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    INFANCIA DE LA VIRGEN MARAY SAN JOS

    Revelaciones de Jess a la

    Beata Ana Catalina Emmerick

    I Los ascendientes de Mara SantsimaII Ascendientes de Santa AnaIII San Joaqun y Santa AnaIV La Santa e Inmaculada Concepcin de MaraV La visin de JoaqunVI Joaqun recibe el misterio del Arca de la AlianzaVII Encuentro de Joaqun y AnaVIII El misterio de la Inmaculada ConcepcinIX Anuncio del MesasX Imgenes de la Inmaculada ConcepcinXI Misterios de la vida de MaraXII Vspera de la Natividad de Nuestra SeoraXIII Oraciones para la fiesta del Nacimiento de MaraXIV Natividad de La Virgen SantsimaXV La Natividad de Mara en el OrbeXVI Anuncio del Nacimiento de Mara Virgen

    XVII La Nia recibe el dulce Nombre de MaraXVIII Preparativos para la presentacin de Mara en el TemploXIX Partida al Templo de JerusalnXX JerusalnXXI Presentacin de la Nia Mara en el TemploXXII Mara en el TemploXXIII El nacimiento de Juan es anunciado a ZacarasXXIV Infancia y juventud de San JosXXV Desposorio de la Virgen Mara con San JosXXVI El anillo nupcial de MaraXXVII La Casa de Nazaret yXXVIII Traslado de La santa casa de Nazaret a Loreto

    ILos ascendientes de Mara Santsima

    Los antepasados de Santa Ana fueron Esenios. Estos piadossimos hombres descendan de aquellossacerdotes que en tiempos de Moiss y Aarn tenan el encargo de llevar el Arca de la Alianza, los cualesrecibieron, en tiempos de Isaas y Jeremas, ciertas reglas de vida. Al principio no eran numerosos. Ms tardevivieron en Tierra Santa reunidos en una extensin como de millas de largo y de ancho, y slo ms tarde seacercaron a las regiones del Jordn. Vivan principalmente en el monte Horeb y en el Carmelo.

    En los primeros tiempos, antes que Isaas los reuniese, vivan desparramados, entregados a la penitencia

    Llevaban siempre los mismos vestidos y no los remendaban, no cambindolos hasta que se les caan de puroviejos. Vivan en estado de matrimonio, pero con mucha pureza de costumbres. A veces, de comn acuerdose separaban hombre y mujer, y vivan cierto tiempo entregados a la oracin. Cuando coman estabanseparados los hombres de las mujeres; coman primero aqullos y cuando se alejaban los hombres, lo hacanlas mujeres.

    Ya desde entonces haba, entre estos judos, antepasados de Ana y de la Sagrada Familia. De ellos tambinderivan los llamados hijos de profetas. Vivan en el desierto y en los alrededores del monte Horeb. En Egiptotambin he visto a muchos de ellos. Por causa de las guerras estuvieron un tiempo alejados del monte Horeb;

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    pero fueron nuevamente recogidos por sus jefes. Los Macabeos pertenecieron tambin a ellos. Eran grandesveneradores de Moiss: tenan un trozo de vestido de l, que ste haba dado a Aarn y que les haba llegadoen posesin. Era para ellos cosa sagrada, y he visto que en cierta ocasin unos quince murieron en lucha podefender este sagrado tesoro.

    Los jefes de los Esenios tenan conocimiento del misterio encerrado en el Arca de la Alianza. Los quepermanecan clibes formaban una agrupacin aparte, una orden espiritual, y eran probados largamentedurante varios aos antes de ser admitidos. Los jefes de la orden los reciban por mayor o menor tiemposegn la inspiracin que reciban de lo alto. Los Esenios que vivan en matrimonio observaban mucho rigor

    entre ellos y sus mujeres e hijos, y guardaban la misma relacin, con los verdaderos Esenios, que losTerciarios Franciscanos respecto a la Orden Franciscana. Solan consultar todos sus asuntos al anciano jefedel monte Horeb. Los Esenios clibes eran de una indescriptible pureza y piedad. Llevaban blancas y largasvestiduras, que conservaban perfectamente limpias. Se ocupaban de educar a los nios.

    Para ser admitidos en la orden deban contar, por lo menos, catorce aos de edad. Las personas de muchapiedad eran probadas por slo un ao; los dems por dos. Vivan en perfecta pureza y no ejercan ecomercio; lo que necesitaban para el sustento lo obtenan cambiando sus productos agrcolas. Si un Eseniofaltaba gravemente, era arrojado de la orden, y esta excomunin era seguida generalmente de castigo, comoen el caso de Pedro con Ananas, es decir, mora. El jefe saba por revelacin divina quin haba faltadogravemente. He visto que algunos deban slo hacer penitencias: se ponan un saco muy tieso, con los brazosextendidos, que no podan doblar, y el interior lleno de puntas agudas.

    Tenan sus cuevas en el monte Horeb. En una cueva mayor se haba acomodado una sala de mimbre dondea las once reunanse todos para la comida en comn. Cada uno tena delante un pequeo pan y un vaso. E

    jefe iba de uno a otro, bendiciendo los panes. Despus de la refeccin cada uno volva a su celda. En esa salavi un pequeo altar, y sobre l panes bendecidos cubiertos, que luego se distribuan a los pobres. Poseanmuchas palomas tan mansas que picoteaban en las manos. Coman de estas palomas, y supe que tenanalgn culto religioso por medio de ellas, porque decan algo sobre las aves y las dejaban volar. De la mismamanera he visto que decan algo sobre corderos, que luego dejaban vagar por el desierto.

    Tres veces al ao iban al templo de Jerusaln. Tenan sacerdotes entre ellos, que cuidaban de las vestidurassagradas, a las cuales purificaban, hacan de nuevo y costeaban su hechura. Se ocupaban de agricultura, deganadera y especialmente de cultivar huertas. El monte Horeb estaba lleno de jardines y rboles frutales, en

    medio de sus chozas y viviendas. Otros tejan con mimbres o paos, o bordaban y adornaban vestidurassacerdotales. La seda no la usaban para s: la llevaban atada al mercado y la cambiaban por productos. EnJerusaln tenan un barrio especial para ellos y an en el templo un lugar reservado.

    Los judos comunes no congeniaban con ellos. Vi llevar al templo ofrendas como uvas de gran tamao, quecargaban dos hombres, atravesadas en un palo. Llevaban corderos, que no eran sacrificados, sino que sedejaban correr libremente. No los he visto ofrecer sacrificio cruento. Antes de partir para el templo sepreparaban con la oracin, riguroso ayuno, disciplinas y otras penitencias. Quien se acercaba al templo conpecados no satisfechos penitencialmente tema ser castigado con muerte repentina, cosa que a vecessuceda. Si en el camino a Jerusaln encontraban a un enfermo o necesitado, no proseguan su camino hastano haber ayudado al desvalido.

    Los he visto juntar yerbas medicinales, preparar bebidas y curar enfermos con estos medios: les imponan lasmanos o se tendan con los brazos extendidos sobre los mismos enfermos. Los he visto sanar a veces a ladistancia. Los enfermos que no podan acudir, mandaban algn mensajero, en el cual hacan todo lo que eenfermo verdadero necesitaba, y ste sanaba en el mismo instante.

    IIAscendientes de Santa Ana

    En tiempo de los abuelos de Ana era jefe de los Esenios el anciano Arcos. Este hombre tena visiones en lacueva de Elas, en el monte Horeb, referentes a la venida del Mesas. Saba de qu familia deba nacer el

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    Mesas. Cuando Arcos tena que profetizar sobre los antepasados de Ana, vea que el tiempo se ibaacercando. Ignoraba, empero, que a veces se retardaba e interrumpa el orden por el pecado, y por cuntotiempo era la tardanza. Sin embargo, exhortaba a la penitencia y al sacrificio. El abuelo de Ana era un Esenioque se llamaba Estolano antes de su matrimonio. Por su mujer y por las posesiones de sta, se llamdespus Garesha o Sarziri.

    La abuela de Ana era de Mara, en el desierto, y se llamaba Moruni o Emorn, esto es, madre excelsa. Se unicon Estolano por consejo del profeta Arcos, que fue jefe de los Esenios por noventa aos, y era un santovarn con quien siempre se aconsejaban antes de contraer matrimonio, para or su palabra y acertar en laeleccin. Me extraaba ver que estos santos hombres y profetas siempre profetizaban sobre descendencia demujeres y que los antepasados de Ana y la misma Ana tenan siempre hijas mujeres. Pareca que fuera suintento religioso preparar recipientes puros, que deban dar hijos santos, como el Precursor, el Salvador, losapstoles y los discpulos.

    He visto que Emorn, antes de su casamiento, fue a consultar a Arcos. Tuvo que entrar en la sala de reunin,en el monte Horeb, en un lugar sealado y hablar, a travs de una reja, con el jefe supremo, como se usa enel confesionario. Despus se encamin Arcos por muchos escalones a lo alto del monte Horeb, donde estabala cueva de Elas. La entrada era pequea y unas gradas llevaban hacia abajo. La cueva estaba limpia yaseada y la luz entraba en el interior por una abertura superior. He visto, contra la pared, un pequeo altar depiedra, y sobre l, la vara de Aarn y un cliz brillante como hecho de piedra preciosa. En este cliz estabadepositada una parte del sacramento o misterio del Arca de la Alianza. Los Esenios haban adquirido este

    tesoro en ocasin en que el Arca haba cado en manos de los enemigos. La vara de Aarn estaba guardadaen una vaina en forma de arbolito con hojas amarillas alrededor.No podra decir si el arbolito era verdadero o slo un trabajo artstico, como una raz de Jess. Cuando rezabael superior de los Esenios, por causa de un casamiento, tomaba la vara de Aarn en sus manos. Si la uninse refera a la genealoga de Mara Virgen, la vara daba un brote y ste varias floraciones con la seal de laeleccin. Los antepasados de Ana fueron elegidos brotes de esta genealoga, y sus hijas lo fueron por mediode estas seales, las cuales daban otros brotes cuando estaban por contraer matrimonio. Este arbolito consus retorcidas ramas, era como el rbol genealgico, como la raz de Jess, mediante el cual se podaconocer, segn lo que hubiera crecido, la proximidad del nacimiento de Mara. Haba all otros pequeosarbustos en tarros, sobre el altar, los cuales tenan significacin cuando reverdecan o se agostaban. En tornode las paredes haban espacios guardados por rejillas, donde se conservaban, envueltos en seda y lanahuesos de antiguos santos varones israelitas que haban vivido y muerto en el monte y en los alrededores.

    Tambin en las mismas cuevas de los Esenios vi semejantes huesos delante de los cuales rezaban, ponanflores o encendan lmparas. Arcos se revesta al modo de los sacerdotes del templo, cuando oraba en lacueva de Elas. Su vestidura se compona de ocho partes. Primero se pona sobre el pecho un vestido quehaba llevado Moiss: una especie de escapulario, que tena una abertura para el cuello y caa en igual largosobre el pecho y las espaldas. Sobre esto se pona un alba blanca de seda, ceida con un cngulo ancho yuna estola cruzada sobre el pecho que le llegaba hasta las rodillas.

