Estilo de personalidad: El tipo excéntrico: · Web viewPor otro, lado, el obsesivo – compulsivo...

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1. Introducción: El objetivo de este trabajo es un acercamiento más profundo del trastorno de la personalidad esquizotípico. Se trata de un patrón de personalidad del grupo A. Gracias a este trabajo, obtendremos gran conocimiento a cerca de las características clínicas de este trastorno; También aprenderemos a diagnosticarlo (incluye un análisis de los diagnósticos diferenciales que pueden intervenir, así como los comórbidos). Por último, repasaremos las diversas técnicas que son eficaces en el tratamiento (intervención terapéutica). Para la elaboración del trabajo, hemos pasado por una serie de fases diferenciadas. La primera fase fue la búsqueda de información. En esta fase realizamos una búsqueda intensiva sobre el trastorno para lo cual recurrimos a libros de bibliotecas (como la UCM) y otros libros que tenían algunas componentes del grupo. En algún aspecto puntual nos hemos valido de direcciones de Internet fiables. La siguiente fase fue la de análisis. En esta fase nos aseguramos de que todos los componentes del grupo analizara las características concretas del trastorno, así como su etiología, curso, diagnostico diferencial, etc. En la siguiente fase: la de discusión, nos reunimos para discutir las diferencias de opinión sobre algunos aspectos concretos del trastorno. En esta fase, cada uno de los componentes del grupo, debía tener claras las 1

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1. Introducción:

El objetivo de este trabajo es un acercamiento más profundo del trastorno de la

personalidad esquizotípico. Se trata de un patrón de personalidad del grupo A.

Gracias a este trabajo, obtendremos gran conocimiento a cerca de las características

clínicas de este trastorno; También aprenderemos a diagnosticarlo (incluye un análisis

de los diagnósticos diferenciales que pueden intervenir, así como los comórbidos). Por

último, repasaremos las diversas técnicas que son eficaces en el tratamiento

(intervención terapéutica).

Para la elaboración del trabajo, hemos pasado por una serie de fases diferenciadas.

La primera fase fue la búsqueda de información. En esta fase realizamos una búsqueda

intensiva sobre el trastorno para lo cual recurrimos a libros de bibliotecas (como la

UCM) y otros libros que tenían algunas componentes del grupo. En algún aspecto

puntual nos hemos valido de direcciones de Internet fiables.

La siguiente fase fue la de análisis. En esta fase nos aseguramos de que todos los

componentes del grupo analizara las características concretas del trastorno, así como su

etiología, curso, diagnostico diferencial, etc.

En la siguiente fase: la de discusión, nos reunimos para discutir las diferencias de

opinión sobre algunos aspectos concretos del trastorno. En esta fase, cada uno de los

componentes del grupo, debía tener claras las características específicas del trastorno de

la personalidad.

Después, realizamos la fase de elaboración. En esta fase, nos repartimos el trabajo,

de tal forma que una realizó el diagnóstico y el tratamiento (intervención), otra realizó

la etiología, la patogénesis y el diagnóstico diferencial y la otra realizó un caso clínico.

Por último, realizamos la fase de síntesis, en la cual nos reunimos para revisar y

entender la parte que había hecho cada componente del grupo. Realizamos los ajustes y

cambios que creímos convenientes. Conjuntamente realizamos las conclusiones del

trabajo y para finalizar, individualmente realizamos una valoración personal del trabajo.

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2. Estilo de personalidad: El tipo excéntrico:

La personalidad esquizotípica se caracteriza por un comportamiento extraño,

distinto, un poco fuera de este mundo, con pensamientos diferentes y emociones muchas

veces independientes del entorno.

Estos sujetos se sienten atraídos por lo extrasensorial, lo místico y lo oculto; así son

carne de cañón para sectas, para la especulación, la brujería y el ocultismo. En buena

medida, el mundo del ocultismo puede estar lleno de sujetos con características

esquizotípicas.

No necesitan lo objetivo ni lo científico, sino que se basan en su mundo interior para

entender y relacionarse con el mundo.

Su autoestima no depende de las relaciones sociales, ni de la aprobación de los

demás, sino de sus propias convicciones. No suelen seguir los convencionalismos ni las

modas sociales, se centran en sí mismos, manteniendo las distancias frente a los demás.

Evaluados desde la convención llevan una vida de hábitos extraños, hacen las cosas

a su manera, por lo que les es complicado conseguir la aceptación del entorno, que

tiende a ridiculizarlos. En función de la cultura y el ambiente en el que se desenvuelvan,

estos sujetos estarán más o menos adaptados, pero lo cierto es que existen pocos medios

en los que los sujetos excéntricos se encuentren a gusto. Puede ocurrir, que el sujeto

esquizotípico tenga ideas que le resultan útiles a la sociedad, esta persona puede

sobresalir, no sólo por sus excentricidades, sino también por sus genialidades, de tal

manera que serán halagados; sin embargo, aquellos sujetos con este estilo de

personalidad que no tengan talento, serán rechazados y excluidos, a no ser que se

muevan en un medio muy tolerante. Y es que, aunque resulten ser independientes de

convenciones y su autoestima no se base en la aceptación social, sí están pendientes de

las reacciones de los demás hacia ellos y se quejan a menudo de la soledad al no poder

conectar fácilmente con los demás, lo que les entristece y les hace sentir, a menudo,

incómodos en grupos de personas, porque esperan, que al igual que ellos respetan el

mundo convencional, los demás les respeten de igual manera.

Son conscientes de su rareza, saben que son distintos y que, probablemente, por eso,

la gente no los respeta, volviéndose intolerantes con aquellos que quieren obligarles a

adoptar pautas de conducta “normales”.

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Le dan mucha importancia a sus pensamientos y sentimientos, de los que dependen

sus emociones, las cuales no son provocadas por los demás; siempre asignan prioridad a

su vivencia emocional, y es imposible convencerles de que lo que están sintiendo no se

corresponde con la realidad*.

Estás últimas características, esto es, dar más importancia a su interior que la

realidad, así como no basarse en datos objetivos, hacen que haya ocasiones de confusión

e incertidumbre, momentos en los desearían tener esa coherencia con la que vive la

mayor parte de la gente; en estos momentos de crisis les gustaría tener reglas más

taxativas y unos principios establecidos, que les ayuden a analizar mejor determinadas

situaciones.

Buscan la expansión mental, emocional y espiritual con el fin de vivir nuevas

experiencias que le proporcionen un mayor conocimiento de su interior. Prefieren la

libertad a los refuerzos materiales y los mejores puestos de trabajo para estas personas

son aquellos de tipo creativo, que les permitan evadirse.

Rasgos Característicos del Tipo Excéntrico, Oldham y Morris (1995) :

Se basan en sus propios sentimientos y creencias independientemente de que los

demás comprendan su forma de ver el mundo.

Son muy independientes y no precisan de interacciones sociales.

Consiguen una vida original e interesante al margen de los convencionalismos.

Muestran un gran interés por lo sobrenatural y por la metafísica.

Son muy sensibles a la forma en la que los demás reaccionan frente a ellos.

De cara a los demás frecuentemente parecen estar “locos”.

Son curiosos, creativos, y presentan una mente e imaginación amplias.

Son muy inconformistas con lo convencional.

Buscan compañía en individuos similares a ellos, aunque prefieren no tener

muchas relaciones y basarse sólo en sus principios originales.

* (En los manuales consultados nos dicen que es “imposible convencerles de que sus sentimientos no son reales”, pero desde nuestro punto de vista, lo sentimientos no están sujetos a realidad, son indiscutibles, el sujeto lo siente, y ante esto no cabe discusión; por eso entendemos que el mensaje correcto es que no se les puede convencer de que sus sentimientos no se corresponden con lo que las personas suelen sentir habitualmente ante esa realidad, es decir, una vez más su interior, su emoción, su estilo… no se corresponde con la norma.)

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Llevan una vida extravagante e insólita para los demás y no tratan de amoldarse

a lo establecido.

No suelen ser competitivos ni ambiciosos.

Tienen gran capacidad de concentración y para desconectarse.

Las relaciones del/con el esquizotípico:

Debido a que estos sujetos no se adaptan a las necesidades del oro, no hacen buena

pareja ni con los narcisistas, ni con el paranoide, ni con el antisocial, ni con el sádico.

Los dependientes y los autodestructivos, pueden ofrecerles un cuidado y una figura

de unión entre el ellos y el mundo; características que les resultan muy necesarias.

Por otro, lado, el obsesivo – compulsivo le ofrece un mayor sentido de

responsabilidad, pero se suele escandalizar de sus rarezas.

Por último, dos esquizotípicos, formarían un mundo cerrado donde rara vez tenga

cabida algo del mundo convencional.

Para tener una buena relación con un esquizotípico es conveniente aceptar y valorar

su carácter único y original, sin pretender de él un ser convencional que se adapte a

nuestro mundo, sin tener, tampoco, que sumergirnos nosotros completamente en su

mundo. Lo ideal sería llegar a un trato para poder compartir momentos o hacer las cosas

cada uno por su lado, respetando al otro.

También resulta recomendable hacer un esfuerzo por interesarse por los temas que

al sujeto le apasionan; y descargarle en lo posible de las responsabilidades de la vida

cotidiana, permitiéndole así, tener más tiempo para dedicarse a actividades espirituales

y a temas que le interesan. Así no sentirán tan presionados y agobiados.

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3. Caso Clínico:

1. Identificación del paciente:

Pedro es un varón de 24 años de edad, soltero, que vive con sus padres y con su

hermano menor de 20 años. Su padre trabaja como administrativo en una empresa, a

jornada completa y su madre, trabaja como secretaria en una empresa, a media jornada.

Se podría decir que el nivel socioeconómico de la familia es medio.

Pedro es licenciado en bellas artes. Ha desempeñado algunos trabajos relacionados

con su carrera, pero actualmente se encuentra sin empleo.

2. Motivo de consulta:

Pedro llega a consulta acompañado de su madre. Viene derivado de un psiquiatra,

que lo remite con un posible trastorno psicótico.

En la familia existen antecedentes de un diagnóstico de esquizofrenia paranoide (la

hermana de la madre, es decir, su tía) y pudiera ser, que pedro estuviese padeciendo una

fase prodrómica del mismo trastorno, que debía ser evaluada. Aunque el paciente

siempre había sido “un poco raro”, últimamente las conductas extravagantes iban en

aumento (ej. tenía la creencia de poder establecer conversaciones telepáticas y de viajar

a realidades paralelas en sueños).

La relación con su hermano es bastante conflictiva, ya que, según el paciente, “le

desafía” y parece ser que Pedro es demasiado sensible a la ira, con reacciones

inapropiadas. Sus relaciones sociales se han reducido totalmente debido a que nadie

entiende ni comparte sus ideas.

También el área laboral se esta viendo afectada, ya que Pedro prefería realizar otro

tipo de actividades (como leer y escribir libros que potencien sus capacidades

extrasensoriales) antes que desempeñar un trabajo que, según dice, no le aporta nada.

3. Historia del problema:

Pedro nació en Madrid en 1983. Su familia siempre ha vivido en el mismo

domicilio, en una zona residencial del centro de la ciudad.

El embarazo y el parto fueron normales. En el desarrollo, la madre informa de

algunos problemas escolares, como bajo rendimiento académico y aislamiento. Durante

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la EGB, estableció algunas amistades que, con el tiempo, se volvieron conflictivas ya

que se reían de él por ser “raro”.

Este hecho se repitió con los compañeros de la universidad. En esta época, Pedro

empezó a adoptar un estilo en la vestimenta bastante “peculiar” (y desaliñada), y a

interesarse por fenómenos parapsicológicos, tales como la telepatía, la adivinación, las

supersticiones, el ocultismo, el espiritismo y demás temas esotéricos. Además, también

consumió tóxicos (alcohol, cannabis y cocaína) que abandonó, completamente, hace dos

años años.

Afirma sentirse muy ansioso ante cualquier relación social debido a las experiencias

pasadas con sus demás compañeros y a que piensa que la gente no le entiende, por lo

que decide aislarse y no entablar más relaciones personales.

Tras acabar la carrera (con una nota media), el paciente realizó las prácticas en un

centro en el que daba clases de manualidades plásticas surrealistas. Amplió su contrato

con esta empresa por sentirse muy libre para expresarse a través de las esculturas y

poder dar rienda suelta a sus ideas. Pero tres meses más tarde tuvo problemas y se

despidió, ya que los alumnos “no me seguían ni entendían lo que les pedía”.

A partir de ese momento, Pedro se dedicó íntegramente a intentar fomentar sus

sensaciones extrasensoriales, entrenando sus habilidades en telepatía y en viajar por el

“mundo astral” en sus sueños. Comenzó entonces a escribir un libro con los avances que

iba realizando, con las diferentes experiencias parapsicológicas que le iban

aconteciendo e incluso realizó una teoría sobre la realidad. Mientras tanto, el paciente

trabajó en otros dos empleos más relacionados con el arte, los cuales terminó

abandonando (la duración máxima fue de un mes).

