El Popular 333 Órgano de Prensa Oficial del Partido Comunista de Uruguay

download El Popular 333 Órgano de Prensa Oficial del Partido Comunista de Uruguay

of 20

description

El Popular 333 Órgano de Prensa Oficial del Partido Comunista de Uruguay

Transcript of El Popular 333 Órgano de Prensa Oficial del Partido Comunista de Uruguay

  • No 33320 de noviembre/20153a Epoca-Uruguay

    $40

    100 aos dela Ley de 8 horas

    Gobiernolanz elDilogoSocial

    Pgina 7

    Se aprobel Sistema

    deCuidados

    Pgina 10

    ListaUnitaria en

    FUECYSPgina 11

    Francia, elterrorismoy la pazPginas 12 y 13

    La ofensivade EEUUcontra

    VenezuelaPginas 14 y 15

    Hace un siglo Uruguay se colocaba a la vanguardia del mundo en lalegislacin social y haca ley el reclamo de los Mrtires de Chicago.

    Hubo que luchar 100 aos ms para que fueran incluidos lostrabajadores rurales y las trabajadores domsticas.

    Pginas 3, 8 y 9

  • Viernes 20 de Noviembre de 20152

    Ao VII Tercera poca Direct Direct Direct Direct Director Ror Ror Ror Ror Responsableesponsableesponsableesponsableesponsable: Gabriel Mazzarovich Consejo EditConsejo EditConsejo EditConsejo EditConsejo Editor or or or or Lylin Firpo, , , , , Juan LandacoEl PEl PEl PEl PEl Popular Ropular Ropular Ropular Ropular Redaccin y Aedaccin y Aedaccin y Aedaccin y Aedaccin y Administracin:dministracin:dministracin:dministracin:dministracin: Batov 2079 Tel. 29291191 Fax: 29247056 Correo electrnico:[email protected]. ImImImImImpresinpresinpresinpresinpresin: Microcosmos SA. Cuareim 2052. Tel.: 29247000 Telefax 29241220Permiso de MECPermiso de MECPermiso de MECPermiso de MECPermiso de MEC. Exp. 218308Admitida la reproduccin total o parcial de los artculos indicando la fuente. Las notas firmadas pueden no ser compartidas por la

    lnea editorial y son responsabilidad de sus autores. Semanario de circulacin nacional.

    A 120 das de instalado el primergobierno del FA en Ro Negro, encabe-zado por el compaero Oscar Terzaghi,y despus de haber informado a la po-blacin de la difcil situacin de la in-tendencia, se destacan ahora una se-rie de medidas de gobierno que paula-tinamente mejoran la situacin de losrionegrenses. Se caracterizan por sermedidas positivas, de carcter popu-lar, que tienen en cuenta todas las ciu-dades y poblaciones del departamen-to; en las que se destaca el dilogo einformacin permanente del estado desituacin de la intendencia. Han surgi-do varios problemas que sern abor-dados en su estudio por una auditoraexterna contratada por la propia inten-dencia, para conocer en detalle posi-bles irregularidades cometidas por elgobierno del Dr. Lafluf.La propia Junta Departamental a ins-tancias de la bancada del FA y el apoyode la Mesa Poltica del departamentoha resuelto la instalacin de una comi-sin investigadora, para indagar acer-ca de qu ocurri en el ao 2008 conel cobro de tributos en morosidad, sinsistema de refinanciacin de adeudos,es decir sin autorizacin de pagos encuota por la Junta Departamental comoest establecido legalmente. Esta posible irregularidad le ha costa-do millones de dlares a la Intenden-cia, y sus beneficiarios habran sidocorreligionarios del Partido Nacional. Lamencionada comisin investigadoraest integrada por ediles de las tresbancadas, y seguramente deber

    expedirse en un plazo determinado in-formando al cuerpo, que decidir endefinitiva sobre el asunto denunciado.El edil George Kennedy del FA propor-cion los elementos materiales quedesembocaron en la auditora por par-te del Ejecutivo y el nombramiento dela mencionada comisin administrado-ra. En cuatro meses de gobierno se hapuesto en marcha el ABC del programa, mejorando notablemente el alumbra-do pblico en todas las ciudades y po-blados del departamento, as comocumpliendo con el fideicomiso de obrase procede al asfaltado de la principalcalle 18 de Julio y la Rambla Costane-ra de Fray Bentos, as como el bacheoy tapado de pozos en todos los barriosde las principales ciudades y pueblos.Se respira un clima distinto, con nue-vos espectculos culturales en nuevas

    Intendencia de Ro Negro:Comisin Investigadora y Presupuesto

    Por Marcos Gerez

    zonas tursticas que sern de atraccinen la prxima temporada, como el re-ciente realizado en el ex FrigorificoAnglo Patrimonio historico , dondemiles de Fraybentinos presenciaron el

    El gobierno departamental del FA ten-dr que cargar con un endeudamien-to municipal de casi 20 millones de d-lares, herencia de gobiernos anterio-res y obligatoriamente, por decisin delTribunal de Cuentas , debe ser respon-sabilidad de su manejo la actual admi-nistracin, que tendr que crear losrecursos para pagar ese pasivo antesde finalizar su perodo de Gobierno .El programa del FA en Ro negro apun-ta al desarrollo productivo, en lo que

    se defini como In-tendencia de nue-vo tipo, que puedaengarzarse con elgobierno nacional para el desarrollodel departamento yla regin . Es dehacer notar tam-bin que este go-bierno de izquier-da debe procurarmejorar los sala-rios y sueldos dems de 1500 fun-cionarios munici-pales que en su in-

    mensa mayora ganan menos de15.000 pesos, pero destacando queya este gobierno lo mejor, cuando ensu inicio proporcion el total del IPCdel ao y estableci el salario mnimonacional a los ms deprimidos y elimi-n el salario mnimo municipal, mise-ria vergonzosa que pagaba la intenden-cia blanca del Dr. Lafluf. Otras medidas importantes a aplicaren el perodo de gobierno se estn es-tudiando, sobre todo en obras muni-cipales y futuros convenios con minis-terios, para llevar adelante de acuer-do al compromiso programtico con-trado ante el pueblo del departamen-to.

    espectculo Antel fest, en medio deuna nueva gran zona verde. El presupuesto departamental

    La Defensa NacionalLa Defensa NacionalLa Defensa NacionalLa Defensa NacionalLa Defensa Nacionalen una democracia avanzadaen una democracia avanzadaen una democracia avanzadaen una democracia avanzadaen una democracia avanzada

    CharlaViernes 2Viernes 2Viernes 2Viernes 2Viernes 27 H. 17 H. 17 H. 17 H. 17 H. 18.308.308.308.308.30

    Secc. Chaves Sosa PCULen Prez y Basilio Araujo

  • Viernes 20 de Noviembre de 2015 33Viernes 20 de Noviembre de 2015

    El 17 de noviembre de 1915 el Parlamento aprob la Ley5.350. Uruguay se transformaba as en el primer pas del mundoen sancionar una ley que recoga un reclamo obrero de dcadas.Hace un siglo se conjugaban la lucha obrera, tanto a nivelsindical como en sus nacientes expresiones polticas delanarquismo y el socialismo, y la sensibilidad poltica de unsector reformista de la burguesa nacional. En esta ley, y enotras muchas iniciativas, como la Ley de Salud laboral, lacreacin de liceos departamentales pblicos, la ley de divorcioy otras, se expresaba la potencialidad transformadora de esemomento y tambin sus limitaciones.

    Un poco de historia.Un poco de historia.Un poco de historia.Un poco de historia.Un poco de historia. El desarrollo del capitalismo se ciment,entre otras cosas, en la superexplotacin de los trabajadores.Las incipientes organizaciones obreras lucharon por limitaresa explotacin y por la conquista de derechos. Y en estalucha econmica, que como bien deca Lenin siempre espoltica, la limitacin de las extenuantes jornadas de trabajojunto con el salario, fueron las reivindicacionesfundamentales. A travs de ellas, en el mundo y tambin enUruguay, las y los trabajadores fueron madurando en suconciencia de clase. Pasaron del ludismo de la primeradcada del siglo XIX, donde el centro era contra las mquinasy la industrializacin, a la lucha contra el capital y la explotacin.La reduccin de la jornada laboral, la humanizacin del trabajo,resumida en la consigna histrica de 8 horas para el trabajo,8 horas para el descanso y 8 horas para el ocio creadorconcentr la lucha obrera en el mundo en la primera y segundamitad del siglo XIX. Por luchar por ella fueron asesinados losMrtires de Chicago en 1886. Esa consigna y la reivindicacinde los Mrtires de Chicago alumbran el 1 de mayo, comoprimera fecha de aspiracin y dimensin universal no religiosay la convocatoria de la Internacional a la primera accin obreramundial en 1890.En Uruguay las huelgas obreras cobraron fuerza en 1895 yms an al comenzar el siglo XX, se crea la FORU, deinspiracin anarquista pero agrupando a otras corrientes, haygrandes movilizaciones en 1905 y la huelga en el tranva,contras las transnacionales inglesas y sus socios criollos,que da lugar a la primera huelga general en el pas en 1911,marca un punto de inflexin.En Uruguay, en ese momento, confrontan dos grandescorrientes ideolgicas, como explic detalladamente elhistoriador Gerardo Caetano en el Instituto Cuesta Duarte delPIT-CNT el ao pasado, precisamente en los 99 aos de la leyde 8 horas. Por un lado el liberalismo conservador que sostenaque la libertad haba que sostenerla estrictamente en el planodel individuo y rechazaba cualquier intervencin del Estado.Por el otro, lo que Caetano califica como republicanismosolidarista, y que quizs sea ms exacto definir como nacionalreformismo, que planteaba que la libertad tambin era de loscolectivos, no solo de los individuos, que la poltica fundabaderechos y conceba al Estado como un instrumento desolidaridad, e introduca la cuestin social en el debatepblico y a travs de ella la tensin entre libertad e igualdad.Est ltima concepcin consigue expresarse en un sectorimportante del Partido Colorado, pero tambin en sectoresdel Partido Nacional y en el Partido Socialista que en esosaos logra representacin parlamentaria. En la sancin deesta ley, hace 100 aos, se expresaron estas dosconcepciones con extraordinaria fuerza y nitidez. La ley fuefruto del conflicto social y de la polmica poltica. Jos Batlle yOrdez, uno de los ms calificados exponentes de la segundacorriente que sealbamos, impuls una serie de iniciativaslegales y de polmicas que implicaron un enorme avance enderechos. Fue catalogado por los sectores conservadorescomo loco socialista y acusado de querer destruir elcapitalismo.Hubo varios proyectos de ley, uno de Herrera y Roxlo, otro deEmilio Frugoni, nico diputado socialista en 99, entre otros.Luego de 9 aos de intenso debate parlamentario y luchasocial y poltica se aprob en medio de ferocescuestionamientos de los representantes patronales de la poca

    100 aos de la Ley de 8 horasque calificaron al proyecto de ruinoso,peligroso y auguraron que iba a destruir a lasempresas y a la economa nacional. Ante eldebate histrico, nada menor, de si se trat deuna ley otorgada o exigida y conquistada, hayque decir que fue la expresin jurdica de unasntesis poltica e ideolgica de la sociedad, enla que confluyeron la lucha obrera, que ya habaconquistado las 8 horas en varios gremios y lasensibilidad y voluntad poltica de un sectoravanzado de la burguesa nacional.Hace 100 aos la correlacin de fuerzasconsolidada en la sociedad dio para eso, que noes nada poco, pero los sectores conservadoreslograron bloquear su aplicacin para el mbitorural. El impulso reformista del batllismo fuebloqueado por los sectores conservadores delpropio Partido Colorado y del Partido Nacional ypor el insuficiente peso y grado deindependencia, social y poltico, de lostrabajadores. En esa disputa histrica hubo unnuevo impulso reformista, con actores similares,pero diferentes, sobre todo por el peso mayor dela izquierda y de los trabajadores, en la dcadadel 40 y 50, conquistando la Ley de Consejos deSalarios, de Asignaciones Familiares y tambinla Ley Orgnica de la Universidad, por citar solotres conquistas centrales. Y luego vino lacontraofensiva conservadora la primera carta deIntencin con el FMI, el pachequismo, ladictadura fascista, el neoliberalismo. Y en mediode ello la unidad sindical, la CNT, la creacin delFrente Amplio, la resistencia y el avance enconquistas.