    Luego se pona una especie de casulla de seda blanca, que por detrs llegaba hasta el suelo, con doscampanillas en la parte inferior. Sobre el cuello llevaba una especie de corbata tiesa, cerrada por delante conbotones. Su larga barba descansaba sobre esta corbata. Por ltimo se pona un pequeo manto brillante deseda blanca, que se cerraba por delante con tres garfios con piedras, sobre los cuales haba letras o signos

    grabados. De ambos hombros colgaba una especie de piedras preciosas en nmero de seis, algunas tambingrabadas. En medio de la espalda haba un escudo con signos y letras. En el manto se vean flecos, borlas yfrutos. En el brazo llevaba un manpulo. La mitra era de seda blanca arrollada a modo de turbante y terminadaen un adorno de seda que tena en la frente una plancha de oro con piedras preciosas.

    Arcos rezaba postrado o echado sobre el suelo delante del altar. Vi que tuvo una visin en la cual vio quesala de Emorn un rosal de tres ramas. En cada rama haba una rosa y la rosa de la segunda rama estabasealada con una letra. Tambin vio a un ngel que escriba una letra en la pared. A raz de esto declar

    Arcos a Emorn que deba casarse con el sexto pretendiente que tendra una hija, con una seal, que sera

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    un vaso de eleccin de la cercana promesa. Este sexto pretendiente era Estolano. No vivieron mucho tiempoen Mara, sino que pasaron a Efrn.

    He visto tambin a sus hijas Emerencia e Ismeria consultar al anciano Arcos, el cual les aconsej elcasamiento porque eran ellas tambin vasos elegidos para la prxima promesa. La mayor, Emerencia, cassecon un Levita de nombre Afras y fue madre de Isabel , madre, a su vez, de Juan el Bautista.

    Otra hija de Estolano se llam Enu. Ismeria fue la segunda hija de Estolano y Emorn. Esta tuvo en sunacimiento la seal que dijo Arcos haber visto en la segunda rosa en su visin de Emorn. Ismeria cas conEliud, de la tribu de Lev. Eran de condicin noble y ricos de bienes. Lo he visto esto en la vasta economa dela casa. Tenan mucho ganado, pero todo pareca que lo destinaban para los pobres y no para s mismos.Vivan en Sforis, a seis horas lejos de Nazaret, donde posean una heredad. Tenan una posesin en el vallede Zabuln, adonde iban en los tiempos buenos del ao y donde Eliud fij su residencia despus de la muertede su mujer Ismeria. En el mismo valle se haba establecido el padre de Joaqun con su familia. La piadosaeducacin que haba tenido Estolano y Emorn pas a su hija Ismeria y a Eliud.

    La primera hija de Ismeria se llam Sobe. sta se cas ms tarde con Salomn, y fue la madre de MaraSalom, que se cas con Zebedeo, padre de los apstoles Santiago el Mayor y Juan. Como no llevase Sobela seal dicha por Arcos se contristaron mucho los padres y fueron al monte Horeb, a ver al profeta, quien lesimpuso oracin y sacrificio, y los consol. Por espacio de dieciocho aos no tuvieron hijos, hasta el nacimientode Ana. Tuvieron entonces ambos una visin nocturna. Ismeria vio a un ngel que escriba una letra en la

    pared, junto a su lecho. Cont esto a su marido, que haba visto lo mismo, y ambos vieron la letra al despertarEra la letra M que Ana haba trado al mundo al nacer, grabada en el bajo vientre. Los padres amaban a Anade una manera particular.

    He visto a la nia Ana: no era hermosa en grado notable, pero s ms que otras nias de su edad. No fue deningn modo tan hermosa como lo fue Mara; pero era muy sencilla, inocente y piadosa. As la he visto entodo tiempo, como joven, como madre, como anciana, de manera que cuando veo a una campesinarealmente sencilla, pienso siempre: Esta es como Ana.

    Ana fue llevada a la edad de cinco aos al templo, como ms tarde Mara. Vivi doce aos all y a losdiecisiete volvi a su casa. Entre tanto tuvo su madre una tercera hija, llamada Maraha, y Ana encontr a suvuelta a un hijo de su hermana mayor Sobe, llamado Eliud.

    Maraha consigui ms tarde la posesin de la casa paterna, en Sforis, y fue madre de los discpulos Arastaria y Cocharia. El joven Eliud fue ms tarde marido segundo de la viuda de Naam, Maroni. Un aodespus enferm Ismeria y muri. Desde el lecho de dolor hizo venir a su presencia a todos los de la casa, losexhort y aconsej y design a Ana como ama de casa despus de su muerte. Luego habl con Ana y le dijoque deba casarse, pues era un vaso de eleccin y de promesa.

    IIISan Joaqun y Santa Ana

    Un ao y medio ms tarde se cas Ana con Hel o Joaqun, tambin por un aviso proftico del anciano ArcosHubiera debido casar con un levita de la tribu de Aarn, como las dems de su tribu; pero por la razn dicha

    fue unida con Joaqun, de la tribu de David, pues Mara deba ser de la tribu de David. Haba tenido variospretendientes y no conoca a Joaqun; pero lo prefiri a los dems por aviso de lo alto. Joaqun era pobre debienes y era pariente de San Jos. Era pequeo de estatura y delgado, era hombre de buena ndole y deatrayentes maneras. Tena, como Ana, algo de inexplicable en s.

    Ambos eran perfectos israelitas y haba en ellos algo que ellos mismos no conocan: un ansia y un anhelo deMesas y una notable seriedad en su porte. Pocas veces los he visto rer, aunque no eran melanclicos ntristes. Tenan un carcter sosegado y callado, siempre igual y an en edad temprana llevaban la madurez delos ancianos.

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    Fueron unidos en matrimonio en un pequeo lugar donde haba una pequea escuela. Slo un sacerdoteasisti al acto. Los casamiento eran entonces muy sencillos; los pretendientes se mostraban en generaapocados; se hablaban y no pensaban en otra cosa sino que as deba ser. Deca la novia "s", y quedaban lospadres conformes; deca, en cambio, "no", teniendo sus razones, y tambin quedaban los padres de acuerdo.

    Primeramente eran los padres quienes arreglaban el asunto; a esto seguase la conversacin en la sinagoga.Los sacerdotes rezaban en el lugar sagrado con los rollos de la ley y los parientes en el lugar acostumbradoLos novios se hablaban en un lugar aparte sobre las condiciones y sus intenciones; luego se presentaban alos padres. stos hablaban con el sacerdote que sala a escucharlos, y a los pocos das se efectuaba e

    casamiento.

    Joaqun y Ana vivan junto a Eliud, el padre de Ana. Reinaba en su casa la estricta vida y costumbre de losEsenios. La casa estaba en Sforis, aunque un tanto apartada, entre un grupo de casas, de las cuales era lams grande y notable. All vivieron unos siete aos. Los padres de Ana eran ms bien ricos; tenan muchoganado, hermosos tapices, notable menaje y siervos y siervas. No he visto que cultivasen campos, pero sque llevaban el ganado al pastoreo.

    Eran muy piadosos, reservados, caritativos, sencillos y rectos. A menudo partan sus ganados en tres partesdaban una parte al templo, adonde lo llevaban ellos mismos y que eran recibidos por los encargados detemplo. La otra parte la daban a los pobres o a los parientes necesitados, de los cuales he visto que habaalgunos all que los arreaban a sus casas. La tercera parte la guardaban para sus necesidades. Vivan muy

    modestamente y daban con facilidad lo que se les peda. Por eso yo pensaba en mi niez: "El dar produceriqueza; recibe el doble de lo que da".

    He visto que esta tercera parte siempre se aumentaba y que muy luego estaban de nuevo con lo que habanregalado, y podan partir de nuevo su hacienda entre los dems. Tenan muchos parientes que solan juntarseen las solemnidades del ao. No he visto en estas fiestas derroche ni exceso. Daban una parte de la comida alos pobres. No he visto verdaderos banquetes entre ellos. Cuando se encontraban juntos se sentaban en esuelo entre tapetes, en rueda, y hablaban mucho de Dios con grandes esperanzas. A veces haba entre losparientes gente no tan buena que miraba mal estas conversaciones y cmo dirigan los ojos a lo alto y al cielo.Sin embargo, con estos malos, ellos se mostraban buenos y les daban el doble. He visto que estos malcriados exigan con tumulto y pretensiones lo que Joaqun y Ana daban de buena voluntad. Si haba pobresentre su familia les daban una oveja o a veces varias.

    En este lugar tuvo Ana su primera hija, que llam tambin Mara. He visto a Ana llena de alegra por elnacimiento de esta nia. Era una nia muy amable; la he visto crecer robusta y fuerte, pero muy piadosa ymansa. Los padres la queran mucho. Tenan, sin embargo, una inquietud que yo no entenda bien: lespareca que ella no era la nia prometida (de la visin del profeta) que deban esperar de su unin. Tenanpena y turbacin como si hubiesen faltado en algo contra Dios. Hicieron larga penitencia, vivieron separadosuno de otro y aumentaron sus obras de caridad. As permanecieron en la casa de Eliud unos siete aos, loque pude calcular en la edad de la primera nia, cuando terminaron de separarse de sus padres y vivir en elretiro para empezar de nuevo su vida matrimonial y aumentar su piedad para conseguir la bendicin de Dios.

    Tomaron esta resolucin en casa de sus padres y Eliud les prepar las cosas necesarias para el viaje. Losganados eran divididos, separando los bueyes, asnos y ovejas; estos animales me parecan ms grandes que

    los de nuestro pas. Sobre los asnos y bueyes fueron cargados utensilios, recipientes y vestidos. Estas genteseran tan diestras en cargarlos, como los animales en recibir la carga que les ponan. Nosotros no somos tancapaces de cargar mercaderas sobre carros como eran diestros stos en cargar sus animales. Tenanhermoso menaje: todos sus utensilios eran mejores y ms artsticos que los nuestros. Delicados jarrones deformas elegantes, sobre los cuales haba lindos grabados, eran empaquetados, llenndolos con musgo yenvueltos diestramente; luego eran sujetados con una correa y colgados del lomo de los animales. Sobre lasespaldas de los animales colocaban toda clase de paquetes con vestimentas de multicolores envoltorios,mantas y colchas bordadas de oro. Eliud les dio a los que partan una bolsita con una masa pequea ypesada, como si fuera un pedazo de metal precioso.

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    Cuando todo estuvo en orden acudieron siervos y siervas a reforzar la comitiva y arreaba los animalescargados delante de s hacia la nueva vivienda, la cual se encontraba a cinco o seis horas de camino. La casaestaba situada en una colina entre el valle de Nazaret y el de Zabuln. Una avenida de terebintos bordeaba ecamino hasta el lugar. Delante de la casa haba un patio cerrado cuyo suelo estaba formado por una rocadesnuda, rodeado por un muro de poca altura, hecho de pea viva; detrs de este muro por encima de haba un seto vivo. En uno de los costados del patio haba habitaciones de poca monta para hospedarpasajeros y guardar enseres. Haba un cobertizo para encerrar el ganado y las dems bestias de carga.

    Todo estaba rodeado de jardines, y en medio de ellos, cerca de la casa, se levantaba un gran rbol de una

    especie rara; sus ramas bajaban hasta la tierra, echaban races y as brotaban nuevos rboles formando unatupida vegetacin. Cuando llegaron los viajeros a la vivienda encontraron todo arreglado y cada cosa en sulugar, pues haban los padres enviado a algunos antes con el encargo de preparar todo lo necesario. Lossiervos y siervas haban desatado los paquetes y colocado cada cosa en su lugar. Pronto qued todoordenado y habiendo dejado instalados a sus hijos en la nueva casa, se despidieron de Ana y Joaqun, conbesos y bendiciones, y regresaron llevndose a la pequea Mara, que deba permanecer con los abuelos.

