Familia escuela
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EDUCACIÓN Y SOCIEDAD.
EJERCICIO SOBRE FAMILIA Y ESCUELA
1.- Enumera las situaciones más habituales en que se produce la relación familia-
escuela.
La relación entre la familia y la escuela es uno de los pilares más importantes de la
educación donde las actitudes de las familias y de los profesores son importantes. Para
ello se debe crear la cooperación entre las familias, los alumnos y la escuela para
mejorar su aprendizaje.
Analizada la relación entre la familia y escuela, se muestra que la contribución de los
padres y madre tiene un importante impacto sobre la mejora escolar de sus hijos.
Consideramos importantes el diálogo y la cooperación entre las familias-escuela.
Además se muestra que las aptitudes positivas de los padres y madres hacia la escuela
influyen en la motivación de los niños.
Los dos factores fundamentales que influyen en los logros académicos de los niños y
niñas son el nivel educativo de los padres y madres y la calidad de trabajo cooperativo
entre familia-escuela.
Las situaciones más habituales que se producen entre familia-escuela son las siguientes:
- Informar a las familias sobre el aprendizaje, las asignaturas y los logros que han
conseguido los niños, mediante entrevistas individuales.
- Convocación de una reunión inicial, de seguimiento y final, grupal o individual.
- Realización de tutorías con los padres y las madres por casos problemáticos,
problemas de relacionarse con los demás,
- Invitar a los padres y madres a asistir a la escuela y participar en actividades en
el aula, fiestas, celebraciones, excursiones o salidas.
- Colaboración del AMPA.
- Participación de las familias en la toma de decisiones sobre temas de interés.
- Coordinar los recursos sociales, ya que hoy en día muchas familias están
afectadas por la crisis y algunas de ellas tienen dificultad a la hora de adquirir el
material escolar.
2.- Causas del desencuentro familia-escuela: barreras que dificultan las relaciones entre
padres y centro educativo
Se puede notar que tanto los padres como en escuela existen barreras que no permiten
que se pueda dar una educación de calidad, ya que existe una actitud, un
desconocimiento de las familias, incomprensión y poco interés por la mejora de la
relación con principales las barreras que existen. Las barreras, son los obstáculos que
dificultan o limitan el aprendizaje, la participación y la convivencia en condiciones de
equidad. Las barreras pueden ser eliminadas, cuando previamente son conocidas y
comprendidas por el profesorado y familia, sin este reconocimiento, las barreras
permanecerán.
Actualmente existen diversos tipos de barreras, de los cuales, podemos clasificar los
siguientes:
Las barreras lingüísticas:
o Comunicación imposible. Conocimiento insuficiente o nulo de la lengua
de enseñanza por parte de algunos padres; dificultad por parte de las
escuelas para tener servicios de interpretación.
o Comunicación limitada. Conocimiento insuficiente de los padres de los
procedimientos y necesidades de cada una de las partes, en estos casos la
comunicación se limita a la simple transmisión de información sobre los
reglamentos, las calificaciones, la agrupación y los problemas de
comportamiento.
Las barreras socioeconómicas:
o No disponibilidad de algunos padres por las condiciones de vida
precarias, horarios de trabajo...
o Nivel de escolarización insuficiente para poder ayudar en los estudios de
los hijos.
o Poco interés o escasa motivación para participar en la vida de la escuela
al no tratarse de una prioridad.
Las barreras culturales:
o Diferencia de los sistemas escolares. No es igual lo que conocen los
padres que lo que se encuentran en destino, las divergencias pueden
llegar a: valores educativos privilegiados, reglamento, horaros, personal
no docente que en otros países no existe, programas de estudios, métodos
de evaluación, formas de relacionarse escuela y familia, rol de la escuela
y estatuto del personal docente, etc.
o Diferencia entre valores familiares de la sociedad de acogida y los de la
sociedad de origen: estructura familiar (importancia o no de la familia
extensa), roles en el seno de la familia (por ejemplo importancia o no de
los abuelos), diferencia entre valores educativos privilegiados (sobre el
cuerpo, la autoridad y la disciplina).
