H Baños y termas de Catalunya H y su uso históricodo, las termas romanas eran tanto un lugar de hi...
Transcript of H Baños y termas de Catalunya H y su uso históricodo, las termas romanas eran tanto un lugar de hi...
H Baños y termas de Catalunya H y su uso histórico
Francesc Reixach (A.T.S. y arqueólogo)
BAÑOS Y TERMAS A TRAVÉS DE LA HISTORIA
El baño es la acción de sumergir el cuerpo total o parcialmente en el agua del río o del mar, o bien en un recipiente especial (piscina, bañera, etc.), que se realiza por motivos terapéuticos, higiénicos, religiosos o deportivos. El baño ha tenido siempre una especial importancia en diversas religiones, debido a la interpretación de pureza e impureza, diferencia esencial entre Dios y el hombre.
De esta manera, el agua ha señalado el simbolismo como medio de purificación ritual (ablución), especialmente entre las antiguos religiones orientales: Asirios, Babilónicos, Egipcios en sus enterramientos; Indios en los ríos sagrados como el Ganges; y esenios, ya en el mundo grecorromano, entre los cuales la purificación era previa a la iniciación. Con frecuencia los ríos son el origen de los dioses (Nilo, Eufrates, Tigrís ... ), transportando en sus aguas las influencias sobrenaturales, fuente de juventud, de inmortalidad, etc.
El bautismo es un baño ritual que produce un nuevo estado en el iniciado. En el medioevo, éste era parte del rito para armar caballeros. Entre los fenicios y otros pueblos de la antigüedad, el agua tenía una fuerza renovadora, y de esta manera los dioses y diosas eran transportadas hasta los ríos, donde los sumergían para recuperar sus energías y rejuvenecer su fuerza inmortal.
En la mitología griega, Afrodita nace de las espuma de las olas y las ninfas viven en grutas donde reciben el soplo divino de las fuentes. El baño pagano de la noche de San Juan, así como los baños en agua bendita, tuvieron que ser prohibidos por la Iglesia católica.
La inmersión del cuerpo humano como práctica terapéutica e higiénica se remonta a los pueblos más primitivos. En el paleolítico ya se practicaba, y ninguna civilización lo ha ignorado. En el antiguo Egipto, ya existía arquitectura balnearia, pero aún antes se tiene constancia de su existencia entre la civilización minoica, cuyos sistemas de transporte de agua hacia los lugares de ritual son de los más perfeccionados que se conocen de su época.
El baño era, entre los griegos, una parte importante de la vida cotidiana, y así lo reprodujeron en sus cerámicas, y también lo cita el propio Homero. Aún se conservan numerosas bañeras prí-
4- - Natura Medicatrix. Primavera 1989 (n. 0 20)
vadas y restos de edificios públicos de baños, los cuales tenían sistemas de calentamiento del agua. Edificios sencillos si se comparan con los monumentales baños orientales y ·romanos.
Roma lleva hasta un límite muy elevado su cultura balnearia, especialmente en lo que se refiere a la arquitectura. Los servicios romanos comportaban unas instalaciones muy complejas y un grado de perfección muy considerable, siendo un ejemplo los acueductos y sus edificios monumentales: las tennas, que tenían una riqueza exhuberante. La mayoría de ellas estaban flanqueadas de jardines ponicados junto a las palestras, lugares destinados a los baños de sol, además de salas de masaje, de juegos y reuniones, y de representaciones teatrales, teatros, bibliotecas, etc. De este modo, las termas romanas eran tanto un lugar de higiene y tratamiento de las enfermedades, como un local social cultural y de relación donde la gente nadaba, jugaba, leía, paseaba, discutía, asistía a recitales poéticos y musicales, o bien escuchaba las novedades filosóficas más avanzadas. Las termas eran lugares de cultura física, higiene corporal, cura hidroterápica, trato sociaL etc. Fue en la época imperial cuando las termas alcanzaron su período más monumental llegando su difusión a todos los rincones del imperio, y en particular a sus ciudades.
Las aguas termales fueron en muchos casos el inicio de estos establecimientos públicos.
