urbes: de la ciudad de los casinos, el kitsch pomposo. De la metrópoli emiratí, el derroche desafiante. Y de la capital norcoreana, la rigidez oficialista. Y es que, en este país como en otros parecidos, la yuxtaposición de dic-tadura y recursos casi ilimitados se traduce en obras faraónicas que reflejan la magnificencia del poder. Pasear por Ashgabat es recordar en cada rincón que se está deambulan-do por la capital de un país que tiene las cuartas reservas de gas del plane-ta, y produce un millón de toneladas de algodón al año. Y que, además, goza de una de las mayores tasas de crecimiento del mundo.El mejor lugar para tenerlo presen-

te es el nuevo barrio de Berzengi: construido a partir de la independen-cia de la URSS en 1991 y todavía en constante expansión, se enorgullece desde 2013 de un récord Guinness: alberga la mayor concentración de edificios de mármol blanco del mundo. Nada menos que 543, como lo subraya con entusiasmo la pren-sa oficialista (la única que circula). Que precisa, además, que el mármol aquí utilizado cubre una superficie total de 4,5 millones de metros cua-drados. Ashgabat, bien es cierto, coleccionaba ya desde hace tiempo los Guinness, como el mástil de ban-dera más alto del mundo, o la mayor noria empotrada en una estructura metálica del planeta.Pasear por Berzengi causa una sen-sación de total extrañeza: en medio de un desierto de color ocre que se intenta amenizar plantando a mar-chas forzadas una infinidad de pinos, 15 millones según la versión oficial (tal vez sea algún nuevo Guinness en ciernes), se yerguen, en medio

de grandes espacios baldíos, enor-mes edificios que destellan al sol abrasador del verano: ministerios, entes públicos, residencias oficia-les, universidades. La arquitectura es pomposa, a veces neoclásica y a veces futurista, alambicada, de formas osadas. Y con pretensiones simbólicas: el Ministerio de Energía tiene la forma de un mechero; el de Educación, de un libro abierto. Hasta las paradas de autobuses urbanos participan de los fastos generales: son habitáculos cerrados con aire acondicionado y televisión. Las construcciones bordean enormes avenidas con farolas aparatosas, ejes rectilíneos que se cruzan en enormes rotondas que exhiben en su centro estatuas ora pomposas, ora sorprendentes, como un termóme-tro gigante.No se ve apenas tráfico, y las aceras están totalmente desiertas: nadie camina por Berzengi. Nadie camina y casi no hay coches, por ejemplo, en la impresionante calle Archabil,

el eje principal de los edificios ofi-ciales, con sus 10 carriles vacíos. También de mármol son los bloques de viviendas que se multiplican: el Gobierno está arrasando los pocos barrios antiguos del centro que todavía subsisten (muchos están herméticamente vallados para su demolición) para reinstalar a sus moradores en Berzengi. Y aun-que (supuestamente) el valor de mercado de la vivienda nueva es muy superior al de la antigua, esta política de realojamiento forzoso no suscita la adhesión de todos los interesados. Aunque ¿quién se atre-ve a protestar en el Turkmenistán de hoy? En cuanto a las empresas, siguen progresivamente el movi-miento poblacional, y van insta-lando poco a poco sus oficinas en Berzengi.En un barrio como este no podían faltar, por supuesto, los memoriales, sean a los diversos próceres de la patria o a las víctimas de toda índo-le, como las de la Segunda Guerra

a plEno Sol. Panorámica de la capital de Turkmenistán y de sus edificios de mármol blanco en el centro de la ciudad.

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todo al blanco. Edificio de mármol en la capital de Turkmenistán, país con las cuartas reservas del gas del planeta.

oMniprESEncia. Es difícil recorrer unos centenares de metros en Ashgabat sin sentirse contemplado por alguna foto del mandatario Berdimuhamedov.

