Florencia Labiano ENES Xochimilco
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1
María Florencia Labiano
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación – Universidad
Nacional de La Plata
Colectivo Asistemático Orientado a lo Social (CAOS) – IdIHCS
– UNLP/CONICET
Espacios de socialización académica alternativa en la UNLP: reflexionesen torno a las organizaciones de la carrera de sociología.
“Contra un régimen administrativo, contra un método docente, contra un
concepto de autoridad” Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria
Con este trabajo me propongo reflexionar sobre algunas experiencias
personales y colectivas que están delineando, lo que yo percibo, como los
indicios de una socialización diferente a la propuesta y reproducida en la
academia. Pero, en primer lugar, para comprender estas experiencias es
necesario tener algunas referencias del contexto universitario política y
académicamente hablando. En segundo lugar, voy a introducir a tres
organizaciones que actualmente están en actividad en el marco de la carrera y
que me parece que aportan cierta especificad al problema. Finalmente
intentaré vincular estas dos dimensiones con la preocupación más general por
la construcción de una sociología crítica.
1.1. La Universidad Nacional de La Plata
La Universidad Nacional de La Plata [UNLP] nace en 1897 como una
universidad provincial, pero en 1905 por Joaquín V. González la nacionaliza.
A diferencia de las universidades de Buenos Aires y Córdoba, la de La Plata
no es una institución que se remonte a la colonia, así desde su fundación tuvo
simultáneamente un ambición universalista, propia de los principios
modernistas e ilustrados, y una impronta positivista (Fernandez Lamarra,
2002).
Es una universidad pública, no arancelada, financiada por el Estado
Nacional, pero autónoma respecto de éste. En la última modificación del
2
estatuto de la universidad (Octubre de 2008), se “reconoce como funciones
primordiales el desarrollo y fomento de la enseñanza, la investigación y la
extensión.” (UNLP, 2009: 4). Éstas tres son consideradas los pilares de la
UNLP.
Según el “Anuario de Estadísticas Universitarias – Argentina 2011”, l a
U N L P es la segunda universidad más grande del país: se organiza en 17
Facultades, cuenta con más de 10.000 profesores y profesoras y de 108.000
estudiantes que asisten de distintas partes del país (Ministerio de Educación,
2011). A su vez tiene un significativo número de centros de investigación
donde trabajan más de 6.000 investigadores e investigadoras (UNLP, 2013).
La UNLP no implementa exámenes eliminatorios, sin embargo algunas de
sus facultades han presentado recursos de amparo al respecto de este punto.
Se localiza en la ciudad de La Plata, centro administrativo de la
Provincia de Buenos Aires, cuya población total son 654.324 habitantes
según el censo 2010 (INDEC,2011), es decir más del 16% de la población
son estudiantes de la UNLP1. Del total de los y las jóvenes platenses entre 20
y 24 años platense para 2010, aproximadamente un 70% eran estudiantes de
la UNLP, y el 49% de los y las jóvenes platenses entre 25 y 29 años2. Es
posible dimensionar la incidencia de la Universidad tanto en la composición
de la población como en el mercado laboral y la vida cultural y política de la
misma.
Si bien ha habido en los últimos años un impulso al traslado de las
distintas sedes de cada facultad hacia un predio común, la universidad, de
hecho, se encuentra dispersa por la ciudad: los y las estudiantes suelen
compartir su cotidianeidad con los compañeros y las compañeras que asisten
a la misma facultad, es decir que tienen una formación afín. Los espacios de
encuentro con el resto de ellos y ellas suele darse en los espacios públicos
1 Además la tasa de crecimiento anual promedio de la población platense creció a un 1,4%(INDEC, 2011)en los últimos 10 años mientras que la tasa de crecimiento anual de los y lasestudiantes de la UNLP creció para el mismo periodo al 2% (Ministerio de Educación)2 Estimaciones propias a partir de los datos del Anuario de Estadísticas Universitarias(Ministerio de Educación) y los datos del Censo 2010 (INDEC). Valen dos aclaraciones: por unlado si bien la mayoría de los y las estudiantes de la UNLP viven en el partido de La Plata,algunos viven en municipios aledaños y se trasladan cotidianamente hasta la ciudad; por el otroconsideré el grupo de 25 a 29 años ya que según los datos del Anuario representan el 25.5%del estudiantado de la UNLP y porque dada la extensión de las carreras universitarias de grado–entre 5 y 7 años-, constituyen un grupo significativo.
3
proporcionados por la universidad –como son el campo de deporte y los
comedores universitarios- o bien en situaciones particulares como son las
manifestaciones callejeras. Muchas veces el origen común tanto para los y
las que deben trasladarse de su ciudad natal como para los y las que
comparten, sobretodo, una trayectoria educativa previa –en el caso de los y
las platenses- juega un lugar especial en la creación de vínculos.