    En todas estas visitas y en otras ocasiones nunca los he visto comer con exceso o despilfarro. Se colocabanen rueda, teniendo cada uno, sobre la alfombra, dos platitos y dos recipientes. No hablaban generalmente entodo el tiempo sino de las cosas de Dios y de sus esperanzas en el Mesas. La puerta de la gran casa estabaen medio. Se entraba por ella a una especie de antesala, que corra por todo lo ancho de la casa. A derecha eizquierda de la sala haba pequeas piezas separadas por biombos de juncos entretejidos, que se podan

    quitar o poner a voluntad. En la sala se hacan las comidas ms solemnes, como se hizo cuando Mara fueenviada al templo.

    Desde entonces comenzaron una vida completamente nueva. Queriendo sacrificar a Dios todo su pasado yhaciendo como si por primera vez estuviesen reunidos, se empearon, desde ese instante, por medio de unavida agradable a Dios, en hacer descender sobre ellos la bendicin, que era el nico objeto de sus ardientesdeseos. Los vi visitando sus rebaos y dividindolos en tres partes, siguiendo la costumbre de sus padres:una para el templo, otra para los pobres y la tercera para ellos mismos. Al templo enviaban la mejor parte; lospobres reciban un buen tercio, y la parte menos buena la reservaban para s.

    Como la casa era amplia, vivan y dorman en pequeas habitaciones separadas, donde era posible verlos amenudo en oracin, cada uno por su lado, con gran devocin y fervor. Los vi vivir as durante largo tiempo.

    Daban muchas limosnas y cada vez que repartan sus bienes y sus rebaos, stos se multiplicaban de nuevorpidamente. Vivan con modestia en medio de sacrificios y renunciamientos. Los he visto vestir ropas depenitencia cuando rezaban y varias veces vi a Joaqun, mientras visitaba sus rebaos en lugares apartadosorar a Dios en la pradera. En esta vida penitente perseveraron diecinueve aos despus del nacimiento de suprimera hija Mara, anhelando ardientemente la bendicin prometida y su tristeza era cada da mayor.

    Pude ver tambin a algunos hombres perversos acercarse a ellos y ofenderlos, dicindoles que deban sermuy malos para no poder tener hijos; que la nia devuelta a los padres de Ana no era suya; que Ana eraestril y que aquella nia era un engao forjado por ella; que si as no fuera la tendran a su lado y otrasmuchas cosas ms. Estas detracciones aumentaban el abatimiento de Joaqun y de Ana.

    Tena sta la firme conviccin interior de que se acercaba el advenimiento del Mesas y que ella perteneca a

    la familia dentro de la cual deba encarnarse el Redentor. Oraba pidiendo con ansia el cumplimiento de lapromesa, y segua aspirando, como Joaqun, hacia una pureza de vida cada vez ms perfecta. La vergenzade su esterilidad la afliga profundamente, no pudiendo mostrarse en la sinagoga sin recibir ofensas. Joaqun,a pesar se ser pequeo y delgado, era de constitucin robusta. Ana tampoco era grande y su complexindelicada: la pena la consuma de tal manera que sus mejillas estaban descarnadas, aunque bastante subidasde color. De tanto en tanto conducan sus rebaos al templo o las casas de los pobres, para darles la parteque les corresponda en el reparto, disminuyendo cada vez ms la parte que solan reservarse para smismos.

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    IVLa Santa e Inmaculada Concepcin de Mara

    Cuando Joaqun, que se encontraba de nuevo entre su ganado, quiso ir de nuevo al templo para ofrecersacrificios, le envi Ana palomas y otras aves en canastos y jaulas por medio de los siervos para que fuesen allevrselas a la pradera. Joaqun tom dos asnos y los carg con tres animalitos pequeos, blancos y muydespiertos, de cuellos largos, corderos o cabritos, encerrados en cestas. Llevaba l mismo una linterna sobresu cayado: era una luz en una calabaza vaca. Subieron al templo, guardando sus asnos en una posada, queestaba cerca del mercado. Llevaron sus ofrendas hasta los escalones ms altos y pasaron por lashabitaciones de los servidores del templo. All se reunieron los siervos de Joaqun despus que les fuerontomadas las ofrendas.

    Entr Joaqun en la sala donde se hallaba la fuente llena de agua en la cual eran lavadas las vctimas; sedirigi por un largo corredor a otra sala a la izquierda del sitio donde estaba el altar de los perfumes, la mesade los panes de la proposicin y el candelabro de los cinco brazos. Se hallaban reunidas en aquel lugar variaspersonas que haban acudido para sacrificar.

    Joaqun tuvo que sufrir aqu una pena muy cruel. Vi a un sacerdote, de nombre Rubn, que despreci susofrendas, puesto que en lugar de colocarlas junto a las otras, en lugar aparente, detrs de las rejas, a laderecha de la sala, las puso completamente de lado. Ofendi pblicamente al pobre Joaqun a causa de laesterilidad de su mujer y sin dejarlo acercarse, para mayor injuria, lo releg a un rincn.

    Vi entonces a Joaqun lleno de tristeza abandonar el templo y, pasando por Betania, llegar a los alrededoresde Maquero. Permaneci tan triste y avergonzado que, por algn tiempo, no dio aviso del sitio donde seencontraba. La afliccin de Ana fue extraordinaria cuando le refirieron lo que le haba acontecido en el temploy al ver que no volva.

    Cinco meses permaneci Joaqun oculto en el monte Hermn. He visto su oracin y sus angustias. Cuandoiba donde estaban sus rebaos y vea a sus corderitos, se pona muy triste y se echaba en tierra cubrindoseel rostro. Los siervos le preguntaban por qu se mostraba tan afligido; pero l no les deca que estaba siemprepensando en la causa de su pena: la esterilidad de su mujer. Tambin aqu divida su ganado en tres parteslo mejor lo enviaba al templo; la otra parte la reciban los esenios, y el se quedaba con la ms inferior.

    Tambin Ana tuvo que sufrir mucho por la desvergenza de una criada, que le reprochaba su esterilidadMucho tiempo la estuvo sufriendo hasta que la despach de su casa. Haba pedido sta ir a una fiesta a lacual, segn la rigidez de los esenios, no se poda acudir. Cuando Ana le neg el permiso ella le reprochduramente esta negativa, diciendo que mereca ser estril y verse abandonada de su marido por ser tan malay tan dura. Entonces Ana despach a la criada, y por medio de dos servidores la envi a la casa de suspadres, llenndola antes con regalos y dones, rogndoles la recibiesen de nuevo ya que no poda retenerlams consigo.

    Despus de esto se retir a su habitacin y llor amargamente.

    En la tarde del mismo da se cubri la cabeza con un pao amplio, se envolvi toda con l y fue a ponersebajo un gran rbol, en el patio de la casa. Encendi una lmpara y se entreg a la oracin. Permaneci aqu

    mucho tiempo Ana clamando a Dios y diciendo: "Si quieres, Seor, que yo quede estril, haz que, al menosmi piadoso esposo vuelva a mi lado".

    Entonces se le apareci un ngel. Vena de lo alto y se puso delante, dicindole que pusiera en paz sucorazn porque el Seor haba odo su oracin; que deba a la maana siguiente ir con dos criadas aJerusaln y que entrando en el templo, bajo la puerta dorada del lado del valle de Josafat, encontrara aJoaqun. Aadi que l estaba en camino a ese lugar, que su ofrenda sera bien recibida, y que all seraescuchada su oracin. Le dijo que tambin ya haba estado con Joaqun, y mandle que llevase palomas parael sacrificio, y anuncile que el nombre de la criatura que tendra, luego lo vera escrito.

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    Ana dio gracias a Dios y volvi a su casa contenta. Cuando despus de mucho rezar en su lecho, se queddormida, he visto aparecer sobre ella un resplandor que la penetraba. La he visto avisada por una inspiracininterior, despertar e incorporarse en su lecho. En ese momento vi un rostro luminoso junto a ella, que escribacon grandes letras hebreas a la derecha de su cama. He conocido el contenido de la frase, palabra porpalabra. Expresaba en resumen, que ella deba concebir; que su fruto sera nico, y que la fuente de esaconcepcin era la bendicin que haba recibido Abraham. La he visto indecisa pensando como le comunicaraesto a Joaqun; pero se consol cuando el ngel le revel la visin de Joaqun.

    Tuve entonces la explicacin de la Inmaculada Concepcin de Mara y supe que en el Arca de la Alianzahaba estado oculto un sacramento de la Encarnacin, de la Inmaculada Concepcin, un misterio de laRedencin de la humanidad cada. He visto a Ana leer con admiracin y temor las letras de oro y rojasbrillantes de la escritura, y su gozo fue tan grande que pareci rejuvenecer cuando se levant para dirigirse aJerusaln. He visto, en el momento en que el ngel se acerc a ella, un resplandor bajo el corazn de Ana, yall, un vaso iluminado. No puedo explicarlo de otro modo sino diciendo: haba all como una cuna, untabernculo cerrado que ahora se abra para recibir algo santsimo. No puedo expresar cmo he visto estomaravillosamente. Lo vi como si fuera la cuna de toda la humanidad renacida y redimida; lo vi como un vasosagrado abierto, al cual se le quita el velo. Reconoc esto con toda naturalidad. Este conocimiento era a la veznatural y celestial. Ana tena entonces, segn creo, cuarenta y tres aos.

    V

    La visin de Joaqun

    He visto tambin la aparicin del ngel a Joaqun. El ngel le mand llevar las ofrendas al templo y leprometi que sera escuchada su oracin. A pesar de que le dijo que fuera despus a la puerta dorada detemplo, Joaqun sentase temeroso de ir. Pero el ngel le dijo que los sacerdotes ya tenan aviso de su visita.

    Esto suceda en tiempo de la fiesta de los tabernculos. Joaqun haba levantado su choza con ayuda de suspastores. Al cuarto da de fiesta dirigise a Jerusaln con numeroso ganado para el sacrificio, y se aloj en etemplo. Ana, que tambin lleg el mismo da a Jerusaln, fue a hospedarse con la familia de Zacaras, en emercado de los peces, y se encontr con Joaqun al finalizar las fiestas.

    Cuando Joaqun lleg a la entrada del templo, le salieron al encuentro dos sacerdotes, que haban recibido un

    aviso sobrenatural. Joaqun llevaba dos corderos y tres cabritos. Su oferta fue recibida en el lugaacostumbrado: all mismo degolladas y quemadas las vctimas. Una parte de este sacrificio, sin embargo, fuellevaba a la derecha de la antesala y all consumida . En el centro del lugar estaba el gran silln desde dondese enseaba. Mientras suba el humo de la vctima, descenda un rayo de luz sobre el sacerdote y sobreJoaqun. Hubo entonces un silencio general y gran admiracin. Luego vi que dos sacerdotes llevaron aJoaqun a travs de las cmaras laterales, hasta el Sancta Sanctorum, ante el altar del incienso. Aqu ech esacerdote incienso, no en granos, como era costumbre, sino una masa compacta sobre el altar (era unamezcla de incienso, mirra, casia, nardo, azafrn, canela, sal fina y otros productos y perteneca al sacrificiodiario), que se encendi. Joaqun qued solo delante del altar del incienso, porque los sacerdotes se alejaron.

