Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas...

20
Experience Patolog a en el embarazo Un abordaje multidisciplinar

Transcript of Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas...

Page 1: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

ExperiencePatología en el embarazoUn abordaje multidisciplinar

Page 2: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

2

Experience Patología en el embarazo. Un abordaje multidisciplinar

Page 3: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

3

MÓDULO 2 - EXPERIENCIA 3. CÓMO MANEJO. CÓMO TRATOEl síndrome mieloproliferativo

El síndrome mieloproliferativo

Anna Sureda Balari

Jefe de Sección de Onco-Hematología. Servicio de Hematología. Hospital Universitario Quirón Dexeus. Barcelona.

MÓDULO 2 - EXPERIENCIA 3 CÓMO MANEJO, CÓMO TRATO

Page 4: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

4

Experience Patología en el embarazo. Un abordaje multidisciplinar

1. ¿Qué son?

¿Qué son los síndromes mieloproliferativos crónicos?

Los síndromes mieloproliferativos crónicos (SMPc) o neoplasias

mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-

des hematológicas clonales1 que se caracterizan por la presencia

de una hematopoyesis incrementada y por la producción excesi-

va de células sanguíneas maduras y diferenciadas. En los últimos

años, gracias al mejor conocimiento de estas enfermedades en

sus aspectos moleculares, se han dividido en dos grupos: aque-

llas en las cuales se detecta el cromosoma Filadelfia (la leucemia

mieloide crónica) y los llamados SMPc Filadelfia negativos (fun-

damentalmente la policitemia verdadera, la trombocitemia esen-

cial y la mielofibrosis primaria).

Page 5: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

5

MÓDULO 2 - EXPERIENCIA 3. CÓMO MANEJO. CÓMO TRATOEl síndrome mieloproliferativo

2. Bases moleculares

¿Cuáles son sus bases moleculares?La enfermedad que en el momento actual conocemos como leucemia mieloide cróni-ca probablemente fue descrita a mediados del siglo XIX, primero en Francia y luego en Edimburgo y Berlín. Aspectos cruciales, tan-to desde el punto de vista diagnóstico como para la comprensión de las bases biológicas de la enfermedad, fueron el descubrimiento del famoso cromosoma Filadelfia en 1960, en su ciudad homónima, que permite diferenciar la leucemia mieloide crónica del resto de los SMPc, la caracterización de la región del pun-to de rotura en el cromosoma 22 en 1984, y la demostración del gen de fusión bcr-abl (en el momento actual renombrado gen bcr-abl 1) en 1986. Estos hallazgos moleculares han revolucionado y modificado por completo, como veremos posteriormente, el tratamiento y las perspectivas de vida de los pacientes con leucemia mieloide crónica.

En 2005, diferentes grupos demostraron la presencia de una mutación puntual, única y adquirida en el gen de la cinasa Janus 2 (JAK-2 V617F), presente en los SMPc Filadelfia negativos. JAK2, una tirosina cinasa intracito-plasmática, es fundamental en la señalización intracelular por parte de los receptores de la trombopoyetina, de la eritropoyetina y de otros factores de crecimiento. Estudios bioquí-micos han demostrado que la mutación JAK2 V617F provoca una activación independiente de las citocinas de las vías JAK-STAT, Pl3K y AKT, todas ellas implicadas en la señalización

del receptor de la eritropoyetina2. La mutación del gen JAK2 está considerada hoy el dato cla-ve para el diagnóstico de los SMPc; está pre-sente en la mayoría de los pacientes con po-licitemia verdadera y en aproximadamente el 50% de aquellos con trombocitemia esencial y mielofibrosis primaria3.

Los SMPc suelen presentarse en pacientes de edad avanzada. Sin embargo, en teoría pueden aparecer a cualquier edad, y en apro-ximadamente el 20% de los pacientes con trombocitemia esencial se encuentran en la fase “reproductiva” de su vida, con una edad inferior a 40 años.

3. Diagnóstico

¿Cómo debemos realizar el diagnóstico de los SMPc? ¿Con qué otras enfermedades se establece el diagnóstico diferencial?El diagnóstico de la leucemia mieloide crónica puede realizarse tras la observación de sangre periférica. La presencia de una leucocitosis en sangre periférica con desviación a la izquier-da y formas jóvenes, así como basofilia y eo-sinofilia, y esplenomegalia en la exploración abdominal, son altamente sugestivas de este diagnóstico. A pesar de que la presencia del gen de fusión bcr/abl puede confirmarse me-diante FISH (fluorescent in situ hybridization) o técnicas de PCR (polimerase chain reaction), es estrictamente necesario realizar un estudio medular con un aspirado de médula ósea y un estudio citogenético convencional. Sin es-

