REVISTA DEL COLEGIO DE ARQUITECTOS DE SANTA CRUZ JUNIO 2011 | NÚMERO 1

TEMPLO MARíA AUXILIADORA TRANSPORTE PÚBLICOME PREGUNTO: EMILIO AMBASZ

una analogía con la película basada en el libro de Sebastian Junger.

Y en medio de esa tormenta se encuen-tra el servicio de transporte público, al que algunos catalogan como uno de los problemas principales de la urbe. Parte de esa percepción se hizo evidente en marzo de este año, cuando un paro de transporte público traumatizó a la ciudad y a sus habitantes durante más de una semana.

El Colegio de Arquitectos de Santa Cruz

Sierra, aquella ciudad que hace 60 años era un pueblo de 57.000 habitantes y que hoy está al borde de los 2 millones.

Este crecimiento demográfico inusual, sumado al incremento desmesurado del parque automotor y a la poca cultura ciudadana, ha dado como resultado que la ciudad se sumerja en un caos que cada vez se hace más evidente.

“Da la impresión de que se han juntado los factores de la tormenta perfecta”, dice el arquitecto Álvaro Mier al hacer

Lo que no es muy evidente es quién pertenece a qué grupo. Por un lado, se encuentran los vecinos y los trans-portistas que exigen que se habiliten una nueva línea de trufis para el barrio Tierra Nuevas El Carmen. Sin embargo, entre la muchedumbre agitada también hay comerciantes que piden se les de la potestad de asignar los locales en los mercados que el municipio acaba de construir.

La escena es una más de las tantas que se dan a diario en Santa Cruz de la

TRANSPORTEPUBL TRANSPORTEPUBLEl gran nudo que hay que desenredar

TRANSPORTE PÚBLICO

Son casi las 11:00 de la mañana y alrededor de 80 personas han sitiado las afueras del edificio del Plan Regulador con pancartas, petardos y gritos… Está claro que se encuentran allí para reclamar por algo. También es obvio que no les interesa mucho dialogar, sino que se cumplan sus demandas.

Fotografías y Texto: Miguel ángel Souza

14 EL JONE

TRANSPORTEPUBL TRANSPORTEPUBL

EL JONE 15

EL JONE16

edición: Edmundo Farah, Oficial Mayor de Planificación del Gobierno Municipal Autónomo de Santa Cruz de la Sierra; Fernando Prado, investigador y director del Cedure, y Álvaro Mier.

Los tres coinciden: el problema que tenemos en frente es grande y, por tanto, las soluciones deben ser ambicio-sas. También convergen en el punto de que el transporte público actual caducó y que es uno de los grandes problemas que debe ser solucionado para mejorar la situación de la movilidad urbana de la ciudad. Sólo basta con decir que en la ciudad hay alrededor de 7.000 micros que forman parte de unas 120 líneas de buses.

“El transporte público nació como un servicio informal y así ha quedado desde hace 50 años. Es un servicio de trans-

emitió un pronunciamiento (ver cuadro anexo). Uno de sus puntos planteó “considerar el problema del transporte público (uno de muchos que afectan a la ciudad) desde una perspectiva más amplia y no apenas desde el conflicto de tarifas. Es decir, como un tema de Movili-dad Urbana Sostenible, entendida como el derecho que tiene el vecino a despla-zarse dentro de la ciudad a través de distintos modos de transporte (caminar, bicicleta, transporte público) que hagan compatibles el crecimiento económico, la cohesión social y la defensa del medio ambiente, garantizando así una mejor calidad de vida para todos”.

Es evidente que el tema de transporte público deber ser abordado desde un punto de vista mucho más amplio. Algo en el que coinciden los tres arqui-tectos que consultamos para esta

REPORTAJE

“EL CAMBIO EN EL SISTEMA DE

TRANSPORTE PÚBLICO TIENE QUE

DARSE SÍ O SÍ.”ÁLVARO MIER

“LA ALCALDÍA CRUCEÑA ES DÉBIL

POLÍTICAMENTE Y CADA VEZ SE

DEBILITA MáS.”FERNANDO PRADO

“NO PODEMOS HABLAR DE NINGÚN

PLAN SI ANTES NO ACOMODAMOS LA

CIUDAD.”EDMUNDO FARAH

porte que ya ha llegado a su fin, con un sistema que no es empresarial, no es cooperativo, sino que se basa en las famosas líneas que tienen dueños y esas líneas hacen recorrido absurdos, caros para ellos y de pérdida de tiempo para el vecino”, asegura con contundencia Fernando Prado.