    Vi a Joaqun hincado de rodillas, con los brazos levantados, mientras se consuma el incienso. Permaneci

    encerrado en el templo toda la noche, rezando con gran devocin. Estaba en xtasis cuando se le acerc unrostro resplandeciente y le entreg un rollo que contena letras luminosas. Eran los tres nombres: Helia, Annay Miryam (Diversas formas de los nombres Joaqun, Ana y Mara). Junto a ellos vease la figura del Arca de la

    Alianza o un tabernculo pequeo. Joaqun coloc este rollo escrito bajo sus vestidos, junto al corazn.

    El ngel habl entonces: "Ana tendr una Nia Inmaculada y de Ella saldr la salud del mundo. No debelamentar Ana su esterilidad, que no es para su deshonra sino para su gloria. Lo que tendr Ana no ser de (Joaqun) si no que por medio de l, ser un fruto de Dios y la culminacin de la bendicin dada a Abraham"Joaqun no poda comprender esto, y el ngel lo llev detrs del cortinado que estaba separado lo bastantepara poder permanecer all. Vi que el ngel pona delante de los ojos de Joaqun una bola brillante como un

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    espejo: l deba soplar sobre ella y mirar. Yo pens que el ngel le presentaba la bola, segn costumbre denuestro pas donde, en los casamientos, se presenta al sacristn. Cuando Joaqun ech su aliento sobre labola, aparecieron diversas figuras en ella, sin empaarse en lo ms mnimo. Joaqun observaba. Entend queel ngel le deca que de esa manera Ana dara a luz, por medio de l, sin ser empaada. El ngel tom la bolay la levant en alto, quedando suspendida. Dentro de ella pude ver, como por una abertura, una serie decuadros conexos que se extendan desde la cada del hombre hasta su redencin. Haba all todo un mundo,donde las cosas nacan unas de otras. Tuve conocimiento de todo, pero ya no puedo dar los detalles.

    En lo ms alto hallbase la Santsima Trinidad; ms abajo, a un lado, el Paraso, Adn y Eva, el pecado

    original, la promesa a de la redencin, todas las figuras que la anunciaban de antemano, No, el diluvio, e Arca, la bendicin de Abraham, la transmisin de la bendicin a su hijo Isaac, y de ste a Jacob; luegocuando le fue retirada a Jacob por el ngel con quien luch; cmo pas a Jos en el Egipto; cmo se mostren l y en su mujer en un grado de ms alta dignidad; y cmo el don sagrado, donde reposaba la bendicinera sacado de Egipto por Moiss con las reliquias de Jos y se transformaba en el Santo de los Santos del

    Arca de la Alianza, la residencia de Dios vivo en medio de su pueblo. Vi el culto y la vida del pueblo de Diosen sus relaciones con este misterio, las disposiciones y las combinaciones para el desarrollo de la raza santa,del linaje de la Santsima Virgen, as como las figuras y los smbolos de Mara y del Salvador en la historia yen los profetas. Vi esto en cuadros simblicos dentro de la esfera luminosa. Vi grandes ciudades, torrespalacios, tronos, puertas, jardines, flores, todas estas imgenes maravillosamente unidas entre s por puentesde luz. Todo esto era embestido por fieras y otras temibles apariciones. Estos cuadros mostraban como laraza de la Santsima Virgen, al igual que todo lo santo, haba sido conducida por la gracia de Dios, a travs de

    combates y asaltos.

    Recuerdo haber visto, en esta serie de cuadros, un jardn rodeado por una densa valla espinosa, a travs dela cual se esforzaban por pasar, en vano, una cantidad de serpientes y bestias repulsivas semejantes. Vitambin una torre muy firme, asaltada por todas partes por guerreros, que luego eran precipitados desde loalto de las murallas. Observ muchas imgenes anlogas que se referan a la historia de la Virgen en susantepasados. Los pasajes y puentes que unan el conjunto significaban la victoria obtenida sobre obstculos einterrupciones que se oponan a la obra de la salvacin. Era como si una carne inmaculada, una sangrepursima hubiesen sido puestas por Dios en medio de la humanidad, como en un ro de agua turbia, ydebiesen, a travs de muchas penas y esfuerzos, reunir sus elementos dispersos, mientras el ro trataba deatraerlas hacia s y empaarlas; pero al final, con la gracia de Dios, de los innumerables favores y de la fiecooperacin de parte de los hombres, esto deba, despus de oscurecimientos y purificaciones, subsistir en

    un ro que renovaba sus aguas sin cesar, y elevarse fuera del ro bajo la forma de la Santsima Virgen, de lacual naci el Verbo, hecho carne, que habit entre nosotros.

    Entre las imgenes que contempl en la esfera luminosa haba muchas que estn mencionadas en lasletanas de la Virgen: las veo, las comparo, las comprendo y las voy considerando con profunda veneracincuando recito las letanas. Ms tarde se desarrollaban en estos cuadros hasta el perfecto cumplimiento de laobra de la divina Misericordia con la humanidad, cada en una divisin y en un desgarramiento infinitos. Por ecostado del globo luminoso opuesto al Paraso, llegaban los cuadros hasta la Jerusaln celestial, a los piesdel trono de Dios.

    Cuando hube visto todo, desvanecindose el globo resplandeciente, que no era sino la misma sucesin decuadros que partiendo de un punto volvan todos a l luego de haber formado un crculo de luz. Creo que fue

    una revelacin hecha a Joaqun por los ngeles, bajo la forma de una visin, de la cual tuve yo tambinconocimiento. Cuando recibo una comunicacin de esta clase se me aparece siempre dentro de una esferaluminosa.

    VIJoaqun recibe el misterio del Arca de la Alianza

    Tom el ngel, sin abrir la puerta del Arca, algo de dentro. Era el misterio del Arca de la Alianza, elsacramento de la Encarnacin, de la Inmaculada Concepcin, el cumplimiento y la culminacin de labendicin de Abraham. He visto como un cuerpo luminoso este misterio del Arca. El ngel ungi o bendijo con

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    la punta del pulgar y del ndice la frente de Joaqun; luego pas el cuerpo luminoso bajo el vestido de Joaqun,desde donde, no s decir cmo, penetr dentro de l mismo. Tambin le dio a beber algo de un vaso o clizbrillante que sostena por debajo con sus dos dedos. Este cliz tena la forma del cliz de la ltima Cena, perosin pie, y Joaqun debi conservarlo para s y llevarlo a su casa. Entend que el ngel le mand a Joaqun queconservase el misterio, y entend, entonces, por qu Zacaras, padre del Bautista, qued mudo despus dehaber recibido la bendicin y la promesa de tener hijo de Isabel, bendicin y promesa que venan del misteriodel Arca de la Alianza. Slo ms tarde fue echado en menos el misterio del Arca por los sacerdotes detemplo. Desde entonces se extraviaron del todo y se volvieron farisaicos.

    El ngel sac a Joaqun del Sancta Sanctorum y desapareci. Joaqun permaneci tendido en el suelo rgidoy sin conocimiento. Vi que luego llegaron los sacerdotes y sacaron de all reverentemente a Joaqun y losentaron en un silln, sobre unas gradas, que slo usaban los sacerdotes. El silln era cmodo y forrado en easiento, semejante a las sillas que usaba Magdalena en sus tiempos de lujo. Los sacerdotes le echaron aguaen la cara y le pusieron delante de la nariz algo o le dieron alguna cosa para tomar; en una palabra, lo trataroncomo a uno que se ha desmayado. Con todo, he visto que Joaqun qued, despus de lo recibido por engel, todo luminoso, ms joven y rozagante.

    VIIEncuentro de Joaqun y Ana

    Joaqun fue guiado por los sacerdotes hasta la puerta del pasillo subterrneo, que corra debajo del templo y

    de la puerta derecha. Era ste un camino que se usaba en algunos casos para limpieza, reconciliacin operdn. Los sacerdotes dejaron a Joaqun en la puerta, delante de un corredor angosto al comienzo, queluego se ensanchaba y bajaba insensiblemente. Haba all columnas forradas con hojas de rboles y vides ybrillaban los adornos de oro en las paredes iluminadas por una luz que vena de lo alto.

    Joaqun haba andado una tercera parte del camino, cuando vino a su encuentro Ana, en el lugar del corredor,debajo de la puerta dorada donde haba una columna en forma de palmera con hojas cadas y frutos. Anahaba sido conducida por los sacerdotes a travs de una entrada que haba del otro lado del subterrneo. Ellales haba dado con su criada las palomas para el sacrificio, en unos cestos que haba abierto y presentado alos sacerdotes, conforme le haba mandado el ngel. Haba sido conducida hasta all en compaa de otrasmujeres, entre ellas, la profetisa Ana.

    He visto que cuando se abrazaban Joaqun y Ana, estaban en xtasis. Estaban rodeados de numerososngeles que flotaban sobre ellos, sosteniendo una torre luminosa y recordando la torre de marfil, la torre deDavid y otros ttulos de las letanas lauretanas. Desapareci la torre entre Joaqun y Ana: ambos estabanllenos de gloria y resplandor. Al mismo tiempo, el cielo se abri sobre ellos y vi la alegra de los ngeles y dela Santsima Trinidad y la relacin de todo esto con la Concepcin de Mara Santsima.

    Cuando se abrazaron, rodeados por el resplandor, entend que era la Concepcin de Mara en ese instante, yque Mara fue concebida como hubiera sido la concepcin de todos sin el pecado original. Joaqun y Anacaminaban as, alabando a Dios, hasta la salida. Llegaron a una arcada grande, como una capilla dondeardan lmparas, y salieron afuera. Aqu fueron recibidos por los sacerdotes, que los despidieron.

    El templo estaba abierto y adornado con hojas y frutos. El culto se realizaba bajo el cielo, al aire libre. En

    cierto lugar haba ocho columnas aisladas adornadas con ramajes. Joaqun y Ana llegaron a una salidaabierta al borde extremo de la montaa del templo, frente al valle de Josafat. No era posible ir ms lejos enesa direccin, pues el camino doblaba a derecha e izquierda. Hicieron todava una visita a un sacerdote yluego los vi con su gente dirigirse a su casa.

    Una vez llegado a Nazaret, Joaqun dio un banquete de regocijo, sirvi a muchos pobres y reparti grandeslimosnas. Vi el jbilo y el fervor de los esposos y su agradecimiento a Dios, pensando en su misericordia haciaellos; observlos a menudo orando juntos, con los ojos baados en lgrimas.

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    Se me explic en esta ocasin que los padres de la Santsima Virgen la engendraron en una pureza perfectapor el efecto de la obediencia. Si no hubiera sido con el fin de obedecer a Dios, habran guardado perpetuacontinencia.

    Comprend, al mismo tiempo, cmo la pureza, la castidad, la reserva de los padres y su lucha contra el vicioimpuro tiene incalculable influencia sobre la santidad de los hijos engendrados. En general, siempre vi en laincontinencia y en el exceso, la raz del desorden y del pecado.

    Vi tambin que mucha gente se congratulaba con Joaqun por haber sido recibida su ofrenda en el templo.

    Despus de cuatro meses y medio, menos tres das, de haber concebido Ana bajo la puerta dorada, vi queMara era hecha tan hermosa por voluntad de Dios. Vi cmo Dios mostraba a los ngeles la belleza de esaalma y cmo ellos sintieron por ello inexplicable alegra. He visto tambin, en ese momento, cmo Mara semovi sensiblemente por primera vez dentro del seno materno. Ana se levant al punto y se lo comunic aJoaqun; luego sali a rezar bajo aquel rbol debajo del cual le haba sino anunciada la ConcepcinInmaculada.