Page 6: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

6

Experience Patología en el embarazo. Un abordaje multidisciplinar

tas pruebas, no podemos decir si un número elevado de blastos o de basófilos en la médu-la ósea puede modificar un potencial estadio inicial de fase crónica a fase acelerada o crisis blástica. Además, la realización de estudios citogenéticos convencionales es imprescindi-ble para detectar alteraciones citogenéticas adicionales al cromosoma Filadelfia que nos permitan identificar una evolución clonal. Si la citogenética no se realiza en el momento del diagnóstico y estas alteraciones se descubren posteriormente, es imposible determinar si las anomalías ya existían en un principio o bien han aparecido a lo largo del desarrollo de la enfermedad. Así, en todas las pacientes en que se sospeche una leucemia mieloide cró-nica es necesario realizar un estudio medular con recuentos diferenciales, citogenética con-vencional y técnicas de PCR para confirmar que el gen de fusión está presente.

Una vez realizado el diagnóstico, es importan-te estadificar a las pacientes en fase crónica, fase acelerada o crisis blástica. Existen diferen-tes clasificaciones al respecto, entre ellas una de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que difieren en los puntos de corte entre una fase y la otra. En la Tabla 1 queda reflejado un modelo de clasificación de la enfermedad en las tres fases. Del mismo modo, es muy fre-cuente en la práctica clínica diaria clasificar a las pacientes en fase crónica en función de diferentes escalas pronósticas: el índice de Sokal4, el índice de Hasford5 y la más recien-temente desarrollada clasificación de Eutos6. Quizá el índice de Sokal sea el más frecuente-mente utilizado en la práctica clínica, puesto que es el que ha demostrado una mayor co-

rrelación con el impacto de los diferentes tipos de tratamiento.

Consideramos el diagnóstico de tromboci-temia esencial cuando se observa una trom-bocitosis persistente y no explicada por otras causas, con una cifra de plaquetas en sangre periférica >450 × 109/l. El diagnóstico de trom-bocitemia esencial ha sido en general desde siempre un diagnóstico de exclusión, que re-quiere la ausencia de condiciones reactivas o bien de otras enfermedades hematológicas clonales que pueden cursar con trombocito-sis. En este sentido, el diagnóstico diferencial es importante realizarlo con las condiciones que se detallan en la Tabla 2. El descubrimien-to de las ya citadas mutaciones en JAK2 y MPL nos permite ahora la identificación positiva de trombocitemia esencial en más del 50% de los casos. En general, el cribado para la mutación V617F de JAK2 es la investigación inicial reali-zada en todas las pacientes cuando se sospe-cha una trombocitemia esencial, seguido por el cribado de las mutaciones MPL del exón 10 en los casos en que la mutación del JAK2 es negativa.

En presencia de mutación en JAK2 o MPL, el diagnóstico de trombocitemia esencial re-quiere la exclusión de policitemia verdadera y de mielofibrosis primaria. En este sentido, y de entrada, la valoración cuidadosa de un frotis de sangre periférica y del estado de los depósitos de hierro resulta muy útil. Unos valores normales de hemoglobina con un dé-ficit de hierro normalmente son suficientes para excluir una policitemia verdadera en una paciente determinada. A pesar de que pode-

Page 7: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

7

MÓDULO 2 - EXPERIENCIA 3. CÓMO MANEJO. CÓMO TRATOEl síndrome mieloproliferativo

Page 8: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

8

Experience Patología en el embarazo. Un abordaje multidisciplinar

mos observar unas concentraciones séricas reducidas de ferritina o ausencia de depósitos férricos en la médula ósea en pacientes con trombocitemia esencial, consideramos que la combinación de eritrocitos microcíticos con ci-fras de hemoglobina normales en una pacien-te de raza blanca con mutación de JAK2 V617F es muy sugestiva de policitemia verdadera con deficiencia de hierro. En la mayor parte de los casos, la mielofibrosis primaria puede ser descartada por la ausencia de una esple-nomegalia significativa, anemia no explicada, poiquilocitos en lágrima y un cuadro leucoeri-troblástico en sangre periférica. Una minoría de pacientes diagnosticadas de leucemia mielomonocítica crónica presentan la muta-ción del JAK2 V617F, a pesar de que en estos casos no suele haber trombocitosis y además existen alteraciones adicionales como leuco-citosis, monocitosis y esplenomegalia, que sugieren el diagnóstico correcto. Es realmente importante excluir las causas de trombocitosis reactiva en aquellas pacientes que tienen una trombocitemia esencial pero no presentan la mutación de JAK2 ni de MPL. Por último, los criterios utilizados en el momento actual para el diagnóstico de las pacientes con tromboci-temia esencial se detallan en la Tabla 3.