    Un siglo despus.Un siglo despus.Un siglo despus.Un siglo despus.Un siglo despus. Hubo que luchar casi unsiglo y tuvieron que pasar 13.091 leyes, para queen el ao 2008, la mayora parlamentariafrenteamplista consagrar en ley, la 18.441, las8 horas para los trabajadores rurales, y en elmismo sentido, pero un par de aos menos, paravotar la ley 18.065, que reglamenta el trabajodomstico, en 2006. Cien aos de lucha paravencer la resistencia conservadora, que en plenosiglo XXI, las acus de llevar el marxismo a lascasas de familia y al campo.Se consolid en la sociedad, por el proceso deacumulacin de fuerzas populares, una nuevacorrelacin de fuerzas, superior en trminoshistricos al batllismo, que permiti nuevosavances.

    Qu avances? Entre otros ms de 60 leyesobreras: la reinstalacin de los Consejos deSalarios; la de Negociacin Colectiva; la deLibertad Sindical; las de paternidad ymaternidad; la de nocturnidad; la de empleojuvenil; la del FONDES; la de ResponsabilidadPenal Empresarial. En todas ellas se escucharonlos mismos argumentos de hace un siglo desdelos sectores conservadores: se vena la ruina,se iba a caer la economa, se iban a fundir lasempresas, se iban a ir los inversores, seaumentara el desempleo y la pobreza. Como loensean el pasado y el presente, ocurri todolo contrario.Por qu es una sntesis superior? Obviamenteporque expresa una acumulacin histrica mayorpero fundamentalmente por el grado deindependencia construido por los trabajadores,en trminos sociales con su unidad sindical, ytambin polticos, con herramientas propias.A un siglo de una ley que marc un hitofundamental para la democracia y para la luchapopular la lectura principal es que se puede yse debe avanzar.En la segunda presidencia de Batlle y Ordezel pas enfrent una difcil situacin econmica,la respuesta del sector reformista fue radicalizarlas reformas. Julo Csar Grauert, uno de losrepresentantes ms avanzados de entonces,que quisieron expulsar varias veces del PartidoColorado, le puso al sector poltico que fund:Avanzar.A un siglo de esas transformaciones se tratade avanzar con mayor proyeccin y profundidad.Recuperando la nocin de proceso histrico yasumiendo que las transformaciones implicaneso, un proceso, y requieren continuar laacumulacin de fuerzas populares en todos losplanos. Asumiendo tambin, que los avancesse dan en medio de las contradicciones y atravs de la lucha, no negndolas.Se requiere unidad, independencia social ypoltica, iniciativa poltica y perspectivaestratgica, y lucha, mucha lucha.Esa es la tarea, 100 aos despus y lo serdentro de 100 aos. Esa es la historia de lospueblos por la transformacin social. Nosotrosla soamos, la sentimos, la pintamos y laluchamos como Revolucin.

    Pars, el terrorismo y la pazAnte los atentados en Pars que cobraron ms de 100 vidas inocentes no hay lugar amatices: hay que repudiarlos y condenarlos.El repudio al terrorismo, en todas sus manifestaciones, debe ser claro; a los atentados dePars, al del Lbano que arroj tambin decenas de muertes, al de la aviacin de EEUUcontra un hospital de Mdicos sin Fronteras en Afganistn, al de todos los das en Siria.El Estado Islmico naci en Irak luego de la intervencin criminal de EEUU y sus aliados.Y se consolid en Siria, con la intervencin tambin criminal de EEUU y sus aliados, quealentaron la guerra civil y la masacre de miles de personas.La condena al terrorismo del Estado Islmico, es tambin la condena a la denominadaGuerra contra el Terrorismo, lanzada como una cruzada de rapia por George W. Bush,que lo nico que ha conseguido es ms violencia, ms muerte y ms terrorismo.Frenar el terrorismo implica una accin global donde la paz sea, de una buena vez, elcentro de los esfuerzos.

  • Viernes 20 de Noviembre de 20154

    Que el Estado est al servicio de laJusticia y ponga todos lo necesario asu disposicin, es la clave para enten-der lo que sucede en Argentina en eltema de las violaciones de los derechoshumanos en dictadura. Tal cual lo havenido informando El POPULAR, en lavecina orilla se est desarrollando eljuicio al Plan Cndor. En ese marco enlos ltimos das el Fiscal General, Pa-blo Ubia solicit se procese con pri-sin a dos represores involucrados encasos que tienen que ver con Uruguay.Ambos a 25 aos de crcel, en causasque se vienen diligenciando desde hacetres meses. Al represor argentino Mi-guel Angel Furci por el robo de MarianaZaffaroni cuando era una nia y el uru-guayo Manuel Cordero por torturas aonce presos polticos. Como se sabeeste ltimo se fug de nuestro pas yluego de un amplio periplo termin pre-so en Buenos Aires. Los dos genocidasactuaron en el centro clandestino Au-tomotores Orletti que fuera base delPlan Cndor en el barrio porteo de Flo-resta.

    El juicio de la calle Comodoro Py

    Los tribunales de Buenos Aires funcio-nan desde hace ms de 20 aos enun gran edificio, ubicado en la calleComodoro Py del Barrio Retiro.Con la implantacin de una nueva pol-tica en materia de Derechos Humanosen Argentina, por all han desfilado unagran cantidad de acusados, vctimas,familiares, jueces, fiscales, abogados.Y algunos juicios orales y pblicos fue-ron trasmitidos en directo por la televi-

    sin. El fiscal General Pablo Ubias pi-di al Tribunal Oral en lo Criminal Fe-deral N1 que condene a penas deentre 10 a 25 aos de prisin a 17acusados por crmenes de lesa huma-nidad.Entre ellos al ex agente de la Secreta-ra de Inteligencia del Estado, MiguelAngel Furci, a 25 aos de crcel. Furciactu en Automotoras Orletti. Y all en1976 se apropi de Mariana Zaffaroni,una nia de 18 meses, hija de MaraEmilia Islas y de Jorge Zaffaroni. Am-bos uruguayos fueron desaparecidosen ese centro clandestino de reclusiny muerte hasta hoy. La semana pasa-da la Fiscala acus a Miguel ngelFurci por privacin ilegtima de liber-tad doblemente agravada en 60 opor-

    Fiscal argentino solicit 25 aos de Crcelpara el apropiador de Mariana Zaffaroni

    Idntica pena por torturas para Manuel Cordero que est preso en Buenos AiresPor Walter Cruz

    tunidades y triplemente agravada enotros siete casos e imposicin de tor-mentos en 123 hechos. Tambin el Fis-cal General Pablo Ubias solicita 25aos de reclusin para el coronel Ma-nuel Cordero Piancentini, a quien acu-sa de coautora de privacin ilegtimade libertad y torturas a once personas.Si se acepta el pedido de la fiscala,Cordero deber cumplir su pena enArgentina y luego ser extraditado a Uru-guay, donde le aguardan mltiples cau-sas criminales.

    De aquella nia robadaa la mam de hoy

    Mariana Zaffaroni tiene pocos recuer-

    Los vecinos de la ciudadcoloniense no se quedan quietos y lasiguen remando por la causa de losDD.HH. Ahora uno de ellos, el edil so-cialista Jos Luis Pittamiglio, propusoy fue aceptado por la Junta Departa-mental de Colonia, que la ciudad deCarmelo tenga un Pasaje de los Dere-chos Humanos en homenaje a todaslas vctimas de la dictadura. El expe-diente fue derivado al Municipio deCarmelo y all Tambin fue aprobado.La alcaldesa de la ciudad es AliciaEspnola quien pertenece al PartidoNacional. Ahora la resolucin definiti-va est en manos del legislativocoloniense. Conviene sealar que tan-to la Junta Departamental de Coloniacomo el Municipio de Carmelo tienenmayora del Partido Nacional. Por loque se da como prcticamente des-contado que la iniciativa sea aproba-da. Aunque, obviamente, no se sabeen qu fecha. Pero mejor dejmoslo

    que nos lo explique El Eco, en su lti-ma edicin: El Municipio de Carmelodevolvi a la Junta Departamental conuna opinin positiva, la iniciativa pre-sentada ante este Cuerpo por el edilJos Luis Pittamiglio para que fueracreado un Pasaje de los DerechosHumanos en el callejn de Plaza Inde-pendencia donde hoy se ubica el bus-to de Aldo Chiquito Perrini. La ideaes homenajear a todos los ciudadanoscarmelitanos que fueron vctimas delterrorismo de Estado y que sufrieronprisin y tortura durante la dictaduracvico-militar. Una ciudad de nuestrodepartamento que fue duramente cas-tigada fue Carmelo. Valer recordar quecientos de personas fueron desplaza-das de sus trabajos, destituidos de susempleos pblicos, muchos de ellosobligados al exilio. Ms de un cente-nar de vecinos de esta ciudad fueronencarcelados y -en la gran mayora delos casos- recibieron los mismos tra-

    tos inhumanos y degradantes que to-dos los presos polticos de esa poca.Se trata de ms de un centenar de per-sonas -todas de la misma ciudad- quesufrieron torturas y castigos a vecesdifciles de imaginar. Al igual que milesde uruguayos de otras partes, muchosde ellos sobrevivieron y llevaron -aunllevan- las consecuencias de su etapaen los cuarteles; algunos con la saludseriamente afectada de por vida, otroscon consecuencias de tipo psicolgico,todos con marcas imborrables.Muchos de estos vecinos de Carmelose fueron y nunca ms regresaron.Otros vivieron en Carmelo hasta el finalde sus das y otros -afortunadamente-an estn con nosotros. Todos ellos,independientemente del partido polti-co al que pertenezcan o hayan perte-necido, merecen ser reconocidos porla ciudadana actual y recordados porlas prximas generaciones. No porquehayan protagonizado ningn hecho

    heroico, sino porque fueron -sin que-rerlo- vctimas del terror que los apre-s, los secuestr, los tortur y los mar-c para siempre. Ninguno de ellos me-reca el destino que les toc en suer-te. La propuesta fue entregada en laJunta Departamental en los primerosdas de setiembre y enviada a la Co-misin de Cultura. La misma envi lapropuesta para el municipio deCarmelo para que expresara su opi-nin al respecto.Ahora, el municipio de Carmelo dio elvisto bueno a la idea, y devolvi el ex-pediente a la Comisin de Cultura.Por lo que pudo saber EL ECO, losediles del Partido Nacional integran-tes de esta comisin pidieron un tiem-po para estudiarla en su bancada. Lapropuesta no excluye a ningn ciuda-dano por su partido poltico que hayasufrido la dictadura, por lo cual cree-mos que la propuesta ser aceptadapor los ediles del Partido Nacional.

