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ESTUDIOS
gzeta y el Acids ?e Alignel Angel
Por ROGELIO SINAN
Cuando estudithbamos en Roma, tenicmos por costumbre visitor la
lglesia de San Pietro in vincoli, impulsados no par la religiosidad que
tado templo, merece sino par emociones de indole artistice. Ya en la sua-
ve penumbra de sus naves, nos acercabamos al monumento del recorded°
Papa Julio II, en cuyo centro se hallo enclave& la estatua de Moises
debida al genio de Miguel Angel Bounarroti, de inefable memoria. En
tusiasmados, en esc epoca, por extrahas doctrines esotericas, mirabamos
estatua y discutiamos sus lineas desde distintos Ongulos, procurando
•descifrar el misterio de Cu creacion, que esteleamos seguros de descubrir
mediante el minucioso andlisis de particularidades que podian ser deta-
Iles coma el del movimiento que parece iniciar k pierna izquierda, o la
miracle profundamente penetrante clavada en el veal°, o esos raros des-
tellos que en k frente del heroe dan la impresion de cuernecillos. Tenia-
mos la secure conviccion de que una atmOsfera de inexplicable magic
back toda la estatua, y no encontrando modo de expresar la impresi6n
•que ta/ hechizo nos producia, lo atribuimos a un no se que intangible
que trascendia lo religioso. Convencidos al fin de que, en efecto, no se
tratabo de otra cosa sino del goce estetico que debe producir toda obra
arte, nos despediarnos de la estatua, no sin acariciarte la robusta
rodilla, recordando que, segan dicen, Miguel Angel tembien se la pal-
meg alguna vez, al preguntarle a k estatua: J'er che non park?
Releyendo el estudio de Freud sobre el Moises, nos hen venido a la
menie todas aquellas reflexiones que hacicmos frente a la estatua y a
ese magic° efluvio que parece baharla. La memoria de esas meditacio-
nes romenas nos ban hecho Nor nuestra °tendon no solamente en el
bellisimo estudio del profesor vienes sino en as pgginas del "Exodo" y
en diversas estampas de k estatua, lo que nos ha Ilevado a suponer que
tanto Freud coma los otros profesores que el cite se limitaron a concen-
trar su atencien en el Capitulo 32 del libro biblico citado, case que los
condujo a baser todo su analisis sobre premises false's, error imperdonable
que intentaremos mostrar enseguida.
5
Sin que ello indique la menor presuncien de nuestra parte, procu-
raremos analizar la celebre obra del florentino desde un eingulo diame-
tralmente opuesto pare lo cual sera preciso comparer antes las tres ver-
&ones de Moises referidas: la de le Biblio, la de Miguel Angel y la de
Freud.
Freud comienza por confesarnos que, siendo el profano en arte, lo
que mos le interesa es el contenido de la creacion artistica. Con tal
premise previa, ye sabemos de que indole ha de ser el arias's. Lo que
a Freud le interesa es el contenido; pero dque es lo que de ese contenido
le impresiona con especialidad? Lo importante pare el es la intencion
que tuvo el artiste al crear la obra de arte, es decir, la intuicion con
que el creador nos hace aprehensible su vivencia, lo cue no constituye
solo un proceso intelectual sino alga de una indole mos compleja. La
obra de torte "debe suscitar en nosotros nuevamente a misma situacion
psiquica que engendro en el artiste la energia impulsadora de la area-
cion".
Antes de exponernos su propia interpretaciOn, Freud nos presenta
valiosos comentarios que sobre el mismo osunto han expresado criticos
ton ilustres como Grimm, aibke, Spinger, Justi, Muntz, Thode, Burck-
hart, Wilson, Guillaume, Wolff lin, Steinemann y otros. Cosi todos coinci-
den en la hipotesis de que Moises aparece representado, en la estatua,
en el momenta de alzarse y poser a le action.
Veamos prirnero la posiciOn que el jefe Israelite tiene en la
estatua de Miguel Angel. Moises este sentado, de frente, el pie derecho
apoyado sobre el suelo mientras &Irma el otro sobre los dedos; la cabe-
za y la vista hacia a izquierda clan la impresion de que alga atrae Cu
atencien hada ese lade. Las dos tablas de la Ley, al parecer inseguras
y cosi a punto de caerse, afirman uno de sus extremos sobre el borde del
banco, sostenidas no solamente por el brazo sino asimismo por el dorso
de le mono derecha cuyos dedos comban la barba en forma de guirnalde.
La tesis defendida por los diversos criticos citados por Freud trate
de demostrar que el artiste ha plasmado a Moises en una escena revela-
dora de su cal-otter pasional. "Tal escena sera aquella en que a su des-
censo del Sinai, donde ha recibido de manos de Dios las tablas de la
Ley, advierte Moises que los judios han construido entre tanto un bece-
rro de oro, en derredor del cuel danzan jubilosos. Este cuadro es el que
sus ojos contemplan y el que suscita en el los sentimientos que sus ras-
gos expresen y que habron de impulsarle en el act° a darer con energia.
Miguel Angel ha elegido el instante de la Ultimo vacilacion, de la calma
precursora de la tempestad. En el instante inmediato, Moises se erguira.
violento —el pie derecho se Giza yo del suelo—, arrojare de sus manes,
quebrandolas, les tablas de la Ley, y descargarei su ira sobre los aposta-
tes". (2)
6
Las hipetesis mem tonvincentes pare Freud son las expuestas por los
criticos Justi y Knapp, pues ambas se refieren a la casi insegura position
de las tablas que hate pensarlas en vias de resbalar del asiento. Segun
ellos, en terminos generales, Moises baja, consedo, del Sinai, tras una
large permanencia de cuorenta dies y cuarenta noches. Al terminar
cuesta, ve a sus proselitos adorando al becerro, y, desde luego, se con-
motion° de to/ mock que necesita sentarse. Desalentads por lo que ye
supone un fracaso de su lucha, deja laxos los miembros, y as tablas
resbalon, caen al suelo, se quiebran.
Wolfflin nos habla de un "movimiento inhibido" y de un "instante
de contention" anteribres a la violent° action que significa ponerse brus-
temente de pie.
No acepta Thode a conjetura de que las tablas puedan dar a m-
presien de resbalar, pues le parece que ellas estan sujetas firmemente;
pero tampoco acepta la hipetesis de que "la figura hubiera de despertar en el espectador la idea de que iba a levantarse en el acto pare entre-
gorse a una action violenta". (3) Se bast] sabre todo en el hecho de que
el Moises (sedente) pertenece al conjunto de un monumento funerario;
k quietud que reclama par tal indole hate imposible el suponerle la mos /keno intender) de movimiento.
"De monera que —afirma Freud— este Moises no debe querer le-
vantarse, tiene que poder permanecer en calma ., como las demos figuras
del monumento". (4)
(No estamos muy seguros, pero creemos recorder que la estatua de
Moises no fue esculpida expresamente pare el sepulcro de Julio IL)
"Pero, entonces —agrega Freud—, el Moises que contemplamos no
puede ser la representacion del hombre poseido por la celera, que, al
descender del Sinai, ve a su pueblo entregado a k apostasia y arroja
contra el suelo, quebrOndolas, las tablas de k Ley". (5)
Efectivamente, segun la hip6tesis de Freud, Moises no habre de vio-
lentarse ni hare trizas las tablas de la Ley. Refrenando su apasionado
impulso, el jefe israelita mirara al pueblo con desprecio, seguro de si
pues gracias o su aceroda voluntad pudo evitar que las sagradas
presecs resbalaran por tierra. "Esto le sirvie de advertencia. Pens6 en
su misi6n.... Su mono retrocedi6 y salvo las tablas.... En esta actitud per-
manecie ya quieto, y asi lo eterniz6 Miguel Angel". (6)
Para Freud, se trate, pues, de un "movimiento reprimido". Prueba
de ello es tambien la position del pie izquierdo que cosi mama k ini-
tiation de un movimiento. Confirmaria esta hipotesis la actitud apacible
del braze izquierdo cuya mano acaricia el extremo de k barba, dandonos
"la impresion de querer borrar la violencia con la que un momento an-
tes lo ha mesado la otro mono". (7)
7
Al parecer no muy seguro de su hipatesis, Freud procure ponerse en
guardia, aceptando que •ese Moises tan "reprimido" no se parece al de
Biblia; pero enmienda la plane recordando que el "Exodo" y aun otros
libros de la Biblia este!, plagados de incongruencias y contradicciones
palmarias. in embargo, como este afirmacion result° absurda con rela-
chin a nuestra estatua puesto que Miguel Angel no pudo conocer otro
texto que el que ha Ilegado haste nosotros, Freud se lava las manos y
dice orondamente: "No seria [-aro que Miguel Angel se desylara del texto
biblico". (8)
Aun siendo odmiradores y seguidores del psicoanalisis, tenemos que
creer que en este caso, coma en otros diversos, el genial profesor no
concentro su °tendon debidamente, pues adernas of Irma que la sedente
estatua de Moises no solamente se desvia por completo del texto biblico
sino que ni siquiera "intenta reproducir momenta, alguno determinado de
la vida del heroe". (9)
Recordando el canacter francamente iracundo de Moises, menciona
Freud el incidente en qua este die muerte a un egipcio, y no hallo in-
conveniente en aceptar que, arrebatado por su ira, "en otro explosion
de onalogo afecto quebrO contra el suelo las dos tablas que Dios mismo
(labia escrito". (10) De todo ello deduce Freud que Miguel Angel cam-
:bid) el caracter de Moises, obligendolo a refrenar sus pasiones "come un
yeproche al difunto pontifice y una admonicion a si mismo, elevandose
con tal critica por enclitic de sus propias pasiones". (11)
Revisemos el "Exodo" para saber primero en que rezones de tipo
biblico boson sus andlisis Freud y los profesores mencionados por el.
En el Capitulo 20 lehova dicta a Moises el Deccilogo, de viva vox;
pero, tel vez inseguro de la memoria del profeta, le do a Moises dos
tables con los diez mandarnientos. ("Exodo", 31-18).
Mae adelante, en el Capitulo 32, se nos advierte que eran "tablas
de piedra escritas con el dedo de Dios". Para que no haya dude alguna
sobre este importantisimo detalle, se nos repite que eran "tablas escritas
por ambos lados" y aim se insiste que "de una parte y de otra estaban
escritas". Nadie podria, pues, olvidar que "las tablas eran obra de Dios,
y a escritura era escritura de Dios grabada sabre as tables". (12)
No hay pare que agregar quo tales tablas eran de inapreciable y
portentoso valor. Si hoy existieran, sedan un talisman de primera; pero,
par desventura, Moises, que era hombre furibundo, &lose dominar par
Cu sante Ira, y, arrojando as tablas "quebrOlas al pie del monte". (13)
No pare alli Cu furia, pues enseguida tome el becerro de ore, lo
echo al fuego, moliOlo haste reducirlo a polvo, lo esparcia sobre el ague,
8
e hizo beber de esa agua a los israelitas. Ni oün humillando a los Ida-
latras logrO aplacar su ceder°, pues flame a los levitas y orden6 tal ma-
tanza que "cayeron del pueblo en aquel dia como tres mil hombres". (14)
Esto nos do una idea de la iracundia del heroe. No menos parecido
dicen que era el mai geniado temperamento de Miguel Angel. A pesar
del respeto que el le tenia al Pontifice Julio II, le arroje un dia un mar-
tillo desde un andarnio par haberse colado en la °Dania Sixtina contra
la orden expresa del gran artiste.
Resulta, puce, dificil imaginarse a Miguel Angel frenando el genio
de Moises, siendo el mismo incapaz de frenar el suyo, sobre todo cuando
seguramente lo que mos a aproximaba al profeta era esa semejanza de
temperamentos.
Freud, sin embargo, afirma que "Moises no se alzara ya airado, ni
arrojara lejos de si las tablas". Puede que asi resulte, en efecto, pero
no por las mismas rezones que arguye Freud sino por otras muy diferen-
tes.
Nuestra total divergencia con Freud y con los otros interpretes que
el mismo cite consiste en que ellos se refieren a las tablas de piedra que
Dios le die a Moises, tablas escritas por ambos lados con el dedo de
Dios. Esas dos tablas 51 las quebro Moises, por desventura pare el genera
humano. Las tablas que el Moises de la estatua tiene en su mono son
otros coma tambien es otra a escena en que, con ellas, aperece esculpido
el furibundo profeta.
Revisemos el Capitulo 34 del "Exodo":
"Y Jehove dijo a Moises: Alisate dos tablas de piedra coma as
primeras, y escribire sabre esas tablas las palabras que estaban en las
tablas primeras que quebraste".
Facil le hubiera sido a Dios crear nueyamente un par de tablas pa-
,.ra Moises, pero no quiso hacerlo, porque aunque no b dice la Sagrada
Escritura, debie ester resentido debido al sacrilegio de Moises. De manero
que el hombre no tuvo mos remedio que someterse a la rude tarea de
alisar dos piedras, cosa que par lo menos lo hizo sudar un par de dias.
"Y Moises ()Use dos tablas de piedra coma as primeras; y levantose
por la manana, y subio al monte de Sinai, coma le monde Jehova, y neve
en Cu mano las dos tables de piedra".
Humillado y cansado, Moises esperaria par a menos que Dios cum-
pliera lo referente a la escritura, ya que le dijo que escribiria "sabre
esas nuevas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras".
Pero seguramente Dios segula resentido, pues ni siquiera quiso es-
tribir as nuevas tablas con su dedo.
9
"Y Jehovo dijo a Moises escribe tu estas palabras; porque conforme-
a estas palabras he hecho la alianza contigo y con Israel.
"Y 01 estuvo alli con Jehove cuarenta dies y current° noches: no
comi6 pon, ni bebi6 agues; y escribio en tablas las palabras de la alian-
zo, las diez polobras.
"Y ocontecier, que descend iendo Moises del monte Sinai con las dos
tablas del testimonio de so mono, mientros descendia del monte, no sa-
ble el que la tez de so rostra resplondecia, despues que bubo can el
hablado.
"Y mir6 Aaron y todos los hijos de Israel a Moises, y he aqui que
la tez de so rostra era resplandeciente; y tuvieron miedo de Ilegarse a 01.
"Y namelos Moises; y Aaron y todos los principes de la congrega-
ciOn volvieron a 01 y 01 les hab16.
"Y despues se Ilegaron todos los hijos de Israel, a los cuoles monde
todas las cosas que Jehover hoblo dicho en el monte Sinai.
"V cuando hobo acabado Moises de hablar can ellos, puso on vela
sabre so rostra.
"Y cuando venia Moises delante de Jehover para hal:dor con el, qui-
t-abase el vela haste que salia; y saliendo, hablaba con los hijos de Is-
rael lo que le era mandado.
"Y veian los hijos de Israel el rostra de Moises, que la tez de so
rostra era resplandeciente; y volvia Moises a poner el velo sobre so ros-
tra, host° que entraba a hablar con 01". (1 5)
Na hace folta agregar que este pasaje biblico foe el que inspir6 el
Moises de Miguel Angel.
Hay dos detalles de la estatua en los que Freud no concentr6 so
otenciOn debidamente; la miracle, penetrante del heroe y esos raros des-
tellos que coal dos cuernecillos diabolicos asoman en so frente. En esos.
dos detalles sintetiz6 Miguel Angel el prodigioso resplandor de la tez.
Ton sobrenatural e intenso debi6 haber sido el resplandor que, tanto
Aaron coma los otros hijos de Israel "tuvieron miedo de Ilegarse a el".
Es logic° pensar que a esas altunas Moises yo no tenia necesidad
de alzarse airado ni arrojar lejos de si los dos tablas, puesto que habia
logrado a iniciacion definitiva y el dominio completo sabre so pueblo.
Siendo yo on iniciado tenia en si, en torno a si, ese magic° resplandor,
ton intenso, que tenia que cubrirse con on velo para no deslumbrar a
sus proselitos.
10
Lo que si es muy probable es que Moises, ensimismado despues de
hablar con Dios, se haya sentodo cosi abstraido, sin darse cuenta de que
emanaba de el ese extrafio resplandor °normal. En ese instante sinti6 el
ruido de los que murmumban sin °traverse a aproximar, pues tenian
miedo de Ilegarse a el. Sin comprender la cause de que todos lo desobe-
decieran a pesar de el Hamarlos, la tuna In arrebat6 de nuevo. En ese
instante las tables iban ya a resbalar, y, recordando quo el tuvo que
alisarlas y que par haber rota las otitis se conquiste el enojo de Dios,
logro frenar su impulso, se reprime, y este es precisamente el instante
en que el genio inmortal de Miguel Angel; que era tambien un iniciado,
supo plosmarlo para la eternidad.
NOTAS
Las Notes numeradas del (1) al (11) se refieren a pasajes del en-
sayo de Freud sobre el Moises de Miguel Angel. Cf. Sigmund Freud,
OBRAS COMPLETAS, Biblioteca Nueva.
Las Notes numeradas del (12) al (15) se refieren a pasajes deL "Exodo", capitulos 31, 32 y 34.
Disertacion sobre Literatura y Arte
Por CHANGMARIN
Lefda por el autor, en la Casa del Perla-
dista, con motivo de un acto sobre su
produccion literaria.
Poro mi, como autor, tiene una gran importancia situarme frente al
public°, con toda la sinceridad, con el fin de explicar, haste donde me
sea oosible, las causes que motivan ml tare°, en el plan° de la creaciOn
.ortistica.
Sobre todo, porque soy partidario de la idea, de que en la accion
artistica confluyen muchas fuerzas, y que al fin de cuentas, el artiste
no viene a ser, sino un instrumento, muy especiolizado del pueblo, or
cuya garganta, canto y recitan los mesas.
El contacto directo con las gentes impregna al autor de la vitalidad
necesaria pore el quehacer literorio y su enfrentamiento con el pueblo, le
advierte si su camino es adecuado o no, y Si su obra, es valedera.
El artiste no puede ser el mejor critic() de su obra, por cuanto, im-
pend° por rezones intimas, puede considerar como muy buena, una obra,
que en realidad no lo es. No obstante el critico, sobre todo, el idealista,
tiende a sostener que el poeta es un ser inconciente, divino, casual, que
no puede explicar el "misterio" de la creaciOn artistica, y en muchos
cases, Ilevado par el afar' de anal izar las. cosas al margen de Co realidod,
Vega a conjeturar rezones y consicleraciones, que nunca soriO el autor.
En relaciOn con esto quiero desarrollar en esta disertaciOn dos pun-
tos, de alert° importancia. Es verdad que el poeta nace? Y; clebe el arte
conllevar una tendencia?
Cuando oigo decir que el poeta nace, trato de Ilegar a una conclu-
sion sobre el asunto, hacienda un estudio de ml trabajo.
Haste a fecha mi obra es modesto y vale tan solo por cuanto revela
uno acciOn continued° en medio de la indiferencia del arnbiente pane-
merle, explicable por cierto. Sin embargo el oficio me permite dar res-
puesta, por la que a ml toca esta cuestiOn.
12
Y pienso, en realidad, que cuando mi madre me dio luz, allo en
un campito de Veraguas, yo nod tan poeta, como pudo haberlo nacido
un &bel de caimito.... SegUn cuentan, despues de unos meses empece a
balbucear algunas palabras, y ton solo, porque los alambres de los terra-
tenientes, me empujaron al poblado, pude aprender as primeras letras en
una pizarra destehida, de otro modo, y de no haber side par la
Escuelo Normal J. D. Arosemena y por otros factores parecidos, en Lugar
de ester charlando este noche con ustedes, tel vez estuviera cargando.
kik, con la pato en el suelo y la "percha" en el pescuezo....y de poeta....
node!
Porque decir que el poeta nace, es tanto conic °firmer que el delin-
cuente nace; que el diputado, nace; sue el cocinero, nace; que el rico,
nace. Y por esa coyuntura, de origen fatalism y divino, tendriamos que-
tante los ricos poderosos, como los poetas pobres, son product° de una
fuerza extraterrena, y que eternamente, los ricos serer, ricos y los poetas
pobres.... Y esto seria una situaciOn humillante pare la sociedad....y .para
los poetas.
Socrates, Platen y su gente tuvieron mucho que ver can este.
asunto. Per cuanto ellos fueron los inventores, en Grecia, de la idea de
los privilegiados de la culture y del caracter divino de los artistes.
Y aunque existieron Prot-agoras, Her-Ocilla y DemOcrito, estos Ulti-
mos, no pudieron inflUir tan decisivamente en el curse del pensamiento.
universal, comb pare que las sociedades venideras pudieran concebir, ca-
m o lo afirmaba Heroclito, que "El mundo, la unidad del todo no ha sido.
creed° por Dios ni hombre alguno"....
En una sociedad come la griega de aquellos antiguos tiempos, era
de suponer que los esclavos no tenian la oportunidad de instruirse. Per
eso, los filOsofos y poetas, los escultores y dramaturgos,"nacion" o se.
criaban en la olla de la aristocracia, cuyo cocimiento, al decir de la epo-
ca, tenk un origen divino. Y de alle nos viene esa idea de que el artist°,
es un ser extraho, individualista, misterioso y dotado de to capacidad de
ser poeta, per obra y gracia de los dioses.
De mode que los esclavos, determinadamente eran tan estapidos e
insensibles que de entre ellos no "micron" Fidias, ni Apeles, ni Arista-
teles.
Con el ander de las epocas, tampoco tuvieron mocha suerte con los
dioses los siervos del feudalimo comb hey en die los obreros y campesinos,
estos Ultimos, que en Panama, per ejenplo, no solo carecen de letras„
sine de herr°.
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De acuerdo con la teoria de que el "poet° es un pequerio Dios" coma
decia Vicente Huidobro, nuestros indios guoymies tienen las cabezas mas
duras que los pojaros carpinteros, pues as desdichados, hasta la fecha,
no ban podido der ni a un Ricardo Miro, ni a una Amelia Denis. Mal
podria serlo, si ni siquiera tienen un idioma, base fundamental de la poe-
Aunque hay por °Ili quienes sostienen que la poesia no necesita
de idioma, porque el arte no tiene par que dor explicociones.
En realidad, yo no naci poeta....si otros nacieron....los felicito! A mi
esto me aconteciO de distinta monera, porque al parecer naci huerfano
de influencia can los dioses. Yo no pensaba dedicarme a los versos. Ni
tenia noticia de ellos. Anhelaba ser carpintero. Eso me gustaba de niho.
Pero cuando estabe en segundo ano de lo Escuele Normal, fracase en
algunas °signatures y en mi cos° me castigaron severamente, encerran-
dome en el patio durante los tres meses de vacaciones.
Entonces, pare motor el hastio, me dio por escribir versos. Pero yo
no hallaba la forma de poderlos componer. Luego se me ocurri6 la idea
de escribir en un cuaderno listas de palabras que rimaban: corazOn,
desilusiOn, pante6n....alegria, dia, melancolie.... Y empece la construccion.
Tomoba un model°, al principio, de Ricardo MirO, el primer poeta con
quien tuve el encuentro. Tratabo de imitar sus versos, y cuando consi-
deraba que sonaban como los de Miro, me contentaba, pues sego', yo
entendia, estaba aprendiendo a ser poeta.
Solo unos &los Inds tarde descubri que existian diccionarios de la
rime y que bien pude haber evitodo hacer el mio. Despues de Ricardo
Miro, yo en tercer aiio, me encontre con Bthcquer; Iuego empece a imitar
sus !Imes. Andando me ilusione con Ruben Darii. Su libro "Azul" me pa-
reci6 lo mos bello del mundo. Y ya, cosi al concluir mis estudios de ma-
gisterio, encontre a as poetas chilenos nuevos. Durante b guerra mun-
dial, tuve la oportunidad de hailer el "Romancero Gitano" y desde en-
tonces me quedo un sabor lOrquiano en ciertas coses que escribo, sabre
todo cuando utilizo el verso octosildbico. El Ultimo poeta que vi en la
escuela fue el cornered° Pablo Neruda.... Yo todavia no era camarada....
lo advierto. Pero de verdad nunca me gustaron ni el "Hondero entusiast- '
ni "Residencia en b tierra", sino sus 20 poemas de omor, y su canto a
Stalingrad°. Para proseguir mis estudios de poeta le agregue a lo imitado
y oprendido un poco de Manuel y de Antonio Machado, un tanto de
Juan Roman Jimenez, y de otros mos, extranjeros y nacionales, que no
menciono. Pues bien, una fiebre de poesia me fue arropando coma una
manta cdlida, bajo las Iluvias de octubre, y desde entonces me gusto el
•oficio de poeta.
Pueden decir, pero a poesia no es b versificacion. Es cierto La
versif icac ion, el metro, b rime, y Iuego a metthfora, el estilo, son el
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molde. Pero o juicio mio, el aprender estos cosas, viene a ser a inicia-
oh:al en el oficio de hacer poesia. Aunque hay quienes creen que se puede
ser &Datil!, sin entender de plomada y de resistencia de materiales. Por
eso, algunos poemas perecen no tener comienzo ni fin, y algunas pintu-
ros contemporoneas, lo mismo do mirarlas cabeza para arriba, que cabe-
za pare abajo.
En mi ejercicio, sin embargo aprendia otras copses a mos de la ver-
sificaciOn necesaria. En realidad me familiarizaba con la poesia; afinoba
los sentimientos; descubria el estilo; hallaba los elementos del arte; apren-
dia a ver a realidad de la vida a troves de los cristales de la estetica, y
me animaba a expresar la belleza. Es decir, me dedicoba a la poesio.
Se me dire, pero hay algo intimo en el poeta, su sentimiento y su
inteligencia, can as cuales mace, y lo cuol no se aprende. Hay Olga de
cierto en este afirmaciOn, aunque sentimiento e inteligencia no se heredan
coma el color de los ojos, sino que son factores muy complejos que se
desarrollan en el media social, segUn sea el caldo de cultivo, y promovidos
esencialmente par la civilizacion, pues sentimiento e inteligencia tenian,
tambien los hombres primitivos y no dieron poetas.
Por otro lado, todos los hombres tienen sentimientos e inteligencia,
esto es coos° un privilegio de los poetas? Luego entonces, todos los horn-
bres podrian ser poetas, podrion ser Whitman, Lope de Vega, Moickovsky?
Eso pueden preguntar.... Coda uno de esos grandes autores fueron pro-
ducto de una epoca determinada, de la cultura anterior de los pueblos.
Puede describirse la cuestion como si toda la sociedad en un momento
dodo, fuera como la fuerza ranee de la tierra, que en un momento es-
coge un sitio par° hacer estollor un volcon. Pero el volcon tiene Cu ex-
plicaciOn y es el efecto, no la causa.
En realidad, el artist°, a troves de los tiempos ha sido un ser que
ha gozado de condiciones muy especiales, dentro del conglomerado social.
El artist° se ha producido, solo dentro de esas condiciones promovidas
par !eyes poderosas, fuera del &canoe de la voluntad de los propios ar-
tistas.
En la medida ,en que los pueblos Fran ido rompiendo las castas, el
arte ha ido alargando su base de sustentaciOn, y si bien en tiempos del
esclavismo y del feudalismo, los poetos eran "hechuro de los dioses",
tambien eran obra de los dioses, los faraones, lo aristocracio conserva-
doro griega, y mos tarde as reyes y los senores feudales. Pero can la
destrucciOn de esos regimenes, con el florecer de las ciencias y el apere-
cer del capitalism° primero y del socialismo, despues, nuevas fuerzas po-
pulares surgen, la instruccien se hoce extensive a mos y mos sectores, y
.las closes •nuevas, tornan en sus manos un poco del fuego de los dioses,
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quo no es otra cosa que el fuego del poder, del dominio del Estado, de
ecortomia y de lc culture, y entonces "nacen" mas poetas y pintores;
novelistas y masicos; directores de orquesta y dramaturgos.
No obstante, mientras existan las closes sociales; mientras uno close,
la que tiene en sus bolsillos la riqueza obligue a la otra, la que trabaja,,
a permanecer todo el dia con el yugo en la nuca, no tendre el pueblo,
tiempo ni anima pare hailer aquel "fuego divino" quo convierte a los
hombres en artistes.
Este concepto, tombien es aplicable al desarrollo universal de la
culture. Las metropolis europeas, quo por siglos han sojuzgado a los pue-
blos de Africa, America y Asia, han inventado el mito de la "civilize--
ciOn occidental". Uno de los fines del coloniaje consistio en ocultar of
mundo la sabiduria de los pueblos oprimidos pare justificar el hecho de ,
que estos pueblo estaban destinados e la produccion de materias primes,
al igual que en la Grecia de Platen, los esclavos eshaban destinados a
las tareas mos sOrdidas. El coloniaje atrofia el desarrollo cultural; im-
pone su ideologic; castra el pensamiento nacional. China, por ejemplo,
fue una de esas victimas. Pero cuando los pueblos se liberan, entonces_
nos demos cuento de todas las mentiras de los colonizadores quo hicie-
ron poser como borbaros a los pueblos que fueron capaces, 2000 atios.
cares, cuando los europeos vivian en tribus, de toner filOsofos como Ten-
Si y Yong-Chu, que negaban ye la inmortolidad del alma, los poderes so-
brenaturales y que afirmaban quo los delincuentes no nacian como tales,
sino que eran el producto del hombre y de la miseria.
Los que detentan el poder no son nada sordos. Ellos tratan de evitar,..
por todos los medios que los trabajadores hagan de las cuestiones cultu-
roles una necesidad mos. Porque esa necesidad, pare sot satisfecha, tiene
que expresorse en un aumento de su salario, y hablarle de aumento de
salarios a los ricos es peor que mentmles a madre.... Es pot este razor).
quo "han nacido" tan pocos poefas, violinistas, dramaturgos y bailorines,.
entre los peones agricolos de los ingenios de azacar y de las bononeras.
Pero se puede argument -or en el sentido de quo nuestra tesis no es.
cierta, pot cuonto en Panama los hijos de los terratenientes y senores
burgueses, no son ni poetas ni escritores, o quo cuando lo son, resultam
mediocres o mobs. Es cierto. Esto no quiere decir que las closes domi-
nantes panamenas hayan dejado de -lado el dominio on el campo de la
culture. No otro cosa es la lucha en la Universidod; la influencia malign°
del Punto Cuatro en los rumbos de la educaciOn; la determinante in--
fluencia on la prensa, en donde hay una doceno de periodistas, -que si
bien provienen del pueblo, tienen el alma vendida al diablo, y la negli-
gencia de los gobiernos en cuonto a la educaciOn popular se ref ore, pues
se de el caso, por ejemplo, en Veraguas, en donde son mono s los ninos.
en eded escolar quo osisten a los escuelos quo los quo no asistem
16
Y si bien, en el esclavismo habia un senor Platen, que quemaba li-
bros, hay en nuestro medio ministros, que sin ser sabios, comb el genial
ateniense, no obstante, superan a aguel en punto a incineracion de libros.