Las barreras institucionales:
o Dificultad de algunos padres en percibir las personas de la escuela como
agentes educativos competentes y considerar la escuela como un lugar
accesible y donde tienen el derecho y deber de participar.
o Dificultad en la que la escuela traspase lo estrictamente escolar por la
actitud cerrada que manifiestan padres y algunos profesores.
3.- Señalar las diferencias en cuanto al tipo de relación con la escuela, si dentro de la
familia atendemos a las siguientes variables: género, nivel académico de los padres,
poder adquisitivo, estructura/desestructura familiar, etnia, rendimiento educativo de los
hijos, nivel educativo en el que están sus hijos.
Podemos decir que a más nivel formativo y más poder adquisitivo, las familias se
implican más en todos los ámbitos. Mientras que los padres con estudios primarios
asisten a actividades de la escuela (fiestas o charlas) y participan activamente en las
AMPA, además su implicación es mayor cuando los padres/madres poseen títulos
universitarios.
En cuanto a las diferencias de etnia por ejemplo los gitanos no suelen participar en las
actividades que la escuela presenta, la implicación de estas familias es prácticamente
nula.
Algunos los padres piensan que los docentes son los que tienen el poder y desconocen
hasta qué punto es correcto implicarse, tienen miedo a invadir el terreno del
profesorado. El profesorado debe de tener actitudes y expectativas positivas hacia la
familia.
La implicación y la participación en el caso de familias monoparentales (por problemas
de conciliación) y de inmigrantes es más reducida, justifican en la confluencia de
elementos como el bajo nivel económico y formativo con una mayor probabilidad de
movilidad o cambio de escuelas debido al trabajo de los padres. Tienen menos relación
y no suelen participar en los encuentros con la escuela.
Para solucionar estas diferencias podemos realizar contratos de aprendizaje con la
familia, sus hijos/as y los profesores, de manera que haya más relación, participación y
mejora en los aprendizajes de los niños.
La familia y escuela ante la complejidad del mundo de hoy han de unir sus esfuerzos
para lograr superar las dificultades que se les presentan porque su razón de ser está en
función del protagonismo del niño en su tarea educadora. Esta época presenta un nivel
de exigencias a la educación familiar y escolar que reclama la preparación y formación
de un nuevo estilo educador basado en un aprendizaje para vivir en comunidad, a la que
padres y profesores están llamados a responder con el compromiso de participar en esta
tarea común, cada uno desde su ámbito de conocimiento y experiencia para atender a las
necesidades afectivas, cognitivas y sociales de los niños y todos los implicados en la
comunidad educativa.
4.- Enumerar las soluciones que se están dando a fin de paliar la deficiente relación
familia-escuela. Aportar algún modelo de relación que, a vuestro juicio, pueda mejorar
esta situación.
Es conveniente realizar una junta inicial con los padres de familia para darles a conocer
cuáles son las asignaturas que se van a impartir y los propósitos que sus hijos deben
alcanzar en cada una de ellas. Concientizarlos de que el programa se irá desarrollando
de acuerdo con las características y el ritmo de aprendizaje que el grupo presente y en
particular cada uno de sus hijos. Si los padres están enterados acerca de los contenidos
que se van a tratar durante el año, podrán brindar una ayuda más eficiente y
proporcionarán los apoyos y recursos necesarios.
Es necesario que el maestro informe constantemente a los padres sobre los avances y
dificultades de sus hijos en cuanto a su rendimiento académico y no sólo los llame para
darles resultados finales. Es importante que reconozcan el esfuerzo de los niños y en el
caso que su aprovechamientoescolar fuera bajo, hacerles ver que estas fallas en el
aprendizaje son punto de partida para reiniciar el proceso y no la oportunidad para la
aplicación de medidas represivas, ya que éstas traen como consecuencia en los niños
una baja autoestima que los lleva a sentirse poco inteligentes, torpes y temerosos de
cometer errores.
Los maestros de grupo pueden trabajar un aspecto o problema que detecten en sus aulas:
la curiosidad sexual de los niños, el atraso escolar y cómo superarlo en casa, la
influencia de algunos problemas familiares (divorcio, maltrato, etcétera) en la vida
académica y personal del niño.