Mundial o del terrible terremoto de 1948, que mató a las tres cuartas partes de la población de la capital. Pero la gran mayoría refleja la época de la megalomanía del presidente anterior, Saparmurat Niyázov, que ejerció un poder absoluto de 1985 a 2006: primero como dirigente comunista cuando Turkmenistán formaba parte de la URSS y des-pués como presidente tras la inde-pendencia. Aquí se puede ver el Arca de la Neutralidad, una esta-tua en forma de trípode coronada por una estatua de oro (con 18 kilos de metal) de Niyázov. Antes estaba situada en una plaza del centro de la ciudad y giraba para que le diera siempre el sol durante el día (o, según los más aduladores, para que el sol girara en torno al prohombre). Hasta que el sucesor de Niyázov y actual mandatario, Gurbanguly Berdimuhamedov (el “Estimado Presidente” como lo llama invaria-blemente la prensa local), decidie-ra trasladar este incómodo símbo-lo del pasado hacia un lugar más apartado. También es ilustrativa la visita al monumento dedicado al tratado filosófico que escribió Niyázov, Ruhnama, cuya lectura era obligatoria en los colegios, en las universidades (los médicos no prestaban juramento a Hipócrates sino a Niyázov), en la función públi-ca y hasta para conseguir el carné de conducir. Incluso las mezquitas tenían que exhibir el libro al lado del Corán. Como era de prever, el monumento es una copia gigantesca de la ilustre obra.Niyázov tenía una obsesión: forjar una identidad nacional turkmena, que, según él, la época soviética había borrado. Pero no tardó en con-fundir al país con su propia persona (la fiesta nacional se celebraba el día de su cumpleaños). A cambio de un control político absoluto, mantenía socialmente anestesiada a la ciuda-danía con una generosa política de subvenciones: así, la electricidad, el gas y el agua salían gratis a los turkmenos. Y siguen saliendo gra-tis: el actual mandatario se ha cuida-do de mantener esta prodigalidad. En cambio, ha puesto fin a algunas de las mayores extravagancias de su antecesor, como el cambio de

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El cambio de timonel al frente del país no ha puesto fin al régimen en sí, ni a la práctica del culto a la personalidad.

pUño dE hiErro, kilos de oro. Estatua de oro de Niyázov, quien ejerció el poder absoluto en Turkmenistán de 1985 a 2006.

Una EScEna en el interior del Alem Entertainment Centre.

los nombres de los meses: enero, por ejemplo, llevaba el apodo que Niyázov se había otorgado a sí mismo: Turkmenbashi (es decir, el padre de todos los turkmenos), y abril el nombre de su madre.El cambio de timonel no ha puesto fin al régimen en sí, ni a la prácti-ca del culto a la personalidad. Hoy es difícil recorrer unos centenares de metros en Ashgabat sin sentir-se contemplado por alguna foto de Berdimuhamedov: en las paredes de los colegios, los hoteles, los res-taurantes, los aviones, las tiendas, los edificios públicos, el presiden-te nos vigila siempre con una gran sonrisa bonachona. Sin hablar de su omnipresencia en una prensa exclu-sivamente oficialista. O en unos canales de televisión que difunden interminables vídeos del folclore turkmeno, en los que unos artistas con atuendo tradicional cantan, bai-lan y celebran su suerte de vivir en este país tan feliz. Nada sorprenden-te si las parabólicas adornan todos los edificios, sean o no de mármol: las cadenas rusas son especialmente cotizadas.Pero la impronta de un poder que sigue siendo casi absoluto no se deja sentir solo en el distrito de Berzengi, como se observa al dirigirse desde allí hacia la ciudad antigua, es decir, anterior a la invasión marmórea. Se llega primero a la gigantesca y alargada plaza de la Independencia. Podría parecer a primera vista aco-gedora y fresca en medio del calor sofocante del verano, con sus múlti-ples fuentes y sus enormes jardines cuidados con mimo. Pero ¿por qué diablos estará siempre totalmente vacía? En su centro solo se nota la presencia de unos jardineros. Y, en las aceras, la de los policías y mili-tares al acecho de no se sabe bien qué peligro. Tal vez el que repre-senta un visitante equipado con una cámara, un arma que suscita todavía mucha suspicacia en Ashgabat. Será porque aquí se encuentra el Palacio Presidencial, con sus espectacula-res cúpulas doradas, pero el hecho es que reina en este gran espacio desierto una atmósfera tensa, como de estado de emergencia latente. Y al dejarlo, uno siente la necesidad de volver a la gente, a la animación.

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MErcUrio. Termómetro gigante coronando una rotonda y pantalla que emite vídeos ceremoniales en el centro de Ashgabat.

aqUí no hay nadiE. El barrio de Berzengi ostenta un récord Guinness: alberga la mayor concentración de edificios de mármol blanco del mundo. Nadie camina por este barrio. Ni se divisan vehículos.

