Estudios de gramática en el dominio hisánico

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JOSÉ MANUEL BLECUA, JUAN GUTIÉRREZ Y LIDIA SALA (eds.) ESTUDIOS DE GRAFEMÁTICA EN EL DOMINIO HISPÁNICO Ediciones Universidad Salamanca .N^CAROY CUERVO

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JOSÉ MANUEL BLECUA,JUAN GUTIÉRREZ YLIDIA SALA (eds.)

ESTUDIOS DE GRAFEMÁTICA EN ELDOMINIO HISPÁNICO

Ediciones UniversidadSalamanca .N^CAROY CUERVO

. '

AGUAS VIVAS, 1

fu 8De esta edición:

Ediciones Universidad de Salamanca,Instituto Caro y Cuervo

y los autores

1* edición: marzo 1998I.S.B.N.: 958-611-080-X

VolumenI.S.B.N.: 95&-611-079-6

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ESTUDIOS de grafemática en el dominio hispánico /José Manuel Blecua, Juan Gutiérrez y Lidia Sala (eds.).Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 1998.

-p; -cm.- (Aguas vivas; 1)1. Español (Lengua) - Grafemática. !. Blecua, José Manuel.

II. Gutiérrez, Juan. III. Sala, Lidia.

811.134.2,35

Grafemática y sociolingüística histórica:A propósito del Libro de los Primitivos

Privilegios de Alicante

FRANCISCO GIMENO MENÉNDEZUniversidad de Alicante

1. INTRODUCCIÓN

En nuestros días, nadie puede discutir que el cambio lingüístico es un hechosocial, ya que implica difusión y generalización de cualquier innovación por partede una comunidad de habla. Sin embargo, dentro de la lingüística histórica, toda-vía es frecuente observar la falta de acuerdo general acerca de la naturaleza de laestrategia de investigación que podría conducir más probablemente a resultadosefectivos. Hace ya algunos años que el funcionalismo diacróníco debió reaccionarcontra las explicaciones causales simplistas, que no tomaban en consideración lacompleja realidad del proceso histórico de la evolución lingüística. Por su parte, lagramática generativa ha presentado algunos análisis sobre teoría de la fonología yla sintaxis diacrónicas.

Una excelente hipótesis de trabajo fue sugerida por U. Weinreich, W. Labovy M. I. Herzog1, quienes propusieron unos fundamentos empíricos para una teo-ría del cambio lingüístico sobre-los hallazgos de la sociolingüística. Dicha formu-

1 Uriel WEINREICH, WUliam LABOV y Marvin I. HERZOG: «Empírica] Foundations for a Theoryoí Langiuge Change», en W. P. LEHMANN y Y. MALKIEL (eds.): Directionz for Historicaí Unguisticí: ASympoiinm, University of Texas Press, Austin, 1968, pp. 95-195. Véase Francisco GlMENO: Sodolin-güíítica htítórica («g/oí x-XH), Visor, Madrid, 1995, pp. 11-53.

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lación constituyó la principal aportación al estudio de la variación y evolución lin-güísticas, a partir de sus propuestas de la «heterogeneidad ordenada» de la lenguay de la variabilidad como parte de la competencia sociolingüística del hablante (yde la comunidad de habla).

Pasados veinticinco años de aquel ofrecimiento, mientras hemos asistido cier-tamente a un mayor énfasis en lingüística histórica y sociolingüística, ha habidoescasas investigaciones para enriquecer ambas disciplinas, de manera que el pre-sente pueda iluminar y explicar el pasado, al mismo tiempo que el pasado nosayuda a interpretar y explicar el presente. Recientemente, la sociolingüística histó-rica ha abierto nuevas posibilidades al conocimiento de la dinámica social y con-textual de los procesos históricos del cambio lingüístico. A partir del tratamientoprobabilístico de un paradigma cuantitativo, la covariación sistemática de los datoslingüísticos y sociales constituye la pieza clave para una recta comprensión yexplicación del desarrollo general e histórico del cambio lingüístico.