    Carmelo tendr su Pasaje de los Derechos Humanos

    dos de sus padres uruguayos. Sabeque su mam Mara Emilia Islas esta-ba embarazada de tres meses cuandola secuestraron junto a su padre JorgeZaffaroni. En 1993 la joven de 17 aossupo que no era Daniela Romina Furciy que haba nacido en otra fecha. Perono quiso saber nada de su historia.Haba sido apropiada por Miguel ngelFurci y por su esposa Adriana MaraGonzlez. Tal como lo publicara EL PO-PULAR en su edicin del 17 de julio deeste ao, Mariana Zaffaroni expresque, Cuando tuve a mi hija fue comoparir la verdad En 2009 en la Inten-dencia de Montevideo se abraz consu abuela materna Mara Esther Gattide Islas y se involucr fuertemente enla militancia por los Derechos Huma-nos. Ese ao particip en una confe-rencia de prensa realizada en la sedede la Asociacin de Prensa Uruguaya,junto a Macarena Gelman, AmaralGarca y los hermanos Victoria y AnatoleJulin. Jvenes que como ella, habanpasado por terribles circunstancias.Finalizad a la conferencia de prensa,Mariana Zaffaroni, junto a su abuelaMara Esther, encabez por la Avenida18 de Julio una multitudinaria marchapor la anulacin de la Ley de Caduci-dad. Hace 4 meses particip en Fran-cia en una campaa internacional paraque otros jvenes puedan recuperar suidentidad y saber quines son real-mente. Se sospecha que con la recu-peracin democrtica en el cono suramericano, represores y cmplices sehayan refugiado en Europa y llevado cual botn de guerra- a nios robadosa sus padres como ella.

    25 aos para Manuel Cordero (primer plano, a la derecha)

  • Viernes 20 de Noviembre de 2015 5

    El grupo de amigas y amigos de Gon-zalo Carmbula que decidi realizarleun homenaje, ms que merecido, loconvocaron con ese ltimo poema deIdea Vilario, y eligieron muy bien.En la nutrida concurrencia destacaronentre otros, la familia de Gonzalo enpleno, su compaera, hijos y nietos. Suhermano Marcos y toda su familia. Elintendente de Montevideo, DanielMartnez, el de Canelones, YamandOrsi, ministros y ministras, directoresmunicipales, senadores, diputados,ediles, alcaldes y concejeros vecinalesde Montevideo y Canelones, artistas ymilitantes sindicales, estudiantiles y detodos los sectores del Frente Amplio.Gonzalo Carmbula, que falleci enmayo pasado, fue un militante populary poltico, toda su vida. Participantecomo estudiante del enfrentamiento alpachequismo y de la huelga generalcontra el golpe de Estado. Se integra ala UJC y el PCU y milita en la clandesti-nidad. Preso y torturado por el fascis-mo. Edit junto a su padre FelisbertoCarmbula, su hermano Marcos y unplural y valiente elenco, la revista La Pla-za, en Las Piedras. A fines de los 70 yprincipios de los 80. La Plaza fue unarevista referente de la lucha del pueblouruguayo por la democracia, jug ungran papel para el NO al fascismo en1980 y por ello fue clausurada. Gonza-lo, junto a una grupo de compaeras ycompaeros, edita al final de la dicta-dura el diario Cinco Das, clausurado.Y luego La Hora, que jug un formida-ble papel en la difusin de la ofensivapopular de masas contra la dictaduraque llev a su derrota. Gonzalo fue di-rector de La Hora. Ambos proyectosperiodsticos fueron impulsados por elPartido Comunista de Uruguay.En las elecciones nacionales de 1984,con miles de presos, exiliados yproscriptos, Gonzalo es uno de los can-didatos a diputado de la 10001 (la 1001estaba prohibida), es electo e integra labancada junto a Gilberto Ros, YamandSica Blanco, Andrs Toriani, Juan Pe-dro Ciganda y Germn Arajo.Integra el Comit Central del PCU desdela Conferencia Nacional de 1985. Asu-me como Director de Cultura de la In-tendencia frenteamplista de Montevideode Mariano Arana y despliega all unaformidable labor, tanto en el terrenoprctico, encabezando las reformas delTeatro Sols, de la Sala Zitarroza y delteatro Florencio Snchez, desarrollamltiples iniciativas para llevar la cultu-ra a los barrios, fondos de apoyo a lacreacin cultural, como tambin en elterico y la concepcin de las polticaspblicas hacia y para la cultura.Gonzalo sigui trabajando sobre estostemas luego de dejar las responsabili-dades de gobierno y trabaj en la licen-ciatura de Gestin Cultural del CLAEH ytambin promovi instancias de forma-cin en gestin cultural en la UDELAR.Durante la presidencia de Jos Mujicafue subdirector de la Secretaria de

    Comunicacin Institucional de Presi-dencia de la Repblica.El actoEl acto comenz con la proyeccin deun audiovisual que record el pensa-miento y la accin de Carmbula al fren-te de las polticas culturales de la In-tendencia de Montevideo, mediantefragmentos de una exposicin sobre lagestin cultural en un simposio inter-nacional.Posteriormente, hicieron uso de la pa-labra, el ex intendente y actual edilfrenteamplista, Mariano Arana, el can-tante y periodista, Fernando Cabrera,el ex director de cultura de la IM,Gerardo Grieco y el ex presidente de laRepblica, Jos Mujica, recordando eltrabajo conjunto y destacando las cua-lidades de Gonzalo Carmbula, no solocomo intelectual vinculado especial-mente a las polticas pblicas en lacultura, sino como militante poltico yser humano. La convocatoria expres la importanciaque Gonzalo Carmbula, fallecido enmayo pasado, tuvo para la cultura y lapoltica uruguaya. Fue destacado como

    uno de los mayores referentes para lacultura dentro del sistema poltico en lasltimas dcadas. Carmbula comenzsiendo un animador de primera lneadesde los espacios legislativos, impul-sando en la Cmara de Diputados, jun-to a otros tres colegas de diferentespartidos, medidas que impulsaran yapoyaran la creacin cultural. De hechopromovi la formacin de un grupo dediputados De apoyo a la Cultura, queintegraron legisladores de todos los par-tidos con representacin parlamentaria.Esa nueva perspectiva y compromisolo llevaron a aceptar la Direccin deCultura de la Intendencia de Montevi-deo, durante las dos gestiones deMariano Arana. En ese perodo dio im-pulso a nuevas y viejas salas (como laZitarrosa y el Florencio Snchez), en-cargndose adems de lareformulacin de un nuevo teatro Sols,que fue mucho ms all de los ajustesarquitectnicos.Su mirada amplia sobre lo cultural seexpres tambin en el desarrollo depolticas de descentralizacin que pu-sieron en juego a Casas de Cultura,bibliotecas, carpas de animacin, ta-

    Con nombrar alcanza. Intil decir msCon la sala mayor del Teatro Sols desbordada se homenaje a Gonzalo Carmbula

    lleres e investigaciones.En el acto, se destac la importanciade Gonzalo no solamente por lo quehizo sino tambin por el impulso paraque otros hicieran, recordando el ejer-cicio personal de un compromiso pol-tico-cultural que lo llev a dar otro pasogigantesco: estimular la elaboracin deuna base terica que permitiera desa-rrollar pensamiento crtico en torno alas gestiones culturales.Hasta entonces, en Uruguay se habahecho muy poco al respecto. Gonzalofue un pionero que propici alianzasinterinstitucionales con la academia,tanto con la Universidad de la Repbli-

    ca como con institutos privados, paracrear el estudio de la gestin cultural,como por ejemplo, el impulso para quela Facultad de Derecho de la Udelarorganizara la materia DerechoCultural. Antes, en aos de gestin enel Gobierno Departamental de Monte-video, haba organizado estudios queoriginaron varias publicaciones.Entre ellos destacan dos, con un gru-po de economistas coordinado por LuisStolovich, sobre el impacto econmicode la cultura.Hoy tiene el reconocimiento de espe-cialistas de pases como Argentina, Bra-sil, Espaa, Estados Unidos, Ecuador,Colombia y Per, entre otros. Algunasde esas voces tambin participaron delhomenaje a travs de mensajesaudiovisuales que se emitieron en unagran pantalla brindando un sentido re-cuerdo sobre sus aportes.El acto culmin con la presencia en elescenario de su compaera, Elisa, desus hijos y sus nietos, tambin de suhermano Marcos. Elisa, muy emocio-nada, agradeci a todos el cario y elhomenaje.

  • Viernes 20 de Noviembre de 20156

    El doctor Marciano Snchez Bayl, esvocero de la Federacin de Asociacio-nes para la Defensa de la Sanidad P-blica de Espaa. All se han realizadomultitudinarias manifestaciones paravolver la gestin de los hospitales alsector pblico. El mdico detall lasfalencias de la asociacin pblica-pri-vada, que solamente favorece a lasempresas que reciben cuantiosas ga-nancias del Estado a cambio de ges-tionar los centros de salud, que handemostrado severas carencias en laatencin de la poblacin.La Unin de Trabajadores del Hospitalde Clnicas (UTHC), realiz una confe-rencia en el Paraninfo de la Universi-dad de la Repblica, con la presenciadel vocero de las organizaciones socia-les en Espaa, quienes se han movili-zado para frenar la privatizacin de loscentros de salud a travs de las aso-ciaciones pblico-privadas. Modelo que(segn trascendi recientemente) sepretende aplicar en el Hospital de Clni-cas universitario.Las asociaciones pblicas-privadas,en realidad son un negocio privado condinero pblico, resumi el conferen-cista espaol.Cuando hablamos de privatizacin delsistema sanitario, se tocan muchosaspectos. En Espaa se toc todo des-de la formacin y la investigacin, has-ta la gestin, entre otros aspectos. Laprivatizacin se ha sentido como uncncer, afirm Snchez Bayle.

    El comienzo

    Alguna gente piensa que esto de laasociacin Pblica-Privada empez conla crisis, nada ms lejos de la realidad.Empez en la dcada de los 80 en elgobierno de Margaret Thatcher en elReino Unido. Un ejemplo el famoso in-forme: Trabajando para los pacientes,que inaugura esa costumbre que tie-nen las polticas neoliberales de lla-mar a las cosas con un nombre quedice exactamente lo contrario a lo quese quiere hacer. Debera llamarse Tra-bajando en contra de los pacientes.Todos estos sistemas tienen las mis-mas prerrogativas: desmantelar el sis-tema de salud pblica, introducir pro-gresivamente el sector privado con fi-nanciacin pblica.Nunca te van a decir vamos a privati-zar, sino vamos a modernizar, aflexibilizar. Mientras tanto a quienes nosoponemos a las PPP nos tildan de an-tiguos, que vivimos en la poca de losdinosaurios, que queremos hacer re-troceder a la humanidad. La colabora-cin pblica-privada lo que en realidadhace es favorecer a los privados.Para este mdico es claro que el siste-ma sanitario es una forma de laredistribucin de la riqueza, un es-fuerzo solidario de aquellas personasque tienen ms riqueza y ms salud,

    con las otras que tienen una situacineconmica peor y ms problemas desalud.En Espaa hay varios modelos deprivatizacin diferente, dos de ellos tie-nen que ver con la colaboracin pbli-ca-privada. El primero, tiene que ver conlas Concesiones Administrativas, don-de una empresa o varias, construyenun centro sanitario en un terreno quele cede la administracin y se encargande la gestin de todo el hospital duran-te un perodo de tiempo. El segundomodelo, se lo conoce como Iniciativasde Formacin Privada, es similar al an-terior pero con la diferencia de que lasempresas no se hacen cargo de toda lagestin, dejan afuera la parte esencial-mente sanitaria: Medicina y Enfermera.

    Eficientes?

    Las PPP no son ni ms eficientes, nimejoran la asistencia, afirm enfti-camente Snchez Bayle.Por ejemplo, hacer un hospital PPP de245 camas menos, cost 450 millo-nes de euros ms, que otro con mscantidad de camas. Adems estos sonlos costos iniciales, luego se van dis-parando, cont.Otro tema es la duracin de la cons-truccin, siempre dicen que se van aconstruir en tiempo y forma, sin em-bargo se inauguraban un ao despus,de mientras se les pagaba el canoncomo si estuviera abierto.A esto hay que agregarlo que la cons-truccin no est pensada para el fun-cionamiento como hospital. Si los venpor afuera parecen un hotel, pero pordentro tienen muchas deficiencias.Mala construccin, lo sucio y lo limpiono est correctamente separado, no semaneja como pasar los pacientes, ur-gencias est en un sitio, cuidados in-tensivos en otra parte del hospital. Losquirfanos no estn bien tampoco.Luego tenemos problemas de coordi-nacin entre las empresas que traba-jan en el hospital. Pas un caso dondelos internados se quedaron sin comi-da, relat. Suceden cosa ridculascomo no poder cambiar un enchufe sino lo autorizaba la empresa que ni si-

    quiera tena la sede central en Espaa.