    VIIIEl misterio de la Inmaculada Concepcin

    Vi la tierra de Palestina reseca por falta de lluvia y a Elas subiendo con dos servidores al monte Carmelo; aprincipio, a lo largo de la ladera; luego sobre escalones, hasta una terraza, y despus de nuevo sobre

    escalones en una planicie con una colina que tena una cueva hasta la cual lleg. Dej a sus servidores sobrela ladera de la planicie para que mirasen al mar de Galilea, que apareca casi seco, con honduras, pantanos yhoyos llenos de peces y animales muertos. Elas se inclin sobre s hasta poner su cabeza sobre las rodillas,se cubri y clam con fuerza a Dios. Por siete veces llam a sus siervos, preguntndoles si no vean algunanube levantarse sobre el mar. Finalmente vi que en medio del mar se levantaba una nubecilla blanca, de lacual sali otra nube negra, dentro de la cual haba una figura blanca; se agrand y en lo alto se abriampliamente. Mientras la nube se levantaba, vio Elas dentro de ella la figura de una Virgen luminosa. Sucabeza estaba coronada de rayos, los brazos levantados en forma de cruz, en una mano una corona devictoria y el largo vestido estaba como sujeto bajo los pies. Pareca que flotaba y se extenda sobre la tierra dePalestina.

    Elas reconoci cuatro misterios de la Virgen Inmaculada que deba venir en la sptima poca del mundo y de

    qu estirpe deba venir; vio tambin a un lado del mar un rbol pequeo y ancho, y al otro, uno muy grande, ecual echaba sus ramas superiores en el rbol pequeo. Observ que la nube se divida. En ciertos lugaressantificados, donde habitaban hombres justos que aspiraban a la salvacin, dejaba la nube como blancostorbellinos de roco, que tenan en los bordes todos los colores del arco iris, y vi concentrarse en ellos labendicin, como para formar una perla entro de su concha. Fume explicado que era sta una figura profticay que en los lugares bendecidos donde la nube haba dejado caer los torbellinos hubo cooperacin real en lamanifestacin de la Santsima Virgen.

    Vi enseguida un sueo proftico, en el cual, durante la ascensin de la nube, conoci Elas muchos misteriosrelativos a la Santsima Virgen. Desgraciadamente, en medio de tantas cosas que me perturban y medistraen, he olvidado los detalles, como tambin otras muchas cosas. Supo Elas que Mara deba nacer en lasptima edad del mundo; por esto llam siete veces a su servidor. Otra vez pude ver a Elas que ensanchaba

    la gruta sobre la cual haba orado y establecer una organizacin ms perfecta entre los hijos de los profetasAlgunos de ellos rezaban habitualmente en esta gruta para pedir la venida de la Santsima Virgen, honrndoladesde antes de su nacimiento. Esta devocin se perpetu sin interrupcin, subsisti gracias a los esenios,cuando estaba ya sobre la tierra, y fue observada ms tarde por algunos ermitaos, de los cuales salieronfinalmente los religiosos del Carmelo.

    Elas, por medio de su oracin, haba dirigido las nubes de agua segn internas inspiraciones: de otro modose hubiera originado un torrente devastador en lugar de lluvia benfica. Observ como las nubes enviaronprimero el roco; caan en blancas lneas, formaban torbellinos con los colores del arco iris en los bordes, yfinalmente caan en gotas de lluvia. Reconoc en esto una relacin con el man del desierto, que por la

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    maana apareca rojizo y denso cubriendo el suelo como una piel que se poda extender. Estos torbellinoscorran a lo largo del Jordn, y no caan en todas partes, sino en ciertos lugares, como en Saln, donde Juandeba ms tarde bautizar. Pregunt qu significaban los bordes rojizos, y se me dio la explicacin de laconcha del mar, que tiene tambin estos multicolores bordes, que expuesta al sol absorbe los colores ypurificada de colores se va formando en su centro la madreperla blanca y pura.

    No puedo explicar mejor todo esto; pero se me dio a entender que ese roco y esa lluvia significaba muchoms de lo que poda ser considerndolo slo un refrescamiento de la tierra sedienta. Entend que sin eseroco la venida de Mara se hubiese retardado cien aos, mientras las descendencias que se nutren de los

    frutos de la tierra, y se ennoblecen por el aplacamiento y la bendicin del suelo, realzasen de nuevo esasdescendencias recibiendo la carne la bendicin de la pura propagacin. La figura de la madreperla se refera aMara y a Jess. Adems de la aridez de la tierra por falta de lluvia, observ la esterilidad de los hombres, ycmo los rayos del roco caan de descendencia en descendencia, hasta la substancia de Mara. No puedodecirlo mejor. A veces presentbanse sobre los bordes multicolores una o varias perlas en forma de rostrohumano que pareca derramar un espritu que volva luego a brotar con los dems.

    IXAnuncio del Mesas

    He visto que por la gran misericordia de Dios se anunci a los paganos piadosos de esa poca que el Mesasdeba nacer de una Virgen en Judea. Esto sucedi en Caldea, donde haba astrlogos, que tenan visiones de

    una figura en los astros o en mitad del cielo; estos astrlogos profetizaban luego todo lo que vean. Tambinen Egipto he visto anuncios de la futura salud.

    Le fue mandado a Elas que reuniera a varias piadosas familias dispersar en el Norte, Oriente y Medioda y lasllevase a Judea. Elas envi a tres discpulos de los profetas, que reconoci aptos para dicho objeto, por unaseal que le dio el mismo Dios a Elas. Necesitaba gente muy segura, porque era una empresa ardua yarriesgada. Uno de ellos fue al Norte, otro al Oriente y el tercero al Medioda. Este camino lo llevaba a Egiptopor un camino peligroso para los israelitas. Lo he visto en el mismo camino cuando huy a Egipto la SagradaFamilia, y luego en la ciudad de Helipolis. En un valle haba un gran templo, rodeado de muchos edificios, yl lleg all a tiempo que se prestaba adoracin a un buey vivo. De estos animales haba varias figuras en eltemplo, junto a otros dolos. Se sacrificaban al dolo nios que haban nacido deformes.

    Como el profeta pasara por all, lo detuvieron y lo llevaron delante de los sacerdotes. Por suerte stos eran, engeneral, muy curiosos de novedades: de otro modo lo habran matado. Le preguntaron de dnde era, y l lescontest claramente que nacera una Virgen de la cual vendra la salud el mundo; que entonces todos susdolos caeran por tierra deshechos. Se maravillaron de lo que les deca, se conmovieron y lo dejaronmarchar. Despus se reunieron en consejo e hicieron la figura de una Virgen, que pendieron en medio de sutemplo, extendida en el aire como si planeara. La imagen tena un peinado semejante al de sus dolos, de loscuales gran nmero haban sido puestos en fila. Tena busto de mujer y el resto era semejante al len.

    La imagen de la Virgen que hicieron los egipcios llevaba en la cabeza un pequeo vaso, bastante hondo,parecido al que usaban para medir las frutas; los brazos hasta el codo estaban pegados a lo largo del cuerpo,separndose de l y extendindose al alzarse. La imagen tena algunas espigas de trigo en las manos; tenatres senos, uno mayor en el centro y otros pequeos ms abajo a cada lado. La parte inferior del cuerpo

    estaba envuelto en largo ropaje; de los pies, pequeos y muy finos, colgaban algo as como borlas. De los doshombros se alzaban hermosas plumas en forma de rayos, que parecan alas y que eran como dos peinesestrechamente unidos entre s. Tena otras plumas cruzadas a lo ancho de las caderas, replegadas haciaarriba por la mitad del cuerpo. El vestido no tena pliegues. Honraron a esta imagen y le ofrecieron sacrificios,rogndole que no destruyera a su buey Apis ni a las dems deidades. Por otra parte, perseveraron en todaslas abominaciones de su culto idlatra, empezando, sin embargo, desde ese momento a invocar a la Virgende la cual haban hecho la imagen, segn creo, de acuerdo con diversas indicaciones tomadas del relato deprofeta y tratando de reproducir la figura vista por Elas.

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    He visto cuadros de la historia de Tobas y del casamiento del joven Tobas, por intermedio del ngel, y supeque haba all una figura de Santa Ana y de su historia. El viejo Tobas representaba a la raza piadosa de los

    judos que esperaban al Mesas. El haberse puesto ciego significaba que no deba tener ms hijos y quedeba entregarse ms a la meditacin y a la oracin. Las molestias que le ocasionaba su mujer con sus quejassignificaban las formas vacas de los fariseos y doctores de la ley. La paloma era una indicacin de laprimavera cercana y de la salud venidera.

    La ceguera indicaba la espera ansiosa de la redencin y la ignorancia del lugar de su advenimiento. El ngedijo verdad al afirmar que era Azaras, hijo de Ananas, pues estas palabras significaban ms o menos: la

    ayuda de Dios que viene de la nube de Dios. El ngel era la conduccin de las descendencias y laconservacin y direccin de la bendicin misteriosa, hasta su cumplimiento en la Concepcin Inmaculada deMara. Las oraciones del viejo Tobas y de Sara, llevadas ante el trono de Dios por los ngeles, por haber sidoescuchadas, significaban los clamores y deseos de los piadosos israelitas y de las hijas de Sin, pidiendo lavenida de la Redencin, y tambin el clamor de Joaqun y de Ana para conseguir la hija de la promesa.

    La ceguera de Tobas y la murmuracin de su mujer indicaban tambin el desprecio que se hizo a Joaqun arechazarle su sacrificio. Los siete pretendientes de Sara muertos, significaban aqullos antepasados de Maray la salud, como asimismo los pretendientes que Ana tuvo que rechazar antes de Joaqun. El desprecio de lacriada de Sara indicaba el desprecio de los paganos y de los incrdulos judos, ante la venida del Mesas, quellevaba a los buenos a rezar. Tambin expresaba el desprecio de la criada de Ana, que movi a sta a rezacon ms fervor hasta que fue oda su peticin. El pez que pretenda devorar a Tobas significaba la larga

    esterilidad de Ana; el corte del hgado, la bilis y el corazn del pez expresaban la mortificacin y las buenasobras. El cabrito que la mujer de Tobas haba trado a casa en pago de su trabajo, era realmente hurtadoque los hombres le dieron por bueno y pagado barato. Tobas conoca a esta gente y lo saba, y fue por estoreprochado. Tena tambin la significacin de los desprecios que sufran los buenos judos y esenios de partede los fariseos y judos formulistas y otras que no recuerdo. La hiel con la cual el ciego Tobas recobr la vistaindicaba la mortificacin y la penitencia, por las cuales los judos elegidos llegaban al conocimiento de la saludy Redencin. Indicaba adems la entrada de la luz en la oscuridad, por medio de la amarga pasin deJesucristo, desde su niez.

    XImgenes de la Inmaculada Concepcin

    Vi salir de la tierra una hermosa columna como el tallo de una flor. A semejanza del cliz de una flor o lacabeza de la amapola que surgen de un pednculo, as sala de la columna una iglesia octogonalresplandeciente, que permaneci firme sobre la columna. Esta suba hasta el centro de la iglesia como unpequeo rbol, cuyas ramas, divididas con regularidad, llevaban las figuras de la familia de la SantsimaVirgen, las cuales, en esta representacin de la fiesta, eran objeto de veneracin particular. Estaban comosobre los estambres de una flor.

    Santa Ana estaba colocada entre Joaqun y otro, quizs su padre. Debajo del pecho de Santa Ana vi unacavidad luminosa, como un cliz y en ella la figura de un nio resplandeciente que se desarrollaba y creca.Sus manitas estaban cruzadas sobre el pecho; de su cabecita inclinada partan infinidad de rayos que sedirigan hacia una parte del mundo. Me parece que no era en todas direcciones. Sobre otras ramascircundantes haba varias figuras vueltas hacia el centro en actitud respetuosa.