1.1. Nuestra preocupación se centra aquí en la conexión de una tradición gra-femática con la sociolingüística histórica, a través de esa etapa del romance medie-val que nos ofrecen algunos cartularios corporativos municipales, particulamentedel Libro de los primitivos privilegios de Alicante de Alfonso X el Sabio. Asimis-mo, se sitúa nuestra modesta aportación dentro de la relación texto escrito/textooral. El valor lingüístico de dichos cartularios se acrecienta por su desviación res-pecto a documentos originales de la cancillería castellana de Alfonso X. En laactualidad es necesario un nuevo análisis puntual y específico de los estudios cua-litativos sobre confusiones grafemáticas y del contexto social que las motivó. Asi-mismo desearíamos llamar la atención sobre la necesidad de utilizar manuscritosoriginales o copias coetáneas, si se quieren aducir datos cronológicamente fidedig-nos2. La contribución actual de una sociolingüística histórica se limita, pues, a uninterés teórico y metodológico en el estudio sistemático de las relaciones empíri-cas que se pueden establecer entre el testimonio documental de las tradicionesidiomáticas y la covariación de dos o más (sub)sístemas en el repertorio lingüísti-co del escribano (y de la comunidad de habla).

Por otra pane, se ha aludido una vez más a que la lengua literaria constituyepor fuerza la principal y casi única fuente de la lingüística histórica, y que en otrotipo de textos (documentos jurídicos, cartas, etc.) se da una proximidad muy rela-tiva al registro oral. Dicho neoidealismo que enfatiza y monopoliza una determi-nada forma de hacer lingüística histórica en el entramado teórico de la conjunciónlengua/literatura no puede responder a unas preocupaciones actuales de conside-rar las lenguas particulares como diaststemas que poseen una heterogeneidad orde-nada y dinámica en el tiempo, espacio, sociedad y situación. En el estudio del cam-bio lingüístico la heterogeneidad lingüística es de crucial importancia, ya queimplica tanto variabilidad como heterogeneidad sincrónica en la comunidad dehabla. La historia de cualquier lengua particular no es, por consiguiente, la histo-ria de una variedad literaria, sino una historia multidimensional de todas las varie-

1 Véanse José Antonio PASCUAL: «Notas sobre las confusiones medievales de las sibilantes»,LEA, X/l (1988), pp. 125-131; Máximo TORKEBLANCA: «Dos observaciones sobre Orígenes del espa-ñol-, Romance Philology, 42 (1988-1989), pp. 396-403.

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dades (temporales, geográficas, sociales y situacionales). Desde este punto de vista,nuestra propuesta trata de seguir una estrategia general del estudio de la heteroge-neidad lingüística ordenada y dinámica en el tiempo, espacio, sociedad y situación,a partir de la complementariedad entre lingüística histórica, dialectología, socio-lingüística y pragmática.

2. TRADICIÓN GRAFEMATICA Y VARIABLE SOCIOLINGÜÍSTICA

La historia de la lengua (literaria y no literaria) española está aún por escribir.El siglo XIII no es la menor excepción. La consolidación gráfica del romance evi-denciaba y acentuaba los procesos de fijación de los grafemas y de selección de lasvariantes fónicas, morfológicas, sintácticas y léxicas coexistentes. En este sentido,las cancillerías regias regulaban la nivelación externa y la unificación interna delcastellano, sobre todo en la época alfonsí.

2.1. Las primeras manifestaciones de la prosa carecen de finalidad literaria. Laaparición de los primeros textos escritos (notariales y ferales) en romance se dan amediados del siglo XII. Ni las pequeñas muestras romances anteriores (ligadas muyespecíficamente a centros monásticos), ni los contados versos mozárabes de las jar-chas romances del siglo XI, deben impedirnos matizar la situación histórica de cris-talización general de la escritura romance. Y cabe destacar precisamente en el sigloXII la influencia ejercida por los inmigrantes franceses y occitanos. Así entre lasversiones romanceadas de los fueros medievales algunas se destacan por sernostrasmitidas en un romance impregnado con muchos rasgos inconfundiblementeprovenzales (p. ej. el Fuero de Aviles, datado en 1155). Entre 1194 y 1220, conta-mos con el Cronicón Villarense (o Líber Regum), los Anales Toledanos Primeros yLos diez Mandamientos.

Por lo demás, la elección del romance en los textos cancillerescos es de ordenpolítico, y la decisión había sido tomada (mucho antes de Alfonso X) por Alfon-so VIII y Fernando III. Los documentos de la cancillería de Alfonso VIII que uti-lizan el romance aparecen publicados entre 1194 y 1215, y sobresale el Tratado deCabreros (1206) con Alfonso IX, rey de León. Sin embargo, es el traslado delFuero de Zorita de los Canes en romance castellano (1218) el que parece anunciarla empresa conjunta de Fernando III y Juan Díaz, canciller de Castilla, hacia laextensión del romance en los documentos reales con la sustitución del latín medie-val. Asimismo, una mayor resonancia e importancia en todos los aspectos (histó-rico, jurídico o filológico) la obtendría la concesión del Líber ludicum por panede Fernando III a la ciudad de Córdoba (1241), el cual ya circulaba en su versiónromance y actualizada bajo la denominación de Fuero Juzgo.

