Efectos de las fórmulas infantiles con HMOs en el crecimiento y la ... · Las características...

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NNI informa Sólo para profesionales de la salud www.nestlenutrition-institute.org/country/es Ciencia para una Mejor Nutrición Efectos de las fórmulas infantiles con HMOs en el crecimiento y la morbilidad. Resultados de estudio prometedores Las características beneficiosas de los componentes propios de la leche humana convierten a la lactancia materna en la primera opción en la alimentación de los recién nacidos. No obstante, el uso de fórmulas infantiles es necesario en algunos casos y las fórmulas suplementadas pueden aportar un valor diferencial. Un estudio ha demostrado que las fórmulas infantiles con dos oligosacáridos estructuralmente idénticos a los de la leche materna favorecen el crecimiento de los bebés, reducen la morbilidad y disminuyen el uso de medicación en los recién nacidos. La leche humana contiene una abundante presencia de oligosacáridos estructuralmente diferentes entre sí, conocidos en su conjunto como oligosacáridos de la leche humana (Human Milk Oligosaccharides, HMOs), que representan el tercer componente sólido más abundante de la leche humana después de la lactosa y los lípidos. Comparada a la leche humana, la leche de vaca tiene una baja concentración de oligosacáridos, con una diversidad estructural limitada. Recientes investigaciones sugieren que los HMOs son extremadamente importantes en un mayor desarrollo de la microbiota intestinal del recién nacido, así como en el refuerzo del sistema inmune en los bebés alimentados mediante lactancia materna. Por tanto, los HMOs representan un componente vital en la nutrición infantil. Numerosos estudios en el pasado han concluido que los bebés alimentados con leche materna mostraron una menor incidencia de infecciones, incluyendo las del tracto respiratorio, en comparación con los alimentados con fórmulas infantiles. Mientras que la seguridad y los efectos de los HMOs como posible ingrediente en fórmulas infantiles ha sido demostrada en estudios preclínicos, los datos clínicos en cuanto a seguridad y efectos de la suplementación con HMOs en el crecimiento y tolerabilidad de los bebés, son aún limitados hasta el momento. Un estudio clínico reciente conducido conjuntamente entre equipos de pediatras en universidades de Palermo (Italia) y de Hassel (Bélgica), evaluó a recién nacidos alimentados con fórmulas basadas en leche de vaca suplementada con dos HMOs. Los dos HMOs añadidos a la fórmula fueron el 2’fucosil-lactosa (2’FL) y el lacto-N-neotetraosa (LNnT), que son dos de los 10 oligosacáridos más abundantes encontrados en la leche materna. El objetivo primario del estudio fue evaluar el crecimiento de los bebés alimentados con la fórmula suplementada con los oligosacáridos. El objetivo secundario incluyó la evaluación de las medidas antropométricas, la tolerancia gastrointestinal y los patrones de comportamiento, así como la morbilidad a lo largo de 12 meses. En el estudio participaron 175 bebés nacidos a término alimentados a base de fórmulas infantiles. Los grupos control fueron aleatorizados equitativamente, recibiendo la mitad de ellos la fórmula infantil control con proteína intacta en suero basado en leche de vaca, mientras que la otra mitad recibió la misma fórmula pero con suplementación de HMOs. Los bebés fueron alimentados con sus respectivas fórmulas hasta los 6 meses de edad, y posteriormente todos recibieron una fórmula de seguimiento sin HMOs, de los 6 a los 12 meses. Se permitió la inclusión de comidas complementarias a los 4 meses de edad en la alimentación de los bebés. Los exámenes clínicos de los bebés se llevaron a cabo a los 14 días, seguidos de visitas a los 1, 2, 3, 4, 6 y 12 meses de edad.

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NNI informa Sólo para profesionales de la salud

www.nestlenutrition-institute.org/country/es

Ciencia para una Mejor Nutrición

Efectos de las fórmulas infantiles con HMOs en el crecimiento y la morbilidad. Resultados de estudio prometedores

Las características beneficiosas de los componentes propios de la leche humana convierten a la lactancia materna en la primera opción en la alimentación de los recién nacidos. No obstante, el uso de fórmulas infantiles es necesario en algunos casos y las fórmulas suplementadas pueden aportar un valor diferencial. Un estudio ha demostrado que las fórmulas infantiles con dos oligosacáridos estructuralmente idénticos a los de la leche materna favorecen el crecimiento de los bebés, reducen la morbilidad y disminuyen el uso de medicación en los recién nacidos.

