Informe del BID. Los costos del crimen y la violencia en el bienes en ALyC.pdf

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Los costos del crimen y

la violencia en el bienestar

en Amrica Latina y el Caribe

EditoraLaura Jaitman

Divisin de Capacidad Institucional del EstadoSector de Instituciones para el Desarrollo


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Catalogacin en la fuente proporcionada por la

Biblioteca Felipe Herrera del

Banco Interamericano de Desarrollo

Los costos del crimen y la violencia en el bienestar en Amrica Latina y el Caribe / Laura Jaitman, editora.

p. cm. (Monografa del BID ; 354)

Incluye referencias bibliogrficas.

1. CrimeSocial aspectsLatin America. 2. ViolenceSocial aspectsCaribbean Area. 3. CrimeStatistics

Latin America. 4. ViolenceStatisticsCaribbean Area. 5. Public welfareLatin America. 6. Public welfare

Caribbean Area. I. Jaitman, Laura, editora. II. Banco Interamericano de Desarrollo. Divisin de Capacidad

Institucional del Estado. III. Serie. IDB-MG-354

Cdigo de publicacin:IDB-MG-354

Clasificaciones JEL:K42, O17, O57

Palabras clave:costo del crimen, Amrica Latina y el Caribe, metodologas de estimacin de costos, sistemas

estadsticos

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tive Commons IGO 3.0 Reconocimiento-NoComercial-SinObrasDerivadas (CC-IGO 3.0 BY-NC-ND) (http://

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1300 New York Avenue, N.W.

Washington, D.C. 20577www.iadb.org

El Sector de Instituciones para el Desarrollo fue responsable de la produccin de la publicacin.

Coordinacin de la produccin editorial:Sarah Schineller (A&S Information Specialists, LLC)

Traduccin: Alberto Magnet y Francisco Pance

Revisin editorial: Victoria Anauati, Roberto Guerrero Compen y Laura Jaitman

Lectura de pruebas:Claudia M. Pasquetti

Diagramacin:The Word Express, Inc.


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iii

ndice

Acerca de los autores ....................... ...................... ....................... ...................... .................... v

Prlogo ...................................................................................................................................... vii

1. Introduccin: los costos del crimen en el bienestar ........................................... 1Laura Jaitman, Banco Interamericano de Desarrollo

Los costos indirectos ........................................................................................................................ 3

La disposicin a pagar para reducir el crimen ..................................................................... 3

El crimen y la violencia en Amrica Latina y el Caribe:

es la regin una excepcin? ............................................................................................. 4

Sobre este volumen ........................................................................................................................... 8

Pasos a seguir ....................................................................................................................................... 12

Referencias............................................................................................................................................. 13

2. Un marco conceptual para interpretar los costos del crimen

en el bienestar ........................................................................................................... 15

Rodrigo R. Soares, So Paulo School of Economics

Marco terico ........................................................................................................................................ 17

Las metodologas ............................................................................................................................... 22

Resultados de la literatura.............................................................................................................. 28

Observaciones finales ...................................................................................................................... 33

Referencias............................................................................................................................................. 35

3. Costos del delito segn el mtodo contable: un estudio comparado

de los casos de Chile, Costa Rica, Honduras, Paraguay y Uruguay ................. 37

Mauricio Olavarra Gambi, Universidad de Santiago de Chile

Panorama de la victimizacin....................................................................................................... 39

Cuestiones metodolgicas ............................................................................................................ 45Los costos del delito y la violencia............................................................................................. 55

Costos en amplia perspectiva internacional comparada ............................................... 60

Corolario .................................................................................................................................................. 63

Referencias............................................................................................................................................. 65


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iv LOS COSTOS DEL CRIMEN Y LA VIOLENCIA EN EL BIENESTAR EN AMRICA LATINA Y EL CARIBE

4. Costos indirectos del delito: evidencia de Amrica Latina ............................... 69

Mauricio Olavarra Gambi, Universidad de Santiago de Chile, y

Roberto Guerrero Compen, Banco Interamericano de Desarrollo

La evidencia emprica reciente .................................................................................................... 70

Conclusin ............................................................................................................................................. 78

Referencias............................................................................................................................................. 80

5. Hacia un sistema estadstico sobre la delincuencia en

Amrica Latina y el Caribe ...................................................................................... 81

Laura Jaitman, Banco Interamericano de Desarrollo

Sistemas de estadsticas sobre la delincuencia en Amrica Latina y el Caribe .. 82

Qu constituye un sistema de estadsticas idneo sobre la delincuencia?

Qu tan lejos se encuentra Amrica Latina y el Caribe de ese ideal? ....... 89

Dnde est Amrica Latina y el Caribe en trminos

del sistema ideal de estadsticas sobre delincuencia? ......................................... 94

Proyectos internacionales para mejorar

las estadsticas sobre la actividad delictiva ............................................................... 95

Conclusin .............................................................................................................................................. 97Referencias............................................................................................................................................. 99


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v

Acerca de los autores

Roberto Guerrero Compen es un joven profesio-

nal de la Divisin de Capacidad Institucional del

Estado del Banco Interamericano de Desarrollo.

Posee un doctorado en economa y una maestra

en desarrollo internacional del Instituto Tecnol-

gico de Massachusetts (MIT) y es licenciado en

economa por la Universidad Autnoma de Nuevo

Len y en ciencia poltica por el Instituto de Estu-

dios Polticos de Pars. Sus lneas de investigacin

son economa del crimen, reduccin de la pobreza

y evaluacin de programas, con nfasis en Am-

rica Latina, y es autor de mltiples artculos,

monografas y captulos de libros. Actualmente

promueve la agenda de conocimiento del cluster

de Seguridad Ciudadana y Justicia del BID. Su tra-

bajo Vulnerabilidad, subsistencia y calentamiento

global en Mxico: el impacto de los choques cli-

mticos en el bienestar social obtuvo en 2014 el

Premio Nacional de Investigacin en Economa

del Banco Nacional de Mxico. Anteriormente, se

desempe como investigador para la Organiza-

cin de las Naciones Unidas para la Educacin, la

Ciencia y la Cultura (Unesco), el Programa Mun-

dial de Alimentos, la Oficina de Naciones Unidas

en Ginebra y el Gobierno de Mxico. Se incorpor

al BID en 2012, como consultor del Departamento

de Investigacin y la Divisin de Gestin Fiscal y

Municipal.

Laura Jaitman coordina la agenda de investiga-

cin de Seguridad Ciudadana y Justicia dentro de

la Divisin de Capacidad Institucional del Estado

del Banco Interamericano de Desarrollo. Reci-

bi su doctorado en economa de la University

College de Londres (Reino Unido). Se especializa

en economa del crimen, economa poltica y eva-

luacin de polticas. En particular, realiza investi-

gacin sobre los costos del crimen y su impacto

en la economa, los patrones y dinmica del cri-

men y la evaluacin de intervenciones para miti-

gar y prevenir la violencia. Cuenta con una dcada

de experiencia en mltiples programas de desa-

rrollo en diversos pases de Amrica Latina y el

Caribe, desempendose como consultora para

el BID, el Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab

(J-PAL), el Banco Mundial y la Asociacin de Eco-

noma de Amrica Latina y el Caribe (LACEA). Es

autora de investigaciones publicadas en revistas

arbitradas internacionales, como Economic Jour-

nalyJournal of Economic Behavior and Organiza-

tion, entre otras.

Mauricio Olavarra-Gambi es profesor titular de

la Universidad de Santiago de Chile; es doctor en

polticas pblicas por la Universidad de Maryland

at Collage Park, Estados Unidos; magster en estu-

dios internacionales de la Universidad de Chile,

licenciado en ciencias del desarrollo por ILADES

y administrador pblico por la Universidad de

Chile. Ha ejercido diversos cargos directivos en

universidades y ha sido consultor del Banco Mun-

dial, del Banco Interamericano de Desarrollo, de


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vi LOS COSTOS DEL CRIMEN Y LA VIOLENCIA EN EL BIENESTAR EN AMRICA LATINA Y EL CARIBE

EuroSocial y de la Organizacin Panamericana de

la Salud (OPS). Es editor regional para Amrica

Latina y el Caribe de la Global Encyclopedia of

Public Administration and Public Policyde la Edi-

torial Springer. Sus investigaciones, publicaciones

y docencia se concentran en polticas pblicas,pobreza, desigualdad y criminalidad. Es tambin

autor de nueve libros, 18 captulos de libros, 30

artculos publicados en revistas acadmicas inter-

nacionales indexadas y numerosos informes pro-

fesionales presentados en Chile y el extranjero.

Rodrigo Soareses profesor de la Escuela de Economa

de So Paulo, Fundao Getlio Vargas (EESP-FGV).

