h TIPOS POPULARES -...

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EL MUNDO, SAN JUAN, h R. - DOMINGO 24 DE JULIO DE 1938. TIPOS POPULARES Por E. COMBAS GUERRA lien no conoce a este tipo?.. de o es que usted no sabe apreciar | —¡Bah! Hace como 35 anos, una | —¿A qué partido perteneces? seria Buena con un protectorado i paz de la guerra. Yo ganaba tres i —Eso lo vengo usando desde , los voy a perder ahora por una mi- -i'c de menos cintura y al la mercancía— Mire, doble us- j cosa así, poco más o menos. ;Yo? A la minoría... Pero, americano. Estoy en eso de acuer- 'treinta, que es lo que legalmente tiempo de Esparta. serla.... ¡Hay que ver! Después o> n ricas... So trata nada ted esa correa, mójela, pisotéela, le de Juan Feliciano Cruz, i nasa lo que quiera... Esto es cue- nrr.hre que ^ahe ol lamañn de ro legitimo tod-¡* las r ,.n ¡ i i ^ T <. c<|>rt ia'.mcn'c —Bueno, espera, te voy a com- vendes correas... i políticos... En su npcn- ¡piar la correa, pero quisiera an- En este punto ele ¡a conversación Feliciano es un hombre vene- j tes enterarme de algunas cosas de se presenta Arturo Gigante y le ¡ te, simula ofenderse por cual- tu vida... "lice a Feliciano: i chala que se le pida en una —¿Y a usted qué le importa mi —AnJÜ Yo sabia que Ibas a fie sus rorreas, pero finalmente, ; vida? ¿Me va a cocer ahora de decirle a Combas que te habias después de un mutis simulado, guachaf.ta. con el humor que ten- cambiado para los Republicanos... vuelve donde o! rüente y le ofie- so yo?... Mire, cristiano, déjeme ! Ay, deje eso, hombre... La po- <e |a correa al precio que éste le quieto antes de que cora- litica no se ha hecho nada más ponga... Es uno de los tipos po-jje... para los que se desempeñan... es más increpantes que —¿Tú fumas? —Bueno Arturo, no lo molestes, deambulan por nuestras calles --Si, fumo, pero no tengo cica- que está haciendo negocios, le mprc argado de correas; no rrillos ni fósforos para darle a na- advierto a Gigante con un guirto. i. Y asi se sana la ¡ die... —Yo no soy político y por eso vida: sosteniéndole los pantalones —No, hombre, no le enfades, si tenso toda la isla legalmente a mi a la humanidad... es que te iba a regalar un tana- favor. - Oye, Fe i ano. ven ara. ¿eiián- , ro, ¿cómo se te ideo esto de ven- es a correa negra? i der rorreas? - K ' * - una cortea fina, fie pu- I Yo no si*. ;. para qué q'tier» io cordobán, que usted no la consi- saberlo? en ttes pesos en ningún esta-' No. para nada de particular; ¡miento de i ; , ciudad. . Teto sahes, meia rurlosidad... i voy « dar a usted en dos ¿Bueno. ;.pero usted va a com* i' ;e todavía no be prar la correa o no la va a com- mucha inteligencia, asi romo usted T finia no be do*- prar". porque a mi no me gusta me ve. nado, figúrese usted... perder el tiempo... Tengo que --,'.Y por qué tu vendes rorreas me ]H rl en un pe- | atender mi negocio. .. ..Desde cuándo estás en San - T' me., usfed me ofen- Juan? —¿Y dónde naciste? ! ¿me'va a comprar !a correa'? do con el viejo. debe ganar el hombre. ~?i\., <3 , uebra ? i,las - -SI cómo no. Espérate un rati- I —¿Qué es lo que pide el viejo? -¿Tú eres descendiente de es- hiz0 Gigante de la tos? -;Ah. Ya caigo, por CíO ej que , to que estoy esperando unos cha-, —Pues, ¿qué es lo que pide don , pañoles o de filipinos? | —Ese es un charlatán; no le vos que mandé a buscar... ¿Qué ' Antonio? ¿No es eso? | —Yo soy portorriqueño, y mis crea nada a ese, que es un embus- —¿Desde cuándo estás vendien- do correas? Desde el día 17 de