En el momento actual, Pedro se encuentra aislado socialmente. Afirma que en

ocasiones se siente como irreal o perdido. Tiene unas reacciones emocionales con la

familia, que según la madre no se corresponden con el contexto en el que suceden.

También afirma que en ocasiones se siente incapaz de sentir placer por las cosas.

Tras la valoración inicial al paciente y a su madre, se puede afirmar que los síntomas

más notables y relevantes son: dentro de los conductuales: socialmente inepto,

vestimenta peculiar, comportamiento excéntrico y aislamiento social; dentro de los

cognitivos: pensamiento mágico, sensación de irrealidad y distorsiones perceptivas; por

último, los síntomas emocionales más destacables son: ansiedad ante el mínimo desafío

social, afectividad inapropiada, expresión emocional sin relación con el contexto y

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sensibilidad excesiva a la ira. Esta sintomatología hacía sospechar de un posible

diagnóstico de trastorno de la personalidad esquizotípico.

4. Evaluación:

a. Instrumentos:

A continuación, se detallan las pruebas que se emplearon y aplicaron para la

evaluación del paciente.

Para obtener más información sobre Pedro, y dada la comorbilidad que tiene los

trastornos de la personalidad entre sí, se utilizó una entrevista. La entrevista constituye

un método apropiado para el diagnóstico de los trastornos de la personalidad.

Concretamente se empleó el “Examen Internacional de los Trastornos de la

Personalidad” (Internacional Personality Disorder Examination, IPDE; Loranger,

1999). Se trata de una entrevista semiestructurada que se compone de dos módulos. Uno

de ellos, evalúa los trastornos de la personalidad según el DSM-IV (contiene 99 ítems);

el otro, evalúa según las características del CIE-10 (contiene 67 ítems). Cada uno de los

ítems debe valorarse de 0 a 2. (0= ausencia o normal, 1=exagerado o acentuado,

2=patológico, NA=no aplicable, y ?=no quiere o no sabe contestar). Para contestar el

ítem como 1 ó 2, el paciente debe de haber presentado la conducta o el síntoma durante

al menos cinco años. La entrevista se completa con un cuestionario de cribado que se

compone de 77 ítems según los criterios de la CIE-10. El tiempo de aplicación es de 60

a 90 minutos.

Como complemento y dada la dificultad del diagnóstico de los trastornos de

personalidad, se utilizó también un cuestionario centrado en el trastorno específico más

probable en el caso de Pedro: el trastorno de la personalidad esquizotípico. Para ello se

emplea el “Cuestionario de la personalidad esquizotípica” (Schizotipal Personality

Questionnaire; Raine, 1991), que examina y concreta las conductas más habituales de

los pacientes con este diagnóstico y permite realizar diagnósticos diferenciales con

respecto a otros trastornos.

Durante todo el proceso de evaluación el paciente también realizó diferentes

autorregistros: de actividades sociales y respuestas emocionales asociadas, de

pensamientos mágicos, aumento y/o disminución de conductas, de creencias y de las

diferentes tareas establecidas durante la intervención.

El último método empleado para la evaluación fue la observación directa del

paciente y sus conductas en la consulta.

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b. Análisis topográfico y funcional:

Para llevar a cabo el análisis funcional del paciente se deben analizar los estímulos

antecedentes, las variables mediadoras, las respuestas y los consecuentes.

En este caso, como estímulos antecedentes destacan las situaciones de interacción

social en el ámbito familiar, académico, laboral y afectivo (amigos). Estos, fomentaron

las conductas problema de Pedro (las respuestas, como por ejemplo, los pensamientos

mágicos, la manifestación inapropiada de los sentimientos, sensación de irrealidad, el

comportamiento y vestimenta extrañas, distorsiones perceptivas, etc.), generando los

consecuentes: el aislamiento, la ausencia de ajuste social y el deterioro personal. Se

incluye como variables que puede mediar en este proceso, las historias de refuerzos,

donde se incluye la vulnerabilidad.

Dentro del concepto de vulnerabilidad se refiere a tres variables definidas sobre el

paciente:

- Psicológicas: rasgos de personalidad esquizotípica (reducida o nula capacidad

para las relaciones sociales, distorsiones cognitivas, pensamientos mágicos), estilos de

afrontamiento emocional.

- Biológicas: consumo reciente de tóxicos (alcohol. Cannabis y cocaína).

- Sociales: experiencias pasadas negativas, seguidas de otras, también negativas

provocó conductas poco adaptativas (problemas con la familia, con los compañeros, el

lo laboral).

A continuación se presenta el esquema básico del análisis funcional de las conductas

de Pedro.

Antecedentes Variables mediadoras Respuestas Consecuentes

Situaciones de interacción social

(familia, compañeros, trabajo, etc.)

Historia de refuerzos.

Vulnerabilidad

Pensamientos mágicos,

conductas extravagantes,

distorsiones perceptivas.

Aislamiento, desajuste social,

deterioro personal.

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A partir de este esquema de funcionamiento general del paciente, se pasó a evaluar

y a analizar las áreas más específicas del caso.

Pensamiento mágico y respuesta emocional asociada:

Con respecto al pensamiento mágico, presenta una frecuencia de mínimo 2-3 horas

diarias (dedicado exclusivamente, a los temas paranormales).

Las distorsiones cognitivas (creer que habla por telepatía con alguna persona que

también posea esa capacidad), se suceden con una frecuencia mínima de una vez a la

semana. Las atribuye únicamente a causas internas. En ningún caso, realizan la

atribución a errores suyos cognitivos o perceptivos, sino que considera que tiene esa

habilidad desarrollada.

El nivel de ansiedad asociado a las vivencias telepáticas en una escala del 1 al 10 es

de 7. La activación fisiológica también está presente: agitación motora, aceleración del

ritmo cardiaco, sudoración (“Parece que el corazón me va a estallar en el pecho”).

Por otra parte, la topografía de los delirios (“Mi hermano me desafía”; “La gente me

desprecia por tener teorías diferentes sobre la realidad”), aparecen como mínimo una

vez al día y tienen una duración aproximada de una o dos horas. Estos pensamientos

interfieren en la vida cotidiana de Pedro, hasta el punto de abandonar sus trabajos y

restringir las relaciones sociales y familiares.

En una escala de ansiedad del 1 al 10, estas cogniciones, para el paciente, suponen

un 7. Como consecuencia, su activación motora y su reactancia fisiológica son notables.

Cabe destacar que las informaciones aportadas por la madre y los datos aportados

por el paciente son altamente consistentes.

Hemos considerado para la realización del análisis las siguientes situaciones:

En el área laboral: cuando el paciente llegó a consulta se encontraba parado. Tras

acabar la carrera, trabajó la empresa en la que había realizado las prácticas, pero lo

abandonó por problemas con los alumnos ya que no se entendía con los alumnos (“No

me entienden en las indicaciones que hago”).

Este hecho se repitió en otros dos empleos más que consiguió. En la actualidad no

tiene ninguna intención de buscar un trabajo, ya que está convencido de que le va a

suceder lo mismo.

En el área de la vida cotidiana y en el ocio, Pedro se dedica casi exclusivamente a

la potenciación de sus capacidades intelectuales. No tiene relación con sus antiguos

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compañeros de la carrera, ya que le consideran “un tipo extraño” y no comparten sus

teorías, hecho por el cual ha casado completamente su relación con ellos.

Por último, en el área familiar también existen conflictos. La relación con su

hermano menor es bastante conflictiva, ya además, éste responde con ira a la actitud del

paciente. Debemos recordar que Pedro es muy sensible a la ira y reacciona

encerrándose en su habitación muy alterado motora y fisiológicamente. Por otra parte, la

madre está muy preocupada ya que cree que su hijo pueda estar padeciendo

esquizofrenia, como ya padece su hermana. Por su parte, el padre permanece muy

ausente en la vida familiar.

Funcionamiento personal, social, laboral y cotidiano:

Gracias a la evaluación se puede observar que las relaciones laborales del paciente

son nulas en la actualidad. También, que sus actividades cotidianas se reducen a leer

libros y revistas sobre temas paranormales, estar en su habitación escribiendo sobre sus

teorías de realidad.

Pedro no muestra carencias en su cuidado personal, sin embargo en las tareas

domésticas no colabora (como hacer la compra o limpiar la casa). Tampoco emplea su

tiempo en buscar algún trabajo. No planifica ni su economía ni su día a día.

Con relación a sus capacidades cognitivas (atención, concentración, comprensión de

enunciados, argumentación lógica), parecen estar intactas, aunque en ocasiones no

realiza un buen empleo de ellas. Su nivel de destreza es adecuado, en una escala de 1 al

10 obtuvo un 7.5. Afirma que entiende las explicaciones de los demás, pero que los

demás no entienden sus argumentaciones (según él, lógicas, realistas y coherentes). Lee

libros y revistas sin perder el hilo.

En relación al funcionamiento emocional afirma no reaccionar de forma tranquila

cuando le contrarían; especialmente con su hermano menor.

Es necesario recordar (según la madre) que Pedro era un chico bastante normal, que

ayudaba con la compra, con las tareas domésticas e intentaba buscar trabajos. Sin

embargo, últimamente se encierra en su habitación y ha dejado de hacer cosas.

El paciente estaría dispuesto a entablar relaciones sociales con alguien que no le

juzgue y que comparta sus teorías. Pero considera que ha perdido las habilidades

sociales que pudiera tener. Afirma que lo que más le cuesta es: aceptar críticas, expresar

emociones a personas desconocidas y conocidas, iniciar o mantener una conversación

con personas conocidas o desconocidas.

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Con respecto a las conductas adictivas (alcohol, cannabis y cocaína) es necesario

mencionar el abandono progresivo hasta la actualidad, que es nulo.

Tras el análisis topográfico del paciente, evaluaremos las áreas más relevantes:

Con respecto al funcionamiento personal cabe destacar que antes las demandas

diarias, como realizar tareas domésticas, organizar el tiempo libre, etc. Pedro se

comporta de una manera pasiva, en la que no soluciona sus problemas y le cuesta

enfrentarse a las adversidades. El deterioro en esta área es notable. Como consecuencia,

se ha producido un incremento del aislamiento social.

Sobre el área laboral se producen conductas de evitación, debido a las pasadas

experiencias negativas. “Como nadie me entiende cuando me explico, no puedo trabajar

y dependo económicamente de mis padres”. Como consecuencia, suprime la conducta

activa de buscar empleo y no busca soluciones para solventar el problema.

En el área de la vida cotidiana, al evitar las situaciones sociales y encerrarse en su

habitación, han surgido sentimientos de incapacidad, que derivan en un incremento de

inhibición de la conducta.

Con respecto al ocio, nunca sale por la tarde ni por noche desde que abandonó la

relación con sus amigos.

En el área familiar, ante las demandas de su madre para que colabore, y los

conflictos con su hermano, el paciente se aísla en su habitación, cada vez más tiempo.

El hermano está harto de sus “tonterías” y amenaza con abandonar el hogar. El padre

evita las interacciones con su hijo.

Ajuste familiar:

Las conductas de las que informa el paciente son consistentes con la información

que proporciona la madre. Ambos coinciden en que los pensamientos mágicos se han

dado con una mayor frecuencia en los últimos años (sobretodo en los últimos meses).

También están de acuerdo en el aislamiento social y laboral. La madre informa de sufrir

elevada ansiedad ante las conductas bizarras de su hijo. El padre se presenta ausente la

mayor parte del día y no interacciona “nada” con ninguno de los hijos, e incluso tiene

conductas de evitación hacia el paciente.

Desde el punto de vista funcional, las conductas de Pedro desencadenan la ansiedad

y el llanto de la madre, lo que promueve la falta de comunicación.

Por otra parte el hermano suele discutir con él, se siente muy cansado de la conducta

del paciente, e incluso amenaza con querer abandonar el hogar.

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5. Intervención:

Las áreas principales en las que se centró la intervención fueron: control del

pensamiento mágico, control de emociones negativas, mejora del funcionamiento social,

laboral, cotidiano y cognitivo y mejor ajuste familiar. La intervención se realizaba en

consulta, en sesiones de 50-60 minutos (90 min. en alguna ocasión), a razón de dos

veces por semana.

En el caso de Pedro se llevó a cabo está estructuración del tratamiento:

a) Para el control de los pensamientos mágicos, se derivó el paciente al psiquiatra

antes citado, el cual le prescribió la medicación antipsicótica correspondiente (en este

caso, Haloperidol). En el trastorno de la personalidad esquizotípico, resulta

obligatoria la colaboración interdisciplinar en el tratamiento del paciente. Por este

motivo, la comunicación con el médico correspondiente fue continua y fluida.