Para Álvaro Mier, la figura es similar. “Tenemos un servicio de transporte público con unidades que tienen capaci-dad apenas para 30 o 35 pasajeros. Es totalmente deficiente e ineficiente, cuando en otras ciudades se cuenta con unidades que tienen capacidad para 80 personas y están buscando unidades que lleguen a transportar hasta 200 personas”, dice Mier, quien, sin embargo, recalca que el tema del transporte público es apenas uno de los tantos problemas que se deben resolver para

EL JONE 17

Definir como prioridad repensar la ciudad desde una perspectiva glo-bal e integral, con la capacidad de aprehender la realidad que Santa Cruz de la Sierra vive hoy y, también, de prever la que le tocará enfrentar en las próximas décadas.

En base a ese propósito, considerar el problema del transporte público – uno de muchos que afectan a la ciudad – desde una perspectiva más amplia y no apenas desde el conflicto de tarifas. Es decir, como un tema de Movilidad Urbana Sostenible, enten-dida como el derecho que tiene el vecino a desplazarse dentro de la ciudad a través de distintos modos de transporte (caminar, bicicleta, transporte público) que hagan com-patibles el crecimiento económico, la cohesión social y la defensa del medio ambiente, garantizando así una mejor calidad de vida para todos.

La apuesta por un enfoque con énfasis en la Movilidad Urbana Sos-tenible demanda un cambio de mentalidad tanto en las estructuras administrativas públicas, como en los sectores de la sociedad civil. Ese cambio pasa por trastocar parámet-ros y valores hoy decisivos en el comportamiento de los vecinos de la ciudad, como dar prioridad al trans-porte privado antes que al público, lo que alienta inversiones pensadas más en los motorizados, que en las personas. Todo ello redunda en la pérdida de espacios públicos y áreas verdes, mayor caos vehicular, más contaminación… nada favorable para una ciudad amable.

Entender que la gran prioridad es la de hacer una gestión racional del espacio, para ofrecer la mejor movili-

dad posible a los peatones, al trans-porte público y al vehículo privado, por estricto orden de prevalencia. Hoy, esa convivencia es cada vez más compleja, porque no se han distri-buido los espacios en función de las necesidades y de la realidad que vive cada vecino, cada barrio o cada zona. En otras palabras: se ignora que el concepto clave para asignar el mejor uso del espacio público (la calle entre otros) es la jerarquización del mismo.

Superar esa falta de jerarquización en el uso de las vías y espacios públi-cos, que ha quedado hoy más eviden-te que nunca a raíz de la crisis del transporte público. Más del 65% de los vecinos de Santa Cruz de la Sierra depende del transporte público para movilizarse, pese a ello, este servicio no es considerado de alta prioridad en las políticas y acciones de los tres niveles de gobierno; y tampoco en las inversiones o sistemas aplicados por los propietarios de buses y micros que copan el servicio el servicio en toda el área metropolitana de Santa Cruz.

Asumir, entonces, que el tema del transporte público no se limita al dilema de las tarifas, ni debe reducirse a un problema político partidario o sectorial-sindical. Debe ser encarado desde la perspectiva global integral que sugerimos en este pronun-ciamiento. Para ello, urge potenciar una planificación estratégica a ser definida en base al modelo de ciudad que todos queremos, en el que se contemple como prioridad el ejerci-cio de una gobernabilidad rigurosa en el cumplimiento de la normativa, en el combate a la indisciplina vial y en la apuesta por la formación y concien-ciación ciudadana.

Ser conscientes que las soluciones no dependen sólo de una de las partes que son vitales en la construcción de la ciudad: o del Gobierno Municipal, o del sector privado, o de la sociedad civil. Las soluciones acertadas y de fondo solo son posibles si esos tres sectores son capaces de trabajar en conjunto. Para esto, es necesa-rio garantizar la participación social, escuchar y atender la opinión de los vecinos y de las entidades referentes en los problemas que afectan a la ciudad.

Creer que el cambio es posible. Con-vencernos primero nosotros mis-mos de la necesidad y la factibilidad del cambio, para luego convencer a nuestros vecinos. Lo único que nece-sitamos para lograrlo es voluntad: voluntad política en el caso de nuestras autoridades públicas y pri-vadas, y voluntad personal en el caso de cada vecino y vecina de la ciudad.

Apostar por una ciudad amable para todos, que demuestre en todos sus detalles un inmenso respeto por la dignidad de cada uno de sus vecinos. Esta apuesta implica un tácito reco-nocimiento y respeto por el bien común, como de alta prioridad, por encima de los intereses personales o sectoriales.