1.1.1
Políticamente la universidad está cogobernada de manera colegiada
por los tres principales claustros –estudiantes, graduados/as y docentes-,
éstos participan indirectamente en la toma de decisiones. El órgano de mayor
importancia es la Asamblea Universitaria, la cual se reúne típicamente cada
cuatro años para celebrar la elección del/de la presidente de la UNLP o bien
para reformar los estatutos. La misma está compuesta por la suma de todos y
todas las representantes de los distintos claustros en las distintas instancias
institucionales, más los decanos y las decanas de cada facultad, los
directores y las directoras de los colegios que dependen de la universidad.
Esas instancias institucionales son básicamente dos: el Consejo Superior y
los Consejos Directivos. El primero reúne representantes de cada claustro de
los mencionados arriba de cada una de las 17 facultades para la discusión de
la dirección política de la universidad; el segundo congrega representantes de
los y las estudiantes, graduados/as, docentes y no docentes al interior de
cada facultad.
Según la Ley de Educación Superior, promulgada en 1995, por lo
menos el 50% de los y las representantes en estas instancias deben ser del
claustro docente. En la UNLP el claustro docente sólo está integrado por los
profesores y las profesoras con cargos de titular o adjunto/a, a pesar de que
en cada cátedra además de estos escalafones cumplen con la tarea docente
un conjunto de otras personas: los y las ayudantes diplomados/as. Éstos/as
encuentran su representación a través del claustro de graduados/as, el cual
está compuesto por aquellos interesados e interesadas que se registren a tal
efecto, más los y las vinculadas a la universidad ya sea por sus tareas
docentes o de investigación. La elección de representantes estudiantiles es
4
obligatoria para el estudiantado de la universidad, se llevan a cabo cada año
y normalmente se realizan en simultáneo con la elección de la dirigencia del
centro de estudiantes de cada facultad. En ella compiten agrupaciones
político-estudiantiles por colocar a sus militantes en los respectivos consejos.
En este nivel también se encuentra la Federación Universitaria de La
Plata [FULP] que congrega a las dirigencias de todos los centros de
estudiantes y suele participar de los principales conflictos gremiales (como
son el acceso al albergue, el boleto gratuito para el transporte público o el
comedor universitario3). La FULP está dirigida por la coalición que consiga
más “cartones”, los cuales se obtienen en proporción a los votos recogidos en
las últimas elecciones4.
1.2. La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y la Carrera
de Sociología
La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación [FaHCE], por
su parte, está organizada en 10 departamentos donde se imparten más de 25
carreras: desde Filosofía e Historia hasta Traductorado en Inglés y Educación
Física. En sus orígenes se forma a partir de una sección de Pedagogía y
otra de Historia, Filosofía y Letras que se desprendieron de la Facultad de
Cs. Jurídicas y Sociales en la primera década del siglo pasado. En 1914 se
constituye como Facultad de Ciencias de la Educación y seis años más
tarde, tras reformas en el plan de estudios, pasó a adoptar el nombre actual
(FaHCE).
La facultad reparte todas sus clases en distintos momentos del día,
según su Régimen de Enseñanza y Promoción de la misma establece que
deben respetarse tres bandas horarias en la medida de lo posible. Es decir
que desde las 8 am hasta las 22 pm hay actividad. Normalmente se cursan 3 ó
4 materias por semestre.
Cada cátedra suele impartir dos clases, una teórica y una práctica. La
3 Para interiorizarse en las actividades realizadas por la FULP puede visitarsehttp://federacionuniversitarialaplata.blogspot.com4 Fue fundada en los primeros años de la década del ’10 del siglo pasado y tambiénconfraternizó con los sucesos del ’18 en Córdoba encarando durante el 19 y el 20 importantesrevueltas que terminaron con la intervención de la policía provincial y finalmente la aprobaciónde un nuevo estatuto por parte del Presidente de la Nación. (Badenes, 2010)
5
primera, consiste en una exposición magistral de 4 horas semanales por parte
del/de la titular y/o adjunto/a de la cátedra sobre los temas del programa. La
segunda, la dictan los y las ayudantes diplomados/as y consiste en el análisis
en profundidad de algunos textos del programa –se suelen ver uno o dos por
clase-. Estas clases duran 2 horas y en ellas es obligatoria la asistencia,
también, normalmente, es donde se evalúan lo desarrollos del semestre y
tienen una menor matrícula (semanalmente hay varias comisiones). Con la
aprobación de esos exámenes parciales de las clases prácticas, los y las
estudiantes tienen derecho a rendir un examen final oral individual, que se
realiza luego de haber concluido el semestre en algunas de las mesas
evaluadoras que hay durante el año. En él, se abarca todo el programa de la
materia, una vez aprobada este examen han completado la evaluación de la
materia. En la carrera de Sociología es común estimar en tiempo de lectura,
fuera de la facultad, el doble de las horas dedicadas a las cursadas.