    Carencias de camas y personal

    Luego de la instalacin de las PPP enMadrid la cantidad de camas disminu-y, en 2009 haba 14.957 camas y elao pasado eran 14.068 camas. La lis-ta de espera tambin se dispar, enjulio del 2005 en Madrid haba 27.672personas y en diciembre del 2014 eran77.600 los pacientes que esperaban aser operados. En el medio de invirtie-ron miles de millones de euros en es-tas asociaciones, enfatiz.Snchez afirm que a las empresas loque realmente le interesa es los servi-

    El Hospital de Clnicas y las PPPExperto espaol: Las asociaciones Pblicas-Privadas,

    no son ni ms eficientes, ni mejoran la asistencia sanitariaPor Victoria Alfaro

    La UTHC se enter hace un mes que existe un proyecto para aplicar unaPPP en el Hospital de Clnicas, con la intervencin de la consultora espaolaGLOBESALUD, quin ya present una propuesta para el centro universitario.Isabel Figari de la UTHC coment que la empresa se encargara de todo me-nos de la asistencia.Segn la ley las PPP, son Contratos de Participacin Pblico-Privada (PPP)aquellos en que una Administracin Pblica encarga a una persona de dere-cho privado, por un perodo determinado, el diseo, la construccin y la ope-racin de infraestructura o algunas de dichas prestaciones, adems de lafinanciacin.Para el sindicato del Hospital de Clnicas las PPP son una herramienta mspara llevar adelante procesos de privatizaciones y desmantelamiento del Esta-do. Enmarcada en la corriente neoliberal privatizadora que los OrganismosFinancieros Internacionales han patrocinado desde tiempo atrs.Las PPP, al tomar la gestin del hospital, afectan su total funcionamiento yvienen acompaadas de externalizaciones (tercerizaciones), de serviciosno asistenciales pero a la larga tambin afectan las asistenciales.Tambin cuentan con menos camas que los hospitales originales, la reduc-cin a nivel mundial es de un promedio del 30%. Esto es as porque loscostos en la construccin nunca se ajustan a las previsiones y tambin sirvede excusa para reducir personal. En el Hospital de Clnicas de un total de 380camas actuales, se podran reducir a 250 camas.La empresa PPP es la duea del hospital por 35 aos, pudiendo arrendarparte de l. Se pueden incorporar otras actividades lucrativas como: camasde internacin alquiladas para el beneficio de la empresa, consultorios priva-dos a travs de contratos unipersonales, arrendamiento a empresas paraventas de servicios mdicos y no mdicos, estacionamiento con altas tarifasy locales comerciales.Con las PPP se corre el riesgo de cobro de tickets y rdenes, as como pue-den limitarse las prestaciones. La actividad acadmica tambin se ve afecta-da al ser un privado el dueo del hospital. La construccin de estos centrosson cuatro veces ms caros que un hospital tradicional y el Estado le tieneque pagar un canon a la empresa.

    cios anexos a un hospital, por ejemplola cafetera y ms que nada el estacio-namiento en hospitales lejos de la ciu-dad, dnde los familiares deben dejarel auto a precios abultados. Y tambininstalan centros comerciales. Las empresas que se hacen cargo deesas PPP normalmente son construc-toras. Luego normalmente subcontratana otras compaas y adems venden suparticipacin a otras multinacionales.A esta situacin se le agrega que elcontrol de estos hospitales est a car-go de otras empresas privadas.Snchez indic que este tipo de asocia-ciones incluso estn siendo cuestiona-das incluso por la Comunidad Europea.

    En Uruguay estn a tiempo

    Para el mdico en Uruguay se debentomar todas las medidas para evitar laconformacin de las PPP. No se en-gaen el Hospital de Clnicas es solo elcomienzo. Estn a tiempo, por ahoraes slo un proyecto. Hay que conse-guir que no se forme, la ciudadanadebe moverse en la calle contra estesistema. Gracias a ello en Madrid selogr paralizar la privatizacin de 6 hos-pitales y 27 centros de salud, agreg. No hay que olvidar que est en mar-cha una ofensiva mundial contra el sis-tema de salud pblico, enfatiz.

    Qu son las PPP?

  • Viernes 20 de Noviembre de 2015 7

    Dialogar es pensar juntos el Uru-guay del futuro, dijo el presidenteTabar Vzquez al presentar la herra-mienta de trabajo denominada DilogoSocial, un proceso de generacin deinsumos en reas y temticas relevan-tes para alcanzar una estrategia dedesarrollo ambiciosa, razonable y sos-tenible a mediano y largo plazo. Eltodos nos une por encima de todo,sostuvo. Unidad, tolerancia y sentidodemocrtico deben regir el trabajo.En un acto realizado en el Auditorio delSodre este mircoles 18, el presidentede la Repblica, Tabar Vzquez, dioinicio a lo que es el Dilogo Social, queUruguay va a abordar a lo largo de2016. Una participacin histrica, dijoVzquez al comienzo de su discursoante un auditorio lleno, diverso y pluralen cuanto a corrientes de pensamien-to, con el gabinete en pleno, legislado-res de todos los partidos, dirigentessindicales, estudiantiles y cooperativis-tas, empresariales y de la academia. Gracias por responder a la convocato-ria que hicimos en base a nuestrasconvicciones y compromiso de Gobier-no. Bienvenidos a este Dilogo Socialmediante el cual procuramos generarinsumos en reas relevantes para al-canzar una estrategia de desarrollo delpas, expres Vzquez. En materia de Dilogo Social, segn labibliografa internacional, no hay mo-delos nicos ni formulas mgicas,asegur el Presidente, quien agregque, observando la experiencia inter-nacional, en algunos pases el dilogova por canales institucionales pre es-tablecidos, en otros no estinstitucionalizado pero forma parte dela cultura poltica y est permeado porla misma, en otros responde a convo-catorias puntuales ante situacionescoyunturales. La naturaleza y los objetivos del Dilo-go Social pueden ser diversos: meca-nismos para alcanzar la paz en situa-ciones de conflicto armado, mtodopara superar circunstancias de blo-queo poltico, forma de concertacinpara la accin poltica, mecanismo paralograr acuerdos sectoriales o recursopara tener apoyo a propuestas guber-namentales. Tambin puede ser mbi-to de catarsis colectiva. Pero no es nin-guno nuestro caso, puntualiz.Este proceso tiene por objetivo gene-rar insumos en diversas reas y tem-ticas que estimamos relevantes parauna estrategia de desarrollo del pasque debe ser ambiciosa, razonable ysostenible en trminos de mediano ylargo plazo, argument. En este contexto, Vzquez mencionuna serie de caractersticas y requisi-tos para que este dilogo sea genui-no. 1) No es un debate, tampoco unanegociacin. Es un dilogo. 2) No esun fin en s mismo, es una herramien-ta de trabajo. 3) Es un proceso de tra-bajo. No es un fogonazo milagroso quesolucione todo. 4) No es un procesoeterno, tiene plazos acotados. Mucha

    gente no puede esperar ms para en-contrar solucin a sus problemas. 5)Tiene agenda temtica predetermina-da. No es una reunin improvisada.6)Para obtener resultados se requierencriterios y una metodologa de trabajo.7) Demanda conocimientos especiali-zados. No es una tertulia de talenteo.8) Ha de ser productivo. No se puedeaspirar a soluciones inmediatas y per-fectas pero s a resultados tangibles. Asimismo, puntualiz que, como cual-quier otro dilogo, se requiere respetoy confianza entre las partes actuantes,pues de lo contrario no es dilogo y estcondenado al fracaso antes de iniciar-se. No se trata de negar o disimular

    matices, diferencias o conflictos, setrata de asumirlos y gestionarlos. Dia-logar es pensar juntos el Uruguay delfuturo, seal.Este dilogo requiere igualdad de con-diciones de participacin, total libertadde expresin y procedimientos trans-parentes, de lo contrario fracasa. So-mos lo que hacemos, recordVzquez, en alusin a que el fin nojustifica los medios. Por su naturaleza y objetivo, el dilogorequiere mirada larga y aplomo estra-tgico, paciencia estratgica, porqueen desarrollo quien no sabe a dndequiere llegar, no sabe el camino a re-correr. Vzquez precis que es unaconstruccin desde nuestro momen-to en nuestra historia. Por otra parte, aclar que no se tratade eludir las diferencias del presenteque este no es el mbito para resolver-las. Este gobierno no rehye al deba-te y la negociacin, por el contrario,sobran testimonios, pero no estamosaqu para debatir ni negociar, sino paradialogar, y pensar juntos el Uruguay quevamos a dejar a generaciones venide-ras, dijo.Vamos a trabajar con unidad, toleran-cia y sentido democrtico. El todos nosune por encima de todo, enfatiz ensu discurso.

    Asimismo sostuvo que, segn los ma-nuales de ciencia poltica, estos proce-sos tienen su lado oscuro en trminosde desgaste de los gobiernos que lospromueven, porque son los que pagansus costos inmediatos. Lo sabemos yasumimos este riesgo pblicamente,confirm Vzquez, para luego agregarque este Gobierno no se conduce conmanuales ni en funcin de encuestas,que a veces aciertan lindo y a veces seequivocan feo y muy feo lo que quedtotalmente demostrado. Este Gobierno se maneja con valores,principios y compromisos que son le-gado de nuestros prceres, y con esteentramado complejo y frtil que es la

    sociedad, porque creemos en ella y, adiferencia de otros que solo la invocan,nosotros la convocamos a participar dela democracia y de la permanente cons-truccin del pas, afirm. Sabemos quines somos, sabemos dednde venimos y sabemos hacia don-de nos dirigimos. Confiamos en todoslos uruguayos y en el pas, concluyVzquez.

    Ejes y metodologa

    El prosecretario de la presidencia, JuanAndrs Roballo enumer los compo-nentes centrales de este dilogo: De-sarrollo e insercin internacional, Pro-teccin social y Polticas transversa-les.Desarrollo e insercin internacionalcomprende como reas de trabajo unencare especfico sobre la insercininternacional, competitividad, cadenasde valor productivas, inversin, crdi-tos, financiamiento, comunicaciones,energa, infraestructura, logstica, edu-cacin, investigacin, cultura del tra-bajo, precios, ingresos y salarios. Pro-teccin social se refiere a vivienda ysistema de cuidados, salud, conviven-cia ciudadana, polticas culturales ydeportivas. Polticas transversalesinvolucra temas como descentraliza-

    Gobierno lanz Dilogo SocialUruguay inicia histrico proceso participativo y cumple compromiso electoral del FA

    cin, ambiente, gnero y tecnologas dela informacin y la comunicacin.Detall que fueron convocadas las or-ganizaciones empresariales en generaly en particular de la industria, el co-mercio, los servicios y del sectoragropecuario, los sindicatos, coopera-tivas, la economa social y solidaria,ministerios, organismos pblicos, elCongreso de Intendentes, agenciasestatales, plenario de municipios, uni-versidades pblicas y privadas y orga-nizaciones religiosas.Tambin fueron convocadas las orga-nizaciones estudiantiles, de adultosmayores y las vinculadas a temas dediscapacidad, los medios de comuni-

    cacin y las asociaciones de urugua-yos residentes en el exterior, entre otroscolectivos.Explic que el cronograma del DilogoSocial comenz este mircoles 18 conel lanzamiento y continuar entre di-ciembre y marzo con la recepcin dedocumentos y propuestas. Una vez con-cluida esta fase, se comenzarn enmarzo a realizar los foros temticos conespecialistas, en abril se instalarn lasmesas de dilogo y en el segundo se-mestre de 2016 se proyecta la entregade informes con propuestas por partede cada una de ellas.La participacin en este proceso tienedos canales: la webwww.dialogosocial.gub.uy o las mesasde dilogo por tema o grupo de asun-tos.En cuanto al funcionamiento de lasmesas, una vez instaladas, discutirny analizarn las propuestas, integradaspor especialistas en la temtica, insti-tuciones registradas en el Dilogo So-cial y autoridades. Contarn con unfacilitador y con apoyo tcnico de laestatal Universidad de la Repblica(UdelaR).

