Economía España Visigoda

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  • 7/21/2019 Economa Espaa Visigoda

    1/11

    APUNTES

    PARA

    UN ESTUDIO

    ECONOMICO

    DE

    J A

    ESPAA VISJGODA

    1

    Las Etimologas

    y el Fuero

    Juzgo, fuentes

    dr historia

    rtonrnica)

    En

    eJ. a :io 418 un tratado federal, concertado entre Valia y

    el

    Estado

    romano, reglamentaba el establecimiento de los

    visi

    godos en

    la

    pennsula. La forma en que

    el

    pueblo visigodo . e

    introduce

    y establece

    en la

    Hispania romana,

    es

    de

    :fundamen

    tal inters para estudiar la organizacin econmica

    del momen

    to, o, por mejor

    decir,

    el modo en que incide en la

    sociedad

    hispano-romana la

    nueva estructura

    poltica

    y

    social

    que

    se

    yuxtapone en el pas. Quiz la

    premisa

    previa a toda conside

    racin

    sea el

    constatar que

    la constitucin

    de un estado hispa

    no

    godo, no va a alterar los rasgos

    fundamentales

    de la econo

    ma

    del

    bajo imperio; la vida econmica de los hispanos sigue

    siendo la misma y contina inserta en el mundo de la econo

    ma

    med

    iterrnea

    2

    Si ya hemos sealado que

    la

    importancia del foedus de

    Vala no

    reside en

    un violento

    cambio estructural

    de

    la econ

    o

    ma del pas

    3

    , hemos

    de

    aadir

    que la forma en

    que

    los visigo-

    1

    El

    presente

    artculo

    es

    una nueva

    redaccin de

    la

    conferencia

    pronunciada por el autor

    el

    da de S.

    Isidoro

    de 1966 en el Aula Mag

    na de la Universidad de Valladolid.

    2 La teora cataclismal de la invasin brbara est hoy decidida

    mente deshechada.

    Un buen resumen sobre

    la

    economa

    de este

    mo

    mento puede encontrarse en

    istoria de

    E ~ p a a

    tomo

    I , l. parte d'

    Valdeavellano.

    3 No slo podemos decir que no hay un cambio violento , sino qu

    no es

    aventurado

    afirmar que no existe tampoco cambio a largo plazo .

    La estructura general de la economa hispanoromana contina hast:1

    el ao 711. lbs visigodos se acomodan desde el principio a lns

    f

    orm i

    econmicas del bajo imperio.

    j 1

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    11

    s Sl' en e l

    p

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    como scnurcs lcnilorialcs

    y

    para

    Dopsch in

    cluso recibieron

    1 < ll

    ta

    s y

    cnones

    de

    los romano

    s

    sometidos; inclu

    so

    Ko l

    zsch kc

    que

    no

    sostiene

    qu e

    viviesen como

    seiores,

    cr ee que no

    e

    mp

    u

    aban

    pos

    s

    mismos el arado.

    Pero estas

    conclusiones no

    son

    sin duda definitivas

    9

    Parece lgico suponer que ninguna de

    estas

    afirmaciones

    pueden

    sostenerse con

    carcter general , y

    habra

    de

    haber

    una parte de los godos dedicada

    a

    un

    trabajo

    manual

    y

    de

    explotacin directa de la tierra. Respecto

    a

    esta

    no habr de abrigarse duda alguna

    sobre

    que se seguira las

    normas romanas en los latifundios;

    sin

    emba

    rg

    o,

    la

    pequea

    propiedad territorial habra de hacerse ms numerosa com o

    consecuencia

    del reparto

    de los latifundios con

    los

    godos que

    -

    dice

    taxativamente

    Valdeavellano sin admitir las hiptes

    is

    citadas

    anter

    iormente

    -

    explo

    t

    aron

    y cultivanm directamente

    sus

    "sortes", incluso

    introdujeron nuevos

    cultivos

    de huer t,a

    como la

    alcachofa

    y la

    espinaca.

