Federico García Lorca · PDF file¡Qué perfume de flor de cuchillo! En la...

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Federico García Lorca Prof. Mercedes Cartón Colegio Orvalle

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Federico García Lorca

Prof. Mercedes CartónColegio Orvalle

Alba

Mi corazón oprimidosiente junto a la alboradael dolor de sus amoresy el sueño de las distancias.La luz de la aurora llevasemillero de nostalgiasy la tristeza sin ojosde la médula del alma.La gran tumba de la nochesu negro velo levantapara ocultar con el díala inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos camposcogiendo nidos y ramas,rodeado de la auroray llena de noche el alma!¡Qué haré si tienes tus ojosmuertos a las luces clarasy no ha de sentir mi carneel calor de tus miradas!

¿Por qué te perdí por siempreen aquella tarde clara?Hoy mi pecho está resecocomo una estrella apagada.

La huerta de San Vicente

La huerta de San Vicente en la actualidad. Casa museo del poeta

Lorca, Luis Buñuel y Salvador Dalí

Los amigos de Lorca en la Residencia

Con actores del grupo de teatro La Barraca

Aleixandre, Cernuda y Gª Lorca

Romance de la Pena Negra

A José Navarro Pardo

Las piquetas de los galloscavan buscando la aurora,cuando por el monte oscurobaja Soledad Montoya.Cobre amarillo, su carne,huele a caballo y a sombra.Yunques ahumados sus pechos,gimen canciones redondas.Soledad, ¿por quién preguntassin compaña y a estas horas?Pregunte por quien pregunte,dime: ¿a ti qué se te importa?Vengo a buscar lo que busco,mi alegría y mi persona.Soledad de mis pesares,caballo que se desboca,al fin encuentra la mary se lo tragan las olas.No me recuerdes el mar,que la pena negra, brotaen las sierras de aceitunabajo el rumor de las hojas.¡Soledad, qué pena tienes!

Qué pena tan grande! Corromi casa como una loca,mis dos trenzas por el suelo,de la cocina a la alcoba.¡Qué pena! Me estoy poniendode azabache, cama y ropa.¡Ay mis camisas de hilo!¡Ay mis muslos de amapola!Soledad: lava tu cuerpocon agua de las alondras,y deja tu corazónen paz, Soledad Montoya.Por abajo canta el río:volante de cielo y hojas.Con flores de calabaza,la nueva luz se corona.¡Oh pena de los gitanos!Pena limpia y siempre sola.¡Oh pena de cauce ocultoy madrugada remota!

Canción del jineteEn la luna negrade los bandoleros,cantan las espuelas.

Caballito negro.¿Dónde llevas tu jinete muerto?

...Las duras espuelasdel bandido inmóvilque perdió las riendas.

Caballito frío.¡Qué perfume de flor de cuchillo!

En la luna negrasangraba el costadode Sierra Morena.

Caballito negro.¿Dónde llevas tu jinete muerto?La noche espoleasus negros ijaresclavándose estrellas.

Caballito frío.¡Qué perfume de flor de cuchillo!

En la luna negra,¡un grito! y el cuernolargo de la hoguera.

Caballito negro

¿Dónde llevas tu jinete muerto?

Vuelta de paseo

Asesinado por el cielo,entre las formas que van hacia la sierpey las formas que buscan el cristal,dejaré crecer mis cabellos. Con el árbol de muñones que no cantay el niño con el blanco rostro de huevo. Con los animalitos de cabeza rotay el agua harapienta de los pies secos. Con todo lo que tiene cansancio sordomudoy mariposa ahogada en el tintero. Tropezando con mi rostro distinto de cada día.¡Asesinado por el cielo!

Edificio Chryslerr

Construcción del Rockefeller Center

La aurora

La aurora de Nueva York tienecuatro columnas de cienoy un huracán de negras palomasque chapotean en las aguas podridas. La aurora de Nueva York gimepor las inmensas escalerasbuscando entre las aristasnardos de angustia dibujada. La aurora llega y nadie la recibe en su bocaporque allí no hay mañana ni esperanza posible.A veces las monedas en enjambres furiosostaladran y devoran abandonados niños. Los primeros que salen comprenden con sus huesosque no habrá paraísos ni amores deshojados;saben que van al cieno de números y leyes,a los juegos sin arte, a sudores sin fruto. La luz es sepultada por cadenas y ruidosen impúdico reto de ciencia sin raíces.Por los barrios hay gentes que vacilan insomnescomo recién salidas de un naufragio de sangre.

Edificio Flatiron, primer rascacielos de

NY

Puente de Brooklig, inaugurado en mayo de 1883

El poeta pide a su amor que le escriba

Amor de mis entrañas, viva muerte,en vano espero tu palabra escritay pienso, con la flor que se marchita,que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerteNi conoce la sombra ni la evita.Corazón interior no necesitala miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,tigre y paloma, sobre tu cinturaen duelo de mordiscos y azucenas.

Llena, pues, de palabras mi locurao déjame vivir en mi serenanoche del alma para siempre oscura.