julio del lf>26. ¿Y romo te acuerdas <Te la fecha" - Ah. sef-or; porque yo tengo El Gobierno de C o 1 o m b i a tiende ahora hacia el centro Panorama político al asumir la presi- ciencia v\ doctor Eduardo Santos \ YORK 'E V' I i v - organtzarión económica y romuni- ']" Boyacá, el 7 ce agosto «> raciones. F]n pos de ellos vienen, 1819, S a independencia ri*: naturalmente, P \ de la adecuada i mente. . nada más? —Porque legalmenle no tengo oficio. Bueno, tengo uno, el de mo- ro de restauran!, pero no ponga nada de eso. porque mejor está uno en la ralle. - - ;. no crees que ha.\a un ne- gocio más lucrativo que el de ven- der correas? - Bueno, mire, yo tengo cerebro, y he rraba.lado toda clase de mer- cancías y tengo gente para cual- quier negocio. Yo tengo rapacidad y por ei estilo, pero como no ten- go nada que hacer, ¿entiende? —Nada; digo, perfectamente. ¿A que hora inicias el negocio? —A las diez de la mañana sal- go. - Después del desayuno, natural- gun veirreinatn de la Nueva compensación del trabajo y los co- i, poblado entonces por un ('diarios proh'emas administrativos larto de habitantes, con que tiene que luchar todo Go- A rminar el primer siglo de, bierno. independiente la Re;,ii ; i:ica d" Dentro del organismo democráti- i veía quintuplicada esa ro que Colombia ha mantenido, la n, fi -• . nño al a.-on- lucha fie los partidos politiros tra- i el H o c t o r i dirionales se ha desarrollado prin-1 Santos en rl aniversario , cipalmente alrededor del problema I do? talla histórica, se ostinvi r|n | a educación pública. Las dife- > el mando de una nación renrias doctrinarias que dividían a mi.Iones de habitantes. j ios dos partidos en el siglo pasado Mota le e- eso ({.-cimiento si .<«• hablan desaparecido ya en su ma- tiene en cuenta qir la inmigración | \oria durante !a última época de injera ha sido prácticamente la administración conservadora con i: en épocas en que el Gobierno la restauración de las libertades Colombia se esforzaba por fo- públicas en toda la medida en que a, los emigrantes europeos las reclamaba el partido liberal. preferían acudir a otras tierras de Tan efectivas fueron esas liberta- promisión más avanzadas ya en su des garantizadas por los gobiernos irrollo, y cuando ó'tas cerraron i conservadores, que la minoría de puertas en ¡a cr sis de la post- ( oposición Jlegn a imponerse en oca- —Yo, de desayuno, tomo nada más que café. —;.Y quién te hace el café? —¿Quién va a ser?... la doña. —Ahí ¿pero eres casado? /.Desde cuándo? Hace ruatrn años. ¿Cuántas veces te has rasa- —¿Es cierto el cuento que me que me ha estao usted derritiendo los sesos... Mire... No qué.de- cirle —Bueno, hombre, no te enfades, toma más. —Ahora si... Y siguió Juan Feliciano calle arriba. Sin duda se encaminarla hacia una fonda en la Calle Luna donde, después que acomoda las tero. —Ah, oye, se me olvidaba pre- guntarte sobre Campitos. ¿cuál es su número? —Eso difícil de calcular... Depende del momento en que le correas bajo el mostrador, so des- vea la barriga... | p0 j a de su chaqueta y agarra, un —¿Y qué número tiene Bcccrril? j paño, comienza a servir a cllen- —Bueno, compai, vamos dejan- ! tela, que es numerosa a la hora do el relajíto, ¿usted se cree que del almuerzo, para después gritar yo soy una central telefónica? las órdenes a la cocina: —Es la primera vez, y no estoy arrepentido; no señor. —¿Tienes prole" ¿Qué dice usted; que si tengo qué"... —Que si tienes hijos. —No, ninguno, pero, ¿me va us- ted a comprar la correa o es us- ted