En realidad, en Panama, y sabre todo, despues de nuestra separacion
de Colombia, nuestros artistes, no vienen de las capes poderosas de la
sociedad, sino de la close media. Demetrio Herrera, Demetrio Korsi, Joa-
quin Belem, Roque Cordero, Manuel Cedeno, y tantos otros, lo demues-
tran. Pero esto no ha sucedido con el visto bueno de las closes dominan-
tes, sino a pesar suyo, y es el signo de los nuevos tiempos.
Porque es cierto que los ricos yen ya tan corto el momento que les
resta para seguir rumiando el queso de sus privilegios, que no les preo-
cupo, otra cosa que robar, explotar y comer.... desprecion las manifesto-
ciones del orte y del espiritu; se contentan con una pelicula de vaquero
y una novel° de la television, porque todo le demos no produce &laces.
Esto es prueba de corrupcion de close, cle.bancarrota. Es que, come
queda dicho, con el desarrollo social, el arte empire su base. `I cuondo
en este ander, las closes poderoses econornicamente sean barridas, se
desatarem al fin, ios nudos que por tantos siglos mantuvieron amarradas
las gorgantas del pueblo y entonces mos hombres canton:In, mos mhos
donzaron, mos campesinos escribiron decimas y los cuaymies podrem ha-
cer esculturas monumentales, no sohadas ni por Rodin.
dQuerrei entonces decir, que eparecero una sociedad de poetas? En
cierto modo y diciendolo metafericamente, Asi sere. Una sociedad en
donde todo mundo tendro a/go de poeta. Pero dicho concretamente, quien
ha pensodo que la sociedad es tan tonta; como pare convertir a todos los
hombres en poetas, cuando es necesario la pluralidad de profesionales pare hacer posible la educacion?
Por todas estas rezones, yo soy de los que opinan que el poeta se
forma en la sociedad, y que, desde luego, no tiene ningim origen mis-terioso ni divine.
Y puestas asi las coses, \memos el otro asunto: la discusion eterna
entre artistes se reduce a si el arte debe tener una trascendencia social
o puede ester al margen de las doses sociales, del desarrolle historic°.
En fin de cuentas, si el arte conlleva obligademente una tendencia o
El arte siempre expresa una idea. Las ideas se forman en la cabeza de
los hombres. Los hombres pertenecen a la sociedad y dentro de esta a
determinodas closes socieles. Cuando un literate crea una obra, desde
luego, no se traza previamente un juicio de si su obra expresa o no un
sentimiento de close, contiene o no una tendencia. Pero una vez creada,
esta no se puede escaper de la tendencia que la indujo. La tendencia
este all; claramente expuesto, o resalta, independientemente de los deseos
17
del outor. Por ejemplo, Blazac, se autotitulabc, el escritor del viejo or-
den, no obstante as obra se le iba de las manos, y las nuevas fuerzas del
pueblo ft-micas actuaban sobre el cuter de la "Comedic Humana", para
que sus novelas fueran, no otra case que el vivo retrato de una close que
se desmoronaba.
Si faltaran argumentos pare desenmascarar lo ingtil y vacio que
resulta el arte que se titula de arts sin tendencia, pure, al margen de
Las closes, etc., solo nos bastaria con mostrar el inmenso legado univer-
sal, pare percatarnos que ha durado, lo que represento fielmente la vide
de los pueblos, sus grandes pensamientos, exitos y fracases. Nos bastaria
tan solo con mostrar El Quijote.... dpuede haber en la historic de la li-
terature universal obra de mayor tendencia?
Pero cuando nosotros, en nuestros cuentos decimos, per ejemplo: "El
Gobernador con una mane se rascaba la panza, utilizando la otra para
trazar tine firma analfabera".... nos acusan de hacer alusiones y comen-
tarios aposionados...., en tome a la corrupcion y voracidad de funciona-
Hos pUblicos, los cuales interrumpen y destruyen el eguilibrio formal.... el
formalismo! Stendhal se burro del clero, llama a la burguesig por su
nombre. Pero si uno de nosotros se refiere en iguales termirios a la
burguesia criolla y a sus vicios, entonces se vera acosado por la critica
"pure" gue le tilde de rebajar a condiciOn del arte.
Toda obra de carte, pare su estudio, se divide en los dos aspectos
de forma y conlenido. Tiene que haber una profunda compenetracion
entre los dos ospectos. Cede name del carte, °demos, tiene sus elementos
propios: la pintura, los colores y la forma; la maisica, el sonido y el ritmo;
lo poesia, la palabra y el metro.
La forma es el vehiculo, el traje que viste a la muchacha bermes°.
Pero hay quienes quieren solo el traje, sin la muchacha. Yo, particular-
mente me incline per a muchacha con el traje.
Cuando hablarnos de forma tenemos que pensar en tecnica, estilo.
Tecnica son las leyes del carte; el estilo, es el gusto, la personalidad del
outor. Ahem bien, la belleza la captamos a troves de sensaciones. Los
sensaciones brotan de la experiencia, y en nuestro cerebra se transfor-
mer] en ideas. Un color al lade de otro, una linea en contraste con otro,
nos producen sensaciones simpaticas o antipaticas.
Per quo razen, una cosa nos perces belle y nos deleita? Los carte-
puristas, que limitan la funciOn del conocimiento, afirman que esto es
misterioso e imposible de conecer. Pero en realidad, a juicio nuestro, las
cases nos parecen belles, porque manifiestan vida, son utiles y necesarias
pare la convivencia social y el progreso.
18
Una gota de rode es belle, por cuanto es signo de vida, de frescor,
de amanecer. Una gate muerte en un callejOn es fea, porque ya no es
Util, ni pore elle misma ni pane la gente.
No es que los hombres hacemos un aliens's pormenorizado y meth-
nico en coda memento, pare luego sentir una agradable sensaciOn de
las cosas, sino que las intuimos, que hacemos una asociaciOn electrica,
qua tenemos adocenadas en nuestra conciencia decenas de miles de cate-
gories de lo hello, que hemos clasificado y almacenado a traves de as
infinitas reacciones frente el medio natural y social qua nos rodeo en el
proceso de nuestro crecimiento espiritual y moral.
Pero lo feo tombien juega un papel en el arte, y sabre todo en el
orte reolista. Cuando el escritor !lova lo fee a su arte, lo hace movido
por las contradicciones sociales que tienen siempre al lado de lo nuevo
y de lo caduco, lo bueno y lo negativo. Y !a belleza de la obro de orte,
en todo eau; viene a ser producida par el efecto simpatico qua produce
en el hombre la superacion de la contradiccion, en donde lo nuevo vence
/o viejo, y a positivo a lo negativo. Y esto es la esencia del realismo
socialista, que ya no solo es la representacion fiel de la viola, sino la
transformacion de la vide a pianos de insospechados progresos.
Los artepuristas, sin embargo, sostienen qua en fin de cuentas, el
orte debe reducirse a las sensaciones. Una pintura gusto, porque produce
sensaciones agradables. Pero "un arte qua nos procure ton solo de ese
modo sensaciones simpaticas, dispuestas lo mos sabiamente posible, solo
nos dada una pura abstraccion de las cases y del mundo, pero la midl
dulce, extraida de la flor no sustituye, no obstante a la flor".
Nosotros, los partidarios de on orte de tendencio, comprometido con
el desarrollo de la sociedod y realista, consideramos qua los ortepuristas,
al convertir a qua es un media, la forma, en un fin, limiton so propia
creacion, la meconizen, la deshumanizon y se estancan, convirtiendo ,su
arte an artesania, virtuosismo, malabarismo, de donde viene a resultar,
porque se queda afro's de lo nuevo qua surge an la sociedad, on cute
decodente, regresivo y reaccionario.
entonces podemos advertir, qua detros de su inocente formalismo,
Sc asoman las orejas de burro de uno tendencia; la tendencia qua niegan,
pero que en todo caso pugna par mantener el arte olejado de las me-
sas, convertirlo en manjor de los ricos, darle el car -deter de misterioso o de divino, y sostener que a que acontece no es que dicho arte sea in-
sulso, sino que as mesas no estan preparadas pare comprenderlo o sen-tirlo.
Prueba de qua el artepurismo es orte de tendencia, y de tendencia
reaccionoria, la do el inusitado interls del Departamento de Estado Van-
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qui, par favorecer el arte abstract° y a sus creadores, con becas y ex-
posiciones, en tanto que mantienen cubierto el famoso mural de Diego
de Rivera en Estados Unidos, porque Diego era simplernente realist° y
revolucionario.
Es bueno, sin embargo reconocer que del [ado de as artepuristas
hay artistas, pastas, y pintores bien intencionados. Hombres ilustres que
independientemente de su creacion, piensan coma patriotas, defienden
la culture nacional, y tienen conciencia de la problematic° panameria.
Dificil result° enjuicier sus obras, par cuanto, en la realidad, no se com-
paginan, en algunos casos con sus propios pensamientos progresivos, sus
propias convicciones ideologicas y esteticas.
Pero coma decimos, no podemos reducir el arte a pure tecnica, ni
a auras sensaciones, pues foci' sera el descubrir as !eyes que expliquen
par que gustan ciertas combinaciones de colores y ciertas formas, y luego,
crear ulna moquina electranica capaz de pintar los mos interesantes cua-
dros obstractos, y ye no serian necesarios los pintores.... desde luego, los
pintores del artepurisnno....
Para justificar sus puntos de vista, los artepuristas se boson en la
mUsica y dicen de esta que es abstract° par ncturaleza, y que as acor-
des y sonidos, nada nos dicen, nada nos cuentan. Si bien es cierto que
lo masica tiene elementos mos abstractos que las demos artes, no pa-
demos construir b poesia, par ejemplo, can elementos ajenos a los suyos.
La poesla tiene coma base la frase, hecha can palabras inteligibles, que
combinadas racional y ritmicarnente, nos transmiten ideas, pensamien-
tos. Pero los amigos del artepurismo pretenden convertir a la poesia en
sensaciones simples, y par este camino ternninan por desnatUralizar las
vivencias humanas, par quitarle toda savia viva a la plant°, y nos re-
presentan un producto quimico de quinta esencia, en donde no existen
pensamientos coherentes, y en donde a veces, una especie de demencia
resalta par doquier, pues es claro que esta poesia no es otrc cosa que el
efecto, que a alienacion capitalist° ha producido en el seno de cierta
cape de la intelectualidad contemporonea.
Estos poetas son partidarios de la poesia sin idiom°. Y par este sen-
dero, can el tiempo se titularon los poetas mudos o tart-armadas.
La palobra anecdota, para un artepurista es alga asi coma la pala-
bra comunista pare un cazador de brujas. La poesia no debe tener eft-
data. Dicen de un cuento: "es buena, pero anecdotico". Odian a <Ink-
data. Si un verso dice, par ejemplo: "el ingenio le soca b lengua al peon
clerical° can un anzuelo consideran esto un insult° a la poesia,
porque conlleva la anthcdota, es decir, el argumento. Tarnbion los duerms
del ingenio sufren de cOlera cuando escuchan a un poeta decir que: "el.
20
ingenio le saca la lengua al peen agricola con un onzuelo azul".... De
donde se colige, que entre los artepuristas, salvo algunas excepciones, y
los duenos de ingenios hay una conjugaciOn conciente o inconciente de
intereses, algo asi como una especie de "United Fruit Company" de la
culture.
Si bien a poesia no puede ser relato ni cuento, ni manifiesto a se-
cas, es inconcebible su existencia sin que trasmita un pensamiento. Y
repasando In historia universal de la poesio, podemos ver que ha que-
dada tan solo lo que ref lej6 el pensamiento de la epoca, a que transcri-
bid) las grandes luchas de los pueblos, y que Virgilio, Dante, Pushkin,
Milton y otros, nunca se sintieron avergonzados de la anecdote.
Cuando pose la historic, nos austere saber que quedare de todos
estos afios de arte puro.... pero olvidaba, que pare los artepuristas
historia no cuenta.
Ahora bien, dentro de los partidarios del arte social hay quienes
menosprecian la forma, porque consideran que el contenido lo es todo.
Estos no son los mejores representantes del realism°, sino los que
no representan a escuela realista, porque pretenden convertir el arte en
simple propaganda, y consideran necesario uniformar el estilo al punto
de holler moldes Unicos, y par ese mismo hueco se encuentran con los
artepuristas mecanicistas, hada el atolladero. Pero este seria asunto para
otra charla.
Para concluir decimos cue nuestra obra, algunas expresiones seren
presentadas al public° en este . momenta, adolece de defectos tecnicos,
formoles, explicables, porque carecemos de una formaciOn universitaria.
Nos presiona la estrechez del media; el tiempo libre de que disponemos,
ni es mucho ni es libre, aunque segon cuentan par alli estomos bajo el
polio de la civilizacion occidental y del mundo libre.
Ser poeta, escritor o pintor en Panama, es un heroismo. MOs fedi
resulta ser boxeador o jinete, y merece mayor °tendon de nuestras auto-
ridades y de la prensa.
El Canal de Panama nos ha obliged° a tener una concepcion ma-
terialera comercial de las relaciones sociales. El imperialismo no solo nos
°taco en la estructura econornica, sino que °par* a ello la agresion
cultural, pues en cierto modo somas una especie de semi-colonia. La
agresion cultural trate de adocenar nuestras mentes, pare hacer de Pa-
nama un estado libre asociado; pare acostumbrarnos a nuestra condicion
de base militar pore sojuzgar e invadir a otros pueblos hermanos, con la
idea estepida de que es posible pintar cuadros abstroctos en el momento
en que una bombe atOmica se reviente sobre el istmo.... La agresion
cultural pretende cortar la raiz de nuestro idioma, destruir nuestro fol-
21
klore y corromper la cultura nacional....claro es que no lo lograr6, porque
tenemos de nuestro lado a Ricardo Mire, a Amelia Denis, a Demetrio
Korsi y a Demetrio Herrera, sobre la arena en la cud derrotcremos a as
boxeadores del artepurismo....
Victima de este atropello, en cierto modo invisible, surgimos as ar-
tistes y escritores panamenos de los nuevos tiempos y levantamos a ban-
der° de una culture nacional, revolucionaria y popular.
En este panorama as portidarios del arte puro deben ubicarse, y
nosotros somas partidarios, a pesar de las diferencias ideolOgicas, de que,
come dicen los amigos chinos, florezcan den flares. A su debido tiempo
el pueblo recortara la rnaleza que haya de lado y lado.
Nuestra literature, es un peligro pare b reaccien. Es cierto. Par eso,
en estos dies, cuando un grupo de jevenes poetas recitaron en ml San-
tiago natal, un par de cosmos realistcs, se forme la corredera en la Pro-
vincia. Y coma unos dies despues casucdmente se incendiaron unos ca-
fiaverales en los ingenios, el servicio de inteligencia estuvo averiguando
que relacion podian tener tales incendios, con los encendidos poemas de-
clarnados en tierras de UrracC, de Gonzalito y de Polidoro Pinzon.
Pero, si en lugar de poetas realistas, hubieran participado los ca-
maradas artepuristas de Panama, a no dudar, as autoridades locales
hubieren aplaudido hasta fallecer, aunque hubieran entendido del asunto,
lo que de ello habrian entendido los monos....los terratenientes hubieran
brindado suculentos sancochos de canines, y el servicio de inteligencia
hubiera podido dormir a piernas sueltas, porque segan se ha descubier-
to, el arte puro no sirve pans quemor carlaverales. Eso es todo. Esa es
la fundamental diferencia.
Jueves 28 de Marzo de 1963
22
PATRICK GEDDI1 S y los Origenes de
14 PlanificaciOn Urbana.*
PEDRO SALAZAR CHAMBERS
I El cuadro historic° en que surge el Planeamiento coma ciencia.
II Esquema biografico de Patrick Geddes.
III Ideas que construyen frente a un mundo destruido:
a) El estudio de las Ciudades b) La Guerra y la Paz
IV El "Corte del Valle", segUn Patrick Geddes.
V "La Notacion de la Vida" o una vision humanist° como metodo de
pensamiento.
VI .Importancia de Patrick Geddes para lo cultura universal.
El cuadro historic° en nue surge el Planeantiento come ciencia.
El Siglo XIX presencia el triunfo definitivo del capitalismo y su or-
den econornith impuesto por la RevoluciOn Industrial. Este triunfo vo
asociado a una transformaciOn radical de la sociedad en todos sus nive-
les, tanto en lo colectivo coma en lo individual. Las ciudades se con-
mueven y trastoccin en paisaies impregnados de humos negros y altos to-
rres-chirneneas. V° muriendo la plocida y tranquila comunidad victo-
ricina pare dor Paso a las puientes urbes de hierro y carbon, con sus su-
burbios y enormes instalaciones industriales la moquina, con un dro-
matismo sin igual en la Historic, invade hasta los insterticios de la orga-
nizacion social. Este cambia se inicia en la Inalatcrra del XVIII pero
pronto cumple su ciclo continental europeo, traspasando el Atlantic° pa-
ns establecerse en el nuevo continente.
* Salazar Chambers, nuestro corresponsal en Lima y antiguo miembro de
la DirecciOn de Tareas, realiza estudios , superiores en el Institut° de Pio-
neamiento Fisico de la Universidad de Ingenieria de la RepUblica del Peal
23
La presion demografica es exorbitante. De 1800 haste 1914 —pa-
co mos de un siglo--, la poblacion se eleve de 180 a 460 miliones. Se
producen aglomeraciones monstruosos al servicio de la gran Industrie.
Es el fenOmeno quo Bardet denomina de lo "Ileno". Todo esta Ileno.
Nada es lo suficientemente grande como para. contener a las muchedum-
bres. Encontrar el sitio se convierte en el constante problema, declare
J. Ortega y Gasset (La Rebelion de las Mesas, cited° par Bardet).
No solamente las ciudades son desfuncionalizadas el campo
tambien es destruido. Todo el orden de las cows, el cultural y el natu-
ral, es puestro al servicio de la maquina, del lucre de as empresas, de
capitalismo can toda su secuela de explotacion, miseria y deshumaniza-
ciOn.
En ese marco cobra sentido el Romanticism°. Constituye una reoc-
cien de repudio violento, par una parte, de escape quo idealize el pa-
soda o futurismo poetic°, por a atm. Tambien se reacciona can el sw-
cidio. Algunos siguen creyendo en la buena fel del hombre y construyen
hermosos sistemas de convivencia humane y armonia econ6mica. Son
as utopistas como Owen, Fourier o Saint Simon quo quieren esociar el
progreso quo posibilita a melquina y la eterna libertad y dignidad del
hombre, coma meta de todas las acciones.
La literature es socializante proclamando e invitando a la construe-
don de un nuevo orden social. Victor Hugo complementa, en la no-
vela, a Marx y Engels en la politico y b economic. Tambien se produ-
ce una poesia quo ensalza la naturaleza y proclama, a lo Rousseau, una
vuelta al "salvaje bueno". Algunos son invadicios par la tristeza y
desesperaciOn es la epoca de los poetas intencionalmente "tisicos'
Otros, los medievalistas, idealizan el viejo orden con su divine estratifi-
ccciOn. Surgen documentos de recede!, frente al cuadro social: al "Ma-
nifiesto Comunista" de 1848 sucede la Enciclica Serum Novarum de
1864.
Todo pide carnbio frente a lo que ocurre con inevitable acento. Des-
pues, la guerra par los mercados y materias primes del mundo des-
truccion y muerte que oblige a [censor nuevamente en la construcciOn.
En ese "background" resumido de circunstancias histaricas y scale-
los se perfilan y modelan las ciencias sociales y, entre ellas, hack] 1910,
el Urbanismo, "ciencia de la organizacion de las mesas sabre. el sueio",
"a ciencia de la organizacion de las ciudades".
La aporicion del Urbanismo entre las ciencias y de los urbanistas
entre los investigadores es, pues, consecuencia de problemas nuevos, im-
puestos par fenomenos de uno amplitud quo- no reconoce igual on la His-
toria.
24
II
Esquema biogrofico de Patrick Geddes
Patrick Geddes rade en Escocia en Octubre de 1854. Sus prime-
ros estudios los realize en los centros de su comunidad pero su formacian
integral es clasicamente autodidacta. Gira en torno a disciplinas na-
turales tales como la Geologic, la Botenica y a Fisiologia, como tambien
el dibujo, la pintura y la carpinteria.
En 1879 estudic en la Sorbonne, en Paris, donde se marca su primer
contacto con las teorias de Le Play y Comte, de tan honda significacion
en su future trayectoria intelectual.
Posteriormente, viaja con subsidies oficiales a Mexico. Una cegue-
ra parcial determine una serie de estudios especiales de los cuales resul-
toren sus famosas "m6quinas pensantes" o diagramas de papel plegado.
De 1881 a 1888 trabaja incesantemente en la Catedra de Edimbur-
go (Botanic°, estadisticas, Economia, etc). Comienza a formarse su con-
cepciOn humanista del la culture. Todo le interesa todo lo estudia
y Co divulge. Su espiritu inquieto no conoce de egoismos intelectuales.
Public° gran numero de orticulos en la Enciclopedia Brit:mica y en la
Chambers Enciclopedia sobre temas de botanica y zoologia, referentes
principelmente a la diferenciacion y la evolucion sexual. Asimismo, una
serie de folletos sabre estadisticas, economic, critica de erte y exposi-
atones industriales.
En 1886, ya casado, aplica sus ideas "urbanificantes" (termino a-
cunado par Bardet) a una parte de Edimburgo que se habia convertido en
un barrio de convent - 111os. iVive en el y lo regenera!
1888-1919: Se le nombra profesor de botanica en la Universidad
de Dundee, despues de haber sido pasodo por alto en Edimburgo, donde
se Co consider6 poco ortodox°. Este nombramiento solo exigia su pre-
sencia durante un semestre. El resto del alio Geddes quedaba en liber-
tad para escribir y viajar.
Activa el Movimiento de Extension Universitaria, que par enton-
ces se iniciara. Organize una serie de Reuniones Internacionales de Ve-
rona en Edimburgo qua se prolongan durante 12 ahos. Esto ocurria
antes de quo se cdnocieran las "escueIcs de verano".
En 1892 funda la Torre de la Perspectiva, situado en Astlehill, Edim
burgo, con la finalidad de tener una vision complete de eluded y region,
elementos fundamentales de sus ideales de planeamiento.
De 1897 a 1899 Ileva a cabo °bras de planificaciOn regional en
Chipre y cumple una giro de conferencias por los Estados Unidos.
25
En 1900 administra la Escuela Internacional de Paris durante los
meses de la Exposition Internacional. En 1903 publica su obra "City
Development: a study of Parks, Gardens and Culture Institutes".
En 1909 se promulgo, bajo la inspiration y la tutoria de Geddes, a
primer° ley britonica sabre Planeamiento Urbana.
1910: la Exposition de Geddes, procedente de la Torre de la Pers-
pectiva, ocupaba una galeria entera y ejercio gran influencia.
1911: La "Exposition de Ciudades y Planearniento Urbana" es
fundada e inaugurada en Crosby Hall (Chelsea). Luego es Ilevada en
gira a Edimburgo, Belfast y Dublin.
En 1912 se le ofrece el titulo nobiliario do caballero, pero lo retha-
za par "motivos democraticos". Un oho despues se presenta la "Expo-
sition de Ciudades y Planeamiento Urbana" en ante (Belgica), donde
obtiene un prernio internacional. Geddes proyecta los jardines zoolOgi-
cos en Corstorphine, Edinnburgo.
En 1914 la Guerra. Geddes 'se embarca hacia la India para ex-
poner los principios del planeamiento urbano.. En la travesia es hun
dido el barco donde va la "Exposition de Ciuciades y Ploneamiento Urba-
na
1915: Publication de ".Ciudades y Planeamiento Urbana en Ma-
dras.
1917: Publication de "The Coming Polity" y de "Ideas at War ' •
como primeros en la serie de libros "Making of the Future" de Geddes,
Victor Brandford y Gilbert Slater.
1916-1919: Publication de gran numero de infornnes de urbanis-
mo relctivos a ciudades de la India.
1920-1923: Organiza el Institute de Ciencia Civic° en la Univer-
sidad de Bombay. En 1923 visita nuevamente los Estados Unidos dictan
do conferencias en distintas universidades. Estrecha vinculocion con
Lewis Mumford..
1931: Publication en dos volUmenes de "Life: Outline of Gene-
ral Biology", par Geddes y J. Arthur Thomson..
1932: Muerte del Profesor Sir Patrick Geddes (finalmente ocepto,
par insistentia, el titulo Recopilado de "Ciudades en Evolu-
tion" de Geddes, p.291)
26
Ill
Ideas quo construyen frente a un mundo destruido.
a) El estudio de las Ciudades. Patrick Geddes forma parte de ese
mundo quo surge de la Revolucre!, Industrial con todas sus transforma-
clones. Su personalidad academica —es un bialogo amante de la yid.>
y su profunda sensibilidad determinan preocupaciones sociales quo lo Ile-
van, como profeta, a la tarea de una reconstruccion racional de una Eu-
ropa desvastada y uric] Inglaterra quo mire el posed° coma algo quo fue
y ya no volvere (Sharp hace una magnifica descripciOn de este estado e-
mocional de los ingleses frente a la ."conurbacion" urbane).
A Geddes le preocupa el cuadro de males quo padecen las ciudades
industriales. Observa quo se, desarrollan como cancer, desorbitadas, sin
ofrecer ninguna close de comodidades a sus habitantes. Sin embargo,
no coo on la desesperocion y el sueno irrealizable estudiando y vi-
viendo, sabre todo viviendo y sintiendo, Geddes planifica una teoria y
una concepciOn de renovaciOn quo permito al hombre, no una vuelta a la
Noturaleza (hecho, par demos, histOricamente absurdo) sino una vue'to
a la Ciudad. El hombre debe amor su ciudad y solo a troves de una di-
fusion de civismo y un urbanism° humanizante pueden resurgir esas co-
munidades quo algunos mean corno utopia.
Sus descripciones son notables. Esquernotiza con precision los ele-
mentos mos primitivos y rudimentarios de la era industrial quo llama Pa-leotecnica y Paleotectas a sus componentes humanos.
Los elementos mos recientes y todavia incipientes quo se despren-
den de aquellos, los denomina Neotecnicos y Neotectas a sus habitantes.
Para Geddes, el mal de la epoca descansa en las "conurbaciones”
paleorecnicas, o sea, la desfiguraciOn industrial de la ciudad. Nos dice:
" Pero asi como nuestro dinero-riqueza y nuestra pobreza real
paleotecnica eston asociodos a la dilapidaciOn y el despilfarro de los
estupendos recursos de energic y materiales, y del poder de utilizarlos
quo el creciente conocimiento de la naturaleza nos va incesantemente re-
velando, del mismo modo su mejor utilizacion neotecnica trce consigo
potencialidades de riqueza y descanso quo superan los antiguos suenos
utOpicos "
De modo, pues, quo no se trata de reemplazar un mundo par otro a
la manera de los socialistas utepicos. Geddes sostiene quo hay que par-
tir de la realidad, de b quo este dodo en la ciudad y a partir de elle pio-
neer el futuro.
Eutopia es concepto quo utilize y esto contenido en la union quo de-
be existir entre lo ideal y lo concreto.
27
"La eutopia esto contenida en la ciudad que nos rodeo, y debe ser
planeada y realizada, aqui o en ninguna parte, por nosotros que somos sus
ciudadanos, siendo coda cual un ciudadano par igual de la ciudad exis-
tente y a ideal consideradas cada vez mos coma una solo"
Ahora bien, cOmo realizar lo anterior? Cicirno debemos estudiar as
ciudades para planearlas mejor? En primer lugar, Planeamiento Urbana y
Civismo. Estos dos elementos deben estar intimamente ligados en la
formaciOn de los planeadores. En segundo lugar, descifrar los origenes
de las ciudades en el pasado y desentrarlar sus procesos vitales en el pre-
sente es indispensable para todo estudioso de la formacion civica.
Al/i se resume el sentido e importancia que tienen el anolisis del pa-
soda y presente; pero vale una advertencia que es una leccion pare to-
dos los urbanistas:
"El andlisis no se aprende en la escuela, ni siquiera visitando Lin si-
tio, sisno que se lo oprende viviendo realmente con el projirno"
Alli encontramos sintetizcdo el profundo humanismo de Patrick Ged-
des, concepciOn que va ser norma vital y que pondr6 en proctica en todas
sus realizaciones.
Par otra parte nos sehala:
"Hace falta evadirse de las salds de conferencia, volver a b obser-
vacion direct° (compartir el ombiente y las condiciones de vida del
pueblo, asi coma tambien su trabajo en b medida de lo posible, haber
simpatizado can sus dificultades y pleceres y no solo con los de las clo-
ses cultas o gobernontes "
Que modo tan admirable de vincular la practice con la teoria,
que fundamentos tan notabless coloca Geddes a lo que debe ser una
Ciencia de Urbanism°. Con razOn lo podemos Hamar el verdadero Pa-
dre del Planeamiehto Urbane,.
o0o
b) La Guerra y la Paz. Na podiamos terminar estas facetas del pen-
samiento de Geddes sin referirnos a sus profundas convicciones pacif is-
tas y su odio a la guerra. Nadie mejor quo el para anatemizar contra
el flagelo que destruy6 a Europa e incluso ocabo con su obra cumbre,
"Las Exposiciones desaparecido en barco hundido par el enem:go.
Citemos estos potthticos pdrrafos pare que sirvan de leccion o los queue-
ristos de siempre que nuevamente amnazan a la humanidad can un ho-
locausto de Fuego y sangre que no augura porvenir:
28
guerra no es en realidad ese estado y resultado perma-
nentes de la "naturaleza humane .", segan Id Homan a rnenudo los ne-
dos.
Sobemos que las grandes conflagraciones son un fenOmeno compa-
rativamente reciente en la historia hurnano; amisismo sabemos que el
periodo de guerras fue precedido por un largo lapso —Edad de Oro— en
que los hombres pacificamente cultivaban sus plantas y domesticaban
sus cnimales, siendo con esto cultivados par sus plontas y domesticados
per sus cnimales "
Sin duda, Geddes se ref iere a la Comunidad Primitiva donde la pro-
piedad privada todavic no se habla desarrollado y las relaciones huma-
nes no se habian enajenado. Nos prueba, edemas, ounque no lo men-
tion°, que Geddes estaba bien informed° de "Ancient Society", la nota-
ble obra de Morgan, contemporoneo suyo..
En otra parte insiste con estos porrafos:
" Los conflictos Micas no son esenciales para la naturaleza de
la sociedad; en la actualidad (1910-1915) el principal problema es la
!litho por la existencia entre los Ordenes paleotecnico y neotecnico "
Es decir, la lucha debe traducirse en un conflicto que acabe con un
orden economic° que ahoga lo mejor del hombre y atenta contra su dig-
nidod. Aunque Geddes no lo °firma taxativamente, leemos entre lineas
una position anti-copitalista. ContinUa:
Pare decirlo Inds sencillamente, mientras reconstruyamos
nuestras ciudades al igual que nuestras flotas, mientras modernicemos
nuestras universidades y colegios y nuestros institutos culturales y escue-
los, como hemos busted° el modo de hacerlo con nuestros buques de Gue-
rra, habr6 tanto menos miedo a la guerra y tanto mos gal-antic:is de su-
pervivencia en cualquier caso. 1/ a la inversa, de falter este ascenso ne-
cescrio de nuestro nivel general de civilization, coda medida de peso de
ormamentos que se atiada necesariamente hare bajar la balanza "
Y sabemos muy bien lo arduo que es armonizar una politico de
paz y construction cultural con las desmedidas ambiciones militaristas.