Con todo, la adopción del vernáculo en la documentación oficial no se veri-fica defini t ivamente hasta el reinado de Alfonso X, aunque no hubo sanción jurí-dica explícita del establecimiento del castellano como lengua oficial3. Y en torno al

1 Véanse Américo CASTRO: «Acerca del castellano escrito en torno a Alfonso el Sabio», Fúolo%i¿Romanza, 1,4 (1954), pp. 1-11; Ramón MENÉNDEZ PlDAL: «De Alfonso a los dos Juanes. Auge y culmi-nación del didactismo (1252-1370)», incl. por D. CATALÁN en Studia hispánica in honorem R. Lapesa, I,Credos, Madrid, 1972, pp. 63-83; Fernando GONZÁLEZ OLLÉ: «El establecimienlo del castellano como

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ejercicio de las cancillerías y a la actividad traductora alfonsí surgió la prosa litera-ria, en la primera mitad del siglo. La lengua literaria no nació en las cancillerías deAlfonso VIII, Fernando III y Alfonso X, pero les correspondió un papel impor-tante en la formación de la prosa literaria castellana y en la adopción de las normasgráficas por la mayor parte de los escribanos del Reino de Castilla*.

2.2. Por otra parte, tanto los documentos reales como los privados son denomi-naciones específicas del testimonio escrito de un negocio jurídico. Si bien los prime-ros documentos reales y privilegios no revisten otra forma sino la jurídico-privadade las donationes, a partir del siglo XI se van evidenciando cada vez más los caracte-res de soberanía, mediante el incremento destacado de los elementos de validación.Asimismo, era práctica usual de las corporaciones municipales la configuración decartularios, en los que se copiaban los documentos recibidos para garantía de dere-chos y títulos jurídicos. Por regla general y como supervivientes de documentos per-didos, tales copias son de un valor inestimable, ya desde un punto de vista paleográ-fico y diplomático, ya por su contribución a la historia del derecho y de la lengua.

Los cartularios son, pues, códices diplomáticos que pretenden ofrecer unadeterminada validez jurídica. Algunos problemas que pueden plantear se relacio-nan con la falta de prudencia en el manejo y utilización de esas fuentes. En la medi-da que dichos conjuntos de documentos fueron copiados por escribanos de muyvariada naturaleza y situación (temporal, geográfica y social), sólo un determina-do estudio sociolingüístico histórico de cada texto (o pane de él) permitirá lacaracterización lingüística de tales traslados.

2.3. Sin embargo, es conveniente que precisemos algunos aspectos relaciona-dos con la evolución de los grafemas. Las variantes grafemáticas son superficialescon repecto a la estructura fonológica, y deben ser interpretadas cuidadosamentesobre unos supuestos de variabilidad inherente al propio texto y del cotejo por-menorizado con oíros textos, en correlación con factores lingüísticos y sociales.

Desde este punto de vista, el concepto de variable fonológica (aportada por lasociolingüística variacionista) define un conjunto de equivalencia de realizacionesde superficie, y como estructura abstracta subyacente puede expresar la relaciónque se plantea entre el testimonio grafemático de la tradición lingüística y la cova-riación de dos o más (sub)sistemas en el repertorio lingüístico del escribano (y de

lengua oficial-, BRAE, 58 (1978), pp. 229-280; Luis RUBIO GARCÍA: Del latín ai castellano fn las escritu-ras reales. Universidad de Murcia, Murcia, 1981; Roger WtUGHT: Latín tardío y romance temprano enEspaña y ¡a Francia carolingta, Credos, Madrid, 1989, pp. 310-384; Hans-J. NlEDEREHfc Alfonso X elSabio y U lingüística de su tiempo, SGEL, Madrid, 1987, pp. 11-17; Maurilio PÉREZ: «Los primeros docu-mentos cancillerescos en castellano y su dependencia latina», en Fidus wurprcs. Actas de las Primeras Jor-nadas Nacionales de Historia de la Traducción, León, 1987, pp. 83-90; Fernando GONZÁLEZ OLLfc «E!largo camino hacia la oficialidad del español en España», en M. SECO y G. SALVADOR (coords.), La len-gua española, hoy, Fundación Juan March, Madrid, 1995, pp. 38-41.