    El panorama que hemos presentado sobre el establecimien

    to

    de los visigodos en Espaa,

    ha

    de ser

    el

    substratum sobre

    d

    que montemos el resto

    de

    nuestro trabajo. Dos

    ideas

    aparecen

    mu y claras: la existencia de una abrumadora su peri

    or idad nu

    m

    rica

    de la

    poblacin hispano

    romana que, junto a 1a

    romani

    zacin de los

    godos,

    produci

    fa

    una continuidad en las

    forrnas

    de vida

    de

    la Espaa visigo

    da

    c e

    no

    sufriran alteracin

    con

    la

    ll eg

    ada de lo:; brbaros, y

    el

    desarr o llo de una eco n omi.a

    ag rcola

    cuyos

    caracteres,,

    ya

    marcados en el

    bajo

    np2ri.o, ac

    ::t:.

    -

    tan los visigodos.

    Por

    ello, una

    gran

    parte

    del

    presente trabaj o

    t a t a de

    la agricultura y

    la ganadera, sin embargo, se destaca

    n.

    tambin

    las actividades il)dustriales en general

    muy

    de sarro

    lladas en

    los sigl.os visigodos, corno,

    por ejemplo, la orfebrera

    .

    Dos han sido

    la

    s

    fuentes

    empleadas: Las E t i m o l o ~ a s y

    ei

    F

    uero Juzgo.

    Ambas obras han sido estudiadas intentando da r

    las

    una unidad

    por su dependencia

    de san

    Isid

    oro

    de Sevilla.

    En

    e l pr imer caso, naturalmente,

    por ser

    obra

    suya; en el

    s.egvn

    do,

    por considerar el "iiber", inspirado en el pensamento

    isi -

    l

    \/Tr.:Nr:

    :No r

    :z

    PIOAL.

    o. p., l G3.

    4

    J :, I'

    1

    1110 J: l ' \)N()l \ l l t ' t) lllo: 1./\ > I / \

    1

    \ ' l .IC;Oll 1

    U

    J or1anu. Las ickus

    Jt: sa

    n lsidorn, en efe Lo , p rv 1v 1Prn n cl11

    rantc muchos

    anos

    y se extendi.eron por

    toda eurnpa. La

    clll'u -

    sin

    de

    Ja obra

    isidoriana

    la

    podemos

    m

    ed

    ir , por e jemp l

    o,

    ;.l

    travs del

    texto

    ms ex t

    en

    dido, su

    "De natura

    rerum",

    que s

    d i f t ~ n por Austria

    ,

    Galia, Bretaa, Irlanda,

    Germania

    e

    Hu

    lia. Hasta el renac.imiento caroiingio, Isidoro es el ej

    e

    de la cu

    l

    tura occidental

    10

    .

    Respecto

    a las

    Etimologas,

    (cuya redaccin tuvo interrum

    pidas

    san

    Isidoro durante

    veinte aos, y a

    la

    que

    siempre con

    sider obra inacabada)

    he m os

    de

    sealar

    la cantidad de fuen

    L

    es

    divers

    as ,

    inclusivc

    adiciones

    que comienzan desde

    la prepara

    cin

    del mismo san Braulio

    11

    . Las Etimologas

    son

    una

    ob

    ra

    di s

    pe

    r sa,

    con alusiones

    vagas, extractos aislados, - caracterc

    propios

    de la poca- , que

    se

    ven

    agravados aqu

    por

    el

    di.se

    o et i

    molgi.co de

    la obra. De las Etimologas, el Prof. Anspach,

    el mejor

    conoced

    or de la obra isidoriana

    12

    , estudi, por toda

    Europa, 1.098 cd ices y la

    conclusin

    ms in teresante pa

    ra

    nosotros

    es el hecho, ya comentado otras veces, d e que

    san Isidoro no

    trata

    slo

    aspectos de su poc

    a,

    sino

    qu

    e

    se

    remonta

    incluso

    a

    varios

    siglos

    antes, no

    slo en

    cuanto

    a

    la

    evolucin etimolgica

    , sino en

    muchos casos en cuanto

    a la

    vi

    gencia

    misma de lo

    estudiado.

    Las noticias

    de

    san Isidoro, por

    }o

    tanto,

    han

    de adm.itirse con grandes reservas, no

    slo

    por

    que

    muchas

    de ellas se

    refieran a

    poca

    romana

    13

    sino porque

    tarnbin proporcicna datos diversos

    ,de

    comarcas

    extrapeninsu-

    10

    .JAcQuEs FoNTAINE, Jsido1e

    de Sevi La . Trait

    de

    la Nature, Bo1

    deux

    1960.

    69.

    11

    .JACOTJES Fo

    NT AHiE

    ,

    Is idore de

    Sevi la

    et

    l culture clsique

    dcms i'Espa

    .gne

    visigotiqv.e :

    Etudes

    Agustinienses,

    1959,

    774.