La Historic Contemporonea de America constituye uno de hantos ejem-
plos.
IV
El "Corte del Valle", segan Patrick Geddes.
Hemos bosquejado graficamente lo que Geddes Home la "section del
voile". El ancilisis alrededor de este corte ya se encuentra incorporodo
29
al patrimonio universal como una forma de estudiar la eluded y su re-
gion circundante, relac;onando ias diverses ocupaciones que se clan a la
largo del Voile.
La secciOn del valle estudiada por Geddes es "la unidad geogrefica
caracteristica, la region esencial". Es decir, b encontramos en todas las
asociaciones humanas que ocupan un habitat dodo, desde las mos ele-
mentales haste las complejas civilizaciones antiques y contempordneas.
Alli radica uno de los aportes fundamentales de Geddes.
El relieve y el contorno del voile estan asociados con uric' represen-
taciOn diagramotica (ver la figura incluida al final) conexos de las ocu-
paciones primitives relacionadas con este relieve y sus manifestaciones
urbonas poralelas. Veomos a que el mismo Geddess nos dice sobre su
Va le:
" Todas as cosas eston aqui no se trate de una mere ima-
gen politica de un espacio coloreodo en on nape liso sino de una region
geogrefica y una region antropolOgica, coma asi tambion de una region
en economia politica se trate, asimismo, de la region del economis-
ta convencional y el politico "
El otro aspect° importante en el estudio del carte del voile lo cons-
tituye el anolisis de las ocupociones humanas. Geddes asigna un pa-
nel historic° determined° y especifico a coda ocupacion y los relaciona
con el devenir historic° a troves de las evoluciones de los grupos home-
nos csentados en coda seccion del voile. Crea, edemas el concepto de
ciclo histOrico, recordandonos a Osvaldo Spengler ("Decodencia de Occi-
dente) y a Arnold Toynbee ("Estudio de la Historic") en su mode de vi-
sualizer el proceso historic°.
Este analisis de las ocupaciones a troves de la Historic es de gran
importancia, porque "equivale a dor can la explicacion de la individuo-
lidad, de la singularidad, de coda Line de las poblociones y ciudades de
los hombres, y al mismo tiempo, ernpero, cornprender sus multiples seme-
janios, region par region" (coma lo apunta el misrho Geddes en su In-
troduccion).
Pero Geddes va ma's alio en la interpretaciOn de su corte. Sostiene
una hipotesis novedosa: que el origen de as diferencias entre Occidente
y Oriente este relacionado a especialidades distintas en el cultivo. Nos
dice:
" Apul, par tanto, en contraste con el individualismo de Occi-
dente, based° en el maiz, nos hallamos en presencia de la familia y las
instituciones cornunales de Oriente, basados en el arroz ".
Par supuesto que la hipotesis este mos desarrollada, pore 'escapa a
los limites de nuestro temo. Aunque la transculturacion, que se opera
30
ton notablemente en nuestro tiempo, limita un tanto la anterior hipOte-
sis de Geddes, no hay dude que su aporte tiene gran valor pare el estu-
dio de las diferencias primaries que se observan entre todas las civilize-
clones, en general, y las de Occidente y Oriente, en particular.
V
"La NotaciOn de la Vida" o una vision humanism coma metodo del pen-
samiento.
No hay dude que /as fuentes de la sabiduria de Geddes van mucho
mos elle de Ley Ploy y Comte. A sus notables conocimientos de botei-
nice biologia y zoologia (que don tan peculiar acento a Cu modo de
pensar), hay que agregar el aporte griego, probablemente Hereclito,
Platen y AristOteles coma fuentes predilectas. Y, entre los modernos,
Hegel sabre todo. Se perciben las huellas de la diclectica hegeliana en
sus categories de efirmacion-negacion-sintesis, todo esto saturado de un
profundo idealismoty espiritualidad que a veces remonta al misticismo.
Este Ultima actitud guarda relaciOn con sus experiencias en la India en
donde, sin lugar a dudes, tuvo contactos con el pensamiento religioso o-
riental.
Su conocido cuadro "notaciOn de la vide" constituye un compendia
de sabiduria expuesto en un pap& plegable, una sintesis y un metodo
de pensamiento que debe servir a todo hombre de ciencia que pretenda
aprehender la realidad.
Es un cOdigo abstract° y dens° de humonismo; abstract° por su di-
flail interpretecion que !lege a niveles metafisicos; humanista, porque
en la "notaciOn " el Hombre es la medida de todas las cosas, "de as
clue son en cuanto son y de las que no son".
En el cuadro de Geddes esto incluido todo el proceso del pensamien-
to. El pesodo en su total contexto, el presente preriado de contradic-
clones incomprensibles pare el sujeto y el futuro coma sintesis del deve-
nir. Nada se excluye del contenido: poesia, religion, ciencia, hombre
pasivo, hombre active, teoria y realizaciones la vide y la muerte.
Seiialemos que el complejo diagrama parte de la elemental trilogia
"Lugar-Trabajo-Gente" que Geddes amplfa a la formula "Sinergia-Poli-
tica-RealizaciOn" en una serie de cuadros que abarcan todo lo que forma
parte de la natulareza integral humane en relaciOn can el media ambien-
te (ver cuadro incluido al final).
31
VI
Importancia de Patrick Geddes pare la cultura universal.
Es de destacar su gran contribuciOn a un orden nuevo, par el meta-
do del "regional survey" (anthlisis regional): no hay que limitarse a la
chided; es necesario abarcar la region circundante y desde todos los pun-
toe de vista posibles, tante el espiritual como el geografico, el historic° o
el economic°. "Su insistencia sabre los foctores historicos y humanos es,
en el momenta, una reacciOn espiritualistp contra el positivism° reinan-
te y la estrecha vision de los "town planners" ("planificadores de ciu-
dades") limitados al "civic survey" (analisis civico)"
De acuerdo con todo lo expuesto, se justifica admirablemente su
doctrine: Vivendo discimus (no se aprende nes que viviendo).
"La obra de Geddes es la expresiOn de una nueva universolidad
que plantea la busquedo de una norma subyacente de unidad entre lo-
des las disciplines. En otras palabres, con Geddes estamos frente a una
revalorizaciOn del humanism° coma contenido de un espirifu de verde-
dero investigador.
Su vida y su obra, vida inrnaculada al servicio de la ciencia, obra
de profunda densidad filosOfica, debe servir de modelo a todos los ''ur-
banificadores" de la sociedad presente y future.
o0o
Fuentes:
Geddes, Patrick "Ciudades en Evolucion" (Ed. Infinito, B. Aires 1960) ,
Bardet, Gaston: "El Urbanisnio" (Ed. Universitaria, B. Aires, 1961)
Sharp, Thomas: "Planeamiento Urbana" (E. Infinite, B. Aires, 1959)
Mumford, Lewis: "La Culture de las Ciudades (B. Aires, 1945)
Bibliografia parr: ampkar el tema:
Boardman, Philip: "Patrick Geddes" (1944)
Tyrwhitt, Jaqueline: "Patrick Geddes in India" (1947)
Mairet, Philip: "Life and Letters of Patrick Geddes" (la mos com-
plete).
32
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Higiene Mental de la Intervencion
un c urgia Q • • (Reacciones vivencia les yatrogen ices) (1)
Dr. RAMON DE AGUILAR
(Modico-Psiquiatra, Panama)
"La manera de sufrir es el testi-
monio que cada alma da de si
misma"
AMIEL
La frecuencia can flue nos Ilan sido enviodos enfermos en actitudes
generalmente angustiosas, desencadenados par una vivencia quit-al-91c°
(incluso tenemos observodos dos intentos de suicidio) nos ha inducido a
meditar sobre este problema y presenter a los colegas flue practican la
cirugia, la necesidad de prestorles mayor atencion.
El Ultimo caso flue vimos (para sOlo citar uno) era una joven de 26
orbs, casada, con dos hijos, que, a raiz de haber sufrido un legrado
uterino por aborto incompleto, car:, en un estado psiquico reactivo: Te-
rrores nocturnos, sindrome psicoorgenico de angustia, anorrexia, insomnia,
adelgazamiento, etc. Todas las exploraciones organicas carecieron de in-
teres y Unicamente pudimos detector el estado angustioso citado con dos
meses de duracion.
COmo ocontecio el suceso quirUrgico en esta enterma? Nos relate el
esposo que su medico de cabecera la explore en las primeras horos de la
mariana, hizo el diagnostic° de aborto incompleto y Is prescribi6 un
legrado por a flue fue hospitalizada, "pare ser operada". La interven-
ciOn, anunciada en las hones referidas, no the realizada haste finales
de la tarde. La enferma, nos insiste el marido, quedO muy nerviosa y
asustada, Ilorando constantemente, "con muchos nervios", durante las
(1) ComunicaciOn presentado en la III Reunion Medico Anual de Puerto
Armuelles el 30 de noviembre de 1958.
33
ocho hems de ansiosa espero porque "tenia terror a la operacien". No
se le prescribiO, en este intervalo, ningan sedante y la anestesio em-
plead° fue el Iter; que, sego!, nos informan, hubo de aplicarsele a la
fuerza por la ansiedad que provocaba- en la enferma y el temor al con-
tacto con la mascarilla.
Desde el moments que recobrO el conocimiento reapareciO la ansie-
dad que abaci!) al sindrome angustioso descrito. Sindrome que, a nuestro
juicio, debe denominarse REACCION VIVENCIAL ANORMAL en el
sentido que yo especificO Kurt Schneider puntualizando a C. Jaspers:
Reacciones de extroordinaria intensidod, desadecuadas con el motive y
anormalmente duraderes.
Este caso que acabamos de sintetizar seria condicionable de capi-
tularlo en la que viene Ilarnandose Medicine Psicosornatica. Y no pode-
mos coulter nuestro desacuerdo ante este pretendido concepto de "nueva
creociOn". No creemos que puede individualizarse dentro del marco de
la Medicine y menos con , cue exist° como otra Medicine diferente, "co-
me un nuevo capitulo de la Patologia General" coma se pretende. Tod°
Medicine ha de ser psicosomatica. Nos pareceria constructive no obston-
te, si se pretendiero con elle inculcar el interes de lo psiquico-espiritual
en toda enfermedod, tratando de enserlar, a quien no sepa verb, cuon
manifiestos se encuentran estos factores en toda enfermedad.
Adermis, de. ninguna manera puede admitirse como nueva adquisi-
ciOn, o reciente descubrimiento en la practice de la Medicine actual y
mucho menos aUn, de creacion norteamericana, coma pretende el norte-
americano Dumber en su Libre "Diagnostic° y tratamiento psicosomati-
cos" publicado en 1950, donde ofirma (peg. 5) ser el primero en haber
used°, en lengua inglesa, el termino psicosomatico (se refiere a su obra
"Emotions and bodily changes" publicada en Nueva York, 1935). Y
tampoco es cierto quo el termino psicosornatico "hace menos de dos de-
codes era desconocido", ni que surgiera chore coma "un termino nue-
vo" segan se afirma en dicha obra (peg. I) porque varios decenios atras
lo venia empleando la Medicine Alemana: Ya en 1845 E. Feuchterleben
establecia las bases de la Medicine Psicosornatica en su Ebro "Los Prin-
cipios de la Psicologia Median", publicado en Viena y vertido al ingles en
Londres, 1847. Posteriormente siguen ocupondose de ella Krehl, "Forma
de enfermedad y personalidad" (Leipzig, 1929); Bergman, "Pato!ogle
Funcione I" (Berlin, 1922); Sch i !der, "Psico logic, Medico", (Berlin,
1924); Birnbaum (1921); Wyss (1931); por no citar mos.
Se viene incurriendo edemas en el error de pensar que la Medicine
Psicosornotica dedica sus actividades, come especielided medico, a los
sintomos funcionales U orgenicos de psicogenia demostrada. Limitarla
de este modo a lo organoneuratico creo que es un error de principio, par-
34
que k Medicine Psicosometica, (Si ha de existir) debe esclarecer, com-
prender, valorar, estudiar en fin, k participaciOn que a psiquis y el "es-
piritu" tienen en todas as enfermedades organicas y funcionales (si es
que estas Ultimas existen en el concepto del pasado siglo). Si hemos de
ver a enfermeded como una reaccion de un todo psicofisico frente a es-
timulos externos a internos que olteran su equilibria, apreciaremos, siem-
pre que pretendamos comprenderla, una "reaccion" del todo unida a di-
ferentes "reacciones" de las pates: cuerpo, psiquis y espiritu.
Cuando el hombre, merced a un sufrimiento, siente que su yo pa-
dece, sufre, diremos que es un paciente. Y cuando ese padecimiento e-
demas, sea yetrogenicamente objetivado, estaremos ante un enfermo. La
totalided psicofisica de ese paciente hizo su enferrnedad; seria pues
la enfermedad una manifestociOn vital totalitaria. Y al incluir las ver-
tientes psiquica y espirituol entre los factores causantes y modelodores
de la enfermedad demos par .heche que el media (perdonando a expre-
siert) en que ella se desenvuelve, coadyuva coma un factor mOs, coaliga-
do con as factores fenotipicos y genotipicos del individuo. Seri° uno
de los "factores ,cleterminantes" de Seguin, que a traves de toda la vi-
de van forjando la estructura psicofisica y que hacen posible a eclosiOn
de la enfermedod.
Para cornprender la enfermedod hay que comprender al individuo,
dijo Weisaecker. Hay que afiadir k dimension humane. Le Medicine,
coma 01 afirmaba, es biografia. El hijo de madre irascible, que hace
una carrera contra su voluntad, nos ofrece un "factor" al comprobor que
adquiriO una Ulcer° duodenal o una enfermedod hipertensivo.. •
No as posible pues, dicotomizar k Medicine en Psicosometica y no
Psicosomatica, condenando a este Ultima a una estrechez de observaciOn
que no estamos autorizados a °firmer. Si hay medicos que aun piensan
come Descartes, que el alma y el cuerpo son dos substancias diferentes,
no hay motivo pare °maker esta creencia a todos y menos ()On, favore-
cedes al permitirles la concesion de que "su Medicine" no sea Psicoso-
natio°. Es decir, que en. nuestro concepto, el termino Medicine Psicose-
matica este perjudicando a la Medicine desde el momenta que pretende
reservarse pare elle solamente, la vision complete del hombre enfermo,
con lo cud do par asentado que el resto de la Medicine es ciega pare
ver este totalidod. insistimos una vez mos, en que pare nosotros todo
la Medicine es Psicosomatica par definiciOn y aim mas, que no debe li-
mitarse el componente no corporal, a lo psiquico en el concepto tradi-
dicional, sino desbordar mas did y comprender tarnbiOn a espiritual, lo
transcendente, el sentido que de la vida tenga coda individuo que explo-
remos. Labor de toda Medicine sere valour si el fenomeno "cor-
poral" con que se enfrenta fue desencadenado par una cause psiquica
(fenomeno psicosometico), o somatic° o ambas. Asi coma tambien des-
35
lindar, en el caso de una afeccion "tipicamente organice, cuonto de-
sobreestructura psicOgena conlleva y cuanto de trauma "moral" puede
quedar par la experiencio adquirida. La unidad biologic°, psicofisica y
espiritual (heuristicamente hablando) del ser vivo hombre, reacciona en
su totalided. Un mismo estirnulo produce a la vez a emocien y las
palpitaciones; ni esto condiciona °quell° coma creia Aristoteles y J. Lan-
ge, ni °quell° da lugar a esto coma pens6 Kant. El ejercicio de la
profesion medic° Ileva en si, el conocimiento del enfermo en su total:-
dad y esta totalidad rambler' depende, en gran parte, de la epee°, la
cultural, el clime, etc. Recordemos por Ultimo las palabras, ye tan le-
Ferias, de Photon: "La mayor laguna en el tratamiento de las dolencias
este en Is existencia de medicos pare el cuerpo y medicos part el alma".
Pero volvamos al case de nuestra enferma. El inneceserio y perju-
dicial tiempo transcurrido entre la informacion de que va a ser operada
y la realizocion de la intervenciOn, constituye un trauma psiquico y es-
piritual violento, una vivencia "Have" que ve a °bride las puertas de su
angustio. El estado de temor que el pociente experiment°, puede ser
haste nuevo pare Cl; nunca antes habia sentido el temor, nunca habia
experimented° ansiedad y ahora el mismo medico le ha ensehado a te-
mer, a angustiarse, a sumirse en una expectacik ansiosa de su destino
vital. La lesion animica que esta experiencia puede dejar as evidente
que estard condicionada o a misma constitucik de la personalidad. En
unos defer° un recuerdo desagradable, en otros podra demoler perma-
nentemente su equilibria ernocional quedando ye constituido, par el mis-
mo .hecho del aprend:zaje, en sujeto inestable, hipocondrfaco, labil reoc-
tivo, etc. Este sujeto, en lo sucesivo, yivenciare con angustia, par ejern-
plo, todo situacion dificil organic°, psiquica o existencial. Sobradamen-
te conocernos la influencia que un estimulo emotivamente tiene sabre el
sistema cardio-vascular; nuestro enfermo en esto situacian responde con
errocion y palpitaciones, latidos, disnea, "ha oido coma su corozon le sal-
taba y se ahogaba". Si esto no fuera suficiente para keener la crista-
lizacion de una neurosis cardiac°, un ontecedente familiar, una muerte
subita —par ejemplo— de un cardioco conocido, deriver° y Nara su
tendon en el sistema cardiovascular par la sencilla razen de que aquella
vivencia, al haber sido experimented° angustiosamente, jamas la olvida-
re. Y no digomos si nuestro paciente era ya un psicastenico, un hipo-
condriaco, un neurotic°.
Sabemos terrible/1 que el meconismo psiquico pone en nnerche aso-
ciociones de objetos y datos, presentes en la situacion ansiosa, creando
disposiciones tales quo, cl evocarse &gun elemento de la cited° conste-
lacien, desencadena nuevamente toda la reaccien efectiva original, e in-
cluso pueden proyectarse sabre una mos amplia constelaciOn par incor-
parader] sucesiva de nuevos elementos posteriormente adquiridos. Otras
36
veces, al hacerse inconsciente la experiencia y crearse el ye conocido
complejo, convierte a nuestro enfermo en un paciente de chaise-longue.
"El hombre en el devenir de su existencia, y mediante situaciones,
accidentes o destino, liege a sus vivencias mas primitives que le con-
mueven y estructuran en su esencia". Porque en la mismidad de su in-
dividualided se interroga compulsivamente per la cause Ultima de cuan-
to le "duele". V con mas razon si ello ye a coartar su determinism°
por el carecter de ineludible que conlleva a intervenciOn. Ella es en
esencia a superposicien reciente del "ser-afectado" (con su inmediatez
e inevitabilided) en un individuo que ye "este-afectado". Bien dijo Berg-
son: "Todo dolor debe consistir en un esfuerzo y en un esfuerzo impo-tente".
Y no voya a creerse que pretendemos odherirnos a M algofobia que
impera en el hombre actual, porque creemos en la necesided del dolor;
creemos que el dolor vigoriza a que de mos human° tiene el hombre;
sabemos que ante el dolor se robustecen nuestras ideas mos transcen-
dentes. Pero par esa mismo carecteristica meta-Fisica de la problemati-
cc del dolor humano, estamos convencidos de que el caudal que desarro-
Ila debe ser encauzado por los derroteros precisos pare servir come fuer-
za motriz de una valiosa superacion humane y no ser abandoned° en
torrente orrollodor de emociones mal Ilevadas, mal sentidas, mai viven-
ciadas, que a su peso no dejan mos que desolacien y muerte espiritual;
es decir, protest° y rebeldia en vez de significacion trascendente.
Nosotros creemos que "si sufro-existo".
Sin embargo Cuantos cirujanos se informan de la personalidad del
hombre que van a operer? A cuontos cirujanos les interesa el grado de
temor o inseguridad que su paciente puede experimenter ante la eviden-
cia de una intervencion quirargica? Debemos prestar atenciOn a estos
traumatismos vivencieles que tan intense angustia provocan y poliarlos
en la medida de lo posible evitando que a informaciOn quirUrgica o
intervencion misma, sea un trauma emocional angustiante. Nance, y esto
es frecuente en los cirujanos, tengamos un enfermo pendiente y espec-
tante de su interyencion durante horas y, menos aun, durante dies. El
enfermo debe ser informed° de la intervencion lo mos inmediato posi-
He a elle; lo cud l acortara el interval° ansioso y traumatizante a que
nos venimos refiriendo. Una vez decidida y aceptada per el enfermo, debe
entrar en esceno, lo antes posible, el anestesista bien sea pare sedarle
convenientemente durante el tiempo minima que ha de durar este espera,
o bien a prepararle pare le intervencion inmediata.
En el case de que el medico, consciente del trauma psiquice que ha
originado en el enfermo, suprima el tiempo comprendido entre la infer-
macian y el traslado al quirefano queda todavia un espacio que aborco
37
desde el comienzo de la anestesia a la perdida del conocimiento (en
nuestra enferma claramente referido coma resistencia violent° y terrori-
lice) que, ante la inminente perspective de la proximo Ordida del cono-
cimiento, desencadena en el paciente una reacciOn ansiosa y una acti-
tud hada su propia defense con movimientos, palabres, o, incluse me-
diante razonamientos autotranquilizadores; "tendencia motriz" del dolor
o terror. Par eso a modern° anestesia trate de suprimirlo o al menos
de reducirlo al minima.
Pero no es solamente la anestesia general la que debe ser observe-
d° en este sentide, la local puede presenter el mismo tenor preoperato-
rio, la misma onsiedad y ser el acto quirargico quiz& mos angustiante
y traumatizador. El sujeto que en las condiciones emocionales propias
del case, se le permite, par una tthcnica intrarraquidea, que su "imagi-
neck:in", exaltada hacia el tenor, asocie cuantas ideas son propias del
case, sufrirei con mucha mayor intensidad el choque ansiose. Por ello,
tengamos aqui mucho mos cuidado al elegir ono u otro procedimiento.
No eludamos un estudio o un informe, sobre a "personalidad" del que
vamos a operar, trcumatizar, en su intimidad emocional, en su mismi-
dad; son hombres los que operomos y no numeros de una solo. Qu'e
beneficio le habremos renegade amputandole on apendice si lo hemos
convertido en un inseguro, en un hipocondriaco; si le hemos ensehodo en
una palabra a angustiarse?
1-losta que punto merecen realizarse algunas intervenciones Si con to-
dos los agravantes de la yatrogenidod, hemos dado a un hombre la luz
del sufrimiento?
Creemos que el papel °signed° a la anestesia en cuanto coadyuvan-
te de una intervencion quirorgica, no puede ser limited° a la supresion
corporal del dolor y por ende sus consecuencias somaticas. Hay que am-
plior el campo de accion desbordando lo somatic° e incluyendo le psiqui-
co-espiritual. El proceder anestesico debe tender a suprimir, o al menos
reducir cuanto sea posible, el traumatism° emocional que supone tante,
la situacion pre come postoperatoria.
No queremos eludir la observacion de que estamos eliminando de
nuestro comentario todo lo concerniente a las edades evolutivas e invo-
lutives, porque sabemos que ellas ofrecen un particular centre de inte-
res pare le expresiOn de todas las manifestaciones emotivas derived° del
matiz cuantitativo y cualitativo que les concede la psicobiologia de la
personalidad refericia y par elle precisan ser tratadas en capitulo aparte.
Par ejemplo, err el niiio se don condiciones especificas a so condi-
clan de infante que numerosos autores pusieron de manifiesto. Jassner,,
Blom, Weldfogel, Levy, Langford y otros, estudiando la vulnerobilidod.
38
del nitro ante pequenas intervenciones quir6rgicas (tonsilectomia, ade-
noidectorniq) nos informaron que ella es maxima haste los tres alias y
varia can la edad. De los tres a los cinco el cambio del ambiente y se-
paracion de los padres es lo nes traumatic°. De cinco a diez alias la
narcosis tome interths y puede equipararse a los otros factores. Pasados
los diez anos predomina el temor a la narcosis sobre todos los demos a-
gentes traumatizadores.
En el viejo tambion podemos comprender situaciones especiales de-
rivadas tante de so peculiar concepcion de la vide, al borde ya de aban-
donarla, coma de su estructuracion arterioescleratica cerebral, fuente de
multiples y variadas alteraciones afectiyas. Y no digamos si se trate de
one menopousica con toda la constelacion psicosomcitica de manifesto-
clones disforicas y distonicas.
Es deals, la transcendencia emotive de una situacion en que peligra
la vide misma, puede ampliarse en un individuo que ya esta par ser vie-
jo, mos aferrado, mos inseguro, de su existencia. Por este es par lo que
nosotros pensamos que la Higiene Mental del trauma quirargico en el
nifrio, en el menopousico y en el viejo, debe ser tratada en capitulos a-
parte; par esa misma singuleridad derivada de la diferente concepcion
que ellos tienen del mundo, de la vida, de la muerte, del dolor; par las
diferentes capacidades can que cuentan para sobreponerse a cualquier
suceso terrorizente; par los diferentes factores que se In suman, familia-
res, laborales, experienciales, conflictivos, etc. El mismo concepto de
hospitalizacion en si, no puede tener en ambos la misma transcen-
dencic y significacion. Los nines pueden concederle on sentido puniti-
vo de car-rioter correctly° que los edultos, en el case de experimentarlo,
sera de carcicter transcendente, heuristic°. Mientras que al nine que se
le hospitalize hay que prepararle para la separacion familiar, al indivi-
duo hey que enfrentarle con una expectocion ansiosa de su destino vi-
tal; con problemas incluso, de carecter econamice-laboral. En fin, son
situaciones biologico-existenciales que condicionan per se, el estado rani-
mica que van a deriver.
chore, si tuvieromos que orientar un proceder terapeutico nos ve-
riamos obligacios, en primer Juges, a investigar e interpreter el rnecanis-
mo psicologico rnediante el cual estas actitudes se °Hainan y mos intere-
sante aun, son mantenidas. Y nuestra meditacion se introducir6 par el
intrincado y obscure campo del rinencefalo de Kleist (cerebra visceral de
Maclean, sistema limbic° de Rof Ca rba lo).
La explicacion psicogen6tica yendria dada par el corolario de los si-
guientes conocimientos: Sabemos que el complejo centroreticular inte-
grade par el sistema Gracia° paleocortico-hipotalernico-mesencefOlico y
par el neocortica I-reticu lo-ta 'arnica, puede concebirse (Ca !Iowa! I) dentro
39
de un circuito de "fed-back" de retroalimentaciOn por su comunicacion
cortical. Ello explica como la vivencia, que ya con anterioridad y me-
diante la activacion difusa del arousal system hobia puesto al cortex en
estado de alerta, a expenses de este concienciacien cortical, potencie al
complejo centrorreticular que a su vez, en circuito, acttaa sobre la cor-
teza.
Como quiera que d citado sistema multisineptico (neocartical) este
encargodo de las pautes instintivas primordiales elabora, podriannos de-
cir, la adaptackin del ser vivo (conduct° y aprendizaje) y comprendemos
focilmente su instantemea activacien ante situaciones de alarma y la con-
siguiente instauracion del circuito related°.
Este enfoque neurogenico del problema reactivo que nos ocupa, per-
mite que nuestra actuacien terapeutica sea razonada y legicarnente de-
ducida. Por ello inferimos que los formacos neuroplejicos, narcobioti-
cos, reticulotropos, ganglioplejicos, atanaxicos, —o como queramos Ile-
morlos— son los Unicos quo por chore realizan una desconexiOn eficoz,
inhibiendo tambien la activacion del labulo anterior de la hiperfisis que
tiene lugar en toda reaccion de alarma.
Aunque no pienso cansarles describiendo a interminable enumerce
don de estos medicamentos que Uds. tan bien conocen, si creo conve-
niente someter a la considerecian de Uds. a problematic° terminolegica,
que de su abundancia y diversidad de acciones, se ha derived°. Pawn
yo de catorce los denominaciones que diferentes autores han aplicado
a estos medicamentos y estamos convencidos de que ninguna de ellas
cumple su cometido.
Ganglionlejicos fué uno de los primeras que vio la luz con motivo
del descubrimiento par los franceses del largactil. Despues Decourt de-
mostre quo diche accion era insignificante. Hoy sabemos que con esta
accion ganglioplejica solo existen el Cloruro de tetraetilamonio y el de-
rived° del diamonio, pendiomid. El mismo Decourt propuso denomincr
o estos compuestos, que se ven(an ganando el interes de la Medicine Psi-
cosomatica, "narcobiaticos" porque su °anion seria similar a una narco-
sis, es decir, "disminucion reversible de una o varies actividades funcio-
notes". Pero hay dia tarnpoco es aceptable esta denominacion porque
no siempre la accion narcobiatica (del griego embotar) es la que vamos
a desear y, edemas, no todos son narcobiaticos; por ejemplo lo ritaline
y el meraton son psicotenicos. Peca °demos est° definicien, de acoger
una serie dernasiado organ° de medicamentos que son narcobiaticos y sin
embargo no los emplearemos come teropeuticos en este sentido; por e-
jemplo los antibiaticos que poseen propiedad narcobletica marcada y sin
embargo no tienen aplicacion en estos cases.
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Mas tarde las escuelas espaholas ocompafian sus observaciones con
nuevas aportaciones terminolOgicas y asi proponen los nombres de psi-
=actives, (Valdecasas), reticulotropos (Rof Corbello) y ortotimicos (Sorra).
La primer°, psicoactivos tiene el inconveniente de sugerir una activacion
de la vida psiquica que corrobora su progenitor afirmando que dichos
medicamentos son activadores de la adrenaline. Sin embargo, este of ir-
mach:in, que se mantiene pare los ortotimicos, no se cumple en las feno-
tiocinas que son antiadrenalinicas centrales como acoba de descubrir
Ref. Pero edemas, hay muchas substancias psicoactivas cuales son la
mescaline, el oc. listhrgico, etc. que su psicoactividad no solomente no
es curative sino potogenetica paro la esfera psiquica.
La denominacion de "reticulotropos" de Rof, no tendria mas obje-
clan que la de no haber sido el mismo autor capaz de demostrarlo, si no
supieramos ye que la impregnacien farmacologica es mucho roes amplia
que la que El supuso.
En cuanto a la sugerida por el Prof. Sarro de "ortotimicos", adolece
del misrno mai ye qua solo uno minoria de dichos farmacos (meproba-
mato, meraton, covatin) acusan tel propiedad.