Recibi su Ph.D. en economa de la University of Chi-

cago en 2002. Su investigacin se centra en la econo-

ma del desarrollo, abarcando temas de salud, capital

humano y poblacin, hasta corrupcin, instituciones

y crimen. Es miembro de la Academia Brasilea de

Ciencias, investigador del National Bureau of Econo-mic Research, e investigador en el Instituto para el

Estudio del Trabajo (IZA), Alemania. Desde 2005, ha

trabajado como consultor para el Banco Mundial y el

Banco Interamericano de Desarrollo en diversos pro-

yectos relacionados con la salud, el crimen y la vio-

lencia, y desde 2009 es miembro del Consejo Asesor

Internacional del Instituto Nacional para la Salud y la

Excelencia Clnica (Reino Unido).


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vii

Prlogo

Amrica Latina y el Caribe es la regin ms

violenta del mundo. En ella habita el 9%

de la poblacin mundial, pero se registra

el 33% de los homicidios de todo el mundo. Con

una tasa de homicidios superior a 20 homicidios

por cada 100.000 habitantes y con una ligera

tendencia ascendente el problema del crimen

en la regin constituye una preocupacin de pri-

mer orden para sus ciudadanos.

Las consecuencias del crimen y la violencia

son graves y duraderas. El crimen y el temor al cri-

men influyen en la conducta de las personas, limi-

tan las decisiones de inversin de las empresas,

minan la confianza en las instituciones responsa-

bles de garantizar la seguridad pblica y distorsio-

nan la asignacin de recursos pblicos y privados.

Adems, el crimen afecta a las relaciones en todos

los niveles, desde la relacin de los ciudadanos

con sus comunidades hasta las relaciones exterio-

res de los pases, dado que a menudo ocurre que

los delitos cruzan las fronteras nacionales, sobre

todo cuando hay bandas criminales implicadas. El

crimen deprecia el capital humano fsico y social

de la sociedad y afecta de manera desproporcio-

nada a los pobres, erosionando sus medios de

subsistencia, ya de por s exiguos.

Por consiguiente, el crimen y la violencia

imponen costos significativos a la economa y

constituyen una amenaza severa para el desarrollo

econmico de los pases. Para el Banco Interame-

ricano de Desarrollo (BID), la seguridad ciudadana

y la justicia son prioridades institucionales. El BID

tiene ms de 15 aos de experiencia operativa

en este mbito en la mayora de los pases de la

regin y ha prestado apoyo tcnico y financiero

para la prevencin y el control del crimen.

En este contexto, las estimaciones de los

costos del crimen y la violencia pueden arro-

jar luz sobre la envergadura del problema y, de

esta manera, contribuir a cuantificar las inversio-

nes, gastos y prdidas que el delito entraa para

los hogares, las empresas y el sector pblico. La

estimacin del costo del crimen es til para fun-

damentar ms adecuadamente las polticas de

prevencin y control del crimen, as como para

mejorar la asignacin de recursos en la economa.

Tambin puede contribuir a sensibilizar a la pobla-

cin acerca del problema y situar el tema en la

agenda poltica a nivel nacional e internacional.

Cul es el costo del crimen y la violencia en

el bienestar en Amrica Latina y el Caribe? Cmo

se pueden medir? Cmo se pueden reducir? A

pesar de que se trata de un asunto muy impor-

tante, los costos del crimen y la violencia no han

sido estudiados sistemticamente en la regin. Las

estimaciones de estos costos no se proponen dar

una cifra exacta sino ms bien un orden de mag-

nitud para entender la dimensin del problema en

un pas o una comunidad. Esto se debe a que hay

diferentes metodologas y cada una requiere una

amplia gama de supuestos, de modo que los resul-

tados pueden variar segn los autores y mtodos,


10/111

viii LOS COSTOS DEL CRIMEN Y LA VIOLENCIA EN EL BIENESTAR EN AMRICA LATINA Y EL CARIBE

aun cuando se trate del mismo lugar y tiempo.

Adems, es difcil y complejo obtener la informa-

cin necesaria para estimar los costos del crimen,

y requiere ms supuestos y el uso de mtodos de

estimacin indirectos.

En los ltimos 20 aos se ha observado uninters creciente por este tema en la regin, pro-

bablemente debido al aumento de la incidencia del

crimen. En los primeros estudios regionales, realiza-

dos entre 1998 y 2002, las estimaciones de los cos-

tos del crimen eran muy diversas, y oscilaban entre

el 2% y el 14% del producto regional bruto. Tambin

se han llevado a cabo estudios de casos nacionales

que cubren aspectos relevantes, como los costos

de la violencia domstica en Nicaragua y Chile; los

costos de la violencia en El Salvador y Guatemala;los costos del crimen en Chile; los costos del cri-

men en Argentina basndose en encuestas sobre

la victimizacin; y los costos del crimen en Jamaica.

Todos estos trabajos han contribuido a mejorar las

metodologas y las fuentes de informacin.

Este volumen es el primer paso hacia un anli-

sis sistemtico y riguroso de los costos del crimen

y la violencia en Amrica Latina y el Caribe. Es el

primero de una serie de estudios que abordarn

diferentes temas relacionados con la estimacin

de los costos del crimen y la eficiencia del gasto

pblico en seguridad ciudadana. Este tema es uno

de los pilares de la agenda de conocimiento de

Seguridad Ciudadana y Justicia dentro de la Divi-

sin de Capacidad Institucional del Estado del BID.

El objetivo del volumen consiste en divulgar

los conocimientos generados ltimamente sobre

el tema a travs de rigurosas investigaciones pro-

movidas por el BID y presentarlos de una manera

accesible para un pblico amplio y relevante, entre

los cuales se incluye a acadmicos y responsables

de las polticas. Se presentan los principales mar-

cos tericos y las metodologas economtricas,

estimaciones estandarizadas y lecciones apren-

didas a partir de las intervenciones de polticas

pblicas. Esta informacin ser til para dise-

ar e implementar mejores polticas en el futuro.

Tambin esperamos que este volumen sirva

como motivacin para promover el conocimiento

e incentivar la investigacin terica y emprica

sobre los costos del crimen en la regin.

Basndose en el trabajo que el BID ha pro-

movido sobre este tema concreto desde 2012, elvolumen analiza, en primer lugar, las caracters-

ticas del crimen y la violencia en Amrica Latina

y el Caribe. Tambin presenta una interpretacin

de cmo medir y estimar los costos del crimen en

el bienestar de una sociedad. Se clarifican y rela-

cionan numerosos conceptos importantes, como

la disposicin a pagar, la valoracin contingente,

los tipos de costos directos, indirectos e intan-

gibles, y las metodologas de estimacin. Poste-

riormente, el volumen establece un marco tericopara entender qu variables estiman las diferentes

metodologas y cmo estas pueden (o no pueden)

compararse, y ofrece ejemplos de estimaciones

de los costos utilizando los distintos mtodos.

Quisiera agradecer a los autores y a las perso-

nas que han contribuido a los captulos de este volu-

men por sus valiosos aportes: Diego Aboal, Jorge

Agero, Nicols Ajzenman, Nathalie Alvarado, Vic-

toria Anauati, Ana Basco, Gustavo Beliz, Kaizo Bel-

trao, Gabriela Caldern, Jorge Campanella, Ana

Corbacho, Sebastian Galiani, Rogelio Granguillhome

Ochoa, Arlen Guarn, Roberto Guerrero Compen,

Ana Mara Ibez, Laura Jaitman, Phil Keefer, Martin

Foureaux Koppensteiner, Bibiana Lanzilotta, Beatriz

Magaloni, Rosa Massena, Marco Manacorda, Carlos

Medina, Jos Antonio Meja-Guerra, Catalina Mertz,

Nicols Muoz, Mauricio Olavarra, Gustavo Robles,

Catherine Rodrguez, Ana Mara Rodrguez-Ortiz,

Mauricio Ruiz Vega, Carlos Santiso, Carlos Scartas-

cini, Enrique Seira, Rodrigo Soares, Carina Solmi-

rano, Jorge Srur, Jorge Tamayo, Francisco Torres,

Vctor Vzquez, David Vetter, y David Zarruck.

Santiago Levy

Vicepresidente de Sectores y Conocimiento


Washington D.C., septiembre de 2015


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1

Introduccin: los costos del crimenen el bienestar

Laura Jaitman, Banco Interamericano de Desarrollo

El objetivo de este volumen consiste en ini-

ciar un anlisis sistemtico y riguroso de

los costos del crimen y la violencia en

Amrica Latina y el Caribe. A cunto ascienden

estos costos en la regin? Antes de responder a

esta pregunta, deberamos definir a qu aludi-

mos cuando hablamos de costos del crimen y la

violencia. En su trabajo histrico Tratado sobre

los delitos y las penas, publicado en 1764, el cri-

minlogo italiano Cesare Beccaria fue el primero

en definir conceptos fundamentales de la econo-

ma del crimen, incluyendo el concepto de que

los crmenes solo deben ser medidos por los cos-

tos que imponen a la sociedad. En economa, nos

referimos a esos costos como los costos del cri-

men en el bienestar.

