Plan Municipal de Desarrollo de Matamoros 2013 - 2016 - Gobiernio de Matamoros.
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Fuente de la Libertad La Educación en Tamaulipas (1822-1870)
FUENTE DE LA LIBERTAD
LA EDUCACIÓN EN T AMAULIPAS
(1822-1870)
FRANCISCO RAMOS AGUIRRE
Ing. Eugenio Hemández Flores Gobernador Constitucional de Tamaulipas
Lic. Manuel Muñoz Cano Secretario de Desarrollo Social Cultura y Deporte
Lic. Laura Elena Lavin González Directora del Museo Regional de Historia de Tamaulipas
2
MENSAJE DEL GOBERNADOR
ING. EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES
Durante el siglo XIX, el Estado de Tamaulipas se distinguió por la presencia de
ilustres preceptores que contribuyeron al desarrollo de la educación. El ejercicio y
entrega entusiasta de Ignacio Ribott, José María Gajá, Claudio Gójon, Mariano
Cubi y Soler, J. J. Bruzon, Guillermo Martínez y otros pedagogos de origen
nacional y extranjero, fortalece nuestro orgullo en el campo del conocimiento.
Además nos ubica como una de los primeras entidades donde operó una escuela
normal lancasteriana para formar docentes.
A través de las páginas de Fuente de la Libertad La Educación en Tamaulipas
(1822-1870), nos reencontrarnos no sólo con nuestra riqueza histórica educativa
decimonónica y sus orígenes, sino también con el contexto social de aquella época.
Cada uno de Jos capítulos nos explica el esfuerzo y métodos pedagógicos de los
primeros maestros, así como las escuelas donde ejercieron con entusiasmo su
profesión. También se consignan las fuentes de financiamiento para el pago de sus
salarios y las dificultadas políticas que afrontaron los gobiernos para sacar adelante
su proyecto educativo. La utilización de libros de texto y la enseñanza de idiomas
extranjeros como el inglés y francés, son motivo de análisis por el autor.
De esta tradición educativa, donde se nutrieron las anteriores generaciones de
tamaulipecos, surge el valor social del maestro del siglo XXI. Con nuevos métodos
de enseñanza-aprendizaje, infraestructura fisica y condiciones de trabajo, los
docentes utilizan las herramientas más modernas para educar a miles de alumnos,
desde el nivel inicial hasta la universidad.
Nuestros maestros tamaulipecos, son emprendedores y creativos. Su formación
dentro de la ciencia pedagógica es constante. A ellos debemos el impulso a los
valores y el conocimiento para transitar con templanza por Jos caminos de la vida.
Gracias a su responsabilidad profesional, podemos estar seguros que Tamaulipas
continuará a la vanguardia en el campo de la educación.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 7
CAPiTUWI
NOTICIAS DE LA EDUCACIÓN DEL NUEVO SANTANDER. 19
A).- SAN CARLOS Y WS PADRES DESOBEDIENTES. 21
B).- UNA QUE 01RA ESCUELILLA. 25
C).- LAS ESCUELAS PARROQUIALES. 26
CAPiTULOll
INDEPENDENCIA: DEL NUEVO SANTANDER A TAMAULIPAS. 31
A).- CONSTITIJCIÓN DE 1825. 31
B).- LA ESCUELA NORMAL LANCASTERIANA. IGNACIO RIBOTI. 37
C).- FRANCISCO CLAUDIO ÜÓJON.,.LANCASTER CONTINÚA. 44
D).- A ORILLAS DEL RíO BRAVO. 52
E).- INSTITIJTO HIDALGUIANO T AMAULIPECO. 56
F).- CRUILLAS NECESITA AYUDA. 58
G).- EL COLEGIO VICTORIA. 59
4
CAPÍTUWill
TAMPICO EN LA EDUCACIÓN. 61
A).- LAS JUNTAS SUBDIRECTORAS DE EDUCACIÓN PRlMARIA. 61
B).- COLEGIO fvEN1E DE LIBERTAD. DON MARIANO CUBI Y SOLER. 66
C).- JOSÉ MARíA GAJÁ Y BAYONA, EDUCADOR BARCELONÉS
ENTAMPICO.
D ).- JUAN B. LAPEYRET1E.
E).- INSTITUTO DE EDUCACIÓN PúBLICA.
LA ESCUELA T AMPIQUEÑA DE J. J. BRUZON.
F).- T AMPICO/ESTADO DE LA EDUCACIÓN EN 1855.
CAPÍTULO IV
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83
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DE MATAMOROS A CIUDAD VICTORIA. 91
A).- MATAMOROS CUNA DE LA IN1ELECTUALIDAD TAMAULIPECA. 91
B).- CON SABOR A LATÍN Y FRANCÉS. 94
C).- EL CURA GUILLERMO MARTÍNEZ, PEDRO DEL HOYO
MARCELINO PERALES.
D).- LAS IMPRENTAS DE T AMAULIPAS.
CAPÍTULO V
LA LETRA CON JUÁREZ ENTRA/EDUCACIÓN IMPERIAL:
JUÁREZ Y MAXIMILIANO.
A).- EN EL NOMBRE DE DIOS. EDUCACIÓN Y RELIGIÓN.
B).- COLEGIO DE SANTA ANNA DE TAMAULIPAS.
100
106
109
109
112
C).- MIQunruANAIPROPAGAR LAS LUCES EN UNA ESCUELA NOCTURNA
PARA ADULTOS. 113
D).- LA LEY DE 1861. 119
E) .- EL COLEGIO PRIMITIVO DE TvLA. 121
F) .- EL INSTITIJTO L11ERARJO DE SAN JUAN DE MATAMOROS. 127
G).- INSTITIJTO L11ERAR10 Y MERCANTIL DE T AMPICO. 137
CAPÍTULO VI
CON TODO EL RIGOR DE LA
EDUCACIÓN/DISCIPLINA Y SALARIOS.
A).- REGLAMENTOS IN1ERNOS.
B).- LA LETRA CON SANGRE ENTRA/DISCIPLINA.
C).- POR LA EDUCACIÓN ... AUNQUE MAL PAGUEN.
D).- ÜRIGEN DEL NORMALÍSIMO EN T AMAULIPAS.
E).- MAESTROS DE IMPORTACIÓN.
CONSIDERACIONES FINALES.
BIBLIOGRAFÍA.
PERIÓDICOS.
ARCHIVOS.
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165
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176
INTRODUCCIÓN
través de su historia, Tamaulipas ha figurado como escenario de
importantes acontecimientos que se relacionan con la educación.
Sin hacer a un lado los esfuerzos durante el período colonial en el
Nuevo Santander y las recomendaciones de la Constitución de
Cádiz en 1812; este proceso ilustrativo detonó al consumarse la
independencia, con la apertura de un buen número de planteles de
primeras letras y la presencia de la Compafiía Lancasteriana. Otras acciones
relevantes se relacionan con la fundación del Instituto Hidalguiano de Ciudad
Victoria, Instituto de Educación Pública de Tampico, Instituto Literario y Mercantil
de Tampico y Colegio de San Juan de Matamoros, por mencionar algunos.
Paralelamente a estos acontecimientos, desde la segunda década del siglo XIX,
destaca el arribo de varios educadores extranjeros a Tampico, Matamoros y Ciudad
Victoria, originarios de Espafia y Francia.
Desde entonces, los gobernadores incluyeron el ramo educativo en sus
proyectos políticos. A toda costa trataban de sensibilizar a la sociedad y jefes
regionales, acerca de la importancia de establecer planteles escolares en cada uno
de los municipios, con la esperanza de sembrar la semilla del conocimiento entre
los tamaulipecos, bajo el símbolo ideológico del liberalismo. Los primeros setenta
afias del siglo XIX fueron un período dificil con frecuentes rebeliones, conflictos y
el paulatino rompimiento de las viejas estructuras del poder colonial y la
intromisión del clero en asuntos de gobierno. A pesar de todo, se logró avanzar los
primeros pasos en el campo educativo, al tiempo que se construyó un concepto de
nación o patria. Algunos de los protagonistas del antiguo régimen que
conformaban el poder político, rápidamente se reacomodaron al nuevo régimen.
7
Quienes pretendemos asomamos al origen de la educación en Tamaulipas,
tropezamos con pocas fuentes historiográficas sobre el tema. Desde 191 O Rafael de
Alba, autor de una monografía sobre Tamaulipas que se incluye en el tomo: La
República Mexicana Estados del Norte (1910), se quejaba por la falta de noticias
históricas para cumplir con su propósito. Sin embargo menciona algunas
referencias del doctor Manuel F. Soto, político originario de Tulancingo, Hidalgo,
que incluye en el folleto: La Creación del Estado de Iturbide o Estado de las
Huastecas (1856), concretando sus opiniones sobre el Colegio Fuente de la
Libertad de Mariano Cubi y Soler, la escuela de José María Gajá en Tampico y el
Colegio de San Juan de Matamoros. Otro que escribió una obra que dedica un
apcrtado de educación es Ramón Márquez, pero lamentablemente no ha sido
posible localizarla.
Las fuentes principales que nutrieron este trabajo se localizan en los
periódicos: La Gaceta de Tamaulipas, El Comercio de Tampico, El Constitucional,
El Gején, Guía del Pueblo, El Despertador de Tamaulipas, El Iris, Boletín de
Campaña, El Mercurio del Puerto de Matamoros, El Eco de Tampico, el Sol de
Santa Anna de Tampico, El Observador de Matamoros y El Progresista de
Matamoros, por mencionar algunos.
La obtención del material hemerográfico fue posible, gracias al trabajo que
realizan el Archivo Municipal de Tampico Carlos González Salas y el Instituto de
Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Mi
agradecimiento especial para el maestro Juan Díaz Rodríguez, quien inició la ardua
tarea de digitalizar el acervo hemerográfico y cientos de documentos para una fácil
consulta a través de discos compactos. Estas acciones serán de beneficio para la
conservación de las fuentes que se encuentran bajo resguardo en ese recinto.
También resultaron útiles, algunos documentos digitalizados del Archivo General
8
de la Nación, particularmente en los ramos de: Justicia Eclesiástica y
Cartas de Seguridad.
Otra fuente que se ubica un poco fuera del período de esta investigación, es
sin lugar a dudas: Reseña Sobre Instrucción Pública en Tu/a de Tamaulipas, 1
escrito por Ramón Ramírez, miembro de la Junta de Instrucción Pública, quien nos
proporciona un panorama sobre el estado de la cuestión educativa en dicho lugar a
principios de 1873. Tomamos en cuenta algunos datos, porque los maestros y
planteles que menciona, se insertan años atrás de la mencionada fecha y
corresponden a nuestro período de estudio.
El más completo trabajo respecto a sus aportaciones al conocimiento, lleva
por título: Apuntes para la Historia de la Educación en Tamaulipas (1980), del
maestro Raúl García García, donde se consignan cronológicamente los más
significativos planteles escolares y maestros desde el Nuevo Santander, la Escuela
Lancasteriana de Ignacio Ribott en 1828, hasta la fundación de la Universidad
Autónoma de Tamaulipas. El texto sin duda es interesante, con fuentes
hemerográficas y documentos de primera mano, además de la experiencia del autor
en la práctica formativa de docentes en la Escuela Normal y Preparatoria de Ciudad
Victoria. Otros capítulos del libro se refieren al Instituto Hidalguiano Tamaulipeco
y el Colegio Fuente de la Libertad, dos planteles que surgen al calor político del
nuevo estado, bajo la tutela de las ideas liberales. El autor abarca en 168 páginas,
casi cuarenta capítulos, donde registra valiosas pistas de utilidad a otros
investigadores.
1 Ramón Ramírez, Reseña Sobre Instrucción Pública en Tu/a de Tamau/ipas , México, Imprenta de F. Díaz de León y S. White, 1873, 5 pp.
9
A este volumen podemos sumar la memona del Primer Congreso
Pedagógico de Tamaulipas en 1899 durante el gobierno de Guadalupe Mainero; y
una serie de monografías sobre temas o protagonistas de la educación: Estefanía
Castañeda ( 1988) del historiador Candelaria Reyes. En este caso se trata de una
biografía documental de la maestra tamaulipeca, iniciadora de la educación
preescolar o kindergarten en México, Honduras y San Antonio, Texas, bajo las
enseñanzas de Pestalozzi y Froebel; Biografla de Lauro Aguirre del maestro
Artemio Villafafia Padilla; Una Hazaña Cultural La Escuela Normal y
Preparatoria de Tamaulipas (1986) del profesor Bias Uvalle González quien, en su
calidad de ex alumno de este plantel, expone una reseña desde sus inicios como
lrstituto Científico y Literario del Estado, hasta fmales del siglo XX. Aquí narra
algunos aspectos pedagógicos que se pusieron en práctica entre los alumnos, la
vida estudiantil, movimientos políticos y presencia de notables educadores como:
Lauro Aguirre, Ernesto de Kératry, Luis Puebla y Cuadra, Silverio de J. Zamudio,
Estefanía Castañeda, Santos Valdés, Mario Aguilera Dorantes, Raúl García García,
Carolina Balboa Gójon, Francisco Nicodemo Juárez, Alfredo E. Uruchurtu y
muchos más. Contiene también antecedentes del normalismo en Tamaulipas, una
galería de directores, fotografías y semblanzas de ex alumnos que destacaron en
diversas ramas del conocimiento.
En Matamoros se realizan buenos esfuerzos por consignar el acontecer
educativo en aquella ciudad fronteriza: Historia de la Educación en Matamoros
1934-1988 (2004) de Héctor Escobar Hernández, Lidia y Minerva Salazar Cerda.
En este libro de enfoque regional se documenta el nacimiento de planteles
educativos. Desde los años de la federalización de la enseñanza en Tamaulipas y la
educación socialista durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, hasta la
descentralización educativa en México. Entre los años 2000 y 2005 Francisco
Ramos Aguirre, publicó a través de la Secretaría de Educación Cultura y Deporte
10
una serie biográfica, de 15 folletos bajo el título: Maestros Rustres de Tamaulipas,
donde aparece la obra pedagógica de: Luis Puebla y Cuadra, Lauro Aguirre,
Estefanía Castañeda, Juan B. Tijerina, Francisco Nicodemo, Arquímedes
Caballero, Mario Aguilera Dorantes, Epigmenio García, Genaro G. Ruiz,
Rigoberto Castillo Mireles y otros.
En el 2006 la doctora María del Carmen Olivares Arriaga, realizó un
trabajo de tesis para obtener su grado de Maestría en Historia bajo el título: Lauro
Agui"e (2007). Anteriormente publicó el libro: Informe General de la Educación
Pública en el Estado de Tamaulipas 1914-1916 Maestro Lauro Agui"e.2 La
recuperación de este documento, representa una fuente informativa para el estudio
de la educación durante el período revolucionario, porque contempla métodos y
programas de estudio de las escuelas elementales de la entidad. Aguirre desempeñó
el cargo de Director de Instrucción Pública, y organizó la administración de esta
dependencia con el apoyo de varios maestros procedentes de la capital del país:
Galación Gómez, José Lobato, Arturo Pichardo, Alfredo E. Uruchurtu, Enrique
Olivares y otros.
La doctora Anne Staples en su más reciente libro: Recuento de una batalla
inconclusa. La educación mexicana de Jturbide a Juárez3 del Colegio de México,
consigna dos páginas a la educación en Tamaulipas en este período, concretamente
al Instituto Hidalguiano y toma como fuente el libro del profesor García García. En
cambio, el resto de su trabajo historiográfico nos proporciona la pauta para
entender el quehacer educativo y manera como se refleja hacia el interior del país.
2 Ma del Carmen Olivares Arriaga, Informe General de la Educación Pública en el Estado de Tamau/ipas 1914-1916 Maestro Lauro Aguirre, México, Universidad Autónoma de Tamaulipas, 2000, 256 pp. 3 Anne Staples, Recuento de una batalla inconclusa La educación mexicana de Jturbide a Juárez, México, El Colegio de México, 2005, 272 p.
11
Es un estudio detallado sobre el surgimiento de los institutos, seminarios, colegios,
liceos y escuelas elementales entre los gobiernos de Iturbide y Juárez. El libro, me
proporcionó algunas pistas para encaminar mi investigación, espero que hacia un
buen fm.
A partir del contexto regional, pretendo realizar no solo un recuento de los
planteles y maestros protagonistas de la educación entre 1822 y 1870, sino también
enfocar una interpretación histórica de los diversos episodios por donde transitó el
proceso de la enseftanza en Tamaulipas. Explicar cuales fueron las causas de las
interrupciones constantes que retrasaron la instalación de escuelas de primeras
!"tras, así como la efímera presencia de muchos preceptores en el campo de la
docencia en esos afios. Dicho análisis nos permitirá hacer un balance de los logros
en la tarea educativa.
Fuente de la Libertad, La Educación en Tamau/ipas 1822-1870 es un
estudio con la idea de enriquecer la historiografía de la educación en el estado. Una
obra de consulta o referente para otros investigadores y lectores que se interesen en
uno de los quehaceres intelectuales más significativos en nuestros días. Y para
cuestionamos: ¿Por qué es importante la educación durante del siglo XIX?
El actual sistema permite desarrollar con mayor eficiencia el proceso de la
enseñanza-aprendizaje, mediante novedosos métodos, materiales didácticos y
nuevas tecnologías electrónicas. Estos adelantos son resultado de un proceso que se
origina desde el s iglo XIX. Por tanto, sin pretender anclamos en el pretérito, ni
mirarnos en un espejo desazogado, seguramente la experiencia de aquellos
educadores será útil para afianzar y perfeccionar las nuevas técnicas pedagógicas.
Desde los aftos del Nuevo Santander hasta su creación como estado en
1824, Tamaulipas no estuvo ajeno a cualquier intento ilustrativo a través de la
12
educación. El rápido desarrollo de ciudades y puertos como: Matamoros, Mier,
Laredo, Tula, Ciudad Victoria, Tampico y Soto La Marina, después de la lucha
independentista, motivó que las autoridades estatales fijaran su atención en
expandir los conocimientos a través de una obra educativa, de acuerdo al proyecto
nacional. La apertura de escuelas de primeras letras, significó la base para lograr
que los propósitos fueran satisfactorios. Así las cosas, la atención se enfocó
principalmente en cubrir esta demanda, no sólo en las poblaciones más
importantes, sino también en comunidades más apartadas. Esto representó un reto
debido a los escasos recursos económicos, las constantes crisis políticas,
permanentes conflictos armados y la ausencia de medios de comunicación.
Con verdadero espiritu de servicio, los gobernadores, consagraron su
trabajo en implantar escuelas, contratar maestros, gestionar recursos financieros y
apoyar en todo lo posible la educación de los ciudadanos de cualquier clase social.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, en la mayoría de los proyectos educativos la
realidad siempre se impuso a los buenos propósitos. A partir de la Guerra de
Independencia a principios del siglo XIX, se vivieron una serie de conflictos y
reacomodos que favorecieron poco al proceso. Mediante leyes y decretos, los
gobiernos trazaban el camino para propiciar la construcción de una política
educativa para niños y jóvenes. Por su parte, las autoridades se distraían en otros
menesteres, encaminados a alcanzar o sostenerse en el poder gubernamental
mediante las armas. Así las cosas, desde la llegada de Ribott a Tamaulipas en 1828
hasta los años setenta se estimuló la apertura de diversos colegios e institutos que
se consignan en este trabajo.
Desde las primeras gestiones presidenciales del general Antonio López de
Santa Anna, la enseñanza lancasteriana, fue el motor que mantuvo viva la llama de
la ilustración en muchos lugares del país. Tamaulipas no fue la excepción, pero en
la mayoría de Jos casos, dichos planteles tuvieron corta vida a pesar de los
esfuerzos de los maestros Ignacio Ribott y Francisco Claudio Gójon. A ellos se
sumaron autoridades y vecinos, quienes realizaban todo tipo de esfuerzos por
mantener abiertas las escuelas. El lancasterianismo se extendió rápidamente en
TuJa, Ciudad Victoria, Tampico y Matamoros. Al final, sin estar sujeto al método
pedagógico que se menciona, el único plantel de larga vida que rebasó Jos albores
del siglo XX fue el Instituto Literario de San Juan en Matamoros; así como la
escuela de primeras letras que fundó José María Gajá en Tampico, que opera hasta
nuestros días.
El desarrollo social, político y económico de Tampico, Matamoros y
Ciudad Victoria, atrajo la presencia de varios educadores extranjeros, quienes se
encargaron de difundir sus conocimientos e ideas liberales a través de la cátedra. El
prestigio de personajes como: Ignacio Ribott, Mariano Cubi y Soler, Claudio
Gójon, J. J. Bruzon, Juan Lapeyrette, José María Gajá, Juan José Solemau,
Ambrosio de Aparicio y muchos otros educadores, nunca estuvo en duda. Ahora
sabemos que su trayectoria profesional se dejó sentir no sólo en Tamaulipas y
algunos estados de la República Mexicana, sino también en Estados Unidos,
Espaila y Cuba.
A partir de la fundación del Instituto Hidalguiano de Ciudad Victoria en
1830, a lo largo del siglo XIX surgieron cuando menos otros siete institutos en
Matamoros y Tampico, donde se impartía educación secundaria, con planes de
estudio similares a otros planteles del país. Este dinamismo en las escuelas de
enseilanza, se debió principalmente a la movilidad social, crecimiento poblacional
y polo de atracción que representaba esta región del norte, donde se privilegiaba
una mejor calidad de vida. Vale recordar que en los primeros años de la
independencia, el desarrollo mercantil empezó a fluir a través de la aduanas.
14
Entre 181 O y 1870, santanderinos y tamaulipecos padecieron una serie de
conflictos bélicos y políticos. La Guerra de Independencia; el fusilamiento de
Agustín de Iturbide en Padilla; la incursión de Isidro Barradas en Tampico; la
Rebelión de José Urrea; el suicidio del general Manuel Mier y Terán; la lucha entre
centralistas y federalistas; la Guerra de Intervención Norteamericana; los pleitos
electorales entre rojos y crinolinos: Jesús de la Serna y Cipriano Guerrero y
finalmente la Guerra de Intervención Francesa. Ante este panorama de pugnas
constantes y variaciones en los gobiernos, se podía esperar muy poco en el renglón
educativo.
Dentro del discurso oficial del siglo XIX, la educación representaba una
especie de adorno para el estado. Las visitas a las escuelas, los informes de
gobierno, el control de los alumnos egresados y los decretos emitidos, reflejan la
imagen sensible de quien se preocupaba por la ilustración; pero también significó
el control del mando en la clase pensante y el juego del poder. Los planteles
educativos eran los proveedores de los nuevos elementos que servirían en las filas
del ejército y burócratas del gobierno. Bajo esta circunstancia, la instrucción
pública generaba entre otros beneficios, la reducción de los índices de
analfabetismo en una sociedad típicamente rural.
La carga ideológica de moralidad y religión en el campo de la enseñanza,
se extiende desde el siglo XIX hasta principios del XX. Las ideas para la
ilustración provienen de los libros de texto impresos en España y Francia. Poco
podía intentarse para sustraerse de estas corrientes pedagógicas, adoptadas bajo la
influencia de la iglesia católica. Por ejemplo Mariano Carderera en su libro
Principios de Educación Métodos de Enseñanza editado por primera vez en
Madrid en 1860, propone como idea fundamental de la educación, la teoría basada
en el Catecismo de la Doctrina Cristiana: "Formar al hombre preparándole para
1~
cumplir su destino en este mundo y en el otro, es el objeto fmal de la educación. De
modo, que la educación es el cultivo y ejercicio de las facultades humanas, para
desenvolverlas y perfeccionarlas conforme al fm para que ha sido criado el
hombre't4 Este pensamiento pedagógico, se refleja con mayor énfasis en las
escuelas de Tamaulipas, desde los años veinte hasta los sesenta del siglo XIX.
Durante este período histórico, los sueldos de los maestros significan un
asunto de interés, porque bajo esa partida presupuesta], se reflejaban los recursos
económicos del estado para sostener un proyecto educativo. Entendemos que eran
períodos de poca solvencia económica, pero con base a los documentos
localizados, se esclarece que el interés de las autoridades en el combate a la
ig:1orancia, resultaba verdaderamente dificil para un país en construcción. La
mayor parte de los recursos se destinaba al sostenimiento del ejército.
En el desarrollo de esta investigación se aprecia no solamente la
concepción de un proyecto de política educativa, sino también un enorme interés y
solidaridad humana para alcanzar las metas. Gracias a esa fraternidad humanista,
lograron consolidarse algunos proyectos que parecían imposibles. A pesar de la
polarización durante el Imperio de Maximiliano, los enfrentamientos entre el clero
y liberales de Tamaulipas fueron relativamente moderados. La prueba la
encontramos cuando Francisco de P. Verea y González, obispo de Linares,
reconoció las Leyes de Reforma el 31 de octubre de 1860, haciéndolo extensivo en
un documento que envió al gobernador de Tamaulipas y a todos los curas de su
jurisdicción. s
• Mariano Cardeera, Espafla, Principios de Educación Métodos de Enseñanza, editado por primera vez en Madrid en 1860, p.ll-12. ' Gabriel Saldlvar, Historia Compendiada de Tamau/ipas, Gobierno de Tamaulipas, pp. 210-211.
16
Para terminar, deseo expresar mi gratitud entrañable a los profesores:
Hilarino Jiménez de León, Gustavo García Paz, Enrique Maldonado Quintanilla,
Lydia Salazar Cerda, Raúl García García <+>. Raúl González Zapata, Jesús
Hernández Jaimes, María de Jesús Pérez, Francisco Gójon de la Garza, Andrés
Cuéllar Cuéllar, Juan Díaz Rodríguez, Cruz Bravo Camarillo, Laura Lavín
González y Leonardo Martínez, quienes me allegaron documentos y manifestaron
opiniones acerca de esta investigación. Igual para Alejandrina Puente, funcionaria
de la Biblioteca Ing. Marte R. Gómez de Ciudad Victoria, por tolerar mis
intempestivas visitas al Archivo Gabriel Saldívar y Silva.
17
Capítulo 1
NOTICIAS DE LA EDUCACIÓN DEL NUEVO SANTANDER
Durante el proceso del establecimiento de la Colonia del Nuevo Santander,
iniciado por José de Escandón y Helguera en 1748, el interés de sus protagonistas
se centró principalmente en posesionarse del nuevo territorio. A pesar de la
oposición de algunos grupos indígenas, fundaron relativamente en corto tiempo,
una serie de villas a Jo largo de la geografia de las Tamaholipas. El siguiente paso
consistió en organizar un sistema de autoridad política o gobierno que les
permitiera entre otras cosas, someter a Jos nativos mediante reglamentos; así como
llevar a cabo el proyecto de evangelización e instalación de unas 18 misiones entre
las que destacan el Colegio de Propaganda Fide de Guadalupe, Zacatecas; Colegio
Propaganda Fide de Pachuca6 y otros centros franciscanas. Los grupos nativos
fueron incorporarlos a las tareas cotidianas y la cultura dominante de los
colonizadores, quienes no se distinguían precisamente como seres ilustrados, sino
más bien integrantes de gremios de artesanos, agricultores, soldados, gambusinos y
pastores. En este sentido, el establecimiento de escuelas para el estudio de primeras
letras pasó a segundo término. Con dicha situación, se palpó el atraso educativo en
este territorio del noreste, si consideramos que a poco más de medio siglo de
fundado el Nuevo Santander, se inició el proceso de independencia, que aminoró la
implantación de planteles de enseñanza pública durante el siglo XVITI, en
comparación con otros territorios de la Nueva España.
6 Juan Fidel Zorrilla El Poder Colonial en Nuevo Santander, México, Instituto Tamaulipeco de Cultura, 1989, p. 199
19
9Aunque los frailes evangelizadores tenían como prioridad, rendir buenas
cuentas a sus superiores acerca de bautismos, matrimonios y ceremonias luctuosas;
no significa que todo fuera barbarie y religión en territorio santanderino. Entre los
colonos arribaron también escribanos como Hermenegildo Sánchez García, autor
de un manuscrito de crónicas, autos sacramentales y un tratado sobre herbolarias.
Destacan algunos capitanes y tenientes, quienes sirvieron de secretarios en los
gobiernos escandonianos de las villas. Nada extraordinario, si consideramos la
presencia de notables pensadores que operaron en otras poblaciones del centro de
la Nueva España: Juan Benito Díaz de Gamarra, José Antonio Alzate y José
Ignacio Bartolache, precursores intelectuales de la educación,
Sin duda alguna, la enseftanza que más predominó en la Provincia del
Nuevo Santander fue la religiosa impartida por los frailes, que sustentaban en el
aprendizaje del catecismo y los evangelios. Bajo esta circunstancia los nativos y
colonos se pusieron en contacto con la letra escrita. Sin embargo esta relación de
los pobladores indígenas con ios misioneros, únicamente duró hasta 1769,7 cuando
los frailes fueron retirados por disposiciones de José de Escandón.
Dichos religiosos fueron sustituidos por misioneros del Colegio Apostólico
de Zacatecas, quienes llegaron en .1793 a San Juan de los Esteros, actual
Matamoros. Los clérigos realizaron algunas modificaciones, entre las que destaca
el nombre de la población que a partir de ese año se llamó: Congregación de
Nuestra Señora del Refugio de los Esteros. Además abrieron una escuela parroquial
y designaron a don Anastasio de Ayala, primer alcalde. 8 Acerca de
establecimientos de primeras letras no se tienen noticias, y menos de preceptores
7 Carlos González Salas. Historia de la Literatura en Tamaulipas, Tomo 1, México, Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, 1980, p. 28. 8 Elda A vita Rangel Córdova, Elia Garcfa Cruz, Hilarino Jiménez León. Historia de la Educación en Matamoros, tesis para obtener el grado de maestría por la Escuela Normal Superior de Tamaulipas, 1991 , p. 39.
20
con todo el rigor de la palabra, como lo establece en sus requisitos la Cédula Real
de Carlos m del 11 de julio de 1771 : "[ ... ] buenas costumbres, limpieza de sangre
y capacidad para la caligrafia y aritmética."9
Bajo este afán de coloniaje religioso que no lograba vincular las esferas del
poder eclesiástico y el escandoniano, en 1791, con el auspicio del Colegio
Apostólico de Pachuca, el padre José Mariano Bisuet promovió la fundación de
misiones religiosas en: Nuestra Señora de Guadalupe de los Ángeles, San José de
Las Palmas y San Vicente. 10 Durante el gobierno del conde Manuel Ignacio de
Escandón y Llera, la misión de Las Palmas se localizaba en el actual municipio de
Villa de Casas.
A).- SAN CARLOS Y WS PADRES DESOBEDIENTES.
Uno de los principales antecedentes que nos ilustra sobre la educación, se
desarrolló en San Carlos, capital del Nuevo Santander a partir de 1769. Este lugar
era considerando como un emporio minero, igual que la comunidad de San
Nicolás, ubicada a pocos kilómetros de la capital. Su naturaleza política obligaba a
las autoridades a poner especial atención en diversos aspectos importantes para el
desarrollo social, sobre todo en la enseñanza. Así las cosas, todo parece indicar que
el despegue en este renglón no marchaba satisfactoriamente, según el Bando del 6
de octubre de 1811, emitido por el Teniente de Justicia, José María Puga, quien
hace valer su autoridad:
9 "Cédula Real de Carlos DI," 11 de julio de 1771, citada en: Dorothy Tanck de Estrada, La Ilustración y la Educación en la Nueva F.Ypaña, SEP, 1985, p.l 07-108. 10 "Fundación de Misiones ... ", Archivo General de la Nación (AGN), Volumen 16, Expediente 2, Fojas 53-165, 1791.
21
He notado con bastante dolor mío que, siendo la escuela uno de los primeros objetos de primera atención, esta es la que se halla en el
mayor abandono a causa de que los padres de familia no cuidan de
fomentarla enviando a sus hijos a aquélla recomendable enseñanza;
por tanto procuren que todos los niños que existan aquí, asistan a
ella desde el día de mañana, y los que estuvieran en rancho u otra
ocupación lo ejecutarán dentro de ocho días "PROHIBIENDO
TODA ESCUELA PAPRTICULAR A MENOS QUE SEA LA DE NIÑAS. "En el concepto de que no esperado el caso de que el maestro no de el lleno co"espondiente a su obligación, será la mía el estar al cuidado de sus operaciones para que de ese modo en /o sucesivo no tengan achaque los padres de decir que por deficiencia de aquél no adelantan nada sus hijos; estando yo informado de que
no van con frecuencia a la referida enseñanza, pues si lo hicieran no se verían tan atrasados en letras como lo suponen, ni tampoco por
las calles como lo estoy observando: con el bien entendido de que
deberán conc~ir toda clase de niños, desde la edad de siete años
hasta los quince, aunque sean pobres de solemnidad .. 11
Desde entonces, para las autoridades representaba una responsabilidad
cambiar la mentalidad de los padres de familia, quienes se resistían para que sus
hijos acudieran a la escuela. Antes preferían encauzarlos desde temprana edad a las
actividades laborales, porque consideraban más importante involucrarlos en el
trabajo. Sin embargo, en el Bando también llama la atención la actitud incluyente
de la convocatoria, sin importar la clase social, al grado de considerar el ingreso de
un nifio pobre a la escuela, como una obra de caridad, en el sentido cristiano de la
palabra. Además, el Teniente de Justicia, deja claras las sanciones por
desobediencia a dicha disposición que obligaba la asistencia de los niños a la
escuela. El maestro le avisará sobre los casos que considere pertinentes y en
consecuencia se les aplicaría un escanniento a los padres. Otra vertiente que aporta
11 Raúl García García. Apuntes para la Historia de la Educación en Tamaulipas, México, Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tarnaulipas, 1980, pp. 14-15. La fuente original se puede localizar en el Fondo Documental del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tarnaulipas, Ayuntamiento San Carlos.
22
el documento es la negativa a la implantación de escuelas particulares, en un afán
de ejercer control sobre la enseñanza por parte del gobierno provincial, a través de
las escuelas gratuitas o escuelas de limosnas. Esta situación habría de suavizarse
con la apertura de colegios privados, en los próximos años a la independencia.
La práctica del castigo a . los padres que se negaban a enviar a sus hijos
faltistas a la escuela, estuvo vigente hasta la segunda mitad del siglo XIX: "Los
progenitores desobligados sufrían una multa de un peso, por cada vez que dejen de
enviar a sus hijos a dicha escuela. Si no tenían dinero, la primera vez el castigo
eran ocho días de cárcel, un mes la segunda vez y la expatriación la tercera [ . . . ]"12
En el Nuevo Santander la multa ascendía a tres pesos que se aplicaban en
beneficios propios de las necesidades de escuela. Mientras tanto, Don Francisco
Meléndez, Teniente de Justicia, enviado por el Coronel Joaquín de Arredondo a la
Villa de San Carlos, arremetía nuevamente mediante un bando (enero de 1812)
para exhortar a los padres de familia que enviaran a sus hijos de siete a quince años
a la escuela: "[ ... ] abusando con esto de la piedad y paciencia que les han tenido
mis antecesores, faltando al mismo tiempo de la subordinación debida [ . .. ] Es tan
recomendable este asunto de la enseñanza, de los niños, q. Ntro. Soberano lo
encarga, muy particularmente, y lo mismo los Señores Ilustrísimos Diocesanos,
Pues de ello resulta q. Dhos. Niños sean útiles a la República y al Estado." 13
El 13 de agosto de 1785, el coronel Diego de Lasaga gobernador y
comandante de las tropas de las villas del sur del Nuevo Santander, envió un bando
a las autoridades de Padilla, donde se recomienda hagan saber sobre la necesidad
12 Anne Staples. Recuento de una batalla inconclusa. La educación mexicana de lturbide a Juárez, México, El Colegio de México, 2005, p. 315. 13 Bando de don Francisco Meléndez, Fondo Documental del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Ayuntamiento San Carlos.
21
de un maestro de escuela: "[ ... ] para la ensefianza y educación de los niños, como
está mandado por el Soberano."14 Tal disposición debería entre otros aspectos:
"[ ... ] guardarse y cumplir indispensablemente, pena de responsabilidad en lo
sucesivo en cualesquiera otra junta y mando, se les de testimonio de esta
Providencia, para que se haga saber a las nuevas Intendencias y Gobiemo." 15
Inferimos que de Lasaga, es el mismo personaje que después radicó en territorio en
Colima y se distinguió por su trabajo: Descripción Geográfica del Partido de
Colima en 1795. Más tarde radicó en Nueva Orleáns, Louisiana, donde sostuvo
correspondencia militar con personajes novohispanos. Sus características de
hombre intelectual, nos revela el interés de promover la ilustración en el Nuevo
Santander.
Durante la época colonial y en plena lucha independentista, los bandos
estaban a la orden del día en las Provincias Internas de Oriente. Las autoridades del
Nuevo Santander se encargaban de distribuirlos a las principales poblaciones, en
este caso Villa del Refugio (actual Matamoros). El 26 de julio de 1814, el Virrey
Félix María Calleja expidió un bando sobre el cuidado que deberían ejercer los
ayuntamit:ntos, respecto a las escuelas de primeras letras y demás centros
educativos dependientes del fondo común, de acuerdo al artículo 14°. Dicha
disposición emanó del gobierno de la Monarquía Española: "[ ... ] celando el buen
desempeño de los maestros, y muy especialmente el puntual cumplimiento de lo
que previene el artículo 366 de la Constitución. Para lo que deberá también
enseñarse a leer a los niños."16
14 Mando de Diego de Lasaga a Fernando García, Archivo Municipal de Padilla, fotocopia para
consulta en el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, 13 de agosto de 1785, 2 pp. 15 !bid. 16
Libro de Bandos y Decretos, Archivo Histórico Municipal de Matamoros (AHMM), 26 de julio de 1814, Expediente 6.
24
Desde luego que en territorio de guerra independentista, resultaba muy
dificil aplicar la Constitución de Cádiz de 1812. En consecuencia todo quedaba en
buenas intenciones y los proyectos educativos permanecieron inconclusos por
muchos años, principalmente en territorio santanderino.
B).- UNA QUE OTRA ESCUELILLA.