Ultimamente los escuefas americanas, a propuesta de Fabing, vie-
nen donde en Homer a estos medicamentos ataraxicos, termino que nos
parece desocertado. La ataraxia de los estoicos griegos es la serenidad
del sable alcanzada POR EL CAMINO DE LA VIRTUD Y LA REFLEXION
FILOSOFICA. Una ataraxia conseguida mediante la administracien de
grageas es una contradictio in adjecto. Excepcion hecha de que todos
no son serenantes; los hay hipnoticos, come el fenergon; euforizentes,
como a ritalina, etc.
Pero aim hay mos; las diferentes clasificaciones en que hen sido
encuadrados estos productos, nos impiden, al citar una serie de ellos, sa-
ber a cuales se eston refiriendo. Veamos: Si nos citan los tranquili-
zantes no sabremos cuales son porque en la clasificaciOn de Thuillier y
Nokajima, per ejemplo, son los meprobamatos y derivados del benhidrol
y par el contrario en la de Catti los tranquilizontes son las fenotiazinos
(Reserpina, largactil y plegicil).
Como yen, el problema terminolOgico estci Ilevandonos a un confu-
sionisrno tel que se impone meditarlo.
Me parece que el folio principal estriba en que las definiciones pro-
puestas haste chore, en primer Iugar, no abarcan a todos los medico-
mentos clue empleamos con la finalidad que nos ocupa, y en segundo lu-
gar, muchas veces denominamos al farmaco per una propiedad que no
nos va a ser Util en nuestro propOsito. Creo que lo mas acertodo, ye
que sus acciones son variodos, seria denominarlos Unicomente per la pro-
41
piedod terapeutica que todos ellos tienen de cctuar sabre la psiquis y, en
una segunda division, si se precisara, nos refeririamos a su clasificccion
desde el punto de vista quimico (fenociatinas, benzhidroles, meprobama-
tos, etc) o dinomico (energetic°, relajante, hipnOtico, etc). De este ma-
do podremos englobcr en un mismo capitulo, formacos ton dispares co-
ma el fenergen —que es hipnotico— junto el mercten que es onfeta-
minico; y al largactil— con su caracter adrenolitico— junto al mepro-
mabato, adrenotOnico; etc.
Pienso pues, que debericmos englobarlos a Codas en un capitulo ti-
ruled° FARMACOS DE PSICOTROPISMO TERAPEUTICO. Con ello es-
tamos diciendo que nos referimos a fel-nacos psicotropos pero edemas a
los que poseen psicoactividad terapeutica exclusivamente; desccrtando
con ello a todos los que —anteriormente citcdos— son psicoactivos Pe-
ro de nula utilidad psicoteropeutica. La subdivision nos especificario
mos sutilmente el medicament° que vamos a desear. Par ejemplo: si
decimos un psicotropo energetic° estoremos matizando cloramente ins
caracteristicas que deseamos tenga el formaco.
No hemos pretendido afirmar que la situacion °normal por que a-
traviesa un paciente que ha de ser intervenido quirergicamente, este con-
dicionada exclusivemente a unc teropeutica de tabletas tranquilizado-
res. Yo citamos que heuristicamente, el hombre se compone de some,
psiquis y espiritu; por ello podremos actuar sabre a emocion con los me-
dicamentos senalados pero, lo que no podremos solucionar con ellos-
responsebilidad que en muchas occsiones nos sere imposible eludir— es
lo I-erica -colon de la perspective espiritual del hombre que sufre allende
cualquier dinemicc emotive. Y es por elle que ni aun la closica psico-
terapia casualista de los complejos, ni la psicologia individualist° con
su perspective superior de finalidad-responsabilidcd, podre prestarnos a-
yuclo. La conmocion y estremecimiento del hombre que puede incluso
perder el equililrio de su alma, debe ser "analizadan desde un nivel
de realidad eutentica. Bien es verdad que una "animosa conformacion
de la realidad" al estilo adleriano podria ayudar en ciertos casos. Sin
embargo, es la develaciOn del yo en su realidad cutentica, en su bagaje
de "volores", lo que va a enfocar el problema con plenitud hocia
"consurnaciOn" existencial. Porque estamos mas alio de lo psicogeno,
de la dinornica efectiva, de lo animico, tenemos que remontornos coma
dijera Frankl o una atayala que "arranque de lo espiritual", del espi-
ritu mismo; pues estos casos como ningun otro reclaman a gritos la in-
corporacion de lo espiritual ul proceder psicoteropico del medico.
1-icsta donde podremos detector el efecto moral que cause en un
paciente la vivencia quirargica? dFlasta donde podremos determiner el
trauma existencial del ambiente hospitalario? La experiencia hospitola-
42
ria por si solo conlleva una conmociOn de lo espiritualidad. Si el hom-
bre es tin ser que no solo es, sino que constantemente decide lo que es
dklo es por si solo, su permanencia en el hospital y la ineludible deci-
sion quirargica, una contradicciOn a esta libertad existencial de decision?
"El problem° del sentido de la vida, planteado de este modo radi-
cal, puede !legal- o avasallar totalmente al individuo" (Frankl); y que ()-
cosier, mos propicia que lo de una vivencia quirurgica en un ambiente
"sub-hospitalario". El paciente puede sour con una crisis del sentido de
la vide porque todo lo espiritual se rige por leyes propias y °demos es
psicologicamente irreductible. Hacer una intervenciOn tecnicamente
rreprochable y haber por otro lado creado, por ejemplo, tin presentista
que en lo sucessivo huira neurOticamente de la "responsabilidad" del sen-
tido histarico-individual que su existencia le impone, es un enorme fra-
cas° quirargico porque la salud de un individuo no puede dictaminarse
en funcion de su integridad anatomofisiologica.
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Reforma Universitaria
Movimiento de Reforma Universitaria
en America.
Sentido Universal y Sentido Particular* Por GABRIEL DEL MAZO
En la crisis universal de la Universidad contemporanea, participa
con su propia crisis la Universidad latinoamericana, que debe resolver
problemas que son hoy comunes a todas as universidades del mundo pe-
ro que tiene edemas problemas propios de orden cultural, national y
social..
Examinaremos los dos grondes momentos en In crisis de la Univen
sided latinoamericana: el de 1918 y el actual.
I.- LA CRISIS DE 1918
Autonomic espiritual
Luis Alberto Sanchez ha dicho quo el movimiento llamado de la Re-
forma Universitaria, que Ileg6 a cornprender la reforma de todas las uni-
versidades de America Latina, surgido en 1918, en la Universidad de
Cordoba, la mos antigua de las universidades argentinas, senala paro
dicho Continente, el comienzo de su siglo XX, recalcando con el posesi-
vo, las propias circunstancias historitas. Esta compendiosa y didactic°
aceveracion del ilustre Rector de San Marcos, asi senala un ocontecer,
que, con causes y efectos a la vez politicos, sociales y morales, fue la
alborada de una nueva conciencia americana. Podriamos agregar que si
cuando el Renacimiento europeo, el prestigio cultural se desplegO pref e-
rentemente fuera de las universidades, por cuanto ellas no altanzaban
a abarcar las necesidades de la apace en que surgia, y par eso dejaron
de dirigir la vida intelectual, este renacimiento latincomericano decidio
que nuestras universidades fueran las que se reformaran y adaptasen a
los nuevos tiempos, asumiendo una reorganization fundamental en todos
los 6rdenes (no un correctivo momentaneo o parcial) y odoptando insti-
tuciones que fueran garantias permanentes, para que Ilegasen a ser los
centros principales de una transformaciOn espiritual: la del descubri-
miento y afirmacion del propio mundo en el mundo.
* Conferencia dieted° en el "Forum" sobre Reforma Universitaria (Uni-versidad de Panama, Abril de 1963).
46
Los documentos iniciales de los estudiantes cordobeses son claros y
significativos: el programa de las generaciones nacientes debia reati-
zor as grandes aspireciones colectivas traidas por los factores historicos
y marcar las Grandes rutas que en consecuencio debian seguir los parses
de America Latina, pues un nuevo ciclo de civilizacion se iniciaba; y
habia que renovar radicalmente los motados y sistemas de ensenanza im-
plantados en las Repoblicas, por cuanto ellos no se avenian ni con las
tendencies de la epoca ni con los nuevas modalidades del progreso social.
Es importante secialar que el movimiento de Reforma brota y se a-
lienta en el clime de un movimiento mayor, porque el pueblo argentino,
par primers vez en su historic (1919), por medio del sufragio universal
efectivo, reelizaba, despues de un proceso de un cuarto de siglo, una
gran movilizacion en la bosqueda de la autenticidad necional y del go-
bierno propio nacional. El renacimiento democratic° del pals trajo e/ re-
nacirniento democratic° de Is Universidad y apoyada la Reforma por el
Presidente Yrigoyen, cuya firma este en todos los decretos de las refor-
mas de todas las Universidades argentinas coetoneas, elle tuvo la con-
ceptuocion precise de la juventud iniciadera, el impulse progresivamen-
te solidario de todos los estudiantes argentinos y Is consagraciOn insti-
tucional por el gobierno. De ahl su fuerza propagadora, que despues
comprendie, sin excepcion, la totalidad de los poises latinoamericanos.
Pero hay mos, y es que la no participacion de la Republica Argen-
tina en la guerra de 1914-18, permiti5 a la nacion un repliegue sobre
si misma, que is dio perspective pare esclarecer las causes de aquel de-
sastre. Entonces, frente a la civilizaciOn europea en crisis, quebrose ei
magisterio intelectual de Europa y surgi6 en los jovenes argentinos, y
despues como un reguero, la insurgence, en virtud de una misma sensi-
bilidad de los estudiantes de las demos universidades de la America his-
panica, y la exigencia de salver nuestros pueblos del destine de los pue-
blos europeos.
Los universidades quo eran aqui, &gams de las oligerquies politico-
econamiccs, intelectualmente extranjerizentes, debian democratizarse y
cambiar sus normas culturales.
Es decir, quo desechado el papel discipular con relacion a lo extra-
no, se afirmo y proclame: Primero: la idea de plentear nuestros pro-
blemas -no solo los educativos- como propios, y, Segundo: la de resol-
verbs conforme a las caracteristicas de nuestro desarrollo histOrico; pro-
grama de largo client° en el que las Universidades deberian toner una
intense funciOn promotora y esclarecedora.
La folta de autonomic del pensamiento latinoamericano, en el or-
den politico, en el economic° y en el educative, habia constituido un
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colonialism° mental de supeditacien imitative y ciega al ejemplo euro-
peo. Habianse formed° "elites", a veces culturalmente ref inados, pe-
ro alejadas de la realidcad de sus proplos poises, y el conflicto entre esos
grupos, ligados o pertenecientes a as oligarqufas politicos que pensoban
de la europea, en medio de pueblos sociulmente abandonados y espiri-
tualmente desestimados por ellas, constitula el fondo dramatic° de us
incomprensiOn y desequilibrio politico, economic° y cultural de los pue-
blos de America Latina.
Las "Bases" de las reformas
Para los objetivos proclamodos gt.le "Bases" propusieron los estu-
diontes de 1918 en cuanto a la reforma de las universidades? Propusie-
ron dies Bases, a saber: 1.- Coparticipacion estudiantil; 2.— Vincu-
locien de los graduados remises Bases relatives no solo al gobierno sino
a le comunided docente). Establecida le Universidad como repUblico
democratica y organized° su gobierno, por lo tante), segun el sistemo re-
presentativo, todos sus ciudadenos — no solamente los profesores—, es
decir todos los estudiontes de los distintos grados en esa Repablica de
estudiantes, participation en la eleccion de las autoridades. Sabre cse
firme y legitimo cimiento, Sc erigiria la necesaria autonornia de la Uni
versidad respecto del gobierno del Estado. A su vez, organized° el pais
en Estado democratic°, la autonomic de la Universidad no solo result -a-
ria sino que habria de afirrnarse en ese cm-deter del gobierno necionel
Bien se sabia que la cuestion esencial de toda Universidad es su do-
cencia, entendida como cornunian pedagogic°, pero par eso mismo, resol-
ver el problema del buen gobierno, era pare aguellas Universidcdes enquis-
tadas como feudos oligerguicos y pare aquellos Estados acaparados par las
mismcs oligarguias, el problem° de primera priorided: la cuestien previa
y decisive del buen gobierno.
Ademes de oquellos dos primeros puntos de as 11c.modes "Bases de or-
ganizacion de les Universidades", habia Otros ocho, que eran los siguientes:
la asistencia libre; la docencia libre; la periodicided de la cotedra; la pu-
blicidad de los (sates universitarios; la "extension universitcria", la ayudo
social de los estudiantes; el sistema diferencial pars la organizacion de las
universidadcs; y la orientecion social de la Universidad. Quedo estable-
cido que, en virtud de tal orientacion social, la Universidad tendria entre
sus obligaciones la de °frontal - por medic) de sus facultades e institutos,
ei examen de los Grandes problemas naclonales.
Las diez Bases ester' en pie cuando va a cumplirse medio siglo del
movimiento de reform° de las universidades latinoamericanos; pero como
se dgo en los comienzos del movimiento, no son Bases cerradas, sin° pers-
pectives abiertas a la renovacion de todas las formes organizativas y a la
confrontacion de teals las experiencias docentes y sociales.
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Pero, aparte de las Bases de organizacien, hay algo sustantivo quo no
es forma de la Reform°, sino so contenido: y es °quell°, tambien serialado
desde los comienzos, sobre la necesidad de los estudios humanisticos y las
moterias de carocter nacional y social en los planes correspondientes a las
earreras profesionales. Y esta definiciOn, tendiente a la integraciOn hu-
manist° de la Universidad, fue todavia una formula incornpleta en 1918,
pero desde entonces simboliza, una de las grandes reiyindicaciones de la
Reform°, quo, al identificarse como una de las mayores preocupaciones en
La crisis contemporonea de la idea y de las formes organizativas de las
universidades en el mundo, acentUa —aparte la originalidad, y por
tanto ejemplaridad, de sus caracteristicas particulares—, el sentido univer-
sal quo el Movimiento reformist° Latinoamericano Ileva consigo.
Porque se trots, porn las universidades latinocrnericanas de dos gran-
des planteamientcs quo configuran so crisis en la crisis de las universida-
des contemporoneas del mundo enter°. Primer°, el problem° universal
de la Universidad: el de integrarnos educativarnente, pensando en el
hombre especificamente nuestro, es decir, correspondiente a naciones cuya
civilizaciOn no es hija de su culture: el problem° de que el hombre in-
tegralmente formed° sea nuestro . hombre, situcdo en nuestrc :tierra y a
su servicio; quo nuestros LThiversidades, sin mengua de lo universal, anion-
don so obliaacion social, cultivando los naturalidodes do nuestra tierra y
los hurnanidcdes do nuestros hombres. Todas las ingenierias, toda la me-
dicine, todo el derecho, todo la economic, toda la sociologic y urbanismo,.
deben partir del suelo y del hombre quo coda realIded nacional present° a
so manera. De tal orden de conocimientos todas las profesiones son sub-
sidiaries. Deben los estudios ester referidos a "cocas series", clue son las
cosas esenciales del pais* Quo es el Unico luger del mundo donde el
mundo en nosotros vive.
RecapacitaciOn historic°
Puedo atestiguar quo no por influencia de modelos tornados de la his-
toric o de las universidades contemporoneas, el Movimiento inicial for-
mula "sus Bases", sino deduciendolas de las necesidodes directarnente sen-
tidos. Tengase en cuenta quo hie una generaclon sin maestros, menos
maestros cmericanos, (los mejores maestros, eran solannente buenos maes-
tros europeizados, dijo el pensador peruano y Rector de la Universidad
de Trujillo, Antenor Orrego). De modo quo sus formulaciones, correctives
de la Universided del Siglo XIX, constituyeron una invenciOn absolute.
Tiempo despues supieron quo la nuevo Universidad por ellos propuesta
se enlczaba en la historia universal, con la historia de las universidades a
troves de siglos, pues constituye un reencuentro, en varios aspectos, con
las universidades de Europa de los siglos XII y XIII, donde se dieron los
rnodos de "ayuntamiento de maestros e escolares" corno se decia en Sa-
49
lamenco y otros centres medievales de donde provenian las primeras uni-
versidades de la America Espanola, y thimbles' un reencuentro, despuls de
echo siglos, con ciertos modos de las viejas universidades de Botanic y
Padua, en as que, los estudiantes intervinientes en el gobierno de las Uni-
versidades, asumieron edemas un papel activisimo, y donde la periodici-
dad de la cotedra, a docencia libre y el derecho de los alumnos a elegir
sus maestros, fueron elementes cornunitarios pues impidieron el antagonis-
m° entre profesores y alumnos. Es decir que esta es la gran ;radicles'
cultural de las universidades latinoamericanas reformadas.
Nuestres planes, quo pertenecien asi a un substractum universal de
problemas, tenia, a la vez, coincidencia y rectificacion de ciertas moduli-
dades quo configuraron el segundo gran momento en la historic de as
universidades del mundo, el de la RevoluciOn Francesa (tradicion civic's)
cuando se quebrei la unidad universitaria con facultades inconexas, sin li-
gamen humanistic°, pero the fue una Universidad nacional en el sentido
del Estado y civica en el sentido de los ciudedanos. La Revolucion trajo
el ideal de la instruccion universal peso, acentuadamente en la essoca na-
poleonica, produjo una rupture, de gran trascendencia pans el future de
los Universidades latinas de America, en las viejas Siete artes liberales;
entre el "trivium" y el "cuadrivium", es decir entre aquelle que desde
Grecia y Roma represento el espiritu del hombre (cquello quo on el lengua-
je del Renacirniento europeo fue mos cc:bailment° "las hurnanidades"), y
el "cuadriviurn" expreslen del saber cientifico, llamado asi aunque en de-
bil relacien con los intereses hurnanos del hombre. Es decir quo este bpo
de Universidades derivaron del ideal -Frances y de las naciones influidos
por Francia que los Estados sudamericanos emancipados de Espana hicie-
ron suyo. De modo que quedaba entre nosotros pendiente la necesidad c-
fectivomente universitaria de una Universidad reintegradora de la unidad
humane disociada: una nueva armonizacian de las letras y de las cien-
cies, de los valores cualitativos y cuantitativos, los del humanism° y la
profesiOn o Monica, debidarnente equilibrades, los de la "Universitos litre-
serum" con los de !a "Universitas Sciantiarum". Y este es Cl gran proble-
m() de la Universidad universitaria, quo oflije boy c las universidades de
Europa y del Norte de America, quo desde 1918 fue planteada por los
estudiantes latinoamericanos en sus poises. Pero, cal como la America
Espanola retorno los mOdulos esenciales de la tradicion cultural de ague-
has universidades medievales quo hemos citado, no fue on la Europa con-
tempothnea y los Estados del Norte de America, y me permit° creer quo
sin su adopeien (de ser posible), las Universidades de los respectivos poi-
ses no resolver -en ni ese problema ni otros para los quo buscan
mente soluciones, a poser de la intense preocupaciOn de las grandes fi-
gures quo las dirigen.
50
Resumen
En resumen, den que consiste, concrete y sinteticamente, el mem
miento reformist° latinoemericeno? En b complete integracion univer-
sited° de la Universided en si misma y en la integrecion social de esa U-
n iversidad.
Para el primer gran rubro, el programa tiene dos grandes incisos:
la integration corporal y la integracion cultural.
dA que se llama Integracion corporal? A que sea efectiva la comuni-
dad de estudiantes, profesores de toda categoric) y graduados vinculados,
en el trabajo y gobierno de la Universidad. Esc comunidad es la base le-
gitimente de la Autonomic Universitoria. d A que se llama Integracion
cultural? A la formacien cultural general equilibradora de la necesario
formaciOn profesional, tecnica y cientifica, y a la cerrelacion de los estu-
dios, en el sentido vertical, con los ciclos anteriores al universitario y en
el second° horizontal: de sus facultades, escuelas, institutos, seminaries,
laboratorios y talleres entre si.
Pere el segundo gran rubro, el prograrna tiene tambien dos incisos: el
de lo integrecien nocional y el de la integre:den continental.
eA que se llama Integracion nacional de la Universidad? Es aquella
que satisface dos exigencies inseparables. Una la de sus bases socioles.
El probleme de quienes Heger) o pueden Heger a la Universidad; el proble-
ma de as limitaciones economicas y sociabs de la educaciOn complete
pore todas as personas del pueblo segUn seen sus capacidades y voco-
clones.
Otra exigencia es la consubstanciacion nacional de sus estudios y ensenan-
zes: el probleme de que a educacian de la Universidad este compenetro-
do de las necesidades espirituales y materiales de la Nacion y ol servicio
de &las.
et:. quo se llama integracion continental de la Universidad? Este
punto comprende dos aspectos: prirnero, el de que lo Universidad ergo-
nice Cu vida como gran honor cultural, y segundo, que ese hogar lo sea
de fraternidad americana pare sus estudiantes y profesores, pare la defen-
se de la cutonomic de cualquiera de ellos que este en peligro de atropello,
pore ser nUcleos de fidelidad el ideal de los pueblos de constituir uno pa-
tria del espiritu, pare cultivar una politica camericanista de fondo y sus-
altar las formes cultureles peculiares can relacion a la culture universal.
to reforma norteamericana
Las universidades de Estodos Unidos entraron tambien en crisis y re-
forma alrededor de 1930, aunque no fue a primer° desde Cu primer° or-
51
ganizaciOn, cuendo en 1636 se estoblecia a Universidad de Harvard.
Pero, a diferencia de la Reform° de las Universidades latinoemericanas,
de forma y contenido ([as nueves formes pare Glean= el nuevo conteni-
do), as innovaciones °Ili estudiadas fueron prefarantemente de contenido,
es decir, dornincdas cosi exclusivamente por Is cuestiOn muy importante
desde luego, tambien preocupaciOn nuestra, de la bivalencia humanistic°
y tecnica de los estuclios y la concertacian roes adecuada de sus valores.
Principalmente Harvard, Chicago y Columbia fueron antes de 1930,
lc primers, y despues de aquella feche [as dos, grancies centros de la re-
forms, concentracias en le reforms del "College". El presidente Elliot de
Harvard hcbia dodo desde fines del siglo XJX, fuerza decisive al sistema
elective de materiels pare los alumnos, frente a la obligetericiad del Cole-
gio ciasico, Termine con el predominlo de fa edacecian humanist° y pen-
sá en quo csi el pals tendria ios tecnicos cue neessitalsa, y quo la indivi-
dualizacien educative cleric satisfecoien a todas les exigencies practices
inmedietes. Nacieron, adernies, [as especielizgeiones universitarie.s. El
sistenna ebandonabc tad° principio articuledo o unificcdor. La Historia,
par ciemplo, °cup& un !cigar seconder:D e casi nub, en la enseineriza y has-
te los propios econornistes no estabon obiigodos a estudiar historia econau
mica.
En 1930, Hutchins, realize una dura critica el sistema. El mol basica,
dice el gran universitario, es el profesionelismo excesive, y proteslo !ague
la derriesia en les considereciones do indole econerrica en un pals c;ue CMG
el diner°, determine el sistema educetivo de las universidades, cuando
eaucacion as en primer tontine) —dice— la bosqueda de las virtudes inte-
lectuales. La Universidsd, cgregc, &be poner so scents an la "investiget
Hon cientifica", pero en le investigacion de Is Cenci°, no en la inyesti-
gocian profesionel. La critica de Hutchins foe muy polemizsda haste ser
llamado reaccionario, pero condu10 a la conciencic do la revision necesa-
ria del sistema estedounidense, deeds Dewey que la consider° an el orden
pedagogic° haste el protesor Counts, del Teachers College, de Columbia,
que Is relacion6 interesanternente con el desenvolvirniento histarico de los
Estados Unidos.
Columbia y Harvard nombrcron comisiones especiales de reforms.
Columbia expide su "program in action", an qua se enfrenta a la
especielizociOn cientifica con la necesided de la vision panoromica de in
ciencia. Pero, el gran documents es el de Harvard, la Universided rotor-
rnista a troves de as siglos. El informs "General Education in a free so-
ciety" (1945) fundament° la necesidad de on cambio sustanciai en toda
la ensenanza desde la escuela y a escuela superior a! Colegio. Su sinte-
SIS eerie " Mas educcciOn general sin menos especializecion". Sostiene
52
que el especialismo puede ser antieconemico y propugna la correcciOn del
sistema desarticulado, en que coda materia es una "isle de experiencia",
mediante un orden unificado. La educaciOn debe hacer del estudiante,
tanto in experto en una actividad coma en el saber del hombre libre y del
ciudadano, y estas dos valencias de la educacion, ofrecidas a las distintas
closes sociales, deben ester, las dos coma conjunto, al alcance de maks
pot igual.
Al finalizar la guerra terminada el 45, se realize, a cargo de la im-
portante AsociaciOn de los Colegios Norteamericanes, una interesantisirne
investigacien, a la que contestaron con tundamentos 21 Colegios y Uni-
versidados. El 90 por ciento de los ex-estudiantes, vueltos del frente, se
opusieron a la idea de una pura educacidin clasica o una exclusiva educe-
cien profesional. Declararon que deseaban una educaciOn "combinada",
cap= pans proporcionarles "un media de vide", pero al misrne tiempo en-
setgarles "cargo vivir".
En los hechos, Chicago modified) el plan del Cologic, pasendolo de la
especializacion preparatorio, de mayor especializacion en un grad° supe-
rior, a la educacion integral; y tanto Chicago corno Harvard, despues, a-
bandonan el sistema electivo total. Por su parte Yale, con vistas a la
formacion integral creo las lectures de vacceiones, con obligacion de ren-
dir examen al regresar.
Pero, excepto algunas modificaciones sobre as graduaciones a par-
tir de la eseuela primaria, es decir, de armazOn general, no hay reforma
ni en el gobierno, ni en el profesorado, ni en los aranceles, ni en la fun-
cion social de los universidades, aungue los acontecimientos del mundo
las conmueven periOdicamente y promueven posiciones reformaderas. (Asi,
la primer° bombe aternieci o el primer sputnik). Queda en pie --tounque
sin las -RN-mules de efectivacion—, el sustancioso porrefo del Rector Co-
nant, en el prelogo del informe de Harvard: "El centro del problema de
una educacion general es la continuacien de la tradicion liberal y huma-
nistica. Ni la mera adquisiciOn de informacion ni el desarrolle be habi-
lidades y talentos especiales pueden der la amplia base de comprens.ion
que es esencial si queremos preservar nuestre civilizaciOn.
Nadie quiere menospreciar la importancia de ester "bien informado".
Pero ni siquiera unci buena base en ciencias, maternaticas, fisicas y
biologicas, unida a una capacidad pans leer y escribir varies idiomas ex-
tranjeros, proporciona un tondo educative suficiente a los ciudadanos de
una nacion libre. Tat programa carece de contactos con la experiencia
emocional del hombre coma individuo y su experiencia practice coma ani-
mal gregario. Encierra poco de /o que en un tiempo se coned& coma "la
sabiduria de los siglas", y que &lora puede designarse came "nuestro pa-
53
tren cultural". No comprende historic, arte, literature, f ilosofia. A
menos que mantenga en coda periodo del desarrollo un contact° continuo
con esos cameos en los cuales los juicios de valor son de primordial impor-
tancia, el proceso educativo carecer6 de idea". El profesor Conant vol-
viO sobre el tema en sus libros "Education in a divided world" (1948) y
"Education and Liberty" (1952).
Mos, pare esos propOsitos se necesitan maestros y ventilacion social.
Se necesita una organizacion omen°, selective y renovada de su profeso-
redo; se necesita un gobierno adecuado pare ese problema; un profesora-
do libre de sus camarillas (tema mundial) y sus insuficiencias; se necesitan
estudiantes en coparticipaciOn espiritual plena, y se necesita comunion
dc toda k Universided con k vida nacional y social, y sus problemas.
En primer (-ermine) maestros. En 1918, los estudiantes latinoamericanos
dijeron, "nuestra Reform° es un camino que abrimos y que ye a dor a un
maestro". Pero en el Norte se teme o no se odvierte, que el estudiante
es el gran vigia de la organizacion y contenidos docentes y la formula vi-
talizadora como no hay otra para uric Universidad. dSero el caso de que
nuestros admirados profesores reformistas de as universidades estadouni-
denses, began memoria de oquellas adrnonitorias palabras del Presidente
Wilson, cuando, haciendo de las universidades on paradigma institucional,
dijo: "Hemos sido gobernados por la teoria de on gobierno a troves de
on tribunal de directores guardianes. Fui Rector de una Universidod y
note que los estudiantes sablan de ella y de lo que les convenla mos que
los consejeros. Cuonto no hubiera podido hacerla prosperar si hubiera
podido entenderme, no con su asociacien de guardianes, sino con todos
los groduados y todos los estucliontes, es decir, con todo la Universidad de
Princeton"?
Las uniyersidades del Sur y del Norte en America
Ye pans el media siglo, la caracterizacien de las Universidades Lati-
noamericanas, desde Mexico a k Argentina (que chore Ilegan a ser cer-
cc de 100), resalta cuando se las ubica en el panorama de las universida-
des del mundo (de las europeas y norteamericanas particularmente) y se
los confront° en la crisis de k Universidad contemporonea.
Resultado:
1 9 La Universidad Latinoamericana tiende a realize: - la closica
idea de comunidad de profesores, alumnos y groduados, en quienes sus au-
toridades tienen su base efectiva. Ye no se las podra considerer de otro
modo, tanto coma en las universidades europeas o nortearnericanas, tal
sistema de organizocion y gobierno es inconcebible.
2° La personeria del estudiante esta presente no solo en el gobier-
no sino en todo a organizacien docente, constituyendo, en el orden de le
54
ensenanza superior, el primero, mos intenso y geogreficamente mos exten-so ensayo mundial de escuela active. Aparte le pedagogic° (formecion
de su propia personalidad), vemos en la actividad plenaria formative de los estudiantes, una fuerza de la emancipaciOn redone' y del proceso
creative incesante de la democracia. Este Ultimo, se entiende mos en as Universidades de los pueblos en estado de emancipacion nocional de
Asia y Africa; pero en Europa o Nortearnerica, no se entiende. Tel vez par eso sus universidades buscan ansiosamente formulas de solucion a sus problemos (ver Conferencia de Utrecht, 1948), que no encuentran o que en los hechos fracasan.
39 La Universidad Sudamericana tiende a su integracion cultural, aunque todavia mu)/ insuficientemente, debido al fuerte resabio profesio-
nalista, propio de sus Universidades a partir de la Revolucion de la lode-
pendencia, influidas, como dijimos, por el modelo frances. Ademcis, a U-
niversidad Latineamericana este aislada del sistema general educativo;
por lo que debe tomer ejemplo de las del Norte, con sus escuelas prima-
ries, escuelas superiores y College en correlacion educative preliminar.
49 Pertenecientes al Estado la gran mayoria de las universidades la-
tinoornericanas, deben maneiarse can insuficientes dotaciones, ya que se
agrega la inamistad de los sectores adinerados y los escasos o nulos aran-
ceies estudiantiles, principio de gratuidad que, juntamente con la ayuda
social a los estudientes, la Universidad desea realizar, ye que en ella se
do el crduo problema academic° de un alumnado en buena medide pro-
letarizodo que necesita trabajar pare vivir y estudiar, o vive en condicio-
nes de comodidad y sustento muy insuflcientes pane la eficacia del estudio.