Dada la evidente interferencia que los pensamientos mágicos ejercían sobre la

vida del paciente, resultaba prioritaria la intervención sobre este aspecto. Este hecho

podría perjudicar la consecución de otros logros terapéuticos

b) Se realizó una intervención dirigida a mejorar su área laboral.

c) También se intervino en las creencias y emociones negativas.

d) Una vez controlados los pensamientos mágicos, y las emociones negativas, se le

enseñó al paciente estrategias para la mejora del funcionamiento cotidiano, laboral,

social y cognitivo.

e) Se entrenó al paciente en mejora de las habilidades sociales para facilitar sus

interacciones sociales.

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Procedimientos por áreas de intervención:

Control de pensamientos mágicos:

Toma de fármacos : se le derivó a un psiquiatra para que le prescribiera la

correspondiente medicación antipsicótica (Haloperidol). Durante toda la

intervención se mantuvo comunicación constante con el médico.

Identificación de antecedentes: se le instruyó para que identificara las

situaciones en las que le potenciaba la formación de pensamientos mágicos.

Modificación de creencias irracionales y mágicas : desafío verbal

(evidenciar la interpretación accidental y comprobar empíricamente, buscando

posibles sugerencias y soluciones al paciente. Siempre reforzando su capacidad

para tomar decisiones).

Estrategias de afrontamiento :

1. Se instruyó al paciente en técnicas de relajación (respiración),

2. Autoinstrucciones (instrucciones verbales para redirigir el comportamiento),

3. Comprobación de la realidad (realización de acciones que deriven en una

comprobación de las posibles explicaciones causales y de su interpretación).

4. Hacer deporte (dado que hace años le gustaba practicarlo, 30 minutos, 3 ó 4 veces

por semana).

5. Participación en actividades sociales gratificantes (retomar antiguas amistades).

Control de emociones negativas:

Control de la agitación motora y reactancia fisiológica:

1. Identificación de antecedentes y consecuentes que desencadenan estos

estados.

2. Identificación de conductas que no desencadenan estos estados

(Respuestas positivas, comentarios agradables de los demás).

3. Se entrenó al paciente en técnicas de relajación a través de la respiración.

Identificación de consecuentes: se enseñó al paciente a detectar cómo las emociones

negativas aumentan la aparición de pensamientos mágicos.

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Mejora del funcionamiento cotidiano, laboral, social y cognitivo:

Mejora del funcionamiento cotidiano: organización de la vivienda, economía,

hábitos de salud y ocio. Se realizaron contratos conductuales entre el paciente y sus

padres (hacer la compra, colaborar en las tareas del hogar, etc.). Se emplearon técnicas

de solución de problemas.

Puesta en activo del área laboral: primero se plantearon posibles salidas

profesionales, después la planificación de búsqueda de empleo (periódicos, Internet,

anuncios, etc.) y por último, el aprendizaje de habilidades sociales en el entorno laboral

por medio de modelado, moldeamiento, refuerzo positivo, sugerencias de mejora,

ensayos conductuales, y refuerzo social.

Ajuste familiar:

a) Mejorar el funcionamiento social :

- Adquisición y mantenimiento de habilidades sociales básicas (mantener

conversaciones, realizar sugerencias, hacer y recibir críticas, etc.) a través de

modelado, moldeamiento, refuerzo positivo, sugerencias de mejora y refuerzo social.

- Reestructuración cognitiva de ideas irracionales dentro del ambiente social a

través de la Terapia Cognitiva de Beck y Freeman.

- Planificación de actividades sociales (realizar actividades al aire libre con la

familia, salir con los amigos, etc.).

b) Mejorar el funcionamiento cognitivo : a través de estrategias de autocontrol,

autoinstrucciones, autorrefuerzos y ensayos conductuales.

c) Reforzar los aprendizajes previos:

Se explicó detenidamente a la madre y al hermano (que acudió a consulta en esta

sesión, dados los conflictos entre ellos) en qué consiste el trastorno de su hijo, sus

orígenes, su curso y tratamiento, tratando de reducir falsas creencias y resolviendo todas

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las dudas que pudieran surgir. También se le entrenó a la madre (el padre nunca acudió

a consulta), en el manejo adecuado de las contingencias de sus comportamientos

positivos y negativos. Se realizó a través de modelado, moldeamiento, extinción,

refuerzo positivo, sugerencias de mejora y contratos conductuales.

d) Eliminación de estimulación aversiva en el ambiente familiar :

- Mejora de la comunicación con el paciente de todos los miembros de la familia a

través de modelado, moldeamientos y ensayos conductuales.

- Refuerzo positivo y sugerencias de mejora en las habilidades que va adquiriendo.

- Mejora del funcionamiento cotidiano (ver funcionamiento cotidiano en el apartado

anterior).

6. Resultados:

A continuación, se muestras los resultados de la intervención realizada según las

diversas áreas:

Pensamientos mágicos :

Entre las sesiones 6ª y 10ª de terapia, los pensamientos se vieron reducidos a un

episodio, cada dos semanas. Entre las sesiones 15ª y 25ª, se daba un episodio al mes, y

la duración es de pocos segundos. A partir de ese momento y durante la fase de

mantenimiento, el paciente afirma haber perdido sus capacidades telepáticas, aunque le

inquieta que vuelvan a repetirse. El nivel de ansiedad asociados a los pensamientos

mágicos que antes eran puntuados con un 7, se vio reducido a 5 entre la 6ª y la 10ª

sesión de terapia y a un 2 a partir de la 15ª sesión.

Funcionamiento personal, social, laboral y cotidiano:

Ya desde las primeras sesiones, Pedro demostró una gran motivación para buscar un

empleo relacionado con el arte. Se planificó la búsqueda de un trabajo, acudiendo a

entrevistas de trabajo, mirando anuncios, etc.

Durante la fase de seguimiento empezó a trabajar como monitor de manualidades en

un centro de actividades extraescolares para jóvenes.

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A medida que ha empezado a realizar actividades sociales, su estado de ánimo se ha

estabilizado. En cuanto al funcionamiento social, Pedro ha retomado su grupo de

amigos de la universidad y sale con ellos 2 ó 3 veces por semana. También ha

establecido amistades dentro del círculo laboral, con otros monitores del centro. Sale

por la noche, va al cine, sale a cenar, etc.

Como consecuencia, ya no dedica tiempo a potenciar sus capacidades, ni a escribir

sobre ellas porque “básicamente, no tengo tiempo”. Existe una evidente mejoría en las

relaciones sociales, sin embargo, el paciente afirma que en ocasiones no sabe cómo

actuar en las interacciones sociales, especialmente con cuando habla con mujeres.

Ajuste familiar:

Dentro de esta área, cabe destacar la línea paralela de los informes de Pedro en

relación con los de su madre. Las discusiones familiares, que en un principio eran

diarias, se vieron reducidas (desde la 6ª sesión) a una vez por semana. A partir de la 15ª

sesión, solo se produce una discusión, que es llevada por el paciente con notable

habilidad, gracias a las técnicas empleadas. Tras este episodio, no se ha registrado

ningún otro conflicto digno de mención, incluso durante la fase de seguimiento.

El paciente a partir de la 5ª sesión, cooperaba en las actividades cotidianas tales

como hacer la compra, colaborar en las actividades de la casa, poner la mesa, arreglar la

casa, etc. Estas conductas se mantienen a lo largo de toda la intervención.

Como consecuencia, este proceso ha mejorado notablemente el clima familiar,

favoreciendo la comunicación y las interacciones entre todos los miembros de la

familia. Incluso el padre ha abandonado la conducta de evitación hacia el paciente y

conversan sobre temas laborales, etc. La madre, en la última sesión de seguimiento, se

mostraba “encantada” con los progresos de la familia (en general) y de su hijo (en

particular).

Concluyendo, a medida que se obtenían beneficios en unas áreas, estos ejercían

efectos positivos sobre otras áreas, lo que aumentaba la velocidad de los procesos de

cambio. Este fenómeno, facilitaba la intervención terapéutica, por lo que al finalizar el

periodo de tratamiento, ya se habían cumplido prácticamente todos los objetivos

terapéuticos, los cuales se mantuvieron durante la fase de seguimiento.

16

4. Criterios diagnósticos.

Criterios para el diagnóstico de F21 Trastorno esquizotípico de la personalidad

(301.22) , según DSM – IV.

A. Un patrón general de déficit sociales e interpersonales asociados a malestar

agudo y una capacidad reducida para las relaciones personales, así como distorsiones

cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento, que comienzan al

principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o

más) de los siguientes puntos:

1. Ideas de referencia (excluidas las ideas delirantes de referencia).

2. Creencias raras o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y no es

consistente con las normas subculturales (p. ej., superstición, creer en la clarividencia,

telepatía o "sexto sentido"; en niños y adolescentes, fantasías o preocupaciones

extrañas).

3. Experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las ilusiones corporales.

4. Pensamiento y lenguaje raros (p. ej., vago, circunstancial, metafórico,

sobreelaborado o estereotipado)

5. Suspicacia o ideación paranoide

6. Afectividad inapropiada o restringida

7. Comportamiento o apariencia raros, excéntricos o peculiares

8. Falta de amigos íntimos o desconfianza aparte de los familiares de primer grado.

9. Ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiarización y que tiende a

asociarse con los temores paranoides más que con juicios negativos sobre uno mismo.

17

B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una

esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno

psicótico o de un trastorno generalizado del desarrollo.

Nota: Si se cumplen los criterios antes del inicio de una esquizofrenia, añadir

"premórbido", por ejemplo, "trastorno esquizotípico de la personalidad (premórbido)".

Criterios diagnósticos del trastorno esquizotípico, según CIE – 10.

F20-29. Esquizofrenia, trastorno esquizotípico y trastornos de ideas delirantes.

F21 Trastorno esquizotípico:

Trastorno caracterizado por un comportamiento excéntrico y por anomalías del

pensamiento y de la afectividad que se asemejan a las de la esquizofrenia, a pesar de

que no se presentan, ni se han presentado, las anomalías características y definidas de

este trastorno. No hay síntomas predominantes o característicos, pero pueden aparecer

algunos de los siguientes rasgos:

a) La afectividad es fría y vacía de contenido, y a menudo se acompaña de

anhedonia.

b) El comportamiento o la apariencia son extraños, excéntricos o peculiares.

c) Empobrecimiento de las relaciones personales y una tendencia al retraimiento

social.

d) Ideas de referencia, ideas paranoides o extravagantes, creencias fantásticas y

preocupaciones autísticas que no conforman claras ideas delirantes.

e) Ideas paranoides o suspicacia.

f) Rumiaciones obsesivas sin resistencia interna, a menudo sobre contenidos

dismórficos, sexuales o agresivos.

g) Experiencias perceptivas extraordinarias como ilusiones corporales somato-

sensoriales u otras ilusiones o manifestaciones de despersonalización o desrealización

ocasionales.

18

h) Pensamiento y lenguaje vagos, circunstanciales, metafóricos,

extraordinariamente elaborados y a menudo estereotipados, sin llegar a una clara

incoherencia o divagación del pensamiento.

i) Episodios, casi psicóticos, ocasionales y transitorios, con alucinaciones visuales

y auditivas intensas e ideas pseudo-delirantes, que normalmente se desencadenan sin

provocación externa.

Este trastorno tiene un curso crónico con fluctuaciones de intensidad.

Ocasionalmente evoluciona hacia una esquizofrenia clara. Es mas frecuente en

individuos genéticamente emparentados con esquizofrénicos y se cree que es una parte

del espectro genético de la esquizofrenia.

Pautas para el diagnóstico

Deben estar presentes de una manera continuada o episódica durante al menos dos

años, tres o cuatro de los rasgos característicos enumerados más arriba. Además, el

enfermo nunca habrá reunido las pautas para un diagnóstico de esquizofrenia. Unos

antecedentes de esquizofrenia en familiares de primer grado es un apoyo adicional para

el diagnóstico, aunque no es un requisito necesario.

Incluye:

Esquizofrenia limítrofe ("borderline").

Esquizofrenia latente.

Reacción esquizofrénica latente.

Esquizofrenia prepsicótica.

Esquizofrenia prodrómica.

Esquizofrenia pseudoneurótica.

Esquizofrenia pseudopsicopática.

Trastorno esquizotípico de la personalidad.

Excluye:

19

Síndrome de Asperger (F84.5).

Trastorno esquizoide de la personalidad (F60.1).

5. Características Clínicas:

Características clínicas según Millon

Los tres aspectos expuestos a continuación son los que tienden a precipitar los

episodios psicóticos, los procesos cognitivos y las preocupaciones característicos, el

estado de ánimo y el comportamiento general:

Ansiedad de despersonalización : Les priva de la capacidad de relacionarse con

las cosas o de vivir los acontecimientos. Este aislamiento es la base de la cualidad irreal

y sin sentido de su vida, que puede provocar el sentido de vacío y de insignificancia. Un

grave episodio de despersonalización puede dar lugar a violentos brotes psicóticos, en

los que busca reafirmar la realidad.