Para el cura Miguel Ramos Arizpe, representante de las Provincias de
Oriente- Coahuila, Nuevo Reino de León, Texas y Nuevo Santander- en las
Cortes de Cádiz, el panorama educativo en esta región era poco halagador. Con
sentido crítico ideológicamente liberal, y contra las injusticias que desde su visión
de hombre ilustrado apreciaba en aquel escenario, en 1811 presentó en Cádiz, un
informe social y económico sobre la región. Él tenía conocimiento del terreno por
que años atrás, ejerció el ministerio sacerdotal en Real de Borbón y Villa de
Aguayo. Por eso, al referirse a la actividad educativa, aborda sin eufemismos el
problema, argumentando que está descuidada y predomina la ignorancia, lo que
motiva un abuso de los derechos por los colonizadores, y remata:
[ ... ) los presidios y villas de más numerosa población
sostienen de los fondos de las compañías y contribuciones voluntarias de algunos padres de familia, a algunas personas ineptas o de mala conducta con el nombre de maestros, que regularmente se entretienen en enseñar la doctrina cristiana, sido por lo común incapaces de una regular educación pública. En las haciendas existe una que otra escueli/la, habiendo yo observado más de una vez el cuidado que se pone que loso hijos de los sirvientes no aprendan a escribir, por creer algunas amos
que llegando a esa que se llama ilustración solicitarán otro modo de vida menos infeliz, rehuyendo la servidumbre en que han vivido sus padres. 17
17 Carlos González Salas. Miguel Ramos Arizpe Cumbre y Camino, México, Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Porrúa, pp. 152-154
Ramos Arizpe observó la falta de preparación de los preceptores, quienes
se concretaban a la divulgación de la doctrina cristiana, como medida de control
del estado sobre la población. A decir del cura, se encontraba inmersa en la pobreza
y a merced de los amos y terratenientes: "La educación pública es uno de los
deberes de todo gobierno ilustrado y sólo los déspotas y tiranos sostienen la
ignorancia de los pueblos para más fácilmente abusar de sus derechos."18 El
sacerdote coahuilense, estaba conciente de la formación y necesidad de individuos
críticos en un ambiente laico y sin prejuicios.
Finalmente la Constitución de Cádiz habría de incluir entre sus principios,
el establecimiento de una escuela de primeras letras en cada población de la Nueva
Espafta, como seftala el Título XIX de la Instrucción Pública: "Artículo 366.- En
todos los pueblos de la monarquía se establecerán escuelas de primeras letras en las
que se enseftará a los niftos a leer, escribir y contar, y el catecismo de la religión
católica, que comprenderá también una breve exposición de las obligaciones
civiles." 19 El documento, donde se abren caminos para el libre tránsito de las ideas,
también anuncia la apertura de universidades para la enseftanza de la ciencia,
literatura y bellas artes, bajo la tutela de una dirección general de estudios
controlada por el gobierno.
C).- LAS ESCUELAS PARROQUIALES.
En su momento, las escuelas parroquiales asumieron un papel importante
dentro de la educación en el Nuevo Santander. Por un lado se enseftaba a los
nativos e hijos de colonizadores la doctrina católica; por otro, se aprovecharon los
11 Miguel Ramos Arizpe, Discursos, Memorias e Informes (1942), p. 43, citado en Josefina Zoraida Vázquez, Nacionnlismo y educación en México, p. 26. 19 "Constitución Polltica de la Monarquía Espafiola Promulgada en Cádiz, "http:/ /www .bibliotcca.tv/artman2/publish 1812 _113/Constituci _ n _pol_yica _de _la_ monar ... 19/ 03/2007.
26
espacios para el aprendizaje de la lectura y escritura. Uno de estos frailes que operó
en la región de Real de Borbón (actualmente Villagrán) y Santo Domingo de
Hoyos (actualmente Hidalgo) fue Juan José Rivera, quien a su vez instruyó y
nombró maestro de la escuela parroquial de la última población a Hermenegildo
Sánchez García, con un sueldo de cincuenta pesos anuales: "La villa no era tan
reducida, pues la afluencia de pastores acrecentaba su población, de modo que el
número de escolares no bajaría de cuarenta. Quizá el jacal que servía de capilla y
que estaba a cargo del auxiliar del párroco de Santo Domingo de Hoyos, fue
escogido para que sirviese también de escuela."20 Debemos considerar que en esta
región colindante con el Nuevo Reino de León, se asentaban temporalmente
pastores de ovejas que generaban servicios educativos. Si tomamos en cuenta las
condiciones geográficas y atraso que vivían en aquél entonces, por más
rudimentarios que fueran las escuelas, cumplían una función relevante. En un
cuadro comparativo sobre la realidad santanderina con Monterrey, a principios del
siglo XIX existían en esta población, únicamente tres escuelas elementales, una de
enseñanza superior y el Seminario Conciliar?• No era mucho para una población
que fundó Diego de Montemayor en 1596.
A fma!es del siglo XVIII el desarrollo arquitectónico de edificios para
profesar la fe católica entre los habitantes del Nuevo Santander, era muy precario.
Por ejemplo en Villa de Santa María de Aguayo, la iglesia de la Purísima
Concepción, después de Nuestra Señora del Refugio consistía en: " [ . .. ] un corto
jacal techado de palma. Que tenía solamente un altar y carecía de sacristía.'.22 Sin
duda alguna, esta situación no era digna de una población de mil habitantes como
20 José Hennenegildo Sánchez García Crónica del Nuevo Santander, México, Instituto de Investigaciones Históricas de la UAT, 1977, p. 44. 21 Anne Staples, Op. Cit. p. 358 22 Vidal E. Covián Martinez, El Libro de Bautismos de la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio de Aguayo, Instituto de Investigaciones Históricas de la UAT, 1975, p. 43.
27
la mencionada, según lo constató el obispo Antonio Bustamante Castillo y Pablo.
Durante la visita pastoral de inspección en mayo de 1781 aprovechó para instalar
una escuela parroquial, bajo la dirección de José Marcelo Fernández, "[ ... ]
haciendo que todos los niños, sin distinción, ocurran a ella para su enseñanza y
educación. "23
Para 1791, la escuelita pasó bajo responsabilidad del maestro José
Dalmacio de los Ríos, a quien el gobierno eclesiástico le requirió informes acerca
del método de enseñanza utilizado entre sus discípulos. Según datos del profesor
y cronista Vidal Covián, dicho plantel educativo funcionó hasta principios del siglo
XIX, cuando el cura coahuilense Miguel Ramos Arizpe asumió el mando de la
parroquia, y decide la instalación de una escuela pública confesional el primero de
mayo de 1808, con apoyo económico de la iglesia católica:
[ ... ] me mandó S. Sa. Ylmo. Consiga de los fondos de esta Parroquia
veinte y cinco pesos amtdes a favor del Mtro. Pa. Gratificarle el
trabajo de enseñar a los i'ffantes y ayuda de la [ ... ] dejando facultad a
el cura, y no a los mayordomos para suspender esa contribución
siempre qe. La omisión y negliga Del Mtro. lo merezca. Y habiendo
restaurado la &cuela el Primo. de este mes de Mayo bajo el patrocinio
de San José le corre esta gratifiCación al maestro D. Juan Fraco. Núñez
desde este día ya la percibirá por meses vencidos. u
Las inquietudes de los gobiernos por abrir escuelas públicas en las
principales poblaciones, se reflejó también en la Villa del Refugio (Matamoros). El
alcalde Felipe Roque de la Portilla, estableció un plantel de primeras letras ell5 de
febrero de 1814, atendida por un maestro con sueldo de 299 pesos. Ese mismo año,
y de acuerdo a la matricula escolar el cabildo aprobó la contratación de otro
23 /bid, p. 44 24 /bid, p. 45.
28
maestro para atender la demanda.25 En dicho contexto, la población de Santander,
residencia de la familia Escandón y capital de la provincia, gozó de los privilegios
de un plantel educativo que se encomendó a Juan Bustamante para que lo dirigiera
desde abril de 1814: "[ ... ] nativo de Caracas y residente de la Villa de S antillana,
por ser persona de sobrada instrucción y honrado proceder [ ... ]"26 En cierta
medida, resultaba lógico que esta población tuviera esos beneficios, por tratarse de
un centro de poder político. Esta situación fue temporal porque fueron impactados
por la guerra de la independencia, al grado de permanecer sin escuela seis largos
años, debido a los conflictos.
Según el acta del archivo municipal que cita Juan Fidel Zorrilla: "Esta
escuela se abrió después de seis años en que la importante villa estuvo sin atender
la cuestión educativa siendo su propósito la enseñanza: "de primeras letras,
educación de los niños y trato civil para con Dios y los hombre [ .. . ]"27
Pero además, el ayuntamiento intervino en el caso, en lo que se refiere a los
indican los artículos: 366 y 325, párrafo V de la Constitución de las Cortes de
Cádiz.
Las cláusulas bajo las que se obligó al profesor a impartir clases fueron [. . .]"Primera.- Que se la ha de dar casa para enseñanza; Segunda.- Que todos los niños se han de obligar a que vengan a dicha escuela; Tercero.- Que no se le ha de faltar a su paga y
Cuarta; Que se le facilite un pie de altar para su preciosa subsistencia 28
25 Elda Avita Rangel , Elia García Cruz, Hilarino Jiménez León, Historia de la Educación en Matamoros, Tamaulipas. Desde sus Inicios al Liberalismo, Tesis para obtener el título de Maestría en la Escuela Normal Superior de Nuevo León, Monterrey, 1991 , 79 pp. Más anexos. 26 Juan Fidel Zorrilla, Tamaulipas en la Guerra de Independencia, México, p. 25. 27 /bid, p. 25. 28 /bid
29
Dos aiíos antes, en 181 O, Miguel Ramos Arizpe recibió la encomienda de
las autoridades de Saltillo para que en su representación de las Cortes de Cádiz,
incluyera la apertura de una institución educativa de carácter regional: "Un colegio
de instrucción superior para la ensefianza de la gramática y la filosofía con el
propósito de instruir a la Juventud de Coahuila, Nuevo León, Texas y Nuevo
Santander.'t29 Es decir las Provincias de Oriente.
29 Vito Alessio Robles, Coahuila y Texas en la Época Colonial, p. 628, en Juan Fidel Zorrilla, Tamaulipas en la Guerra de Independencia, p. 26.
30
CAPÍTULOII
LA INDEPENDENCIA: DEL NUEVO SANTANDER A T AMAULIPAS
A).- LA CONSTITUCIÓN DE 1825.
La provincia del Nuevo Santander participó en la lucha independentista
con dos en episodios importantes: el levantamiento armado en TuJa entre 181 O y
1811 por los insurgentes Mateo Acuña y Bernardo Gómez de Lara El Huacal; y el
desembarco de Javier Mina, Fray Servando Teresa de Mier con doscientos
expedicionarios en las costas de Soto la Marina en 1817. Años más tarde
empezaron a construirse las bases políticas para el nuevo modelo de estado, una
vez que el gobernador coronel José María Echegaray, emitió en julio de 1821 una
circular a los ayuntamientos de la jura de la independencia nacional, ante un:
"Santo Cristo y el libro de los evangelios. ,,Jo A los pocos días renunció a su cargo.
Este personaje estaba casado con una hermana del historiador y político Lucas
Alamán.
El 22 de julio de 1822, el general Felipe de la Garza, Comandante de las
Provincias Internas de Oriente y gobernador de Nuevo Santander, envió a los
ayuntamientos una circular para conocer la situación del rubro educativo. En el
caso de la Villa de Mier se les solicita a las autoridades:"[ ... ] un informe detallado
cada seis meses de los adelantos que hayan tenido los niños de las Escuelas, y para
el efecto acompaña un formulario para que sea llenado, pidiendo también cuántos
niños asisten de paga y gratuitamente."31 El propósito de esta disposición, tenía
30 Juan Fidel Zorrilla Carlos González Salas, Diccionario Biográfico Tamaulipeco, Ciudad Victoria, Instituto de Investigaciones Históricas de la UAT, 1984, p. 133. 31 Antonio Maria Guerra, Mier en la Historia, p. 53.
11
claras intenciones de involucrarse en una tarea ilustrativa. Dicha disposición se
refuerza otra circular de 1821 donde el mismo comandante, obliga a los padres de
familia para que matriculam a sus hijos de seis a diez años de edad en alguna
escuela.
Poblaciones tan lejanas como Laredo, también se involucraron en el
desarrollo educativo promovido por las nuevas autoridades. En noviembre de 1821,
el aprobó los servicios profesionales para que el educador Francisco Femández:
"[ ... ] abriese una escuela de primeras letras, dándose enseñanza aritmética, lectura,
escritura y catecismo. El sueldo del profesor lo pagaría el ayuntamiento y se fijaron
como pago de colegiaturas dos reales por mes, pagaderos en dinero, maíz o
carne. "32 Los huérfanos y pobres de solemnidad estaban exentos de este pago. Es
decir aquellos a quien la autoridad o el alcalde, les extendiera un certificado donde
constataba la carencia de recursos económicos.
La torpeza de Agustín de lturbide al disolver el Congreso Nacional y
declararse monarca el 21 de mayo de 1822, significó para su corte imperial una
efimera luna de miel independentista. En varios puntos geográficos como
Valladolid, Veracruz, Guanajuato, Zacatecas, México y otras poblaciones se
realizaron varios pronunciamientos en su contra. En Nuevo Santander se presentó
un levantamiento en Soto la Marina (mayo y septiembre de 1822), con la
publicación de una proclama donde el general Felipe de la Garza, descalifica las
acciones iturbidistas y: "[ ... ]proponían el cumplimiento de cinco puntos, a saber;
la libertad de los diputados presos; el traslado del Congreso a donde sea, para
deliberar sin presiones; la disposición y juicio de Juan Manuel de Herrera; [ ... ]"33
32 Rogelio Garcia 0., The Bells of St. Agustine, Laredo, Texas, 1963, en Juan Fidel Zorrilla y Carlos González Salas, Diccionario Biográfico de Tamau/ipas, p. 147. 33 Alfredo Ávila, Para La Libertad, Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, pp. 217 y 309.
32
No resulta dificil comprender los logros educativos durante los primeros años después de la independencia, porque en la provincia santanderina existían muchos problemas que resolver. Una de las prioridades era la integración de un congreso constitutivo, que culminó con la elección de diputados pertenecientes al gremio eclesiástico, militar y del comercio. Finalmente al cuajar este proceso democrático, se desataron una serie de conflictos que hacieron crisis con el arribo de Iturbide a Soto la Marina en julio de 1824, quien pensó que contaba con el apoyo del general Felipe de la Garza, a quien había nombrado Comandante Militar de las Provincias de Oriente.
Dentro del proceso de cambios políticos, en 1824 el territorio de Nuevo Santander, pasó a la historia y se constituyó en Tamaulipas, un estado más de la República. El 19 de julio de ese mismo año, Agustín de Iturbide fue fusilado en Padilla, de acuerdo a un decreto del Congreso General que lo declaraba proscrito al momento de pisar territorio mexicano. Para la clase política y clerical, no era ajeno que al desembarcar en Soto la Marina, pretendía asumir nuevamente el mando político del país, entonces envuelto en una crisis entre republicanos y conservadores.
La promulgación de la nueva Constitución Política de Tamaulipas a cargo del Congreso Constituyente en 1825, incluyó entre otros artículos los relacionados con la instrucción pública, donde se consigna en el artículo 235 : "Se establecerán en todos los pueblos del Estado Escuelas de primeras letras, en las que se enseftará, a leer, escribir, contar, el catecismo de la Doctrina cristiana, y los derechos y obligaciones del hombre."34 De igual manera se mencionan intentos por establecer la enseftanza pública de todas las ciencias, y artes útiles al Estado. Esta disposición
34 Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tamaulipru 1825, Ciudad Victoria, Imprenta del Congreso del Estado, 1825, p. 70-71.
:n
coincidía en gran parte con las propuestas de los independentistas, Miguel Ramos
Arizpe y el general Felipe de la Garza.
En realidad en los tres artículos que se refieren el tema educativo, deja
abierto un cúmulo de expectativas y llama la atención el poco espacio que dedica
dicho apartado en la entidad. No así en el aspecto político, ejército y justicia donde
se pone mayor atención, por la importancia de los mismos en ese momento
histórico.
Las posibilidades de promover la ilustración entre los tamaulipecos de
aquella época, muchas de las veces se limitaban a las buenas intenciones por parte
del gobierno, aquejado por las permanentes crisis económicas, guerras y
condiciones políticas del país. En tales consecuencias, el acceso a la educación
formaba parte de las elites militares y familias poderosas criollas descendientes de
españoles, quienes enviaban a sus hijos a prepararse en el Colegio Seminario de
Monterrey. Algunos de ellos fueron: José Antonio Gutiérrez de Lara, quien fue
rector del plantel ( 1804-1805). Igual que su hermano Bernardo se unió a la lucha
insurgente con Mariano Jiménez.35 Por tratarse de un centro educativo de carácter
regional, ingresaron al mismo Fray Servando Teresa de Mier y Miguel Ramos
Arizpe. Después estudiaron a ese plantel eclesiástico: Juan C. Doria, Servando e
Indalecio Canales, quienes se habrían de distinguir durante la Guerra de
Intervención Francesa. Otro de los ex alumnos fue el teólogo Eustaquio Femández,
vocal de la Diputación Provincial de las Cuatro Provincias Internas de Oriente
( 1820) y tres veces diputado local por Tamaulipas (1825 y 1842), con ideología
conservadora. En cambio Juan José de la Garza realizó estudios en el Seminario de
México y se recibió de abogado en el Colegio de San Ildefonso, igual que Luis
35 Juan Fidel Zorrilla y Carlos González Salas, Diccionario Biográfico de Tamaulipas, México, Universidad Autónoma de Tamaulipas, 1984, p. 222.
34
García de Arellano; mientras que Pedro José Méndez realizó estudios de
secundaria en Linares y en Estados Unidos.36
Eustaquio Femández, gozaba de buena posición social por ser hijo de Juan
Antonio Alexo Femández, capitán de la Compañía Miliciana de la Villa de San
Antonio de Tu la. En 1801 este personaje envió un escrito al Colegio de San
Ildefonso, donde solicita una beca para su hijo. Suponemos que no le fue concedida
o que por alguna causa, preftrió inscribirse en el seminario regiomontano. 37
El Seminario de Monterrey, único establecimiento de educación superior
en el noreste mexicano fue fundado en 1792 por el obispo don Andrés Ambrosio de
Llanos y Valdés.38 Este tipo de planteles, "( ... ] fueron disefiados de acuerdo con
los mandatos del Concilio de Trento, de allí su nombre de tridentinos, y debía
haber uno por diócesis, de ahí la nomenclatura dioscesanos. "39 Las familias
pudientes tamaulipecas enviaban a sus hijos a estudiar para clérigos o abogados a
la capital nuevoleonesa, porque además de ser la ciudad más cercana, con esa
preparación académica garantizaban un buen futuro económico dentro del gobierno
o la iglesia. Durante el siglo XIX, muchos de los egresados de los seminarios como
Benito Juárez y Guillermo Prieto, se convirtieron en políticos progresistas y
encendidos anticlericales. Un testimonio de los jóvenes tamaulipecos que cursaban
estudios en Monterrey, se publica en La Gaceta de enero de 1846: "Me ha
informado el Sr. Rector que el número de colegiales es de cuarenta y cinco, cuya
mayoría es de hijos de Tamaulipas de San Fernando a las Villas del Norte: sólo
36 !bid, pp. 324-325. 37 Archivo General de la Nación (AGN), Indiferente Virreina!, caja-exp.: 4758-007., 1801 , fs. 6, Colegio de San Ildefonso. 38 Toribio de la Torre y coautores, Historia General de Tamaulipas, Instituto de Investigaciones Históricas de la UAT, p. 26. 39 Anne Staples, op, cit, p. 41.
15
Guzmanes hay cinco: hijos de San Fernando siete: de Matamoros otros tantos; y así
de las demás Villas del Norte.',-~0
En general, dentro de ese contexto de formación profesional de origen
religioso, estaban la mayoría de los actores políticos y gobernantes en Tamaulipas
hasta mediados del siglo XIX. Para 1859, empezó a vislumbrarse un nuevo
panorama en la adquisición del conocimiento, con la apertura de instituciones
educativas más sólidas como el Colegio de San Juan Nepomuceno de Matamoros,
que surgió bajo el ideario liberal de su fundador Juan José de la Garza.
La otra cara de la moneda la constituían las escuelas que se ubicaban en las
villas y pueblos aislados con verdaderas dificultades económicas. Para tener una
idea de la situación que vivían algunos centros de enseñanza en comunidades
colindantes con Tamaulipas, el norteamericano Joel Poinsett, narra el encuentro
con una de ellas en Peotillos, San Luis Potosí, cerca de Tula, donde le divirtió
mucho el aspecto humilde del maestro: "En la amplia sala ajuareada con dos o tres
cueros de res extendidos sobre el piso, se hallaban diez o doce rapaces, que todos
repetían sus lecciones a la misma vez, gritando tan fuerte como podían. El maestro
se pavoneaba grandes zancadas por la pieza, con una palmeta en mano; su trato era
de lo más grotesco.',-~ 1 Vestía pantalón y chamarra de cuero, y comentó a Poinsett
que entre el gobierno colonial y el de Iturbide no existían ninguna ventaja, y
consideraba más favorable el primero.
40 "Ciudad Victoria Enero 8 de 1846." Gaceta del Gobierno Constitucional de Tamaulipas, Tomo 7, número 53 , enero 8 de 1846, p. 4. 41 Joel Poinsett, Notas Sobre México, JUS, pp. 255-256.
36
B).- LA ESCUELA LANCASTERIANAIIGNACIO RIBOTI FUNDA UNA NORMAL.
El arribo de la Compañía Lancasteriana a Ciudad Victoria, Tamaulipas,
sucedió apenas cuatro años después de establecerse en la Ciudad de México
( 1822), con la fundación de la escuela El Sol que atendía 300 niños. Esto fue
posible gracias al apoyo de Lucas Alamán, 42 empresario del ramo minero en esos
años y después Ministro de Relaciones. El método lancasteriano que utilizaban sus
maestros se basaba en la enseñanza mutua: los alumnos ("monitores") más
aventajados de la clase, impartían conocimientos a grupos de diez estudiantes, con
el auxilio de un maestro titular.
Este novedoso método causó enorme expectación entre los tamaulipecos,
quienes entre otras cosas vivían la incertidumbre del cambio monárquico al sistema
republicano. De igual forma las constantes amenazas de grupos peninsulares que
deseaban anular la independencia y reconquistar el territorio para recuperar sus
privilegios. Una de ellas fue la Conspiración del Padre Arenas en enero de 1827,
resuelta por el presidente Guadalupe Victoria en junio de ese año. El intento más
relevante correspondió al brigadier Isidro Barradas, quien ocupó Tampico con sus
fuerzas en agosto de 1829. Fue derrotado en septiembre de ese año, luego de
varios combates donde participaron los generales Felipe de la Garza, Manuel de
Mier y Terán y Antonio López de Santa.
Por testimonios que lo acreditan, podemos considerar que la cuna de la
educación lancasteriana en Tamaulipas fue Tampico. En marzo de 1826 llegó a las
costas de Tampico el bergantín ínglés Perseverancia al mando del capitán G. F.
Lyon, quien documenta en su diario una rica variedad de informes sobre la vida
42 Anne Staples, Op. Cit., p. 238.
17
económica. ecológica política y costumbrista del sur de Tamaulipas. De estos
interesantes apuntes de viaje, seleccionamos lo referente a la educación. tema que
coincide con la llegada a Tampico del general potosino Miguel Barragán, entonces
gobernador y comandante militar de V eracruz. Al enterarse de su presencia, el 28
de marzo invitó al capitán Lyon durante un recorrido por el puerto:
Me un[ al general y a un grupo de personas en una visita a la
recientemente establecida Escuela Lancasteriana, instalada en
el edificio más pulcro de la población, que habia sido construido
para ese fin Aún cuando el establecimiento tenia solo dos meses
de existencia, albergaba ya doscientos niños y como veinte niñas
estudiantes, muchos de ellos de no más de cuatro años de edad 43
Lyon pondera el salón escolar con admiración por las comodidades.
Amplio, ventilado, con muebles, escritorios de madera de caoba y leyendas
morales escritas sobre los muros. "El maestro (un nativo de Madrid), leyó un largo
discurso al general sobre las grandes ventajas derivadas de la enseñanza; pero
pocos del grupo mostraron mucho interés. Entonces algunos de Jos niños se
pusieron a escribir y leer.'..« El inglés no menciona el nombre del preceptor, pero
es probable que se tratara de Ignacio Ribott, porque precisamente ese año arribó a
San Luis Potosí y más tarde a Ciudad Victoria. después de una estancia aproximada
de dos años en Tampico. Además nos parece extraño que los escolapios tuvieran
cuatro años de edad, cuando el reglamento lancasteriano señalaba mayor edad para
el ingreso a los planteles.
El maestro, que era un hombre tranquilo y bien informado, me dio
muchos datos interesantes sobre sus funciones, pero se quejó de
que la gente principal de la población le proporcionoba poca
asistencia económica.
43 Capitán G. F. Lyon, Diario de una Gira y Residencia en la República de México en el Año 1826, Universidad Autónoma de Tamaulipas, 1983, pp. 23-24. 44 !bid., p. 23.
38
La Biblia en español se permite a los niños sin restricciones; pero parece que muy pocos mexicanos, jóvenes o viejos son aficionados a la lectura Es en realidad de esperarse, que en un pueblo al cual ha sido negada información de todos aspectos, y cuya religión está enmarcada en leyendas, de las cuales los católicos europeos nunca han oído hablar. 45
La bonanza de Tampico en las primeras décadas del siglo XIX, se produjo gracias a la coyuntura de los intentos de la reconquista de México por los peninsulares. En 1823 durante el imperio de Agustín de Iturbide, un grupo de
emtsanos españoles trató de negociar con Guadalupe Victoria, intendente de
Veracruz, un tratado comercial entre México y España. Mie!ltras eso sucedía,
Fernando VII creaba las condiciones para arreciar militarmente para la reconquista.
En medio de luchas políticas entre los grupos de poder y militares en la nueva
patria, el brigadier Francisco Lemaur y un contingente de soldados incondicionales
apertrechados en el fuerte de San Juan de Ulúa, iniciaron desde ese punto un
bombardeo sobre el puerto de Veracruz que puso en riesgo a los residentes españoles y sus actividades comerciales.
En respuesta a esta acción se abrieron nuevos puertos en la Isla de Sacrificios y Alvarado, donde podrían desembarcarse las mercaderías con destino a las provincias centrales y del sur, y se convirtió a Tampico en puerto de preferencia para la llegada de la mercadería dirigida a las provincias del norte. 46
Efectivamente, Ignacio Ribott, era un educador de origen espafiol,
avecindado en San Luis Potosí (1826),47 a donde llegó procedente de Cuba para
impartir clases de francés. Su presencia está documentada desde 1825, en
45 /bid. , p. 24. 46 Harold Sirns, La reconquista de México. La historia de los atentados españoles, 1821-1830, FCE, 1984, p . 31. 47 Ma. Isabel Monroy Castillo, Sueños, tentativas y posibilidades Extranjeros en San Luis Potosí, 1821-1845, El Colegio de San Luis, México, 2004, p. 422.
1Q
Valladolid. Su actuación en la enseñanza lancasteriana fue obstaculizada por la
jerarquía católica. Dicha situación lo obligó a elevar una enérgica queja: "[ ... ]
contra algunos eclesiásticos que quieren desacreditar su sistema. "48
El 28 de mayo de 1828 ftrmó en Ciudad Victoria una Contrata para el
establecimiento de la Escuela Pública de Enseñanza Mutua, 49 con la anuencia de
una comisión que nombró el gobernador Lucas Fernández. Días antes, el 22 de
abril de 1828, el funcionario anunció a la ciudadanía la presencia del pedagogo, a
quien contrató con base en el artículo 4° de la Ley del 6 de diciembre de 1826:
"[ ... ]se han abierto fuentes de luces, y de ciencias, y los niños deben correr, si no
es que deben volar a beber de ellas, excitádlos pues a que lo verifiquen y secundan
con este hecho las miras benéficas de la Legislatura que ha dictado Leyes sabias y
prudentes con tan noble y sagrado fin."50
En ella se establece que la escuela empezaría a operar con una matrícula de
setenta y cuatro niños hijos de vecinos pobres, "calificados por el Ayuntamiento"; 51 mientras que los forasteros y quienes fueran hijos de familias pudientes, deberían
pagar una cuota. La edad de la matrícula para primaria, se requisita de los cinco
años cumplidos hasta quince, cursando las materias siguientes: Lectura, Escritura,
Aritmética, Gramática Castellana y Catecismos de Doctrina civil, de moral y de
~8 "Queja del preceptor Ignacio Ribot. .. ", AGN, GD 120, Justicia Eclesiástica, Vol. 36, fojas, 183-219, Valladolid, 1825. 49 "Contrata Celebrada por la Comisión Nombrada por el Gobierno, Compuesta por el Excelentísimo Sei'ior Vice Gobernador, el Excelentísimo Presidente de la Comisión Permanente y el ciudadano Alcalde )0 de esta Capital con el ciudadano Ignacio Ribott Sobre el Establecimiento de la Escuela de Ensei'ianza Mutua que se va a establecer en esta Capital." Ciudad Victoria, Fondo Documental del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Ayuntamiento de Bustamante, Mayo 9 de 1828, 2 p. 50 "El Ciudadano Lucas Fernández, Gobernador del Estado Libre de las Tamaulipas A sus Habitantes," Ciudad Victoria, Tamaulipas, Imprenta del Gobierno del Estado, 1828, Fondo Documental del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, 1828, 1 p. SI /bid.
40
urbanidad. 52 Se especifica también que el mismo profesor Ribott se encargaría de
fundar una Escuela Normal que enseña: Gramática Castellana y el método teórico
y práctico de dirigir las Escuelas Lancasterianas con el interesante objeto de
sistematizar la enseñanza, y difundirla en todo el Estado. A esta normal asistieron
16 jóvenes que sabían leer y escribir, originarios de Ciudad Victoria, Tula, Santa
Bárbara, Llera, Horcacitas, Hoyos, San Carlos, Matamoros, Ciudad Guerrero,
Camargo, San Fernando, Jaumave, Villa Jiménez y Altamira.53 El sueldo que se
asignó al profesor fue de mil 300 pesos anuales.
Todo indica que el término Escuela Normal, en su papel formadora de
docentes, como lo concibe el investigador Raúl García García o como se sugiere
en la Contrata, es verdaderamente ambicioso dentro de la historia de la educación
en Tamaulipas, si consideramos la opinión de la doctora Staples:
La segunda sección del sistema lancasteriano era la normal, pero
esta designación no aludía a un establecimiento sino más bien a un curso en donde el aspirante a maestro observara cómo se daba
la clase, repasara las materias y desempeñara los puestos de
monitor e inspector como preparación para presentar un examen
ante el ayuntamiento y conseguir la licencia para enseñar. Se usó
el término "normal" para escueias que sólo eran de primeras letras. 54
El establecimiento oficial de las escuelas normales, se consolidó oficialmente
en 1833 con la llamada Reforma Liberal. En el documento contempla el control del
estado sobre la educación, la enseñanza libre y separación de la educación de
manos del clero: " [ ... ] como recurso para encontrar una sólida formación
52 !bid 53 "Cupo", documento con firma el gobernador Lucas Fernández, y autorización para que los alumnos de los municipios que se mencionan ingresen a la escuela normal /ancasteriana, Fondo Documental de/Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Archivo Municipal de Bustamante, sin fecha 54 Anne Staples, op. cit., pp. 246-247.
41
ciudadana y para fundamentar la educación de los mexicanos en los conocimientos
científicos más avanzados. ,,ss
Por la importancia del escrito que se relaciona con la creación de la escuela
lancasteriana en Tamaulipas, reproducimos los artículos finales, donde menciona el
asunto del financiamiento, horarios de clase, evaluaciones de los alumnos, edificio,
honorarios de los maestros y el término del contrato que se renovó el 25 de
septiembre de 1829. En lo referente a la presencia de Ribott, lamentablemente no
se sostuvo más allá de 1830. Sin embargo, ellancasterianismo continuó operando
en Tamaulipas con la presencia del educador Francisco Claudio Gójon.
Art. 8.- Que el gobierno económico de la Escuelas primaria y
normal estará exclusivamente á cargo del Director, al cual
deberán sujetarse los alumnos, sin que sus padres ó tutores
puedan contratarlo de por sí en manera alguna
Art. 9.- Que los alumnos de la Escuela primaria tendrán diariamente seis horas de clase y los de la normal una; y que todos los días del año lo serán de escuela, excepto los festivos solemnes, religiosos cívicos y los jueves por la tarde.
Art. JO.- Que será del cargo del Gobierno mandar proveer de un
local correspondiente para las escuelas y de todos los utensilios
necesarios á la enseñanza según el nuevo método indicado; así
como mandar pagar Profesor mensualmente sus correspondientes
honorarios á razón de mil trescientos pesos por año, en cuya
cantidad van inclusos cien pesos para satisfacer la renta de la
casa de su habitación, que según se acordó debía facilitarle el
Gobierno.
Art. 11.- Que el referido Ignacio Ribott se compromete á dirigir dichas Escuelas por el término de una año, después del cual no quedará el Gobierno ni el Profesor obligados á seguir, a no ser que de conformidad vuelvan á celebrar una nueva contrata.
55 Rafael Solana Raúl Cardiel Reyes y Raúl Bolaños Martínez, Historia de la Educación en México, SEP/FCE, 1981 , p. 20-21.
42
Art. 12.- Que a/ fin de año se verificarán unos exámenes públicos, presididos por las Autoridades, en los que podrán asignarse
premios de estimulo y de honor á los alumnos sobresalientes de ambas escuelas.
Art. 13.- Que se confirma el subsidio de cincuenta pesos mensuales, que se han señalado al Profesor desde el primero de abril hasta el día en que se abran la Escuelas, cuyo plazo no podrá diferirse más allá del primero de Julio del presente año, en la inteligencia de que si así sucediere por alguna circunstancia imprevista, ó por falta de utensilios indispensables; desde el propio día primero de julio reforido empezará á gozar el Director del sueldo de mil trescientos pesos, que por su trabajo anual, se le tienen asignados, siempre que la dilación no fuese por culpa suya.
Art. 14.- [ .. .] queda convenido en la presente contrata, la firmamos en Ciudad Victoria á veinte de abril de mil ochocientos
veinte ocho -Enrique Camilo Suárez- Joaquín Martínez- Ramón
de Cárdenas-Ignacio Ribott- Ciudad Victoria Mayo 7 de 1828- Se aprueba este contrato en los términos que aquí consta- Fernández - Eleno de Vargas. 56
Es copia de su original. Ciudad Victoria Mayo 9 de
1828. Quinto de la instalación del Congreso de este
Estado.
El método lancasteriano irradió su presencia en la mayoría de los estados
de la República y fue indispensable para la construcción de una sociedad liberal.
Esto se logró gracias a la filiación masónica del rito escocés de muchos de sus
miembros de tendencia moderada como Manuel Codomiú, director del periódico
El Sol. Alberto Villasana, de TuJa, Tamaulipas, fue de los pocos que se aventuraron
a realizar una carrera lejos de su terruño. Recibió el título de maestro en el Instituto
56 "Contrata," op. cit., p. 2.
41
Lancasteriano México en 1869. Más tarde lo recordamos como mentor de Alberto
Carrera Torres. A principios del siglo XX era Inspector de Instrucción Pública. 57
El sistema 1ancasteriano llegó a San Luis Potosí en 1826 bajo la tutela de
Francisco Cosío, quien dejó la escuela donde laboraba en la ciudad de México,
cuando fJimó un convenio con los espafioles Pantaleón de Ipifia, Carlos María
Verástegui y Martín Muriel. 58 Respecto a las diferencias entre los contratos que
celebran Ribott y Cosío, vale mencionar que en Tamaulipas las puertas de la
escuela estaban abiertas a todos los niños pobres. En San Luis únicamente podían
matricularse cinco niños humildes pero: "( ... ] de familias decentes."59 El resto
pertenecía a la clase privilegiada. Por otra parte en la capital potosina sólo
aceptaban 30 alumnos, mientras en Ciudad Victoria ascendía a 74. A pesar que los
escoceses no se caracterizaban por ser antiespañoles o anticlericales, en
Tamaulipas queda clara la tendencia de sacudirse poco a poco la tutela de la iglesia
católica. Por su parte, en San Luis se recomiendan como libros de texto los
catecismos del padre Ripalda y Fleury.
C).- CLA DIO FRANCIS O GóJO ••• LANCASTER CONTINÚA.
La estancia del maestro Ribott en tierras tamaulipecas no superó los dos
afios. Tal vez las condiciones sociales y económicas que atravesaba la entidad, no
fueron fa orables para poner en práctica su proyecto y decidió emigrar a otro sitio.
Posiblemente también le afectó la ley estatal de expulsión de españoles que expidió
el ongre o de Tamaulipas entre noviembre y diciembre de 1827 que, de acuerdo a
la legislación naciona~ se aplicó con mayor rigor en San Luis Potos~ 60 y menor
s7 Alejandro Prieto Anuario Estadístico de Tamaulipas 1901-1905, Ciudad Victoria, Gobierno del E tado de Tamaulipas, p. 198. SI /bid, p. 153 y 153. S9 /bid, p. 153. 60 Ma. Isabel Monroy, op. cit. p. 11 O.
44
severidad en Tamaulipas. Por ejemplo, se tienen noticias que en Soto la Marina
ejerció libremente su profesión de maestro Antonio Boulié de origen francés, quien
impartió cátedra a Juan José de la Garza.61 En 1832 encontramos a Ribott en
Zacatecas, donde fundó una escuela normal, similar a la de Tamaulipas, con el
apoyo del gobernador Francisco García Salinas.62
Hasta ese momento conocemos el destino del educador itinerante que llegó
a Ciudad Victoria procedente de San Luis, pero antes radicó en la ciudad de
México, donde se desempeñó como director de la escuela La Filantropía.63
Ignoramos si la foto que se encuentra en el portal de Internet, en la colección de
fotografias de la Biblioteca del Congreso de Washington corresponda al personaje
que nos referimos. La misma duda tenemos sobre su apellido, que consideramos de
origen francés porque años más tarde, en 1843 llegaron a Santa-Anna de
Tamaulipas varios artesanos franceses, entre ellos Jacques Ribott.64 Otro
documento que con!rrma el origen francés del maestro es la ponencia La Influencia
del Maestro Enrique C. Rebramen en la Educación del Estado de Zacatecas,65 del
profesor José Antonio Morillo Reveles, quien perteneció a la Academia Mexicana
de la Educación. El afrrma que Ribott fue contratado en 1831 por Valentin Gómez
Farías para hacerse cargo de la Escuela Normal de Zacatecas.