En Europa o Est-odes Unidos, los problemas de la ensenanza superior
son principalmente tecnico-culturales. En los poises de America Latina,
inclusive los mos evolucionados coma la Argentina, son problemas rela-
tivos a la vide nacional, es decir, a la Independencia nacionai y a su na-
cionalidad cultural; es decir, que hacen al porvenir politico social y moral
del pals. Por eso las universidades son naturalmente rebeldes, teniendo
principalmente en los estudientes la fuente de esa rebeldia.
59 Los estudiantes de la Universidad Latinoamericana, a diferencia
de los del Norte, no viven en los "campus", alejados de la vide ciudada-
no, sine sintiendo sus polpitaciones y actuando en consecuencia.
El "campus" permite en caml5io una culture de rainier', pare la cudl
las Universidades latinoamericanas eston levantando "ciudades universi-
tarias". Los universidades de los Estados Unidos, aisladas de la vida so-
cial y oedema!, han evidenciado no ser las mos optas pare los hares de
crisis, conno las de la Gran depresiOn, despues de 1929. En cambia, las
del Sur, afrontan con una gran soltura y encode los contratiempos politi-co-sociales o econOmico-sociales.
55
6° La Universidad Sudamericana tiende a ser un hogar de fraterni-
dad continental, con sus "naciones" en cede Universidad, es decir, tien-
den c ser el "studium ge.nerale" de as universidades closicas.
79 La Universidod latinoamericana, a diferencia de Co de Europa o
la de Estados Unidos, tiene una funsiOn que le es distintiva y que estci des-
tine& a embeber la fund& cultural, profesional y cientifica: la social;
/a de poner el saber al servicio de Is colectividad. Este sentido se mani-
fiesta vehemente en la tipica preocupacien de los estudiantes Ictinoomeri-
canos, que no conciben serlo sin cornpartir las inquietudes ciudodcnas y
sin considerar como propios los grandes problernas continentales y mun-
diales.
Corroborantemente, los estudiantes se han preocupado duronte lar-
gos periodos por ensener popularmente, atendiendo a los que saben me-
nos.
La enserianza pare obreros, a cuyo servicio dedican sus paces hoses
disponibles, es un &so excepcional en el mundo. Asi, en distintas epo-
cas, les Unlversidades Gonzalez Prada, en el Pena, la ensenanza tecnica
nocturne par el Centro de Estudicntes de Ingenieria de B. Aires; las U-
niversidades Marti, en Cuba; las Universidades populares de Montevideo;
el Colegie del Pueblo, de la Plato; as de Jose Victorino Losturria, en
Chile; las Justo Arosemeria, en Panama.
Log cos reform istas en America Latina
Seguiremos aqui solarnente algunos logros, internamente universitarios,
de las reformas latinoamericanas, porque en el order/ mayor de las socie-
dades, a poco que el observador estudie las vetas de su influjo, las en-
cuentra en los hombres y en los libros; en la revision de los idearios soda-
les, en importantes formaciones politicos, tante que en algunos poises (el
caso de Pere, con Haya de la Torre y de Venezuela, con Betancourt, son
sobresalientes) con las reformas se renov6 a politico y con ello se enrique-
cie, el contenido del Estado.
En la reforma de las universidades, podemos observer los comblos re-
volucionarios quo, en los intervalos de las dictoduras que osolaron los poi-
ses, se reolizaron. Si consideramos —uno de los ejennplos—, La Univer-
sided argentine de 1918 a 1 930, comprobarcmos quo Oa no habia teni-
do, ni aproximadamente, en todo su historia, una epoca mos brillante, en
quo enseearon los profesores midis notables; en quo los estudientes, con el
opoyo de los gobernantes, levantoron dos nuevas universidades nacionales
y dejoron los planes paw dos mos; en que se actualizaron as materias y
los metodos; y en que rompiendose el monopolio familiar y oligarquico, se
entre& la universidad a estratos sociales mucho m6s amplios; comenzan
do a vincularIca a los Grandes problemas de la NaciOn.
56
Be analog° mode, afro tras alio, en las demos universidades. Para
fortalecer el principio de comunidad, se levantaron, desde Mexico a Bue-
nos Aires "ciudades universitorias". Las universidades medievales culti-
voron la comunidad y no la individucilidad; el Renacimiento Europeo que-
bre) Is comunidad pera destacor al hombre individual, exacerbado en la
dimension intelectual, quo die. en los Ultimos siglos un politico llamado e-
cruDocamente "liberal", socialmente insoliderio, fiesta quo Heger el totali-
tarismo en todas sus formes, negativo de la autonomic] de la individuali-
dad y de la autonomia de is comunidad. La cfirmaciOn del mundo actual,
disgregado y conmovido, es la concertacion de los extremos de la crisis;
lo individualidad y la comunIclod. La Universidad ref armada fue y•debe
ser an microcosmos de ese emprendimiento.
Las universidades se relacionon con as problernas nocionales: as de
Cu pals o las regiones de Cu pais o de las regiones continentoles constitui-
dos par varies poises, coma en Centroamerica. En Lima, se equiporan los
estudios nacionales can los "indoamericanosn. En Panama, se plantea
Universidrad ninteramericena” que de hecho se realize en Puerto Rico,
coma confluencia del Norte y del Sur. En lo especial, en San Marcos se
area el instituto de Biologic Andina y en Mar del Plata (Argentina) el de
Biologie Marina. En lo humanistic°, se crean 20 Fact.,trades de Humani-
dades; en La Plato se instituyen curses de disciplines generales pare com-
pleter los °studios (1943) y en Lima, el Colegio Universitario de dos afros
(1946) se erige en clove universitaria que enlaza la Universidad con la
enselianza secundoria. En La Plata, tombien, se arca (1962) el Insti-
tut° de problemas argentinos y americanos, dependiente del Rectorado, y
en Buenos Aires, desde hoc° poco mos de an lustro, (1956), funciona una
pronto photo, dependiente del de,parternento de Extension Universitaria, en
!a Isla Maciel (20.000 habitantes), donde los estudiantes dedican parte
de Cu tiernpo en un programa educativo y de investigacion social, c, la vez,
can contra de salud, servicio social, cooperative de vivienda, asesoramien-
to vecinal y escuela vespertine. La Isla Maciel es una poblacion prolete-
ria de trabajadores del puerto, del frigorifico y otras industries, uno de las
"Villas miseria" de la cintura de la ciudad de Buenos Aires, producto de
la industrializacian y de lo correlative inmignocion interne desde los zo-
nes rurales.
En el orden institucional, la Ley 10.550 de Reforma Universitaria,
sancionada par el Congreso del Pero en 1946, despues de un extenso y
luminoso debate en las dos Cameras, es una expresion del avance de la
conciencia educative y de organizacion y metodos universitorios traidos
por el movirmiento renovador: el document° mos importante en nuestra
Americo sabre legislacion universitaria.
57
II LA NUEVA CRISIS
La nueva crisis, que Ilamamos del Cincuentenario (porgue tal vez,
cuando este se cumplo en 1968 Regard al apogeo), afecta boy a las uni-
versidades latinoarnericanas. Este determinado por a superpoblacian u-
niversdaria y el correlativo supercrecimiento demografico-social de envo,-
tura.
En lo primera Epoco (a partir de 1918), la Universidad es poco nume-
rose porque la Sociedad pornceponte es pequerio. Los Universidades se re-
forman por sucesivas integraciones; pero a mayoria de los pulses se en-
contraban en definida situecian economics; de subdesarrollo y la influen-
cia de as elites oligarquiccs sobrevivia a pesar de los cambios politicos
(que se demoraron en varios poises); oligarquia quo solo queria abogados
(que fuesen asesores de las empresas o jueces en los tribunciles o politicos
en los gobiernos sin representatividad o se decorasen de profesores come
signo distinguido del privilegio) y °demos algunos medicos en muy insufi-
ciente numero pare las necesidades de la salad publica, y unos pocos in-
genieros quo supiercn construir cases alas que obras pablicas.
Sucedi6 que vinieron sucesivos ensanchamientos de la poblacien de-
bido al gran aumento de la tasa de nacimiento y disminucion de la mar-
tended. Ademos, las innovaciones politicos de la democracia favorecie-
ron lc ampliaciOn de las posibilidodes econemico-sociales populares y por
esa via las educctivas de los dos ciclos que conducen a !a Universidad.
Asi, por un movimiento de escolaridad ascendente, fue desapareciendo a-
quella Universidad de los primeros &ries, cuyo desenvolvimiento tenio eOn
cubicle, posible en los viejos edificios.
La Reforma se ensaye, practice e intensifica en ambito e inscripciOn
de alumnos todavie reducicia, quo, comparativarnente a la inundacion de-
mografica —que sufre la Universidad actual—, puede decirse, permitian
°Igo osi como experimentos comparativamente "in vitro", todovio goberno-
bie. La vide docente podia ser familiar y los alumnos relativamente in-
dividuolizobles. Hoy la Universidad de Buenos Aires, como uno de los
ejemplos, ha multiplicado por veinte su inscripciOn de 1918.
M.uy poco antes de ese 1918, hebie comenzado el funcionamiento
de la democracia en su manifestacien primera, el sufragio universal y co-
menzoron a movilizarse horizontal y verticalmente los sectores populares
incorporados a la viola gubernativa. Por primera vez despues de periodos
de reinvidicacien armada, la Argentina, en 1916, y, por medio de nuevas
Constituciones en Mexico en 1917 y Uruguay el mismo oho, habian con-
quistado el voto popular efectivo. Luego, Chile; mos tarde, Peru, Brasil,
Colombia, con limitaciones legates o de hecho. Al final, despues de una
dictadura de decades, el 47, en Venezuela, hubo veto total de hombres y
58
mujeres sin limitaciones. Con el flujo vertical desde estos secto -es,
ensefianza general y la ensehanza superior fueron poblando las escuelas
y los colegios, y las Universidades muy pronto duplicaron y quintuplicaron
su pob lac ion.
Ademos, la imposibilided de realize:- importaciones durante las al-
times dos grandes guerras, acelera, en unos poises mos, en otros menos,
el proceso de industrializacion cunque debilmente comenzado. Mas ode-
!ante,. los poises crecieron desordenademente, y fueron plantethndose con
apremio procesos de urbanizacion masiva. En todos los parses, latinoame-
ricanos se observan inmigraciones internas desde las zones rurales sin de-
sarrollo economic°, hacia los grandes centros donde se han (do instalando
las febricas. Es en estos centros donde est& las grandes Universidades.
La absorcion de estas agregaciones humanas por (as ciudades, es dificil,
lento y precaria. Se creon traurnatismos psicologicos, en los que esten
y (as que Ilegan y los terrninos anteriores de la vida politica y social se
perturban. En buena parte, (as inmigrocios viven en San Pablo, en Bue-
nos Aires, en las grandes urbes, al rnenos inicialmente, en el mejor de los
casos, en poblados, de Iota ((as "favelas" y "villas miseria"). Se va du-
plicando la poblaciOn de algunas capitales. Aun no siendo asi, crecen
monstruosamente las ciudades. Rebasando sus Uncles estrictomente admi-
nistrativos, Buenos Aires, par ejemplo se extiende como continuo urbanis-
tico, haste Ilegar a una inrnensa aglomeracion de 6 millones de habiten-
tes (cosi ci tercio de la poblaciOn del pals). De esos habitdrites, 3 millo-
nes son personas procedentes del campo y con muy escasa escolaridad en
el campo.
El reto de la nueva apace a la Universidad
Frente a la situacion, el desarrollo cultural no puede detenerse, ni
crecer lentamente. Este coda vez mos exigido en cantidad y rapidez; asi
coma el mayor ciesarrollo industrial necesito mayor preporaciOn individual
y una integraciOn armOnica de todos los sectores sociales y de los distin-
tos nacleos regioneles. Hay, aqui, entonces, un serio problem° critico,
con una doble incidencia: la del crecimiento de la poblaciOn- con alto ta-
w y mayor ingreso "per capita", con el afiadido congestivo de las aglo-
meraciones par inmigraciOn interne hada las industries, gran suma de-
mografica, que reale= especio escolar y consideraciOn de pro-
blernas muy especiales. La Universidad este inmersa chore en una So-
ciedad ampliada a la que debe servir, cuentitativamente y cualitativa-
mente, y no es In mismo educar a un grupo pequerio de seleccion, de
los tiempos iniciales, en que los alumnos, clan par osmosis de ambiente
y de familia, traian un determined° tone cultural, que una multitud pro-
cedente de grados educativos insuficientes (de grandes posibilidades po-
tenciales), pero a quien debe destinarse una educecion que refuerce lo
59
favorable y a la vez produzco las inversiones valorotivas necesorias; por-
que nuestra democracia oblige a que las ventajos del progreso tecnico
a todos Ileguen, sin exclusiones, del mismo modo que lo cultural y este-
tico, o sea, oblige a una justicio de distribuciOn.
La crisis es personal y es colectiva (combios en lo que nos rodeo y
•en nosotros mismos) y de nuevo coma en el periodo en que nuestros pue-
blos alcanzaron la democracia representative y algunas de sus cense-
cuencias. Estamos frente al crecimiento demografico y a la integracion
de los sectores urbanizados a toda a vide nacional sobre la base de los
derechos politicos, sindicales socioles, con ruches consecuencies, siendo
que ya no eston en vigor ciertos valores tradicionales; ni es secure que
los menos educados ni los mas educados, se libren de traumas o fluc-
tuaciones de la personalidad, porque deben determinarse y a veces con
ropidez comparative, en situaciones muy comb:antes.
Y este probterne no es por cierto sofa de las naciones lotinoomeri-
cones, porque el universo este modificandose continucmenfe con veloci-
dad sin antecedentes y los progresos de k ciencia von bestente mos alio
de lo que akanza la comprension de uno gran parte del genera human°,
planteandose problennas que la mayoria es incapaz de comprender y me-
nos de contribuir a resolver. Una nueva epoca fluye y la vide, deberia
ser una continua adaptacton a las voriaciones y a los acontecimientos,
lejos de seguir asociada a ciertos usos sociales o formes mentales que no
comulgan con una situacion de nueva era. La crisis que sufrimos, se ma-
nifiesta por conflictos de todo orden, crisis de todos los valores: mora-
les, religiosos, politicos, economicos, educctivos, sociales y de la convi-
vencia internacional. Es consecuencia de que nuestra mentalidad ve
quedando atres con relacion a los acelerados cambios por este sumo de
revoluciones en una generacion.
Este cuadro de la Universidad sumergicio en las variociones de su
poblocion y de las valoraciones populares es universal; pero, asi coma
hemos senaledo algunos cispectos demogreficos particulares que hay °sue-
lan cuituralmente los grandes centros universitarios latinoamericonos, di-
remos que tambien es particular la caracterizacion del cambio econorni-
co, propio del movimiento de emancipaciOn que alentamos; y asi coma
las universidades anteriores o 1918, tenian exacta correlaciOn con una
determined° estructura politica, econamica, social y moral, propia de
los tiempos, en que solo intercombiabamos nuestros productos primos
por los manufactures que no teniamos, °bora va desarrollandose la vida
industrial, inclusive hacia la industria pesada, paw dar las posibilidades
materiales de la nueva emancipociOn necesaria, con el correspondiente
aumento de la organizacion sindicol y conciencia politico social obrera.
La Universidad ante a nueva estructura, debe aceptor el reto coma
60
desde 1918, e intentar resolved° en lo quo le <Mahe, sabiendo compren-
der lo quo sucede, ebordandolo con reverencia social y coleborando con
su pensamiento organizativo, economic° y sociologic° y con su ayuda
tecnico cientifica, al desafio de una Sociedad con nuevas caracteristicas.
La disyuntiva es quo quede comb muRen anatOrnico de un Organ° ye sin
funcion.
El "beck ground"
El libro del ilustre profesor estedounidense Hovighurst, a quien sin
conocerlo personelmente,, rindo ml honnenaje, porque es en ejemplo de
cuanto debe ser la conceptuosa labor de los universitarios de una y otra
de (as grandes Americas en ;el conocimiento reciproco, publica en su Ii-
bro sobre "La sociedad y la educaciOn en America", (Os datos me's re-
cientes clue tenemos sobre los problomas de nuestro descrrollo social. En-
tre tanta informacion puede verse, en las 1 -dales correspondientes, que el
analfabetismo en America Latina, sabre un total de 200 millones de ha-
bitantes, de los 10 y mos olios de eclad (1960), solo el 58% (1957) so-
ben leer y escribir. Es decir quo hay 85 millones de analfobetos, sin
confer con los ninos sin escuela en las correspondientes edcdes menores
de 10 aRos o la desercien escolar en estas eciades.
Por su parte, el informe do la Copal, en su reunion de Brasil de
1953, hable establecido quo "casi le mited de la poblacion latinoame-
ricana, sufre de enformedaflos infecciosas o deficiencies organ:cos; que
airededor del tercio de la poblacien trabajadora, particularmente la cam-
pesine, este( al margen de la accien econOmica, cultural y social de la
coraunidad; quo dos tercios de la poblacion sufre do condiciones de tra-
bajo sorrifeudales; quo la mayorja de la poblacion egricola, carece de
thermos y quo la mayor parte de las industries extractives, estan contro-
ludas o son propiedad de corporaciones extranjeras".
Estas son las humcnidades reeks, cuyo conocimiento corresponde
tambien a las Universidades, y toles cuadros expresan la enorme farce demo rode
Es dealt, quo a Universidod no eato Heade podagogicamente a todos
los niaos y adolescentes del pals sino en eau& lirnitado porcentaje de
(as quo contaron con posibilidades econamicas pare proscguir sus estu-
dios. Coda uno de nuestros poises tiene asi dos closes de vida educati-
ve: una, a clue surninistra educacion general, inclusive de grado superior,
pare una minoria con ingresos suficientes, y Ora vida educative o nin-
guile, pare las closes pobres. Este problemn toca la doctrine de la i-
gadded on la Republica. Clara quo esta cuestion este( ligada a todo el
proceso historic° . ernancipador. Pero no hay justicia social posible mien-
tres sea el analfebetismo o a desercian escoiar ye en los comienzos de
61
la escuela primaria o la solo educacion tecnica fragmentaria, a veces par
motivos econOmitos, en contra de lo vocaciOn, lo que a Republica su-
ministra, Ilarnandola "educacion", al muchacho hijo de hogar no pu-diente.
La Universidad se hallo hoy en estado multitudinario y olden& he-
mos vista todo lo que hay que hacer en su "back ground", y corn° esto-
mos frente a un problem° permanente, del quo en el futuro no nos po-
dremos desprender, porque, par fortuna, desde (Maio seguiro el oleaje
hacia la Universidad.
Y esto no se resuelve con limitaciones numericas de ingreso, porque
Universidad latinocmericana no puede traicionar sus postulados socia-
les, ni los Estados su obligaciOn democratic°, y lag Universidodes no de-
ben ernpleor sus diligencias, en dejor de extender matriculas a los que
sin embargo tienen preparacien adecuado, limitandolas par motivos so-
laments numericos, sino plantear a los gobiernos y a lo Opinion, esta
grave cuestiOn de Estado: la inadecuacion de la Universidad a la de-monde educative popular, a fin de que el Estcdo a provea -de los ton-dos necesorios, porque ni lo Universidcd ni la educacion general puede
seguir metida en zapatos chinos, ni resolverse con centavos la dotaciOn
de la enseFicriza public°.
Qué podro hacer el alumna de hoy en la Universidad, en solos de
hacinamiento, sin laboratorios, con profesores insuficientes en nUmero y
el reloj en la mano, quo no puedan dar ensefianza, ni educaciOn, ni in-
t fuencia; sin bibliotecas suficientes, tomondo <mantes de parado. Apenas
si a codazos entmn a algunas callus coma oyentes, y alli el alumna esto
en estado de mitin y el profesor —como dine Giner de los Rios—, "ante
las hordas de oyentes".
La Universidad correlativamente va dejando de toner interes palm el alumna, que se va retirando de sus aulas, fornnando en el numero de los inscritos, pero no de los internos, coma se decia en la vieja Salaman-ca para distinguir entre los simples matriculados y los alumnos activos. El estado congestivo, °demos, tree a masificacion, y asi coma en el
orden social el ciudadano va perdiendo su entidad, en el orden universi-
tario la Universidad va dejando de ser °quell° a lo que tampoco puede
renunciar, Line personalidad centrada en personalidades.
Y aqui vuelve el problem° del interes, donde reside el quid pedagg-
gico. Tiene la Universidad de hay peclagogicamente "sex appeal"?
Responcie al ciesafio moral de ser un Organo de servicio nacional en una
sociedad muy transformada? Resulta elemental insistir en quo, pare to-
do escuela, la formaciOn no puede hacerse en el aire, en abstract°, bal-
62
dia de un propOsito concreto que vaya siendo coda vez 'mos querido por
el que estudia o investiga y por su acordamiento vocational, ya clue el
amor viene con el conocimiento. Como podro darse la comunien peda-
gOgica, madre del interes, cuondo no es nnaterialmente posible la rela-
cien maestro-olumno, es decir, la autoridad (autoridad viene de "autor"),
el saber, el entusiasmo, el ofecto; y cOmo podra haber interes si no se
opera sabre la reblidad nacional, que no este] presente, ni se obra sobre
el trabajo intelectuol querido, sino con fantasmagorias; ni como podrei
haber intergs si el estudiante no Ilega a cnhelar profundamente un cam-
bia de vide personal-social; si no se siente comprometido y coparticipan-
te en ese cambio.
Per de pronto, el ensanche
Por de pronto, el ensanche
Por de pronto, tenernos que enfrentar el ensanche. Esto, claro que
es alga riles quo cuantitativo. La cantidad preocupa en uno Universidad,
dada la calidad qua le es necesaria, mos con cuando se trate de que el
ngmero de sus personas este, ligado al nPmero de sus cosas.
En el decurso mos breve posible, debierarnos abordar el siguiente
programa, sumamente esquernatico, impuesto per los hechos y la respon-
sobilidad:
Edificlos y equipamiento. ConstrucciOn y ensanche de as "ciu-
dades universitarics".
2o. Cormlacion de la Universidades con los grades anteriores y con-
formaCiOn preparatoria pedagOgica de ingreso. OrientaciOn vocacional
pre-universitaria y en la Universidad.
3o. VinculaciOn mos efectiva con los ex-clumnos graduados (cuon-
do esta vinculacion relativamente desestimada chore, se concierte, los
poises quedaran asornbrcdos ce lc grandeza y eficacia que adquirirei is
Universidad.. Hoy on muy pocas las personas que hccen a la Univer-
sided, sin contar que la Univcrsidcd debe encontrarse en un pals, en
itches partes).
4o. Renovocien de metodos, incrementendo a relacien maestro-alum-
no.
Debe terminar el magisterio de puras conferencias, reformarse el
regimen de promociones y establecerse el de los "consejeros", elegidos
par coda column° o grupo, que orienten permanentemente a los alumnos
o grupos de alumnos, observando sus inclinaciones vocacioncles, metodos,
costumbres y modos mentales. La Universidad, ante todo, debe ensenar
a trabajar y enriquecer la vocacion.
63
50. FormaciOn y prevision del numeroso personal docente necescrio.
El profesor titular debe ser el contra de una verdadera constelacion de
ensenantes. Ampliacian del "full-time". Nuevcs carreras. Cursos mul-
tiples paw coda materia. Curses poraleths. Docencia libre (temas, estos
dos, descuidados o sisternaticamente eludidos).
6o. Estudios nacionales y americanos. Estudios sociolOgicos.
70. Estudics economic° politicos. El dosarrollo economic° de nues-
tros poises debe ser seriamente osistido. (El profesor Loyo, de Mexico,
tiene notable dominio del tenth, del que se ocup° en especial el II Con-
greso de la Union de Universidades Lotinoomericonas, reunido en San-
tiago de Chile, en 1953. Ver Andes de la Universidad de Chile).
No se troth de que nuestrcs facultades de Ciencias Econernicas preparen
burecratas, ni tenedores be libros con titulo de contadores, manes tecni-
cos del entreguismo, sine investigadores y csesores poseidos de concien-
cia patria, pare quiencs restate claro qua las teorias ecorthmicas no tie-
nen valor en si mismas, sino con relacian a nuestros poises y a su epoca
economic°. Una Escuela de estudios econOrnicos politicos as una carte-
r° perteneciente a las humanidades. Adenths, en favor de su creacion
en todas las universidades, dabs decirse qua la necesidad de economis-
tas es escasa en relacien a otras protesiones y no crece con el aumento
de poblacion.
So. Sobre los al-uncles problemas: Asesoramiento del Gobierno an sus
dos somas, a la Opinion public°, a la Vida civic°, a las agrupociones o-
breras y cm:presages.
9o. AmpliaciOn del Servicio social universitario (salud, comedores,
horarios moltiples y ensenanza de "extramuros"). Misiones sociales, en
la Universidad, y en la ciudad, barrios o pueblos. Annpliacion sustancial
del namoro de becas pare alumnos groduados.
10o. Acrecimiento en grade relativo a as grandes poblaciones, de
las actividades culturales (Cine, television, Teatro, MUsica, Fonologio
musical). Escuclas de Temporoda.
Politico — Estado — Universidad
Pero, siempre, sin olvidar come ciudadanos, que no habrth Universi-
dad nacional y social, sin desarrolio economic° nocional y que a su vez
este desarrollo cumenta las necesidades cuontitatives y cuclitativas de
th Universidad.
Tenemos que recordar, ademas, quo en th Politica ("ese pedagogo")
y en la Universidad este th clove de los problemcs del Estado, y que, asi
come no se concibe un hombre de Estado quo, a la vex quo un tempe-
romento, no sea un producto de culture:, no renovaremos la 'bander' de la
64
politico a la altura de los tiempos, sin que con el pensamiento y con lc
°scion no atendamos cuanto hoy conllevo la pclabra Problemos: proble-
mas urbanos, problemas regionales, problemas nacionales, problemes a-mericanos.
Ahi esta la gran funcion de la Universidad, pare der cabecera c
sus poises y pare pensar en sus ingentes temas, pare formal - hombres pare la causa publica; pare contribuir a solucionar, con corazon, cabeza
y manes, las dificultades de gobernar con relocien al pueblo y de incor-
porar todo el pueblo a la vida nacional; a ser sus hijos descubridores e
ingenieros (en economic, en humanidades nacionales, en educacion, en legislacion, en obras de pilblico servicia En la America Latina, lc Uni-versidad es Organ° de integracion politico y social de la Nacion.
Es este un momenta, en que coda pais y la America Latina deben
descubrirse C Si mismas, en una medida sin comparaciOn. America Lati-
na va levantando lentamente el manta que a cubria, pare descubrir,
ante Si su cuerpo y su espiritu, decidido o que "so Continente asuma su
contenido", porque yo no es solo elle la que a Si misma se necesita ,sino
que es el mundo que de ella tiene urgente necesidad.
La estructura de toda enserianza debe ser adaptada a la estructura
social en transformacien politico-social, econemica, cultural, internacio-
nal, y debe acrecer a su vez dicha transformacion. La inadapteciOn de
la ensenanza a las realidades nocionales proviene de la falto de contoc-
to de nuestra Escuela, en todos sus niveles, con la vida toda de nuestras
nociones. El divorcio o la falta de simbiosis, despoja a la ensefianza pCi- blica de so verdadero cal -eater educativo. No soca provecho de los ex-periencias del pais, ni del mundo, ni del progreso cientifico contempo-rOneo, en la medida necescria y urgente. Es necesario hacer un bloque de la trensformacion democrat - ice y de la correspondiente transforma-clan de la ensefianza y culture nacionales en nuestras naciones, consi-
derando la elevacian del pueblo por el pueblo mismo, el principio y fin de nuestros <thanes.
Tal coma afrontamos la crisis de 1918, debemos chow °border la
crisis actual de la Universidad latinoamericana, con una renovocion con-
gruente con la que este en proceso en el ambito politico y social; aisle-
cuando a enserianza y la investigaciOn a la nueva realided histOrica;
neutralizando los tendencies pcsatistas en el pensamiento general y en
lo tecnica y adecuando los planes y los hombres; no olvidando que en el
seno de una Universidad los estudiantes son o pueden ser el pulso vital,
y los groduados son o pueden ser el pulso social.
65
TIHATRO
"PARA ALBERTO DUTARY,
QUE PINTA COMO QUIERO
ESCRIBIR".
Jose'e Oesas Alazeinez
ha Retzeta (Pieza en un Acta)
Personajes, segOn el orden en que aparecen:
JO YEN
HOMBRE
MUJER
COMERCIANTE
VENDEDORA
EL
ELLA
VIEJECITA
POLICIA
ARQUITECTO
Lugar: Un parque cualguiera.
Tiempo: El presente y el pasado.
Derecha e izquierda, as del espectador.
Panama, 1963
69
ACTO UNICO El escenario representa el recodo de un viejo parque abandonado.
Do una penosa impresi6n. Todo es viejo: la banca que hay a la izquier-
da; el fad, cuya luz tambien es vieja, desabrida; la yerba, que nace y
crece vieja ye. Solo el aire, a pesar de ser tambien viejo, respirado,
conserve. . , o no, mejor: ha adquirido, con el tiempo, cierto frescura,
conforme se ha ido enfriando del color que un die obtuvo en pulmones
humanos. Alrededor del parque pueden verse altos edificios modernos.
Se trata de uno de esos parques que, no se sabe como, hen sobrevivido
a la moderna urbanizacion. El sitio en que se desarrolla la acciOn es,
come yo se ha indicado, on recodo poco transited°, apartado de la vere-
da principal que circunda a todo el parque y por donde la gente se
pasea. 0 se pasecba, mejor dicho, mientras los bomberos o Co Banda
Municipal tocaba piezcs cursis. Era una hermosa costumbre que here-
demos de los espanoles y que hemos ido perdiendo poco a poco. Por un
instante la escena permanece vacia. Lo Unico que llama la °tendon del
public° son los enormes edificios modernos y on anuncio comercial en
colores, sobre alguno de ellos, que se enciende y apaga con ritmo de
corazon y tiempo.
(Entre tin Joven, de prise, nervioso. Viste a la mode del
primer cuarto del siglo, totalmente en desacuerdo y en con-
traste con la urbanizaciOn actual del fondo. El Joven reco-
nose el sitio y eso lo tranquilize. Se sienta en la banca. Po-
co tiempo. to suficiente porn coger client° solo. Luego se
levanta y comienza a verb o todo. La bona° ha crujido. La
prueba, vuelve a crujir. Comprueba el polvo del farol, lo po-
drido de todo. Sin embargo sonrie. Tiene tin remedio pare
todo ello. Hace el esfuerzo de recorded° Lo recuerda.