    12

    El ingen te archivo manuscrito del Prof. Anspach se h a salva

    do ve nturosamente para los investigadores Y

    se

    encuentra el e.en

    tro de Estudios e

    Inv

    estigacin

    San

    Isidoro de

    Len.

    D:

    Jo

    se M." 1 cr

    nndez

    Catn. Bibliotecario -

    Archivero

    del

    Centro

    y Director del Ar

    -

    chivo

    histrico

    Diocesano de L en,

    ha

    realizado la

    abrumadora tare

    1

    de

    catalogar

    y

    poner en disposicin de consulta

    los :pa,9eles del Pr.o .

    Anspach,

    entre

    los

    qu

    e el

    manuscrito

    dedic2.do a lo s cod1ces

    ele 1

    as

    hl

    1

    rnolo,,as es el n:s considerable.

    De tocl

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    4/11

    M

    la r

    es , '

    incluso fanta

    sas mitolgicas.

    Sin

    duda Ja ob1 a, po i s ' 1

    ta

    n

    vasta,

    no

    nos

    permite

    descender del plano g

    ncral

    n

    l

    tiempo

    y en

    el espacio,

    y adscribir a la Espaa visigoda mu

    chas de las

    conclusiones

    que,

    bien a pesar

    nuestro, hemos dcs

    hechado.

    En

    cuanto

    al Fuero Juzgo, que nos ha

    sido

    transmitido es

    crupulosamente

    gracias al conservadurismo, que

    en

    los domi

    nios

    poltico

    y

    jurdico

    opuso

    el reino de Len {heredero de

    los visigodos)

    a

    la Castilla naciente

    14

    , no es atrevimiento su

    ponerlo inspirado en san

    Isidoro

    .

    A pesar

    de

    los

    esfuerzos de

    L e

    ovigildo,

    renovando la

    legislacin de

    Eurico, suprimiendo o

    adaptando

    leyes

    antiguas ,

    lo cierto es

    que la

    legislacin

    era

    un

    re v

    oltijo que

    repugnaba

    al

    espritu

    metdico

    de

    san Isidoro.

    El

    IV concilio de Toledo es obra directa

    de san

    Isidoro, que re -

    coge en un volumen (son los ltimos

    aos

    de su

    vida)

    toda la

    le gislacin, rechazando lo

    no

    vlido. Veinte

    aos

    ms

    tarde

    se

    promulga

    el

    Lber judiciorum o Fuero Juzgo. El u ~ r o

    Juzgo,

    sin duda, superaba lo isidoriano,

    pero

    la obra del

    obispo sevi

    llano fu

    la

    que

    sirvi

    de modelo

    a

    san Eugenio

    y

    los

    dems

    compiladores de la nueva legislacin

    15

    .

    Sin embargo, todava

    en

    el siglo XVII se conservaba en

    el

    Escorial

    un

    Breviario

    que tena al frente el nombre de san

    Isidoro

    .

    La memoria de la

    compilacin legislativa

    isidoriana permaneci

    fresca

    durante

    los siglos medios

    16

    .

    El rey Fernando -

    dice

    Lucas

    de

    Tuy -

    mand

    que todos los leoneses reverenciasen las leyes gticas,

    porque el bienaventurado confesor

    Isidoro

    fu doctor

    y

    legis

    lador de los espaoles

    17

    . Si el espritu legislador de Isido

    ro

    pervivi durante tanto tiempo, necesariamente hemos

    de

    suponer qu e, en t

    iempos

    tan

    cercanos

    a su muerte, con su le

    gislacin fresca

    todava,

    fu su obra la que inspir muy direc

    tamente

    a los

    autores del Fuero Juzgo; mxime tratndose de

    uno de los sabios de todos los

    tiempos

    que ms influencia han

    14 JACQUES FONTAINE, Isidore de Sevil.la. Trait de Natura .

    80.

    15 J. PREZ DE

    URBEL,

    San Isidoro de

    Sevilla

    2 ed., Madrid

    1945 ,

    226.

    16

    En.

    ANSPACH, Taionis et Isidori nova fragmenta et opera Nia

    drid .

    Ce

    ntro

    d e

    estudios

    histricos, 1930, 107

    17 CL PREZ DE URBEL ,

    o. c., 227.

