Ensayo Ilustrado Al Trabajo de Katya Mandoky
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“Todos los hombres desean por naturaleza saber” (Metafísica, Aristóteles. Madrid: Gredos.
1990) esta frase que tiene más de dos mil años ha sido un axioma que nos sirve a nosotros —
como seres humanos—, forjar un patrón de identidad, de idiosincrasia, de la búsqueda de la
culturización, de la reflexión social y estética de las cosas que nos rodean y que nos hace
diferente a los demás. Desde la primigenia de una cultura se evidencias rasgos que proporcionan
información en cuanto a sus características y diferencias étnicas, de sus diversos sistemas de
sostenibilidad, de su espiritualidad, creencias, modos de pensar y de vivir, sus sistemas de
diálogos y comunicación, etc.; todas estas tendencias se recaban a través de procesos metódicos
de investigación y cientificidad, dependiendo del objetivo del sujeto u objeto investigador.
Seguimos tras la búsqueda de más y más información, de saberes y logros por adquirir una mente
intelectual.
La curiosidad ha mediado estos procesos heurísticos (búsqueda) que nos facilitan el
testimonio de nuevos principios, teorías, conceptos, normas o leyes; como cuando Newton se
planteó el interrogante del por qué los objetos caen hacia abajo en el espacio vacío; o como
cuando Tomas Alba Edison descubre los filamentos por el cual pueda generarse electricidad y
esta proporcionara el medio para la prolongación de la luz, descubriendo así la luz artificial. O
cuando en 1920 Frederick Banting y sus colegas descubren la hormona insulina, que ayuda a
equilibrar los niveles de azúcar en la sangre en pacientes diabéticos y les permite llevar una vida
normal. Antes de la insulina, la diabetes significaba una muerte lenta y segura. Éstos y demás
descubrimientos que el hombre ha obtenido han sido, como dije anteriormente producto de la
curiosidad y la necesidad del contexto por inventar algo novedoso y capaz de solucionar o recaer
los problemas que le acaece a la humanidad.
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Las teorías del conocimiento han soportado de manera procesal y metódica los grandes,
medianos y pequeños descubrimientos del hombre, además de deparar las grandes cuestiones
sociales y espirituales, como de la praxis, donde ubicamos las artes como expresiones
representativas de la noción de ideas del ser humano, expuesta en distintas formas, recursos y
contextos. Es aquí, desde las artes junto con la filosofía, donde nace la premisa de estética,
concepto que desde el día de hoy sigue trascendiendo los hechos de las sociedades y cambiando
los paradigmas de un lugar a otro, sustentando la armonía, la belleza, la sincronización y
organización de las partes del arte y las masas, para la magnificencia de su pulcrosidad externa e
interna, intra e interpersonalmente, objetiva y subjetiva.
A medida que vamos avanzando cognitivamente renovamos las nuevas formas de pensar del
arte y conceptualizamos de forma enmarcada sus distintas ramificaciones o lenguajes que éste
abarca. Hablar de estética en la actualidad no es sólo contemplar algo y predeterminar ese algo
como bueno o malo, bonito o feo, sino de tener los criterios necesarios del por qué entendemos y
predeterminamos las cosas que nos rodean, ya sea desde el arte o no. Por ende, re-direccionamos
las formas de pensamientos de lo cotidiano o general, a lo específico; es decir, en pocas palabras
le damos objetividad y razón de ser (conceptualización) a las cosas que a la vista son vanas, pero
desde la metafísica1 y la metacognición2.
Hablando un poco de la estética, muchos doctos en el área de las artes y en todos sus
1. La metafísica (del latín metaphysica, y este del griego μετὰφυσικά, «más allá de la física») es
una rama de la filosofía que estudia la naturaleza, estructura, componentes y principios
fundamentales de la realidad.
2. Entendemos por Metacognición la capacidad que tenemos de autoregular el propio aprendizaje,
es decir de planificar qué estrategias se han de utilizar en cada situación, aplicarlas, controlar el
proceso, evaluarlo para detectar posibles fallos, y como consecuencia... transferir todo ello a
una nueva actuación.