En todas las pacientes con eritrocitosis aisla-da es importante explorar en primer lugar las causas de eritrocitosis secundaria, como el tabaquismo (mediante la anamnesis y la función pulmonar), los problemas cardiacos y pulmonares (mediante una radiografía de tórax, pruebas pulmonares, ecocardiograma), el sobrepeso con cuadros de disnea nocturna (mediante polisomnografía) y tumores rena-les y hepáticos (mediante ecografía). La de-

terminación de los valores de la eritropoyetina constituye un excelente dato discriminatorio: son bajos en la policitemia verdadera, pero están elevados en la eritrocitosis secundaria. Para obtener resultados fiables de la eritro-poyetina, hay que hacer las determinaciones antes de la realización de flebotomías.

Los criterios de la OMS, publicados en el año 2008, combinan dos criterios mayores y uno menor, o dos menores y uno mayor, para el diagnóstico de policitemia verdadera (Tabla 4). En realidad, aproximadamente el 98% de las pacientes con diagnóstico de policitemia verdadera están cubiertas por los dos criterios mayores. A pesar de que la clasificación de la OMS permite la utilización de una elevación superior al 25% de la masa eritrocitaria por encima del valor normal como criterio diag-nóstico, en el momento actual es un criterio en desuso por muchos grupos. Después del diagnóstico, es frecuente el seguimiento de la paciente con la realización de análisis com-pletos unas tres a seis veces al año, en parte dependiendo del tipo de tratamiento que esté recibiendo. Cuando la paciente desarrolla es-plenomegalia >5-10 cm por debajo del rebor-de costal derecho, cuando es menor la necesi-dad de flebotomías o de dosis de tratamiento citotóxico para controlar la enfermedad de base, o cuando se aprecia un cuadro leucoeri-troblástico en sangre periférica, es importante valorar la posible evolución de la enfermedad. En caso de transformación de la policitemia verdadera a una mielofibrosis, se utilizan en general los criterios del Grupo Internacional de Trabajo para el Estudio y Tratamiento de la Mielofibrosis, publicados en 2008 (Tabla 5).

Page 9: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

9

MÓDULO 2 - EXPERIENCIA 3. CÓMO MANEJO. CÓMO TRATOEl síndrome mieloproliferativo

Page 10: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

10

Experience Patología en el embarazo. Un abordaje multidisciplinar

4. Epidemiología

¿Cuál es la epidemiología de los SMPc en el embarazo?La prevalencia de los SMPCs se espera que sea mayor en los próximos años, básicamente debido al aumento significativo de la edad de los embarazos en las mujeres del mundo occi-dental y la utilización cada vez más frecuente de herramientas muy sensibles, en particular los estudios moleculares, para el diagnóstico de estos síndromes, lo cual puede resultar en un sobrediagnóstico7.

La evolución de la enfermedad puede verse complicada con la evolución clonal a leuce-mia aguda, y por lo tanto con un riesgo in-crementado de complicaciones trombóticas y hemorrágicas, mucho más frecuentes en las pacientes con policitemia verdadera y trom-

bocitemia esencial3, cuyo riesgo de eventos trombóticos se acerca al 31% y el 13,4%, res-pectivamente8,9, mientras que la incidencia de complicaciones hemorrágicas se cifra en el 9,3% y el 8,1%.

La combinación del embarazo, una situación de hipercoagulabilidad por sí misma, con un SMPc crea una situación muy protrombóti-ca que da lugar a un incremento en el riesgo de trombosis placentarias, retraso en el cre-cimiento fetal o pérdida del feto, y eventos trombóticos maternos, en particular trombo-sis venosa profunda y tromboembolia pulmo-nar.

Tres estudios recientes que han revisado 461 embarazos en pacientes con trombocitemia esencial han reportado un incremento signifi-cativo de pérdida del feto10-12. En el 50% al 70% de las mujeres con trombocitemia esencial, el parto fue exitoso. En estos estudios también

Page 11: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

11

MÓDULO 2 - EXPERIENCIA 3. CÓMO MANEJO. CÓMO TRATOEl síndrome mieloproliferativo

se indica que el porcentaje de pérdidas fetales en el primer trimestre del embarazo fue del 25% al 40%, y al final del embarazo del 6% al 11,3%. La presencia de abruptio placentae se reportó en un 3,6% a un 4,5% de los casos, el retraso del crecimiento intrauterino en el 3% al 5%, y el parto pretérmino en el 8% al 12,8%. Fueron menos frecuentes la trombosis mater-na y los eventos hemorrágicos. La incidencia acumulada de complicaciones maternas ma-yores fue del 5% para eventos tromboembóli-cos y del 3% para eventos hemorrágicos en es-tas pacientes con trombocitemia esencial10-12.

Los datos disponibles sobre la evolución y los resultados del embarazo en las pacientes diag-nosticadas de policitemia verdadera son más escasos: 36 eventos en 18 pacientes. Sin em-bargo, el análisis de esta información sugiere que la presencia de una policitemia verdadera afecta de manera negativa tanto al feto como a la madre13. La pérdida fetal temprana se ob-servó en el 22% de los embarazos, las pérdidas tardías y el retraso de crecimiento intrauterino en el 19,4%, y el parto pretérmino en el 13,8%, lo que da lugar a una supervivencia del feto en esta serie de sólo el 50%.