    (Con informacin de la Secretaria deComunicacin de Presidencia de laRepblica y elaboracin propia)

  • 22222

    Viernes 20 de Noviembre de 20158

    Encabezado por el Presidente de laRepblica, Tabar Vzquez, y el vice-presidente Ral Sendic, adems deMurro, ministro de Trabajo y SeguridadSocial, se realiz el martes el acto deapertura del Seminario Nacional 100aos de la Ley N 5.350, la norma queregula las ocho horas de trabajo porda de los adultos, que tambin esta-blece que en ningn caso ese tiempolaboral de exceder las 48 horas porcada seis das semanales.Estuvieron presentes, adems, el se-cretario de la Presidencia, Miguel n-gel Toma, el prosecretario Juan AndrsRoballo, el director de la Oficina dePlaneamiento y Presupuesto, lvaroGarca, y la ministra de Educacin yCultura, Mara Julia Muoz, y otras au-toridades y parlamentarios de los cin-co partidos con representacin. Tam-bin se hizo presente el rector de laUDELAR, Roberto Markarin.A ellos se suman los presidentes Ale-jandro Snchez, de la Cmara de Re-presentantes, e Ivonne Passada, de laComisin de Asuntos Laborales de laCmara de Senadores, el director dela Oficina de la Organizacin Interna-cional del Trabajo para el Cono Sur deAmrica Latina, Fabio Bertranou, la ti-tular del Correo Uruguayo, MaraSolange Moreira, y dirigentes y delega-dos de la central sindical PIT-CNT, delas cmaras empresariales, cooperati-vas y de la sociedad civil.En el encuentro se present un videotestimonial alusivo y, posteriormente, elsello conmemorativo de la ley N 5.350,el que fue matasellado por el presiden-te Vzquez para que de esa manerase oficialice su uso.

    Sendic: Seguimos avanzandoen una sociedad

    ms democrtica y justa

    El vicepresidente de la Repblica, RalSendic, consider un hecho relevan-te conmemorar los 100 aos de unaley tan importante.Dijo que como aporte a la actividad y lareflexin iba a citar fragmentos del in-forme realizado por la Comisin de Le-gislacin del Trabajo del Senado en1915, cuando se discuti la ley. El in-forme lleva la firma de los senadoresJuan Paullier, Julio Mara Sosa y Domin-go Arena.Antes de introducirse en las citas,Sendic puntualiz que la aprobacin dela ley implic un debate que dur nue-ve aos desde que el Poder Ejecutivoenvi el primer proyecto de ley pararegular la jornada laboral; y puntuali-z que se trat de un proyecto quetuvo enormes resistencias y regulabala actividad de 40.000 trabajadoresaproximadamente. Algunos sectores dela economa nacional ya haban avan-

    zado con acuerdos entre trabajadoresy empresarios con jornadas de ochohoras. Pero muchos otros obreros lle-gaban a trabajar hasta 34 horas decorrido sin descanso.Luego citando el documento del Parla-mento de aquella poca indic: Hoyms que nunca, se impone la necesi-dad de que el Estado limite la jornadade trabajo de los obreros. No solo porrazones de orden poltico o social, sinoms aun por razones de humanidad,de justicia estricta, pues la sociedad

    no tiene ni ha tenido nunca, el dere-cho de permitir (pudiendo evitarlo), quemillares de hombres y mujeres que sonlos que realmente producen la riquezanacional, ejerzan su actividad en con-diciones que perjudican no solo su or-ganismo fsico, sino tambin el desa-rrollo armnico de sus facultades mo-rales, intelectuales y espirituales.() No son pues tan solo los partidosavanzados los que reclaman la limita-cin de la jornada de trabajo, es un cla-mor universal, es un grito de todo elmundo civilizado, pidiendo justicia afavor de los desheredados de la fortu-

    na y a ese grito, a ese clamor, no pue-de, no debe, nuestro pas respondercon el silencio de una egosta indife-rencia.Ms adelante Sendic cit un pasaje enel que los tres senadores firmantes sepronuncian sobre el debate en torno alo que es o no justo y dicen: justo estodo aquello que tienda a establecer,conservar o restablecer la vida, el jue-go armnico de de los distintos ele-mentos que componen una ciudad einjusto, todo lo que no tiende a esos

    fines.Sera el caso de preguntar, puede serjusta una organizacin de trabajo enla cual uno de los elementos: el obre-ro, est entregado sin defensa a la vo-luntad, cuando no al capricho, dequien lo emplea?, se preguntan los se-nadores en 1915. Puede llamarse aeso vida, actividad armnica del capi-tal y del trabajo? En manera alguna..() De ah las injusticias que da a dacometen los capitalistas con los obre-ros y estos con aquellos. Y sin entraraqu a dilucidar a cual de las partesantagnicas corresponde mayor res-

    ponsabilidad, justo es decirlo, un espritu ver-daderamente humano se sentir siempre msinclinado a disculpar los excesos de los msdesvalidos que a disculpar los excesos de quie-nes, por su propia situacin social, deberanproceder con mayor equidad.Sendic indic que la ley, de la que se cumplen100 aos, surgi como todo avance de la de-mocracia, fruto de las propias contradiccionesde la sociedad y hoy seguimos avanzando parala construccin de una sociedad cada da msdemocrtica y fuerte.Reflexion que pasaron ms de 13 mil leyes,para que a los asalariados rurales, con la Ley18.441, se les reconociera, recin en al ao2008, una jornada laboral y rgimen de des-canso similar al del resto de los trabajadores.

    Abdala: No es momentode pensar en una jornada laboral de 6

    horas?

    El secretario general del PIT-CNT, MarceloAbdala, record que la ley de ocho horas fueun avance democrtico sustantivo que pusoa nuestro pas a la vanguardia, evidentementetambin motivo de estudio, de rigurosidad, dedistintas opiniones en materia historiogrfica:si fue una ley exigida o una ley otorgada.Abdala afirm hay un poco de las dos cosasporque esta ley no hubiera sido posible sin laorganizacin sindical, a principios del siglo XXse expresaban las primeras organizaciones sin-dicales, los primeros gremios de oficios, enparticular nuestro antecedente la FORU. Estaley no hubiera sido posible sin la organizaciny sin la lucha, especialmente la huelga generalde los tranviarios de 1911. Pero tampoco hu-biera sido posible sin la sensibilidad especialde los poderes Ejecutivo y Legislativo del mo-mento.Como todo tema removedor y novedoso tuvosu polmica. La opinin de algunos sectores,que calificaron al proyecto de ruinoso, incon-veniente, perjudicial, impracticable e incom-prensible, de ridcula y hasta monstruosa; quede aprobarse causara enormes perjuicios conconsecuencias funestas. Se deca que hastasignificaba una revolucin. Eso, en esa obramonumental de Jos Pedro Barrn y BenjamnNahum Batlle, los estancieros y el imperio bri-tnico, se seala que decan las representa-ciones patronales del momento y algunas fuer-zas vinculadas al mantenimiento del statusquo, rememor.Abdala indic que se trata de una ley que com-plet su proceso con la aprobada en el ao2008 que gener igualdad de derechos paralos asalariados rurales. Es una ley que no sologarantiz una mejor calidad laboral y de vidapara los obreros, sino que adems abri y en-sanch el espacio para ms mano de obra.En este marco, apostando al desarrollo y al di-logo social, es que Abdala en nombre del mo-vimiento obrero abri un nuevo debate en vis-ta de la realidad actual. Con todo lo que hacambiado la tecnologa y la organizacin deltrabajo, luego de 100 aos. No es momento -aprovechando toda la creatividad de los miem-bros del Poder Ejecutivo y los mecanismos de

    100 aos de una ley fundamentalUruguay pionero en el mundo en el reconocimiento de las 8 horas de trabajo

    Por Victoria Alfaro y GM

  • Viernes 20 de Noviembre de 2015 9

    Uruguay es pionero en el mundo en la Ley de 8 horas, al aprobarlaen 1915. El ministro Murro indic que Espaa lleg a las ocho horas detrabajo diario para los trabajadores de la construccin en 1919 y paratodos los trabajadores recin en 1931, Alemania en 1918 y en 1919,Italia en 1919 para el transporte y en 1923 para la industria y el comer-cio, Francia en 1919, Blgica en 1921. En Amrica hay un antecedenteen Chile, pero solamente para los trabajadores estatales, en 1908, peropara el sector privado recin en 1924; Ecuador en 1916, Argentina en1929 y Costa Rica en 1945.

    Uruguay pionero en el mundo

    dilogo social con las empresas y de todoslos legisladores sin distincin de partidos -de pensar en la semana laboral de 40 ho-ras, que implica una reduccin de la jornadade trabajo en el entorno del 17%? Que inclu-so podra ser sin costes, en tanto podamospromover la mejora genuina de la productivi-dad del trabajo, que repartan mejor el tiempode trabajo y permitan, a 100 aos de aproba-da la Ley de 8 horas, tener nuevos avanceslaborales y sociales, remarc.En este mundo tan complejo, le tengo mu-cha fe al pueblo uruguayo, a todos sus acto-res, a los mecanismos del sistema poltico,para seguir generando nuevos avances,enfatiz.

    De Len: Cualquier reforma laboraldebe encararse mirando al mundo

    El Secretario de la Cmara de Industria delUruguay, Juan Carlos de Len, afirm que suinstitucin comparte el principio que inspiraquella norma, la salud laboral y por lo tantola calidad de vida de todos los uruguayos, esuno de los ms importantes valores a prote-ger.Hace cien aos el mundo era otro y el Uru-guay era otro. () Hoy las relaciones labora-les han cambiado, la cultura del respeto alderecho de los trabajadores y de losempleadores ha sido y debe seguir siendo elcamino del progreso del pas, aadi DeLen. Fue una gran reforma laboral, y al evaluarestos primeros cien aos no debemos pen-sar en el momento histrico que esta trans-formacin se produjo, sino en los prximoscien aos. Solo previendo el futuro se puedepensar en el. Ello no lleva a ratificar, sin du-das, que cualquier reforma laboral debe en-cararse mirando al mundo y no de espaldas.Siempre en un marco de dialogo, donde am-bas partes expongan su visin, sean escu-chadas y se comprometan a velar tambinpor el inters de todos los uruguayos en suconjunto. Donde ambas partes promuevanacciones tendientes a mejorar la productivi-dad y competitividad de los productos, comola nica forma de mejorar la calidad de vidade nuestros ciudadanos, enfatiz.