acaso un G-Man? —No te sulfures, hombre, ya lle- gará el momento de la rompía. Primero hay que ver bien la iner- rancia. ¿Te rasaste por lo católi- 'Feliciano no tiene nada más que calar al alíjelo para Inmediatamente conocer la circunferencia de *u na- ¿Me va a comprar la correa o no? —No, pero aqui tienes. —¿Eso nada más?... ¡Después que me ha hecho perder el dial .. No hombre, no, tenga, quédese ron Maestro,' una mixta con cum- hiera para el licenciao... ' —Dale uno pal' otro... i Maestro, dele fuerza... - Dale empanada ron tostones... la moneda... Yo soy un hombre Ese vaso de agua y el pan con de industria y me lia tenido aqui ' mantequll'a, ligero, que el cliente engañaito pa' que venga esc fo-' tiene prisa... tógrafo Casinadie a relratarme, Y ruando ya la rosa está en raima, ¡y luego ron ese jumazo tan apes- ; entonces Feliciano pide su comida, teso! Además, yo he dicho ahí ro- se sienta en una mesa apartada sas de Muflón Marín que me pue- del salón y la devora... Termina, den perjudicar, porque yo !e dije , y de vuelta a la calle, a ver a quién r,ue era un derrotado, y Muñoz ' hay que mantenerle los pantalones Marín tiene amigos que son amigos en su litio... Su mejor clientela mío», que .son c'ientcs míos y que I está entre los rasados... Una pelirroja declaró prime- ra huelga sentada por amor Después de una semana paró en un cabaret con un magnífico contrato NUEVA YORK. (Editors Press). ( rehusando comer y naturalmente —La huelga sentada que tantos ' salir. No dejaría la casa sino a dolores de cabeza diera al Frente camhio de un matrimonio con Ro- Popular de efimero poder en Fran- ¡lio que deberla efectuarse en la cia y extendió sus redes Infeccio- I misma casa y antes de que ella en- sas al distrito automovilístico de ' tregara la fortaleza. "Nos amamos Detroit causando la más viva alar- ¡entrañablemente", repetia a los pe- ma en los Estados Unidos de Roo- : riodistas y fotógrafos a través de sevelt parece marchar a su extin- ¡ la ventana. Ni para su abogado rión romo moda de la lucha social. I ahría la puerta. Conferenciaba ron Ha pasado la etapa heroica y pro- funda a la simplemente trivial y rómira que puede hacer con ella lo que el Quijote hizo con su ca- él en público desde la ventana al jardín y en presrnria de la guar- dia de periodistas. Cuando el abogado le advirtió | C07 —No, por lo rfvil, "que es exac- tamente igual. Me casé en Guá- yame. —Pues en el pueblo de Gallart ! Mendia, ¿no lo conoces? —Si. como no; es un repórter que tiene un bigote como un ce- pillo. —¿Qué promedio de correas ven- des al mes? —Yo no llevo promedio, pero creo que he vendido correas sufi- cientes para meter en cintura a toda la isla. Pero este mes es ma- lo para mí, porque hay muchas fiestas. —¿Qué días son los mejores pa- ra la venta? —No hay que sacar día ninguno; hay dias que se venden dos pesos, otros seis reales y otros que no se vende ni un chavo. —¿Dónde compras las co- rreas? —Aqut en el mercado. —¿De contado? rrlea... Pero aquí parece que se ha encontrado en unaprleto con el "tornero" de. La Fortaleía... partido es ese de que me habla- —A mi se me olvidó. ¿Y qué opi- padres eran portorriqueños. bas? ñas de don Pedro Albizu Campos? ¿No has vendido muchas eo- —El Liberal, señor el Liberal. —Yo creo que es un caballero... rreas a los turistas? . --¿Y estás con Barceló o con No tengo nada que decir de él... I —Cristiano, lo que compra esa Muñoz Marín? | No he tenido tratamiento con él gente son sortijas de corozo. —Yo estoy con don Antonio; con