Qu son exactamente los costos sociales del

crimen y cmo podemos medirlos? Estos costos

incluyen los costos directos como resultado de

los crmenes: lesiones, daos y prdidas. Tam-

bin hay costos de prevencin del crimen, como

el gasto pblico y privado en seguridad. Hay otros

costos relativos a cmo se responde ante el cri-

men, como el costo del sistema de justicia penal.

Tambin deberamos tener en cuenta otros costos

indirectos o intangibles, como los cambios en el

comportamiento debido al temor al crimen o los

costos para las familias de las vctimas. En realidad,

hay probablemente muchas otras consecuencias

del crimen que son costosas y deberan tenerse

en cuenta, entre ellas la posibilidad de que, en

ocasiones, lo que las personas estn dispuestas

a pagar para reducir el crimen puede superar por

mucho los costos totales reales del crimen para

la sociedad. Por lo tanto, la incidencia del crimen,

as como el temor al crimen y la violencia, provoca

numerosas distorsiones en la economa.

En la literatura sobre los costos del crimen, se

distingue entre costos externos y costos socia-

les. Los costos externos son aquellos impuestos

por una persona a otra, en circunstancias en que

esta ltima no acepta voluntariamente esa conse-

cuencia negativa. Por ejemplo, los costos exter-

nos asociados con un asalto incluyen la propiedad

robada, los costos mdicos, los salarios perdidos

y el dolor y sufrimiento padecido por la vctima.

La vctima ni pidi ni acept voluntariamente una

compensacin por padecer estas prdidas. Ade-

ms, la sociedad considera que imponer estos

costos externos es un error moral y contrario a la

1


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2 LOS COSTOS DEL CRIMEN Y LA VIOLENCIA EN EL BIENESTAR EN AMRICA LATINA Y EL CARIBE

ley, de modo que al agresor se le acusar de un

delito y ser juzgado correspondientemente.

Los costos sociales son aquellos que reducen

el bienestar total de la sociedad. En este caso, los

costos mdicos y los salarios perdidos son clara-

mente costos sociales porque son recursos que sepodran haber destinado a otros fines en la econo-

ma o a una actividad socialmente productiva. A

pesar de que los costos del dolor y el sufrimiento

no son verdaderos bienes o servicios que se inter-

cambian en el mercado, los individuos estn dis-

puestos a pagar para evitar el dolor, el sufrimiento

y la prdida de calidad de vida asociada con la

condicin de vctima de un delito. Por lo tanto, en

la medida en que la sociedad se ocupa del bie-

nestar de las vctimas del crimen, estos costostambin deberan considerarse costos sociales de

la victimizacin.

Qu costos sociales habra que considerar

y cmo se pueden medir y traducir estos costos

en trminos monetarios? Se trata de preguntas

muy difciles, tanto desde un punto de vista te-

rico como emprico. El primer paso, al embarcarse

en el anlisis de los costos del crimen, consiste en

elaborar una lista de todos los costos que pare-

cera razonable incluir. Esto dar una idea de la

complejidad del ejercicio de estimar los costos del

crimen de una manera rigurosa y sistemtica. Y se

trata de un ejercicio en el que los lectores de este

volumen pueden participar haciendo una lista de

los costos del crimen y la violencia que son impor-

tantes para ellos. Los invitamos a ello.

Se puede empezar con los costos ms evi-

dentes: el crimen y la violencia producen daos a

la propiedad y lesiones a las personas que resul-

tan caras. Para incluir estos costos, tendramos

que cuantificar y valorar la prdida material, as

como tambin valorar las lesiones de las vctimas,

por ejemplo, asignando un precio a los ingresos no

percibidos durante el resto de la vida productiva

de quienes han muerto, los das de trabajo perdi-

dos o los gastos mdicos y discapacidades sufri-

das como resultado de un delito. Sin embargo,

medir esto no es tarea fcil y requiere numerosos

supuestos.

Es probable que la lista tambin incluyese

bienes robados: automviles, motos, telfonos

celulares, etctera. Los hurtos y los robos son muy

habituales en las ciudades de Amrica Latina y elCaribe. Deberamos tener en cuenta esos bienes

en el clculo de los costos del crimen? Estricta-

mente hablando, estos bienes no desaparecen

completamente de la economa; ms bien, son

transferidos de un propietario legal a un propie-

tario ilegal. Puede que se produzca una prdida

parcial debido a daos y a la prdida de utilidad,

si la utilidad del bien no es la misma para el ladrn

que para el propietario. En la literatura persiste el

debate sobre si se deberan incluir estos costos,ya que algunos autores sostienen que la propie-

dad robada es un costo externo pero no tcni-

camente un costo social porque el delincuente

puede disfrutar del uso de la propiedad. Por ejem-

plo, Cook (1983) sostiene que el concepto rele-

vante debera ser el costo social, que excluira las

transferencias de dinero o propiedad.

La diferencia entre costos sociales y costos

externos es ms clara en los denominados cr-

menes sin vctimas, como el consumo de dro-

gas, la prostitucin y las apuestas (Bergelson,

2013). Normalmente, se piensa que estos delitos

son ofrecidos y demandados voluntariamente y,

por lo tanto, los individuos incurren tanto en el

costo directo como en el beneficio. Sin embargo,

se trata de actividades ilegales que tienen claras

consecuencias negativas para la sociedad. Por

ejemplo, el consumo de drogas impone nume-

rosos costos externos. Las personas que consu-

men drogas pueden ser menos productivas en el

trabajo, o cometer delitos para sufragar su con-

sumo de droga, o cometerlos cuando se encuen-

tran bajo los efectos de las drogas; los traficantes

tambin pueden dejar de trabajar en actividades

socialmente productivas; y la sociedad podra

tener que cargar con costos mdicos adicionales

para tratar a los drogadictos. En la medida en que


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INTRODUCCIN: LOS COSTOS DEL CRIMEN EN EL BIENESTAR 3

estos costos externos puedan ser identificados y

medidos, deberan incluirse como costos de los

crmenes sin vctimas.

Adems de estos costos que son consecuen-

cia directa del crimen, hay otros costos en la pre-

vencin del crimen que quiz los lectores hayanincluido en su lista. Tenemos la tendencia a pro-

tegernos con sistemas privados de seguridad,

alarmas y rejas, y los gobiernos nos protegen asig-

nando una parte no desdeable del presupuesto

a la prevencin y disuasin del crimen a travs de

los cuerpos de polica y de intervenciones espec-

ficas. Las empresas tambin gastan en seguridad

para no convertirse en vctimas. La seguridad pri-

vada y pblica es cara y produce una distorsin en

la economa. Por ejemplo, cuando compramos unautomvil, solemos comprar una alarma para evi-

tar el robo. La alarma no agrega ningn valor a los

servicios que presta el automvil pero gastamos

dinero en ella de todas maneras. Por lo tanto, el

crimen distorsiona el comportamiento de los con-

sumidores y extrae recursos de la sociedad que

podran tener destinos ms eficientes.

Por ltimo, despus de que se produce un cri-

men, hay costos asociados con la respuesta legal

que se le da, incluyendo el sistema de justicia penal,

los abogados, las prisiones e incluso los ingresos

perdidos de los reclusos si son improductivos mien-

tras permanecen en prisin. Se trata de costos muy

altos para la sociedad, y cuanto ms ineficiente sea

el sistema de justicia, mayores costos se genera-

rn. Por ejemplo, las altas tasas de prisin preven-

tiva contribuyen a los altos costos generados por el

crimen. Un sistema de justicia ineficiente tambin

aumenta los costos de los delitos si las tasas de

delitos resueltos son bajas, o si la impunidad reduce

la pena prevista por cometer un delito, y aumenta

as la probabilidad de que se cometan delitos.

Los costos indirectos

Todos los costos mencionados ms arriba se con-

sideran costos directos, pero hay otros costos que

pueden ser importantes y ms difciles de medir.

Entre estos costos indirectos se puede incluir, por

ejemplo, las consecuencias para las familias de las

vctimas de delitos, que no acuden al trabajo o que

sufren traumas que les impiden desarrollar todo

su potencial productivo. Esto puede ocurrir en elcaso de los nios que viven en un hogar donde se

producen episodios de violencia domstica. Cul

es el alcance de estos costos indirectos? Cmo

los cuantificamos y los valoramos? Estimar y tra-

ducir estos costos en trminos monetarios puede

resultar difcil y requiere supuestos adicionales.

Hay otros aspectos importantes del crimen y

el temor al crimen que se podran incluir en la lista

de costos. Por ejemplo, el sufrimiento, el miedo y

la prdida de calidad de vida de las vctimas y susfamilias tambin son costos del crimen. En este

caso incluiramos todas las distorsiones provoca-

das por el crimen o por el temor al crimen, como

cambiar nuestras rutinas, aplazar las decisiones

de inversin de las empresas o reorientarlas a

otros pases ms seguros, entre otras distorsiones.