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lenguajes, han tratado de teorizarla. Muchos afluyen en la terminación de la estética como una
disciplina cuyo objeto es el arte, lo bello, las formas significativas, las expresiones simbólicas o
las experiencias sensibles; otros miran la estética como un objeto de varias disciplinas como la
psicología, la sociología, la historia del arte, etc. Otros autores concuerdan en la definición
exclusiva de estética como el estudio del arte, que de forma parcial es considerada una
concepción como objeto de varias disciplinas, ya que hay sociología del arte, historia del arte,
teoría del arte. Aunque muchos estetólogos no concuerdan en esta definición porque prefieren
entender este campo como el estudio de lo bello y no del arte.
Para Katya Mandoki, doctora en historia del arte, “reducir la estética al ámbito de ‘lo bello’ o
al ‘arte’ es confinar el ámbito de la sensibilidad humana, lo que perpetúa, además, la concepción
dualista que escinde al ser humano entre ‘cuerpo’ y ‘alma’” (como se cita en Luis Alvarenga.
Revista Realidad 118, 2008: Katya Mandoki. Prosaica I. Estética cotidiana y juegos de la cultura.
Pp. 699). Mandoky, reflexiona el estudio de la estética —no sólo de la restricción de lo bello y el
arte, válgame la redundancia— sino a las riquezas y complejidades de la vida social en sus
diferentes manifestaciones. Lo que consideraría la Prosaica3: la estética de la cotidianidad. “Esta
pervivencia de la estética se expresa de mil maneras, desde nuestra forma de vivir, en el lenguaje
y el porte, el modo de ataviarse y de comer, de rendir culto a deidades o personalidades, de
legitimar el poder, ostentar el triunfo o recordar a los muertos; pero el papel primordial que la
estética tiene en nuestra vida cotidiana se ejerce en la construcción y presentación de las
identidades sociales” (como se cita en Luis Alvarenga. Revista Realidad 118, 2008: Katya
3. Mijaíl Bajtín define la prosaica como: sensibilidad de lo cotidiano; entendiendo no solo el valor
de lo cotidiano en sí mismo, sino con la sensibilidad en lo cotidiano. […] La prosaica es la
matriz de sensibilidad de todas las manifestaciones poéticas (poyesis, arte), su condición de
posibilidad.
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Mandoki. Prosaica I. Estética cotidiana y juegos de la cultura. Pp. 697).
Ahora, esto no quiere decir que todo lo que hay en nuestra vida cotidiana sea estético. La
misma autora declara: “se asume […] que ninguna cosa es estética, ni siquiera las obras de arte o
las cosas bellas. La única estesis está en los sujetos, no en las cosas. […] La estesis es una
condición de los seres vivos. Vivir es estesis (lo cual no quiere decir que todo en la vida sea
estesis)” (como se cita en Luis Alvarenga. Revista Realidad 118, 2008: Katya Mandoki. Prosaica
I. Estética cotidiana y juegos de la cultura. Pp. 699).
Este estudio de la estética se le conoce como el ámbito de socioestética: como el estudio de
las prácticas estéticas en la vida social. Existe otro ámbito en la disciplina de la estética que es el
de la bio-estética: como el estudio de la estesis en los seres vivos, pero no nos centraremos en
este último.
En la socioestética se desprende dos ramas de estudio, la Prosaica, que ya hemos venido
hablando un poco de ella, pero que también encontramos la prosaica médica, escolar, familiar,
religiosa, militar, nacional, jurídica, deportiva, artística; y la Poética, que dentro de ella se
enmarca el arte en general: la música, literatura, escultura, pintura, cine, fotografía, poesía,
ópera.
Nuestro foco de atención estará dirigido a la Prosaica, entendida “como la teoría de las
sensibilidades y del papel de la estesis en las estrategias de constitución e intercambio de
identidades individuales y colectivas. Otra manera de demarcar a la Prosaica es como la
exploración de las actividades estéticas materializadas en procesos de construcción de realidades
matriciales y sus respectivas identidades” (Mandoki, 2006, p. 16).