En el mundo griego estas construcciones eran más sencillas, y se regían por los preceptos terapéuticos de la escuela galénica, tratándose usualmente de aplicaciones calientes. Los romanos, copiaron y ampliaron estos procedimientos, construyendo edificios imponentes, y empezando a utilizar los manatiales minero-medicinales. Sin embargo, el mundo romano cambió esencialmente el concepto de cura de aguas por el baño termal al que se adjuntaba la higiene corporal y la relación social, sintetizando la gimnasia helenística y el tradicional baño itálico por el baño higiénico. Todo ello obligó a los arquitectos romanos a cambiar los conceptos tradicionales para adaptar sus edificios a la moda impuesta por los políticos y clase dirigente romana.
Agrippa, emperador en el año 33 antes de Cristo, censó los baños de la ciudad de Roma en 170 estaciones termales, declarándolos gratuitos, lo
cual, sin duda, fue una medida política, y asimismo organizó baños públicos a cargo del tesoro imperial declarándolos gratuitos a perpetuidad. Estas medidas supusieron una verdadera revolución entre los ciudadanos romanos, tanto en sus costumbres, como en el equipamiento social, en especial en lo que se refiere a los acueductos. Nerón, Tito y Trajano siguieron una política similar, regalando a Roma edificios cada vez más grandes y lujosos, hasta llegar a los tiempos de Caracalla (216 d.]. C.) y Diocleciano (306 d.]. C.) quienes superaron a sus predecesores.
Las Termas tenían unos cánones constructivos establecidos: - Instalaciones para los servicios de agua. - Lugares para la leña y servicios de manteni-miento. - Apoditerium o vestuarios cerca de la entrada. - Piscinas de agua fría (frigidarium), templada (templarium) y caliente (caldarium). - Salas de baños de vapor o «saunas», como las nombraríamos actualmente. - Piscinas de agua fresca al aire libre.
En Cataluña tenemos importantes ejemplos de ·
ello én Caldes de Malavella, Caldes de Montbui y Caldes de Estrac, que a continuación describiremos brevemente. Después del imperio romano, tan sólo en Bizancio persistió la cultura balnearia, mientras que en Occidente se abandonó por múltiples razones, entre las cuales cabe destacar los cambios sociales, religiosos y de costumbres, la disgregación política y militar, el saqueo de las
tropas bárbaras (que comportaba la destrucción de edificios y acueductos), así como muy especialmente la moral cristiana opuesta al exhibicionismo corporal.
En la época medieval siguió, aunque con menor impulso, el uso de los baños, y se cita la estancia del rey Martin el Humano en La Garriga, allá por el año 1 400.
Es en el Renacimiento cuando en toda Europa existe una notable decadencia de los baños, que dura hasta el siglo XIX. Por ejemplo, sorprende la simplicidad de los baños de Versalles, a pesar de que muchas ciudades alemanas conservaron aún cierto esplendor en sus baños públicos. Se tiene constancia de que en Rusia también había baños públicos haciéndose otros en los ríos, e incluso practicándose baños de nieve. La famosa sauna finlandesa seguramente deriva de la cultura escita.
En el Extremo Oriente los baños son y han sido patrimonio cultural, esencialmente en el japón.
A partir de la revolución industrial, se intensificó el uso de baños públicos e hidroterapia en Europa Occidental. El concepto del baño, sin embargo, pasó a ser casi estrictamente el de higiene y terapi¡¡, desapareciendo las tendencias clásicas hacia el placer y el juego. El espíritu deportivo dio una faceta singular a los baños que persiste hasta la actualidad, habiéndose extendido universalmente ciertas prácticas como los masajes japoneses y la sauna finlandesa.
Actualmente, gracias a las vacaciones y el turismo, se han puesto de moda los baños de mar y de
Piscina octogonal de agua fría en los bañ.os árabes de
Gerona.
Natura Medicatrix. Primavera 1989 (n. 0 20) - 5
sol, cambiando radicalmente las estructuras urbanísticas de las costas y la vida en general de éstas poblaciones en los meses de verano, dejando ya para siempre el aspecto moral y religioso que frenó los baños inadecuadamente durante centurias, tanto en el aspecto deportivo como en el aspecto curativo.