    Murro: Tenemosque seguir avanzando

    El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Er-nesto Murro, dijo que deberamos estar or-gullosos de que en Uruguay podamos hacerestas cosas, con esta pluralidad poltica ysocial, que mucho agradecemos y valoramos,con esta presencia, con este dilogo.Murro record que estamos celebrando los

    30 aos de democracia y en ese marcolos 100 aos de la Ley de 8 horas ytambin de la creacin del primer cuer-po de inspectores de Trabajo, 101 aosde la primera Ley de Salud laboral, ori-ginada tambin en el mismo gobiernode Jos Batlle y Ordonz.Barbagelata destacaba que la cuestinsocial, a principios de siglo, se confor-maba con un conjunto de cosas que

    rodearon el proceso de industrializacin,y particularmente, a la generalizacin decondiciones, muchas veces penosas yhasta miserables, de vida y de trabajo,sostuvo.Ante eso se da la respuesta de la orga-nizacin y la accin reivindicativa delmovimiento obrero, y tambin, la res-puesta de un Estado que interviene anteesta situacin, dijo.El ministro dijo que Uruguay no sola-mente es pionero en Amrica Latina, espionero en el mundo en la Ley de 8 ho-ras. Esto lo han destacado importantesestudiosos de distintas partes del mun-do. (Ver recuadro)Murro destac las afirmaciones en esesentido del experto mexicano De la Cue-va y de Barbagelata quin calific a estaley como el acto de nacimiento de lalegislacin del Trabajo en Uruguay yAmrica Latina.La Organizacin Internacional del Tra-bajo sealaba en 1967 que haba queasegurar la salud de los trabajadorescon una jornada adecuada de laboresdijo Murro y cit: Se trata de una cues-tin fundamental, que evoca los proble-mas sociales, adems de los econmi-cos, que son los de la produccin, y los

    avances fueron fundamentales porqueayud a mejorar la calidad de vida enrazones biolgicas, morales, sociales,polticas y econmicas.Como se dijo haba un proyecto ante-rior, pero el que se consagra este dede 1906, luego de 9 aos de discu-sin, hubo un proyecto de EmilioFrugoni de 1911, narr.El ministro de Trabajo record que en1864 los primeros sindicatos empe-zaron a reivindicar la reduccin de lajornada laboral, pero tambin en 1875,y particularmente en 1905, cuando seconforma la FORU, esa federacin de-ca: No ms deberes sin derechos yno ms derechos sin deberes. Lo mis-mo plantemos sobre derechos y obli-gaciones hoy, cuando discutimos so-bre la cultura de trabajo para el desa-rrollo o en el dilogo social que ahoraimpulsa este gobierno de TabarVzquez (Ver pgina 7).Murro coincidi con Abdala y dijo que

    es bueno destacar cunto hubo aqude lucha obrera y cunto hubo de de-cisin poltica del Estado de hacer es-tas cosas positivas para el desarrollonacional.Luego hay otro empuje en la legisla-cin laboral y social, en la dcada del40, con la creacin de la Ley de Con-sejos de Salarios y de Asignaciones Fa-miliares, la creacin de Cajas de Auxi-lio, de Salud y de Desempleo, afirm.Pero record Murro- tienen que pa-sar 100 aos para que a principios delSiglo XXI tengamos nuevamente tantacantidad de leyes laborales y de segu-ridad social, como hubo a principios delSiglo XX.Murro destac entre las ms de 50 le-yes obreras y de contenido social apro-badas en este perodo: Lareinstauracin de la Negociacin Colec-tiva, con mecanismos mejorados y am-pliados a partir de 2005. La ley de Li-bertad Sindical. La ley para el TrabajoDomstico. La ley de Tercerizaciones ySubcontratacin. Las leyes especficaspara los artistas y los deportistas. Losincentivos impositivos a las micro, pe-queas y medianas empresas. La leyde empleo juvenil. La ley de 8 horas

    para los trabajadores rurales. Los sub-sidios y licencias por maternidad y pa-ternidad. La ley de ResponsabilidadPenal Empresarial.Cuando se hacen estas leyes, se danopiniones y estimaciones que asegu-raban que el pas perda, record. Sinembargo, los indicadores de trabajo deUruguay muestran que nunca hubotanta gente empleada y registrada enla seguridad social, adems de que semejor la distribucin de la masa sala-rial, que creci el doble del productointerno bruto y tambin ha crecido lacobertura de la seguridad social paralos trabajadores y sus familias,enfatiz.Creemos que es muy importante se-alar esto y que debemos seguir enese camino, junto a seguir potencian-do el crecimiento sostenible de las em-presas, en particular de las micro, pe-queas y medianas, as como tambindel movimiento cooperativo y las em-presas autogestionadas.Hoy en el mundo hay diferentes ten-dencias en torno a este tema que nosconvoca. Hay una tendencia en los pa-ses industrializados a la disminucinde la jornada de trabajo, salvo en EEUUy en Japn. En los pases en desarrolloen general hay una tendencia a man-tenerse entre las 44 y las 48 horas. Enlos asiticos se superan las 50 horas.Se verifican en Europa y en los pasesdel tercer mundo tendencias hacia laflexibilizacin horaria, inform.Murro indic que tendremos que de-batir estas tendencias, la situacin delpas y tambin los resultados que seobtienen. Todos recordamos la inten-sa polmica que hubo en este pas porla Ley de 8 horas para los trabajadoresrurales. Estudios recientes, de 2013,indican que el nmero de asalariadosrurales privados que trabajan ms de49 y 80 horas despus de la vigenciade la ley disminuy un 28%; que losque trabajaban ms de 80 horas dis-minuy un 37% y en general disminu-y un 23% los que tenan un trabajoexcesivo.Estos son algunos de los resultadosconcretos que se logran a partir de es-tas normas y que no han alterado ni laeconoma ni la sustentabilidad de lasempresas, como se deca que iba a ocu-rrir, pero s ha disminuido la cantidadde horas de trabajo, absolutamenteexageradas, que tenan una gran par-te de los trabajadores rurales..Tenemos que seguir avanzando lo jus-to entre las necesidades empresaria-les y las necesidades de los trabajado-res, insisti.Murro culmin sealando que hay queavanzar en el reconocimiento a las ne-cesidades de salud y de seguridad enel trabajo para los trabajadores, en elapoyo al desempeo de sus responsa-bilidades familiares con el Sistema Na-cional Integrado de Cuidados, en laigualdad de gnero y como disminui-mos las brechas al respecto y tambinestamos empezando el anlisis de lostemas de productividad.

  • Viernes 20 de Noviembre de 201510

    Los trabajadores del SUNCA vienen ocupando la planta de la Compaa Nacional de Cemento, ubicada en Pan de Azcar, Maldonado. Esta empresa de 78 aosen el ramo detuvo sus tareas debido a una mala gestin y planificacin empresarial. Luego de mltiples instancias de negociacin el SUNCA ocup la planta endefensa de las fuentes de trabajo y de un emprendimiento estratgico para el desarrollo productivo del pas. Son 134 familias afectadas por el mal desempeoempresarial, una vez ms. El SUNCA ha desplegado la solidaridad a nivel nacional y convoca a rodear el conflicto.

    Con 75 votos en 77 la Cmara deDiputados aprob la creacin del Siste-ma Nacional Integrado de Cuidados(SNIC), propuesto desde el Frente Am-plio. La ley cont con el apoyo del FA, elPartido Colorado y una parte de la ban-cada del Partido Nacional. Los votosnegativos fueron los de Aldo Lamorte,del PN, y de Carlos Prez, diputadosuplente de Unidad Popular.Uno de los proyectos claves del Gobier-no del Frente Amplio para este perodofue aprobado por el Parlamento ayerjueves, cuando el Sistema de Cuidadosfuera votado por la Cmara de Diputa-dos. El Sistema, que se propone dise-ar e implementar polticas pblicaspara atender las necesidades de laspersonas en situacin de dependencia,es uno de los pasos fundamentales paraseguir avanzando en la conquista dederechos y profundizando la democra-cia.Gerardo Nez, diputado de la 1001 yel Frente Amplio, intervino en la sesinde la Cmara y sostuvo: Estamos fren-te a un proyecto absolutamenteremovedor, que promueve una trans-formacin profunda desde el punto devista social, cultural y, obviamente, tam-bin desde el punto de vistainstitucional. () De lo que se trata aques de construir nuevas formas en lascuales los ciudadanos y las ciudada-nas nos podamos mirar. Concebir loscuidados como derechos es muchoms que la enunciacin, es una verda-dera transformacin cultural que se haproducido a lo largo y ancho de nues-tro pueblo. Este proyecto que hoy seestar sancionando definitivamente esel resultado de una acumulacin muygrande que se ha dado en nuestro pue-blo, donde se ha debatido con diver-sos colectivos sociales y distintas or-

    ganizaciones promotoras de cambiostambin en este nivel, no solo en losmbitos estructurales de la economapoltica por llamarlos de alguna forma, sino tambin en aquellos planos quehacen a la organizacin subjetiva, cul-tural y poltica de las sociedades.A pesar de la amplsima mayora queaprob la creacin del SNIC, existencuestionamientos a las polticas socia-les, tanto desde la oposicin como del

    propio Frente Amplio. La respuesta deNez fue contundente: A pesar dedatos contundentes -la cadasustantiva de la pobreza en los ltimos10 aos, por ejemplo-, que son muyimportantes, todava se siguen cues-tionando las polticas sociales, ascomo sus efectos integradores y de-mocrticos. Esos cuestionamientos tie-nen una raz en un discurso muy con-servador que afirma que el pobre espobre porque quiere. Ese discurso esel que estamos combatiendo con laimplementacin de este tipo de polti-cas sociales. Digo esto porque si olvi-damos el papel de la cultura y de laorganizacin social en la dominacineconmica y social general realmentenos estamos perdiendo una parte muy

    grande de la pelcula. No podramosentender las estructuras de domina-cin social a nivel planetario si solamen-te analizramos los aspectos econmi-cos sin considerar todas las demsdimensiones. Y ese discurso que lepega a las polticas sociales y planteala culpabilidad en aquellos sectoresque, lamentablemente, fruto de situa-ciones de la economa y de la divisininternacional han cado en esos nive-

    les de po-breza, se ol-vida de que,por ejemplo,cuando seofrec ierontres milpuestos enel programaUruguay Tra-baja se pre-s e n t a r o nd i e c i s i e t emil perso-nas.

    Enmarcado en el combate al discursoconservador, el Sistema representa lapromocin de un cambio cultural, se-gn las propias palabras del diputadode la 1001.Este proyecto es la sntesis de la acu-mulacin de cambios culturales en lasociedad, que al mismo tiempo promue-ve nuevos cambios sociales y cultura-les, porque hay que ir al espinazo dedeterminadas estructuras que tambinson promotoras de la dominacin so-cial. Cuestionar la divisin social del tra-bajo, fundamentalmente la divisinsexual del trabajo, es una forma de iral corazn de esos sistemas, que to-dava siguen promoviendo la domina-cin. Nos parece que este aspecto escentral, porque que hoy estemos asu-

    Parlamento aprobcreacin del Sistema de Cuidados

    La Cmara de Diputados dio sancin definitiva al proyectoPor Omi Cazarr

    miendo con tanta naturalidad que el95% de las cuidadoras son mujeres nosest diciendo algo como sociedad, y esalgo que tenemos que cambiar, quetransformar, porque no puede ser quelos cuidados recaigan solo en las mu-jeres. Ac tambin se juega un aspec-to de la equidad, de la democracia y dela construccin de oportunidades, sen-tenci.Por ltimo, se dirigi a aquellos que noapoyaron el proyecto, especialmente alrepresentante de Unidad Popular, quelo calific como privatizador y de es-tar enmarcado en la estrategia delTISA. En este sentido, Nez cuestio-n: En la escuela de izquierda dondenosotros aprendimos determinadascosas, nos ensearon que elneoliberalismo lo que siempre quiere esdesregular, correr al Estado de la regu-lacin del mercado. Y este proyecto,teniendo en cuenta una realidad mate-rial, concreta, en la que existen deter-minados programas de cuidadostercerizados, propone regular a travsde un sistema, que es mucho ms. Sieste proyecto planteara una polticaprivatizadora, que reproduce condicio-nes de dominacin, realmente estamosleyendo libros distintos y entendiendola poltica institucional y los cambiosdesde una perspectiva distinta, con di-ferencias sustanciales.Finalizando su intervencin, dej eneste sentido un mensaje claro: Esteproyecto que para nosotros resultaremovedor, transformador, es absolu-tamente necesario. Votar este proyectoes votar a favor de la inclusin, de laintegralidad, de la democratizacin, dela equidad, contra la discriminacin,por la igualdad, por la ampliacin dederechos; por ende, no votarlo, sera iren contra de todos estos postulados.

