EL Exorcismo Magno. Consideraciones acerca de la creación de un posible ceremonial para realizar un...

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5/19/2018 ELExorcismoMagno.Consideracionesacercadelacreacindeunposiblecere... http://slidepdf.com/reader/full/el-exorcismo-magno-consideraciones-acerca-de-la-creacion-de-un-po 1 El Exorcismo Magno ………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………  Consideraciones acerca de la creación de un posible ceremonial para realizar un magno y solemne exorcismo sobre la Iglesia cuando tiene lugar una reunión nacional de exorcistas J.A Fortea

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Introducción…………………………………………………………………………………………………………………….……………………..El por qué de esta ceremoniaAntes de nada hay que dejar claro que los ritos de la Iglesia Católica sólo pueden ser creados y aprobados por las autoridades eclesiásticas que dispone el ordenamiento canónico. Todo este escrito sólo sirve de sugerencia por si algún obispo decide servirse de estas ideas para organizar alguna ceremonia como la descrita. También albergo la esperanza de que la Congregación de Ritos algún día pudiera tomar la idea expuesta del ceremonial descrito, y aprobar de forma oficial y universal algo parecido a lo expuesto en estas páginas.¿Cómo nace esta sugerencia de ritual? Cada año en varios países, no muchos, hay reuniones de exorcistas. Estas reuniones nacionales suelen congregar no menos de cincuenta exorcistas, normalmente más del centenar. Entre los congresos nacionales e internacionales, suelen darse al año, en todo el mundo, unas siete de estas asambleas anuales.Cuando hace casi un año, asistí como conferenciante a uno de estos congresos, expliqué a los exorcistas que el poder exorcístico se puede aplicar no sólo a liberar a una persona de la posesión diabólica, o a liberar una casa de una infestación. Sino que también se puede exorcizar a las fuerzas infernales para que se alejen de una parroquia, de una ciudad, de una diócesis o de la Iglesia universal.Les expuse el fundamento bíblico y teológico de esta afirmación. No existe un ritual para ello, pero ciertamente que, estando a solas, el sacerdote puede ordenar a las fuerzas tentadoras que se alejen de un determinado ámbito. Se puede7ordenar a los demonios que se alejen del colegio cardenalicio, de los obispos de una nación, de una parroquia cuyos fieles están divididos, etc.Fue entonces cuando se me ocurrió que ya que anualmente los sacerdotes de ese país se reunían en esa diócesis concreta para formarse y que su obispo era tan favorable hacia este ministerio, por qué no hacer uno de esos días, entre todos los presentes, un gran exorcismo coral para proteger a la Iglesia universal.Y me despedí prometiendo que al año siguiente tendrían una serie de sugerencias para organizar una oración comunitaria de este tipo. Pero las oraciones se transformaron en una larga ceremonia. Por supuesto que aunque con el actual escrito le presento a ese obispo (cuyo nombre no menciono) una ceremonia ya acabada, éste escrito no es otra cosa que una sugerencia. Yo no soy nadie para crear y aprobar rituales. Me limito a ofrecer sugerencias. Después ese obispo y cualquier otro obispo será muy libre de tomar lo que desee, si es que desea tomar algo.El Derecho Canónico prohíbe realizar exorcismos sobre personas vejadas por el demonio. Pero no prohíbe, a solas, exorcizar a los demonios del mundo. Si un obispo decide realizar una ceremonia puntual para realizar esto de un modo comunitario con ocasión de un encuentro anual, desde luego, no estaría contraviniendo ninguna ley. Ni siquiera se necesitaría que los que integran esa ceremonia sean exorcistas aprobados por sus obispos. El obispo simplemente se limitaría a aprobar tal ceremonia especial en su propia diócesis con ocasión de esa reunión y eso sería todo.De este modo, los exorcistas de una nación se formarían, orarían juntos y realizarían unidos un gran exorcismo. Las tres cosas, no sólo las dos primeras.8Cómo organizar esta ceremoniaUna vez que me puse a ver cómo se podría organizar esta ceremonia, no tuve la menor duda de que si ésta se realizaba, había que hacerla grandiosa, sin dubitaciones, ni escrúpulos. Si lo que estamos haciendo es teológicamente correcto, hagámoslo con un ritual bello y magnificente.Todo este ceremonial lo imaginé en una gran catedral gótica y realizado por un obispo. Con un ritual que tuviera en cuenta el simbolismo de los puntos cardinales, del centro exacto del templo, de las puertas de entrada a la catedral. Dejando bien claro que todo es simbolismo.No es que tenga mayor efectividad un exorcis

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    El Exorcismo Magno

    Consideraciones acerca de la creacin de un posible ceremonial para

    realizar un magno y solemne exorcismo sobre la Iglesia cuando

    tiene lugar una reunin nacional de exorcistas

    J.A

    Fortea

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    Editorial Dos Latidos

    Benasque, Espaa, 2014

    Copyright Jos Antonio Fortea Cucurull

    Publicacin en formato electrnico en agosto 2014

    www.fortea.ws

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    Formato para Ipad

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    El Exorcismo Magno

    Consideraciones acerca de la creacin de un posible ceremonial para

    realizar un magno y solemne exorcismo sobre la Iglesia cuando

    tiene lugar una reunin nacional de exorcistas

    Jos Antonio

    Fortea

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  • 6

    Introduccin ...

    El por qu de esta ceremonia

    Antes de nada hay que dejar claro que los ritos de la Iglesia

    Catlica slo pueden ser creados y aprobados por las autoridades

    eclesisticas que dispone el ordenamiento cannico. Todo este

    escrito slo sirve de sugerencia por si algn obispo decide

    servirse de estas ideas para organizar alguna ceremonia como la

    descrita. Tambin albergo la esperanza de que la Congregacin de

    Ritos algn da pudiera tomar la idea expuesta del ceremonial

    descrito, y aprobar de forma oficial y universal algo parecido a lo

    expuesto en estas pginas.

    Cmo nace esta sugerencia de ritual? Cada ao en varios

    pases, no muchos, hay reuniones de exorcistas. Estas reuniones

    nacionales suelen congregar no menos de cincuenta exorcistas,

    normalmente ms del centenar. Entre los congresos nacionales e

    internacionales, suelen darse al ao, en todo el mundo, unas siete

    de estas asambleas anuales.

    Cuando hace casi un ao, asist como conferenciante a uno

    de estos congresos, expliqu a los exorcistas que el poder

    exorcstico se puede aplicar no slo a liberar a una persona de la

    posesin diablica, o a liberar una casa de una infestacin. Sino

    que tambin se puede exorcizar a las fuerzas infernales para que

    se alejen de una parroquia, de una ciudad, de una dicesis o de la

    Iglesia universal.

    Les expuse el fundamento bblico y teolgico de esta

    afirmacin. No existe un ritual para ello, pero ciertamente que,

    estando a solas, el sacerdote puede ordenar a las fuerzas

    tentadoras que se alejen de un determinado mbito. Se puede

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    ordenar a los demonios que se alejen del colegio cardenalicio, de

    los obispos de una nacin, de una parroquia cuyos fieles estn

    divididos, etc.

    Fue entonces cuando se me ocurri que ya que anualmente

    los sacerdotes de ese pas se reunan en esa dicesis concreta para

    formarse y que su obispo era tan favorable hacia este ministerio,

    por qu no hacer uno de esos das, entre todos los presentes, un

    gran exorcismo coral para proteger a la Iglesia universal.