    En la iglesia vi un nmero infinito de santos en fila, rodendola o formando coros, que se inclinaban, a rezar,hacia la Santa Madre. Se exteriorizaba el fervor ms dulce y notbase una ntima unin en esta fiesta, queslo podra compararse a la de un cantero de flores muy variadas, que agitadas por el aura suave girasenhacia el sol, como para ofrecer sus fragancias y sus colores al astro del cual reciban sus propios dones y supropia vida. Por encima de este cuadro simblico de la festividad de la Inmaculada Concepcin, se alz epequeo rbol luminoso con un nuevo vstago en la extremidad, y en esta segunda corona de ramas pudecontemplar la celebracin de una segunda etapa de la fiesta.

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    Aqu Mara y Jos estaban hincados de rodillas y algo ms abajo, delante de ellos, Santa Ana. Todosadoraban al Nio Jess, sentado, con el globo del reino en la mano, en lo ms alto del tallo, rodeado de unresplandor maravilloso. En torno de este cuadro veanse a corta distancia varios coros: los de los ReyesMagos, de los pastores, de los apstoles y discpulos, mientras otros santos formaban crculos algo msalejados del centro. Observ en las alturas algunas formas ms difusas: los coros celestiales. Ms alto an, ebrillo como de un medio sol penetraba atravesando la cpula de la iglesia. Pareca indicar este segundocuadro la proximidad de la fiesta de la Natividad que sigue a la Inmaculada Concepcin. Cuando apareci eprimer cuadro me pareci hallarme fuera de la iglesia, bajo la columna, en un pas circundante; despus meencontr dentro de ella.

    Vi a la pequea Mara creciendo en el espacio luminoso, debajo del corazn de Santa Ana. Me sentapenetrada de la ntima conviccin de la ausencia absoluta de toda mancha original en la Concepcin deMara. Le esto con toda claridad como se lee un libro y lo comprend entonces perfectamente. Me fue dichoque en otros tiempos hubo en este lugar una iglesia levantada en memoria de esta gracia inestimableotorgada por Dios; pero que fue entregada a la destruccin a causa precisamente de las muchas disputas yescndalos que se suscitaron a raz de las controversias acerca de la Inmaculada Concepcin de MaraEntend tambin estas palabras: En cada visin permanece un misterio hasta que se haya realizado. LaIglesia triunfante sigue celebrando all mismo la fiesta de la Inmaculada Concepcin.

    XIMisterios de la vida de Mara

    A menudo o a Mara contar a algunas mujeres de su confianza, Juana Chusa y Susana de Jerusalndiferentes misterios relativos a Nuestro Seor y a Ella misma, que saba por iluminacin interior del cielo o porlo que le haba narrado Santa Ana. Le o decir a Susana y a Marta que durante el tiempo que llevaba a Jessen su seno jams haba sentido el ms pequeo sufrimiento, sino un continuo regocijo y felicidad indecible.

    Contaba que Joaqun y Ana se haban encontrado bajo la Puerta Dorada (del Templo) en una hora tambindorada; que en aquel sitio haban recibido la plenitud de la Gracia divina, en virtud de la cual, Ella sola habarecibido la existencia en el seno de su madre por efecto de la santa obediencia y del puro amor de Dios, sinmezcla de impureza alguna. Les haca comprender tambin que, sin el pecado original, la concepcin detodos los hombres hubiera sido igualmente pura.

    Vi enseguida de nuevo todo lo relacionado con la gracia acordada a los padres de Mara, desde la aparicindel ngel hasta su encuentro bajo la Puerta Dorada. Bajo ella he visto a Joaqun y a Ana rodeados de unamultitud de ngeles que resplandecan con luz celestial. Tambin ellos eran luminosos y puros, casi comoespritus. Hallbanse en el estado sobrenatural en que ninguna pareja humana se hubo hallado antes.

    Creo que era bajo la Puerta Dorada donde tenan lugar las pruebas y ceremonias de la absolucin para lasmujeres acusadas de adulterio, as como otras expiaciones. Debajo del templo haba cinco pasajessubterrneos de esa clase y exista adems otro, bajo el lugar donde habitaban las vrgenes. Estos pasajesservan para ciertas expiaciones. Ignoro si otras personas pasaron por este camino antes que Joaqun y Anapero fue este un caso muy raro. No recuerdo si lo usaban para los sacrificios que se ofrecan por las personasestriles; pero s que en esta circunstancia les fue ordenado a los sacerdotes disponer las cosas en la formasucedida.

    XIIVspera de la Natividad de Nuestra Seora

    Qu alegra tan grande hay en toda la naturaleza!... Oigo cantar a los pajaritos, veo a los corderitos y cabritossaltar de alegra, y a las palomas rondar en bandadas de un lado a otro con inusitado alborozo, all dondeestuvo antes la casa de Ana. Ahora no existe nada: el lugar es todo desierto. Tuve una visin de peregrinosde muy antiguos tiempos que, recogidos sus vestidos, con turbantes en las cabezas y largos bastones deviaje, atravesaban esta comarca para dirigirse al monte Carmelo. Ellos tambin notaron esta alegraextraordinaria de la naturaleza. Cuando manifestaron su extraeza y preguntaron a las personas con las

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    cuales se hospedaron, la razn de tal suceso, les respondieron que tales contentos y manifestaciones dealegra se notan todas las vsperas, desde el nacimiento de Mara y que all haba estado la casa de AnaHablaron entonces de un varn santo, de tiempos antiguos, que haba observado esta renovacin de lanaturaleza, que fue la causa de que se celebrase entonces la fiesta del nacimiento de Mara en la IglesiaCatlica.

    Doscientos cincuenta aos despus del trnsito de Mara al cielo vi a un piadoso peregrino atravesar la TierraSanta y visitar y anotar todos los lugares por donde haba estado Jess en su peregrinacin sobre la tierra,para venerarlos y recordarlos. Este hombre goz de una inspiracin sobrenatural que le guiaba. En algunos

    lugares se detena varios das, probando especial dulzura y contento, y reciba revelaciones mientras estabaen oracin y meditacin piadosas. Haba tenido siempre la impresin de que cerca del 8 de septiembre habauna grande alegra en la naturaleza en Tierra Santa y oa en ese tiempo armoniosos cantos de pjaros.

    Finalmente obtuvo, despus de mucho pedir en oracin, la revelacin de que esa era la fecha del nacimientode Mara. Tuvo esta revelacin en el camino al monte Sina y el aviso de que all haba una capilla muradadedicada a Mara, en una gruta del profeta Elas. Se le dijo que deba decir estas cosas a los solitarios quehabitaban en las faldas del monte Sina, adonde le he visto llegar. Donde ahora estn los monjes, haba yaermitaos que vivan aislados: el lugar era entonces tan agreste del lado del valle, como ahora, necesitndoseun aparato para poder subir. Observ que, segn sus indicaciones, se celebr all la festividad del nacimientode Mara el 8 de septiembre del ao y que luego pas esta fiesta a la Iglesia universal.

    Vi tambin que los ermitaos, juntos con el peregrino, escudriaron la gruta de Elas buscando la capillaamurallada de Mara. No era cosa fcil encontrarla, pues haba muchas grutas de antiguos ermitaos y de losesenios, entre jardines y huertas agrestes, donde an crecan hermosas frutas. El vidente dijo que trajeran aun judo, y la gruta de la cual el judo fuera arrojado afuera, sera la seal de que sa era la de Elas. Le fuedicho esto en una revelacin.

    Tuvo luego la visin de cmo buscaron a un viejo judo y lo llevaron a la gruta del monte, y como ste erasiempre arrojado afuera de una gruta, que tena una puerta angosta amurallada, a pesar de que l seesforzaba por entrar. Por este prodigio reconocieron la gruta de Elas, dentro de la cual encontraron unasegunda cueva amurallada, que haba sido la capilla donde el profeta haba orado a la futura Madre deSalvador.

    All dentro hallaron huesos sagrados de profetas y de antiguos padres, como tambin biombos tejidos yutensilios que haban servido antiguamente para el servicio divino. El lugar donde estuvo la zarza se llamasegn el lenguaje de la regin, Sombra de Dios, y es visitado por los peregrinos, que se descansan antesLa capilla de Elas estaba hecha con hermosas piedras de colores y floreadas. Hay en las cercanas unamontaa de arena rojiza, en la falda de la cual se cosechan hermosas frutas.

    XIIIOraciones para la fiesta del Nacimiento de Mara

    Vi muchas cosas relacionadas con Santa Brgida y tuve conocimiento de varias comunicaciones hechas aesta santa sobre la Concepcin Inmaculada y la Natividad de Mara. Recuerdo que la Virgen Santsima le dijoque cuando las mujeres embarazadas santifican la vspera del da de su Nacimiento, ayunando y recitando

    con devocin nueve veces el Ave Mara, en honor de los nueve meses que Ella haba pasado en el seno desu madre, y cuando renuevan con frecuencia este ejercicio de piedad en el curso de su preez y la vspera desu alumbramiento, acercndose con piedad a los sacramentos, lleva Ella esas oraciones ante Dios y lesobtiene un parto feliz, aunque las condiciones se presenten difciles.

    En cuanto a m, se me acerc la Virgen y me dijo, entre otras cosas, que quien en el da de hoy, (festividad delNacimiento de La Virgen) por la tarde, recite con devocin nueve veces el Ave Mara en honor de supermanencia de nueve meses en el seno de su madre (Santa Ana) y de su nacimiento, y contine durantenueve das este ejercicio de piedad, da a los ngeles cada da nueve flores destinadas a formar un ramillete

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    que Ella recibe en el cielo ypresenta a la Santsima Trinidad, con el fin de obtener una gracia para la personaque ha dicho esas mismas oraciones.

    Ms tarde me sent transportada a la altura, entre el cielo y la tierra. Debajo estaba la tierra, oscura yesfumada. En el cielo, entre los coros de los ngeles y santos, vi a la Santsima Virgen ante el trono de DiosPude ver construir para Ella, con las oraciones y las devociones de los fieles del mundo dos puertas o tronosde honor que crecan hasta formar iglesias, palacios y ciudades enteras. Me admir que estos edificiosestuvieran hechos totalmente de plantas, flores y guirnaldas, expresando, las diversas especies, la naturalezay el mrito de las oraciones, dichas por los individuos o por las comunidades. Vi que para conducirlo hasta el

    cielo los ngeles y santos tomaban todo esto de entre las manos de quienes decan tales oraciones.

    XIVNatividad de La Virgen Santsima

    Con varios das de anticipacin haba anunciado Ana a Joaqun que se acercaba su alumbramiento. Con estemotivo envi ella mensajeros a Sforis, a su hermana menor Marha; al valle de de Zabuln, a la viuda Enue,hermana de Isabel; y a Betsaida, a su sobrina Mara Salom, llamndolas a su lado. Vi a Joaqun, la vsperadel alumbramiento de Ana, que enviaba numerosos siervos a los prados donde estaban sus rebaos, yendo mismo al ms cercano.

    Entre las nuevas criadas de Ana, slo guard en su casa a aqullas cuyo servicio era necesario. Vi a Mara

    Hel, la hija mayor de Ana, ocupndose en los quehaceres domsticos. Tena entonces unos diecinueve aosy habindose casado con Cleofs, jefe de los pastores de Joaqun, era madre de una niita llamada Mara deCleofs, de ms o menos cuatro aos en aquel momento. Joaqun or, eligi sus ms hermosos corderos,cabritos y bueyes y los envi al templo como sacrificio de accin de gracias. No volvi a casa hasta eanochecer.