porque no lo he necesitado. —Dime una cosa, ¿cómo es que el viejo estoy yo. Ahora, mire, yo ; —¿Cuál crees que es el me- sabes el tamaño de la correa le voy a decir una cosa: yo legal- jor cuero para las correas. que usa uno? mente no leer ni escribir; fir- | —Yo creo que aqui cualquier ( —Ah, amigo, es la "esperencia"; mar y hacer números; yo soy le- cuero es bueno; después que el | yo no tengo más que mirar al bu- gal y franco, pero... ; cuero sea bueno la correa es bue- i che y ya está cogió el negocio... —Ah, ¿entonces estás con na... Bueno, ¿no llegan sus cha- I Mire: usted usa un 36. Franco, el nacionalista? vos? porque estoy perdiendo el día —Efectivamente, casi. casi... —Simpatizo con él; no estoy de haciendo nada. —No; es que yo conozco la me- acuerdo con el nacionalismo, ¿sabe ' —¿No tienes correas de cuero ' dida de todas las barrigas de la por qué? porque nací bajo la ban- i de caballo? | isla... balleria andante. No hace mucho j que no icnia dererho alguno para un joven americano se ató con una ' estar allí y que Blanchard se pre- cadena a la puerta del aparta- | senlaria a los tribunales para oh- miento habitado por su pretendí- tener una orden de expulsión, res- da declarando que no se movería i pondió: "Si tengo derecho para es. de allí hasta que la elusiva beldad | tar aquí. Rollo es el padre de mi le diera un si categórico y con fe- i futuro hijo. Además me ama; y no cha acerca de su proyectada boda. ! hará nada para herirme". Ahora es Hedí Heuser. una linda Rollo Blanchard se habla refu- y vivaracha húngaro-americana, giadn entretanto a bordo de su divorciada de un funcionario sui- yacht do tres palos frente al Ta- -Vamos a ver si es verdad, ¿qué números usan Ledesma y Sega- dera española y no puedo perder [ —¿Usted cree que eso es de cue- ml sentimiento moral. , ro de caballo? Tenga, toque esa —¿Qué crees de Muñoz Ma-I correa.., Es más fina que un \ rra? rin? i obispo. Esta es de cuero de vaca; —Pues, mire, Ledesma usa un —Yo creo que es un derrotado, el mejor cuero. ,V) y Segarra un 48... Y me juego Pero yo no voy a jugarme a ha- —¿Tú no vendes correas hechas cualquier cosita a que no fallo... cer política. El rostro mió de mt en el país? —Yo creo que te has equivoca- cara no es para tocar ocasiones ; —No, americanas nada más, por- ¡ do; que Segarra tiene más barriga políticas, pero dentro de la amis- ; que aqui presentan las correas sin que Ledesma... tad, todos somos iguales; esa es brillo y el brillo llama la vista y la I —No, hombre, qué va a ser... la política que hay que "hacer. Us- ' gente compra brillo y no calidad. ¡ Fíjese que Segarra lo que come ted no tiene idea do las condicio- Ahora, si usted quiere una correa ' son mixtas, y que Ledesma lo que —Entonces debes tener algún i nes en que yo vivo, ¿sabe por qué", dei pais, yo se la consigo. La úni- ¡ come son bistecs... —SI, de contado salen más ba- ratas?. dinero. —L'njú! Que buscar... —¿Y tu esposa trabaja? —Si, ella es costurera, es mo- dista. —¿Y tiene mucho trabajo? porque tengo todo el comercio a que se vende es la de hilo, pero mi favor. no tiene mérito, porque viene un —¿Cuál es tu opinión de Win- americano y le ofrece sólo un pc- ship" so por ella. —A ese caballero no le digo na- —¿Tú has salido mar afuera? da. Reconozco que la nación es | —Yo me fuf cuando la penúltima grande y creo que hay america- : expedición al campamento Jack- —Cuando le mandan el trajecl- nos buenos como portorriqueños | son, en Carolina del Sur... to... Si usted supiera que todas buenos. Pero mi opinión es que el ! —Y no te fué bien... las rosas están en competencia... pais está capacitado para poner I —Hombre, me fué bien, hacía Todos los negocios están explota- ' un Gobernador portorriqueño y no ' mucho frío, pero volví porque no —¿Qué número usará Winship? —Ese debe usar un ."