El departamento de sociología cuenta con dos carreras, por un lado la
licenciatura y por el otro el profesorado. La primera tiene claramente un perfil
orientado hacia la investigación: para poder titularse los y las estudiantes
deben haber cumplimentado 200 hs de investigación y hacer una tesina que
de cuenta de sus habilidades para plantear y resolver problemas de este tipo.
La segunda, es básicamente un apéndice de la primera, coincidiendo con esta
en un 80% de su currícula, cuenta con un “bloque pedagógico” que carece de
una especificidad propia de la enseñanza de sociología y suele ser dictado con
el conjunto de los y las estudiantes que aspiran a la docencia –desde
físicos/as hasta cineastas-. Si bien siguiendo el recorrido sugerido para el plan
de estudios se pueden cursar las 28 materias en 5 años, es muy poco
frecuente que alguien termine con todos los exámenes finales en ese mismo
periodo y aún más raro, tener escrita la tesina. La carrera carece de módulos
especializantes, lo que tiene son espacios curriculares optativos, a
cumplimentar a partir de una oferta y unos requisitos específicos, pero no
necesariamente relacionados entre sí. Está compuesta, principalmente por
tres bloques: uno teórico social, uno metodológico y uno de ciencias sociales y
humanidades complementarias (filosofía, economía, historia, antropología,
teoría política, etc.). Vale destacar que el departamento de Sociología pone
mucho énfasis en garantizar una experiencia de investigación apropiada para
6
sus alumnos y alumnas. Así mismo si bien el bloque teórico cuenta con un
espacio optativo para profundizar en alguna corriente o autor/a, garantiza un
recorrido por los principales pensadores del siglo XVIII, XIX y XX.
1.2.1.
Políticamente suceden varios eventos durante el año que suscitan cierta
movilización por parte de los y las estudiantes, además de las instancias que
se organizan como respuesta a diferentes coyunturas dentro o fuera de la
facultad5.
En las elecciones para representantes a los Consejos Superior y
Directivo suelen enfrentarse agrupaciones estudiantiles de distintas
orientaciones políticas –tortskistas, maoistas, autonomistas,
latinoamericanistas, peronistas, etc.- con propuestas para estos espacios, para
cada carrera y para el centro de estudiantes. Estos colectivos tienen diversas
formas de organización y trayectoria, suelen tener entre 5 y 30 integrantes de
distintas carreras, edades y géneros. En las elecciones de 2013 participaron
13 organizaciones6. Éstas normalmente sostienen actividades y trabajos
durante todo el año en torno a diversas problemáticas gremiales, formativas y
sociales. Muchas de ellas se encuentran vinculadas con otras agrupaciones de
la misma orientación en otras facultades, formando frentes universitarios;
también suelen participar en estructuras políticas más amplias, que integran
junto a otros sectores, como son los partidos o movimientos sociales.
Además de estas organizaciones existen otras denominadas
“independientes”, es decir en las que se reúnen militantes no agrupados/as
junto con otros y otras sí agrupados/as a partir de una problemática
transversal que demanda el consenso entre varios sectores. Un ejemplo de
esto son las comisiones por carrera que son las organizaciones que encaran
los problemas de cada carrera y se constituye en el intermediario entre los
distintos departamentos y los y las estudiantes. Siendo una facultad con una
pluralidad de carreras relativamente chicas, si se sostuvieran las diferencias
interpartidarias para los reclamos gremiales específicos la atomización
5 Un ejemplo de esto es la asamblea del 9/04/2013 ante la inundación de la ciudad.6 Para observar los resultados de las elecciones 2013 por facultad se puede consultarhttp://unlp.edu.ar/articulo/2013/10/29/elecciones_estudiantiles_2013
7
volvería insostenible cualquier medida. Es decir, en carreras con una matrícula
total de 50 estudiantes, como es filosofía o geografía, estos espacios se
vuelven fundamentales para la aglutinación de las demandas, además que
muchas veces se vuelven una alternativa para los y las estudiantes
interesados/as en la participación y en la discusión en torno a su formación
pero que no se sienten identificados/as con las posiciones políticas y las
prácticas de las agrupaciones.
Las comisiones funcionan como intermediarias, en parte, porque se han
consolidado como el espacio abierto, asambleario y regular –normalmente
tienen reuniones semanales- de los y las estudiantes de cada carrera, y, en
parte, porque es donde los y las representantes estudiantiles en las Juntas
Asesoras Departamentales [JAD] debaten su posición ante los puntos del
temario. Las JAD son espacios colegiados constituidos por el director o la
directora del departamento de cada carrera junto con los tres claustros
principales para la resolución de las decisiones en torno a la misma. Desde
2010 estas juntas “asesoran” al Consejo Directivo –ya que es la máxima
instancia resolutiva-, lo que, dada la cantidad de departamentos y los
consensos políticos entre los distintos niveles de la gestión, equivale en la
práctica, a decir que toman las decisiones. Antes de esto, las juntas eran
“consultivas” es decir, eran un recurso del director o la directora de
departamento para dirimir alguna cuestión problemática o asegurarse
legitimidad ante algún tema ríspido, pero no había obligación de convocarlas ni
de acatar su mandato, ya que el/la que elevaba los dictámenes era
directamente el mismo jefe o jefa de departamento.