4 Véanse Gerold HlLTY (ed.): Aly Aben Ragci El Libro conplido en los iudizios de las estrellas,RAE, Madrid, 1954; Alvaro CALMES DE FUENTES: Influencias sintácticas y estilísticas del árabe en Uprosa medieval castellana, RAE, Madrid, 1956, pp. 2-9; ÍDEM: «De nuevo sobre los orígenes de Uprosa literaria castellana (A propósito de dos libros recientes)», RFE, LXI (1981), pp. 1-13; JuanGUTIÉRREZ y José Antonio PASCUAL: «De cómo el castellano se convirtió en español-, en A. GAR-CÍA SIMÓN (ed.), Historia de una cultura. La singularidad de Castilla, Junta de Castilla y León, 1995,pp.344-348.

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la comunidad de habla). De modo que el recuento de las frecuencias de apariciónde las distintas variantes grafemáticas nos permite estadísticamente el estableci-miento de la correlación entre los grafemas/fonemas (autónomos) y la contribucióndiversa de cada escribano. La variable fonológica aparece definida, pues, por lacorrelación de variantes superficiales con una serie de factores lingüísticos y socia-les. Dicha variable se configura como una regla abstracta, llamada regla variable*.

El programa VARBRÜL 2 y el GOLDVARB tienen como objetivo principalla descripción del efecto combinado de aquellos factores (lingüísticos y sociales)sobre la variación lingüística, y permiten calcular la contribución de cada restric-ción variable a la probabilidad global de aparición de la regla. El programa produ-ce entonces una probabilidad P¡ por cada factor en el seno de cada grupo G¡, másuna probabilidad de entrada PQ, promedio sobre todos los factores. Los valores dep asignados a cada factor de modelo varían entre O y 1. Los valores superiores a 0.5favorecen la regla, los valores inferiores a 0.5 limitan su aplicación y el valor 0.5 noafecta la probabilidad de la regla.

Desde un punto de vista más general, las variables sociolingüísticas se confi-guran dentro del continuo social y contextúa! de la comunidad de habla. Un marcoque especifique dicha superposición puede representar un medio de descubrir elcontexto social en los documentos históricos. Un tratamiento estadístico del esti-lo (y registro) puede permitirnos observar la dimensión social de la variación dia-fásica, en la medida que algunos rasgos muestran tanto una progresión en un con-tinuo de informal a formal, como en un continuo social desde los grupos inferioresa los superiores. Si asumimos que podemos reproducir una diferenciación funcio-nal o contextual a partir de los textos existentes, entonces podríamos especularacerca de su probable conexión con la estratificación social, y proponer una hipo-tética reconstrucción del contexto social de los procesos históricos del cambio lin-güístico, dentro de un planteamiento sociolingüístico general o interdisciplinario.

3. LIBRO DE LOS PRIMITIVOS PRIVILEGIOS DE ALICANTE DE ALFONSO X EL SABIO

Nuestra aportación a este capítulo de grafemática y sociolinguística históricase ha centrado en la caracterización sociolinguística de la mayor parte del primercartulario medieval alicantino6. A través del análisis estadístico e informático de la

s Véanse Henrietta J. CEDERGREN y David SANKOFF: «Variable Rules: Performance as a Siatis-tical Rcflection of Competence», Language, 50 (1974), pp. 333-355; Pascale ROUSSEAU y David SAN-KOFF: «Advances úi Variable Rule Methodology», en D. SANKOFF (ed.), Linguistic Variation, Acade-mic Press, New York, 1978, pp. 57-69; David SANKOFF y William LABOV: «On the Uses of VariableRules». Language tn Socicty, 8 (1979), pp. 189-222; David SANKOFF: VARBRÜL 2, Programa y docu-mentación inéditos, 1979; Carmen SlLVA-CoRVALÁN: Sociolinguística. Teoría y análisis, Alhambra,Madrid, 1988, pp. 59-150; Humberto LÓPEZ MORALES: Sociolinfüística, 2" ed., Credos, Madrid, 1993,pp. 84-110 y 182-204; David RAND y David SANKOFF: GoldVarl: Versión 2. A Variable Rule Applica-tion for the Maclnítosh, ms. y disquete, 1990; Francisco MORENO: «Sociolinguística, estadística e infor-mática-, Lingüística, 6 (1994), pp. 95-154.