Conviene para ello adentrarse en uno de los múltiples parques de los alrededores: en esta ciudad construida en una zona desértica abundan sin embargo los espacios verdes, adornados, eso sí, con las omnipresentes y pomposas estatuas de los barbudos héroes de la histo-ria turkmena, que prevalecen aquí sobre los de la URSS: solo hay una (pequeña) estatua de Lenin en todo Ashgabat.Y, por fin, tras este largo deambu-lar por una ciudad aparentemente fantasma, como petrificada en su caparazón de mármol, aquí reapare-ce la vida, agazapada en las peque-ñas calles al oeste de la plaza de la Independencia, donde los peatones caminan con un paso apresurado entre las pequeñas casas de una sola planta de estilo ruso que han resistido todavía la apisonadora del mármol. Ya era hora: ¡uno casi se había olvidado que Ashgabat cuenta con un millón de habitantes! Pero donde mejor se siente vibrar el Turkmenistán de siempre es en el bazar Tolkuchka, a unos 10 kilóme-tros al norte de la capital.Allí se extendía, sobre unas 150 hec-táreas, uno de los mayores mercados al aire libre de Asia Central. Hasta que el Gobierno, en su afán contro-lador generalizado, decidiera trasla-darlo en 2011 a un espacio cubierto. Conviene ignorar este nuevo entor-no de cobertizos de tipo industrial para dejarse llevar, arrebatar, por el colorido caos propio de los baza-res orientales. Mientras camellos, cabras y ovejas esperan al cliente en medio de olores penetrantes, mujeres ataviadas de manera tra-dicional, con el largo vestido bor-dado de colores alegres y el pañuelo anudado a la africana, en forma de tiara, atraen a gritos la atención del visitante para ofrecerle comida o ropa, quincalla o joyas. Grandes escaparates de frutas y verduras cohabitan con pilas de utensilios de cocina. Aunque domina el género por excelencia del país, la alfombra: las hay por centenares, esparcidas por el suelo, apiladas en montones multicolores. No hay duda, aquí se ha refugiado el Turkmenistán de siempre. ¡Aquí se ha levantado el telón de mármol!

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por marcos ordoñezel país

Sócrates. Juicio y muerte de un ciu-dadano, de Mario Gas y Alberto Iglesias, es un texto muy bien armado y bellamente escrito. No teman uste-des encontrarse con un sermón o un asunto lejano: todo lo contrario. Gas lo ha dirigido al estilo brechtiana: un espectáculo breve, claro, didáctico, irónico y apasionado. La escenogra-fía de Paco Azorín es sencilla, bási-ca: un ágora con bancadas al fondo. El aire brechtiano comienza con los actores proponiéndonos “una velada con Sócrates”, resumiendo su vida y su pensamiento en unas cuantas fra-ses certeras como dardos, antes de encarnar a los principales personajes.Vamos a conocer a un hombre al que le gustaba, más que nada en el mundo, hablar, discutir y razonar, y cuyos nortes eran la verdad, la honestidad y la justicia. O sea, un tipo incómodo, peligroso. Era íntegro. Era valiente. No se mordía la lengua. No se le podía comprar. Por tanto, había que acabar con él. Le acusaron de proponer nue-vos dioses y corromper a la juventud, pero el motivo era lo de menos. Fue el primer filósofo condenado a muer-te. Poco más tarde cayeron también sus principales acusadores, eviden-ciando el inmenso error. Su punto flaco: era arrogante. Tan soberbio como Stockmann en Un enemigo del pueblo. En el juicio se enfrenta a un tribunal de enemigos y no mide el peligro: se presenta como la voz de la verdad. Sesenta hombres piden su muerte. Hace una chanza inoportuna con una moneda, que caerá sobre su cabeza como una losa. Los sesenta ascienden a más del doble. “Con un solo gesto”, reflexiona, “he desbara-tado mi humilde prédica”. Más tarde añade esta frase capital: “Nazco cada día, vivo en todas las épocas y nunca moriré”.Pienso en Sócrates, predicando sin pretenderlo por calles y plazas, ajus-ticiado porque sus palabras resultan revolucionarias, y no me cuesta ver sus huellas en Cristo, aunque Sócrates no era milagrero ni sacrificial (pero tuvo apóstoles, con Platón, Fedón y Critón a la cabeza); pienso en Galileo cuestionando cualquier idea recibida, aunque el pisano hubiera vendido a

Una velada con Sócrates

la indagación sobrE los últimos días dE sócratEs, a la vEz rEtrato y compEndio dE sU pEnsamiEnto, ahora llEvado al tEatro

Mario GaS, izquierda, y José María Pou, en un descanso de los ensayos de la obra en Barcelona.