A continuación presentaré algunos de los espacios independientes de la
carrera que problematizan diversas cuestiones a la vez que implican un modo
de ser en la facultad y de habitar la academia, que desde mi punto de vista, es
alternativa a las trayectorias convencionales, y en última instancia de
producción científica e intervención social. Sin embargo, no es un proceso
definitivo ni completo, la idea es más ver qué posibilidades y limitaciones.
Siempre considerando que este es un ejercicio de reflexión, de vuelta sobre
una misma en el medio de un recorrido, es decir, una visión que trata de
mostrar los fundamentos de sí misma de modo crítico pero inevitablemente
miope.
8
2.1. La Comisión de Estudiantes de Sociología
Es difícil precisar cuándo surge la Comisión de Estudiantes de
Sociología, pero considerando que la carrera retoma sus actividades a
principio de la década de los ’90, probablemente haya sido al final de ese
decenio y/o al comienzo del siguiente. Sin embargo a mediados de la primera
década del 2000, la misma se desactiva y los delegados y las delegadas a
Juntas Consultivas abandonan ese espacio por considerarlo antidemocrático –
la representación se repartía de modo que los profesores y las profesores
tenían tres representantes, graduados y graduadas uno/a, y estudiantes dos- y
legitimador de las prácticas y el proyecto político de la conducción política de
la facultad. Hacia el 2008, un grupo de estudiantes de la carrera comienza a
participar de las Juntas Consultivas “extraoficialmente”, es decir sin haber sido
elegidos ni elegidas pero valorando la participación estudiantil en los asuntos
del departamento. Simultáneamente comienzan a dinamizar actividades desde
la Comisión para hacerla visible entre el resto de los y las estudiantes, para
difundirla como espacio para los reclamos gremiales y finalmente para invitar a
la participación. En 2009 éstos y éstas son elegidos/as como delegados y
delegadas, y varios/as estudiantes de reciente ingreso se suman a la
organización.
Desde ese momento, y obviamente variando según los y las
integrantes, ha adquirido una forma de organización y una dinámica particular.
La Comisión se reúne cada semana, pueden participar todos los y las
estudiantes que así deseen, no importa el tiempo que lleven en la carrera ni si
militan en alguna otra organización (sea o no de la facultad), en la medida en
que se comprometan con el modo en que se toman las decisiones y cumplan
con las responsabilidades que asumen. La Comisión se organiza, en lo
posible, de modo horizontal: intentamos que todos y todas puedan aportar y
distribuir la tareas entre los y las que participamos; así mismo se intenta
consensuar las decisiones y en caso de desacuerdo se opta por la posición
mayoritaria. Ésta es la que cada uno y una de los y las que participen en
nombre de la Comisión en otros espacios “oficiales”, como la JAD o
eventualmente el Consejo Directivo, deben sostener.
Éste tipo de formas de organización se vuelve problemática por varios
aspectos. Por un lado el conocimiento que cada uno y una tiene sobre la
9
carrera difiere con la trayectoria que cada cual adoptó, a la vez que depende,
obviamente, del tiempo. Por el otro, hay un conocimiento sobre la dinámica
político-burocrática de la universidad que sólo se aprende en la práctica, es
decir discutiendo con otros claustros y con otros compañeros y compañeras. A
la vez, quienes militan en otro espacio, sobretodo si es universitario o en la
FaHCE, cuentan con más recursos: información, diagnóstico de la situación y
los distintos actores, etc. Y finalmente, no muy frecuentemente, pero siempre
intervienen los intereses “personales”, las afinidades creadas en otros
espacios y la agenda de alguna otra organización que busca capitalizar las
actividades realizadas por un espacio independiente en el momento de las
elecciones. Todo esto nos posiciona en distintos lugares, y muchas veces, en
lugares desiguales al momento de discutir, argumentar y tratar de generar
consensos en torno a la propuesta de cada uno y cada una. Sin embargo, se
sigue apostando a esta estrategia porque se la considera la más democrática
y confiamos en nuestra capacidad para dialogar.