    Y me desped prometiendo que al ao siguiente tendran una

    serie de sugerencias para organizar una oracin comunitaria de

    este tipo. Pero las oraciones se transformaron en una larga

    ceremonia. Por supuesto que aunque con el actual escrito le

    presento a ese obispo (cuyo nombre no menciono) una ceremonia

    ya acabada, ste escrito no es otra cosa que una sugerencia. Yo no

    soy nadie para crear y aprobar rituales. Me limito a ofrecer

    sugerencias. Despus ese obispo y cualquier otro obispo ser muy

    libre de tomar lo que desee, si es que desea tomar algo.

    El Derecho Cannico prohbe realizar exorcismos sobre

    personas vejadas por el demonio. Pero no prohbe, a solas,

    exorcizar a los demonios del mundo. Si un obispo decide realizar

    una ceremonia puntual para realizar esto de un modo comunitario

    con ocasin de un encuentro anual, desde luego, no estara

    contraviniendo ninguna ley. Ni siquiera se necesitara que los que

    integran esa ceremonia sean exorcistas aprobados por sus obispos.

    El obispo simplemente se limitara a aprobar tal ceremonia

    especial en su propia dicesis con ocasin de esa reunin y eso

    sera todo.

    De este modo, los exorcistas de una nacin se formaran,

    oraran juntos y realizaran unidos un gran exorcismo. Las tres

    cosas, no slo las dos primeras.

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    Cmo organizar esta ceremonia

    Una vez que me puse a ver cmo se podra organizar esta

    ceremonia, no tuve la menor duda de que si sta se realizaba,

    haba que hacerla grandiosa, sin dubitaciones, ni escrpulos. Si lo

    que estamos haciendo es teolgicamente correcto, hagmoslo con

    un ritual bello y magnificente.

    Todo este ceremonial lo imagin en una gran catedral gtica

    y realizado por un obispo. Con un ritual que tuviera en cuenta el

    simbolismo de los puntos cardinales, del centro exacto del

    templo, de las puertas de entrada a la catedral. Dejando bien claro

    que todo es simbolismo.

    No es que tenga mayor efectividad un exorcismo por

    realizarse hacia el norte u otra hacia el oeste. Ni tampoco tienen

    mayor efectividad unas oraciones cuando se realizan dirigindose

    a un punto que simboliza la Puerta del Abismo mencionada en el

    Apocalipsis, en realidad, esa puerta no existe en ningn lugar

    concreto. Se trata de un concepto, muy visual y sugerente, pero no

    de un punto fsico. Este ritual tiene muy en cuenta tanto el

    profundo significado de los smbolos, as como la belleza de los

    grandes rituales catedralicios. Pero se equivocara profundamente

    el que diera ms importancia a los detalles, de la que le dio su

    autor. Todo es orientativo, nada obligatorio. Pero si este ritual se

    realiza, debe hacerse con dignidad. Si no, es mejor no hacerlo.

    Con unos cien sacerdotes y una catedral, qu duda cabe que

    se puede idear una bellsima ceremonia. Por supuesto que, a

    veces, no se dispondr de una catedral, ni de tantos presbteros.

    Pero incluso la misma lectura personal de este ritual ya supone

    toda una enseanza acerca de la realidad teolgica de la

    posibilidad de exorcizar a los demonios en general. Incluso

    aunque nunca se realizara esta ceremonia, la lectura de ella ya

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    supondra una catequesis acerca del combate invisible pero real de

    las potestades demoniacas y del poder entregado a la Iglesia.

    Esta ceremonia se realizara por la noche. La noche tiene

    una capacidad perfecta para simbolizar la hora de las tinieblas de

    la que nos habla el Evangelio. Mas sta es la hora vuestra y el

    poder de las tinieblas (Lc 22, 53). En el mundo, hay muchas

    horas de las tinieblas. Y la Iglesia ha recibido un poder sobre esos

    seres tenebrosos. Una catedral vaca y con muy poca iluminacin

    es un lugar extraordinariamente sugerente.

    No hace falta decir que se podra realizar en cualquier otra

    iglesia. Pero me atrevo a decir que no conviene en cualquier

    iglesia. La belleza y poesa del lugar tiene un papel importante en

    esta ceremonia. Porque, ciertamente, este ritual tendr efecto

    sobre los demonios, pero lo ideal es que impacte tambin a los

    humanos que participen en estos ritos.

    Esta ceremonia tendra lugar despus del rezo en la catedral

    de Completas. Esa hora cannica hara las veces de liturgia de la

    Palabra para el exorcismo posterior.

    Este ritual debera tener lugar a puerta cerrada. De lo

    contrario sera demasiada la gente que acudira a presenciar una

    ceremonia de esta naturaleza. Podran asistir un cierto nmero de

    laicos, pero habra que ser muy cauto al respecto. Desde luego en

    una gran catedral, la asistencia de un centenar de laicos bien

    instruidos no molestara. Y el ritual causara un gran impacto en

    ellos.

    Algn sacerdote puede acusar a esta ceremonia de dar

    demasiado protagonismo al mundo demoniaco y a su poder. Pero

    hay que recordar que esta ceremonia se celebrara una vez al ao

    en unos pocos lugares del mundo. Sin duda, eso no es un exceso.

    Ojal en cada dicesis del mundo el obispo organizara un magno

    exorcismo como el que voy a describir, incluso sin reunin de

    exorcistas. Eso sera una gran enseanza para el pueblo fiel

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    aunque no asistiera. Para el pueblo fiel y para los sacerdotes de

    ideas ms racionalistas.

    Nuestra sociedad secularizada del siglo XXI requiere de

    grandes liturgias exactamente lo mismo que la sociedad medieval.

    El lenguaje ritual es un lenguaje bello en s mismo y hasta los no

    creyentes pueden captar la profundidad de estos ritos. Si este

    ritual se graba con calidad en vdeo, puede ser hasta motivo de

    conversin para algunos, y para todos es una predicacin a travs

    de imgenes. Porque hasta la lucha contra los poderes infernales,

    realizada del modo que se va a exponer, se convierte en un modo

    de alabar a Dios.

    Pasos de la ceremonia

    La estructura de esta ceremonia puede parecer muy

    complicada, pero consiste tan solo en una procesin por el

    permetro del templo y otra por el eje central. Comenzando con

    una oracin inicial y otra final. Eso es todo.

    Comienzo de la ceremonia 1. Oracin de inicio

    Ritos de circunvalacin del templo

    2. Conjuracin al Este

    3. Conjuracin al Norte

    4. Conjuracin al Oeste

    5. Conjuracin al Sur

    Ritos en el eje del templo

    6. Invocacin de los Santos ngeles

    7. Conjuracin hacia la Puerta del Abismo

    8. Invocacin a la Santsima Virgen Mara

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    9. Conjuracin hacia la Puerta del Iglesia

    Conclusin de la ceremonia 10. Oracin final

    El ritual est concebido como una subida hacia el altar que

    es Cristo. La procesin parte desde delante del altar, porque es

    Cristo el que enva a los Apstoles a expulsar demonios. Parte

    desde el altar y retorna al altar.

    La subida es doble. La primera a travs del camino de la

    letana de los santos. La segunda a travs del camino de la letana

    de la Virgen Mara. El regreso final es a travs del aleluya de la

    Resurreccin.