* Francisco GlMENO: «Caracterización sociolinguística del Libro de los primitivos privilegios deAlicante de Alfonso X el Sabio», en Studia histórica in honorem V. Martínez Morellá, Diputación pro-vincial, Alicante, 1985, pp. 119-142. Véanse ÍDEM: «De sociolingüística histórica: Tradición grafemáti-ca y variable fonológica», BAPLE, 11,2 (1983), pp. 71-86; ÍDEM: «Estudio sociolingüístico histórico»,en J. M. del ESTAL, M. L. GABANES y F. GIMENO (eds.), El Libro de tos primitivos privilegios de Ali-

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variable fonológica final -(z) hemos establecido la desviación de unos trasladoscancillerescos alicantinos (p. ej. yne$, Perefy enemictat...), respecto a documentosoriginales cancillerescos castellanos. Asimismo, dicha dispersión se ha comple-mentado con la introducción de escrituras originales de notarios públicos de archi-vos municipales del Alto Aragón y de unos traslados cancillerescos de Alfonso Xdel Archivo Municipal de Orihuela. Es decir, la variable fonológica como estruc-tura sociolingüística abstracta se materializaría bajo unas determinadas variablestemporales, geográficas, sociales y contextúales propias. Las variables sociales sehan limitado a tipo de documento jurídico (según el grado de ingenuidad docu-mental, es decir, original o traslado) y estilo contextual (según el grado de formali-dad erudita, esto es, cancilleresco o municipal}.

Nuestra peculiar coincidencia y superposición de variables sociales y funcio-nales con las temporales y geográficas nos han llevado a manejar y describir elefecto combinado de esos factores (bajo la rúbrica de contexto tempo ral-geográf i -co-social) y de otros factores lingüísticos (entorno final y entorno siguiente). Laregla variable de asimilación de sonoridad de los fonemas finales (de palabra y desílaba) y el programa VARBRUL 2 correspondiente nos han permitido calcular lacontribución de cada restricción variable a la probabilidad global de aplicación dela regla (véase tabla 1).

TABLA 1

Probabilidades de Aplicación de la regla variable de asimilación de sonoridad, a propósito

de la variable fonológica final -(z), en función de documentos originales castellanos de la

cancillería de Alfonso X, traslados cancillerescos de los Archivos municipales de Alicante y

Orihuela, y escrituras originales de notarios públicos de archivos municipalesdel Alto Aragón

P0 0.10

PfaK °-38

P~»«L 0.50

PC~ 1 PAÜC. 0.52

IV, a. 0.61

P™^ 0.49

PO^ 0.41 P^^ 0.55

de Alfonso X el Stbto, ed. fací, con estudios1984, pp. 13-16.

nú lo neo-crítico» y transcripción, Edilán, Madrid,

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Los resultados de la estimación nos permiten observar que el factor más favo-recedor de la regla de asimilación de sonoridad es el contexto temporal-geográf i -co-social de los documentos originales de la cancillería regia de Castilla, el cualcontribuye con 1 al cumplimiento de la regla, y la caracteriza como categórica. Elentorno de final de sílaba favorece la aplicación de la regla en segundo lugar (0.61).El contexto aragonés y el alicantino también favorecen su cumplimiento, aunquemuy levemente (0.55 y 0.52, respectivamente). El entorno siguiente de final sono-ro ante grafema sordo o pausa queda sin efecto (0.50), y el entorno siguiente definal sonoro ante grafema vocálico o consonantico sonoro no propicia la regla(0.49). Finalmente, el contexto oriolano (0.41) y el entorno de final de palabra(0.38) tampoco favorecen la regla.

La hipótesis inicial no se confirma. Las restricciones de fonética sintáctica sondefectivas en los documentos originales catellanos de la cancillería alfonsí, y noofrecen ningún caso de final sordo ante grafema sordo o pausa. La regla variablede asimilación de sonoridad no comprende ni explica, pues, las variantes grafemá-ticas superficiales de los textos. Antes bien, cabe pensar que estamos ante un casode neutralización fonológica, caracterizada por una regla variable de diferen-ciación máxima.

Por otra parte, el tratamiento probabilístico de la frecuencia de la variablefonológica final -(z) nos ha ofrecido la siguiente progresión contextual y socio-geográfico-temporal de menor a mayor formalidad: traslados cancillerescos orio-lanos (probabilidad de 0.41), traslados cancillerescos alicantinos (0.52), escriturasoriginales municipales del Alto Aragón (0.55) y documentos originales cancille-rescos castellanos (1). Altamente significativa aparece la proximidad de los valoresprobabilísticos de los documentos originales de notarios públicos de algunosarchivos municipales altoaragoneses (0.55) y los traslados romances del estilo can-cilleresco de Alfonso X de un escribano público del Archivo Municipal de Ali-cante (0.52), la cual descarta definitivamente cualquier mano castellana.