Es una cancion: La Violetera. (0 quiz& si se prefiere, el vals
Sabre las Olas, de Juventino Roses). La silba. Entonces, y
como por la sole virtud de la melodic, cornices° todo a cam-
biar, a rejuvenecerse. lnmediatamente cesa el anuncio. Se
hace transparente el telon de fondo donde estcin pintados
los edificios de Los alrededores y se deja ver tin cielo mag-
nificamente estrellado, un ciao tropical, de verano. La luz
del faro se matiza, se hace coma de lune. La yerba se
tome verde, verde chillon, brillante. Los &boles, esqueloti-
70
cos antes, Sc hacen frondosos y comienzan a mover sus ra-
mos al viento. De pronto aparecen flares por todas partes,
flores fosforescentes, o olumbradas coda into por un pequefio
foco pare dor esa impresidm. El Joven, sin dejar de sillier,
prueba otra vex la modem del bonito. Ye no cruje. El pal-
vo del poste de! farol. Ye no lo tiene. Y se va, silbando, pot
Jo derecha. En su comma se tope con un Hombre y una Mu-
jer, vestidos tambien a In mode de entonces. El Joven los
saluda con un movimiento de cabeza)
HOMBRE.— (Al Joven) Buenas noches.
MUJER.— (Lo mismo) Buenas noches.
HOMBRE.— ;Qua tipo mos raro!
MUJER.— jai! (Espera a que se voya) Lo Haman el Solitario. Siempre
anda solo. Nadie lo conoce.
HOMBRE.— iQue de gentes Mos extranos se yen en este .parque!
(Por algn sitio insospechado, y como rastreando uric pisto,
entra el Comercionte, hombre gordo, bojito y calve, barques
perfecto, seccindose el sudor de la frente con el paned°. He-
mos de pensar que el sudor es debido bien a su constitucion
fisica o a su preocupacion, puce nadie mos parece sentir ca-
lor. Pero Jo quo mils llama la retention de este nuevo perso-
naje es qua viste a la modo actual. Lleva desatado el nudo
de In corbata)
COMERCIANTE.— Perdonen Un nino de unos ocho ofios, dno lo han
visto ustedes? Con un aro. Uno de esos aros que los ninos hacen
rodor -empujondolos con una varita, un arc (Da el tantalize,
quo recuerda despues de un poco de vazilacion, con un gesto
de manes)
HOMBRE.--No. (Geste de desilusien del Comerciante) Es su hijo?
COMERCIANTE.— dame.? Ah, no, no. Si. Si. Estoy seguro de que se
me esconde. Estoy seguro.
MUJER.— Mire, quiz& no sec el mismo, pero roe porece haber visto
a un nifio jugando con un aro. dEl pelo castano rizado ?
COMERCIANTE.— iSi! Si!
MUJER.— Del lado del kiosko. Noce un rota.
COMERCIANTE.— Oh, muchos gracios. Muchos grades. (Minis r6pido)
71
HOMBRE.— dVes lo que te digo? iQue tipo mOs extrahol
MUJER.— Y que rara su woo, dlo notaste?
HOMBRE.— Si.
MUJER.— Sigue contondome lo de la entrevista de esta manona.
HOMBRE.— 1-_)e veras que te interesa?
MUJER.— Claro. QL.16 tiene de particular?
HOMBRE.— No se.
MUJER.— A as esposas les interesa siempre todo lo que sea de sus
mar dos
HOMBRE.— No me acostumbro a estar casado.
MUJER.— Pues es tiempo de quo te vayas acostumbrando, porque va a
durar mucho tiempo. Qu'e to dijo el jefe entonces?
HOMBRE.— Bueno, pero sent-6moms.
MUJER.— No, aqui no. Esti:, reservado. (El Hombre la mire sin cam-
prender) Los novios. La parenta esa quo Viene todos los jueves
a la retreto.
HOMBRE.— Pues que se sienten en otra parte.
MUJER.— No, esta es la de ellos, aqui, oportados de la gents, en la
oscuridad. Todo el mundo les respeta el sitio. Todavia no hi
dodo el campanario las siete, verclacl?
HOMBRE.— (Mira so relop No. Pero ya las son. En ml reloj por lo menos.
MUJER.— Entonces no tardardn en Ilegar. Son muy puntuales. Ven, cer-
co del kiosko hay muchos bancas vacias. (Van soliendo) 1.2))e te dijo el jefe entonces? Ya me irnagino la cara quo hobo puesto.
HOMBRE.— Si. No se puede negar que lo sorprendi. Pero el, con mu-
cha circunspeccion, disimulando a sorpresa
(Han salido. En so camino se topan con la Vendedora quo
yierie pregonando su mercancia y que se la ofrece con un
gesto al Hombre. Este, sin interrumpir su narracion, deniega)
VENDEDORA.— (Se la comienza a oir desde antes de entrar. Su pregOn
Nene alga de lejano y melancolico) iCaramelos! iChocolates! ;Ci-garillos!
(Quo la viene acompailando) Par aqui no hay nadie, abuelita.
72
VENDEDORA.— Si. Es ternprano todavia. Enos (Los del hence) siempre me compron.
ePuedo irme a jugor con Roberto ya?
VENDEDORA.— Buena, anda, ando. Pero yen que te arregle un poco.
(Se sienta en 9a banca pare arreglerle el audio) No se por que te gusto jugar tanto con ese nirio. El es rico, y los ricos son
diferentes.
NI1C10.— Roberto no es rico.
VENDEDORA.— Si, hiiito, si lo es. No yes la rope que usa? En carnbio
tu, ml pobrecito
NINO.— No es diferente.
VENDEDORA.— Silos son fences, pueden jugar. Los pobres no podemos
ser tan felices. Sobre todo, no conviene que nos acostumbrernos
o ser fences, coma ellos. eCornprendes?
NINO.— Pero Roberto no es fells, abuelita. Llora.
VENDEDORA.— (Extranada) eRobertito !bra? ePor que?
(Ya k han arreglado el cuello, metido la camisa, etc........ Sale corriendo, clegre) iSecreto! (Regresa) Abuela, dame un paquetito de caramelos. (Ella sonrie) Dame, por favor.
VENDEDORA.— Tomo. (Se la do)
NI1c1 0.— Asi yo le doy cararnelos y el me presto su aro. (Sale corriendo)
(La Vendedora lo ye irse, melancOlico, pero no tarda en vol-
ver a lc, realidod y a su pregon meconico)
VENDEDORA.— (Saliendo hacia la derecha) 9Caramelos! jCigarrillos!
;Chocolates! (Fuer° de escena ye, coda vex mos lejos) ;Chocola-tes! jCigerrillos! iCoramelos!
(Momentos antes de hacerse inaudible su orogen, cornienza
a dar lo hora 'in reloj de tome. Son siete campancidas, lentos,
de ceento grave. A las primeras campanados, y casi simul-taneamente, entree El y Ella. Uno par la derecha, el otro
par In izquierda. Pero permanecen separados, coda 'no en el
extrema opuesto del °scenario, y sin moverse, mirandose so- lomente. Terminan de sonar las siete. Se oye el silencio. Pausa)
EL.-- Hula. (No se mueve)
73
ELLA.— Nola. (No se mueye. Se miran solamente. Pause)
EL.- Hemos side puntuales. Los dos.
ELLA.— Si. (Sonrie)
EL.- Por que te ries de ml?
ELLA.— (Serial No. (Aparte) Ahem vas a decirme que }lace una noche.
hermosa.
Hace una noche muy hermosa.
ELLA.— Si. (Aporte) "Tenia gancs de verte".
EL.— Tenia ganas de verte.
ELLA y EL.— (Sirnultoneamente) He estado esperando toda la torde que
diera el reloj los siete (El se da cuenta y se calla)
ELLA.- " pares venir. Hoy es jueves".
EL.— Te burros de mi.
ELLA.— No. Es que (No sigue)
EL.- (Acercandosele) Si tit supieras lo que signif icc pare ml (Ve que
ella retrocede, no se sabe per que, y se deo-lone, extrariado. Ella
se do cuenta de que El se ha dada cuenta y, pare desmentirse,
corre a sus brazes y a besa profusamente. El le coge la cabe.za
con arabas manes, ye que Dora) Te pasa alga.
ELLA.— (Deniega) Nosotros. Tenemos cries de acudir a la misma alto,
a la misma hora, en el mismo sitio. De repetirnos las mismas•
palabras , haste el punto de qua ya Sc ban gastado y no sig-
nif icon nada. (Cierra los °jos) Y da pena oirlas. Siernpre lo mismo.
Siempre lo rnismo, que se repite y se repite. lNo tienes a sen-
sacion de qua todo se este gastando, cambiando, poco a poco, pa-
re que no nos demos cuenta? Pero yo si me day cuenta. De pron-
to he tenido a sensaciOn (Li, mire. El sonrie) dl■lo compren-
des, verdad?
EL.— Te contradices: "Siempre lo mismo. Todo este carnbiando".
ELLA.— Es como si se estuviera gastando todo, de tante repetirse. Ya
hasta me parece que coda vez viene menos gente al parque. Pero
no as eso solamente, todo (Mira a su olrededor) Esto no as
real ya. dCuando has visto que eran asi as flores? Parecen arti-
f icicles (En efecto, lo son, y sin disimularlo) Nosotros mismos
por un instante Yo
74
EL.— Eros real pare mi. Eros a unico real que existe pare mi.
ELLA.— (Comprende quo El no puede comprender) Perdona. Es solo una
sensaciOn. Sentemonos, quieres?
EL.— Yo comprendo que to sientas ask Tambien yo, a veces, me canso,
me
ELLA.— No es eso.
EL.— Pero faits poco yo. Nos casaremos bien pronto
ELLA.— No es eso.
EL.— Y entonces • entonces seremos felices.
ELLA.— No es eso. Yo soy, yo, feliz; desde quo nos conocemos. Nunca
he sido tan feliz. Esto sere a mejor epos° de mi vida, estoy se-
gura. Siempre lo recordare came la mejor. Pero no es eso. (El
le pregunta con la mirada) No se. No podrio explicarlo. Es solo
uric sensacion, to he dicho.
EL.— SensaciOn, de que?
ELLA.— De gag siempre, todos los jueves, es lo mismo. De quo es el
mismo jueves quo se este) repitiendo y repitiendo. Como si fuera
un dia terco que no se quisiera ir. iQuizes porque somas tan
dichosos en 61!
EL.— To dire lo qua haremos, paro romper la monotonic: El proximo
jueves nos citarernos en otra parte.
ELLA.— No podriannos. Na te digo quo es un mismo dia quo se repite
y se repite? Tel come, lo vivimos la primera vez tendremos quo
vivirlo siempre, haste quo se paste del todo, haste quo ye no
sea real, haste que sea como un suego. jCads vez me parece me-
nos real todo esto! La lus. (Verde -azul, de seam, quo se ha pe-
dido) Cuendo has visto, si no en suenos, una luz asi? No es real.
Quiz& sea porque somos tan dichosos. dVerdad?
EL.- Si. Debe ser eso.
ELLA.— Es hermoso lo quo hemos hecho nosotros de esta hora. Por eso
es que no quiere irse y se repite, vuelve todos los jueves, (Sonreida)
a la misma hora.
EL.— Es uno horo puntual. (Ella rie un poco del chine)
ELLA.- (Transicion) Pero, no sientes le sensacion de quo ella nos tiene
corno amarrados, de quo no podriamos, aunque a intentaramos,
hacer otra coso quo esto, ester sentados aqui, o paseando alre-
75
dedor, esperando quo comience a mUsica? Dime, de veras, si pow
el proximo jueves nos citammos a Ms siete en otra parte, dque
horias?
EL.— Isla a esa otra parte, clam.
ELLA.— Y oyeras el reloj de la torre dar as siete, dpodrias no venir aqui?
EL.— (La mire) Si, vendria, porque te conozco, y estoy seguro de que
estorias aqui.
ELLA.— Y yo, porque to conozco, sobria que ibas o pensar eso mismo
que has dicho ahora, y estaria aqui, esperandote. V entonces si
que nos dariamos cuenta, ya sin ninguna dada, de que estamos
presos en este dia. Es mejor que no hagamos a prueba. Me daria
miedo.
EL.— (Swiveled)) A veces me parece que eres muy inteligente, pero a
veces
ELLA.—(Afirma con la echos°. Sonrie. Vuelta) Mira, por ejemplo, de on
momenta a otro va a poser la vendedora de caramelos.
EL.— Paso siernpre.
ELLA.— Pero yo te voy yo decir el momenta exacto en que va a pesos.
(Cierra los ojos. Pause) jAhoral
VENDEDORA.— (Su vas lejana, acereandose) jCommelos! jCigarrillos!
jChocolates! (Entre) 'Chocolates! —Buenas noches, parejita.
ELLA.— (Sonriente. Es El quien ha quedado serer() Buenos noches, sehoro.
VENDEDORA.— dUn paquetito, coma siempre? (El page) Gracie's.
ELLA.— dlinde esto su nieto? dEs que no lo ho traido hoy?
VENDEDORA.— di?ero cree usted que me iba a dejar salir sin que lo tro-
jera? Ando por ahi, jugando. Ya sabe lo revoltoso que es: Has-
ta luso°.
ELLA.— Haste luego, sefioro.
VENDEDORA.— (Mutis. Su voz, alejendose) iCaramelos! ;Cigarrillos!
'Chocolates!
EL.— Na tiene nada de raro. La oiste antes de que yo la pudiem air.
Eso es todo.
ELLA.— Buena. (Le mete un caramelo en la boca) Von, vamos a dar una
vuelta. (Mao-is de ambos)
76
(Por el lade contrario entre una Viejecita. Es evidente que no quiere ser vista por to pareja y espera a que hayon soli-
d0 del lode pare acabor de entrar ella. Se siento en el ban-
co y teje. Viste un reale negro, sin mode. En la cabeza,
un sombrerito raro, de coiores abalones. Despues de un breve
memento, comienza a reirse para sus adentros, coma si recor-
dare algo gracioso, y a dialogar consigo misma como con sus
recuerdos. Timidamente al principio y completomente interior,
pero exteriorizando su pensamiento coda vez mos, haste que
al final actüa como una persona demente, o extrovagante par lo menos)
VIEJECITA.— iJe, je, je....! ;Ji, ji, ii....! No.... Si, bueno. Rabic._ ha-
bia.... (Mira el cielo oscuro) sol. jie , J r Asi. Caramba, estas co-ws son asi, dolia Matilda Usted este bien, creamelo. El aire....
No siente usted trio? El mundo este combiando. Cuando se ha
visto que huge este frio aqui? (Se arrebujo un poco) Yo._ toso....
de noche. No me gusto. Es on cuarto horrible. No tiene ventanas.
Aqui, si. El °ire. Pero, earl torde? Yo pense...., siempre pens&
que hacia sal. Si. Todo se acaba, se gasta. El sal se este apagando.
(Alegre) Pero usted este bien. ;J I, ji, ji (Triste) Solo la luz. Me
hoce fait°. Se ha gastado. Yo recuerdo, en cambia_ jUh, hoce tan-
to tiempo! Mos. Wks. En el pueblo, cuondo era nine. Alli si habia
sol. Entonces si. Cortiamos, robobamos frutas en el huerto de don
Tomes. jDon Tomas! (Transicion) jOh, no, don Tomes, no he sido
yo! Ha sido Anita, y Juan. A mi no me gustan lo s marafiones, ni los almendras. De veras. (Picara) ji, ji I (Transicion) Pero,
dya va a Hover? (Disgustada) jOh! Que luz tan gris. Antes no. Es
lo minimo que se ho debido guarder. Deberian inventor alga.
(Transicion brusca) -Werra, dque haces aqui?! (La mono sabre el
corneal) Crei que te babies escondido para asustorme. Si, es que
ye comienza a fallorme lo memoria. iQue vestido tan bonito! ge
lo hizo to mama? jTanto tiempo de ester muerte y quo colores
tienes, Maria! Oh, tambien yo puedo der esos saltos. Mira, voy o
dor uno.... (Se inmoviliza un instante) Nies? Viste? dV el dio qua
la Ha liege a case ..... con aquellos regalos? -jTia, axtra mi?! jQue Endo!
(Las flores, de grupo en grope, comienzan a opogarse. El
anuncio vuelve a latir. Todo retorna al estodo calomitoso del principle)
VIEJECITA.— (Al vet desaparecer has flores) jOh, oh, alguien viene!
(En efecto, entre tin Policia, vestido a la moderna)
POLICIA.— Buenas noches, senora.
77
VIEJECITA.— Buenos noches, senor policia. Ah, no; chore son "guardias e
POLICIA.— Es lo mismo. Ha venido usted hay temprano.
VIEJECITA.— No. Hace tiempo que han dodo yo as siete.
POLICIA.-- 17:)e veras? No me habia dodo cuenta.
VIEJECITA.— dhlo oy6 usted las campanadas?
POLICIA.— Los campanadas? dQue campanadas?
VIEJECITA.— De la torre de la iglesia. Es un reloj que marcha muy bien.
POLICIA.— Tan bien que desde que yo tengo memoria este parado.
VIEJECITA.— Cifirno? dY las camponadas? (El Policia la mire sonriente:
No hay tales companadas)
POLICIA.— La vi de lejos que hablaba. Estaba usted acompanada otra
vez, eh?
VIEJECITA.— iJi, ji, ji....! No. No. Estoy solo. Tejiendo un sueter. Coda
vez hace mos trio alit.
POLICIA.— Pero ye a perder la vista con este luz.
VIEJECITA.— No puedo perder lo que no tengo, hijo. Ya estoy cosi cie-
go. Esto lo puedo hacer sin ver. Si bajo los ojos es pore disimular.
De usted, por ejemplo, solo veo una mancha kaki. (El uniforme)
Pero no es solo que este perdiendo la vista, es que a us se este
gastando____, porque, en otros sitios, yea mejor. Aunque, tambien
alit, sabe usted?, coda vez es mos gris, mos oscuro, mos trio.
(Hablondo consigo misma, coma antes) -iEstos tiritando, Maria!
;Que te pose! iMaria, .que te paw?! iVoy a ir corriendo a avi-
sarle a (Ve al Policia. Vuelta) -Perdone. Muria. Era una pnimi-
to rnia. No la olvidare nunca.
POLICIAr éPar que no habla can personas reales, senora? Seguro que
tendre gente conocido, amigos
VIEJECITA.— Oh, si, tengo muchas amistades: La senora Natividad, Ma-
ria misrna, con la que algunas veces voy a jugor, antes de
aquello. Dona Matilde Dona Matilde y yo fulmos muy amigos,
siebe? Oh, hablebamos mucho. Nos conteloamos todo.
POLICIA.— Ha muerto, sterclaci?
VIEJECITA.— Si, par supuesto. Si no, cifirno iba a poder verla? No le
digo que estoy ye casi ciega? Todos han muerto, menos yo. Pero
ellos son todos muy buenos y no han querido abandonarme, dejar-
me sofa aqui.
78
POLICIA.— No esta solo. Otros hen ido naciendo. Como el nifio ese pare quien teje el sueter.
VIEJECITA.— Oh, desto? Es pare el nieto de la vendedora. Vestia tan mal el pobrecito.
POLICIA.— Liz, vendedora?
VIEJECITA.— De caramelos. Siempre venia a la retreta. Y el siempre me compraba un paquetito pans mi.
POLICIA.— Pero ese nil)°, a estas bores
VIEJECITA.— (Detiene la labor por en breve instante) Habra muerto tam-
bien. (Se pone a tejer de nuevo, mos de prise, pare ahuyentar desmentir el pensameento)
POLICIA.— Para usted significa mucho este parque, dverdad?
VIEJECITA.— Para ml, y pare muchos. No son solamente mis recuerdos los que hay aqui. Esto este Ileno de gente.
POLICIA.— Nadie mds que usted viene yo por aqui. La gente vu chore al cine, o yo nadie viene al parque. Listed solamente.
VIEJECITA.— Se habron olvidado. Es posible. Tendron que buscarse. En-
contrarse. Como use senor gordo, bajito, de la corbata desanudada.
(El Comerciante) Yo no. He tornado mis precauciones. Se donde de-
bo ir a buscarme cuando Ilegue la how. Aqui. Sabre todo aqui.
POLICIA.— eFuc aqui donde conocio a su esposo?
VIEJECITA.— No. Pero, antes de casarnos, veniamos todos los jueves, a
retreta. (TransiciOn) Oh, pero no, no puedo hablar de esto. Me
oirian. Ella sospecha ye. Esto nerviosa. Puede vernos.
POLICIA.— Quien es elle?
VIEJECITA.— Yo. Entonces. Pero, (Picara) yo tengo mis truces. Cuando
los recuerdos liege como si pensara en otra coon. Hago come Si
me preocupara par el tejido. Asi los miro sin que me vean ellos.
Porque ella sospecha ye. Par eso no conviene que yo este aqui.
Ni usted, senor pond°. Venga, vamonos a etre parte. Vendron por
aqui apenas comience la mosica. Tocaban canciones ton bonitos.
Como aquella de to ra me to ra ra re ma rd.... (La ViaVetere. Mutis de maims)
(Una banda ol fondo, toca la Violetera. Todo vuelve a trans-
formarse. Entron El y Ella. Von pasando)
ELLA.— d'Ves? Yo sable que en el momento de Ilegar aqui comenzarian a tocar.
79
EL.— No quisiera que fueras asi, sabes? Yo soy un simple meconico, y
tengo miedo de que te desilusiones cuando me conozcas mejor.
(Se oye, acercendose, el pregim de la Vendedora)
ELLA.— No digas tonterias. gar que me vas a desilusionar?
EL.— No se. Fres tan complicada. Tienes cosos tan rams. Y yo soy
muy burdo.
ELLA.— Quieres que te diga lo que eres? (Cariiiosa) Tonto. (Han solid&
VENDEDORA.— (Entre. Cambia de sonrisas con Ella) ;Caramelos! iCiga-
rrillos! iChocolates!
(Entre el Comerciante, buscando, sec6ndose el sudor. Par ci
lado opuesto, el Nino. El Comerciante vuelve a sally)
jAbuelito I (Se pare en seco al ver al Conterciante y espero
a que este salsa. Transicietn) Miro. Es el.
VENDEDORA.— dQuien?
NINO.— Ese segor. Roberto le tiene miedo.
VENDEDORA.— Por que?
NINO.— No se. (TransiciOn) Abuelita, dome afro paquetito
VENDEDORA.— e( el que te acabo de dor?
NINO.— Se °cab& Es que le day o Roberto. (Han salido)
(Entran el Hombre y la Mujer)
HOMBRE.— dQuieres?
MUJER.— No. Era un capricho, un (Subrayado) ontojo. Pero yo me p056.
(Ella sonrie significativamente. El la mire, pone cora de idiot°
y sale disparado detrOs de la Vendedora)
HOMBRE.—iEh, vendedora 1 (Mutis)
(Entre el Joyen. Le sonrie a la Maier pero Osta no le hoce
caso. Entran el Hombre y la Vendedora)
HOMBRE.— (A to Mujer) Escoge. Es tin ontojo.
VENDEDORA.— Mis felicitaciones.
MUJER.— Estos.
HOMBRE.— (Paga) No estas cansado? No convendra que se sientes un
rato?
80
MUJER.— No se en que estos pensando. dEs que no puede una tener un antojo? (Han salido)
VENDEDORA.— Cigarrillos, joven? Xanomelos?
JOVEN.— No.
(A la Vendedora se le cae alguna mercancia que el Joven le recoge)
VENDEDORA.— Muchos grocias, joven. 'ía no eston mis brazos para car-gar con este trasto todo el dia.
JOVEN.— dQuien la podro estor recordando a usted, pobre vieja?
VENDEDORA.— Como?
JOVEN.— Se explica que eso pareja este aqui. Ella le vo a decir que van
tener un hijo. Y eso no lo olvidaron nunca. Los novios, tambien.
Es una viejecita. Yo b conozco. La he visto algunas veces. Pero a usted,
(Entra el Nino)
NIRO.— iAbuelito
JOVEN.— (Coe en la cuenta) Ah, es el.
(La Vendedora, mirando extranada at Joven, hese mutis con el Nino. Entre el Comerciante)
COMERCIANTE.— Por favor, no ha visto usted a un ninb de unos ocho °hos ?
JOVEN.— Usted no es de aqui, bterdad? (Por lo moderno de su ropo)
COMERCIANTE.— No, no soy de aqui. dVestido.... de azul me parece,
y jugando con un aro?
JOVEN.— (Lo mire. Tarda en responder) No.
COMERCIANTE.— Se me esconde, estoy seguro. Estoy seguro. (El Joven lo mire, sonrie) Soy comerciante. Me Ilarno....
JOVEN.— No. El. Ese nino, es usted, usted mismo, dverdad?
COMERCIANTE.— Empiezo a dudarlo. Empiezo ya a ponerlo en duda. Pero, no. Lo deje aqui. Eso lo recuerdo bien..Se me esconde. (Cierra los ojos) A veces estoy a punto de verb, y de pronto oigo que sale corriendo. Me corre por la frente, por la medula....
JOVEN.— Tendre miedo. Los ninos son muy miedosos.
COMERCIANTE.— No. No es miedo. Es vergiienza. Yo_creo que es ver-gUenza. Se averglienza de mi.
81
!OVEN.— (Como si eso lo explicara todo) jAh!
COMERCIANTE.— Se equivoca usted. No soy un hombre malo. Soy.... co-
merciante. Pero el tenia no se que ideas. Usted conoce a los nirios.
Queria ser mOsico. Como los de la banda. Usted comprenderd que
ser masico, en estos tiempos.... Tuve que abandonar esa idea.
JOVEN.— (Lo sigue comprendiendo todo) Si.
COMERCIANTE.— Pew el no comprende.
JOVEN.— No podre comprender. Los nihos...., ya se sabe. Debio usted
haberselo explicado, con rezones, con ejemplos. Hay uno muy a
proposito, de la hormiga que se pose el verano almacenando all-
mentos pare el invierno, y la cigarra, que se la pose cantando.
Digo que es a proposito porque coma la cigarra canto, tiene aloe
de musico. Es poeta, la cigarra. (Baja la eche= y medita un pace.
Tambien el as poeta. Vuelta a la ironic) La hormiga no, la hor-
rniga vale macho mos.
COMERCIANTE.— Debi helper hecho muchas cosas.
JOVEN.— Todavia puede hacerlo. Convenzalo usted. Despues de todo,
ser hormiga no es tan desprecieble, dile?
COMERCIANTE.— (Demasiado preocupado para darse cuenta de la iro-
nic) Ya no hay tiempo. Ademos, se me esconde. No lo encuentro.
iY tengo que encontrarlo, selior!
JOVEN.— gor que?
COMERCIANTE.— Yo no se que hay despues de la vida, o si siquiera
hay alga. Pero, lo necesito a el. Na se me juzgaria con justicia
si no ye el conmigo. jTambien yo he tenido mis ideales! dCom-
prende?
JOVEN.— Perfectemente.
COMERCIANTE.— Que me aconseja que haga?
JOVEN.— Na se. Veyase a su case.
COMERCIANTE.— iEstoy muriendorne en mi case! Creen que estoy in-
consciente. Me oyen algunas de estas palabras que le estoy di-
ciendo a usted, aqui, pero ellos dicen que es delirio. La fiebre,
scibe? (Sc seca el soder) Yo tambien los oigo, y ellos no lo so-
ben: (Escucha) iVe usted? d0ye? Mi mujer le pregunta al doctor
coma me encuentra. Y el le dice.... (Sc frota las orejas) Ye no se
aye. Me zumban los oidos. jEstoy muriendome! iVoy a morirme
de un momenta a otro! (Inicia el mutis) iY tengo tengo que
encontrarlo, antes de (Ha salido)
(Entran los novios)
82
JOVEN.— (Les cede el bunco) Sientense, sientense. Me iba yo. (Mutis)
ELLA.— Por lo menos, no me negarcis que coda vez viene menos gente.
EL.— Si, es verdad.
ELLA.— Es curioso. Porque siendo el mismo dia, deberia venir la mis-ma gente, flio?
EL.— Yo no se. Yo.... no te comprendo. Ye te he dicho que soy muy
burdo. Yo.... te quiero solamente. (Pause)
ELLA.— Tambien yo. (Se boson) jOh, si pudieramos guarder este dio
pare siempre! jClavarlo! (Transicion) je has dodo cuenta de lo
que acabo de decir? "Si pudieramos guarder este dia para siem-
pre. Cleverlo". Seguramente dije eso mismo la primera vex que
lo vivimos y se ha cumplido mi deseo. ;Yu no podremos sour nunca de aqui!
EL.— Aqui estamos juntos.
ELLA.— Si. Estoy nerviosa. Perdono.
EL.— A pesar de que se quo cuando nos casemos seremos mos felices,
no me importaria quedarme aqui siernpre. Quiero decir, que fue-ra cierto eso que to dices.
ELLA.— dToda la eternidad? Te aburririas de mi.
EL.— No. TO si, seguramente.
ELLA.— No. Es de veras que te quiero. Es de veras que soy feliz contigo.
Es que.... Ya me ha pasado. [re cuento un chiste?
EL.— Buena.
ELLA.— Pues, un hombre que no habia visto nunca el mar, cuando lo
ve, dice: ;Cuomo aqua! Si, le dice otro, y eso que solo se ve la de encima. (El no rie) Lo he contado mal. Es mos largo. No me mires asi, por favor.
EL.— Perdona.
ELLA.— Cueniame to uno.
EL.— Yo no se chistes.
ELLA.— ;Brrrl Hace trio. Que brisa ma's fresco se ha levantado. Viene
del mar, seguramente. Me gustan los veranos. El viento.
EL.— Eres muy bonito. (Pausa)
ELLA.— Me se otro, rnuy bueno. eQuieres que te a cuente?
83
EL.— Bueno.
ELLA.— No.
(MUsica. Se miran)
ELLA.— Serb e tan bonito, que fuera eterno este momento. Par lo menos
vivire mientras yo viva. Seth ml mejor recuerdo. Siento coma si
me miraran. Quizes seen las estrellas. (Las ve) 0 Dios. (Gesto de El.
Ella lo detiene) Piens° bien lo que vas a decir, quedura grabado pa-
re siempre. (Pousa. El to besa) De roses fueron, 'amperes sin tela,
los &boles, /a mUsica, el treinta y cuatro y medio. El color °merino.
Y este piedrecita. (Que recoge del suelo)
EL.— Que dices?
ELLA.— Nada. Pa'cloths sin sentido. Para recordarlas tambien a &los. Me
siento tan generosa. Mira, (La piedrecita) te condeno a que la re-
cuerdes siempre. Las cosas importantes las recuerda todo el mun-
do, no conocen el olvido, pero, estas Pobrecitas. Mira la
recuerdala.
EL.— Buena. La recordare.
ELLA.— ;Quo vas a recorder! A lo mejor te olvides haste de ml, haste de
este moment°.
EL.— Nunca.