    6

    J :S l l Jl l l ) l:( (>NM I(

    ()

    l)J

    LA

    l:S

    l ANA

    Vl S IC:llA

    t

    cn

    jdo

    y que

    han

    gozado de

    ms

    prestigio

    ent re s 1s

    011t

    l'll1-

    porneo

    s.

    Vamos

    a

    intentar,

    p

    or

    lo

    tanto,

    entresacar

    e la

    s E

    tim oh

    gas

    y

    del Fuero Juzgo

    ,

    aquellos

    asp

    ectos

    qu e

    no

    s permila11

    trazar un esquema elemental

    de hechos capaces de

    suponer

    una aportacin

    (no

    elaborada,

    por

    supuesto, sino escueta

    y s i

    m-

    ple) para un

    estudio de

    la

    economa

    en la Es

    paa visigoda.

    AGRICULTURA

    Y GANADERA

    San Isidoro no

    habla, lgicamente, del establecimien

    to de

    los visigodos

    en

    la pennsula, no

    habla

    del

    reparto

    de

    las t ie

    rras, ni del rgimen

    de

    propiedad, pero

    s

    nos cita dos

    si

    stemas

    de ocupacin

    para

    el cultivo de la tierra: El

    colonato

    y

    el

    in

    quilinato. El colono

    vive en

    un

    campo,

    no propio

    , sino arrenda

    do

    y

    real

    iza

    en l un cultivo permanente. El inquilino, por

    su

    parte , tambin

    es

    un

    cultivado

    r no

    propietario

    ,

    pero con dos

    di

    ferencias

    fundamenta l

    es: no vive

    en l, y

    su ocupa

    c

    in no es

    permanente

    sino provisional. Es muy probable que este sistem

    a

    (sin

    duda

    romano) fuese utilizado por los propietarios visigodos

    en

    el

    caso

    de

    no cultivar sus tierras personalmente. De

    toda

    s

    formas la existencia de arrendamientos puede ser indicio de

    aumento

    de la vid2

    . ur

    ba

    n a,

    puesto

    que es

    el

    absentismo lo

    que ms

    favo

    r ece la

    existencia de

    arr e

    ndamientos de

    los cam

    pos que,

    en

    el

    caso

    de

    los latifundios se ran cultivados por

    cria

    dos

    o

    esclavos.

    El rgimen de arrendamientos est, po r otra

    parte,

    especificado con

    de

    talle en el Lber judiciorum

    ,

    que

    se

    ocupa en particula

    r

    de los arriendos

    d e

    vias.

    La definicin

    de

    la agricultura, nos

    la

    da san Isidol'O

    d

    ciendo: Es el

    trabajo grande

    que

    hay

    que hacer para

    obten(' '

    los frutos de

    la tierra

    rn

    Estos

    trabajos

    grand

    es

    son l

    o: m is

    mos

    de

    la

    poca

    romana. Es m s , san

    Isidoro

    Jo s

    ha

    tomado ;Ji

    detalle de Columela:

    quema

    de rastrojos

    , arada n prim::iv

    18

    Etimologas,

    l. XVIII.

    7

  • 7/21/2019 Economa Espaa Visigoda

    5/11

    'm

    ;

    o 01

    1

    0 Ja intcrrupcjn , es decir , el barbec ho con :;is ttn

    1

    a uc

    ario Y vez, e l es ter colad o, l desten onamiento , la sie mb r a e se

    m i llas

    y

    la

    limpie

    za

    de hi er bas.

    En

    cuanto a los

    cultivos,

    parecen destacarse d e todos los

    ce reales, Y la misma relacin

    de los

    trabajos del campo

    nos

    de

    nunc ia una agricultura preferentemente

    de

    secano. San

    Isido

    ro cita

    cinco clases de trigo,

    cebada, centeno, etc

    ..

    Cita

    tam

    bi

    n

    le

    gumbres: habas, lentejas, garbanzos, altramuces

    f.'uisan

    tes Y algarrobas. Es decir, los tradicionales alimentos ibricos.

    A

    la ho

    ra de sealar

    bebidas

    (en las

    Etimologfo

    s

    se

    si d

    r a", entendiendo por sidra,

    no

    la sidra de manzana,

    sino

    to

    d a bebida que

    pued

    a

    embriagar

    , excepto el

    vino) se

    destaca ia

    cerv eza y, sobre todo el vino.

    La

    vid es cuidada con esmero.