Autismo y disyunción cognitivos: Cuando están motivados o impulsados a

relacionarse con los demás suelen ser incapaces de orientar sus pensamientos con lógica

y se pierden en irrelevancias personales. Carecen de contacto con los demás y son

incapaces de ordenar sus ideas en términos relevantes para la comunicación.

Comportamientos sociales deficientes y afecto empobrecido: La evolución del

esquizotípico no ha podido progresar en la adquisición de habilidades sociales normales.

En el ámbito escolar y laboral se manifiestan déficits e irregularidades, por lo que son

frecuentes los abandonos, los cambios de trabajo y las separaciones o divorcios, en caso

de que estén casados. Este déficit de competencia y habilidades sociales puede ser por

falta de motivación y de sentimientos de carencia de dignidad.

20

Además de estas tres características hay otras que no tienen un componente tan

constitucional o caracteriológico, pero al mismo tiempo son importantes, no siendo

necesario que todas aparezcan en todos los individuos.

Comportamiento observable excéntrico : Lo característico de esta personalidad

son sus manierismos peculiares e inadecuados socialmente y su tendencia a la rareza.

Visten de manera excéntrica y suelen preferir un uniforme personal. El vestirse de una

manera peculiar les mantiene separado de sus congéneres. A causa de su

comportamiento y su aspecto los demás perciben a estos pacientes como personas

ligeramente atípicas, raras, curiosas o extravagantes. Algunos viven aparatados y

aislados y tienden a comportarse de forma apática e imperturbable; experimentan pocos

placeres, pero también son pocos los malestares que tienen que evitar. Por otra parte hay

pacientes que controlan de forma más activa las expresiones de afecto porque temen las

ser rechazados y humillados.

Comportamiento interpersonal reservado : Los sujetos esquizotípicos prefieren la

privacidad y el aislamiento, debido a la historia personal de rechazo social por ser

diferentes y raros a los ojos de los demás. Son incapaces de lograr comodidad y

satisfacción interpersonal por haber aprendido a retraerse de las relaciones sociales, y

por esta historia de aprendizajes las habilidades sociales tienen un curso variable.

Sus déficits de logro pueden provenir de su ansiedad social y de su sentimiento

indignación, también se observan indiferencia y falta de espontaneidad, de ambición y

de interés vital. Sólo pueden hablar de unos cuantos temas relativamente tangibles, los

que reclaman su atención.

Cuando mantienen una conversación la pueden forzar más allá de lo apropiado

convirtiéndola en rara o metafórica. A veces carecen de energía para emprender la

acción o participar socialmente, encerrados y atrapados por alguna fuerza que les

bloquea.

Estilo cognitivo: desorganizado : Una de las características que más destacan de

los esquizotípicos es su incapacidad para organizar sus pensamientos, sobre todos, la

comprensión y empatía interpersonal. Interpretan de forma diferente a la mayoría,

carecen de capacidad para diferencia lo relevante de lo tangencial. Sus distorsiones y

21

déficits parece que se limitan a las facetas interpersonales del ámbito cognitivo. A causa

de sus interpretaciones erróneas del significado elaboran concepciones idiosincrásicas

referidas a los pensamientos, sentimientos y acciones de los otros.

En resumen, la capacidad para leer los pensamientos y sentimientos de los demás

está bastante distorsionada, al no entender la interacción que da coherencia a las

transacciones interpersonales; por lo que se vuelven muy rumiadores, absortos en si

mismos y perdidos en ensoñaciones.

Los esquizotípicos son conscientes de las demás personas experimentan alegría,

pena y excitación, mientras que ellos están vacíos y estériles; desean alguna relación,

alguna sensación y algún sentimiento que forme parte de este mundo. También se

sienten mal si tienen menos de lo que necesitan. Se considera que las ilusiones

recurrentes, el pensamiento mágico, la telepatía y las ideas de referencia son un intento

de afrontamiento ante los sentimientos de vacío y de que están hundiéndose. Además

pueden sentir el terror de la inminencia de su despersonalización y su insignificancia

personal, lo que conlleva sentimientos que le empujan a comportamientos, creencias y

percepciones extrañas que le permitan reafirmar la realidad. Por lo que se observan las

ideas de referencia, la clarividencia, las ilusiones y la ideación extraña como

características de los individuos esquizotípicos.

Autoimagen enajenada : Presentan una recurrente perplejidad social además de

ilusiones del si mismo, despersonalización y asociación. Viven una existencia insípida

en un mundo de objetos complicados y calamidades, se ven a si mismos como si

estuvieran más muertos que vivos, insustanciales extraños e incorpóreos.

Representaciones objetales : caóticas: Su mundo interno se basa en un conjunto

poco sistemático de recuerdos, percepciones y sentimientos de la infancia, esto da lugar

a un esquema ineficaz y descoordinado para regular las tensiones.

Mecanismos de defensa : Anulación: Este mecanismo persistente combinado con

la negación del si mismo caracteriza la cualidad irreal y sin sentido de su vida,

provocando el sentimiento de vacío y de completa insignificancia. Este mecanismo de

defensa puede servir para contrarrestar los sentimientos de ansiedad, conflicto o culpa.

22

Organización morfológica fragmentada : Se puede encontrar en la organización

intrapsíquica de la mente de los sujetos esquizotípicos límites muy permeables a causa

de estas operaciones defensivas elaboradas de una forma pobre y poco adecuada, los

pensamientos e impulsos suelen descargarse sin orden. Las estructuras internas de estos

paciente pueden trastornarse por un exceso de estimulación, esto puede ocurrir cuando

las demandas y expectativas sociales van en contra de su estado de no implicación o

retraimiento. Al no poder evitar estas imposiciones externas reaccionan mediante la

anulación pasando a otro mundo. Cuando sufren intrusiones indebidas pueden

desconectarse socialmente durante largo tiempo, mostrándose confusos, sin objetivos,

con afecto inapropiado y pensamiento paranoide, y con formas de comunicación raras,

circunstanciales y metafóricas. Si las presiones externas son especialmente intensas

reaccionan con una liberación masiva y psicótica de impulsos primarios, pensamientos

delirantes, alucinaciones y comportamientos extraños.

Cuando se reprimen estas intensas ansiedades se puede dar una liberación de las

mismas, sus sentimientos se “convierten” en una acumulación de suspicacias, temores y

rencores, que explotan en una frenética descarga catártica.

Estado de ánimo/temperamento : Los pacientes esquizotípicos tienden a presentar

uno de dos estados afectivos predominantes:

El esquizotípico insípido manifiesta un patrón comportamental monótono, apático y

perezoso, y un porte triste que descansa en un temperamento intrínsecamente apocado y

sin afecto. Raras veces es fácil la expresión emocional; el contacto cara a cara con los

demás presenta notables deficiencias.

El esquizotípico timortato muestra una expresión afectiva básicamente diferente,

está activamente aislado y presentan muchas características de la personalidad

evitadora. Son pacientes excesivamente aprensivos y alterables, sobre todo en los

contactos sociales, y manifiestan una vigilancia generalmente agitada y ansiosa. Muchos

desconfían de los demás y son suspicaces respecto a sus intenciones aunque la relación

se vaya haciendo más familiar.

Estas mismas características que Millon expone son recogidas por Caballo y

resumidas en los siguientes cuadros, los cuales muestran una división algo distinta a la

de Millon de las mismas características. Si Millon hace una división en dos partes: una

23

con las tres características más prototípicas y otra con aquellas que pueden estar

presentes o no, aunque no por ello su presencia es menos importante; Caballo divide las

características en los siguientes ámbitos: conductual, cognitivo, emocional, fisiológico,

contextual; y añade ejemplos de pensamientos desadaptativos.

Aspectos conductuales característicos:

Comportamientos excéntricos.

Sentido del humor absurdo.

Socialmente ineptos, se encuentran aislados de los demás.

Extraños patrones de lenguaje.

Vestimenta peculiar desaliñada.

No responden a gestos convencionales como la sonrisa o las señales de

asentimiento.

Apariencia de fría y reservada a agitada y excitable.

Aspectos cognitivos característicos:

Creen que los demás no se ocupan de ellos.

No sobreestiman el potencial real de sus capacidades.

No presentan alucinaciones ni ideas delirantes.

No creen que su falta de interés sea patológica.

Presentan una falta de atención e incpacidad para captar las necesidades de los

demás.

Carencia de vida interior.

Poseen mínimos intereses humanos.

Pueden desarrollar interés en movimientos intelectuales o modas, pero sin

implicarse socialmente.

Aparente deficiencia cognitiva.

Sus fantasías y actividad imaginativa no parece ir mucho más allá de su vida

real.

Son indiferentes al halago o a la crítica.

Carecen de ambición.

Escaso interés en las experiencias sexuales y sensoriales.

Aspectos emocionales característicos:

24

Ansiedad ante el mínimo desafío social.

Afectividad restringida o inapropiada.

Anhedonia.

Con frecuencia expresión emocional sin relación con el contexto.

Sensibles a la ira.

Frecuentes ataques de depresión y ansiedad.

Aspectos fisiológicos característicos:

Problemas fisiológicos por consumo de sustancias psicoactivas o tóxicas.

Complicaciones debidas a accidentes por comportamientos imprudentes.

Esquemas, distorsiones y pensamientos desadaptativos característicos:

Pensamientos automáticos Distorsiones cognitivas Esquemas

“Creo que esa persona me está vigilando” Inferencia arbitraria. Desconfianza esencial.

“Sé lo que él piensa” Adivinación del pensamiento. Percepción extrasensorial.

“Siento que va a ocurrir algo malo”

Razonamiento emocional. Adivinación del futuro. Predicción con base interna.

“Siento que el diablo está en ella” Razonamiento emocional. Percepción extrasensorial.

“Soy un no ser” Etiqueta global. Percepción extrasensorial.“Soy incorpóreo” Etiqueta global. Percepción extrasensorial.“Puesto que el mundo es peligroso, siempre tienes que ir con cuidado”

Sobregeneralización. Pensamiento dicotómico. Hostilidad del entono.

“La gente se aprovechará de ti siempre que pueda”

Inferencia arbitraria. Personalización Hostilidad del entorno.

“Las cosas no ocurren por casualidad” Falacia de control Determinismo ilusorio.

“A veces lo que siento dentro de mi indica lo que va a suceder”

Razonamiento emocional. Adivinación del futuro. Predicción de base interna.

“Las relaciones son peligrosas”

Inferencia arbitraria. Pensamiento dicotómico. Hostilidad del entorno.

Posible impacto sobre el entorno:

Cambian con frecuencia de empleo. Suelen centrarse en empleos marginales.

25

Llevan un estilo de vida más nómada, sin ataduras locales. Raramente se casan o si se casan se divorcio rápidamente. Carecen de amigos íntimos. Son presas fáciles de las sectas. Tienen facilidad para desarrollar estilos de vida relacionados con el ocultismos la magia, la adivinación.

Visión y estrategias interpersonales:

Visión de uno mismo: Distintos, especiales, interesantes, independientes.

Visión de los demás: Extraños, amenazantes, hostiles.

Estrategia principal: Sospechan, se aíslan, a veces son hostiles. Siguen pautas diferentes a los demás.

6. Epidemiologia y Curso:

En el trastorno esquizotípico de la personalidad se han encontrado tasas de

prevalencia de un 3% y 5,6% dentro de la población general. Otros datos informaron de

una prevalencia bastante inferior (0,6%).

Weissman (1993) plantea que va del 0,5 al 5,6% en la población general. Baron et

al. hallaron que el trastorno esquizotípico se observaba bastante más frecuente en

muestras de sujetos con esquizofrenia crónica, que en un grupo control. Estas hipótesis

nos indican la posible existencia, de una relación específica entre el trastorno

esquizotípico de la personalidad y la esquizofrenia.

Loranger, observa una prevalencia del 2,1%, basándose en los criterios diagnósticos

del DSM-III. Meehl afirmó que un 10% de la población en general, presenta

vulnerabilidad genética para el trastorno esquizotípico de la personalidad, pero que no

todos llegan a desarrollar el trastorno.

Hay que destacar que la vulnerabilidad genética, depende de los familiares de

primer grado que presenten esquizofrenia. Habrá mayor vulnerabilidad cuanto más

cercano sea el familiar que la padece. Es más frecuente que se desarrolle el trastorno

esquizotípico en los familiares de primer grado de los individuos con esquizofrenia.

26

Este trastorno es más frecuente en los hombres. Los síntomas del trastorno

esquizotípico, deben evaluarse dentro del contexto cultural al que pertenezca el sujeto.

Hay que prestar atención a las creencias y rituales de tipo religioso, que podrían

considerarse características del trastorno esquizotípico.

El curso del paciente esquizotípico es relativamente estable, sólo un pequeño

número de estos pacientes llegan a desarrollar la esquizofrenia o cualquier otro trastorno

psicótico grave.