Sin embargo, no pasaría mucho tiempo para el arribo de un relevo que
continuara con el proyecto lancasteriano. Nos referimos a Claudio Francisco
61 Raúl García García, op. cit. p. 51. 62 Gabriel de la Cruz Renovado, Historia y Perspectivas de la Educación Primaria en México, www. universidadabierta,com.mx, 26 de marzo de 2007. 63 Juan Díaz Rodríguez, "El Maestro Claudio Gójon," El Gráfico de Ciudad Victoria, 2 de diciembre de 2000, p. 8. 64 "Salidas", El Boletín, Santa-Anna de Tamaulipas, noviembre de 1843, No. 50, pp. 3-4. 65 José Antonio Murillo Reveles, La lrifluencia del Maestro Enrique C. Rebsamen en la Educación del Estado de Zacatecas, México, D. F 6 de diciembre de 1961, p. 3 Ponencia durante el Congreso Nacional de Normales
4~
Gójon, quien llegó a México en 1825, procedente de su natal Belmom, Francia.66
El 20 de junio de 1826, este personaje anunciaba en el periódico El Sol, una
escuela con el sistema de enseñanza mutua en Jalapa, Veracruz. "En el prospecto
se prometía la enseñanza de la lectura, caligrafia, gramática castellana, aritmética,
doctrinas, idiomas francés e inglés; álgebra, geografia e historia elemental.',¡;7 A las
que calificaba como la llave de las demás ciencias y ramos más útiles para el
hombre y su patria.
La primera noticia que tenemos sobre él, se refiere a 1825 en una
publicación de la imprenta de Martín Rivera. Se relaciona con un Compendio de
Gramática Inglesa de su autoría:"[ ... ] que trata de todas las dificultades esenciales
de esta lengua, según los cursos de lecciones distribuidas por don Claudio
Francisco Gójon, profesor de los idiomas Francés, Inglés, etc... y autor de un
compendio de Gramática Francesa, sobre el plan de Don Manuel Fernández,
profesor de Lengua Castellana en lnglaterra.',¡;8 El precio de cada ejemplar era de
un peso, con la firma autógrafa del autor.
No cabe duda que frente a Gójon, nos encontramos con un personaje que
estableció nexos con intelectuales en Inglaterra, como es el caso de Guillermo
Gardette, Fernando Teresa de Mier y Manuel Fernández Aguado, ellos eran
integrantes del proyecto de ilustración liberal en América, donde participaron
decididamente miembros distinguidos de la masonería.
El preceptor llegó a Veracruz procedente de Nueva York, Estados Unidos,
donde permaneció algunas semanas al arribar de Francia donde, nació en(¿ 1795?).
66 GD 129 Cartas de Seguridad, vol. 007, fojas 292, 15 de marzo de 1834, AGN. 67 Rosalía Cruz Soto, Las Publicaciones Periódicas y la Formación de una Identidad Nacional, www.ejoumal .tmam.mx/historia moderna/ehm20/EHM0200l.pdf. 68 The Mexican Pamph/et Co/ecdón /605-1888, California State Librery, p. 62.
46
Gójon realizó estudios en la Escuela Normal de París, graduándose de maestro. A
su paso por la ciudad de Filadelfia conoció a Guillermo Gardette, prominente
dentista y masón, quien le re';omendó establecer contacto con Fray Servando
Teresa de Mier, a quien había conocido durante su exilio en 1821 , después de
escapar de la prisión de La Habana.69 En mayo de 1825, Gójon le envió una carta a
palacio nacional, donde estaba recluido durante el gobierno de Guadalupe Victoria,
anunciando su arribo a México y solicitándole información de la Secretaría de
Relaciones para obtener su pasaporte, y consejos para instalarse como maestro en
algún plantel. 70
Vale mencionar que un hijo de Gardette, del mismo nombre, fundó la
Logia Rito Nacional Mexicano en la segunda década del siglo XIX, luego de una
escisión entre escoceses y yorquinos. Es probable que este prominente masón
estuviera emparentado con Manuel Gardette, de acuerdo a una nota del periódico
El Prisma, propiedad de Julián Dufart, donde lo menciona como jefe político y
autoridad municipal del puerto de Tampico en 1860. 71 Además un año antes, a él
correspondió proclamar la Reforma Juarista en esa misma ciudad.
Después de fundar una escuela en Xalapa, en 1827 contrajo matrimonio
con María del Carmen Pizarro Martínez, hermana de Francisco Pizarro, cónsul de
Nueva Orleáns durante el gobierno del presidente Guadalupe Victoria y después
embajador de México en Estados Unidos. De esta manera Gójon estableció los
primeros vínculos con integrantes de la masonería en México, en especial con
Gardette, del Rito Primitivo de Francia.
69 "Servando Teresa de Mier", Yael Bitran Goren, en Virginia Guedea, (coordinadora) El Surgimiento de la Historiografía Nacional, Tomo lll, UNAM, 2001. 70 Carte procedente de Jalapa, Veracruz, GD 3000 Relaciones Exteriores, siglo XIX, caja 3ó, expediente 12, fojas 39-43, 15 de mayo de 1825, AGN. 71 "Jefatura Politica del Sur de Tamaulipas", periódico El Prisma, Tampico, 2" época, diciembre 18 de 186(), ~..¡o. 230, p. 4. AHMM, expediente 10, caja 3, 1853-1865, 14 expedientes.
47
La llegada del maestro a Tamaulipas, sucedió en 1830, por influencias del
senador José Antonio Quintero, a quien le solicitó la dirección de la escuela de
primeras letras de Ciudad Victoria. Este a su vez hizo llegar la inquietud al
gobernador Juan Guerra, quien, mediante un decreto en noviembre de ese año
empezó a presionar a los ayuntamientos para que enviaran al gobierno del estado,
un informe a detalle sobre las escuelas y presupuestos que ejercían en sus
localidades. De no ser así:"[ ... ] y que los que no lo tengan, presenten los arbitrios
que crean convenientes a su dotación, a fm de que por conducto del gobierno se
pasen al congreso para su aprobación, autorizándose entre tanto al gobierno [ ... ]
hasta cien pesos de los fondos de la tesorería, para en cuanto sea posible se facilite
el establecimiento de las escuelas."72 Prácticamente el gobierno dejó en manos de
las alcaldías la escasa administración, inspección, vigilancia, contrata de maestros e
informes mensuales de las escuelas de las localidades. Se trataba de un esfuerzo
por acelerar la política educativa de la época, sin más trámites burocráticos que la
frenaran . En cuanto al mobiliario y útiles escolares, el gobierno se comprometió a
proveerles del material necesario.
La aprobación del decreto coincide con la llegada de Gójon a Tamaulipas
en septiembre de ese año. Inmediatamente la legislatura del estado aprobó la firma
de un convenio de responsabilidades y compromisos para la apertura de la escuela
lancasteriana:
1 o Su traslación a esta capital será de cuenta del estado no
pasando los gastos de quinientos pesos. r La enseñanza será de
primeras letras, caligrafta, aritmética, elementos de matemáticas,
gramática castellana, francesa, inglesa y latina, geografia e
historia; y la correspondiente instrucción moral y civil. 3°
Enseñará a 80 niños de gratis que nombrará el gobierno, y los
n Periódico La Guía del Pueblo, Ciudad Victoria, Tamaulipas, Año 1, No. 49, Noviembre 16 de 1830, p. l.
48
demás pagarán según el convenio del preceptor con las particulares. 4° Disfrutará el sueldo de dos mil pesos anuales sin casa, que se le pagarán puntual y religiosamente por mes adelantado debiendo durar el contrato de enseñanza cuatro años y vencido este tiempo se renovará dicho contrato, o no según convenga al gobierno é interesado. 5° Se dará al sr. Gójon el informe que solicita, relativo al local de la escuela, utensilios y demás circunstancias de que habla el pá"afo último de su escrito. 6° Aceptadas por Gójon las condiciones indicadas, las cumplirá puntual y religiosamente así como el estado cumplirá su parte. [. . .] Y lo trasladó á V.S para su inteligencia y efectos consiguientes; en concepto que si Gójon conviene y se celebra la escritura ya expido orden al tesorero de este estado para que sitúe la cantidad de un mil pesos en la administración de rentas de Tampico.73
Para Gójon no eran ajenas la mayoría de las materias del plan de estudios,
sobre todo las que se referían al estudio del inglés, francés y español. De tal manera
que cuando conoció la respuesta en su domicilio de la Ciudad de México, el 8 de
octubre envió una carta donde establece además la necesidad de adquirir pizarras,
libros y pizarrines que llegaban por barco a los puertos de Matamoros y Tampico.
Aquí se desarrollaba un gran movimiento comercial, gracias a los artículos
importados de Estados Unidos y Europa. En este caso los utensilios se solicitarían a
Nueva Orleáns o Nueva York. Dentro de las peticiones del preceptor lancasteriano,
destaca el apoyo de un ayudante, con pago del gobierno.
Para diciembre de 1830 Gójon continuó su labor proselitista entre los
padres de familia: "[ .. . ] que deseen proporcionar una buena educación a sus
hijos."74 Además deberían sujetarse a un riguroso aseo, orden y decencia. Establece
también las normas de su colegio y los precios y pagos por materia. Es tolerante en
73 /bid 74 "Interior Institución", Periódico Guía del Pueblo, Ciudad Victoria, Tamaulipas, diciembre 31 de 1830, Año li núm. 2,
49
cuanto a los ritmos de aprendizaje y capacidades de los alumnos. Quienes no
tuvieran suficiente capacidad para llevar varias materias, podían separarlas a su
criterio.
CONDICIONES
1.- Primeras letras, Aritmética y Caligrafia $4 mensuales.
2.- Gramática castellana, é idioma francés é inglés, con Geogra]w
é Historia $8.
3.- Gramática latina y elementos de Matemáticas, con algún ramo
de los anteriores, $10.
Admitiré unos cuantos pupilos, que reciban de mi consorte todas
las atenciones debidas, al precio de $30 mensuales, para
enseñanza de lo expresado, sus alimentos regulares y ropa limpia.
Mi esposa se dedicará igualmente á enseñar algunas niñas, si las
circunstancias lo permiten. 75
La escuela lancasteriana fue inaugurada en febrero de 1831 por el
gobernador Juan Guerra, y se marcó la pauta de un proyecto que al menos
sobrevivió varios años en la capital tamaulipeca. Según el discurso intimidatorio
del funcionario; sin educación los niños crecerían con las malignas intenciones de
un animal feroz y agregó todos los calificativos imaginables producto de la
ignorancia. La patria, es otra de las palabras claves de la pieza oratoria y desde
luego la reciente creación del estado tamaulipeco. Guerra reflexiona también sobre
la Compañía Lancasteriana:
75 fbid
Esta escuela a más de las preferencias que se ha granjeado
en todos los países del mundo culto por lo difusivo de sus
50
luces, es también la más análoga a nuestras instituciones liberales. De ella se ha dicho y es cierto que es un compañero inseparable de los gobiernos populares y
representativos; lo cual proviene sin duda tanto de la felicidad y la rapidez con que dilata los conocimientos de la educación elemental[ ... ] 76
Ignoramos si su esposa doña María del Carmen ejerció la profesión de
maestra, pero seguramente se abstuvo de hacerlo, por los cuidados maternales para
su nuevo hijo Luis, quien nació en Ciudad Victoria en 1832. Por estas fechas o
principios de 1833 el preceptor debió abandonar esta población, sin que se tengan
noticias de su destino. Es probable que la familia se haya trasladado a la capital del
país, donde se desempeñó de maestro en el Colegio de Minería, gracias al apoyo
del profesor Bouchez.
En octubre de 1841 lo encontramos en la ciudad de Monterrey. 77 Aquí
puso en práctica su proyecto educativo, mediante un convenio que firmó el 24 de
marzo de 1842, con el gobernador de Nuevo León, José María Ortega, para crear el
Instituto de Ciencias, mediante un proyecto de Instrucción Pública.78 El gobierno
neolonés le extendió un: "Título de Profesor de Primera Letras y Enseñanzas de
Idiomas Extranjeros"79 para el ejercicio de su profesión. El maestro permaneció en
esta ciudad hasta 1845, donde también instaló un aserradero en febrerol843 , para
lo cual solicitó un permiso de uso de agua del río Santa Catarina.80
76 "Discurso del esano. sr. gobernador en la apertura de la escuela lancasteriana en esta capital", ~riódico La Guía del Pueblo, Ciudad Victoria, febrero 11 de 1831 , año 2, Núm. 9, pp. 1-2.
Israel Cavazos Garza, Diccionario Biográfico de Nuevo León, Tomo l, pp. 205-206. 78 Isabel Ortega Ridaura, et. al. Génesis y Evolución ck la Administración Pública en Nuevo León, p. 468. 79 Archivo Histórico de Monterrey (AHM), "Se mandó estender (sic) titulo ... ", Fondo Capital del Departamento, Colección: Actas de Cabildo, Volumen 999, Expediente 18421078, 24 de octubre de 1842, p. l. 80 AHM, Fondo Capital del Departamento, Colección Actas de Cabildo, 13 e febrero de 1843, Volumen 999, Expediente 1843/016, p. l.
:Sl
Finalmente, dentro del escenario de la Invasión Norteamericana, Gójon se
trasladó a Linares, donde posiblemente falleció, luego de instalar una escuela,
ignorándose donde se encuentran sus restos. En esta ciudad se destaca la presencia
de su hijo Juan, quien además de dedicarse a las actividades comerciales y crianza
de ganado vacuno y caballar, logró distinguirse como un prominente liberal durante
el Imperio de Maximiliano. Acaudilló a varios linarenses contra el general Santiago
Vidaurri. Después participó en el Plan de Tuxtepec en apoyo a Porfirio Díaz. A raíz
de esta filiación inició su carrera política como presidente del Supremo Tribunal de
Justicia del Estado.
El general Juan Gójon, gobernó Tamaulipas en períodos interrumpidos,
entre 1877 y 1884, bajo el amparo del porfrriato. Su familia era propietaria de las
prósperas haciendas: La Purísima, La Pasta. El Saucillo y El Consuelo, ubicadas
en la región serrana de los municipios de Hidalgo y Villagrán.
De los maestros extranjeros, se puede afrrmar que Gójon, representa el
único personaje que arraigó familiarmente en Tamaulipas. Muchos de sus
descendientes se dedicarían a la actividad pedagógica y política hasta nuestros días:
Carolina Balboa Gójon, Cleotilde Gójon, Gabriel Gójon, Ramona Gójon, Leonor
Gójon, Miguel Gójon, Héctor Gójon de la Garza, José Luis Gójon, Praxedis Balboa
Gójon y doctor Francisco Gójon de la Garza, por mencionar algunos. El apellido ha
perdurado hasta el siglo XXI.
D).- A ORILLAS DEL RfO BRAVO.
Era común que de todas las escuelas que se anunciaban a través de la
prensa, muy pocas alcanzaban larga vida. La mayoría de ellas, apenas
permanecieron abiertas unos años. Finalmente debido a las condiciones políticas y
la crisis económica terminaban cerrando sus puertas, a pesar de los esfuerzos por
52
establecerse en lugares céntricos. Así sucedió en Matamoros en 1836, donde la
maestra Susana O' Docbarty, anunció la creación de una escuela de nifias, con
enseñanza de inglés, trigonometría plana, esfera, álgebra, costura común, geografia
con el uso de los globos y ornamentos. 81 El plantel se ubicaba en la calle Guerrero.
Muchos maestros y directores no soportaban la presión de las carencias que
sumadas a las condiciones de los edificios, los obligaban a dejar sus cargos: "Don
Mariano Aguado, quien se desempeñaba como administrador de correos hasta
marzo de 1836, anunció a la Junta de Instrucción la posible o casi segura, caída del
portal de la escuela y solicita su reparación, para evitar que continuaran
desplomándose las paredes y evitar desgracias a la juventud: [ ... ] pide tiempo
después ser sustituido de la plaza de director a la de maestro. ,,s2 Aguado fue un
personaje que por muchos años formó parte del personal del ayuntamiento. En
1844 firmó el reglamento para escuelas de primeras letras junto a Francisco Lojero,
quien se había desempeñado como administrador de la aduana marítima de
Matamoros en Jos años treinta del siglo XIX.
Las ideas de Bell y Lancaster aparecieron en Matamoros el 26 de octubre
de 1842, al establecerse oficialmente la Junta Lancasteriana "[ ... ] que señala la
enseñanza mutua para atender con empeño la obra grandiosa de la educación".83
Para que no hubiera duda acerca del enfoque religioso de estas escuelas a las que se
relacionaba con la masonería, el 2 de enero de 1844 el municipio emitió un
Reglamento de Escuelas Gratuitas de Matamoros, donde establece claramente que
la patrona será:"[ ... ) la Virgen de Guadalupe que Jo es de todas las de la República
y el 12 de diciembre de todos los años, asistirán a la función de este día que se
81 "Escuela de Niftas", Periódico FJ Mercurio del Puerto de Matamoros, Matamoros, Tamaulipas, 11 de marzo de 1836, Tomo 11, No. 71 , p. 44, Archivo Municipal de Matamoros. 82 Elda Avith Rangel...op. cit., p. 42. 83 /bid, p. 66.
celebra de ella los alumnos de todas las escuelas establecidas dentro de la
población, conducidos por sus preceptores.'' 84 El reglamento consta de 21
artículos. En el 2° se menciona la prohibición de los actuales sistemas educativos y
establece el de enseñanza mutua por: "[ ... ] superior decreto del 26 de octubre de
1842.',s5 En este caso la Escuela para Nifios de Matamoros operaba con un solo
preceptor, quien vivía en una sección de la escuela. El horario escolar era de 9 a 12
del día y de 2 Y2 a 5 Y2 de la tarde, además de asistir a misa los domingos y días
festivos. Existía también un reglamento de Escuelas para Nifias.
Dentro de los recursos pedagógicos al alcance del preceptor, se utilizaban
los métodos analíticos de la lectura de don Mariano Vallejo, para la escritura el
estilo bastarda española, mientras la Aritmética se impartía mediante, "[ .. . ] la
forma basada de enseñanza.'.s6 El atuendo que utilizaban los niños, se contemplaba
también en el reglamento, para que todos asistieran a clases uniformados y así,
acostumbrarlos al aseo y la compostura personal. Para las escuelas gratuitas: "[ .. . ]
cachucha azul o negra, chaqueta azul con botones amarillos, pantalón blanco,
sirviendo de modelo el figurín que se tendrá en el establecimiento."87 La cuota para
niños ricos era de un peso mensual hasta doce reales al concluir la "lectura
corrida".
Respecto a la apertura de la Escuela de Niñas bajo el sistema lancasteriano,
el anuncio se oficializó en 1844, con la contratación de una preceptora con un
sueldo de cuarenta pesos mensuales y local para su habitación. El reglamento era
muy similar a las escuelas de niños. Menos artículos, pero con el mismo método de
lectura basado en Mariano Vallejo. Vale señalar que comúnmente la mayoría de los
84 Reglamento de Escuelas Gratuitas de Matamoros, 1844, Archivo Municipal de M~tamoros, p. 2. SS /bid, p. 2. 86 /bid, p. 3. 87 /bid, p. 3
54
asistentes a las escuelas eran varones, mientras las mujeres desempeñaban otra
dinámica dentro de la sociedad. Según el censo que se hizo público, Matamoros
tenía en 1833, un promedio de once mil 823 habitantes: "( . .. ] de los cuales 2,480
eran de edad escolar. Fue sin duda una época de esplendor pues en el renglón
educativo se cuentan ocho escuelas de niños y cuatro de niñas. ,,ss
El reglamento para las escuelas lancasterianas de Matamoros, establecía
también una línea jerárquica donde el director tomaba las decisiones relevantes. El
profesor ayudante tenía la obligación de llegar a la escuela media hora antes del
inicio de clases y reportar cada mes a la Comisión, cualquier irregularidad en los
alumnos. Se ensefiaba escritura, lectura, aritmética elemental, gramática castellana,
geografía, historia, religión y la cartilla moral bajo el método lancasteriano.89
En Tampico, el culto a la guadalupana significaba un importante símbolo
de unidad cultural que se trasladó al campo de la política educativa. La fundación
en 1855 del Liceo de Niñas "Bajo la Advocación de Nuestra Señora de
Guadalupe"90 representa un ejemplo de la injerencia de la iglesia católica en
asuntos de gobierno y la impartición del conocimiento. Para 1845 en Tampico:
"[ ... ] había dos escuelas para varones, una pública que era la misma que
funcionaba en 1830, y otra particular; también las nifias disponían entonces de dos
planteles públicos, situados ambos por la calle Aduana entre Comercio y
Estado. "91
88 Hilarino Jiménez León, "La Educación en el Matamoros del Siglo Pasado", Periódico El Bravo de Matamoros, p. 11. 89 "Reglamento de los Profesores Directores", Archivo Municipal de Matamoros, sin clasificar. 90 "Educación", El Comercio de Tampico, Tampico, 19 de mayo de 1855. 91 José Ignacio Pérez, "Plano de la Ciudad de Tampico" 1870, citado por María del Pilar Sánchez Gómez, en Proyección Histórica de Tampico, UAT, 1998, p. 54.
del país. Por ejemplo en Chihuahua, el maestro francés Bernardo Gignour, recibió
del gobierno del estado, la aprobación para fundar en 1838, una escuela con ese
sistema, donde se impartía: "Escritura, Lectura, Doctrina Cristiana, Aritmética
Práctica, Dibujo Linea~ Gramática Castellana, Lógica, Literatura, idioma Francés,
Inglés, Aritmética razonada, Geometría, Geografia, Historia y Comercio." 92
E).- INSTITUTO HIDALGUIANO TAMAULIPECO.
La consolidación de la independencia en Tamaulipas fue un proceso dificil
para el asunto educativo. Después de constituirse el Congreso de Tamaulipas y del
fusilamiento de Iturbide en 1824, los primeros años sirvieron para definir más que
nada posiciones de carácter político entre los grupos sociales en la entidad. Tan
sólo en 1830, seis gobernadores asumieron el poder: Juan Manuel Zozaya y
Enrique Camilo Suárez, lo fueron en dos ocasiones cada uno, durante ese período.
Este tipo de trastornos, sin duda alguna, favoreció muy poco a los empeños para
ilustrar a la población, porque el interés estaba enfocado hacia la lucha por el poder
y los conflictos entre federalistas y centralistas.
Sin embargo, el 4 de noviembre de ese mismo año, el gobernador Juan
Guerra, a través del Congreso Constitucional, emitió un decreto para la creación
del Instituto Hidalguiano Tamaulipeco en Ciudad Victoria. Por su carácter
científico y literario, este plantel fue precursor de la educación superior en la
entidad, pero también antecedente del culto oficial al cura de Dolores. El propósito
se establecía en forma clara: "[ ... ] proporcionar al estado un establecimiento de
instrucción pública en el que se cultiven las letras y la ciencias, tan necesarias a la
92 María Adelina Arredondo López, "Contribuciones de Preceptores Franceses a la Educación en Chihuahua ( 1833- 1847) en México Francia Memoria de una sensibilidad común, SIGLOS XIX-XX, Vol. ll, México, Universidad Autónoma de Puebla/El Colegio de Michoacán, p. 206-207.
56
felicidad social, y a fin de que los ciudadanos del estado puedan educarse sin
necesidad de ir a adquirir conocimientos a algunos lugares extraftos y distantes."93
Entre los conocimientos y carreras que ahí se impartían destacan:
gramática latina. retórica, filosofJ.a, teología escolástica, derecho civi~ derecho
constitucional y medicina. entre otros; con el apoyo de libros de texto que también
servían de consulta en otras instituciones educativas del país. Los autores recibían
la aprobación del clero, y por lo general eran de origen extranjero: Gramática
Latina de Iriarte; Filosofia de Lugdonense; Teología por Biluart; Derecho Civil por
Vinio, Moral por Lárraga y Derecho Constitucional de Benjamín Constant, por
mencionar algunos.
Ante la falta de profesionistas, pedagogos y catedráticos con especialidad
en la materia, dentro de este proyecto educativo se establece en el artículo 6° que
para impartir las materias de latín, filosofJa y teología se contrataría a vicarios,
párrocos y curas de la capital, bajo un sueldo asignado por el gobierno. En el caso
de las materias de derecho se designó a magistrados de la suprema corte de justicia
del estado. 94
El 14 de noviembre de 1830, el mismo Congreso del Estado, expidió otro
decreto donde reglamenta los pasos para recibirse de Abogado, bajo el requisito de
instruirse en Derecho Civil o Canónico en Colegio o Universidad abierta. Entre las
bases destacan: "Haber estudiado Derecho Práctico Natural, así de la Federación
como interior del Estado, y haberse versado en la práctica forense tres años, en el
estudio de algún letrado y bajo su dirección."95
93 "Antecedentes de la Universidad de Tamaulipas" , Boletín del Museo de Tamaulipar, Instituto de lnvesúgaciones Históricas de la Universidad de Tamaulipas, AOO 4, núm. 31 , mayo de 1963, p. 2. 94 /bid. p. 2 y 3. 9S /bid. p. 6.
57
La duración de este ambicioso proyecto, fue prácticamente efimero. No se
tienen noticias de los logros alcanzados, pero podemos intuir que se trató óe un
esfuerzo que nos ubica, de acuerdo a los planes de estudio, dentro de las
características educativas propias de la época. En aquellos años empezaron a
desarrollarse ese tipo de planteles escolares en las principales ciudades de México.
Es decir, los institutos y colegios, a los que podían acudir, quienes tenían recursos
económicos y posibilidades de trasladarse a esos lugares que en el decreto se
califican como: "extraftos y distantes."
F).- CRUILLAS SO U CITA AYUDA.
La prioridad de los gobiernos era el fortalecimiento de las milicias, para
atajar el conflicto entre federalistas y centralistas. Por tanto la promoción educativa
en los primeros años del siglo XIX, no se concretó únicamente a las principales
comunidades del estado. En noviembre de 1831, el gobernador Francisco Vital
Femández, atendió un oficio de la municipalidad de Cruillas, donde solicitan apoyo
de cien pesos anuales, para el sostenimiento de la escuela de primeras letras.
Femández aceptó que la tesorería asignara un peso a cada uno de los veinte jóvenes
que acudían a la escuela, pero además en un gesto de generosidad: "[ . . . ] al digno
preceptor que tanto se esfuerza por el cumplimiento de su deber, se le asigna,
además de la dotación señalada, por ese ilustre ayuntamiento, cincuenta pesos
anuales cuyas sumas recibirá .V.S de ese administrador de rentas [ ... ],.96
Durante el gobierno de Francisco Vital Femández, las poblaciones más
pequeñas de Tamaulipas, realizaron esfuerzos para solventar los gastos de las
escuelas públicas que operaban en esos lugares. Los alcaldes se dirigían
permanentemente a los gobernadores, para solicitar apoyos en beneficio de los
96 FJ Despertador de Tamaulipas, Ai\o 1 Diciembre de 1831, Núm. 14.
58
planteles educativos. Esta práctica peticionaria y dadivosa era constante porque los
vaivenes políticos estaban a la orden del día. Además, los gobernadores
permanecían pocos meses en el cargo. Vital Femández, auxilió la instrucción
pública de los sitios más apartados y estuvo atento a las inquietudes de los
gobiernos locales, como se demuestra en los anteriores documentos.
G).- EL COLEGIO VICTORIA.
El proceso de la educación lancasteriana continuó durante el gobierno del
coronel Francisco Vital Fernández. La apertura del Colegio Victoria en lacar ital
de Tamaulipas en febrero de 1835, significó una oportunidad de ilustración para los
jóvenes con deseos de cursar primaria y secundaria. El plan de estudios era
verdaderamente ambicioso, con énfasis en el aprendizaje de idiomas extranjeros:
"[ . .. ] escritura inglesa y espafiola, [ ... ] gramática castellana, inglesa, francesa,
italiana y latina; [ ... ]"97 Además de matemáticas, geografia, historia antigua y
moderna, dibujo, pintura . bellas artes, retórica, equitación, economía política y
moral.
El primer director fue el maestro cubano Ambrosio de Aparicio, quien
recibió la invitación del gobernador: "[ . .. ] unida a los deseos de otras personas
recomendables por su celo en la propagación de conocimientos útiles, [ .. . ]"98 Otra
referencia de este maestro del que tenemos pocas noticias acerca de su paradero, la
localizamos en el libro: The Life, Travels and Opinión de ':" . ..:njamín Lundy, durante
la visita que realizó ese mismo año a Ciudad Victoria en busca de apoyo para
colonizar la parte norte del antiguo territorio tamaulipeco. El norteamericano narra
97 García García, op. cit., p. 33. 98 "Colegio de Victoria", Ciudad Victoria, Tarnaulipasl2 de febrero de 1835, Fondo Documental del Instituto de ln'( stigaciones Históricas de la UAT, fotocopia del Archivo Histórico de Tampico, Caja 2.
.59
su encuentro con el impresor Samuel Bangs, responsable de la imprenta de
Victoria, y su trato con Aparicio: "[ ... ] native of Cuba, and now a director in a
collage here."99
Por otra parte, el historiador Raúl García García, menciona que el director
del colegio era el profesor Juan Ramón Alonso, y cerró sus puertas debido a los
conflictos políticos entre rojos y crinolinos, para reabrirlo en diciembre de 1853. 100
Pensamos que pudiera tratarse de una confusión y que en esas fechas posiblemente
se refiere a otra escuela del mismo nombre, efectivamente dirigida por el maestro
que se menciona. Otro dato que nos lleva a pensar lo mismo, se refiere a la materia
de filo ofia que no se menciona en el primer plan de estudios que mencionamos.
99 Benjamín Lundy, The üfe, Travels and Opinión, Philadelphia, USA, 184 7, p. 161 . 100 Garcla Garcla, op. cit. , p 33.
60
CAPÍTULO III
T AMPICO EN LA EDUCACIÓN
A).- LAS JUNTAS SUBDIRECTORAS DE EDUCACIÓN PRIMARIA.
En octubre de 1842 el presidente Santa Anna, decretó el establecimiento de
la Dirección General y Juntas Subdirectoras de la Educación Primaria en la capital
de la República y en todos los Departamentos. La decisión impactó directamente
en Tamaulipas, y su gobernador José Ignacio Gutiérrez, inmediatamente emitió un
decreto en 1843. Gira instrucciones para que se establecieran escuelas
lancasterianas bajo el reglamento como operaban en la capital del país. En
Tamaulipas dichos planteles dependían de una Junta Subdirectora. De esta manera
el estado confiere a los municipios la responsabilidad educativa.
Entre otros objetivos, se proponía la creación de una Escuela Normal de
Profesores, similar a la que fundó Ribott en Ciudad Victoria en 1828. En el artículo
7° se establece que: "Los gobernadores de los departamentos quedan obligados a
establecer una escuela de niños y otra de niñas, por cada diez mil habitantes, y
escuelas de adultos donde lo permitan las circunstancias. " 101 El decreto muestra
rigidez y brinda protección de los niños huérfanos de 7 a 15 años, quienes por
derecho podían acudir a la escuela, cuyos gastos eran solventados por los padres y
tutores. De otra manera, se les podía aplicar una multa no mayor de cinco pesos.
Además, quienes se dedicaban a la enseñanza, quedaban exentos de: " [ ... ] cargas
101 Establecimiento de la Dirección General y Juntas Subdirectoras de la Educación Primaria en la Capital de la República y en la de Todos los Departamentos, Ciudad Victoria, 1843, p. J.
()1
consejiles, de servicio en la milicia y de la contribución personal". 102 Debían
observar buena moral y ser católicos al tratarse de extranjeros.
En este proyecto de ilustración nacional que operaba desde hacía varios
años en México, se involucraba como uno de sus principales ideólogos a José
María Tomel. Era ministro de Guerra y Marina, ex secretario de Relaciones
Exteriores y presidente de la Compañía Lancasteriana. El plazo que estableció el
gobernador Gutiérrez para la operación de las escuelas lancasterianas era de un
mes; aunque se tiene conocimiento que desde la década de los veinte y treinta,
existían este tipo de planteles en la capital del estado. En todo caso se trataba de
reactivar su funcionamiento en Tamaulipas, inquietud que dio buenos resultados
sobre todo en Tampico y Matamoros. Más todavía, en abril de 1853 el Congreso
del Estado aprobó un decreto del gobernador Juan Francisco Villasana que tiene
relación con el emitido el 18 de agosto de 1843, donde se mencionan las fuentes de
financiamiento para el Fondo de Instrucción Pública, 103 en especial para la creación
de un instituto de educación secundaria. Los recursos económicos que se
recaudarían se relacionan con las herencias:
"[. .. } no sean directas forzosas, pagarán al tiempo de efectuarse el 6 por ciento de su importe líquido. La misma pensión y en su
misma cuota proporcional a su importe, pagarán cada uno de los
legados y mandas sean de la clase que fueren. Las herencias
vacantes serán también a favor del fondo de Instrucción
Pública "104
Lamentablemente Villasana permaneció sólo un mes en el poder y
nuevamente se vieron truncadas las aspiraciones gubernamentales para beneficiar
102 /bid, p. 4 103 Decreto del gobernador del estado de Tamaulipas Juan Francisco Villasana, que se relaciona con el financiamiento para sostener las escuelas, mediante aportaciones relacionadas con herencias, Ciudad Victoria, 18 de abril de 1853. 104 /bid, p. l.
62
la educación. El decreto es interesante y completo, si consideramos que el úhimo
apartado se refiere a la aportación obligatoria de un peso por los testadores. Dicha
aportación se dedicaría a la: "[ ... ] reposición y creación de bibliotecas."105 Este
planteamiento es sin duda, la más antigua referencia que tenemos, acerca de este
tipo de establecimientos en la entidad.
Las villas fronterizas no permanecieron ajenas a la irradiación educativa,
producto de las disposiciones del gobierno central; sin que se minimicen los
conflictos relevantes, como las incursiones de los comanches y la Guerra de Texas.
En 1844 Policarpo Martínez, subprefecto interino de Guerrero, instruyó a las
autoridades municipales para que el 16 de septiembre se celebrara como fiesta
nacional, pero además, indica a la Junta protectora de Instrucción Pública que:
"[ ... ]en aquel día de grata memoria deben presentarse a examen público los niños
más aptos que haya en el establecimiento". 106 A finales de los años cuarenta,
Ciudad Mier, colindante con el Río Grande o Bravo, registra tres escuelas en ese
municipio, una oficial y dos particulares. La primera operaba gracias a los
impuestos que pagaban los vecinos, quienes aportaban para el maestro 80 pesos
mensuales bajo el compromiso de atender 324 niños. "Y las dos particulares, según
el contrato con los padres de familia, el número de uno y otro sexo es de 200. Los
ramos que se enseñan en la municipalidad son: Aritmética, Álgebra, Gramática,
Ortografia y Geografia."107 El de!=arrollo cultural en esta villa era notable, si
consideramos que 1,396 hombres y mujeres sabían leer. Según el censo de 1821
esta comunidad registraba 2,228 habitantes. Esta cifra puede compararse con la
estadística que consigna Staples acerca de los alumnos tamaulipecos que asistían a
105 !bid, p. 2. 106 "Comunicación al Ayuntamiento de Mier", Archivo Histórico de Mier, Tamaulipas AHMR. 26 de julio de 1844, SIC, 2 ff. 107 "Datos Estadísticos Históricos y Geográficos en la Villa de Mier", Anexo, en Anales y Testimonios del Cántaro, Octavio Herrera, México, UAT, p. l48.
61
escuelas de primeras letras. En 1854 durante el gobierno del general Adrián W oll,
contempla un total de 3,469 estudiantes.108
En 1854, la Comisión informó que en Mier existía una juventud muy viva
y despejada, pero no contaba con ninguna protección del gobierno. El único
establecimiento público que operaba desde 1842, se sostenía gracias a las dádivas
de algunos ciudadanos generosos de la frontera. El gran apoyo económico provenía
del general don José López Frada, quien donó ciento cuarenta pesos para el
sostenimiento de la escuela. A pesar de todo: "El local no es muy apropiado por lo
reducido, pues teniendo que dividirlo con tres salas, quedan muy reducidas, y más
que, careciendo esta población de cuarteles, cuando hay tropas hay necesidad de
ocuparlos."109 Ante esta situación, las quejas no se hacieron esperar y los reclamos
surgieron desde la sociedad civil y las autoridades: "Diego Castillo Montero,
secretario de Gobierno del Departamento de Tamaulipas, notifica al comisario
municipal de Mier, la desaprobación del Gobernador del departamento, respecto a
que haya destinado como cuartel del Escuadrón de esa villa, el local que servía de
escuela."11° Finalmente los soldados desocuparon el plantel y les asignan la casa
consistorial.
En la década de los cincuenta, la cabecera municipal de Villagrán contaba
al menos con una escuela de primeras letras, atendida por el maestro Susano Pérez
quien, entre 1860 y 1862 se trasladó a la población de Jiménez, donde impartió
clases únicamente por tres años. Uno de sus alumnos fue Silverio de Jesús
Zamudio, quien posteriormente se graduaría en el Colegio de San Juan de
Matamoros, y al paso del tiempo se desempeñó de maestro, director, inspector
108 Staples, op, cit, p. 234. 109 "Informe de la Comisión de Educación", 1854, Archivo Municipal de Mier, sin clasificación. 110 "Carta de Diego Castillo Montero al comisario municipal de Mier", AHMR. 18 de abril de 1854, S/C l ff.
64
escolar y director de educación en Tamaulipas. Asistió a varios congresos
pedagógicos y su actividad magisterial abarcó desde la tercera parte del siglo XIX
hasta las primeras décadas del XX. Falleció en la Ciudad de México. 111
Es evidente que la Villa de Jiménez, antigua capital del Nuevo Santander y
residencia del Conde José de Escandón, no permaneció aislada de los procesos
educativos. En 1871 el maestro Leandro Rodríguez de esta localidad, recibió
elogiosos conceptos de la Junta de Instrucción Pública de esta comunidad:
[. . .] cuya probidad, cultura, carácter y abnegación se hicieron sentir desde la ocasión primera que dirigió dicho establecimiento; en la cual convirtiéndose en regenerador de la educación primaria en aquel lugar en que estaba reducida a unos cuantos de los primeros ramos que la forman, ha desempeñado su misión con un éxito que le hace mucho honor a él, y engrandece la comunidad en la que ha desarrollado sus trabajos escolares. m
De acuerdo a los conceptos del informe con motivo de los exámenes del
12,13 y 14 de julio, es probable que el maestro Rodríguez haya laborado varios
años en dicha cabecera municipal. Tanto en sus palabras como las del alumno
Bernardo Caballero, manifiestan un sentimiento recíproco de gratitud, porque las
luces del conocimiento científico llegarán a colocarse: "[ ... ] en la más alta y
majestuosa posición social."113 Esa ocasión, presentaron exámenes de lectura,
escritura, aritmética y gramática, un total de 42 alumnos de primero a cuarto grado.