La leche humana contiene una abundante presencia de oligosacáridos estructuralmente diferentes entre sí, conocidos en su conjunto como oligosacáridos de la leche humana (Human Milk Oligosaccharides, HMOs), que representan el tercer componente sólido más abundante de la leche humana después de la lactosa y los lípidos. Comparada a la leche humana, la leche de vaca tiene una baja concentración de oligosacáridos, con una diversidad estructural limitada.

Recientes investigaciones sugieren que los HMOs son extremadamente importantes en un mayor desarrollo de la microbiota intestinal del recién nacido, así como en el refuerzo del sistema inmune en los bebés alimentados mediante lactancia materna. Por tanto, los HMOs representan un componente vital en la nutrición infantil. Numerosos estudios en el pasado han concluido que los bebés alimentados con leche materna mostraron una menor incidencia de infecciones, incluyendo las del tracto respiratorio, en comparación con los alimentados con fórmulas infantiles.

Mientras que la seguridad y los efectos de los HMOs como posible ingrediente en fórmulas infantiles ha sido demostrada en estudios preclínicos, los datos clínicos en cuanto a seguridad y efectos de la suplementación con HMOs en el crecimiento y tolerabilidad de los bebés, son aún limitados hasta el momento.

Un estudio clínico reciente conducido conjuntamente entre equipos de pediatras en universidades de Palermo (Italia) y de Hassel (Bélgica), evaluó a recién nacidos alimentados con fórmulas basadas en leche de vaca suplementada con dos HMOs. Los dos HMOs añadidos a la fórmula fueron el 2’fucosil-lactosa (2’FL) y el lacto-N-neotetraosa (LNnT), que son dos de los 10 oligosacáridos más abundantes encontrados en la leche materna. El objetivo primario del estudio fue evaluar el crecimiento de los bebés alimentados con la fórmula suplementada con los oligosacáridos. El objetivo secundario incluyó la evaluación de las medidas antropométricas, la tolerancia gastrointestinal y los patrones de comportamiento, así como la morbilidad a lo largo de 12 meses.

En el estudio participaron 175 bebés nacidos a término alimentados a base de fórmulas infantiles. Los grupos control fueron aleatorizados equitativamente, recibiendo la mitad de ellos la fórmula infantil control con proteína intacta en suero basado en leche de vaca, mientras que la otra mitad recibió la misma fórmula pero con suplementación de HMOs. Los bebés fueron alimentados con sus respectivas fórmulas hasta los 6 meses de edad, y posteriormente todos recibieron una fórmula de seguimiento sin HMOs, de los 6 a los 12 meses. Se permitió la inclusión de comidas complementarias a los 4 meses de edad en la alimentación de los bebés. Los exámenes clínicos de los bebés se llevaron a cabo a los 14 días, seguidos de visitas a los 1, 2, 3, 4, 6 y 12 meses de edad.

El estudio demostró una ganancia de peso comparable en los grupos control y experimental, y de crecimiento según los estándares de crecimiento de la OMS a lo largo de 12 meses. El estudio mostró también que la fórmula del grupo experimental suplementada con HMOs fue bien tolerada.

Según reportaron los padres, los bebés alimentados con la fórmula experimental tuvieron deposiciones significativamente más blandas, menos episodios de despertares nocturnos a los 2 meses de edad y menos cólicos a los 4 meses en el subgrupo de los nacidos por cesárea. En conjunto, estos hallazgos sugieren que la fórmula infantil suplementada con HMOs podría proporcionar un mejor confort gastrointestinal, aunque son necesarios más estudios.

La leche humana contiene una abundante presencia de oligosacáridos estructuralmente diferentes entre sí, conocidos en su conjunto como oligosacáridos de la leche humana (Human Milk Oligosaccharides, HMOs), que representan el tercer componente sólido más abundante de la leche humana después de la lactosa y los lípidos. Comparada a la leche humana, la leche de vaca tiene una baja concentración de oligosacáridos, con una diversidad estructural limitada.

Recientes investigaciones sugieren que los HMOs son extremadamente importantes en un mayor desarrollo de la microbiota intestinal del recién nacido, así como en el refuerzo del sistema inmune en los bebés alimentados mediante lactancia materna. Por tanto, los HMOs representan un componente vital en la nutrición infantil. Numerosos estudios en el pasado han concluido que los bebés alimentados con leche materna mostraron una menor incidencia de infecciones, incluyendo las del tracto respiratorio, en comparación con los alimentados con fórmulas infantiles.

Mientras que la seguridad y los efectos de los HMOs como posible ingrediente en fórmulas infantiles ha sido demostrada en estudios preclínicos, los datos clínicos en cuanto a seguridad y efectos de la suplementación con HMOs en el crecimiento y tolerabilidad de los bebés, son aún limitados hasta el momento.