Pueden aparecer síntomas en la primera infancia y durante la adolescencia con,

comportamientos y actividades solitarias, escasa relación con los compañeros, altas

tasas de ansiedad social, hipersensibilidad, bajo rendimiento escolar, pensamiento y

lenguaje peculiar y la posible presencia de fantasías extrañas. Son personas a las que

califican como “raros” y la gente de su entorno los convierte en objeto de burlas.

7. Diagnóstico Diferencial y Comorbilidad:

El trastorno esquizotípico de la personalidad se diferencia de la esquizofrenia, del

trastorno delirante y del trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos, el

paciente esquizotípico no padece síntomas tales como las alucinaciones y delirios.

Para poder dar un doble diagnóstico, el trastorno esquizotípico debe iniciarse antes

de que en la persona aparezcan los primeros síntomas psicóticos que caracterizan a los

demás trastornos. Es importante que los síntomas del trastorno esquizotípico de la

personalidad persistan en la fase de remisión.

En este trastorno de personalidad se han descrito episodios breves de síntomas

psicóticos que pueden durar desde minutos hasta varias horas. El diagnóstico de

trastorno psicótico breve, por el contrario, exige que estos episodios psicóticos duren al

menos un día completo y se acompañen de trastornos evidentes del pensamiento.

Hay dificultades para diferenciar un trastorno esquizotípico de las formas más leves

del trastorno autista, del trastorno de Asperger o del trastorno mixto del lenguaje

receptivo-expresivo. Para poder hacer un diagnóstico habría que tener en cuenta, el

mayor deterioro social y síntomas como las estereotipias que no aparecen en el trastorno

27

de la personalidad, al igual que los esfuerzos del sujeto para comunicarse y un grave

deterioro del lenguaje que se presenta en el trastorno del lenguaje del Eje I.

Las formas leves del trastorno autista y el trastorno de Asperger se distinguen por la

falta aun mayor de contacto social y de reciprocidad emocional y por los

comportamientos e intereses estereotipados.

Los trastornos de personalidad esquizoide, el paranoide y el trastorno esquizotípico

de la personalidad, presentan distanciamiento social y afectividad restringida, pero el

esquizotípico presenta distorsiones perceptivas y acusadas excentricidades que no son

síntomas típicos de los otros dos trastornos.

El trastorno de la personalidad por evitación comparte con el trastorno

esquizotípico, que los dos tienen las relaciones personales muy limitadas, pero en el

trastorno esquizotípico de la personalidad hay una falta de deseo de relacionarse y en el

trastorno de personalidad por evitación si existe el deseo, pero se reprime por temor al

rechazo.

Personalidades Idiosincrásicas:

Cuando hacemos un diagnostico diferencial, conviene tener en cuenta la presencia

de tipologías de personalidad que presentan rasgos comunes con el trastorno

esquizotípico, pero en un grado menos acusado de tal forma que no son inflexibles o

desadaptativos, ni llegan a causar un deterioro funcional significativo o un malestar

subjetivo.

Oldham y Morris llamaron a esta tipología tipo idiosincrásico, que sería la forma

incompleta de la personalidad esquizotípica.

1. Vida interior : Se alimentan de sus propios sentimientos y creencias, al margen

de que los demás comprendan su particular visión del mundo o modo de afrontar la

vida.

2. Mundo propio: Son independientes, todo lo centran en si mismos y requieren

muy pocas relaciones íntimas.

3. Factor personal: Indiferentes a los convencionalismos, los idiosincrásicos logran

que su vida sea interesante, insólita y a menudo excéntrica.

4. Realidad extendida: Están abiertos a todo, se interesan por lo oculto, lo

extrasensorial y lo sobrenatural.

28

5. Metafísica: Les atrae el pensamiento abstracto y especulativo.

6. Visión del mundo que les rodea: Están pendientes del mundo interior y siguen

los dictados de su propia mente y su corazón, también son bastante observadores de

los demás particularmente sensibles a la forma en que los otros reaccionan frente a

ellos.

La comorbilidad se ha aplicado a clasificaciones psiquiátricas, es de origen reciente

pero se usa mucho en la actualidad.

Feinstein lo define como: “Cualquier entidad clínica adicional que puede aparecer

durante el curso clínico de un paciente”.

Comorbilidad con otros trastornos del eje II:

En el trastorno esquizotípico de la personalidad, los trastornos de personalidad que

aparecen con mayor comorbilidad son, el esquizoide, el paranoide y por evitación. Los

tres presentan distanciamiento social, y afectividad restringida.

Parece existir una elevada comorbilidad entre el trastorno de personalidad por

evitación y el trastorno por estrés postraumático, porcentajes que van del 15%-88%.

El trastorno narcisista de la personalidad y el trastorno esquizotípico, tienen en

común, la suspicacia, aislamiento social o indiferencia. Con el trastorno límite de la

personalidad comparte, que los dos pueden presentar síntomas psicóticos transitorios,

pero en los pacientes límite se presenta de forma más disociada y en respuesta al estrés.

Las tasas de comorbilidad entre los dos trastornos va desde el 9,5%-73%, con una media

del 42%, por lo que el diagnóstico del trastorno esquizotípico de la personalidad es poco

frecuente.

(Es más probable encontrar criterios del trastorno límite en sujetos con trastorno

esquizotípico, pero no al contrario).

Millon, decía que el patrón esquizotípico se desarrollaría de forma insidiosa sobre

un trastorno esquizoide o evitativo previo, menos grave.

Comorbilidad con trastornos del eje I:

El trastorno esquizotípico tiene una comorbilidad muy significativa con la

esquizofrenia. Se realizaron hipótesis sobre el espectro genético, concluyendo que el

29

trastorno esquizotípico de la personalidad es la expresión mas leve y la esquizofrenia

sería la expresión más grave de la misma entidad patológica.

8. Etiología

Teorías Biológicas:

Una de las teorías de los trastornos de personalidad dentro del grupo extraño, hacen

referencia a variantes fenotípicas leves de la esquizofrenia. El parecido entre los

trastornos de personalidad del grupo extraño y la esquizofrenia, ya se observaba en la

época de Kraepelin y Bleuer.

En los años sesenta comenzaron a hacer investigaciones sobre adopción. Se

confirmaba la existencia de mayores tasas de esquizofrenia y de esquizofrenia límite, en

familiares biológicos de sujetos esquizofrénicos adoptados por personas, no

esquizofrénicas y en sujetos esquizofrénicos adoptados por otras personas descendía.

Estas teorías dan las primeras pruebas de herencia en los trastornos de la esquizofrenia.

Otra de las investigaciones acerca de la adopción incluyen, los criterios

diagnósticos del DSM-III, hablan de una conexión genético/familiar entre la

esquizofrenia y el trastorno esquizotípico de la personalidad. Observaron un exceso del

trastorno esquizotípico de la personalidad entre los familiares biológicos, incluyendo

los gemelos idénticos, de los sujetos esquizotípicos y esquizofrénicos. Se comprueba

que hay una herencia genética del trastorno esquizotípico de la personalidad y una

posible relación con la esquizofrenia.

Aunque se apoyen los estudios de transmisión familiar, todavía no esta realmente

claro. Otros estudios afirman que el trastorno esquizotípico de la personalidad puede ser

un trastorno genéticamente heterogéneo.

Estudios epidemiológicos demuestran que el trastorno esquizotípico de la

personalidad, dentro de la población general, tiene tres veces mayor prevalencia que la

esquizofrenia. Podría indicar que el trastorno esquizotípico de la personalidad es la

expresión más leve y habitual de la esquizofrenia.

30

Hallazgos fisiológicos que pueden aparecer en personas afectadas con el trastorno

esquizotípico de la personalidad:

1.Anormalidades en los movimientos oculares lentos de seguimiento (Cuando

siguen con la mirada un objeto en movimiento, se producen movimientos sacádicos).

2.Alteraciones en los potenciales evocados auditivos. (Miden la actividad neural

en respuesta a un sonido, los potenciales se identifican por su polaridad positiva-

negativa y la latencia.) Los pacientes esquizofrénicos y esquizotípicos, hay un

descenso en la intensidad del potencial con carga positiva a 300ms, podría indicar

una alteración en el procesamiento cognitivo.

3.Valores elevados de ácido homovanílico en plasma y líquido cefalorraquídeo,

podría estar asociado con la aparición de los síntomas positivos.

4.En la Tomografía computarizada (TC) y la Resonancia Magnética (RM) se

observó que existía una elevación anormal de la proporción ventrículo/cerebro.

Teorías Psicosociales:

Millon propuso un modelo en el que integraba dentro del trastorno esquizotípico de

la personalidad, factores genéticos/constitucionales, el modelado, el refuerzo social y la

retroalimentación recíproca, que servía para unir la conducta del niño en desarrollo con

el ambiente.

Los síntomas positivos transitorios, del trastorno esquizotípico de la personalidad,

pueden aparecer en individuos con un patrón de personalidad esquizoide. Estos datos

no se han comprobado de una manera adecuada empíricamente.

Dentro de los estudios con gemelos monocigóticos, se comprueba que a pesar de

poseer una idéntica carga genética, si uno de los gemelos desarrolla la esquizofrenia, el

otro gemelo tiene un 50% de posibilidades de desarrollar la esquizofrenia

Hay bastantes teorías acerca de la patogenia de la esquizofrenia, que también se

aplica al trastorno esquizotípico de la personalidad.

a) Causa social: Pertenecer a un grupo deprimido, desde la perspectiva

socioeconómica, puede estar implicado en el desarrollo de un trastorno mental.

31

b) Teoría del aprendizaje: Las personas que realizan conductas inadecuadas,

irracionales y patológicas, son consecuencia del aprendizaje en modelos parentales

emocionalmente alterados.

c)Doble vínculo: Hay familias que envían a los pacientes, mensajes

contradictorios, que causan su retirada hacia un estado regresivo, y su finalidad es

tratar de evitar, conflictos emocionales que son difíciles de resolver.

d) Familias pseudomutuas y seudohostiles: Son familias que carecen de

expresión emocional. La comunicación entre ellos no expresa emociones, y esto hace

que desarrollen unos patrones de conducta idiosincrásicos.

La conducta idiosincrásica, es el origen de muchas dificultades en las

relaciones sociales de los miembros de la familia más jóvenes.

e) Expresividad emocional: Se define como una excesiva expresión de

hostilidad, critica o sobreprotección hacia los pacientes. Deben de tenerlo en cuenta

las familias, en la educación de los pacientes, y que va tener implicaciones

pronosticas y terapéuticas.

El modelo de vulnerabilidad al estrés, integra las hipótesis biológicas y

psicosociales. Esta teoría explica, que existen personas genéticamente predispuestas, y

en una situación estresante, pueden desencadenar el trastorno.

Hay varias formas por las que puede aparecer el estrés:

- Figuras parentales excesivamente indulgentes, negligentes, autoritarios, etc..

- Dependencia o abuso de sustancias.

- Ruptura de una relación u otras pérdidas.

- Abandono del hogar y/o dificultades académicas.

Un genotipo esquizofrénico heredado, puede causar déficit en la integración

neuronal, esto combinado con influencias ambientales, pueden llegar a conducir a una

organización anormal de la personalidad del sujeto.

Teorías Psicodinámicas:

El trastorno esquizotípico de la personalidad y la esquizofrenia, tienen un origen

similar. Según las teorías psicodinámicas, ambas entidades se diferencian tan sólo en el

grado de gravedad.

32

Para Freud los pacientes esquizofrénicos, estaban fijados en estadios precoces del

desarrollo. También pensaba que éstos pacientes dirigían su energía psíquica (a la que

llamaba “catexis”) hacia si mismo, en vez de dirigirla hacia los objetos del entorno

físico.

Esto produce en los pacientes que desarrollen un mundo autístico, con

pensamientos subjetivos, introversión y un uso personal del lenguaje. Estas

características también se observan en pacientes con el trastorno esquizotípico de la

personalidad.

Otras visiones psicoanalíticas:

1. “El paciente no es capaz de introyectar las figuras parentales, y no le es posible

avanzar más allá del estadio oral del desarrollo, manifestando una total dependencia

de estas figuras”. Esta dificultad en el desarrollo, predispone al paciente a una

estructura de personalidad vulnerable al estrés.

2. “Existe un conflicto entre el yo y el mundo exterior”. La consecuencia de este

conflicto, crea la deformación de la realidad externa a través de alucinaciones,

delirios…

3. A los pacientes con el trastorno esquizotípico de la personalidad, les puede

vencer las demandas externas o el estrés, creando una realidad más comprensible y

manejable.

Los trastornos perceptivos y los delirios pueden representar deseos o miedos

internos.

9. Evaluación:

Los trastornos de personalidad, en general, presentan uno de los problemas más

complejos para los clínicos, tanto en el ámbito de evaluación y diagnóstico, como en el

de tratamiento.