La disposicin a pagar para reducirel crimen

Si conseguimos calcular todos estos diferentes

componentes de los costos del crimen y los suma-

mos, es muy probable que la sociedad pagara al

menos esa cantidad para impedir los crmenes, y

probablemente mucho ms, dado que tanto las

vctimas como las no vctimas suelen cambiar

sus comportamientos, hbitos y rutinas debido al

temor al crimen. Recorremos caminos ms largos,

preferimos ciertos momentos del da para salir al

exterior, reasignamos el consumo o introducimos

otras alteraciones en lo que sera una vida nor-

mal sin delincuencia. Pagamos ms para vivir en

barrios ms seguros con el fin de reducir el riesgo

de victimizacin.

Por lo tanto, para medir los costos del cri-

men en el bienestar de la sociedad, tomando en

cuenta todas las posibles distorsiones debidas al


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crimen y al temor al crimen, el factor ms indica-

tivo debera ser la disposicin a pagar para reducir

el crimen. El mtodo habitual de estimacin de la

disposicin a pagar es la metodologa de valora-

cin contingente desarrollada en la literatura de

la economa ambiental. Esta metodologa ha sidoutilizada ampliamente para fijar un valor en dla-

res de bienes no comercializables en el mercado,

como mejorar la calidad del aire, salvar a espe-

cies en peligro de extincin y reducir el riesgo de

muerte prematura, beneficios sociales que no tie-

nen anlogos directos en el mercado (Hanemann,

1994). Sin embargo, esta metodologa an no ha

sido ampliamente utilizada para el crimen. Algu-

nas excepciones son Cook y Ludwig (2000) y

Ludwig y Cook (2001), que utilizan esta metodolo-ga para estimar la cantidad que el hogar prome-

dio en Estados Unidos estara dispuesto a pagar

para disminuir la violencia por uso de armas de

fuego. Los estudios calculan que el hogar prome-

dio estara dispuesto a pagar aproximadamente

US$200 al ao para disminuir en un 30% la vio-

lencia provocada por las armas en manos de cri-

minales y delincuentes juveniles, lo cual se traduce

en aproximadamente US$1 milln por lesin. De la

misma manera, Zarkin, Cates y Bala (2000) infor-

man sobre un estudio piloto en el que utilizan la

valoracin contingente para evaluar los progra-

mas de tratamiento de adiccin a las drogas.

Cohen et al.(2004) informan sobre los resul-

tados de una encuesta nacionalmente representa-

tiva de 1.300 adultos estadounidenses a quienes

se pregunt acerca de su disposicin a pagar

para disminuir el crimen en un 10% en su comu-

nidad. En las encuestas, normalmente la disposi-

cin a pagar es mayor que el valor real. Se lleg

a la conclusin de que el hogar promedio estaba

dispuesto a pagar entre US$100 y US$150 al ao

en programas de prevencin del crimen que redu-

jeran delitos especficos en un 10% en sus comu-

nidades. En total, estas cantidades implican una

disposicin a pagar con el fin de prevenir el cri-

men de aproximadamente US$25.000 por robo,

US$70.000 por asaltos graves, US$232.000 por

robo a mano armada, US$237.000 por violacin y

agresin sexual, y US$9,7 millones por asesinato.

En promedio, para Estados Unidos, las estima-

ciones ms recientes sobre la disposicin a pagar

equivalen a entre dos y siete veces la magnitud delas estimaciones de los costos del crimen, basn-

dose nicamente en el costo del crimen para las

vctimas y el sistema de justicia penal (Cohen et

al.2004). En Amrica Latina y el Caribe, la nica

estimacin de la disposicin a pagar es un estu-

dio de Ajzenman, Galiani y Seira(2015) en Mxico,

que trataremos en el captulo 4 de este volumen.

El crimen y la violencia en Amrica

Latina y el Caribe: es la regin unaexcepcin?

Antes de estudiar los costos del crimen, es funda-

mental analizar las principales tendencias y las pers-

pectivas en trminos del crimen y la violencia en la

regin y definir as las consecuencias del crimen.

Desafortunadamente, Amrica Latina y el Caribe

(ALC) es la regin ms violenta del mundo. En ella

vive menos del 9% de la poblacin mundial, pero se

registran el 33% de los homicidios en todo el mundo,

lo que la convierte en la regin con el mayor porcen-

taje de asesinatos en todo el mundo, con frica por

detrs con 31%, Asia en tercer lugar con 28% de los

homicidios, seguida de lejos por Europa y Amrica

del Norte, con solo 5% y 3% del total, respectiva-

mente, y Oceana, que representa menos del 0,3%.

De hecho, con tasas regionales de homicidios de

ms de 20 por cada 100.000 habitantes ms de

tres veces el promedio mundial ALC es la regin

ms peligrosa del planeta (grfico 1.1).

Los niveles de homicidios en la regin no solo

son altos sino que tambin se observan tenden-

cias preocupantes. Si bien en numerosas regio-

nes (como en el frica subsahariana) la tendencia

de homicidios disminuye, ALC es la nica regin

donde la violencia sigue siendo alta y ha seguido

aumentando desde 2005. De hecho, en la mayora


15/111


de los pases de ALC, los niveles de violencia son

tan altos que el aumento de la violencia se com-

para con el de una epidemia segn los estndares

internacionales (grfico 1.2).

En lo que se refiere a los robos, la situa-

cin apunta a un problema an ms endmico.

A pesar de que los datos son menos fiables en

trminos de comparabilidad, y suelen estar ms

desactualizados que los datos sobre homicidios,

es claro que los robos son desproporcionada-

mente habituales en Amrica Latina. Los datos

revelan que en menos de una dcada, la tasa de

robos en numerosos pases de ALC ha aumentado

drsticamente. Es igualmente preocupante el

hecho de que, en promedio, seis de cada 10 robos

en la regin son violentos (PNUD, 2013).

GRFICO 1.1 Tasas de homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes, 19952012

0

20

40

60

0

20

40

60

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

Asia oriental y el Pacfico Europa y Asia central

Tasad

ehomicidios

inte

ncionales

(por100.000habitantes)

Tasad

ehomicidios

inte

ncionales


0

20

40

60

0

20

40

60

1995

1996

1997

1998

1999

2000

20

01

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

20

10

2011

20

12

1995

1996

1997

1998

1999

200

0

20

01

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

20

10

20

11

20

12

Amrica Latina y el Caribe Oriente Medio y N. de frica

Tasadehomicidios

intencionales


Tasadehomicidios

intencionales


0

20

40

60

0

20

40

60

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

Amrica del Norte Asia meridional

Tasadehomicidios

intencionales


Tasadehomicidios

intencionales


0

20

40

60

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

frica subsahariana

Tasadehomicidios

intencionales


Fuente: Clculos del autor basados en datos de UNODC (2015).


16/111


Una vez establecido que los ndices de crimi-

nalidad en la regin son altos, podemos analizar

cmo los ndices de criminalidad de los pases de

ALC se comparan con los de otros pases segn

sus niveles de ingreso, desigualdad y pobreza. El

grfico 1.3 relaciona el ndice de criminalidad con la

riqueza de los pases medida por el PIB per cpita.

Se suele aceptar que cuanto ms altos los ingresos

de un pas, menor ser la incidencia de la violencia.

La lnea gris, que muestra la correlacin parcial de

la tasa de criminalidad con el PIB per cpita (con-

trolando por la desigualdad y la pobreza), confirma

esta relacin negativa. Observando los pases de

ALC, vemos que la mayora se encuentra muy por

encima de la lnea de regresin (la lnea gris que

muestra los valores ajustados). Por lo tanto, ALC

es una excepcin en cuanto a la incidencia del cri-

men dado su nivel de ingresos, porque las tasas de

homicidio de sus pases son ms altas de lo que

deberan ser con esos niveles de ingreso (algo que

no se explica por el hecho de que los pases de

ALC puedan ser ms pobres o ms desiguales). En

este captulo, ilustramos la situacin del caso de

los homicidios, pero esto tambin es vlido para

otras dimensiones de la violencia, como los robos

de vehculos motorizados (ver Jaitman y Guerrero

Compen, 2015 para ms informacin).