Típicamente se trata el temario de las JAD7, pero se intenta incorporar
otras actividades para que esto no absorba completamente las reuniones, de
otro modo terminan volviéndose muy “burocráticas” y bastante excluyentes
para los y las que ignoran ciertos procedimientos, porque por los tiempos en
que deben resolverse ciertas cosas impiden la formación paralela. En los
últimos años entre esas otras actividades puede mencionarse: el taller de
ingresantes -y la posterior discusión por la institucionalización de un curso de
ingreso organizado desde el departamento-; charlas informativas y de debate
sobre cuestiones de la carrera, como es el plan de estudios o las salidas
laborales; taller de movimiento estudiantil; ciclos de cine; relevamiento de
preferencias y condiciones en que cursan los y las estudiantes las distintas
materias; reuniones con grupos de estudiantes con problemáticas en
particular; edición de la revista “La Jaula de Hierro”; participación de otros
espacios de la facultad como la reunión de intercomisiones o la discusión de
7 Éste lo manda el/la directora/a de departamento con una semana de anticipación, suele incluirselecciones o concursos docentes, asignación de segundos/as evaluadores/as de tesinas, ydiferentes cuestiones según la época del año, como puede ser algo sobre el curso de ingreso,o el control de los programas para las materias del cuatrimestre entrante, la organización dealgún evento de investigación, propuestas, reclamos, etc. Es decir, hace falta manejar bastanteinformación y conocimiento de prácticas y reglamentos institucionales, y esto problemático parala incorporación de nuevos/as integrantes, es muy complejo introducirlos en este sentido.
10
proyectos impulsados por los y las representantes en el Consejo Directivo, etc.
En este sentido la Comisión interviene simultáneamente en la estructura
institucional de la facultad, pero también en el cotidiano de los y las
estudiantes a partir de estas otras actividades. En el último tiempo se ha
intentado consolidar a la Comisión como un espacio desde el cual impulsar
reclamos gremiales: por ejemplo la introducción de materias con temáticas
inéditas o bien la revisión de las prácticas de alguna cátedra que terminan
perjudicando a los y las estudiantes. Dado que hay otras organizaciones,
principalmente el Encuentro de Estudiantes de Sociología elepé, con las que
se complementan ciertos aspectos, la Comisión, a mi modo de ver, se ha
concentrado en la movilización y organización de los y las estudiantes en tanto
sujetos de un sistema político –universitario-, capaces de intervenir en su
formación y la de sus compañeros y compañeras a través del control y la
reforma de las estructuras burocráticas8, que en última instancia expresan un
modo de concebir a la sociología como disciplina, los sociólogos y las
sociólogas y su educación, y tomando la iniciativa para modificar el modo en
que nos relacionamos en la facultad9 y como incipientes productores y
productoras científicas. Creo que lo que la Comisión está haciendo es
brindándole un espacio a la construcción de un colectivo, del conjunto de
estudiantes de sociología, que permita pensarse de otra manera, por
contraposición a otros momentos de la dinámica académica, que promueven
el individualismo y la sumisión a las reglas de producción científica y de
intervención pedagógica, y de la política universitaria, que muchas veces se
reduce a un modo de conseguir trabajo a través de redes sociales –
conocidos/as y amigos/as- sin necesariamente estar comprometida a un
proyecto universitario ni a la universidad como proyecto.
8 Como sería es la instalación de la necesidad de una reforma del plan de estudios, que implicadestacar la autoridad que como estudiantes tenemos para criticar y definir lo que consideramosque es fundamental en nuestra formación y la orientación para ella. Es decir, una vez más,negar el paternalismo propio de una institución diferenciadas en claustros donde prácticamenteuno de ellos es omnipotente.9 Un ejemplo muy patente de esto son los vínculos que se crean en el curso de ingreso entreestudiantes de distintas generaciones, o las clases de apoyo para las materias de primer año, oel intercambio de experiencias en las “charlas de optativas” (que básicamente se nutre de quecada cual comparta su experiencia en alguna materia que a alguien más le interesa pero sobrelas que no suele haber buena información).
11
2.2. El Encuentro de Estudiantes de Sociología, regional elepé
El ENES por su parte surge en el 2007, si bien aparentemente ha
habido experiencias similares durante la década pasada, ese año se concreta
un encuentro original con estudiantes de las distintas universidades del país.
La carrera de Sociología se encuentra, actualmente, en diez universidades
nacionales distribuidas a lo largo del país. La característica más sobresaliente
es la heterogeneidad y la desigualdad en cuanto a la antigüedad y
concomitantemente al desarrollo de una institucionalidad de la disciplina a
nivel de la Facultad10. Esto tiene consecuencias, por un lado, en la matrícula
que, con solo un par de importantes excepciones, suele ser una carrera chica
–con una matrícula total entre 50 y 150 estudiantes- con menos de cien
ingresantes por año y con apenas los y las primeros/as graduados/as en los
últimos dos o tres años. Y por el otro, en el acceso a ciertas condiciones
académicas: principalmente la formación y el nivel de los profesores y las
profesoras o la participación en eventos de intercambio científico. Destacan,
por su parte, la Universidad de Buenos Aires, que en la carrera de Sociología
tiene unos/as 3.000 estudiantes, y la de Universidad Nacional de La Plata,
donde somos cerca de 700.