¡6. —¿Y don Paco Zeno? —¿Cuál, el de la Corresponden- cia"... un 76. —¿Y don Antonio? —Un 46. —¿Y el doctor Costa Mandry? —No hay correas para su vien- tre. —¿Y por qué es que usted ven- dos, hasta el de los triquitraques...; pedir la independencia^ Creo que me podía quedar. Volví cuando la diendo correas usa tirantes? Este es Rollo Blanchard millonario y elegante neoyorquino, objeta de la primera mielga aentada por amor. Esta fotografía fué tomada an la oficina del «bogado de Bluncliard. Mr. Wllliam D. Cunningham (con el teléfono) cuando Blanchard esperaba la noticia de que su bella peli- rroja había abandonado su casa donde se encerró quince diaa. zo últimamente dedicado a la venta El triunfo de !a candidatura Ola-1 ción entre los miembroa de su pro- I cipación en el Gobierno— como !o. los ciudadanos. Capital y Trabajo j de materiales deportivos. ya en 1930 no podia considerarse pía clase social, tanto de su par- como definitivo para rl partido li-1 tido como del contrario. En mayo El I)r. Eduardo Santos caricatura de S. Robles. C lombia se creyó igual- sienes sobre la mayoría gobernan- ;ada a rechazar, a los te; un presidente conservador, en vano habla solicita- Marco Fidel Suárez, se vio obligado rtur.ir.te muchos años. a renunciar ante el vocerío incon- ! aumento espectacular de los trolable de sus críticos liberales y '»<? de Colombia se debe s :i conservadores disidentes; el par- i a ¡a fértil iad y riqueza riel t do de oposición se habla hecho i y a la ifiva en que han íuert? en las cámaras y aún tuvo o sus habitantes. Desde co- \ por derecho propio varias carteras i para acá —época ' ministeriales; la Prensa liberal cre- los colombianos han viví- f ¡ó en la oposición hasta hacerse i paz consigo mismos y con los la más importante en todo el pais: - su número so ha casi su influncia sobre el Gblerno lle- A npsar de eso, la po- a ser tan grande que a la últi- •n del cais es todavía escasa j nía época de administración con- sn territorio, que , servadora se la ha llamado, no sin le 1 2.16.00/1 k lómetros cuadra- - ibundanoia de tierras ricas : r!e |os grandes feudos Bles, dan a los problemas acra- fundamento, la era de la "dictadu- ra dr la Prensa liberal". Puede decirse que el golpe final que puso fin a la dominación con- servadora salió también de las ofi- I es de Colombia un aserto dife- riñas de "El Espectador" y "E •o de! que presentan en otro? h cranoamericanos; no exis- te en prmer lugar el "latifundio" en las proporciones en que se le ore en otras par'es: el haren- o de Colombia pasaria ape- nas por mediante acomodado fue- Tiempo", los diarios liberales de la capital que ejercían influencia política en todo el pais. Aprove- chando que los conservadores es- entre partidarios de Guiller Valen- entre partidarios de Guilírmo Valen- cia y del General Vázquez Cobo. ri de; país: la propiedad rural es-! propusieron la canditura liberal 'a profusamente dividida en las ¡ del doctor Olp.'a Herrera, liberal regiones aerícolas más activas, c'o- que habla tenido varias carteras mo sucede con las plantaciones de | ministeriales y altos cargos diplo- caff, producto que constituye 'a lunáticos en las administraciones mal exportación