GRFICO 1.3 Tasas de homicidio y PIB percpita, 2012 o ltimo aodisponible

0

20

40

60

80

100

Tas

adehomicidiosintencionales

(por100.0

00habitantes)

5 6 7 8 9 10 11 12

PIB per cpita (log)

Amrica del Sur Amrica Central Caribe

frica subsahariana Resto del mundo Valores ajustados

ARG

BOL

BRA

CHL

COL

ECUGUY

PRY PER

SURURY

VEN

BLZ

CRI

SLVGTM

HND

MEX

NIC

PANATG

ABW

BHS

BRB

DOM

GRDHTI

JAM

KNA

LCA

VCT

TTO


GRFICO 1.2 Tasas de homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes por pas, 2012 oltimo ao disponible

HND

VEN

BLZ

SLV

GTM

JAM

COL

BHS

TTO

BRA

DOM

MEX

PAN

GUY

ECU

BOL

NIC

HTI

PRY

PER

CRI

URY

BRB

SUR

ARG

CUB

CHL

90,4

53,7

44,7

41,2

39,9

39,3

30,8

29,8

28,3

25,2

22,1

21,5

17,2

17,0

12,4

12,1

11,3

10,2

9,7

9,6

8,5

7,9

7,4

6,1

5,5

4,2

3,1

Tasadehomicidios(por100.000

habitantes)

Fuente: Banco Mundial, Indicadores del Desarrollo Mundial (2015).Nota: La lnea celeste indica un nivel epidmico de violencia; la lnea negra indica un nivel de violencia de conflicto civil.Cdigos de pases: HND (Honduras), VEN (Venezuela), BLZ (Belice), SLV (El Salvador), GTM (Guatemala), JAM (Jamaica),COL (Colombia), BHS (Bahamas), TTO (Trinidad y Tobago), BRA (Brasil), DOM (Repblica Dominicana), MEX (Mxico),PAN (Panam), GUY (Guyana), ECU (Ecuador), BOL (Bolivia), NIC (Nicaragua), HTI (Hait), PRY (Paraguay), PER (Per),CRI (Costa Rica), URY (Uruguay), BRB (Barbados), SUR (Suriname), ARG (Argentina), CUB (Cuba), CHL (Chile).


17/111


18/111


estos costos en la regin muestran que ALC es una

de las regiones con el mayor nmero de agentes

de polica por cada 100.000 habitantes. De hecho,

por su PIB per cpita, ALC tambin es una excep-

cin en esta variable (grfico 1.6).

Cuando comparamos el tamao de las fuerzasde polica por regin, en promedio ALC tiene 307

agentes de polica por cada 100.000 habitantes,

una tasa similar a Oriente Medio y Norte de frica

(365) y Europa y Asia Central (278) y mucho ms

alta que Amrica del Norte (222) y Sudfrica (125)

(UNODC, 2015). Sin embargo, la polica no parece

ser demasiado efectiva en la regin dado que las

tasas de homicidio son mucho ms altas en los

pases de ALC. El grfico 1.7 muestra la correla-

cin entre el tamao de las fuerzas de polica y latasa de homicidio.

En trminos de los sistemas de justicia, que

son una parte importante de los costos sociales

del crimen, hay escasas estadsticas compara-

bles. La poblacin penitenciaria en ALC es de 205

reclusos por cada 100.000 habitantes (UNODC

2015), menos de la tercera parte de lo registrado

en Amrica del Norte (684), similar a la de Europa

y el doble que en otras regiones en desarrollo. Sin

embargo, el rasgo distintivo en ALC es que tiene la

tasa de sobrepoblacin ms alta, con una capaci-

dad para solo 142 reclusos por cada 100.000 habi-

tantes. Las tasas de detencin preventiva tambinson muy altas en la regin, y la tasa ms alta, de

83%, corresponde a la poblacin reclusa de Bolivia.

Sobre este volumen

El objetivo de esta publicacin consiste en ini-

ciar un anlisis sistemtico y riguroso de los cos-

tos del crimen y la violencia en Amrica Latina y

el Caribe. Este es el primer volumen de una serie

de estudios sobre este tema patrocinados por elBanco Interamericano de Desarrollo (BID). Este

primer volumen se centra en temas metodolgi-

cos y conceptuales clave para una comprensin

integral del crimen y la violencia.

El captulo 2 presenta un modelo econmico

del crimen que conceptualiza el impacto de la vio-

lencia en el bienestar. Este modelo servir como

GRFICO 1.7 Personal de la polica y tasa de

homicidios intencionales, 2012o ltimo ao disponible

0

200

400

600

800

1000

Tasad

e

policas(por100.0

00h

abitantes)

0 20 40 60 80 100

Tasa de homicidios intencionales (por 100.000 habitantes)



HND

BRACHL

COLGUY

PRY

URY

CRI

SLVMEX

PANBRB

DOM

GRD

TTO


GRFICO 1.6 Personal de la polica y PIB

per cpita, 2012 o ltimo aodisponible

0

200

400

600

800

1000

Tasad

e

policas(por100.0

00h

abitantes)

5 6 7 8 9 10 11 12

PIB per cpita (log)



BRA

CHL

COLGUY

PRY

URY

CRI

SLV

HND

MEX

PAN BRB

DOM

GRD

TTO



19/111


el fundamento terico para posteriores captulos

y establecer relaciones tericas a travs de las

cuales se formulan hiptesis comprobables. Pone

de relieve que las dimensiones no monetarias

del costo del crimen y la violencia traen consigo

consecuencias sociales y econmicas indirectas,tanto a corto como a largo plazo, y tanto para los

delincuentes como para las vctimas.

Este captulo aborda las dificultades en rela-

cin con el desarrollo de metodologas para eva-

luar el impacto del crimen en el bienestar, dada

la amplia gama de costos indirectos e intangibles,

y tambin aborda los numerosos anlisis que se

han llevado a cabo en los ltimos aos para esti-

mar el costo del crimen y la violencia en ALC. El

captulo destaca las limitaciones de estos an-lisis y las potenciales ampliaciones para futuras

investigaciones.

El modelo econmico, basado en los trabajos

de Becker (1968), Stigler (1970) y Ehrlich (1973),

presenta las consecuencias directas del crimen en

el bienestar de las vctimas potenciales como una

funcin de la probabilidad de victimizacin y de

la cantidad de bienes perdidos, as como los gas-

tos en seguridad pblica o privada y en el sistema

judicial. De la misma manera, el modelo captura

las prdidas en el bienestar de los delincuentes en

trminos de esfuerzos fsicos y/o normativos para

cometer un acto criminal y por la probabilidad

y severidad de una pena potencial; las prdidas

y los costos de oportunidad en que incurren los

delincuentes (en trminos monetarios u otros) al

ser capturados; y los gastos en la polica, los delin-

cuentes y el sistema judicial.

La prdida social asociada con el crimen es la

diferencia en el bienestar esperado de las vctimas

potenciales y los delincuentes entre los escenarios

con crimen y sin crimen. En este contexto, este

captulo sostiene que el problema tpico al que

se enfrenta un gobierno es cmo asignar los gas-

tos a la prevencin y penalizacin del crimen de

una manera que minimice las prdidas sociales.

Despus de exponer una estructura terica para

orientar la discusin, el captulo se vuelca sobre

las diferentes metodologas utilizadas para esti-

mar los costos del crimen y la violencia.

Dado que no hay un marco unificado que

aborde todas las dimensiones de los costos del

crimen y la violencia en el bienestar, el captulopresenta las diversas metodologas que se han

desarrollado para estudiar ciertos aspectos del

problema, entre ellas el mtodo contable, los estu-

dios de valoracin contingente y otros enfoques

de la disposicin marginal a pagar (incluyendo

modelos hednicos). Despus, el captulo ilustra

resultados empricos relevantes de la literatura

basada en estos enfoques en trminos de los cos-

tos del crimen, el aumento potencial del bienestar

debido a la reduccin del crimen y otras conse-cuencias del crimen, con nfasis particular en los

estudios de ALC.

El captulo 3 aplica el mtodo contable intro-

ducido en el captulo 2 para estimar el costo del

crimen en cinco pases de Amrica Latina. Los

delitos estudiados son crmenes contra las per-

sonas y la propiedad, como homicidios, asaltos,

robos y hurtos en viviendas. El captulo aplica la

clasificacin de crmenes propuesta por Brand y

Price (2000) para identificar si los gastos se rea-

lizaron como anticipacin, como consecuencia o

como respuesta a actos delictivos. Como tal, el

costo del crimen se expresa como los gastos tota-

les de los hogares, las empresas y el Estado para

disminuir la violencia.

El captulo utiliza definiciones homogneas

del crimen y metodologas de costo para presen-

tar estimaciones comparables del costo del crimen

en los cinco pases (Chile, Costa Rica, Honduras,

Paraguay y Uruguay). Tambin ofrece hechos estili-

zados y estadsticas actualizadas para la regin en

trminos de datos sobre crmenes, violencia y segu-

ridad ciudadana, as como su evolucin a lo largo

de la ltima dcada, tanto en los grupos vulnerables

como en el conjunto de la poblacin nacional.

Para estimar el costo del crimen, los auto-

res se basan en diversas fuentes de informacin,


20/111


desde datos administrativos de las agencias esta-

dsticas, hospitales y centros de atencin de las

vctimas, hasta los registros del sector privado

y estudios econmicos y sobre la victimizacin

realizados por instituciones acadmicas y auto-

ridades nacionales y subnacionales. Se parte dediversos supuestos para que diversas categoras

de costo sean operativas, para dar cuenta de los

costos de oportunidad y poder utilizar los datos

de los precios.