    CNC ocupada

  • Viernes 20 de Noviembre de 2015 11

    El lunes 30 de noviembre la Federa-cin Uruguaya de Empleados de Comer-cio y Servicios (FUECYS) cumple 85 aosy los celebra con su XVI Congreso.El lunes 30 FUECYS realizar una con-centracin frente al Palacio Legislati-vo, marcha hasta la plaza Pepe DElia,dirigente histrico de FUECYS y delmovimiento sindical uruguayo, all ha-br un acto y luego en el Platense seinstalar el Congreso, que ser el msgrande de la historia con ms de1.400 delegados de todo el pas, enrepresentacin de los ms de 30 milafiliados de la Federacin.Hacia el XVI Congreso, adems de latrascendente discusin programtica yreivindicativa, realizada en varios en-cuentros de pre congreso con cientosde militantes sindicales en todo el pas,ms los encuentros de jvenes, de se-guridad laboral y de gnero, una de lasnoticias ms importantes es la concre-cin de una lista unitaria entre las prin-cipales corrientes histricas de FUECYS.EL POPULAR dialog con cuatro de losrepresentantes de esas principales co-rrientes gremiales que conformaron laLista 1+3 La Unitaria.

    Fabio RivernFabio RivernFabio RivernFabio RivernFabio Rivern, actual secretario deOrganizacin de FUECYS y miembrodel Secretariado del PIT-CNT afirm:Esto arranc hace ao y medio en unintento de fortalecer a la Federacinen vistas a lo que se viene. Estamosante un ataque feroz de la derecha quese va a ver por varios lugares y esoreclama, ms que nunca, estructurasfirmes de los sindicatos. Sobre todoen sindicatos como los nuestros, conmuchas y muchos compaeros jve-nes, sin ninguna militancia previa, al-guna militancia estudiantil pero muypoca, se necesita fortalecer la estruc-tura, los principios del movimiento sin-dical. Uno de los elementos principa-les es la unidad. Estamos ante un in-

    tento de generar algo paralelo al PIT-CNT y corremos ese riesgo. La nicaforma de contrarrestar esa contraofen-siva de la derecha y eso ltimo quesealbamos es esta, generando es-pacios amplios de participacin, de dis-cusin, fortaleciendo la Federacin ydando seales de unidad.

    Juan Del ValleJuan Del ValleJuan Del ValleJuan Del ValleJuan Del Valle, secretario de Desa-rrollo Social de FUECYS, sostuvo quetenemos una Federacin que ha cre-cido, con ms de 30 mil afiliados,heterognea que tiene una gama deabanico salarial inmensa y que vamosde cara a los Consejos de Salarios delos mayores grupos, el 10 y el 19, en-tonces necesitbamos de una estruc-tura basada en la unidad, y tratar deconcentrar las fuerzas de frente a esto.Este esfuerzo viene por ah y tambinpensando en reforzar la unidad delmovimiento sindical.

    Miguel ErediaMiguel ErediaMiguel ErediaMiguel ErediaMiguel Eredia, secretario de Empleode FUECYS, afirm que hay muchopara analizar y debatir en torno a esto,que para nosotros es una cuestin es-

    tratgica, nada ms y nada menos quela unidad. La cuestin es que piensacada uno y que pretende cada uno dela unidad y si uno est dispuesto a te-ner la posibilidad y la capacidad de ana-lizar, con un conjunto de compaerosque no piensan igual que vos, haciadonde vamos. Y eso es mucho msnecesario ante las dificultades que te-nemos en el mundo actual. Nosotrostenemos trabajadores en nuestra Fede-racin que estn pasando en Uruguaylos vaivenes de la crisis del capitalis-mo. En FUECYS estn organizados lostrabajadores de los free shops y de lasbarracas y cooperativas de cereales ylos afectan cuestiones que desde Uru-guay no definimos, como el valor del realy del dlar. Los compaeros que esta-mos en este acuerdo, que provenimosde las dos listas ms viejas y con mstradicin dentro de la Federacin, y quevamos al prximo congreso con la lista1+3: La unitaria, pensamos que hayque fortalecer la unidad, con iniciativasconcretas. Al principio nos planteamosun gran acuerdo, algo as como fue lasalida del XII Congreso del PIT-CNT, pero

    FUECYS: Congreso y 85 aosLista Unitaria unifica a las histricas listas 1 y 3

    Por GM

    no fue posible, otros compaeros en-tendieron que tenan que buscar otrasalternativas. Nosotros intentamos quetodos estuviramos contemplados. Y lohicimos porque creemos que vendrnluchas muy duras porque estamos anteuna crisis internacional del capitalismomuy dura. Estamos a das de lo ocurri-do en Francia, y eso tambin nos tieneque importar, los trabajadores lucha-mos en todo el mundo por la paz. Anteesos problemas, esa lectura, y las re-percusiones de eso en nuestro pas,creemos que hay que construir y forta-lecer la unidad de las herramientas po-pulares y dentro de ellas de nuestrosindicato. Por eso apostamos a la cons-truccin de un amplio espacio unitarioque permita discusin, anlisis, deba-te, lo peor que podemos hacer es ce-rrarnos a una discusin o cerrarnos aun debate. Este Congreso de FUECYSva a ser muy importante, 1.400 dele-gados en representacin de los casi39.000 trabajadores sindicalizados ennuestra Federacin. Ese es un anli-sis, cmo fortalecemos esta herramien-ta, y tiene que ver con lo que ha pasa-do en estos diez aos de gobierno, enel 2004 tenamos 4 mil trabajadoressindicalizados hoy somos 39 mil. A esohay que ponerle cabeza, organizacin,estructura, debate, profundizar ideol-gicamente, necesitamos formar cua-dros jvenes, es una tarea central.

    Ral FerrandoRal FerrandoRal FerrandoRal FerrandoRal Ferrando, secretario de DDHHde FUECYS, por su parte indic: Va-mos hacia un XVI Congreso con me-moria de nuestros mrtires, y por esose llama Flix Ortiz, Alvaro Balbi y LuisArign. Recordarlos es seguir generan-do memoria y verdad y justicia. Este es-fuerzo comienza hace diez aos, conla unin de dos corrientes de pensa-miento y militancia, los militantes delPCU y el PVP y algunos independien-tes, que conformaron la Lista 3. Estalista trabaj con las diferentes corrien-tes gremiales dentro de FUECYS paragenerar una lista unitaria, pero quisi-mos unir todas las listas, no fue posi-ble, otros compaeros entendieron queel camino era distinto, y bueno, vamosal Congreso a definir la profundizacinde los cambios. Se trata de cmo dis-tribuir la riqueza que estn generandoel comercio y los servicios. El Congresova a ser importante para todo el movi-miento sindical ya que esta Federacinha generado una cantidad de afiliadosy militantes hacia el PIT-CNT y dentro delos trabajadores privados somos los quetenemos ms afiliados y un movimientoen la calle que se ha demostrado entodas las movilizaciones. Pretendemosque este Congreso sea de discusin, decrecimiento y de generacin de militan-tes jvenes. Tambin, por supuesto, for-taleciendo al PIT-CNT, que para noso-tros sigue siendo la herramienta funda-mental, generada por los viejos compa-eros que la crearon.

    Las trabajadoras y trabajadores de FRIPUR han instalado una carpa frente al Parlamento para reclamar soluciones quecontemplen la defensa de ms de 900 fuentes de trabajo y un emprendimiento industrial clave para el Uruguay cerradopor la mala gestin empresarial y el vaciamiento de la empresa. Con el SUNTMA vienen impulsando una salida que impliquela reapertura y el mantenimiento de la unidad productiva. Todo el movimiento sindical y popular est rodeando el conflicto.

    Carpa de FRIPUR

  • Viernes 20 de Noviembre de 201512

    El tremendo atentado que sacudiPars el viernes por la noche, causan-do ms de 120 muertos y unos 350heridos, se enmarca en un complejomomento geopoltico. Cul ser la po-sicin de los grandes jugadoresglobales del mundo luego de los la-mentables sucesos parisinos, que tie-nen relacin directa con la realidadpoltica y social que se vive en Siria?Por qu entramos en una TerceraGuerra Mundial en trozos, tal comoafirm el Papa Francisco al condenarlos hechos? Cules son los cuatropuntos para resolver de manera urgen-te en trminos geopolticos?Partimos de una precisin absoluta,que no se puede soslayar en ningnanlisis: el autoproclamado Estado Is-lmico, antes denominado ISIS, se hareivindicado como autor de los atenta-dos en Francia. Buscaron su 11 deseptiembre europeo y, lamentablemen-

    te, lo consiguieron, bajo un paradigmaterrorista casi infalible: misma hora yfecha; diversos lugares simultneos,en su mayora de alto impactomeditico -Stade De France, LeBataclan, y otros-; y ningn rastro delos Servicios de Inteligencia franceses,algo que deber ser estudiado en los

    prximos das. Los sucesos se combi-nan con tres hechos recientes: a) los dos meses de los nuevos ata-ques areos franceses en Siria; b) la muerte, tambin das atrs, delYihadista John, uno de los verdugos

    ms afamados de ISIS; c) el anuncio de que el 18 de noviem-bre partira el portaaviones francsCharles De Gaulle rumbo al Golfo Pr-sico, bajo la finalidad de combatir alEstado Islmico.

    El Papa Francisco, conocedor cabal del

    momento geopoltico y global playerdesde Roma, fue claro en su primeraintervencin tras conocer la noticia: setrata de la Tercera Guerra Mundial entrozos de la que viene advirtiendo des-de inicios de su papado. Otra argentinainfluyente, nada me-nos que la presidentaCristina Fernndez deKirchner, tambin ha-ba metido el dedo enla llaga, un ao atrsen la Organizacin deNaciones Unidas, con-sultando sobre el pa-trocinio non sactode ISIS: Mi pas noproduce armas, dednde sacan los re-cursos? quines sonlos que les venden ar-mas?. Ac entra uno de los puntos principa-les para entender lo que sucede enSiria: en vas a desplazar a Bashar AlAssad, potencias occidentales -comoEEUU y determinados pases de la UninEuropea- impulsaron diversos gruposradicales y moderados, segn las cr-nicas periodsticas, a fin de disputar elpodero interno. Pero, mal que le pesea la mass media, en los hechos huboms radicales que moderados, y elmultimillonario ISIS avanz hastaPalmira, difundiendo videos de ejecu-ciones que parecieran del siglo pasadode no ser por el HD que verifica, nueva-mente, que no hablamos de improvisa-dos en ningn aspecto (ni siquiera enel comunicacional).EEUU dijo antes: Si sale Gaddafi, Libiava a crecer. Lo mismo con Hussein enIrak*. La sugestiva frase correspondeal canciller ruso Serguei Lavrov, en con-frontacin clara con su par estadouni-dense John Kerry, quien luego de losatentados parsinos segua ms preocu-pado en cmo deshacerse de Al Assadque en confrontar con el pujante Esta-do Islmico. Qu quiere decir Lavrov,en trminos concretos? Que la discu-sin ya no es Assad si, Assad no, sinocomo frenar lo antes posible la brutali-dad del EI. Por ello EEUU y Rusia acor-daron la confrontacin conjunta con

    Francia y Siria:la urgencia de entender la geopoltica

    Por Juan Manuel Karg*

    estos grupos irregulares -algo que Mos-c viene llevando adelante desde hacemeses- sumado a un dilogo que de-ber promover Al Assad con la oposi-cin realmente existente (y no las or-ganizaciones terroristas, claro est) du-rante los prximos meses.Todo esto nos lleva a una conclusinrpida: el no acuerdo entre Mosc yWashington en torno al papel de AlAssad debe tambin tomar en consi-deracin lo acontecido en Libia e Irak,tal como propona Lavrov en la confe-rencia de prensa conjunta. La segun-da conclusin tiene que ver con lamultipolaridad vigente: la multiplicidadde jugadores globales que, de una uotra manera estn involucrados en estasituacin, hace que -por suerte- seams compleja la toma de decisiones(algo que no sucedi con la unilaterali-dad norteamericana en, por ejemplo,Irak). EEUU debe comprender que su

    papel en el concierto de naciones yano es el que era, incluso desde men-sajes simblicos: llam mucho la aten-cin que Obama hablase antes que elpropio Hollande tras los atentados.