12Domingo \ el mañana \ 30 de agosto de 2015 TeaTRo

José María Pou acerca su llama a las palabras del filósofo y le da vida,

cuerpo y mirada. Un Sócrates sensacional.

rEprESEntación, en el teatro Romea de Barcelona, de Sócrates. Juicio y muerte de un ciudadano.

ahoRa Que me VaYaAhora que me vaya por un sendero eterno,me iré con la esperanza de abrir una ventana...Sentarme como en teatro, en la mejor butacay verlos con cariño desde un rincón del cielo.

Soñar no cuesta nada, pedir tampoco cuesta;y si al que yo le pido es Rey del Universoy gusta que le llame “Señor y Padre Nuestro”,desde antes que le pida conozco su respuesta.

Ahora que me vaya, me llevo mis anhelos,mis luchas inconclusas, mis triunfos, mis derrotas,mis risas, mis tristezas y todas esas cosasque no pueden quedarse, son parte de mi sueño.

No llevo el equipaje, ya no lo necesito;no me llevo mi historia, ni todos mis recuerdos,ni llevo mis errores, ni llevo mis aciertos,solo el perdón quisiera de aquellos que he ofendido.

Ahora que me vaya, les dejaré mis versos;poemas y recuerdos que formarán mi historia.Mi cuerpo vuelve al polvo, se quedan mis memoriasy en mi despedida, también les dejo un beso.

Quise siempre ser bueno, más no pude lograrlo,tuve grandes errores y aún duelen mis hechos;y aunque quise sanarles, aferrado al intentollegué al fin de mi vida sin haberlo logrado.

Ahora que me vaya, me iré agradeciendoa mi esposa, a mis hijos y a mis padres amados,a aquellos mis amigos, a aquellos mis hermanos,y a aquellos mis amores, por tanto que me dieron.

Cada vez que yo me di, lo hice sin reservas;nunca quise escatimar al dar mis sentimientos.Más las veces que me di, las veces que se dieron,son secretos del alma… y el alma se los lleva.

Ahora que me vaya por un sendero eterno,me iré con la esperanza de abrir una ventana.Sentarme como en teatro, en la mejor butacay verlos con cariño desde un rincón del cielo.

FlaVio hinoJosa guTiÉ[email protected]

su madre para librarse de la muerte; pienso en Montaigne (paupérrimo el griego, acaudalado el francés), que compartía la misma sed de conoci-miento, aunque Sócrates no escribió obra alguna, porque creía que cada uno debía desarrollar sus propias ideas.Sócrates es José María Pou, que acerca su llama a las palabras del filósofo, y le da vida, cuerpo y mirada. Un Sócrates sensacional, elocuente y vehemente, sin una gota de retórica (“Sé que soy un minúsculo guijarro pensante que ama y desea el sol que nos da calor y la claridad del día azul, salpicada de blancos algodones”), con la bonhomía de Michel Simon y la astucia mayéuti-ca de Charles Laughton en Tempestad sobre Washington.Enorme, transparente trabajo actoral, que parece brotar sin esfuerzo: para mi gusto, una de las grandes interpre-taciones de la carrera de Pou, y hay mucho donde escoger.En el tercio final sobrevuela la gran pregunta: ¿por qué decide Sócrates aceptar la sentencia? Podía escapar, pero aunque la condena sea injusta se niega a transgredir las leyes que

tanto ha defendido. Admirable acti-tud, coronada por una melancólica ironía: “Tengo 70 años: solo tenían que haber esperado un poco”. Ese solilo-quio, cumbre del espectáculo, que escuchamos en off, con una nitidez de primerísimo plano sonoro, y con gran eco, literal y metafórico, mien-tras vemos a Pou solo en el escenario, mirándonos, interrogándonos, pro-duce una emoción muy pura y muy extraña, como si esa voz nos hablara ya desde el otro lado. Comparecen de nuevo todos los actores, como al comienzo, y vuelven a ser intérpre-tes y personajes a un tiempo, y Pou es narrador y es Sócrates, y percibi-mos, frase a frase, con los discípulos compartiendo un imaginario informe forense, el lento avance del veneno por su cuerpo, un veneno que le con-vierte en estatua, y pienso en el avan-ce del color sepia en la foto de Butch Cassidy y Sundance Kid camino de la muerte, ya rumbo a la leyenda. Y en Rossellini, que podía haber firmado la última frase: “Critón, le debemos un gallo a Asclepio. No seas descuidado y págaselo”.