Un estudio clínico reciente conducido conjuntamente entre equipos de pediatras en universidades de Palermo (Italia) y de Hassel (Bélgica), evaluó a recién nacidos alimentados con fórmulas basadas en leche de vaca suplementada con dos HMOs. Los dos HMOs añadidos a la fórmula fueron el 2’fucosil-lactosa (2’FL) y el lacto-N-neotetraosa (LNnT), que son dos de los 10 oligosacáridos más abundantes encontrados en la leche materna. El objetivo primario del estudio fue evaluar el crecimiento de los bebés alimentados con la fórmula suplementada con los oligosacáridos. El objetivo secundario incluyó la evaluación de las medidas antropométricas, la tolerancia gastrointestinal y los patrones de comportamiento, así como la morbilidad a lo largo de 12 meses.

En el estudio participaron 175 bebés nacidos a término alimentados a base de fórmulas infantiles. Los grupos control fueron aleatorizados equitativamente, recibiendo la mitad de ellos la fórmula infantil control con proteína intacta en suero basado en leche de vaca, mientras que la otra mitad recibió la misma fórmula pero con suplementación de HMOs. Los bebés fueron alimentados con sus respectivas fórmulas hasta los 6 meses de edad, y posteriormente todos recibieron una fórmula de seguimiento sin HMOs, de los 6 a los 12 meses. Se permitió la inclusión de comidas complementarias a los 4 meses de edad en la alimentación de los bebés. Los exámenes clínicos de los bebés se llevaron a cabo a los 14 días, seguidos de visitas a los 1, 2, 3, 4, 6 y 12 meses de edad.

El estudio demostró una ganancia de peso comparable en los grupos control y experimental, y de crecimiento según los estándares de crecimiento de la OMS a lo largo de 12 meses. El estudio mostró también que la fórmula del grupo experimental suplementada con HMOs fue bien tolerada.

Según reportaron los padres, los bebés alimentados con la fórmula experimental tuvieron deposiciones significativamente más blandas, menos episodios de despertares nocturnos a los 2 meses de edad y menos cólicos a los 4 meses en el subgrupo de los nacidos por cesárea. En conjunto, estos hallazgos sugieren que la fórmula infantil suplementada con HMOs podría proporcionar un mejor confort gastrointestinal, aunque son necesarios más estudios.

Se registró un número similar de efectos adversos reportados en ambos grupos, lo que demuestra la seguridad de la fórmula sometida a estudio. Es importante destacar que se observaron tasas significativamente menores de bronquitis y menor morbilidad relacionada con el tracto respiratorio a lo largo de los 12 meses en el subgrupo de bebés nacidos con cesárea alimentados con fórmula suplementada con HMOs, en compara-ción con aquellos alimentados con la fórmula control. Se observó una menor probabilidad de reporte de uso de antipiréticos, que fue significativo a los 4 meses de edad y de uso de antibióticos a lo largo de 12 meses en el grupo experimental.

Es también importante notar que la mayoría de diferencias relacionadas con la morbilidad entre ambos grupos persistió a lo largo de 12 meses, a pesar de que se interrumpió la toma de fórmula suplementada con HMOs a los 6 meses. El potencial efecto inmunomodulador de los HMOs podría ser mantenido en el tiempo, ya que una exposición temprana a los HMOs podría programar el sistema inmune, reduciendo el riesgo de infecciones en el tracto respiratorio.

Una limitación del estudio es que no existen datos comparables con un grupo de referencia de niños alimen-tados con leche materna en términos de crecimiento y resultados secundarios.

A la espera de estudios adicionales que confirmen si las fórmulas infantiles suplementadas con HMOs confieren protección contra las enfermedades, si los resultados de este reciente estudio se repiten, los efectos de los HMOs en la morbilidad y en el uso de medicación conllevarán implicaciones positivas subs-tanciales para la salud de los niños.

En general, el estudio ha demostrado que la fórmula infantil suplementada con dos HMOs (2’FL y LNnT) es segura, bien tolerada y refuerza el crecimiento propio de la edad. Los hallazgos del objetivo secundario muestran asociaciones entre fórmulas suplementadas con HMOs y una menor morbilidad (en especial bron-quitis) y un menor uso de medicamentes (antipiréticos y antibióticos) según reportaron los padres.

NNI informa Sólo para profesionales de la salud

www.nestlenutrition-institute.org/country/es

Ciencia para unaMejor Nutrición

Fuente: Puccio G, Alliet P, Cajozzo C y cols. Effects of Infant Formula With Human Milk Oligosaccharides on Growth and Morbidity: A Randomized Multicenter Trial. JPGN 2017;64(4):624-31.