Con otras palabras, la diferenciación diafásica de unos textos jurídicos nospropondría una hipotética reconstrucción del contexto temporal-geográf ico-social del proceso histórico del cambio grafemático -z > -f. La dirección del cam-bio natural iría del miembro más marcado (en nuestro caso, regla de asimilaciónde sonoridad) hacia el menos marcado (regla de diferenciación máxima), y tuvocomo resultado un «cambio de código» grafemático de marcado hacia no marca-do en los contextos sociales de las comunidades de habla de Orihuela y Alicante,

3.1. El estudio sociolingüístico histórico de los traslados romances del estilocancilleresco del Libro de los primitivos privilegios de Alicante de Alfonso X elSabio sitúa la aportación de la mayor pane del cartulario municipal dentro de larelación texto escrito/texto oral. Su valor lingüístico se acrecienta por su desvia-ción respecto a documentos originales de la cancillería castellana de Alfonso X. Lacovariación sistemática de los datos lingüísticos y los factores lingüísticos y socia-les —a propósito de la variable fonológica final -(z)— nos refrenda la competen-cia sociolingüística aragonesa del escribano público del concejo de Alicante, a fina-les del siglo XIII o principios del XIV, y atestigua la reafirmación del resurgimientoconcejil en una situación de encrucijada lingüística, social y cultural.

El Libro de los primitivos privilegios de Alicante de Alfonso X el Sabio res-pondería así a una iniciativa política de Jaume II de institucionalización del reino

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de Murcia, a raíz de su conquista e incorporación a la corona de Aragón (1296-1304/1305). La dotación de un régimen de gobierno municipal propio y la anexiónformal de las villas de Alicante y Orihuela al reino de Valencia (1308) habrían obli-gado a la compilación de los fueros primitivos de la época castellana precedente,para su posterior confirmación y refundición en los Furs de Valencia, que elmonarca aragonés les otorgó7. Dicho contexto global explicaría, por un lado, elcarácter aparentemente bilingüe —castellano y latín— del cartulario, y, por otro,la dualidad sociolingüística de esa mayor parte estudiada del texto: castellano dejure, aragonés de (acto. Subyacentemente, el códice testimonia el multilingüismode su comunidad de habla.

3.2. Desde un punto de vista cualitativo, J. A. Frago8 ha señalado también elaragonesismo de este Libro. Particularmente, tanto por la presencia de determina-das características internas (por ejemplo, los derivados palatales laterales del grupolatino -LY- (mttüier), el resultado yt- del grupo etimológico KT- (uytohre) y laacusada tendencia a la epéntesis consonantica antihiática (aldeyas), como por elreflejo de los signos externos (por ejemplo, los modelos de escritura y de grafías),propios de una formación curialesca específicamente aragonesa.

Por su parte, E. Ridruejo9 ha ofrecido una reflexión funcionalista de esta cues-tión, y a partir de un tratamiento estadístico (no variacionista) de la selección deun rasgo mo río sintáctico convencional y ajeno al texto (empleo del futuro de indi-cativo en lugar de formas de subjuntivo) ha puesto en duda el supuesto aragone-sismo de las variantes grafemáticas superficiales del escribano público del Libro.Frente a esa estrategia descriptiva y autónoma, cabe recordar que en el pasadodecenio el marco generativo se ha convertido en un centro principal de replantea-miento teórico en la lingüística histórica, y a pesar de las críticas que ha suscitado,sus propuestas de análisis alternativos no pueden ser ignoradas.

Nadie ignora que la mayor productividad diferenciadora de las variedadesgeográficas y sociales de la lengua se da en el componente semántico y fonológi-co10. Asimismo, que el reconocimiento de la diversidad (temporal, geográfica osocial) de las lenguas debe hacerse mediante la comparación y contraste de dos omás variedades particulares, nunca a partir del establecimiento y aplicación decualquier fenómeno lingüístico extraño a priori. Metodológicamente, carece devalor, pues, la coincidencia o no de un rasgo aislado. Los geolectos son algo másque meros conjuntos de fenómenos peculiares (que los relegan casi al apartado fol-clórico más epidérmico), y deben caracterizarse como sistemas comunicativos vir-

7 Cf. Juan Manuel del EsTAL: Documentos inéditos de Alfonso X el Sabio y del infante su hijoDon Sancho. Estudio-transcripción y facsímiles, Librería Universitaria, Alicante, 1984, pp. 3 ss.

8 Juan Antonio FRAGO: «Castellano y aragonés en el antiguo Reino de Valencia-, en ECORRIENTE et ai, LUÍ lenguas prevalencianas, Universidad de Alicante, Alicante, 1986, pp. 51 s.