Finalmente, comprender que Santa Cruz de la Sierra debe ser pensada, diseñada y construida con un enfoque metropolitano. Ya no es posible pensar sólo en el area que cubre su jurisdic-ción municipal. La intensa interacción social y económica que hay entre la capital cruceña y los municipios que la rodean (Warnes, La Guardia, Cotoca, Porongo) obligan a esa mirada más amplia y profunda.

El Colegio de Arquitectos de Santa Cruz tiene una postura clara sobre el tema del tráfico y el transporte en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, y esa posición

plasmada en un pronunciamiento público. La postura del CASCZ se define así: RECONSTRUIR CIUDAD, UNA TAREA DE TODOS

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

EL JONE18

cruceño. Desde su punto de vista, se está pensando en la construcción de grandes estaciones y en la compra de grandes buses, sin comenzar por la base. “Nuestro servicio de transporte público lo primero que necesita es una concesión del Gobierno Municipal. En ella tienen que estar estipuladas las condi-ciones con las que se debe prestar el servicio, porque es un servicio público”.

Prado no comparte la idea de implemen-tar el BRT en Santa Cruz de la Sierra, el cual basa su desplazamiento en tres grandes ejes troncales o avenidas que cruzarían la ciudad de un extremo a otro. “Ese sistema es copiado de Curitiba o de Bogotá, que son ciudades que tienen otro plan, otra geografía, nada que ver con Santa Cruz de la Sierra. La nuestra es una ciudad que está estructurada como si fuera una red: cada kilómetro

tiene un eje, una radial o un anillo. Lo lógico es que el transporte público se distribuya en esa red que ya está hecha. Los técnicos extranjeros que vinieron decían que teníamos la suerte de contar con una ciudad en la que ya físicamente está desarrolla la red para el desplaza-miento del transporte público.

Desde la perspectiva del director del Cedure, lo que pretende el Gobierno Municipal cruceño no tiene nada que ver con la ciudad. En su opinión, lo lógico es distribuir el transporte público por las radiales y anillos que ya existen en la ciudad. “No es necesario hacer inver-siones millonarias en comprar grandes buses y construir grandes estaciones”, afirma Prado.

Según él, se debería comenzar estable-ciendo una concesión, de tal manera que el transporte público esté en manos de una empresa privada o cooperativa, pero bajo la supervisión del Gobierno Municipal de la ciudad. El problema radica, según explica, en que cualquier

alto estándar que combina el diseño de estaciones, vehículos, tecnología y plani-ficación orientada a los pasajeros”. Su fuerte es la utilización de buses grandes que circulan en vías segregadas y rápida transferencia de pasajeros.

“Es más eficiente y más barato para el ciudadano. Usted sube a un bus en su barrio, llega a un punto y se traslada a otro sin tener que volver a pagar, hasta que llega a su destino”, aclara Farah.

En la propuesta de Farah se contemplan grandes terminales en los barrios. Los pasajeros llegarían hasta ahí en unidades de buses pequeñas. En la terminal se embarcarían en buses más grandes que luego trasladarían al usuario hasta los diferentes puntos, realizando trasbor-dos en diversas estaciones.

Según Farah, estos buses se desplazarían por vías preferenciales. Por ejemplo, se contempla tres grandes corredores que articulen los anillos. Esto ayudaría a que el desplazamiento sea más rápido; pero además se descongestionarían las calles y avenidas para el transporte de vehícu-los particulares.

Lo cierto es que sobre el papel, la propu-esta parece atractiva. La gran pregunta es: ¿aceptarán los actuales ‘dueños del transporte público’ dejar sus viejos micros y sus líneas monopolizadas para implementar uno nuevo bajo la tutela del gobierno municipal cruceño?

Farah dice que sí. Afirma una y otra vez que existe la convicción política del alcalde Percy Fernández de implementar este proyecto en su actual gestión. “A mí me queda esperar. Si lo empezamos al año, en tres años más lo ejecutamos por completo”, asegura.

Fernando Prado es escéptico con relación a la propuesta del municipio

mejorar la movilidad urbana de Santa Cruz de la Sierra.

Farah también hace su balance negativo con relación a la forma en la que nos transportamos los cruceños actual-mente en el ámbito público. “El actual sistema no debe continuar. Los micros tienen más de 15 años, las unidades que-daron chicas para la ciudad y, además, la forma de trabajo es ineficiente”, explica.