Estos trastornos se caracterizan por ser patrones desadaptativos de pensamientos,

sentimientos, percepciones y conductas, que comienzan muy temprano en la vida y se

perpetúan a lo largo del tiempo y a través de diferentes situaciones. Suelen constituir

desviaciones importantes de lo que serían los patrones de vida normal y, especialmente,

33

del comportamiento interpersonal del mismo grupo sociocultural al que pertenece el

individuo. Este carácter transituacional y longitudinal de los trastornos de personalidad,

y por ende, del trastornos esquizotípico de la personalidad, hace que la evaluación

resulte urgente y prioritaria.

La evaluación de trastornos de personalidad no es fácil, la acompañan muchos

problemas, que vienen de los propios problemas básicos que tiene el mismo concepto de

trastorno de personalidad, esto es, la falta de medidas apropiadas depende, en buena

medida, de los problemas básicos de indefinición y confusión que tienen tanto el

concepto como los trastornos específicos propuestos en cada versión del DSM.

Pelechano, De Miguel y Hernández consideran cinco los problemas principales de

la evaluación de los trastornos de personalidad:

1. El establecimiento de puntos de corte entre normalidad y anormalidad : Widiger

propone que mejor que establecer un corte categorial de presencia/ausencia del

trastorno sería más correcto establecer una graduación del mismo en el que se dieran

diferentes gradaciones antes de alcanzar la prototipicidad, actuando esta como puente

entre el sistema categorial y el dimensional.

2. Ausencia de consistencia interna en las categorías de los trastornos y

redundancia de la sintomatología: Las categorías de los trastornos de la personalidad

en el sistema actual de clasificación (DSM – IV) se caracteriza por la heterogeneidad.

3 y 4. Redundancia y comorbilidad: Los estudios epidemiológicos indican un

elevado índice de comorbilidad entre los diferentes trastornos de la personalidad. La

comorbilidad puede señalar la complejidad real de los procesos y la interacción entre

los diferentes trastornos, pero puede estar indicando, igualmente, una mala definición

operacional de los mismos. De hecho, su presencia como un fenómeno común y

generalizado es una seria dificultad que afecta a la validez diferencial de su evaluación

y diagnóstico. Según Tyrer, el concepto comorbilidad esconde la confusión

conceptual que existe en torno a los trastornos de personalidad.

Es posible que la redundancia sea el efecto de procesos subyacentes básicos que

podrían conjuntar los diferentes síntomas. Quizá algunos síntomas sean comunes a

diferentes trastornos, como ocurre en la sintomatología médica general. Un síntoma

como el aislamiento social, es realmente propio del trastorno esquizoide, del

34

esquizotípico y del evitativo, por ello, su insuficiencia discriminativa no parece una

razón suficiente para la supresión del mismo.

El modelo ateórico de los trastornos de personalidad en el DSM y, de forma más

general, la falta actual de conocimientos suficientes acerca de los procesos de la

personalidad subyacentes, han facilitado y favorecido tanto la falta de consistencia

como la redundancia de los síntomas descritos.

5. Solapamientos de síntomas del Eje I y del Eje II: Existe una clara inconsistencia

en la propuesta de qué trastornos pertenecen al Eje I y al Eje II. El problema de fondo

es el límite borroso entre el Eje I y el Eje II. Tyrer et al. Defienden la existencia de

ambos ejes no como categorías exclusivas, sino complementarias. La elaboración del

Eje II por primera vez en el DSM – III tenía la función de aclarar los procesos y el

desarrollo de la sintomatología del Eje I así como complementarla, sin que ello

supusiera una oposición entre ambos. No obstante, sigue presente el frecuente margen

borroso entre uno y otro.

Aspectos básicos a evaluar.

Desde un punto de vista cognitivo – conductual para modificar el comportamiento

global del sujeto hay que centrarse en características más concretas y manejables. Para

ello, se pueden clasificar los síntomas del paciente en elementos conductuales,

cognitivos y emocionales, aunque todos ellos formen un conjunto inseparable de

manifestaciones de un determinado síndrome.

En el trastorno esquizotípico de la personalidad, hay que evaluar:

Respuestas Conductuales:

Son de especial importancia los comportamientos interpersonales, ya que tienen

graves problemas en sus relaciones sociales.

- Socialmente ineptos.

- Vestimenta peculiar.

- Comportamientos excéntricos.

- Se encuentran aislados de los demás.

- Falta de amigos íntimos.

Respuestas Cognitivas:

35

Las características cognitivas resultan de gran utilidad en la formulación clínica del

caso y en la elaboración del análisis funcional.

Algunas de estas respuestas son:

- Pensamiento mágico y supersticioso.

- Ideas de referencia.

- A menudo se sienten irreales o perdidos.

- Distorsiones perceptivas.

- Suspicacia e ideación paranoide

Respuestas Emocionales:

Las características emocionales son rasgos muy distintivos, pueden resultar de gran

utilidad durante la entrevista con el paciente o al indagar en sus reacciones ante

determinados estímulos en la vida real.

- Ansiedad ante el mínimo desafío social. (Que no disminuye con la familiaridad.)

- Afectividad restringida o inapropiada.

- Expresión emocional sin relación con el contexto.

- Sensibles a la ira.

Aspectos ambientales:

La evaluación necesita tomar en cuenta el contexto social de los pacientes, porque

hay que averiguar que otras personas actúan para mantener la conducta desadaptativa y

el grado en que las personas del entorno del sujeto pueden apoyar las iniciativas del

cambio.

Además el ambiente familiar en el que sujeto vive en los años de su infancia podría

estar teniendo una influencia decisiva en la formación del estilo de personalidad. Y en

concreto, en el caso del trastorno esquizotípico, hay que estudiar los antecedentes

familiares del sujeto en relación a la presencia de trastornos de esquizofrenia y otros

afines, dada la relación encontrada en la investigación entre ambos trastornos.

Métodos de evaluación:

Actualmente existen una serie de entrevistas estructuradas e instrumentos de

autoinforme que sirven para la evaluación de los trastornos de personalidad; sin

36

embargo, parece que se dan bajos niveles de concordancia entre las entrevistas, los

autoinformes o cuestionarios y los juicios clínicos.

Cuestionarios o Autoinformes:

Supone la forma más usual para evaluar los trastornos de personalidad. Se pueden

encontrar dos tipos dentro de estos cuestionarios, aquellos que evalúan directamente los

trastornos y los que evalúan supuestas dimensiones subyacentes a los mismos. Otra

clasificación posible distingue entre cuestionarios generales y específicos; a este

respecto la comorbilidad de los trastornos de personalidad sugiere la conveniencia de

utilizar, en la medida que sea posible, cuestionarios generales.

Algunos cuestionarios generales:

Inventario Clínico Multiaxial de Millon – III, (MCMI – III):

Millon es sin duda uno de los autores más vinculados al estudio, investigación y

difusión del tema de los trastornos de personalidad. Su implicación en la elaboración de

los criterios diagnósticos de los trastornos de personalidad del DSM – III dio lugar a la

elaboración del MCMI, que fue descrito como un cuestionario creado para la

elaboración de los trastornos de personalidad siguiendo al DSM – III. La aparición del

DSM – III – R, los progresos en la evaluación de las tendencias de respuesta y la

aparición de otras propuestas teóricas, dieron lugar a la creación del MCMI – II, del

mismo modo con los avances surgidos en el DSM – IV, se elaboró la última versión, y

la que aquí presentamos: el MCMI – III.

Este cuestionario consta de 175 ítems que se contestan “verdadero/falso”, y cuya

realización supone unos treinta minutos.

Con 24 escalas clínicas que cubren tanto el Eje I como el Eje II del DSM, y cuatro

escalas de control, su estructura es la siguiente:

Patrones clínicos de personalidad

1 Esquizoide.

2A Evitativo.

2B Depresivo.

3 Dependiente.

4 Histriónico.

37

5 Narcisista.

6A Antisocial.

6B Agresivo (Sádico.)

7 Compulsivo.

8A Pasivo – Agresivo (Negativista).

8B Autoderrotista (Masoquista).

Síndromes de patología grave de la personalidad

S Esquizotípico.

C Límite.

P Paranoide.

Síndromes clínicos

A Ansiedad.

H Somatoformo.

N Bipolar: maníaco.

D Distímico.

B Dependencia alcohólica.

T Dependencia de drogas.

R Estrés postraumático.

Síndromes graves.

SS Trastorno psicótico.

C Depresión mayor.

PP Trastorno delirante.

Índices de alteración.

X Sinceridad.

Y Deseabilidad.

Z Alteración.

V Validez.

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Como puede observarse ha conservado la Evaluación de la personalidad Sádica y

Masoquista, incluida en el DSM – III, pero excluida en el DSM – IV. Se ha señalado

que este cuestionario es un buen método para medir estilos de personalidad, pero no lo

es tanto para la evaluación de los trastornos de personalidad.

Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota II, (MMPI – II):

El MMPI fue desarrollado a finales de los años treinta por Hataway y Mc-Kinley.

Como instrumento de evaluación de los trastornos de la personalidad se ha utilizado de

una doble forma:

La primera es una forma directa, esto es, se utilizan los perfiles de sus escalas

propias para detectar los posibles trastornos. Así, la fórmula 2-7-8 (depresión,

psicastenia y esquizofrenia) se ha considerado un indicador posible del trastorno

esquizotípico de la personalidad. Aunque esta forma se ha usado mucho en el

diagnóstico, se ha considerado que sus escalas e ítems actualmente no constituyen una

base válida y fiable para el diagnóstico de los trastornos de personalidad. Así, el perfil

2-7-8 no parece que se pueda identificar actualmente con el trastorno esquizotípico, tal y

como es diagnosticado en el DSM. La escala de introversión social suele ser alta en el

trastorno esquizotípico.

La segunda forma de utilizar el MMPI ha consistido en derivar del conjunto de

ítems que lo forman aquellos que teóricamente se han considerado con validez aparente

para la detección de los trastornos de la personalidad.

La segunda versión del MMPI ha dejado intactas las propiedades básicas de las

escalas y las diferencias en los resultados pueden considerarse mínimas.

Este cuestionario consta de 567 ítems que se responden “verdadero/falso”. Evalúa

psicopatología general a través de ocho subescalas de síndromes clínicos:

1. Hipocondría.

2. Depresión.

3. Histeria.

4. Desviación psicopática.

5. Paranoia.

6. Psicastenia.

7. Esquizofrenia.

8. Manía.

39

Incluye también dos subescalas de masculinidad – feminidad e introversión –

extraversión; y tres subescalas que evalúan actitudes ante la comunicación (mentir,

infrecuente y corrección/defensividad).

Cuestionario Exploratorio de la Personalidad, (CEPER):

Es un cuestionario que consta de 150 ítems que se pueden responder desde 0 (Nada

característico de mí) hasta 6 (totalmente característico de mí). Fue construido

formulando los criterios del DSM – IV en modo de preguntas, e incluye los criterios de

los diez trastornos de personalidad oficiales más los dos que desaparecieron en el DSM

– IV (sádico y autodestructivos), llamados ahora pasivo – agresivo y depresivo.

Este instrumento no intenta servir como medida de diagnóstico con respecto a los

trastornos de personalidad, sino que se dirige a evaluar el grado en que un estilo de

personalidad está enraizado en el sujeto.

Cuestionarios específicos:

Cuestionario de la Personalidad Esquizotípica (Schizotipal Personality

Questionaire): Incluye diferentes subescalas que evalúan las ideas de referencia, el

pensamiento mágico, las viejas creencias y las experiencias inusuales. Fue elaborado

para diagnosticar los criterios del DMS – III – R del trastornos esquizotípico de la

personalidad, incluyendo escalas específicas para cada uno de los criterios diagnósticos.

Escalas de Experiencias Disociativas: Es un cuestionario de 28 preguntas con un

tipo de respuesta en una escala visual analógica, aunque posteriormente ha cambiado el

formato de respuesta. Su objetivo es evaluar las experiencias de perturbaciones de la

propia identidad, memoria, autoconciencia y experiencias de desrealización y

despersonalización.

Escala de ideación Mágica: Es un cuestionario de 30 ítems del tipo

“verdadero/falso” que evalúa las creencias consideradas como raras en una sociedad

industrial y moderna.

Esquema para personalidades esquizotípicas (SSP): Es parte de un inventario

más amplio que incluye los trastornos límite y esquizotípico. Evalúa 10 áreas de

funcionamiento psíquico: ilusiones, despersonalización y desrealización, ideas de

referencia, suspicacia, pensamiento mágico, relaciones inadecuadas, comunicación

40

extraña, aislamiento social, ansiedad social e ilusiones/alucinaciones. Algunas de estas

escalas pueden incluir subescalas. Cada área es evaluada sobre una ase de cuatro puntos.

Sus preguntas están basadas en el DSM – III.

Escala de la Personalidad Esquizotípica.