A diferencia de lo que sucede en la tromboci-temia esencial, en la cual las complicaciones maternas no tienen tanto impacto, aquí la morbimortalidad de las pacientes fue real-mente importante, casi del 50%. Las compli-caciones más comunes fueron la preeclamp-sia, la embolia pulmonar y la tendencia a presentar hemorragias posparto muy graves.

La incidencia de estas complicaciones fetales y maternas probablemente también es alta en

las pacientes diagnosticadas de mielofibrosis primaria. Sin embargo, aquí la información que se desprende de la revisión de la literatura es más escasa e incluye sólo cuatro casos13.

5. Procesos trombóticos

¿Por qué los SMPc favorecen el desarrollo de procesos trombóticos?La patogénesis de la trombosis en los SMPc es multifactorial y muy compleja. El hemato-crito elevado que caracteriza a la policitemia verdadera, así como la trombocitosis presente en la trombocitemia esencial, fueron conside-rados tradicionalmente los factores de riesgo más importantes relacionados con todas estas complicaciones asociadas al embarazo. Así, la reducción de la cifra de plaquetas durante el embarazo predice una evolución favorable de éste14,15. Sin embargo, por no ser concordantes los resultados en cuanto a la correlación de la cifra de plaquetas y de glóbulos rojos y la inci-dencia de eventos vasculares trombóticos en una situación de no embarazo16, se han bus-cado mecanismos adicionales que pudieran estar involucrados en este proceso protrom-bótico.

Un incremento en la viscosidad sanguínea y una función plaquetar anómala, así como una adhesión a las células endoteliales incorrec-ta, contribuyen a un incremento en la diáte-sis trombótica. Sin embargo, quizá el factor de riesgo más importante es la leucocitosis acompañada por la activación leucocitaria16.

Page 12: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

12

Experience Patología en el embarazo. Un abordaje multidisciplinar

Las micropartículas, provenientes tanto de plaquetas como de células tumorales, células endoteliales o trofoblastos placentarios, que presentan elevado el factor tisular y otros fac-tores procoagulantes17, también pueden par-ticipar en este proceso de trombogénesis.

Cada vez hay más datos que indican el papel crucial que la mutación V617F del JAK2 tiene en este proceso protrombótico. Esta mutación del JAK puede aumentar la adhesividad de los eritrocitos mediante la modificación de las moléculas de adhesión de la superficie celular, que pueden ser la causa de procesos trombó-ticos. Las pacientes con mutaciones de JAK2 presentan valores más altos de factores tisu-lares y de agregados de polimorfonucleares/plaquetas que las pacientes sin mutaciones18. Además, las concentraciones plasmáticas de trombomodulina soluble se han encontrado más elevadas en pacientes con trombocitemia esencial JAK2 positivas que en pacientes que eran negativas18, lo que indica la presencia de una importante lesión endotelial19. Finalmen-te, estudios realizados fuera de la situación de embarazo y que exploran la relación entre el estado mutacional y los eventos vasculares demuestran un riesgo incrementado de even-tos trombóticos en los pacientes con trombo-citemia esencial y policitemia verdadera que tienen la mutación20,21, pero no en aquellos con mielofibrosis primaria20, lo que establece el papel de JAK2 en la tendencia trombótica de los pacientes con SMPc. También la pre-sencia de la mutación V617F de JAK2 se ha encontrado asociada a un aumento del riesgo del pérdida fetal22.

6. Paciente embarazada

¿Cuál es la actitud ante una paciente emba-razada con un SMPc de base?El tratamiento de los pacientes con SMPc va desde su ausencia por no ser preciso hasta la utilización de citorreductores, pasando por la necesidad de administrar ácido acetilsalicílico solo o en combinación con una heparina de bajo peso molecular.

La falta de estudios prospectivos que investi-guen todas estas aproximaciones terapéuticas durante el embarazo hace que no podamos establecer unas recomendaciones basadas en la evidencia. Sin embargo, la European Leu-kemia Net ha publicado recientemente unas guías-consenso que ofrecen un tratamiento adaptado al riesgo para estas pacientes23.

En general, y esta afirmación es común para todas las pacientes diagnosticadas de SMPc, las mujeres que tienen un mayor riesgo de de-sarrollar complicaciones durante el embarazo son aquellas que han presentado previamen-te un evento trombótico o hemorrágico, y las que ya han tenido problemas en embarazos previos, por ejemplo abortos de repetición en el primer trimestre, retrasos en el crecimien-to intrauterino, muerte intrauterina, abruptio placentae, preeclampsia grave (que haya re-querido el parto antes de las 34 semanas) o hemorragias importantes en el periodo de an-tes y después del parto. Una elevación mante-nida de las plaquetas por encima de 1,5 ×109/l indica también la existencia de un riesgo in-

Page 13: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

13

MÓDULO 2 - EXPERIENCIA 3. CÓMO MANEJO. CÓMO TRATOEl síndrome mieloproliferativo

crementado de complicaciones asociadas al embarazo.