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Se evidencia entonces, en la proyección socioestética un intercambio estético: que es la
relación que existe entre el sujeto con otros sujetos y su medio ambiente a través de diversos
recursos. Esta interacción o relación que existe entre los intercambios estéticos se manifiesta en
dos coordenadas acopladas, el cual la autora denomina como dramática: que consiste en
actitudes, talantes, impulsos y desplantes de la energía de comunicación estética. No se da la
designación en este caso a la actuación ficticia como en el teatro, sino al acto y su despliegue de
energía en la vida cotidiana en la producción de reacciones sensibles del destinatario; y la otra
coordenada la denomina retórica: que comprende —además de su acepción clásica que la define
como el acto de influir el pensamiento y la conducta del auditorio—, los medios de persuasión,
de mover o conmover a los otros (en su sentido clásico de la oratoria) y que no se realiza
únicamente en los enunciados verbales, sino también por el cuerpo, los sonidos, los objetos,
espacios e imágenes.
Ambas coordenadas forman un dualismo que a la vez se complementan entre sí. La dramática
impulsa a la retórica y ésta configura a la dramática. La primera incita y la segunda conforma la
comunicación estética.
Mandoki (2006), aplica categorías a cada coordenada para afinar el análisis de los enunciados
en la socioestética. De la dramática las llama “modalidades” entendidas éstas tales como
proxémica, cinética, enfática y fluxión. De la retórica las llama “registros” entendidas éstas como
léxico, acústico, somático y escópico.
Además de categorizar estas dos coordenadas que proyecta la socioestética las acopla entre sí,
afinando cada modalidad con cada registro y cada registro con una modalidad, buscando esas
relaciones existenciales que la estesis tipifica dentro del marco de la sensibilidad social. Estos
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componentes revelan que no hay un dicotomismo alguno entre las coordenadas y sus registros y
modalidades, sino por el contrario, revela una asociación inexorable entre ellas mismas. Katia
Mandoki las acopla de esta forma:
Léxica Acústica Somática Escópica
PROXÉMICA Proxémica léxica Proxémica acústica Proxémica somática Proxémica escópica
CINÉTICA Cinética léxica Cinética acústica Cinética somática Cinética escópica
ENFÁTICA Enfática léxica Enfática acústica Enfática somática Enfática escópica
FLUXIÓN Fluxión léxica Fluxión acústica Fluxión somática Fluxión escópica
Este cuadro es reflejo de la dimensión estética que existe, los acoplamientos dramático-
retóricos se entrecruzan entre unos con otros para contribuir cada cual a la construcción del
sentido de un intercambio. Esta concepción no aleja de ningún modo la conexión entre lo
“abstracto” de la estética y lo “reflexivo” de la cotidianidad; ampliamos la adjetividad de la
estesis como andamiaje para definir no tanto el arte y su estrecha relación con el hombre y el
mundo, sino la naturaleza que el mundo ofrece a la humanidad, desde la teorización, la
investigación y la objetividad de las ciencias hasta la complejidad y rigurosidad de las múltiples
disciplinas que orientan al hombre a ser un ser pensante.
Esta asociación de pluri-conceptos y multi-teorías manifiestan el ensanchamiento entre las
fenomenologías de la naturaleza y la cultura social del ser humano. Estos intercambios proliferan
la eximia del corpus social y lingüístico desde la estética del hombre como creación de un Ser
inteligente que proporciona las herramientas y recursos necesarios para seguir indagando y
descubriendo toda la obra que el ser humano ha hospedado dentro de sus mismos extralímites.
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Esto que hemos expuesto no es el confín del corpus teórico que se extrae de la estética, pues
como inferimos anteriormente no podemos colocar un horizonte o linde a las concepciones
extrapolares de la estética, y más aún de la socioestética, dado que ésta, al ser una disciplina que
se aplica al estudio del sujeto y su relación con el otro, su contexto y todo lo que lo rodea, es un
campo abierto de la “metamorfosis de las masas” y específicamente del hombre.
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REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Luis Alvarenga. Revista Realidad 118, 2008. Katya Mandoki. Prosaica I. Estética
cotidiana y juegos de la cultura. Siglo XXI Editores, México, 2008. Pp. 697-700.
Katya Mandoki. Prosaica II. Prácticas estéticas e identidades sociales. Siglo XXI
Editores, CONACULTA.FONICA 2006.
Metafísica, Aristóteles. Madrid: Gredos. 1990.
(http://www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev16/soto.html)