9 Emilio RIDRUEJO: «Sobre los aragonesismos del Libro de ¡oí primitivos privilegio* de Alican-te», en G. HOLTUS et ai. La Corona de Aragón y las lenguas románicas. Miscelánea de homenaje paraG. Colón, G. Narr, Tübingen, 1989, pp. 291-302.

10 Cfr. Humberto LÓPEZ MORALES: «¿Es posible una dialectología transformativa?», Actas delIII Congreso de la ALFAL (San Juan, 1971), Madrid, 1976, pp. 183 ss. Véanse Francisco GlMENO: Dia-lectología y sociolingüistica españolas, 2* ed.. Universidad de Alicante, Alicante, 1993, pp. 122-130;ÍDEM: Sociolingüístic* histórica (siglos x-xu), Madrid, 1995, pp. 27-39.

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tuales y realizables. De manera que, en aras de un descriptivismo funcional insu-ficiente, se ha simplificado y olvidado todo el marco sociolingüístico del estudioespecífico de la variación y variedad lingüística, así como las complejas relacionesde lengua, cultura y sociedad que subyacen a una hipotética reconstrucción de losprocesos históricos del cambio lingüístico11.

3.3. Finalmente, nuestra última contribución a este respecto12 puede resumir-se en la presentación de unos cuantos casos de confusión del grafema medieval -zy -s en posición final de palabra, dentro del mismo traslado cancilleresco del Librode los primitivos privilegios de Alicante de Alfonso X el Sabio (1296-1308), y lasposibles consecuencias que ello conllevaría con respecto a la probable autoría deun escribano público de ascendencia aragonesa.

Se trata de la aparición de seis casos de -5 final en el mismo topónimo deBadallos (una de ellas bajo la variante Hádalos) (docs. 4, 6, 7, 10, 11 y 12 del cita-do cartulario) frente a cincuenta y cuatro casos de grafema -f final (entre ellos, unode Badallof en el doc. 9) y cuatro casos de grafema -z final. Representa, pues, elgrafema -s final un 8.22 % de las variantes de la variable fonológica final -(z), elcual es estadísticamente poco significativo, aunque podría ser revelador de algomás que un mero error del copista, si tuviéramos en cuenta un caso de ultraco-rrección del grafema -f por -5 (Oren$, doc. 2, fol. 2r.).

El examen de dos de los tres conjuntos de documentos que había utilizadoanteriormente para establecer la variable fonológica -(z) (a saber, documentos ori-ginales castellanos de la cancillería de Alfonso X el Sabio y escrituras originales denotarios públicos de archivos municipales del Alto Aragón) no ofrece ningún casode la variante -s por -z, aunque en los primeros observamos diez casos de seseointervocálico en los documentos núms. 202 y 323 de R. Menéndez Pidal13 (asíp.ej., ffaser, ffisiesse, catarse, tresientos, etc., y sin duda alguna, descubre la inter-vención de un amanuense occitano o catalán). En la revisión del tercero de los con-juntos (es decir, en los traslados cancillerescos del Archivo Municipal de Orihue-la, copiados por un escribano público catalán) encontramos un ejemplo de lavariante -s por -z (Sanches, dos veces, fol. 8v.) y dos ultracorrecciones en posiciónexplosiva (fiziezen y Zigiienc.a, fol. 5v. y 7r., respectivamente).

Con otras palabras, los tres conjuntos de documentos, y a propósito del seseoen posición final de palabra, descartan clara y llanamente cualquier revisión en el

11 Por lo demás, los errores materiales detectados son varios e inexplicables: los Privilegios deOrihuela no forman pane del códice que se conserva en el Archivo Municipal de Alicante (p. 291), sinoque constituyen un traslado distinto que se conserva en el Archivo Municipal de Orihuela (manuscri-to 2588); la editora del Libro no es M. L. Gabanes (p. 291), sino la edición conjunta de Edilán S. A., J.M. del Estal, M. L. Cabanes y F. Gimeno; Diez de Revenga no cree que las confusiones esporádicas delos escribanos de Murcia fueran meras modalidades gráficas (p. 295, n. 3), sino resultado de unainfluencia occitana tardía o un reflejo de un incipiente fenómeno de seseo catalán; y el nombre de unode los notarios habituales no aparece bajo la forma de Garfia Domtngucs (p. 296), sino de GarfiaDomínguez, tal como aparece en la transcripción de nuestra edición (p. 46), y en efecto no 1a tuve encuenta en el cómputo, ya que se trata de una copia procedente de otra mano (secundaria y posiblementecastellana).