El aspecto moral y religioso ya fue heredado de las culturas antiguas, de los propios griegos, quienes en los baños no separaban a las personas de diferente sexo en los baños, ya que su moral era muy actual y sin prejuicios. Los romanos tuvieron que hacer una separación de sexos ya que, a pesar de tener una moral muy libre, tenían una enorme concentración de personas en sus termas. Los árabes y judíos limitaban el uso de los baños a unas horas determinadas para el sexo femenino. Durante la época medieval fueron poco estrictos y las casas de baños llegaron a tener una fama parecida a la de los locales de prostitución. Aún así, las famosas saunas finlandesas, que permitían un uso común, ya sorprendían en el siglo XVIII al viajero occidental que pasaba por Finlandia, ocurriendo un fenómeno parecido en el Japón.
BAÑOS TERAPÉUTICOS
Estos baños han tenido vigencia desde que se conoce la época histórica del hombre, y afectan al cuerpo de forma parcial o total. Este tipo de terapia se ha mantenido al cabo de los años, con altibajos, y así el propio Galeno ya los recomendaba para curar ciertas enfermedades. La prescripción de aguas alcalinas para ciertas dermatitis secretantes; de aguas almidonosas para el picor; enriquecidas con permanganato potásico para las hidropesías; los baños de aire seco para combatir ciertas neuralgias; los baños de arena o fango para el reumatismo crónico; los de sol en casos de artrosis, etc., son tratamientos bastante antiguos que siguen conservando su vigencia. Pero la finalidad de este artículo no es hacer una exposición terapéutica, sino arqueológica, sintetizando la historia de los baños, especialmente en Cataluña.
BAÑOS Y TERMAS EN CATALUÑA
• Caldes de Malavella: Municipio de la comarca de la Selva (Girona), situado en una falla de 450 metros de longitud donde afloran aguas termales de tipo bicarbonato, clorurado y sódico, a 50°-60 °C, y que se explotan en dos establecimientos. Es el principal centro de aguas carbónicas de España y su riqueza principal es el embotellado de sus aguas. El origen de esta estación termal se puede datar en el período neolítico confirmado por los hallazgos arqueológicos realizados en los lugares del Puig de les Animes y Puig de Sant Grau, que consisten en puntas de saeta, cuchillos de sílex y cerámica de aquella remota época.
6 Natura Medicatrix. Primavera 1989 (n. 0 20)
La estación romana situada en el Puig de les Animes recibió el nombre de Aquae Vocontis, y la nombra Vicarello en su itinerario, cerca de la Vía Augusta. También en el Puig de Sant Grau se han encontrado una piscina y unas fuentes de agua mineral. Sobre estas ruinas termales se construyó posteriormente un castillo y más tarde un hospital, que fue destruido en el siglo XIX. En el Puig de les Animes se construyó una piscina romana en granito que se alimentaba del manantial próximo al acueducto, distinguiéndose aún dos galería cubiertas con «vuelta de cañón», una de las cuales estaba dividida en tres compartimentos, siendo el central el doble de grande que los dos otros. Un pequeño corredor comunicaba con cuatro pequeños depósitos de agua. En las excavaciones del lugar se encontró una cabeza de perro en bronce, cerámica, un vaso de madera vaciada, monedas romanas, y otros objetos correspondientes al siglo IV dj.C., lo que hace evidente su importancia. • Caldes de Montbui: Municipio del Vallés Occidental (Barcelona) entre el llano y la montaña. Pueblo de villas romanas diseminadas y masías medievales, desaparecidas en el siglo Xll. Existe un posible oppidum ibérico con una torre denominada Torre Roja, de planta redonda. La villa está asentada sobre un manantial termal de aguas cloruradas, sódicas, bicarbonatadas y radioactivas a 70 °C (las más calientes de España), que se corresponden con las termas romanas de Aquae Calidae citadas por Plinio. En el siglo XIX existían 8 casas de baños.
Los romanos crearon unas termas en el centro del pueblo, del cual surgió la localidad actual a partir del siglo I antes de Cristo. Las termas tienen una piscina cuadrada de grandes proporciones, cuyo edificio está hecho de ladrillo y cubierto por una vuelta de cañón sobre unos muros formados por arcos de medio punto sobre columnas cuadradas hechas de piedra arcillosa. • Caldes de Estrac: Localidad con dos balnearios marítimos. Durante el medioevo su actividad no se eliminó totalmente, sino más bien al contrario, ya que era una práctica de prestigio social. El propio Carlomagno conservó algunas termas y construyó otras nuevas, como la de Aquisgrán. Sin embargo, no fue hasta el siglo XI cuando, con la invasión árabe, se relanza su actividad balnearia y el desarrollo urbano y comercial.