Las recomendaciones terapéuticas para las pacientes embarazadas con un SMPc incluyen la utilización de ácido acetilsalicílico, fleboto-mías para aquellas que presentan hematocri-tos >45% y heparina de bajo peso molecular de manera profiláctica hasta 6 semanas des-pués del parto. Las pacientes que tienen todos los factores de riesgo antes descritos para de-sarrollar eventos tromboembólicos durante el embarazo deben ser tratadas de manera más intensa (Tabla 6). Las que ya han presentado un evento trombótico mayor o alguna com-plicación significativa durante embarazos an-teriores deben recibir heparina de bajo peso molecular desde el primer trimestre junto con ácido acetilsalicílico, y este tratamiento debe

continuarse durante todo el embarazo (a me-nos que haya que suspender el ácido acetilsali-cílico debido a complicaciones hemorrágicas).

7. Consideraciones especiales: trombocitemia esencial

¿Cuáles son las consideraciones especiales en una paciente diagnosticada de tromboci-temia esencial?Como ya se ha comentado, entre el 25% y el 50% de los embarazos de pacientes con trom-bocitemia esencial presentan complicaciones importantes durante el primer trimestre. Estas

Page 14: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

14

Experience Patología en el embarazo. Un abordaje multidisciplinar

complicaciones se desarrollan con indepen-dencia de la cifra de plaquetas de la pacien-te en el momento de la concepción, pero son más frecuentes en las que presentan la muta-ción de JAK224. No está claro que la utilización de ácido acetilsalicílico o de agentes citorre-ductores mejore los resultados y la evolución del embarazo, y la información de la literatura es un tanto contradictoria. Sin embargo, pues-to que un metaanálisis que incluye un número significativo de pacientes embarazadas con preeclampsia, pero sin trombocitemia esen-cial, sugiere que la utilización de ácido acetil-salicílico es segura tanto para la madre como para el feto, en general se recomienda utilizar-lo en esta situación.

Consideramos la utilización de fármacos ci-torreductores en todas aquellas mujeres em-barazadas con antecedentes de trombosis. También consideramos una aproximación si-milar si ha habido complicaciones obstétricas previas (ver Tabla 6). Como la cifra de plaque-tas desciende durante el embarazo, el valor estrella de 1,5 × 109/l en sangre periférica, que en otras situaciones se utiliza como dintel para iniciar un tratamiento citorreductor en pacientes no embarazadas con trombocitemia esencial, aquí es algo que en ocasiones se indi-vidualiza en función de la paciente.

A pesar de que la hidroxicarbamida ha sido utilizada durante el embarazo, en general sin aparición de afectos adversos tanto para la madre como para el feto, es teratogénica en mamíferos y por lo tanto debe evitarse clara-mente en una mujer embarazada. La anagreli-da cruza la barrera placentaria y tiene efectos

desconocidos sobre el desarrollo del feto, por lo que también debe evitarse. El interferón no es teratogénico y por ello es el tratamiento citorreductor de elección a utilizar en estas pacientes si es necesario. A pesar de que no existen estudios específicos en trombocitemia esencial, la profilaxis trombótica es segura en el embarazo y debe utilizarse en aquellas pa-cientes de alto riesgo, como ya se ha comen-tado previamente (antecedentes de trombosis o abortos de repetición). En las pacientes con antecedentes de trombosis debe continuarse esta profilaxis como mínimo durante 6 sema-nas después del parto.

Finalmente, es importante asegurar a la pa-ciente que el embarazo no afecta a la evolu-ción natural de la trombocitemia esencial. Las pacientes embarazadas con una trombocite-mia esencial idealmente deben de ser trata-das en centros donde pueda monitorizarse de manera regular el embarazo y haya una cola-boración interdisciplinaria entre el obstetra, el hematólogo y el anestesista.

Por lo que respecta a los pacientes varones con trombocitemia esencial con interés de concebir, hay que tener en cuenta que la hi-droxicarbamida ha demostrado estar asocia-da a una reducción de la espermatogénesis y a daño genético en la espermatogonia. En este sentido, para ofrecer un consejo genético adecuado, se recomienda suspender la hidro-xicarbamida y cambiar el tratamiento a inter-ferón alfa en aquellos hombres que requieran tratamiento citorreductor antes de intentar la concepción.