    En definitiva, se trata de la urgenciade entender la convulsionadageopoltica de la Tercera Guerra Mun-dial en trozos para avanzar en cuatroejes: a) impedir la consumacin de nuevosatentados como el que el viernes pa-sado sufriera Pars; b) avanzar en desarticular a ISIS, pro-moviendo asimismo un dilogo polticoverdadero en Siria -es decir, con AlAssad sentado en la mesa de negocia-cin- y cortando cualquier lnea definanciamiento occidental a grupos irre-gulares; c) rechazar cualquier intento deislamofobia que se pretenda descar-gar sobre los pueblos rabes a raz deatentados provocados por un sector dedudosa procedencia; d) promover la multipolaridad desdeacuerdos tcticos concretos, como elque a esta hora ensayan Mosc y Was-hington, a fin de pacificar a un mundocada vez ms convulsionado.

    *Rebelin

  • Viernes 20 de Noviembre de 2015 13

    Otra vez Pars se convirti en uncampo de batalla. Decenas de muer-tos, cientos de heridos y las mismasconsignas de respuesta del gobiernofrancs frente al ataque yihadista queya se han escuchado en Estados Uni-dos y Espaa cuando acciones simila-res generaron idnticas masacres. Fren-te al horror se quiere responder conms horror, se habla en los titulares delos principales medios con total ligere-za, de que ahora s empez la guerra,o se alimenta la idea (en forma directao solapada) de que el mundo rabe ymusulmn atenta contra la sacrosantademocracia francesa. A sabiendas quela casi totalidad de esa colectividad re-pudia al ISIS y sus protectores.

    Tiene muchsima razn el presidentesirio Bachar Al Assad cuando, despusde condolerse por las vctimas de losatentados, recuerda que Francia co-noci ayer lo que vivimos en Siria des-de hace cinco aos. Y lo dice precisa-mente quien en innumerables ocasio-nes ha intentado -como antes lo habahecho el lder libio Gadaffi- convencera los gobernantes franceses que noarmaran, equiparan logsticamente ycostearan con millones de dlares a losejrcitos mercenarios que han sembra-do el terror, la muerte y el desesperadodestierro de cientos de miles de siriose iraques. En cada ocasin que estemensaje resonaba en los foros inter-nacionales, la posicin francesa siem-pre fue la misma: ratificar su creenciade que exportando la guerra, alinen-dose con la OTAN y subordinndoseante el mandato imperial monitoreadodesde Washington, el problema sirio,es decir el tan buscado derrocamientode Al Assad, iba a ser resuelto.Est claro que como le ocurriera a losgobernantes derechistas espaoles el11M del 2004, el tiro les sali por laculata. En esa ocasin, el yihadismo,al que Espaa y su alianza con la OTANhaban querido combatir mediante supresencia en Iraq y Afganistn, decidiresponder con la misma medicina, ycomo en Pars ahora, los que pagan loserrores de los poderosos siempre sonlos ciudadanos de a pie, cuya nicaculpabilidad, si es que la tuvieran, qui-zs sea votar y catapultar a la presiden-cia, a esos asesinos seriales que luegolos condenan a la muerte.Ahora, como ocurriera en el mismo es-cenario con la masacre de CharlieHebdo, vuelven a sentirse las tan repe-tidas consideraciones hipcritas. Todosa la vez, los mandamases europeos pro-meten ms medidas represivas, mscensura, ms fabricacin de armamen-to para alimentar intervenciones bli-cas. Juran que hoy somos Francia, envez de prometer ante las vctimas: Nosiremos de la OTAN. Con esas y otrasactitudes similares dejan al descubier-to que junto con los asesinos de un

    yihadismo que no representa de nin-guna manera al Islam, ellos -losHollande, Sarkozy, Rajoy, Merkel yquienes los auspician desde el Pen-tgono, son los principales responsa-bles de estas acciones brbaras. Lashan alimentado persiguiendo hasta elcansancio a los musulmanes de la

    periferia de Paris y las diversas ciuda-des francesas, negndole el uso derecintos para hacer sus oraciones ogenerando allanamientos en las mez-quitas donde era comn practicar pa-cficamente su derecho al rezo. Allestn como ejemplo esas leyes que pro-hiben desde 2011 el uso del velo ytambin la pollera islmica y la burkaen los espacios pblicos, no obligan-do de la misma manera a ciudadanosfranceses que comulgan con el judas-mo. Segregando al mundo islmico yexibindolo ante la sociedad francesacomo el enemigo, de la misma ma-nera que Israel hace con los palestinosdesde hace ms de seis dcadas.No es misterio para nadie y menospara los devaluados Servicios de Inte-ligencia francesa, que muchos de los

    humillados, desempleados y persegui-dos por leyes draconianas y racistasque habitaban en la Banlieue parisina,fueron cooptados primero por el FrenteAl Nusra y luego directamente por el ISISpara que sean parte de la experienciade sembrar el terror en Siria e Iraq y loms paradjico es que salieron desde

    el territorio francs en numerosas oca-siones con el visto bueno de un gobier-no que los sinti como sus soldadosde avanzada. En ese momento, lasmasacres que esos mercenarios produ-can en Mossul, Raqqa, Aleppo,Homs oen Palmira, no preocupaban a Sarkozyni tampoco a Hollande. Eran daoscolaterales lejos de la comodidadparisina que hasta ese momento pare-ca blindada, inviolable. Tampoco dijeronnada importante del atentado sangrientocometido esta semana en El Lbano yseguramente muy festejado en Tel Avivo en la Casa Blanca, ya que en esa oca-sin la matanza ocurra en un barriocontrolado por Hezbolah. En este caso,los muertos eran tan rabes como lospalestinos asesinados en estos das enCisjordania o en Gaza, cuyos nombres

    El horror en Pars es diferente al deSiria, Iraq, Palestina y El Lbano?

    Por Carlos Aznarez (*)

    no cuentan para los grandes medios,como tampoco el dolor de sus familia-res o las imgenes dantescas de susviviendas arrasadas. Eso no tiene ms que un nombre: do-ble rasero, praxis mentirosa, odio al di-ferente.Lo que ahora a ocurrido en Pars tienetambin otra explicacin no menos im-portante. En los ltimos meses en elescenario sirio ha ocurrido un hechoque cambi la relacin de fuerzas. Ru-sia decidi intervenir, al rescate de ungobierno y un pueblo asediados por elterror, y lo hizo a su manera, lograndoxitos inmediatos en la lucha contra elISIS y demostrando que todas las ac-ciones anteriores, propagandizadas porla OTAN y Estados Unidos, haban sidouna farsa gigantesca. Golpeado en sus bases principales,destruidos muchos de sus almacenesde armamento y sintindose traiciona-dos por quienes los arroparon desdeArabia Saud, Turquia y los pases oc-cidentales, muchos de los mercenariosoptaron por retornar a sus sitios de ori-gen, entre ellos los europeos. Tanto esas, que ese retorno fue anticipadopor algunos analistas franceses, quie-nes aseguraban que ahora el peligropuede estallar a nuestros propios pies.De eso se trata precisamente esta re-pudiable venganza yihadista, que msall del falso llanto de quienes los go-biernan, debera ser un llamado urgen-te para que la sociedad francesa, comootras del continente europeo, se deci-dan a interpelarlos, y exigirles queabandonen sus ideas expansionistas,injerencistas y autoritarias. Que cesenlos comportamientos xenfobos, comolos que a pocas horas de ocurrir estosatentados, ya han generado el incen-dio de un campo de inmigrantes refu-giados en Calais. Que miren a quieneshuyen de las guerras provocadas porla OTAN, como hermanos y no comoenemigos. Que se vuelquen a compor-tamientos humanitarios y no busquenexcusas donde slo hay hombres ymujeres que quieren ser tratados comotales y no como ciudadanos de segun-da clase.Quizs, estas circunstancias marca-das por el dolor, puedan servir de pun-to de inflexin para buscar un puntode inicio diferente. Si esto no ocurrie-ra, como parece probable visto lo vis-to, nadie, absolutamente nadie tendrderecho a preguntarse, cuandoel horror se repita: Por qu a noso-tros?

    *(Periodista argentino en medios deprensa escrita y digital, radio y TV. Es-critor de varios libros de temas de pol-tica internacional. Director del peri-dico Resumen Latinoamericano. Coor-dinador de Ctedras Bolivarianas, m-bito de reflexin y debate sobre Amri-ca Latina y el Tercer Mundo)

  • Viernes 20 de Noviembre de 201514

    Operaciones clandestinas, investi-gaciones secretas, acusaciones crimi-nales, financiamiento multimillonario,guerra psicolgica y provocaciones mi-litares. Es la emboscada desde Esta-dos Unidos contra Venezuela. Durante el ltimo ao, el Gobierno deEstados Unidos ha gastado ms de 18millones de dlares en financiamientopblico para gruposantigubernamentales en Venezuela,alimentando el conflicto en el passuramericano y manteniendo viva unaoposicin sin unidad ni apoyo signifi-cativo. Solo desde la Fundacin Nacio-nal para la Democracia (NationalEndowment for Democracy, NED) du-rante el ao 2014-2105, casi 3 millo-nes de dlares fueron entregados aorganizaciones opositoras en Venezue-la, enfocadas en la campaa para laselecciones parlamentarias previstaspara el prximo 6 de diciembre. Porejemplo, 125.000 dlares fueron en-tregados al grupo opositor Smate,creado por la NED en Venezuela en 2003para liderar un referndum revocatoriocontra el presidente Hugo Chvez. Aho-ra esos 125.000 dlares estn finan-ciando la iniciativa de Smate de in-fluir sobre los miembros de centroselectorales a nivel nacional durante lasprximas elecciones en diciembre, unainjerencia flagrante. Otros 400.000 d-lares han sido entregados a un pro-grama para apoyar miembros de laAsamblea Nacional y el desarrollo depolticas. Y hay ms de 40.000 dla-res dedicados a monitorear la Asam-blea Nacional de Venezuela. Quderecho tiene un organismo extranje-ro de monitorear el cuerpo legislativode otro pas? Peor an es cuando gru-pos internos reciben el dinero de unGobierno extranjero para espiar en con-tra de su propio Gobierno.Los aportes de la NED para alimentarel conflicto en Venezuela tambin in-cluyen casi medio milln de dlares(410.155 dlares) para mejorar lascapacidades estratgicascomunicacionales de organizacionespolticas a travs de medios alternati-vos. En particular, esta enorme canti-dad de dinero est financiando el uso

    de redes sociales para proyectar la vi-sin antigubernamental en espaciosque influyen a nivel internacional. Otros73.654 dlares de la NED han sido uti-lizados para fortalecer la capacidadtcnica y promover la libertad de expre-sin y derechos humanos a travs deTwitter. Y 63.421 dlares para entre-nar sobre el uso efectivo de redes so-ciales y medios alternativos. Las redessociales se han convertido en un cam-po de batalla en Venezuela, donde tan-to el Estado como la oposicin las utili-zan pa