ELLA.—Yo si que no lo olvidare. Nada. No dejare que se me escape ni un
solo detalle, ni un solo instante. Ni uno solo. Los guardare, presos,
pare siempre. No pasara el tiempo en ml memoria. Sera jueves
todos los dies, haste que me muera. Y °Ili te vere, y Pie vere,
como estamos ahora. Y me seguire dando rise tu manera de pei-
narte. (Lo despeina, cariflosa. Vuelve a peinarlo con la mono) Te
mirare, tal y corn° te estoy mirando ahora. Y me mirare a ml mis-
ma, como soy chore, porque en ml memoria no pasor6.... (Sc ha
oido. Coe en la cuenta de lo que dice y la invade el temor, pero
se deja seguir hoblando para oirse) el tiempo. Siempre sere jueves,
el mismo dia que se repetira y se repetne, y lo estare mirando....
iAh! (Sc tapa la boca con la mono, angustiada, e inicio ropidamen-
te el mutis)
EL.— dQue te pasa?
ELLA.— (Se detiene y se vuelve, pero no hacia El sine hacia algtin punto
determinado donde fija la °tendon) iSiento como si me estuvieran
mirando! (Mutis rapid°. El sale debt de Ella)
(Todo se hace viejo otra vex. Entran el Policia y el Arquitecto.
Este vista tambien a la moderno, por supuesto)
84
POLICIA.— No, no estO aqui.
ARQUITECTO.— Y dice usted que viene....
POLICIA.— Todos los dies, alrededor de las siete. Es el Unica consuelo
que debe tener la pobre.
ARQUITECTO.— Ya se ha de haber ido. Creo que lo mejor es cerrar
las yerjas de una vez.
POLICIA.— No, estoy seguro de que todavia anda par aqui. Podria que-
der encerrado. Le dara mucha peno cuando yea que se destruye
todo esto. eNlo puede usted esperar a que se vaya ella por su
cuenta? Tendriamos que decirle por que hay se cierran las verjas
del parque ton temprano.
ARQUITECTO.—Le ha cogido usted mucho carino a esa senora, por lo
que veo. Aunque no le dijaramos nada, lo sabria mariano cuando
venga y se encuentre a los obreros trabajando. Desde °fuer°, par-
que no la dejaron entrar.
POLICIA.— Si. Pobre.
ARQUITECTO.— No puedo yo creer que no tenga familia...., algon pariente lejano....
POL/CIA.— Pero es cierto. Vive sola en una habitacion vieja. No tiene
a nadie.
ARQUITECTO.— Hay asilos pare esa close de gente.
POLICIA.— Si. Supongo. (Pausa) Algunas veces, de tonto oirle sus histories
de oquellos tiempos, tambithn a mu me ha parecido air voces, pre-
gones, masica, en este parque viejo.
ARQUITECTO.— Me habria interesado conocerla. (Consulta su reloj) Mire
usted,
(El Policia se ha acercado al sitio desde donde creia Ella que
la mirabar)
POLICIA.- Senora, dque hace usted ahi, escondida?
VIEJECITA.- iChh! (Se asoma, ve qua se han ido ya los novios y sale)
POLICIA.— Quiero presentarle al senor arquitecto del Municipio. Le he
hablado mucho de usted y quiere, conocerla.
ARQUITECTO.— Encontado.
VI EJ ECITA.— jh?
ARQUITECTO.— Que tengo mucho gusto de conocerla.
85
VIEJECITA.— Ah, oh, muchas gracias. Es usted muy ornable. Muy °ma-
ble. Como el senor policia.... No, el senor Guardia. Ahora les Ha-
man guardias, sabe usted?
ARQUITECTO.— Si, senora, lo se.
VIEJECITA.— ;Oh, pero debemos irnos de aqui! Von a poser de nuevo.
POLICIA.— Co[mese, senora.
VIEJECITA.— (Ve lo ruinoso de todo) Es verdad. No me habia dado cuenta.
(Inicia el mutis)
POLICIA.— Quiere que le ayude a cruzer la calle?
VIEJECITA.— (Coe en lo cuenta de quo se iba y regresa sabre sus pesos)
No. No. Es muy temprono todovia. Todavia no puedo irme.
ARQUITECTO.— Sin embargo, senora, hoy se va a cerrar el parque roes
temprono quo de costumbre.... (lba a decirselo pero se arrepiente)
Que piens° usted hater cuondo se decider) por fin a destruir este
parque?
VI EJ EC ITA.— dCorno?
ARQUITECTO.— Cuando edifiquen cases aqui. Torde o temprano lo ho-
rthn, sin dude.
VIEJECITA.— Estare muerte pare entonces. Serie horrible, dverdad? Oir
dar les siete y no poder venir. Separerme asi. Serb e como si me
hirieran, como Si me cortaron en dos. No poder venir a buscarlos
cuando.... (Piensa un moment° en ello) No. Ademes, no haron eso
quo dice usted. Los parques son necesarios en as ciudades. Para
quo la gente tenga donde pasearse, pare que jueguen los ninos....
ARQUITECTO.— Aqui ya no viene nadie, senora.
VIEJECITA.— Porque usted no los ye. Pero vienen, vienen. Y es ton her-
moso ver esto Ileno de gente.... Aunque cede vez vienen menos,
es cierto. 0 sere quo es mi memoria a quo este fallendome y ye
no los recuerdo. No se.
ARQUITECTO.— usted conoce a esa gente?
VIEJECITA.— A olgunos de ellos, Si.
ARQUITECTO.— amigos de usted, le hablan?
VIEJECITA.— ;Que pregunto! ;Ji, ji, ji
POLICIA.— (Al Arquitecto) Venia con su esposo.
86
VIEJECITA.— No, no. No nos habiamos cased° todavia. A 61, de esposo,
lo recuerdo menos. Se hizo muy mai genio con el tiempo. Me re-
gonabe coda vez que me vela distraida, recordando. Porque, ya
desde entonces, dsabe usted? Hostel que mud& y pude dedicarme
de Ileno a revivir los dies de nuestra juventud, a agarrarlos, ten-
derles a mono, pare que no se vayan, coma se ye todo. Y es lo
que hag°. Yo me do un pace de vergiienza. Cambia una tanto can
el tiempo, &erdad? Por eso me do vergdenza que me vean, y
tengo quo recordarlos a escondidas, disimulando. Pero, tengo quo
hacerlo, si no deseparecerian. Porque ellos solo me tienen a mi.
Yo tengo a Dios, pore ellos sOlo me tienen a mi. Uy, que ver-
gOenza me dare el die en que me les tenga quo presenter. No sé
que les dire, que care pondre, Dios mio. (Pausa) Hace fro.
ARQUITECTO.—Senora, ye es tarde y.... (Mira su reloj, impaciente)
POLICIA.— V le puede hacer den°. Ha refrescado mucho. Por que no se
va ye a Cu case?
VIEJECITA.— Bueno. Me ire.
POLICIA.— La ayudare a....
VIEJECITA.— No. No. Prefiero...., prefiero irme solo. Grades. Buenas no-
ches. Hasta methane. Porque manana es jueves. Tambien mane-
no sere jueves.
POLICIA.— Haste manana, senora.
VIEJECITA.— damo es quo era? Ah, Si: De roses fueron, lamparas sin
tela, los &boles, el treinta y cuatro y medio. El color amarillo.
usted? Lo recuerdo. —La piedrecita. Menos mob que me
encontro a mi. Si no, thiinde estaria a estas horas? (Weitz el mutis)
Ah, si, y la mosica. To ra re to ro re r6 re rap.. (La Violetera.
Mutis)
(Poca a poco se deja air la banjo qua recoge y continua la
melodic. Cesa el anuncio, corazem del Hemp°, y todo vuelve
a adquirir el aspect, magic°, pero ni el Arquitecto ni el Po-
licia Sc aperciben de node de ello)
POLICIA.— Va hablando solo. dVe usted cam° se detiene de vez en cuan-
do? Va recordando. Alli donde usted a ve est6 ye casi ciega. El
camino lo conoce de memorio.
(Entran el Hombre y la Mujer)
VENDEDORA.— (Acercandose) Ca ramelos! ; Cigarri llos! ;Chocolates!
POLICIA.— (Siguiendo a la Viejecita con la mirada) Le aseguro a usted
quo hay noches en que a mi tambien me parece air pesos de gen-
te quo se pasea, y coma vinienclo.... de otro mundo.
87
ARQUITECTO.— (Irenico) Si, si, veo que le ha contagiado. En fin, desde
manana a que se oiro son los taladros. Venga, vamos a cumplir
con el requisito de cerrar esto oficialmente.
(Se aye quo en automOvil pita insistentemente)
POLICIA.— (Quo esta viendo) jCuidado
(El automovil frena: se oye el chirrido de las Pantos)
POLICIA.— jMire jLa ha atropellado!
(Mutis de annbos quo solen corriendo a socorrerla)
HOMBRE.— Siantate. Te puede hacer den° caminor tanto.
MUJER.— No, yo te he dicho que aqui no.
HOMBRE.— ;Las bancas son publicus!
MUJER.— (A la Vendedora, que antra en esos momentos) Vercled, senora, que esta banca es propiedad privada?
VENDEDORA.— Je, je.... Cosi. Pero se han ido yo.
MUJER.— (Se sienta).[ron temprano?
VENDEDORA.— Si. Los han venido a buscar..Uno viejecita. Es curioso....
Es la primera yes__ Mirelos, elle von, cruzart la cane ahoro.
MUJER.— Ya no los veremos hasto el proximo jueves.
JOVEN.— (Entrando) No. A esos yo no los veremos nunco.
(Entre el Nino)
JOVEN.— (Al Nina) Se fue con el comerciante el nifio con quien jugobas, &erdad? (El Nino, medroso, no responde) El sehlor ese gordo, de
corbato desatada.... (El Nino asiente con un 'eve gesto) Esto bien. Se lo merecia. (Sonreido). Nos vamos quedando solos. Me-
jar dicho: Nos hemos quedado solos.
(La Vendedora y la Mujer se cruzan gestos significando con
ellos quo el Joven ester loco. Poco a poco, sin embargo, van
cayendo en la cuenta de quo lo quo dice es verdad. La Ven-
dedora reaccionara inmovilizandose, opretando contra si, co-
ma para defenderlo, a su nieto. La receded, de la Mujer es de
en histerismo mudo)
JOVEN.— (Continuando sin interrupciOn. Sonriente, disimulondo asi 511 ver-
dadero estado de &limo) Todo el mundo se va en estos momentos.
Tambien a ellos los recordabo la vieja. Eran el fondo, el marco
de la pareja. Se borran, miren. (Salo la Mujer miro) Menos noso-
tros. Nosotros tenemos vido propia. Quiero decir, pertenecemos a
otros. A otros que no han venido a buscarnos, no sel par quo. Por
lo menos en mi caso. Y que ya no vendron. Han cerrado el par-
88
que. Van a edificar aqui. Por eso les hoblo, ye es hora de que lo
sepan. Pero no, no teman, a este no le pasarg node. Es el otro, el
viejo. Solo que, naturalmente, al destruir el otro, cerraron toda po-
sibilidad de que nos vengan a buscar. (La müsica cesa poco a pare como alejandose) Tambien la music° se va. Se la Ileva
vieja. (Silencio) Oyen el silencio? dY yen esa como neblina qua
comienzo a formarse? Es la eterniclad.
(El efecto de la neblina qua lo invade todo lentamente debe
sugerirse apenas, levisimamente, y esto exclusivamente par
medics luminotecnicos. La Maier no puede retener un peque-no gemido, se levant&
HOMBRE.— (Un poco disgustado, al Joven) dQue le pose a usted?
MUJER.— ;Vente, vornonos de aqui! (Hace mutis con'el Hombre)
VENDEDORA.— iSenora, par Dios!
JOVEN.— (Pause. Mira a la Vendedora) El es en Dios de vivos. De nada nos sirve a nosotros.
VENDEDORA.— Es usted un loco sin conciencia. Ha asustado a esa se-nora clue espera en nino.
JOVEN.— Nina. Los conozco. Se han divorciado, se hen cosado de nuevo,
han envejecido. Yo no se reconocerian si se vieran. Se recuerdan,
si, alguna que otra vez. Pero no lo suficiente para venir a buster-
se. Y Si °bora intentaran hacerlo, ya no podrign. Pero no lo inten-
toren. Yo Is digo que los conozco, los he vista On algunas de mis
salidas. Me he interesado por ellos. En un principio tuve la inten-
tion clei..., de decirles...., recordarlesi... Pero no voila a pena. A usted si no la he visto nunca. Usted ye estaro muerta, por supues-
to. Es este nirio, o, este hombre, mejor dicho, el que la recuerda.
Pero quien sabe donde pueda ester.... (Esta mirando al Nino) En
un pals lejanoi..., en una cartel.... Lo cierto es que el tampoco
ha venido.
(Regresa el Hombre y la Mujer, elle cabizbaja y llorando)
.10VEN.— (Empiexa a ponerse serio) Les dije que habion cerrado. Que vamos a hater chore? Na se. Podriamos aullar, coma lobos. Po-
driamos hacernos fontasmas del torque.... Na , lo van a des-
truir. Gastarnos. Pero, cOmo? \fen ustedes? Ahora comienza. (La
Vendedora - lo interroga con la miracle) Que quien soy yo? Que mos
do. Una de ustedes, un olvidado. Par mis ideas, mis proyectos....
poco lucrativos, supongo. He salido machos veces, me he busca-
Y nada. Nunca he podido averiguar que fue de mi. Aunque
estoy seguro de que me he vista. (Mira al public° directamente y
completamente serio, tragico) Que me ve. Y no me reconoce.
(Esta mirando al pablico mientras cae, despacio, el
TELON
POESIA
ePoema de MORAVIA OCHOA LOPEZ
Quiero arderme en este silencio,
en Ste que es muralla,
en este silencio de rabia voluptuosa,
y tratarme en alegria junto a to cuerpo.
Venguemonos de la soledad, tá, que tambien andas solo.
Somas individualistas
— uric verdad tan cierta! —
pero vernonos en sociedad junto a la noche
y reventemonos adentro,
°Ili donde un alba impudica nos asesta
un dulce alclabonazo de campanas,
y entonces viene el vertigo
come una presencia exquisitamente hurnana.
Ando. Dame to cuerpo cada vez quo lo deseo,
aunque despues me quede vacia.
Te pas° a ti? Te pasa?
No nos molestemos en asestarnos de estrellas.
Todo es volcado, olvidado.
Digamos que tá camas —por ejemplo-
por este solo momenta
un instante placentero, delicado y brutal y pequerlo de ml cuerpo,
y olvidemonos este asco de ser vacios.
92
Yo me pregunto, si, yo me pregunto
a que vendren la soledad, as ojos, el tedio
y el amor y ml impaciencia y el estar viva
y el aranar en vano los recuerdos
y en todas esas cosas Mathes,
y en el mirar y pensar y hacer ese luego no ser nada
y el desear y ese no se cuonto.
Yo me pregunto para que deseo,
para que quiero.
Por que a veces eso cos° que es hombre me interesa.
Yo me pregunto pare que levantarme y ander
(esto es detinitivamente toda la angustia)
y rnarchar angustiadamente junto a mi cuerpo,
y pare que ser Mena
y por que ester vacia.
Quiero orderme en todos mis organos y sentidos.
Vamos. Celebremos este sociedad.
Habra que burger en el color de nuestros miembros expertos.
Nos besaremos integros.
Lo espero.
TO me poseerds. Yo lo deseo.
Y luego? Y por tu cuenta?
Oh! Luego.
Seguramente nada!
93
--Peesia Dnoantii
7114445 hiN0 ?Wt.
A ml °buck, con el cornett
AURORA CAMPESTRE
Salton,
so ken
los gallinitos
y la abuelha
echo el maiz.
Salton,
soltan
as gal Unites
y tras los cerros
asoma el sol.
MANAN ITAS
En las marianitas
las aguas-cristales
se tinen de amor
con la luz del sol.
En las marianitas,
en los hierbozoles,
°jos de rocio
miron a los nihos.
En las mahanitas,
en los arrozales,
el sof esta en granos:
espera tus labios. .
94
SQL Suet's) con
las estrellas...
Canto ml
cannon.
Madre bella:
eres mi
tibio sof?. .
CANCION DE SQL Sol-nuevo pone oro:
dora nitios;
brilla hojas.
Diez niaos canton:
road re!
Sol les do so color.
Cerca a ml alma renueva,
coda niflo, so candor.
Sol le do so color.
yo, les doy ml cannon. . .
SABIDURIA Basada en la fabula infantil:
La Cigarra y La Hormigo.
El dia soleado.
Las hormiguitas,
hacen el pan.
El clic soleado.
Cinco cigarras,
brazos en jarras,
van a cantor.
El die nublado.
Las hormiguitas,
muy uniditas,
van a cantor.
El dia nublado.
Cinco cigarras,
brazos en jarras,
mueren sin pan. . .
95
BANO
En esta corriente, rota
por piedras y troncos mansos,
ml abuela lay& serena,
rni infancia descolorida.
Mi suciedad itan amoda!
Ilevada por la corriente,
desde coda remolino
me enviaba un beso de espuma...
LOS PECESITOS
Un pecesito dorado
seguido de dos azules.
Por una avenida marchan,
cogidos de los aletas,
tres pecesitos bailando.
Un pecesito dorado
seguido de dos azules.
Van canton& una tonada,
alegres por los corales,
tres pecesitos saltando.
Con sus sables de marfil
los acecha un tiburOn.
Al darse cuenta se van,
llorando, as pecesitos.
Tres pecesitos con miedo,
huyendole a un tiburon. .
96
LA IGUALDAD DE LOS PATITOS
Los patitos de colores
—negros, blancos-
tienen sed.
Los patitos se pelean
—negros, blancos-
por igual.
Alla viene mama pato
—mud°, brava-
-quo peso?
Los hermanos no pelean
—nunca, nunca-
ni con sed.
Los patitos son iguales:
todos tienen corazon.
POLLITOS
Pollitos,
abuela. .
Yo quiero
pollitos.
Pollitos,
abuelo. .
de suave
gamuza
bajo sus
autos.
Pollitos,
obuela. • .
Dios tienen
rojos sus
corazoncitos.
Abuela,
pollitos. .
Yo quiero
pollitos.
97
EL CABALLO ESTA CANSADO El cabollo craze el Ilano,
con el amo, bajo el sal.
El cobalt() va cargado
con su pena y el flair
El cabana va cansado,
pero sigue su labor.
Viva el so I, el trabajo
y el caballo del ma iz.
LAS ARRIERAS A los niiios sufridos, con
esperanza. . .
Mil a rrieras,
muy unidas,
van, cantando, a
trabajar.
Todas tienen
su comida.
Nadie muere
por el pan.
Las arrieras
son fe I ices.
Viven -a man-
en la paz. .
EN UNA TARDE DE JUNIO Verde, !uric
y Error'.
Tres nihitos
a su madre
don besitos,
con amor.
Truenos, sombra,
sobre el rio.
Tres pequehos
-ay, su mod re-
se murieron
por el trio.
y I imon.
Verde, luna
Luna y verde,
sin I imon. . .
IA TEMPESTAD
Junto a ml,
dos
ninos buenos
tienen miedo.
Noche gris.
Dos
largos truenos
por el cielo.
LLANTO
Llanto de nino.
Llanto. . .
Lluyia en
mi corazOn.
Sueno de nino.
Sueno.
Sol en
mi corazon.
Siempre que !lore el nino,
domicile con ml cancion.
JUEGO DE NInos
A Jaime de la Torre.
Manitos y rises:
de dos hasta diez.
Ojitos y ojitos
se guinan felices.
De risas y Mentos
adOrnase el fire.
Son nitios-geranios,
que Horan y rien.
99
CANCION DE LA RONDA
La Ronda se va
volando en el canto.
El azul a subyuga;
le llama la estrella.
Ved, ninos: la Ronda
se os ye de las manos,
porque sois sencillos
y estais sin juguetes.
—Vuelve, Rondo, yen;
que Si t'u no vuelves,
cam° jugaremos
los ninos, de noche?
—Me voy a mis nubes;
roe voy a mi sol.
No quiero a los ninos
sin ojos, con mobs
juguetes de trapc.
—Ven, vuelve, Rondita;
quo nos prometemos
ser buenos hermanos
Si nos acompaiias.
Y te Ilevariamos
haste el agua-luna,
coda noche clam,
con una candor'.
Pues seron los nifios
felices y sanos
en la nueva vide;
y tendran mufiecas
y fusiles nuevos.
No seron los viejos
juguetes torcidos
de °tits navidades
de los niFios pobres.
100
Seremos estre I las,
los n 'hos futuros,
sin la male sombre
de mil suf rim ientos.
Y seremos ems
ese nuevo die
en que nazca, el nitio,
siendo luz de so I.
Ven, buena Rondita,
no nos abandones;
Sad buena, senci I la,
cantarina Ronda
de los niRos tristes—.
La Ronda se vuelve,
con sus verdes alas,
y cruza el canto
Fiesta ei corazOn.
Los n Wins, dichosos,
abrazan su Ronda.
La Ronda-redonda
tombien los °braze.
Escuchad sus cantos
de a mor, y sus rises.
(Sed buenos, sed buenos;
que la Ronda vino.
Con los otros nifios
seremos fel ices.
Con todos los n Wins;
con la human idad). . .
101
VACAC ION ES " Quernalo,
quernalo
por ladrOn.
Que lo quemen,
que lo quemen;
que lo vuelvan
chicharron. . ."
El viento en calms
repite el juego.
La noche, sin Juno,
es un lobo feo.
La abuela, alegre,
mire sus nietos
jugor sin June,
con tante hie.
" Quarnalo,
quemalo
por [adrift'. ."
El viento duerme.
Los nines suefian.
La ebuela . . triste
sin k canciOn.
" Que lo quemen,
que lo quemen;
quo lo vuelvan
chicharran. . ."
CANTO A mis bermanitos.
Viene lo feo. .
Estrellitas:
dejadlo poser.
;Celled!
Viene lo bueno. . .
Hermanitas:
amemos k pea.
;Canted!
102
LA RUEDA DE LA PAZ
Una rueda de dos royos,
rueda mio,
rodara.
Nuestra risa de dos ostros
—nino y nifio-
luz sere.
Una noche, con los arios,
mi amiguita
cantor-6:
" sin la guerro de as mobs,
todo es vida,
luz y paz."
coro
Samos a vide.
Dadnos a paz.
POPOLI NO (vide)
Popolino es gordo y fee:
tiene un ojo en el ombligo.
Sombra. Gritos. Mucho miedo:
huyen con temor.
Popolino: mole y rico,
come —nibos— sin sazon.
Oyes, nino, voces, ruidos?
Popolino vo en 0 viento.
103
POPOLINO (muerte)
Popolino se mane.
Nadie flora: todos rien.
Junto al agua von los niFlos
persiguiendo mariposas.
Popolino se murk:).
Fue perverso y mai amigo.
Noche. Luna. Todos canton.
Popolino yo no este].
REVELAC ION
—Nardos y lirios
me trae pop&
Todos son lindos;
porgue serci?
—La Tierra,
es tu mama. .
CANTO EN LAGRIMAS
Vuelo. Canto. Vuelo.
Canto. Vuelo. Canto.
Siete.
Ocho.
Nueve.
Tordos en la tarde.
Lloran -piando- [loran.
Piando -Horan- piando.
Siete.
Ocho.
Nueve.
Tordos en la Jouia.
104
"CANCION DE CUNA El cielo
se tine
de awl y
morado.
Las ayes
se col len.
La luna
se asomo.
Ved, ninos:
le sombra
se viene
so P to ndo.
Eh, ninos:
dorm id,
que viene
Is nano;
o leg re y
contend°
la cancion
de cuna. . .
EL COHETE Tres. .
Dos. . .
Uno. .
—A la luna
ye el cohete.
L lava un gato
y un ratan—.
Fuego. . .
—Este I isto
ml cohete.
Quieres, nino,
ir host°
el sol?—
105
ROMANCE DE LA DESPEDIDA
A ml primito Manuel
de la Torre.
El nino se quedo solo
oliendo la despedida.
Dos perlos clams, fugaces,
brilloron en sus mejillas.
La angustia tifi6 su frente
orlada con luz de dia.
Y en su tierno corazon
es su !lento una elegia,
que dedica su inocencia
a la madre, en lo partida.
rota, per su dolor,
se va la madre divine.
Y el nino se queda blanco
oliendo a despedida. .
106
CUENTO
Por CARLOS DE AGUILAR MERLO
Estacion del Mediodia a las veintidOs treinto, trasbordo a las seis
de la maGana y ya de nueve a once sin bore fija y con una posibilidad
de retraso en la Ilegada equivalente en tiempo a la del recorrido, a este-
don reseca extremeiia calcined° por el sol rodeada de eucaliptos, galli-
nes, una cobra y on cord() otodo de tine pato, cerca de donde espera uno
de los dos Unicos caches de alquiler del pueblo. Todo ello despite's de
cruzar toda Castilla, media Andalucia, y entrar en Extremadura, ye cer-
ca de Portugal y despues de bajar de tin vagain viejo y sucio quizth desin-
fectado par Ultimo vex el die en que fue inaugurado por algOn viejo Di-
putado del Distrito, o quize aim antes y sOlo al seleccionar Co madera que
habil° de formorlo, porque desde el mismo die de la inauguracian, o qui-
za desde que se comenz6 el tendido de las vies o macho antes tel vex,
desde que solo foe proyecto en alguna cabeza mos adelantada y progre-
sista que la de sus contemporOneos, se adivin6, se supo, se tuvo la plena
conciencia que ',Gloria de transporter mos animales que persones. Y todo
ello sin cantor las canines y otras bestezuelas que Ilevasen bajo los asien-
tos, y no escondidas porque se les permitiria Heverlas, y cOn en el mis-
mo regozo, entre las manos Gallows y disformes que no hobian tenido
en toda so yid° tin libro ni par la curiosidad de saber como estaba hecho,
y tel vez Gun ni siquiera podria asegurarse de todas ellas que hubieran
sostenido on periodic°, si bien se dabo la circunstancia de haber costea-
do con so sudor, con su dinero, o eon con la misma carencia de 01, y con
so sangre en cientos de °hos de guerra, pillajes y saqueos de celtas, fe-
nicios, romanos, godos, moros y fronceses, el derecho de emisiOn de pen-
somiento, de la inviolabilidad de domicilio, de la libertad religiose, de
imprenta, y tantos otros derechos politicos, que ellos ni sabian que exis-
tian, ni usarian en toda so vida, cOn habiendolos conquistado y ofianzado
con su sudor, con so dinero, o con so misma carencia y con la sangre de
los suyos.
Pero Teresa, la aloud°, no es ma's que on nombre de mujer aunque
tuviera tres hijos y abandonara a so florid° que luego seria el abuelo.
Y no porque naciera Gabino, el tonto, sin que ella hubiera tornado parte
como debio ser, siendo la mujer del que foe el padre, sino porque quiza
-fuer° 01, so marido, quien a forzo o abandonarle. Pero Si foe 01, quien
108
la forth a marcharse, no ford° en seguirla, aunque en direccion contra-
ria, o solo en otra pora quedarse coma hizo haste su muerte en on pue-
blo cercono, no meis de tres horas via del tren adelante Ilevandose todo
el ajuar de Teresa, su mujer, par la fuerza, o regalado o dodo par elle
que, porque le abandone quiso conservor a todo lo que pudiera recordarla
en la cosi], o en la otra a donde despues se march& paw aliviar su dolor
y no aumentarlo coma se dijo al dejarle las cases, pues decidida a &Don-
donarle coma estaba, alga queria dejar fres ella, ya fuera par bonded o
venganza, edemas de los tres hijos. Y aria, en el pueblo cercano, no mas
de tres bores via del tren adelante, vivia pensando en sus hijos mos que
en su mujer, pues los recogio su cunado, o tal vez los exicio par° si par
considerar a sus padres incapeces de cuidarlos tantos anos como hada fal-
ta hacerlo, dada que a madre, so hermana, le vendio o rnalvendio, nadie
lo sabia, todos sus bienes pare irse lejos del "condenado pueblo can solo
luz electric° tres horns al dia pero sin ague". Y el padre, luego el oboe-
lo, empezario ya a hither carantoiias a la hija de su cried° par vicio o
par costumbre, coma se decia, o par resentimiento o vengcnza coma el
mismo podia pensar. Pero que lo hizo fuer° una u otra la cause, lo con-
firma los hijos que nacieron de annbos, desoues.
Pero lo que no podia esperorse, porque es focil ocupar on puesto que
no corresponde si se sabe aparentar, es que cuando a muchacha fuer°
madre de los dos hijos que le dio, o ague' la hizo quiza pans sentirse de
nuevo padre y esto lo confirm° el hecho de que la madre comi6 durante
Code su vide en la cocina, y el abuelo, que char° solo era pcdre, con sus dos nUevos blies, Trinidad y Jose, en el comedor. Porque si bien no-
pudieron cosarse porque todavia tenia que existir en alguna parte so pri-
mer° mujer, Teresa, porque la madre de Gabino no podia ser llamado
primer°, si pudieron corner juntos y dejor de Hamarle don Paco, coso que
estuvo hacienda mientras vivia, dando can ello origen a que se dijera que
fue a misma madre de ella quien la puso en la coma de el, hacienda
fuerza si fue preciso, Cal vez par amor y no interes, o solo vanidad, cosa
que tendria que intentar mas de una vez hash° que ella aprendiera el
comma, a no ser que ya no le importer° despues de metedo la madre
par primer° vex y el la recibia nada mos soltarla lo misma madre. Eso
siempre que no fuera ella quien lo hizo cuando so madre no la vicilaba,
par no poder sujetarla bien cosida o sus faldas, para impedirlo que fuera
a retozar oozes° can el senor en la coma.
Si, asi era el pueblo, uno mas de Extremadura, peque6o, recogido y
agrietado por el sal coma una verruca nitratada o el pezan de una cerda
en aria. Mucho sal. Pace aqua. Un pueblo no marinero. Sin horizontes.
Un cieto alto y lejono. La miracle de sus vecinos, aorta, recogida y sus-
picaz. Como los dedos de una pato de canine cercenada, tres commas
perdidos, dando tumbos le comunican. Uno a la estacion distante on par
de kilometros. Otro a Mataredondo, el pueblo mos cercano y mos peque-
1 09
no de los alrededores, o tel vez aldea solamente. Iglesia, AlcaIdle y Cuar-
telillo de la Guardia Civil. Tricornios negros, cherolados, brillantes, sobre
lc porde berm. Gente sufrido, reale, buenos tiradores, andadores de todas
las serranias y montes. Maxima autoridad, un Cobo. El otro camino al
cementerio y pot no terminar alli, per no morir . tombien entre los altos
pinos y cipreses va estrechandose haste solo ser una culebrilla polvorienta.
Llenando los campos, entre los tres caminos radicles, mochas veredas an-dodos de hombres y bestics. A los lados, a la salida del pueblo, estiercol de nino, de hombre mos adelante y de burros y mules siempre. Pueblo sin
presente ni porvenir, pero con macho historic, en especial la lglesia con
su esbelto campancrio. Su antigUedod este fuera de toda critic° o dude.
Es de siglos.