En general, se presentan estimaciones de

costos para 11 categoras: gasto privado en pre-

vencin del crimen, gasto pblico en prevencin

del crimen, homicidios y agresiones, robos en

viviendas y atracos, robos de vehculos motori-

zados, gastos de salud como consecuencia delcrimen, polica, sistema judicial, enjuiciamiento,

sistema penitenciario y defensores pblicos. En

algunos pases, tambin se presentan otros datos

relacionados con el costo de la violencia doms-

tica (Chile), extorsiones y secuestros (Honduras y

Costa Rica), tratamientos mdicos ocasionados

por agresiones fsicas (Chile, Costa Rica y Hondu-

ras), apoyo a jvenes en situacin de riesgo (Chile

y Uruguay), agresiones sexuales (Chile), costos

de oportunidad de los reclusos (Chile y Uruguay)

y fraudes con tarjetas de crdito (Costa Rica y

Honduras).

Este volumen es el primero en su campo que

proporciona estimaciones de los costos directos

del crimen y la violencia con el mtodo de conta-

bilidad de una manera homognea para un con-

junto de pases de la regin. Esta estimacin nos

proporciona un lmite inferior para los costos del

crimen de un promedio de 3% del PIB, lo cual es

una cifra de importante magnitud. Como punto

de referencia, es igual a la cantidad de recursos

que la regin gasta anualmente en infraestructura

y es ms o menos equivalente al porcentaje del

ingreso del 20% ms pobre de la poblacin (3,6%)

(Banco Mundial, 2015).

El captulo 4 aborda siete estudios realiza-

dos en el contexto de una convocatoria del BID

de propuestas de investigacin realizada en 2013

sobre los costos econmicos y sociales indirec-

tos e intangibles del crimen y la violencia. Estos

estudios son investigaciones originales y han sido

publicados como parte de la Serie Documentos

de Trabajo del BID y en algunos casos tambin enrevistas internacionales arbitradas.

El captulo comienza con la introduccin de

la nocin de costos indirectos y cmo estos se

comparan con una variedad de costos del crimen

directos y observables. Destaca que tanto los cos-

tos indirectos como intangibles son absorbidos

por diversos agentes, pero se pone el nfasis en

los efectos del crimen en el bienestar de los hoga-

res y las comunidades.

El anlisis emprico del captulo 4 se basa enel marco terico introducido en el captulo 2 para

proporcionar una coherencia lgica al debate

sobre el impacto de la violencia en el bienes-

tar. A diferencia de la mayora de trabajos sobre

este tema, que tienden a ser estudios descripti-

vos observacionales, un rasgo comn de los estu-

dios presentados en el captulo 4 es que incluyen

una estrategia de identificacin para atribuir el

impacto causal de los actos delictivos o la violen-

cia en las variables de estudio.

Aunque un anlisis del captulo es macroeco-

nmico y se centra en los impactos econmicos,

la mayora de los anlisis se concentran en los

efectos sociales en dimensiones relevantes y se

basan en microdatos para estimar los resultados.

Los pases en los cuales estos anlisis se llevan

a cabo son Colombia, Mxico, Brasil y Per. Los

anlisis incorporan elementos tericos del modelo

econmico introducido en el captulo 2.

Los temas del debate son diversos. En lo que

se refiere a los costos indirectos, Ibez, Rodr-

guez y Zarruk (2013) se centran en el efecto de la

reforma de la justicia en las tasas de criminalidad y

en la asistencia escolar. Las estimaciones se obtie-

nen mediante un modelo de duracin explotando

el hecho de que la adopcin de reformas de la jus-

ticia era exgena. Guarn, Medina y Tamayo (2013)


21/111


estudian el impacto de la severidad de la pena

en las tasas de delincuencia juvenil utilizando un

diseo de regresin discontinua. Robles, Caldern

y Magaloni (2013) analizan el impacto de la violen-

cia inducida por las drogas en los resultados eco-

nmicos municipales y en el empleo utilizando unmodelo de regresin con variables instrumenta-

les y controles sintticos, y muestran un impacto

negativo significativo.

En lo que se refiere a los costos intangibles,

Vetter, Beltro y Massena (2013) calibran un

modelo hednico para estudiar cunto estn dis-

puestos a pagar los hogares para vivir en zonas

que se perciben como seguras. De la misma

manera, utilizando datos de panel, Ajzenman,

Galiani y Seira (2015) evalan el impacto de loshomicidios en los valores de la propiedad y prue-

ban el modelo terico introducido en el captulo

2 para demostrar que la violencia tiene un efecto

reductor de los precios. Agero (2013) estudia el

efecto de la violencia domstica en la salud de los

nios analizando la progresiva ampliacin de un

centro de mujeres en Per como fuente de varia-

cin exgena y encuentra un efecto negativo y

significativo. Por ltimo, Foureaux Koppenstei-

ner y Manacorda (2013) complementan el anlisis

anterior analizando el efecto de la violencia en la

salud infantil en las zonas rurales, empleando una

estrategia metodolgica de diferencias en dife-

rencias y demostrando que la violencia reduce el

bienestar en diversos resultados relacionados con

la salud.

Por ltimo, el captulo 5 aborda la necesidad

de mejorar los sistemas estadsticos en la regin

dado que, como pronto vern los lectores de este

volumen, la falta de informacin estadstica fiable

y actualizada es una limitacin crucial para llevar a

cabo anlisis sobre la seguridad ciudadana basa-

dos en evidencia y para obtener estimaciones

precisas de los costos del crimen en el bienestar.

El captulo describe los principales rasgos de los

sistemas estadsticos sobre la delincuencia en la

regin y evala donde se sitan en relacin con el

sistema estadstico ideal y con las mejores prc-

ticas en la recopilacin y sistematizacin de los

datos sobre el crimen. Un sistema eficiente para la

recopilacin, procesamiento y divulgacin de esta

informacin es un prerrequisito para el anlisis del

crimen y su prevencin efectiva. Sin embargo, eneste mbito se observa un considerable retraso en

ALC.

En trminos generales, los sistemas de esta-

dsticas sobre la delincuencia en la regin se

encuentran rezagados en relacin con el sistema

estadstico ideal en diversos sentidos. En primer

lugar, no estn orientados al usuario, los datos

sobre delincuencia no estn disponibles pblica-

mente y carecen de periodicidad y de detalles. En

segundo lugar, los sistemas de estadstica sobrela delincuencia no estn efectivamente planifica-

dos ni gestionados; al contrario, las oficinas de

recopilacin de datos normalmente correspon-

den a diferentes niveles de gobierno y a agencias

en cada nivel, que estn rara vez conectadas. En

la mayora de los pases, la falta de recursos y de

capacitacin son obstculos importantes para la

recopilacin y sistematizacin de estadsticas. En

tercer lugar, los sistemas de estadsticas sobre el

crimen no mantienen una neutralidad poltica ni

un perfil pblico alto. Por ltimo, el alcance y el

contenido de los sistemas estadsticos sobre el

crimen no estn claramente integrados porque

dichos sistemas no utilizan clasificaciones comu-

nes y porque queda todava mucho por hacer

para recopilar estadsticas con rigor metodol-

gico. Como consecuencia, el principal insumo de

cualquier anlisis emprico riguroso es, en el mejor

de los casos, escaso y normalmente de mala cali-

dad y, en el peor de los casos, no est disponible

pblicamente o no existe.

Por lo tanto, es esencial mejorar la disponibi-

lidad y la calidad de estadsticas fiables en ALC

que abarquen todos los aspectos de la delin-

cuencia. Las iniciativas en esta direccin son un

prerrequisito para entender un fenmeno tan

complejo como el crimen, para suscitar un debate


22/111


constructivo y aumentar y mejorar los conoci-

mientos acerca del crimen en la regin.

Pasos a seguir

ALC tiene una de las tasas de criminalidad msaltas del mundo. De manera peligrosa, durante las

ltimas dos dcadas estas tasas de criminalidad

han aumentado en varios pases, imponiendo cos-

tos importantes a las sociedades y convirtiendo

a menudo el problema del crimen en la principal

preocupacin de los ciudadanos de la regin. Sin

embargo, esta tendencia en aumento no parece

haber sido acompaada por una inversin signi-

ficativa para saber ms acerca de este problema

y de la efectividad de las polticas destinadas alidiar con l (Di Tella, Galiani y Schargrodsky,

2010). Una posible explicacin es la falta de datos

fiables sobre el crimen en la regin. Este volumen

sostiene que un sistema eficiente de recopila-

cin, procesamiento y divulgacin de informacin

sobre el crimen y la justicia penal es un prerrequi-

sito para un anlisis y una prevencin efectiva del

crimen.

Sin embargo, est claro que hay muchos

otros retos que persisten. Por ejemplo, desde una

perspectiva terica, un aspecto relevante es con-

certar la forma en la que se aborda la nocin del

costo del crimen en el bienestar. An no hay con-

senso metodolgico, particularmente en trminos

de los efectos econmicos de las transferencias

de bienes del propietario legal al poseedor ilegal

y de aquellos crmenes sin vctimas. Incluso ms

complejo, pero no por ello menos pertinente, es el

desarrollo de una teora holstica que sistematice

los distintos costos indirectos e intangibles del cri-

men y la violencia.