En este contexto, a la vez atravesado por la realidad nacional que si
bien ya se había ordenado bastante, había alterado las prácticas políticas de
distintos sectores sociales, entre ellos el estudiantil, un grupo de estudiantes
de diferentes universidades, encontrados y encontradas en un congreso de
sociología en el año 2006, y a partir de las diferencias que tenían con el modo
en que ese evento reunía a los científicos y las científicas, el modelo de
producción científica que se promovía y la pasividad con que, como
estudiantes, les tocaba vivirlo, decidieron organizar el I ENES en 2007.
La organización del ENES “nacional” se da en regionales: grupo de
estudiantes organizados/as que se mantiene activamente a lo largo del año
por un lado, preparando y reuniendo los recursos para el próximo ENES, y por
el otro, promoviendo discusiones hacia dentro del espacio y hacia el resto del
10 En muchos casos las carreras de Sociología del país carecen de departamento o deestructura burocrática, e incluso llegan a depender, simultáneamente a distintas facultades; entodas estas, la posibilidad de intervención del claustro estudiantil se reduce a la buenapredisposición y el compromiso de diversos actores. Para más información se pueden consultarlos documentos finales de cada edición del ENES Nacional enhttps://www.facebook.com/groups/224709484223660/files/
12
claustro. Ambos espacios procuran darse una organización también horizontal
y tomar las decisiones lo más democráticamente posible.
El ENES “nacional” se realiza durante tres o cuatro días en alguna de
las ciudades de las universidades que participan, normalmente es un camping
o dentro de la misma universidad a fin de ahorrar costos. No tiene una lógica
de congreso, sino que se dividen los días en distintos bloques: uno de
discusión de política académica, otro en el que se realizan talleres temáticos,
luego un debate abierto sobre la situación nacional e internacional, un espacio
para repensar al ENES y proyectarlo para el próximo año, y finalmente un
plenario donde se toman las decisiones y se define la próxima sede. Durante
estos días se intenta coordinar conjuntamente las actividades con las
regionales que asisten, no participan graduados ni graduadas ni profesoreso
profesoras, tampoco hay clases magistrales. La idea es que sean espacios de
intercambio desde las experiencias y los conocimientos personales, por ello se
hace mucho hincapié en la dinámica de los talleres, para intentar poner un
piso común desde el cuál iniciar la discusión. En este espacio lo que nos
enfrenta como distintos es el acercamiento que cada uno y una tiene a la
temática: algunos y algunas pueden haberlo estudiado, otros u otras pueden
estar vinculados/as a una organización que trabaje con problemáticas de ese
ámbito, y también pueden haber los y las que simplemente se interesaron pero
realmente lo desconocen. En cada espacio participan estudiantes de 1° a 6°
año de la carrera.
Por otro lado la regional del ENES en La Plata básicamente se dedica a
difundir el encuentro entre los y las compañeras más jóvenes11, hacer distintas
actividades para financiar el traslado y la comida de todos y todas las que
viajan, organizar talleres de formación sobre política académica y
eventualmente sobre los talleres temáticos –sobretodo para exponer la
dinámica del ENES nacional para los y las que nunca fueron-, pensar los
objetivos del espacio y las propuestas para avanzar hacia una sociología
crítica.
Este espacio es particularmente interesante porque se crea a partir de
11 El ENES, al igual que la Comisión, y todas las organizaciones estudiantiles para preservarsedeben estar sumando integrantes constantemente, ya que, de hecho su condición estudiantil estemporal. Esto no sucede en C.A.O.S. [ver infra] donde el grupo de estudio no es exclusivo deestudiantes.
13
un grupo de estudiantes que no militaban pero que se estaban interiorizando
en la vida política, que a su vez venían organizándose para viajar a distintos
congresos pero que no se identificaban con el grupo aquel que estaba en la
Comisión [el que había “abandonado” las Juntas, ver supra]. Las otras
carreras de la facultad que cuentan con este tipo de encuentros normalmente
centralizan esto en sus respectivas comisiones. El hecho de que en Sociología
se crearan grupos autónomos entre sí le imprime un carácter bastante
especial: la regional elepé del ENES no cuenta ni con las presiones de las
elecciones ni con la de las JAD. Si bien el tema de reunir los fondos para el
viaje suele ser muy demandante, el ENES se plantea otras actividades y otras
problemáticas para trabajar. En gran parte es una búsqueda por cómo plantear
la construcción de una sociología crítica, es decir si ésta pasa por alguna
consideración metodológica particular, o si de hecho radica en involucrarse en
alguna práctica junto a alguna organización social, etc. El espacio al cabo de
algunos años se volvió “insuficiente” para los y las militantes iniciales, y si bien
esto produjo una crisis, llevó a una reorientación de los esfuerzos de los y las
que quedamos: lo cierto es que se comenzó a notar que esos y esas militantes
no sólo se habían desvinculado del ENES sino que, al mismo tiempo, se
habían sumado a otras organizaciones dentro y fuera de la facultad. Es decir,
que el ENES estaba sirviendo de hecho como un primer espacio de
socialización entre compañeros y compañeras de distintas generaciones, pero
además era una socialización en la vida política de un modo menos agresivo
que el de las agrupaciones y las elecciones, y a la vez, más accesible que la
Comisión. Por otro lado, brindaba herramientas básicas de organización de
grupos y actividades; al fin y al cabo, todo esto, redundaba en una mayor
politización de los y las que transitaban por el espacio. Si bien, obviamente,
había una predisposición por parte de ellos y ellas a acercarse a un espacio, el
ENES terminaba siendo el lugar donde esas politicidades cuajaban, en gran
medida porque se podía desmitificar ciertas cuestiones vinculadas a las
organizaciones políticas y por otro lado, porque acercaba experiencias
políticas.