Sin embargo, los tres arquitectos con-sultados tienen diferentes aproxima-ciones cuando se habla de cómo buscar una solución al transporte público al que todos quieren ponerle el epitafio.

Farah es un convencido de que para arreglar los problemas de Santa Cruz de la Sierra primero hay que edificar obras. Desde su punto de vista hay tres

elementos claves para comenzar. Dos de ellos contemplan darle a la ciudad la infraestructura vial que desconges-tione el tránsito vehicular y dotar a cada distrito de la infraestructura necesaria para que los ciudadanos no recorran largas distancias en busca de servicios (salud, educación, aprovisionamiento, etc) . “No podemos hablar de ningún plan si antes no acomodamos la ciudad”, dice el funcionario público.

Finalmente, el último paso para Farah es un cambio radical del sistema de trans-porte público. Es por eso que la propuesta municipal, denominada Vía Camba, gira en torno al sistema BRT (Bus Rapid Transit, por sus siglas en inglés). Este sistema tiene cierta semejanza con las líneas de trenes subterráneos o metros; y algunos consideran que su implementación es más económica y menos caótica.

Al BRT se lo define como un sistema “orientado a tener un transporte masi-vo, de calidad, eficiente y a un bajo costo. Se trata de un sistema de buses de

REPORTAJE

EN LA CIUDAD HAY MáS DE 7.000 MICROS QUE FORMAN PARTE DE UNAS 12O LÍNEAS DE BUSES.

EL JONE 19

REPORTAJE

Si bien la infraestructura ayuda a solucionar el problema de movilidad urbana, la falta de cultura ciudadana agrava más la situación en Santa Cruz.

EL JONE20

REPORTAJE

el sistema de transporte”.

Al igual que Prado, Mier considera que lo más difícil será convencer a los actuales transportistas de que es necesa-rio cambiar de sistema. Para ello, el municipio deberá analizar cómo encarar la administración e implementación. Mier hace referencia a una “solución híbrida, a la boliviana”, en la que los buses podrían pertenecer a los transportistas, pero actuar bajo la supervisión del municipio, en una especie de concesión.

“Esa va a será la principal dificultad y se tiene que llegar a un acuerdo o negociación y demostrarle a la gente del transporte que a la larga pueden tener un mejor negocio. Ganar mucho más de lo que ganan ahora dando un mejor servicio. El cambio en el sistema de transporte público tiene que darse sí o sí y este tiene que estar acompañado de un nuevo enfoqe de la problemática, tenemos que comenzar a debatir la movilidad urbana sostenible”, enfatiza Mier.

municipio local, sino cualquier otra que se presente. “Todo el mundo quería hacer un cambio en el transporte, se hablaba de ponerle puertas, de colocar cobradores… de cosas puntuales y chicas que en realidad no tienen gran impacto. En cambio, el cambio de visión es acertado. Hay que ver cómo se desar-rolla y se implementa”.

Pero, ¿es viable implementar un siste-ma como el BRT en Santa Cruz? Mier considera que sí, que tiene que ser viable. “Estamos obligados a que sea viable. Esta o cualquier otra variación que tome en cuenta aspectos integrales en el tema de transporte público nos dará resultados. Es muy fácil deducir esto, ya que un bus que transporta 85 o 90 pasajeros lo hace en un espacio tan reducido que puede reemplazar a 30 o 40 vehículos que hay en las calles. No solamente reduce el espacio, sino que no hay necesidad de agrandar las aveni-das, hay menos contaminación visual, sonora y del aire. Los efectos son total-mente positivos al haber un cambio en

sistema que se quiera implementar en la actualidad va a estrellarse contra el poder de los transportistas. “Ellos no van a ceder, porque saben que tienen más poder que el Gobierno Municipal. Es increíble, pero es así. La Alcaldía cruceña es débil políticamente y cada vez se debilita más, porque no trabaja con la sociedad civil”, afirma el arqui-tecto Prado.

Su colega Álvaro Mier se coloca en un punto más intermedio con relación a la propuesta local. “Me alegro y celebro que el municipio cruceño ya tenga ese cambio de visión, de buscar una solución más amplia. Lo que hay que ver son los detalles para la implemen-tación. De seguro que no va a ser fácil, porque es un trabajo muy grande, por lo tanto no que esperar resultados en el corto plazo”, comenta Mier.

Lo más complicado, según este arqui-tecto, será resolver la parte económica, social y política al momento de querer poner no sólo la propuesta actual del

EL JONE 21

SIA