    Celebrantes

    El obispo y doce presbteros son los que integran este rito, los

    dems sacerdotes asisten. Al obispo y a los dos sacerdotes que

    estn a sus lados, se les llama la presidencia. A los diez

    sacerdotes que estn en la procesin y realizan distintas oraciones,

    se les llama los celebrantes. Habr cuatro laicos que harn la

    funcin de aclitos que abrirn la procesin (incensario, cruz

    procesional, ciriales).

    sta es una ceremonia en la que intervienen todos los que

    componen la presidencia y el grupo de los celebrantes. Los doce

    sacerdotes intervienen en algn momento. Esta ceremonia quiere

    resaltar que ste es un exorcismo coral, no el ritual de un solo

    sacerdote.

    Aunque las distintas oraciones y exorcismos son

    pronunciadas tan solo por un celebrante cada vez. No hay ninguna

    necesidad de que los sacerdotes presentes bisbiseen ninguna

    oracin con la boca. Basta con que se unan en el espritu al que

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    ora en voz alta en nombre de todos. Aun as, para resaltar este

    carcter coral, hay dos momentos en que se indica que dos

    oraciones sean pronunciadas de un modo coral por varios

    presbteros.

    Los presbteros celebrantes cuales se reparten las distintas

    oraciones, invocaciones, conjuraciones y ritos de esta ceremonia

    segn el esquema que aparece debajo. Los nmeros que aparecen

    a continuacin de los sacerdotes celebrantes, corresponden al

    lugar donde tendrn lugar esas estaciones y que aparecen

    sealados en los esquemas correspondientes. La distribucin de

    estaciones son las siguientes:

    a. El obispo: estaciones 1 y 10.

    b. Los dos sacerdotes de la presidencia: letanas e invocaciones

    c. Tres sacerdotes revestidos con capa pluvial: estaciones 6, 7 y 8.

    d. Cuatro sacerdotes revestidos con alba y estola: estaciones 2, 3, 4 y 5.

    e. Tres sacerdotes con sotana, roquete y estola: coro de las estaciones 7 y 9.

    Puede parecer que son muy numerosos los sacerdotes

    necesarios para este rito. Pero en una reunin nacional de

    exorcistas fcilmente se congregan cincuenta sacerdotes como

    mnimo. Muchas veces ms de cien.

    Si el obispo no est presente, las partes del ritual que se

    reservan para el obispo, las har un sacerdote que ocupar su

    lugar. Si hay dos obispos presentes, uno estar en la presidencia y

    otro en la procesin, concretamente en el centro entre los dos

    sacerdotes con capa pluvial. Los dos obispos irn revestidos con

    capa pluvial y mitra. Las estolas de todos los celebrantes sern

    moradas. Pero las capas sern blancas, pues ser muy difcil

    encontrar alguna capa morada. As que para guardar la

    uniformidad, todos llevarn capas blancas. Se necesitarn seis

    capas, pero si no hay tantas llvelas slo el que preside desde el

    presbiterio y el celebrante principal de la procesin.

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    Si hay algn dicono, podr revestirse con alba y dalmtica y

    colocarse en el grupo D o junto a los sacerdotes de la presidencia

    del obispo. Si esta ceremonia se realiza cada ao en una dicesis,

    convendra contar con seis capas pluviales iguales.

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    Ritual del

    Exorcismo Magno ...

    La procesin, precedida por la cruz y los aclitos, parte de la

    sacrista. Se dirige al lugar donde est situado el coro de los

    cannigos de la catedral u otro lugar adecuado. Se procede al rezo

    de las completas. El rezo de completas cumple la funcin de la

    parte de la liturgia de la Palabra para la ceremonia posterior del

    exorcismo.

    Una vez que se ha cantado el cntico final en honor de la

    Virgen Mara, los presentes se sientan en silencio. Habr, al

    menos, un minuto de silencio para marcar la divisin entre el

    ritual previo y la ceremonia posterior.

    Despus, con un golpe o una campana, se marcar el final del

    tiempo de silencio. Entonces, la presidencia y los celebrantes

    (slo ellos) se colocarn frente al altar. Los aclitos con la cruz se

    colocarn a un lado.

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    1.Oracin de inicio

    ....

    Los celebrantes se quedan algo ms atrs. El obispo y los

    dos sacerdotes de la presidencia algo ms adelantados. Estos tres

    hacen inclinacin profunda, suben hasta el altar y lo besan. El

    obispo inciensa el altar.

    Tras eso, frente al altar, dando la espalda a los congregados,

    como dirigindose a Dios Padre que estuviera delante, comienza

    el obispo o el sacerdote que preside:

    En el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Amn.

    El Seor est con vosotros.

    Y con tu espritu.

    Oremos. (Pausa)

    Oh Dios, que escuchas siempre a tus hijos atribulados, al

    darte gracias por tu misericordia, te rogamos que, liberados de

    todo mal, te sirvamos siempre con alegra de corazn. Por nuestro

    Seor Jesucristo. Amn.

    Acaba la oracin, el obispo y los dos sacerdotes se dirigen a

    la sede del presbiterio, mientras la procesin se encamina hacia el

    Noroeste, se recitar la letana de los santos, hasta llegar al primer

    punto cardinal.

    En los desplazamientos de un punto cardinal a otro, se

    recitar la letana de los santos, pidindoles que protejan a la

    Iglesia. La letana se interrumpir cada vez que la procesin

    llegue a un punto cardinal, y se retomar la letana en cuanto la

    procesin se ponga en marcha de nuevo.

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    La letana la recitar uno de los dos sacerdotes que

    acompaan al obispo. En el camino a cada estacin, la recitar

    alternativamente uno de ellos, escuchndose por la megafona de

    toda la catedral, porque la presidencia no abandonar la sede.

    -Seor ten piedad de nosotros

    -Cristo ten piedad de nosotros,

    -Seor ten piedad de nosotros,

    -Cristo yenos

    -Cristo escchanos,

    -Dios Padre celestial,

    ten piedad de nosotros,

    -Dios Hijo Redentor del mundo,

    ten piedad de nosotros,

    -Dios Espritu Santo,

    ten piedad de nosotros,

    -Trinidad santa un solo Dios,

    ten piedad de nosotros,

    -Santa Mara,

    -Santa Madre de Dios,

    -Santa Virgen de las vrgenes,

    -San Miguel,

    -San Gabriel,

    -San Rafael,

    -Todos los santos ngeles y arcngeles,

    -Todos los santos coros de los espritus

    bienaventurados

    -San Juan Bautista,

    -San Jos,

    -Todos los santos patriarcas y profetas

    La presidencia estar sentada, excepto cuando se hagan las

    oraciones deprecativas o las invocaciones. Este rito tiene en

    mente las grandes catedrales gticas. Si desde la sede del obispo

    no fuera posible ver el avance de la procesin, se buscar una

    persona o algn medio para avisar a la presidencia que la

    procesin ha llegado ya a la estacin.

    La presidencia en el presbiterio estar formada, al menos,

    por tres clrigos, pero es mejor que algunos de los asistentes se

    queden con ellos. Ese grupo representa a los profetas que oraban

    en la montaa, mientras los soldados combatan en la llanura. En

    la presidencia, los clrigos se quedan sentados y recogidos en

    oracin. Slo se levantan durante las oraciones deprecativas y las

    invocaciones que ellos hacen.