En agosto, el Congreso aprobó un presupuesto de tres mil pesos para
gastos de educación secundaria, que se ejercerían de acuerdo al número de
111 Prof. Silverio de J. Zamudio, Apuntes Autobiogrq¡icos, México, inédito, hojas sueltas mecanografiadas 1921 , p. 4. El manuscrito me fue proporcionado por el maestro Raúl García García 112 "Instrucción Pública. Examen", Periódico La Reconstrucción, Ciudad Victoria, Tamaulipas, domingo 23 de julio de 1871 , Tomo II, No. 9, p. 2-3. 113 /bid, p. 3
estudiantes que se ajustaran a la subvención. La selección por municipios se
realizaría de la siguiente manera:
Cada ayuniamiento de los pueblos del Estado, elegirá entre los
jóvenes de su respectiva municipalidad a aquel que, siendo de la
clase menesterosa, tenga a su juicio las mejores disposiciones intelectuales, y lo propondrá al congreso para que este H cuerpo, previa a la designación del número de educandos y al colegio al que habrá de concurrir, así como hecho el sorteo entre los propuestos de los ayuntamientos, comunique al gobierno la lista de los favorecidos por la suerte. 114
Para no lastimar la economía de las escuelas, en 1841 el gobernador José
Antonio Quintero difundió un decreto aprobado por el Congreso General, donde se
aprueba un impuesto de tres al millar para fmcas rústicas y urbanas, con el
propósito de recaudar fondos para la Campaña de Texas. Los centros de
beneficencia, enseñanza y órdenes religiosas quedaban exentos de los avalúos. 115
B).- COLEGIO FuENTE DE LA LffiERTAD.
DON MARIANO CUBt Y SOLER.
Desde su origen, Tampico fue llamado a constituirse uno de los principales
puertos de México. Su posición geográfica favoreció el desarrollo económico y
desde principios del siglo XIX se convirtió en polo de atracción para comerciantes
e inversionistas extranjeros. Muchos de sus agentes de negocios se radicaron en
este lugar, cuando era apenas un caserío de madera y chozas que a lo largo de su
historia, ha soportado ciclones, guerras y epidemias mortales. En 1845, era
considerado el segundo puerto más importante del Golfo de México: "Sólo tenía
114 "Comisión de Glosa y Presupuesto", Periódico La Reconstrucción, Ciudad Victoria, Tamaulipas, ~ueves 19 de octubre de 1871, Tomo 1, no. 27, p. 2.
15 Gaceta del Gobierno de Tamaulipas, 1841, Instituto de Investigaciones Históricas de la UAT.
66
cinco mil 78 habitantes: [ ... ]La pequeña ciudad tenia 39 casas altas de piedra, 105
bajas de piedra, 4 altas y 16 bajas de ladrillo, 11 casas altas de madera y 107 bajas
del mismo materia~ y 19 de guano con techo de tejamanil. La vida comercial se
efectuaba en 2 mercerías. 2 cafés, 3 boticas, 3 licorerías, 3 panaderías, 2 fondas, 2
bodegones, 14 almacenes, 12 tiendas d~ ropa y 16 pulperías."116
El puerto era una población cosmopolita, duefio de una bonanza económica
que se refleja en la vida cotidiana. Periódicamente se celebraban bailes de
máscaras: "[ ... ] de careta y dominó"; aparecieron también fotógrafos como
Alejandro Pomaroli y Francisco Cervantes, con avanzadas técnicas francesas de
daguerrotipo; pintores con técnicas orientales; el sastre francés M. Federspie~
quien confeccionaba casacas, levita-., chaquetas, pantalones y chalecos de pafio. 117
La gastronomía era parte fundamem1l y el chef Cayetano Brasetti ofrecía a los
comensales la apertura de una fonda que desde esta noche, hasta la tarde del lu!!es
próximo, platillos al precio de doce reales con vino y diez sin el: "[ ... ] tendrá
abierta en la casa del Sr. Don Manuel Ramón en la que ofrece servir sopas de
ravioles y ostiones, pavos aprensados y cuantas delicadas viandas sean compatibles
con los recursos económicos de esta población."118 Proliferaron las academias de
música, consultorios médicos, importación de sanguijuelas y desde luego las casas
comerciales de la familia Hooll Mooller y La Campana. En Tampico que en honor
a su alteza serenísima también se llamó Santa Anna, no faltaban las peleas de
gallos que se realizaban en la Lonja Mercantil, con palenque a todo lujo, para estar
acordes con los gustos del caudillo de la época.
Es evidente que el ayuntamiento de Tampico, con el aval de su alcalde
Ramón de la Torre, ofrecía todo tipo de facilidades para la instalación de planteles
116 Tomás y Rodrigo Mendirichaga, El Inmigrante, Monterrey, México, EMEDICIONES, p. 68. 117 "Avisos", Periódico El Gején, Tampico, julio 9 de 1845, No. 20, p. 4. 118 "Avisos" , Periódico El Gején, Tampico, octubre 18 de 1945, No. 49. p. 4.
ó7
educativos, incluso otorgaba créditos sustanciosos a quienes deseaban propagar las
luces del conocimiento. El residente Manuel Zertuche, no tuvo ningún problema
que el ayuntamiento le otorgara un préstamo de $6,200.00 para establecer una
escuela de niños en 1833, a cambio de la hipoteca de su casa.119 Desconocemos el
fin que tuvo el proyecto, pero es probable que el plantel haya operado poco tiempo.
Sin embargo, parejo al comercio marítimo y la buena vida, surgieron
también escuelas de enseñanza, bajo la dirección de educadores trashumantes. Uno
de ellos fue Mariano Cubí y Soler, originario de Malgrat, provincia de Barcelona,
España (15 de diciembre de 1801), quien se embarcó en la fragata americana Pavo
Real hacia Jos Estados Unidos en 1821.120 Allí se desempeñó como profesor de
español y francés. 121 Luego de impartir clases en Washington y publicar algunas
obras de gramática y literatura, se trasladó a la Habana en 1829. Después de recibir
el título de maestro, fundó un colegio que por problemas e intrigas cedió a Juan
Samá. Más tarde dejó Cuba y se trasladó a Nueva Orleáns, y posteriormente al
prometedor puerto de Tampico, en marzo de 1833:
Como por fortuna en todas las naciones existen siempre algunos individuos que se consagran al adelantamiento de su patria, en Tampico halló el Sr. Cuhi a D. Tomás Rosell, hombre distinguido y rico comerciante que le dispuso toda clase de protección, y con ella y obrando con aquella actividad propia de su carácter, en la tarde del domingo 14 del inmediato abril, inauguraba en aquella
ciudad un colegio de segunda enseñanza con el nombre de Fuente
de Libertad 111
119 "Préstamo a Manuel Zertucbe, residente de Tampioo", 1 de junio de 1853, Archivo General de Notarlas en Ciudad Victoria, en proceso de catalogación. 120 Dr. D. Juan Gorminas, Suplemento para ayudar a formar un Diccionario de Escritores Catalanes r ... ], Burgos, Espal\a, Imprenta de Arnaiz, 1849, p. 92.
21 Miguel Arañó, Biografia de D. Mariano Cubi y Soler, 1876, hW://www.filosofia.orWaut/0011187/cubi.htm, 11/0712006, p. 2. 1 /bid, p. 4.
68
Seguramente Rosell era de origen espafiol, y durante un corto lapso fue
alcalde de Tampico entre 1831 y 1832. Es decir, se trataba de un personaje con
influencia dentro del medio político, por lo que proporcionó todas las facilidades
para que Cubi instalara su escuela, no Fuente de Libertad como lo sefiala su
biógrafo, sino Colegio Fuente de la Libertad. Por esas mismas fechas, en diciembre
de 1832 falleció de fiebre amarilla el dibujante italiano Claudio Linati, 123 recién
desembarcado en el puerto, luego de un viaje a Europa, a donde llevó una serie de
estampas mexicanas que se relacionan con las costumbres civiles, militares,
personajes del pueblo y los héroes de la inde;Jendencia.
En la carta del 25 de marzo de 1833 que dirige al ayuntamiento donde
solicita su aprobación para el colegio, Cubí y Sole1, deja clara su posición en el
momento político que vivía el país, luego del proceso independentista. La palabra
libertad, es clave en el discurso, seguramente co!'. apego a sus convicciones, pero
también la menciona para estar dentro del contexto liberal decimonónico:
Es imposible que un establecimiento cuyo hábil y acertado arreglo exige gastos cuantiosos, prospere, su las ilustres corporaciones, que como VS., e;tán animadas de un ardiente celo de proteger cuanto conduzca á la propagación de conocimientos útiles, y pública prosperidad, no toman un empeño decidido en que florezca; y desarrolle cuantos benéficos efectos pueden esperarse de su fundación. Dado caso, pues, que el plan de
estudios y arreglo general de éste nuevo plantel de educación, mereciere la aprobación de VS. , espero que no dejará de usar su
influjo poderoso á favor de una fuente cuyas aguas son tan adecuadas para que se arraigue con firmeza y crezca con lozanía, el árbol de la libertad mejicana, que con tanta sangre se ha
regado. Dios y Libertad. m
123 http://sepiensaorg.mx/contenidos/Pintura/bilinat.htm, 13 de junio de 2007. 124 Archivo Histórico de Tampico, la fuente se localiza en la hemeroteca
{;9
De acuerdo al informe de octubre de 1834 que directivos y maestros
presentaron ante el ayuntamiento de Tampico, todo parecía ir viento en popa. El
día 5 se menciona que los sinodales Sres. Lic. D. Nicolás Orosco y preceptor D.
Juan Olivelia y Sala, aplicaron un examen a los niños donde se: "[ ... ] ha dado
pruebas inequívocas de los rápidos adelantos que hacen los alumnos, y del orden
rígido y buen arreglo á que están sujetos."125 Siete de esos pupilos eran costeados
por el ayuntamiento tarnpiqueño, lo que ayudaba un poco para el sostenimiento del
plantel. 126
El documento de octubre va todavía más allá y muestra la manera cómo se
examinaba a los alumnos del siglo XIX. Ponían en práctica sus habilidades
memorísticas y dominio de nerviosismo, ante la presencia de las autoridades,
maestros y padres de familia quienes atestiguaban aquel tormento pedagógico.
[ ... ] estas prendas han resplandecido á cual mas; y no titubeamos un momento en confesar francamente que se cumplió, en lo literario, cuanto el Sr. Director había prometido al público en el elenco de este mismo examen impreso el 27 de agosto último. Las clases de lectura, escritura, gramática castellana, aritmética, geografia y latinidad, para cuyo examen éramos nombrados, no dejaron que desear; y alguna de ellas creemos que sobrepujaron las esperanzas de las autoridades, de los padres y del público en general. Tal es nuestro dictamen, el mismo que creemos expresó con sus manifestaciones de agrado y satisfacción, la concurrencia en general. 127
125 "Oficio dirigido por los Sres. Nicolás Orozco y [el] preceptor de la escuela primaria de esta ciudad D. Juan Olivelia y Sala," periódico Atalaya, Ciudad Victoria, 25 de octubre de 1834, p. l . 126 "Lista de los Alumnos Costeados por el Ayuntamiento para el Colegio Fuente de la Libertad", FDIO-JUAT, Tampico, Tamaulipas, diciembre de 1834, expediente 95, caja 2. 127 /bid.
70
Sin embargo, la presencia de este notable educador y filósofo en territorio
tamaulipeco, no tuvo el mismo impacto que en Cuba, debido entre otras cosas a los
permanentes conflictos bélicos y hechos sangrientos que afectaron su colegio. Para
colmo de males, se presentó una epidemia de fiebre amarilla que ocasionó la
muerte de algunos alumnos por lo que: "[ . .. ] hicieron nacer en él el deseo de
abandonar Méjico, y llevar sus conocimientos y servicios a otra parte.
A todo esto se suman los problemas económicos y falta de un edificio
propio. En enero de 1835, el maestro Cubi y Soler citó a los padres de familia para
informarles sobre la contrata con el municipio y las pensiones de siete jóvenes que
se educaban en el colegio por un costo de doscientos 25 pesos, pero propone
aumentar dos alumnos por el mismo precio. 128 Ese mismo año, la situación se tomó
dificil cuando la casa donde trabajaba el Colegio fue vendida, y se vieron en la
necesidad de trasladarse a la residencia del cónsul inglés situada frente a la Plaza
de la Constitución. 129 El maestro entregó al municipio algún mobiliario y objetos
útiles para impartir clases; además de 106 libros, la mayoría en mal estado fisico. 130
El fin del colegio •!staba cerca, según una carta que le envía al presidente de Santa
Anna de Tamaulipas, Don José María Gutiérrez.
Habiendo pues, cedido la dirección del colegio a uno de los profesores, el
martes 15 de diciembre de 1835 salió con rumbo a Nueva Orleáns, llevándose la
gloria de haber introducido en la costa mejicana el más extenso plan de enseñanza
secundaria."131 Simplemente no resistió los efectos de los factores mencionados, y
128 "Colegio Fuente de la Libertad" , FDilliUAT, Tampico, Tamaulipas, 13 y 14 de enero de 1835, ~a2. 1 "Carta al muy llustre Ayuntamiento Constitucional de la Ciudad'', FDilliUAT, 20 de marzo de 1835, caja2. 130 "Al Presidente del Ayuntamiento" , IlliUAT, 20 de noviembre de 1835, caja 2. 131 Miguel Arañó, Biografia de D. Mariano Cubi y Soler, 1876, http://www.fi losofíaorg/aut/001 / 187/cubi.htm, 11/07/2006, p. 2.
71
el colegio cerró sus puertas: "[ ... ] a causa de los sacudimientos políticos [ ... ]" 132
Respecto a su colaborador Juan Olivelia, seguramente este mentor lo acompafió de
nuevo a Estados Unidos, donde le perdemos la pista. Incluso nada se supo de una
herencia de dos mil quinientos pesos que otorgó don Andrés de Orcuseo en mayo
de 1833 a favor del Colegio Fuente de la Libertad. El asunto se registra en carta del
Viceconsulado Mexicano en Nueva York a cargo de Juan de la Granja, enviada al
Ayuntamiento de Santa Anna, donde se anotan detalles al respecto. 133 Juan de la
Granja fue el introductor del telégrafo electromagnético en México. Era de origen
español, pero fue expulsado del país, trasladándose a los Estados Unidos.
Otra intriga que se tejió sobre el trabajo educativo de este personaje, se
relaciona con la malversación de fondos que el ayuntamiento le asignaba al colegio
por la educación de siete niños becarios, culpándose directamente a Cubi y Soler de
este ilícito. Sin embargo, quien hace la acusación pública a través de La Gaceta de
Tamau/ipas, no proporciona pruebas comprobatorias. Es posible que se trate de
algún personaje enemigo de Cub~ por las actividades educativas que realizó en el
puerto. 134
Cubí y Soler, es sm duda, uno de los educadores extranjeros más
importantes que dejó un legado pedagógico de relevancia para los tamaulipecos.
Su presencia pudo ser tan provechosa como en Cuba. Sin embargo, en México
vivió temporadas difíciles que obstaculizaron su tarea educativa, y prefirió
marcharse otra ve:z a los Estados Unidos, donde puso en práctica sus conocimientos
de Frenología. En Tamaulipas nos dejó el libro Elementos de Aritmética que utilizó
132 Dr. D. Juan Gonninas, op. cit, p. 92 133 "Carta del Viceconsulado Mejicano en Nueva York", FDilliUAT, Nueva York, febrero 20 de 1840, caja3. I:J.4 "Sres. Editores de la Gaceta de Tamaulipes," Gaceta de Tamaulipas, Santa Anna de Tamaulipas, No. 331 , 8 de agosto de 1834, p. 4.
72
en algunas escuelas de primeras letras en 1852.135 Para 1845 se trasladó de nuevo a
su natal España. Radicó también en París e Inglaterra, previendo sus teorías que
causaron serias polémicas entre científicos y la iglesia católica. Murió en Barcelona
en 1875, donde actualmente es reconocida su labor pedagógica.
C).- JOSÉ MARíA GAJÁ Y BAYO NA, EDUCADOR BARCELONÉS EN T AMPICO.
José María y Gajá, es un caso especial dentro de la historia de la educación
en Tampico, por ser de los pocos maestros extranjeros que alargó su presencia en
esa población por más de diez afios. De acuerdo a documentos del Archivo General
de Notarías del Gobierno del Estado, él llegó a este puerto que entonces se llamaba
Santa-Anna en compafiía de su esposa Octavia Launay, aproximadamente en
1833.136 Arribo procedente de Londres, pero era originario de Barcelona, Espafia
( 1801 ). Es decir, su arribo coincide con Mariano Cubi y Soler, otro de los pioneros
de la educación en Tamaulipas.
Con entusiasmo profesional, el matrimonio se involucró de inmediato en
actividades propias de su profesión docente. Se trataba de un territorio donde los
intentos ilustrativos se truncaban fácilmente; como el proyecto del profesor
Bernardo Pérez, quien dirigió una escuela particular en 1828 y José Ruiz fundador
de la escuela pública de Tampico en 1830.137
Con base en el discurso que Gajá pronunció con motivo de un examen
público a los alumnos del Instituto, que se publicó en el Sol en 1842, deducimos
que el maestro asumió el cargo de director en 1834: "[ . .. ] el Instituto que el l.
m Juan Díaz Rodríguez, Miquihuana 1849-1870, México, Instituto de Investigaciones Históricas de la UAT, p. 51. 136 Juan Díaz Rodríguez, Don José María Gajá y Bayona, pionero de la educación en Tampico, texto leído en el programa radiofónico Tareas Educativas que se transmitió en mayo 7 de 2004 a través de Radio Universidad en Ciudad Victoria 137 Raúl García García, op. cit., p. 25.
71
Ayuntamiento tiene confiado a mi cuidado, pues le consta y es notorio que en los 7
afios que lo dirijo, jamás han sido omitidas las preocupaciones, el orden y la
vigilancia suficientes [ ... ] para obtener los mayores progresos en los ramos de
enseñanza que deben ser la base del cual quieren carrera o profesión. 138"
La reseña periodística rebela importantes datos sobre el estado de la
cuestión de la escuela. Por ejemplo nos habla de los 251 alumnos que contaba la
institución, y lo dificil que era sostener la matrícula en ese año, debido a las
condiciones sociales: "[ ... ] por lo general pertenecen a la clase pobre, ha sido tan
irregular su asistencia, ya sea por falta de salud, de vestido o por ocupaciones que
no es posible que correspondan los resultados a la eficiencia y esmero con que
todas las clases han sido atendidas."139
Lo interesante de todo esto, se relaciona con la ampliación de la enseñanza
a nivel secundario, situación que despertó el interés de muchos jóvenes del
departamento: "[ ... ] a participar de los copiosos frutos de su ensefianza."140 La
nómina de materias donde se refiere a la segunda ensefianza es muy completa, de
acuerdo a los requerimientos de la época. El horario era de siete de la mañana a
ocho de la noche, verdaderamente una jornada muy agotadora, pero suficiente para
cubrir los extensos programas a que sometían a los alumnos, para evaluación de los
sinodales. Uno de esos alumnos era su hijo Ramón Gajá, a quien califican como
uno de Jos más sobresalientes en aplicación. En realidad su único hijo se llamó José
María, 141 pero ignoramos si la fuente donde se consigna está equivocada o
simplemente se trata de un pariente.
138 "DOCUMENTOS relativos al examen público verificado a los alwnnos del Instituto de educación de esta ciudad, el día 23 de díciembre de 1841 ," El Sol, Santa Anna de Tamaulipas, enero 13 de 1842, Tomo 1 No. 28, p.2. 139 /bid. 140 /bid 141 Tomás y Rodrigo Mendirichaga, op. cit. p. 67.
74
Por otra parte, el Instituto gozaba del apoyo y solidaridad entre la sociedad
civil, representada por los comerciantes más pudientes, quienes se regocijaban por
los progresos del plante~ y de la sólida enseñanza: "[ ... ] en todos los ramos de la
educación."142Al menos así lo manifestaron públicamente José María Loredo,
Domingo Isassi y Ramón de la Torre. Involucrarse en esta actividad, de alguna
manera los beneficiaba, porque los hijos de la elite tampiquefia de principios del
siglo XIX tenían acceso a la educación en un plantel cercano. De esos mismos
alumnos saldrían los cuadros administrativos para el gobierno municipal.
En la escuela que dirigían los profesores Bernardo Pérez y José Ruiz, se
concretaban a ensefiar alfabeto, lectura, escritura, elementos de cálculo y doctrina
cristiana. En el Instituto de Gajá se impartían: Lectura, Religión, Escritura,
Aritmética, Gramática, Lógica, Álgebra, Geometría, Geografia Física, Francés y
Música. Es decir, los conocimientos estaban a la altura de una de las ciudades
mexicanas con mayor dinámica comercial globalizada; además de las clases
cient ificas que motivaron la contratación de nuevos profesores. 143
A pesar de los problemas económicos y efervescencia política de aquellos
afios, en 1843 Gajá permanecía fiel a su . ión de maestro: "[ ... ] hasta el
extreJTIG de tener que suplir de su propio peculio, [ ... ] cantidades no pequefias para
cubrir los gastos mencionados, no obstante las grandes economías que tiene
adoptadas."144 Todo parecía indicar que para ese afio, el problema de recursos muy
pronto tocaría fondo. La Junta Directiva a cargo del general Parrodi, se declaró
incompetente, con la única solución que el gobierno municipal se hiciera cargo de
la institución, de lo contrario:"[ ... ] será perjudicial a la juventud, y quizás dará el
vergonzoso resultado para Tampico, de que destruya un instituto de educación
142 /bid. 143 /bid 144 "El Boletin Santa-Anna de Tamaulipas", Fl Boletín, 26 de diciembre de 1843, p. 3-4.
pública, cuya planta, organización y progresos han sido constantemente celebrados
por los nacionales y extranjeros que la han visitado."145
El prestigio de Gajá y sus relaciones con las elites tampiqueñas de
entonces, queda de manifiesto en la confianza de las altas esferas sociales. Incluso
del ejército, otro de los gremios privilegiados que tenía acceso al proceso de
alfabetización, como sucedía en Francia, pero en otra escala cultural.
Así las cosas, el primero de noviembre de 1843 instaló la Escuela de Primeras Letras, del primer batallón del 1 r regimiento de infantería, a cargo del general Anastasia Parrodi: Las grandes ventajas que resultarán de este establecimiento son tan notorias, que nos limitamos a desear que las exigencias del servicio nacional no impidan que este regimiento permanezca de guarnición en Tampico, para que su digno jefe saque el fruto que es de esperarse de tan útil enseñanza; que, por otra parte celebramos que haya confiado al instruido y celoso profesor D. José M Gajá. 146
En su discurso de toma de posesión, ante la presencia del general cubano
Parrodi, quien después participó contra la invasión norteamericana y la
Intervención Francesa, Gajá dejó claro su compromiso social y el combate a la
ignorancia entre las clases bajas, en este caso entre los artesanos y soldados, porque
solo mediante el estudio se pueden obtener triunfos:
145 /bid 146 /bid
A dicho fin se han creado escuelas /ancasterianas, se protegen y
fomentan varios seminarios y colegios, y no solamente se han plantado en la capital una institución normal para la enseñanza de la milicia, sino que se recomienda y ordena la instalación de academias regimenta/es, en donde la tropa puede adquirir los conocimientos que ha de abrirle un paso franco hacia el mando, los honores y la gloria Ciudadanos militares, congratulemos por
76
un benefzcio tan grande, tan equitativo y tan eminentemente filantrópico; y puesto que, con motivo de la inauguración que se solemniza. me cabe la honra de dirigidos la palabra por encargo y una distinción particular del señor General de esta plaza 147
Este proyecto para alfabetizar a los soldados, no era ajeno a otros que se
realizaban a nivel nacional desde los tiempos del ministro de Guerra y Marina José
María Tomel. Con esta maniobra trataba de contrarrestar una circular, donde se
prohibía a oficiales militares analfabetas la participación en consejos de guerra y
ascenso a otros grados: "[ ... ] concedió, en un tiempo prudente, sin defmirlo a los
jefes y oficiales que no saben leer ni escribir para que aprendan, y que no
lográwiolo se consulten para sus retiros o licencias absolutas."148 Sin embargo
señala Staple:,, los avances eran casi nulos: "Tomel reconocía que las tropas
provenían de la leva, injustísimo sistema de secuestro de individuos que se
convertían en presa fácil por estar fuera de su casa cuando llegaban los
enganchadores. "149
La ilustración para el ejército, al menos lo que se refiere a educación
primaria, se basaba en un decreto de acuerdo a la Ley del 13 de junio de 1838,
expedido por el General Antonio López de Santa Anna. Además contemplaba el
establecimiento de una Escuela Normal para formar maestros. 150 Este tipo de
proyectos se realizaron al amparo de José María Tome), impulsor de la educación
lancasteriana en el país. En esa época hubo importantes logros, gracias a la
influencia que ejerció desde su cargo de Secretario de Guerra y Marina, sobre los
gobiernos de Antonio López de Santa Anna, Anastasio Bustmante, Miguel
147 /bid, p. 4. 148 "Providencia del Ministro de Guerra", 14 de diciembre de 1837, ARRD..LAGA 1834-1850, XII, pp. 602-603, en Staples, op, cit, p. 410. 149 Staples, op, cit, p. 410. 150 "Decreto Expedido por el Supremo Gobierno . . . ", José Maria Torne), Méxioo, 24 de junio de 1839, Archivo Histórioo de Reynosa, FP, C8, 4 ff.
77
Barragán, Jose Justo Corro, Nicolás Bravo, Agustín Canalizo y Mariano Paredes
Arrillaga.
El trabajo de Gajá siempre fue ponderado por autoridades y medios
impresos de comunicación. El Cuadro Estadístico de la Ciudad de Tampico en
1845, menciona que era un hábil profesor; mientras el periódico El Comercio lo
califica como: "[ ... ] un genio propio para la enseñanza y calificaba su labor de
grandes adelantos, entre los cuales fue particularmente innovador para la escritura,
la sustitución del uso de la pluma de ave por la de acero."151 Afrrmación que nos
parece muy audaz por parte del autor del artículo, si consideramos que el bolígrafo
se popularizó a finales del siglo XIX. Tal Vf2. se refiere a los manguillos que se
introducían en un tintero.
Este singular educador abandonó tierras tamaulipecas en 1845, debido:
"[ . .. ] a la invasión americana y la epidemia de cólera."152 Finalmente se trasladó
con su familia a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, donde funda el Instituto de
Educación Comercial y Preparatoria, y manifiesta su visión para adaptar estrategias
educativas de acuerdo a las circunstancias de desarrollo empresarial en la capital
nuevo1eonesa. No obstante la distancia, su aprecio por los tampiqueños jamás se
perdió. Todavía en 1846 continuaba en contacto como corresponsal de El Eco de
Tampico.
La estancia de Gajá en Monterrey transcurría sin mayores contratiempos,
pero a raíz de la Invasión Norteamericana el ambiente no le resultó favorable y
tuvo que cerrar la escuela. Incluso fue necesario que rentara un inmueble -
seguramente el edificio del instituto- al ejército norteamericano que al retirarse
dejó un adeudo de mil 125 pesos. El 20 de junio de 1848, Gajá autorizó al alcalde
151 Mendirichaga, op, cit, p. 67. 152 "Instruoción Pública", Fl Comercio de Tampico, Tampioo, 13 de agosto de 1853, No. 159, p. 2.
78
para el cobro respectivo. 153 A pesar de la dificil situación que se vivú:~ el maestro
barcelonés continuó impartiendo cátedra en la escuela elemental de dicha ciudad.
Concluida la guerra, en 1853 abrió de nuevo las puertas del instituto, donde se
impartían las materias: religión, lectura, escritura, historia, geografía, aritmética,
álgebra, goometría, gramática castellana, francés, inglés, contabilidad ~omercial,
teneduría de libros, dibujo y música vocal, que contribuyeron a: "Elevar la cultura
de nuestras clases acomodadas," según narra en sus memorias Miguel F.
Martínez. 154
Paralelamente a sus actividades como maestro en la ciudad de Monterrey,
las circunstancias de la vida lo llevaron a ocupar en 1851 el cargo de presidente
municipal de esa población. 155 Mentor incansable, falleció en mayo de 1857. En
Tampico aún se le recuerda como uno de los pioneros de la educación en ese
puerto.
D).- JUAN B. LAPEYRETTE.
Este educador francés entró a México por Jalapa, Veracruz en marzo de
1830.156 Igual que muchos maestros que arribaron a la República Mexicana
después de la guerra de independencia, es probable que haya laborado en escuelas
de diversas ciudades. El caso es que pisó tierras tampiqueñas o santaneñas, y el 26
de diciembre de 1843 anunció actividades de una escuela particular con horario de
las ocho de la mañana a las tres de la tarde: "Con la autorización del Ayuntamiento,
va abrir el 1° del próximo mes de Enero en su casa sita en las calles de la Unión y
de la Empresa [ .. . ] -con las materias- Escritura, Aritmética, Gramática Española,
153 J. Jesús Ávila Á vila, "Aspectos Sociales: Entre la Jara del Salvaje y el Rifle del Extranjero", en La Guerra México-Estados Unidos su Impacto en Nuevo León 1835-1848, México, p. 164. IS4 Israel Cavazos Garza, Diccionario Biográfico de Nuevo León, México, UANL, p. 157. m Israel Cavazos Garza, op. cit. p. 157. 156 "Cartas de Seguridad", AGN, GD 129, Vol. 020, Fojas, 195-195, marzo 10 de 1830.
79
Gramática Latina, Idioma Francés."157 Además se impartiría una clase de latín de
cuatro a las seis de la tarde.
En 1855 aún se desempeflaba en Tampico como maestro de 60 alumnos.
Tenía cuarenta y dos años de edad. 158 Acerca de este personaje no tenemos más
noticias, pero su apellido lo encontramos más tarde en Veracruz y en el municipio
de Pedro Escobedo, Querétaro, donde Herlinda García Lapeyrette (1894-1986),
realizó actividades como maestra.
A principios de los aflos cuarenta, existió en el puerto de Tampico un
enorme flujo migratorio de ciudadanos, quienes se dedicaron a variadas
actividades: cónsules, panaderos, comerciantes, mineros, relojeros, espías,
fotógrafos, tenedores de libros, profesores de música, médicos, peluqueros,
albafliles, carpinteros y farmacéuticos entre otros. Incluso, en abril de 1850 llegó al
puerto el maestro Raymond Serie, quien anunciaba clases de espada para defensa
personal. 159 También se celebraban corridas de toros, bailes y funciones donde que
acudía lo más selecto de la población tampiquefla. En marzo del afio mencionado
se presentó en La Lonja, el violinista Franz Coenen y fue tal el éxito que la
concurrencia y banda de música del batallón de Tampico, lo acompañaron por las
calles hasta la posada donde pasó la noche. Este violinista fue muy famoso y
presentó conciertos en Guanajuato (1849) y Colombia ( 1852).160
Para tener una idea del movimiento migratorio, tan sólo entre enero y abril
de 1840 arribaron legalmente a Tampico cerca de ciento cincuenta extranjeros, sin
157 "Aviso", El Boletín, Tampico, 26 de diciembre de 1843, p. 4. 158 "Noticias de las Escuelas de Primeras Letras y Preceptores de Ambos Sexos que hay en esta Local idad," FDilliUAT, 1855, Expediente 7, caja6. 159 "El Seí'lor Raymond Serie Maestro de Espada", periódico El Noticioso del Pánuco, Tampico, abril 25 de 1850, tomo III , No. 131 , p. 4 160 "Violinista Franz Coenen", periódico El Noticioso del Pánuco, Tampico marzo 16 de 1850, tomo 3 p. 4 no. 119
80
contar a quienes lo hacían de manera clandestina. Lo mismo sucedía por
Matamoros y Soto La Marina. Esos forasteros se sumaron a quienes afios atrás
radicaban en ese puerto. Algunos de ellos realizaban un doble juego en asuntos
políticos a favor de los franceses. Para Carlos María de Bustamante, en 1839 la
colonia de extranjeros estaba compuesta por malvados y contrabandistas: "[ ... ]
decididos a toda clase de males, y de que es instrumento ciego el malvado Urrea,
dícese que ha comenzado a expulsar a todos los españoles y al paso que marcha
nos ha de costar mucha sangre recobrar aquel punto." 161
Respecto al carácter de su población señala que son inmorales, donde el
sacerdote es la autoridad. "La parroquia es una jacal donde apenas se reúnen doce o
más personas, se vive gentiliciamente. El gobierno necesita destruir esta población
paulatinamente, por que en ella tiene un poderoso enemigo dificil de vencer, por su
posición, verdaderamente militar, sólo los pocos espafioles que habitan ahí son
afectos al gobierno. " 162
161 Carlos María de Bustamante, op. cit. , 5 de enero de 1839. 162 /bid., agosto 20 de 1839.
Rl
Pasajeros entrados y salidos desde 1° de Enero basta finales de Abril
del presente Año (1840). 163
Entrados Salidos
Españoles ......... 60 22
Americanos ...... 1 O 20
lngleses .. ... ... .... 9 5
Franceses ........ .32 15
Mexicanos ..... . .. 27 14
Alemanes .... . ..... 9 6
Suizos ... .. . .. . ..... 1 00
Italianos ............ 1 2
Colombianos ... ... 1 00
Irlandeses ......... 1 00
163 "Noticias de Buques Entradas y Salidas del Puerto," El Desengaño, Tampico, mayo 14 de 1840, Tomo 1, No. 91.
82
E).- INSTITUTO DE EDUCACIÓN PúBLICA • •.
LA ESCUELA T AMPIQUERA DE J. J. BRUWN.
En octubre de 1845, en el periódico El Gején, la l. Corporación,
representada por Juan V. Escobar, anunció la presencia del Licenciado en
Jurisprudencia D. J. J. Bruzon. Llegó a establecer el Instituto de Educación
Pública, en un afán de que: "[ .. . ] en mi patria se establezcan cátedras de ciencias
que ilustren a la juventud que ha de ser el mejor apoyo de sus instituciones
republicanas."164 Desde un principio se mencionó que el proyecto de este plantel
abarcaría únicamente entre diciembre de 1845 a 1847. Bruzon era de origen
francés. Nos encontramos en plana guerra de la intervención norteamericana,
cuando el ejército extranjero al mando de los generales Quitman, Patterson y
Taylor tomó las ciudades de Matamoros, Ciudad Victoria y Tampico.
El plan de estudios ponía especial énfasis en la enseñanza de la historia,
además del castellano, inglés, francés, latín y griego, cosmografia, historia natural,
fisiología, aritmética, lógica y otras. Para 1847 los alumnos recibirían: "[ ... ] un
curso de derecho natural, comparado con nuestro derecho civil y primP-ros
el..!mentos de química."165 La supervisión, como en la mayoría de los casos estaba a
cargo del l. Ayuntamiento. En 1846 la institución se denominó: Escuela
Tampiqueña de Instrucción Primaria, Secundaria y Bellas Artes. Los programas de
estudio incluían las materias de Historia de la República Mexicana e Historia
Universal. El resto de las materias ponían énfasis en la lectura del español, inglés y
francés, en una clara orientación al conocimiento de estos idiomas para las elites
políticas y económicas, quienes deseaban ilustrarse de acuerdo a las tendencias de
la época. Sin embargo, el objetivo principal se centraba para que los niños
164 "A VISOS", Periódico El Gej én, Tampico, octubre 18 de 1845, No. 49, p. 4. l6S /bid
aprendieran a leer, escribir y realizar operaciones aritméticas. El costo de la
colegiatura era de 20 pesos mensuales.~
El responsable de la publicación era Julián Dufart, seguramente uno de los
maestros de la escuela, quien debió realizar por varios años una vida política muy
activa en el puerto. En 1857 el gobierno mexicano expidió a las comandancias
militares de Veracruz y Tamaulipas varios documentos relativos a su expulsión del
país. 167 Es probable que este personaje de origen francés, abandonara el país por
esas fechas. Sin embargo regresó nuevamente a México, porque en 1863 lo
encontramos como editor del periódico El Iris, considerado una tribuna noticiosa
en favor de la intervención francesa en Tampico.
Es probable que este promotor de la ilustración operara también en Tula,
porque a través de las páginas del periódico El Tamaulipeco, Dufart solicitaba un
preceptor graduado de: "[ ... ] primeras letras de Tula, con sueldo de 800 pesos."168
Los antecedentes de este personaje no fueron muy afortunados en Tampico. En
1849 Jesús Cárdenas, gobernador de Tamaulipas lo metió en la cárcel, junto con
Ramón de la Torre y Pablo Costilla. 169
En la Imprenta de R. Muñoz, se podían adquirir diversos libros para
instrucción primaria, artículos escolares y material didáctico: "Cartillas, silabarios,
libro de primero de las niñas, tablas para aprender a contar, compendio de
geografia universal y lecciones de fina educación en 166 axiomas de Lord
Cherstelfield. "170
166 "Escuela Tarnpiquefta", El Eco de Tampico, Tarnpico, 5 de diciembre de 1846, tomo 1, no. 37. 167 Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional, "Partes de las comandancias generales de los estados de Tarnaulipas y Veracruz ... ", 1857, 6 fojas. 168 "Solicita preceptor ... ", El Tamau/ipeco, Tarnpico, marzo 26 de 1856, Tomo I, No. 56. 169 GD 127, Ramo Gobernación, AGN, caja 657, Expediente 26, 1849. 170 /bid
84
Una de las acciones relevantes de Burzon fue la publicación del libro:
Compendio de la Historia de México, Especialmente Destinado y Acomodado a las
Escuelas de Instrucción Primaria de Tamau/ipas, México, (1877) editado en
Burdeos, Francia, actualmente bajo resguardo de la Biblioteca Nacional de México.