Page 15: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

15

MÓDULO 2 - EXPERIENCIA 3. CÓMO MANEJO. CÓMO TRATOEl síndrome mieloproliferativo

8. Consideraciones especiales: policitemia verdadera

¿Cuáles son las consideraciones especiales en una paciente diagnosticada de policite-mia verdadera?A diferencia de lo que sucede con la trombo-citemia esencial, el embarazo en una paciente con policitemia verdadera es una situación muy infrecuente, debido a la mediana de edad avanzada de las pacientes con esta enferme-dad. En general, se explica tanto a la pacien-te como a su pareja la mayor incidencia de interrupciones del embarazo en estos casos, y que si es posible hay que evitar los fárma-cos citorreductores para tratar la enfermedad, con la excepción del interferón alfa. También es habitual seguir las recomendaciones de la European Leukemia Net23 y tratar de mantener el hematocrito por debajo del 45% mediante la realización de flebotomías, con la adición de ácido acetilsalicílico si no hay contraindicación para ello y heparina de bajo peso molecular después del parto y durante 6 semanas. En las pacientes con eventos trombóticos en emba-razos previos o con complicaciones obstétri-cas mayores se utiliza heparina de bajo peso molecular durante el embarazo e interferón alfa si la cifra de plaquetas es >1,5 × 109/l o hay evidencia de sangrado importante pre-vio.

9. Recomendaciones: leucemia mieloide y tto. con imatinib

¿Cuáles son las recomendaciones para una paciente diagnosticada de leucemia mieloi-de crónica y en tratamiento con imatinib?En la década de 1990, la aproximación tera-péutica recomendada en todos los pacientes jóvenes recién diagnosticados de leucemia mieloide crónica en primera fase crónica y con un donante familiar o no emparentado histo-compatible era el trasplante alogénico de pro-genitores hematopoyéticos. En este sentido, el concepto de embarazo y leucemia mieloide crónica tenía poca definición, puesto que si la paciente recibía un trasplante las posibilida-des de embarazo después de un trasplante alogénico mieloablativo son muy escasas y, en cualquier caso, el porcentaje de pacientes que se curaban de la enfermedad de base era muy alto. Sin embargo, a partir del año 2000, el imatinib (inhibidor de la tirosina cinasa de primera línea) se convirtió en el tratamiento de elección para todos aquellos pacientes jó-venes, o no tan jóvenes, que eran diagnostica-dos en primera fase crónica. Y aquí aparece un problema importante: en el momento actual existe un número muy importante de pacien-tes jóvenes con leucemia mieloide crónica tratadas con imatinib o con otros inhibidores de la tirosina cinasa de segunda generación (nilotinib, dasatinib) que tienen unas expecta-tivas de vida y supervivencia a largo plazo ex-celentes con un fármaco aceptablemente bien tolerado y de administración oral, pero con el cual no hay evidencia de que pueda suspen-

Page 16: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

16

Experience Patología en el embarazo. Un abordaje multidisciplinar

derse sin reservas en el caso de un embarazo y además es teratogénico.

Estudios preclínicos basados en modelos ani-males sugieren que el imatinib puede ser te-ratogénico en determinadas circunstancias. En este sentido, las mujeres que toman este fármaco deben ser aconsejadas en cuanto a tomar precauciones para evitar el embarazo. Sin embargo, algunas mujeres han quedan embarazadas mientras estaban tomando imatinib y en la gran parte de los casos el em-barazo se desarrolló con toda normalidad y el feto no presentó ningún problema ni malfor-mación. De todos modos, algunas anomalías específicas, como el hipospadias, el exónfalos y la formación esquelética defectuosa, se han observado con mayor frecuencia de la espera-da en mujeres que tomaban imatinib que en aquellas que no tomaban, y por lo tanto, la recomendación de evitar el embarazo y de to-mar las medidas anticonceptivas necesarias es algo que debe considerarse en firme en este tipo de pacientes.

No obstante, nuestra intención es intentar de-volver la vida de nuestras pacientes a la mayor normalidad posible, teniendo en cuenta que en el momento actual disponemos de fárma-cos muy efectivos en esta enfermedad. Por lo tanto, en estos últimos años se han desarro-llado estrategias para solventar este dilema. Uno de los ejemplos es la mujer que quiere quedarse embarazada. Para un paciente mas-culino, no existe ninguna contraindicación para la concepción durante el tratamiento con imatinib u otro inhibidor, y los datos de que se dispone indican que en la mayoría de los casos los niños nacidos de padres diagnosticados de

leucemia mieloide crónica y en tratamiento con este fármaco no han presentado anoma-lías que puedan ser directamente atribuibles al tratamiento. Sin embargo, siempre recalca-mos que la información disponible al respec-to es muy limitada. Para las mujeres, nuestra aproximación es aconsejar que se intente el embarazo cuando se haya conseguido una buena respuesta molecular de la enfermedad con la administración del fármaco, idealmente una respuesta molecular mayor como mínimo. Entonces se interrumpe el tratamiento con el inhibidor, se deja un periodo aproximado de 3 meses desde la interrupción del fármaco y el intento de concepción, y se mantiene el fár-maco suspendido durante todo el embarazo. El tratamiento se reinicia justo después del parto. Las pacientes son monitorizadas muy de cerca con PCR y FISH en sangre periférica durante el embarazo. Es poco frecuente tener que reinstaurar el tratamiento si hacemos el seguimiento de esta manera. En algunos ca-sos, el valor de tránscritos en sangre periférica puede aumentar a lo largo del tiempo, pero tampoco es necesario en este caso iniciar nin-gún tipo de tratamiento a menos que se plan-tee una recaída citogenética.