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    Ritos de circunvalacin del templo

    ....

    La procesin recorre el permetro del templo. Se detiene a

    hacer un exorcismo a las milicias infernales en cada punto

    cardinal. Los puntos cardinales deben estar marcados con

    precisin antes de iniciar la ceremonia. En cada punto, se puede

    pintar una pequea

    cruz en el muro con un

    versculo de un salmo

    bajo esa cruz. Las

    cruces pintadas de un

    modo digno sern un

    bonito recuerdo de

    esta ceremonia.

    La procesin

    recorrer el permetro

    del templo por dentro.

    Recorrer el trazado

    de las paredes. Pues

    esas paredes

    simbolizan el muro

    invisible que protege a

    la Iglesia. El muro de

    oracin y bendicin

    divina que protege a la

    congregacin de los

    fieles.

    A lo largo de ese recorrido hay una sucesin de oraciones

    deprecativas y de frmulas conjuratorias. La oracin inicial hace

    las veces de oracin deprecativa para la primera estacin.

  • 18

    2.Conjuracin al Norte

    ....

    En cuanto la procesin parte hacia la siguiente estacin, uno

    de los sacerdotes de la presidencia, desde el presbiterio de la nave

    central, recita esta oracin deprecativa:

    Seor, t eres nuestra defensa y nuestro refugio;

    te pedimos que libres a santa Iglesia de las trampas de los

    demonios y de las palabras crueles de sus perseguidores.

    Protgela bajo la sombra de tus alas

    rodala con el escudo de tu fortaleza

    y mustrale la clemencia de tu salvacin.

    Por Cristo, nuestro Seor.

    Amn.

    Acabada la oracin, se contina la recitacin de la letana de

    los santos donde se haya quedado antes:

    -San Pedro, ruega por nosotros

    -San Pablo,

    -San Andrs,

    -San Juan,

    -Santo Toms,

    -Santiago,

    -San Felipe,

    -San Bartolom,

    -San Mateo,

    -San Simn,

    -San Tadeo,

    -San Matas,

    -San Bernab,

    -San Lucas,

    -San Marcos,

    -Todos los Santos apstoles y

    evangelistas,

    -Todos los Santos discpulos del Seor,

    -Todos los Santos inocentes

    El norte simboliza el fro que viene de Septentrin. Simboliza

    el fro de las almas, ese fro espiritual de las regiones de la

    oscuridad donde falta la luz de Cristo.

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    El celebrante asperger hacia ese punto cardinal. Despus

    har la siguiente conjuracin:

    Te declaro anatema, Satans, enemigo de la salvacin

    humana; reconoce la justicia y la bondad de Dios Padre, que, con

    justo juicio, conden tu soberbia y tu envidia: aprtate de este

    templo, de esta ciudad, de esta dicesis y de la Iglesia Universal.

    Te conjuro, Satans, prncipe de este mundo: reconoce el

    poder y la fuerza de Jesucristo, que te venci en el desierto,

    super tus insidias en el Huerto, te despoj en la Cruz, y

    resucitado del sepulcro transfiri tus trofeos al reino de la luz:

    retrate de la Iglesia. Por Jesucristo Nuestro Seor. Amn.

  • 20

    3.Conjuracin al Oeste

    ....

    En cuanto la procesin parte hacia la siguiente estacin, uno

    de los sacerdotes de la presidencia, desde el presbiterio de la nave

    central, recita esta oracin deprecativa:

    Dios, Creador y Defensor del gnero humano,

    dirige tu mirada sobre tu santa Iglesia.

    El antiguo adversario desea atormentarla cruelmente,

    quiere oprimirla con fuerte violencia

    y desea atormentarla con cruel terror.

    Enva sobre ella tu Espritu Santo

    para que la haga fuerte en la lucha

    le ensee a rogar en la tribulacin

    y la defienda con su poderosa proteccin.

    Por Cristo Nuestro Seor.

    Amn.

    Acabada la oracin, se contina la recitacin de la letana de los

    santos donde se haya quedado antes:

    -San Esteban,

    -San Lorenzo,

    -San Vicente

    -San Fabin y San Sebastin,

    -San Juan y San Pablo,

    -San Cosme y San Damin,

    -San Gervasio y San Protasio,

    -Todos los santos mrtires,

    -San Silvestre,

    -San Gregorio,

    -San Ambrosio,

    -San Agustn,

    -San Jernimo,

    -San Martn,

    -San Nicols

    -Todos los santos obispos y confesores,

    -Todos los santos doctores,

    -San Antonio,

    -San Benito,

    -San Bernardo,

    -Santo Domingo,

    -San Francisco

    -Todos los santos sacerdotes y levitas,

    -Todos los santos monjes y ermitaos,

  • 21

    -Santa Mara Magdalena,

    -Santa Agueda,

    -Santa Luca,

    -Santa Ins,

    -Santa Cecilia,

    -Santa Catalina,

    -Santa Anastasia

    -Todas las santas vrgenes

    -Todos los Santos y santas de Dios

    Si la iglesia estuviese situada exactamente hacia el Este, se

    exorcizara ligeramente hacia el Suroeste en vez de hacia el Oeste.

    Porque si se hiciera exactamente hacia el Oeste, se exorcizara

    hacia la puerta del templo. Y ese exorcismo se realizar despus.

    Para no repetir dos exorcismos sobre la puerta, se desviar el

    punto cardinal hacia Suroeste.

    En la tradicin cristiana, el Oeste simboliza la muerte.

    El celebrante asperger hacia ese punto cardinal. Despus

    har la siguiente conjuracin:

    Te conjuro, Satans, que engaas al gnero humano,

    reconoce al Espritu de la verdad y de la gracia

    que repele tus insidias y confunde tus mentiras.

    Retrocede ante la Iglesia fundada por Dios,

    a quien el mismo Espritu marc con su sello poderoso;

    retrate de este edificio que Dios hizo templo sagrado

    con una uncin espiritual. Retrate de este edificio material y de la

    Iglesia universal.

    Por Jesucristo Nuestro Seor.

    Amn.

  • 22

    4.Conjuracin al Sur

    ....

    En cuanto la procesin parte hacia la siguiente estacin, uno

    de los sacerdotes de la presidencia, desde el presbiterio de la nave

    central, recita esta oracin deprecativa:

    Escucha, Padre santo,

    el gemido de tu Iglesia suplicante;

    no permitas que tus hijos

    sean engaados por el padre de la mentira.

    No dejes que tus servidores,

    a quienes Cristo redimi con su Sangre,

    sean llevados a la cautividad del diablo;

    impide que el templo de tu Espritu

    sea mancillado por los espritus inmundos.

    Por Cristo Nuestro Seor.

    Amn.

    Acabada la oracin, se comienza la letana de los santos ngeles,

    que se va continuando de estacin en estacin.

    -Dios Padre, Creador de los ngeles,

    -Dios Hijo, Seor de los ngeles,

    -Dios Espritu Santo, Vida de los

    ngeles,

    -Santsima Trinidad, delicia de todos los

    ngeles,

    -Seor, ten piedad de nosotros.

    -Cristo, ten piedad de nosotros.

    -Seor, ten piedad de nosotros.

    -Cristo, yenos.