    Por la noche vi llegar a casa de Ana a sus tres parientas. La visitaron en su habitacin situada detrs delhogar, y la besaron. Despus de haberles anunciado la proximidad de su alumbramiento, Ana, ponindose depie, enton con ellas un cntico concebido ms o menos en estos trminos: Alabad a Dios, el Seor, que hatenido piedad de su pueblo, que ha cumplido la promesa hecha a Adn en el paraso, cuando le dijo que lasimiente de la mujer aplastara la cabeza de la serpiente. No me es posible repetir todo con exactitud. Se

    encontraba Ana en xtasis, enumerando en su cntico todas las imgenes que figuraban a Mara. Deca: Egermen dado por Dios a Abraham ha llegado a su madurez en mi misma. Hablaba luego de Isaac, prometidode Sara, y agregaba: El florecimiento de la vara de Aarn se ha cumplido en m.

    La he visto penetrada de luz en medio de su aposento, lleno de resplandores, donde apareca tambin, en loalto, la escala de Jacob. Las mujeres, llenas de asombro y de jbilo, estaban como arrobadas, y creo quevieron la aparicin. Despus de la oracin de bienvenida se sirvi a las mujeres una pequea comida de frutasy agua mezclada con blsamo. Comieron y bebieron de pie, y fueron a dormir algunas horas para reposar deviaje. Ana permaneci levantada, y or. Hacia la media noche, despert a sus parientas para orar juntas,siguindola stas detrs de una cortina cerca del lecho. Ana abri las puertas de una alacena embutida en emuro, donde se hallaban varias reliquias dentro de una caja. Vi luces encendidas a cada lado; pero no s seran lmparas. Al pie de este pequeo altar haba un escabel tapizado.

    El relicario contena algunos cabellos de Sara, a quien Ana profesaba veneracin; huesos de Jos, queMoiss haba trado de Egipto; algo de Tobas, quizs un trozo de vestido, y el pequeo vaso brillante enforma de pera donde haba bebido Abraham al recibir la bendicin del ngel y que Joaqun haba recibido

    junto con la bendicin. Ahora s que esta bendicin constaba de pan y vino y era como un alimentsacramental. Ana se arrodill delante de la alacena. A cada lado de ella estaba una de las dos mujeres, y latercera, detrs. Recit un cntico: creo que se trataba de la zarza ardiente de Moiss.

    Vi entonces un resplandor celestial que llen la habitacin, y que, movindose, condensbase en torno deAna. Las mujeres cayeron como desvanecidas con el rostro pegado al suelo. La luz en torno de Ana tom la

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    forma de zarza que arda junto a Moiss, sobre el monte Horeb, y ya no me fue posible contemplarla. La llamase proyectaba hacia el interior: de pronto vi que Ana reciba en sus brazos a la pequea Mara, luminosa, queenvolvi en su manto, apret contra su pecho y coloc sobre el escabel delante del relicario. Prosigui luegosus oraciones. O entonces que la nia lloraba. Vi que Ana sacaba unos lienzos debajo del gran velo que lacubra y fajndola, dejaba la cabeza, el pecho y los brazos descubiertos. La aparicin de la zarza ardiendodesapareci.

    Levantronse entonces las mujeres y en medio de la mayor admiracin recibieron en brazos a la criaturarecin nacida, derramando lgrimas de alegra. Entonaron todas juntas un cntico de accin de gracias, y Ana

    alz a la nia en el aire como para ofrecerla. Vi entonces que la habitacin se volvi a llenar de luces y o a losngeles que cantaban Gloria y Aleluya. Pude escuchar todo lo que decan: supe que, segn lo anunciaban,veinte das ms tarde la nia recibira el nombre de Mara. Entr Ana en su alcoba y se acost.

    Las mujeres tomaron a la nia, la despojaron de la faja, la lavaron y, fajndola de nuevo, la llevaron enseguida junto a su madre, cuyo lecho estaba dispuesto de tal manera que se poda fijar contra l una pequeacanasta calada, donde tena la nia un sitio separado al lado de su madre. Las mujeres llamaron entonces aJoaqun, el cual se acerc al lecho de Ana, y arrodillndose, derram abundantes lgrimas de alegra sobre lania. La alz en sus brazos y enton un cntico de alabanzas, como Zacaras en el nacimiento del Bautista.Habl en el cntico del santo germen, que colocado por Dios en Abraham se haba perpetuado en el pueblode Dios y en la Alianza, cuyo sello era la circuncisin y que con esta nia llegaba a su ms alto florecimientoO decir en el cntico que aquellas palabras del profeta: Un vstago brotar de la raz de Jess, cumplase

    en este momento perfectamente. Dijo tambin, con mucho fervor y humildad, que despus de esto moriracontento.

    Not que Mara Hel, la hija mayor de Ana, lleg bastante tarde para ver a la nia. A pesar de ser madre ellamisma, desde varios aos atrs, no haba asistido al nacimiento de Mara quizs porque, segn las leyes

    judas, una hija no deba hallarse al lado de su madre en tales circunstancias. Al da siguiente vi a losservidores, a las criadas y a mucha gente del pas reunidos en torno de la casa. Se les haca entrarsucesivamente, y la nia Mara fue mostrada a todos por las mujeres que la atendan. Otros vecinos acudanporque durante la noche haba aparecido una luz encima de la casa, y porque el alumbramiento de Ana,despus de tantos aos de esterilidad, era considerado como una especial gracia del cielo.

    XV

    La Natividad de Mara en el Orbe

    En el instante en que la pequea Mara se hallaba en los brazos de Santa Ana, la vi en el cielo presentadaante la Santsima Trinidad y saludada con jbilo por todos los coros celestiales. Entend que le fueronmanifestados de modo sobrenatural todas sus alegras, sus dolores y su futuro destino. Mara recibi econocimiento de los ms profundos misterios, guardando, sin embargo, su inocencia y candor de nia.Nosotros no podemos comprender la ciencia que le fue dada, porque la nuestra tiene su origen en el rbolfatal del Paraso terrenal. Ella conoci todo esto como el nio conoce el seno de la madre donde debe buscarsu alimento.

    Cuando termin la contemplacin en la cual vi a la nia Mara en el cielo, instruida por la gracia divina, porprimera vez pude verla llorar. Vi anunciado el nacimiento de Mara en el Limbo a los santos Patriarcas en el

    mismo momento penetrados de alegra inexplicable, porque se haba cumplido la promesa hecha en eParaso. Supe tambin que hubo un progreso en el estado de gracia de los Patriarcas: su morada se hacams clara, ms amplia y adquiran mayor influencia sobre las cosas que acontecan en el mundo. Era como sitodos sus trabajos, todas sus penitencias de su vida, todos sus combates, sus oraciones y sus ansiashubiesen llegado, por decirlo as, a su completa madurez produciendo frutos de paz y de gracia.

    Observ un gran movimiento de alegra en toda la naturaleza al nacimiento de Mara; en los animales, y en ecorazn de los hombres de bien; y o armoniosos cantos por doquiera. Los pecadores se sintieron comoangustiados y experimentaron pena y afliccin. Vi que en Nazaret y en las regiones de la Tierra Prometidavarios posedos del demonio se agitaban en medio de convulsiones violentas. Corran de un lado a otro con

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    grandes clamores; los demonios bramaban por boca de ellos clamando: Hay que salir!... Hay que salir!....He visto en Jerusaln al piadoso sacerdote Simen, que habitaba cerca del templo, en el momento denacimiento de Mara, sobresaltado por los clamores desaforados de locos y posesos, encerrados en unedificio contiguo a la montaa del templo, sobre el cual tena Simen derechos de vigilancia.

    Lo vi dirigirse a media noche a la plaza, delante de la casa de los posesos. Un hombre que all habitaba lepregunt la causa de aquellos gritos, que interrumpan el sueo de todo el mundo. Uno de los posesos clamcon ms fuerza para que lo dejaran salir. Abri Simen la puerta y el poseso grit, precipitndose afuera, poboca de Satans: Hay que salir Debemos salir Ha nacido una Virgen Son tantos los ngeles que nos

    atormentan sobre la tierra, que debemos partir, pues ya no podemos poseer un slo hombre ms!. Vi aSimen orando con mucho fervor. El desgraciado poseso fue arrojado violentamente sobre la plaza, de unlado a otro; y vi que el demonio sala por fin de su boca.

    Qued muy contenta de haber visto al anciano Simen. Vi tambin a la profetisa Ana y a Noem, hermana dela madre de Lzaro, que habitaba en el templo y fue ms tarde la maestra de la nia Mara. Fuerondespertadas y se enteraron, por medio de visiones, de que haba nacido una criatura de predileccin. Sereunieron y se comunicaron unas a otras las cosas que acababan de saber. Creo que ellas conocan ya aSanta Ana.

    XVIAnuncio del Nacimiento de Mara Virgen

    En el pas de los Reyes Magos mujeres videntes tuvieron visiones del nacimiento de la Santsima Virgen.Ellas decan a los sacerdotes que haba nacido una Virgen, para saludar a la cual haban bajado muchosespritus del cielo; que otros espritus malignos se lamentaban de ello. Tambin los Reyes Magos, queobservaban los astros, vieron figuras y representaciones del acontecimiento. En Egipto, la misma noche denacimiento de Mara, fue arrojado del templo un dolo y echado a las aguas del mar. Otro dolo cay de supedestal y se deshizo en pedazos. Llegaron ms tarde a casa de Ana varios parientes de Joaqun queacudan desde el valle de Zabuln y algunos siervos que haban estado lejos. A todos les fue mostrada la niaMara.

    En casa se prepar una comida para los visitantes. Ms tarde concurrieron muchas gentes para ver a la niaMara, de modo que fue sacada de su cuna y puesta en sitio elevado, como sobre un caballete, en la parte

    anterior de la casa. Estaba sobre lienzos colorados y blancos por encima, fajada con lienzos colorados yblancos transparentes hasta debajo de los bracitos. Sus cabellos eran rubios y rizados. He visto despus aMara Cleofs, la hija de Mara Hel y de Cleofs, nieta de Ana, de algunos aos de edad, jugar con Mara ybesarla. Era Mara Cleofs una nia fuerte y robusta, tena un vestidito sin mangas, con bordes colorados yadornos de rojas manzanas bordadas. En los brazos descubiertos llevaba coronitas blancas que parecan deseda, lana o plumas. La nia Mara tena tambin un velo transparente alrededor del cuello.

    XVIILa Nia recibe el dulce Nombre de Mara

    Hoy vi una gran fiesta en casa de Ana. Los muebles haban sido cambiados de lugar y puestos a un lado enlas habitaciones del frente. Los tabiques de juncos, que formaban habitaciones separadas, haban sido

    quitados para poder disponer una gran mesa. En torno de la sala vi una mesa amplia, baja, llena de platos yfuentes para la comida. En el centro se haba levantado un altar cubierto con un pao rojo y blanco, sobre ecual haba una cunita tambin de rojo y blanco y una colcha celeste. Al lado del altar haba un atril cubierto,con rollos de pergamino conteniendo oraciones. Delante del altar haba cinco sacerdotes de Nazaret convestimentas de ceremonias. Joaqun estaba con ellos. En el fondo, en torno del altar, haba mujeres yhombres, parientes de Joaqun, todos con trajes de fiesta.