El ENES elepé continuó repensando y complejizando su organización y
los ámbitos de discusión, en cierto sentido, si como decía antes, la Comisión
logra construir un sujeto colectivo que se empoderar políticamente dentro del
14
mundo universitario, el ENES habilita un sujeto y una sujeta que se ven a sí
mismo/a capaces de pensar con otros y otras sobre el perfil profesional de los
sociólogos y las sociólogas, la situación de la propia carrera, la situación
nacional, etc. y de intervenir allí. En cierto sentido, todo esto, nos llevó a
pensar la posibilidad de una sociología que rechace el academicismo a partir
desde las prácticas que hacen a los sujetos y las sujetas de ese conocimiento.
Es que el ENES nace contra un sistema científico que privilegia la
construcción individual y competitiva, mercantilizada del conocimiento, que
desconoce la naturaleza específica de las ciencias sociales, que pasa por alto
la reflexión política así como la politicidad de las reflexiones científicas. En
este marco una socialización que construya otras redes a nivel y nacional y
que incorpore ciertas discusiones a la formación de cada uno y una, puede
potencialmente marcar una diferencia.
2.3. Colectivo Asistemático Orientado a lo Social
C.A.O.S. nace en el 2008 por iniciativa del ayudante diplomado y los y
las estudiantes de una clase práctica de Teoría Social Contemporánea II. La
intención era continuar con algunas lecturas de la Tradición Crítica y otras que
no se veían en la carrera o que directamente no entran del registro tradicional
de lo sociológico. Se constituyó como un grupo de estudio y tiene una
organización horizontal, donde distintas tareas van rotando y se trata de que
cada uno y una ponga en común las ideas o los problemas que le sucitan el
texto. También es un espacio de discusión colectiva de las producciones
individuales, lo cual es muy enriquecedor porque si bien todos y todas somos
conscientes de que efectivamente estamos -en la medida de nuestras
posibilidades- produciendo conocimiento no solemos intercambiar las
producciones ni interpelarnos con la misma seriedad con que lo hacemos ante
otros autores y otras autoras fuera de nuestro alcance. El grupo ofrece
justamente una posibilidad de criticar los sesgos que normalmente pasamos
por alto, a la vez de exponer el modo en que ese conocimiento funciona en
relación a la totalidad social y como pieza de cultura.
Hay una dificultad muy concreta debido a las diferentes trayectorias
entre los y las integrantes, es que muchos de nosotros y nostras hemos
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mantenido relaciones jerárquicas en momentos tempranos de nuestra carrera
(docente/estudiante); de todos modos la vinculación entre los y las que
participamos y los materiales se configura de una manera distinta a la del aula.
Las reuniones son quincenales y allí se expone y discute un texto o
fragmento de un libro. Las lecturas son elegidas mediante la votación, de
todos y todas, de las opciones que cada uno/a postula. Si bien se origina a
partir de la carrera de Sociología también han participado estudiantes de otras
carreras. En los últimos años, en instancias plenarias, se ha definido un
programa de temáticas a abordar a través de las lecturas vinculadas con la
ciencia y el arte en la tensión entre la sociedad de masas y las rupturas
políticas posibles; que es otro modo de plantear la autocrítica en torno a
nuestro modo de producir en/la sociedad, y de cómo somos producidos por
esta sociedad para reproducir de ese modo.