    -Cristo, escchanos.

    -Santa Mara,

    -Reina de todos los ngeles,

    -Santos Querubines, ngeles de la

    Palabra,

    -Santos Tronos, Angeles de la Vida,

    -Santos ngeles de la Adoracin,

    -Santas Dominaciones,

    -Santas Potestades,

    -Santos Principados del Cielo,

    -Santas Virtudes,

  • 23

    -San Miguel Arcngel,

    -Vencedor de Lucifer,

    -ngel de la fe y de la humildad,

    -Preservador de la santa uncin,

    -Patrono de los moribundos,

    -Prncipe de los ejrcitos celestes,

    -Compaero de las almas de los

    difuntos,

    -San Gabriel Arcngel,

    -Santo ngel de la Encarnacin,

    -Fiel mensajero de Dios,

    -ngel de la esperanza y de la paz,

    -Protector de todos los siervos y siervas

    de Dios,

    -Guardin del santo Bautismo,

    -Patrono de los Sacerdotes,

    -San Rafael, Arcngel,

    -ngel del Amor divino,

    -Vencedor del enemigo malo,

    -Auxiliador en la gran necesidad,

    -ngel del dolor y de la curacin,

    -Patrono de los mdicos, de los

    caminantes y de los viajeros,

    -Grandes Arcngeles Santos,

    -ngeles del servicio ante el trono de

    Dios,

    -ngeles del servicio para los hombres,

    -Santos ngeles Custodios,

    -Auxiliadores en nuestras necesidades,

    -Luz en nuestra oscuridad,

    -Apoyo en todo peligro,

    -Exhortadores de nuestra conciencia,

    -Intercesores ante el trono de Dios,

    -Escudo de defensa contra el enemigo

    maligno,

    -Constantes compaeros nuestros,

    -Segursimos conductores nuestros,

    -Fidelsimos amigos nuestros,

    -Sabios consejeros nuestros,

    -Ejemplos de nuestra obediencia,

    -Consoladores en el abandono,

    -Espejo de humildad y de pureza,

    -Angeles de nuestras familias,

    -ngeles de nuestros Sacerdotes y

    pastores,

    -Angeles de nuestros nios,

    -ngeles de nuestra tierra y Patria,

    -ngeles de la Santa Iglesia,

    -Todos los Santos ngeles,

    -Asistidnos en la vida.

    -Asistidnos en la muerte.

    -En el Cielo os lo agradeceremos.

    El sur simboliza el ardor, el desierto, el fuego que mata la

    vida.

    El celebrante asperger hacia ese punto cardinal. Despus

    har la siguiente conjuracin:

    Retrate, Satans, en el nombre del Padre +, y del Hijo +, y

    del Espritu + Santo; retrate por la fe y la oracin de la Iglesia;

    retrate por la seal de la santa Cruz, de nuestro Seor Jesucristo,

    que vive y reina por los siglos de los siglos. Amn.

  • 24

    5.Conjuracin al Este

    ....

    En cuanto la procesin parte hacia la siguiente estacin, uno

    de los sacerdotes de la presidencia, desde el presbiterio de la nave

    central, recita esta oracin deprecativa:

    Dios justo y bueno, lbranos de aquellos enemigos que fueron

    expulsados de los cielos. Custdianos de aquellos agresores que

    lanzan flechas invisibles sobre las almas. T eres nuestra

    fortaleza. Con tu favor, veremos la derrota del Enemigo.

    Por Jesucristo Nuestro Seor.

    Amn.

    Acabada la oracin, se contina la recitacin de la letana de

    los santos donde se haya quedado antes: -De todo mal, lbranos, Seor

    -De todo pecado,

    -De tu ira,

    -De la muerte sbita e imprevista,

    -De las asechanzas del demonio,

    -De la clera, del odio y de toda mala

    intencin,

    -Del espritu de fornicacin,

    -Del rayo y de la tempestad,

    -Del azote de los terremotos,

    -De la peste, del hambre y de la guerra,

    -De la muerte eterna,

    -Por el misterio de tu santa

    encarnacin, mustrate propicio

    -Por tu venida,

    -Por tu natividad,

    -Por tu bautismo y santo ayuno,

    -Por tu cruz y tu pasin,

    -Por tu muerte y sepultura,

    -Por tu santa resurreccin,

    -Por tu admirable ascensin,

    -Por la venida del Espritu Santo,

    nuestro Consolador,

    -En el da del juicio

    En realidad, no se conjurar exactamente hacia el Este,

    porque ese punto cardinal simboliza el surgir de la luz. La luz del

    Sol de Justicia que es Cristo. Adems, muchas iglesias estn

    orientadas hacia el Este. De forma que si se hiciera en esa

  • 25

    direccin el exorcismo, miraramos directamente hacia el retablo

    u otro smbolo religioso; lo cual no sera lo ms adecuado. Por

    eso, no se exorcizar exactamente hacia el Este, sino hacia un

    punto ligeramente dirigido hacia el nordeste.

    Los tres celebrantes revestidos con capa pluvial se colocarn

    frente al punto cardinal, con los aclitos en torno. Las frmulas se

    recitarn mirando directamente hacia ese punto.

    El celebrante asperger hacia ese punto cardinal. Despus

    har la siguiente conjuracin:

    Exorcizo a todo espritu maligno que intenta atacar a la

    Iglesia. Exorcizo a todo poder satnico que ataca a la Iglesia. En

    el nombre y virtud de Nuestro Seor Jesucristo, te ordeno que

    salgas y huyas de la Iglesia de Dios, de las almas creadas a

    imagen de Dios y redimidas por la preciosa Sangre del Divino

    Cordero.

    En adelante no oses, perfidsima serpiente, engaar al

    gnero humano, perseguir a la Iglesia de Dios y zarandear a los

    elegidos. Te lo manda Dios Altsimo, a quien en tu insolente

    soberbia an pretendes asemejarte.

    Por Cristo Nuestro Seor.

    Amn.

    Despus, desde el punto Sur, la procesin se dirigir de

    nuevo hacia el comienzo del presbiterio. Es decir, hasta el punto

    que est frente al altar antes del presbiterio. La procesin se

    dirigir a ese punto, pero sin subir al presbiterio.

    Sin detenerse, desde all continuarn hasta el punto de

    invocacin de los Santos ngeles (estacin 6). Hasta llegar all se

    reza la letana de los santos ngeles.

  • 26

    Ritos en el eje del templo

    ....

    El eje est situado en el pasillo central, sea cual sea su

    orientacin con los puntos cardinales. Se marcarn tres puntos en

    ese pasillo que sern tres estaciones. Estos tres puntos sern la 6,

    7 y 8 estacin. Cada uno de esos puntos ser equidistante

    respecto al siguiente.

    En este eje central, la presidencia no recita ms que una sola

    oracin deprecativa. En los desplazamientos entre las estaciones

  • 27

    5 hasta la 9, se recitarn las letanas de la Virgen Mara, del

    mismo modo que antes se haca con las letanas de los santos,

    continuando donde se haba interrumpido.

    Santa Mara, ruega por nosotros

    ruega por nosotros.