11 Francisco GlMENO; «Sobre la confusión del grafema medieval -z y -s en posición final de pala-bra», en Homenaje a H. López Morales, Arco/Libros, Madrid, 1992, pp, 195-203,

lí Ramón MENÉNDEZ PlDAL: Documentos lingüísticos de Eípaña. I, Reino de Castilla (Madrid,1919), Reimp., CSIC, Madrid, 1%5, pp. 257 s. y 432 s.

132 FRANCISCO GIMENO MENÉNDEZ

texto alicantino de la probable autoría de un escribano público de ascendencia ara-gonesa. Por otro lado, la misma irrelevancia estadística de la muestra sobre lasvariantes seseantes del cartulario alicantino (8,22 %) limita cualquier decisión yopinión ecuánime y coherente. Hay limitaciones que no podemos superar, y éstees el caso, cuando necesitamos una .muestra mayor de la que disponemos.

4. CONCLUSIONES

En las primeras décadas de nuestro siglo, la conciliación entre lingüística his-tórica y dialectología se abrió principalmente a partir de la combinación de lainvestigación histórica con el análisis dialectología) (fundado sobre los principiosbásicos de la geografía lingüística) por obra de R. Menéndez Pidal, y en particulara través de su contribución más notable de los Orígenes del español, aunque cabecitar el primer paso dado por J. Jud. La dialectología (como dimensión horizon-tal) y la lingüística histórica (como estudio empeñado años arriba) no eran líneasexcluyemes, sino valiosas coordenadas complementarias. Sin embargo, la dialecto-logía histórica supuso una superación de las investigaciones neogramáticas, y mos-tró su preocupación por señalar áreas geográficas que ilustraran la dinámica de losvarios factores lingüísticos, y prepararan la comprensión global de la evoluciónlingüística. El hecho de que no se haya visto reflejada dicha posición en una for-mulación teórica, ni a priori ni a posteriori, hace que pase desapercibida su espe-cífica contribución.

Una excelente hipótesis de trabajo fue sugerida por U. Weinreich, W. Labovy M. I. Herzog, quienes propusieron unos fundamentos empíricos para una teoríadel cambio lingüístico sobre los hallazgos de la sociolingüística. En nuestros días,la sociolingüística histórica ha abierto nuevas posibilidades al conocimiento de ladinámica social y contextúa! de los procesos históricos del cambio lingüístico. Lacovariación sistemática de los datos lingüísticos y los factores lingüísticos y socia-les —a partir del tratamiento probabilístico de un paradigma cuantitativo— cons-tituye la pieza clave para una recta comprensión y explicación del desarrollo gene-ral e histórico del cambio lingüístico. Es más, la sociolingüística conecta másíntimamente que en el pasado la lingüística histórica y la dialectología con las cien-cias sociales.

Un análisis histórico cualitativo no es decisivo, mientras que toda cuantifica-ción presupone un previo estudio cualitativo, explícito o implícito. Un estudiosociolingüístico histórico debe convenir lo cualitativo en cuantitativo, lo iterativoen acumulativo y lo opinable en demostrable. La llamada de atención de A. Alon-so (y anteriormente de R. Menéndez Pidal) hacia la proporción de los fenómenosno es suficiente. Un análisis actual no debe acabar aní, y debe trascender lo esta-dísticamente descriptivo por una estadística matemática.

Nuestra preocupación se ha centrado aquí en la conexión de una tradicióngrafemática con la sociolingüística histórica, a través de esa etapa del romancemedieval que nos ofrecen algunos cartularios corporativos municipales, partícula-mente del Libro de los primitivos privilegios de Alicante de Alfonso X el Sabio. Aeste respecto hemos planteado las relaciones entre las variantes grafemáticas super-ficiales y el concepto de variable fonológica subyacente (aportada por la sociolin-güística variacionista). De modo que el recuento de las frecuencias de aparición de

GRAFEMÁTICA Y SOCIOLINGÜÍSTICA HISTÓRICA 133

las distintas variantes grafemáticas nos permite estadísticamente el establecimien-to de la correlación entre los grafemas/fonemas y la contribución diversa de cadaescribano.

La contribución actual de una sociolingüística histórica se limita aquí, pues, aun interés teórico y metodológico en el estudio sistemático de las relaciones empí-ricas que se pueden establecer entre el testimonio documental de las tradicionesidiomáticas y la covariación de dos o más (sub)sistemas en el repertorio lingüísti-co del escribano y de las comunidades de habla, a fin de obtener una hipotéticareconstrucción del vernáculo. Con todo, hay ciertas limitaciones que no cabe vio-lentar, ya que la documentación antigua es fragmentaria e incompleta, como lo hasido en nuestro caso con respecto al seseo final de palabra del texto alicantino.