Actualmente se está trabajando en y a partir de un Programa-
Manifiesto, cito en extenso su introducción:
“Si la sociología es una práctica que produce un determinado tipo de
conocimiento conceptual y, en este sentido es “teórica”, cabe entonces
preguntarse cómo se articula esa producción, cuál es el “modo de
producción” (en el sentido de Marx) que se pone en juego en cada una de
las manifestaciones de esa práctica. Interrogante general dentro del cual
insertar lo que constituye la problemática específica que aquí nos
proponemos investigar: ¿cómo elaborar un conocimiento sociológico de
carácter crítico y dialéctico? O, más específicamente, ¿cómo practicar la
crítica a través del modo de producción de conocimiento sociológico que
ponemos en juego?, lo cual requiere que nos preguntemos ¿qué
entendemos por “crítica”? ¿Es la dialéctica en tanto método –en tanto estilo
de movimiento del pensamiento conceptual– necesaria para practicar dicha
crítica? De ser así, ¿cómo las sociologías no dialécticas obturan la crítica y
qué consecuencias acarrea esto? Semejantes interrogantes implican, por
tanto, investigar (reflexivamente) cómo investigamos sociológicamente.
Pregunta por el “cómo” que no es escindible de la pregunta por el “qué” (y
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tampoco de aquellas atienentes a las variables espacio-temporales)12, es
decir, no se trata de cuestiones meramente epistemológicas o atinentes al
método, como si este plano fuera autónomo y autonomizable de los
materiales que se investigan. Es por ello que estas cuestiones pueden
indagarse tanto a propósito de la articulación de ese modo de producción
en discusión con modos otros de hacer sociología, como con respecto a los
más diversos objetos que la sociología estudia. Pues en ambos casos el
foco está puesto en la práctica, en cómo se la concreta, en qué podemos
hacer (cognoscitivamente pero también políticamente) y qué no con el
modo en que la ponemos en juego. En definitiva, ¿cómo usamos la práctica
teórica que es la sociología para hacer de ella una instancia crítica del
mundo en que nosotros y nosotras vivimos?” (CAOS, 2014)
3.1. Breves reflexiones finales
De alguna manera me gustaría rescatar lo que yo creo que son hitos en
la potencialidad de la formación de una subjetividad sociológica distinta, a
través del entrecruzamiento de las dimensiones que habilita cada uno de estos
espacios. Supongo que todo está mediado, depurado de un conjunto de
experiencias mucho más opacas pero que definitivamente han podido, quizás
parcialmente, poner en crisis estructuras en formación.
En primer lugar una subjetivación política dentro de la universidad y en
relación, no exclusivamente, a un proyecto social y también a uno de disciplina
y de carrera. En segundo lugar una subjetivación como parte de un colectivo
científico que logre aunar un modo de producir con un modo de ser, es decir
de producirse a sí mismo bajo otras lógicas que sean en detrimento del falso
inmediatismo y la reproducción de siempre lo mismo (una tautología silogística
para una tautología social). Y finalmente una reflexión sobre ese modo de
producción que pueda criticarse mediante la crítica del mundo en un
movimiento incesante.
Creo que este planteo afronta grandes dificultades que lo son para las y
los que nos sentimos interpelados por la necesidad de una sociología que
12 Dicha especificación se refiere a la inclusión, dentro de los interrogantes propuestos, deestudios particulares en los que su objeto se recorte, en parte, por las variables mencionadas.Es decir, los interrogantes incuirán también, por así decirlo, el “cuándo” histórico” y el “dónde”nacional y/o regional.
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participe en un cambio social por un mundo más igualitario y feliz. Por un lado,
que a pesar de los intentos por difundir las actividades y a pesar de la
participación en momentos puntuales de esas mismas, la mayoría del
estudiantado platense no transita “por dentro” de estas organizaciones y estas
prácticas teóricas y no siempre florecen estas inquietudes por la propia
prácticas. Por el otro, que es fácil suponer los límites de la pregnancia de
estas experiencias en el contexto laboral tanto de la universidad como del
sistema de becas que suelen traccionar las prácticas hacia compromisos
editoriales u otros, no suelen reconocer la validez de la reflexión político-
epistemológica.
4. Referencia Bibliográficas
Badenes D., 2010, “La Reforma del 19” en Materia Pendiente, Año 3, #8,
otoño 2010, La Plata.
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http://www.fahce.unlp.edu.ar/institucional/historia-y-objetivos/historia
Fernández Lamarra, N., 2002, “La educación superior en Argentina”
ISEALC-UNSECO, Buenos Aires.
INDEC, 2011, “Resultados definitivos”, Buenos Aires, consultado en línea
el día 3/05/2014
http://www.censo2010.indec.gov.ar/resultadosdefinitivos.asp
Ministerio de Educación de la Nación, 2011, “Anuario de Estadísticas
Universitarias – Argentina 2011”, Buenos Aires, consultado en línea el día
3/05/2014
http://informacionpresupuestaria.siu.edu.ar/DocumentosSPU/Anuario%20d
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UNLP, 2009, “Estatuto”, consultado en línea el día 5/05/2014
http://unlp.edu.ar/uploads/docs/estatuto_2008_final.pdf
UNLP, 2013, “La UNLP”, consultado en línea el día 3/05/2014
http://unlp.edu.ar/institucional