En el siglo XII, los baños públicos eran un hecho corriente en las grandes ciudades europeas, expandiéndose notablemente con el transcurso de los siglos. Los artistas plásticos del gótico testimoniaron este hecho pintando escenas de baños públicos en aguas calientes y baños en los jardines. Los judíos, por su parte, ayudaron a continuar esta práctica adquirida en el contacto con los griegos, acentuando los baños rituales de purificación. Ellos construyeron las famosas Mikwa, muy extendidas por Europa, de las cuales yo tengo el placer, junto con mi amigo el Dr. Oliva, arqueólogo
de Girona, de haber descubierto casualmente una de las tres que aún existen en el mundo, en Besalú en el año 1 965. Estos establecimientos suplían la prohibición de bañarse en los ríos que existía en la antigüedad, siguiendo las normas del Antiguo Testamento. En el otro extremo, los mahometanos tenían prescrito el mantener el cuerpo limpio y hacer las abluciones antes de cada plegaria, cosa que motivó el establecimiento de baños en todo el imperio islámico, siguiendo una estructura similar a la de las termas romanas: - Salas de vestuario y reposo antes y después del baño. - Lugares de conversación y vida social. - Sala de baños de vapor, duchas frías y calientes. - Salas de masajes y perfumes.
Durante los siglos XI al XIII, en Cataluña florecieron los denominados baños árabes, que solían ser baños románicos o cristianos administrados por judíos. En Barcelona, estos baños fueron arrendados por Ramón Berenguer IV al judío Abraham, en 1 160, siendo destruidos en 1 834. Aún se conservan algunos restos y dibujos que nos permiten su reconstrucción, y se nombran aún como Baños Nuevos y Baños Viejos. • Baños árabes en Gerona: En Girona hemos tenido la suerte de que se hayan conservado los baños en mejor estado a pesar de su parcial destrucción por las tropas francesas del rey Philippe d'Ardit en 1 284. Estos baños se encuentran situados fuera del recinto medievai, ya que es posible que formaran parte de la finca de un alto dignatario judío que viviría en el camino de San Daniel -existe documentación de que el Conde-Rey Alfonso el Casto cedió las rentas de la sede de Girona para poder atender los gastos del Cabildo de la ciudad.
Después de algunos sitios que sufrió esta ciudad en el año 1 285, estos baños fueron restaurados. En 1294, el Conde-Rey jaume II cedió los baños a su restaurador, separándolos del convento de las monjas capuchinas que estaba adosado a ellos. Los baños árabes de Girona tienen una estructura norteafricana, o tunecina para más detalle, pero presentan un acabado románico, siguiendo la tradición local. Tienen una puerta de entrada en arco de herradura típicamente árabe, una sala grande de entrada con frigidarium, en cuyo centro hay una piscina octogonal con cúpula que la cubre con arcos de medio punto sobre capiteles corintios y columnas de madera lisa y esbelta, acabando con una pequeña cúpula que deja pasar la luz y que da el toque final a la obra artística. El resto de la sala está cubierta por vuelta de cañón y materiales aluviales de piedra volcánica para evitar el exceso de peso. En uno de los muros hay aberturas para guardar la ropa y bancos de piedra para recostarse. Una abertura abre paso a la sala de vapor templado, dividida en tres compartimentos de arcos de medio punto sobre capiteles y columnas, también cubiertos por vuelta de cañón. El pavimento es de baldosa quedando por debajo un espacio para el paso del calor, lo cual permitía, tirando agua caliente sobre las losas, el provocar el vapor correspondiente.
En la sala del Caldarium se hacía fuego debajo de las losas con objeto de calentar la estancia y había una bañera donde se concluía la inmersión en el agua.
Otros baños árabes aún algo conservados son los de Mallorca, Valencia, Perpiñán, Balaguer y Vic.
• El autor es miembro de la Asociación Arqueológica de Girona. Dirección del autoJC Francesc Reixach. e/. Alvárez n? 1, 1? 17071 Girona.
Natura Medicatrix. Primavera 1 989 (n. 0 20) - 7
- ------------