    Se

    seflalan dieciseis

    clases diferentes, comprendiendo uvas

    de

    mesa Y uvas para vino.

    Los

    da .os

    causados

    a

    las

    vias, sea

    la

    e l Lber'',

    se

    castigarn

    con

    la devolucin

    del

    doble de su va

    lor,

    Y

    s

    {

    2

    causante del dao es un siervo, con diez azotes por

    cada vid destruida.

    San

    Isidoro

    ci

    ta tambin muchos rboles frutales (palme

    ra, b r i l l o manzano,

    melocotn,

    ciruelo, limonero)

    y

    sea

    la, cosa curiosa, que

    se

    importaban manzanas de Cr

    eta.

    Si hemos sealado la importancia

    del

    vino, cultivo tradi

    cional

    espaol,

    nos toca

    ahora

    hablar

    de

    otro producto espaol:

    el aceite: El Liber

    judicio

    ru m castiga los

    daos

    a Jos

    rboles,

    pero la multa ms alta habr

    de

    pagarse por cortar un

    olivo:

    c

    inco sueldos

    . El olivo

    es

    un rbol que merece

    gran atencin

    ,

    san Isidoro

    habla de varias

    clases

    de olivos y

    de la bondad del

    a cei

    te espaol.

    Tr

    as los olivos

    ,

    la protec cin del manzano

    (multa

    de t r es

    sueldos)

    y a la encina (dos sueldos),

    aunque en

    general

    es

    de

    dos sueldos

    el castigo

    impuesto

    a

    todo el que corte cual

    q

    uier clase

    de

    rbol.

    F re nte a

    una

    agricultura

    de secano, se

    lucha (ya

    en el

    s;.-

    glo

    VII)

    por

    la proteccin

    a los regados.

    El cultivo se protegi

    mu ch o. No se puede hurtar agua, ni daifar o

    destruir

    estanques ,

    pesqi.wras, canales, ni

    se

    pueden cortar los ros. El Fuero Juzgo

    t ra in abundan temente de

    este

    tema y en las

    Etimologas se

    tan m

    1

    1lli tud d e cultivos de huerta. Es tambin

    claro

    que

    todo

    8

    J

    i

    el .;i-;Lt rna L'S

    roma

    no i:i com1>

    romanos :s

    on los i n:;tnr m

    cn

    tos

  • 7/21/2019 Economa Espaa Visigoda

    6/11

    cas y

    da ma

    yor calidad a

    la

    leche. Lo s bueyes y no villos so n

    uti lizados en las labores d el campo, en

    la

    s qu e se utilizan Lam-

    bi

    n

    caballos

    y asnos. En las Etimologas se lee

    23

    : El

    asno

    es

    un animal

    tardo, no

    se resiste nunca y siempre est preparado

    cuando

    quiere

    el

    homb

    re.

    Ante

    .s

    de que

    los h

    ombres domaran

    los caballos

    ya utilizaban

    los asnos . Los caballos se

    utilizaban

    para la

    carga o como

    montura.

    De la perfeccin de las tcm-

    cas ganaderas de idea el que

    san

    Isidoro recalca que

    merced

    a la

    industria humana

    se

    prac

    t ican ya los cruces.

    Hay,

    inclu-

    so

    unas elementales

    ideas de

    gentica

    de

    las

    que

    se ponen

    algu-

    nos ejemplos con ovejas, caballos, y

    mu

    y

    en particular

    con pa-

    lomas

    24

    .

    El

    Fuero

    Juzgo trata

    25

    de la reglamentacin de los pastos

    y de su

    utilizacin

    por

    el

    ganado lanar y

    vacuno,

    reglamentan-

    do,

    po

    r

    ejemplo,

    en el caso particular del ganado

    po

    rcino ,que

    ha

    de abonarse por el consumo de la bellota de las

    piaras

    , al

    propietario del encinar, un canon de una cabeza por cada diez,

    o po r cada

    veinte,

    segn

    la

    estacin del a o.

    Caso particualr

    es

    el de las abejas . Le existencia de

    colme-

    nares se remonta

    sin

    duda a lejanas

    poca

    s, pues de su

    utiliza-

    cin

    tenemos

    mu

    es

    tra

    g

    r

    fica

    en la pintu

    ra prehistr ica

    levan-

    tina. De aqu se obtiene no slo miel, sino

    tambin

    cera,

    de ta n

    ta imp

    or

    tancia para

    el

    alumbrado y para las tablillas de escri-

    bir.