Analticamente, puesto que los costos con-

siderados en la mayor parte de este volumen

son parciales, es necesario desarrollar un anlisis

robusto que contabilice el efecto de la criminali-

dad desde dimensiones particularmente relevan-

tes para la regin, como el caso de la informalidad

y su relacin causal con la violencia, as como

el costo del crimen para el sector privado y su

impacto directo en la productividad de las empre-

sas. La comparacin internacional de los costosdel crimen muestra la diversidad de componen-

tes considerados y mtodos empleados en este

tipo de ejercicio. Ello, por un lado, hace necesario

el esfuerzo de analizar rubros de costo similares y

verificar que los mtodos de estimacin emplea-

dos en esos estudios permitan una comparabili-

dad razonable, para un mayor nmero de pases.

Otro de los pasos subsiguientes desde el punto de

vista del anlisis es refinar la precisin espacial de

las diversas tipologas de actos delictivos, identifi-cando grupos vulnerables, dndole alta prioridad

en las agendas gubernamentales. Finalmente, aun-

que las metodologas para derivar los costos del

crimen aproximan el beneficio marginal de cier-

tas intervenciones de poltica, un rea continua de

oportunidad es la generacin de ms y mejor evi-

dencia sobre el costo de componentes especficos

del delito, validados a travs de evaluaciones de

impacto y anlisis de costo-beneficio rigurosos.

En materia institucional, la produccin, el

desarrollo y el mejoramiento de indicadores ofi-

ciales para estimar los costos del crimen cristali-

zan el binomio de la construccin de capacidad

del Estado y la sociedad civil, dando sostenibi-

lidad, por ejemplo, a observatorios del crimen y

otros agentes colectivos, tanto en trminos de

transferencia de conocimiento, como de esfuer-

zos de monitoreo, comunicacin y mecanismos

de cooperacin. Tambin esta alianza es til para

la promocin y transformacin de polticas pbli-

cas a escalas local y regional, para identificar reas

prioritarias de intervencin y, principalmente, acu-

mular lecciones y aprendizajes de cmo redu-

cir el crimen y sus negativos efectos sobre los

ciudadanos.


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15

Un marco conceptual parainterpretar los costos del crimen en

el bienestarRodrigo R. Soares, So Paulo School of Economics

Este captulo propone un marco conceptual

para analizar e interpretar las estimaciones

disponibles en la literatura de los costos del

crimen en el bienestar. Se basa en gran medida

en el anlisis original y en el debate desarrollado

en Soares (2015) y proporciona una visin generalcrtica de las metodologas tradicionalmente usa-

das en las investigaciones y los debates sobre po-

lticas pblicas relacionadas con el tema.

El crimen y la violencia interfieren en nume-

rosas dimensiones de la vida individual y social y,

por lo tanto, tienen mltiples implicaciones para el

bienestar humano. Estas implicaciones van desde

los costos directos individuales debido a lesio-

nes o muerte, valor de los bienes robados o des-

truidos, temor a la victimizacin y cambios en el

comportamiento para evitar el crimen hasta las

prdidas totales asociadas con el gasto pblico

en cuerpos de polica, prisiones y un sistema de

justicia penal. Es menos evidente y, en cierto sen-

tido, todava polmico desde la perspectiva de la

investigacin acadmica, que el crimen y la vio-

lencia tambin puedan limitar el crecimiento y el

desarrollo a largo plazo. Esta diversidad de mani-

festaciones ha conducido, quiz no sorprendente-

mente, al uso de un amplio espectro de diferentes

estrategias para estimar las diversas dimensiones

de los costos del crimen en el bienestar. Aunque

rara vez se reconoce en la literatura, a veces estasestrategias tienen diferentes perspectivas con-

ceptuales y generan cifras que no son directa-

mente comparables. Por lo tanto, se requiere una

visin ms estructurada del problema para tener

una perspectiva de las diferentes estimaciones

disponibles e interpretarlas correctamente.

Este captulo evala de manera crtica la

amplia y diversa literatura que intenta estimar las

distintas dimensiones de los costos del crimen

en el bienestar. Utilizando un modelo econmico

estndar del crimen como referencia terica, el

captulo aborda el contenido conceptual de las

diferentes metodologas utilizadas para estimar

los costos del crimen en el bienestar. Tambin

ilustra el uso de cada metodologa presentando

resultados de algunos estudios seleccionados. El

debate presta especial atencin a las limitaciones

2


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expectativa de vida debido a la violencia se asocia

normalmente con prdidas subjetivas equivalentes

a una reduccin en el ingreso anual del orden del

3,8% del PIB (Soares, 2006). Esta estimacin no

incorpora los costos subjetivos debidos a lesiones

y mermas de la salud, entre otros aspectos.Por ltimo, hay diversas consecuencias nega-

tivas del crimen que son mucho ms difciles de

expresar en trminos objetivos, e incluso ms dif-

ciles de cuantificar. Estos costos, a veces definidos

como intangibles, incluyen los efectos secunda-

rios del crimen en el mercado laboral, en el clima

de negocios y en el comportamiento individual.

Segn Londoo y Guerrero (1999), por ejemplo,

el deterioro de la productividad, del consumo y

de la fuerza laboral constituyen los componentesms importantes del costo del crimen en Amrica

Latina y el Caribe, correspondiente al 7,1% del PIB

de la regin. Los cambios en la conducta indivi-

dual pueden implicar la reduccin de las inversio-

nes en capital fsico y humano debido al menor

riesgo de expropiacin y de reduccin de los hori-

zontes de planificacin; cambios en los horarios

y lugares de trabajo y de ocio; y cambios en los

patrones de consumo. En trminos de las inver-

siones y el empleo, Gaviria y Vlez (2002) presen-

tan evidencia del efecto perverso del crimen en

las comunidades pobres de Colombia. En Brasil,

segn el Investment Climate Survey del Banco

Mundial para 2003, el 52% de los administrado-

res consideraba que el crimen era un obstculo

de primer orden para el desarrollo de los nego-

cios. En Jamaica, se estima que la violencia afecta

directamente al 19% de las empresas, lo cual equi-

vale a una prdida promedio de tres das laborales

para cada una de estas empresas (Banco Mundial,

2003). En general, dado que es difcil cuantificar

estas dimensiones de una manera sistemtica y

comparable, la evidencia disponible es limitada.

Sin embargo, eso no significa que estas dimen-

siones son menos importantes que otros factores

ms habitualmente considerados en la literatura

sobre los costos del crimen para el bienestar.

intrnsecas de cada enfoque y a los usos potencia-

les de estos enfoques como aportaciones para el

diseo y evaluacin de las polticas pblicas.

La falta de comunicacin entre diferentes

mbitos de la literatura sobre los costos del cri-

men en el bienestar tiene una fcil explicacin. Almedir la magnitud de los costos del crimen de una

manera consistente y unificada, nos enfrentamos a

una tarea realmente muy difcil. Los costos mate-

riales, por ejemplo, incluyen el gasto directo en

polica, penitenciaras, sistema de justicia penal y,

tambin en parte, el sistema pblico de salud. Se

ha estimado que estos costos son considerables

en las diferentes regiones, independientemente del

nivel de desarrollo. Para Estados Unidos, por ejem-

plo, se cree que estos costos corresponden al 2,1%del PIB, mientras que en Amrica Latina y el Caribe

llegan al 3,6% (Bourguignon, 1999; Londoo y Gue-

rrero, 1999; Banco Mundial, 2003). En Sudfrica, el

sistema de justicia penal por s solo corresponde a

gastos del orden del 3,1% del PIB (Altbeker, 2005).

En las cuentas de los costos monetarios asociados

con los delitos contra la propiedad, las cifras de

Estados Unidos y Amrica Latina y el Caribe repre-

sentan aproximadamente 2,6% y 5,1% del PIB, res-

pectivamente (Bourguignon, 1999).

Sin embargo, los costos materiales son solo

una de las numerosas consecuencias del crimen.

Las lesiones y muertes, por ejemplo, representan

prdidas directas del bienestar desde la perspec-

tiva de las vctimas potenciales que pueden fcil-

mente superar los gastos correspondientes para el

sistema pblico de salud. Las estimaciones actua-

les sealan que las reducciones en mortalidad son

un componente muy significativo de las recientes

mejoras en el bienestar en todo el mundo, sugi-

riendo inmediatamente que los homicidios pue-

den representar una dimensin importante de los

costos del crimen. En realidad, la evidencia actual

seala que el incremento de la mortalidad debido

a la violencia corresponde a una prdida en el bie-

nestar de la misma magnitud que los costos mate-

riales directos del crimen: un ao perdido de la


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UN MARCO CONCEPTUAL PARA INTERPRETAR LOS COSTOS DEL CRIMEN EN EL BIENESTAR 17

Dadas las diversas dimensiones afectadas por

el crimen, no hay una metodologa unificada capaz

de incorporarlas todas simultneamente. Normal-

mente, se han aplicado diferentes metodologas

para abordar diferentes problemas, a menudo con

diferentes objetivos. Lo que en realidad se midey se considera constitutivo del costo del crimen

acaba dependiendo en gran medida de la metodo-

loga especfica utilizada y de los datos disponibles.