    Santa Madre de Dios,

    Santa Virgen de las Vrgenes,

    Madre de Cristo,

    Madre de la Iglesia,

    Madre de la divina gracia,

    Madre pursima,

    Madre castsima,

    Madre siempre virgen,

    Madre inmaculada,

    Madre amable,

    Madre admirable,

    Madre del buen consejo,

    Madre del Creador,

    Madre del Salvador,

    Madre de misericordia,

    Virgen prudentsima,

    Virgen digna de veneracin,

    Virgen digna de alabanza,

    Virgen poderosa,

    Virgen clemente,

    Virgen fiel,

    Espejo de justicia,

    Trono de la sabidura,

    Causa de nuestra alegra,

    Vaso espiritual,

    Vaso digno de honor,

    Vaso de insigne devocin,

    Rosa mstica,

    Torre de David,

    Torre de marfil,

    Casa de oro,

    Arca de la Alianza,

    Puerta del cielo,

    Estrella de la maana,

    Salud de los enfermos,

    Refugio de los pecadores,

    Consoladora de los afligidos,

    Auxilio de los cristianos,

    Reina de los ngeles,

    Reina de los Patriarcas,

    Reina de los Profetas,

    Reina de los Apstoles,

    Reina de los Mrtires,

    Reina de los Confesores,

    Reina de las Vrgenes,

    Reina de todos los Santos,

    Reina concebida sin pecado original,

    Reina asunta a los Cielos,

    Reina del Santsimo Rosario,

    Reina de la familia,

    Reina de la paz.

    Cordero de Dios, que quitas el pecado

    del mundo,

    perdnanos, Seor.

    Cordero de Dios, que quitas el pecado

    del mundo,

    escchanos, Seor.

    Cordero de Dios, que quitas el pecado

    del mundo,

    ten misericordia de nosotros.

    Ruega por nosotros, Santa Madre de

    Dios.

    Para que seamos dignos de las promesas

    de Cristo.

    Se rezan las letanas de los santos desde la 1 estacin hasta la

    4. Desde la 4 hasta la 6 se rezan las letanas de los ngeles.

  • 28

    Desde la 6 hasta la 9 las letanas de la Virgen Mara. Desde la 9

    hasta la 10 los aleluyas con las antfonas.

    ste es el orden normal. Pero la presidencia determinar si

    hay que alargar una determinada letana o todas, porque el templo

    es muy grande. O si, por el contrario, hay que reducirlas todas

    porque es muy pequeo.

  • 29

    6.Invocacin de los Santos ngeles

    ....

    Se va recitando la letana de la Virgen Mara hasta llegar a

    la 6 estacin. No hay oracin deprecativa de la presidencia.

    Uno de los tres celebrantes revestidos con capa pluvial, al

    llegar a la estacin asperge ese punto y la zona alrededor con

    agua bendita.

    Despus invoca a San Miguel y los ngeles para que ayuden

    y protejan a la Iglesia, con la siguiente oracin que la recita con

    las manos juntas, no extendidas:

    San Miguel Arcngel, querubines de Dios, serafines de

    Dios, ngeles y arcngeles, proteged al Rebao de Cristo de los

    lobos infernales.

    (Pausa brevsima)

    Escucha, Seor, la oracin de San Miguel Arcngel y de

    todos los ngeles que te sirven. Dios de todo bien, impide la

    accin diablica;

    T que eres la fuente de la verdad y del perdn,

    destruye las falaces insidias del diablo;

    Por Cristo Nuestro Seor.

    Amn.

    En este lugar no hay conjuracin, slo invocacin de los

    ngeles. Durante las invocaciones a los ngeles y a la Virgen

    Mara (estacin 6 y 8), los celebrantes mirarn en direccin hacia

    la puerta. La razn es que sa es la direccin de la procesin.

  • 30

    7. Conjuracin hacia la Puerta del Abismo

    ....

    En el desplazamiento hasta la 7 estacin, el obispo recitar

    la segunda solemne oracin de las tres que pronuncia en esta

    ceremonia. La gran oracin deprecativa reza as:

    Seor de la libertad y de la gracia, desata los lazos de la

    perversidad. T que amas y salvas al hombre, que escuchas

    paternalmente la oracin de los apstoles Pedro y Pablo

    y de todos los santos que con tu gracia vencieron las

    asechanzas del Maligno, protege a tu Santa Iglesia de todo ataque

    demoniaco, para que te glorifique con sus alabanzas.

    Libra al Rebao de Cristo de los lobos infernales. Pon una

    muralla alrededor de tu Iglesia universal. Pon a tus ngeles

    alrededor de este templo.

    Aleja a los tentadores de esta ciudad. Pon en fuga de esta

    dicesis a los invisibles sembradores de la iniquidad, para que as

    reine la paz.

    Cierra las puertas del Abismo, cierra las compuertas del

    Infierno, cierra la salida del Averno.

    Que tu mano todopoderosa impida que salgan los poderes

    infernales, para que as t seas glorificado con la concordia de tus

    hijos, con la alabanza de los renacidos del agua y del Espritu.

    Por Cristo Nuestro Seor.

    Amn

    Al llegar a la 7 estacin, un sacerdote revestido con capa

    pluvial asperge el punto marcado y la zona alrededor.

  • 31

    Despus, los tres sacerdotes con sotana y roquete, situados

    frente al punto que marca la estacin, recitan a coro el siguiente

    exorcismo:

    Te exorcizamos, Serpiente Antigua, aljate del Rebao de

    Cristo. Te lo manda la majestad de Cristo, el Verbo eterno de

    Dios hecho hombre, quien para salvar a la estirpe perdida por tu

    envidia, el cual edific su Iglesia sobre roca firme. Amn.

    ..

    Rito de la percussio

    Si en la dicesis existiese un martillo ceremonial, como los

    que se usan en las baslicas romanas para abrir las puertas santas

    en los aos jubilares, se usar para el rito de la percussio. Pero si

    no se dispone de un martillo ceremonial, este rito se suprimir.

    En el suelo, en el lugar marcado para la estacin, se colocar

    una placa metlica gruesa, sin ninguna inscripcin, ni distintivo

    alguno.

    Un aclito colocar un cojn en el suelo y un celebrante

    revestido con capa pluvial se arrodillar revestido con la capa, que

    no se quitar para este rito. En esa posicin y con las manos

    juntas el celebrante dir:

    Seor, Rey del Cielo y de la Tierra, golpea los poderes del

    infierno.

    Tras eso, se le entregar el martillo ceremonial y arrodillado

    se inclinar para golpear tres veces, fuertemente, con el martillo

    ceremonial sobre la plancha metlica. Despus, el aclito

    recoger del suelo el martillo y el celebrante volver a la posicin

    de rodillas para leer del ritual. As, arrodillado y con las manos

    juntas, el celebrante dir:

  • 32

    Dios Todopoderoso, por la intercesin de Mara Santsima e

    Inmaculada, golpea y aplasta a las potestades y principados

    rebeldes.

    El aclito le entregar el martillo por ltima vez, y el

    celebrante arrodillado se inclinar y golpear otras tres veces

    sobre la plancha. Despus, el aclito recoger el martillo del

    suelo. El celebrante volver a la posicin de rodillas para leer del

    ritual:

    Creador de todas las cosas celestes y terrestres, golpea,

    aplasta y quebranta a todas las jerarquas del Abismo. Venid,

    santos ngeles de Dios, ayudadnos en esta tarea.

    Acabado este rito, el celebrante se pondr en pie y se

    proseguir con el ritual.

    ..