    Todo

    un

    Ttulo

    26

    dedica

    el Lber a la apicultura

    dando

    dis-

    posiciones sobre su lo calizacin

    en luagres

    donde no

    puede

    cau-

    sar daos, sobre

    la

    prevencin

    de

    stos y sobre

    la

    adquisicin

    de

    las

    abejas.

    En

    cuant

    o a la caza , se cazan

    en la

    pennsula, c

    ie

    rvos, jaba-

    l es ,

    conejos

    .. La caz a puede ser con

    pe r

    ro s o con tran1pas.

    Los

    conejos

    se llaman precisamente

    canic

    uJi ,

    po

    rqu e

    son cazados

    con

    pe

    r ros.

    En san Isidoro encontramos no ticias de diversas

    cla

    ses de cazadores, de aves y de perros empleados para

    la

    caz< .

    Los cazadores

    estn

    ob ligados a avisar a los vecinos de

    la

    co

    marca de los lugares donde han puesto sus

    trampas

    , y si no

    2:i Etim .

    l

    XIL c. 1.

    H E

    tm .

    l XI I

    ,

    c.

    1

    . p2.rr.

    58.

    2:; Fuero Juzgo, l VIII . tit. 5".

    Fu e

    ro Ju zgo. l VIII. tit. 6.

    10

    lo huc

    1

    11 hab1 n de pagur unu ind mn izac in, cuya

    tia11l

    a 1

    t'

    gu la e l

    Fuero Ju z

    go, si se ca usa da1

    io

    a pe rso na o an ima les do

    mst

    icos.

    MINERA

    En

    Roma,

    y

    nada

    hace suponer que cambiara la si t uacin

    con

    la llegada de los vis

    igodos

    ,

    las explotaciones

    mi n

    eras,

    s -

    gn

    los

    principios del Cdigo Teodosiano, fueron estatales fun-

    damentalmente, aunque habran de ex

    istir,

    sin duda alguna

    ex-

    plotaciones

    privadas

    . De

    todas formas

    pocas son las noticias

    que tenemos sob

    re la propiedad

    de e lla

    s,

    sobre la

    forma

    d e x-

    plotacin

    de

    los yacimientos, o sobre el t

    rabajo en

    los

    mism

    os.

    Por lo que respecta a la tcnica , hay

    la plena

    seguridad

    de

    que

    continuara el sistema romano, pues los

    conocimientos

    de ios

    germanos seran muy rudimentarios .

    En

    cuanto a los obreros,

    todo

    parec

    e

    indicar que

    una

    buena

    parte d e la mano d e

    obra

    era

    forzada

    27

    .

    Las

    Etimologas nos hablan

    de

    este

    tipo

    de trab

    ajo:

    Metallum - leemos - es

    el

    lugar

    en

    donde los dester ra dos se

    destinan

    a

    sacar minerales

    o a

    cortar mrmoles

    2s.

    El

    resto de

    los obr eros hay que

    pensar

    que fuesen esclavos.

    San Isidoro

    cita largas

    series de metales.

    Aunque

    sin

    duda

    mucho

    s de ellos se

    encontraban en Espaa

    , slo lo

    seala ae

    forma explcita en algunos

    29

    . Dice

    haber en la pennsula mu -

    cho cob r

    e,

    hierro, esquisto y

    obsidia

    n a en

    la

    zona

    atlntica .

    Re specto al hierro , abundante en Hispania, seala

    la

    impo

    rt

    an-

    c

    ia

    que tiene la calidad de las aguas para trabajarlo; en

    Ca

    la-

    tayud, por ej

    emplo,

    se obtiene

    el

    hierro ms fcil de trabaja l'.

    El

    plomo

    abunda en la Lusitania

    y el Galicia

    en forma de

    are-

    nas.

    En Cantabria

    se obtena

    puro

    y

    tambin

    mezclado con pla-

    ta Y

    estao.

    En general su obtencin era penosa y

    difcil

    , no s

    lo en Espaa,

    sino

    tambin en

    F ra ncia,

    mientras

    qu e, por

    el

    con-

    trario,

    en Bretaa

    era de fcil extraccin.

    27 MENNDEZ PIDAL, o. c., 160.

    28 Etimologas , l V, c. 27.

    Respecto

    al trab

    ajo

    forzado h emos

    ri