    Recuerdo a la hermana de Ana, Maraha de Sforis y a su hija mayor. Santa Ana haba dejado el lecho; perono asisti a la ceremonia, quedndose en la habitacin, detrs del hogar. Enue, la hermana de Isabel, trajo ala pequea Mara, ponindola en brazos de Joaqun. Los sacerdotes se colocaron delante del altar, cerca de

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    los rollos y recitaron en alta voz las oraciones. Joaqun entreg a la nia al principal de ellos, el cual alzndolaen el aire, mientras rezaba, como para ofrecerla a Dios, la dej luego en su cuna, sobre el altar. Tomdespus unas tijeras de forma particular, con las cuales cort tres pequeas guedejas de cabello a amboslados de la cabeza y la frente de la criatura, quemndolas en el brasero. Tom luego una caja que contenaaceite y ungi los cinco sentidos de la nia, tocndole con el pulgar las orejas, los ojos, la nariz, la boca y ehueco del estmago. Sobre el pecho de la criatura coloc un pergamino donde estaba escrito el nombre deMara. Luego se cantaron salmos y se sirvi la comida, la cual no pude ver.

    Varias semanas despus del nacimiento de Mara, vi a Joaqun y a Ana que iban con la Nia al templo para

    ofrecer un sacrificio. La presentaron al templo con vivos sentimientos de piedad y agradeciendo a Dios de unmodo parecido a lo que ms tarde hizo la Virgen Santsima cuando present al Nio Jess y lo rescat deltemplo, segn las prescripciones de la ley. Al da siguiente entregaron su ofrenda, prometiendo consagrar lania a Dios en el templo dentro de algunos aos. Despus volvieron a Jerusaln.

    XVIIIPreparativos para la presentacin de Mara en el Templo

    Mara era de tres aos de edad y tres meses cuando hizo el voto de presentarse en el templo entre lasvrgenes que all moraban. Era de complexin delicada, cabellera clara un tanto rizada hacia abajo; tena ya laestatura que hoy en nuestro pas tiene un nio de cinco a seis aos. La hija de Mara Hel era mayor enalgunos aos y ms robusta. He visto en casa de Ana los preparativos de Mara para ser conducida al templo

    Era una fiesta muy grande. Estaban presentes cinco sacerdotes de Nazaret, de Sforis y de otras regiones,entre ellos Zacaras y un hijo del hermano del padre de Ana. Ensayaban una ceremonia con la nia Mara. Erauna especie de examen para ver si estaba madura para ser recibida en el templo. Adems de los sacerdotesestaban presentes la hermana de Ana de Sforis y su hija, Mara Hel y su hijita y algunas pequeas nias yparientes. Los vestidos, en parte cortados por los sacerdotes y arreglados por las mujeres, le fueron puestosen esta ocasin a la nia en diversos momentos, mientras le dirigan preguntas.

    Esta ceremonia tena un aire de gravedad y de seriedad, aun cuando algunas preguntas estaban hechas porel anciano sacerdote con infantil sonrisa, las cuales eran contestadas siempre por la nia, con admiracin delos sacerdotes y lgrimas de sus padres. Haba para Mara tres clases de vestidos, que se pusieron en tresmomentos. Esto tena lugar en un gran espacio junto a la sala del comedor, que reciba la luz por una aberturacuadrangular abierta en el techo, a menudo cerrada con una cortina. En el suelo haba un tapete rojo y en

    medio de la sala un altar cubierto de pao rojo y encima blanco transparente. Sobre el altar haba una cajacon rollos escritos y una cortina que tena dibujada o bordada la imagen de Moiss, envuelto en su granmanto de oracin y sosteniendo en sus brazos las tablas de la ley.

    He visto a Moiss siempre de anchas espaldas, cabeza alta, nariz grande y curva, y en su gran frente doselevaciones vueltas un tanto una hacia otra, todo lo cual le daba un aspecto muy particular. Estas especies decuernos los tuvo ya Moiss desde nio, como dos verrugas. El color de su rostro oscuro de fuego y loscabellos rubios. He visto a menudo semejante especie de cuernos en la frente de antiguos profetas yermitaos y a veces una sola de estas excrecencias en medio de la frente.

    Sobre el altar estaban los tres vestidos de Mara; haba tambin paos y lienzos obsequiados por losparientes para el arreglo de la nia. Frente al altar vease, sobre gradas, una especie de trono. Joaqun, Ana y

    los miembros de la familia se encontraban reunidos. Las mujeres estaban detrs y las nias al lado de MaraLos sacerdotes entraron con los pies descalzos. Haba cinco, pero slo tres de ellos llevaban vestidurassacerdotales e intervenan en la ceremonia.

    Un sacerdote tom del altar las diversas prendas de la vestimenta, explic su significado y presentlas a lahermana de Ana, Maraha de Sforis, la cual visti con ellas a la nia Mara. Le pusieron primero un vestiditoamarillo y encima, sobre el pecho, otra ropa bordada con cintas, que se pona por el cuello y se sujetaba alcuerpo. Despus, un mantito oscuro con aberturas en los brazos; por arriba colgaban algunos retazos degnero. Este manto estaba abierto por arriba y cerrado por debajo del pecho. Calzronle sandalias oscurascon suelas gruesas de color amarillo. Tena los cabellos rubios peinados y una corona de seda blanca con

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    variadas plumas. Colocronle sobre la cabeza un velo cuadrado de color ceniza, que se poda recoger bajolos brazos para que stos descansaran como sobre dos nudos. Este velo pareca de penitencia o de oracin.

    Los sacerdotes le dirigieron toda clase de preguntas relacionadas con la manera de vivir las jvenes en eltemplo. Le dijeron, entre otras cosas: Tus padres, al consagrarte al templo, han hecho voto de que nobebers vino ni vinagre, ni comers uvas ni higos. Qu quieres agregar a este voto?... Pinsalo durante lacomida. A los judos, especialmente a las jvenes judas, les gusta mucho el vinagre, y Mara tambin tenagusto en beberlo. Le hicieron otras preguntas y le pusieron un segundo gnero de vestido. Constaba ste deuno azul celeste, con mantito blanco azulado, y un adorno sobre el pecho y un velo transparente de seda

    blanca con pliegues detrs, como usan las monjas. Sobre la cabeza la pusieron una corona de cera adornadacon flores y capullos de hojas verdes. Los sacerdotes le pusieron otro velo para la cara: por arriba pareca unagorra, con tres broches a diversa distancia, de modo que se poda levantar un tercio, una mitad o todo el velosobre la cabeza. Se le indic el uso del velo: cmo tena que recogerlo para comer y bajarlo cuando fuesepreguntada.

    Con este vestido presentse Mara con los dems a la mesa: la colocaron entre los dos sacerdotes y unoenfrente. Las mujeres con otros nios se sentaron en un extremo de la mesa, separadas de los hombres.Durante la comida probaron los sacerdotes a la nia Mara en el uso del velo. Hubo preguntas y respuestasTambin se le instruy acerca de otras costumbres que deba observar. Le dijeron que poda comer de todopor ahora dndole diversas comidas para tentarla. Mara los dej a todos maravillados con su forma deproceder y con las respuestas que les daba. Tom muy poco alimento y responda con sabidura infantil que

    admiraba a todos. He visto durante todo el tiempo a los ngeles en torno a ella, que le sugeran y guiaban entodos los casos.

    Despus de la comida fue llevada a la otra sala, delante del altar, donde le quitaron los vestidos de la segundaclase para ponerle los de la tercera. La hermana de Santa Ana y un sacerdote la revistieron de los nuevosvestidos de fiesta. Era un vestido color violeta con adorno de pao bordado sobre el pecho. Se ataba decostado con el pao de atrs, formaba rizos y terminaba en punta por debajo. Pusironle un mantito violetams amplio y ms festivo, redondeado por detrs, que pareca una casulla de misa. Tena mangas anchaspara los brazos y cinco lneas de adornos de oro. La del medio estaba partida y se recoga y cerraba conbotones. El manto estaba tambin bordado en las extremidades. Luego se le puso un velo grande: de unaparte caa en blanco y de otra en blanco violeta sobre los ojos. Sobre esto colocronle una corona cerrada,con cinco broches, que constaba de un crculo de oro, ms ancho arriba, con picos y botones. Esta corona

    estaba revestida de seda por fuera, con rositas y cinco perlas de adorno; los cinco arcos terminales eran deseda y tenan un botn. El escapulario del pecho estaba unido por detrs; por delante, tena cintas. El mantoestaba sujeto por delante sobre el pecho.

    Revestida en esta forma fue la nia Mara llevada sobre las gradas del altar. Las nias rodeaban el altar deuno y otro lado. Mara dijo que no pensaba comer carne ni pescado ni tomar leche; que slo tomara unabebida hecha de agua y de mdula de junco, que usaban los pobres y que pondra a veces en el agua unpoco de zumo de terebinto. Esta bebida es como un aceite blanco, se expande, y es muy refrescante aunqueno tan fina como el blsamo. Prometi no gustar especias y no comer en frutas ms que unas bayas amarillasque crecen como uvas. Conozco estas bayas: las comen los nios y la gente pobre. Tambin dijo que queradescansar sobre el suelo y levantarse tres veces durante la noche para rezar. Las personas piadosas, Ana yJoaqun lloraban al or estas cosas. El anciano Joaqun, abrazando a su hija, le deca: "Ah, hija! Esto es muy

    duro de observar. Si quieres vivir en tanta penitencia creo que no te podr ver ms, a causa de mi avanzadaedad". Era una escena muy conmovedora. Los sacerdotes le dijeron que se levantara slo una vez, como lasdems, y le hicieron otras propuestas para mitigar sus abstinencias. Le impusieron comer otros alimentos,como el pescado, en las grandes festividades.

    Haba en Jerusaln, en la parte baja de la ciudad, un gran mercado de pescados, que reciba el agua de lapiscina de Bethseda. Un da qu falt el agua, Herodes el Grande quiso construir all un acueducto,vendiendo, para lograr dinero, vestiduras sacerdotales y vasos sagrados del templo. Por este motivo hubo unintento de sublevacin, pues los esenios, encargados de la inspeccin de las vestiduras sacerdotales

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    acudieron a Jerusaln de todas partes del pas y se opusieron firmemente. Record en este momento estascosas.

    Por ltimo dijeron los sacerdotes: "Muchas de las otras nias que van al templo sin pagar su manutencin ysus vestidos, se comprometen, con el consentimiento de sus padres, a lavar los vestidos de los sacerdotesmanchados con la sangre de las vctimas, y otros paos burdos, trabajo muy pesado que lastima las manosT no necesitas hacer esto, porque tus padres te costean tu manutencin". Mara respondi prontamente quequera hacer tambin eso, si era tenida por digna de hacerlo. Joaqun se emocion grandemente al orlaMientras se hacan estas ceremonias vi que Mara, en varias ocasiones, haba crecido de tal modo ante ellos,

    que los superaba en altura. Era una seal de la gracia y de su sabidura. Los sacerdotes se mostraron serioscon grata admiracin.

    Por ltimo fue bendecida la nia Mara por el sacerdote. La he visto de pie sobre el tronito resplandeciente.Dos sacerdotes estaban a su lado; otro, delante. Los sacerdotes tenan rollos en las manos y rezaban precessobre ella con las manos extendidas. Tuve una admirable visin de Mara. Me pareca que por la bendicin sehaca transparente. Vi una gloria de indescriptible esplendor y dentro de ella el misterio del Arca de la Alianzacomo si estuviese en un brillante vaso de cristal, Luego vi el c