    Despus, un sacerdote revestido con capa pluvial har el

    siguiente exorcismo:

    Te exorcizo, Serpiente Antigua, aljate de la Santa Iglesia de

    Dios. Te lo manda el santo signo de la Cruz + y la virtud de todos

    los Misterios de la fe cristiana.

    Te lo manda la excelsa Madre de Dios, la Virgen Mara,

    quien con su humildad desde el primer instante de su Inmaculada

    Concepcin aplast tu orgullosa cabeza. Seor, cierra la Puerta

    del Abismo. Que no salgan de ella hacia la tierra las potestades

    infernales. Por Cristo Nuestro Seor. Amn.

    El celebrante har el exorcismo mirando hacia el suelo de

    vez en cuando, como si se estuviera dirigiendo a la entrada del

    infierno.

    Este rito es extremadamente visual. Es como si el sacerdote

    se dirigiera hacia esa puerta del abismo para cerrarla con la

  • 33

    oracin. Oracin que se realiza dentro del templo, porque es como

    si la entera Iglesia universal con su inmenso peso fuera la losa que

    (con sus sacrificios y oraciones) cierra esa puerta del mal. Como

    si la inmensa Iglesia fuera la piedra que evita que esas Puertas del

    Abismo se abran.

    Con estos exorcismos se ordena a los demonios que no salgan

    del infierno para atormentarnos. Esta frmula tiene en mente el

    texto del Apocalipsis en el que se dice:

    Toc el quinto ngel. Entonces vi una estrella que haba cado del cielo a

    la tierra. Se le dio la llave del pozo del Abismo. Abri el pozo del Abismo y

    subi del pozo una humareda como la de un horno grande, y el sol y el aire se

    oscurecieron con la humareda del pozo. De la humareda salieron langostas sobre

    la tierra, y se les dio un poder como el que tienen los escorpiones de la tierra.

    Apocalipsis 9, 1-3.

  • 34

    8.Invocacin a la Santsima Virgen Mara

    ....

    Se va recitando la letana de la Virgen Mara hasta llegar a

    la 8 estacin. No hay oracin deprecativa de la presidencia.

    Uno de los tres celebrantes revestidos con capa pluvial, al

    llegar a la estacin asperge ese punto y la zona alrededor con

    agua bendita.

    Despus, el celebrante invoca a la Santsima Virgen Mara

    para que ayude con su intercesin a la Iglesia. La oracin la hace

    con las manos juntas, no extendidas.

    Virgen Santsima, terror de los demonios, no nos

    desampares. Ruega a Dios por nosotros. Protgenos como madre

    nuestra que eres. Nuestros enemigos son grandes, pero t, Madre

    de Dios, eres ms grande todava.

    (Pausa brevsima)

    Escucha, Dios misericordioso, la oracin de la

    bienaventurada Virgen Mara, cuyo Hijo encomend a la Madre

    todos los hombres como hijos.

    Que resplandezca en tu Iglesia, todava ms, la luz de la

    verdad, que aletee en ella el Espritu de la paz.

    Por Cristo Nuestro Seor.

    Amn.

  • 35

    9.Conjuracin hacia la Puerta del Iglesia

    ....

    La puerta como smbolo de apertura para que las almas

    entren. Pero la puerta tambin smbolo de lo que se cierra para

    que no entren los que no deben entrar.

    El celebrante asperge con agua bendita el umbral de la

    puerta. Despus cierra con llave esa puerta. La puerta estaba

    cerrada desde el principio, pero le da otra vuelta de llave. Todos

    los ritos se hacen por la parte de dentro, no por fuera del Templo.

    Los tres sacerdotes con capa pluvial estn situados justo

    frente a la puerta. Y los tres sacerdotes con sotana y roquete, se

    emplazan a un lado de la puerta. All este grupo revestidos con

    roquete recitan a coro el siguiente exorcismo:

    Te exorcizamos, Serpiente Antigua, aljate de la Santa Iglesia

    de Dios. Te lo manda la majestad de Cristo, el Verbo eterno de

    Dios hecho hombre, quien para salvar a la estirpe perdida por tu

    envidia, el cual edific su Iglesia sobre roca firme. Amn.

    Despus, un sacerdote revestido con capa pluvial har el

    siguiente exorcismo:

    Te exorcizo, Serpiente Antigua, aljate de este templo, aljate

    de esta ciudad, aljate de esta dicesis, aljate de la Santa Iglesia

    de Dios. Te lo manda Dios Padre +, te lo manda Dios Hijo +, te

    lo manda Dios Espritu Santo +. Por Cristo Nuestro Seor. Amn.

    El celebrante, con tiza marcar la siguiente inscripcin:

  • 36

    IHS ECCLESIAE MA

    NSIONEM PROTEGAT

    C+M+E+DANNO D 2014

    La primera lnea significa que Jess proteja la morada de la

    Iglesia. La M con una cruz encima simboliza a Mara. La segunda

    inscripcin significa Christum et Maria Ecclesiam Defendant, es

    decir, que Cristo y Mara defiendan a la Iglesia. Debajo se pondr

    el ao en el que se hizo la inscripcin. La primera lnea se corta

    como se muestra arriba, para que en un extremo de la primera

    lnea est Jess y Mara

    Las inscripciones podrn quedar ao tras ao, aunque

    finalmente la puerta entera quedara cubierta con estas

    inscripciones.

    Si la puerta, por el color, material o relieve, no permitiera

    escribir con tiza sobre ella, se imprimir sobre papel y este papel

    recortado se pegar sobre la puerta en recuerdo del rito y para que

    de este modo los fieles se hagan conscientes de pedir a Dios que

    nos proteja del Maligno.

    Despus de la inscripcin, se ungirn con el Sagrado Crisma

    dos cruces, una en cada puerta. Estos ritos se pueden realizar slo

    en el portn principal de la iglesia, aunque haya ms puertas. Si

    bien, como habr abundancia de sacerdotes, simultneamente al

    rito en la puerta principal, los tres sacerdotes revestidos con

    sotana y roquete podrn dirigirse a otra puerta del templo o a

    varias otras (incluso las pequeas), y hacer all la misma

    inscripcin y uncin.

  • 37

    Acabado este rito, se regresa por el pasillo central hacia el

    altar, cantando el aleluya. Cada tres aleluyas en tono gregoriano,

    se canta sta u otra antfona

    Te doy gracias, Seor, de todo corazn; cuando te invoqu

    me escuchaste (Sal 137,1).

    Acabado el canto de la antfona, de nuevo se contina con

    los aleluyas.

    Cmo pagar al Seor todo el bien que me ha hecho?

    Alzar la copa de la salvacin invocando su nombre (Sal

    115, 12-13).

    Tras otros tres aleluyas, la tercera y ltima antfona:

    Dad gracias al Seor porque es bueno, porque es eterna su

    misericordia (Sal 117, 1).

    La procesin ya no se detiene en ningn momento en el eje

    central, sino que contina hacia el altar. Si el trayecto hasta el

    presbiterio no diera para cantar las tres antfonas, se cantaran slo

    dos.

    All delante del altar, acaban todos los movimientos

    procesionales que se han hecho en el templo.

  • 38

    Si unimos en un solo dibujo las distintas estaciones de esta

    ceremonia, la unin de estaciones perimetrales y las del eje de la

    iglesia formaran este esquema.