Los maestros comentarán e investigarán en estas reuniones, diversos aspectos de un
problema; pondrán en común sus conocimientos y experiencias, ofrecerán alternativas
de solución y planearán la manera en que se trabajarán estos temas con los padres. De
tal modo que sean ellos quienes obtengan sus propias conclusiones.
El trabajo así organizado evitará que se den a los padres ideas desvinculadas, regaños e
informaciones
poco útiles.
Por ejemplo; si el alumno presenta algún atraso en su aprendizaje el maestro procurará
que padres e hijos lean con frecuencia en el hogar, les sugerirá que sean textos pequeños
(cuentos breves, párrafos, etc.), una vez leído el título, imaginen de qué se va a tratar,
que se hagan preguntas como: ¿Qué piensas que va a suceder? ¿En qué crees que
termine? ¿Qué otro título le pondrías? ¿Qué fue lo que más te gustó? Etcétera.
Esta actividad debe realizarse diariamente hasta llegar a la comprensión de lecturas más
complejas y extensas.
También conviene elaborar redacciones acerca de lo que se ha leido. Estos mensajes por
muy pequeños que sean, son muy útiles en la ejercitación de la escritura.
Las actividades que realiza el niño cotidianamente, se pueden relacionar con la
resolución de problemas, este es el caso de las compras que se hacen para el hogar. En
éstas, anticiparán costos y llevarán a cabo las operaciones aritméticas necesarias.
Llevar a los niños al cine, a la biblioteca, al teatro, al museo, etc., servirá para dialogar
con ellos, intercambiar opiniones, cuestionarlos acerca de lo observado y contestar las
dudas que plantean.
Todas estas sugerencias son actividades que los padres pueden realizar con sus hijos y
serán un auxilio muy importante en la prevención y superación de algunas dificultades
escolares.
Por medio de estos lazos de colaboración se logrará que los padres se responsabilicen de
la formación y educación de sus hijos: la escuela y los maestros les proporcionarán los
medios para lograrlo.
CONCLUSIÓN
La institución familiar está experimentado cambios muy importantes relacionados con
su estructura y con sus dinámicas de funcionamiento. La escuela ha ido asumiendo de
forma progresiva responsabilidades educativas que antes no tenía e incorporando a sus
alumnos a edades más precoces, pero por otro lado, ha dejado de tener el monopolio de
los aspectos instructivos de la educación. Nuestra sociedad es cada vez más heterogénea
en cuanto a su composición, los intereses, las actitudes y las formas de entender la
función de la escuela. Este contexto cada vez más complejo, requiere que familia
yescuela se corresponsabilicen de la educación de nuestros niños y jóvenes.
La existencia de canales formales de participación durante más de 20 años no se ha
traducido en una mejora sustantiva de la participación en las escuelas y la participación
real se ha continuado produciendo a través de las AMPA. Éste es un espacio natural de
participación que sería necesario potenciar y acercar al funcionamiento habitual de la
escuela.
La participación de los padres en los centros tiene un ámbito individual y otro colectivo,
puede concretarse de formas muy distintas en función del momento y de los temas y no
debería de estar necesariamente vinculada a los órganos formales de participación. Para
que se dé la implicación de las familias en los centros pensamos que son necesarios al
menos seis requisitos:
El modelo de escuela participativa disponga de un amplio consenso social
El equipo docente esté convencido de la necesidad de una buena implicación de
las familias.
Padres y docentes compartan unos objetivos.
Exista un reparto claro de funciones que no dificulte una gestión ágil y la toma
de decisiones.
En el centro se creen contextos que favorezcan la participación.
Los docentes dispongan de tiempo y de formación para crear y mantener vivos
los contextos participativos.
Este esfuerzo para promover la participación no tendría ningún sentido si no se ubica en
un contexto más amplio que es el territorio. La escuela ha de ser un punto de referencia
dentro de su entorno para todo lo relacionado con temas educativos, un espacio en el
que puedan tener cabida otras actividades además de las lectivas y otros agentes
educativos: es necesario abrir las escuelas al territorio. Las administraciones deberían
ser las dinamizadoras de este proceso.