del país. I conservadoras. El doctor Olaya. A. tomar el poder hoy el nuevo ministro entonces en Washington, presidente de Colombia, los proble-I rehusó la candidatura liberal pero beral: el candidato, debido a su constante cooperación con los go» biernos conservadores, no desper- taba entusiasmo en las masas libe- de 1937, ante la oposición del con- greso a su programa de reformas, el presidente López presentó al Se- nado su renuncia, que no le fué rales; le habla dado el triunfo un aceptada. El Congreso era libe- voto de concentración, Inferior en ' ral casi en su totalidad. número al total que obtuvieron los dos candidatos conservadores; .a campaña habla sido dirigida por elementos que años atrás se habían separado de los partidos tradicio- nales para formar otra concentra- ción con el nombre de Partido Re- publicano, entre ellos Carlos E. Restrepo. que abandonó temporal- mente las filas conservadoras y Eduardo Santos y Luis Cano que también abandonaron por un tiem- po las liberales; el representante genuino del partido liberal en la concentración que eligió a Olaya Herrera, fué Alfonso López, y no fué sino hasta su propia'elección a la presidencia, cuatro años más tarde, cuando el liberalismo pudo considerar su acceso al poder como definitivo. El partido Liberal de Colombia sólo tiene de común nombre con los partidos liberales de otros p.M- ses hispanoamericanos. Es en rea- lidad el partido de Izquierda que bajo un nombre antiguo persigue reformas sociales. Esa. tendencia se ha manifestado claramente bajo la administración de Alfonso López, que ha tenido muchas analogías con el "New Deal" de les Estados Unidos. Al Los motivos principales de hos- tilidad hacia la administración Ló- hicieron las minorías liberales en I no tienen la linea divisoria que se las últimas administraciones con-' observa en los países industriali- servadoras. . zados o en aquellos en que existen La situación política parece bas- los grandes feudos agricolas. El tante tranquila al tomar posesión ! o b re r o industrial en Colombia de la presidencia el doctor Santos. ! existe en una proporción mínima: en Su brillante labor periodística de j las ciudades prima el artesano, que argos años, su participación en el I es en cierto modo capitalista, co- retorno del partido liberal al poder, j mo es capitalista también el y por otra parte su reconocida | queño tendero o el pulpero que . Hedí tiene 28 años, peio rojo, cuerpos de diosa, ojos enormes, pes- tañas aterciopeladas y hábitos no del todo disonantes con el ambien- te alegre en que se mueve. Hace un año o poco más, Bctly B'an- chard, hija de un mil.onario neo- rrytown Yacht Club. "Si va, a te- ner un hijo ésa es cuestión' de ella", dijo Blanchard. "pero el hi- jo, hombre o mujer no seré mío, tic eso estoy seguro". Ni esta respuesta de su muy amado alteró la perfecta confianza que Hedí tenia en la pasión del millonario Rollo Blanchard por ella. A la semana la bella Hedi pez de parte de las clases dominan- | ecuanimidad, le han rodeado de tas, han sido su política obrera que ¡ una aureola de simpatía popular han calificado de "demagógica' y que le da una gran ventaja al to- su modificación del sistema tribu- ' mar el Gobierno. La oposición le | dustrias de tarlo. basado anteriormente en ¡vendrá principalmente del ala de-i y de minas, que en su mayoría es- ~ yotWr.0. Presidente de la N.p.une , --• « a ^ -»— ;- 1< ¿ g,^: Meter Co.. la presentó a su padre ¡ J ^ ^ ÍLi De lo que ocurrió entre ellos ha i . . . „_.