Por este mismo motivo, los estudios ms amplios

que intentan dar un cuadro integral del fenmeno

acaban siendo, en gran medida, conjeturas y fun-

damentalmente descripciones impresionistas. En

cualquier caso, algunos de estos anlisis han suge-

rido que los costos anuales totales del crimen en

Amrica Latina pueden fcilmente superar el 10%del PIB de la regin (Londoo y Guerrero, 1999).

Este captulo se centra en los delitos comu-

nes y en sus consecuencias indirectas, prestando

especial atencin a aspectos que han sido abor-

dados en la literatura reciente. La mayor parte del

debate guarda relacin con delitos violentos y

delitos contra la propiedad (homicidio, robos, asal-

tos, hurtos, etc.). No abordamos las dimensiones

ms sistmicas del crimen asociadas con el fun-

cionamiento de mercados ilegales, ni la corrupcin

y violencia asociadas que estos engendran.1Estas

dimensiones suscitan inmediatamente el problema

de los costos y beneficios asociados con el hecho

de considerar que ciertos tipos de intercambios

voluntarios son ilegales. Solamente nos concentra-

mos en los crmenes asociados con transferencias

ilegales e involuntarias de la propiedad (hurtos,

robos, robos en viviendas, etc.) y con la violencia

fsica. Sin embargo, es verdad que nuestro debate

estar contaminado por estas dimensiones, ya sea

porque una parte importante del sistema de justi-

cia penal gestiona la prevencin y la penalizacin

de los crmenes relacionados con mercados ilega-

les (por ejemplo, consumo y trfico de drogas) o

debido a los efectos indirectos que estas activida-

des tienen en la incidencia general del crimen y

la violencia. Tampoco abordamos explcitamente

algunos tipos de crmenes normalmente situados

fuera del principal alcance de la literatura sobre los

costos del crimen (como la corrupcin, los delitos

de guante blanco y la violencia domstica).2

En la prxima seccin se expone un modelo

terico muy sencillo que contribuye a arrojar luzsobre las diferentes dimensiones de los costos

del crimen y su contenido econmico. Despus,

utilizamos este modelo terico como orientacin

para la presentacin y el debate sobre las diversas

metodologas que se han aplicado para estimar

aspectos particulares de los costos del crimen.

Posteriormente, el captulo presenta, de manera

ms o menos comparable, los principales resul-

tados empricos de algunos estudios empricos

seleccionados, antes de concluir con un debatesobre las direcciones para futuras investigaciones.

Marco terico

Esta seccin elabora un modelo econmico muy

sencillo del crimen siguiendo la tradicin de Bec-

ker (1968), Stigler (1970) y Ehrlich (1973). Los obje-

tivos del modelo consisten en orientar nuestro

debate y arrojar luz sobre el contenido conceptual

que subyace a las estimaciones de los costos del

crimen habitualmente calculados en la literatura

emprica. Con el fin de que la exposicin sea lo

ms clara posible, introducimos diversos supues-

tos simplificadores y nos centramos en los aspec-

tos clave del fenmeno del crimen.

Pensemos en un agente con preferencias defi-

nidas de dos bienes, ce y, que se pueden repre-

sentar con la siguiente funcin de utilidad:

Vn(c,y) = .lnc +y, (1)

1 Para una visin general de estos temas, vase Keefer, Loay-

za y Soares (2010).2 Lederman, Loayza y Soares (2005) muestran que, al pare-

cer, la corrupcin es impulsada por factores muy diferentes

de los que impulsan los delitos habituales. En relacin con la

violencia domstica, Waters et al. (2005) revisan la literatura

disponible.


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Las vctimas

Supongamos que hay, potencialmente, cierta inci-

dencia positiva del crimen en esta economa. Para

simplificar nuestro debate, supongamos que el

bien cpuede ser robado y el bienyno. Esto puedeparecer razonablemente atractivo si se piensa que

c corresponde a bienes conspicuos que pueden

sustraerse fsicamente como joyas, vehculos,

dinero, celulares, etc. y queyrepresenta bienes

inmobiliarios, inversiones financieras y otros acti-

vos fijos. Con este mismo espritu, supongamos

que ces el bien pretendido por los delincuentes.

Suponemos que la probabilidad de ser victimi-

zado, (c), es una funcin creciente de c. Si es vic-

timizado, al individuo le han robado una cantidadxdel bien cy, adems, experimenta una prdida

subjetiva de bienestar de (medido en unidades

monetarias). Suponiendo que el individuo asume

xcomo dado, la utilidad esperada de una vctima

potencial est dada por:

Vc(c,y) =(c)[.ln(cx)+y] (5)

+ (1 (c))[.lnc+y].

Las condiciones de primer orden para el

problema del individuo determinan el consumo

ptimo cc en el escenario de crimen implcita-

mente de:

cp c

x

c c xc

c

c c

+

( )( )

(6)

cc x

cc

c

c

+ ( )' ln 0 [ ]( ) =

Los dos primeros trminos en esta expresin

son idnticos a la solucin del escenario sin cri-

men tratado anteriormente. Los dos ltimos tr-

minos representan las respuestas de la opcin

ptima de cante la posibilidad de victimizacin.

El tercer trmino, que es positivo dado que cc>x,

compensa por la reduccin esperada del consumo

de cdebido a la probabilidad de que csea robado.

El cuarto trmino, que es negativo porque (c)

aumenta con c, explica el hecho de que ctambin

Donde es una constante. La n subindexada

denota el escenario sin crimen. El objetivo del

individuo consiste en maximizar su funcin de uti-

lidad (1) sujeto a la restriccin de presupuesto:

p.c +y =m, (2)

Dondepes el precio del bien c, mes el ingreso, y el

precio deyes normalizado en 1. Dada la cuasi linea-

lidad de la funcin de utilidad, ypuede interpre-

tarse como el ingreso gastado en todos los dems

bienes aparte de c o, alternativamente, como la

utilidad asociada con el dinero que no se utiliza

en la compra del bien c. En una solucin interior

dentro de esta formulacin, no hay un efecto del

ingreso en la demanda de c. Por lo tanto, cualquierprdida de ingresos se refleja exclusivamente en

una reduccin de la demanda dey.

A partir de las condiciones de primer orden

para la eleccin individual ptima en este pro-

blema, es fcil observar que las demandas mars-

hallianas de estos dos bienes en el escenario sin

crimen estn dadas por:

cn=/p, and (3)

yn=m . (4)

Siempre hay algn grado de ineficiencia en

cualquier equilibrio con una incidencia positiva

del crimen debido a cambios en el comporta-

miento, al gasto en el sistema de justicia, y al

valor de los bienes destruidos, entre muchos

otros costos potenciales. Por lo tanto, desde

una perspectiva terica, este escenario sin cri-

men es la solucin ptima con la que se debera

comparar cualquier equilibrio con una inciden-

cia positiva del crimen. De hecho, esto es pre-

cisamente lo que intentan hacer algunas de las

metodologas aplicadas en la literatura. Pense-

mos ahora en el escenario con una incidencia

positiva del crimen para entender qu estiman

realmente estas estrategias.


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UN MARCO CONCEPTUAL PARA INTERPRETAR LOS COSTOS DEL CRIMEN EN EL BIENESTAR 19

afecta directamente la probabilidad de victimiza-

cin, que a su vez est asociada con una reduc-

cin del consumo y con la prdida de utilidad .

Los trminos tercero y cuarto en la ecuacin

(6) representan las prdidas directas de bienestar

de una vctima potencial debido al crimen. Es pro-bable que su importancia relativa vare segn dife-

rentes tipos de crmenes. En los crmenes con una

determinada probabilidad de victimizacin, como

con el consumo inconspicuo, cuando la probabili-

dad de victimizacin no est asociada con c el

ltimo trmino desaparece y tenemos cc>c

n. En

este caso, el individuo efectivamente se asegura

contra la probabilidad de perder x unidades de

ccomprando ms de ello. La funcin de utilidad

cuasi lineal asla el efecto de sustitucin en c, demodo que todo el efecto del ingreso recae solo en

y. En otras palabras, ..x/cc(c

cx)es exactamente

la mayor demanda de cen anticipacin de la pro-

babilidad de que una cantidadxsea robada. Para

fines de la exposicin, pensemos, por ejemplo, en

el caso en que (cc) = 1.En estas circunstancias, c

c

=(/p)+x, de modo que el consumo de csigue

igual y la prdida por victimizacin se refleja nte-

gramente en un menor consumo dey(en exacta-

mentep.x). Generalmente, esta compensacin no

ser perfecta debido a la presencia de la incerti-

dumbre. En cualquier caso, sigue siendo verdad

que el tercer trmino de la ecuacin (6) representa

una prdida de utilidad que se puede medir direc-

tamente como un menor consumo dey.

Hay otros costos del crimen que, en un modelo

como este, tambin apareceran como un menor

consumo dey. Esto es lo que ocurrira, por ejem-

p

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