Entrevistas:

En los trastornos de personalidad la entrevista constituye el instrumento de elección

para su evaluación, es considerada como el modo más riguroso de evaluación debido al

sistema de recogida de información, directa e interactiva, lo que permite el control de la

misma. No obstante, no deberían descuidarse los propios sesgos que puede entrañar este

tipo de situación y la ilusión y la falacia de control que puede crearse.

Hablaremos en primer lugar de la entrevista abierta con un sujeto con trastorno

esquizotípico de la personalidad.

El individuo con trastorno esquizotípico presenta un comportamiento inusual y unas

ideas muy peculiares por lo que el terapeuta quedara sorprendido desde el primer

momento de la interacción. El hecho de que el esquizotípico se percate de las

dificultades que tiene el psicólogo para comprender y apreciar sus experiencias puede

dificultar el vínculo terapéutico, por lo que, hay que mostrarse empático, aceptarle tal

cual es y evitar cualquier juicio de valor sobre su apariencia o sobre su modo de

expresarse.

Si se consigue establecer un buen vínculo terapéutico el sujeto no tendrá ningún

problema en contestar a las preguntas que se le hagan, y podrá ser que comparta con el

clínico sus experiencias y vivencias así como sus pensamientos más íntimos. En sus

respuestas se verá claramente cómo el esquizotípico hace asociaciones sorprendentes,

que transcienden la realidad, su lenguaje puede ser en ocasiones extraño, difícil de

comprender, en parte porque puede presentar ideación mágica, e incluso ciertos rasgos

paranoides, incluyendo autorreferencia y suspicacias excesivas; también su estado y

expresiones afectivas y emocionales pueden resultar inapropiadas o extravagantes. Su

orientación mental general y su memoria suelen ser normales. Su conciencia de

enfermedad es escasa, es consciente de que los demás lo consideran raro y excéntrico,

(lo que actúa en buena parte, como causa de sus problemas sociales) pero no es capaz de

analizar las razones.

41

Todas estas características harán que resulte difícil comprender lo que dice el

paciente, pero en ningún momento debe el terapeuta rechazar su visión de las cosas, de

lo contrario lo único que se conseguirá es que el paciente se retraiga. La clave para

entender a estos sujetos y conseguir que expliquen sus experiencias es la empatía,

comprensión consejo, apoyo y la escucha activa por parte del terapeuta. Algunos

terapeutas aseguran tener éxito cuando enseñan a los pacientes a pensar con más

claridad y aquellos esquizotípicos que se dejen ayudar quizá establezcan por primera

vez un verdadero contacto emocional, siempre que el terapeuta sea sensible y tolerante.

El estilo de las preguntas durante la entrevista debe ser lo más concreto posible,

evitando por lo tanto circunloquios y abordar temas complejos de una sola vez. Pedirle

que ponga ejemplos concretos y reales es un buen recurso para que se centre en los

temas y se pueda avanzar en el análisis de los problemas. Es muy importante en la fase

de la evaluación, observar la conducta del sujeto y estar atento a sus reacciones y

expresiones.

A la hora de diagnosticar un trastorno de personalidad parece ser necesaria la

utilización de alguna entrevista semiestructurada como las siguientes:

Entrevista clínica estructurada para los trastornos de personalidad del Eje II,

(SCID - II):

Consta de 119 preguntas centradas en trastornos de personalidad. Cada ítem puede

puntuar de 1 a 3 (1 = ausente o falso, 2 = subclínico y 3 = clínico o verdadero). Para

cada criterio diagnóstico se hace al paciente uno o dos preguntas estándar, y si son

respondidas afirmativamente, se le pide que ponga ejemplos. Se tarda en pasar de 30 a

45 minutos, tiempo que puede reducirse si se pasa el cuestionario de cribado que

acompaña a la entrevista. Existe la versión en español tanto de la entrevista como del

cuestionario.

Examen internacional de los trastornos de personalidad (IPDE):

Tiene dos módulos, uno que evalúa los trastornos de personalidad siguiendo el DSM

– IV, y otro que sigue la CIE – 10. Cada ítem puede puntuar 0 = ausente o normal, 1 =

exagerado o acentuado, 2 = patológico, NA = No aplicable y ? = el paciente no quiere o

no es capaz de responder. Un síntoma ha debido estar presente durante al menos 5 años

para que puntúe de 0 a 2. El tiempo de administración de un solo módulo es de 60 a 90

minutos. Además contiene un cuestionario de cribado para cada módulo, el del DSM

42

tiene 77 ítems, y el que corresponde a CIE tiene 59 ítems. Esta entrevista está siendo

usada por la OMS para estudios multinacionales y cuenta con versión en español.

En general es poco práctico pasar una entrevista semiestructurada completa de los

trastornos de personalidad de forma rutinaria en la práctica clínica. Algunos autores

sugieren pasar primero un cuestionario que el sujeto trae relleno de casa y, luego,

centrar la entrevista en la dirección de los trastornos de personalidad que parece reflejar

el cuestionario.

Autorregistro:

Son útiles para la evaluación previa de la conducta objetivo, para el control del

aumento y/o disminución de esta, así como para el registro de tareas establecidas

durante el tratamiento.

La persona debe atender a su propia conducta, tanto encubierta como manifiesta, y

ser capaz de registrarla mediante un procedimiento previamente establecido con el

terapeuta. Ha de pasar el menor tiempo posible entre la presencia de la conducta y el

registro, se ha de registrar con la máxima inmediatez. La técnica más usada es la de

papel y lápiz, en la que se anota en un registro de papel, confeccionado para tal fin, cada

vez que se manifieste la conducta objetivo de estudio.

10. Tratamiento:

En primer lugar el tratamiento, no sólo de los trastornos de personalidad, sino de

cualquier otro tipo, se caracteriza por necesitar flexibilidad por parte del terapeuta, las

guías terapéuticas son útiles, pero no infalibles, por lo que habrá que adecuar los

procedimientos, las exigencias, el ritmo, etc., al paciente que en ese momento se tiene

delante.

El proceso de intervención en los trastornos de personalidad se caracteriza por ser

largo, costoso (para paciente y terapeuta), con presencia de recaídas o retrocesos, con

43

objetivos a corto, medio y largo plazo, y donde la fase de seguimiento se hace

especialmente importante y duradera.

Sin entrar en ninguna terapia específica aún, daremos algunas propuestas generales

que pueden ayudar a abordar el caso:

Greenberg sostiene que el comienzo del tratamiento debe darse con acciones

organizadoras que proporcionen algún grado de estructuración al paciente, como estas:

Trabajar a partir de una agenda simple y pedir al final de cada sesión resúmenes

sobre los temas tratados; esto hace que el terapeuta resulte al paciente una figura

predecible, y así ayudar a reducir su ansiedad ante la asistencia a terapia.

Es conveniente utilizar instrucciones muy explícitas y llevar un registro de los

pensamientos disfuncionales.

Las intervenciones terapéuticas deben dirigirse, en primer lugar, a identificar las

distorsiones cognitivas y, más tarde, a ayudar al paciente a desfiarlas.

Otro objetivo es aumentar la autoeficacia.

Debe trabajarse también, con la impulsividad y las descargas emocionales, con

el fin de favorecer una reducción de las sospechas.

Beck y Freeman sostienen:

Lla estrategia fundamental con sujetos esquizotípicos es cultivar la adecuación

social; así las técnicas predominantes son el entrenamiento en habilidades sociales y el

modelado de conducta y de la expresión. (Veremos la propuesta más extensa de estos autores

más adelante).

El objetivo más importante consiste en enseñar al paciente a que busque en el

ambiente pruebas objetivas para la evaluación de los pensamientos.

Puede resultar de utilidad las pruebas de refutación de creencias, abordando la

reformulación de ideas en términos de hipótesis.

Según Benjamín la primera tarea es construir una relación que sobreviva a la

extrema ansiedad social. En la historia personal suele encontrarse un registro de

relaciones de abuso. Debido a ello, estos pacientes intenta mantener distancia por

seguridad, ya que ven al terapeuta como alguien más que puede atacarlos y

humillarlos. El terapeuta debe ser muy cauteloso con sus preguntas y tratar de no

reiterarse.

44

Como se puede observar todas las propuestas anteriores exponen principios

terapéuticos cognitivo – conductuales, y es que este tipo de intervención es la más

respaldada en la literatura actual. Por ello, hablamos ahora de la terapia cognitiva “por

excelencia”, la de Beck y Freeman plantearon cuatro estrategias básicas para el

tratamiento del trastorno esquizotípico de la personalidad:

a) Establecer una sólida relación terapéutica para reducir el aislamiento social, para

lo cual además sería muy útil aumentar la red social general del paciente.

b) Aumentar la adecuación social por medio del entrenamiento en habilidades

sociales, donde se emplean estrategias conductuales (representación de papeles) y

cognitivas; entre estas últimas se encuentran la identificación de los pensamientos

automáticos y de las suposiciones subyacentes sobre la interacción con los demás.

c) Mantener sesiones de terapia estructurada para limitar el divagar y el habla

extraña, identificando, además, una pequeña meta para cada sesión.

d) Enseñar al paciente a buscar pruebas objetivas en el ambiente para evaluar sus

pensamientos, en vez de fiarse de sus propias respuestas emocionales. Es importante

que el paciente aprenda a no hacer caso a sus pensamientos inadecuados y a

considerar las consecuencias de responder emocional o conductualmente siguiendo

estos pensamientos.

A continuación vamos a exponer un tipo de intervención concreto que proviene de

la terapia cognitiva de Beck, aunque en su desarrollo ha dejado de ser puramente

cognitivo – conductual para integrar principios y herramientas de otras orientaciones

como el psicoanálisis y la Gestalt; hablamos de la Terapia de esquemas de Young.

Young fue discípulo de Beck y en la aplicación de la terapia cognitiva encontró una

serie de limitaciones que intentó solventar modificando el modelo. Estas limitaciones

están referidas a problemas y dificultades que los “pacientes difíciles” suelen presentar

en el transcurso del tratamiento, estos problemas son:

45

- Dificultades para activar e identificar aquellos sentimientos y emociones que

generalmente están ocultos o permanecen bloqueados.

- Problemas para identificar e informar sobre sus pensamientos y procesos

cognitivos.

- Dificultades para poder identificar cuáles son sus problemas así como definirlos.

- Falt de motivación al realizar las tareas asignadas para casa.

- Dificultades para establecer una buena relación terapéutica.

- Resistencia a modificar creencias y patrones de conducta, a pesar de la

argumentación lógica y racional asumida por el propio paciente.

La aplicación de la terapia de esquemas no se reduce a los trastornos de

personalidad, sino que también está indicada para alteraciones como la distimia,

ansiedad crónica, prevención de recaídas en la depresión, abuso de sustancias, pacientes

difíciles y terapia de pareja y grupo, entre otros.

El modelo de Young aporta nuevas estrategias y orientaciones metodológicas, tales

como un cuidadoso estudio de las primeras experiencias infantiles, un análisis causal

sobre la génesis de las creencias y distorsiones cognitivas del paciente (esquemas

tempranos) y un mayor énfasis en la relación terapéutica y en las técnicas emocionales.

La base teórica del modelo se fundamenta en la existencia de los Esquemas

Tempranos Desadaptativos (ETD), y en los procesos bajo los que pueden operar

dichos esquemas.

Los ETD son temas estables y sólidos acerca de uno mismo en relación con la

experiencia y que se han desarrollado desde la infancia y a lo largo de toda la vida.

Constituyen la base del procesamiento de la realidad y a partir de ellos se generan todas

las distorsiones cognitivas, disfunciones emocionales y/o comportamientos inadaptados.

Los ETD tienen las siguientes características:

Son verdaderos e incondicionales: su validez jamás se cuestiona por el sujeto.

Son persistentes y muy resistentes al cambio. Constituyen en núcleo cognitivo del

individuo y cualquier amenaza de cambio sería como si se tambaleasen los

cimientos de la personalidad.

Son disfuncionales y producen malestar significativo.

46

Distorsionan el procesamiento de la información para mantenerse válidos e

intactos. El concepto del sí mismo así como la interpretación de los acontecimientos,

son procesos que se ven mediatizados por el esquema para mantener su validez.

Los desencadenan determinados acontecimientos ambientales.

Sus orígenes se encuentran en necesidades emocionales básicas, que no han sido

satisfechas durante la infancia, y experiencias tempranas traumáticas o estresantes,

aunque también, en muchos casos, es el temperamento emocional de la persona el

que deriva hacia la formación de determinados ETD.

Young establece una tipología de ETD que estructura con 18 esquemas agrupados

en 5 categorías.