„,,,.,.. ... tenecen a la clase social denomi- , nada "gente del pueblo". En los caí uci uuci;iu . ., ,, , ... .... i ron por MIII uno UUICJII un ICI.II» mpos. fuera de las to-N P ubllco er!rano '" >" « '"; fru1as , sandwiches y helados. As petróleo, de bananos ; mas semanas del pasado mes de j<? a]enld ]a ronflanzil y enloncei junio. tana al prado y los periodistas Iza- ron por allí una botella de lecht, si ees [ se produjo lo extraordinario. Du- impuestos de consumo que afectan recha del partido conservador, que casi por Igual a todas las clases. El Impuesto sobre la renta existia en la Ley, pero no se aplicaba con vigor en la práctica; en 1936, se- gundo año de la administración López, el Impuesto sobre la renta lo apocarla solo a condición de que deshiciera la obra de López, y del ala izquierda del partido liberal, quizá encabezada por el mismo expresidente López, que se impa- cientara al ver que bajo el nuevo tan en manos del capital extranj»- ¡ Rollo Blanchard, qtie tal es el i rante la semana que siguió de ro el obrero no tiene conciencia de , nombre del apuesto cuarentón, es- | ocupación de la casa de Blanchard clase. Existe el peonaje, pero es. separado de su mujer de¿c'.e quizá mayor el número de los cam- \ hace tres años, más o menos el produjo el doble que el año ante- presidente se retarda el paso del rlor. La oposición al presidente ¡ "New Deal" colombiano. aumentaba, naturalmente, en la misma proporción. El cargo de Es muy posible pues que Santos se vea pronto rodeado de los ele- por ciento pertenecen a la raza ; lamentos de Park Avenue f ; ue da- blanca. 9% a la india, 9"^ a la ne- : ban "parlies" copiosamente regados gra y 50% a raza mestiza. Ha ha- I de la buena sociedad de Long Is- bido en Colombia rebeliones tapo- ' land. Un buen rila de junio. Hedi radicas de los indígenas en los pocos j entró como un vendabal en la lugares donde se conservan puros, mansión de 24 habitaciones que pero en general puede decirse que . Rollo posee en Irvlngton (Estado jante a Roosevelt— lo resumió uno I al tratar de constituirse en un ñus- n " se ha presentado nunca la lu-j de Nueva York) y se instaló en un de sus críticos diciendo que "el ] vo partido político, y que podría ; cha de razas. (departamento declarando "la pri- demagogia". motivado por las ex- \ mentos más avanzados del partido presiones francas en los mú'.tipljs i censervador, y de las derechas del discursos, mensajes, conferencias j partido liberal, convirtiéndose asi públicas y proclamas de! presiden- en un hecho su ideal de la "unión te López —también en esto ssme- I republicana" que fracasó hace años pesinos propietarios. El pueblo es pacifico y el país está prácticamen- te desmilitarizado. De los diez millones que pueblan la república de Colombia, un 32 mismo periodo que Hedi ha vivido desligada del vinculo matrimonial que la une al ciudadano de Suiza. Pascaron juntos, se divirtieron jun- tos, frecuentaron cabarets, depar- mas fundamentales que confronta e! país son los nvsmos a cuya so- ón han venido contribuyendo en mayor o menor grado sus ante- cesores: sanidajL educación pública, %* aceptó una de "concentración" que igual que Roosevelt en Norte Amé- rica, Lóper en Colombia- se valió de su gran popularidad para Impul- le ofrecieron los mismos periodis- tas de acuerdo con el Jefe liberal Alfonso López y el ex-presldente conservador Carlos E. Restrepo. sar legislación favorable a las ma- sas, y encontró la principal oposi- mejor Gobierno que ha habido en ¡ tener éxito ahora