Una situación más complicada es cuando el diagnóstico de leucemia mieloide crónica se realiza en una mujer embarazada, o bien cuando la mujer queda embarazada de mane-ra no planificada. A pesar de que existen ca-sos de niños nacidos bajo el tratamiento con imatinib sin evidencia de malformaciones, no se recomiendan los inhibidores de la tiro-sina cinasa durante el embarazo. En algunas ocasiones, las pacientes pueden ser seguidas durante el embarazo sin que haya necesidad

Page 17: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

17

MÓDULO 2 - EXPERIENCIA 3. CÓMO MANEJO. CÓMO TRATOEl síndrome mieloproliferativo

de iniciar el tratamiento. La utilización de hi-droxicarbamida o de interferón alfa ha sido re-portada con éxito durante el embarazo, pero la experiencia al respecto es muy limitada. En ocasiones es útil la administración de pulsos de hidroxiurea para controlar rápidamente la cifra de leucocitos. También se utiliza el in-terferón alfa, pero en este caso es más com-plicado conseguir respuestas hematológicas rápidas y, además, este fármaco se asocia con efectos secundarios más graves e importan-tes. Con todo, el tratamiento del embarazo en pacientes con leucemia mieloide crónica en la nueva era terapéutica en que vivimos es aún muy empírico y quedan muchas preguntas sin resolver.

10. Lactancia materna

¿En qué situación puede realizarse lactancia materna?La lactancia materna es segura si la paciente está bajo tratamiento con heparina de bajo peso molecular o warfarina, siempre teniendo en consideración la necesidad de adminis-trar vitamina K de manera adecuada al feto. Tradicionalmente, la lactancia materna está contraindicada en las pacientes que reciben fármacos citotóxicos. La información de que la lactancia materna no debe recomendarse si la paciente recibe tratamiento con interferón se basa en algunos casos clínicos que indican que este fármaco se excreta de manera varia-ble por la leche y porque puede ser activo por vía oral25.

Los beneficios de la lactancia materna están bien descritos, con reducción del riesgo de infección y de procesos entéricos. En este sen-tido, la decisión de iniciar la lactancia materna o no debe de ser tomada con cada paciente de manera individualizada tras una valoración muy detallada de los posibles riesgos y bene-ficios.

11. Lecturas obligatorias• Beer PA, Erber WN, Campbell PJ, Green AR. How I treat

essential thrombocythemia. Blood. 2011;117:1472-82.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21106990

• Cortes J, Kantarjian H. How I treat newly diagnosed chronic phase CML. Blood. 2012;120:1390-7.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22613793

• Goldman J. Initial treatment for patients with CML. ASH Education Book. 2009;(1):453-60.

http://asheducationbook.hematologylibrary.org/content/2009/1/453.full

• Lavi N, Brenner B, Avivi I. Management of pregnant women with myeloproliferative neoplasms. Thromb Res. 2013;131(Suppl 1):S11-3.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23452731

• Passamonti F. How I treat polycythemia vera. Blood. 2012;120:275-84.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22611155

12. Bibliografía 1. Dameshek W. Some speculations on the myeloproli-

ferative syndromes. Blood. 1951;6:372-5.

2. Campbell PJ, Green AR. The myeloproliferative disor-ders. N Engl J Med. 2006;355:2452-66.

Page 18: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

18

Experience Patología en el embarazo. Un abordaje multidisciplinar

3. Spivak JL. The chronic myeloproliferative disorders: clonality and clinical heterogeneity. Semin Hematol. 2004;41:1-5.

4. Sokal JE, Cox EB, Baccarani M, Tura S, Gómez GA, Robertson JE, et al. Prognostic discrimination in “good-risk” chronic granulocytic leukemia. Blood. 1984;63(4):789-99.

5. Hasford J, Pfirrmann M, Hehlmann R, Allan NC, Bac-carani M, Kluin-Nelemans JC, et al. A new prognostic score for survival of patients with chronic myeloid leukemia treated with interferon alfa: Writing Com-mittee for the Collaborative CML Prognostic Factors Project Group. J Natl Cancer Inst 1998;90(11):850-8.

6. Hasford J, Baccarani M, Hoffmann V, Guilhot J, Saus-sele S, Rosti G, et al. Predicting complete cytogenetic response and subsequent progression-free survival in 2060 patients with CML on imatinib treatment: the EUTOS score. Blood. 2011;118(3):686-92.