Y en unc carte recta y empinado que ye desde el Ayuntamiento has-
to los lavaderos publicos fuera del pueblo, viven, ye crecidas y viejcs dos
de las Nos de Teresa y don Paco. El tercero, el hijo morcho . del pueblo hcce muchos onos, cuando era joven. Todo es cruzar una puerto y luego
la caPe y se craze a otro puerto, porque viven enfrente, con la estrecha
callecillo pot medio. Asi se espion, y se odion y se amen mos focilmente
dando salide a su sexualidad contenida, pues ono es solterona y la otra
viuda. Si es verano, todo abierto, entrando la luz y el rare a raudales
en una case. La etre cerrada. Si es invierno, entrando la iuz discretarnente,
ol mismo tiempo que se ventila. La otra case cerrada. Porque a uno, a
pesor de haberse casodo y enviudado o tel vex solo par haberse cased°,
le gusto la luZy la limpieza, o quize sea a los hijos, o solo o la cricida.
La otra hermana, no ventila, ni abre, ni aired, Gangue sea la tie del que
sera su Senoria, porque todratia no lo es y pasaron machos °hos antes
de que lo sea, y soncron muchas maldiciones de su hermano por hober
oprobado la Oposicion a Correos y Telegrefos. Esto sere mucho antes, pot-
que macho despues sera cuando Asuncion se vuelva loca y hope por las
berms de su marido maldiciendo la finca.
Pero aquellas diferencias entre los dos cases no todos las notan, ni
siquiera con la misma intensidod. Para Cabin°, el tonto, el de madre
desconocida, el que puede ser hermano de ambas si es cierto lo que se
dice del abuelo, no hay diferencia; es solo cuestion de lager y direccian.
Si vive con una, al sclir para ir o la braberio, doblard o la derecho, si
vive con la otra, sere a la izquierda. Porque ellas, envueltas en sus ne-
gros ropes, no soden hace machos cos, a no ser a la Iglesia los domingos,
al cementerio por los Santos y a la finca en uno de los caches de claw-
ler, cuando es necescria su presencia por lc recolecciOn, carboneo o esquila.
Gabino, hueco fantosrnOn clegre, badajo sin campana, eslabien frus-
trado de una costa, asciende torpe par la escalera que une el piso bojo
de la case grande con el satono, donde duerme pared par medio con la
cocinera. Lo espalda encogida y curve pare no dor con la cabeza en el
techo, agarrado con la mono derechc a la pulida barandilla pare no coot
110
•al sOtano ya que no jtiene suficiente fuerza pore fiarse solo de sus piernas,
aquellcs piernas que cuando joven, hike yo muchos anos, tantos como
cuentes y misterios todo junto tiene un rosario, no se atrevicn a salter o
no sebian o no podion, unas tenazas de coger tizones y atizar la lumbre
abiertas que le ponian en el suelo diciendo: "Salta, Gabino, solta". Pero
Gabino, con los pies juntos, grandes y perdos cern° liebres encarnadas,
toed'', con tacen y dedo gordo con dedo gordo, encogia las rodillas y se
agachaba, rids bien se crrugabc dispuesto a salter y volvia a levantarse y
de nuevo a arrugarse y movie los brazes, bamboleandolos afros y adelante
pero no contra el cuerpo, sine contra el aire, comic si se agarrase a el
esperara agarrarse y que de pronto surgiera un asa par° botar, no saltaba
y resoplabe transpircndo a as incitaciones jocosas de: "'Salta, Gabino, Sal-
ta". Porque las tenazas eran pequenas, no de un metro, ni de cincuenta
centimetros y si tal vez de treinta, pero que abiertas y en crux serian to-
do lo rids un crucifijo de los de dormitorio de cualquier habitacioni del
pueblo, pero nunca de °loan° lapida del cementerio aunque fuese de la tumba de Glean Mho.
Ya °tribe, en el piso, cogia las dos pesetas de manes de la hermana, si es que lo era, como podia sorb o otra, la quo vivia enfrente, y mar-chabo a la barberia a afeitarse per ser sobado. Pero lo que si diria siempre
y no "grades, hermona", seria "oracles, senorita", de una forrna fatal,
absorvido, asimilado, pero nunca odiando, y ellas ya no sentirian la vex
del hormone tonto, si es que lo era, per sentirle durcnte tentes °nos, sine
la del cricido pues, pas6 a ser el eriado de ambas ounque trobajara para
coda uno alternativamcnte, pues ''fas dos Ilegeron a refiir por no mantenerlo
segan se decia, aunque puede ser que ni riftercn. Para la softer°, aunque
millonaria, "era una cargo que no podia sostener" y aunque fue siempre
el cried° de las dos y no atm cosa desde quo pudo moverse, o ellas le
vieron moverse lo suficiente como para poder servirlas, pero sin espiarle,
esperando simplemente, presintiendo y sabiendo a la par que crccian, que
ese memento Ilegoria, decidieron despuos de renir, si es que riiieron y no
es quo se alegraran al encontrar tel soluciOn sin haberse insulted° antes,
reprochandose a manutencion del hermano Santo o del cried° fiel e inutil,
segan le llamaran en su profundo intimidod o tal vex solo Cabin°, el
mantenerlo ambcs ofternativamente y mensualmente rebotondoselo coda
treinta dies y aán descend° hacerlo yo el veintiocho per la noche, haste
que la mayor, tembien millonario, se hizo cargo definitivamente de el, yo
viuda desde que mataron al tendero por becto segan unos y por no per-
mitir poser a la gente por sus tierras segan etros, pues le hacian una vereda
pisondole los trigos, per lo cual la aro para evitarlo. Pero no lo monde
arm el esesinado avosallando derechos ajenos de sus convecinos, sino tan
solo par ser suyo y sin for= o nadie, °rand° a finco que era de su mu-
jer y que esta here& de su tie que la recogio comprendo tambien la fine°
a lo madre fugitive, y sin valerse como tambien se murmuro de .ser el Alcalde del pueblo en ague! entonces. Y si puso una denuncia al quo
nuevomente reincidio pisando su sementera, no fue motivo ni cause ra-
clonal suficiente .pare que a la Ilegada de los anarquistas al pueblo del
curd se hicieron amos, o a su simple manifestacion y reafirmacion doctri-
nal, pues ya estaban en el, le mataran, a no ser y pudo ser 0.51, que no
fuese el denunciado quien le mato, puss ye heroic muerto, sino su
quien Co hizo, dado que el, de resultas de la injustificada paliza recibido
en el calabozo del Ayuntamiento habla muerto el dia siguiente a la de-
nuncio y destrozo en el sembrado, aunque si bien se le dejo de vet par
as callejuelas del pueblo, sin sentirlo quint .] ni su familia, tambien se, ase-
guro haberlo visto en varios pueblos cercanos dedicado ai transporte, par
ganar mOs y trabajar menos Ilevando bultos y paquetes sospechosos en
epoces de tante necesidad par tan reciente el final de la guerra, naciendo
can ello una fame mercantil dedicada en pequerk escala al mercado ne-
gro. Pero esto fue aiks despues cuando par su confuse vide ambigua a
nadie podia importarle si vivre o si dijo con un tono de voz neutro pero
convencido que: "una forma honrada de vida solo puede conducir ol
fracaso".
Que albino era querido por toda la familia y no solo par el tiempo
de su integracion en elle, pues Micaela ya llevaba quince arios sirviendo
can la hermana soltera y coda dia era mas °diode, quize par ser mudo
testigo de sus manejos sin poder impedirlo o solo evitandose despidien-
dole, Co cud no era solucion, pues cuancio Heger° con los cubos de tri-
go, recogidos en case de su hermanc, otro seri° lc que la viera cometer
el pueril robo; lo demostraba haste que la mujer del hermano de ellas,
que se fuge del pueblo par no ciguantar o hermanas, padre, modre y tic.
todos ellos fugitives de los otros y de si mismo coma fantasmos en conti-
nuo peregrinaje, par temor a ser destruidos par los otros, absorvidos par su
total afar' de dominio y de outocreacion en los demos, o par no querer
ser simplemente un hombre de pueblo o no ser aguantrado par todos elks,
tan unidos y tan iguoles. Par ello cuando iba al pueblo de tarde en tarde,
porque se lo pedian pare que descansara alli de Co atareada y nerviosa
vide de la ciuded, durante sus vacaciones y no pare presumir de su apos-
tura y educaciOn como tambien se decia, le miraba fija y tristemente
viendo algo en aquellos oios azul claw y en aquellos manos regordetas y
pequenas con tries estriadas desde su nacimiento a su reborde ennegrecido
y le hablaba y preguntaba cases, par solo saber si las sable o si recordabo
o podia recorder, repitiendo estas escenas todas las tardes o casi todas
as tardes, con k misma ilusian y esperanza de poder romper la mem-
brane que encerroba su cerebra alejondolo de la realidad.
Micaela, bamboleante, rolliza, eunuca y torpe, con las mangos del
traje negro remangedas par el coda dejando ver sus carries blancas y fo-
fas, friega, bate, abrillanta tenor seducido y arrullada par su propio mo-
vimiento, lo artesa que luego ha de Ilenar de cecina mientros ve sin mi-
112
ror a so senorita que irritada soporta la estancia del sobrino con cansan-cio pues ya quisiera verb o lejos, 0116 cn In ciudad donde no pueda alterar su vide.
Si, chore se ye obligada a guisar, cuando ella comic sencillamente, sin gula y sin causal - gashes, con un gazpacho de pepino y tomate bien
sazonodo con mucho aceite de olive y unas uvas flotando en el cold° o
unas sardines °sodas enteras, si habian :raid° pescado al pueblo y una
vecina ay's° antes que se ccabaran, o sin6 simplemente y sin padecer y
sin pensar en los jamones y salchichones colgados en la cueva, se acos-
taba a descansar despues de cellar una raja de melon y mordisquear un
pedazo de pen. Porque su senorita estaba enferma o decia estarlo, y no
se guisoba y ni siquiera se encendia a lumbre no gastando ni carbon, ni
len°, aunque el cortijo ya estuviera produciendo muchos carros de bueyes
al ono de ambas cosas, o clon estando enferma no lo parecia, que no era
mucho de creer su enfermedad cuando le permitia tante rnovimiento, tante
conversacion y haste trabajo fisico en la fines cuando ibc. Pero todo eso,
quize heredado sin saber de quien, todo eso que constitute so verdadera
vida de miseria y riqueza, de fuerzc y debilidod, que atraio y repelia,
to rompia como si lo cortara con un cuchillo su sobrino a su llegada de la
ciudad, colocando el corte a la vista y manteniendo el cuchillo en alto
dispuesto a seguir cortando porque, detente de 01 no se podia hacer esa
vide aunque le supierc todo el pueblo y dijera y csegurara con debit voz
y ojos cansados que estabe enferma y que no podia corner, ye que con
solo mired° sin Ilegar a hablar ni despegar los tablas, o quiza precise-
mente por su mutismo, dcba a entender que no comprendia esa miseria,
siendo su actitud toda de incomprension y extraneza, porque era miseria
y par eilo violento convivirla y por ebb, cuando habia permanecido unos
dices en el pueblo que nunca pasaba de mes y medio, ni aun de un mes,
comenzoba a babies de su vuelta a la ciudad. Al principio y cuando era
mos pequeno, por sus estudios, yendo solo en verano aprovechando los
vacaciones, y luego, coma seria rnas adelante par el ejercicio de la pro-
fesion, solo cuando conseguia ser sustituido por un companero.
Pero Micaela no comprendia como su senorita con un cortijo grande
como no habia otro en el pueblo, sino era el de su propio hermana la
viuda amargada porque le mataron el marido, y que heredcron ambas par
partes iguales de su tiro que as recogio y que siendo de &las compr6 a
su modre pans luego volver a dejerselo en testament°, desheredando la
madre con la yenta y el tio en testament° al hermano que se fue del
pueblo y padre del sobrino que venia los vercnos, podia dormir no ya en
on cuarto pequeno, sino ni siquiera en un cuarto, que estos, cerrados y
amueblados y enfundados sus muebles permanecian sin uso, sino justo
debajo de la escalera, en el reborde que hada la antesala con la subida
al piso alto, °Ili fue donde se situ° o encaj6 una coma, o pequeno catre,
sin respaldo a la cobecera, ni en los pies. Con unto cortina sujetada y [tie-
113
go clavada al reborde de la escalera per debajo del nacimiento de los
barrotes de M barandilla forjada de hierro antique, tapaba el hueco donde
cable justo la coma y una sill° donde ponia o orrojoba la poca rope que
se quitaba GI tirarse a la coma, quo nunca acababa do desnudarse usando
tel vez la combinocion de camiso de dormir haste el extreme quo cuando
se senile enferma o tal vez solo . =sada y se acostaba tempreno, hobia
quo levantor la cortina y a tientas, con uno mane en la coma y avanzando
los pies a rastras palm no tropezar con sus propios zapatos o tai vez el
°final no escondido del todo bajo la coma, esperaban en la oscuridad quo
se sentara inclinondose hocia adelante pare recibir el beso de despedida
con quo se le deseaba pasara una buena noche. Y tanto es asi quo le
gustabo su nido debajo de la escalem dominando toda la planta baja y
las hcbitociones superiores, quo on temporadas quo no venio la familia de
la ciudad o los hijos de su herrnana no nelson a veld°, aán viviendo a tres
metros de su puerto, justo la onchura de la calle, per ester enfadados cosa
muy frecuente pore poco duradera, permanecio aletargodo, invernando, en
la penumbra a veces tedo un die. Luego, a cualquier hero del die, Micaela
olo uno vex somnolienta y dolorida pidiendo quo se hiciera algo de comer,
pues no merecia la perm guise, - ye quo no habla nodie on lo cosa. Y
caela, debil per vogancia, indiferencia, o antique opego a su senorita no
encendia ni siquiera el anafre evitando el ttrarse GI suelo de rodillas y con
las manes on los boldesines soplor haste conseguir las primeras Ilamara-
des, y solo era abierta uno orza de puerco on monteca y otra de aceitunas
en aline y con un pedazo de pan y queso rondo, comic, o cenaba segfin
fuese lo hora.
Gabino, recostado on la puerto de la case on que este mes \dye, ve
saiir a la senorita, miontras Micasla cierra la puerto despues de °soma: -
la eabeza y mirar colle arriba y cane abajo. La ve caminor envuelta on
su negro vole quo cleanse a golpear sus espoldos y .murmura: "Pero quo
male eres, pufietera. Pa ml quo muerta estabas mejor", y ella abstraida
y distante no puede air el insult() lanzado par Gabino, quo tiene tan male
lengua y tantas novicis come nnozos le hablan. Sus dodos regordetes y cor-
tos lion un cigarrillo torpemente. Al major la goma con la lengua moja el
papel on exceso y al Ilevarlo a la boca pare encenderlo, rueda el taboo°
per la pechera de su chaquetilla de pane destenida color barquillo. Lo
retuerce y aprieta pare quo no escurro coma arena lo quo aim queda dentro.
Ye la senorita se pierde por la esquino de la cello muy derecho, a
cause y per efecto de la fajo quo le comprO su cunada en la eluded el
verano pasodo cuando se hizo un traje quo luego se le quedo estrecho,
cuando Cabin°, sin verla, pore mirondola porque hace ruido on la cello,
porque altera el orden anterior, porque se funde con el olor a pan cocido
y joro quemoda, y al frescor mananere, enciende su cigarrillo con la cc-
beza inclinada, vencida hacia un lade patio no charnuscarse cejas y pee-
tones, como viene hacienda desde hace muchos ones, quo ye ni recuerdo
114
los que son, o no supo ounce, porque si dificil es overiguar los ahies de
la iglesia o del retable, mos oun es saber cuando nacio Cabin°. "Pero que
male eres, puh- etera, que mole". Y no fue un insulto, que no fue tal su
intencion, quo no habia tel en el enunciado sino una simple di irmaciOn,
coma si dijera quo llovi6 o que tonic] hombre pero, no para que le dieran
de comer porque era horo y su estomago, ocostumbrado a comer periodi-
carnente, como pudieron lograr y obtener de cualquier bestia del establo al
suprirnirle el pastoreo continuo, hiciera desprecio a los alimentos que tenio
que digerir, sine porque sentio quo tenia hombre, come siente que este
vivo y que puede morir.
Quo cl cortijo es suyo y de su hormonal viuda todos lo saben, por
helper sido de su madre y luego cornered° por su tio el cue] as recogio y
luego se la deja en herencia. Pero no del hermano, quo fades riinieron con\
el y tuvo que morcharse del pueblo attend° su hormone entonces cased°
con el tenderetc aprendio a mcdir las toles con la vara cuccirodo dc mo-
dem y a dor procios de toctos los articulos arrincontedos por bend°, pun-
quo, hey quien asegura que no pisti ni une vez el umbra! de la puerto,
o quiza abandon6 el pueblo mucho rinds tordc, cuando ya era viuda, pues
cuando tomaran el pueblo mataron a los sePoritos errojordolos destrozodos
a la mina que con los cables coriacios y need° por faits de bornbas, qua-
d° pare siempre sin pc:terse expiator, por ser mas costes° sacar el CCM°
y ponerla de nuevo en produccion quo lo Gue iba a rondir y aqn al MISMO
tendero par beato, quo no hubo fiesta, rezo, ni sermon donde no estuviera
por devocion, sumision a los origarcas orgarfizcdores a costurnbre arroigoda
en su alma coma podia set la dc chapel - la mina del lapis antes de hacer una
cucnta. Quo su herrnana se casara con un hombrecim tan apocado, timid°
y torpe oliendo a core y aqua bandit°, nunca se lo ha exeliccdo a no ser
que fuera par °fon y seguridad de poderlo toner dominodo no ye mos ado-
tante, sino desde el primer dio del rnotrimonio, como lo tuvo y cc vial desde noyios.
Porque fue su tip el quo se lo deje> a ellas, porque pare eso las reco-
gig, y lo puso en ei testamento y no Is hicieron ponerlo, corn° mole cente
decia aprovechandose de su enfermedad, solcdad y solterio, y haste se dis-
curio par as cantinas en oquello &poem pan] que el cortijo de su madre,
el del alto petion y los grandes cotos repletos de caza, no se perdiera en
manos extrolias. Pero aquello ya no se sable bien porque se hablo rnucho
y se hablia tanto que ya no qued6 nada quo &dr durante los ones quo
siguieron, que fueron muchos, porque de tanto hablar, las palabras, como
el ague, lovaron el tema y lo dejaron sin olor y sin sabor y sin nada, coma
cristal o piedra de rio, porque fue coma lo de Gabino, quo nadie sable ya
quien em la madre, ounque sospechaban quien fue el padre, ni Is impor-
taba, ni lo sabja, ni queria soberlo, porque tampoco habia quien quisiera
saberlo, ni merecia la pena toner una respuesta pore quien no iba a hacer
esa pregunta, que ni el abuelo, su mismo padre, podria aclarado, Ileg6 a
decirse, si acaso fuera preguntado.
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Pero ells, que pudo comprobar la bondad de su tio, no pucio saber
lo bueno que era Cu padre, porque este, cuando ella pudo proguntarse si
fue bueno o male, o solo indiferente, ye no le import-06o, porque ya no le
consideraba coma padre, que viviendo ella con el tio que compre el cortiio
quo era de Cu misma rendre y quo eerie suyo si era lo suficientemente lista
coma decian, o era lo estrictornente buena como tornbien doctor, otros,
paw parecerlo, y viviendo aguel con una criado que tenia una hila que
acabaria mei siendo su madre la <dada de un hombre quo no respetaba
mujer atguna y quo Cu propia ruttier no respeto, tal vez par eso o per otra
cause quo: no quiso dor a conocer ni deje descubrir, porque nunca tuvo
tieingo de decir o razon que alegter, porque &alio corriendo del pueblo co-
ma un fontasma esfurnandose en Cu pequelio vacio hastiado horizonte, con
el dinero dc los bienes que vendi6 a Cu propio Herman° pare no perder en
la yenta o que sus hijos Sol vez tarnpoco perdieran sus bienes cunque elle
los vend:era, Cl es que lo hada por ellos, puce el era soltero y no tenia
herederos, salvo quize ella misrna y su otro hermano clue ye ne heredaria
puce se enfrentO con Cu propio padre y con Cu tic, marehandose del pueblo.
Que Cu madre od:aba con toda Cu fuerza ol "condenado pueblo con
solo be electric° tree bores al die pero sin ague", lo confirm6 con Cu
huida marcha liberadora, aunque tuviera que soportar Cu propla presencia.
Saber lo bueno, pues, que ern a pudo ser o todavia podia ser su padre,
ye no le importabo puce en cuiciar un tic enfermo y en vigilar uno hacien-
da y una hermaric con iguales derechcs cobra, le mismo hacienda, haste el
extremo quo hubo que repartirla entre los dos, se ie iban los clias sin so-
ber coma ercn, y sin done tiempo en pensar quo hi:tibia tambien varies
se,fioritos en el pueblo clue pensabon en ella corn° posibiliclad motrimoniai
y en el cortijo quo dej6 de adrninistrar Cu padre pare irse a vivir, can solo
el ajuar de Cu mujer, con una criada y Cu hija, cuando aquella le obandonce
Y est, desconfiondo del cariiio due podian fingirle, por cater Cu posi-
herencia y segura dote, sin comprender que era hermosa, dej6 de serlo
y entre) en la vejez, cola y arnargada.
Con el cigarro a medio consume. Hen pegado ensalivcdo en la coral-
sure de la boca, sujetandolo con el canto chato de las Meets arnarillentas
cuando lo despegaba de la bocci, quernandose labios y yemos de los dedos
o sin quemarse ni boca ni dedos pues en tal caso lo habria tirado, vie Ga-
bino volver de ia Iglesia a la Feb, de don Paco. La acompaeaban las de
Capel, ereutadas y pandas como fantosmas realer) surgidos de las profun-
didades de °Igen convento viejo y derruiclo, andando despocio, pegadas,
inclinadas, con les cabezas juntas habiando urgentes y misteriosas coma
si no dispusieran de tiempo ni de espacio per toner quo desaparecer ante
un misterioso destino.
El vino de las cantinas corriendo jugoso garganta abajo calento bs
sexos y &egret las mentes, per aquellos dias a la evocacien de la concep-
tion clandestine de Cabin°. Porque don Paco pudo ser el padre de Gabino
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y un dia Ilegar con 01 al cortijo y oposentarlo alli en olguna tibia amo-
niocado cuadra, diciendo, "esta es to case, doernne". 0 tal vez no fue ni
eso, ni tcmpoco as', sino que 01, Gabino, Mega alli o pedir trabojo, o solo
comida, sabiendo quo eran gente rico, como uno mds, y sobiendo quien
era, o adivinandolo al verle, o informed° por la mismo rnadre que le diria
"tu hijo Ira a pedirte trobajo. Cuida de el, es tonto. Yo ye hice todo lo que podia, pram su Hen y para su mai", o Sal vez tornooco ocurrie osi,
y 01 don Paco y elk) le cuidcron, no en la case grande como un verdadero
brio, sino there, con lc madre, entre yunteros y pesrares, y elle un dia
fue, quiza a trobajar a otro 'ado, ya envejecido para tenor otro hijo o no
quericndo tenerlo amorgamente dolorido de lo cue sus entrairms vomito-
ban, y el cued° alli. Quedo Gabino varado corn° una borca, 0 corno cual-purer pescado coleteando torpc, -redo de algo, sin dorse perfecto cuonta cue ello, su vornitadora, so habia ido y quo en ocrelonte le falt -aria su pro-teccion y quo ye solo tendrio quo tralsajar porque el no le defender's pues,
su defensa, serfs °Igo sucio, insana y haste periudicial paro cmbos, o don - dose cuenta, o tan debilrnente que ni el rnismo se daria cuenta, captando
solo instintivamente un dthbil flujo de no agresion y desprecio.
Lo quo no se podia negar, por mucho vino cue carriers, es quo Go-
bino era bucno. Quiz° por ell° era querido sirviendo de base sin dude su
oricen, y as', con los oOos, fue mimed() y trotado comb un nifio pegueno
al quo todos quitaban osperezas de su comino. Que don Paco creg y haste
foment< este comportomiento es tan posible como quo mos adelante, elles,
las hljas, y las quo podian ser sus hormones le recogieron o recibieron co-
mo en herencia, corner el cortijo y las siernbra y los ganados, aunque este
ylvIcra por toleroncia del tio que las recogio, sin discutirse su trabajo ni su
rendimiento, porque se here& la finca y se heredoron los onimales y se
here& como en un legcdo tacit° el velar por Gobrno, y wand° fue ton
viejo quo no servia par° estar en el campo, en el cortijo, a no ser pars
cuidarle, a veinte kilometros del pueblo, se lo trajeron a la case donde des - - cues de rehir °nos despues, se horron cargo de su cuidado de uric forma
alternative cruzando la cane pare corner y dormir cada mes en una oaso.
0 tol yes no fue pot su gusto, capricho y afecto, sino en contra de sus vo-
luntades y sentimientos, por imposicion del padre a todos ellos que les obli-
ge a velar por el hermano idiota. Quo los nietos de don Paco, los hijos de
una y sobrinos de In otra hermana, toleraron la presencia de Cabin° en su
cosa tambien se via sin comentario pon su parte y sl en cambio por las
•vecinos, no aceptando la disculpo de ser agradecimiento y afecto y corn-
posiOn al cried° quo tontos &los Ilevabo en la case y tan querido fue por
el abuelo, come si fuera su propio hijo, o su perm de confionza al cud l se le arrojan los huesos y se le ocaricia pensando en otro cosa por simple habit°.
Tombien se dijo, que hubo opiniones par° todos los gustos, como hu-
bo vino pars todos los paladares, quo la modre de Gabino, sintiendose
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perseguida en trogica venganza, sintiendose forzada, le die un hijo tonto,
porque fue una madre quo desapareci6 con tal facilidad quo pared°, que
lo habla parido el padre, ye que se desvinculo con tel rapidez de el en el
recuerdo de todos, o no fuera venganza ni recuerdo al vieledor, sino solo
un inmenso sumiso agradecimiento, dentro de su debilidad mental al sen-
tirse estrujadc por los robustos brazos de don Paco que la poseian sin que
este por el contrario se riera de elle cl menos par un momenta, quize solo
el quo duraron unidos, trasmitiendo en una triste herencia materna mise-
rable y °graved° todo su retraso mental al hijo; si es que ella lo fue.
Y liege el die en quo Gabino Istsbia dicho con esa voz arcifiada y con-
fuse quo nunca habia leido ni su propio nombre, porque fue uno de as que
hablen nacido pare no leer, y quo obligaba a los extranos a exigirle con
simpatia y curios:sled que repitiere a quo hebia dicho, puss no habia sido
entendido, cunque sabien quo merecia el ser oido, porque de lo contrario
Gabino ni siquiere hubris] ablest° la boca como tonics par costumbre abs-
traido en su areal° vide: "que me dude too esto coma si me muerden pe-
rros". Pero no se supo captor quo le <Jolla todo entero su yo y quo su do-
lor ye solo acaborie cuando el, porque en esto queja, en esta Unica ex-
clamccien, seguida, peseda y confuse, cuando le preguntoban coma se son-
Ha, ye fuera par curiosidcd, condo:ends, o simple pretext° de hablarle,
pare no separarse del 'echo sin decirle alga, hobia soda la transcendencia
de esos mortales rnordiscos, quo le devomban el costado y eon los mismas
entranas y la vide quo se le iba sin ser noted°, entre mordisco y mar-
disco clayedos on su vieja corns. surnisa y enaurecida par (Mos de trabajo
quo no le dieron ocasion, ni tiempo, ni per elle deseo, ni cause pare men-
tor en un tren, ni en up ceche, ni necesidad de aprender a leer primero, ni
necesitarlo despues, en todos sus cribs de trabajo, desconociendo la re-
dondez de la sierra, el triunfo del bien sabre el mal y aOn la existencia
del mismo Dios, porque no fue de los elegidos.
"Quo me ciuele too esto come si me muerden perros". Y su queja quo-
do on el cite, o ni cian siquiera se sepsis° de dl mismo y se pegO a sus
carnes moteadas de miedo primitivo y telUrico, sudorosas y malolientes por
la fiebre y cl continuo guarder came y a su conosa barba crecida sucia de
dias, coldos y medicines, limpiada con prise y descuidado y a las mantas
y sabanas apretadas contra su tembloroso aterrado cuerpo afiebrado pa-
re eviter la entre& como si viniera de fuera y no estuviera ye en dl,
desde que fue engendrado o seria engendrado o tendria que ser engen-
drado, esperando su memento, coma supo espertar el otro y fue hacienda
con todos ellos pans lonzar su Ultimo eterna dentellada final, sin necesi-
dad de Maar su cuello ni salpicar su sangre, ni convertir aquello en un
martirio, sine en un hecho absurdo monOtonamente angustiante, coma to-
nic] que ser.
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Y asi, de esto estupida forma, coma vino, sin cows°, sin ser llamado,
ni Ilamar, sin armor ni ser amado, sin creer ni haber sido creido, sin sober
par que, sin sober a que, porque naciO tonto, se fue, porque tenia que
desasirse del mundo coma vino.
— Pa ml Cabin() se muere.
— Si, como on peazo de tierra porde glierve a su joyo.
— Bien que se le quiso en too el pueblo.
— Bien que tralocjO en la casa grande. Como una yunta e gLieyes
el solo.
— Del toque e animas no peso.
— El nosorio ciloyer lo rece enterico par su reposo eterno.
— El doctor ice quo no puth jacer no. Dios nos llama y tenemos
que dir.
— Gabino se muere.
— De la color de la tierra tie la cara.
— El senor Cure cello de la case.
— ichachol Hicen que gabino se gLielve pal cielo.
— ilincoo en la tierra, fundio con elle, mesmamente juntico al Cris-
to del Crucero, vide el peso de su entierro. Y aguorde sereno,
e roillos, sin saber porque, a quo lo metieran en el cernenterio
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ra; Humberto Zorate; Carlos de Aguilar Merle; Victor Avi-
la; Milvio Arbaiza de Dutary; Changmarin; Dimas Lidio Pitti; Moravia Ochoa Lopez.
TAREAS Panama, Julio - Agosto, 1963 N9 10
INDICE
Pagina ESTUDIOS
Rage I io Sinan: "Freud y el Moises de Miguel Angel" 5
Changmarin: "Disertocion sobre Literatura y Arte" 12
Pedro Salazar Chambers: "Patrick Geddes y los Origenes
de la Planificacion Urbana" 23
Ramon de Aguilar: "Higiene Mental de la I ntervencion
Qu irUrg 33
REFORMA UNIVERSITARIA
Gabriel del Mazo: "Movimiento de Reforma Universitaria
en America. Sentido Universal y sentido particular" 46
TEATRO
Jose de J esas Martinez: "La Retreto" 69
POESIA
Moravia Ochoa Lopez: "Poema" 92
Dimas Lidio Pitti: "Poesia Infantil" 94
CUE NTO
Carlos de Aguilar Merlo: "Tierra" 108