    Es decir, se trata de una procesin que realiza una

    circunvalacin y recorre un eje. La ceremonia parte del altar y

    regresa al altar.

  • 39

    10. Oracin final

    ....

    Los celebrantes llegan hasta el altar. El celebrante principal

    lo inciensa rodendolo. Despus delante del altar (dando la

    espalda a los congregados), recita la siguiente oracin con los

    brazos extendidos.

    Seor, Dios nuestro, que libras de las ataduras del pecado

    a tus hijos y los defiendes contra el Maligno y sus secuaces, haz

    que constantemente crezca nuestra esperanza de conseguir el

    premio de tu gloria. Por Jesucristo nuestro Seor.

    Se coloca delante del altar y no detrs, porque en esta

    ceremonia las direcciones tienen mucha importancia. Y este rito

    no es una celebracin eucarstica en el que, como en un banquete,

    el celebrante mira de frente a los comensales.

    Tras la bendicin final y el podis ir en paz, la procesin se

    dirige directamente a la sacrista. El rito ya ha acabado.

  • 40

    Algunas consideraciones finales

    Me plante una variante al rito de la percussio, y era que se

    realizase con el bculo del obispo. Ese rito desechado hubiera

    sido as:

    El obispo que preside la ceremonia desde su sede, entregar su bculo a un

    aclito que lo tomar con un pao y lo portar a esta estacin. En ese caso, el

    celebrante leer las oraciones de pie, y cada vez que tenga que golpear la

    plancha, tomar el bculo con las dos manos y golpear verticalmente sobre ella.

    Lo entregar al aclito y leer con las manos juntas las otras dos oraciones, y

    otras dos veces golpear con el bculo.

    Por qu lo desech? Pues por dos razones. La primera es

    que el poder exorcstico no es una delegacin episcopal. Ese

    poder lo tiene el sujeto por el sacramento del orden o por su

    santidad, pero nunca es delegable. Segn el Cdigo de Derecho

    Cannico, lo que otorga el obispo al presbtero exorcista es

    permiso para exorcizar, pero no la potestad.

    De manera, que la entrega del bculo hubiera sugerido algo

    que no se corresponda a la realidad. La segunda razn por la que

    desech esta idea, era porque el bculo del obispo nunca es usado,

    de ninguna manera, por uno de sus presbteros. Ambas razones

    fueron suficientes para no dar esta posibilidad en este rito.

    Pens en salvar esta variante del bculo, apelando a que

    podra simbolizar la potestad de exorcizar que le fue entregada en

    la ordenacin presbiteral. Pero el bculo es un smbolo del poder

    y autoridad episcopal y slo episcopal. No hubiera sido un

    smbolo adecuado. Y menos cuando el bculo vena del obispo y

    retornaba a l. A eso se aada otro detalle, los bculos son

    instrumentos ceremoniales, pero no se prestan demasiado para

    golpear.

  • 41

    Siempre habr alguien que puede acusar a todo este ritual de

    ser algo que recuerda lo mgico o lo esotrico. Pero

    indudablemente vendr de alguien que desconoce la tradicin

    litrgica de la Iglesia en siglos pasados. Basta conocer la

    complejidad de los ritos que existan, por poner slo un ejemplo,

    en el Ceremonial de Obispos para consagrar una iglesia hasta la

    poca del Concilio Vaticano II, y uno se dar cuenta de que los

    ceremoniales pueden lcitamente ser complejos. En un momento

    dado de ese ceremonial para consagrar iglesias, se marcaban todas

    las letras del alfabeto latino y del alfabeto griego sobre una cruz

    trazada con ceniza sobre el suelo. El obispo haca eso con su

    bculo. Y, adems, la cruz tena que tener la forma de cruz de San

    Andrs.

    se slo era uno de los muchos pasos que tena aquel

    interesantsimo ritual. Uno de los antiguos varios ceremoniales

    que se podran mencionar, tales como la coronacin de reyes (con

    la uncin de su pecho y la entrega de los smbolos reales), la

    compleja consagracin de altares (en la que se quemaban cinco

    montoncitos de incienso sobre el ara), la bendicin en el Ritual

    Romano del agua gregoriana (compuesta de agua, aceite, sal y

    ceniza). En Inglaterra, lleg a existir un ritual para la excomunin.

    Y en el Ceremonial de Obispos, incluso hubo uno para la

    degradacin del estado clerical. Rituales que existan o existen en

    los libros litrgicos y que constituyen un tesoro para la Iglesia.

    La idea de que las ceremonias litrgicas no pueden ser de

    otra manera que rituales simples, es una idea equivocada. Los

    rituales de la Iglesia, versen sobre lo que versen, constituyen un

    modo de alabar a Dios.

    Acabo este escrito recordando una vez ms que slo la Santa

    Sede y los obispos tienen potestad para aprobar nuevos rituales y

    liturgias. Pero ante la disyuntiva de presentar en esta breve obra

  • 42

    una larga serie de sugerencias o presentar un ritual ya acabado, he

    preferido la segunda opcin: ofrecer una visin ms completa de

    cmo podra ser este ceremonial. Pero hay que recordar tambin a

    los lectores que no son los sacerdotes los que pueden realizar un

    ritual como ste por propia iniciativa. Es al obispo al que compete

    tomar la decisin de si realiza algo como lo descrito o no. Los

    rituales, las ceremonias, la liturgia tienen que practicarse de un

    modo ordenado, es decir, bajo la atenta mirada del obispo que

    debe erigirse en defensor del orden litrgico. Al obispo se le

    puede proponer cualquier cosa, pero al final hay que someterse

    gozosamente a su autoridad.

    Al leer este escrito, puede pensarse que soy una persona

    amante de los cambios y las novedades. La verdad es que es todo

    lo contrario. En el campo litrgico, debe primar la tradicin, se

    deben evitar las innovaciones. Ahora bien, a pesar de tener este

    criterio, creo que en la Iglesia sera muy positivo que existiera una

    ceremonia como la descrita. Las oraciones privadas de cada

    sacerdote no sern lo mismo que una liturgia magnificente como

    la que he expuesto. El lenguaje litrgico siempre va mucho ms

    all de la oracin personal. El poder de las grandes ceremonias es

    tal que muchas veces hasta los agnsticos se ven atrados por

    ellas. Estoy convencido de que una ceremonia como la expuesta,

    adems de ser toda una leccin para los fieles, sera muy poderosa

    contra los poderes de las tinieblas.

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    www.fortea.ws

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    Jos Antonio Fortea Cucurull, nacido en Barbastro,

    Espaa, en 1968, es sacerdote y telogo especializado en

    demonologa.

    Curs sus estudios de Teologa para el sacerdocio en la

    Universidad de Navarra. Se licenci en la especialidad de

    Historia de la Iglesia en la Facultad de Teologa de

    Comillas.

    Pertenece al presbiterio de la dicesis de Alcal de

    Henares (Madrid). En 1998 defendi su tesis de

    licenciatura El exorcismo en la poca actual, dirigida por

    el secretario de la Comisin para la Doctrina de la Fe de

    la Conferencia Episcopal Espaola.

    Ha escrito distintos ttulos sobre el tema del demonio, la

    posesin y el exorcismo. Su obra abarca otros campos de

    la Teologa, as como la Historia y la literatura. Sus

    ttulos han sido publicados en siete lenguas.

    www.fortea.ws