El autor era Licenciado en Jurisprudencia Francesa y Norteamericana, avecindado
en Tampico desde 1845. ¿Porqué se hizo la edición en Burdeos? seguramente por
el importante intercambio comercial que existía con Tampico, de donde
periódicamente salían y llegaban embarcaciones de flete y pasajeros. 17 1
En aquellos días, la situación política y social en Tamaulipas, no era lo
mejor para el desarrollo educativo. Tomamos en cuenta el estado tenso que
guardaba también el resto de la República Mexicana, debido a la guerra de México
contra Estados Unidos, y la toma de los principales puertos como Matamoros. Así
las cosas, dificilmente la función de los educadores podía rendir buenos frutos.
Ignoramos la fecha cuando dejó de operar la Escuela Tampiqueña, pero es posible
que haya sobrevivido algunos años, si consideramos la fecha de la publicación del
libro de Bruzon.
A pesar de todo, el impulso de la educación en Tampico continuó por buen
camino. En junio de 1845 el ayuntamiento aprobó la apertura de tres escuelas de
niñas, en lugar de una: "[ ... ] que se había sostenido por algunos procedimientos
justos y arreglados contra el torrente de la opinión, contra la conveniencia pública,
contra la justicia."172 El artículo elogia la disposición del joven profesor Juan dt
Escovar, precisamenle quien da a conocer la llegada a Tampico del licenciadc
Bruzon, por lo que, consideramos se trataba de uno de los principales personajes dt
171 "Para Burdeos", El Gején, Tampico, septiembre 3 de 1845, no. 36 p. 4. 172 El Gején, Tampico, jooio 18 de 1845, No. 14 p. 4.
la planta de maestros, igual que J. N. y Vázquez173• Es probable que una de esas
escuelas públicas para niñas estuviera dirigida por Juliana Camacho de Lapeyrette,
abierta en septiembre de 1845 en la calle Unión 414.174 Ella era esposa del maestro
Juan B. Lapeyrette, y pudiera tratarse de una de las primeras mujeres que
incursionaron en el ámbito magisterial en Tamaulipas.
El ambiente cotidiano en el puerto era de gran auge económico y social. A
pesar de la guerra, la llegada de bergantines, goletas y pailebots con mercancías
europeas no se suspendió en ningún momento. Además a la dinámica cultural se
incorporaron profesores de música como: Jaime Semarú y Antonio Sabaté, quienes
ofrecían sus servicios de lecciones de canto y piano: "[ ... ] al público ilustrado de la
ciudad [ ... ] para desempeñar la composición de cualquier pieza arreglada al verso
que se quiere poner en música." 175 Otros maestros, como Antonio AguiJar de
Aranda: "[ .. . ] profesor de Bellas Artes, recibido legalmente por la Compañía
Lancasteriana de México, [ ... ]"176 hacía esfuerzos en el puerto de Tampico, para
instalar un plantel de enseñanza de latín, piano, canto, baile y taquigrafia.
Desconocemos el origen de este personaje y hasta donde prosperó dicho esfuerzo,
encaminado más a las actividades artísticas y culturales.
Las enfermedades y epidemias no representaban un obstáculo para el
arribo de extranjeros al puerto. En esa época se corrían los riesgos propios de los
adelantos en la ciencia médica. Sin embargo, las autoridades municipales no
permanecían ajenas ante esta situación y contrarrestaban con juntas de sanidad a
cargo de varios médicos. Uno de ellos, J. Miranda, ofrecía los miércoles y sábados,
173 Juan Diaz Rodríguez, La Escuela Tampiqueña de diciembre de 1846, artíwlo leído en el programa radiofónico Tareas Educativas que se transmitió a tJavés de Radio Universidad, Ciudad Victoria, en 2003, 2 p. 174 /bid 17s "Avisos", El Gején, Tarnpico, septiembre 3 de 1845, no. 36. p. 4. 176 "Avisos al Público", Periódico Fl Noticioso, Tomo 1, No. 68, 8 de julio de 1848, p. 4.
86
consultas gratis a la gente pobre. El gabinete se. localizaba en la planta alta del
edificio del Colegio de Nifias. 177
Para 1861 encontramos a J. J. Bruzon en el desemp~fio del cargo de
vicecónsul de Francia en Matamoros, quien junto con sus colegas de Inglaterra y. . . .
España, enviaron una carta a José María · Carvajal para que reSpetara las
propiedades y vidas de los ciudadanos de sus ·países que radicaban en la población
fronteriza. 178 Hasta aqui perdemos de vista al educador y diplomático; pero es
posible que su estancia por aquellas tierras se · extendiera hasta los inicios de la
intervención del ejército francés, durante el imperio de Maximiliano. En este caso
su situación debió ser incómoda, sobre todo después de la Batalla de Santa
Gertrudis, donde las fuerzas mexicanas, baj() el mando de los generales Mariano .
Escobedo y Servando Canales, vencieron a los franceses.
Aunque efímeramente, la ilustración empezó a extenderse a todos los
rincones de Tamaulipas, aun en los pueblos de reciente creación como Nuevo
Laredo, que acababa de fundarse luego. de los Tratados de Guadalupe Hidalgo, que
significó la pérdida de más de la mitad del territorio nacional, con afectación a
Tamaulipas:
[ ... ] estrenó escuela de primeras letras en el mes de Julio de 1849,
para iniciar sus actividades inmediatamente. Los señores
Guadalupe García, Luciano Treviño y Benito García organizaron
la empresa, recaudaron entre los vecinos los fondos para el
sostenimiento de la mencionada escuela y contrataron al profesor,
177 "A Los Enfermos Pobres de Esta PoblaciÓn", periódico El Comercio de Tampico, 26 de noviembre de.l853, no. 188, p. 4. ·· 178 Juan Fidel Zorrilla, Maribel Miró y Octavio Herrera. Tamau/ipas una historia compartida 181(). . 1921, México, UAT, pp. 16-17. .
R7
En muchos casos, la afluencia de inmigrantes europeos, radicaron
inicialmente en San Luis Potosí, por tratarse de una ciudad de paso. Luego
marchaban hacia otras poblaciones importantes y centros mineros. Algunos
intelectuales y comerciantes preferían hacer la vida en Tampico, a pesar de las
adversidades climáticas de la naturaleza. Es el caso de Manuel Trascierra y
Cervantes, maestro español del sistema lancasteriano, quien después de probar
fortuna en la capital potosina donde fundó una escuela pública en 1854,180 aunque
otras fuentes señalan que 1843. Por esas fechas decidió dedicarse a la misma
actividad en el puerto tampiqueño, donde se radicó y era conocido en el ambiente
político. En este contexto utilizó para bien sus influencias para solicitar: "[ . .. ]
autorización al Prefecto del Distrito del Sur, teniente coronel don José Barreiro,
para fundar una escuela e enseñanza primaria, a la que ocurrirían niños y niñas. El
maestro reúne las cualidades correspondientes para este empleo." 181
En calidad de regidor y vocal, en enero de 1855, Trascierra formó parte de
la Junta de Sanidad Municipal, en compañía de otros notables empresarios,
sacerdotes y políticos del puerto. 182 En 1869 lo localizamos como director de la
Escuela Municipal de Tampico, con dos ayudantes a su cargo.183 Según estas
noticias, el maestro realizó una larga estancia en el puerto tamaulipeco, pero
ignoramos si falleció en este lugar, o como muchos de sus colegas tuvo que
emigrar.
179 Vidal Covián, op. cit., p. 266-267. 180 Latín American History and Cultura Series 1: Parts 1-7: The Yale University, Collection of Latin American Manuscripts, "Proposiciones del Co. Manuel Trascierra y Cervantes .. . ", microforrnguides.gale.com/Data/Download/32640000". rtf., p. 191. 181 Vida! Covián, op. cit., p. 269. 182 "Sección Municipal", El Comercio de Tampico, Tampico, enero 24 de 1855, No. 31 O, p. 2. 183 Raúl Garcia, op. cit., p. 30.
88
F).- T AMPICOIEST AOO DE LA EDUCACIÓN EN 1855.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX el proceso educativo
escolarizado en Tampico, marchaba por buen camino con el apoyo del
ayuntamiento y particulares. Los planteles eran los mejor organizados en la
entidad, aún en comunidades aledafias como Tancol, donde existía una escuela que
el preceptor Joaquín Silva Villafuerte deseaba dirigir. Entre sus cartas credenciales,
destacaba su experiencia de maestro en Ciudad Victoria y otros pueblos del Estado,
donde dejó constancia de sus conocimientos e interés porque la juventud se guiara
bajo: "[ .. . ] los principios de moralidad y religión que es la base primordial para
que salgan buenos ciudadanos, buenos padres de familia y buenos católicos." 184
Las vacantes para maestros de lenguas extranjeras también estaban a la orden del
día. En enero de 1854, el director del colegio envió a la prefectura municipal, una
solicitud para contratar a un maestro de idiomas, con sueldo de cincuenta pesos
mensuales.185
Para mediados de 1855 el Departamento de Tamaulipas Distrito Sur,
registraba tres escuelas gratuitas que atendían: 307 estudiantes entre hombres y
mujeres. Existían cuatro escuelas particulares que atendían: 139 estudiantes
hombres y mujeres. El total de maestros ascendía a seis, con sus respectivas
instituciones que les expidieron los títulos de preceptores: Emilio Brisac [gobierno
de Yucatán], Juan B. Lapeirette [Instituto Francés], Manuel Trascierra y Cervantes
[Compafiía Lancasteriana de México], Juana Ruisefior [con aceptación del
Ayuntamiento], Gertrudis Saavedra y Lucía [ilegible]. 186 Es probable' que una de
estas maestras fuera esposa de Trascierra. En 1849 era directora de una escuela e
niñas en San Luis Potosí.
184 "H. Ayuntamiento", FDllHUAT, Diciembre 31 de 1855, caja 6. 185 Carta a la "Prefectura del Distrito Sur del Departamento de Tamaulipas", llHUAT, 16 de enero de 1854, caja 6. 186 "Noticias de las Escuelas . .. ", op. cit.
CAPÍTULO IV
DE MATAMOROS A CIUDAD VICTORIA
A).- MATAMOROS CUNA DE LA INTELECfUALIDAD T AMAULIPECA.
La posición estratégica de Matamoros como frontera y puerto marítimo de
grandes niveles de importación y exportación comercial a mediados del siglo XIX,
influyó para que se colocara rápidamente entre las ciudades más importantes del
noreste mexicano. A la aduana llegaron a laborar intelectuales relevantes como
Guillermo Prieto y Manuel Payno -contador de la aduana marítima en los aftos
cuarentas- quienes de alguna manera dejaron testimonios escritos sobre la vida
cotidiana tamaulipeca. También radicaron comerciantes, cónsules y maestros que
abrieron el camino de la ilustración en tierras tamaulipecas.
La presencia del científico y botánico francés Luis Berlandier, quien formó
parte de la comisión de límites del norte de México en 1827 bajo la conducción del
general Manuel Mier y Terán, es otra muestra del tránsito de personajes ilustrados
en Matamoros. Berlandier dejó testimonios sobre investigaciones que se relacionan
con la presencia de las tribus indígenas en Texas, planos, documentos sobre la flora
y fauna, cartas de la región, informes sanitarios, dibujos originales,
correspondencia sobre temas políticos y una serie de colecciones documentales que
desafortunadamente fueron vendidos al teniente norteamericano Couch, quien pagó
a su viuda quinientos dólares. El investigador murió ahogado en 1851 mientras
intentaba cruzar a caballo el Río de las Conchas en San Fernando. El cientiítico
hacía un viaje a la capital del país para entrevistarse con el presidente, Mariano
Arista a quien conoció durante su estancia por tierras tamaulipecas.
91
En uno de sus informes presenta un panorama de la ciudad de Matamoros
durante la década de los cuarenta del siglo XIX. Menciona también datos no sólo
de la elite política, sino de las clases sociales bajas dedicadas entre otras
actividades a los oficios de arrieros, artesanos y vida campirana. Escribe con cierto
desaliento que muchos de los . hombres de este estrato social se embriagaban
continuamente y eran renuentes al trabajo. Se queja además del bandidaje y pérdida
de la confianza o buenas costumbres entre los parroquianos fronterizos, muy
lamentable porque: "Antes de 1827 la gente dormía y las casas se dejaban con las
puertas abiertas. "187
En su reseña sanitaria describe algunas calles empedradas, aunque la
mayoría eran de tierra y cuando llovía se encharcaban creando focos de infección,
además de los animales muertos que despedían fétidos olores. El consumo de los
alimentos de la mayoría de los pobladores se basaba en carne fresca y seca,
garbanzo y chile. En su dieta los matamorenses eran renuentes al consumo de
verduras frescas.
Igual que en Tampico, gracias a la afluencia de comerciantes, artesanos,
maestros e intelectuales, la población de Matamoros bajo el nombre de
Congregación o Villa del Refugio, se convirtió rápidamente en un centro
cosmopolita desde 1820. Ese año el censo registra apenas dos mil trescientos veinte
habitantes, entre españoles, indios, mt(Stizos y castas. ~ 88 A finales del siglo XIX
Matamoros llegó a ser conocida, como la Atenas de Tamaulipas o cuna de la
intelectualidad tamaulipeca.
187 "Informe Sanitario de Luis Berlandier", Archivo Municipal de Matamoros, sin clasificar. 188 "Estado general que Demuestra el Número de Almas que Componen la Población de la Congregación del Refugio y de Matrimonios, Bautizos y Entierros que se han Hecho desde el 1° de Enero hasta el 31 de Diciembre del Mismo Año 1820", AHMM, Estadistica, Rama Presidencia, Época Colonial 1803-1822, Fojas Útiles 2, Expediente 14, C!Ya Única 17 Expedientes, 1820.
92
Para lograr dicha fama, contribuyeron notablemente la mayoría de los
maestros extranjeros. Uno de ellos fue don José Cassagne, quien se desempeñó en
1835 como preceptor de la escuela de primeras letras de Matamoros, con sueldo de
125 pesos mensuales. 189 Es probable que este perceptor pudiera haber radicado en
Matamoros hasta fmales de la década de los treinta del siglo XIX. En 183 8 lo
encontramos en la ciudad de México, donde solicita permiso a las autoridades para
instalar una escuela primaria.190 Sin embargo una carta que se localiza en archivo
histórico de Camargo, Tamaulipas, menciona a un individuo del mismo nombre y
apellidos, a quien se le aprehendió por el delito de contrabando en la aduana de
Mier, pero se defendió legalmente y acusó a los celadores. 191
De alguna manera, al maestro Cassagne no le favoreció la fortuna en la
ciudad de México. En 1841 viajó a Saltillo para hacerse cargo de la dirección del
Colegio Departamental, donde implementó el sistema lancasteriano, con un
novedoso ingrediente en el servicio educativo. Por ochenta centavos mensuales, el
mentor se comprometía a impartir clases a domicilio. Su estancia en esta ciudad
probablemente se extendió a 1848, cuando abandonó Saltillo porque el colegio
cerró sus puertas. Ante dicha situación, Cassagne abandonó el país. Y volvemos a
tener referencias de él en 1854, cuando se desempeña de director de una escuela en
la población de Zárate, Provincia de Buenos Aires. 192 En nuestros días, dicho
plantel, es uno de los más antiguos de esa comunidad.
Matamoros fue un centro de experimentos educativos muy novedosos para
su tiempo. En 1836 el profesor Tomás Varela, logró la autorización de un permiso
189 "Ayuntamiento de Matamoros", AHMM, periódico Atalaya, Matamoros, Tamaulipas, 1835, p. l. 190www .cceh.historia umich.rnx/ .. ./Letras/LETRASf01o201 /0580 _instrucciónpública _ exámenes¡rofesi onales.pdf-, marzo 20 de 2008, Fondo Ayuntamiento del Gobierno del Distrito Federal. 19 1 Carta de Francisco Fuentes al juez de Primera Instancia de Mier, AHMR, 31 de marzo de 1852, SIC, 1 ff. 192 www.hcdiputados-bagov.ar/ .. %5Cproyectos%5C07-08D1260.doc-, marzo 20 de 2008.
91
para poner en práctica un singular método que él inventó. Consistía en enseñar
escribir a los alumnos con la mano izquierda, y más todavía a los ambidiestros en
pocas lecciones:
[ ... ] con igual facilidad, soltura y perfección que comúnmente ese ejecuJa con la derecha; según discípulos a presencia de una
comisión nombrada al efecto, y que originales obran en el ministerio del interior. Este invento tan útil en si mismo, no necesita de ningún encomio, y sería de desear se generalice en que
los niños aprendan a escribir con las dos manos. 193
La escuela estaba ubicada en la Plaza Isabel 11, y operaba en los horarios
tradicionales. Pero además, por la noche ofrecía cátedra a los adultos y la población
en general. La inscripción estaba abierta a todas las personas que desearan adquirir
dichos conocimientos para superarse.
H).- CON SABOR A LA TIN Y FRANCtS.
Por el carácter religioso de la mayoría de los institutos y colegios que se
fundaron en Tamaulipas a principios del siglo XIX, la enseñanza de latín formó
parte de los planes de estudio. El conocimiento de esta lengua, de alguna manera
significaba estar actualizado al ponerse en contacto con el mundo ilustrado e
intelectual de la época. Antes de la independencia, los únicos que gozaban del
privilegio de la educación, eran los criollos y en menor cantidad los mestizos. En
este sentido, correspondió a los eclesiásticos, en su calidad de maestros, difundir el
latín como una materia obligatoria entre los alumnos.
El latín aumentaba el estatus social de la clase alta y redimía a los que
aspiraban a pertenecer a ella, proporcionándoles cierto poder y liderazgo. Además,
193 "Variedades. Instrucción Pública", periódico El Mercurio ck Matamoros, 22 de abril de 1836, Tomo 11, No. 77, p. 68.
94
era muy útil para quienes pretendían estudiar la carrera de cirujanos, porque: "La
lectura de los libros de texto de medicina y sus comentarios en la década de 1820
seguían siendo principalmente en latín."194 El idioma de Virgilio también era
indispensable para quienes deseaban estudiar Farmacia.
El Instituto Hidalguiano de Ciudad Victoria, incluyó el latín en su plan de
estudios; lo mismo sucedió con el Colegio Fuente de la Libertad que se fundó en
Tampico en 1833. En 1853 el párroco Ramón Lozano de la iglesia de Santa
Bárbara, actual Ocampo, ofrecía a los jóvenes una cátedra de gramática latina, bajo
la siguiente tarifa: "[ .. . ] pobres ... .. gratis; los que puedan pagar .... $5 pesos al mes;
los que quieran además de la educación asistencia, ropa comida .... 12 pesos." 195
La sociedad ponderaba este tipo de iniciativas, sobre todo en comunidades
apartadas de la geografia tamaulipeca: "[ ... ]recomendamos con ahínco a todos los
padres de familia, y sobre todo a los que se hallen en disposición de dar una buena
y escogida educación sus hijos, aprovechando la presente oportunidad, pues a más
de no tener que enviar a sus hijos a la Capital o Extranjero, que además de lo
costoso, presenta otros mil inconvenientes, el precio de la enseilanza. " 196
Lo mismo sucedió con la escuela que abrió Juan B. Lapeyrette en Tampico
en 1843 y el Colegio Primitivo que J. M. Gaona fundó en Tu la en 1864,
precisamente el afio de nacimiento de Carmen Romero, quien se convertiría en
esposa del presidente Porfirio Díaz. En este plantel, además de cosmografia,
lectura, dibujo, música geografia, religión, aritmética, geometría y otras materias;
en secundaria se impartían las cátedras de latín, francés y etimologías griegas. 197 A
194 Staples, op. cit. p. 171. 195 "Gramática Latina", El Comercio de Tampico, 13 de agosto de 1853, no. 159. p. 4. 196 "Educación Secundaria", El Comercio de Tampico, 26 de julio de 1853, no. 152, p. 2. 197 "Colegio Primitivo de Tula", Periódico La Soberanía de Tamau/ipas, marzo 10 de 1867.
partir de marzo de 1846 el cura José Guillermo Martínez, impartió Gramática
Latina en Ciudad Victoria.
La práctica de la enseñanza del latín y otras lenguas extranjeras continuó el
resto del siglo XlX, si consideramos la notable influencia que la iglesia católica
ejerció esos años entre sus feligreses. Los ciudadanos participaban de las
ceremonias religiosas que los curas oficiaban en latín, por lo que se hizo necesario
su aprendizaje. Por tanto, la mayoría de los libros de texto que servían a abogados
y sacerdotes estaban escritos en esta lengua. Durante el siglo XIX, la formación
profesional de un político no era completa sin el latín. En la actualidad las
etimologías grecolatinas, aún se imparten en las preparatorias.
En algunos estados de la república como Jalisco, se desataron verdaderas
polémicas por la cancelación de los cursos de latín dentro del plan de estudios en
1826. Esto sucede: "Cuando otro grupo político ganó la revancha en 1834,
reapareció el latín en el recién restablecido Liceo de Jalisco."198 En Tamaulipas no
se manifestaron ese tipo de inquietudes, ni se llegó al grado de censurar a los
mentores.
Para José María Luis Mora, acérrimo crítico de la iglesia durante los
primeros años de la independencia, estudiar latín y la teología, significaba llenarle
a los jóvenes la cabeza de cosas inútiles: "La iglesia era culpable de más que el
robo de la voluntad, [ ... ] Había distorsionado la educación superior quitándoles
años de vida a los jóvenes. [ ... ] cuando deberían adiestrarse en el derecho
constitucional, la economía política y la gramática castellana."199
198 Anne Staples, op. cit. , p. 169. 199 "José Maria Luis Mora" Anne Staples, en El Surgimiento de la Historiogrqfia Nacional Volumen Ill, Coordinado por Virginia Guedea, UNAM, p. 244.
96
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el gobierno se dispuso a
reglamentar sobre profesiones y conocimientos, a quienes pretendían ingresar
como empleados en las oficinas públicas de hacienda y de esta manera compensar:
"[ ... ] el sacrificio pecuniario que la nación hace para sostenerlos. "200 En ese
contexto el gobernador Jesús Cárdenas emitió un decreto en el cual se establecieron
normas acerca del dicho asunto. Por ejemplo los oficiales de correspondencia
debían tener conocimientos sobre: "[ ... ] derecho constitucional y administrativo;
haber cursado la cátedra de literatura. Tendrán particular recomendación o
preferencia para ser colocados en las diversas oficinas de hacienda los que además
posean los idiomas ingleses o franceses. "201
Ante esta situación y en concordancia a los conocimientos que exigía la ley
para ocupar un cargo público, los planes de estudios estaban diseñados para que los
egresados de las escuelas cumplieran con las expectativas, al menos lo referente a
ejercicios fundamentales como los que se mencionaban para ser admitidos,
diríamos ahora, en el sector de la burocracia: "[ ... ] saber leer y escribir con
propiedad, inteligencia y corrección; gramática castellana, aritmética, elementos de
geografia; tener buena conducta moral y civil, y cuando menos diez y seis años de
edad.'.2°2 Vale mencionar que estos requisitos se ampliaron a todo el estado,
incluso en las poblaciones más modestas: "[ ... ] que contiene la orden del
gobemaoor, acerca de que los nombramientos de comisarios municipales en los
ranchos y haciendas, deberán recaer en quienes sepan leer y escribir, o bien en los
dueños de las mismas fincas. ,,2°3
200 " Jesús Cárdenas Gobernador Constitucional del Estado de Tamaulipas ... ", El Constitucional, Periódico del Estado de las Tamaulipas, Ciudad Victoria, noviembre 4 de 1852, No. 44, p. 2. 201 /bid, 202 1 bid, p. 2. 203 "Circular de Cruz Valentín, prefecto del distrito del norte de Tamaulipas, al juez municipal de Reynosa", AHR, Matamoros, Tamaulipas, 19 de noviembre de 1853, CIE, FP, 1 f
97
Respecto la enseñanza del idioma francés en los planteles educativos de
Tamaulipas, hicimos mención de su presencia en las escuelas lancasterianas desde
los tiempos de Claudio Gójon en 1830, Mariano Cubi y Soler y D. J. J. Buzón. Esta
lengua, símbolo de la ilustración formativa del siglo XIX, era indispensable en las
instituciones educativas, de acuerdo a la experiencia de los maestros franceses en el
campo educativo. Para reforzar su presencia documental en tierras norestenses, los
índices de migración registran que en Tampico, los españoles ocupaban el primer
lugar y después los franceses. Muchos de ellos entraron al país en calidad de
informantes y desarrollaron tareas políticas de espionaje. Uno de ellos fue el
matemático Pedro Lissaute, quien publicó en Guadalajara el periódico Fantasma,
donde aparecieron críticas al gobierno en tumo, mismas que ocasionaron su salida
por Tampico, para evitar ser apresado por órdenes de Lucas Alamán.204 El maestro
del Instituto Literario de Jalisco fue expulsado en 1828 por Tomel, pero:"[ .. . ]
regresó nuevamente al instituto y finalmente murió en 1832 en la Batalla de
Gallinero."20s
Otro registro que consigna la historiadora potosina María Isabel Monroy,
es una fragata francesa que desembarcó en Soto la Marina en diciembre de 1824,
con la intención de aprehender al pirata El Romano.206 El incidente no pasó a
mayores no obstante que el gobernador de Tamaulipas, Bernardo Maximiliano
Gutiérrez de Lara, hizo especulaciones alarmistas acerca de una invasión por parte
del país europeo. Un suceso que también llamó la atención fue la presencia del
maestro francés Pedro Laporte, quien llegó a Tampico en 1849 para realizar
funciones como docente. Luego se trasladó a Ciudad del Maíz, donde perdió la
razón.
204 Ma. Isabel Monroy, op. cit. p. 269. 205 Anne Staples, op. cit., p. 74, en Torne/ and Sama Anna. The Writer and the Caudillo, México, 1795-1853, Westport, Greenwood Press, pp. 84-85. 206 !bid, p. 269.
98
Al inicio de la segunda mitad del siglo XIX, el proceso de afrancesamiento
arrojaba buenos resultados. De alguna manera los maestros de la escuela
lancasteriana diseminados por todo el país hicieron su labor proselitista. Muy
pronto se notó su impacto en la sociedad en diferentes manifestaciones de la
cultura, vida cotidiana y política. Durante la Guerra de Intervención Francesa, Jos
soldados que arribaron a la capital del país, se admiraron que las damas de la
aristocracia mexicana vistieran a la moda parisina, pero además: "[ . .. ] oyeron a
todos los mexicanos que no pasaban de Jos treinta años hablarles la lengua
francesa, en sus escuelas hacía ya cuarenta [años] enseñada. "207
La colonia inglesa en México desde los tiempos coloniales, con sus
representantes comerciales, cónsules y viajeros, generó un intercambio cultural y
mercantil entre los habitantes de la Nueva España y empresarios mineros y textiles.
Esto fue motivó para la enseñanza del idioma inglés entre la población. Por tanto,
la ilustración lingüística en nuestro país, también se puso de moda en el siglo de las
luces, y Tamaulipas no fue la excepción. Los instructores del lenguaje de
Shakespeare, desde la temprana independencia, se anunciaban en los periódicos
locales : "Tamb¡én enseñará el ic!ioma inglés, yendo a dar lecciones a las casas de
las personas que gusten emplearle mediante un moderado estipendio. D. Vicente de
la Torres de este comercio informará acerca de la persona y sus circunstancias."208
Con actividades similares a las de este mentor, surgieron otros personajes en las
principales ciudades de Tamaulipas.
A finales del siglo XIX, el conocimiento sobre lengua castellana, francés y
latín, se consideraba sinónimo de erudición y refinamiento. El Plan de Estudios
expedido por el presidente Porfirio Díaz en 1896, prestaba especial interés dichos
207 Jean Meyer, Yo, El Francés, México, Tusquets, 2003, p. 434. 208 "A viso", Gaceta de Tamau/ipas, Santa Anna de Tamau/ipas, No. 321 , 8 de agosto de 1834, p. 4.
99
idiomas. S in embargo, para 1901, se suprimieron de los planes de estudios,
reduciéndose a un curso anual sobre etimologías griegas y latinas. 209
C).- EL CURA GUILLERMO MARTÍNEZ, PEDRO DEL HOYO Y MARCELINO
PERALES.
Hemos hecho referencia a este eclesiástico, que en 1846 se ofreció
voluntariamente a impartir clases de Gramática Latina y Castellana en Ciudad
Victoria, donde era párroco en la iglesia de Nuestra Señora del Refugio. El nació
en la Villa de San Carlos de Marín en 1797 y llegó a tierras tamaulipecas en 1831
procedente de Monterrey, Nuevo León donde se ordenó de sacerdote. Desde su
posición de guía espiritual, don Guillermo se involucró afanosamente en diversos
quehaceres sociales, políticos, judiciales, culturales y educativos en la capital
tamaulipeca, gracias a su relación con la clase política en el poder. En este caso la
familia Fernández y en especial con el gobernador Fran:.isco Vital Fernández. Al
percatarse de sus inquietudes intelectuales lo invitó a colaborar, junto con Toribio
de la Torre, Miguel Barragán y Manuel Cárdenas para la redacción de una
estadística general de la entidad que publicó la Universidad Autónoma de
Tamaulipas en 1975 bajo el título: Historia General de Tamaulipas. Según algunos
historiadores regionales, la autoría pudiera atribuirse únicamente a Toribio de la
Torre.
También sostuvo estrecha relación con el gobernador -por un breve
período- Pedro José de la Garza en 1845, quien lo nombró presidente de la
Asamblea Departamental de Tamaulipas. El político expidió un decreto que se
relaciona con el ramo juacial: "[ ... ] dentro de la organización política de los
209 Rafael Ramírez, La Enseñanza de la Historia en México, Instituto Panamericano de Geografia e Historia, p. 95.
100
gobiernos "centralistas", mediante el cual se establecía la organización del Tribunal
Superior de Justicia y Juzgados Inferiores."210
En agosto de 1845 parecía que el fin de Lancaster estaba cerca. Mariano
Riva Palacio, Ministro de Justicia e Instrucción Pública en el gobierno del
presidente José Joaquín de Herrera, envió un comunicado al gobernador de
Tamaulipas para advertirle sobre la derogación del decreto del 26 de octubre de
1842, respecto al establecimiento de la Compañía Lancasteriana de México en
Dirección General de In;;trucción Primaria:
[. . .] igualmente por disposición de S. E. he manifestado a la
misma Cámara, que en el sentir del Ejecutivo, las autoridades
locales deben ponerse al frente de los establecimientos de
educación secundaria que hubiere en sus respectivos territorios,
aunque sujetándose, a las disposiciones generales que hubiere
sobre estudios preparatorios, cursos, exámenes, calificaciones y grados. 211
Es decir, bajo estas disposiciones se establece una clara descentralización
de la enseñanza y muy anticipada liquidación de la empresa lancasteriana, aunque
no del método que se continuó aplicando hasta los albores del porfrriato. El
presidente también giró instrucciones para que el gobernador visitara todos los
establecimientos de educación primaria y secundaria, manteniéndolo informado del
funcionamiento de los planteles.
El ocho de febrero de 1846 La Gaceta del Gobierno del Estado de
Tamaulipas, habla sobre la apertura de un nuevo establecimiento de educación
secundaria en Ciudad Victoria, que a decir del órgano informativo, causó verdadera
210 http://www.pjetam.gob.mx/2003/menulhistoriahtm Historia del Poder Judicial de Tamaulipas, antecedentes, 7 de julio de 2007. 211 "Secretaría del Gobierno del Departamento de Tamaulipas", Gaceta del Gobierno Constitucional de Tamau/ipas, Tomo 6, Núm. 28, agosto 24 de 1845.
101
expectación entre la ciudadanía. Este tipo de reacciones era común apreciarlas
entre los pobladores, por el esfuerzo y la novedad que representaba cualquier
intento de ilustración. Desde luego, a pesar de la independencia, el clero seguía
influ·¡endo en asuntos tan importantes como el educativo. Una de las razones era
que los sacerdotes tenían mayores conocimientos sobre cultura genera~ como el
pre ;bítero José Guillermo, quien estudió en el seminario regiomontano.
El proyecto a largo plazo consistía en impartir la cátedra de: "[ . . . ) filosofia;
t ;rminando el estudio de esta, la teología, los cánones, la jurisprudencia, la
medicina, formarán eclesiásticos, abogados y médicos; y el cultivo de las ciencias
naturales hará que nuestro suelo, virgen todavía, broten riquezas que son
reconocidas y que cambien nuestros desiertos campos en fecundos manantiales de
felicidad. "212 Estas acciones representaban el primer paso hacia la educación
secundaria y los cimientos de la educación superior en Tamaulipas.
Todo indica que la propuesta no tuvo buen 1in, incluso ignoramos si llegó a
ponerse en práctica. Simplemente resultaba dificil establecer ese tipo de
establecimientos, debido a los pelitos políticos y guerras intestinas .entre
centralistas y federalistas . Para colmo de males la intervención norteamericana fue
otro ingrediente que frenó cualquier intenl J educativo. Lo cierto es que Martinez
tuvo que sal ir de Tamaulipas, no sabemos s i a raíz de la muerte de Francisco Vital
Femández a principios de 1850. Luego radicó en Monterrey de donde emigró
t:xpulsado por órdenes del gobernador Santiago Vidaurri. Finalmente regresó a
TuJa, Tamaulipas donde le perdemos la pista.213 Tal vez su participación en
actividad.~s políticas como Vocal Presidente de la Asamblea Departamental de
212 Juan Díaz Rodríguez, "Cien ai'los de educación m Ciudad Victoria: 1750-1850", Revista de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, No. 74, p. IR-19. 213 Zorri lla Juan Fidel y Carlos González Salas, Diccionario Biográfico de Tamaulipas, p. 306-307.
102
Tamaulipas en plena intervención norteamericana en 1846, aceleró su salida de la
entidad.
La actividad magisterial de Martínez coincide temporalmente con
Marcelino Perales. Ignoramos su procedencia, aunque de acuerdo a su apellido,
probablemente era de Nuevo León o Hidalgo, Tamaulipas. Sólo sabemos que en
1843 fundó la Escuela Particular Unión de Ciudad Victoria. Después se trasladó a
la Villa de San Carlos, donde estableció en junio de 1846 otro centro educativo,
bajo el precepto de las leyes civil y divina, para niños y jóvenes de siete a quince
años.214 Perales laboró en la imprenta y por cinco años en la Secretaría del Tribunal
Superior de Justicia de Nuevo León. En distintas épocas fue defensor de reos y
maestro por tres años en una escuela de Ciudad Victoria, donde egresaron alumnos
para incorporarse a las actividades dentro del gobierno del estado.
De acuerdo al perfil de las clases que se impartirían en la escuela, todo
indica que el maestro Perales dominaba el método lancasteriano. Las materias eran:
Lectura, Escritura -forma española-, Cuentas, -solo enseñarán las cuatro reglas
enteros y denominados-, la Doctrina Cristiana del Padre Ripalda, Gramática
Castellana, Caligrafia y Aritmética por Torcuato Torio de la Riva Historia Sagrada
y Moral Cristiana por el Padre D. Francisco Amado Pouget, Castilla Social por D.
José Gómez de la Cortina, Geografia Elemental del País por D. Juan Nepomuceno
Almonte y Urbanidad por D. José de Urcullu.215 Los sentimientos religioso y
estético, eran dos elementos para mantener el orden armónico del ser humano.
Al calígrafo Torio de la Riva, autor del libro El arte de escribir por reglas
y con muestras (1798), se le atribuye la caligrafia y escritura española bastarda,
214 "Prospecto", Gaceta del Gobierno Constitucional de Tamau/ipas, Ciudad Victoria, No. 96 Junio 14 de 1846. 215 /bid
101
propia de las escuelas lancasterianas. El padre Jerónimo de Ripalda fue un ilustre
jesuita que redactó un catecismo de la doctrina cristiana <.¡ . ~e a la fecha tiene más de
mil ediciones. Juan Nepomuceno Almonte era hijo de José M~íq Morelos.
El costo de la colegiatura era no mayor de dos pesos mensuales, mientras
que el material didáctico: libros, cuadernos, papel y demás útiles corría por cuenta
de los padres de familia. También se atenderían alumnos de otras comunidades
cercanas en calidad de pensionistas y niños pobres de la villa, que por cierto
gozaba: "[ .. . ] de un temperamento muy favorable á la salud, se cuneta con agua
corriente en tiempo de verano para los baños, y con una tranquilidad cual se
requiere para el estudio y trabajos de la enseñanza, pues aquí jamás alcanza el
influjo de las revoluciones."216
La presencia de este preceptor en ! t región montañosa de Tamaulipas, al
menos se prolongó hasta principios de la dél ~ada de los cincuenta. Suponemos que
de San Carlos se trasladó a Burgos, donde fundó una escuela en marzo de 1852 con
el apoyo de las autoridades municipales y el párroco. Durante la inauguración,
Marcelino Perales en su calidad de director del plantel, envió un mensaje a los
jóvenes y habló de los sacrificios que representa la apertura de un plantel
educativo, en una región de dificil acceso desde la capital tamaulipeca, pero con
mejores vías de comunicación hacia Nuevo León: "Ved que en este día se abre para
vosotros la casa en que vais a cultivar nuestro entendimiento, dando principio a la
más noble y majestuosa carrera de vuestra educación[ . .. ) este trabajo no puede ser
obra de un solo mae.>tro, ni concluirse en cuatro días [ ... ]"217 Las materias que se
impartían eran: Moral Cristiana, Urbanidad, Aritmética, Escritura y otras.
2 16 /bid. 217
"Dustre Ayuntamiento", El Constitucional Periódico del Estado de Las Tamaulipas, Ciudad Victoria, marzo 15 de 1852, Tomo ill, No. 11 , pp. 2 y 3.
104
Por su parte el presidente municipal, expresó vigorosos conceptos y elogios
sobre la presencia de este perceptor, quien con sus virtudes y cualidades tomó
posesión de su cargo en ese momento. Fernando Treviño, representante de los
padres de familia, dijo en ese acto: "Hoy se abre para la juventud Burguense la
senda del saber, el plantel de las luces y nace para nosotros la esperanza de que no
continuará la oscuridad e ignorancia en que con dolor mirábamos crecer envueltos
a nuestros caros y pequeñuelos hijos."218
Otro educador contemporáneo era Pedro del Hoyo, de origen español.