Existen tres formas distintas de operar con un esquema en un determinado

individuo, estas son los procesos de los esquemas, que sirven para explicar de qué

manera la persona responde a su esquema bien sea a nivel afectivo, cognitivo o

conductual. Los procesos son:

Rendición al esquema: Hace referencia a aquellas maniobras cognitivas y

conductuales que sirven para reforzar y conservar la vigencia del esquema. El individuo

piensa y actúa conforma al dictado de su ETD. Para que esto se produzca es necesario

que se comentan distorsions cognitivas.

Evitación del esquema: Cuando un esquema se activa, el individuo experimenta

afectos y emociones altamente desagradables, tales como ansiedad, tristeza, ira,

abatimiento, etc. Por ello, algunas personas tienen que desarrollar estrategias

encaminadas a prevenir la activación del esquema. Si en el modo de rendición el sujeto

piensa y actúa conforme a las directrices del esquema, en el modelo de evitación el

esquema se percibe como una seria amenaza y por ello debe ser evitado.

Compensación del esquema: El individuo adopta estilos cognitivos y/o conductuales

que parecen ser opuestos a lo que cabría esperar del esquema. Este mecanismo es un

intento de “engañar” a corto plazo, el contenido del esquema, pues casi siempre este

termina por demostrar al individuo su incuestionable validez.

47

Hay un último concepto en la teoría de Young que es el modo de esquema. Llama

modos de esquema a puntuales estados emocionales y conductas asociadas que se

manifiestan mediante algún tipo de estímulo estresante emocional al que el sujeto se

muestra especialmente sensible. Se trata de una constelación de determinados esquemas

que habitualmente se encuentran en estado latente, pero que se pueden activar de forma

más o menos esporádica ante acontecimientos concretos.

Una vez establecidos los puntos clave del modelo ofrece un proceso terapéutico.

Además del tratamiento propiamente dicho, Young ofrece un proceso de evaluación

muy concreto, cuyos objetivos son:

- Identificación de patrones de conducta disfuncionales.

- Identificación de desencadenamiento de los ETD.

- Comprender los orígenes de los esquemas en la infancia y la adolescencia.

- Identificación de las conductas y los estilos de afrontamiento.

- Evaluación del temperamento.

- Unificarlo todo: la conceptualización del caso.

Los pasos concretos que propone para la evaluación no los vamos a explicar aquí

puesto que nos encontramos en el punto de tratamiento (para información más detallada

consultar Caballo, 2004). Pero sí señalaremos que debido al procedimiento de

evaluación y sus objetivos, esta fase ya resulta terapéutica, puesto que supone una toma

de conciencia importante por parte del sujeto de sus ETD y un desenmascaramiento de

toda la problemática vital.

Una vez conocidos los esquemas y su funcionamiento se procede a cambiarlos. Esta

fase resulta prolongada y laboriosa, ya que aborda la sustitución de unos patrones de

comportamiento muy arraigados y resistentes al cambio. Dicho cambio terapéutico no

está basado en una única técnica sino que se hace una propuesta de diferentes técnicas

emocionales, interpersonales, cognitivas y conductuales con el objetivo de adaptar a

cada caso en particular, aquellas que se consideren más oportunas y eficaces.

Técnicas Cognitivas:

La utilización de estas técnicas debe considerarse a largo plazo, ya que es la

modificación de estructuras muy profundas.

48

1. Cuestionamiento de la validez de esquemas:

Se trata de cuestionar la validez del esquema mediante el examen de las pruebas que

se dan a favor y en contra del esquema. Los acontecimientos y las evidencias que se

analizan hacen referencia a lo ocurrido a lo largo de toda la vida del paciente y no sólo

de las experiencias recientes. Para ello se confecciona un listado con las pruebas que,

desde el pasado, sustentan y refutan la validez del esquema. Este último listado resulta

más complicado de confeccionar por parte del paciente, ya que toda la información que

contradice el esquema ha estado siendo sistemática negado o ignorada.

2. Reformulación de las pruebas que sustentan el esquema.

Está es una fase posterior donde el objetivo será que el paciente pueda descubrir una

explicación alternativa o una forma de visión diferente respecto a lo que le ha ocurrido a

lo largo de su vida. Se trata e encontrar causas o atribuciones diferentes sobre las

experiencias que han estado confirmando la validez del esquema. Inicialmente se revisa

toda la dinámica familiar de la infancia redescubriendo posibles desajustes en los

padres, en el sistema familiar, en los roles asignados al paciente, etc. De igual forma, se

revisan también las experiencias significativas habidas desde la infancia buscando

reatribuciones más objetivas.

3. Evaluación de las ventajas e inconvenientes de los estilos de afrontamiento:

El paciente y el terapeuta confeccionan en un listado las ventajas e inconvenientes

que terminan por producir los estilos de afrontamiento que utiliza el paciente en cada

uno de los esquemas que le dominan. El paciente debe comprender que sus estilos de

afrontamiento pudieron resulta útiles durante la infancia, pero no en la edad adulta,

donde estas formas de actuar son incompatibles con la felicidad y el bienestar.

4. Diálogos dirigidos entre la alternativa saludable y las alternativas del esquema:

Esta técnica, adaptada de la Gestalt, sitúa al terapeuta actuando como si fuese la

alternativa saludable y al paciente como si fuese la alternativa del esquema, debatiendo

entro los dos la validez de lo que cada uno representa. El terapeuta responderá con

preguntas socráticas a cada uno de los argumentos que esgrime la parte del esquema.

Los papeles pueden ir intercambiándose al tiempo que el terapeuta puede ir moldeando

49

las intervenciones del paciente cuando este actúa en el “lado saludable”. El objetivo es

que el paciente aprenda a asimilar y desarrollar el rol de la alternativa saludable.

5. Tarjetas de aviso:

Es una estrategia útil para aquellos momentos en los que el esquema está activado y

el paciente se ve impotente para contrarrestarlo. Se trata de hacer una o varias tarjetas

por cada esquema en donde se especifican las contraargumentaciones y conductas más

eficaces que pueden anular al esquema. El paciente debe llevarlas siempre consigo y

acudir a ellas antes o durante los instantes en que el esquema se activa.

6. Diario de los esquemas:

Mediante esta técnica el paciente puede ir construyendo sus propias respuestas

apropiadas mientras sus esquemas se activan en el transcurso de la vida cotidiana. El

diario pide al paciente que identifique los acontecimientos desencadenantes, las

emociones, los pensamientos, las conductas actuales, los esquemas, la perspectiva

apropiada, las preocupaciones realistas, las conclusiones y las conductas saludables.

7. Técnicas representacionales:

Algunas de estas técnicas están retomadas de la terapia gestáltica y tiene por objeto

la experimentación emocional de acontecimientos pasados muy determinantes en la

formación de los ETD. En este punto, el paciente ya ha podido comprobar

racionalmente las pruebas que demuestran la falsedad de sus esquemas pero que aún

siente como si fuesen verdaderos. Ahora se trata de que pueda combatirlos a nivel

afectivo y emocional. Mediante estas estrategias se le brinda la oportunidad de

reelaborar situaciones no resultas descargas sus sentimientos y emociones y comprobar

cómo los ETD pueden activarse y contrarrestarse.

8. Imaginación de escenas y diálogos:

Consiste en que el paciente imagine con el mayor realismo posible, escenas

relacionadas con sus padres u otrs figuaras relevantes, tanto del pasado como del

presente. El primer objetivo es comprobar la capacidad de imaginación del paciente y

poder valorar el impacto que estas escenas y diálogos causan en él mediante la

comprobación-observación de sus reacciones emocionales. Por otra parte, estas

50

imágenes resultan útiles para identificar los esquemas, comprender sus orígenes en la

infancia y ver su relación con los problemas presentes.

El segundo objetivo de la técnica es permitir al paciente que pueda adoptar y

experimentar otras formas de afrontamiento diferentes a las dictadas por sus esquemas.

Con el diálogo el paciente puede experimentar otras formas de afrontamiento diferentes

a las dictadas por los esquemas. Se insiste en que el paciente exprese libremente y con

energía sus sentimientos y que no se deje llevar por las directrices del esquema. Sería

una forma de revivir situaciones difíciles y de tener la oportunidad de afrontarlas ahora

de una forma diferente, expresando sus necesidades emocionales o su ira contra

aquellos que le han perjudicado. Por otro lado, hay que tener cuidado para que no

desarrolle animadversión hacia sus padres, ya que suelen estar presentes en estas

situaciones difíciles mencionadas anteriormente. Hay que intentar dejarles claro que el

enemigo es el esquema y no sus padres.

9. Recuerdos traumáticos:

Se pretende que el paciente puede reexperimentar emociones y afectos bloqueados

relacionados con experiencias traumáticas, generalmente de abuso o abandono. Esta

técnica requiere especiales cuidados cuando se aplica con pacientes sensibles y con

escaso autocontrol. El terapeuta debe ir despacio, dejando sus intervenciones para

momentos cruciales. En la experimentación imaginaria de estas experiencias el paciente

deberá esta vez actuar bajo el modo del “Adulto sano”.

10. Cartas emocionales:

Esta técnica, derivada de la terapia gestáltica, se aplica cuando al paciente no les

posible una ventilación asertiva de sus sentimientos y una reinvidicación de sus

derechos debido a que la persona implicada está ausente o no presenta una adecuada

abordabilidad para este objetivo. La liberación de estos sentimientos se puede llevar a

cabo mediante la redacción de cartas o escritos dirigidos al otro en los que el paciente

pueda expresarse libremente. Resulta beneficiosa la lectura sistemática de estos escritos.

11. Ruptura de patrones conductuales en la imaginación:

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El paciente imagina o visualiza situaciones probables o futuras en las actúa mediante

patrones de conducta maduros y saludables, en lugar de utilizar estrategias de evitación

o compensación del esquema.

La relación terapéutica:

Resulta un componente muy importante, no sólo por el hecho de que el paciente

esquizotípico necesita sentirse aceptado, respetado y no juzgado, sino porque, como

hemos visto, se trata de una intervención fundamentalmente interactiva. Es necesario

establecer un buen vínculo terapéutico porque en esta relación va a servir de escenario

para los ETD, por ello el terapeuta ha de estar alerta para identificarlos y ofrecer al

paciente una comprobación de los mismos sobre la marcha, así como una explicación

alternativa y más racional del acontecimiento ocurrido. Esta relación, asimismo

supondrá el soporte en el que el terapeuta pueda adoptar el rol de alguna persona

significativa de la vida real del paciente, pero tomando una actitud distinta a la que

determinó la formación del esquema.

Por todo esto la terapia requiere un alto nivel de habilidades del terapeuta.

Técnicas conductuales:

Su utilización se destina a modificar aquellos patrones de conducta desencadenados

por los ETD, y que los han estado reforzando. Las técnicas que se utilizan son las

siguientes:

1.Ensayos en la imaginación y representación de papeles: El paciente deberá

visualizar en su imaginación escenas que requieran el uso de nuevas conductas y

cómo él las lleva a cabo con éxito. Posteriormente podrá ensayarlas actuando con el

terapeuta al tiempo que este puede moldearlas.

2.Asignación de tareas para casa: Confeccionar autorregistros que señalen la

conducta a realizar, cuándo se llevó a cabo, cómo se sintió después y cuáles fueron

las consecuencias. Posteriormente, se analizarán en terapia las actuaciones realizadas

reforzando sus logros y reajustando los aspectos que requieren mejora.

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3.Utilización de tarjetas de aviso.

Tratamiento farmacológico:

Los datos disponibles sugieren que la administración de neurolépticos a dosis bajas

produce una mejoría de algunos síntomas (disfunción coginitivo-perceptiva y

descompensación psicótica). La eficacia clínica de los antidepresivos se analizado poco

en la investigación con grupo control. La imitriptilina ha mostrado que además de ser

poco eficaz para mejorar los síntomas centrales, puede incrementar la hostilidad y los

recelos paranoides en algunos pacientes. Por el contrario, la utilización de dosis altas de

fluoxetina parece ir asociada a una mejoría de numerosos síntomas de los sujetos.

Para las ideas de referencia, las alteraciones de pensamiento y la paranoia son útiles

los antipsicóticos, para los rasgos obsesivo-compulsivos y la ansiedad social están

indicados los antidepresivos serotoninérgicos, la clomipramina y el IMAO, por último,

para los síntomas deficitarios como el retraimiento social se usan los antipsicóticos

atípico e ISRS.

11. Conclusiones:

Para concluir debemos hacer referencia a la complejidad de este trastorno. No sólo

por la dificultad del tratamiento (ya que no es fácil que en la intervención los síntomas

remitan completamente, quedando presentes los síntomas definitorios del trastorno),

sino también, por la complejidad de realizar un correcto diagnóstico diferencial o

identificar la comorbilidad con otros trastornos de la personalidad. Resulta evidente que

faltan investigaciones sobre este trastorno, ya que no existe una terapia (ni

farmacológica ni psicológica) de la que se pueda afirmar empíricamente que sea eficaz.

12. Bibliografía:

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Síntesis.

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Pirámide.

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personalidad. Madrid: Elsevier España.

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