bajo la ampli- Coiombia es el de las conferencias tud .de ideas y tendencias que ca- de Alfonso López." | be dentro del nombre del partido El doctor Eduardo Santos al su- j liberal colombiano, blr al poder representa un libera-) La estructura social de Colom- lismo menos ds izquierda y más bla es propicia a la alternabiüdad conforme con la aceptación tradi- ! pacifica de los partidos políticos Lógica cional de ese mote o lema político. Su Gobierno será un nuevo expe- rimento democrático en que proba- blemente tomará parte activa la oposición conservadora —que últi- mamente se ha abstenido de parti- en el poder, al menos mientras esos partidos funden sus diferencias en doctrinas que suscitaren luchas sangrientas en el siglo pasado pero que hoy no tienen influencia nin- guna sobre la vida o bienestar de mera huelga de amor", la primera "amenaza sentada" contra la li- bertad de un hombre. Llevaba con- L-n profesor universitario algo, ¡*>£ ***£* * ****• * lM distraído se trepa a un tren que!" 4 f°ras recibió a través de una pasa muy despacio por una esta- i ventana a la Prensa para mostrar- ción. "Ud. no puede tomar este ,es l0 1 ue estaba Riendo. Era un tren.-le grita el conductor—porque, monino calcetín para el "baby" que no para en esta estación". "Bien— | espera. "Lo llamaré Rol!- si es responde—si el tren no para en i hombre", dijo. "Lo aguardo para esta estación quiere decir que yo ¡ algunos días después de Navidad", no estoy en él". (Manchester Guar-1 Durante una semana siguió atrin- dian). cherada en la mansión Blanchard, pero sin huelga de hambre, Hedí recibió diariamente a la Prensa desde su trono en la ventana. V la Prensa neoyorquina estuvo dando cuenta detallada durante éso» sie- te dias de los diálogos de sus re- presentantes con la bella enclaus- trada. Asi nada quedó oculto de Hedí ni de sus amores con el mi- llonario también enclaustrado en un yacht. Fotografías íntimas de. los dos llenaron los periódicos. A los quince dias, cuando Hedi hubo obtenido toda la publicidad que buscaba más una oferta de |Scontrato para presentarse en un cabaret de Brcadway a quinientos dólares por semana, el episodio lle- a su término. Rollo suspendió las órdenes para que le cortaran el agua y la luz a su casa y prome- tió que nada haría contra la gen- til Invasora. Esta en cambio llamó por última vez a la Prensa y del brazo de un policía local abandonó el nido de sus amores y baluarte de la primera y frustrada huelga sentada pare^conqulstar el "si" de su don Juan. _

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  • EL MUNDO, SAN JUAN, h R. - DOMINGO 24 DE JULIO DE 1938.

    TIPOS POPULARES Por E. COMBAS GUERRA

    lien no conoce a este tipo?.. de o es que usted no sabe apreciar | Bah! Hace como 35 anos, una | A qu partido perteneces? seria Buena con un protectorado i paz de la guerra. Yo ganaba tres i Eso lo vengo usando desde , los voy a perder ahora por una mi- -i'c de menos cintura y al la mercanca Mire, doble us- j cosa as, poco ms o menos. ;Yo? A la minora... Pero, americano. Estoy en eso de acuer- 'treinta, que es lo que legalmente tiempo de Esparta. serla.... Hay que ver! Despus

    o> n ricas... So trata nada ted esa correa, mjela, pisotela, le de Juan Feliciano Cruz, i nasa lo que quiera... Esto es cue-

    nrr.hre que ^ahe ol laman de ro legitimo tod-* las r ,.n i i ^ T el mando de una nacin renrias doctrinarias que dividan a mi.Iones de habitantes. j ios dos partidos en el siglo pasado

    Mota le e- eso ({.-cimiento si .