Hasta enero de 1 846 tenía a su cargo la dirección de la escuela lancasteriana de
primeras letras en Ciudad Victoria, luego de firmar un contrato con la Junta
Protectora de Instrucción Pública en julio de 1845, para que enseñara a los niños de
la ciudad y su jurisdicción.219 El plantel empezó a operar en noviembre de ese año.
Sin embargo, a los pocos meses de su fundación, la escuela amenazaba con cerrar
sus puertas debido a la falta de sueldos.220 En esos años la capital tamaulipeca tenía
cinco mil habitantes, quienes, a decir del redactor de un periódico, podían sufragar
los gastos no de uno sino de dos planteles escolares: "En el presente caso, no es
posible que cobrándose contribución a mil familias de cinco personas cada una,
deje de recaudarse lo necesario para cubrir el honorario de sesenta pesos que
disfruta el profesor [ ... ]"221
A pesar de la posición oficialista de La Gaceta, el autor de la nota en
referencia, defiende con buenos argumentos la amenaza del cierre del plantel
referido que apenas acababa de abrir sus puertas en noviembre de 1845. Señala
entre otras cosas, que no puede ser posible esa situación tan adversa en el ramo
218 !bid, p. 3. 219 Vidal Efrén Covián, op. cit., p.262. 220 "C. Victoria Enero 25 de 1846", Gaceta del Gobierno Constitucional de Tamaulipas, Tomo 7, No. 57, Ciudad Victoria, enero 25 de 1846, p. 4. 221 !bid , p. 4.
10)
educativo y considera que de acuerdo a la ley del cinco de mayo de 1842, se
podrían recaban fondos económicos para su mantenimiento, además de la
colaboración de los victorenses, quienes permanecían apáticos ante la clausura del
centro de enseñanza. Por tal motivo:
"[ ... ] dispone que la fanega de tierra cuhivada de maiz pague un real; la de
caña 6 ps.; la de frijol dos reales; la de garbanzo y otros granos 4 reales; la de arroz
un peso; la de chile doce reales; la de algodón dos pesos; la botija de vino mezcal
medio real y cada maguey que se raspe una cuartilla. La misma ley impone doce y
medio reales por ciento sobre las cosechas de hortalizas y huertas; y además otras
muchas contribuciones."222
D).- LAS IMPRENTAS DE TAMAULIPAS.
El tránsito de las ideas en ese período, era primordial para aquellos que
aspiraban o se encontraban en el poder. En este caso, las imprentas jugaron un
papel importante y su control estaba a cargo de personas ilustradas. En 1845, el
gobernador Victorino Canales envío al Ministerio de Justicia e Instrucción Pública
un informe donde menciu~ <t el número de imprentas que operaban en el estado.
Todas se dedicaban entre otras cosas a la maquila de periódicos, boletines y
manifiestos. Por lo general su sostenimiento económico estaba a cargo del
gobierno, quien ejercía cit;rtO control sobre las publicaciones, situación que
restringía la libertad de expresarse:"[ ... ] entre tanto afirma que en esa jurisdicción,
existen seis imprentas, de las cuales dos están en Ciudad Victoria, dos en Tampico,
una en Matamoros y una en Reynosa. Las dos primeras son del Gobierno, en donde
222 /bid. , p. 3.
106
se imprime la Gaceta Oficial, y la imprenta en que se publican los periódicos La
Voz de Tamaulipas y El Tribuno del Pueblo.'.;n3
Debido a los altos costos y complicaciones técnicas para la maquila, la
cantidad de periódicos que salían a la luz era muy reducida y con tirajes semanales.
Generalmente su existencia era efímera, pero las publicaciones oficiales tenían
larga vida, por tratarse de un órgano de divulgación del gobierno en turno.
223 "Gobierno del Departamento de Tamaulipes. Ministerio de Justicia e Instrucción Pública ... "AGN, GD 123, Justicia e Instrucción Pública, Volumen 84, expediente s/n, foja 64, [más 1 s/n].
107
CAPÍTULO V
LA LETRA CON JUÁREZ ENTRA:
EDUCACIÓN IMPERIAL/JUÁREZ Y MAXIMILIANO
A).- EN EL NOMBRE DE DIOS. EDUCACIÓN Y REUGIÓN.
Durante su imperio, el archiduque Maximiliano emitió la Ley de
Instrucción Pública el 27 de diciembre de 1865 con 127 artículos. Su aplicación
tuvo dificultades porque en ella se apreciaban signos liberales de corrientes
pedagógicas francesas, situación que desde Juego, no resultó del agrado de Jos
conservadores. Al emperador también le gustaban las canciones que interpretaban
los chinacos y emitió un decreto para que se celebrara la independencia el 15 de
septiembre. Incluso él encabezó la ceremonia del grito en Dolores, Guanajuato.
Esto desde luego no hizo gracia a los conservadores, quienes empezaron a
desesperarse porque el enviado de Napoleón no cumplía con sus expectativas, y
lejos de favorecerlos le restaba poder a la iglesia católica y al control pedagógico
que ejercían sus educadores.
Por ejemplo el artículo 165 establecía que: "Desde el primero de enero de
1866 quedarán suprimidas en todos los establecimientos las plazas de capellanes y
de sacristanes. No habrá en ningún establecimiento público, rezos ni misas diarias
de obligación."224 De acuerdo a las características de pobreza y analfabetismo en
esa época, seguramente Maximiano decidió inclinarse por una educación popular,
sentido social y pleno reconocimiento a los derechos del hombre, principalmente
224 Fernando Solana, Raúl Cardiel Reyes y Raúl Bolaños, Historia de la Educación Pública en México, SEP, p.30
109
hacia los pobladores indígenas. A ellos se les impartía enseñanza bilingüe, es decir
en español y el idioma de sus ancestros. En ciertos aspectos: "Más liberal que los
liberales, Maximiliano gobernó bajo el lema: "Equidad en la Justicia".225
Vale mencionar que algunas indicaciones que destacan en este documento
son similares a otras leyes y decretos vigentes en los estados. Se puede inferir que
los asesores políticos del imperio, adaptaron algunos puntos conocidos entre los
mexicanos. Entre los que destacan: El control del estado sobre la educación, la
escuela gratuita y la administración de los planteles por los ayuntamientos.
Sin embargo, eliminar de un solo tajo la influencia religiosa en la
educación no sería tarea fácil. Hacia el interior de la república se manifestaba una
fuerte resistencia de los grupos conservadores mochos y religiosos. Además vale
destacar la colaboración y paradigmas de los propios preceptores, quienes desde el
aula utilizaban como libros de texto: El Catecismo del Padre Ripalda y El
Catecismo de la Doctrina Cristiana que estimulaban la educación moral y buenas
costumbres propias de ese momento. Así, las propuestas pedagógicas de Juan
Enrique Pestalozzi y Mariano Carderera, continuaban vigentes en la formación de
los maestros durante el siglo XIX. Por un lado se cumplía con una función social
para que la educación llegara a las clases más pobres, por otro se instruía bajo el
signo de una enseñanza religiosa, moral, física e intelectual.
Para 1861 , Juárez había decretado La Ley de Instrucción Pública, donde
establece que el estado de haría cargo de la educación, sin la intervención de la
iglesia católica. En este sentido se eliminaron algunas materias relacionadas con la
doctrina cristiana y decretó la obligatoriedad de la educación, con acceso a los
sectores sociales menos favorecidos. Sin embargo, esta disposición se aplicó
225 Mílada Bazant, Ideas, valores y tradiciones, Ensayos sobre historia de la educación en México, Colegio Mexiquense, p. 13.
110
parcialmente, debido a la llegada~el ejército francés. De esta manera el Ministerio
de Justicia e Instrucción Pública a cargo de Joaquín Ruiz, que se creó ese mismo
año, para organizar la educación en el país, tuvo muchos obstáculos para realizar su
labor. La oposición se acentuó principalmente en los estados donde existían grupos
conservadores, sin afmidad con al gobierno juarista.
El triunfo de la república motivó a Juárez echar por tierra la Ley de
Maximiliano y emitir en 1867 la Ley Orgánica de Instrucción Pública que disponía
la unificación de la educación primaria, además de convertirla en gratuita y
obligatoria. En 1869 Juárez expidió otra Ley Orgánica donde se suprime la
enseñanza religiosa y pasa a ser laica. Sin duda alguna, la educación era uno de los
aspectos prioritarios dentro de su gobierno. Se trataba no sólo de prestar atención al
rezago en dicho renglón de interés social, sino también difundir el triunfo de los
liberales en las aulas mediante la enseñanza de la historia. De esta forma los
intelectuales de la época, crearon un ambiente propicio para el control ideológico
en las aulas. Para lograrlo se valió del apoyo del médico poblano Gabino Barreda,
simpatizante de la doctrina positivista, basada en la razón y la ciencia para alcanzar
el progreso. Barreda creó la Escuel& Nacional Preparatoria.
Así las cosas, todo parecía indicar que el fin de la escuela lancasteriana
estaba cerca. Además, surgieron nuevas propuestas educativas como la de Antonio
P. Castilla, quien proponía el Método Didáctico, del cual aseguraba era: "El
camino más pronto y fácil que nos conduce a realizar una cosa útil y conforme a un
fin propuesto y determinado."226
226 !bid., p. 34.
111
B).- COLEGIO DE SANI'A-ANNA DE T AMAULIPAS.
En 1854 la popularidad de Antonio López de Santa Anna en Tampico,
continuaba vigente y con el respaldo del gobernador de Tamaulipas Adrián Wol~
un militar de origen francés que acompafió a Xavier Mina por la Independencia de
México. El mandatario proporcionó todas las facilidades para que se fundara en
enero de ese afio el Colegio Santa Anna. Desde años anteriores, acciones como
estas, se enmarcaban en una clara muestra del culto a la personalidad hacia el
caudillo. En el ramo educativo los jaliscienses le deben a Woll el origen de la
Universidad de Guadalajara.
La gratitud de los tampiqueños hacia el general Santa Anna, no tenía límite
porque en 1823 autorizó la fundación del actual Tampico en el lado norte del río
Pánuco. Se dice que por petición de una hermosa morena que logró cautivarlo. En
septiembre de 1829 venció a las tropas españolas que comandaba el general Isidro
Barradas, quien ese año había salido de Cuba con el propósito de reconquistar
México.
El instituto impartiría educación primaria. Para reclutar al personal docente
el teniente coronel José Barreiro, prefecto del Distrito Sur, lanzó a través de las
páginas de El Comercio de Tampico el plan de estudios y difundió los atractivos
sueldos para los preceptores: "Director, 150 pesos mensuales; subdirector 60 pesos
y catedrático de idiomas 50 pesos."227 El plan de estudios era similar al que se
encontraba vigente en muchos colegios: lectura, caligrafia, geografia, gramática
castellana, aritmética, francés e inglés. Un dato importante lo constituye la
utilización del método lancasteriano. La responsabilidad se finca en el director de
227 "Convocatoria", El Comercio de Tampico, 21 de enero de 1854, No. 204, p. 4.
112
la escuela, quien seleccionaría al personal: "Mediante un concurso para la opción
de los empleados designados al Colegio."228
C}.- MIQUlliUANAIPROPAGAR LAS LUCES EN UNA ESCUELA NORTURNA PARA
ADULTOS.
En 1857 la Villa de Miquihuana, cabecera de uno de los municipios más
apartados de la geografía tamaulipeca, limítrofe con el estado de Nuevo León en la
Sierra Madre Oriental, tenía 633 habitantes que se dedicaban principalmente a la
agricultura y procesamiento de madera, además de defenderse de las incursiones de
indios bárbaros?29 Como sucedía en otras poblaciones rurales, características del
siglo XIX, la educación era un ramo al que asignaban pocos recursos y casi estaba en el abandono. Sin embargo, para no permanecer aislados del proceso educativo,
familias pudientes como los Canales, contrataban un maestro para superar las
deficiencias y obstáculos de la actividad docente en esta región montañosa.
Las primeras noticias que tenemos acerca de la educación en este
ayuntamiento se remontan a marzo 26 de 1853, cuando Ignacio Guerra, autoridad
municipal envió al gobernador Jesús Cárdenas una carta donde le explica que
recibió diez ejemplares de los libros de texto: Los Elementos de Aritmética del
maestro español Mariano Cubí y Soler y doce del Catecismo Político que se
destinaron al plantel de educación pública: "Actualmente estamos haciendo un
jacal para que provisionalmente reestablezca una escuela de primeras letras, y ya
tenemos contratado un preceptor aunque de medianos conocimientos con el sueldo
de ocho pesos, que entre todos los padres de familia se le han acabalado."230
228 !bid 229 Juan Díaz Rodríguez, op. cit., p. 23 . 230 !bid, p. 52.
111
Según informe del presidente municipal José Castillo, en 1857 no existía:
"( ... ] establecimiento permanente de primeras letras, pues lo que hoy existe es un
maestro que por contrata particular con algunos padres de familia mantiene en la
enseñanza a 6 jóvenes; y no se ha podido establecer un establecimiento de aquella
clase, a pesar de los positivos deseos que animan a las autoridades, así como al
vecindario por !a carencia de fondos con que edificar un local."231 Entonces el
alcalde encontró una salida política al problema, con la autorización de la tala de
árboles. Sugirió que por cada viga de madera que saliera del municipio se cobraría
un cuarto de real; además de las aportaciones voluntarias para sostener un plantel
exclusivo para varones, sin acceso a las mujeres.
Todo parece indicar que uno de los temas recurrentes durante las sesiones
del ayuntamiento de Miquhuana en la segunda mitad del siglo XlX, era la
educación. Por un lado el gobierno estatal y las comandancias militares
presionaban a los ayuntamientos para la instalación de escuelas. En tanto las
autoridades respectivas, principalmente de los pueblos marginados, argumentaban
la imposibilidad de hacerlo debido a las carencias, sequías y heladas que acabaron
con los cultivos:
231 !bid, p. 24. 232 /bid, p. 73.
Antes que hubiera Casa Consistorial en esta población ya existía
un establecimiento de enseñanza primaria, y no ha dejado de
haberlo hasta fines de julio último en que la miseria general de
estos habitantes no les permitió seguir sosteniéndolo.
En tal estado ¿qué cosa puede hacerse a favor de la ilustración,
cuando apenas se puede subvenir a las necesidades de la vida,
después de seis años que las cosechas se han perdido? ¿Qué
podemos hacer en lo sucesivo, cuando la de este año, acaba de
co"er la misma suerte por una helada que nos cayó anoche?131
114
Se discutía desde la construcción de un edificio, cuotas voluntarias y
sueldo del maestro que en 1867 ascendía a diez pesos mensuales. En una de esas
reuniones, se propuso que el salario que otorgaba el gobierno, se destinaría a la
construcción de la escuela y mediante una aportación voluntaria se reuniera el pago
del preceptor. Los aplausos fueron para Tristán Canales, quien ofreció una casa de
su propiedad, mientras se construía el plantel, además de dos pesos de cooperación.
La crónica registra que se trató del más alto donativo, seguido de Andrés Falcón,
quien cooperó con un peso. 233
Para 1870 continuaban los problemas en el departamento de Instrucción
Pública en la Villa de Miquihuana. A pesar de las leyes y decretos sobre educación,
como el que emitió el Congreso del Estado en 1861, los gobiernos de Juan José de
la Garza, Francisco L. de Saldaña y Servando Canales no aportaban los fondos
suficientes para mantener abiertas las escuelas de primeras letras y el combate a la
ignorancia cada día se dificultaba más. La escuela de primeras letras para varones
se cerraba y abría según el comportamiento del mercado de la madera, el
termómetro político y los enfrentamientos armados. Por ejemplo cerró sus puertas
en noviembre de 1869 y volvió a operar en abril de 1870 hasta julio. En noviembre
del mismo año se aprobó la Ley de Escuelas y en consecuencia la Junta de
Instrucción Pública. 234
Los gobiernos de las villas, autoridades eclesiásticas y pobladores,
utilizaban las más inverosímiles estrategias para allegarse fondos para el
sostenimiento de los planteles escolares. En junio de 1870, los habitantes de Santa
Bárbara (Ocampo), enviaron a la Legislatura del Estado, una solicitud para que:
"[ ... ) se le conceda a dicha población el uso libre de las campanas, y que los
2J3 /bid, p. 59. 234 1 bid, p. 26.
115
productos que ellas dieren por los dobles y repiques se inviertan en la instrucción
pública de la misma Villa."m Sin embargo, dicha inquietud no prosperó, debido a
lo que indicaba la ley reglamentaria de campanas del 14 de agosto de 1861. Una
vez más los liberales trataban de ganarle otra partida al clero, que se resistía a
concentrar su misión únicamente como guía espiritual de los feligreses.
Entre los años sesenta a los setenta, la educación en Tamaulipas se
desarrolló mediante un proceso muy inestable, debido a diversos fenómenos
políticos que no le fueron ajenos. Uno de ellos fue la reelección de Juárez en 1871
que impactó en una serie de inconformidades y rebeliones que culminaron con el
Plan de La Noria que proclamó el general Porfirio Díaz. "Sin embargo de estos
inconvenientes existen escuelas en casi todas las municipalidades, y las de
Tampico, Matamoros y TuJa merecen especial mención [ ... ]."236 Muchos planteles
abrieron y cerraron sus puertas, debido a los conflictos políticos y bélicos, además
de los problemas económicos y hasta conflagraciones. En 1860 se quemó el
edificio de la escuela para varones de Ciudad Victoria, mientras que la de niñas
trabajaba normalmente, con un presupuesto de cuarenta pesos para ambas
instituciones.
A finales de 1868 operaba en Matamoros el Colegio de Niñas ubicado en la
calle Matamoros y 7", bajo la dirección de otro maestro extranjero Juiio Rougeau y
su esposa, quienes impartían primeras letras, lecciones de escritura, aritmética,
gramática castellana, francés, inglés y música.237 Para incrementar sus ingresos, el
235 Circular para la autorización del uso libre de las campanas, Gobierno del Estado de Tarnaulipas, 5 de julio de 1870, Archivo Municipal de González, Tarnaulipas, caja 9, serie Gobierno, Siglo XIX, expediente 17. 236 "Instrucción Pública" en Memoria Presentada a la H Legislatura Constituyente de Tamaulipas, Ciudad Victoria, Imprenta del Gobierno del Estado, 1860, p. 2. 237 "Colegio de Nifias", periódico El Observador, Matamoros, Tarnaulipas, Tomo 1, 3 de febrero de 1869, No. 643, p. 4.
116
maestro acudía a domicilios de particulares a impartir clases de música y piano.
Otro practicante de esta actividad artística era Jesús Nieva, quien se ponía a
disposición de su clientela, también como afinador de pianos y asesoría musical.
Por la relación de actividades, en esa época eran comunes los matrimonios
entre maestros. Pedro Celestino Torres y su esposa doña Josefina de Torres,
dirigían en 1868 una escuela de varones y otra para niñas en la villa de Mier,
comunidad ubicada en el margen del Río Bravo, cercana a Nuevo Laredo.
La adaptación al nuevo sistema federalista, motivó una serie de
reacomodos que ocasionaron problemas entre los grupos que aspiraban al gobierno.
Estaban divididos en constitucionalistas y reaccionarios; centralistas y federalistas;
Rojos y Crinolinos. Bajo estas circunstancias, Cipriano Guerra y Jesús de la Serna,
ambos liberales se disputaron la gubernatura en 1861 para suceder a Juan José de la
Garza. Eran las primeras elecciones, después de aprobarse la Constitución de 1857.
Esta experiencia democrática terminó en un conflicto de armas entre ambos
bandos que se extendió hasta principios de septiembre de 1861 a las guarniciones
militares de Matamoros, Tampico, TuJa, Victoria y algunos municipios pequeños,
entre ellos Miquihuana. Los escándalos surgieron no obstante que el gobernador
interino Modesto Ortiz, reconoció mediante un decreto del 24 de agosto de ese año,
el triunfo de Jesús de la Serna, luego de una segunda elección.238
Los puntos neurálgicos de esta crisis fueron Tampico y Matamoros, de
donde era originario Domingo López de Lara, ex alumno de una escuela
lancasteriana en los años cuarenta, quien fue apresado en septiembre de 1861 en el
camino entre estas dos ciudades. Este personaje fue ancestro del general César
López de Lara, quien abrazó la causa revolucionaria a principios del siglo XX.
238 "Manifiesto" de Jesús de la Serna Gobernador Constitucional de Tamaulipas, México, Imprenta de José Mariano Lara, 1862, p. 5-6.
117
Juan José de la Garza renunció a la gubernatura y dejó el mando a
Modesto Ortiz, en un afán de organizar una estrategia política contra de la Serna,
inclinando sus preferencias por Cipriano Guerrero. Los "crinolinos" o amarillos
acusaban a de la Serna de conservador, pero él se declaraba liberal de acuerdo a las
circunstancias y presto a combatir a los invasores franceses: "¿Qué tamaulipeco no
ha sentido hervir su sangre, lleno de una santa indignación, cuando ha oído referir
algún descalabro recibido por nuestro ejército?"239 El caso es que tiempo después,
este "patriótico" personaje sirvió al Imperio de Maximiliano como Prefecto en el
puerto de Tampico.
El cuatro de enero de 1862, ante el desconocimiento de los poderes del
estado, el presidente Benito Juárez, quien vislumbraba la invasión francesa, decidió
declarar, a través de Manuel Doblado, ministro de relaciones y gobernación, el
estado de sitio:"[ ... ] en atención a las circunstancias extraordinarias que se halla la
República y a la particular posición del Estado de Tamaulipas, amenazado de ser
uno de los primeros que invadan las fuerzas extranjeras, usando de las facultades
que me hallo investido [ ... ]"240 Entonces se nombró gobernador Santiago Vidaurri,
con mando político, civil y militar, quien ayudó a empeorar el asunto, por la
animadversión de tamaulipecos y coahuilenses por sus afanes expansionistas.
Finalmente gracias a sus buenos oficios, Vidaurri recomendó a Ignacio
Comonfort, quien asumió el poder estatal y los grupos terminaron por calmar
temporalmente sus ánimos. Las cosas tomaron un nuevo giro con la incorporación
de otros actores militares como Juan Nepomuceno Cortina, un personaje fronterizo
que se unió a Carvajal y luego participó en la Guerra Intervención Francesa.
239 !bid, p. 4 240 Oficio del presidente Juárez a Manuel Doblado, ministro de Relaciones y Gobernación, México, enero 4 de 1862.
118
D).- LA LEY DE 1861.
La Ley de Instrucción Pública fue emitida el 19 de agosto de 1861 por el
gobernador sustituto Modesto Ortiz, en momentos muy difíciles para Tamaulipas.
En este documento se establece la enseñanza obligatoria por el estado y las Juntas
de Instrucción Pública, que sirvieron de base para construir una modesta estructura
en la administración educativa en cada municipio, donde se elegían tres personas
de solvencia moral, quienes serían las encargadas de: "[ ... ] administrar los fondos
de instrucción, contratar maestros de las escuelas, vigilar su trabajo docente y en
general, velar porque todos los asuntos del ramo educativo marcharan
convenientemente. "241
El asunto estribaba en la manera cómo se llevaría a cabo dicha
responsabilidad, si consideramos los tropiezos económicos que atravesaba el
gobierno. Así las cosas, en la misma ley se ventilan posibles soluciones: 1 ).- Los
padres de familia tenían obligación de contribuir con un peso mensual y si eran de
escasos recursos cuatro reales o cincuenta centavos; 2).- Aportación de cinco pesos
mensuales por las fábricas de aguardiente, mientras que los expendedores de
bebidas, dos pesos mensuales y 3).- Las infracciones del bando de policía pasarían
al ramo de Instrucción Pública. Lo interesante de todo esto, menciona Juan Díaz
Rodríguez es que se pugnó por una educación obligatoria y gratuita y fuera del
control de la Iglesia Católica. En los hechos se demuestra lo contrario, por que
continuaba la enseñanza de latín, clase sobre religión, el catecismo del Padre
Ripalda y el nombramiento de sacerdotes como directores de escuelas, como el
caso del Instituto Literario de San Juan en Matamoros.
241 Juan Díaz Rodríguez, La Ley de Instrucción Pública de 1861, artículo inédito, Ciudad Victoria, p. l.
119
En estos intentos de laicismo educativo, se abrían las puertas para que las
iglesias protestantes, provenientes de Jos Estados Unidos, instalaran planteles
escolares que utilizaban para expandir su religión. Melinda Rankin, quien realizaba
actividades misioneras en Nuevo León y Tamaulipas, abrió una escuela
presbiteriana en Matamoros que operó entre 1862 y 1863. Eran los tiempos cuando
el Puerto de Bagdad estaba abierto a navegación internacional, en apoyo al
comercio confederado de Jos productores algodoneros del sur de Jos Estados
Unidos.242
El 22 de noviembre de 1870, el gobernador Servando Canales aprobó la
Ley de Escuelas del Estado de Tamaulipas que permaneció vigente durante varios
años con algunas adiciones y reformas. Uno de los aspectos más relevantes fue la
creación de la Junta Superior de Instrucción Pública, con algunos rasgos similares a
la derogada Ley de 1861 . Por ejemplo en lo que se refiere a las Juntas de
Instrucción Pública Municipales que operaban en los principales pueblos de la
entidad, subordinadas a las autoridades del cabildo, quienes desempeñaban los
cargos de presidente, secretario y concejales.243 El artículo 5° establece la
obligatoriedad de la enseñanza para niños de 6 a 16 años y de las niñas hasta doce.
Esta responsabilidad recaía en los padres de familia o tutores, quienes debían
enviarlos a escuelas de primaras letras, con una cuota escolar de acuerdo al sueldo
que percibían.
La subvención de las escuelas estaba a cargo de los ayuntamientos o el
gobierno del estado, con base en una serie de recaudaciones que generaban las
multas a ebrios escandalosos y tahures, herencias, venta de libros, bienes
242 Melinda Rankin, Veinte Años Entre los Mexicanos, Fondo Editorial Nuevo León, p. 184. 243 "Ley de Escuelas", Ciudad Victoria, Imprenta de Gobierno, noviembre de 1877, p.l
120
mostrencos y utilidades de la venta de libros y útiles.244 Las tendencias liberales y
el laicismo, incluyen en los planes de estudio de 1877, el Catecismo Político del
licenciado Nicolás Pizarro, novelista y pensador liberal mexicano quien destaca en
su libro, el movimiento de Reforma iniciado por Juárez. Además se manifiesta la
aplicación de exámenes públicos que tanta polémica causó en la opinión pública
tampiqueña, a pesar de contemplarse como positivos y necesarios porque
estimulaban a los alumnos y maestros, y: "[ ... ] servían de satisfacción para las
familias y las autoridades."245 No sabemos, si además del reconocimiento en
público, se otorgaba a los alumnos tamaulipecos algún premio adicional, como lo
recomiendan los manuales pedagógicos de entonces.
Para 1890, las cosas no habían variado mucho en cuanto a la estructura de
la administración de las escuelas. La Junta Superior se componía por: "[ ... ] un
Presidente que es el de la Corte de Justicia, dos diputados de la Legislatura, el
Tesorero General y por otros tres ciudadanos que nombrará el Ejecutivo por tres
años [ ... ]";246 mientras que las Juntas Locales se integraban por un Presidente del
ayuntamiento, un secretario (regidor) y un tesorero que duraban en el cargo un año,
mientras que los voluntarios cuatro años.
E).- COLEGIO PRIMITIVO DE TULA.
Entre 1864 y 1867, Tamaulipas tuvo más de diez gobernadores, algunos de
ellos fueron: Tomás Ruiz, Charles Dupin, Juan N. Cortina, Tomás Mejía,
Servando Canales, Santiago Tapia, Felipe Berriozábal, Ascensión Gómez, Santiago
Tapia y otros. Por eso llama la atención que en esta vorágine histórica, algunos
244 /bid, p. 4-5. 245 Carderera, op. cit., 331. 246 "Memoria Presentada por el Secretario Lic. Carlos María Gil", Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas, Torno XVI, Núm. 29, Ciudad Victoria, Tarnaulipas, marzo 7 de 1891 , pp. 1-2.
121
promotores educativos como J. M. Gaona, tuvieran la audacia de invertir su capital
económico y tiempo en la apertura de escuelas, institutos o planteles escolares,
como el Colegio Primitivo que operó en Tula a partir de de 1864 -año del
nacimiento de Cannen Romero Rubio-. Este plantel después se trasladó a
Palmillas ( 1866), debido a la incertidumbre de guerra entre mexicanos y franceses,
quienes se disputaban la plaza tulteca entre 1865 y 1866 al ser ocupada por las
tropas de Charles Dupin y después por Pedro José Méndez. En dicha escuela se
preparaban alumnos de primaria y secundaria, con asistencia de jóvenes de TuJa,
San Luis Potosí, Guadalcázar, Santa Bárbara, Palmillas, Escandón y Cerritos.247 Es
probable que para estos afios la escuela que operaba en la Villa de Palmillas en
1847, cerrara sus puertas, pese a los esfuerzos del ayuntamiento por scstenerla.248
En 1860 TuJa era un ejemplo a seguir en materia educativa. La Junta
Protectora de Instrucción Pública logró el reconocimiento del Congreso del Estado,
porque: "Con economía y pureza que le distingue en el manejo de Jos fondos que le
ha concedido una ley especial, no solo está perfectamente atendida la escuela de
varones, sino que ha establecido cuatro más de nifias, cuyos aprovechamientos he
podido presenciar."249
El maestro Gaona explica en el periódico La Soberanía, los motivos que lo
orillaron a retirarse de TuJa y radicarse en Palmillas, luego de concluir el primer
afio escolar y aplicar: "[ .. . ] exámenes públicos; y de recibir multiplicaJ t .
testimonios de aprobación y complacencia por el aprovechamiento que
manifestaron todos Jos ramos de ensefianza. ,,2so La ciudad tulteca, por su ubicación
247 "Colegio de Enseñanza Primaria y Secundaria," Periódico La Soberanía de Tamaulipas, No. 6, marzo 10 de 1867. 248 Vida! Efrén Covián, Compendio de Historia de Tamaulipas ... op. cit., p. 266. Se refiere a la contratación de un profesor para la escuela de primeras letras, con un sueldo de doscientos pesos mensuales que cubría el ayuntamiento. 249 Memoria Presentada a la H Legislatura, op. cit. pp. 2 y 3. 2
"'0 !bid
122
geopolítica y cercanía con San Luis, era la más importante del Distrito,"[ ... ] teatro
de combates y alarmas que la han tenido en continua agitación, dando esto por
resultado el que los alumnos se dispersaran para no volverse a reunir en su mayor
parte.'.251 El nuevo asentamiento era sin duda, un lugar estratégico y con buen
clima, pero definitivamente no gozaba de la importancia de la anterior residencia.
El plan de estudios para educación primaria era completo y exigente en sus
contenidos. Se basaba en las siguientes materias: Lectura, Escritura, Aritmética,
Religión, Moral, Urbanidad, Geometría, Dibujo, Idiomas, Música, Geografia,
Meteorología, Cosmografia y Gimnástica. Para secundaria: Gramática General,
Lógica, Retórica, Álgebra, Geometría y Trigonometría, Gramática Latina.
Gramática Francesa, Etimologías Griegas, Cronología, Historia General, Teneduría
de Libros, Dibujo Lineal, Pintura Oriental, Tipografía, Delineación.
En esa misma población se estableció un Instituto de Educación para Niñas
donde, además de las materias básicas que se impartían en el Colegio Primitivo, se
enseñaba a las mujeres actividades propias de su sexo: Costura y Bordados. De
acuerdo a la Junta Protectora integrada por algunas figuras políticas: Francisco
Lucas de Saldaña, Enrique Medina, Francisco Ortiz y Juan Charles; catedráticos
Juan Castillo, Carlos Guerra, A. Alcántara y Alberto Villasana; Director J. M.
Gaona; los costos de las colegiaturas para ambos colegios eran:
Internos 6 pupilos de menos de diez años de edad . $12.00
De Diez años en adelante ................ ........ ........... ..... $15.00
Externos de menos de diez años ...... ...... .................. $ 3.90
De Diez años en adelante ....................... ....... .... ..... .. $ 5.00 252
251 /bid 252 /bid
12:1
Gaooa dejó constancia de sus actividades intelectuales, políticas,
educativas y periodísticas en Palmillas. Fundó en 1867 el semanario político y
literario El Átomo, en compañía del editor Alberto Villasana, ambos simpatizantes
de la causa juarista. El maestro traducía del inglés al español artículos diversos y
escribía poemas.
El espíritu educativo de los tultecos logró vencer no sólo la barrera del
tiempo, sino también múltiples dificultades. Esto le valió el reconocimiento de
personalidades intelectuales como ~1 gobernador Alejandro Prieto, quien expresó
en 1873 que: "Tula era en donde se babia tenido mayor esmero que en ningún otro
pueblo del Estado el establecer el mayor número de escuelas públicas, y que en la
época que presidió la Junta respectiva don Ramón Ramírez, llegaron a enumerarse
veintidós planteles."m Una de ellas era la Escuela de Varones, anterior Escuela
Nacional, construcción de sillar y paredes altas que contaba con tres salones
totalmente equipados con mesabancos, globo terráqueo, pizarrón, un mapamundi,
fotograf~a de Benito Juárez y láminas didácticas. Sin embargo: "En la mayor parte
de las escuelas no se tenían útiles necesarios; los maestros percibían sueldos
insignificantes, [ ... ] y por último no era raro que se clausuraran las escuelas por
falta de fondos para sostenerlas.'.254
El predio donde se conserva el edificio que actualmente ocupa la Escuela
Miguel Hidalgo, perteneció en 1864 a Miguel Fernández, quien ese afio vendió la
propiedad por cien pesos a Andrés Cedillo Charles. En 1874 lo adquirió Guadalupe
Acuña por la misma cantidad: "[ ... ] y el estado actual de deterioro en que se hallan
las tapias y cuartos ubicados en el. "255 Probablemente los dueños proporcionaban
253 Rafael de Alba, La República Mexicana Estadas del NorteíF amauiipas, París-México, p. 51 . 2S4 /bid 255 Fotocopia de escritura a nombre de Miguel Femández, TuJa, Tamaulipas, 30 de septiembre de 1864, 5 f., Archivo Familiar de Gastón Saldaila, proporcionada por el maestro Raúl González Zapata
124
voluntariamente o rentaban el edificio donde operó el plantel escolar que hemos
mencionado. El hecho es que durante el porfuiato, las autoridades lo remodelaron
para su mejor funcionamiento y se llamó Benito Juárez.
Según el informe del profesor Ramón Ramírez, para 1870 al menos
existían en Tula los siguientes planteles escolares: uno de carácter particular que
dirigía el profesor Albino Pérez, la Escuela Principal de Varones bajo la tutela de
los profesores Alberto y Manuel Villasana y la Escuela de Niños No. 2 a cargo del
profesor Jesús M. Gutiérrez.256 Las materias que en estos lugares se impartían eran:
Lectura, Aritmética y Escritura; y Moral y Catecismo Político por Pizarro.
Había también cuatro escuelas para niñas dirigidas por las maestras:
Antonia García, Refugia Acuña, Irene Flores y Antonia T. Méndez, quienes
además de impartir las materias correspondientes al programa, enseñaban ot¡·as
actividades manuales propias de la mujer de aquellos años, como la elaboración de
flores y bordado. 257 Otra de las figuras relevantes del magisterio fue Antoñita
Guillén, quien dirigió una escuela tulteca entre 1860 y 1890.
Desde el siglo XIX TuJa se distinguió como una población con altos
alcances culturales. La presencia de una colonia española integrada por hacendados
y comerciantes; así como su relación geográfica con San Luis Potosí, motivaron el
surgimiento de un ambiente aristocrático que la distinguió durante el porfrriato. La
familia Villasana, mentores y periodistas, así como del poeta Manuel José Othón,
quien fundó una sociedad literaria, y la gran cantidad de pianos que existían en esta
población, son una muestra del buen gusto por las expresiones culturales.
256 Ramón Rarnírez, op. cit. p. l. 257 /bid, p. 3.
125
Al concluir los ciclos escolares, era común organizar festivales de fm de
cursos, como el que tuvo lugar a principios de enero de 1873 en la escuela de niñas
de la maestra Antonia Méndez. Las niñas Julia Méndez, Refugio Mendoza,
Felicitas Carrizal y Concepción Rosales, cantaron"[ ... ] un himno a la Ciencia,
composición del profesor D. Florencio Castro; otro dedicado a la eminente cantante ,
mexicana Ángela Peralta, y una aria de la ópera 1 due Foscari por Verdi;
interpretada por la niila Abraham Reyes, acompañándolas el Sr. Castro." 258
Los ranchos y las haciendas de la jurisdicción de tulteca, no estaban al
margen del proceso educativo. Al menos existían 16 escuelas que proporcionaban
enseftanza a niftos y niftas, es decir, eran mixtas. En números redondos se atendían
en TuJa trescientas niftas y mil niftos, que a decir verdad era una cifra nada
despreciable. Esto fue posible porque además del apoyo de gobierno que recibía la
Junta de Instrucción, contaban con benefactores de la ciudad de México y San Luis
Potosí como Justo L. Carresse y Manuel Rascón. El inspector escolar era el doctor
Juan B. Millet, un filántropo de origen haitiano y grata memoria para los tultecos.
Para tener una idea de la importancia de dicha ciudad a mediados del siglo
XJX, vale mencionar que según la Memoria para Servir a la Carta General de la
República Mexicana de Antonio García Cubas, en 1861 TuJa contaba con 9,696
habitantes. Tampico tenía 5 mil 500 y Ciudad Victoria 4 mil 496. Este auge se
debió principalmente al desarrollo que alcanzaron las haciendas durante el
porfrriato y la enorme producción de fibra de lechuguilla y otros productos
agropecuarios que se concentraban en la población. Desde luego también influyó
su estrategia geográfica que la convirtió en paso obligado entre quienes deseaban
viajar de Tampico a la capital del país. Por eso, Santa Bárbara (Ocampo) también
floreció con el tránsito de arrieros, conductas y diligencias.
258 /bid., p. 4.
126
Mencionamos a Francisco Lucas de Saldaña como uno de los filántropos
de la educación de Tula. El nació en esta ciudad en la primera mitad del siglo XIX.
Se recibió de abogado y se dedicó a la política. En 1868 se desempeñó como
Presidente de la Suprema Corte de Justicia del Estado. Durante esa época fue
gobernador del estado por ministerio de ley en varias ocasiones. En 1878 entregó el
poder al general Servando Canales. Dentro de sus acciones, destacan una serie de
incentivas sobre educación en el estado, así como el establecimiento de una escuela
normal para preceptores en la capital tamaulipeca.