7. Barbui T, Finazzi G. Special issues in myeloproliferati-ve neoplasms. Curr Hematol Malig Rep. 2011;6:28-35.

8. Wolanskyj AP, Schwager SM, McClure RF, Larson DR, Tefferi A. Essential thrombocythemia beyond the first decade: life expectancy, long-term complica-tion rates, and prognostic factors. Mayo Clin Proc. 2006;81:159-66.

9. Marchioli R, Finazzi G, Landolfi R, Kutti J, Gisslinger H, Patrono C, et al. Vascular and neoplastic risk in a large cohort of patients with polycythemia vera. J Clin On-col. 2005;23:2224-32.

10. Griesshammer M, Struve S, Harrison CM. Essential thrombocythemia/polycythemia vera and pregnan-cy: the need for an observational study in Europe. Semin Thromb Hemost. 2006;32:422-9.

11. Barbui T, Barosi G, Grossi A, Gugliotta L, Liberato LN, Marchetti M, et al. Practice guidelines for the thera-py of essential thrombocythemia. A statement from the Italian Society of Hematology, the Italian Society of Experimental Hematology and the Italian Group for Bone Marrow Transplantation. Haematologica. 2004;89:215-32.

12. Elliott MA, Tefferi A. Thrombocythaemia and preg-nancy. Best Pract Res Clin Haematol. 2003;16:227-42.

13. Harrison C. Pregnancy and its management in the Philadelphia negative myeloproliferative diseases. Br J Haematol. 2005;129:293-306.

14. Griesshammer M, Heimpel H, Pearson TC. Essential thrombocythemia and pregnancy. Leuk Lymphoma. 1996;22(Suppl 1):57-63.

15. Chow EY, Haley LP, Vickars LM. Essential thrombo-cythemia in pregnancy: platelet count and pregnan-cy outcome. Am J Hematol. 1992;41:249-51.

16. Vannucchi AM. JAK2 mutation and thrombosis in the myeloproliferative neoplasms. Curr Hematol Malig Rep. 2010;5:22-8.

17. Aharon A, Brenner B. Microparticles, thrombosis and cancer. Best Pract Res Clin Haematol. 2009;22:61-9.

18. Falanga A, Marchetti M, Vignoli A, Balducci D, Russo L, Guerini V, et al. V617F JAK-2 mutation in patients with essential thrombocythemia: relation to platelet, gra-nulocyte, and plasma hemostatic and inflammatory molecules. Exp Hematol. 2007;35:702-11.

19. Chong AY, Blann AD, Patel J, Freestone B, Hughes E, Lip GY. Endothelial dysfunction and damage in conges-tive heart failure: relation of flow-mediated dilation to circulating endothelial cells, plasma indexes of endothelial damage, and brain natriuretic peptide. Circulation. 2004;110:1794-8.

20. Lussana F, Caberlon S, Pagani C, Kamphuisen PW, Buller HR, Cattaneo M. Association of V617F Jak2 mutation with the risk of thrombosis among patients with essential thrombocythaemia or idiopathic myelofibrosis: a systematic review. Thromb Res. 2009;124:409-17.

21. Vannucchi AM, Antonioli E, Guglielmelli P, Longo G, Pancrazzi A, Ponziani V, et al. Prospective identifica-tion of high-risk polycythemia vera patients based on JAK2(V617F) allele burden. Leukemia. 2007;21:1952-9.

22. Passamonti F, Randi ML, Rumi E, Pungolino E, Elena C, Pietra D, et al. Increased risk of pregnancy com-plications in patients with essential thrombocythe-mia carrying the JAK2 (617V>F) mutation. Blood. 2007;110:485-9.

Page 19: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

19

MÓDULO 2 - EXPERIENCIA 3. CÓMO MANEJO. CÓMO TRATOEl síndrome mieloproliferativo

23. Barbui T, Barosi G, Birgegard G, Cervantes F, Finazzi G, Griesshammer M, et al. Philadelphia-negative classi-cal myeloproliferative neoplasms: critical concepts and management recommendations from European LeukemiaNet. J Clin Oncol. 2011;29:761-70.

24. Melillo L, Tieghi A, Candoni A, Radaelli F, Ciancia R, Specchia G, et al. Outcome of 122 pregnancies in es-

sential thrombocythemia patients: a report from the Italian registry. Am J Hematol. 2009;84:636-40.

25. Harrison CN, Robinson SE. Myeloproliferative disor-ders in pregnancy. Hematol Oncol Clin North Am. 2011;25:261-75.

Page 20: Experiencecursoexperience.es/cursos/54/MODULO_2/PDFs/M2sureda.pdf · mieloproliferativas crónicas constituyen un grupo de enfermeda-des hematológicas clonales1 que se caracterizan

20

Experience Patología en el embarazo. Un abordaje multidisciplinar