1330 de agosto de 2015 / el mañana / DomingohisToRia

por manuel Jaboisel país

Felipe II fue el rey en cuyo impe-rio nunca se ponía el sol. También era dueño de una gran leyenda negra que el tiempo matizó en lo que pudo. Taciturno y de aspec-to severo, en 1568 se describió su rostro como “bello y agradable” y su humor de “melancólico”. Nació en el palacio de Pimentel, en Valladolid, a pocos metros del palacio de Villena, sede del Museo Nacional de Escultura. Una placa en Pimentel avisa del suceso. Un cuadro colgado en Villena lo representa entre sus “aflicciones sombrías”. Es el Retrato de Felipe II, de Antonio Moro, y el monarca aparece “vestido de negro, impene-trable tras la etiqueta borgoñona, perseguido por el fantasma de la demencia familiar”. Para ser el rey de las tierras en las que nunca se ponía el sol, a Felipe II, misántropo y enclaustrado en palacios, el sol no le daba mucho.El monarca es uno de los protago-nistas de una exposición, Tiempos de melancolía —patrocinada por La Caixa— que recrea este estado a través de obras de arte, textos y tratados médicos con los que curar la “bilis negra”. Una enfermedad detectada en la Grecia antigua por médicos que creyeron ver en el

Los dioses apagados de la melancolía

El mUsEo nacional dE EscUltUra rEcibE Una

Exposición sobrE Un mal qUE los griEgos idEntifi-caban como bilis nEgra

El monarca Felipe II es uno de los protagonistas de la

exposición.MElancolía, un grabado de Durero en la exposición del Museo Nacional de Escultura de Valladolid.

14Domingo \ el mañana \ 30 de agosto de 2015 hisToRia

Aristóteles decía que los grandes hombres son melancólicos y que no serlo es señal de mediocridad.

Sibila de Berruguete.

cuerpo humano “un efluvio oscu-ro que cuando ataca al organismo produce trastornos físicos y aní-micos; silbido en el oído izquierdo, turbiedad de la sangre, insomnio, epilepsia, delirios extravagantes, abatimiento y obsesión por la muerte”, tal y como se cuenta en la muestra. De esos años de Felipe II también se exhibe la Entrada de los españoles en Amberes, de Franz Hogenberg: la explosión de ira de las tropas cuando dejaron de cobrar la soldada y lo pagaron con los 7.000 ciudadanos de Amberes a los que dieron muerte en medio del saqueo. Del mismo artista se

contempla uno de los episodios más melancólicos del imperio español: la Armada Invencible, el principio del fin.

signo de genialidadPara los griegos el mal melancólico puede ser un signo de genialidad: Aristóteles llegó a decir que todos los grandes hombres son melan-cólicos y que no serlo es señal de mediocridad. En Valladolid

(hasta el 12 de octubre) se advier-te: “Aunque la bilis negra carez-ca de toda existencia material, la melancolía sobrevive durante dos milenios como una enfermedad misteriosa y, tras atravesar fronte-ras y siglos, llega al Renacimiento. Entonces, esa “nada que duele” vive su Edad de Oro y se reviste de sen-tidos nuevos y más ambiciosos: se asocia al planeta Saturno y, sobre todo, se afirma como la fuente de

la oscuridad y el genio”.Precisamente Saturno es uno de los protagonistas de la exposición. El cuadro de Rubens Saturno devoran-do a su hijo sirve para explicar el impacto que el planeta más lento tiene sobre los melancólicos. La pintura muestra al dios arrancan-do la carne de uno de sus hijos de una dentellada. Ataca por miedo, mata por la cobardía de pensar que alguno de ellos amenazará su poder. Hay tres estrellas brillando detrás de él en el fondo oscuro: es el planeta. Se trata de la descrip-ción que había hecho Galileo de Saturno, incapaz de percibir con la

1530 de agosto de 2015 / el mañana / DomingohisToRia

La religión, los bufones y las calaveras expresan melancolía.