F).- EL INSTITUTO LITERARIO DE SAN JUAN EN MATAMOROS.
Después del fracaso del Instituto Hidalguiano Tamaulipeco, la apertura del
Instituto Literario de San Juan en Matamoros al inicio del período juarista,
reincorporó a la entidad en las modalidades educativas propias del siglo XIX. Para
esas fechas funcionaban satisfactoriamente en otros estados de la república, los
institutos y liceos de Oaxaca, Jalisco, Veracruz, Campeche y Toluca, por
mencionar algunos.
Este tipo de planteles se remontan a 1826, cuando a sugerencia de Lucas
Alamán, se autorizó la creación: "[ ... ] del Instituto Mexicano de Ciencias
Literatura y Arte, inaugurado el 2 de abril en la sala principal de la universidad. "259
Operó hasta 1829 porque el gobierno sólo les entregó 300 pesos para mantenerlo.
Si comparamos dicha cantidad con los cien pesos que envió el gobernador Vital
Fernández a la escuela primaria de Cruillas, Tamaulipas, en realidad no andaban
mal en recursos para la educación.
259 Anne Staples, op.cit., p. 67.
127
Con excepción del Hidalguiano, el concepto de instituto hasta la apertura
del que existió en Matamoros, se centraba más bien en una modalidad de planteles
de enseñanza de primeras letras, como lo demuestran los múhiples esfuerzos que
hemos citado. El concepto: "Instituto, se empleó en el México decimonónico como
sinónimo de un establecimiento de enseñanza secundaria y profesional"260 Al de
San Juan se le agregó únicamente el término Literario, mientras que años más
tarde, al de Ciudad Victoria o del Estado que fundó el ingeniero Luis Puebla y
Cuadra, se le conoció también como Instituto Científico y Literario del Estado. Es
decir en este tipo de planteles se divulgaba la educación, el arte y la ciencia en los
rigurosos cursos que se impartían, bajo la ideología liberal.
En el caso de la colegio matamorense, como también se conocía, se creó el
15 de septiembre de 1858 por decreto del gobernador Juan José de la Garza,
expedido en Tampico, Tamaulipas. Su orientación académica era semejante a otras
escuelas similares que operaban en el resto del país, bajo el auspicio liberal, pero
respetaba la impartición de la clase de latín. Según el Artículo 2° las materias
reglamentarias eran: "Españo~ Francés, Inglés y Latín. Dibujo Natural y Lineal.
Filosofia propiamente dicha, comprendiendo la Lógica, Estética, Ideología, [ . .. ]
Filosofía Moral, Química, Meteorología, Astronomía, Elementos de Geografia
Universal, Cronología e Historia, Derecho."261 El sostenimiento económico se liga
a la recaudación de impuestos (el seis por ciento a las herencias, el producto de
bienes mostrencos, legados) y a los bienes de producción (cuatro por ciento de
fondos municipales, cosecha de sal de la Laguna Madre y cuotas de alumnos). Los
órganos directivos estaban bajo control del gobierno estatal.
260 Saples, op. cit. , p. 70. 261 Vidal E. Covián, op. cit., pp. 56-57.
128
El edificio se localizaba en la esquina de las calles Morelos y Bravo. Lo
construyeron en 1828 y fue propiedad del coronel insurgente Francisco Lojero,
quien colaboró de jefe del departamento de la aduana marítima en 1834 durante el
gobierno de Francisco Vital Fernández. Ese mismo año lo nombró Jefe Político del
Norte, designación que se tradujo en una serie de inconformidades por esa decisión
unilateral atribuible al Congreso del Estado. Lojero llegó a tierras tamaulipecas en
calidad de militar hacia 1829 con el general Anastasio Bustamante: "[ . .. ] quien lo
encomendó al frente de la comisaría de la comandancia de los Estados de Oriente.
Era yerno del caudillo independentista Ignacio Allende y en eso basaba su prestigio
personal. Se ausentó una temporada de Tamaulipas, pero regresó en 1832 como
consecuencia de la inestabilidad política que imperó entonces en el país [ .. . ).'.262
Muy pronto, el inmueble de ladrillo y arquitectura estilo europeo se
convirtió en símbolo histórico para los matamorenses. Ahí vivió también Nicolás
Bravo y fue palacio de gobierno de los generales Juan N. Cortina y Tomás Mejía.
Además durante la Revolución Mexicana, sirvió como cuartel de las fuerzas del
general constitucionalista Lucio Blanco. Desde luego su uso más utilitario para la
cu!tura, fue el establecimiento del Colegio de San Juan. Años después, a principios
del siglo XX fue ocupado por la Escuela Secundaria y Preparatoria Juan José de la
Garza y actualmente es recinto oficial Colegio de San Juan Siglo XXI donde los
jóvenes estudian música y canto.
La inauguración del Instituto se vio entorpecida por la muerte del director y
presbítero Juan Pedro Fernández: "[ .. . )y aunque el gobierno ha buscado con ardor
a quien encargar aquella dirección, nadie ha querido recibirla por el temor que ha
262 Octavio Herrera Pérez, El norte de Tamaulipas y la conformación de la frontera México-Estados Unidos 1835-1855, El Colegio de Tamaulipas, p. 12.
129
inspirado lo mortífero del clima de Matamoros en estos últimos años."263 Para
lograr sus propósitos, desde 1855 Juan José de la Garza hizo suya la idea de
Augustus Schiner para la apertura del Colegio de Los Estados Orientales en
Matamoros, como lo había concebido Miguel Ramos Arizpe: "[ ... ] para dar una
educación completa tanto a los que se dediquen al estudio de las profesiones como
a los que sigan la carrera comercial."264 Schiner era doctor en filosofía y residente
de Nueva Orleáns, donde dirigía un instituto educativo de la escuela prusiana y de
los farancmasones norteamericanos. El proyecto lo desarrolló en una carta que
envió al gobernador de la Garza: "El colegio contendrá cuatro clases a ejemplo de
los colegios ingleses; en los cuales se enseñarán: latín, griego, español, algebra,
trigonometría, física, química, geología, zoología, botánica, mineralogía, historia,
geografía, retórica, filosofía, literatura y dibujo. [ ... ] además los que quieran
estudiar el italiano, alemán, música y gimnasia.'o26s
Desde la propuesta del nombre, la idea de Schiner para la creación de un
colegio era de cepa liberal, laico, sin: "[ ... ] sometimiento ni influencia de ningún
dignatario eclesiástico." Por eso resulta extraño que el primer director fuera
sacerdote. De alguna manera la experiencia educativa del gobernador tamaulipeco
en el Seminario de México y el Colegio de San Ildefonso, le ayudaron a matizar la
sugerencia radical del educador extranjero. De la Garza se mostró receptivo y
acogió con entusiasmo la utilidad de la obra que serviría para:"[ ... ] la ilustración y
felicidad de sus hijos."266 El segundo director -interino- fue Andrés Treviño y
después Francisco de Paula Valdés. En 1861 contaba con treinta y cuatro
263 Memoria Presentada a la H. Legislatura, op. cit. , p. 3. 264 Raúl García Garcla, op, cit., p. 52. 265 !bid, p. 52. 266 García García, op. cit., p. 54.
130
alumnos.267 Debido a los enfrentamientos por el poder político la vida no era fácil
en Tamaulipas; además se avecindaba la Intervención Francesa. Sin embargo, el
auge comercial y económico de Matamoros y el Puerto de Bagdad debido a la
Guerra Civil en los Estados Unidos, fue motivo para que en la llamada:"[ ... ] época
de los algodones" la población aumentara hasta 40 mil habitantes, convirtiéndose
en un importante centro financiero del noreste mexicano.
Oficialmente el Instituto abrió sus puertas a principios de 1859, luego que
el alcalde Leocadio Muñoz nombró una Junta Directiva con personajes notables de
Matamoros, como: "Agustín Longoria, José Maria Cavazos, Juan Prado y Antonio
Garza Tapia.',268 Por los apellidos, varios de Jos primeros maestros seguramente
eran de origen extranjero: Agustín Fuentes, que tenía a su cargo las cátedras de
Lengua Castellana y Aritmética; Amado Pautien, para las cátedras de Inglés y
Francés; el señor M.S Leopold, para la clase de dibujo.'.269 Es una realidad que los
matamorenses se preocuparon porque el colegio estuviera a la altura de los mejores
del país. Por eso no escatimaban recursos para dotar al plantel de los mejores
elementos auxiliares y laboratorios para mantenerlo a la vanguardia.
Todo indica que el arranque de este proyecto educativo no fue satisfactorio
y tardó algunos años en consolidarse para el bien de la juventud matamorense. Sus
apologistas, de alguna manera se esforzaban por crear conciencia y sensibilidad
entre la población, acerca de las bondades que ofrecía el colegio para el desarrollo
de la cultura matamorense:
[ .. .} los fronterizos a quienes e les ha confiado la ardua empresa de contener su marcha a los déspotas que pretenden esclavizamos,
267 Manuel F. Rodríguez Brayda, Antología Poesía y Prosa, México, Universidad Autónoma de Tarnaulipas, p. 203 . 268 José Raúl Canseco Botello, Historia de Matamoros, México, p. 47. 269 !bid
Bl
cumplen con tan delicada misión: nosotros no perdemos el tiempo en vanas conjeturas: abrimos liceos, donde la juventud vaya a conocer la fuente del saber. [. .. ] Eduquemos a nuestros hijos, infundámosles esas ideas de amor patio, independencia y unión tan necesarias para /afelicidod de nuestro pais.170
En este ambiente, el ayuntamiento nombró como titulares de la Junta
Directiva del instituto a Agustín Menchaca como presidente y Antonio Longoria,
secretario, quienes declararon abierta la matrícula entre diciembre de 1860 y enero
de 1861 , para el ciclo escolar de ese año, de acuerdo al decreto de su creación.
Menchaca también formaba parte del cuerpo docente.
En agosto de 1869, apenas concluida la guerra de intervención, llegaron de
París, Francia, varios implementos modernos de física: "[ . .. ] el proyector práctico,
máquina neumática, esferas de Magdemburgo, telescopio, microscopio, serie de
termómetros, barómetros, lentes, etc ... "271 que sirvieron como auxiliares didácticos
para simplificar la labor de los maestros.
El Instituto Literario de San Juan se considera antecedente de la educación
superior en Tamaulipas. Este plantel vivió momentos de gloria y prestigio porque
ahí impartieron cátedra maestros que llegaron a Matamoros atraídos por la bonanza
económica y social. Entre los primeros cuerpos docentes destacan: Juan José
Solernau, Juan Luis Tercero, Manuel de la Cruz, Miguel Barragán, José Arrese,
Manuel Carpio, Manuel Cofre, Carlos McManus, M. Susenau, Francisco Molas,
Antonio Castillo, Agustín Menchaca, Antonio Cáceres, Severo Guerrero, Enrique
Manautou y Emilio Velasco entre otros maestros ilustres.272 A José Solernau se le
270 "Apertura del Instituto Literario de San Juan", Periódico El Progresista, Matamoros, Febrero 11 de 1860, Tomo 1, Núm. 15, p. 1, Fondo Documental del instituto de Investigaciones Históricas de la UAT, caja 7. 271 Manuel Rodrfguez Brayda, op. cit. p. 204. m Manuel Rodríguez Brayda, op. cit., p. 204.
132
registra por primera ocasión en 1850. Era de nacionalidad francesa y al llegar a
Matamoros impartió cátedra en un colegio particular 273 y después en la escuela
municipal de Matamoros. Se tienen antecedentes de su constante trato y gestiones
con las autoridades del ayuntamiento y Junta de Instrucción Pública, a quienes
solicita: "[ ... ] se le impriman 1, 100 carteles para lectura de principiantes, y pone a
consideración [ ... ] su libro de lectura.".274 Solernau falleció el 4 de noviembre de
1893.
En cambio el doctor Manuel Carpio, era originario de Cosamaloapan,
Veracruz, hijo del poeta romántico y médico del mismo nombre. Recibió el título
de médico en 1860, precisamente el año de la muerte de su padre, quien también
fue diputado constitucional 1825-1826 y promotor de la Facultad Médica del
Distrito Federal en 1831 .275 Carpio -hijo- llegó a Matamoros en 1863 procedente de
la Ciudad de México que fue tomada por los franceses ese mismo año. En esta
población fronteriza ejerció su profesión, pero además impartió las cátedras de
fisica, matemáticas, ética y filosofia en el Instituto Literario de San Juan. Se ganó
la simpatía del pueblo matamorense. Murió asesinado por unos malechores en
1897.276
Arrese fue uno de los catedráticos más distinguidos del instituto. Nació en
Monterrey, pero los vaivenes de la Intervención Francesa, y después de viajar por
diferentes partes del país, lo orillaron a establecerse en Ciudad Victoria por
recomendación del general Servando Canales. Poco le duró el gusto de su estancia
en la capital tamaulipeca, porque a raíz de Jos brotes revolucionarios decidió
273 Osear Rivera Saldaña, Diccionario Biográfico de la Heroica Matamoros, México Librería Española, p. 488. 274 EldaAvith Rangel ... op. cit, p. 45 . 275 hnp:!/www.ejoumal.unam.mx/revfacrned/no45-l/M451 08.odf, Ernesto Cordero Galindo, Una década olvidada de la medicina mexicana, 20 de junio de 2007. 276 Osear Rivera Saldaña, op. cit., 96-97.
trasladarse a Cuba para retornar nuevamente al pais en 1878. Un afio después se
estableció en Matamoros, donde prácticamente inició su Yida académica como
maestro del Instituto Literario de San Juan, donde impartió cátedra de filosofia de
1882 a 1888. Dirigió la Escuela No. 3 para Varones entre 1890 y 1892. Fue
secretario de la Junta de Instrucción Pública de Matamoros y fmalmente maestro de
literatura, lengua nacional, rafees griegas y latinas entre 1898 y 1913 . El máximo
cargo que ocupó en el Instituto Juan José de la Garza, como director (1908-
1913).277
Es probable que algunos maestros extranjeros, llegaran a Matamoros
durante el auge algodonero. A finales del siglo XIX, se incorporaron a la planta de
catedráticos los tamaulipecos: Guadalupe Mainero, Juan B. Tijerina, Celedonio
Junco de la Vega, Martín Espinosa -en 1904-, Adalberto J. Argüelles y muchos
más que figuraron en el campo de la política y el periodismo. Entre sus alumnos
destacan: Francisco León de la Barra, expresidente de México; Augusto Petriccioli,
arquitecto que intervino en la construcción de la tercera planta del Palacio Nacional
y Miguel Bernard Perales, ex director del Instituto Politécnico Nacional.
A principio de la década de los setentas, el Instituto sufrió otra crisis
económica como muchas de las escuelas de la entidad. Por tal motivo el maestro
Antonio Núñez de Cáceres solicitó a la ciudadanía y al gobierno del estado que se
apoyara al plantel:
277
[. .. ] sostener una competencia con los más adelantados de
los colegios de la República ¿Qué inconveniente hay en dar
la preferencia a un plantel fundado en Tamau/ipas? ¿Acaso
carece este Estado de capacidades que se hallen a la altura
de las luces que reclama la instrucción secundaria?
134
Sabemos que los catedráticos del Colegio de San Juan, no solamente poseen la suficiencia que se requiere para desempeñar su cometido, sino que sus esfuerzos por el progreso de la juventud se confunden con la filantropía. 278
Núñez de Cáceres, posiblemente de origen dominicano, falleció el 28 de
octubre de 1907 en la ciudad de Matamoros. Durante 29 años se desempeñó como
director de este centro de enseñanza y sirvió a la educación por cuarenta años.
El auge de este centro escolar coincide con la apertura en 1867 del Ateneo
Fuente en Saltillo, Coahuila, durante el gobierno del general Andrés S. Viesca. Su
tendencia ideológica, también se basa en las doctrinas liberales y republicanas. En
este caso el nombre se le impone en honor de Juan Antonio de la Fuente, quien
realizó importantes misiones diplomáticas durante el gobierno juarista. Los planes
de estudio de este colegio que enriqueció la educación del noreste mexicano, no
estaban alejados al resto de los institutos científicos que operaban en el país:
"Lengua Latina, Geografia e Historia de México, Geografia e Historia Universal,
Inglés, Francés, Filosofía, Literatura, Dibujo, Teneduría de Libros, Matemáticas y
Ciencias Naturales".279 Además se incluían los cursos de jurisprudencia para
preparar abogados.
Este giro en la implantación de nuevas carreras profesionales se
experimentó en Tamaulipas cuando en 1889 por decreto del gobernador ingeniero
Alejandro Prieto, el Colegio de San Juan inició los cursos para preparar licenciados
en derecho, según el plan de estudios de la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Ese
mismo año también se impartieron clases de la carrera de ingeniero topógrafo. Para
278 "El Colegio de San Juan", Reconstrucción, Periódico Oficial del Gobierno del Estado De Tamaulipas, N. 18, Ciudad Victoria, domingo 3 de septiembre de 1871 . 279 "Fiel a su Estirpe Liberal Celebra Cien Años el Ateneo Fuente", en Revista de la Universidad de Coahuila, Homenaje al Ateneo Fuente, Saltillo, Coahuila, pp. 13-14.
1898, empezó a funcionar en Matamoros la Escuela Nonnal dependiente del
Instituto, donde se prepararon algunas generaciones de maestros, para satisfacer la
demanda de preceptores en la frontera tamaulipeca.
En el informe de gobierno que presentó Juan B. Castelló en 191 O, tres afios
antes que cerrara sus puertas, el político porfrrista realizó un recuento de los
alumnos egresados del Instituto Juan José de la Garza, como también se designó a
este colegio, en honor de su fundador: "Profesores Normalistas 21 ; Ingenieros 2;
Jurisconsultos recibidos en esta Capital y fuera del Estado, 27, Médicos recibidos
fuera del Estado 1 O, diversas carreras 57.'il80 En total, ese afio recibieron
instrucción educativa 712 ciudadanos. La mayoría de ellos no concluyeron sus
estudios y se incorporaron a las actividades productivas.
En 1913 en el marco de la Revolución Constitucionalista, este centro
escolar cerró sus puertas cuando el edificio se convirtió en cuartel militar. En
consecuencia se destruyeron archivos, biblioteca, mesabancos, material didáctico,
aulas y laboratorios por las huestes del general Lucio Blanco. La mayoría de los
espacios físicos quedaron convertidos en ruinas o en total deterioro físico. Los
carrancistas no perdonaron ni la biblioteca -ubicada en la planta baja del edificio- a
cargo del maestro y poeta José Arrese, quien sufrió por la pérdida de cientos de
documentos y libros bajo del fuego. 281
Por otra parte, en los informes de los gobiernos de Espiridión Lara, Joaquín
Argüelles y Matías Guerra, que comprenden entre 1911 y 1913, no se menciona el
instituto matamorense en el apartado de educación, por lo que pensamos que a raíz
de los acontecimientos revolucionarios de 1910, empezó la decadencia del mismo.
280 Juan B. Castelló, Informe de Gobierno, 1910, p. 17. 281 Saturnino Carnpoy, Don José Arrese, opúsculo biográfico, documento inédito, sin fecha de
publicación, 49 páginas, pertenece al archivo particular de Francisco Ramos Aguirre, p. 2 y 3.
136
Simplemente los jóvenes de la población civi~ no se atrevían a salir de sus hogares
por temor a ofensas, represalias, maltrato por parte de los soldados y posibilidad de
engrosar las filas de la leva revolucionaria.
G).- INSTITUTO LITERARIO Y MERCANTIL DE T AMPICO.
La primera referencia que tenemos acerca de la inclusión de la historia en
los libros de texto en Tamaulipas, pertenece a Manuel de la Cruz, quien publica y
distribuye en 1867 el tomo: Méjico Geografia Particular que Sirve de Texto a los
Alumnos de/Instituto Literario y Mercantil de Tampico 282 (28 p.) La edición de
este ejemplar se realizó en la Imprenta Segura y Amoros del mencionado puerto.
Aunque el título se refiere a un manual de geografia, en su contenido destacan
ciertos temas de interés histórico y economía que se relacionan con Tamaulipas, y
en especial Ciudad Victoria, TuJa, Matamoros y Tampico. Dos capítulos hablan de
la repoblación del puerto y la presencia de Barradas. En ellos centra especial
interés por las figuras protagónicas de Agustín de lturbide, Antonio López de Santa
Anna, Manuel Gómez Pedraza y Anastasio Bustamante.
El método didáctico que emplea el maestro de la Cruz se basaba en
planteamientos y cuestionarios a través de preguntas y respuestas. Concreta
algunos de los temas en el contexto regional como la Costa del Seno Mexicano, la
Laguna del Chairel, el puerto de Soto la Marina, el origen de Tampico y el carácter
de los tamaulipecos.
La escuela que el dirigió se contempla dentro de la modalidad de los
institutos. Es evidente el esfuerzo por lograr su pertenencia entre la población. La
primera noticia que tenemos del Instituto de Tampico se remonta a 1855. Su
director Manuel de la Cruz, señala la manera como trabajaba, mediante el método
282 Manuel de la Cruz, México, Geogrqfw Particular que Sirve de Texto a los alumnos del Instituto Literario y Mercantil de Tampico, México, Tampico, 28 pp.
117
lancasteriano para las primeras letras y de profesores en grados superiores. Entre
los libros que servían de texto a sus alumnos vale destacar: El Catecismo del Padre
Ripalda; Geografta de Almonte; Cartas de Lord Chersterfield; La Cartilla de
Jesús; Gramática de Vallejo y la Religión de Balmes por mencionar algunos. El
número de alumnos ascendía a 233, quienes permanecían en el aula durante siete
horas de estudio, bajo la tutela del maestro de la Cruz, único preceptor del
Instituto. 283
El catedrático tenía 36 años de edad y se declaró abiertamente católico y
mexicano de nacimiento, con estudios profesionales en la Universidad de
Barcelona, donde egresó en 1845. Su sueldo era de doscientos pesos.
Recordemos que en 1859 se abrió oficialmente el Instituto Literario de San
Juan en Matamoros, pero precisamente entre 1861 y 1866 tuvo que suspender
actividades por los conflictos políticos y la Guerra de Intervención Francesa?84 Sin
embargo, todo parece indicar que el Instituto Literario y Mercantil de Tampico
operó únicamente unos años y como el Hidalgueano, tuvo que cerrar sus puertas.
Manuel de la Cruz también desarrolló actividades como maestro en el
Instituto Literario de San Juan a principios de los afios sesenta. Suponemos que
después se trasladó a Tampico y fmalmente lo encontramos de regreso en
Matamoros hacia 1875, como autor de la obra Análisis Gramatical que el
municipio sometió a un dictamen a cargo del maestro José Solemou.285
Como respuesta de los municipios a la mencionada Ley de 1861, ese
mismo año, Manuel Hinojosa, director del Instituto de Educación Particular de
283 "Noticias de las Escuelas ... "op. cit. 284 Jaime Mendoza, "Instituto Litaario de San Juan", en Studies in Matamoros and Cameron County History, Brownsville, Texas, The University ofTexas at Brownsville, 1997, p. 280. 285 Elda Avita Rangel, op. cit, pp. 62-63.
138
Niños en Tampico, anunció el cambio de domicilio cerca de la Plaza de Armas, con
la impartición de Gramática Castellana, Aritmética Comercial, Moral, Doctrina
Cristiana y Urbanidad, Geografía Elemental, Dibujo y Francés (su traducción).286
En enero, al iniciarse las operaciones de ese plantel, la matrícula era relativamente
escasa. Contaba únicamente con cuatro alumnos y en septiembre aumentó a
cuarenta, gracias al prestigio que logró en poco tiempo.
Vale mencionar que desde noviembre de 1860, producto de un convenio
con padres de familia y otros particulares, la escuela de Hinojosa operó de manera
regular con la enseñanza de las materias que se mencionaron.287 Igual sucedió con
el Instituto Particular de Varones San Román, que al menos desde 1857 funcionaba
bajo la dirección del maestro Narciso Tovar. Ahí se impartían materias similares a
la escuela anterior, pero con un costo adicional de cuatro pesos, se tenía acceso a
las siguientes clases: "Francés, Inglés, Música Vocal e Instrumental, Dibujo Lineal
y Oriental y Teneduría de Libros por partida doble."288 Tovar se auxiliaba de tres
profesores para cumplir con los programas de estudios. Proporcionaba gratis el
material didáctico y anunciaba el arribo a Tampico de otro maestro especializado, a
partir de enero de 1861 .
Así las cosas, las autoridades municipales se mostraban satisfechas ante el
avance de la enseñanza memorista y el combate a la ignorancia. En noviembre de
1862 el ayuntamiento pagaba cuatro escuelas para hombres y mujeres atendidas
puntualmente por sus preceptores. Sin embargo, los funcionarios se quejaban de
286 "Instituto de Educación Particular de Niños", periódico El Indio, Tarnpico, No. 29, septiembre 4
de 1861 , p. 4 287 "Escuela Particular", periódico El Prisma, Tarnpico, 2" época, diciembre 18 de 1860, No. 230, p.
4. AHMM, expediente 1 O, caja 3, 1853-1865, 14 expedientes. 288 "Instituto Particular de Educación de Varones San Román", !bid.
119
algunos rezagos administrativos: "[ . .. ] les falta una cosa y es: la comisión
inspectora de escuelas, para que vigile sus adelantos."289
Ante la ausencia de una Junta Directiva de Instrucción Pública en
Tampico, a principios de los años sesenta del siglo XIX, algunos ciudadanos
cuestionaban la capacidad académica de preceptores y ayudantes, así como algunos
"abusos" en especial de la Escuela Pública. "[ ... ] hemos visto que algunos no
teniendo otra cosa a qué dedicarse, adoptan la carrera de la enseñanza para tener
con que vivir, mientras se les presenta otra de más holganza. [ .. . ] esperamos que
los Ciudadanos que compongan la Junta de Instrucción, no admitan como
ayudantes a ninguna persona que ante ella no haya cumplido con el Artículo 5° del
Reglamento de Escuelas.'.290 Inquietudes como la anterior evidencian la falta de
preparación profesional de algunos maestros. Ante la ausencia de escuelas
normales para preparar docentes, asumían dichas funciones los de mayor
preparación académica, licenciados, doctores y sacerdotes entre otros, quienes
generalmente laboraban de manera voluntaria o con bajos salarios.
La demanda de maestros estaba a la orden del día en todos los rincones del
territorio tamaulipeco. Por ejemplo en Ciudad Magiscatzin, actualmente municipio
de González, la Junta de Instrucción Pública solicitaba los servicios de un maestro
para dirigir la escuela de primeras letras del lugar. En estos años correspondía a los
ayuntamientos seleccionar y contratar a los preceptores.
Extinguidas las cenizas de la Guerra de Intervención Francesa, pero
activado el conflicto entre Porftrio Díaz y los juaristas, el 13 de octubre de 1871 ,
bajo el lema: "En el nombre de Dios todo poderoso, autor y conservador de las
289 "Escuelas Públicas", periódico La Sombra de Zaragoza, No. 3, Tampico, noviembre de 1862, p. 4. 290 "Escuela Pública de Esta Ciudad," periódico La Sombra de Zaragoza, No. 5, Tampico, 15 de noviembre de 1862, p. 4.
140
sociedades y con la autoridad del pueblo soberano: [ ... ]"el gobernador Servando
Canales promulgó la Constitución de 1871. Respecto al renglón educativo poco se
agregó a lo que mencionan la Constitución de 1825 y la serie de decretos que
hemos citado. Entre las aportaciones se crea una ley para agenciarse fondos
económicos destinados exclusivamente a instrucción pública. Y desde luego, se
exhorta a todos los pueblos de Tamaulipas para que instalen escuelas de primeras
letras. Esta Constitución permaneció en vigor hasta 1920, cuando el Congreso del
Estado expide el nuevo estatuto jurídico. Dentro del ramo educativo, la
Constitución de Canales, abarcó un período muy amplio; desde el porfrriato hasta
la postrevolución.
Precisamente en este lapso, la educación en Tamaulipas transitó por
importantes fases de desarrollo que reflejan la expansión de planteles escolares.
Apertura del Instituto Literario de Ciudad Victoria, varias escuelas normales y
auge en la profesionalización de los profesores, quienes se consolidarían como uno
de los gremios más importantes de la entidad.
A raíz de la promulgación de las Leyes de Reforma en 1859, se derivó
también la separación de los podert:S eclesiásticos y el estado. Sin embargo, dicho
acontec imiento no repercutió drásticamente entre sociedad y gobierno tamaulipeco.
Como todos los cambios, y más lo religioso, fue un proceso de transición lento.
Más de trescientos años de dominación clerical no podían diluirse de la noche a la
mañana, menos en personalidades tan comprometidas con la iglesia como el
general Servando Canales, quien proporcionó en 1872 todas las facilidades al
obispo Ignacio Montes de Oca para la fundación del seminario de Ciudad Victoria.
Al menos en la administración de este gobernante, la iglesia católica
mantenía el control de algunas ciudades importantes.
141
En Marzo de 1871, durante su visita a Santa Barbara, reconoció la labor del
sacerdote por el sostenimiento de un plantel escolar de 30 alumnos. "En esta Villa
estaba cerrado el establecimiento de primeras letras, por falta de preceptor; pero el
gobierno dispuso que se encargara interinamente de la dirección de aquel plante, el
apreciable señor cura párroco Antonio A. Aranda quien de antemano había
ofrecido sus servicios al coronel Canales con tal objeto." El gobernador y sus
invitados, visitaron "esa pequeña sucursal de la ciencia".
A Canales se le atribuye parentesco con Fray Servando Teresa de Mier,
diputado a las Cortes de Cádiz y enemigo acérrimo de lturbide.
A pesar de todos los esfuerzos realizados en materia educativa, Tamaulipas
no se distinguió precisamente por figurar ante los ojos de la patria, como ejemplo
en ese rubro cultural. Por la magra cantidad de escuelas y escasos perceptores en
esos tiempos, podemos imaginar que el proceso fue lento en un territorio lleno de
desigualdades sociales, carente de medios de comunicación y economía precaria:
"En esa época aún no se desarrollaba ni en los Estados más adelantados el sistema
de enseñanza moderno, aconsejado por los mejores pedagogos, por consiguiente,
en materia de sistemas o métodos de enseñanza estaba Tamaulipas tan atrasado
como las demás entidades Federativas.'.291
291 Carmen Olivares Arriaga, El Pensamienlo de los Maestras Tamaulipecos, Primer Congreso de Pedagogía 1899, Ciudad Victoria, p. 105.
142
CAPÍTULO VI
CON TODO EL RIGOR DE LA EDUCACIÓN:
DISCIPLINA Y SALARIOS
A).- REGLAMENTOS INTERNOS.
Además de las leyes y decretos emitidos por el gobierno del estado en
diferentes períodos; correspondió a los ayuntamientos la aprobación de los
reglamentos internos de las instituciones escolares. Después se enviaban para que
las autoridades educativas de la capital del estado, emitieran su opinión. En este
trabajo hemos citado algunos normas relacionadas con las escuelas lancasterianas,
pero también existieron otras que se aplicaban en distintos planteles de enseñanza:
"Reglamento Moral, Científico y Religioso que se Observa en el Establecimiento
de Educación de Niños Varones de Ciudad de Tampico,"292 que se aprobó en mayo
de 1850. Estas medidas eran obligatorias para escuelas públicas y particulares.
El documento consta de cinco capítulos donde se observan principalmente,
las funciones del director y necesidad de contratar ayudantes mexicanos o
extranjeros con título o diploma de algún colegio, instituto o campo científico
contemplado en las leyes. Uno de los apartados se compromete exclusivamente a la
enseñanza del inglés y francés. Respecto a los sueldos que se consignan en el
artículo 14 del primer capítulo, señala que el director ganaba 200 pesos mensuales,
mientras los ayudantes entre treinta y cuarenta pesos mensuales, de acuerdo al
m "Reglamento Moral, Cientifioo y Religioso que se Observa en el Establecimiento de Educación de Niños Varones de Ciudad de Tampioo," IDIUAT, Tampioo, Tamaulipas, 2 de mayo de 1858, caja, 5, expediente 97, p. l.
144
grado que impartían. Estos salarios eran cubiertos por la tesorería del municipio. 293
El director, quien gozaba de todas las facultades dentro de la administración del
plantel, estaba obligado a surtir por su cuenta y presupuesto, los materiales
escolares: papel, libros plumas, tinta, pizarras, tintero y mapas.
Las clases que se impartían y se mencionan en este reglamento son
similares a las que se citaron en otros apartados de esta investigación. En el caso
que nos ocupa, se adiciona las clases nocturnas dirigidas a quienes laboraban en
horarios diurnos: "[ ... ] para los adultos que deseen instruirse.'o294 Para tal proyecto
se impartían únicamente tres materias básicas: Literatura, Escritura y Aritmética.
En todas las modalidades y niveles del establecimiento educativo, se presentaba un
examen público durante el mes de diciembre, donde participaba una comisión de
sinodales que interrogaban a los alumnos de acuerdo al programa de estudios.
Esta última medida no era del agrado de la mayoría de la opinión púb)jca.
La redacción del periódico El Noticioso del Pánuco y los promotores de las
escuelas particulares, se mostraban renuentes y exponían sus razones, ante el
comunicado del cabildo calificándola de: "( ... ] funesta para esa misma educación
que se pretende proteger [ ... ] Primero porque es coartar la libertad de la enseñanza,
que es lo que los hombres más eminentes de la época, consideran la base
fundamental del progreso.'.295 Según este artículo los exámenes públicos no
estaban acordes con las costumbres de la mayoría de los institutos en referencia a
los dogmas religiosos ni obligar a los padres a enviar a sus hijos a un examen de
esta naturaleza. Además se ponía especial énfasis para no exhibir a las mujeres y
293 /bid, p. 3. 294 /bid m "Instrucción Pública", periódico El oticioso del Pánuco, Tampico, mayo 18 de 1850, Tomo 3,
o. 137, p. 3-4.
145
convertirlas en objeto de pública expectación: "[ ... ] teniendo siempre en cuenta
que la noble misión de la mujer en la tierra, no es el mundo sino la familia.'.296
Una niña a los siete años y medio, a los diez años y medio,
presentarse a exámenes públicos, por ironía así llamados, donde
sólo se va a lucir el vestido y donde sólo se procuran los elogios y
los aplausos, no es otra cosa que darse en espectáculo a la
contemplación de los complacientes. [ .. .] Y en suma,
acostumbrársele a los aplausos y a los elogios desde la infancia, y
en llegando a la edad de las pasiones los codiciará y ha de
procurar alcanzarlos, aun a costa de todo lo más sagrado que hay
en el mundo para la mujer. 197
En este reglamento se menciona, un sistema de premios y castigos para los
alumnos que ingresaban desde los cinco afias a dicha institución tampiqueña,
previo pago de dos pesos. Dentro de las prohibiciones, los estudiantes no deberían
llevar dinero, alhajas de valor, realizar trafiques, compras y ventas entre el
alumnado.298 No se permitía jugar, gritar ni atropellar a los condiscípulos en el
salón de clases. Si violaban estas disposiciones, la primera vez se les amonestaba
de palabra, pero si reincidían, podían permanecer hasta dos días en el cuarto
destinado al encierro, con exclusión de las noches. Sin embargo, en otros aspectos
de castigo físico directo, parecían ser benevolentes: "Se prohíben los castigos con
azotes o palmetas sustituyéndose por la estancia en pie o arrodillado [ ... ] y por el
encierro en lugar que tendrá el establecimiento que podrá durar desde una hora
hasta tres días, según la magnitud del delito, pero la sentencia sólo será de días."299
Para matizar un poco este martirio, en la parte religiosa del reglamento señala que
se instruirá a los jóvenes bajo los preceptos de la doctrina cristiana, con asistencia
296 "Colonización", periódico El Noticioso del Pánuco, Tampico, mayo 22 de 1850, Tomo 3, No. 138,
~3. "Instrucción Pública", periódico El Noticioso del Pánuco, Tampico, mayo 22 de 1850, Tomo 3,
No. 138, p. 4. 298 /bid, p. 7. 299 /bid , p. 8.
146
obligatoria a misa solemne el día de San Casiano de !mola, patrono del Instituto.
En su juventud, éste santo defensor del cristianismo, se desempeñó como maestro
ejemplar en algunos pueblos italianos
B).- LA LETRA CON SANGRE ENTRA/DISCIPLINA.
El término "La letra con sangre entra" se aplicaba desde el período
novohispano, pero no era exclusivo de este territorio. En Europa también se
utilizaba para referirse a uno de los métodos más rigurosos de disciplina en las
escuelas. Castigos y más castigos, dice Carderera: "[ ... ] es el gran recurso en
algunas escuelas, sin comprender que cada vez están más desordenadas y que el
deber del maestro no consiste principalmente en impedir el mal, sino en inspirar el
deseo de hacer el bien y habituar a los alumnos a practicarlo. ,,3oo
Para 1860 Carderara propone en su libro de texto para las escuelas
normales, una educación más humanista, sin generación de rencores y ofensas
fisicas o psicológicas para los educandos. Piensa que la disciplina se logra con el
amor del maestro a los niños. Sin embargo, no logra sustraerse del todo referente a
la aplicación de los castigos, aunque "leves", similares a los que se contemplaban
en el reglamento de las escuelas de Tampico. Dice el educador español:
Debe cuidarse mucho de que los castigos no se repitan con frecuencia, de que estén bien justificados, de que guarden proporción, no tanto con las consecuencias de la falta, como con
el motivo o idea de cometerla; de que sean razonables y se impongan con moderación y calma, a la vez que con seriedad y firmeza. 301
300 Carderera, op. cit., p 325. 301 /bid. , p. 329.
147
En términos generales y por convicción, el autor se inclina por el sistema
de premios, a través de vales o billetes graduados que el alumno aventajado
canjeaba por diversos objetos. Además, como medida de estimulación, propone
integrar un cuadro de honor, con otorgamiento de medallas, cintas y cruces. En ftn,
se considera todos los reconocimientos que se aprobaran dentro del reglamento
interno de las escuelas, pero sin que incitara a la vanidad.
C).- POR LA EDUCACIÓN ••• AUNQUE MAL PAGUEN.