Sibila de Ribera.

tecnología de la época que los bri-llos de alrededor no eran de dos estrellas sino su anillo.Varios libros del Siglo XVII sobre la melancolía se encuentran expues-tos. Son Examen de ingenios para las ciencias, en su apartado sobre melancólicos, de Juan Huarte de San Juan; Libro de la Melancolía, de Andrés Velázquez; y Sobre la Melancolía, de Alonso de Santa Cruz. Su publicación obedece al interés que este mal tuvo en Europa desde el siglo XVI y su influencia en el arte y el pensamiento. En el libro de Santa Cruz se recogen casos de melancólicos como el de un hombre que creía tener el cuerpo de vidrio y vivió temeroso de romperse en pedazos. Lo llevó a la literatura Cervantes en sus Novelas Ejemplares como El licen-ciado Vidriera. También, como el Quijote, pierde la razón y termina recuperándola.La concepción de la melancolía como enfermedad que abordar con tratamiento clínico tiene en la versión del Dioscórides griego de Andrés Laguna su mejor ejemplo. Se explica que la mayoría de médi-cos recomendaban infusiones de eléboro, pues “limpiaba el cerebro de brumas, aunque causaba en el enfermo alboroto y pesadumbre”. En cualquier caso, para un mal tan poético, la ciencia consideraba que había que atacarlo del mismo modo: con música. La exposición cuenta con el tratado musical de Kircher en que se explica que el sonido influía favorablemente sobre la bilis negra siempre que la armonía fuese la correcta. Se añade que los instru-mentos de cuerda, “cargados de sig-nificados cósmicos y místicos”, eran los adecuados para la introspección.La religión, los bufones, las cala-veras (la necrofilia, las tinieblas) y hasta los bodegones expresan la melancolía. Santa Teresa de Jesús no se anda con medias tintas con los melancólicos: “No hay otro remedio para él si no es sujetarlo por todas las vías y maneras que pudieren. Si no bastaren palabras, sean casti-gos; si no bastaren pequeños, sean grandes; si no bastare un mes de tenerlos encarcelados; sean cuatro: que no pueden hacer mayor bien

a su alma”. Se quejaba la santa de que a la propia voluntad y libertad se le llamase melancolía. Se des-conoce qué diría uno de los prota-gonistas de la exposición, Alberto Durero, autor de Melancolía I, uno de los grabados más famosos del Renacimiento: su obra más mis-

teriosa. Con ella también está en Valladolid Autorretrato, enfermo, en la que el artista se representa desnudo delante del doctor tra-

tando de señalarle su dolencia (el bazo, de donde se segrega la bilis negra). Durero era melancólico y lo llevaba a gala.

16Domingo \ el mañana \ 30 de agosto de 2015 música

Reynosa, Tam.

Este viernes pasado rugieron con intensidad aquí en Reynosa dos grandes músicos españoles reuni-dos por el llamado del mexicano, exintegrante de Héroes del Silencio, Alan Boguslavsky. Bajo la fusión de “Bumburazo 8” junto al madrileño José Riaza y el valenciano Antonio Jamás para dentro de su una gira por toda la república mexicana, los reynosenses disfrutaron las últimas

canciones de la agrupación, ade-más como plus el rescate de algunas composiciones de Bunbury.La escena del rock en tierras tamau-lipecas forma parte fundamental de las manifestaciones artísticas que se presentan en la entidad. Debido a peticiones que las generaciones jóvenes han enviado al Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA), programó en este mes presentaciones de grupos internacionales con el objetivo de

ofrecer incrementar la convivencia en espacios culturales y públicos.“Bunburazo 8” se presentó el pasado viernes en el Teatro Experimental del Parque Cultural Reynosa, a las 19:30 horas; y posteriormente al día siguiente estuvo en la Explanada del Centro Cultural Tamaulipas, de Ciudad Victoria. Ambas presenta-ciones se llevaron a cabo de manera gratuita con entrada libre.Por otra parte, el ITCA planea acti-vidades orientadas a fortalecer el

desarrollo de los grupos tamaulipe-cos de diferentes géneros musicales como rock, punk, ska, entre otros de estilo alternativo.Con estas acciones, el Gobierno del Estado reafirma su compromiso por ofrecer a los tamaulipecos una diversidad de expresiones artísti-cas y culturales de talla local, nacio-nal e internacional para generar armonía, así como la convivencia social en los centros culturales y los espacios públicos de Tamaulipas.

Ruge Bunburazo 8 en Reynosa