El asunto de los sueldos o salarios de los maestros, es tema de polémicas y debate
desde los tiempos de la colonia hasta nuestros días. Durante el siglo XVIII, después
de la expulsión de los jesuitas, las autoridades de la Nueva España no encontraron
la manera para sustituir las vacantes de escuelas y colegios. Además, eludían la
responsabilidad del pago salarial para quienes ocuparían las plazas laborales de los
antiguos maestros:
[ .. .}para formalizar con acierto el juicio comparativo en las
oposiciones, proponiendo el número de maestros, pasantes y
repetidores, que les deben ayudar, sus salarios y
emolumentos; en la inteligencia de que se les deberá contribuir con el que, antes de ahora daba el respectivo
pueblo sin novedad, y completar lo que faltase de las
temporalidades ocupadas; [. . ./02
Las poblaciones mineras de Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas y
Taxco fueron las más beneficiadas en apoyos sustanciales para la educación.
Gracias al tribunal de minería que recaudaba 160 mil pesos anuales, 303 podían
liquidarse los sueldos de maestros del Colegio de Minería y de otros planteles de
302 " Reales provisiones referentes a la ensei'lanza de las primeras letras. 1767 y 1771 ", Dorothy Tanck, ~· cit., pp. 106-107.
3 "Instrucción Reservada al Conde de Revillagigedo ... " op. cit., p. 158.
148
las provincias: "Vieron en efecto tres, de directores y maestros, con el sueldo dos
de ellos de 2,000 pesos y el otro con 1,500, otro perito con 800; y 7 operarios cada
uno con 300, y fueron destinados en tres divisiones, a Zacatecas, Guanajuato y
Taxco.'.J04
En Real de Borbón y Santo Domingo de Hoyos, comunidades de la
Provincia del Nuevo Santander, hoy Tamaulipas, el miliciano y cronista
Hermenegildo Sánchez García, se desempeñó como maestro a partir de la segunda
mitad del siglo XVIII, con un sueldo de cincuenta pesos anuales. Es decir, poco
más de cuatro pesos al mes, con el compromiso de atender más de cuarenta
alumnos.
En mayo de 1828, llegó a Tamaulipas la Compañía Lancasteriana, bajo la
dirección del maestro Ignacio Ribott. Esa fecha, el gobierno firmó una contrata
donde se compromete a asignar un sueldo de mil 300 pesos anuales para su
director, entre los que se incluían cien pesos para la renta de la habitación. En el
convenio, también se compromete a otorgar una compensación de cincuenta pesos
mensuales. En cambio a Claudio Francisco Gójon, quien se hizo cargo de la
escuela lancasteriana en 1832, se le otorgó un sueldo de 2 mil pesos anuales, más
50 pesos de compensación. 305 Sin duda alguna, en este período de logros
educativos para la entidad, destaca el apoyo del clan político de la familia
Fernández: Lucas, José Antonio, Francisco Vital y Eustaquio, ejercieron una fuerte
hegemonía en el naciente estado de Tamaulipas.
Si comparamos las percepciones mencionadas, con lo que ganaban los
maestros del Instituto Hidalguiano establecido en Ciudad Victoria en 1830, las
otorgadas a los lancasterianos eran mejores: "[ ... ) de latinidad y retórica se pondrá
304 Op. cit. , p. 158. 305 "Educación Pública" El Despertador de Tamaulipas ... op. cit.
149
a cargo del vicario de esta capital, [ ... ] en cuyo caso el estado le pagará doscientos
pesos anuales; si no acepta el gobierno solicitará un profesor que disfrutará el
sueldo de trescientos pesos anuales. ,,306 La clase de filosofía correspondía
impartirla al cura de la capital con trescientos pesos de sueldo; mientras la cátedra
de teología se cotizaba en cuatrocientos pesos anuales y la de medicina mil
doscientos por añ.o.
Debido a los obstáculos para asignar fondos a la educación elemental, era
común que el pago de sueldos a los maestros se retrasara y algunas ocasiones se
realizaban una serie de ajustes presupuestales para alcanzar a cubrirlos. En uno de
los informes del estado financiero del gobierno de Tamaulipas en 1831 , se destina
una erogación de ochenta y tres pesos por concepto de Jos sueldos correspondientes
al:"[ ... ] profesor de Enseñ.anza Mutua en 15 días.'.J07 Sin duda alguna se trata del
salario o parte del mismo correspondiente al maestro Gójon, quien meses atrás
acababa de firmar contrato para el establecimiento de una escuela lancasteriana en
Ciudad Victoria. Cada proyecto educativo se iniciaba con una serie de restricciones
salariales. Algunos convenios establecían un monto de dos mil pesos anuales, es
decir, poco más de ciento sesenta y cinco pesos al mes.
Durante su estancia en Monterrey, el financiamiento al proyecto educativo
de Gójon, no tuvo mejoras por tratarse de una ciudad industrial con mayores
recursos económicos y mayor concentración de la riqueza en la región norestense.
El sueldo que le ofreció el gobierno nuevoleonés fue de mil quinientos pesos al
año, es decir, quinientos menos que en Tamaulipas.308
306 Vidal Efrén Covián, "El Instituto Hidalguiano Tarnaulipeoo", en Cuadernos de Historia, Tomo 1,
E· s4. 07 "Interior Enero 1° de 1831, Ministerio de Hacienda del estado de Tarnaulipas", Periódico Guía del
Pueblo, Ciudad Victoria, Tarnaulipas, Imprenta del Estado de Tarnaulipas, año 2, No. 4, 16 de enero de 1831 , 4. 308 Israel Cavazos, op. cit., p. 206.
150
En 1842, el preceptor José María Gajá recibió de la Tesorería de la Junta
de Fomento, la cantidad de cincuenta pesos para su escuela.309 El colegio que
dirigía Gajá en Tampico padecía una crisis económica permanente que no permitía
su crecimiento. Se dejaban de impartir materias de los ambiciosos y cargados
programas de estudio que muchas de las veces, prácticamente era imposible
cumplir. Los amigos y filántropos de esa institución realizaban campañas
permanentes para su sostenimiento. Una de ellas consistía en recabar la cantidad de
doscientos pesos para auxiliar la escuela, porque de otra manera sería: "[ ... ]
perjudicial a la juventud, y quizás dará el vergonzoso resultado para Tampico, de
que se destruya un Instituto de educación pública, cuya planta, organización y
progresos han sido constantemente celebrados por los nacionales y extranjeros que
lo han visitado."310
Desde 1833 la escuela municipal del puerto era sostenida por un impuesto
sobre harinas, según el decreto que expidió el Congreso del Estado ese año, con
vigencia hasta 1851. Esta situación provocó las protestas de los tampiqueños ante
el gobernador Jesús Cárdenas. Pero esto no era asunto de dicho mandatario, la
decisión había sido tomada durante el gobierno de Francisco Vital Fernández,
acorde con la Ley del 19 de octubre de 1833 que aprobó el Congreso Nacional,
para la creación de la Dirección General de Instrucción Pública para el Distrito y
Territorios de la Federación.311 La norma establece además, un rompimiento con el
monopolio de las escuelas confesionales en manos de la iglesia católica. Sin
embargo, en caso de que la iglesia retirara su apoyo, el estado no tenía capacidad
económica ni maestros para cubrir la demanda educativa.
309 "Tesorería de la Junta de Fomento", periódico El Sol, abril 17 de 1842, p. 3. 310 "El Boletín Santa Anna de Tamaulipas", Periódico El Boletín, Santa Anna de Tamaulipas, 26 de diciembre de 1843, p. 4. 311 Jesús Reyes Heroles, El Liberalismo mexicano en pocas páginas, México, p. 282.
1 ~ 1
La intención de estas reformas liberales era clara: acotar a la iglesia en el
renglón educativo, la apertura de nuevos planteles de ensefiaza pública, la libertad
de ensefianza y facilidades para que cualquier persona con nociones sobre la
docencia, abriera nuevos centros de ensefianza y combatir el fanatismo con la
ilustración, bajo el espíritu de José María Luis Mora: "Uno de los grandes bienes
de los gobiernos libres, es la libertad que tiene todo ciudadano para cultivar su
entendimiento." 312
Debido a los conflictos que generaba el pago de salarios en esa época, no
era fácil encontrar un preceptor para hacerse cargo de la apertura de escuelas en
Ciudad Victoria. Una cosa eran las leyes y otra la realidad. Los avisos al respecto
eran comunes en periódicos y otras publicaciones: "Interesada la junta protectora
de instrucción pública ha acordado: [ ... ] se solicite por medio del presente aviso el
Preceptor que con las cualidades necesarias se halle apto para dirigirlo."313 El pago
se sus honorarios estaba condicionado a la recaudación del Impuesto de Escuelas,
en este caso se le otorgaría un ocho por ciento mensual. Dicha junta operaba en
Ciudad Victoria a partir de los primeros meses de 1845, con el apoyo de Francisco
Govela (presidente); Antonio Jiménez Valdez y Jacobo Martínez (vocales) y Rafael
Guillén (secretario).314
En 184 7 el maestro de Palmillas percibía un salario de doscientos veinte
pesos anuales; y en 1849 el preceptor de Nuevo Laredo quince pesos mensuales.
Hacia 1850, según el Reglamento Moral, Científico y Religioso para las escuelas
de Tampico, contempla el pago de 200 pesos mensuales para los directores y para
los ayudantes cuarenta pesos: "[ ... ] de treinta pesos cada mes de los otros dos,
312 !bid. , p. 283. 313 "Aviso", El Tribuno del Pueblo, Ciudad Victoria, núm. 7, abril 1 de 1845, p. 4, AHG, Caja 3 A, Serie TribWlo del Pueblo, expediente 4. 314 Vida! Efrén Covián Martinez, Compendio de Historia de Tamaulipas, tomo IV, 1979, pp. 262-262.
152
pagados separadamente por el Tesorero de la Municipalidad."315 Para 1853 se
' . . 1 1 dan 316 repartlan ctento cmcuenta pesos mensua es entre os maestros ayu tes.
El problema del financiamiento de alguna manera frenó el desarrollo de la
educación en el siglo XlX. Los ingresos a través de las aduanas tamaulipecas se
redujeron notablemente. La crisis económica en 1850 llegó prácticamente a la
mayoría de los sectores sociales del país: "Los jefes de las guarniciones de puntos
lejanos no tienen a veces ni para el rancho de los soldados, las viudas, pensionistas
y empleados, hace tres meses que no reciben ningún centavo."317 Manuel Payno,
Secretario de Hacienda, quien conocía sobre estos asuntos financieros, porque
ocupó esa cartera durante los gobiernos de José Joaquín de Herrara y Mariano
Arista, expresó: "Los documentos que obran en esta secretaría comprueban que las
aduanas marítimas están en completa ruina. La de Matamoros apenas ha producido
en el año económico cuarenta y tantos mil pesos, suma que en otros tiempos
producía en quince días o un mes; la de Tampico carece algunas veces hasta para
pagar los sueldos de sus empleados.,J18 A esta quiebra fmanciera contribuyó
también el desmedido contrabando a través de estos puntos geográficos.
El éxito o fracaso de los planteles educativos, dependía gran parte del
momento político, recaudación de impuestos, economía agrícola y confianza entre
la población para colaborar en el sostenimiento de los mismos. Esto se reflejaba en
la poca matrícula de alumnos de las escuelas y la inestabilidad de los planteles. Los
recursos existentes no satisfacían una buena cobertura en la mayor parte de la
entidad; mientras que los esfuerzos de los preceptores, terminaban sucumbiendo la
mayor de las veces contra viento y marea. Sin embargo, esto no sucedió en las
315 "Reglamento Moral ... ", op. cit., p. 3. 316 "Sala Capitular de Tampioo", fotocopia de carta, 16 de agosto de 1853, FDmruAT, caja 5, p. 2. 317 Vicente Riva Palacio, México a Través de Los Siglos, Tomo II Independencia, p. 743. 318 !bid.
escuelas de Tampico en 1855, donde los maestros de las escuelas percibían sueldos
entre 60 y 130 pesos mensuales. Manuel de la Cruz, director del Instituto ganaba
200 pesos al mes. 319 Los maestros especializados en idiomas -inglés, francés y
latín- tenían un sueldo de 50 pesos mensuales. Por lo general quienes ejercían la
docencia, también eran empleados de los consulados.
A través de la prensa, el ayuntamiento de Tampico mantenía informada a la
comunidad acerca del estado financiero y los ingresos y egresos que se registraban.
En agosto de 1861 la tesorería municipal publicó el rubro de salarios para los
maestros: "Sueldo de los empleados del Instituto Público de Varones y sus
gastos ... $333.81 ; de la Preceptora de la Escuela de Niñas ... $100.00; Renta del
local que ocupa la misma $30.00; Sueldo del Preceptor de la Escuela de Tancol y
sus gastos $ 40. 00; Sueldo de la Preceptora de Tanco 1 y sus gastos $19.7 5. ,,320
A principios de la década de los setenta la situación en Tamaulipas no era
para estar muy optimistas y no parecía ser mejor para los maestros. Los gastos
sobre el sostenimiento de las escuelas, se realizaban de manera bipartita. Por lo
general el gobierno del estado, sostenía los planteles con la recaudación de
impuestos de acuerdo a los capitales de cada ciudadano, según el artículo 6° de la
Ley de Escuelas. Por ejemplo el que tuviera más de cinco mil pesos, pagaba un
peso por cada hijo en edad escolar. La cuota era menor de acuerdo al capital. Para
que no se olvidara el ejercicio de gobierno durante la colonia, se aplicaban multas a
los padres que no enviaran a sus hijos a las escuelas, como se acostumbraba en San
Carlos en los primeros años del siglo XIX. Algunas de estas estrategias
recaudatorias se contemplan en decretos y leyes expedidos desde 1843, 1853 y
1861 .
319 "Noticias de las Escuelas ... "op.cit. , p. 3 320 "Tesorería Municipal de Tampico de Tamauli~", Periódico El Indio, Tomo 1, Tampico Tamaulipas, septiembre 25 de 1861 , p. 3.
154
Este tipo de sanciones no eran privativas de Tamaulipas. En el estado de
México, también estaban en vigor aunque con diferentes características: "Por
ejemplo, en 1883, en el mineral de Zacualpan, el maestro de la escuela resentía que
los padres de los niños faltistas se quejaban de la "crueldad" que ejercía, porque no
se pagaban las sanciones (uno de los padres decía que el maestro le había herido la
oreja a su hijo). "321
Cuando los fondos recabados por el gobierno o la Junta de Instrucción eran
insuficientes, la responsabilidad se derivaba a los municipios, quienes también
contribuían con algunos recursos, muchas veces precarios. Por tal motivo, la
clausura de las escuelas era pan de todos los días. Según el artículo 17° fracción
128, las Juntas de Instrucción eran las responsables del pago salarial: "Dar orden
mensualmente, o cuando lo indique el contrato, a la Tesorería para el pago de los
emolumentos de los preceptores o ayudantes, añadiendo la vigencia o diligencia
relativas para que estos pagos sean hechos con exacta puntualidad. "322 "[ •• • ] los
maestros tienen sueldos muy insignificantes que en muchos casos no les bastan a
cubrir sus principales necesidades, [ . .. ]"323 Algunas escuelas no alcanzaban a
cubrir sus gastos con los 40 ó 50 pesos que disponía el ayuntamiento.
A fmales de 1863, las tropas del emperador Maximiliano tenían ocupada la
plaza de Tampico. Sin embargo el estado de guerra contra los franceses parecía no
alterar la vida cotidiana del puerto, entonces dividido políticamente entre los que
apoyaban al imperio y aquellos que se inclinaban por los republicanos. Según
informe de la tesorería municipal del puerto, el pago de sueldos a los preceptores
continuaba vigente al menos ese año, con una erogación de 2 mil 520 pesos que se
321 Mílada Bazant, En busca de la modernidad. Procesos educativos en el Estado de México 1873-1912", p. 93. 322 "Ley de Escuelas", op. cit., p. 8. 323 Alejandro Prieto, Historia. Geogrqfw y Estadistica del Estado de Tamaulipas, México, Porrúa, p. 282.
distribuían entre el Instituto Público de Varones y la Escuela de Niñas.324 Mientras
tanto, la vida cultural continuaba su curso, con la organización de bailes de
máscaras y funciones de compañías de acrobacia procedentes de Nueva York,
quienes ofrecían espectáculo al público en los patios caseros. m
En 1871 Ramón Osorio, Presidente de la Junta de Instrucción Pública de
Magiscatzin, ofrecía a través de un anuncio en la prensa, el puesto de director de la
escuela primaria de varones, con un salario de cuarenta pesos mensuales. Para la
escuela de nifias ascendía a dieciséis pesos al mes.326 Las materias que se impartían
eran: Principios Generales de Religión, Ortología, Lectura, Caligrafía Inglesa,
Gramática Castellana, Aritmética y el Catecismo de Pizarro. La Junta
proporcionaba libros y útiles escolares. La misma oferta se hacía para reclutar un
director de la escuela primaria para nifias. A pesar · de estos apoyos, las
comunidades rurales resultaban más afectadas por la falta de preceptores.
De acuerdo a un cuadro estadístico de 1875 al inicio del porfrriato, se
infiere que en Tamaulipas, antes del afio mencionado, existían oficialmente no más
de sesenta escuelas particulares y oficiales, con una asistencia de 3 mil 600
alumnos. Con excepción de Chihuahua, Colima y Tabasco, era la entidad que
registraba menor cantidad de planteles.327
324 "Tesorería Municipal de Tampioo de Tamaulipas", periódico El Iris, Tampioo, 3 de marzo de 1864, Tomo 1, No. 28, p. 3. 325 "Compal'lfa Acróbata", periódico El Iris, Tampico, marzo 17 de 1864, Tomo 1, No. 30, p. 4. 326 "Convocatoria, Seaetarfa de la Junta de Instrucción Pública de Magiscatzin", Periódico La Reconstrucción, No. 49; periódico oficial del Gobierno del Estado de Tarnaulipas Cd Victoria, sábado 8 de abril de 1871.
327 Alejandro Martínez Jiménez, "La educación en el porfiriato", en: La Educación en la Historia de México, El Colegio de México, (anexo de cuadros estadísticos).
156
D).- ORIGENES DEL NORMALISMO EN T AMAULIP AS.
Desde el siglo XVll los preceptores o maestros eran vistos como elementos
estimulantes de los valores sociales, combatientes de la ignorancia y propagadores
de la doctrina cristiana. Parece ser que la consigna: "La letra con sangre entra" era
conocida desde aquellos años, de acuerdo a las recomendaciones que los padres de
familia realizaban al poner a sus hijos bajo la tutela del mentor: "El primer encargo
que suelen dar los padres a los maestros, es que no castiguen jamás a sus hijos ni
ies toquen el pelo de la ropa, efecto de la ignorancia o de un amor desbordado de
los padres [ . .. ]"328 Dentro de la escala de las profesiones, estos guías de la juventud
no tenían mayores méritos que los jurisconsultos y médicos. Además se
recomendaba, al menos en México que: "[ .. . ] los maestros y maestras sean de
buenas costumbres y examinados, [ ... ]"329 Con esta cita comprendemos que la
docencia no era exclusiva de los varones.
La idea que la sociedad de principios del siglo XIX tenía del maestro, en
cierta manera no abonaba méritos a su trabajo profesional, si consideramos la serie
de carencias en su preparación académica, cuando esta existía. A la distancia
dichas concepciones podrían parecemos muy crueles, pero sirven para documentar
o al menos aportan algunos datos sobre la historia y perfil de quienes se dedicaron
a la ens~ñanza. En 1830, al referirse a la ignorancia del idioma español por los
propios preceptores, Francisco Claudia Gójon menciona que en primer lugar se
debe a:
[ .. .] que en tiempos del gobierno español, la sociedad se había acostumbrado a mirar á los que llamaban maestros de escuela,
328 Rafael Ximeno "Opinión del Gremio de Maestros Sobre las Escuelas Gratuitas", en Dorothy Tanck, op. cit. p. 120-121. 329 "Instrucción Reservada del Conde de Revillagigedo al Marqués Branciforte. 1794: Puntos Referentes a la Educación, en Dorothy Tanck, op. cit., p. 151.
157
como unos entes insignificantes y despreciables; como en efecto generalmente lo eran, por la ratería de su sueldo, los pocos o ningunos conocimientos que poseían, y porque todo hombre de
educación y principios huía de estos puestos, hasta tanto que solo que la suerte se empeña en perseguirlo, se rendia -á un destino que
naturalmente le repugnaba Conociendo además que se quedaba
confundido entre la multitud ignorante que no se distingue lo
bueno de los malo. 330
Durante una gira como diputado del Congreso de la Unión en la segunda
mitad del siglo XIX, Ignacio Manuel Altamirano dejó testimonio de la pobreza
como vivían los profesores del centro del país, donde la influencia de la iglesia
católica tenía bajo su control la enseñanza, aun en las más remotas comunidades.
Quienes se dedicaban a este oficio no recibían su salario puntualmente, ni servicios
médicos, y se carecía de libros, plumas, libros y cuadernos: "A este pobre maestro
lo matan de hambre verdaderamente, porque figúrese usted: tiene su mujer, cuatro
hijos, una madre vieja y no cuenta con más sueldo que quince pesos al mes.
También es una barbaridad meterse así de maestro."331 En los mexicanos pintados
por si mismos, dice Staples, el pedagogo quedó casi al final de la escala social. Era
un hombre despreciable, insatisfecho consigo mismo, ignorante y tramposo. En vez
de resaltar sus conocimientos, el solicitante a maestro, decía tener buena conducta,
crecida familia y no tener con que mantenerla.332 Ante una imagen desfavorable
como la descrita, podemos imaginar el servicio educativo que ofrecía la nueva
nación mexicana.
330 "Educación Pública", Periódioo El Despertador de Tamaulipas, Año 1 Jueves 7 de junio de 1832, Núm. 40. 33 1 "Gazeta del Saltillo", Ignacio Manuel Altamirano, Es una Barbaridad Meterse de Maestro, tomado de Ignacio Manuel Altlamirano Antología, Cal y Arena, pp. 685-688, Saltillo, Coahuila, año V no. 5, mayo 2003, p. 3. 332 Saples, op. cit. 378,
158
Respecto a su participación en procesos electorales, a mediados del siglo
XIX, los preceptores no podían ocupar el cargo de diputados, aunque sí los
comerciantes, mineros, literatos, magistrados, curas y miembros del ejército. Dicha
limitación se consigna en el decreto para la integración de un congreso
extraordinario emitido por el presidente Mariano Paredes y Arrillaga. El artículo 74
referente a Profesiones Literarias y Artísticas, señala que este gremio podía elegir
un determinado número diputados que los representara en los departamentos de:
México, Jalisco, Puebla, Guanajuato, Oaxaca, Yucatán, Michoacán y Chiapas.333
Sin embargo, como electores sí podían participar, siempre y cuando estuvieran en
funciones con seis meses de antigüedad y un sueldo de 300 pesos en México, y 200
en los estados de la República Mexicana. Tamaulipas tenía poco más de cien mil
habitantes y se le otorgó el derecho a un diputado.
Este tipo de circunstancias y otras, obligaron a las autoridades a establecer
urgentemente planteles donde preparar profesionalmente a estudiantes para
impartir clases con mayor eficiencia y conocimientos pedagógicos. En el siglo XIX
y principios del XX los preceptores o maestros, no entran en el catálogo de
profesiones como los médicos, farmacéuticos y abogados. La oportunidad a
Tamaulipas llegó con la Compañía Lancesteriana en 1828 y la presencia de Ignacio
Ribott, quien a través del método citado anteriormente, estableció una escuela
normal que si tener las características de una normal como se conoce en la
actualidad, se considera la base de lo que se proyectó en el futuro.
En 1889 luego de la creación del Instituto Científico y Literario del Estado,
se abrió en el mismo edificio, la Escuela Normal de Profesores que prácticamente
se convirtió en el primer plantel para cursar profesionalmente la carrera de maestro.
333 "Parte Oficial", Gaceta del Gobierno Constitucional de Tamaulipas, Tomo 7, Ciudad Victoria, Tarnaulipas, Febrero 12 de 1846, No. 62, p, 5.
Anterior a su apertura, los aspirantes tenían que acudir a Monterrey, Saltillo y la
Ciudad de México. Vale mencionar que la mayoría de los maestros de principios
del siglo XX, egresaron del Instituto Científico y Literario de Ciudad Victoria.
Entre otros destacan: José del Carmen Tirado, Lauro Aguirre, Epigmenio García,
Francisco Nicodemo, Matías S. Canales, Estefanía Castafieda, Carolina Balboa,
Rafael Tejeda Puente y muchos más que sentaron no solo las bases del normalismo
moderno en Tamaulipas, sino también el desarrollo de la educación pública en una
de sus etapas más brillantes.
El 13 de junio de 1890 el gobernador ingeniero Alejandro Prieto aprobó el
decreto de apertura de la Escuela Normal de Profesoras de Instrucción Primaria en
la ciudad de Matamoros. El edificio: "[ ... ] de un solo piso, extenso y bien
ventilado, con un hermoso jardín al interior y una pila y noria a la sombra de un
frondoso fresno plantado en el centro del extenso patio, [ . .. ]"334 estaba ubicado en
la calle 68 entre Bravo y Matamoros. La directora era la maestra Eduwiges Celhay
de González y empezó a operar en septiembre de ese afio con una inscripción de 66
alumnas, cabalístico número porque a los pocos meses se presentó en esa ciudad
una epidemia de gripa que ocasionó la salida de 19 alumnas del plantel.
Las materias que ahí se impartían de lunes a sábado eran: Gramática,
Aritmética, Álgebra, Geometría, Teneduría de Libros, Historia de México,
Geografia, Lectura, Inglés, Piano, Retórica y Caligrafia entre otras. Para estas
fechas, cuando la compafiía lancasteriana había fenecido, no se impartía la clase de
religión, aunque sí Moral y Urbanidad. El cuerpo de catedráticos estaba integrado
por algunos maestros que pertenecían al Colegio de San Juan: Josefina André,
334 Alejandro Prieto, "Memoria que presenta el Gobierno del Estado Libre y Soberano de Tamaulipas, por Conducto de la Junta Superior, la Directora de la Escuela Normal para Profesoras de Instrucción Primaria de Matamoros", en Memoria Administrativa del Estado de Tamaulipas, Ciudad Victoria, Imprenta de Gobierno, p. 22-23.
160
Manuel Carpio, Severo Guerrero, Saturnino Careaga, Francisco Espinosa y
Germán Osuna.
En 1900 durante el gobierno de Guadalupe Mainero, se creó en Ciudad
Victoria la Academia Normal Nocturna para Señoritas o Normal para Profesoras,
como también se conocía. En sus inicios la dirección estuvo a cargo de la maestra
Teodosia Castañeda Núñez de Cáceres, hermana de Estafanía. En este esfuerzo
destaca la presencia de María de la Luz Enríquez, quien desde 1885 llegó a
Tamaulipas invitada por el gobierno de Rómulo Cuellar, para la apertura de una
Escuela de Instrucción Primaria Superior para Niñas y Señoritas: "( ... ] con el
propósito de seleccionar a las mejores alumnas, darles clases especiales y
capacitarlas en la técnica pedagógica. ,m En 1914 esta normal se fusionó con el
Instituto Literario del Estado, convirtiéndose en plantel mixto y en consecuencia se
creó la Escuela Normal y Preparatoria que sobrevivió hasta los años sesenta del
siglo XX.
Existió también una normal de profesores dependiente del Instituto Peno y
Juárez, de carácter particular en Ciudad Victoria, bajo los auspicios de los
misioneros cuáqueros o la Iglesia de Los Amigos, fundada en Inglaterra.
Como podemos apreciar, el asunto de la educación se enriquece
notablemente a partir del porfrriato, y nos invita a abordarlo por separado en otro
trabajo, si tomamos en cuenta que no encuadra en el período de estudio que nos
ocupa en este libro. Para cerrar el apartado de los orígenes del normalismo en
Tamaulipas, cito la creación de las escuelas normales rurales de Los Ébanos en
Jaumave y Tamatán en Ciudad Victoria. La primera tuvo una vida efímera entre
finales de los años veinte y principios de los treinta del siglo pasado. La segunda
335 Bias Uvalle Gonzále:z, Una Hazaña Cultural la Escuela Normal y Preparatoria de Tamaulipas, p. 75-76.
1 fll
operó desde los años treinta hasta 1969 al clausurarse por órdenes del presidente
Gustavo Díaz Ordaz.
162
E).- MAESTROS DE IMPORTACIÓN.
Juan José Solernau francés (Matamoros 1850-1893)
Jean Jacques Bruzon francés (Tampico y
Matamoros 1845-¿1861?)
Juan González Gascué francés (Matamoros ·?) (.,·
José María Gajá español (Tampico y
Monterrey 1833-1845)
Ignacio Ribott cubano o francés (Ciudad Victoria 1828-1831)
Mariano Cubí y Soler español (Tampico 1833-1835)
Juan Olivelia y Sala español (Tampico 1834-¿?)
Ambrosio de Aparicio cubano (Ciudad
Victoria 1835-¿?)
Pedro Laporte francés (Tampico 1849-¿?)
Juan B. Lapeyrette francés (Tampico 1843-1855)
Antonio Boulié español (Soto la
Marina ·?) (.,·
Octavia Launat española (Tampico ¿?)
Antonio Sabaté español (Tampico 1845-¿?)
Susana 0' Docharty (irlandesa) (Matamoros 1836-¿?)
Claudio Francisco Gójon francés (Ciudad Victoria 1830-1833)
Julio Rougeau francés (Matamoros 1868-¿?)
Pedro del Hoyo español (Ciudad
Victoria 1845-¿?)
Manuel Trascierra y Cervantes español (Tampico 1854-1869)
Emilio Brisac (Mexicano no Naturalizadc 1855-¿?)
Julián Dufart francés (Tampico ¿1848?-¿?)
José Cassagne francés (Matamoros 1835-1838)
Manuel Trascierra y Cervantes español (Tampico ¿?-1869)
1 f\1
CONSIDERACIONES FINALES
Este trabajo sobre los orígenes de la educación en Tamaulipas durante la
primera mitad el siglo XIX, destaca la presencia de varios educadores extranjeros.
Además de reforzar el pensamiento liberal decimonónico, aportaron elementos
sustanciales para lograr un porvenir académico entre las nuevas generaciones.
La independencia nacional, no sólo impactó el desarrollo político,
económico, social y comercial en aquella época. Tampico, Matamoros, Ciudad
Victoria y TuJa atrajeron a cientos de forasteros que ejercían variadas actividades:
comerciantes, artistas, mineros, cónsules, aventureros, artistas, músicos,
impresores, panaderos, herreros, sastres, marineros, espías, médicos y preceptores,
entre otros. Este fenómeno ayudó a modificar la cultura, costumbres y vida
cotidiana
La mayoría estuvo de tránsito por estas tierras. Unos no soportaron el
clima extremoso, otros murieron durante las epidemias o fueron expulsados del
país por las leyes de la época, pero una buena cantidad decidió radicar largas
temporadas o definitivamente en tierras tamaulipecas. Lo más relevante es que
varios maestros franceses y espafíoles, lograron identificarse con el pueblo
tamaulipeco y pusieron a prueba su vocación docente. De esta manera, su deber
profesional los impulsó a fundar escuelas para desarrollar métodos y programas
educativos que aprendieron en Europa. Esta experiencia de culturización a través
de preceptores, no debe analizarse como un movimiento aislado, por que significó
la punta de lanza del expansionismo de las ideas liberales en el territorio mexicano.
El inicio del quehacer educativo en Tamaulipas no fue sencillo. Similar a
otros estados que acababan de crearse, el panorama no era muy halagador en
términos del número de instituciones educativas. Los primeros preceptores
164
aceptaron el reto y comprendieron que las circunstancias eran propicias para iniciar
cualquier aventura pedagógica. La nueva nación, requería también una estructura
ideológica que irradiara conocimientos entre los recién liberados de la corona
española. El vehículo más efectivo era la educación.
En este contexto, es probable que algunos maestros que arribaron a
Tamaulipas a principios del siglo XIX, mantuvieran nexos políticos con personajes
involucrados en la génesis del movimiento independentista en la Nueva España.
Hablamos de Xavier Mina y Fray Servando Teresa de Mier, quienes planearon
desde Inglaterra el apoyo militar a los insurgentes. No olvidemos a Vicente
Rocafuerte, intelectual y acaudalado ecuatoriano quien desde España, Francia,
Cuba, México, Italia, Estados Unidos e Inglaterra mantuvo contacto con Fray
Servando Teresa de Mier, Miguel Ramos Arizpe, Carlos María de Bustamante,
Lucas Alamán y Manuel Codomiú, enemigos de la monarquía espafiola y el
imperio de Agustín de Iturbide. Codomiú perteneció la masonería escocesa y editó
el periódico El Sol. También fue miembro de la Sociedad de la Escuela
Lancasteriana, que apoyó José María Tomel a favor de la educación de los pobres.
El reducido número de espacios educativos; carencia de maestros;
ausencia de materiales didácticos; salarios muy bajos para los preceptores;
situaciones políticas y económicas adversas; precarios antecedentes de la
educación en el Nuevo Santander; situación geográfica de las villas y medios de
comunicación inaccesibles, motivaron que el proceso educativo en Tamaulipas,
transitara entre una serie de obstáculos que causó desánimo entre la sociedad
tamaulipeca.
Sin embargo, en la lucha contra la ignorancia durante el siglo XIX, hubo
importantes triunfos. En primer término, se logró la construcción de una legislación
ló:S
educativa que abrió las puertas a la ilustración de los ciudadanos. Por otra parte, la
implantación del sistema lancasteriana de ensefianza mutua, recibió la confianza de
las autoridades y alumnos tamaulipecos. A pesar de todos los problemas, se creó
un ambiente favorable para el establecimiento de importantes instituciones
educativas como la Normal Lancasteriana, el Instituto Hidalguiano, el Instituto
Literario de San Juan y docenas de escuelas de primeras letras.
Más allá de conflictos propios de nuestro período de estudio, el esfuerzo
educativo en Tamaulipas no fue en vano. Lejos de afectarlo, lo fortalecieron para
trascender la crisis por la que atravesaba el país. No pasarían muchos afios, para la
consolidación de los proyectos surgidos de aquellos esforzados maestros. El
porfiriato fue determinante para revalorar las aportaciones del magisterio a la
ciencia pedagógica. Su labor docente en las primeras escuelas de principios de
siglo XIX, estuvo marcada por los cambios sociales y la paulatina transición de la
monarquía a la independencia.
166
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171
PERIÓDICOS
Gaceta del Gobierno Constitucional de Tamaulipas (Ciudad Victoria)
Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas (Ciudad Victoria)
Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas (Ciudad Victoria)
El Tribuno del Pueblo (Ciudad Victoria)
El Indio (Tampico)
El Iris (Tampico)
El Constitucional Periódico del Estado de Las Tamaulipas (Ciudad Victoria)
El Boletín (Santa Anna/Tampico)
El Gráfico (Ciudad Victoria)
La Guía del Pueblo (Ciudad Victoria)
El Mercurio del Puerto de Matamoros (Matamoros)
El Bravo (Matamoros)
El Comercio (Tampico)
El Despertador de Tamaulipas (Ciudad Victoria)
Gazeta de Saltillo (Saltillo)
El Gején (Tampico)
Gaceta de Tamaulipas (Santa Anna/Tampico)
El Sol /Santa Anna/Tampico)
El Desengaño (Tampico)
El Noticioso del Pánuco (Tampico)
El Eco de Tampico (Tampico)
La Soberanía de Tamaulipas (Ciudad Victoria)
El Constitucionalista Periódico del Estado de las Tamaulipas (Ciudad Victoria)
El Observador (Matamoros)
El Progresista (Matamoros)
La Sombra de Tamaulipas (Tampico)
174
ARCHIVOS
AGN (Archivo General de la Nación)
AHMM (Archivo Histórico Municipal de Miquihuana)
AHMM (Archivo Histórico Municipal de Mier)
AHMG (Archivo Histórico Municipal de González)
AHMT (Archivo Histórico Municipal de Tampico)
AHMM (Archivo Histórico Municipal de Matamoros)
AFIIHUAT (Archivo del Fondo del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas)
AHM (Archivo Histórico de Monterrey)
AGNT (Archivo General de Notarías de Tamaulipas)
175
PERIÓDICOS
Gaceta del Gobierno Constitucional de Tamaulipas (Ciudad Victoria)
Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas (Ciudad Victoria)
Periódico Oficial del Estado de Tamau/ipas (Ciudad Victoria)
El Tribuno del Pueblo (Ciudad Victoria)
El Indio (Tampico)
El Iris (Tampico)
El Constitucional Periódico del Estado de Las Tamaulipas (Ciudad Victoria)
El Boletín (Santa Anna/Tampico)
El Gráfico (Ciudad Victoria)
La Guía del Pueblo (Ciudad Victoria)
El Mercurio del Puerto de Matamoros (Matamoros)
El Bravo (Matamoros)
El Comercio (Tampico)
El Despertador de Tamau/ipas (Ciudad Victoria)
Gazeta de Saltillo (Saltillo)
El Gején {Tampico)
Gaceta de Tamaulipas (Santa Anna/Tampico)
El Sol /Santa Anna/Tampico)
El Desengaño (Tampico)
El Noticioso del Pánuco (Tampico)
El Eco de Tampico (Tampico)
La Soberanía de Tamaulipas (Ciudad Victoria)
El Constitucionalista Periódico del Estado de las Tamaulipas (Ciudad Victoria)
El Observador (Matamoros)
El Progresista (Matamoros)
La Sombra de Tamau/ipas {Tampico)
174
AHMM (Archivo Histórico Municipal de Miquihuana)
AHMM (Archivo Histórico Municipal de Mier)
AHMG (Archivo Histórico Municipal de González)
AHMT (Archivo Histórico Municipal de Tampico)
AHMM (Archivo Histórico Municipal de Matamoros)
AFilliUAT (Archivo del Fondo del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas)
AHM (Archivo Histórico de Monterrey)
AGNT (Archivo General de Notarías de Tamaulipas)
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Este libro se terminó de imprimir y encuadernar en
el mes de septiembre de 2009 en los Talleres
Myworld Creaciones y Publicidad., Calle Cristobal
Colón No. 1237, C.P. 87050, Cd. Victoria, Tam .. La
formación y tipografia se estuvo a cargo del Autor.
178
.... . J.Ó
179
TEMA: Historia SECCIÓN: 30
TÍTULO: Fuente de la libertad
BLOQUE S NÚM. 87-B
la Educación en Tamaulipas (1822-1870)
CLASIFICACIÓN : 01